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Enfermedad de Behçet
M. Hié, Z. Amoura

La enfermedad de Behçet (EB) es una enfermedad inflamatoria sistémica que asocia


una afectación cutaneomucosa, a menudo en primer plano, una uveítis, manifestacio-
nes articulares, vasculares, neurológicas o digestivas. La enfermedad es particularmente
prevalente en Turquía y a lo largo de la antigua Ruta de la Seda. En Europa, las pobla-
ciones extraeuropeas se ven particularmente afectadas. La enfermedad se diagnostica
esencialmente en el adulto joven y afecta a los varones tanto como a las mujeres, aunque
es más grave en los primeros. Su fisiopatología la coloca en los confines de la inmuni-
dad innata y la inmunidad adaptativa, respuesta neutrofílica aberrante a un estímulo
de tipo infeccioso. La vasculitis, neutrofílica o linfocítica, es la firma histológica común
a todas las localizaciones de la enfermedad. La aftosis bipolar o las afectaciones oftal-
mológicas son las más características. Sin embargo, hay que pensar en la enfermedad
ante una afectación vascular (trombosis y aneurisma) o neurológica predominante. No
existe ninguna prueba biológica, y el diagnóstico de la enfermedad es únicamente clínico.
Puede basarse en criterios diagnósticos internacionales dependientes de las principales
manifestaciones clínicas. Los diagnósticos diferenciales son raros, pero debe pensarse en
ellos constantemente, en particular en la enfermedad de Crohn en caso de afectaciones
digestivas. El pronóstico funcional de la enfermedad depende esencialmente de las afec-
taciones oftalmológica o neurológica, mientras que la mortalidad está dominada por las
manifestaciones cardiovasculares. El tratamiento se gradúa en función de la gravedad
de las manifestaciones. Se basa en la colchicina, la corticoterapia tópica o sistémica, los
inmunosupresores en las formas más graves y las bioterapias en las formas refractarias.
© 2017 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Enfermedad de Behçet; Afta; Uveítis; Vasculitis; Trombosis; Aneurisma

Plan  Introducción
■ Introducción 1 La enfermedad de Behçet (EB) es una enfermedad infla-
■ Epidemiología 1 matoria sistémica de causa desconocida caracterizada por

una evolución remitente y que asocia principalmente una
Fisiopatología 2
aftosis bucal y genital, una uveítis, manifestaciones cutá-
■ Histología 2 neas y articulares [1] . Más raramente, puede ser responsable
■ Manifestaciones clínicas 2 de manifestaciones vasculares (arterial o venosa), neuro-
Manifestaciones cutaneomucosas 2 lógicas o digestivas. Las primeras descripciones de la EB
Manifestaciones oftálmicas 3 se atribuyen a Hipócrates [2] y hablan de una enfermedad
Manifestaciones articulares 4 endémica en Asia Menor que asocia: «ulceraciones aftosas
Manifestaciones cardiovasculares 4 [...] secreciones de las partes genitales [...] afectación oftál-
Manifestaciones neurológicas 5 mica acuosa de carácter crónico que hace perder la vista
Manifestaciones gastrointestinales 5 a numerosas personas». Las descripciones modernas de la
■ Laboratorio 5 enfermedad datan de la década de 1930 y son el origen de
una controversia grecoturca [3] : la primera observación se
■ Diagnóstico positivo 5 atribuye al oftalmólogo griego Benediktos Adamantiades
■ Pronóstico 6 en 1930 y hay que esperar a 1937 para que el derma-
■ Diagnóstico diferencial 6 tólogo turco Hulusi Behçet describa la enfermedad que

ahora lleva su nombre.
Tratamiento 6
Manifestaciones cutaneomucosas 6
Manifestaciones oftalmológicas 7
Manifestaciones articulares 7  Epidemiología
Manifestaciones cardiovasculares 7
Manifestaciones neurológicas 7 La EB se presenta a veces como «enfermedad de la Ruta
Manifestaciones gastrointestinales 7 de la Seda». En efecto, es particularmente prevalente a lo
largo de las antiguas vías de comercio que conducen del

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 50 > n◦ 3 > septiembre 2017
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(17)86067-6
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este mediterráneo a Japón. Se han realizado más de 30 agentes microbianos como factor desencadenante de la
estudios de prevalencia entre 1974 y 2013, que presentan respuesta inflamatoria en la EB. El virus del herpes sim-
una gran heterogeneidad en los métodos empleados, los ple de tipo 1 [15] y la bacteria Streptococcus sanguis [16] son
criterios de clasificación considerados o las poblaciones los candidatos más coherentes y los mejor documenta-
estudiadas [4] . Turquía presenta una prevalencia clara- dos. Su presencia privilegiada en la mucosa endobucal
mente superior (19,6-420/100.000 habitantes) a la de los podría explicar la preeminencia de las aftas bucales en la
demás países mediterráneos (Egipto: 7,6/100.000 habitan- MB. Sin embargo, no se ha demostrado ningún microor-
tes; Israel: 15,2-120/100.000 habitantes) o asiáticos (Irán: ganismo como agente causal de la EB y es posible que
16,7-68/100.000 habitantes; Japón: 7,0-13,5/100.000 numerosos antígenos sean capaces de inducir una res-
habitantes). En Europa, existe un gradiente sur-norte puesta inmunitaria aberrante. Por ello, se ha sugerido la
con tasas de prevalencia más elevadas en Francia posibilidad de reacciones inmunitarias cruzadas induci-
(7,1/100.000 habitantes) [5] , Italia (3,8-15,9/100.000 habi- das por las proteínas de shock térmico (HSP, heat-shock
tantes) y España (7,5/100.000 habitantes) que en Suecia protein) a causa de un mimetismo molecular entre las HSP
(2,3-4,9/100.000), Reino Unido (0,27-0,64/100.000 habi- bacterianas y las HSP humanas, observadas en exceso en
tantes) o Alemania (2,26-4,87/100.000 habitantes). la EB [17] . La fisiopatología de la EB se caracteriza principal-
En los países europeos, la prevalencia es mucho más mente por una vasculitis, una hiperactividad neutrofílica
elevada en las poblaciones de origen extraeuropeo, con y respuestas inmunitarias aberrantes. Se encuentran lesio-
tasas que se acercan a las estimadas en los países de origen: nes vasculares y perivasculares en las lesiones de EB: aftas
pacientes originarios de Turquía en Alemania, del norte de bucales y orales, uveítis posterior y localizaciones neuro-
África o de Asia en Francia y de Oriente Próximo en Suecia. lógicas [1] . Las lesiones tisulares son la consecuencia de la
Esta constatación apoya la hipótesis de factores genéticos infiltración neutrofílica [18] , de la producción de enzimas
predominantes sobre los factores medioambientales en la lisosomales y del estrés oxidativo [19] . El aflujo de neutró-
fisiopatología de la EB. filos a los tejidos podría depender de los linfocitos Th17
La EB afecta esencialmente a los adultos jóvenes o de y de su producción de citocinas proinflamatorias y qui-
mediana edad (de 20 a 50 años) y su incidencia parece mioatrayentes. Los linfocitos T␥␦, cuya implicación ya se
casi nula más allá de los 50 años. La enfermedad es tan ha comentado, participarían también en el aflujo de neu-
frecuente en el varón como en la mujer, pero parece más trófilos y, por su papel en la inmunidad mucosa, podrían
grave en el primero, en el que produce más afectaciones constituir el eslabón perdido entre activación neutrofílica
oftalmológicas graves, lesiones vasculares o localizaciones y agentes infecciosos.
neurológicas.

 Histología
 Fisiopatología En el plano histológico, la enfermedad de Behçet
se caracteriza por una combinación de vasculitis y
La fisiopatología de la EB sigue siendo misteriosa en trombosis. La vasculitis se observa, conjuntamente con
muchos aspectos. Sin embargo, trabajos recientes permi- una inflamación perivascular, cerca del conjunto de las
ten comprender los factores desencadenantes (infecciosos manifestaciones de la EB: aftas bucales o genitales, lesio-
o medioambientales) y los mecanismos genéticos e inmu- nes papulopustulosas, eritema nudoso, uveítis posterior,
nológicos que se ponen en marcha en la enfermedad [6] . retina, nervio óptico o lesiones neurológicas [20] .
Existe una asociación intensa entre los alelos del Las lesiones cutaneomucosas, por su facilidad de acceso,
antígeno leucocítico humano (HLA) B51/B5 y la enferme- son las mejor estudiadas. Estas lesiones se caracterizan
dad [7] . Por otra parte, la diseminación geográfica de los por un infiltrado neutrofílico perivascular e intersticial, de
alelos se superpone a la de la enfermedad. Esta asociación intensidad variable, cuyo espectro varía desde la simple
se describió en 1982 en un estudio de casos y controles reacción vascular neutrofílica hasta la verdadera vascu-
japonés [8] y se ha confirmado recientemente en estudios litis leucocitoclásica con necrosis fibrinoide [21] . Algunas
de asociación pangenómica (Genome Wide Association lesiones de predominio linfocítico (reacción vascular lin-
Study [GWAS]) realizados en Turquía [9] y en Japón [10] . focítica) podrían corresponder a las lesiones más antiguas.
Un metaanálisis efectuado con estudios de casos y contro-
les refiere un cociente de probabilidades (OR, odds ratio)
combinado de 5,78 [5–7] de desarrollar una EB en los por-  Manifestaciones clínicas
tadores de los alelos HLA B51/B5 con respecto a los no
portadores [7] . No obstante, esta asociación se produciría Manifestaciones cutaneomucosas
en menos del 20% de los casos de EB y tiene dificulta-
des para explicar el conjunto de la fisiopatología [11] . En Las manifestaciones cutaneomucosas se encuentran
los mismos estudios, se han descrito variaciones genéticas entre las más características de la EB [22] . Representan por
de un nucleótido (polimorfismo de un solo nucleótido) sí solas entre el 20 y el 50% de los nuevos criterios diag-
en los genes de la interleucina (IL)-10, citocina regula- nósticos de la EB. Aunque la aftosis bipolar, que interesa a
dora asociada a los linfocitos T reguladores (LTreg), y del la vez a la mucosa bucal y genital, no es patognomónica
receptor de la IL-23, citocina asociada al perfil linfocítico de la enfermedad, es muy sugestiva. Más que su apariencia
proinflamatorio Th17. Estas variaciones ilustran el dese- clínica, lo característico de la EB es la frecuencia, el tamaño
quilibrio entre LTreg y linfocitos proinflamatorios (Th1 y la profusión de las aftas [23] . Solo una frecuencia superior
y Th17) en la EB. Estas constataciones concuerdan con a tres aftas al año se considera como criterio diagnóstico
las determinaciones citocínicas o los estudios de pobla- principal (y necesario) en los antiguos criterios interna-
ciones linfocíticas, que evidencian un exceso de citocinas cionales de la EB [24] . Las aftas bucales son de apariencia
Th1 (interferón [IFN] ␥, IL-12, factor de necrosis tumoral banal, corresponden clínicamente a ulceraciones muco-
[TNF] ␣, IL-18) y Th17 (IL-17, IL-23) en el suero de los sas redondeadas de fondo mantecoso (blanco o amarillo)
pacientes e infiltrados tisulares de linfocitos Th1 y Th17 con un rodete inflamatorio eritematoso, y su curación es
en las lesiones de EB [12, 13] . Por otra parte, el papel de la espontánea y sin cicatriz. Las aftas bucales se localizan
subpoblación linfocítica T␥␦ se señala cada vez más en la mayoritariamente en la mucosa malar, las encías, la len-
EB [14] . Esta población de linfocitos, que infiltran también gua y la faringe. Generalmente son dolorosas y pueden
las lesiones de EB, se encuentra en la unión entre la inmu- limitar la alimentación, en función de su número y de su
nidad innata y adaptativa, y desempeña un papel esencial localización. Como las aftas banales, se ven favorecidas
en la inmunidad mucosa. Se han propuesto numerosos por ciertos alimentos (frutos secos, emmental, gruyere).

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Enfermedad de Behçet  E – 14-228

Cuadro 1.
Nuevos criterios diagnósticos de la enfermedad de Behçet [25] .
Signos/síntomas Puntos
Lesiones oftálmicas 2
Aftas genitales 2
Aftas bucales 2
Lesiones cutáneas 1
Manifestaciones neurológicas 1
Manifestaciones vasculares 1
Prueba patérgica positiva a 1a
a
La prueba patérgica es opcional, debe añadirse 1 punto si es positiva.

o de una pústula en las 24-48 horas siguientes al pinchazo


Figura 1. Afta genital.
intradérmico. No se realiza más en Francia, por las razones
mencionadas. En cambio, puede constatarse una reacción
patérgica, cuyo significado es idéntico, en los puntos de
punción venosa o de perfusión. Se describen lesiones de
dermatosis neutrofílica en la EB y, a veces, se asocian
auténticos síndromes de Sweet o pioderma gangrenoso.

Manifestaciones oftálmicas
Las manifestaciones oftálmicas se encuentran entre las
más graves de la EB y su pronóstico funcional, a veces
grave, impone un diagnóstico rápido y un tratamiento
agresivo [28] . En las publicaciones, el 50-70% de los pacien-
tes con una EB presentan una afectación oftálmica a lo
largo de su evolución [29] . La afectación oftálmica es más
frecuente y más grave en el varón y se presenta con mayor
frecuencia en forma de panuveítis. Puede afectarse el con-
Figura 2. Lesión de seudofoliculitis. junto de los segmentos del ojo (anterior, intermedio y
posterior), pero el pronóstico funcional depende esen-
cialmente de la afectación del segmento posterior (uveítis
Las aftas genitales (Fig. 1) tienen el mismo aspecto clí- posterior, vasculitis retiniana). La afectación del segmento
nico que las aftas bucales y se localizan mayoritariamente anterior a menudo es sintomática, en forma de un ojo
en el escroto y el prepucio en el varón, y en la vulva en rojo y doloroso con fotofobia, epífora y disminución de
la mujer. Pueden ser mucosas o cutáneas y, en este caso, la agudeza visual. El examen con lámpara de hendidura
localizarse cerca de los órganos genitales, en particular en evidencia un efecto Tyndall proteico o celular de inten-
el pliegue inguinal, donde son sugestivas del diagnóstico. sidad variable, como máximo un hipopion o depósitos
Habitualmente son dolorosas, pero pueden ser asintomá- de fibrina. Los precipitados retrocorneales son finos y no
ticas en la mujer. Las recurrencias de aftas genitales son granulomatosos. La presencia de un hipopion (un nivel
menos frecuentes que las de las aftas bucales, pero suelen de pus en la cámara anterior) es característico de la uveí-
curar dejando una cicatriz característica, cuya búsqueda tis anterior de la EB, sin ser patognomónica. Este aspecto
es primordial para el diagnóstico retrospectivo. Las otras también puede observarse en las uveítis asociadas a las
lesiones cutáneas observadas en la EB son [22] : un eritema espondiloartropatías y en el curso de ciertas uveítis infec-
nudoso, una seudofoliculitis (Fig. 2), lesiones papulopus- ciosas. El hipopion a veces es visible a simple vista. Los
tulosas a veces acneiformes y una reacción patérgica. El episodios de uveítis anterior aguda pueden complicarse
eritema nudoso de la enfermedad de Behçet no tiene nada con sinequias anteriores o posteriores, así como con una
distintivo; sería más frecuente en las mujeres y debe dis- atrofia del iris. Las sinequias pueden complicarse con una
tinguirse de la tromboflebitis nodular superficial, que es hipertonía ocular. Las sinequias posteriores circunferen-
más frecuente en el varón. Las papulopústulas acneifor- ciales dan lugar a una seclusión pupilar. El examen con
mes o lesiones de seudofoliculitis se han integrado en los lámpara de hendidura, esencial incluso en ausencia de
criterios diagnósticos, pero su especificidad es controver- uveítis activa o sintomática, puede evidenciar secuelas de
tida. No deben tenerse en cuenta en el adolescente o el episodios anteriores, que pueden ser un elemento clave
paciente tratado con corticoides [24] . Su biopsia, que mues- del diagnóstico positivo.
tra una vasculitis leucocitoclástica o linfocítica, aumenta La afectación del segmento posterior se caracteriza
notablemente su especificidad, pero raramente se realiza sobre todo por focos de retinitis y una vasculitis retiniana
de rutina [21] . La prueba patérgica también es controver- oclusiva, de cuya gravedad depende el pronóstico de la
tida y sólo es opcional en los nuevos criterios diagnósticos uveítis a lo largo de la EB. La vasculitis afecta a la vez
de la EB [25] (Cuadro 1). Aunque la prueba parece espe- a las venas y las arterias. Pueden evidenciarse una hiali-
cífica, existe una gran variabilidad en su sensibilidad en tis celular, exudados y hemorragias retinianas, un edema
función de la zona geográfica: su sensibilidad en los paí- macular o una papilitis en el examen del fondo de ojo. La
ses desarrollados en mucho menor que en los países en angiografía con fluoresceína establece la repercusión de la
vías de desarrollo [26] . La utilización de agujas estériles y uveítis: vasculitis, zonas isquémicas, exudados, focos de
desechables es la hipótesis emitida con mayor frecuen- retinitis, edema macular y papilar, secuelas a distancia del
cia. Otra de las dificultades observadas es la ausencia de episodio. Una neovascularización, un glaucoma neovas-
estandarización manifiesta en la realización o la lectura cular y desprendimientos de retina por tracción pueden
de la prueba [27] . La prueba patérgica consiste en el pin- complicar los episodios inflamatorios. La sucesión de epi-
chazo intradérmico de una zona avascular y no pilosa de sodios posteriores es responsable de una atrofia retiniana,
la cara de flexión de un antebrazo con una aguja estéril. de remodelaciones pigmentarias, de una atrofia papilar y
La prueba es positiva en caso de aparición de una pápula de vasos no funcionales y finos.

EMC - Aparato locomotor 3


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A B
Figura 3.
A. Aneurisma de la arteria femoral superficial (flecha) después de coronariografía, corte tomográfico coronal.
B. Aneurisma de la arteria femoral superficial (flecha) después de coronariografía, corte tomográfico transversal.

La uveítis suele ser bilateral y de evolución remitente. A las arterias femorales, las arterias pulmonares y las arte-
pesar del desarrollo de nuevos tratamientos, el pronóstico rias ilíacas. Más raramente, pueden afectarse las arterias
funcional está comprometido, puesto que el 23% de los digestivas, coronarias o cerebrales. Las manifestaciones
pacientes con una afectación oftálmica evolucionan hacia arteriales de la enfermedad parecen más frecuentes en los
un agudeza visual inferior a 1/10 (visión baja) [29] . Junto pacientes que ya presentan trombosis venosas. La afecta-
con las uveítis, se describen en la EB: úlceras conjuntiva- ción de las arterias pulmonares, particularmente en forma
les, escleritis o epiescleritis, afectaciones inflamatorias o de aneurismas de las arterias pulmonares, es característica
isquémicas del nervio óptico, miositis orbitarias, oclusio- de la EB y compromete el pronóstico vital [34] . Se asocia a
nes de las venas o arterias centrales de la retina. menudo a trombosis de las arterias pulmonares. Debe des-
cartarse sistemáticamente mediante una angiografía por
tomografía computarizada (TC) torácica si se inicia una
Manifestaciones articulares anticoagulación en el marco de una trombosis en otra
localización. Los aneurismas son sensibles al tratamiento
Las manifestaciones articulares de la enfermedad de
inmunosupresor y pueden desaparecer completamente
Behçet están presentes en más del 50% de los pacien-
con el tratamiento. La asociación de aneurismas de las
tes. Son poco específicas, habitualmente no erosivas y de
arterias pulmonares y trombosis venosas profundas se
evolución remitente. Se expresan mayoritariamente en
conoce con el nombre de síndrome de Hugues-Stovin y
forma de mono u oligoartritis de las grandes y media-
se considera una forma incompleta de angio-Behçet [35] .
nas articulaciones, por orden de frecuencia: rodillas,
Las localizaciones venosas de la EB son más frecuentes
tobillos, muñecas y codos. Las radiografías articulares
que las localizaciones arteriales (36% de los pacientes de
habitualmente son normales. Existen escasas observacio-
la serie francesa) y también afectan preferentemente a los
nes de afectaciones articulares erosivas, que plantean el
varones [36] . La vasculitis venosa en el curso de la EB se
problema de formas de superposición con las espondiloar-
manifiesta esencialmente en forma de trombosis venosas,
tropatías [30] .
cuya localización puede ser común (trombosis venosa pro-
funda de los miembros inferiores, embolia pulmonar) o,
Manifestaciones cardiovasculares al contrario, más insólita: trombosis de la cava, trombosis
de la porta, trombosis de las venas suprahepáticas (sín-
La afectación cardiovascular es una de las manifes- drome Budd-Chiari), tromboflebitis cerebral o trombosis
taciones de la EB más características y más graves. El de las venas cervicales. La presencia de estas trombosis
fenotipo esencialmente vascular de algunos pacientes ha de lugares inusuales es particularmente sugestiva de la
consagrado el empleo de los términos angio o vasculo- enfermedad. Las venas superficiales pueden ser la sede
Behçet [31] . La afectación cardiovascular es la principal de trombosis o de flebitis, que se presentan regularmente
causa de mortalidad de la enfermedad [32] . La vasculitis en forma de tromboflebitis nodulares migratorias, benig-
puede afectar a vasos de cualquier calibre, a la vez las venas nas pero particularmente sugestivas, a veces difíciles de
y las arterias. Afecta con mayor frecuencia a los varones distinguir de un eritema nudoso. Las trombosis venosas
que a las mujeres. en el curso de la EB suelen ser recidivantes, pero pare-
La afectación arterial está constituida por estenosis y cen prevenirse con la prescripción de inmunosupresores.
oclusiones, o aneurismas (o seudoaneurismas) [33] . Las La EB puede localizarse en el conjunto de las túnicas car-
lesiones arteriales pueden formarse después de un trauma- díacas [37] : pericarditis, miocarditis, endocarditis, trombo
tismo local, verdadera reacción patérgica vascular: cirugía, intracavitario, afectación coronaria y fibrosis endomiocár-
gases en sangre, arteriografía (Fig. 3). Las manifestacio- dica. Aunque raras en la práctica clínica, las afectaciones
nes arteriales de la EB son a menudo responsables de cardíacas afectan al 6% de los pacientes de la cohorte de
signos sistémicos: fiebre, adelgazamiento, síndrome infla- la Pitié-Salpêtrière y hasta al 16% de los pacientes en las
matorio biológico. Las manifestaciones más específicas series autópsicas [38] . Son de predominio masculino y se
son el dolor abdominal o torácico en función de la loca- asocian con frecuencia a las manifestaciones venosas o
lización de las lesiones, signos isquémicos tras la lesión, arteriales de la EB. Las afectaciones más frecuentes son,
en particular claudicación de los miembros o accidentes por este orden: pericarditis, valvulopatía, trombosis endo-
isquémicos cerebrales, y una hemoptisis en caso de afec- cavitaria, infarto de miocardio y fibrosis endomiocárdica.
tación arterial pulmonar. Las lesiones se localizan, por La presentación clínica asocia principalmente signos sis-
orden de frecuencia, en la aorta abdominal o torácica, en témicos y dolor torácico, y los pacientes a menudo se

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Enfermedad de Behçet  E – 14-228

mantienen asintomáticos. El pronóstico de las afectacio- bipolar, un eritema nudoso, artralgias, una uveítis y un
nes cardíacas es pobre, con una mortalidad de alrededor riesgo de trombosis venosa profunda. En el curso de la
del 15%. Sin embargo, la pericarditis, afectación más fre- EB, se distinguen, como en las otras localizaciones, las
cuente, es un accidente benigno si se presenta aislada. afectaciones de los troncos arteriales, responsables de una
isquemia distal (isquemia mesentérica), de la afectación
tisular por vasculitis microvascular neutrofílica o linfocí-
Manifestaciones neurológicas tica. Las manifestaciones digestivas de la EB se describen
con mayor frecuencia en las poblaciones de Extremo
Como el conjunto de las afectaciones graves de la EB,
Oriente, Japón y Corea en particular, que en las pobla-
la afectación neurológica es más frecuente en el varón y
ciones de Oriente Medio [43] . En Japón, el 50-60% de los
suele asociarse a las otras afectaciones graves de la EB, en
pacientes con una EB también presentarían una afecta-
particular las afectaciones cardiovasculares. Las manifes-
ción digestiva. Como en la enfermedad de Crohn, la EB
taciones neurológicas afectan al 5-60% de los pacientes
puede afectar al conjunto del tracto digestivo, pero la
según las series [39] . En la serie de la Pitié-Salpêtrière [40] , las
afectación ileocecal es la más frecuente. La presentación
manifestaciones inaugurales más frecuentes fueron, por
clínica, poco específica, asocia dolor abdominal, hemorra-
orden decreciente: cefalea, síndrome piramidal, trastor-
gia digestiva, vómitos y diarrea. Un equipo coreano ha
nos sensitivos, ataxia, afectación de los nervios craneales
propuesto criterios endoscópicos que permiten distinguir
y coma. De hecho, la presentación clínica estereotipada
la EB de la enfermedad de Crohn [44] : la presencia de úlce-
asocia cefalea a un déficit neurológico alterno que orienta
ras en número limitado (inferior a seis), de forma redonda
hacia una romboencefalitis, que indica la afectación de la
u ovalada, de distribución focal (única o múltiple), la
fosa posterior característica de la EB. En las pruebas de
ausencia de lesión aftoide o de aspecto pavimentoso
imagen, las lesiones afectan preferentemente al tronco
serían sugestivas de EB. La presencia de granulomas epi-
cerebral, en especial a la unión mesodiencefálica y el
telioides sin necrosis es característica de la enfermedad
puente. A veces, se asocian lesiones supratentoriales a la
de Crohn, pero está ausente en el 30% de los pacientes.
afectación de la fosa posterior y mucho más raramente se
Ninguna otra lesión histológica permite distinguir las dos
trata de una afectación supratentorial aislada. La resonan-
enfermedades. Las complicaciones del tipo de abscesos,
cia magnética (RM), mucho más sensible en la detección
estenosis o fístulas se observan con mayor frecuencia en
de las lesiones que la TC, se ha convertido en el examen
la enfermedad de Crohn.
de referencia en caso de sospecha de neuro-Behçet [41] . Las
lesiones se presentan en forma de lesiones inflamatorias
(en hiperseñal T2 e hiposeñal T1) de pequeño tamaño,
multifocales y realzadas por el producto de contraste. De  Laboratorio
manera excepcional, la neuro-Behçet puede adquirir la
forma de una mielitis o de lesiones seudotumorales. Con- El estudio biológico puede ser normal en la EB y no
viene señalar que la RM cerebral puede ser normal en la existe ninguna prueba patognomónica o incluso especí-
fase precoz (cerca del 10% de los casos), lo cual induce fica que permita hacer el diagnóstico. La presencia de un
a repetir la prueba de imagen y a realizar una punción síndrome inflamatorio en el curso de la EB induce enca-
lumbar con toma de presión. En la mayoría de los casos recidamente a buscar una afectación vascular arterial o
(alrededor del 60%), el análisis del líquido cefalorraquídeo venosa [33] . La determinación del HLA sólo tiene un papel
es anormal: pleocitosis, hiperproteinorraquia e hiperten- epidemiológico y en ningún caso debe utilizarse con un
sión [39] . Esta última anomalía puede presentarse aislada, objetivo diagnóstico o sustituir a la exploración física, que
por lo que la toma de presión sistemática es indispensa- es el único medio de que dispone el médico.
ble. En caso de pleocitosis, la fórmula es linfocítica en un
50% de los casos y variada en los demás casos. La presen-
cia de una síntesis intratecal de inmunoglobulinas no es
específica y no permite distinguir la neuro-Behçet de sus
 Diagnóstico positivo
diagnósticos diferenciales.
En ausencia de prueba diagnóstica, la EB es un diag-
Como en las enfermedades desmielinizantes, se dis-
nóstico de exclusión que se basa por completo en la
tinguen dos formas evolutivas de neuro-Behçet [39] : una
anamnesis y la exploración física. La anamnesis debe pre-
forma recurrente/remitente (un 75% de los pacientes) y
cisar los episodios de aftas bucales o genitales recidivantes,
una forma progresiva (un 25% de los pacientes). La forma
buscar episodios de ojo rojo o doloroso, de disminu-
recurrente/remitente puede ser única (dos tercios de los
ción de la agudeza visual y antecedentes de trombosis
casos) o constituida por episodios iterativos (un tercio de
venosa o arterial. La búsqueda de cicatrices genitales de
los casos). La forma progresiva puede serlo de entrada
recurrencias aftosas es una de las claves del diagnóstico. El
(forma progresiva primaria) o aparecer después de un
examen del tegumento debe ser atento, en busca de lesio-
período recurrente/remitente (forma progresiva secunda-
nes de seudofoliculitis o de lesiones papulonodulares. La
ria). Los factores pronósticos asociados al fallecimiento y
reacción patérgica puede expresarse en forma de lesiones
a las secuelas neurológicas en análisis multivariante son la
papulosas o pustulosas en los puntos de punción venosa.
presencia de una hemiparesia en el momento del diagnós-
El examen oftalmológico especializado es indispensable,
tico y la existencia de una afectación del tronco cerebral.
permite buscar lesiones oftálmicas activas y secuelas de
La presencia del HLA B51, por su parte, parece asociarse
episodios anteriores, en favor del diagnóstico.
a un riesgo de recaída. Al lado de las afectaciones paren-
Se han propuesto numerosos criterios diagnósticos,
quimatosas de la EB, hay que mencionar las tromboflebitis
basados en su mayoría en los signos cutaneomucosos, que
cerebrales [42] . Deben hacer sospechar sistemáticamente el
son los más específicos de la enfermedad. Los criterios
diagnóstico y justifican la introducción de un tratamiento
diagnósticos del International Study Group for Behçet’s
inmunosupresor.
Disease, que datan de 1990, son los más utilizados [24]
(Cuadro 2). Se requiere la presencia de aftas bucales (tres o
Manifestaciones gastrointestinales más al año), asociada a dos de los cuatro criterios siguien-
tes: aftas genitales recurrentes, lesiones oftálmicas (uveítis
La presencia de afectaciones gastrointestinales en la EB anterior o posterior, vasculitis retiniana), lesiones cuta-
es controvertida. En efecto, en ausencia de signos diag- neomucosas (eritema nudoso, seudofoliculitis o lesiones
nósticos patognomónicos de EB, la distinción con una papulonodulares acneiformes en ausencia de corticotera-
enfermedad de Crohn puede ser delicada, incluso imposi- pia y a distancia de la adolescencia) y prueba patérgica
ble, pues las dos enfermedades suelen asociar una aftosis positiva a las 24 o 48 horas. Por razones ya expuestas,

EMC - Aparato locomotor 5


E – 14-228  Enfermedad de Behçet

Cuadro 2. dos estudios, la mortalidad directamente imputable a la


Criterios diagnósticos del International Study Group for Behçet’s EB tenía relación con las afectaciones cardiovasculares y
Disease [24] . neurológicas. Entre las manifestaciones cardiovasculares
Aftas bucales Aftas menores, aftas mayores o más frecuentemente responsables de fallecimiento, cabe
recidivantes ulceración herpetiforme constatados señalar: aneurisma de las arterias pulmonares o de la aorta
por el médico o el paciente con al torácica, infarto de miocardio, síndrome de Budd-Chiari y
menos tres recurrencias durante un embolia pulmonar. En análisis multivariante, los factores
período de 12 meses asociados significativamente al fallecimiento eran el sexo
Más dos de los criterios siguientes, en ausencia de explicación masculino, la afectación arterial y un número de episodios
alternativa de EB superior o igual a cinco.
Aftas genitales Afta o cicatriz constatados por el
recidivantes médico o el paciente
Lesiones oftálmicas Uveítis anterior o uveítis posterior o
 Diagnóstico diferencial
células en el vítreo en el examen con
lámpara de hendidura o vasculitis El diagnóstico diferencial es una etapa esencial del diag-
retiniana constatadas por el nóstico de la EB. Los diagnósticos diferenciales que deben
oftalmólogo considerarse son múltiples y dependen de las manifes-
Lesiones cutáneas Eritema nudoso constatado por el
taciones en primer plano. La enfermedad de Crohn, en
médico o el paciente particular su tipo «metastásico», puede ser similar a la
Seudofoliculitis o lesiones EB: eritema nudoso, aftosis, trombosis venosa recidivante,
papulonodulares o nódulos uveítis o escleritis y manifestaciones ileocecales.
acneiformes, constatadas por el médico El síndrome PFAPA (periodic fever, aphtous stomatitis,
en un paciente posadolescente en pharyngitis, adenitis), enfermedad autoinflamatoria que
ausencia de corticoides asocia una fiebre periódica, una estomatitis aftosa, una
Prueba patérgica Leída por un médico a las 24-48 horas faringitis y adenopatías cervicales, es uno de los princi-
positiva pales diagnósticos diferenciales de la EB en el niño. En
cambio, el diagnóstico se hace excepcionalmente en el
la prueba patérgica ha caído progresivamente en desuso adulto. A veces, se observan una aftosis bipolar (síndrome
en los países desarrollados. Estos criterios diagnósticos, MAGIC [mouth and genital inflammation with chondritis])
ampliamente utilizados, se centran en las manifestaciones y una vasculitis de los grandes vasos en el curso de una
cutaneomucosas y fracasan en el diagnóstico de formas policondritis atrofiante. Las manifestaciones vasculares de
incompletas, pero a veces graves, de la enfermedad, en la EB en principio se distinguen fácilmente de las de la
las que la afectación vascular (angio-Behçet) o neuroló- enfermedad de Takayasu y de la policondritis atrofiante.
gica (neuro-Behçet) ocupa el primer plano. Su sensibilidad Las manifestaciones neurológicas de la EB pueden suge-
sólo es del 81%, con una especificidad del 96%. Los cri- rir numerosos diagnósticos diferenciales: enfermedades
terios diagnósticos se reevaluaron en 2014 [25] e integran inflamatorias (esclerosis en placas, neurosarcoidosis, sín-
ahora toda la diversidad clínica de la EB, en particular las drome CLIPPERS [chronic lymphocytic inflammation with
manifestaciones vasculares y neurológicas, y alcanzan una pontine perivascular enhancement responsive to steroids]);
sensibilidad del 94,8%, con una especificidad del 90,5%. infecciones (romboencefalitis por Listeria, tuberculosis
Cada uno de los criterios se pondera en función del pro- neuromeníngea); tumoral (linfomas).
medio de su sensibilidad y su especificidad. Por ejemplo, El diagnóstico diferencial de la uveítis de la EB comporta
las aftas orales, las aftas genitales y las lesiones oftálmicas principalmente las uveítis asociadas a las espondiloartro-
(uveítis anterior, posterior o vasculitis retiniana) tienen patías para la afectación del segmento anterior, las uveítis
una ponderación de 2, mientras que las lesiones cutáneas y retinitis infecciosas, y las uveítis asociadas a la sarcoido-
(seudofoliculitis, eritema nudoso y úlceras cutáneas), las sis para la afectación del segmento posterior y la vasculitis
manifestaciones vasculares (trombosis venosa profunda o retiniana.
superficial, trombosis arterial) y las manifestaciones neu-
rológicas tienen una ponderación de 1. Un índice superior
o igual a 4 permite hacer el diagnóstico de EB. La prueba  Tratamiento
patérgica es opcional y añade 1 punto al índice en caso de
positividad. Estos nuevos criterios permiten el diagnóstico El tratamiento de la EB está poco codificado y el médico
de una EB en presencia de lesiones características a pesar sólo tiene a su disposición algunos ensayos terapéuticos
de la ausencia de aftosis bucal o genital. aleatorizados. Sin embargo, puede basarse en opinio-
nes de expertos [45] y en numerosos estudios abiertos o
retrospectivos. El espectro terapéutico es amplio, desde el
 Pronóstico tratamiento con colchicina en monoterapia para las for-
mas más limitadas (cutaneomucosas o articulares) hasta
los corticoides, los tratamientos inmunosupresores y las
El pronóstico funcional de la EB está dominado por
bioterapias para las formas más graves o más refractarias.
las manifestaciones oftálmicas y neurológicas. Las mani-
La intensidad del tratamiento se gradúa en función del
festaciones oftálmicas de la EB son responsables de una
tipo de manifestación, de la velocidad de eficacia deseada
evolución hacia la disminución de la visión (≤ 1/10) en
y de la amenaza para el pronóstico funcional o vital.
el 23,3% de los pacientes, más frecuentemente en los
varones (24,8%) que en las mujeres (18,9%). En la serie
francesa de neuro-Behçet, el 25% de los pacientes (29/115) Manifestaciones cutaneomucosas
presentaban una minusvalía persistente moderada a grave
(puntuación de Rankin ≥ 3) responsable de una depen- Aunque son poco graves y no comprometen el pronós-
dencia. tico funcional, las manifestaciones cutaneomucosas de la
La mortalidad en la EB ha sido objeto de dos gran- EB pueden presentar un perjuicio estético o ser dolorosas
des estudios retrospectivos: una serie turca y una serie e invalidantes en la vida diaria. Las lesiones papulono-
francesa [32] . La mortalidad durante estos estudios es, res- dulares acneiformes se tratan de manera idéntica al acné
pectivamente, del 9,8% a los 20 años (42/387, 39 varones, vulgar. El tratamiento de la aftosis oral puede iniciarse con
3 mujeres) y del 5% (41/841, 2 mujeres, 39 varones) des- un tratamiento tópico mediante enjuagues bucales con
pués de un seguimiento medio de 7,7 años. En estos corticoides (prednisona efervescente 20 mg tres veces al

6 EMC - Aparato locomotor


Enfermedad de Behçet  E – 14-228

día), la aplicación de antiácidos como el sucralfato o anes- cular la azatioprina, es el tratamiento de referencia de
tésicos locales. La colchicina a menudo es el tratamiento la trombosis venosa profunda en la EB. Esta actitud está
de primera línea de las afectaciones cutaneomucosas de validada por dos estudios retrospectivos, que refieren una
la EB. Sin embargo, su eficacia sólo se ha demostrado en disminución del riesgo de recidiva en los pacientes tra-
el tratamiento de la aftosis genital recurrente de la mujer tados con azatioprina, pero no con anticoagulante [36, 54] .
y del eritema nudoso [46] . El tratamiento de segunda línea El tratamiento anticoagulante es controvertido; se consi-
de la aftosis recurrente es la talidomida. El tratamiento dera superfluo en las recomendaciones europeas, pero a
a menudo tiene una eficacia espectacular sobre las aftas. menudo se recomienda en los centros expertos [55] . Si se
A causa de sus numerosos efectos indeseables (polineuro- instaura, es indispensable una detección sistemática de los
patía, efecto teratógeno), debe reservarse para las formas aneurismas arteriales pulmonares mediante angiografía
más graves, en particular cuando la aftosis es responsa- por TC torácica.
ble de odinofagia y dificultades alimentarias. En este caso, Según la opinión de los expertos y los estudios retros-
el tratamiento debe ser lo más corto posible o buscar la pectivos, el tratamiento de los aneurismas de la arteria
dosis mínima eficaz. Por otra parte, conviene recordar pulmonar se basa en una asociación de corticoides a dosis
que la talidomida tiene un efecto trombógeno y que su elevadas y perfusiones de ciclofosfamida durante 2 años
prescripción en la EB debe ser prudente y acompañarse consecutivos, seguidos de azatioprina [56, 57] .
de un tratamiento antiagregante profiláctico. Un ensayo El tratamiento de las trombosis y los aneurismas
terapéutico, con doble anonimato y aleatorizado describe arteriales, no evaluado, se basa también en los inmunosu-
la eficacia del apremilast [47] en el tratamiento de las presores, con la azatioprina o la ciclofosfamida de entrada
aftas bucales de la EB (ensayo de fase II). Se trata de un asociadas a una corticoterapia.
inhibidor de la fosfodiesterasa de tipo 4, enzima que pare-
cen expresar particularmente las células inflamatorias y
que controla la producción de citocinas proinflamatorias Manifestaciones neurológicas
(TNF-␣, IL-17, IL-23). Su autorización de comercialización
La gravedad de las afectaciones parenquimatosas de la
se limita, en países de nuestro entorno, al reumatismo
EB exige un tratamiento agresivo que asocie una cortico-
psoriásico y a la psoriasis cutánea moderada a grave. El
terapia a dosis elevadas y un inmunosupresor. Los autores
tratamiento de las afectaciones cutaneomucosas siempre
recomiendan habitualmente la utilización de ciclofos-
debe tener en cuenta la relación beneficio/riesgo. Por ello,
famida en perfusión mensual durante 6 meses como
no parece razonable, en la mayoría de los casos, recurrir a
mínimo, seguida de azatioprina. Esta actitud no se ha vali-
los tratamientos inmunosupresores o a las bioterapias en
dado mediante ensayos terapéuticos y se basa únicamente
esta indicación.
en la experiencia propia del servicio. Los autores reservan
el infliximab para las formas refractarias [58] o en caso de
Manifestaciones oftalmológicas contraindicación de la ciclofosfamida. En el marco de este
tratamiento y a causa del origen geográfico de numero-
La gravedad de las manifestaciones oftalmológicas de sos pacientes, debe prestarse una atención particular a la
la EB justifica, la mayoría de las veces, un tratamiento detección y el tratamiento de una tuberculosis, cuyas loca-
por vía sistémica. La corticoterapia por vía oral es el tra- lizaciones neuromeníngeas pueden imitar fácilmente un
tamiento de entrada de las formas anteriores. En caso de neuro-Behçet.
uveítis posterior, debe prescribirse sistemáticamente un El tratamiento de la tromboflebitis cerebral es idéntico
tratamiento con azatioprina. El tratamiento ha sido objeto al de las demás manifestaciones vasculares de la enferme-
de un ensayo aleatorizado con doble anonimato que ha dad y se basan principalmente en la azatioprina asociada
demostrado su capacidad de reducir el número de episo- a una corticoterapia y, en ocasiones, a un tratamiento
dios de uveítis posterior frente a placebo [48] . En el caso anticoagulante eficaz.
de formas graves, con afectación retiniana o disminución
de la agudeza visual superior a dos líneas, las recomen-
daciones europeas proponen asociar, a los corticoides y Manifestaciones gastrointestinales
la azatioprina, un tratamiento con ciclosporina o infli-
ximab. Este último parece particularmente eficaz en el Se ha expuesto anteriormente la dificultad del diag-
tratamiento inicial de las uveítis graves y ha sido objeto nóstico diferencial entre enfermedad de Crohn y EB con
de una amplia serie retrospectiva multicéntrica [49] . Como manifestaciones gastrointestinales. Sin embargo, el tra-
alternativa, se puede proponer un tratamiento con IFN-␣ tamiento de las dos entidades es similar y se basa en
y corticoides [50] , sin asociar azatioprina a causa del riesgo la corticoterapia, la azatioprina y los anti-TNF-␣ en las
acumulado de insuficiencia medular. formas graves o refractarias. Las dificultades nosológicas

Manifestaciones articulares
En esta indicación, la colchicina es el tratamiento de
“ Puntos esenciales
elección, a la dosis de 1-2 mg, validado por dos ensayos
aleatorizados [46, 51] . Las formas erosivas son excepciona- • La enfermedad de Behçet es una enfermedad
les, por lo que el empleo de los inmunosupresores parece inflamatoria sistémica caracterizada por una vas-
desproporcionado en la mayoría de los casos. culitis que asocia aftas, una uveítis, afectaciones
articulares, digestivas, vasculares o neurológicas.
Manifestaciones cardiovasculares • Las formas masculinas son las más graves y
presentan frecuentemente una uveítis posterior,
Las manifestaciones cardiovasculares de la EB justifican, trombosis o aneurismas arteriales, trombosis veno-
la mayoría de las veces, un tratamiento inmunosupresor, sas o una afectación neurológica central.
quizá con la excepción de la pericarditis no recidivante. • La mortalidad depende principalmente de las
La trombosis venosa profunda se considera habitual-
mente como el resultado directo de una inflamación de
afectaciones vasculares arteriales o venosas.
la pared vascular, un trastorno del continente más que
• El tratamiento de las formas más graves se basa
del contenido. La embolia pulmonar raramente complica en la corticoterapia sistémica, los inmunosupreso-
la trombosis venosa periférica durante la EB [52, 53] . Por res y las bioterapias.
estas razones, el tratamiento inmunosupresor, en parti-

EMC - Aparato locomotor 7


E – 14-228  Enfermedad de Behçet

dificultan la realización de ensayos clínicos en esta indi- [21] Jorizzo JL, Abernethy JL, White WL, Mangelsdorf HC, Zou-
cación. Una serie japonesa describe en abierto la eficacia boulis CC, Sarica R, et al. Mucocutaneous criteria for the
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M. Hié, Praticien hospitalier (miguel.hie@aphp.fr).


Z. Amoura, Professeur des Universités, praticien hospitalier, chef de service.
Service de médecine interne 2, Hôpital universitaire la Pitié-Salpêtrière, 47-83, boulevard de l’Hôpital, 75651 Paris cedex 13, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Hié M, Amoura Z. Enfermedad de Behçet. EMC - Aparato locomotor
2017;50(3):1-9 [Artículo E – 14-228].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Aparato locomotor 9

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