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Tratamiento de las fracturas


de la pinza maleolar
N. Biga

Las fracturas bimaleolares afectan a una articulación sometida a carga, encajada y


continente, que presenta una situación inmediatamente subcutánea en sus tres cuartas
partes anteriores. De estas características se derivan dos consecuencias. La primera se
refiere a la importancia fundamental (en todas las etapas terapéuticas) del tratamiento
del revestimiento cutáneo, cuyas alteraciones (postraumáticas y/o quirúrgicas) pueden
tener graves consecuencias. La segunda corresponde a la necesidad absoluta de realizar
una reparación anatómica perfecta de las estructuras osteoarticulares. El tratamiento
quirúrgico es la mejor respuesta a estas exigencias, con la condición sine qua non de
integrarlo en un esquema terapéutico global. Este último comienza desde la llegada del
paciente a urgencias, donde las prioridades consisten en enumerar las lesiones cutáneas
y aplicar todas las medidas que puedan salvaguardar la vitalidad de la piel. A
continuación, se realiza el análisis exhaustivo de las lesiones osteoarticulares, para
finalizar con la elaboración del programa quirúrgico, que debe determinar la posición del
paciente, la vía o vías de acceso y la técnica propiamente dicha, en términos de
identificación anatómica de las lesiones, de reducción y de osteosíntesis. Los controles
radiográficos intraoperatorios son indispensables. Deben permitir que se analicen todos
los criterios de reducción de la anatomía epifisaria, la sindesmosis y la congruencia
articular. Sólo una reparación perfecta garantiza los mejores resultados anatómicos y
funcionales a corto y a largo plazo. Los defectos de reducción posquirúrgicos suelen
tolerarse mal, porque algunos de ellos pueden provocar la pérdida de la congruencia
articular debido a una malrotación del astrágalo. Se debe hacer todo lo posible para
prevenir su aparición durante la realización de las distintas fases de la reparación y
detectarlos en los controles radiográficos intraoperatorios.
© 2011 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Fracturas bimaleolares; Fracturas de Cunéo y Picot;


Fragmento marginal posterior; Equivalentes de fracturas bimaleolares;
Anatomía radiológica del tobillo; Osteosíntesis interna; Fijador externo;
Tratamiento no quirúrgico

Plan ¶ Tratamiento no quirúrgico 16


Generalidades 16
¶ Introducción 1 Técnica 17
¶ Fase de llegada a urgencias 2 ¶ Conclusión 17
Descartar una complicación vasculonerviosa 2
Evaluación del pronóstico cutáneo y medidas
de protección 2 ■ Introducción
Radiografías 3
Clasificación anatomopatológica 3 Las fracturas de la pinza maleolar, debido a su gran
frecuencia, conllevan un riesgo de quedar encasilladas
¶ En el quirófano 5
en el contexto de la banalidad diaria y de que se traten
Generalidades 5
mediante osteosíntesis de forma automática, sin plani-
Colocación 6 ficar ni discutir una estrategia quirúrgica. Esto se asocia
Vías de acceso 7 a numerosos peligros, porque las cuestiones que suscitan
Fase quirúrgica. Técnica estándar 8 sobrepasan los meros problemas técnicos de la osteosín-
Casos especiales 13 tesis. Por el contrario, el tratamiento debe integrarse en
¶ Postoperatorio 16 un esquema terapéutico global que incluya la llegada a

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

ANT

MED LAT

POST

Figura 1. Continencia osteoligamentaria circunferencial de


la mortaja (corte transversal que pasa por la sindesmosis).
MED: medial; ANT: anterior; LAT: lateral; POST: posterior.
Figura 2. Fractura abierta con exposición osteoarticular.

urgencias, la identificación exacta de las lesiones anató-


micas, la elaboración del plan quirúrgico y, sólo enton- forma sistemática los pulsos distales y evaluar la sensi-
ces, las distintas fases de la realización técnica. bilidad plantar (nervio tibial), del dorso del pie (nervio
Las fracturas bimaleolares tienen una doble peculiari- peroneo superficial) y de la cara profunda de la primera
dad: comisura (nervio peroneo profundo).
• afectan a una estructura osteoarticular superficial,
subcutánea. Cualquier alteración de la vitalidad Evaluación del pronóstico cutáneo
cutánea, de origen traumático o quirúrgico, puede
transformarse en una infección profunda e incluso en
y medidas de protección
una artritis séptica; Lesión abierta
• afectan a una articulación que soporta peso, capaz de
verse sometida a cargas considerables, gracias a la La lesión puede ser abierta. La abertura es anterome-
exactitud de la congruencia de la bóveda astragalina dial, horizontal, con bordes contusos por el desgarro de
en el interior de la mortaja tibioperonea y a la la piel sobre la arista anteromedial de la mortaja propul-
continencia circunferencial de esta última (Fig. 1). sada hacia delante por el desplazamiento en valgo-
Estas condiciones justifican la necesidad de lograr una retropulsión del pie. El tratamiento es especialmente
restitución anatómica exacta de todas las estructuras urgente, porque la abertura combina las consecuencias
osteoarticulares. La realidad de este principio básico se de una fractura abierta y las de una lesión articular. La
ha demostrado en un trabajo anterior en el que se exposición articular (Fig. 2) hace que el tratamiento
evaluaron las consecuencias a largo plazo de los defectos deba ser urgentísimo:
posteriores a la reducción [1]. Se observó que el trata- • se debe proceder de inmediato a la cobertura de los
miento quirúrgico permitía ofrecer los mejores resulta- sectores osteocondrales expuestos mediante compre-
dos anatómicos y funcionales, a corto y a largo plazo. sas estériles, embebidas con suero fisiológico con un
En cambio, los defectos anatómicos posquirúrgicos vendaje oclusivo y avisar sin demora al equipo qui-
resultaron tolerarse mal con mucha frecuencia y podían rúrgico y anestésico de guardia;
causar artrosis rápidas, muy evolutivas. Asimismo, se ha • nunca hay que utilizar antisépticos citotóxicos para el
demostrado que algunos vicios de reducción maleolares cartílago, sobre todo los derivados halogenados
podrían, debido a una malrotación astragalina, alterar (yodados o clorados);
gravemente la congruencia articular. Estas consideracio- • no se deben reintegrar los fragmentos expuestos,
nes permiten extraer dos conclusiones. debido al riesgo infeccioso. Esta fase debe realizarse
Se debe hacer todo lo posible para lograr las condi- en el quirófano, de extrema urgencia, en condiciones
ciones óptimas de una osteosíntesis anatómica, sin quirúrgicas óptimas.
ningún tipo de defecto [2-4].
Hay que hacer todo lo posible para minimizar (y si es Lesión cerrada
posible suprimir), en todas las circunstancias, el riesgo La ausencia de abertura no significa una «integridad
séptico postoperatorio. La evaluación precisa del estado cutánea». La presencia de lesiones cutáneas cerradas es
de la piel en todas las etapas del tratamiento y la un elemento de especial gravedad.
consideración inmediata de cualquier medida de con-
servación de la vitalidad cutánea son las mejores garan- Contusión dérmica
tías para lograrlo [2]. La contusión dérmica es la más grave y puede pasarse
por alto en un principio. Se trata de una zona de
desvitalización cutánea y subcutánea por aplastamiento
■ Fase de llegada a urgencias entre un agente contundente romo y un relieve óseo.
En la mayoría de las ocasiones se sitúa a nivel
Las fracturas del tobillo se presentan con tumefacción anteromedial.
y dolor del cuello del pie. Por tanto, el diagnóstico de Hay que prestar atención a una zona cutánea (en
la lesión es radiográfico. Sin embargo, hay que precisar ocasiones de tamaño reducido) un poco pálida (por
varios datos clínicos. isquemia) y mate (por pérdida del revestimiento super-
ficial) rodeada de un moteado de aspecto purpúrico
Descartar una complicación por extravasación sanguínea de los capilares
dérmicos (Fig. 3).
vasculonerviosa El diagnóstico se confirma por la presencia de una
Esta complicación es excepcional y debe hacer que se zona de anestesia que refleja la destrucción de las
busque un estado patológico subyacente (arteriopatía terminaciones nerviosas intradérmicas. La prueba del
crónica, neuropatía periférica). Es obligatorio palpar de pinchazo, basada en la calidad de la aparición de una

2 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


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Las condiciones materiales locales determinan la


solicitud de las radiografías:
• realización inmediata, si es posible, para disponer de
1 un análisis de las lesiones antes de efectuar cualquier
2 reducción;
• realización diferida tras la reducción de la luxación, si
hay un retraso terapéutico considerable, para no
3 prolongar el sufrimiento cutáneo.
4 La reducción de la luxación debe seguir una técnica
5 totalmente reglada:
• se debe calmar al paciente, con analgesia intravenosa
(paracetamol) y/o gaseosa (como una mezcla equimo-
lar de oxígeno y protóxido de nitrógeno);
• la reducción se realiza con la pierna colgando en el
6 extremo de la mesa y la rodilla flexionada en ángulo
recto (para distender el gastrocnemio, aprovechar la
ayuda de la fuerza de la gravedad y anular las con-
Figura 3. Contusión dérmica. Corte esquemático. Desvitaliza-
tracciones reflejas de defensa);
ción tisular en el área del impacto. 1. Agente contundente;
• después de sujetar el talón y gracias a un contraapoyo
2. capa córnea; 3. capa basal; 4. terminaciones nerviosas;
sobre la cresta tibial, se realiza la maniobra de reduc-
5. bucles capilares; 6. plano óseo.
ción mediante tracción firme y rápida sobre el talón,
ejerciéndola de atrás hacia delante (de tipo «sacabo-
tas»);
• con percepción simultánea del deslizamiento de las
superficies articulares y de un chasquido «profundo y
sordo», que permite comprobar que se ha producido
la reducción;
• constatación de la relajación del plano cutáneo
anteromedial, que confirma que se ha producido la
reducción.

Inmovilización provisional
La inmovilización provisional es indispensable en
todos los casos.
Se realiza en ligero varo equino. La férula se conforma
Figura 4. Luxación posterior del cuello del pie y sufrimiento
en dos fases:
del plano cutáneo anterior.
• segmento suropédico, con la pierna colgando, en
primer lugar;
• después, el segmento proximal, a 45° de flexión de la
gota de sangre, no debe realizarse en esta fase, sino sólo rodilla.
en el preoperatorio inmediato, en condiciones de
asepsia quirúrgica. Radiografías
La lesión evoluciona a la formación de una escara y Se debe contar con unas radiografías de buena cali-
a la sobreinfección. Esta lesión es evolutiva cuando se dad, con proyecciones frontal y lateral perfectamente
sitúa frente a un relieve óseo prominente. Da lugar a centradas, procurando, en la medida de lo posible,
situaciones catastróficas cuando una incisión la atraviesa respetar el paralelismo entre la placa y el esqueleto óseo.
o se realiza en su proximidad. El análisis de las radiografías se realiza en dos fases:
• análisis básico, al ingreso en urgencias, para enumerar
Flictenas
las lesiones y establecer su clasificación anatomopato-
Las flictenas reflejan un sufrimiento cutáneo superfi- lógica, observando el desplazamiento del astrágalo, el
cial por distensión y la gravedad del traumatismo. La estado de los maléolos, de los márgenes anteriores y
conservación de la capa proliferativa de la epidermis posteriores, de la sindesmosis, así como del espacio
explica su potencial de cicatrización y su benignidad. interóseo y de la interlínea;
Presentan un riesgo (cuando son serosas o hemorrágicas) • análisis detallado, en la etapa preoperatoria inmediata
infeccioso por sobreinfección después de su perforación y, sobre todo, durante la intervención. Este análisis
espontánea. Obligan a tomar una decisión terapéutica sólo puede realizarse a la perfección después de
especialmente urgente. reducir los desplazamientos. Es el único método de
controlar el carácter anatómico de la reparación y de
Piel normal detectar los pequeños defectos de reducción.
Aunque la piel tenga un aspecto completamente La tomografía computarizada (TC) tiene un papel
normal en la primera exploración, no se puede descartar muy limitado y sólo es de utilidad para confirmar una
un riesgo. Si existe una luxación del tobillo, la piel duda sobre una lesión parcelar de un borde (por ejem-
presenta una grave amenaza por un conflicto en su cara plo, del tubérculo anterior) y un posible hundimiento
profunda, sobre la prominencia de la epífisis tibial osteocondral del techo y/o de la cúpula. Nunca debe
propulsada hacia delante por la luxación posterolateral retrasar la reducción de una luxación y/o la osteosíntesis
del pie (Fig. 4). La reducción de la luxación es especial- si ésta es urgente.
mente urgente.
Es fundamental realizar el diagnóstico de inmediato Clasificación anatomopatológica
por medios clínicos, basándose en: Dando por supuesto que se conoce la clasificación de
• el ensanchamiento sagital del cuello del pie; las fracturas bimaleolares (clasificación de Duparc y
• el equino y la prominencia del talón; Alnot) [5], se debe insistir en algunos casos concretos
• el acortamiento del dorso del pie con protrusión que pueden causar problemas quirúrgicos si se pasan
anterior del borde anteromedial del pilón. por alto (Fig. 5).

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a
b
1
a
3

Figura 5. Clasificación de Duparc y Alnot. 1 + a = fractura


interligamentaria; 2 + a = fractura supraligamentaria; 3 + b = b
fractura subligamentaria.
Figura 7. Fragmentos marginales posteriores. Tipo Volkmann
(trazo oblicuo) y de Cunéo y Picot (trazo frontal).

RE
Fractura del tubérculo anterior [8]
Esta lesión debe detectarse y someterse a osteosíntesis,
porque altera la congruencia articular del sector antero-
lateral, donde las presiones unitarias son elevadas. Puede
pasar desapercibida, porque está enmascarada por la
sombra del peroné. Se debe buscar en la proyección
.
frontal en forma de una pérdida de la definición de la
línea subcondral anterior en su sector más periférico,
con ausencia de visibilidad de la zona tubercular.
En la proyección lateral no se visualiza en absoluto.
La realización de una TC es indispensable (después de
la reducción de una posible luxación).
Lesiones del margen posterior
Las lesiones del margen posterior son muy frecuentes
y se identifican con facilidad en la proyección lateral.
Figura 6. Equivalente de fractura bimaleolar. La diastasis astra-
Tienen un impacto pronóstico considerable. Su exten-
galomaleolar (en ausencia de luxación de la sindemosis) se
sión oscila de la simple avulsión del tubérculo posterior,
explica por la rotación externa (RE) del astrágalo.
extraarticular y sin consecuencias, a la amputación de
todo el margen posterior, lo que crea las condiciones
para que aparezca una grave inestabilidad por pérdida
Fracturas por abducción bajas de la continencia posterior de la mortaja.
Las fracturas por abducción bajas se definen por la Lesión de Volkmann. El tipo anatómico más fre-
asociación de un desplazamiento en valgo y de focos cuente es la lesión de Volkmann (Fig. 7) [3].
maleolares, paradójicamente, situados en el plano de la En un corte horizontal, se crea un fragmento triangu-
interlínea. Estas fracturas son muy inestables [2, 6]. Se lar cuyo extremo anterior comienza en el tercio poste-
.
producen en personas ancianas y suelen presentar un rior de la cavidad sigmoide de la tibia y cuyo extremo
voluminoso hundimiento osteocondral intertubercular posteromedial finaliza en el medio del borde posterior
en el borde lateral. del pilón. La amputación de la superficie de apoyo del
techo de la mortaja sigue siendo inferior al 15%. La
Equivalentes de fractura bimaleolar reducción y la estabilización del foco peroneo permiten
Estas lesiones son muy frecuentes y asocian una su reducción en la mayoría de los casos, de modo que
fractura del peroné, a menudo interligamentosa y una su estabilización pocas veces es necesaria.
rotura del fascículo anterior del ligamento colateral .
Lesión de Cunéo y Picot. La situación es muy dis-
medial [7]. Cualquier fractura aislada del peroné obliga a tinta con el tercer tipo de lesión, la lesión de Cunéo y
palpar de forma sistemática el borde anterior del Picot [9, 10].
maléolo medial en toda su longitud y a realizar una Se trata de una fractura-luxación, con un trazo fron-
exploración detallada del espacio astragalomaleolar tal, del sector posterior de la mortaja que afecta a todo
(Fig. 6). el margen posterior de la tibia, desde la sindesmosis
hasta la cortical medial del pilón. Este tipo de lesión
Fractura de Maisonneuve (que se parece a una fractura del pilón tibial) debe
describirse con las fracturas maleolares, porque, en la
La fractura de Maisonneuve combina una fractura del práctica habitual, su presentación radiológica adopta el
maléolo medial con una del cuello del peroné. En aspecto de una afectación predominante de los maléolos
.
realidad, es una luxación tibioperonea completa por que llama la atención. La lesión marginal, no evidente,
rotura de los ligamentos tibioperoneos distales (maxi- puede infraevaluarse e incluso pasar desapercibida, sobre
diastasis) y de toda la membrana interósea. todo cuando la reducción «sobre el terreno» de la
Su ignorancia es un error muy grave y puede verse
.

luxación ha provocado la reducción del tercer


favorecida por la integridad del maléolo medial, en el fragmento.
contexto de una luxación fibroligamentaria pura. Si se pasa por alto, se encontrarán dificultades intrao-
peratorias considerables.
Estado de los bordes del pilón tibial Este fragmento tiene forma piramidal con base rec-
El estado de los bordes condiciona el pronóstico y las tangular y vértice proximal. Se acompaña siempre de
modalidades terapéuticas. una luxación posterior.

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por los tendones posteromediales. El fragmento poste-


rolateral, en cambio, permanece desplazado.
Un análisis rápido conlleva un riesgo de confundir
esta lesión con una fractura bimaleolar que presente un
a a b fragmento posterior de tipo Volkmann y hacer que se
indique un tratamiento incorrecto.
En el análisis de la proyección frontal hay que inten-
c c
tar identificar dos signos:
• una anomalía trabecular de la epífisis, a alrededor de
3 cm, por encima de la interlínea, correspondiente a
Figura 8. Fractura de Cunéo y Picot luxada. Aspecto típico la punta del fragmento (en ocasiones con conminu-
de las tres líneas (de arriba hacia abajo: fragmento marginal ción);
posterior y cúpula astragalina luxadas, margen anterior in situ). .
• un aspecto de desdoblamiento de la cortical medial
supramaleolar por yuxtaposición de esta última y del
borde medial del fragmento.

Hundimientos osteocondrales
Estas lesiones osteocondrales por impactación del
techo de la mortaja pueden situarse en el sector:
• anteromedial; son el factor determinante del pronós-
tico de las fracturas subligamentarias;
• posterolateral; aumentan la inestabilidad provocada
por una fractura del tubérculo posterolateral [2, 11];
• lateral, en pocas ocasiones, en el contexto de las
fracturas por abducción bajas donde pueden ser muy
extensas.

■ En el quirófano
Generalidades
Figura 9. Fractura de Cunéo y Picot con un trazo longitudinal El hilo conductor constante del tratamiento terapéu-
tras la reducción de la luxación (representación esquemática). tico es la necesidad de lograr una restitución anatómica
Reducción estable del fragmento posteromedial, mantenido perfecta. Los vicios de reducción maleolares se toleran
por los tendones posteromediales. muy mal [1, 4]. Pueden provocar, en el interior de una
pinza rígida por la osteosíntesis, un trastorno rotatorio
astragalino muy patógeno [12] (Fig. 10). Afectan sobre
todo al maléolo lateral y, en menor grado, al maléolo
Diagnóstico fácil. El diagnóstico es fácil cuando la medial.
radiografía se realiza en posición de luxación. Basta con
conocer su existencia. Defecto principal del maléolo peroneo
En la proyección lateral, el trazo frontal alcanza o El defecto principal del maléolo peroneo es el vicio de
sobrepasa el tercio posterior del techo; la luxación del la reducción en varo.
cuerpo del astrágalo elevado en la cara posterior de Este último se produce de un modo casi experimental
pilón, es evidente. por la aplicación de una placa rectilínea sobre la super-
La radiografía frontal confirma el diagnóstico por la ficie curvada de la cortical lateral. Una situación idén-
presencia de tres líneas horizontales patológicas (Fig. 8): .
tica se produce por la introducción muy periférica, cerca
• una línea superior que corresponde a la base del de la cortical lateral, de una aguja centromedular rígida
fragmento marginal posterior separado: que ejerce un efecto de compresión en varo.
C su extremo medial incluye en ocasiones, de forma Puede haber otros peligros en caso de conminución:
muy característica, el inicio del ángulo superome- el alargamiento maleolar y recurvatum peroneo distal
dial de la mortaja; (provocado por el apoyo del talón sobre la mesa de
C sobre ella se sitúa el fragmento separado, que operaciones), vicios rotatorios en rotación externa sobre
dibuja una V invertida cuya rama lateral termina
en la sindesmosis, mientras que la rama medial
desdobla la cortical medial del pilón;
• una línea intermedia que corresponde a la cúpula
astragalina luxada; estas dos líneas dibujan una
«neointerlínea» que puede confundirse con la interlí-
nea anatómica;
• una línea inferior mal definida, que corresponde al
borde anterior del pilón, en continuidad con dicho
pilón.
Diagnóstico difícil. El diagnóstico es más complejo si la
radiografía se realiza después de reducir la luxación y
sobre todo cuando el fragmento de Cunéo y Picot
presenta un trazo vertical sagital, que separa un frag-
mento posterolateral (donde se encuentra el tubérculo
posterior) y un fragmento posteromedial (con todo o
parte del maléolo medial) (Fig. 9). Figura 10. Papel perjudicial del varo maleolar peroneo sobre
la rotación patológica del astrágalo (incongruencia articular por
La reducción de la luxación provoca la reducción
rotación interna [RI] astragalina).
exacta del fragmento posteromedial y su estabilización

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RI RE

Figura 11. Seudodiastasis por varo maleolar. El contacto a b


astragaloperoneo prematuro aleja la parte proximal del maléolo
de la cavidad de la tibia y crea un ensanchamiento organizado de Figura 13. Colocación en decúbito supino (utilización de la
la sindesmosis (círculo). rotación de cadera para la exposición de los sectores del cuello
del pie). RE: rotación externa; RI: rotación interna.

Figura 14. Colocación en decúbito prono (vías de acceso


Figura 12. Seudodiastasis por conflicto astragaloperoneo dis- para una fractura de Cunéo y Picot).
tal sobre un callo vicioso peroneo (placa lateral rectilínea) a pesar
de la colocación de un tornillo de sindesmodesis. Obsérvese el
alargamiento y la rotación interna patológicos del maléolo. foco provoca una compresión endoarticular y un bos-
tezo cortical periférico) y, sobre todo, de vicios rota-
torios, causantes de conflictos astragalomaleolares
anteriores o posteriores.
todo, cuya aparición se facilita por la conformación
perfilada del extremo distal del peroné.
Todos estos defectos provocan un conflicto astragalo-
Colocación
peroneo que puede causar una basculación y/o una El torniquete neumático se coloca en la raíz del
malrotación del astrágalo, con una capacidad patógena muslo y alejado del campo quirúrgico, que incluye todo
muy rápida. el miembro inferior.
Este conflicto astragaloperoneo distal puede causar un
ensanchamiento «construido» de la sindesmosis y un Colocación en decúbito supino
grave error de interpretación (Fig. 11). Esta «seudodias- Para evitar la rotación externa (RE) espontánea de la
tasis» intertibioperonea traduce el desplazamiento lateral cadera del paciente anestesiado que dificulta el acceso
de la metáfisis en el plano de la sindesmosis, después del sector lateral, la cadera y la rodilla se flexionan unos
del contacto patológico prematuro del vértice peroneo 30° (en una mesa con perneras regulables) para disten-
con la carilla lateral del astrágalo. El varo y los vicios der el gastrocnemio y suprimir el equino fisiológico.
rotatorios peroneos son su principal causa [1]. Por este Esta posición libera las rotaciones de la cadera y facilita
motivo, la constatación intraoperatoria de un ensan- la exposición de las regiones maleolares (Fig. 13). A
chamiento de la sindesmosis debe hacer que se busque, continuación, se coloca un cojín bajo el muslo para que
en primer lugar, un vicio de reducción del foco pero- el pie y el tobillo se sitúen de forma espontánea en
neo [12]. Es fácil de imaginar que la colocación en estas rotación neutra (R0). La rotación interna (RI) permite
condiciones de un tornillo de sindesmodesis no hace exponer todo el sector lateral (con el pie apoyado sobre
más que perpetuar y aumentar la malrotación del su borde medial), mientras que la RE permite acceder al
astrágalo, hasta causar una subluxación asimétrica sector anterolateral. La altura del cojín debe ser ade-
(Fig. 12). cuada, con una estabilidad perfecta bajo el muslo.
La mesa debe poder girarse, para lo cual el paciente
Defectos del maléolo medial se fija a la misma con vendas adhesivas.
Los defectos del maléolo medial son menos habitua-
les, aunque pueden causar un conflicto astragalomaleo-
Colocación en decúbito prono
lar y agravar las consecuencias de un pequeño defecto Esta posición permite la exposición del sector poste-
del sector lateral. Puede tratarse de una verticalización rior del cuello del pie y la rotación de la cadera permite
maleolar global, que debe sospecharse en caso de ampliar el acceso hacia los sectores laterales y mediales
conminución de la cara articular (la compresión del (Fig. 14). Su utilización requiere varias precauciones, que

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• está prohibido realizar cualquier despegamiento


Ant
cutáneo; la exposición del foco se realiza únicamente
3
Lat a nivel subperióstico. Para limitar el despegamiento
perióstico, el diseño de las incisiones debe basarse en
1 los datos de las pruebas de imagen y en los objetivos
terapéuticos y ha de decidirse en el preoperatorio
Distancia
inmediato. El dibujo de los trazos de la incisión sobre
> 5 cm la piel con un rotulador dermográfico es una precau-
ción excelente;
2 • la incisión cutánea es rectilínea y debe ser lo bastante
larga para evitar cualquier tensión durante las manio-
4 bras de reducción y de osteosíntesis. Su extremo distal
5 puede curvarse ligeramente (hacia atrás en las incisio-
nes premaleolares y hacia delante en las retromaleo-
Figura 15. Vías de acceso. Corte esquemático. 1. Vía prepe- lares) para facilitar la exposición del sector apical. Esta
ronea; 2. vía retroperonea; 3. vía anteromedial; 4. vía postero- incurvación debe ser corta, con un gran radio de
medial; 5. vía posterolateral. curvatura, para no correr el riesgo de crear un colgajo
de vitalidad precaria.
En la práctica
deben verificarse junto con el equipo de anestesia,
debido a la gravedad de las posibles complicaciones y de Para el sector lateral. La vía de acceso suele ser
sus consecuencias medicolegales: preperonea, a ras del borde anterior. La sindesmosis y el
• la libertad de los globos oculares y del tubo de tubérculo anterior se exponen con facilidad. Este acceso
intubación se logra con la utilización de un cabezal o puede asociarse a una contraincisión posterolateral, con
de un bloque de gomaespuma hueco en la parte la condición sine qua non de respetar un sector cutáneo
central, con sus zonas de contacto situadas sobre la intermedio mínimo de unos 6-8 cm. Esta situación debe
frente y las regiones malares; preverse, de modo que las incisiones cutáneas queden
• la cabeza debe estar recta para evitar cualquier torsión ligeramente desplazadas (hacia delante en el caso de la
de los grandes vasos del cuello. La posición en apoyo primera y hacia atrás en el de la segunda) y que no se
temporomalar directo sobre la mesa está prohibida; realice ningún despegamiento cutáneo.
La vía retroperonea también puede utilizarse sola.
• la libertad completa del abdomen, de los órganos
Después de la movilización de los peroneos, propor-
genitales externos y de las regiones inguinales (com-
ciona una exposición excelente sobre la cara posterola-
presiones venosas) se logra mediante la utilización de
teral del peroné.
dispositivos adaptados (cojín hueco, marcos de goma-
Para estas dos vías, cuando se atraviesa el plano
espuma, etc.).
subcutáneo y todo el sector supramaleolar, hay que
La rodilla se debe colocar en ligera flexión; el pie
procurar no lesionar el nervio peroneo superficial, cuyo
debe estar totalmente libre, en el extremo de la mesa y
tronco rodea el peroné a una altura variable.
se debe poder movilizar con facilidad.
Para el sector medial. La vía anteromedial, a ras del
Las radiografías intraoperatorias (la proyección frontal
borde anterior del macizo maleolar, es la más cómoda.
se efectúa con la rodilla flexionada y con la placa
Hay que procurar no lesionar la vena safena mayor (y
colocada en la cara posterior del cuello del pie) y la
su ramo nervioso satélite), que rodea el borde anterior
realización de una férula posterior al final de la inter-
del macizo maleolar.
vención no presentan ninguna dificultad.
Vía posteromedial
Vías de acceso (Fig. 15)
La vía posteromedial permite el acceso selectivo del
Las vías de acceso deben adaptarse a las condiciones pilar posteromedial y permite una exposición excelente
anatómicas locales (fragilidad cutánea, proximidad de de toda la cara posterior del pilón (Fig. 14). Puede
las estructuras osteoarticulares) y es obligatorio que realizarse de forma óptima en decúbito prono. También
dejen una cicatriz flexible e indolora en la zona de es compatible con el decúbito supino, en hiperrotación
contacto con el calzado. La prevención de los neuromas externa y abducción de la cadera, con la rodilla flexio-
(para lo que se debe conocer la distribución nerviosa nada. Una segunda variante, en decúbito supino, ha
subcutánea) y de los fenómenos de irritación crónica sido descrita por los autores suizos de la Association
sobre los relieves óseos (escogiendo la localización de las d’Orthopédie (AO) [3]. El pie del paciente se coloca en
incisiones de forma adecuada) es esencial. apoyo plantar sobre la mesa, con la rodilla hiperflexio-
La segunda prioridad es estar seguro de la perfecta nada. El cirujano, que se coloca en el lado contrario, por
vitalidad del revestimiento cutáneo en la zona de las detrás del cuello del pie, accede a la región retromaleo-
incisiones. Ninguna incisión debe atravesar una zona lar medial, de atrás hacia delante.
dudosa ni realizarse en su vecindad. Hay que desconfiar La incisión cutánea es vertical y se sitúa a 1-2 cm por
de los despegamientos cutáneos de origen traumático, detrás del pilar posteromedial. Su extremo distal puede
que a menudo son extensos y pueden agravar las con- curvarse ligeramente hacia delante, lo que facilita la
secuencias de una incisión en un sector cutáneo de visión maleolar, pero expone los elementos nobles que
vitalidad precaria. En esta fase del tratamiento, la prueba están cerca del segmento posterior y apical del maléolo
del pinchazo es muy útil. Hay que procurar que este medial.
pinchazo sea estrictamente intradérmico, porque su El plano fibroso al que se llega directamente se incide
resultado puede verse falseado por la hemorragia de las en vertical, lo que permite acceder al plano óseo y a la
estructuras subcutáneas. corredera del tendón del tibial posterior (TP). Esta
última se abre a 5 mm del plano óseo. La desinserción
Vías selectivas de las caras maleolares de los tabiques fibrosos sagitales que separan los tendo-
nes permite movilizar en bloque el paquete vasculoten-
Reglas
dinoso posterior constituido por los tres tendones
Estas vías deben cumplir varias reglas obligatorias: posteromediales y el pedículo vasculonervioso (entre el
• ninguna incisión se debe realizar sobre un relieve flexor largo de los dedos y el flexor largo del primer
óseo; dedo). Por tanto, este pedículo no se ve ni se diseca. De

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 7


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

este modo, toda la cara posterior del pilón se expone


perfectamente gracias a la colocación de un separador
contraacodado sobre el pilar posterolateral, a nivel
proximal respecto a la sindesmosis (Fig. 14).
La implantación de material (agujas y después torni-
llos) en sentido sagital puede ser difícil en el sector
lateral debido a la presencia y la tensión de las estruc-
turas musculotendinosas posteriores. En ocasiones, es
necesario realizar una o dos contraincisiones comple-
mentarias:
• o bien en el propio interior de la vía de acceso
posteromedial, gracias a la separación de los tendones
posteromediales, en cuyo caso es indispensable aislar
con lazos vasculares el pedículo vasculonervioso tibial
posterior;
• o bien una segunda incisión, posterolateral, fácil de
realizar en decúbito prono.
Esta vía se sitúa a media distancia entre el tendón
calcáneo y los peroneos, donde existe un espacio celu-
loadiposo avascular que lleva hacia el tubérculo tibial
posterior y el sector lateral del fragmento marginal
posterior. Además, un pequeño despegamiento cutáneo
permite acceder directamente, por la misma incisión, al
foco peroneo (Fig. 15).
Por último, la vía posteromedial permite exponer el
macizo maleolar medial, sin ninguna dificultad, hasta
sus estructuras anteriores (incluidas).

Fase quirúrgica. Técnica estándar


Calidad de la reducción
La calidad de la reducción es una obligación absoluta,
lo que se aplica a todas las fases de la intervención.
Enumeración analítica de las lesiones osteoarticulares Figura 16. Radiografía frontal del tobillo. Análisis de la interlí-
y ligamentarias nea, de la sindesmosis y de los maléolos.

Hay que reconsiderar de forma metódica todos los


elementos enumerados durante el análisis inicial a la luz
de un análisis radiológico detallado que permita estable- RE
cer correlaciones anatomorradiológicas. Deben hacerse
dos puntualizaciones: RI
2
• lo mejor es realizar el análisis después de la reducción
de los desplazamientos; está especialmente indicado
para controlar la calidad de la reparación; 3
1 a
• el uso de un amplificador de brillo y la repetición de
las radiografías justifican que se respeten las medidas
de radioprotección para el paciente y para todo el RI 1 RE
2 1 2
equipo. Este último debe permanecer a distancia del
rayo; la colocación y la sujeción de la placa durante
la realización de las radiografías deben hacerse con
protección de guantes, delantal y collar plomados. d 3 c
1 2
Proyección frontal (Fig. 16). La interlínea se evalúa
en el sector central y a nivel del espacio astragalomaleo-
lar medial; mide alrededor de 3 mm de grosor, con un
b
paralelismo perfecto de las dos líneas subcondrales. No
se puede evaluar en el sector lateral. Figura 17. Medición radiológica de la sindesmosis. La rotación
El techo de la mortaja está delimitado por dos líneas interna tiene poca influencia sobre la separación entre el borde
horizontales. Hay que recordar que el astrágalo y la peroneo medial y el tubérculo posterior (al contrario que la
mortaja son más anchos por delante que por detrás, de medición clásica). 1. Tubérculo posterior; 2. tubérculo anterior;
modo que: 3. borde medial del peroné. RI: rotación interna; RE: rotación
• la línea anterior termina a nivel lateral sobre el externa.
tubérculo anterior, que es el más periférico. El ribete
subcondral debe definirse a la perfección hasta la
zona tubercular, incluida ésta; esqueleto de la pierna. El método de medición clásico
• la línea posterior se termina en el tubérculo tibial que se basa en la magnitud del solapamiento del tubér-
posterior, que es el más medial. Las dos líneas se culo anterior sobre el sector medial del peroné depende
continúan en sentido medial con los bordes homólo- en gran medida de la proyección y debe abandonarse
gos del maléolo medial. (Fig. 17).
La sindesmosis se define por la distancia que separa La morfología general de los maléolos debe evaluarse
el borde medial del maléolo peroneo y el tubérculo perfectamente, sobre todo la curva de la cortical lateral
tibial posterior (Fig. 17) [2, 4]. Este espacio, que mide del maléolo peroneo. La comparación con el lado
alrededor de 3-4 mm, varía poco con la rotación del contralateral sano puede ser muy útil.

8 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar ¶ E – 44-877

Figura 18. Signo de Weber. En ligera rotación interna tibial


(RIT), existe una concordancia fisiológica entre el extremo de la
línea subcondral de la mortaja y el punto de conexión de los dos
arcos de la cortical peronea medial.

La proyección frontal también permite evaluar:


• la longitud del peroné gracias al criterio de Weber [13].
En una radiografía frontal en ligera RI, la cortical
medial del maléolo dibuja dos segmentos de arco en
ala de pájaro cuyo punto de convergencia corres-
ponde justo al punto más periférico del borde tibial
(Fig. 18);
• la rotación respectiva de la tibia, del peroné y del
astrágalo [2] (Fig. 19):
C en R0, el espacio intertubercular de la tibia mide
alrededor de 1 cm; aumenta en RE y disminuye en
RI;
C en R0, el maléolo peroneo tiene un aspecto lanceo-
lado y la fosita digital (fosa maleolar lateral) apa-
rece elíptica. En RE, el maléolo tiene el aspecto de
una estiloides, de modo que la escotadura de su
borde medial corresponde a la fosa digital, que en
esa posición es paralela al rayo y sagital. En RI,
tiene un aspecto ovoide y centrado en la fosa
Figura 19. Proyección de la rotación sobre la imagen de la
digital, que es redonda, porque está en posición
epífisis de la tibia (distancia intertubercular), el aspecto del
frontal y perpendicular al rayo; maléolo peroneo (fosa digital) y del segmento medial del cuerpo
• la rotación astragalina se aprecia por el aspecto de la del astrágalo (líneas verticales de la cara medial).
cortical medial del cuerpo. En R0, este borde se A. Radiografía frontal en rotación externa de la tibia (imagen
desdobla a partir de un punto común apical (ángulo izquierda) y rotación neutra (imagen derecha).
superomedial de la polea). En la base, las dos líneas B. Radiografía frontal en rotación interna de la tibia (RIT).
están separadas alrededor de 5 mm. La línea más
lateral corresponde al borde posterior del astrágalo.
Este espacio aumenta en RI y disminuye en RE. Posición quirúrgica
Proyección lateral (Fig. 20). En la proyección lateral
La posición quirúrgica depende de la presencia y del
se evalúa:
tamaño de un posible fragmento marginal posterior
• la congruencia de la interlínea y la detección de un
(Fig. 15).
posible vicio rotatorio porque una de las superficies
Si existe un fragmento de tipo Cunéo y Picot, el
articulares se observa en posición oblicua, mientras decúbito prono es la mejor posición, tanto para la
que la otra está en una posición totalmente lateral; exposición de las lesiones como para la osteosíntesis. El
• la orientación del maléolo peroneo definida por la sector posterolateral, retroperoneo, debe ser fácilmente
rectitud del eje longitudinal del extremo distal del accesible.
peroné (uniendo el punto medio de la diáfisis con el Si existe un fragmento de tipo Volkmann (o en
vértice de la punta del maléolo) y que comparte el ausencia de fragmento marginal posterior), el decúbito
aspecto rectilíneo de su borde posterior; supino es la posición de elección. Se debe poder acceder
• la identificación de los dos tubérculos del maléolo al sector anteromedial (maléolo, ligamento colateral
medial que aparecen superpuestos; el anterior se medial) y al sector lateral (foco peroneo, sindesmosis y
observa más marcado y desciende más abajo que el tubérculo anterior), sin omitir la posibilidad de realizar
posterior. una vía posterolateral complementaria.

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 9


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

Figura 21. Osteosíntesis indirecta para el tratamiento de una


fractura conminuta segmentaria de la metáfisis peronea.

La deformación fisiológica en carga del peroné puede


provocar el cabalgamiento de los fragmentos y la
formación de desplazamientos parásitos durante las
maniobras de reducción (sobre todo en recurvatum) que
es indispensable detectar. Una medida de precaución
adecuada consiste, después de la reducción y la estabi-
lización provisional del foco, en alinear la placa según
el eje longitudinal del peroné para verificar el parale-
lismo entre el borde posterior de la misma y el borde
posterior del peroné, a ambos lados del foco.
En caso de conminución segmentaria marcada, la
reconstrucción anatómica del foco puede ser imposible,
e incluso peligrosa para la vitalidad de los fragmentos.
Se debe plantear la indicación y la factibilidad de una
síntesis indirecta destinada a recolocar con exactitud el
fragmento distal en la sindesmosis pasando simple-
mente por encima del foco de conminución. Por tanto,
en caso de conminución segmentaria supramaleolar se
Figura 20. Proyección lateral. Obsérvese la rectitud del borde
puede plantear el siguiente programa de tratamiento
posterior del tercio distal del peroné, la congruencia articular y
la superposición de los tubérculos del maléolo medial sobre
(Fig. 21):
la sombra del maléolo lateral. • reducción y estabilización en primer lugar de las
lesiones maleolares mediales;
• control del centrado del astrágalo bajo el pilón tibial
(si es preciso, este último puede estabilizarse de forma
Reducción y estabilización provisional temporal mediante una aguja oblicua fina, transarti-
Hay que recordar de nuevo las reglas básicas que cular introducida a partir del orificio lateral del seno
deben cumplirse de forma obligatoria: del tarso);
• vías rectilíneas, verticales, adaptadas a la morfología • colocación exacta del maléolo en la sindesmosis,
de los focos y realizadas según los criterios precisados utilizando criterios radiológicos estrictos de longitud
con anterioridad; (relación entre la punta del peroné y la apófisis lateral
• acceso directo de los focos, desperiostización mínima, del astrágalo), de rotación (análisis de la coherencia
para poner de manifiesto los criterios de reducción; entre la distancia intertubercular y el aspecto del
• estabilización provisional de la reducción de los focos maléolo peroneo) y de eje en los planos frontal y
con agujas y/o tenazas pequeñas adaptadas (en sagital (atención al varo y el recurvatum);
cuanto al tamaño y tipo de sus extremos) y que, en • fijación del maléolo mediante dos agujas de sindes-
ningún caso, deben obstaculizar la lectura de las modesis (cf infra);
radiografías de control. • sobre el foco de conminución peronea, se puede
En el maléolo lateral. Las características anatómicas escoger entre tres posibilidades: placa de alineamiento
del trazo condicionan la técnica de reducción y que pase por encima de la conminución, enclavado
estabilización. con agujas centromedulares o ninguna osteosíntesis.
En las fracturas simples, la presencia de criterios de Sobre el maléolo medial. El fragmento maleolar
reducción hace que la estabilización sea sencilla. En la suele ser un único bloque. Hay que desconfiar de los
mayoría de las ocasiones (fracturas interligamentarias o vicios de reducción provocados por la conminución de
subtuberculares bajas) se trata de fracturas espiroideas u la cara endoarticular del trazo. Dicho trazo debe contro-
oblicuas largas, fáciles de reducir anatómicamente larse en toda su extensión, en el sector cortical con
gracias a dos criterios de reducción. Hay que procurar exploración de los bordes anterior y posterior (después
no completar un trazo horizontal poco aparente en una de abrir la vaina del TP) y en el sector endoarticular
gran fractura espiroidea. Puede tratarse de una fractura mediante una artrotomía corta.
transversal. Las indentaciones focales facilitan la reduc-
Control radiográfico intraoperatorio
ción, pero no protegen de una reducción inadecuada en
varo cuando existe una pequeña conminución en el El control radiográfico intraoperatorio es indispensa-
sector medial (que se evalúa mal por el acceso lateral). ble después de la estabilización provisional de todos los
En caso de fractura con un tercer fragmento, el trazo focos. El aspecto local de reducción anatómica no
principal debe simplificarse por una osteosíntesis del garantiza la colocación perfecta de las superficies
foco secundario. articulares. Un pequeño error focal, provocado por un

10 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar ¶ E – 44-877

aplastamiento corticoesponjoso localizado, que no se • a los pequeños pinzamientos laterales que pueden
observe en la exploración directa del trazo, puede causar reflejar una malrotación astragalina en un defecto
un error de alineación axial y/o de rotación de varios posterolateral de la mortaja (hundimiento osteocon-
grados. Por tanto, la exactitud de la reducción debe ser dral);
tanto local (exploración directa del foco) como locorre- • y a los pinzamientos anteriores en la proyección
gional, a distancia, mediante el análisis radiográfico fino lateral que pueden indicar la existencia de una
de las epífisis y de la interlínea. Se deben analizar todas subluxación asimétrica del astrágalo sobre una pinza
las localizaciones de forma metódica. estrecha.
Maléolo lateral. Hay que verificar de forma sucesiva:
• la restitución de la morfología global, que se aprecia
por la restauración:
C en la proyección frontal, de la curva de la cortical
lateral y de la rectitud de la cortical medial por
“ Punto fundamental
detección de cualquier vicio de reducción en varo; Cualquier anomalía y la ausencia de conformidad
C en la proyección lateral, de la rectitud del borde absoluta con esta «lista de comprobación»
posterior para descartar cualquier recurvatum del obligan a reintervenir al paciente.
foco;
• la exactitud de la longitud, si es preciso, según el
criterio de Weber; Realización de la osteosíntesis
• la coherencia rotatoria de las dos epífisis y del astrá- Una vez verificada la exactitud de la reducción, puede
galo (Fig. 19). comenzar la realización de la osteosíntesis.
Maléolo medial. Hay que detectar cualquier vicio de Hay que recordar que, en esta fase, es totalmente
reducción, con especial atención a la orientación gene- obligatorio determinar con precisión los puntos de
ral del macizo maleolar, en busca de: anclaje, la posición y la orientación del material (sobre
• una verticalización excesiva, en la proyección frontal, todo los tornillos). El pequeño tamaño de los fragmen-
que debe sospecharse en caso de conminución tos, la calidad de su sujeción en el hueso y los riesgos
endoarticular; de desvitalización ósea son incompatibles con la repeti-
• un recurvatum (o, en menos casos, un flexo), que ción de los orificios corticales.
debe detectarse en la proyección lateral;
Fragmento marginal posterior
• y, sobre todo, de un vicio rotatorio por la ausencia de
una correspondencia exacta entre las líneas subcon- Si está indicado fijar un fragmento marginal posterior
drales (anterior y posterior) del pilón y sus homólo- de tipo Volkmann, pueden hacerse de dos formas
gos del maléolo (escalón). (Fig. 15):
• realizar el acceso directo en primer lugar por vía
Margen posterior. La proyección lateral es esencial.
retroperonea, pasando si es preciso por el foco pero-
No debe existir ningún escalón en el techo de la mor-
neo. El fragmento se reduce y se somete a osteosínte-
taja. No hay que pasar por alto un vicio rotatorio en el
sis. La osteosíntesis del foco peroneo se realiza a
plano frontal. La ausencia de concordancia de la exac- continuación por la misma vía de acceso con o sin
titud de reducción en las dos proyecciones oblicuas, en movilización de los tendones peroneos;
la exploración con amplificador de brillo, debe alertar al • o bien asociar una vía preperonea y una contrainci-
respecto (reducción perfecta en una, escalón en la otra). sión posterolateral, respetando la regla de dejar una
La indicación de un acceso directo para la reducción zona mínima interpuesta de piel sana. La vía anterior,
y fijación de un fragmento marginal posterior suscita la reducción y la estabilización del foco peroneo se
una gran controversia [3, 14-16]. En realidad, y de forma realizan en primer lugar, lo que tiene la ventaja de
esquemática: que en ocasiones es innecesario la fijación del frag-
• hay dos situaciones que no dan lugar a ninguna mento marginal en caso de reducción anatómica de
duda: osteosíntesis sistemática de los fragmentos de este último.
tipo Cunéo y Picot, abstención en caso de fragmento El atornillado (tornillos de 3,5 o 4 sin arandela) se
extraarticular; realiza de atrás hacia delante, con sujeción de los
• los fragmentos de Volkmann plantean más dificulta- tornillos en la cortical anterior y realizando el orificio de
des. Es lógico pensar que los fragmentos pequeños la cortical proximal según el diámetro nominal del
(cuyo borde medial no alcanza el segmento medio del tornillo, lo cual supone una medida indispensable para
borde posterior en la proyección frontal) y, con más lograr la compresión y una estabilidad rotatoria perfecta.
razón, si la reducción del foco peroneo los recoloca a La utilización de un tornillo canulado facilita la realiza-
la perfección, no requieren osteosíntesis. Al contrario, ción práctica.
los fragmentos voluminosos (que llegan a la mitad En el sector lateral
del borde posterior) y sobre todo si están desplazados,
Osteosíntesis mediante placa y tornillos. Hay que
requieren un acceso directo y osteosíntesis.
dar prioridad a este tipo de osteosíntesis.
Sindesmosis. Esta estructura debe analizarse con
Se emplea un material adaptado a la situación subcu-
mucho cuidado. Se evalúa por el espacio que separa el tánea, el tamaño de los fragmentos y a la conformación
tubérculo posterior de la tibia y la cortical medial del de la cara lateral del extremo distal del peroné. Este
peroné. Mide 3-4 mm. Hay que insistir en el hecho de último, además de su curva frontal, está separado por
que la constatación de un ensanchamiento radiográfico una cresta vertical dispuesta entre el borde anterior de
de la sindesmosis suele reflejar un conflicto astragalo- la metáfisis hasta la punta, lo que le confiere un aspecto
maleolar distal secundario a un vicio de reducción irregular (Fig. 22). Las placas de sección curva (Maconor
maleolar, en la mayoría de las ocasiones peroneo en serie O o 1, AO 1/3 de tubo para pequeños fragmentos)
varo o rotatorio. Esta constatación justifica una reinter- se adaptan bastante bien a este relieve irregular. Hay
vención de la reducción del foco peroneo. varios puntos que son relevantes:
Interlínea. Debe tener un grosor normal y ser perfec- • la placa debe adaptarse perfectamente al relieve óseo,
tamente congruente en toda su extensión en las proyec- lo que requiere una fase de conformación muy cuida-
ciones frontal y lateral. Hay que prestar una atención dosa. La ayuda de una plantilla estéril flexible, utili-
especial: zando como modelo morfológico el lado sano, puede

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 11


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

Figura 22. Representación esquemática de la cara lateral del Figura 23. Enclavado centromedular. Obsérvese el punto de
tercio distal del peroné. Obsérvese la cresta medial, la rectitud punción en la punta del maléolo y el cerclaje del foco
del borde posterior y la proyección de la punta sobre el eje (antitelescopaje).
longitudinal del peroné.

ser útil. Se ha podido comprobar el papel perjudicial


de utilizar una placa recta en la porción curva del
maléolo;
• esta conformación requiere la estabilización previa del
foco. Lo ideal, si las características del trazo lo permi-
ten, es estabilizar el foco mediante uno o dos torni-
llos en compresión, con la ventaja de utilizar la placa
en modo de neutralización. En caso contrario, se
deben utilizar agujas y/o tenazas, procurando que este
material no moleste en la colocación ideal de la placa
y en la lectura de las radiografías;
• por último, durante la conformación no se deben
Figura 24. Obenque maleolar medial.
alterar las cualidades mecánicas de la placa. La utili-
zación de una curvadora adecuada permite realizar
curvaturas y contracurvaturas que no pasen por los
orificios de los tornillos. Para evitar estas imperfecciones, se deben respetar
El material no debe obstaculizar el cierre cutáneo, ni varias precauciones (Fig. 23):
provocar conflictos con los tejidos de cobertura y en • punto de introducción distal exactamente en la punta
ningún caso debe conllevar un riesgo de exposición si del maléolo;
se producen problemas de cicatrización de las estruc- • calibrado en primer lugar del conducto medular del
turas superficiales. fragmento proximal y del distal para no ejercer
El atornillado debe asegurar un buen valor mecánico esfuerzos excesivos sobre el foco;
al montaje, por lo que debe incluir: • cerclaje del foco alrededor de este tutor con ayuda de
C se seis a ocho corticales por fragmento en caso de varias vueltas (con hilo metálico o nailon sintético);
que se utilice una sola placa; • verificación cuidadosa de los criterios radiológicos de
C cuatro corticales por fragmento si se realiza una reducción.
síntesis mixta (atornillado directo en compresión
En el maléolo medial
del trazo y después placa de neutralización);
• en caso de atornillado en dirección anteroposterior, es La fijación provisional del foco mediante dos agujas
indispensable verificar que no existan conflictos con permite seguir el trayecto de una de ellas para implantar
los tendones peroneos y, si se pasa por encima de la el primer tornillo, utilizando la estabilización que ofrece
sindesmosis, que los tornillos no sobresalgan a este la segunda.
nivel. Suelen utilizarse dos tornillos de 3,5 o 4 (cabeza de 6),
Casos especiales. Se deben citar dos casos especiales: sujetándolos en la cortical distal en la tibia tras taladrar
• la osteosíntesis ligera. Esta técnica de atornillado el fragmento proximal según el diámetro nominal, para
simple del foco peroneo puede ser una solución muy colocarlos en compresión. La utilización de tornillos
útil si se respeta una serie de condiciones obligato- canulados de interior liso en el fragmento maleolar
rias: facilita en gran medida la implantación.
C estabilidad de la cara medial (obtenida por osteo- De forma ideal, los tornillos deben ser paralelos,
síntesis o sutura ligamentaria); alineados según la dirección de la cortical maleolar
medial; las cabezas han de quedar enterradas cuidado-
C ausencia de fractura marginal o estabilización
samente en las fibras de origen del ligamento colateral
anatómica estable;
medial.
C certeza de que no hay un hundimiento osteocon-
No se deben utilizar arandelas.
dral en el sector lateral y/o posterolateral;
Si las condiciones no son ideales (fragmento de
C condiciones anatómicas óptimas de atornillado, es pequeño tamaño, trazo maleolar), puede que sea prefe-
decir: fractura espiroidea simple, de fácil acceso rible un montaje con agujas y obenque. En tal caso
para una osteosíntesis con dos tornillos en compre- (Fig. 24):
sión opuestos (diámetro 3,5, cabeza de 6); • se colocan dos agujas paralelas a partir de cada
• enclavado centromedular con agujas. La indicación es tubérculo, con apoyo en la cortical metafisaria con-
excepcional debido al riesgo de vicio de reducción en tralateral. Las agujas se retiran alrededor de 2 cm para
varo y/o rotatorio, así como de acortamiento por permitir la conformación en U de su extremo distal.
telescopaje intrafocal. A continuación, se vuelven a introducir en parte;

12 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar ¶ E – 44-877

cortical anterior adecuada, sin sobresalir, para no


provocar un conflicto con las estructuras nobles del
compartimento anterior.
El tratamiento de las lesiones maleolares ocupa el
segundo plano:
• la fractura peronea suele ser simple y puede tratarse
por una vía retroperonea. Cuando la osteosíntesis del
margen posterior y del macizo maleolar medial son
de buena calidad, una osteosíntesis mínima mediante
agujas o tornillos y agujas es suficiente;
• las lesiones maleolares mediales pueden ser complejas
y constar de un trazo frontal completado por un
Figura 25. Osteosíntesis para una fractura de Cunéo y Picot
segundo trazo horizontal que dan lugar a cuatro
(puntos de introducción, dirección de las agujas y longitud de
fragmentos. Una osteosutura transósea (con hilo
los tornillos).
sintético) en marco sagital es adecuada.

Equivalentes de fracturas bimaleolares


• un cerclaje metálico (Danis 9/10) se introduce por un
conducto transóseo sagital supramaleolar y después se Estas lesiones suscitan el problema de la actitud
pasa en ocho por cada una de las U distales. El respecto al ligamento colateral medial (LCM) [2, 17].
cerclaje se tensa con un tensor y el conjunto se Sin entrar en la polémica de la sutura ligamentaria o
entierra; no, parece lógico adoptar la actitud siguiente.
• las U se entierran de forma transósea avellanando la Fractura oblicua larga o espiroidea simple
zona enterrada con un sacabocados.
Este montaje está totalmente contraindicado si hay En caso de fractura oblicua larga o espiroidea simple
algún riesgo de necrosis cutánea y de exposición del del peroné que se estabilice con facilidad mediante dos
cerclaje (fracturas abiertas, contusión dérmica tornillos en compresión y si no existe un hundimiento
anteromedial). osteocondral, se puede asociar esta osteosíntesis ligera
con una fase de estabilización medial por reparación del
Secuencia de las fases quirúrgicas plano ligamentario. Hay que señalar que, en nuestra
experiencia, nunca hemos observado osificaciones
La secuencia de las fases quirúrgicas es bastante difícil
postoperatorias tras la reinserción del LCM.
de esquematizar y depende de las situaciones locales.
Después de atornillar el foco peroneo (al menos con
En presencia de las lesiones habituales, se deben
dos tornillos en compresión), se realiza una corta vía
exponer de forma simultánea los dos focos, tras lo que
anteromedial premaleolar para enumerar las lesiones
se reducen y se fijan de forma provisional comenzando
ligamentarias. Se trata casi siempre de una desinserción
por el lado más simple. A continuación, se realiza un
proximal tibial; el fascículo anterior esta contenido en el
control radiográfico. Si existe un desplazamiento resi-
plano capsulosinovial.
dual de un posible fragmento de tipo Volkmann que se
Después de la exploración intraarticular, la reinserción
considere intolerable, se puede reducir y fijar en esta
se realiza con facilidad mediante tres puntos transóseos
etapa de la intervención. Cuando todos los criterios de
repartidos uniformemente a lo largo del borde anterior
análisis son normales, se realiza la osteosíntesis defini-
del maléolo, perforando la cortical superficial a 5 mm
tiva de los maléolos. Hay que efectuar un control
por detrás del borde libre y saliendo a ras de la unión
radiográfico final; cualquier anomalía obliga a realizar
osteocondral. Cada uno de estos conductos sirve de
una reintervención de inmediato.
apoyo para un hilo (monofilamento sintético no reab-
Cuando está indicada de entrada la fijación de un
sorbible de 3/0) que atraviesa ampliamente, en un
fragmento marginal posterior, el acceso, la reducción y
plano, las estructuras capsulosinoviales. Los hilos se
la estabilización definitiva de este último se realizan en
anudan en ligera flexión dorsal (FD) y RI del tobillo.
primer lugar.
Esta técnica, que produce un estrecho contacto entre el
hueso y la cápsula, nos parece preferible al uso de
Casos especiales anclajes.
Hay que recordar que la presencia de una fractura del
Fractura de Cunéo y Picot tubérculo anterior del maléolo medial tiene el mismo
Es indispensable un acceso posteromedial, que se valor diagnóstico. Su presencia, que es el epifenómeno
completa si es preciso a través de una contraincisión de un esguince grave del LCM, requiere una osteosínte-
posterolateral [3, 9]. sis mediante aguja y una osteosutura asociada a la
Después de la reducción por acción directa con ayuda reparación del desgarro capsuloligamentario contiguo.
de un botador fino, la fijación se realiza mediante tres
agujas sagitales horizontales en triangulación (dos Fractura compleja
inferiores paralelas, a ras de la interlínea y una apical En caso de fractura peronea compleja que requiera
medial). La radiografía verifica la calidad de la reducción una osteosíntesis sólida mediante placa y tornillos, la
y la posición de las agujas, además de permitir determi- reparación ligamentaria es inútil y la solidez del mon-
nar la longitud de los tornillos (Fig. 25). taje lateral es suficiente para estabilizar el sector medial.
Las agujas se sustituyen progresivamente por tornillos Asimismo, en caso de hundimiento osteocondral del
corticales (de 3,5 o 4 y cabeza de 6), colocados en sector lateral, la inestabilidad hace que sea preferible
compresión con arandela. este tipo de montaje, incluso en caso de foco peroneo
La colocación de dos tornillos sobre el sector medial simple. Nosotros creemos que la prueba en valgo des-
y central obliga en ocasiones a pasar entre los tendones pués de la síntesis maleolar es inútil, porque la inesta-
posteromediales después de disecar y marcar con lazos bilidad es esencialmente rotatoria (en RE), mientras que
vasculares el pedículo tibial posterior entre el flexor la prueba somete al montaje a una tensión peligrosa.
largo de los dedos y el del pulgar.
La utilización de la vía posterolateral facilita la Diastasis astragalomaleolar medial
implantación del tornillo lateral. En caso de diastasis astragalomaleolar medial después
Hay que prestar una atención especial a la longitud de una osteosíntesis lateral, se debe plantear la posible
de los tornillos, que deben asegurar una sujeción incarceración del ligamento colateral medial (Fig. 26).

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 13


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

1
2

A B
Figura 26. Lesiones ligamentarias mediales en un equivalente
de fractura bimaleolar.
A. Desinserción tibial (la rotación externa de la tibia [RET] aleja
el ligamento de la interlínea).
B. Desinserción astragalina (puede producirse una incarceración
durante la subluxación astragalina).
Figura 27. Fractura de Maisonneuve. Necesidad de un proce-
dimiento de sindesmosis (agujas en cruz).
En caso de desinserción tibial, que es una lesión
frecuente, la RE del pie que aleja el plano capsulosino-
vial del maléolo es incompatible con un mecanismo de Situaciones especiales
incarceración del fascículo anterior del LCM. La consta-
tación de una diastasis astragalomaleolar después de la Hay que destacar sobre todo dos situaciones especia-
osteosíntesis del peroné debe hacer que se sospeche les. La fractura de Maisonneuve y las fracturas del
sobre todo un vicio de reducción, en especial rotatorio. tubérculo anterior.
Este hallazgo justifica una reintervención del montaje Fractura de Maisonneuve. Una localización muy
peroneo. proximal (sobre la rodilla) de la lesión peronea y la
En algunos casos excepcionales, la desinserción del extensión de la lesión de la membrana interósea expli-
LCM es distal, a nivel del cuello del astrágalo, mediante can la necesidad de fijación en buena posición del
una pequeña pastilla ósea (u osteocondral). En este caso, peroné en la cavidad sigmoidea para permitir la cicatri-
la incarceración del colgajo sinovioligamentario, aspi- zación fibroligamentaria. Ésta es la única excepción para
rado en forma de «martillo de campana» por el vacío aplicar un procedimiento de sindesmodesis. Se pueden
articular traumático, es posible en el espacio astragalo- emplear dos procedimientos:
maleolar medial. • o bien un atornillado según los criterios definidos por
En la práctica, una desinserción distal, detectada por Heim [19]: dos tornillos paralelos, inmediatamente por
la presencia de un pequeño fragmento óseo premaleolar encima de la sindesmosis, unicorticales sobre la tibia,
(en realidad, yuxtacervicoastragalino), justifica una sin que ejerzan ningún efecto de compresión (el
osteosíntesis peronea mediante placa y tornillos, porque orificio se taladra en la tibia y el peroné, del diámetro
la reinserción ligamentaria sobre el cuello del astrágalo del tornillo), ajuste moderado en FD máxima;
es imposible. • o bien mediante enclavado con agujas, que es un
En este caso, la constatación durante el control dispositivo menos rígido recomendado por nosotros:
intraoperatorio de una diastasis astragalomaleolar dos agujas en cruz que transfixian la sindesmosis,
medial justifica, sobre todo si existe la certeza de que la introducidas de lateral a medial, una oblicua de
reducción del peroné ha sido anatómica, una artrotomía delante hacia atrás y otra ortogonal de atrás hacia
anteromedial ante la sospecha de que exista una incar- delante (Fig. 27).
ceración intraarticular. Con independencia de cuál se utilice, estos dos
métodos de sindesmodesis deben retirarse a las 6 sema-
Afectaciones de la sindesmosis. Papel nas de forma obligatoria, antes de reanudar el apoyo.
de los procedimientos temporales Lesiones con fractura del tubérculo anterior.
de sindesmodesis Teniendo en cuenta su impacto sobre la estabilidad, la
osteosíntesis del tubérculo anterior es obligatoria. Se
Las lesiones ligamentarias de la sindesmosis que se utiliza:
producen en el contexto de lesiones habituales de la • o bien un minitornillo, en compresión (de 2 o de 2,7)
pinza maleolar no requieren ningún tratamiento espe- si el tamaño del fragmento lo permite. Después de la
cial. Debido a la integridad de la membrana interósea estabilización mediante aguja (fina), se debe realizar
en la zona proximal al foco óseo, la osteosíntesis exacta un taladro en el fragmento, del diámetro nominal del
de este último coloca el peroné en buena posición en la tornillo. La utilización de un minitornillo canulado
cavidad sigmoidea y los ligamentos tibioperoneos simplifica mucho la osteosíntesis;
distales, en las mejores condiciones para que cicatrice • o bien, de forma más general, una osteosutura:
con una buena longitud [2, 18]. Esto sirve tanto para el C que puede realizarse con dos puntos transóseos
ligamento tibioperoneo anterior como para los frag- apoyados en una pequeña aguja transfocal, direc-
mentos marginales posteriores de pequeño tamaño (que
cional: con una broca fina, se taladran dos conduc-
no comprometen la continencia de la mortaja) que
tos transóseos, por los que se pasan los hilos
consolidan en buena posición.
después de alisar los trayectos con una pinza de
Hay que insistir de nuevo en el hecho de que el
hallazgo intraoperatorio de un ensanchamiento radio- campo. Tras anudar directamente los hilos, con un
gráfico de la sindesmosis refleja la presencia de un cabo que se ha dejado largo se rodea el extremo de
conflicto astragaloperoneo distal secundario a un vicio la aguja (curvado en U y enterrado de forma tran-
de reducción del peroné. Este hallazgo justifica una sósea) antes de anudarlo con el otro;
reintervención de la reducción del foco peroneo, en C o, más simplemente, con anclajes intratibiales.
lugar de una implantación de un tornillo de sindesmo- Esta reparación, que restituye la anatomía de la
desis, que no hace más que acentuar el conflicto sindesmosis, no justifica ningún procedimiento comple-
(Fig. 12). mentario de sindesmodesis.

14 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar ¶ E – 44-877

Fracturas en pacientes muy ancianos


La osteosíntesis, a pesar de un contexto de gran
fragilidad ósea y de un estado cutáneo a menudo
aleatorio, debe realizarse de forma sistemática para
evitar cualquier contención compresiva y mal tolerada:
• se deben evitar las osteosíntesis con placa y cambiar
enseguida de método cuando la calidad del hueso sea
incompatible con el anclaje correcto del tornillo;
• hay que dar prioridad a las osteosíntesis directas Figura 28. Potenciación de la inestabilidad de un fragmento
mediante agujas transfocales con sujeción ósea corti- marginal posterior por un hundimiento adyacente. Restauración
cal, completadas si es preciso mediante osteosuturas de la continencia posterior por descenso simple y fijación
y/o un cerclaje con hilos sintéticos que se apoyen en del fragmento.
las agujas;
• asimismo, la utilización del enclavado transplantar
con agujas puede ser totalmente adecuada para esta
situación.
En definitiva, en este contexto, se debe dar prioridad
a la calidad de la sujeción ósea del tornillo (criterio
mayor) sobre la calidad de la reducción.

Fracturas graves
La gravedad puede deberse a cuatro circunstancias:
hundimientos osteocondrales, fracturas abiertas, lesiones
con alteraciones cutáneas cerradas y fracturas atendidas
con retraso.
Figura 29. Fractura abierta. Es necesario un atornillado
Hundimientos osteocondrales maleolar en compresión.
Deben detectarse y evaluarse con atención en térmi-
nos de localización, de superficie y de acción patógena.
Hundimientos de gran tamaño. Estos hundimientos Una vez comenzada la antibioticoterapia parenteral
deben elevarse y estabilizarse mediante un pequeño en el quirófano, la piel se limpia de forma cuidadosa, se
injerto corticoesponjoso extraído in situ [11, 14]. Esto es rasura el campo quirúrgico y se desinfectan los bordes
fundamental en caso de fractura subligamentaria, donde de la herida.
el hundimiento puede ser considerable. La reducción del
Después de colocar el campo quirúrgico, se lava la
hundimiento consta de las siguientes fases:
cavidad articular de forma cuidadosa, se extraen los
• exposición de la franja esponjosa periférica por posibles cuerpos extraños y se descontamina:
movilización del fragmento maleolar medial (en caso • hay que evitar el uso de cualquier sustancia (deriva-
de fractura subligamentaria) o del fragmento peroneo dos yodados o clorados) citotóxica para el cartílago y
distal (en caso de hundimiento lateral) o de la preferir la acción mecánica del suero fisiológico tibio;
fractura-luxación (en las fracturas del tubérculo tibial • el uso de instrumentos de proyección de líquidos a
anterior o del margen posterior); presión debe hacerse con cuidado, porque el uso de
• localización del sitio de aplastamiento esponjoso, que presiones demasiado elevadas puede ser perjudicial
se sitúa 5-7 mm por encima del plano condral y que para la vitalidad celular y el riesgo de diseminación
corresponde a la zona donde debe efectuarse la microbiana.
elevación; La apertura se realiza siempre a nivel anteromedial,
• introducción delicada, a este nivel, de un osteotomo en el vértice de la curvatura provocada por el desplaza-
fino, que se empuja hasta el plano de unión con el miento posterolateral instantáneo del pie. En la mayoría
cartílago sano; de las ocasiones es de tamaño considerable en una zona
• realización de la maniobra de reducción, con pruden- de despegamientos tisulares amplios, con bordes contu-
cia y ejerciendo un mecanismo de palanca; sos. Todas las zonas de vitalidad dudosa deben extir-
• control visual de la reparación tomando como refe- parse, sin temor de crear una pérdida de sustancia
rencia la curva del astrágalo subyacente (con la cutánea.
condición de que el centrado astragalino sea perfecto) La herida cutánea se amplía, si es preciso, según las
y la anatomía general de la superficie condral; reglas básicas de la cirugía plástica (sin perder de vista
• estabilización de la reducción por impactación en el que se localiza en una zona de amplios despegamientos
defecto producido por la maniobra de reducción de que pueden haber lesionado las vías perforantes). Se
un pequeño injerto corticoesponjoso. utiliza para completar la descontaminación articular y
Pequeños hundimientos. Los pequeños hundimien- realizar la osteosíntesis maleolar interna después de
tos deben respetarse. reintegrar la epífisis.
Sin embargo, los hundimientos situados sobre el El foco maleolar medial siempre es simple, de modo
sector adyacente a un fragmento marginal posterior que una osteosíntesis exacta en compresión permite
aumentan la inestabilidad. ocluir la articulación. Debido a que siempre existe un
Cuando la elevación no se puede realizar de forma riesgo de necrosis cutánea, la osteosíntesis debe reali-
anatómica, se debe fijar el fragmento marginal en zarse obligatoriamente con dos tornillos colocados en
posición anatómica para restaurar la cuña posterior a compresión, de cabeza de 6, enterrados en el ligamento
costa de un pequeño escalón carente de consecuen- colateral medial. Está prohibido el uso de cualquier
cias [2] (Fig. 28). montaje mediante obenque metálico que utilice un
material extraóseo (Fig. 29).
Fracturas abiertas
Las características del mecanismo de la lesión tienen
Constituyen una urgencia absoluta y no toleran una consecuencia anatómica y terapéutica fundamen-
ningún retraso. tal. La gran amplitud del desplazamiento del pie en

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 15


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

Fracturas vistas de forma diferida y con flictenas


cutáneas abiertas, sobreinfectadas
La indicación de un fijador externo (combinado o no
con un enclavado transplantar con agujas) debe plan-
tearse de forma transitoria o como osteosíntesis
definitiva.
Hay que recordar que la presencia de flictenas sim-
ples, aunque sean extensas, no supone una contraindi-
cación quirúrgica cuando no están perforadas ni
sobreinfectadas. En esta fase, estas últimas se puncionan
y se descontaminan en el quirófano durante la etapa de
preparación. En tal caso, la osteosíntesis es especial-
Figura 30. Fractura abierta. Separación de la zona de abertura mente urgente.
respecto al foco, tras la reducción. Este cuadro puede asemejarse a las fracturas que se
producen cuando hay factores cutáneos de riesgo. Puede
tratarse de pacientes con arteriopatías crónicas o derma-
tosis crónicas más o menos infectadas (de tipo úlceras
valgo-retropulsión, causante de la abertura, provoca varicosas, por ejemplo), que requieren procedimientos
una intensa tracción inferior de la piel. Esto explica de fijación poco invasivos, como un enclavado trans-
que, tras reducir la luxación, se observe una separación plantar con agujas y/o fijación externa.
entre la abertura y el foco [2] . Cuando se restaura
la congruencia articular, la herida cutánea está
situada claramente por encima del foco de fractura
(Fig. 30).
■ Postoperatorio
Por tanto, si el foco maleolar se ha reducido de forma El control es común, con independencia del tipo
anatómica y se ha sometido a osteosíntesis mediante un anatómico o del modo de fijación.
material completamente intraóseo, es posible dejar la Después del cierre cuidadoso de las vías de acceso, se
herida abierta en parte; la piel sólo se vuelve a cerrar, realiza un vendaje oclusivo. Con el paciente sometido a
sin tensión alguna, en los sectores más cercanos al foco. relajación anestésica, se confecciona sistemáticamente
La zona se cubre con compresas vaselinadas y experi- una férula posterior de resina después de proteger con
menta una granulación rápida a partir del plano cuidado lo puntos de apoyo. La férula suropédica debe
perióstico. ser lo bastante gruesa (vendajes realizados con dos o tres
No hay que tratar de hacer un cierre a toda costa, vendas de 12,5 cm de ancho) y de longitud adecuada
para no crear una tensión elevada, con el riesgo de (libertad del hueco poplíteo y apoyo sobre los pulpejos
causar una necrosis cutánea y de injerto séptico. de los dedos de los pies, que se mantienen rectos). La
La reparación de las lesiones del borde lateral no posición debe mantenerse (en posición funcional e
presenta ninguna característica especial. incluso en ligero talo; nunca en equino) hasta que se
seque la resina. Durante el despertar, la coloración y la
Fracturas con lesiones cutáneas cerradas recuperación de la sensibilidad pulpar se vigilan con
Es probable que se trate de la situación más grave, periodicidad. Hay que comenzar un tratamiento pre-
porque se debe a un traumatismo directo por aplasta- ventivo mediante heparina de bajo peso molecular
miento. Es indispensable evaluar con detalle la vitalidad (HBPM).
cutánea. A continuación: La vigilancia de las incisiones debe ser muy atenta
• hay que evitar cualquier incisión a través o en la (vitalidad de los bordes, ausencia de inflamación).
proximidad de los sectores de vitalidad dudosa o Cualquier anomalía debe hacer que se plantee la admi-
anómala. No hay que perder de vista que los amplios nistración de un tratamiento antibiótico (tras tomar
despegamientos cutáneos pueden haber destruido muestras locales) e incluso una reintervención quirúr-
cualquier aporte sanguíneo por las vías perforantes y gica con la mínima demora ante la menor duda, sobre
creado sectores cutáneos de riesgo, a pesar de un todo si e observa un sufrimiento cutáneo.
aspecto clínico aparentemente tranquilizador; Después de que se seque la cicatriz, se realiza ense-
• si el estado óseo y cutáneo lo permite, la osteosíntesis guida una bota de resina. Hay que procurar respetar al
interna puede limitarse solamente al borde óseo que posición de función, porque la bota tiene como objetivo
no presente una lesión cutánea con un fijador tibio- la prevención de una actitud viciosa y la cicatrización
pedio complementario. Si se precisa una fase de de las lesiones ligamentarias.
osteosíntesis contralateral puede realizarse de forma Después de 6 semanas, se retira la bota para comenzar
secundaria; la rehabilitación. El uso de una contención antiedema
• en los casos más graves, se debe plantear la indica- es fundamental.
ción de un enclavado transplantar con agujas. Al El apoyo se autoriza entre la 8.a y a 12.a semana, en
contrario de la opinión habitual, la técnica de colo- función de los datos radiológicos y de las lesiones
cación no es sencilla y requiere que se cumplan varias anatómicas iniciales.
condiciones: es indispensable contar con un amplifi-
cador de brillo y que la colocación del paciente sea
adecuada; hay que restaurar la congruencia articular ■ Tratamiento no quirúrgico
y mantener el pie de forma provisional en posición
de función; se deben determinar con el amplificador En la actualidad, el tratamiento no quirúrgico sólo
de brillo los puntos de implantación de las agujas en tiene un papel secundario.
la planta; hay que colocar dos agujas (diámetro 22),
transarticulares en el pie y centromedulares en la Generalidades
tibia, paralelas a los dos planos; el extremo de las
agujas se curva en U y se entierra en la planta; es El tratamiento ortopédico (TO) ha caído en desuso
.
indispensable usar una contención adicional (férula para la mayoría de los equipos. Sin embargo, esta
de resina, que se sustituye en cuanto sea posible por modalidad terapéutica es compatible con unos buenos
una bota). resultados clínicos y anatómicos a largo plazo, a pesar

16 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar ¶ E – 44-877

Figura 32. Tratamiento ortopédico. Centrado astragalino con


prueba de Skinner (concordancia entre la proyección del eje
tibial sobre el astrágalo [perpendicular a la tangente a la cúpula a
partir del punto de cruce con este último] y el centro del
astrágalo [punto medio entre el borde lateral del astrágalo y el
borde posteromedial representado por la línea más lateral de los
dos]).

Figura 31. Tratamiento ortopédico. Protección cutánea y


• la calidad del centrado astragalino se verifica
reducción con un botín de yeso.
mediante radiografías con el yeso colocado:
C por la evaluación de la congruencia articular en la
proyección frontal en tres puntos (ángulo supero-
medial, sectores medio y lateral) y en la lateral;
de los defectos de reducción maleolares, gracias al uso
C por la prueba de Skinner (evaluación de la concor-
de mecanismos para solucionar las distintas imperfec-
dancia entre el eje anatómico tibial distal y el
ciones intrafocales [1]. La aparición de artrosis es tardía,
centro de la cúpula astragalina) [1] (Fig. 32). En caso
poco evolutiva y la tolerancia clínica puede durar varias
décadas [1, 12]. de duda, cualquier imperfección de centrado debe
El objetivo del TO es la restauración y el manteni- hacer que se repita la reducción;
miento de un centrado perfecto del astrágalo hasta la • la contención se completa con un yeso cruropédico,
consolidación y no la reducción exacta de los focos con la rodilla flexionada a 30-40° mediante vendas de
maleolares [12]. resina;
El mantenimiento constante del centrado astragalino • a continuación se debe:
hasta la consolidación es una condición absoluta. Los C controlar la reducción al final de la realización del
desplazamientos secundarios cuando el paciente tiene yeso definitivo;
un yeso, que obligan a realizar una reintervención C seccionar sistemáticamente el yeso en la cara
(ortopédica o quirúrgica), dan lugar siempre a un peor anterior y vigilar la vascularización y la sensibilidad
resultado. La selección de las fracturas con un potencial de los pulpejos;
de estabilidad compatible con estos requerimientos es C comenzar un tratamiento preventivo con HBPM.
fundamental. La vigilancia radiográfica es fundamental. Los contro-
les se realizan a los 2, 8, 15 y 21 días. A las 6 semanas,
Técnica tras un nuevo control, se libera la rodilla y el apoyo se
reanuda a las 8 semanas. La contención se suprime
Las maniobras de reducción del foco se realizan por
como promedio a las 10-12 semanas bajo protección de
acción directa sobre los tejidos blandos, por lo que la
una contención elástica antiedema.
protección cutánea forma parte integrante de la técnica.
Después de proteger el miembro inferior mediante una
malla de tamaño apropiado, se colocan placas de fieltro,
que se fijan con bandas adhesivas sobre los relieves ■ Conclusión
óseos y las zonas de apoyo necesarias para la reducción
(Fig. 31). Una segunda malla completa la cohesión del La osteosíntesis sistemática cuenta con el reconoci-
sistema de protección. miento unánime, porque garantiza los mejores resulta-
La reducción se efectúa sobre un botín de yeso dos anatómicos y clínicos, inmediatos y a largo plazo.
húmedo: Esto sólo es cierto si se cumplen dos circunstancias:
• utilización de vendas de yeso de París de 10 o 15 cm • la osteosíntesis debe ser perfecta desde los puntos de
de ancho, en lugar de vendas de resina, que son vista anatómico y técnico;
totalmente inadecuadas para las exigencias de reduc- • no debe producirse ningún problema cutáneo durante
ción y de modelado; ningún estadio de la evolución.
• colocación de la rodilla a 45° de flexión, en una barra Para satisfacer mejor estas condiciones obligatorias, el
de rodilla (distensión del gastrocnemio); tratamiento debe inscribirse en un esquema terapéutico
• mantenimiento del pie en ligero equino, sobre todo global:
no en talo (riesgo de que se ensanche la pinza); • en el servicio de urgencias, donde la evaluación del
• las maniobras de reducción, que se realizan mediante estado cutáneo y la aplicación de medidas adecuadas
el talón y la palma de ambas manos y que se efectúan de conservación de su vitalidad son una prioridad
en el sentido inverso de los desplazamientos, se absoluta;
mantienen hasta que se seca el yeso. Sin relajar la • en el quirófano, donde la enumeración y el análisis
presión sobre las zonas de apoyo, con la cara palmar precisos de todas las alteraciones osteoarticulares y
de los dedos se efectúan movimientos de alisado del cutáneas permiten adaptar, de forma adecuada a las
yeso sobre los maléolos para perfeccionar el modelado lesiones, la posición, las vías de acceso y las distintas
de estos últimos sobre el astrágalo; etapas de la realización técnica.

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 17


E – 44-877 ¶ Tratamiento de las fracturas de la pinza maleolar

Por último, hay que preguntarse qué papel le queda al [7] Baird RA, Jackson ST. Fracture of the distal part of the fibula
tratamiento ortopédico. Su abandono se explica por los with associated disruption of the deltoid ligament. J Bone
malos resultados de las reintervenciones necesarias ante Joint Surg Am 1987;69:1346-52.
un desplazamiento secundario, pero también por la [8] Park JW, Kim SK, Hong JS, Park JH. Anterior tibiofibular
complejidad de los cuidados. Sin embargo, y a diferen- ligament avulsion fracture in Weber type B lateral malleolar
cia de los errores quirúrgicos, que nunca carecen de fracture. J Trauma 2002;52:655-9.
consecuencias, la buena tolerancia de los callos viciosos [9] Azam F, Biga N, Beccari R. Une forme particulière de fracture
maleolares ortopédicos es una ventaja que no debe de la cheville, la fracture de Cunéo et Picot. Ann Orthop Ouest
pasarse por alto. Esto podría dejar un papel al trata- 2006;38:34-40.
miento ortopédico cuando exista una gran conminución [10] Picot G, Cunéo B. L’intervention sanglante dans les fractures
peronea, poco accesible a la cirugía, con la doble malléolaires. J Chir (Paris) 1923;21:529-42.
condición de que exista una integridad cutánea com- [11] Weber M. Trimalleolar fracture with impaction of postero-
pleta y de la certeza de la perfecta estabilidad del medial tibial plafond: implication for tibio-talar stability. Foot
centrado astragalino hasta la consolidación (fractura Ankle Int 2004;25:716-27.
maleolar medial en el tercio medio, ausencia de frag- [12] Biga N. Arthrose post-traumatique de la cheville. Facteurs
étiologiques et prévisionnels. Bases thérapeutiques des frac-
mento marginal anterior o posterior articular y de
tures du cou-de-pied. In: Conférences d’enseignement.
hundimiento osteocondral).
Cahiers d’enseignement de la SOFCOT n°28. Paris:
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Expansion Scientifique Française; 1987. p. 254-74.
■ Bibliografía [13] Weber BG. Die Verketzungen des oberen Sprunggelenks.
Bern: Verlag Haus Huber; 1972.
[1] Biga N, Richter D. Résultat à long terme du traitement des [14] Caffinière JY. De la, Faroux L, Haas JL. La fracture
fractures de la pince malléolaire.Analyse de 275 dossiers avec séparation-enfoncement postérieure dans les fractures
un recul minimum de 3 ans. Évaluation des facteurs de bimalléolaires. Rev Chir Orthop 1990;76:568-78.
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Paris), Appareil locomoteur, 14-088-A-10, 1997 : 8p. [16] Van den Bekerom M, Haverkamps D, Kloen P. Biomechanical
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888-95. Springer-Verlag; 1982.

N. Biga, Professeur des Universités, consultant des Hôpitaux, ancien chef de département d’orthopédie-traumatologie et chirurgie
plastique (norman.biga@chu-rouen.fr).
Université de Rouen-Hôpitaux de Rouen, Hôpital Charles Nicolle, 1, rue de Germont, 76031 Rouen cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Biga N. Traitement des fractures de la pince malléolaire.
EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Orthopédie-Traumatologie, 44-877, 2010.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias clínico

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