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Los Kariña, descendientes directos de los Caribe, eran un pueblo de aguerridos navegantes,
quienes pusieron resistencia a la conquista europea.
Con la llegada de los españoles el 20 de octubre de 1783, del oidor de Santo Domingo, Don
Luis de Chávez y Mendoza, quien se encargó de todo deslinde de tierras y atribución oficial
de la mismas a las comunidades indígenas, y se constituyó la población de la Gran
Kashaama, en la Mesa de Guanipa en el estado Anzoátegui al sur oriente de Venezuela.
Allí convivieron durante mucho tiempo, desarrollando sus costumbres, bajo la mirada silente
de cada uno de los Dioses que adoraban.
A partir de 1947, cuando se comienzan a firmar contratos con las petroleras, empiezan los
problemas internos de los comuneros, por lo que parte de los mismos se desvinculan de la
Gran Kashaama y fundan nuevas comunidades en tierras cercanas. Así nacen nuevos
pueblos como Tascabaña, Bajohondo, Barbonero, Bajo Mapiricure, Las Potocas, Mare Mare,
entre otras. En la actualidad son tradicionalmente nómadas y viven un proceso de transición
a la vida sedentaria debido al avance de la explotación petrolera, minera y agrícola moderna
sobre su territorio tradicional.
Tipo de vivienda
En el pasado, vivían en chozas comunales; pero en la actualidad viven como los campesinos,
en pequeñas casas de paredes de adobe y techo de palma de moriche o zinc con la ayuda
del apoyo oficial. Cada aldea o comunidad es autónoma y destaca la figura del “dopooto” o
Capitan de la comunidad.
Cultura, Religión y Cosmovisión
En cuanto a su cultura y religión se ha de considerar el mare-mare, que es un baile festivo. El
Akaatompo (día de los muertos) es la festividad más importante de los kariña, y se celebra el
1 y 2 de noviembre. Viven cerca de los rios, los niños son excelentes nadadores, practican
diversos juegos con paraparas, juegan metras y quiminduñas; ellos mismos fabrican los
trompos y zarandas para jugar y también practican competencias de arco y flecha.
El mundo religioso de los kariñas es muy rico y dinámico. Su relación con el universo plantea
cuatro regiones con sus respectivos dueños: kaputano, el dueño del cielo y “abuelos de los
abuelos”; maware, el dueño del cerro; akodumo, el dueño del agua e Ioroska, el dueño de la
tierra. En algunos de ellos se han incorporado elementos de la cultura católica y criolla en
general. Creen también en la religión católica, pero no mayoritariamente.
Economía
Su principal actividad económica es la producción de yuca, ají dulce, maíz y sorgo, además
de la ganadería, la caza y en menor escala, la pesca. Muchos de ellos trabajan también para
las industrias petroleras instaladas en la región. La Artesanía kariña es muy conocida, tales
como el tejido de la palma de moriche y de los juncos que se encuentran en las riberas de los
río que están cercano a la comunidad y con el cual elaboran sus chinchorros y cesterías.
Además, hacen carteras y bolsos para diversos usos. Utilizan también la madera, la cerámica
y las taparas. Estas elaboraciones se distinguen por su sobriedad y frescura que
proporcionan al visitante lo cual constituye un atractivo para el turista convirtiéndose así el
turismo en una fuente de ingreso económico para sus comunidades.
Organización social
Los kariña comparten con otros grupos caribe-hablantes. La estructura social está basada en
la familia extendida, formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas
casadas, más los maridos de éstas y sus respectivos hijos.
Organización política
Las comunidades kariñas están regidas por un Capitan o “dopooto” gobernador que dura tres
años en sus funciones y es electo en una asamblea de personas adultas. Existen también un
consejo indígena kariña (conika) que lucha por los intereses de todas las comunidades a nivel
nacional y por la relación armónica con otros grupos indígenas del país.
Las mujeres indígenas representan la vida, la tierra, la madre naturaleza que da el sustento
para que todos puedan vivir.
Con un reconocimiento intrínseco en la mujer, las indígenas han asumido en muchos casos
las riendas en procesos de autogobierno de sus territorios y gobiernos locales, aunque
también han desarrollado experiencias de participación en instancias nacionales e
internacionales.
El presente trabajo plasma una somera aproximación al papel de las mujeres, sus
tradiciones y costumbres en tres de las etnias con mayor población en el estado Bolívar.