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ANDER-EGG, Ezequiel “TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN SOCIAL”,

Colección Política, Servicios y Trabajo Social,


ed. LUMEN, 24.ª ed., Buenos Aires, 1995.
Cap. 22
LA PREPARACION DEL INFORME

Todo proceso de investigación culmina en la


redacción de un informe… Muchos estudiantes y no pocos
investigadores encuentran que esta tarea no es nada
sencilla. Y tienen bastante razón.
En este libro —por la índole del mismo y del público
destinatario— damos por sentado que los informes que
redactará el lector no serán memorias científicas, sino
trabajos destinados a instituciones, organizaciones, etc.,
que están más preocupadas por una práctica social que por
las investigaciones en sí mismas.
Aquí —en el último capitulo del libro— pretendemos
ofrecer algunas pautas y sugerencias que pueden ayudar a
la redacción de los informes, trabajo a veces tedioso, pero
siempre necesario. los temas a tratar serán los siguientes:
1. La preparación del informe
2. Estructura de los informes
3. El estilo de los informes
4. Uso de referencias.

1. La preparación del informe


Un trabajo de investigación no está concluido «hasta tanto haya sido escrito el
informe. La hipótesis más brillante, el estudio más cuidadosamente preparado y
realizado, los resultados más sorprendentes son de escaso valor a menos que sean
comunicados a otros. Muchos científicos sociales parecen mirar la redacción de un
informe como una minucia molesta que aparece al final del proceso de investigación,
pero que no es en realidad parte inherente a él» (1).
Mediante el proceso de investigación no sólo se pretende obtener datos para
decir algo sobre ellos, sino también para decirlo en forma adecuada a los propósitos
de la investigación, teniendo en cuenta a qué va dirigida. Por ello los trabajos de
investigación se presentan bajo la modalidad de «redacción del informe».
En general se suelen distinguir cuatro tipos de informes, considerando como
criterio de clasificación los destinatarios y fines de la investigación:
* Informes científicos: van destinados a hombres de ciencia,
consecuentemente competentes en el tema que trata la investigación; en
este caso, el lenguaje es riguroso y no hay limitaciones en el uso de
tecnicismos; estos informes pertenecen a la categoría de «memorias
científicas».
* Informes técnicos: destinados a las organizaciones públicas o privadas
que han encargado el estudio o investigación; en este caso, manteniendo el
máximo rigor, se procurará que el informe sea accesible a los destinatarios,
que no siempre dominan toda la «jerga» propia de la sociología,
antropología, psicología social, etcétera.
* Informes de divulgación: se trata de estudios destinados al público en
general; por consiguiente, deben ser escritos en un lenguaje accesible a
una persona de mediana cultura.
* Informes mixtos: suelen estar destinados a una organización, al mismo
tiempo que se dan a conocer al público en general.
Cualesquiera que sean los destinatarios o el tipo de informe redactado, el
objetivo es el mismo: comunicar los resultados de una investigación. El informe
constituye, pues, un documento escrito que tiene el propósito de dar a conocer algo:
presentando hechos y datos obtenidos y elaborados, su análisis e interpretación,
indicando los procedimientos utilizados y llegando a ciertas conclusiones y
recomendaciones.
2. Estructura de los informes
En lo que concierne a la estructura de los informes, ésta tiene una secuencia
lógica que, en términos generales, explica de qué se trata, qué se hizo, cómo se hizo
y cuáles son las conclusiones. Cualquiera que sea la longitud o la índole de los
informes, estos tienen ciertos elementos comunes que constituyen su estructura básica. Una forma
de hacerlo —más o menos universalmente admitida— es la siguiente:
Sección 1. Prólogo
preliminar
2. Contenido o índice general
Cuerpo del 3. Introducción
informe
a. planteamiento del problema
b. significado del problema o historia del proyecto
c. explicitación lo más precisa posible del objeto de
la investigación: qué se hace y para qué se hace
4. Marco teórico referencial
Definiciones de trabajo utilizadas
5. Revisión de la bibliografía relacionada con el tema y
con investigaciones ya realizadas sobre la misma
cuestión o similares
6. Esquema de la investigación:
a. breve referencia al diseño de la investigación
b. descripción de métodos y técnicas utilizadas
7. Presentación, análisis e interpretación de los hechos:
a. los hechos
b. el análisis de los hechos
c. la interpretación de los hechos
8. Resúmenes y conclusiones
a. principales hallazgos; conclusiones que se
deducen de los resultados
b. sugerencias para investigaciones ulteriores, y/o
c. diagnóstico (cuando se trata de una investigación
para realizar un programa de acción social)
9. Bibliografía
Sección de 10.Anexos y apéndices:
referencias
a. gráficas e ilustraciones
b. datos estadísticos
c. material suplementario
Debemos señalar que, como todo esquema o guía, éste debe utilizarse con
flexibilidad.
Sección preliminar
Esta sección constituye, de alguna manera, una especie de presentación
general del trabajo. De ordinario, su inclusión en el informe se debe más bien a
cuestiones formales y convencionales; así, por ejemplo, el índice podría ir al final del
informe y no en esta primera sección. Sin embargo, aun tratándose de un aspecto
formal, una buena presentación influye en quienes hacen uso del informe.
Hay un aspecto de esta primera parte que debe merecer especial atención: el
título. Debe ser conciso, claro, breve (se recomienda que no exceda las 7 palabras).
Se ha dicho que para escoger un buen título hay que preguntarse a uno mismo:
«¿Bajo qué tópicos buscaría en el índice por materias de una revista de compendios,
si quisiera revisar la literatura sobre el tema que trato en mi trabajo?» (2).
Con relación al prólogo o prefacio del informe, hay que decir que también
éste tiene su importancia: debe compendiar el contenido y alcance de la
investigación, de modo que el lector sepa con claridad de qué trata y encuentre una
motivación para leer el trabajo descubriendo de entrada lo esencial de lo que se va a
decir luego. En determinadas circunstancias, cuando sea útil para una mejor
comprensión de los resultados de la investigación, el autor puede manifestar las
razones o motivos por los cuales realizó este estudio.
Por una cuestión de honestidad intelectual y de gratitud, se debe hacer
constar el nombre de todas las personas que, de una u otra manera, han colaborado
en la realización de la obra; estas expresiones de agradecimiento deben ser
sobrias, sencillas y mesuradas.
Por lo que respecta al índice, conviene que sea suficientemente analítico para
que el lector pueda tener una visión de conjunto de las cuestiones tratadas y una
ayuda para encontrar los temas que busca.
Cuerpo del Informe
Se trata del núcleo central en el que se desarrolla el asunto o tema de
investigación. Ha de contener el material recogido, estudiado, analizado y
elaborado, presentado en forma objetiva, lógica, clara y precisa. No hay que agregar
ninguna información que no conduzca al mayor conocimiento de aquello sobre lo
cual se está informando. El material no necesario sólo sirve para crear confusión. En
algunos casos, la información importante y necesaria es demasiado voluminosa y su
inclusión en el cuerpo del informe puede dificultar la comprensión o la continuidad
del tema, especialmente cuando se trata de información estadística o documentos
tales como estatutos, reglamentos, etcétera. En estos casos, el material debe ser
incluido en los anexos o apéndices.
Conforme se indica en el esquema propuesto precedentemente, esta sección
se divide en seis apartados.
Introducción. Tiene por finalidad describir, en términos generales, los
objetivos de la investigación y la finalidad con que se presenta. También se pueden
mencionar los motivos particulares que han llevado a realizar el trabajo y los
principales resultados obtenidos. Hay que tener cuidado de no repetir en la
introducción lo que ya se dijo en el prólogo. En algunos casos, puede excluirse uno
de los dos.
Marco teórico. Ninguna investigación o estudio se realiza desde la
neutralidad de una tabula rasa. Existe siempre un marco teórico desde el cual se
aborda la realidad e ilumina la investigación. Es necesario explicitar ese marco
teórico para saber desde qué parámetros se interroga la realidad.
También conviene incluir una explicitación sobre el alcance con que se utilizan
las principales categorías científicas a emplear en la investigación y, si fuera preciso,
también la explicación de las definiciones operacionales utilizadas. Los términos que
tienen un alcance comúnmente aceptado no necesitan ser definidos.
Revisión de la literatura sobre el tema. En este apartado se hace una
reseña de la literatura publicada sobre el tema y que se considera significativa para
la investigación a realizar. Se trata de resumir las conclusiones más importantes que
se refieren directamente al tema en cuestión. En las ciencias sociales, ha existido y
subsiste la tendencia a comenzar la búsqueda de antecedentes a partir de Platón,
Aristóteles, Herodoto, etc.; no afirmamos que nunca deba hacerse, pero en la
mayoría de los casos es innecesario. El análisis de investigaciones recientes y de
parecida índole puede ser de gran utilidad para realizar comparaciones, avanzar en
una línea de investigación y facilitar la profundización en determinados campos de
investigación.
Esquema de la investigación. En esta sección se hace referencia al diseño
de la investigación y a los procedimientos utilizados para la recolección y análisis de
datos. No se trata de algo accesorio o informativo sino de un apartado de especial
importancia para poder juzgar la validez científica de la investigación en cuanto a los
procedimientos utilizados. En caso de que se trate de un estudio por muestreo hay
que explicar el procedimiento utilizado: ¿cómo se eligió la muestra?, ¿cuál fue la
unidad de muestreo?, ¿cuál es el margen de error?, etcétera,
Presentación y análisis de los resultados. Esta sección representa el
cuerpo principal, y comprende tres partes fundamentales: los hechos, su análisis y
su interpretación, presentándolos en forma de textos, cuadros, gráficos y figuras. La
presentación y análisis de los resultados deben ser completos, comprensibles y
precisos.
Con mucha frecuencia esta parte del informe comprende varios capítulos:
cada uno de ellos habrá de tener, asimismo, las características básicas antes
señaladas (ser completo, comprensible y preciso), de modo que siempre los
resultados estén apoyados en datos y no suposiciones.
Resumen y conclusiones. De ordinario, las conclusiones a que se llega
quedan diseminadas en el texto, de ahí que sea necesario añadir un resumen en una
sección por separado. En este caso, las conclusiones se agruparán por temas,
ordenándolas según su orden de importancia, resumiendo los principales hallazgos,
el significado de los datos obtenidos y las sugerencias para investigaciones
ulteriores. Cuando se ti ata de una investigación de cara a la acción, las
conclusiones se expresan bajo la forma de un diagnóstico.
Diagnóstico. Es el procedimiento por el cual se intenta establecer la
naturaleza, magnitud y jerarquización de las necesidades y problemas esenciales
que afectan al aspecto, sector o situación de la realidad social que es motivo de un
estudio - investigación; también comprende el conocimiento de las diferentes fuerzas
en conflicto y de los factores que actúan de manera favorable, neutra o
desfavorable, para alcanzar los objetivos o la finalidad propuesta. Por último, incluye
la determinación de los recursos disponibles.
Tiene por finalidad servir de base para un hacer (realización de un proyecto o
programa), proporcionando el fundamento a las estrategias, que se han de expresar
en una práctica concreta acorde con las necesidades y aspiraciones manifestadas
por los mismos interesados de manera directa y a través de sus organizaciones o
asociaciones.
Recomendaciones. Cuando se realiza una investigación aplicada, en función
de un programa concreto, es obvio que siempre debe culminar en una serie de
recomendaciones que se agruparán conforme a un listado de propuestos y a un
orden de prioridades. Estas recomendaciones se apoyan en los resultados de la
investigación, pero surgen principalmente de los valores, ideales, opiniones -y
también prejuicios e intereses- del que las propone. Hay un margen de intuición y de
imaginación que trasciende los hechos recogidos y analizados.
Sección de referencias
Con mucha frecuencia, el acopio de material en una investigación es muy
abundante. Para no recargar el texto del informe, se traslada a una sección
separada, destinada a las referencias bibliográficas y a los anexos y apéndices.
Bibliografía. Un trabajo científico «que no lleva citas de literatura consultada
o una bibliografía de obras cuya lectura se recomienda, siempre deja dudas en el
lector. ¿Será qué el autor no conoce la literatura?, ¿será que quiere dar la impresión
de que todo lo que dice es original y nuevo? Raras veces se justifica en un artículo
científico el no citar la literatura pertinente. Aun en los casos de descubrimientos
completamente originales y nuevos, casi siempre ha habido una serie de
antecedentes» (3). En cuanto al modo de realizar las referencias, véase más
adelante el parágrafo pertinente.
Apéndice o anexo. Una investigación puede tener uno o más apéndice o
anexos. En ellos se incluyen los cuadros estadísticos, las fotografías, las notas, los
cuestionarios utilizados, los códigos, etc., además todo aquello que sin ser esencial
para la comprensión del texto, sí resulta útil para apreciar y valorar los resultados de
la investigación o bien para ilustrar el contenido del informe o su posterior desarrollo
para otros investigadores.
Digamos, por último, que los montajes fotográficos que ayudan a la
comprensión de algún hecho o fenómeno pueden incluirse en el cuerpo del informe o
en los anexos.
3. El estilo de los informes
La ciencia requiere la frase corta, la
expresión ajustada, el vocablo preciso… La
claridad y la exactitud exigida a la exposición
científica descansa en gran parte en el
vocabulario técnico El mejor informe será el
que compense justamente la aridez de los
datos técnicos con la finura de la expresión
literaria, sin deformar la verdad.
Prudenci Comes
Los datos recogidos y orgánicamente sistematizados han de ser presentados,
es decir, hay que redactar el informe.
Aunque el estilo no es lo esencial, en última instancia constituye el ropaje con
que se viste el informe. Una buena investigación puede perder mucho de su valor
cuando el informe, a pesar de tener un contenido de interés, se presenta de manera
deficiente. De ahí que se plantee el problema del estilo en la redacción de los
informes. Ahora bien, ¿existe un estilo propio del trabajo científico? En cierta medida
debemos responder afirmativamente; todo informe se redacta utilizando una prosa
acorde con la naturaleza de la materia de que se trata, presentando el material en
forma orgánica e inteligente. No es propio de un trabajo científico utilizar una prosa
abigarrada, barroca o pomposa; esa «maleza» sólo se utiliza para ocultar carencia de
ideas o para presentarse con pretensiones de genio. En general, el lenguaje
recargado en un trabajo científico, se reduce a una «sopa de letras» en la que se
emplean muchas palabras para no decir nada o casi nada. Por el contrario, la
redacción científica ha de guardar en su estilo un cierto ascetismo literario: debe ser
sencilla, directa y precisa. Un trabajo con categoría científica, no está reñido con la
sencillez de expresión.
En cuanto al tipo de lenguaje a emplear, las palabras familiares han de ser
preferibles a aquéllas poco usuales, siempre que la precisión no sufra deterioro.
Igualmente, lo concreto se ha de preferir a lo abstracto, el verbo transitivo al
intransitivo, la frase directa a la circunlocución, lo corto a lo largo y lo sajón a lo
neorromano. En resumen, el objetivo está en hacerse entender evitando la
fraseología hueca, que a veces sólo oculta la pobreza de pensamiento. Wright Milis
recomienda presentar el trabajo en un lenguaje tan sencillo y claro como lo permitan
el tema y nuestras ideas acerca de él. «Pero como podéis haber advertido -dice- en
las ciencias sociales parece prevalecer una prosa ampulosa y palabrera». Supongo
que los que la emplean creen que imitan a la «ciencia física» e ignoran que gran
parte de aquella prosa no es necesaria en absoluto. En efecto, se ha dicho con
autoridad que hay «una crisis grave de la capacidad de escribir», crisis en la que
participan en gran número los investigadores sociales. La mayor parte de la
«jerigonza» carece de relación con la complejidad de la materia o de las ideas. Se
emplea - creo que casi por completo- para sustentar las propias pretensiones
académicas; escribir de ese modo es decirle al lector (estoy seguro que muchas
veces sin saberlo): «Sé algo que es muy difícil que puedas entender si primero no
aprendes mi difícil lenguaje. Entretanto, no serás más que un periodista, un profano
o alguna otra especie de tipo subdesarrollado» (4).
Hay investigadores sociales -y aprendices de investigadores- que quieren
expresar «su nivel» científico recurriendo a un lenguaje esotérico. Lo paradójico o
contradictorio es que, a la vez, se creen poseedores de un pensamiento
revolucionario. Pero he aquí que asumen la solemnidad y el ritualismo de una ciencia
sólo para iniciados. El revestir los análisis sociales con el ropaje de un lenguaje
esotérico se transforma en un modo de discriminación, puesto que este «quehacer»
-que llaman ampulosamente la «práctica teórica»- queda reservado a los
«sacerdotes» y «sacerdotisas» capaces de expresarse en esa forma, que se
transforma en un modo de dominación, en cuanto que el conocer se expresa como
forma de poder. El lenguaje es un medio para comunicar; no puede convertirse en un
instrumento de discriminación.
Para lograr este lenguaje sencillo, directo y preciso, los párrafos deben
asemejarse a los ladrillos con los cuales el informe es edificado; cada uno de ellos
debe concretarse una idea para que resulten homogéneos y se ajusten con facilidad
dentro del informe.
Con el fin de fijar el tema de cada párrafo se ha de usar, en lo posible, una
frase que se refiera a él en sus comienzos, de manera que logre enfocar la atención
y guiarla de una idea a otra y de un párrafo al que le sigue. Hay que «colocar una
cosa después de otra», decía Azorín, proponiendo así una fórmula para adquirir
sencillez en el lenguaje.
Los párrafos cortos, con frases breves y concretas, dividen el tema y
promueven la concentración de los pensamientos, permiten que se entienda punto
por punto lo que se quiere decir. Cada unidad de comunicación -cada período- debe
ser lo suficientemente completo y breve como para retener la atención. Para ello hay
que procurar que el texto sea legible; en esto tiene gran importancia la longitud de
las frases, que deben oscilar entre diez y quince palabras; por excepción, y como
máximo, veinte. Este método de escribir, si se usa con discreción, impone una sana
disciplina y evita las frases que no dicen nada.
Cabe advertir que la claridad y sencillez en la redacción del informe no es lo
mismo que el lenguaje vulgar, insípido y elemental. Una cosa es hacer un análisis
profundo con sencillez y otra muy distinta decir vulgaridades en forma también
sencilla.
Redacción y estructuración del informe
Un buen estilo debe ir acompañado por una presentación orgánica e
inteligente del material; para ello, antes de comenzar a escribir, se ha de trazar un
bosquejo del contenido de las secciones (preliminar, principal y de referencias),
ampliándose luego, sobre esta base, cada una de las partes hasta llegar a los
subtítulos y notas sobre el tema.
En la preparación del cuerpo de un informe hay que elaborar un esquema que
contenga los puntos principales del discurso científico. Estos puntos son como
pivotes sobre los que descansa la línea discursiva, permitiendo la unidad, orden,
progresión y transición en el trabajo de presentación. Con las cuestiones básicas o
fundamentales se constituye el esquema o esqueleto; pero ello no basta: se necesita
una mayor explicitación y desarrollo de cada uno de los puntos. Es por este motivo
que la estructuración inicial de un plan esquema es necesario subdividirla en puntos
o cuestiones secundarias. El desarrollo de estos puntos funciona como «la carne del
esqueleto».
Entre las exigencias que debe cumplir el discurso científico, se suelen señalar
cuatro principales:
* Unidad: todo lo que se diga debe estar relacionado con el tema de estudio
o investigación. Las digresiones inútiles o los detalles superfluos atentan
contra la unidad.
* Orden: las ideas deben desarrollarse de modo que los razonamientos
puedan derivarse unos de otros. Esto supone un hilo del discurso, un orden
lógico que en ningún momento debe perderse.
* Progresión: hay que avanzar por aproximaciones sucesivas de modo que
el conjunto del discurso se desarrolle poco a poco.
* Transición: un informe científico no puede ser un simple amontonamiento
de ideas, análisis, hechos, datos, etcétera. Las transiciones vigorosas
ayudan a reproducir los diferentes aspectos o facetas del análisis.

Un informe que contenga los resultados


de una investigación social (salvo cuando esté
destinado a otros investigadores) debe ser
comprensible para cualquier persona de
mediana cultura.

Hay que trabajar duramente en beneficio de la claridad. Este requisito se


apoya en el más elemental sentido común: si se elabora un informe es para
transmitir unos resultados. Esta comunicación es imposible si no está expresada con
claridad. La presentación será más clara y accesible si los temas se toman uno por
uno y se agotan antes de pasar al siguiente. Para ello hay que tener claridad en las
ideas y claridad en las palabras.
En este sentido, los encabezamientos deben cumplir un doble fin: el de poner
el título o etiqueta en la sección o grupo de párrafos, ayudando a resaltar la
articulación del pensamiento, y el de facilitar la ojeada del trabajo. Para ello se ha de
establecer una estructura de los encabezamientos conforme a determinado orden de
importancia; pueden adoptarse dos maneras principales de estructuración:
I o bien: 1.
A. 1.1.
1. 1.1.1.
a. 1.1.2.
b. 1.1.3.
c. 1.2.
2. 1.2.1.
a. 1.2.1.1.
b. 1.2.1.2.
c. 1.2.1.3
B. 1.2.2.
II 1.3.
2.
Redacción del informe
Prácticamente nadie redacta un informe de primera intención. Teniendo como
guía el esquema o sumario antes mencionado, se escribe un primer borrador, esta
primera versión puede tener un lenguaje un tanto telegráfico. En el texto escrito hay
que dejar espacios para correcciones y, sobre todo, para añadidos y enmiendas.
Cuando hay que intercalar párrafos muy largos, se ha de recurrir a una tarea de
«corte y confección», para ello hay que escribir en otra cuartilla las nuevas ideas o
razonamientos, cortar el texto y añadir lo que se ha escrito en el lugar que procede.
profundizando el análisis de los datos como dando más rigor a las
argumentaciones, o bien agrupando ideas afines y desarrollando equilibradamente
diferentes partes del trabajo.
Probablemente, la redacción definitiva será el fruto de sucesivos reajustes que
exigirán redactar dos, tres, cuatro o más borradores. Unicamente después de haber
trabajado suficientemente los contenidos, se pasa a la redacción final. Aquí hay que
preocuparse más en particular del estilo, de mejorar la expresión literaria.

GUIA PARA LA REVISION DE UN INFORME


1. ¿Queda clara la finalidad del escrito?; ¿cuáles son los puntos para
captarla: el título, la introducción, el sumario?
2. ¿Es adecuado el escrito - informe, trabajo, tesis- para sus futuros
lectores? Es importante distinguir entre lectores principales y secundarios, y
estar seguro de cuáles son sus intereses y sus necesidades. ¿Qué uso harán
de la información?; ¿aceptarán nuestros puntos de vista, nuestras
conclusiones, explícitas o implícitas?; ¿encontrarán adecuadas las
explicaciones?; ¿encontrarán apropiado el lenguaje no técnico?
3. ¿Es eficaz el escrito?; ¿ha logrado su finalidad?; ¿cuál es el problema
que plantea?; ¿es significativo?; ¿se halla bien delimitado?; ¿se reconocen las
implicaciones importantes?
4. Comprensión: ¿Se ha incluido todo lo necesario?; ¿es desorientador el
título?
5. Pertinencia: ¿Se ha eliminado todo lo superfluo?
6. Desarrollo: ¿Se ha desarrollado el tema en un adecuado orden lógico?
(Pueden existir varios órdenes adecuados). ¿Se ha informado al lector del
desarrollo propuesto?
7. Equilibrio: ¿Se ha dado a cada una de las partes la importancia
adecuada?
8. Disposición: ¿Le resulta fácil al lector darse cuenta de la estructura
del escrito?; ¿le resulta fácil volver atrás?; ¿concuerdan los epígrafes y
apartados con la tabla de materias y con él plan anunciado en la
introducción?; ¿ayudan los epígrafes y capítulos a desarrollar la información
incluida bajo los mismos?
9. Introducción: ¿Es una introducción?; ¿expone la estructura y la
finalidad del informe o trabajo?; ¿determina las limitaciones?; ¿señala el
desarrollo propuesto?
10. Sumario: ¿Resume realmente?; ¿es conciso?; ¿adecuado?;
¿informativo?; ¿es independiente del escrito?
11. Conclusión: ¿Es una conclusión?; ¿está expresada de forma clara y
convincente?; ¿plantea de nuevo, en forma rápida, los puntos esenciales del
escrito?; ¿afirma claramente el punto adonde se ha llegado?
12. Apéndices: ¿Son necesarios?; ¿adecuados?; ¿citados en el texto?
13. Diagramas, tablas, figuras y mapas: ¿Comunican cada uno con
claridad su mensaje?; ¿la asociación entre texto e ilustración es lo más clara y
ajustada posible?; ¿contienen las ilustraciones el mínimo necesario de
términos explicativos?; ¿resultan los títulos concretos e informativos? (Son
errores frecuentes títulos y números que no corresponden a las ilustraciones,
ilustraciones no citadas en el texto, referencias a ilustraciones que aparecen
demasiado tarde en el texto para que sirvan de alguna ayuda).
14. Citas: ¿Son apropiadas?; ¿hechas con claridad?
15. Formato y presentación; ¿Son atractivos y agradables a la vista?
16. Signos: ¿Son convencionales o necesarios?; ¿bien elegidos o no?
17. Estilo. Vocabulario. ¿Cómo valoraríamos el escrito?; ¿estilo claro,
objetivo e interesante?; ¿se halla de acuerdo con los modelos aceptados en
cuanto a la estructura?; ¿el vocabulario es demasiado abstracto o sencillo?;
¿demasiado lleno de frases vacías, superfluas?; ¿tienen las frases una
extensión regular y adecuada?
4. Uso de referencias
La redacción de un informe de investigación, de un libro, de un artículo técnico
o de cualquier trabajo de índole científica se apoya en el cúmulo de conocimientos
registrados en otros documentos, que constituyen los medios de comunicación de
tales saberes. El investigador debe saber cómo recurrir a esas fuentes -es lo que se
denomina generalmente «modo de usar las bibliotecas»-, pero debe conocer
también las abreviaturas, símbolos y modos de usar referencias, que, si bien son
convencionales, no por eso dejan de ser aconsejables, precisamente por lo dicho
anteriormente acerca de las comunicaciones de conocimientos.

a. Uso de biblioteca
Cuando se está en la etapa de revisión de la literatura pertinente, es preciso
recurrir al uso de bibliotecas. Aprender su utilización facilita la búsqueda y da un
acceso más rápidos a las fuentes.
Lo primero que se debe conocer es el manejo del fichero, especialmente las
fichas de autor y fichas de materias, como el sistema de clasificación de los libros en
la biblioteca (número de referencia y clasificación). Igualmente, es importante el
manejo de los catálogos de revistas, lo que suele descuidarse en detrimento de una
más amplia información sobre las aportaciones más modernas al tema en estudio.
Hoy, al uso de la biblioteca, debemos agregar el uso de la tele documentación
y de los bancos de datos.

b. Abreviaturas
Con el fin de economizar tiempo y espacio, suelen utilizarse algunas
abreviaturas, siendo las más usadas las que transcribimos a continuación, con
sus respectivos significados.
A. AA. autor, autores
auct. auctorum de autores
a.C. ante Cristum antes de Cristo
a.D. anno Domini en el año de (nuestro) Señor
a.ad. de... a.
add. addenda para agregar
art. o art.º artículo
ap., app. apendix apéndice
aufl. auflage tirada
bol. boletín
bull. bulletin boletín
c. copyright derechos de publicación
ca. circa alrededor de, casi, cerca
cf. confróntese, comparar con
circa c. fecha aproximada
cap. capítulo
doc. documento
ead.pág. eaden pagina en la misma página
ed. edición
edit. editor
e.g. exempli gratia por ejemplo
et. al et alii, et alia y otros, y otras cosas
ex excusum impreso
etc. et cetera y los demás
fasc. fascículo
fol. ff. folio, folios
fig. figs. figura, figuras
ibídem, ibíd. en el mismo lugar, la misma referencia
ídem, id. el mismo, la misma persona
i.e. id est es decir, esto es
imp. impresa, impreso
ilust. ilustrado, con ilustraciones
infra debajo, abajo
I. c., loc. cit. loco citato lugar citado
ms. mss. manuscrito, manuscritos
N. B. nótese bien
N. T. nota de traductor
op. cit. opus citate obra citada
p., pp., pág.,
págs. página, páginas
p.s. post scriptum después de escrito
p- ej. por ejemplo
q. questio cuestión
s.d. sine dato sin dato
s.f. sin fecha
s.l. sine loco sin lugar
s.n. sine nomine sin nombre
soc. sociedad
supl. suplemento
t. tomo
tít. título
trad. traducción
ut infra como abajo
ut supra como arriba
vide. vid. véase
vol., vols volumen, volúmenes

c. Abreviaturas matemáticas
A continuación, transcribimos los símbolos y abreviaturas más utilizados en la matemática.
+ Más º grado
- menos ‘ minuto
= igual ‘’ segundo
± más o menos L logaritmo neperiano o natural
x multiplicado por log. logaritmo decimal o vulgar
÷ dividido por ∑ sumatoria
. por () paréntesis
: entre, es a [] corchete
 de donde { llave
:: como ∆ incremento
< menor que ∫ integral
> mayor que ! factorial
≤ menor o igual f () función de
≥ mayor o igual ∞ infinito
≡ identidad ÷ progresión aritmética
~ semejante ÷÷ progresión geométrico

d. Simbología estadística
No existe acuerdo total y unánime acerca de los símbolos a utilizar en es-
tadística; los que presentamos aquí son los adoptados en nuestro libro y en su
selección hemos procurado emplear aquellos de uso más corriente.
 media
∑ sumatorio
Md mediana
Mo moda
f. o fi frecuencia de las observaciones
número total de casos o notas consideradas, ya sea en una muestra
N o en un universo infinito
d desvío de clase
dm desviación media
 desviación estándar o desviación típica
x desviación típica de x
2 varianza
V coeficiente de variación
x valor central de clases
I índice
r coeficiente de correlación
t t de student
cov
(xy) covarianza de dos variables
p media provisional
i.c.ow intervalo de variación o amplitud del intervalo

e. Abecedario griego

Mayúsculas Minúsculas Denominaciones


  Alpha
  Beta
  Gamma
  Delta
  Epsilon
  Dseda
  Eta
  Zeta
  lota
  Kappa
  Lambda
  Mi o mu
  Ni o nu
  Xi
  Omicron
  Pi
  Rho
  Sigma
  Tau
  Ypsilon
  Phi
  Ji
  Psi
  Omega

f. Las citas bibliográficas


Ya hicimos referencia al uso de la literatura sobre el tema en estudio con el fin
de facilitar y orientar la comprensión del problema; ahora debemos precisar algunas
cuestiones referentes al modo de incorporar ideas o conceptos de trabajos previos y
ajenos en el propio informe. Existen cinco modalidades principales:
 La cita propiamente dicha: consiste en reproducir lo escrito por otro autor,
transcribiendo literalmente sus palabras.
 La paráfrasis: en la que se explica, comenta o interpreta, en forma
ampliada, el texto o pensamiento de un autor.
 La glosa: que consiste en un comentario amplificado con el fin de hacer
accesible un texto oscuro o difícil de comprender.
 El resumen: en el que se expone en forma sintética el pensamiento de un
autor o el contenido de un texto.
 La evaluación: el autor expone su pensamiento expresando su aprobación
o desaprobación respecto de alguna idea expuesta por otra persona o
institución.

g. Referencias bibliográficas
Cuando se cita otro autor u otro trabajo, se debe hacer una indicación
suficientemente exacta para identificar la publicación; es lo que se denomina
generalmente «referencia o cita bibliográfica». En este punto, interesa saber el modo
o forma de anotar las referencias.
Si bien no hay una total uniformidad en cuanto al procedimiento del uso de
referencias, existe una serie de normas generalmente admitidas. Conforme a ellas,
una referencia completa comprende los siguientes elementos:
 autor
 título
 tomo
 mención del traductor
 editor
 lugar de edición
 fecha de edición
 foliación

Autor
Debe citarse indicando primero el apellido (en mayúsculas) y el nombre (en
minúsculas), separado por una coma; puede consignarse solamente la inicial del
nombre:
MARITAIN, Jacques
MARX, Carlos
MOUNIER, Emmanuel
GARAUDY, Roger
Cuando se trata de varios autores, va primero el nombre de quien ha tenido la
mayor responsabilidad en el trabajo (de ordinario esto está expresado en el libro o
publicación), o bien se nombran por orden alfabético cuando todos han tenido
participación semejante. Tratándose de un autor corporativo -una entidad que se
responsabiliza del trabajo-, se indica la oficina de donde emana la publicación,
precedida por el nombre del país:
COLOMBIA, DIRECCION DE ESTADISTICA Y CENSOS
Si la publicación proviene de una sociedad, asociación o instituto, se cita el
nombre de la misma y a continuación la ciudad en la que tiene sede:
SOCIEDAD VENEZOLANA DE SOCIOLOGIA Y ANTROPOLOGIA, CARACAS
En el caso de las organizaciones internacionales, sé indica directamente el
nombre de la asociación por sus siglas:
CEPAL, UNESCO, OMS
En algunos casos se desarrolla todo el nombre, uso que parece ir perdiendo
vigencia:
FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS

Título
El título se transcribe fielmente, tomado de la portada; se escribe en
bastardilla, pero en los informes hechos a máquina se subraya en toda su extensión.
El subtítulo se transcribe si proporciona información importante sobro trabajo:
La Sociología en América latina. Problemas y perspectivas.

Tomo
Cuando haya más de un tomo, se indica en números romanos: t. II, t. IV.

Mención del traductor


Se indica, si lo hubiera, el traductor de la obra y la edición original de que fue
traducido (esta mención suele omitirse en las citas):
Traducción de la 1.ª edición inglesa por Teodoro Ortiz y Manuel Bravo
Cuando además de la traducción se ha hecho una adaptación, ampliación y
puestaal día, se hace esa referencia:
Versión española, adaptación, ampliación y puesta al día por Gonzalo
Gonzalvo Mainar

Editor
La indicación de la editorial sigue al título; si se trata de un libro que 1 tenido
más de una edición, se indica ésta en original arábigo:
Dinámica de grupos, ed. Humanitas, 3ª ed.

Lugar de edición
Se hace constar el lugar (ciudad) de publicación; si se trata de una ciudad que
puede ser confundida con otra o poco conocida, se indica el nombre del estado o
provincia y eventualmente del país:
Santa Rosa (La Pampa), Argentina
Campo Jusepín (Estado Monagas), Venezuela

Fecha de edición
Se hace constar después del lugar de edición:
Buenos Aires, 1965
México, 1967
Si no aparece la fecha, se usa la indicación s/f (sin fecha); para las
publicaciones en varios volúmenes se menciona la fecha de publicación del primero
y del último.
Emecé, Buenos Aires, 1958-1962

Foliación
Menos utilizada que los elementos anteriores, indica el total de páginas del
libro, o las páginas consultadas señalando el número de éstas.
Cuando se citan distintos pasajes de la obra, no siendo conveniente por
razones prácticas indicar todas las páginas de referencia, se emplea la palabra
passim (acá y allá).
Quito, 1967, 125 págs.
Río de Janeiro, 1958, pp. 78-86
Lima, 1963, passim
Resumiendo todo lo dicho precedentemente, en la cita de un libro se
consignan los siguientes datos: Autor // Título; subtítulo. // Traductor. // Edición. //
Lugar de publicación, Editorial, Fecha. // Páginas o volúmenes. Cada barra representa
un espacio.

h. Dónde anotar las referencias y cómo ordenar las citas


En cuanto a los procedimientos para anotar referencias y ordenar citas, las
opiniones están divididas en tres posibilidades:
 referencia en llamada al pie de página
 referencia en llamada al final de capítulo
 referencia en llamada al final de la obra
En el primer caso, se enumeran las citas de cada página y las referencias se
hacen al pie; en los otros dos, se procede a la numeración correlativa dentro de todo
el capítulo o de toda la obra. Cualquiera que sea el caso, se coloca un número entre
paréntesis (2) o bien con una barra 1 4/, al final de cada cita.
Citas repetidas. Cuando en un mismo capítulo se cita un autor más de una
vez, en la referencia bibliográfica se repite el nombre del autor y, en lugar del título y
demás elementos, se escribe op. cit. (obra citada); si la cita corresponde al autor y
libro mencionado inmediatamente antes, se abrevia con ídem, ibíd o ibídem.
Notas. Se utilizan con diferentes propósitos: desarrollar con más amplitud una
idea expuesta circunstancialmente; remitir a otras fuentes que sirven para avalar la
posición del autor, aclarar una idea o concepto, etc., pero siempre como digresión
aclaratorio para no romper la unidad o hilación del texto. Pueden ir al pie de página o
al final del capítulo, pero en una y otra forma deben usarse con discreción. Cuando
se hacen las anotaciones al pie de página, se las separa del texto con una línea
horizontal de cinco centímetros, a partir del margen izquierdo, y a dos espacios por
debajo de la última línea del texto. Para la referencia o llamada es conveniente el uso
de los asteriscos, a fin de no confundirlos con las citas bibliográficas. El cuerpo de
letra de las notas debe ser más pequeño que el texto normal del trabajo o bien se
deja menor t espacio entre líneas cuando no se puede cambiar el tipo de letra. En
este caso, la referencia al pie de página se hace de modo diferente a las referencias
bibliográficas en general, puesto que la cita comienza por el nombre y apellido del
autor y se simplifica el resto de la indicación.

Epílogo

OFRECIMIENTO DE UN TRAJE DE ETIQUETA PARA QUE ANDES CON VAQUEROS


No podemos terminar bruscamente este libro con una explicación de algo tan
formal como el uso de referencias.. Vamos a hacerlo con un pequeño balance de su
contenido, aunque el índice detallado de los temas lo encontrarás inmediatamente
después de este epílogo.
Quizás te extrañe el ofrecimiento con el que se sintetiza lo que ahora tienes
entre manos. Me explicaré... Si tuviera que resumir lo que el libro ha pretendido en
cuanto a contenidos -no en cuanto a finalidad, como lo explicamos en uno de los
prólogos- podría decir que se reduce a presentar, de manera didáctica, una serie de
instrumentos para el análisis empírico-dialéctico de los hechos sociales.
Pero he aquí una cuestión básica que tú debes comprender: los libros sobre
técnicas de investigación -utilizo una metáfora de Bachrach- son trajes de etiqueta;
la investigación o las investigaciones concretas que tú realizarás, serán siempre un
par de pantalones vaqueros.
¿Qué quiero decir con ello? Aquí tienes en este libro -como en todos los otros
de parecida índole- un esquema estructurado, una serie de pasos lógicos, algunos
procedimientos muy afinados... en tu práctica tú te acercarás más o menos a ellos
(que son el traje de etiqueta), pero para andar por la vida usarás vaqueros.
No quiero quitar nada a la necesidad del máximo rigor metodológico, pero
conozco como pocos qué es lo que hace en este campo la gente que tiene
preocupaciones prácticas. No hay que quedarse en «lo que se hace», pero no hay
que pretender que todos anden con traje de etiqueta en su quehacer metodológico.
Preocúpate por mejorar permanentemente los métodos y técnicas de
investigación que utilizas, preocúpate mucho más por los problemas sociales y más
aún todavía por la gente concreta... Este libro puede proporcionarte algunas
indicaciones, pero no puede suplantarte en lo que tú debes aportar creativa y
amorosamente para el conocimiento y transformación de la realidad.
Usa de métodos y de técnicas, pero no caigas en el fetichismo metodológico
éste paraliza y obnubila la capacidad de «ver» la realidad.
Desde la primera edición de este libro (1960) advertíamos acerca del
fetichismo, metodológico. En ese entonces apenas me asomaba al campo de la
sociología, pero constataba a través del conocimiento personal de las nuevas
generaciones de sociólogos, que había mucho manejo de instrumentos y poco
conocimiento de la realidad. Todos ellos estaban muy bien pertrechados de métodos
y técnicas, al menos de una jerga que daba la impresión de estarlo... Pero la
metodología quedaba transformada en un armazón represor de la imaginación
sociológica y en un instrumento estéril para el conocimiento de la realidad. Muchos
sociólogos me dan la impresión de que los métodos y técnicas de investigación les
sirven para decir cómo hay que conocer la realidad, no para conocerla.

Algunos sociólogos se preocupan tanto


de las cuestiones metodológicas que han
dejado de interesarse por la sociedad. Como
resultado, nada aparece como significativo en
la vida social, ya que en la ciencia como en el
amor una excesiva concentración en las
técnicas, lo más probable es que conduzca a
la impotencia.
Peter Berger

Todo esto lo digo en este epílogo, ya que después de escribir un libro sobre
técnicas de investigación social, no quisiera que mis lectores transformen en
anteojeras lo que sólo son unas gafas para ver mejor. No hay riesgo de fetichismo
metodológico, cuando se comprende este carácter instrumental de los métodos y de
las técnicas de investigación social.
Pasando a otro tema que hace, no al contenido, sino a la finalidad de este
libro, recuerdo lo que dije en el prólogo para su XIX edición: una de mis
preocupaciones centrales es que la ciencia social y las técnicas sociales estén al
servicio del hombre. Fórmula vaga y general, que puede tener diferentes alcances o
reducirse a una frase tópica. Lo que quiero decir es que el hombre se realiza -o no se
realiza- dentro de un determinado contexto económico, social, cultural y político.
Todo lo que amputa o desrealiza al hombre, debe ser eliminado o transformado; todo
lo que lo realiza, debe ser alentado... Las ciencias sociales deben ayudar al
fortalecimiento de ese proceso.
Si este libro sirve un «poquitín» para todo eso, mi esfuerzo está premiado; si el
libro sólo se utiliza para pasar exámenes, habré fracasado rotundamente.
ezequiel ander-egg
Alicante, enero de 1983

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