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Facultad de Ingeniería
Universidad Nacional de La Plata
Generalidades
Los aceros para herramientas son usados para maquinar otros materiales y por lo tanto, son
diseñados para tener alta dureza y durabilidad bajo severas condiciones de servicio.
Los tratamientos térmicos para aceros de herramientas son similares a aquellos realizados en
aceros al carbono y de baja aleación: austenización, formación de martensita, y revenido. Sin embargo,
como los aceros de herramientas son muy aleados, hay que tener especiales precauciones durante el
procesado para alcanzar un apropiado balance de carburos aleados en una matriz de martensita
revenida para una dada aplicación como herramienta.
Los aceros para herramientas son un grupo muy grande de complejas aleaciones que han
evolucionado para satisfacer las más diversas aplicaciones relacionadas con el trabajado en caliente y en
frío. Su importancia industrial y complejidad ha conducido a la existencia de una considerable literatura
acerca de su desarrollo, procesado y aplicaciones. Detalles del procesado tales como velocidades de
enfriamiento recomendadas y tiempos y temperaturas de tratamientos térmicos para aceros
específicos, son encontrados no sólo en la literatura sino en información detallada distribuida por la
mayoría de los fabricantes.
1- Introducción
-Alta dureza.
-Resistencia al desgaste.
-Resistencia a la termofluencia.
Desde hace años han sido desplazados parcialmente por materiales compuestos de tipo cermets
(metalcerámicos) conocidos comercialmente como Widias y por diamantes industriales. Los cermets
son pastillas o insertos de muy finos carburos de tungsteno aglutinados en una matriz metálica de
níquel. Estos materiales permiten una mejor maquinabilidad en las condiciones más desfavorables pero
su costo es superior.
Los distintos tipos de aceros son categorizados dentro de una serie de clases en concordancia con la
clasificación que realiza la AISI (American Iron and Steel Institute) y la SAE (Society of Automotive
Engineers).
Son identificados por una letra que representa la composición química del acero. La Tabla 1 lista las
composiciones químicas nominales y las distintas clases de aceros de herramientas que existen.
Por su elevada velocidad crítica de temple deben ser templados en agua. Por ello son clasificados
como grados AISI tipo W (water). Tienen el más bajo contenido de aleantes y por lo tanto la más baja
templabilidad de todos los tipos de aceros para herramientas por ende, las grandes secciones
endurecen solo a una mínima profundidad. Gruesas secciones pueden ser endurecidas por temple en
aceite para minimizar fisuras de temple y distorsiones.
El diámetro crítico hace que estos aceros adquieran temple total para un diámetro menor a los 12
mm. Por ello se emplean en herramientas de pequeñas dimensiones o en otras de mayor tamaño que
conservan buena tenacidad con aristas cortantes en su superficie como ser en la fabricación de limas,
brocas, avellanadores, escariadores, etc.
Las ventajas de los aceros al carbono son su bajo precio y excelente trabajado por deformación y
mecanizado en estado de recocido (dureza máxima 200-250HB). Los inconvenientes son: estrecho
intervalo de temperaturas de temple que conduce a peligrosos sobrecalentamientos, el hecho de
enfriar en agua o en salmuera que intensifica las distorsiones o torceduras pudiendo provocar fisuras, y
por último que su máxima temperatura de trabajo son los 200 ºC. Las temperaturas de temple son 30-
50 ºC por encima del inicio de la fase austenítica para aceros hipoeutectoides y de 50-70 ºC por encima
de los 727 ºC para aceros hipereutectoides.
Todos los aceros para herramientas excepto aquellos del tipo W al carbono tienen suficiente
cantidad de aleantes de forma tal que se incrementa notablemente su Templabilidad. Esto permite el
temple en aceite e incluso en aire. Además estos aceros son los que brindan las mejores combinaciones
de propiedades de un acero para herramientas y en las situaciones donde los requerimientos son los
más exigentes.
Cromo
Molibdeno y tungsteno
Vanadio
Forma los carburos del tipo V4C3 que son lomas duros en un acero para herramientas. Este
elemento otorga gran resistencia al desgaste y dureza. El V es un elemento costoso.
Los aceros de herramientas resistentes al impacto, AISI tipo S, tienen más bajos contenidos de C y
contenidos de aleantes un tanto más altos que los tipos W. EI contenido de medio C mejora la tenacidad
y hace que los aceros tipo S sean apropiados para aplicaciones con cargas de impacto.
Los aceros de herramientas para trabajado en frío incluyen tres clases de aceros: los tipos O, A y D.
Todos tienen alto C para obtener alta dureza y alta resistencia al desgaste en aplicaciones de trabajado
en frío. Difieren entre ellos en el contenido de aleantes afectando esto la templabilidad relativa y la
distribución de carburos incorporados en las microestructuras endurecidas. Los grados O, de bajo
contenido de aleantes, son templados en aceite. Los grados A y D son templables en aire y por lo tanto
son menos susceptibles a distorsiones y fisuración durante el temple. EI alto contenido de Cr y Mo de
los aceros A y D también contribuye a un alto contenido de carburos que brindan una alta resistencia al
desgaste.
Los aceros de herramientas para propósitos especiales, tipo L, en virtud de su bajo C tienen más
altas tenacidades que los grados O.
Los aceros de herramientas usados para matrices y moldes de plástico, AISI tipo P, son expuestos a
un desgaste menos severo que aquellos usados para operaciones de trabajado de metales, y por lo
tanto tienen menos C. Un requerimiento importante es la excelente terminación superficial. Los aceros
inoxidables martensíticos tipo 420 son también usados para moldes de plástico cuando la corrosión es
un factor limitante importante en la performance de los aceros P de más baja aleación.
Los aceros de herramientas para trabajado en caliente tipo H, caen dentro de grupos que tienen Cr,
Mo o tungsteno como aleantes principales. Los aceros H son usados para forjado en caliente y
extrusión. El contenido media en C y el relativamente alto contenido de aleantes hacen que los aceros
tipo H sean endurecibles por temple en aire y resistentes al impacto y al ablandamiento durante
repetidas exposiciones a operaciones de trabajado en caliente.
Los aceros de herramientas para altas velocidades de corte son aceros muy aleados con tungsteno y
Mo en los grados T y M, respectivamente. El tungsteno, Cr, Mo y V en aceros, producen muy altas
densidades de carburos muy estables. Como resultado, los aceros para altas velocidades de corte son
capaces de retener durezas en temperaturas tan altas como 600 ºC y son ampliamente usados en
aplicaciones de corte y maquinado
Los aceros Maraging son también listados en la Tabla 1 y algunas veces son seleccionados como
material para herramientas y matrices. Desarrollan alta resistencia y dureza por medio de diferentes
mecanismos independientes de los asociados al contenido de C. A pesar de su bajo C, el alto contenido
de Co y Ni asegura la formación de martensita con enfriamiento en aire. La martensita obtenida, de
bajo C y baja resistencia, es luego endurecida por una fina precipitación de compuestos
intermetálicos tales como Ni3Mo, por envejecimientos a alrededor de 480 ºC. Cuando se requiere
ultra alta resistencia y tenacidad, los aceros Maraging son los más indicados. Cabe destacar que nuevos
grados de estos aceros incluyen diseños con formulaciones químicas libres de Co.
El diseño de aceros de herramientas está basado en gran parte en aceros aleados con elementos
fuertemente formadores de carburos, como ser Cr, Mo, W y V. Estos elementos se particionan en los
carburos y en la matriz austenítica durante la solidificación, el trabajado en caliente, el recocido, y la
austenización previa al temple. Durante el temple, los carburos aleados formados en austenita son
retenidos y la matriz austenítica transforma a martensita. También hay un posterior particionamiento
que ocurre durante el revenido cuando la austenita revenida transforma y finos carburos aleados
precipitan en la matriz de martensita revenida.
El endurecimiento y la resistencia al desgaste de los aceros para herramientas son provistos por
todos los elementos de la microestructura:
La Tabla 2 muestra los carburos formados por los elementos de transición en los varios grupos de la
tabla periódica. Los carburos metálicos de transición tienen muy alta dureza, alto punto de fusión, y
propiedades eléctricas únicas. El carburo de tungsteno (CW) es el mayor componente de carburos
cementados para herramientas de corte, y los carburos metálicos de transición y los revestimientos de
nitruros son grandemente usados para mejorar la resistencia al desgaste de los aceros de herramientas.
En aceros, las estructuras cristalinas de los carburos metálicos de transición incorporan átomos de
hierro y diversos elementos formadores de carburos. La letra M es utilizada para designar el
componente atómico metálico de un carburo. La tabla lista los tipos de carburos, estructura cristalina y
algunas características de cada uno de los tipos de carburos encontrados en aceros de herramientas.
Las Fig. 1 y 2 son dos comparaciones gráficas de las durezas de varios carburos aleados en relación a
la dureza de la martensita y la cementita, el carburo típico de aceros al carbono de baja aleación o sin
aleantes. Se observa que los carburos metálicos de transición alcanzan muy altas durezas y así
contribuyen en forma significativa a la resistencia al desgaste de los aceros de herramientas, los cuales
contienen grandes fracciones en volumen de dichos carburos. Por ejemplo los aceros de alta velocidad
de corte contienen tanto como un 30% en volumen de carburos consistentes de una mezcla de MC,
M23C6 y M6C.
La cantidad y tipos de carburos en un acero de herramienta dependen del contenido de carbono, del
contenido de aleantes y de la temperatura de austenización empleada.
El procesado comienza con la fusión y solidificación. Los aceros de herramientas son fundidos en
hornos eléctricos de arco o de inducción a partir de chatarra de acero cuidadosamente seleccionada y la
adición de aleantes. Para los grados especiales de alta calidad, los lingotes pueden ser sometidos a
refusión y solidificación por electroescoria para su refinación. El tamaño de los lingotes por lo general es
pequeño para reducir el espaciado del entramado dendrítico y la segregación durante el enfriamiento.
Hoy día existen nuevas técnicas de procesado tales como la atomización de acero en finos polvos y su
subsecuente compactación. Esto permite obtener microestructuras más homogéneas.
El alto contenido de aleantes de los aceros de herramientas resulta en una significativa segregación
y formación de carburos aleados primarios durante la solidificación. Los aceros de herramientas de alta
velocidad de corte, en virtud de su alto contenido de aleantes, tienen la más compleja secuencia de
solidificación.
Después de la solidificación del lingote, los aceros de herramientas son mantenidos en altas
temperaturas y luego trabajados en caliente por forja, extrusión o laminado en el rango de temperatura
de estabilidad de la austenita o austenita + carburos. EI trabajado en caliente no solo reduce el tamaño
de la sección sino que también reduce la segregación producida durante la solidificación por
Después del trabajado en caliente, los aceros de herramientas son maquinados para obtener
herramientas y matrices de formas requeridas. El recocido (annealing) es necesario para llevar a la
microestructura de trabajado en caliente a una condición favorable para maquinado (baja dureza y
resistencia mecánica) y subsecuente endurecimiento.
Las tensiones residuales pueden ser introducidas dentro de un acero de herramientas por la
deformación plástica que acompaña la remoción de metal durante las operaciones de maquinado. Las
tensiones residuales pueden causar distorsiones durante el calentamiento y endurecimiento, y por lo
tanto deben ser removidas por un tratamiento subcrítico a baja temperatura (stress relief). El
tratamiento es típicamente realizado a 650 ºC, donde la ferrita y los carburos son estables. Los carburos
no son afectados por el relevado de tensiones pero, la alta densidad de dislocaciones en la ferrita
deformada por el maquinado, es reducida por recuperación o eliminada por la recristalización de la
ferrita.
Las gruesas secciones deben ser suavemente enfriadas desde 650 ºC basta al menos 300 ºC,
después del relevado de tensiones. Esta precaución reduce gradientes de temperatura entre la
superficie y el centro de gruesas secciones y por lo tanto evita el desarrollo de nuevas tensiones
residuales.
EI procesado final de los aceros de herramientas consiste de un tratamiento térmico para producir
la dureza requerida y otras propiedades para una dada aplicación, como ser resistencia mecánica y al
desgaste, etc. La Fig. 4 muestra que el endurecimiento final consiste de un número de pasos que
incluyen precalentamiento, austenización, enfriamiento o temple y revenido.
Precalentamiento y Austenitización
Los aceros aleados de herramientas, debido a sus atlas durezas y complejas microestructuras aún en
el estado de recocido y relevado de tensiones, son susceptibles a distorsiones y fisuración durante el
calentamiento cuando se desarrollan gradientes de temperatura a través de la sección. Tales gradientes
causan expansión por el calentamiento y contracción debido a la formación de austenita, que ocurre en
diferentes localizaciones. Los gradientes térmicos crean tensiones que algunas veces son lo
suficientemente altas como para causar fisuración, especialmente en aceros de herramientas con baja
ductilidad y baja resistencia a la fractura, por estas razones, el precalentamiento es aplicado a aceros de
herramientas para establecer un equilibrio térmico previo al calentamiento a la temperatura final de
austenitización.
Los carburos aleados retenidos no sólo contribuyen a la resistencia al desgaste sino que también
controlan el tamaño de grano austenítico. Cuanto más finos sean los carburos y mayor sea su fracción
en volumen mejor se controlará el crecimiento de grano austenítico. Así, si la austenización es llevada a
cabo a una temperatura muy alta, los carburos se engrosan o disuelven en la austenita y el grano crece
demasiado comprometiendo la performance posterior del material.
Los elementos aleantes no retenidos en los carburos aleados, están en solución en la austenita. De
esta manera, los carburos aleados proveen un importante mecanismo por medio del cual se fija la
composición de la austenita. La composición de la austenita luego fija la templabilidad, la temperatura
Ms, el contenido de austenita retenida y el potencial de endurecimiento secundario de un acero de
herramienta.
austenita retenida transforma a martensita en el enfriamiento subcero. La Fig. 5 muestra que ante un
eventual revenido, la dureza de estructuras de temple con grandes cantidades de austenita retenida
puede elevarse. Esto ocurre por la acción combinada de la transformación de la austenita retenida y por
el endurecimiento secundario.
La austenita retenida después del temple, puede ser transformada a martensita por medio de un
enfriamiento subcero, o más comúnmente, transformada a ferrita y carburos durante un revenido a alta
temperatura.
El revenido es el tratamiento final aplicado a los aceros para herramientas. Como es conocido, el
revenido se realiza para mejorar la tenacidad de un acero después del temple.