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ANT
MED LAT
POST
Inmovilización provisional
La inmovilización provisional es indispensable en
todos los casos.
Se realiza en ligero varo equino. La férula se conforma
Figura 4. Luxación posterior del cuello del pie y sufrimiento
en dos fases:
del plano cutáneo anterior.
• segmento suropédico, con la pierna colgando, en
primer lugar;
• después, el segmento proximal, a 45° de flexión de la
gota de sangre, no debe realizarse en esta fase, sino sólo rodilla.
en el preoperatorio inmediato, en condiciones de
asepsia quirúrgica. Radiografías
La lesión evoluciona a la formación de una escara y Se debe contar con unas radiografías de buena cali-
a la sobreinfección. Esta lesión es evolutiva cuando se dad, con proyecciones frontal y lateral perfectamente
sitúa frente a un relieve óseo prominente. Da lugar a centradas, procurando, en la medida de lo posible,
situaciones catastróficas cuando una incisión la atraviesa respetar el paralelismo entre la placa y el esqueleto óseo.
o se realiza en su proximidad. El análisis de las radiografías se realiza en dos fases:
• análisis básico, al ingreso en urgencias, para enumerar
Flictenas
las lesiones y establecer su clasificación anatomopato-
Las flictenas reflejan un sufrimiento cutáneo superfi- lógica, observando el desplazamiento del astrágalo, el
cial por distensión y la gravedad del traumatismo. La estado de los maléolos, de los márgenes anteriores y
conservación de la capa proliferativa de la epidermis posteriores, de la sindesmosis, así como del espacio
explica su potencial de cicatrización y su benignidad. interóseo y de la interlínea;
Presentan un riesgo (cuando son serosas o hemorrágicas) • análisis detallado, en la etapa preoperatoria inmediata
infeccioso por sobreinfección después de su perforación y, sobre todo, durante la intervención. Este análisis
espontánea. Obligan a tomar una decisión terapéutica sólo puede realizarse a la perfección después de
especialmente urgente. reducir los desplazamientos. Es el único método de
controlar el carácter anatómico de la reparación y de
Piel normal detectar los pequeños defectos de reducción.
Aunque la piel tenga un aspecto completamente La tomografía computarizada (TC) tiene un papel
normal en la primera exploración, no se puede descartar muy limitado y sólo es de utilidad para confirmar una
un riesgo. Si existe una luxación del tobillo, la piel duda sobre una lesión parcelar de un borde (por ejem-
presenta una grave amenaza por un conflicto en su cara plo, del tubérculo anterior) y un posible hundimiento
profunda, sobre la prominencia de la epífisis tibial osteocondral del techo y/o de la cúpula. Nunca debe
propulsada hacia delante por la luxación posterolateral retrasar la reducción de una luxación y/o la osteosíntesis
del pie (Fig. 4). La reducción de la luxación es especial- si ésta es urgente.
mente urgente.
Es fundamental realizar el diagnóstico de inmediato Clasificación anatomopatológica
por medios clínicos, basándose en: Dando por supuesto que se conoce la clasificación de
• el ensanchamiento sagital del cuello del pie; las fracturas bimaleolares (clasificación de Duparc y
• el equino y la prominencia del talón; Alnot) [5], se debe insistir en algunos casos concretos
• el acortamiento del dorso del pie con protrusión que pueden causar problemas quirúrgicos si se pasan
anterior del borde anteromedial del pilón. por alto (Fig. 5).
a
b
1
a
3
RE
Fractura del tubérculo anterior [8]
Esta lesión debe detectarse y someterse a osteosíntesis,
porque altera la congruencia articular del sector antero-
lateral, donde las presiones unitarias son elevadas. Puede
pasar desapercibida, porque está enmascarada por la
sombra del peroné. Se debe buscar en la proyección
.
frontal en forma de una pérdida de la definición de la
línea subcondral anterior en su sector más periférico,
con ausencia de visibilidad de la zona tubercular.
En la proyección lateral no se visualiza en absoluto.
La realización de una TC es indispensable (después de
la reducción de una posible luxación).
Lesiones del margen posterior
Las lesiones del margen posterior son muy frecuentes
y se identifican con facilidad en la proyección lateral.
Figura 6. Equivalente de fractura bimaleolar. La diastasis astra-
Tienen un impacto pronóstico considerable. Su exten-
galomaleolar (en ausencia de luxación de la sindemosis) se
sión oscila de la simple avulsión del tubérculo posterior,
explica por la rotación externa (RE) del astrágalo.
extraarticular y sin consecuencias, a la amputación de
todo el margen posterior, lo que crea las condiciones
para que aparezca una grave inestabilidad por pérdida
Fracturas por abducción bajas de la continencia posterior de la mortaja.
Las fracturas por abducción bajas se definen por la Lesión de Volkmann. El tipo anatómico más fre-
asociación de un desplazamiento en valgo y de focos cuente es la lesión de Volkmann (Fig. 7) [3].
maleolares, paradójicamente, situados en el plano de la En un corte horizontal, se crea un fragmento triangu-
interlínea. Estas fracturas son muy inestables [2, 6]. Se lar cuyo extremo anterior comienza en el tercio poste-
.
producen en personas ancianas y suelen presentar un rior de la cavidad sigmoide de la tibia y cuyo extremo
voluminoso hundimiento osteocondral intertubercular posteromedial finaliza en el medio del borde posterior
en el borde lateral. del pilón. La amputación de la superficie de apoyo del
techo de la mortaja sigue siendo inferior al 15%. La
Equivalentes de fractura bimaleolar reducción y la estabilización del foco peroneo permiten
Estas lesiones son muy frecuentes y asocian una su reducción en la mayoría de los casos, de modo que
fractura del peroné, a menudo interligamentosa y una su estabilización pocas veces es necesaria.
rotura del fascículo anterior del ligamento colateral .
Lesión de Cunéo y Picot. La situación es muy dis-
medial [7]. Cualquier fractura aislada del peroné obliga a tinta con el tercer tipo de lesión, la lesión de Cunéo y
palpar de forma sistemática el borde anterior del Picot [9, 10].
maléolo medial en toda su longitud y a realizar una Se trata de una fractura-luxación, con un trazo fron-
exploración detallada del espacio astragalomaleolar tal, del sector posterior de la mortaja que afecta a todo
(Fig. 6). el margen posterior de la tibia, desde la sindesmosis
hasta la cortical medial del pilón. Este tipo de lesión
Fractura de Maisonneuve (que se parece a una fractura del pilón tibial) debe
describirse con las fracturas maleolares, porque, en la
La fractura de Maisonneuve combina una fractura del práctica habitual, su presentación radiológica adopta el
maléolo medial con una del cuello del peroné. En aspecto de una afectación predominante de los maléolos
.
realidad, es una luxación tibioperonea completa por que llama la atención. La lesión marginal, no evidente,
rotura de los ligamentos tibioperoneos distales (maxi- puede infraevaluarse e incluso pasar desapercibida, sobre
diastasis) y de toda la membrana interósea. todo cuando la reducción «sobre el terreno» de la
Su ignorancia es un error muy grave y puede verse
.
Hundimientos osteocondrales
Estas lesiones osteocondrales por impactación del
techo de la mortaja pueden situarse en el sector:
• anteromedial; son el factor determinante del pronós-
tico de las fracturas subligamentarias;
• posterolateral; aumentan la inestabilidad provocada
por una fractura del tubérculo posterolateral [2, 11];
• lateral, en pocas ocasiones, en el contexto de las
fracturas por abducción bajas donde pueden ser muy
extensas.
■ En el quirófano
Generalidades
Figura 9. Fractura de Cunéo y Picot con un trazo longitudinal El hilo conductor constante del tratamiento terapéu-
tras la reducción de la luxación (representación esquemática). tico es la necesidad de lograr una restitución anatómica
Reducción estable del fragmento posteromedial, mantenido perfecta. Los vicios de reducción maleolares se toleran
por los tendones posteromediales. muy mal [1, 4]. Pueden provocar, en el interior de una
pinza rígida por la osteosíntesis, un trastorno rotatorio
astragalino muy patógeno [12] (Fig. 10). Afectan sobre
todo al maléolo lateral y, en menor grado, al maléolo
Diagnóstico fácil. El diagnóstico es fácil cuando la medial.
radiografía se realiza en posición de luxación. Basta con
conocer su existencia. Defecto principal del maléolo peroneo
En la proyección lateral, el trazo frontal alcanza o El defecto principal del maléolo peroneo es el vicio de
sobrepasa el tercio posterior del techo; la luxación del la reducción en varo.
cuerpo del astrágalo elevado en la cara posterior de Este último se produce de un modo casi experimental
pilón, es evidente. por la aplicación de una placa rectilínea sobre la super-
La radiografía frontal confirma el diagnóstico por la ficie curvada de la cortical lateral. Una situación idén-
presencia de tres líneas horizontales patológicas (Fig. 8): .
tica se produce por la introducción muy periférica, cerca
• una línea superior que corresponde a la base del de la cortical lateral, de una aguja centromedular rígida
fragmento marginal posterior separado: que ejerce un efecto de compresión en varo.
C su extremo medial incluye en ocasiones, de forma Puede haber otros peligros en caso de conminución:
muy característica, el inicio del ángulo superome- el alargamiento maleolar y recurvatum peroneo distal
dial de la mortaja; (provocado por el apoyo del talón sobre la mesa de
C sobre ella se sitúa el fragmento separado, que operaciones), vicios rotatorios en rotación externa sobre
dibuja una V invertida cuya rama lateral termina
en la sindesmosis, mientras que la rama medial
desdobla la cortical medial del pilón;
• una línea intermedia que corresponde a la cúpula
astragalina luxada; estas dos líneas dibujan una
«neointerlínea» que puede confundirse con la interlí-
nea anatómica;
• una línea inferior mal definida, que corresponde al
borde anterior del pilón, en continuidad con dicho
pilón.
Diagnóstico difícil. El diagnóstico es más complejo si la
radiografía se realiza después de reducir la luxación y
sobre todo cuando el fragmento de Cunéo y Picot
presenta un trazo vertical sagital, que separa un frag-
mento posterolateral (donde se encuentra el tubérculo
posterior) y un fragmento posteromedial (con todo o
parte del maléolo medial) (Fig. 9). Figura 10. Papel perjudicial del varo maleolar peroneo sobre
la rotación patológica del astrágalo (incongruencia articular por
La reducción de la luxación provoca la reducción
rotación interna [RI] astragalina).
exacta del fragmento posteromedial y su estabilización
RI RE
aplastamiento corticoesponjoso localizado, que no se • a los pequeños pinzamientos laterales que pueden
observe en la exploración directa del trazo, puede causar reflejar una malrotación astragalina en un defecto
un error de alineación axial y/o de rotación de varios posterolateral de la mortaja (hundimiento osteocon-
grados. Por tanto, la exactitud de la reducción debe ser dral);
tanto local (exploración directa del foco) como locorre- • y a los pinzamientos anteriores en la proyección
gional, a distancia, mediante el análisis radiográfico fino lateral que pueden indicar la existencia de una
de las epífisis y de la interlínea. Se deben analizar todas subluxación asimétrica del astrágalo sobre una pinza
las localizaciones de forma metódica. estrecha.
Maléolo lateral. Hay que verificar de forma sucesiva:
• la restitución de la morfología global, que se aprecia
por la restauración:
C en la proyección frontal, de la curva de la cortical
lateral y de la rectitud de la cortical medial por
“ Punto fundamental
detección de cualquier vicio de reducción en varo; Cualquier anomalía y la ausencia de conformidad
C en la proyección lateral, de la rectitud del borde absoluta con esta «lista de comprobación»
posterior para descartar cualquier recurvatum del obligan a reintervenir al paciente.
foco;
• la exactitud de la longitud, si es preciso, según el
criterio de Weber; Realización de la osteosíntesis
• la coherencia rotatoria de las dos epífisis y del astrá- Una vez verificada la exactitud de la reducción, puede
galo (Fig. 19). comenzar la realización de la osteosíntesis.
Maléolo medial. Hay que detectar cualquier vicio de Hay que recordar que, en esta fase, es totalmente
reducción, con especial atención a la orientación gene- obligatorio determinar con precisión los puntos de
ral del macizo maleolar, en busca de: anclaje, la posición y la orientación del material (sobre
• una verticalización excesiva, en la proyección frontal, todo los tornillos). El pequeño tamaño de los fragmen-
que debe sospecharse en caso de conminución tos, la calidad de su sujeción en el hueso y los riesgos
endoarticular; de desvitalización ósea son incompatibles con la repeti-
• un recurvatum (o, en menos casos, un flexo), que ción de los orificios corticales.
debe detectarse en la proyección lateral;
Fragmento marginal posterior
• y, sobre todo, de un vicio rotatorio por la ausencia de
una correspondencia exacta entre las líneas subcon- Si está indicado fijar un fragmento marginal posterior
drales (anterior y posterior) del pilón y sus homólo- de tipo Volkmann, pueden hacerse de dos formas
gos del maléolo (escalón). (Fig. 15):
• realizar el acceso directo en primer lugar por vía
Margen posterior. La proyección lateral es esencial.
retroperonea, pasando si es preciso por el foco pero-
No debe existir ningún escalón en el techo de la mor-
neo. El fragmento se reduce y se somete a osteosínte-
taja. No hay que pasar por alto un vicio rotatorio en el
sis. La osteosíntesis del foco peroneo se realiza a
plano frontal. La ausencia de concordancia de la exac- continuación por la misma vía de acceso con o sin
titud de reducción en las dos proyecciones oblicuas, en movilización de los tendones peroneos;
la exploración con amplificador de brillo, debe alertar al • o bien asociar una vía preperonea y una contrainci-
respecto (reducción perfecta en una, escalón en la otra). sión posterolateral, respetando la regla de dejar una
La indicación de un acceso directo para la reducción zona mínima interpuesta de piel sana. La vía anterior,
y fijación de un fragmento marginal posterior suscita la reducción y la estabilización del foco peroneo se
una gran controversia [3, 14-16]. En realidad, y de forma realizan en primer lugar, lo que tiene la ventaja de
esquemática: que en ocasiones es innecesario la fijación del frag-
• hay dos situaciones que no dan lugar a ninguna mento marginal en caso de reducción anatómica de
duda: osteosíntesis sistemática de los fragmentos de este último.
tipo Cunéo y Picot, abstención en caso de fragmento El atornillado (tornillos de 3,5 o 4 sin arandela) se
extraarticular; realiza de atrás hacia delante, con sujeción de los
• los fragmentos de Volkmann plantean más dificulta- tornillos en la cortical anterior y realizando el orificio de
des. Es lógico pensar que los fragmentos pequeños la cortical proximal según el diámetro nominal del
(cuyo borde medial no alcanza el segmento medio del tornillo, lo cual supone una medida indispensable para
borde posterior en la proyección frontal) y, con más lograr la compresión y una estabilidad rotatoria perfecta.
razón, si la reducción del foco peroneo los recoloca a La utilización de un tornillo canulado facilita la realiza-
la perfección, no requieren osteosíntesis. Al contrario, ción práctica.
los fragmentos voluminosos (que llegan a la mitad En el sector lateral
del borde posterior) y sobre todo si están desplazados,
Osteosíntesis mediante placa y tornillos. Hay que
requieren un acceso directo y osteosíntesis.
dar prioridad a este tipo de osteosíntesis.
Sindesmosis. Esta estructura debe analizarse con
Se emplea un material adaptado a la situación subcu-
mucho cuidado. Se evalúa por el espacio que separa el tánea, el tamaño de los fragmentos y a la conformación
tubérculo posterior de la tibia y la cortical medial del de la cara lateral del extremo distal del peroné. Este
peroné. Mide 3-4 mm. Hay que insistir en el hecho de último, además de su curva frontal, está separado por
que la constatación de un ensanchamiento radiográfico una cresta vertical dispuesta entre el borde anterior de
de la sindesmosis suele reflejar un conflicto astragalo- la metáfisis hasta la punta, lo que le confiere un aspecto
maleolar distal secundario a un vicio de reducción irregular (Fig. 22). Las placas de sección curva (Maconor
maleolar, en la mayoría de las ocasiones peroneo en serie O o 1, AO 1/3 de tubo para pequeños fragmentos)
varo o rotatorio. Esta constatación justifica una reinter- se adaptan bastante bien a este relieve irregular. Hay
vención de la reducción del foco peroneo. varios puntos que son relevantes:
Interlínea. Debe tener un grosor normal y ser perfec- • la placa debe adaptarse perfectamente al relieve óseo,
tamente congruente en toda su extensión en las proyec- lo que requiere una fase de conformación muy cuida-
ciones frontal y lateral. Hay que prestar una atención dosa. La ayuda de una plantilla estéril flexible, utili-
especial: zando como modelo morfológico el lado sano, puede
Figura 22. Representación esquemática de la cara lateral del Figura 23. Enclavado centromedular. Obsérvese el punto de
tercio distal del peroné. Obsérvese la cresta medial, la rectitud punción en la punta del maléolo y el cerclaje del foco
del borde posterior y la proyección de la punta sobre el eje (antitelescopaje).
longitudinal del peroné.
1
2
A B
Figura 26. Lesiones ligamentarias mediales en un equivalente
de fractura bimaleolar.
A. Desinserción tibial (la rotación externa de la tibia [RET] aleja
el ligamento de la interlínea).
B. Desinserción astragalina (puede producirse una incarceración
durante la subluxación astragalina).
Figura 27. Fractura de Maisonneuve. Necesidad de un proce-
dimiento de sindesmosis (agujas en cruz).
En caso de desinserción tibial, que es una lesión
frecuente, la RE del pie que aleja el plano capsulosino-
vial del maléolo es incompatible con un mecanismo de Situaciones especiales
incarceración del fascículo anterior del LCM. La consta-
tación de una diastasis astragalomaleolar después de la Hay que destacar sobre todo dos situaciones especia-
osteosíntesis del peroné debe hacer que se sospeche les. La fractura de Maisonneuve y las fracturas del
sobre todo un vicio de reducción, en especial rotatorio. tubérculo anterior.
Este hallazgo justifica una reintervención del montaje Fractura de Maisonneuve. Una localización muy
peroneo. proximal (sobre la rodilla) de la lesión peronea y la
En algunos casos excepcionales, la desinserción del extensión de la lesión de la membrana interósea expli-
LCM es distal, a nivel del cuello del astrágalo, mediante can la necesidad de fijación en buena posición del
una pequeña pastilla ósea (u osteocondral). En este caso, peroné en la cavidad sigmoidea para permitir la cicatri-
la incarceración del colgajo sinovioligamentario, aspi- zación fibroligamentaria. Ésta es la única excepción para
rado en forma de «martillo de campana» por el vacío aplicar un procedimiento de sindesmodesis. Se pueden
articular traumático, es posible en el espacio astragalo- emplear dos procedimientos:
maleolar medial. • o bien un atornillado según los criterios definidos por
En la práctica, una desinserción distal, detectada por Heim [19]: dos tornillos paralelos, inmediatamente por
la presencia de un pequeño fragmento óseo premaleolar encima de la sindesmosis, unicorticales sobre la tibia,
(en realidad, yuxtacervicoastragalino), justifica una sin que ejerzan ningún efecto de compresión (el
osteosíntesis peronea mediante placa y tornillos, porque orificio se taladra en la tibia y el peroné, del diámetro
la reinserción ligamentaria sobre el cuello del astrágalo del tornillo), ajuste moderado en FD máxima;
es imposible. • o bien mediante enclavado con agujas, que es un
En este caso, la constatación durante el control dispositivo menos rígido recomendado por nosotros:
intraoperatorio de una diastasis astragalomaleolar dos agujas en cruz que transfixian la sindesmosis,
medial justifica, sobre todo si existe la certeza de que la introducidas de lateral a medial, una oblicua de
reducción del peroné ha sido anatómica, una artrotomía delante hacia atrás y otra ortogonal de atrás hacia
anteromedial ante la sospecha de que exista una incar- delante (Fig. 27).
ceración intraarticular. Con independencia de cuál se utilice, estos dos
métodos de sindesmodesis deben retirarse a las 6 sema-
Afectaciones de la sindesmosis. Papel nas de forma obligatoria, antes de reanudar el apoyo.
de los procedimientos temporales Lesiones con fractura del tubérculo anterior.
de sindesmodesis Teniendo en cuenta su impacto sobre la estabilidad, la
osteosíntesis del tubérculo anterior es obligatoria. Se
Las lesiones ligamentarias de la sindesmosis que se utiliza:
producen en el contexto de lesiones habituales de la • o bien un minitornillo, en compresión (de 2 o de 2,7)
pinza maleolar no requieren ningún tratamiento espe- si el tamaño del fragmento lo permite. Después de la
cial. Debido a la integridad de la membrana interósea estabilización mediante aguja (fina), se debe realizar
en la zona proximal al foco óseo, la osteosíntesis exacta un taladro en el fragmento, del diámetro nominal del
de este último coloca el peroné en buena posición en la tornillo. La utilización de un minitornillo canulado
cavidad sigmoidea y los ligamentos tibioperoneos simplifica mucho la osteosíntesis;
distales, en las mejores condiciones para que cicatrice • o bien, de forma más general, una osteosutura:
con una buena longitud [2, 18]. Esto sirve tanto para el C que puede realizarse con dos puntos transóseos
ligamento tibioperoneo anterior como para los frag- apoyados en una pequeña aguja transfocal, direc-
mentos marginales posteriores de pequeño tamaño (que
cional: con una broca fina, se taladran dos conduc-
no comprometen la continencia de la mortaja) que
tos transóseos, por los que se pasan los hilos
consolidan en buena posición.
después de alisar los trayectos con una pinza de
Hay que insistir de nuevo en el hecho de que el
hallazgo intraoperatorio de un ensanchamiento radio- campo. Tras anudar directamente los hilos, con un
gráfico de la sindesmosis refleja la presencia de un cabo que se ha dejado largo se rodea el extremo de
conflicto astragaloperoneo distal secundario a un vicio la aguja (curvado en U y enterrado de forma tran-
de reducción del peroné. Este hallazgo justifica una sósea) antes de anudarlo con el otro;
reintervención de la reducción del foco peroneo, en C o, más simplemente, con anclajes intratibiales.
lugar de una implantación de un tornillo de sindesmo- Esta reparación, que restituye la anatomía de la
desis, que no hace más que acentuar el conflicto sindesmosis, no justifica ningún procedimiento comple-
(Fig. 12). mentario de sindesmodesis.
Fracturas graves
La gravedad puede deberse a cuatro circunstancias:
hundimientos osteocondrales, fracturas abiertas, lesiones
con alteraciones cutáneas cerradas y fracturas atendidas
con retraso.
Figura 29. Fractura abierta. Es necesario un atornillado
Hundimientos osteocondrales maleolar en compresión.
Deben detectarse y evaluarse con atención en térmi-
nos de localización, de superficie y de acción patógena.
Hundimientos de gran tamaño. Estos hundimientos Una vez comenzada la antibioticoterapia parenteral
deben elevarse y estabilizarse mediante un pequeño en el quirófano, la piel se limpia de forma cuidadosa, se
injerto corticoesponjoso extraído in situ [11, 14]. Esto es rasura el campo quirúrgico y se desinfectan los bordes
fundamental en caso de fractura subligamentaria, donde de la herida.
el hundimiento puede ser considerable. La reducción del
Después de colocar el campo quirúrgico, se lava la
hundimiento consta de las siguientes fases:
cavidad articular de forma cuidadosa, se extraen los
• exposición de la franja esponjosa periférica por posibles cuerpos extraños y se descontamina:
movilización del fragmento maleolar medial (en caso • hay que evitar el uso de cualquier sustancia (deriva-
de fractura subligamentaria) o del fragmento peroneo dos yodados o clorados) citotóxica para el cartílago y
distal (en caso de hundimiento lateral) o de la preferir la acción mecánica del suero fisiológico tibio;
fractura-luxación (en las fracturas del tubérculo tibial • el uso de instrumentos de proyección de líquidos a
anterior o del margen posterior); presión debe hacerse con cuidado, porque el uso de
• localización del sitio de aplastamiento esponjoso, que presiones demasiado elevadas puede ser perjudicial
se sitúa 5-7 mm por encima del plano condral y que para la vitalidad celular y el riesgo de diseminación
corresponde a la zona donde debe efectuarse la microbiana.
elevación; La apertura se realiza siempre a nivel anteromedial,
• introducción delicada, a este nivel, de un osteotomo en el vértice de la curvatura provocada por el desplaza-
fino, que se empuja hasta el plano de unión con el miento posterolateral instantáneo del pie. En la mayoría
cartílago sano; de las ocasiones es de tamaño considerable en una zona
• realización de la maniobra de reducción, con pruden- de despegamientos tisulares amplios, con bordes contu-
cia y ejerciendo un mecanismo de palanca; sos. Todas las zonas de vitalidad dudosa deben extir-
• control visual de la reparación tomando como refe- parse, sin temor de crear una pérdida de sustancia
rencia la curva del astrágalo subyacente (con la cutánea.
condición de que el centrado astragalino sea perfecto) La herida cutánea se amplía, si es preciso, según las
y la anatomía general de la superficie condral; reglas básicas de la cirugía plástica (sin perder de vista
• estabilización de la reducción por impactación en el que se localiza en una zona de amplios despegamientos
defecto producido por la maniobra de reducción de que pueden haber lesionado las vías perforantes). Se
un pequeño injerto corticoesponjoso. utiliza para completar la descontaminación articular y
Pequeños hundimientos. Los pequeños hundimien- realizar la osteosíntesis maleolar interna después de
tos deben respetarse. reintegrar la epífisis.
Sin embargo, los hundimientos situados sobre el El foco maleolar medial siempre es simple, de modo
sector adyacente a un fragmento marginal posterior que una osteosíntesis exacta en compresión permite
aumentan la inestabilidad. ocluir la articulación. Debido a que siempre existe un
Cuando la elevación no se puede realizar de forma riesgo de necrosis cutánea, la osteosíntesis debe reali-
anatómica, se debe fijar el fragmento marginal en zarse obligatoriamente con dos tornillos colocados en
posición anatómica para restaurar la cuña posterior a compresión, de cabeza de 6, enterrados en el ligamento
costa de un pequeño escalón carente de consecuen- colateral medial. Está prohibido el uso de cualquier
cias [2] (Fig. 28). montaje mediante obenque metálico que utilice un
material extraóseo (Fig. 29).
Fracturas abiertas
Las características del mecanismo de la lesión tienen
Constituyen una urgencia absoluta y no toleran una consecuencia anatómica y terapéutica fundamen-
ningún retraso. tal. La gran amplitud del desplazamiento del pie en
Por último, hay que preguntarse qué papel le queda al [7] Baird RA, Jackson ST. Fracture of the distal part of the fibula
tratamiento ortopédico. Su abandono se explica por los with associated disruption of the deltoid ligament. J Bone
malos resultados de las reintervenciones necesarias ante Joint Surg Am 1987;69:1346-52.
un desplazamiento secundario, pero también por la [8] Park JW, Kim SK, Hong JS, Park JH. Anterior tibiofibular
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consecuencias, la buena tolerancia de los callos viciosos [9] Azam F, Biga N, Beccari R. Une forme particulière de fracture
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pasarse por alto. Esto podría dejar un papel al trata- 2006;38:34-40.
miento ortopédico cuando exista una gran conminución [10] Picot G, Cunéo B. L’intervention sanglante dans les fractures
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condición de que exista una integridad cutánea com- [11] Weber M. Trimalleolar fracture with impaction of postero-
pleta y de la certeza de la perfecta estabilidad del medial tibial plafond: implication for tibio-talar stability. Foot
centrado astragalino hasta la consolidación (fractura Ankle Int 2004;25:716-27.
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N. Biga, Professeur des Universités, consultant des Hôpitaux, ancien chef de département d’orthopédie-traumatologie et chirurgie
plastique (norman.biga@chu-rouen.fr).
Université de Rouen-Hôpitaux de Rouen, Hôpital Charles Nicolle, 1, rue de Germont, 76031 Rouen cedex, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Biga N. Traitement des fractures de la pince malléolaire.
EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Orthopédie-Traumatologie, 44-877, 2010.
Disponible en www.em-consulte.com/es
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