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Conservación de jardines y zonas verdes

TEMA 6: PRECAUCIONES PARTICULARES EN LA PODA.

1. Introducción.

2. Precauciones que deben tener los operarios antes de podar.

2.1. Antes de subir al árbol se debe.

2.2. Al subir al árbol con escalera se debe.

2.3. Trabajando con plataformas se debe.

2.4. El personal auxiliar debe.

2.5. Los podadores deben procurar.

3. Precauciones que se han de tener podando:

3.1. Corte de ramas de gran diámetro (>25 cms).

3.2. Orientación de la caída de una rama.

3.3. Corte de una rama por trozos sucesivos.

3.4. Apeo de ramas

4. Precauciones posteriores a la poda:

4.1. Tratamiento de las heridas.

4.2. Cirujía arbórea.

4.3. La pintura de las heridas.

4.4. Supresión de los focos de podredumbre.

4.5. Arranque de ramas.

5. Fichas de Equipos de protección individual (EPIS).

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1. INTRODUCCIÓN.

Desde el punto de vista de seguridad, los árboles pueden presentar diferentes tipos de riegos, los

riegos que pueden causar pueden ser peligros derivados de la propia actividad de poda, donde los operarios

y personas que se encuentren en las cercanías pueden sufrir un accidente (el operario se ve expuesto

cuando trabaja a caídas, a distinto nivel, cortes o golpes o si la zona no está bien acotada puede causar

daños a viandantes), riesgos debidos al mal estado del propio árbol (ramas podridas o copa mal equilibrada

que pueden causar caídas inesperadas pudiendo dañar a personas o bienes) y por último en la propia labor

de poda, el árbol se puede ver muy afectado en su salud si no se ejecuta de forma ordenada y meticulosa la

ejecución de ciertos cortes importantes.

2. SEGURIDAD PARA LOS OPERARIOS.

Es importante destacar que la labor de poda debe ser realizada como mínimo por dos personas, una

que pode y otra que desde el suelo asegure la zona, limpie la misma, asista al podador o realice el rescate

en caso necesario.

Para realizar estas operaciones es necesario que los trabajadores dispongan de los Equipos de

Protección Individual (EPIS) que se indican el las fichas que se dan al final del tema y sigan las

indicaciones de los puntos siguientes, tan solo de esta manera se podrán evitar situaciones desagradables.

2.1. ANTES DE SUBIR AL ÁRBOL SE DEBE:

Valorar el lugar y minimizar los riesgos:

1. Hacer una inspección del árbol en busca de pudriciones y defectos en raíces, tronco y copa que

nos pudieran indicar que no es seguro subir a él en cuyo caso deberá podarse desde una plataforma.

2. Identificar las dianas: personas y propiedades que pueden ser dañadas durante el proceso de

poda o tala y tomar las medidas de protegerlos.

3. Examinar el árbol en busca de tendidos eléctricos que pasen por su copa o próximos a él, en caso

de que se vayan a cortar grandes ramas, estas pueden tocar, en su caída líneas eléctricas cercanas. La

electrocución puede ocurrir incluso sin contacto. Antes de podar la compañía eléctrica deberá cortar la

corriente.

4. Llevar un móvil con los teléfonos de emergencia pregrabados y un botiquín completo. Conocer la

localización del hospital más cercano y los accesos al lugar de trabajo. Tener preparada una mochila con el

equipo de rescate.

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5. Vallar y señalizar visiblemente toda la zona de trabajo cerrando todos los accesos al público y al

personal sin casco de protección, para evitar posibles accidentes por caída de objetos.

6. Revisar todo el equipo diariamente: supervisar la cuerda en busca de cortes, roturas, y los

mosquetones que cierren automáticamente.

2.2. AL SUBIR AL ÁRBOL CON ESCALERA SE DEBE:

1. Las escaleras de mano simples se colocarán, en la medida de lo posible, formando un ángulo

aproximado de 75 grados con la horizontal, sin que apoye en ningún punto intermedio Cuando se utilicen

para acceder a lugares elevados sus largueros deberán prolongarse al menos 1 metro por encima de ésta.

2. Apoyar firmemente la base de la escalera en el suelo (asegurada por otra persona) y el extremo

en el árbol.

3. Atarse al árbol con cuerda o eslinga antes de acceder a la copa y luego retirar la escalera.

4. Para trabajar desde la escalera, deben atarse tanto el podador como el final de la escalera al

árbol y evitar que la leña cortada golpee a la escalera o al podador.

5. Comprobar que la escalera está en buen uso, tiene antideslizantes y los seguros en todos los

tramos.

6. Si la altura es superior a 3,5 metros es obligatorio llevar arnés.

2.3. TRABAJANDO CON PLATAFORMAS SE DEBE:

1. Estar atado a la cesta en todo momento con un arnés y eslinga para evitar que cualquier

movimiento del brazo te proyecte fuera de la cesta.

2. Llevar equipo (casco, arnés...) de seguridad.

3. Usar ropa anticorte, cascos y pantalla al cortar motosierra.

4. Estar perfectamente entrenado en su manejo.

5. Evitar el apeo de ramas pesadas desde la cesta para no superar en ningún momento la carga

segura de trabajo (no se debe atar ramas a la cesta).

6. No usar la plataforma en terreno cuya pendiente haga funcionar el chivato de horizontalidad.

7. Bajar y plegar el brazo de la plataforma antes de moverla de lugar.

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2.4. EL PERSONAL AUXILIAR DEBE:

1. Evitar la entrada de público al recinto acotado.

2. Mantener libres de obstáculos las cuerdas de los podadores y con los extremos rematados con

nudos.

3. Sujetar la cuerda de apeo cuando lo indique el podador pero sin anudársela en las manos o

cintura.

4. Mantener buena comunicación, sobretodo visual con los podadores para asistirles con

herramientas u opiniones.

5. Avisar claramente antes de situarse bajo los árboles en los que se esté trabajando.

6. No dejar solos a los podadores sin asistencia en tierra bajo ninguna circunstancia.

7. Conocer una serie de señales visuales para poder mandar mensajes básicos al podador.

8. Saber realizar un rescate aéreo a un accidentado en caso de emergencia, salvo en accidente de

electrocución del podador, en cuyo caso debe abstenerse de acudir en su auxilio.

2.5. LOS PODADORES DEBEN PROCURAR:

1. Elegir un punto de anclaje para su cuerda de trepa sólido, alto y centrado.

2. Mantenerse en todo momento asegurado con cuerda en al menos un punto resistente.

3. Mantener siempre el punto de anclaje de la cuerda por encima del podador para reducir el recorrido de

posibles caídas y la cuerda tirante.

4. Al cambiar el punto de anclaje se debe pasar el peso al nuevo sistema antes de desatar el sistema anterior.

5. Avisar al personal de tierra antes de tirar ramas o tocones que puedan ser peligrosos.

6. Desechar los E.P.I. sin homologar y los que tengan desperfectos o hayan sufrido un fuerte choque.

7. Atarse con la cuerda auxiliar o eslinga antes de cortar con motosierra.

8. Desatar la motosierra del arnés cuando se corten las ramas pesadas que pudieran engancharse en la motosierra

y arrastrar al podador.

9. Descender del árbol a velocidad moderada para evitar el calentamiento de la cuerda.

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3. PRECAUCIONES QUE SE HAN DE TENER PODANDO:

Una vez tomadas las medidas anteriores existen técnicas que facilitarán el trabajo y aumentarán

el rendimiento en calidad y tiempo. Los métodos son los que siguen.

3.1. CORTE DE RAMAS DE GRAN DIÁMETRO (>25 CMS)

Existe un procedimiento de corte a seguir escrupulosamente si queremos evitar daños graves

cuando suprimimos o eliminamos una rama de gran tamaño.

El peso de la rama puede llegar a su rotura, antes de que el corte esté terminado, si realizamos

éste de una sola vez. Puede seguir un arranque de los tejidos del tronco o de la rama, causando daños

considerables.

El corte debe realizarse en varios tiempos, como está descrito en el esquema adjunto.

La distancia entre los planos de corte 1 y 2 varía según el diámetro de las ramas a cortar. Se sitúa

entre 2 y 5 centímetros (mayor cuanto más grande es el diámetro). El corte 1 no debe ser muy profundo

para evitar cualquier encajonamiento del serrucho por el peso de la rama.

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Con el precorte se evita que la rama bascule y golpee la escalera.

4. ORIENTACIÓN DE LA CAÍDA DE UNA RAMA

La presencia de bienes, redes, techados situados debajo de la rama a cortar, pueden implicar

precauciones particulares.

Es posible orientar en cierta forma la

caída de una rama atándola simplemente y

tirando desde el suelo hacia la zona donde

queremos que caiga, pero realizando una

primera hendidura oblicua, estando orientada

la apertura de la hendidura en la dirección de

la caída deseada la operación se hace con mayor facilidad.

Hay que poner especial cuidado cuando la escalera está apoyada sobre la rama que se apea ya que

esta puede vascular golpeando la escalera como se indica en el dibujo inferior.

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5. CORTE DE UNA RAMA POR TROZOS SUCESIVOS

A menudo es necesario eliminar

una rama por trozos, ya que eliminarla de

un solo corte puede causar desperfectos

a bienes o simplemente el cimbroneo del

árbol puede dejar caer al podador del

árbol. En este proceso, donde el podador

necesita moverse sobre la rama para

cortarla en los diferentes sitios

sucesivos, sólo debe ser realizado por

trepadores cualificados o con la ayuda de una cesta elevadora o escalera.

6. APEO DE RAMAS

La presencia de bienes debajo del árbol puede obligar a bajar la rama o los trozos de rama con la

ayuda de una cuerda.

También este trabajo necesita una cierta experiencia: hay que saber evaluar el peso de la rama,

también hay que apreciar el emplazamiento del centro de gravedad del trozo que vamos a cortar para

evitar un basculamiento intempestivo. Para facilitar esta evaluación, podemos eliminar una parte del

ramaje de la rama.

También tendremos cuidado del calentamiento de las cuerdas por frotación.

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7. TRATAMIENTO DE LAS HERIDAS

La supresión de las fibras que salen en la superficie de la herida y la limpieza e igualado de las

irregularidades del corte, en particular en los bordes, donde se formará el labio cicatrizante, favorecen la

cicatrización.

El cámbium debe de estar en buen estado en el borde del corte, para ser activo y asegurar el

desarrollo del callo. En caso contrario se produce un desprendimiento de la corteza y el labio cicatrizante

puede formarse muy lejos de la herida inicial, debajo de la corteza.

En la práctica se recomienda sobre todo este trabajo para las heridas cuyos bordes hayan sido

arrancados o desgarrados por herramientas de corte.

Unas buenas prácticas de corte, un buen afilado de las herramientas permiten limitar ese tipo de

inconvenientes y por lo tanto las intervenciones que resulten.

7.1. CIRUJÍA ARBÓREA.

Cuando la rama se ha roto antes de que el corte esté totalmente realizado, y si ha habido un

arranque de los tejidos del tronco o de la rama-soporte, o bien cuando vemos que el callo no se ha

desarrollado en ciertos sitios y que la corteza se despega, sería necesario volver a perfilar el borde de la

herida.

Aprovecharemos las campañas de poda para realizar los cuidados necesarios en algunas heridas del

tronco: hay numerosos casos de desprendimiento y de arranque de corteza debido a enganches, golpes de

los coches, de la maquinaria de obra o de segadoras de césped. Si la herida no se cura, la corteza puede

despegarse sobre una gran superficie a consecuencia de un deterioro del cámbium.

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Es necesario retocar los bordes de la herida y volver a perfilarlos concienzudamente para

favorecer el desarrollo del labio cicatrizante, suprimiendo cualquier parte despegada.

Se recomienda retocar los bordes de la herida según líneas circulares para aproximarse a la forma

de una elipse vertical. En todo caso, lo importante es recortar el perfil de la herida para que sus bordes

sean limpios y presenten un cámbium vivo, capaz de desarrollar el labio cicatrizante en todo el perímetro

de la herida.

Hay que evitar dañar la madera cuando realizamos ese trabajo. Su ejecución con la punta de la

espada de la motosierra debe reservarse a los trabajadores especializados. Este sistema se desaconseja

para los árboles de corteza delgada.

7.2. LA PINTURA DE LAS HERIDAS

El árbol está protegido por su corteza de las agresiones del medio ambiente, frío, lluvia, sol y de

los ataques de los parásitos y de los roedores.

Cualquier corte, o cualquier herida en general, constituyen, por lo tanto, una zona de sensibilidad

particular y una puerta abierta a las enfermedades.

Puede ser útil la aplicación de un producto protector susceptible de jugar temporalmente el papel

de la corteza, a la espera de la cicatrización, pero de hecho esta aplicación es discutida por numerosos

especialistas.

En efecto, esta operación debe ser realizada en condiciones correctas, con productos adecuados,

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para evitar efectos más desastrosos que sin ella.

El producto debe aplicarse lo bastante pronto después del corte, para evitar cualquier ataque a la

herida por los microorganismos y su refugio debajo del producto.

Lo ideal es una aplicación inmediata después del corte o justo después de una serie de cortes; el

trabajador se desplaza en el árbol con su material de pintura y ejecuta esta operación a medida que va

cortando o saneando.

Sabernos en particular que ciertas condiciones climáticas: viento, lluvia, niebla, favorecen la

diseminación de las esporas de los hongos y de los microorganismos; de ahí el interés de una cubrición

rápida de la herida.

Uno de los papeles de la pintura es también evitar un desecamiento muy rápido de los bordes de la

herida y la muerte del cámbium responsable de la formación del callo. Hemos podido observar que el

desprendimiento de la corteza se inicia algunas veces sólo media hora después del corte, lo que justifica

aún más una intervención rápida so pena de que no sea eficaz.

Evitaremos siempre los productos utilizados en la conservación de las maderas, tales como la

creosota, que envenenarían al árbol.

Algunas masillas constituyen también un medio favorable a los microorganismos, que se alimentan

de ella. Deben ser eliminadas.

Igualmente evitaremos ciertos productos alquitranados, que terminan por agrietarse con la acción

conjugada de la lluvia y el sol. El agua puede entonces infiltrarse y se evaporará difícilmente; los

microorganismos se introducen por las fisuras y se favorece la podredumbre.

Los productos más interesantes y los más adaptados son los productos elásticos que no se agrietan

y cuyas propiedades se acercan más a las de la corteza; impermeabilidad al agua, permeabilidad al aire.

Pueden, por otra parte, contener sustancias, hormonas, que favorecen el desarrollo del callo.

Desgraciadamente, esos productos no son siempre fungicidas y no impiden el desarrollo de las

esporas de los hongos. Su aplicación, en particular en heridas de fuerte dimensión, debería estar

precedida por la de un producto fungicida.

De hecho, la eficacia real de la pintura nunca ha sido demostrada, ya que habría que renovar

regularmente el tratamiento, lo que es difícilmente realizable.

Podríamos limitarnos a la aplicación de un producto fungicida conteniendo hormonas que favorecen

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el desarrollo del callo.

En todo caso, la buena realización de los cortes y el tratamiento de las heridas son mucho

más importantes para la salud del árbol que la pintura.

Nunca hay que aplicar una masilla sobre las partes podridas de ramas o muñones. La humedad no

podría evacuarse y los microorganismos se quedarían presos debajo de! producto. Nos limitaremos a la

aplicación de un producto fungicida.

7.3. SUPRESIÓN DE LOS FOCOS DE PODREDUMBRE:

Cuando eliminamos ramas muertas o tocones, cuando volvemos sobre cortes antiguos, podemos

vernos obligados a eliminar focos de podredumbre que han podido instalarse en la madera del tronco.

Este trabajo se realiza generalmente con la ayuda de formones y de gubias, de rascadores y de un

mazo de madera. Existen aparatos expresamente adaptables a algunos modelos de motosierra o a porta-

herramientas específicos.

La curación se realiza con un

rascado de los tejidos hasta la

madera sana. Después, ante la

cavidad creada, estamos obligados

muchas veces a colocar un dren

taladrando, para evitar en el futuro

cualquier estancamiento de agua que

podría penetrar en el árbol. Ese dren

no debe nunca superar el fondo de la

cavidad, para poder permitir una

purga total. Por el contrario, saldrá

suficientemente del tronco, a la vista

de su crecimiento posterior.

Cuaando la cavidad no es muy

profunda, podemos evitar la

colocación del dren, perfilando la

apertura exterior y creando una

pendiente para evacuar el agua. Para facilitar la cicatrización, la apertura se alargará en forma de elipse

vertical o en "almendra". El mayor inconveniente con respecto a la solución del dren, es evidentemente la

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creación de una apertura exterior más grande y por lo tanto, mas tardía en cicatrizar. No trataremos

operaciones más importantes de cuidado, llamadas de cirugía arbórea. Estas prácticas están ampliamente

controvertidas en la actualidad, e incluso abandonadas por numerosos prácticos. En efecto, son

operaciones complejas y costosas, de resultado discutible e incluso peligroso, pues pueden conducir a una

destrucción de las barreras naturales ya puestas en práctica por el mismo árbol.

7.4. ARRANQUE DE RAMAS

Cuando se realizan mal los cortes, cuando hay tempestades, el arranque de ramas puede generar

heridas importantes en el tronco.

Aquí también, las fibras arrancadas se eliminarán con formón y con gubia, la herida se perfilará

para obtener una superficie limpia, se formará en elipse vertical o en ''almendra". Los bordes se preparan

después con podadera. Evitaremos cualquier zona de estancamiento del agua.

La sensibilidad de los árboles a la poda

La mayoría de los árboles soportan fácilmente una poda ligera, pero algunos resisten mal las podas

extremadas, el fresno o el abedul por ejemplo. Por el contrario, el plátano, el tilo y otros más desarrollan

rebrotes vigorosos, resisten bien a las podas fuertes y tienen una capacidad abrumadora de cicatrización,

lo que no es tampoco una razón suficiente para terciarlos regularmente.

Algunas especies de madera tierna, tienen una fuerte propensión a la podredumbre interna. En el

castaño o el chopo, ésta se puede extender hacia arriba o hacia abajo, con una velocidad que puede llegar a

1 metro por año.

Castaño, tilo, olmo, plátano, desarrollan rápidamente cavidades importantes. Por el contrario, en

algunas especies de madera dura: encina, nogal, la podredumbre se desarrolla mucho menos rápida.

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