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Todos los años llegan nuevos aspirantes a la Brigada de Guardavidas “Guardianes del Caribe”,

con la esperanza de poder ingresar en dicho cuerpo de operaciones, siempre todo salía bien e
ingresaban solo 5 aspirantes que cumplieran con la preparación física necesaria para esta
ardua labor.

Los hechos ocurrieron el 15 de Abril del 2017, ese día el sol estaba ardiente y la temperatura
rondaba entre los 36º, se podía apreciar un fuerte oleaje con abundante viento de este a
oeste, habían aproximadamente unos 40 aspirantes y solo 2 instructores: Los hermanos
Teraga, Ricardo con 24 años y Ramses con 20 años. Se decidieron a dividir el grupo en 2, cada
uno se quedó con 20 aspirantes y comenzaron sus respectivas pruebas físicas.

Ramses se fue con su grupo a la playa y comenzaron con un estiramiento.

>-¡Estiren bien muchachos, ahora es que comienza lo bueno!- Les decía con una sonrisa de
picara en el rostro.

Comenzaron con un trote leve, unos cuantos spring y un circuito de ejercicios para entrar en
calor. Al terminar esa sección ya los jóvenes estaban exhaustos y sin aliento, al ver el estado de
los aspirantes Ramses les dijo:

>-¡Animo muchachos, este fue solo el calentamiento!-

Eran muy pocos los entusiasmados, algunos ya lo miraban con cara de desprecio y odio, otros
ya hasta tenían ganas de tirar la toalla y regresar a su casa.

>-¡Cada uno agarra un tubo de rescate, ese será como otro miembro de su cuerpo, si lo
pierden están fuera!- Exclamo Ramses antes de comenzar con la segunda sección.

La segunda sección era la verdadera prueba pues tenían que hacer un acuatlón de 5 vueltas.
Para los que no tengan conocimiento el acuatlón es un deporte de resistencia, que reúne dos
disciplinas: natación y atletismo. El recorrido estaba comprendido entre 200m trotando y
300m nadando, para un total de 1k al trote y 1,5k de nado, los que primeros 5 que pudieran
culminar esta prueba en el menor tiempo posible serían los elegidos para ingresar a la brigada.

-¡Fuiiiiiiiiiiiiiiiit!- Pito el teniente para dar comienzo a la prueba, al cabo de unos segundos salió
detrás del grupo para hacerle su respectivo seguimiento.

Tantos hombres y mujeres comenzaron al mismo tiempo, aquí no había distinción de género,
todos eran tratados por igual.

La primera vuelta se dio sin problemas, se quedaron algunos rezagados, pero seguían
adelante. En la segunda vuelta se había quedado algo atrás una chica, entonces el teniente
comenzó a gritar fuertemente:

-¡Retírate si no puedes!¡Aquí queremos a personas calificadas, no ha rezagados!-

Lo que el teniente no sabía, era que a pesar de que esta chica no tenía mucha fuerza si poseía
una persistencia increíble, así que no se iba a rendir tan fácil.

Terminando la segunda vuelta, a la pobre chica la agarro la corriente y la estaba alejando de la


orilla asi que el teniente fue en su rescate, la calmo y la abordo para llevarla nuevamente a la
orilla, la situación parecía estar bajo control hasta que llegando a la orilla una niña de 10 años
aproximadamente se le anclo a la chica en su tubo de rescate, se aproximaba una ola de 2,5 m
y la iba a estrellar contra la orilla, el teniente evaluando rápidamente la situación se acercó a la
niña y le dijo que por favor se alejara, la niña obedeció y se alejó, dándole oportunidad a la
chica para salir sana y salva, para el teniente la historia fue otra, quedó atrapado en la boca de
la ola y fue estrellado contra toda la orilla, pasado por toda la arena y las piedras que habían
en su camino.

-¡Aaaaaah!- Era lo único que pudo decir

El teniente se levantó sin aparentar dolor alguno, pero para su sorpresa todo su torso del lado
derecho estaba repleto de raspaduras, los aspirantes sorprendidos por lo ocurrido pensaron
que ya había acabado la prueba física, para su sorpresa el teniente era una persona testaruda y
en ningún momento suspendió la actividad, pero la chica sintió un poco de culpa y se ofreció a
hacerle los respectivos primeros auxilios para que no se hiciera más daño.

-¡Auuuuch, señoooooooor!- Gritaba de dolor el pobre hombre

-¿Te vengas de mi acaso? ¿Qué te he hechoooooo?- A lo que la chica respondió

-¡Esa herida es mía? NO!-

Había aprendido muy bien la chica, ese carácter le llamo la atención al teniente y lo dejo
pensando en ella. ¿Se había enamorado aquel hombre testarudo? Puede que si, puede que
no…

Eso lo sabremos en la próxima parte de este relato

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