You are on page 1of 14

ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL ANEXA A LA NORMAL DE

SANTIAGO TIANGUISTENCO

SALUD INTEGRAL DEL


ADOLESCENTE II

ALUMNA: MARÍA DE LA LUZ VÁZQUEZ ESCOBAR.


2° Grado
Grupo II
Turno Vespertino
PROFESOR: ARTURO GUTIÉRREZ JUÁREZ

CICLO ESCOLAR 2017-2018)

Tipos de vendajes
Quemaduras
Heridas
Fracturas
Hemorragias
Epilepsia
TIPOS DE VENDAJES
Los vendajes son el recubrimiento con vendas de alguna parte del cuerpo que ha sido afectada por
una lesión, para así evitar complicaciones.
Existen diferentes tipos de vendajes:

1. Circular: para realizar este vendaje, se debe realizar una vuelta completa de la venda
sobre sí misma.

2. Espiral: este vendaje se utiliza generalmente en las extremidades, y consiste en darle la


vuelta a la extremidad, cubriendo solo dos tercios de la venda de la vuelta anterior.

3. Inversos: esta técnica se realiza doblando la venda sobre sí misma, utilizando el dedo
pulgar o el índice para guiarla en el punto donde se dobla. Al igual que el espira, se utiliza
en extremidades.

4. Cruzado en 8: este tipo de vendaje se utiliza en las articulaciones, como la muñeca, el


codo, la rodilla o tobillo. Para realizarlo, se debe flexionar la articulación ligeramente y
hacer dos vendajes circulares en el centro. Así, se van dando vueltas cruzadas que forman
un ocho. Se termina con dos vueltas circulares por encima de la articulación.
5. Capelina: este vendaje se utiliza para heridas en la cabeza. Se puede realizar con una o
dos vendas. Si es con una, se comienza con dos circulares, pasándose desde atrás hacia
adelante o viceversa. Si se realiza con dos vendas, con una debe realizarse un vendaje
circular y con la otra los inversos.

6.- Vendaje Torácica pequeña.

7.- Vendaje coxoglúteo.

8.- Vendaje de talón: Testudo reverso.


QUEMADURAS.
Una quemadura es una lesión en los tejidos del cuerpo causada por el calor, sustancias químicas,
electricidad, el sol o radiación. Las escaldaduras por líquidos calientes y vapor, los incendios en
edificios y los líquidos y gases inflamables son las causas más comunes de las quemaduras. Otro
tipo de quemadura es la causada por inhalación de humo o partículas tóxicas.

Existen tres tipos de quemaduras:

Quemaduras de primer grado, que dañan solamente la capa


externa de la piel. Entre las quemaduras superficiales típicas se
incluyen las quemaduras por el sol y las escaldaduras leves.

Quemaduras de segundo grado, que dañan la capa externa y la que se


encuentra por debajo de ella. Pueden dañar las glándulas sudoríparas y los
folículos pilosos, y son extremadamente dolorosas; habitualmente se
caracterizan por inflamación intensa.

Quemaduras de tercer grado, que dañan o destruyen la capa más


profunda de la piel y los tejidos que se encuentran debajo de ella. Lo
curioso es que las quemaduras de tercer grado no son dolorosas, ya
que la lesión destruyó las terminaciones nerviosas. Se deberá realizar
un injerto de piel o recurrir a otras opciones de reemplazo para el
tratamiento de una quemadura de tercer grado.

Las quemaduras pueden causar hinchazón, ampollas, cicatrices y, en los casos más severos,
shock e incluso la muerte. También pueden conducir a infecciones porque dañan la barrera
protectora de la piel. El tratamiento de las quemaduras depende de la causa, qué tan profunda es y
qué grande es el área del cuerpo afectada. Las pomadas con antibióticos pueden prevenir o tratar
las infecciones. Para quemaduras más graves, es posible que se necesite tratamiento para limpiar
la herida, reemplazar la piel y asegurarse que el paciente recibe suficiente líquidos y nutrición.

Las quemaduras se dividen en dos grupos:

Quemaduras menores:

Quemaduras de primer grado en cualquier parte del cuerpo

Quemaduras de segundo grado de menos de 2 a 3 pulgadas (5 a 7 centímetros) de ancho.

Para el tratamiento de una quemadura menor, se debe


regar agua fría sobre el área de la quemadura o
remojarla en un baño de agua fría (no agua helada),
manteniendo el área sumergida durante al menos 5
minutos.

Quemaduras mayores que incluyen

Quemaduras de tercer grado.


Quemaduras de segundo grado de más de 2 a 3 pulgadas (5 a 7 centímetros) de ancho.
Quemaduras de segundo grado en las manos, los pies, la cara, la ingle, las nalgas o
sobre una articulación importante. Para este tipo de quemaduras se debe solicitar
asistencia médica.
HERIDAS
Las heridas son lesiones que rompen la piel u otros tejidos del cuerpo. Incluyen cortaduras,
arañazos y picaduras en la piel. Suelen ocurrir como resultado de un accidente pero las incisiones
quirúrgicas, las suturas y los puntos también causan heridas. Las heridas menores no suelen ser
serias, pero es importante limpiarlas bien.
FRACTURAS
Una fractura es una ruptura, generalmente en un hueso. Si el hueso roto rompe la piel, se
denomina fractura abierta o compuesta.

Las fracturas en general ocurren debido a accidentes automovilísticos, caídas o lesiones


deportivas. Otras causas son la pérdida de masa ósea y la osteoporosis, que causa debilitamiento
de los huesos. El exceso de uso puede provocar fracturas por estrés, que son fisuras muy
pequeñas en los huesos.

Los síntomas de una fractura son

Dolor intenso

Deformidad: La extremidad se ve fuera de lugar

Hinchazón, hematomas o dolor alrededor de la herida

Problemas al mover la extremidad

Tipos de fracturas.

Fractura transversal
La ruptura se produce a través del hueso, es decir, formando un
ángulo recto respecto al eje largo del hueso.

Fractura oblicua
La fractura describe una trayectoria oblicua respecto al eje
longitudinal del hueso. En otras palabras el hueso se fractura en un
ángulo.

Fractura en espiral
Este tipo de fractura se confunde fácilmente con la fractura oblicua. Es una
lesión que recorre el hueso describiendo una trayectoria en espiral.

Fractura conminuta
La lesión resulta en múltiples rupturas, que son visibles
como diferentes fragmentos de hueso. Además de esto,
la fractura puede ser desplazada o no desplazada. Si los
fragmentos óseos permanecen juntos manteniendo la
alineación estructural del hueso, se denomina fractura no
desplazada. Pero si los fragmentos del hueso se mueven de su posición original y se
separan, entonces se trata de una fractura desplazada.
Fractura segmentaria
El hueso se fractura en dos niveles distintos. En estos casos la recuperación es
difícil.

Fractura impactada
Una fractura impactada es una fractura ósea en la que las partes del hueso roto
son comprimidas entre sí por la fuerza. Este tipo de fractura a menudo se
produce como resultado de una caída o un impacto.
Las fracturas impactadas generalmente ocurren cuando se aplica fuerza
extrema a ambos extremos de un hueso y ocurren con mayor frecuencia en
niños que en adultos.

Fractura de compresión
Esto se produce cuando una carga axial excesiva comprime
el hueso más allá de sus límites. Por lo general ocurre en las
vértebras.

Fractura deprimida
Esta es la fractura del hueso cortical causada por una fuerza localizada que rompe y deprime un
segmento por debajo del nivel del hueso circundante.
HEMORRAGIAS
El sangrado o hemorragia es la pérdida de sangre. Puede ocurrir afuera o dentro del cuerpo. Usted
puede sangrar tras sufrir un corte u otra herida. El sangrado puede ocurrir también por una lesión
a un órgano interno.

Las hemorragias se pueden clasificar:


Según el tipo de vaso sanguíneo:

-Capilar: afecta a vasos superficiales que irrigan la piel y se cierra por sí misma. Está causada por
traumatismos y se suelen formar hematomas.

-Venosa: su salida es constante, es sangre roja oscura. Es más fácil de controlar que la arterial.

-Arterial: salida abundante e intermitente de sangre roja brillante.

Según la localización de la sangre:

-Externa: sangre que sale al exterior a través de una herida.


-Internas: la sangre no fluye al exterior y se acumula debajo de la piel o en una cavidad orgánica.
Se trata de hemorragias venosas o arteriales, que pueden ser causadas por fuertes golpes
abdominales, caídas al vacío, accidentes de tráfico, etc.

-Exteriorizadas: internas que salen al exterior a través de un orificio corporal, como oído, nariz,
boca, ano, vagina…

Es muy importante saber cómo actuar o qué medidas tomar ante cada tipo de hemorragia.

*Ante una hemorragia externa: hay que realizar una compresión directa, aplicando gasas sobre la
herida y haciendo presión fuerte. La presión directa se puede sustituir por un vendaje cuando la
herida pare de sangrar, cuando la superficie sea amplia o si hay más heridos para atender.
Si la hemorragia se produce en las extremidades, se debe elevar la parte lesionada por encima del
corazón, disminuyendo la presión de la sangre en el lugar de la herida y haciendo, en cambio,
presión directa sobre la arteria correspondiente, según sean brazos o piernas, comprimiendo con
la yema de los dedos el vaso sanguíneo contra el hueso situado debajo de la arteria.
Si sangran los miembros superiores, haremos presión con la palma de la mano sobre la arteria
braquial o humeral (situada en el brazo; hay que presionar a la altura de la flexura o parte
delantera del codo).
Si el sangrado se produce en los miembros inferiores, presionaremos con el talón de la mano en la
ingle, sobre la arteria femoral, que recorre la pierna desde el muslo hasta la parte posterior de la
rodilla.
*Ante una hemorragia interna: si es capilar, basta aplicar frío local sobre la piel (protegiéndola con
un paño o una gasa), ya que el frío contrae los vasos sanguíneos y reduce el hematoma. Si es
venosa o arterial, tendremos que vigilar si el abdomen está sensible o rígido, si hay sensación de
mareo o desvanecimiento, palidez extrema, pulso débil o imperceptible, o si aparecen
hematomas, sangre en vómito o sangre por recto o vagina.
* Ante una hemorragia exteriorizada: Otorragia (hemorragia en el oído): es la única que no hay
que intentar detener, puesto que si no dejamos que salga la sangre, ésta se acumula en el interior
del cráneo y puede ocasionar graves lesiones. Hay que tumbar al afectado del lado por el que se
produce la hemorragia, colocar una gasa que empape y trasladarlo al hospital.
Epistaxis (hemorragia nasal): colocar a la persona sentada y con la cabeza inclinada hacia delante;
tranquilizarle y comprimir con dos dedos las fosas nasales durante al menos 2 minutos. Si al
levantar la compresión, la hemorragia no ha cesado, será necesario reanudar la compresión.
Cuando la hemorragia es importante, se utiliza el taponamiento con gasa enrollada y mojada en
vaselina o agua oxigenada mientras se traslada a la persona un centro sanitario. Hemoptisis
(hemorragia proveniente de bronquios o pulmones): colocar al afectado semisentado (sentado
con la espalda reclinada hacia atrás en un ángulo de unos 45 grados), aplicarle hielo en el tórax,
conservar la materia expulsada tras los golpes de tos y acudir a un centro sanitario.
EPILEPSIA
Es una enfermedad del sistema nervioso, debida a la aparición de actividad eléctrica anormal en la
corteza cerebral, que provoca ataques repentinos caracterizados por convulsiones violentas y
pérdida del conocimiento.
Existen dos tipos fundamentales de crisis epilépticas, las crisis generalizadas y las crisis parciales
que también se llaman crisis epilépticas focales.
El que se produzcan unas u otras depende de que el grupo de neuronas que se irrite sea más o
menos amplio. En ocasiones, no se puede saber con precisión si se trata de una crisis epiléptica
focal o generalizada, y se denominan crisis sin clasificar, en espera de que datos posteriores
permitan hacerlo.

CRISIS GENERALIZADAS
Existen múltiples tipos de crisis epilépticas generalizadas. Las más frecuentes son:

Crisis generalizada tónico-clónica


Se produce una pérdida brusca de conocimiento, que motiva caída al suelo si se está de pie,
rigidez de todo el cuerpo en un inicio (fase tónica) y después movimientos rítmicos de todo el
cuerpo (fase clónica). Durante este tipo de crisis epiléptica se puede producir mordedura de la
lengua, expulsión de orina, labios amoratados y la persona se puede lesionar debido a una caída
brusca, a los movimientos o a la mordedura lingual. Al finalizar, la persona se va recuperando poco
a poco, en varios minutos. Son las crisis epilépticas más aparatosas y también unas de las más
serias. En la actualidad, son de aparición rara porque los medicamentos que se utilizan para el
tratamiento de la epilepsia son eficaces en controlarlas. En una persona que esté bien controlada
de las crisis epilépticas con medicación para la epilepsia, el abandono brusco del tratamiento
puede ser motivo de aparición de este tipo de crisis epiléptica.

Crisis generalizada de ausencia


La persona permanece absorta e inmóvil con el conocimiento perdido y con la mirada fija durante
unos pocos segundos, alrededor de diez a quince. A veces pueden producirse movimientos
oculares, parpadeo y de otras partes del cuerpo. La recuperación es muy rápida y muchas veces
pasan desapercibidas por su brevedad. Suelen iniciarse en la niñez o en la adolescencia. Este tipo
de crisis epiléptica se tolera bien, pero tiene tendencia a repetirse con mucha frecuencia, a veces
varias en el día, por lo que pueden producir fallos de atención y de aprendizaje en el niño o
adolescente.

Crisis generalizada mioclónica


Se produce una sacudida brusca instantánea de todo el cuerpo o bien de una parte del cuerpo,
sobre todo de los miembros superiores, que provocan una caída al suelo de la persona o de
objetos que se tengan en las manos. Duran un instante, a lo sumo unos pocos segundos y cuando
son leves pasan desapercibidas por no concederle importancia la persona que las padece o sus
familiares, hasta que aparece otro tipo de crisis epiléptica generalizada.

Crisis generalizada atónica


La persona cae de forma brusca por pérdida del tono muscular y de la conciencia durante muy
pocos segundos y se recupera de forma instantánea, también en unos pocos segundos. Suelen ir
acompañadas de otros tipos de crisis epilépticas, siendo raro que sea el único tipo de crisis que
padezca una persona. La gravedad de este tipo de crisis epiléptica se debe al gran riesgo de
heridas o golpes en la cabeza motivadas por la caída brusca e inesperada...
CRISIS EPILÉPTICAS FOCALES
De forma similar, existen muchos tipos de crisis epilépticas parciales o focales. Depende del sitio
de la superficie del cerebro donde comience la descarga epiléptica y de su extensión o no a otras
partes del cerebro. Cada zona del cerebro tiene una función específica relacionada con la actividad
motora, sensitiva, visual, memoria, etc. Si una crisis epiléptica se inicia en una de estas zonas se
producirán síntomas diferentes, dependiendo de la función afectada.

Sin alteración del conocimiento (crisis parciales simples)


En una crisis epiléptica focal con síntomas motores se producen sacudidas rítmicas de una parte
del cuerpo durante segundos o minutos.
A veces, consisten en síntomas autonómicos, como por ejemplo, malestar intenso y extraño con
sudoración profusa, u opresión en la boca del estómago que asciende o no hacia la garganta,
durante un corto espacio de tiempo.

Con alteración del conocimiento (crisis epiléptica parcial compleja)


La persona pierde el conocimiento sin perder el tono muscular, se queda inmóvil sin responder
varios segundos o unos pocos minutos y muy a menudo hace actos automáticos con la boca o con
las manos, como movimientos de masticación y deglución, arreglarse la ropa, abrocharse botones,
etc. Otras veces, se mueve como si estuviera consciente, pero tiene una actuación extraña, no
responde al hablarle o lo hace de forma incoherente. El conocimiento va recuperándose poco a
poco, con un estado de confusión mental que puede durar varios minutos.

crisis convulsiva bilateral (crisis parcial con generalización secundaria).


Sucede cuando una crisis epiléptica parcial simple o compleja se extiende desde el foco epiléptico
a toda la superficie cerebral. Es muy importante conocer cómo comienza una crisis epiléptica,
porque de esta forma sabremos si se inicia en un foco epiléptico localizado o simultáneamente en
todo el cerebro al mismo tiempo. De esta forma se podrá realizar el diagnóstico y el tratamiento
adecuado e igualmente se podrá tipificar el tipo de epilepsia para emitir un pronóstico más
preciso.

Espasmos epilépticos.
Aparecen en niños con meses de edad, y son raras tras el segundo año de vida. Consisten en una
flexión o extensión brusca del cuerpo y de la cabeza durante 1 a 5 segundos. Suelen aparecer en
salvas y habitualmente son muy frecuentes, a veces de forma casi permanente.
¿QUÉ HACER EN CASO DE EPILEPSIA?

You might also like