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PROYECTO

FOMENTANDO LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL EN CHILE:


POR UNA CIUDADANÍA MÁS INVOLUCRADA Y PARTICIPATIVA.

DIAGNÓSTICO SOBRE
LA PARTICIPACIÓN
ELECTORAL EN CHILE
Diagnóstico sobre la Participación Electoral en Chile
Proyecto Fomentando la Participación Electoral en Chile

Primera Edición: Octubre 2017


Investigadora Responsable:
Marcela Ríos

Investigadores del Equipo:


Sebastián Madrid y Sofía Sacks

Agradecimiento:
Verónica Cid, Matías Cociña, Reimundo Frei y Juan Jiménez

Diseño y Diagramación:
Max Grum

PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD)


Programa de Gobernabilidad Democrática
Av. Dag Hammarskjöld 3241, Vitacura
Teléfono: (+56 2) 2654 1000
e-mail: registry.cl@undp.org www.pnud.cl

Los contenidos de este informe pueden ser reproducidos


en cualquier medio, citando fuente. Impreso en Chile
CONTENIDO

Introducción................................................................................................................................................................ 05
La participación electoral en Chile.................................................................................................................... 09
La participación electoral a nivel comparado: Chile fuera de la tendencia................................... 09
La participación electoral en Chile: baja constante desde 1990.................................................. 13
¿Por qué las personas están dejando de votar?.................................................................................. 17
Diferencias geográficas en el voto: la participación electoral a nivel territorial en Chile........ 21
Nivel socioeconómico comunal y participación electoral..............................................................30
La participación electoral a nivel individual en Chile........................................................................... 36
Actitudes relacionadas con el voto........................................................................................................ 39
Motivos explícitos para no ir a votar.................................................................................................... 46
Perfiles de votantes y no votantes en Chile....................................................................................... 49
El voto y otras formas de participación política en Chile..............................................................52
Participación electoral y política de los y las jóvenes: presente y futuro............................... 56
Comentarios finales..................................................................................................................................................57

Bibliografía...................................................................................................................................................................61
Anexo 1: Enfoques teóricos................................................................................................................................... 67
Anexo 2: La participación electoral: resultados de estudios nacionales e internacionales........ 71
Resultados de estudios en los niveles territorial e individual............................................................. 71
Anexo 3: Glosario...................................................................................................................................................... 79
4
INTRODUCCIÓN

La participación ciudadana es fundamen- competitivas. Este derecho está consagra-


tal para la democracia. El involucramiento do en la Declaración Universal de Derechos
de la ciudadanía en la vida pública y en el Humanos y es profundizado en el Pacto
control de la actividad de sus autoridades Internacional de Derechos Civiles y Políti-
y representantes es esencial para una de- cos. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
mocracia sólida e inclusiva. Así, el funcio- (ODS) de la Agenda 2030 fueron discutidos
namiento de la democracia requiere nece- y aprobados por más de 190 países, en la
sariamente del ejercicio de derechos, en la Asamblea de las Naciones Unidas, duran-
medida en que estos sustentan tanto los te 2015. Uno de esos objetivos, el 16, hace
mecanismos de representación y compe- referencia precisamente la generación de
tencia por el poder (elecciones) como los sociedades e instituciones más justas, pa-
mecanismos de deliberación y participa- cíficas e inclusivas, que aseguren a todo
ción en la toma de decisiones. nivel procesos de toma de decisión parti-
Una de las formas de participación cipativos y que respondan a las demandas
ciudadana más sustantivas y cruciales de de la ciudadanía.
una democracia representativa es la par- En este contexto, uno de los aspectos
ticipación electoral, pues permite dotar de más relevantes del debate mundial sobre
legitimidad y estabilidad al sistema políti- desarrollo sostenible se refiere a la nece-
co, y a la vez, permite otorgar igualdad de sidad de incorporar a todos los sectores
oportunidades de expresión política. de la sociedad, tanto en los frutos del de-
El derecho universal al sufragio es sarrollo como en la toma de decisiones y
un elemento constitutivo del sistema en la búsqueda de soluciones para abor-
democrático: toda democracia requie- dar los desafíos que enfrenta la humani-
re de la realización de elecciones libres y dad. La consigna “no dejar a nadie atrás”

5
es un elemento transversal de esta Agen- significativos desde la recuperación de la
da. Además, es un llamado a fortalecer democracia. Por una parte, se han diversi-
los derechos ciudadanos y a garantizar ficado los mecanismos de participación y
la igualdad efectiva, sobre la base de la ampliado algunos incentivos instituciona-
consagración de derechos humanos uni- les para mejorar la representación, pero,
versales. La democracia como régimen de por otra, se ha ido produciendo una cre-
gobierno se sustenta justamente en este ciente distancia entre la ciudadanía y las
principio de igualdad efectiva a la hora de formas tradicionales de participación que
decidir, opinar, participar y ser escuchado. sustentan la democracia representativa.
Es ahí donde radica la importancia de las Esto es en parte producto de las normas
elecciones y la participación electoral de formales que hasta hace poco ordenaban
todos los ciudadanos y ciudadanas, inde- el funcionamiento del sistema político
pendientemente de su sexo, religión, raza, (régimen de gobierno, sistema de inscrip-
origen étnico, edad, nivel socioeconómi- ción electoral, sistema electoral, ley de
co, educación, orientación sexual, identi- partidos, normas de financiamiento, entre
dad de género, situación de discapacidad o otras), de la transformación de la estruc-
ubicación en el territorio. tura social del país, así como de la dificul-
En el caso de Chile, una de las fortalezas tad creciente del sistema de partidos para
que ha caracterizado a la democracia du- representar, entre otros aspectos.
rante las últimas décadas es su apreciable Como muestra la última encuesta Au-
estabilidad institucional y su éxito en do- ditoría a la Democracia (PNUD, 2016), los
tar de gobernabilidad al país. Sin embargo, chilenos y las chilenas participan poco en
el sistema político ha sido menos exitoso organizaciones voluntarias, y quienes sí
en promover el involucramiento y partici- participan lo hacen en organizaciones que
pación de la ciudadanía en la vida pública, no se orientan necesariamente a la pro-
y en asegurar la adecuada representación moción de ideas o intereses, o a generar
de todos los sectores de la sociedad en las influencia en la toma de decisiones a nivel
esferas formales de la democracia. local o nacional. Si se excluye a las orga-
En Chile, la participación de la ciuda- nizaciones religiosas y a las juntas de ve-
danía en los debates públicos, en la toma cinos —que corresponden a un 17% y 14%
de decisiones y en la elección de sus re- de participación, respectivamente—, me-
presentantes ha experimentado cambios nos del 10% de los encuestados participa

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de algún tipo de organización social. Ade- el país, especialmente si se observan las
más, se aprecia un sesgo socioeconómico profundas desigualdades que la cruzan:
persistente en la participación política y el derecho a votar no es ejercido homo-
en el interés por los asuntos públicos: la géneamente por la población, sino que la
‘politización’ esta inequitativamente dis- abstención está fuertemente concentrada
tribuida en la sociedad (PNUD, 2015). en determinadas zonas geográficas, nive-
Si bien hoy los ciudadanos manifies- les socioeconómicos y grupos etarios.
tan estar más informados y preocupados El presente informe presenta un diag-
que hace algunos años por el rumbo del nóstico descriptivo de la situación actual
país (PNUD, 2016), esta preocupación no de la participación electoral en Chile y su
parece estar vinculada a una voluntad por dinámica en las últimas décadas. Junto con
participar en la elección de las autoridades ello, da cuenta de cuántos son los votan-
que toman decisiones en los gobiernos lo- tes, dónde se concentran y cuáles son sus
cales, el Congreso y la Presidencia, donde características sociodemográficas. Se exa-
se discute y decide sobre materias esen- minan también algunas de las principales
ciales de la vida social, económica, política causas que explican la abstención. Se bus-
y cultural del país. ca, por medio de estos datos, contribuir al
De hecho, en Chile la participación de amplio debate que existe hoy en el país en
la ciudadanía en procesos electorales ha torno a este tema. Los principales resulta-
venido disminuyendo sistemáticamente dos se estructuran de tres maneras: com-
desde finales de la década de los noven- parando la situación de Chile con el resto
ta, hasta alcanzar en octubre del 2016 su del mundo, y describiendo la situación a
mínimo histórico desde el retorno a la de- nivel territorial y luego a nivel de los indi-
mocracia. Si bien esta es una tendencia de viduos. Considerando que el debate acadé-
largo plazo y de carácter estructural, se mico respecto de la participación electoral
ha acentuado desde la reforma al sistema es extenso e incluye distintos enfoques
de inscripción electoral en 2012, cuando teóricos y metodológicos en torno a los
se pasó de inscripción voluntaria y voto resultados, para quienes estén interesados
obligatorio a un sistema con inscripción se incorpora una revisión de estos debates
automática y voto voluntario. En este sen- en un anexo al final del texto.
tido, la abstención electoral constituye un Para este trabajo se utilizaron tres
problema político de gran relevancia para fuentes de información. Primero, bases de

7
datos electorales especialmente construi- nacional, con datos levantados en todas
das por el PNUD a partir de información las regiones del país, en zonas urbanas y
oficial provista por el Servicio Electoral rurales, con márgenes de error del 3% o
(Servel). Segundo, bases de datos de en- menor para niveles de confianza estándar.
cuestas producidas por el PNUD tanto en Todos estos instrumentos, a excepción la
el contexto de su serie Auditoría a la De- segunda encuesta del INJUV, fueron apli-
mocracia como de los Informes de Desa- cados de forma presencial en hogares.
rrollo Humano. Tercero, dos encuestas
del Instituto Nacional de la Juventud: la
última Encuesta Nacional de Juventud
(INJUV, 2017a) y la Encuesta Percepcio-
nes generales sobre política, candidatos
y procesos eleccionarios en jóvenes 18-29
años (INJUV 2017b). Todas las encuestas
son probabilísticas y de representatividad

8
LA PARTICIPACIÓN
ELECTORAL EN CHILE

En la literatura especializada se pueden entre la participación electoral y otras for-


distinguir dos tipos de estudios sobre la mas de participación política, y en la par-
participación electoral: aquellos con foco ticipación electoral de los jóvenes.
en lo territorial, basados principalmente
en datos administrativos, y aquellos con
foco en el nivel individual, basados ma- LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL
yormente en datos de encuestas. Siguien- A NIVEL COMPARADO: CHILE FUERA
do esta tendencia, los datos territoriales DE LA TENDENCIA
e individuales se analizaron con miras a
elaborar un diagnóstico de la situación ac- La participación electoral es fundamental
tual de la participación electoral en Chile. para el funcionamiento democrático, pues
En la primera sección, donde se presen- permite dotar de legitimidad y estabilidad
tan los resultados a nivel comparado, se al sistema político. Sin embargo, no existe
describe la situación de la participación un parámetro fijo (u objetivo) que defi-
electoral en comparación con el contexto na cuánta participación es necesaria para
internacional. En la segunda sección, por asegurar dicho funcionamiento, ni cuánta
su parte, se presentan los resultados a ni- abstención puede mermar la legitimidad
vel territorial, analizando las diferencias del sistema. Mientras en algunos países el
geográficas dentro de Chile. Finalmente, voto es entendido como una obligación y
en la tercera sección se examinan los re- un elemento esencial de la vida en comu-
sultados a nivel individual, con énfasis en nidad, en la gran mayoría de los países la
las características, actitudes y opiniones posibilidad de votar se considera un dere-
de las personas, incluyendo los perfiles de cho que las personas pueden ejercer vo-
distintos tipos de votantes; en la relación luntariamente.

9
Gráfico 1: Voto obligatorio 13%
Tipo de
voto en países
con elecciones

Voto voluntario 87%


Nº = 199

Fuente: Elaboración propia en base a IDEA Internacional.


Nota: 12 de los 26 países con voto obligatorio están en América Latina.

Los niveles de participación electoral voluntario, se observa que en la última


varían enormemente en el mundo depen- elección parlamentaria en Colombia votó
diendo de las tradiciones históricas, los el 46%, mientras que en Suecia lo hizo el
incentivos, el grado de politización de las 83%. Algo similar sucede con el voto obli-
sociedades, la solidez del sistema de par- gatorio: mientras en la última elección
tidos, entre otras variables. Si bien el tipo parlamentaria en México votó el 48%, en
de voto (obligatorio o voluntario) tiene Argentina lo hizo el 81%.
un efecto sobre los niveles de participa- A pesar de la relevancia de la partici-
ción electoral, este no es mecánico, sino pación electoral para un sistema demo-
que existen diferencias importantes entre crático, en los últimos 25 años se ha ob-
países con voto voluntario y entre aquellos servado una tendencia a la baja a nivel
con voto obligatorio. No se distingue una mundial (del 65% en 1990 al 61% en el
relación causal automática entre obligato- 2016). Sin embargo, esta situación es hete-
riedad del voto y niveles de participación. rogénea. Mientras en los países de la OECD
Por ejemplo, entre los países con voto la participación electoral en elecciones

10
Figura 1:
OECD Tasa de
64% SUECIA participación
electoral en la
RUSIA
EE.UU R. UNIDO
83% última elección
AFGANISTAN 46%
54% parlamentaria,
61% 31%
COSTA RICA
ITALIA países y promedios
TURQUÍA regionales.
MÉXICO 64% 68% PROMEDIO
MUNDIAL
48% COLOMBIA
MALI 84%
64%
35%
46%
AMÉRICA
BOLIVIA
LATINA
SUDÁFRICA ASUTRALIA
71% 86% ARGENTINA
54% 79%
CHILE 81%
51%
Voto obligatorio
Voto voluntario

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de IDEA Internacional y de Servel para Chile.
Datos a diciembre de 2016.

parlamentarias ha bajado 11%, en América observados es la obligatoriedad del voto: en


Latina se aprecia una tendencia al alza del algunos casos la participación electoral au-
8% (Gráfico 2). En contra de la tendencia al mentó (México y Bélgica, ambos con voto
alza observada en la región, Chile presenta obligatorio), mientras que en otros países
una de las mayores bajas en la participa- los niveles de votación se han mantenido
ción electoral en el mundo (36%), solo su- estables (Suecia, Dinamarca, ambos con
perada por Madagascar (38%) (Gráfico 3). voto voluntario) y en otros ha habido im-
En el grupo de países de la OECD, un ele- portantes disminuciones (República Checa,
mento que tiene incidencia sobre los niveles Chile, ambos con voto voluntario).

11
86,9%
Gráfico 2: 75,2%
70,8%
Porcentaje de 60,3% 63,3%
votos en elecciones 50,9%
parlamentarias con
respecto a población
en edad de votar,
1990 y 2016

America Latina OECD Chile

1990 2016

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de IDEA Internacional, “Voter Turnout Database”, y de Servel
para Chile.

Gráfico 3:

Bolivia
Selección de países

Perú
El salvador
de América Latina
y OECD. Diferencia

Colombia
Países bajos
México

Honduras
entre votos emitidos
R.Checa
España

C. Rica
EE.UU

en relación con la

Brasil
Italia

Chile

población en edad de
votar en la elección 7% 6% 18% 33% 35%
4% 1%
parlamentaria más 7% 7%
cercana a 2016 y la
más cercana a 1990 10% 21%
26%
33%
36%

OECD America Latina

Fuente: Elaboración propia a partir de IDEA Internacional, “Voter Turnout Database”, consultada en octubre
de 2016. Para Chile se utilizaron datos del Servel.
Nota: En el caso de existir más de una Cámara en los países, se consideraron los votos correspondientes a la
Cámara Baja. Se recogieron los datos para 2016 y 1990. En caso de no existir una elección parlamentaria en
aquel año, se acudió a la votación inmediatamente anterior.

12
En América Latina, por el contrario, población en edad de votar, se aprecia que
la obligatoriedad del voto tiene efec- el porcentaje de votantes disminuyó del
tos menos claros sobre la tendencia en 79% en 1992 al 45% en 2012 y al 36% en
la participación electoral. De este modo, 2016. Lo mismo sucede en las elecciones
se observa un aumento en la proporción de diputados, en las que se ha pasado de
de votantes en países con voto obligato- una participación en elecciones del 87%
rio como Bolivia, Perú, Ecuador, Panamá en 1989 al 51% en 2013 (Gráfico 5).1
o México, y en otros con voto volunta- Pese a esta caída sostenida en térmi-
rio, como Guatemala. La participación nos porcentuales, en términos absolutos
se mantiene estable en Uruguay, Brasil el número de votantes se mantuvo rela-
y Argentina, todos con sistemas de voto tivamente estable entre 1989 y 2010, con
obligatorio, y en Venezuela, con voto vo- variaciones dependiendo del tipo de elec-
luntario. Finalmente, se observan dismi- ción.2 La gran disminución en el número
nuciones significativas en Chile (voto vo- de votantes ocurre luego de aprobado el
luntario) y Costa Rica (voto obligatorio) voto voluntario, en las elecciones de al-
(Gráficos 4a y 4b). caldes y concejales de 2012, cuando el
total de votantes pasó de 6.959.012 en la
La participación electoral en Chile: elección de alcaldes de 2008 a 5.790.916
baja constante desde 1990 en la de 2012. En las elecciones de dipu-
tados y presidencial (primera vuelta) de
En Chile, la disminución en la participa- 2013 el número de votos disminuyó res-
ción electoral ha sido sistemática des- pecto de la elección de 2010, pero no tan
de principios de la década de 1990. Por drásticamente como en el caso de las elec-
ejemplo, si se analiza el resultado de elec- ciones municipales. Los resultados de las
ciones municipales tomando como base la últimas elecciones municipales muestran

1 Cabe señalar que el padrón electoral de Chile tiene serios problemas de actualización, ya
que incluye a personas fallecidas, entre otras falencias. Por este motivo, los cálculos pro-
porcionales de participación electoral deben tomarse con cautela en cuanto no se sabe con
exactitud quiénes constituyen realmente el universo total de potenciales votantes.

2 En las elecciones municipales históricamente han votado menos personas que en las
parlamentarias o presidenciales.

13
Gráfico 4a: *Bolivia
Países de América *Perú
Latina, 1990-2016:
*Ecuador
Porcentaje de votos
*Panamá
emitidos en elecciones
parlamentarias en Guatemala
relación al total de la R. Dominicana
población en edad de *El Salvador
votar y diferencia
*México
2016-1990
Colombia

*Paraguay

*Uruguay

Venezuela

*Argentina

*Brasil

Nicaragua

*Honduras

*Costa Rica

Chile

-60,0 -40,0 -20,0 0,0 20,0 40,0 60,0 80,0 100,0

2016-1990 2016 1990

Fuente: Elaboración propia a partir de IDEA Internacional, “Voter Turnout Database”, consultada en octubre
de 2016. Para Chile se utilizaron datos del Servel. * Indica obligatoriedad del voto en la última elección
parlamentaria.
Nota 1: En el caso de existir más de una Cámara en los países, se consideraron los votos correspondientes
a la Cámara Baja. Se utilizan datos para 2016 y 1990. En caso de no existir una elección parlamentaria en
aquellos años, se acudió a la votación inmediatamente anterior.
Nota 2: Dos países cambiaron el tipo de voto en el período estudiado desde voto obligatorio a voto
voluntario: Venezuela y Guatemala.

14
120

Gráfico 4b:
100 Uruguay Participación
Perú electoral en
Costa Rica Bolivia
80 Argentina América Latina.
Nicaragua Brasil Porcentaje de
Panamá
Ecuador
Honduras
participación
60 El Salvador
Paraguay
en elecciones
Chile parlamentarias,
R. Dominicana México
Guatemala
Colombia 1989-2016
40

20

0
1989 2016
( o siguiente elección) ( o elección más reciente)

Fuente: Elaboración propia a partir de IDEA Internacional, “Voter Turnout Database”,


consultada en octubre de 2016. Para Chile se utilizaron datos del Servel.

que la tendencia a la baja se mantiene: en ejercer su derecho a voto. Esta cifra con-
octubre de 2016 la proporción de votantes trasta con el crecimiento de la población en
cayó a su mínimo histórico, situándose edad de votar, que ha ido aumentado sos-
en el 36% en relación con la población en tenidamente en el país (Gráfico 6). Si bien
edad de votar. la tasa de participación electoral disminu-
En la última elección municipal (2016) yó considerablemente entre las elecciones
participaron 4.926.297 personas, es decir, de 2012 y las de 2016, la proporción de vo-
nueve millones de personas decidieron no tos se mantiene constante.3

3 Es necesario recalcar que, históricamente, las elecciones municipales han concertado tasas de
participación más bajas que las elecciones presidenciales y parlamentarias. Los datos del padrón
electoral disponibles para la elección de 2013 no permiten realizar un análisis por edad ni sexo.

15
Gráfico 5: 100% 8.000.000
87 87
Porcentaje y número 90%
79
82 82 7.000.000
de personas 80% 74 72 72 72
6.959.012

que participa en 69 67 6.000.000


70% 62 62 64 64 63
elecciones en 58 58 59 59 59
5.790.916
5.000.000
60%
relación al total de la 51 51 4.907.641
50% 45 45 4.000.000
población en 43

edad de votar 40% 36 36


3.000.000
30%
2.000.000
20%
1.000.000
10%

0% 0
Diputados 1989
Presidencial 1989
Municipales 1992
Diputados 1993
Presidencial 1993
Municipales 1996
Diputados 1997
Presidencial 1999 1a
Presidencial 1999 2a
Municipales 2000
Diputados 2001
Concejales 2004
Alcaldes 2004
Diputados 2005
Presidencial 2005 1a
Presidencial 2005 2a
Concejales 2008
Alcaldes 2008
Diputados 2009
Presidencial 2009 1a
Presidencial 2009 2a
Concejales 2012
Alcaldes 2012
Diputados 2013
Presidencial 2013 1a
Presidencial 2013 2a
Concejales 2016
Alcaldes 2016
Participación (%) Número de votos emitidos

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Ministerio del Interior, INE y Servel.
Nota: Se consideran los votos emitidos en cada elección. La línea punteada representa el cambio de
registro voluntario y voto obligatorio a un sistema de registro automático y voto voluntario.

Hasta la elección municipal de 2008, en casi 17%. Aunque menos pronuncia-


última de este tipo con voto obligatorio, el da, esta tendencia a la baja se mantuvo en
número de personas que votaba se mante- 2016, cuando el número de personas que
nía más o menos estable, con fluctuaciones asistió a votar disminuyó en casi 15%.
de entre +1,26% y -3,06%. Sin embargo, en Esta tendencia a la baja se explica por
la elección municipal de 2012 la cantidad un contexto sociopolítico determinado, del
de personas que asistió a votar disminuyó cual se desprenden distintas causas que se

16
14.000.000 Gráfico 6:
12.000.000 Número de personas
Número de personas

10.000.000
que participa en
elecciones en
8.000.000
relación al total de
6.000.000
la población en edad
4.000.000 de votar y población
2.000.000 de 20 años y más,
0 1992-2016
1992 1996 2000 2004 2008 2012 2016

Año elección

Votos (alcalde) Población 20 y más años

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel y de Celade.


Nota: El gráfico considera las proyecciones de población mayor de 20 años realizadas por el INE, por
lo que se aprecian diferencias con gráficos anteriores, que consideran el padrón electoral elaborado
por el Servel con habitantes de 18 años y más.

pueden relacionar con este fenómeno. En creciente erosión en la percepción de la


la próxima sección se revisan esas causas. ciudadanía acerca de la eficacia de sus
acciones frente al sistema político y las
¿Por qué las personas están autoridades; transformaciones sociales
dejando de votar? y económicas que en los últimos 30 años
han cambiado radicalmente a la sociedad
Existe abundante evidencia que muestra chilena, afectando su relación con la par-
que la tendencia a la baja en la participa- ticipación política; cambios sustantivos en
ción electoral se debe a causas multidi- el mundo juvenil; y falta de una política
mensionales y de larga data. Estas causas sistemática de educación ciudadana en el
se pueden clasificar en seis dimensio- sistema educacional.
nes: diseño político-institucional; debi- A continuación, se describen cada una
litamiento del sistema de representación; de estas dimensiones.

17
Diseño político-institucional Debilitamiento del sistema de
Como se muestra en el informe Audito- representación y rol de los partidos políticos
ría a la democracia (PNUD, 2014), el di- En una democracia representativa los par-
seño institucional ha tendido a debilitar tidos cumplen un rol esencial, en tanto se
la participación electoral. Por ejemplo, el encargan de elaborar los programas de go-
sistema de inscripción electoral no con- bierno y de competir mediante elecciones
tribuía, antes de la última reforma, a in- por la conducción del Estado y la represen-
centivar a los ciudadanos a votar. Quienes tación de la ciudadanía en las instituciones
se inscribían en los registros electorales formales. En Chile, el sistema de partidos ha
estaban obligados a seguir sufragando ido perdiendo la capacidad de intermediar
so pena de recibir multas, mientras que entre la sociedad (los electores) y el Estado.
aquellos que no se inscribían no enfren- Se ha producido un distanciamiento que ha
taban sanciones. Por otra parte, durante derivado en que sectores muy importantes
mucho tiempo el sistema binominal pro- de la ciudadanía no se sienten represen-
dujo una disminución en la competencia tados formalmente, en lo que algunos han
política, tendiendo a sobre-representar identificado como una crisis de representa-
a las dos principales coaliciones políti- ción (Luna, 2016). Por otro lado, los parti-
cas, desincentivando la diferenciación de dos políticos han ido perdiendo capacidad
propuestas políticas, y disminuyendo los de representación y de intermediación de
incentivos para la renovación generacio- los intereses de la ciudadanía frente al cre-
nal, de fuerzas políticas, y la inclusión de ciente poder de los medios de comunicación
mujeres en el Congreso. Evidentemente, y la emergencia de nuevos movimientos so-
este sistema no solo generó problemas de ciales. Por ejemplo, como muestra la última
representación, sino que también afectó encuesta Auditoría a la Democracia, quienes
las disposiciones de las personas a par- no se identifican con ningún partido políti-
ticipar en las elecciones. Lo mismo se co han aumentado del 53% en 2008 a 83%
puede decir respecto de la ausencia en la en 2016, mientras que el 84% evalúa mal o
legislación de mecanismos de democracia muy mal la función de representación de los
directa que incentiven la participación de partidos. No es casual que los partidos polí-
la ciudadanía a través de plebiscitos, con- ticos, junto al Congreso, sean dos de las ins-
sultas, referendos, revocatoria de man- tituciones en las que la ciudadanía menos
datos o iniciativa popular de ley. confía (PNUD, 2016). En este sentido, hay

18
una ruptura en el vínculo entre el sistema la producción industrial y el crecimiento
político y la vida cotidiana de las personas. de sectores de servicios y exportación de
materias primas han ido transformando
Declive en la percepción de la eficacia política no solo la base productiva del país, sino
En este contexto, la percepción de la eficacia también la conformación de los grupos
que tiene la ciudadanía respecto de sus ac- sociales, incluyendo una fuerte expansión
ciones frente al sistema político y las auto- y diversificación de las clases medias. Los
ridades se ha ido erosionando, lo que afecta partidos políticos no han sabido interpre-
su actitud frente a la política institucional. tar los intereses ni las aspiraciones de las
Por ejemplo, según la última encuesta Audi- nuevas clases sociales, lo que ha genera-
toría a la Democracia, el porcentaje de quie- do problemas de representación inéditos
nes piensan que la forma como uno vota no (Barozet y Espinoza, 2016).
influye en lo que pasa en el país aumentó de Asimismo, distintos procesos sociales
manera significativa entre 2012 y 2016, del han derivado en un fenómeno de indivi-
18% al 29%. En el mismo período también duación y una ruptura entre lo individual y
se incrementó la proporción que señala que lo colectivo, a partir de la cual las trayec-
no fue a votar en la última elección porque torias biográficas de las personas y sus fa-
la política no le interesa (del 30% al 40%), y milias son percibidas más como producto
entre 2008 y 2016 disminuyó del 48 al 38 el de un esfuerzo eminentemente individual,
porcentaje de quienes consideran que votar que se despliega al margen de la sociedad
siempre en las elecciones es muy importan- (Araujo y Martuccelli, 2012; PNUD, 2002,
te para ser un buen ciudadano. Esta caída es 2017a, 2017b). Esto último, por ejemplo, se
más marcada entre los menores de 35 años ve más claramente entre las clases medias
y entre quienes viven en zonas urbanas bajas de grandes centros urbanos que, a
(PNUD, 2016). pesar de acceder a algunos de los benefi-
cios del mercado, se sienten desprotegidas
Transformaciones en la estructura social y en una posición socioeconómica marca-
Las transformaciones sociales y económi- da por la inseguridad.
cas de los últimos 30 años han cambiado
radicalmente a la sociedad chilena. La dis- Transformaciones en el mundo juvenil
minución de la pobreza extrema, la aper- Por otra parte, algunas transformaciones
tura de la economía, el debilitamiento de socioculturales de la población juvenil

19
afectan su relación con la participación temas que no se han abordado explícita-
política. Estos cambios se han reflejado mente en el sistema educacional chileno
en un distanciamiento de los y las jóvenes durante los últimos años. En términos
respecto del sistema político tradicional, institucionales, la participación electo-
pero no necesariamente con lo político y ral es uno de los contenidos con menor
lo público en su sentido amplio. Ha emer- presencia en el currículum escolar chi-
gido entre los jóvenes una “nueva po- leno (Corvalán, Coz & Hernández, 2015).
lítica” que se configura en lo cotidiano, En la educación superior, especialmente
ampliando el repertorio de participación en la formación inicial docente, tampoco
e incluyendo formas de participación no se consideran contenidos sobre forma-
convencionales, como las redes sociales ción ciudadana a través de mecanismos
o las manifestaciones públicas (Zarzuri, institucionales (electorales, por ejemplo).
2016). Al mismo tiempo, la población ju- A la vez, la implementación de acciones
venil es cada vez más heterogénea, dado dirigidas a fomentar la participación en
que existe una gran variedad de subcultu- los establecimientos educacionales que-
ras e identidades con intereses y trayec- da a discrecionalidad de los sostenedores
torias diferenciadas. Esta diversificación, (Henríquez & Mardones, 2016). No es de
al igual que en el caso de las clases me- extrañar, entonces, que el conocimien-
dias, complejiza la relación que se puede to cívico de los estudiantes chilenos esté
establecer con el sistema político tradi- por debajo de la media internacional (IEA,
cional y dificulta a los partidos, el Estado 2010), y que sean los estudiantes de fa-
y otros actores elaborar una respuesta. milias de menor nivel socioeconómico y
menos recursos educacionales en el ho-
Falta de educación ciudadana gar quienes presenten menor disposición
con foco en lo institucional hacia la participación política (Castillo
La participación electoral y el conoci- et al., 2014).4 En un contexto de descon-
miento de la institucionalidad política son fianza hacia las instituciones, la falta de

4 Recientemente el Estado comenzó a impulsar algunas iniciativas, como la promulgación de


la Ley 20.911 que crea el Plan de Formación Ciudadana para los Establecimientos Educaciona-
les reconocidos por el Estado, o la reciente elaboración de las nuevas Bases Curriculares que
crean dos asignaturas que abordan esta temática. Sin embargo, ninguna de estas iniciativas
aborda explícitamente los procesos institucionales, como la promoción del voto.

20
información y conocimiento sobre cómo DIFERENCIAS GEOGRÁFICAS EN EL
funciona el sistema político y el papel que VOTO: LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL
en él cumplen representantes e institu- A NIVEL TERRITORIAL EN CHILE
ciones contribuye a profundizar el senti-
miento de ineficacia del voto, lo que im- Territorialmente, Chile es un país de con-
pide reducir el abstencionismo. trastes. Esto también se expresa en el pla-
En síntesis, no existe una explicación no de la participación electoral, pues se
simple o unívoca respecto de por qué en aprecian disparidades tanto entre regiones
Chile han descendido sostenidamente los como entre comunas. Estas diferencias y
niveles de participación electoral. Tam- los patrones que en ellas se observan per-
poco es posible argumentar que una sola miten formular algunas hipótesis, que se
explicación o un grupo definido de cau- exploran en este apartado.
sas explique en todos los casos el aleja- Lamentablemente no es posible reali-
miento de las personas de las urnas. Más zar una comparación sustantiva de los da-
bien, como se verá más adelante, inter- tos de participación electoral por comu-
vienen distintos aspectos que dependen nas y regiones antes y después del cambio
de las condiciones socioeconómicas, de la al sistema de registro (de voluntario a
edad y del sexo. En síntesis, el declive de automático) y votación (de obligatoria a
la participación electoral es un fenómeno voluntaria) en 2009, que modificó de ma-
complejo, de larga data y multidimensio- nera significativa el padrón de ciudadanos
nal. Las dimensiones aquí revisadas en- habilitados para votar. En consecuencia,
tregan un marco interpretativo de las di- en la presente sección se comparan datos
ferencias territoriales e individuales que del Servicio Electoral para las elecciones
existen en Chile en el ámbito de la parti- de 2013 (presidenciales, parlamentarias y
cipación electoral. de consejeros regionales) y para las elec-
ciones municipales de 2012 y 2016 (las
únicas sobre las cuales se puede estable-
cer comparaciones en un contexto de voto
voluntario).
En esta sección se examinan las ca-
racterísticas de los territorios donde la
ciudadanía participa electoralmente en

21
una mayor y menor proporción, como parece haber tenido efecto sobre la tasa
también los principales cambios en par- de participación electoral fue la elección
ticipación electoral para las elecciones senatorial: aquellas regiones que eligie-
municipales. Se comienza analizando la ron senadores registraron un promedio
participación en las elecciones de 2013 y de 49% de votos emitidos en relación con
se prosigue con las elecciones municipa- el padrón, en comparación con el 44% en
les 2012 y 2016.5 aquellas regiones en que la elección de
Para la elección presidencial de 2013 ese año no coincidía con un recambio en
se observa una baja comparativamen- el Senado (Gráfico 7).6
te moderada en la tasa de participación Las diferencias geográficas no se ob-
electoral respecto de la elección presi- servan solo entre regiones, sino también
dencial de 2009, a pesar del cambio de al interior de las mismas. La diferencia
sistema de voto obligatorio a voto volun- más pronunciada dentro de una región
tario implementado entre ambas eleccio- específica se observa en la Región Metro-
nes. En total, la disminución fue cercana politana, de manera que en la comuna de
al 9%, equivalente a 565.125 votos. Sin Vitacura votó el 67% del padrón electoral,
embargo, en dicha elección la partici- mientras que en La Pintana solo lo hizo
pación electoral se distribuyó de forma el 40%. Si bien estas cifras parecieran es-
desigual entre las distintas regiones del tar ligadas al nivel socioeconómico de los
país. Por ejemplo, la participación en la hogares que componen estas comunas,
Región del Maule supera en 1,4 veces a la es necesario especificar que las comunas
de la Región de Tarapacá. Un aspecto que de más altos ingresos de cada región no

5 En esta sección se utilizan tres indicadores. Primero, la tasa de participación electoral,


que corresponde al total de votos emitidos como porcentaje del total de personas habi-
litadas para votar. Segundo, la disminución porcentual de la participación electoral, que
corresponde a la disminución —en puntos porcentuales— de la tasa de participación elec-
toral, comparada con la tasa de participación electoral obtenida en la elección anterior.
Tercero, la tasa de caída de votos, que corresponde a la diferencia entre los votos emitidos
en 2016 y los votos emitidos en 2012, como porcentaje del total de votos emitidos en 2012
(ver Glosario).

6 Ver Anexo 2. Mapa regional de la participación electoral en la elección presidencial 2013.

22
Región de Arica y Parinacota 41% Gráfico 7:
Región de Tarapacá 39% Porcentaje de
votos emitidos
Región de Antofagasta* 42%
en relación con el
Región de Atacama 45%
padrón electoral
Región de Coquimbo* 48% por cada región
Región de Valparaíso 49%
en la elección
presidencial,
Región Metropolitana* 49%
parlamentaria
Región de O’Higgins* 52% y de consejeros
Región de del Maule 54% regionales de 20137
Región del Bío Bío* 52%

Región de la Araucanía 48%

Región de los Ríos* 50%

Región de los Lagos* 46%

Región de Aysén 42%

Región de Magallanes* 41%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.


Nota: * indica elección senatorial en la región.

fueron necesariamente las con más al- 20137registró un ingreso autónomo pro-
tas tasas de participación electoral fuera medio $ 1.229.914 y una participación del
de la capital (Gráfico 8). En la Región de 42%, y una como Tocopilla, con un in-
Antofagasta, por ejemplo, el promedio de greso promedio de solo $  293.260, pero
participación electoral fue del 37%, con prácticamente con la misma proporción
una comuna como Antofagasta, que en de votantes respecto de su padrón (41%).

7 El informe emitido por el Servicio Electoral para el número de votantes que participó en
la elección de 2013 no hace diferencias entre la elección presidencial, parlamentaria o de
consejeros regionales. La base de datos está disponible en www.servel.cl.

23
Colchane 21%
Gráfico 8: I
Pica 48%
Comunas con más II*
Sierra Gorda 24%
San Pedro de Atacama 48%
alto y más bajo Diego de Almagro 37%
III
porcentaje de Tierra Amarilla 51%
Coquimbo 46%
votantes en relación IV*
La Higuera 53%
43%
con el padrón V
Valparaíso
Santo Domingo 66%
electoral, según VI*
Rancagua 50%
Litueche 60%
región. Elección 51%
Linares
VII
presidencial, Pelluhue 62%
Talcahuano 48%
parlamentaria VII*
Treguano 62%
y de consejeros IX
Curacautin 39%
Chochol 58%
regionales de 2013 Chaiten 28%
X*
San Pablo 58%
O’Higgins 29%
XI
Rio Ibañez 49%
Timaukel 16%
XII*
Punta Arenas 42%
La Pintana 40%
XIII*
Vitacura 67%
Panguipulli 44%
XIV*
Corral 53%
General Lagos
XV
Arica 42%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.


Nota: * indica elección senatorial en la región. Por problemas de padrón electoral, se excluyeron las
comunas de Antártica y Ollagüe.

A la inversa, en la Región de la Araucanía, voto obligatorio y la segunda con voto


la comuna con la tasa más alta de parti- voluntario e inscripción automática. La
cipación electoral fue Cholchol, la cuarta comparación se hará, entonces, entre la
más pobre de la región. Volveremos sobre elección municipal de 2012 y la elección
este punto más adelante. municipal de 2016.
Como se señaló, no se pueden compa- En el caso de las elecciones municipa-
rar las elecciones presidenciales de 2009 les, la participación electoral entre 2012
y de 2013, pues la primera se realizó con y 2016 disminuyó en 15%. Esta caída no

24
se distribuye homogéneamente en todo el 2.032.527 personas, en 2016 solo lo hicie-
territorio, sino que afecta más a algunas ron 1.644.137. Es decir, se aprecia una pér-
regiones y comunas que a otras (Gráfico dida de casi el 20% en el número de votos.
9). En particular, la Región Metropolitana Una situación similar se observa en las re-
es la que sufrió la caída más pronuncia- giones las regiones de Coquimbo, de Val-
da, equivalente a un 20%, seguida por las paraíso y de La Araucanía, que han experi-
regiones de Coquimbo (16%), de Valpa- mentado caídas importantes en el número
raíso (15%), Biobío y Araucanía (ambas de votos (correspondientes al 16%, el 15%
con 14%). y el 14%, respectivamente). Sumadas, es-
En términos de votos, la Región Me- tas cuatro regiones dan cuenta de casi el
tropolitana es la que, de forma agregada, 65% de los votos perdidos entre 2012 y
ha tenido la tasa de caída de votos más 2016 a nivel nacional.
alta en los últimos cuatro años: si en las Si nos centramos en las últimas elec-
elecciones municipales de 2012 votaron ciones de alcaldes y concejales del 2016, se

-8 30 Región de Arica y Parinacota Gráfico 9:


-12 31 Región de Tarapacá Porcentaje de votos
-13 29 Región de Antofagasta
emitidos en relación
-4 40 Región de Atacama
con el padrón
-16 34 Región de Coquimbo
-15 39
electoral y porcentaje
Región de Valparaíso
-20 30 Región Metropolitana
de disminución de
-11 35 Región de O’Higgins votos por cada región
-11 44 Región de del Maule entre la elección de
-14 42 Región del Bío Bío 2012 y de 2016, como
-14 43 Región de la Araucanía porcentaje de los
-12 37 Región de los Ríos votos emitidos
-13 39 Región de los Lagos
en 2012
-12 36 Región de Aysén
-2 30 Región de Magallanes

Disminución Participación

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

25
Figura 2:
Tasa de variación
de votos: Región
de Coquimbo.
Vicuña
Diferencia en votos La Serena
emitidos entre la
elección municipal
Coquimbo
de 2016 y la elección
municipal de 2012
Paihuano
como porcentaje de
los votos emitidos
en 2012.

-40% a - 30 %
-30% a - 20 %
Canela
-20% a - 10 %
-10% a -0 %

0% a 10 %
10% a 20 %

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

puede observar que dentro de cada una de de participación más bajas que las demás
las regiones, la baja en el número de votos y comunas del país. En la mayoría de los ca-
en la tasa de participación electoral tampo- sos estas comunas son, además, capitales
co ha sido homogénea. En general, aquellas regionales. Como se muestra en las Figu-
comunas con mayor concentración pobla- ras 2 y 3, es lo que ocurre en la Región de
cional y de carácter urbano registran tasas Coquimbo y en la Región de La Araucanía,

26
Figura 3:
-40% a - 30 % Tasa de variación de
-30% a - 20 % Curacautín votos: Región de la
-20% a - 10 % Araucanía. Diferencia
-10% a -0 % en votos emitidos entre
la elección municipal
0% a 10 % Lonquimay
de 2016 y la elección
10% a 20 %
municipal de 2012 como
porcentaje de los votos
emitidos en 2012.
Galvarino

Temuco

Padre las casas


Cunco

Tolten

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

donde la disminución en la participación porcentaje de votos emitidos entre 2012 y


electoral ha sido mayor.8 2016 (Gráfico 10). Por ejemplo, en la Re-
Esta situación se reitera al estudiar la gión del Maule, las comunas de Linares,
caída en el número de votos. Las comu- Talca, Cauquenes y Curicó, capitales de
nas urbanas y con altas concentraciones todas las provincias de la región, registran
de población son también aquellas que pérdidas entre el 15% y el 30% de los vo-
han sufrido bajas más pronunciadas en el tos entre la elección de 2012 y 2016. Por el

8 En el Anexo 3 se presentan los mapas para las restantes regiones del país en términos de
la disminución de la participación electoral entre las elecciones municipales 2012 y 2016.

27
contrario, comunas predominantemente altas tasas de población rural, con menos
rurales como Pelluhue, Vichuquén y Hua- de 10.000 habitantes y baja densidad po-
lañé registraron alzas en el número de vo- blacional. Por el contrario, las comunas
tos correspondientes al 8%, el 5% y el 2%, con las tasas de participación más bajas
respectivamente. pertenecen a la Región Metropolitana, con
En general, las comunas con mayor más de 100.000 habitantes, y tienen una
participación electoral en las elecciones densidad poblacional muy alta (más de
municipales del 2016 son aquellas con 1.000 habitantes/km2) (Tabla 1).

Gráfico 10: I Pica 61,6%


Alto Hospicio 28,9%
Comunas con más San Pedro de Atacama 53,1%
II
alto y más bajo Antofagasta 25,4%
Freirina 57,0%
porcentaje de III
Copiapó 34,6%
votantes en relación Paihuano 63,3%
IV
La Serena 25,0%
con el padrón V Papudo 69,3%
Viña del Mar 26,5%
electoral según 72,5%
VI Placilla
región. Elecciones Rancagua 28,1%
Vichuquén 75,6%
municipales de 2016 VII
Talca 32,8%
Treguaco 75,7%
VIII
Talcahuano 26,7%
Los Sauces 64,0%
IX
Temuco 26,6%
Curaco de Vélez 62,9%
X
Puerto Montt 25,8%
Lago Verde 69,4%
XI
Coyhaique 28,7%
Torres del Paine 68,1%
XII
Punta Arenas 27,5%
San Pedro 59,1%
XIII
La Granja 21,2%
Corral 59,1%
XIV
Valdivia 31,3%
Camarones 54,4%
XV
Arica 29,0%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

28
Promedio Tabla 1:
Tasa de Densidad Porcentaje
Ranking Comuna Región participación poblacional de población
Número de de ingreso Comunas con más
habitantes autónomo
electoral* (hab/km2) rural** alto y más bajo
comunal
porcentaje de
1 Treguaco Biobío 75,7% 17 68,37% 5.295 $ 412.270
votantes sobre el
2 Vichuquén Maule 75,6% 12 68,01% 5.127 $ 371.897
padrón electoral
3 Cobquecura Biobío 75,2% 10 63,99% 5.689 $ 327.167

4 Placilla O’Higgins 72,5% 63 78,02% 9.293 $ 530.467

5 Pelluhue Maule 72,1% 21 19,99% 7.678 $ 627.931

6 Paredones O’Higgins 71,5% 11 70,02% 6.389 $ 383.261

7 La Estrella O’Higgins 71,0% 8 42,29% 3.314 $ 406.273

8 Pumanque O’Higgins 70,8% 8 100% 3.469 $ 575.700

9 Ninhue Biobío 70,7% 15 67,58% 5.817 $ 374.877

10 Empedrado Maule 69,9% 8 44,38% 4.477 $ 407.318

336 Quinta Metropolitana 24,7% 9.633 0% 115.592 $ 780.644


Normal

337 San Bernardo Metropolitana 24,1% 1.938 1,57% 300.435 $ 727.163

338 Pudahuel Metropolitana 24,1% 1.196 0% 235.629 $ 823.670

339 Lo Espejo Metropolitana 24,0% 17.164 0% 120.145 $ 552.245

340 San Joaquín Metropolitana 23,6% 10.459 0% 104.588 $ 814.624

341 El Bosque Metropolitana 23,4% 13.897 0% 194.555 $ 654.091

342 Puente Alto Metropolitana 22,7% 7.022 0% 617.914 $ 880.343

343 Santiago Metropolitana 22,3% 16.924 0% 372.330 $ 1.043.383

344 La Pintana Metropolitana 21,3% 6.894 0% 213.702 $ 683.581

345 La Granja Metropolitana 21,2% 14.356 0% 143.558 $ 807.151

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel para participación electoral y del Servicio de
Información Municipal (SINIM) para densidad poblacional y porcentaje de población rural. La información
de Ingreso Autónomo Comunal fue obtenida de la encuesta Casen 2015.
* Porcentaje de votos emitidos en relación con el padrón electoral comunal.
** Estos datos corresponden al porcentaje de población rural estimado por el Servicio de Información
Municipal para 2009.

29
En síntesis, como se observa en los Nivel socioeconómico comunal y
Gráficos 11 y 12, en las elecciones munici- participación electoral
pales de 2016 se registró una importante
heterogeneidad territorial en la partici- Según se consignó en la revisión bibliográ-
pación electoral. La participación en esta fica, una variable clásica en estudios sobre
elección fue menor en las comunas más participación electoral es el ingreso. En el
grandes, que corresponden a grandes cen- caso de las últimas elecciones municipa-
tros urbanos, que en general coinciden les (2016), al considerar todas las comu-
con las capitales regionales. Las personas nas de Chile en un mismo conjunto, y sin
votaron menos en aquellas comunas con contabilizar el efecto de otras variables, el
más de 70 mil habitantes, y con una alta ingreso se relaciona negativamente con la
o muy alta densidad poblacional, es decir, participación electoral; es decir, comunas
con más de 1.000 habitantes por km2 (en con promedios de ingreso autónomo co-
total 90 comunas del país). munal más bajo tendrían porcentajes más

60%
51,3%
50%

40%

Grafico 11: 30,1%


28,4%
30%
Promedio de
participación
electoral según 20%
tamaño de la
comuna, elecciones 10%
municipales 2016
0%
Hasta 70.000 habitantes Entre 70.000 y 150.000 habitantes Más de 150.000 habitantes

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

30
60% Gráfico 12:
52% Promedio
49%
50%
participación
41%
40% electoral según
densidad poblacional,
29%
30% elecciones
municipales de 2016
20%

10%

0%
Baja Media Baja Alta Muy Alta

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

altos de votos sobre el padrón electoral de las comunas de Santiago, donde la ex-
(Gráfico 13). presión de la segregación socioeconómica
Sin embargo, en la Región Metropo- territorial es específica. En Antofagasta,
litana la situación es diferente, ya que por ejemplo, la diferencia entre sectores
el efecto del ingreso es el opuesto al del de altos y bajos ingresos deriva en una se-
resto del país. Esto ocurre porque solo en paración de barrios al interior de la mis-
esta región algunos ingresos comunales ma comuna, mientras que en Santiago esa
superan los $  2.000.000. Así, es posible misma diferencia se expresa como dife-
aseverar que, en la Región Metropolitana, rencia entre comunas. En otras palabras,
un alto ingreso se relaciona con una alta la diferencia de ingresos es más nítida en
participación electoral. Esta relación no Santiago.
se replica en el resto del país por lo me- De esta manera, mientras el 45% de
nos por dos razones; primero, porque no los habilitados para votar en la comuna de
existe en ninguna otra región una concen- Vitacura ejercieron su derecho a voto en
tración tan segregada de hogares con tan la última elección municipal, en La Gran-
altos ingresos como en la Región Metro- ja o La Pintana solo lo hizo el 21%. Esta
politana, y segundo, debido a la estructura es una fuente de desigualdad política: en

31
Grafico 13: 0,8
Distribución de
participación 0,7
electoral según
promedio de ingreso
0,6
autónomo comunal
(excluye Región
Metropolitana). 0,5
Elección
municipal 2016 0,4

0,3

0,2

0,1

0
$- $500.000,00 $1000.000,00 $1500.000,00

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Servel y Encuesta Casen.

una elección municipal cada comuna ele- y Peñalolén en la Región Metropolitana:


girá a su alcalde, pero en las elecciones si las tasas de participación en ambas co-
parlamentarias dos comunas muy distin- munas son muy dispares, los votantes de
tas pueden estar incluidas en el mismo Peñalolén estarán menos representados,
distrito, por lo que ambas elegirán a los pues la elección de uno u otro candidato
mismos diputados y senadores. Es el caso, dependerá en gran medida de las prefe-
por ejemplo, de las comunas de Vitacura rencias de los votantes de Vitacura.

32
Figura 4:
Conchalí
Tasa de participación
Lo Barnechea
Independencia Huechuraba Vitacura electoral en comunas
Santiago
Providencia del Gran Santiago
Recoleta
Quilicura
Renca

Cerro Navia Las Condes

La Reina
Pudahuel

Peñalolén
Quinta
Normal

Lo Prado

Ñuñoa
Estación
Central Macul

San Joaquín
Maipú
La Florida
Cerrillos 0% a 20 %

20% a 25 %
Pedro Lo Espejo
Aguirre
25% a 30 %
Cerda Puente Alto
30% a 35 %
El Bosque La Granja
La Pintana 35% a 40 %
San Bernardo
San Miguel San Ramón 40% a 45%

La Cisterna 45% a 50%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

33
Gráfico 14: $4.000.000
Lo Barnechea
Distribución de
participación electoral Vitacura $3.500.000
en elecciones
municipales de 2016 Las Condes $3.000.000
en comunas del Gran Providencia

Santiago, según $2.500.000


La Reina
promedio de ingreso
autónomo comunal $2.000.000
Ñuñoa
San Miguel
$1.500.000
Puente Alto Maipú
Macul
Santiago
$1.000.000
Huechuraba
La Granja Cerro Navia

La Pintana Cerrillos $500.000


Lo Espejo

$-
0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% 50%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel para participación electoral, de la encuesta Casen
2015 para ingreso autónomo comunal y del SINIM para población.
Nota: Solo se incluyen las comunas para las cuales la encuesta Casen es representativa y es posible estimar
ingreso autónomo comunal promedio (324 comunas).9 El tamaño de los círculos representa el número de
habitantes de la comuna sobre la base de la estimación del INE para 2016.

Las diferencias9según nivel socioe- sino su variación entre la elección muni-


conómico en el Gran Santiago se repiten cipal de 2012 y la de 2016. En la Figura 5
al analizar no ya la tasa de participación, se aprecia que en las comunas del sector

9 Para más información, se sugiere revisar el documento “Estimaciones de la pobreza por


ingresos y multidimensional en comunas con representatividad”, elaborado por el Mi-
nisterio de Desarrollo Social, disponible en http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.
gob.cl/casen-multidimensional/casen/docs/estimacion_pobreza_ingreso_multidimen-
sional_comunal.pdf.

34
Figura 5:
Tasa de variación
Conchalí
de votos entre
Independencia Vitacura Lo Barnechea
Huechuraba elección municipal
Santiago
Providencia 2012 y 2016, en
Recoleta
Quilicura comunas del Gran
Renca Santiago

Cerro Navia Las Condes

La Reina
Pudahuel

Peñalolén
Quinta
Normal

Lo Prado

Ñuñoa
Estación
Central Macul

San Joaquín
Maipú
La Florida

Cerrillos

Padre Hurtado
Lo Espejo -40% a -30 %
Pedro
Puente Alto -30% a -20 %
Aguirre
Cerda La Granja -20% a -10 %
El Bosque
La Pintana San Ramón -10% a 0 %
San Bernardo
San Miguel 0% a 10 %
Pirque
La Cisterna 10% a 20 %

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

35
oriente como Vitacura o Lo Barnechea, la opinión representativas que permiten aso-
tasa de variación entre estas elecciones ciar intención de voto con características
fluctuó entre 0% (estable) y 20% (aumen- sociodemográficas, actitudinales y de dis-
to). Por el contrario, en comunas del sec- posición práctica. En esta sección se utili-
tor periférico de Santiago como Conchalí, zan ambas fuentes. Se comienza utilizando
Lo Prado, El Bosque o La Granja, esta va- los registros de votantes del Servel para la
riación fue negativa, con caídas de entre el última elección municipal de 2016, y luego
30% y el 40% (disminución). distintas encuestas, todas ellas cara a cara
En síntesis, tanto en las elecciones pre- y de representatividad nacional.
sidenciales (2013) como municipales (2012 Los registros de votantes del Servel
y 2016) existe una gran heterogeneidad permiten desagregar el número de votos
territorial en la participación electoral. De emitidos en las elecciones municipales por
esta manera, la participación electoral en sexo y por edad. Distintos estudios en Chi-
la última elección municipal fue menor en le han mostrado que, desde inicios de la
las comunas donde residen más de 70 mil década de 1990, la edad se relaciona posi-
habitantes, con una alta o muy alta den- tivamente con el voto, es decir, a medida
sidad poblacional. En el caso de la Región que aumenta, también lo hace la propor-
Metropolitana, la baja participación elec- ción de individuos que asiste a las urnas.
toral es más pronunciada en las comunas En la última elección municipal esta curva
de más bajos ingresos. es ascendente hasta alcanzar los 74 años y
que luego de esta edad vuelve a descender
levemente (Gráfico 15).
LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL A Los jóvenes presentan las tasas de
NIVEL INDIVIDUAL EN CHILE participación electoral más bajas de toda
la población, especialmente quienes tie-
Los estudios que indagan sobre la partici- nen entre 18 y 19 años, es decir, quie-
pación electoral a nivel individual se basan nes recién egresaron del sistema esco-
en dos fuentes de información. Las prime- lar (Gráfico 15). Según datos del Servel,
ras son registros de votantes, que por lo en la elección municipal de octubre de
general permiten conocer las diferencias 2016 solo votó el 14% de la población en-
entre quienes votan y quienes no. Las se- tre 18-19 años. Esto representa una dis-
gundas, y las principales, son encuestas de minución del 7% respecto de la elección

36
55% 53%
53% 52% Gráfico 15:
48% Tasa de participación
44%
electoral en elecciones
39%
municipales de
33%
30% 2016 y disminución
29%
25% del porcentaje de
23%
21% participación desde
14% la elección de 2012,
según grupos de edad

-2% -2% -1%


-4% -4%
-7% -8% -8%
-10% -10%
-14% -15% -14% -13%
18-19
Años

Años

25-29
Años

Años

35-39
Años

Años

Años

Años

Años

65-69
Años
20-24

30-34

40-44

45-49

50-54

55-59

60-64
Años

70-74
Años

75-79
Años

80+
Años
Participación Disminución

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

municipal de 2012, y que votaron cuatro En el Gráfico 15 también se observa


veces menos personas que en los grupos que quienes dejaron de votar en una ma-
de edad que más votaron (65-74 años). yor proporción tenían entre 40 y 59 años
De este modo, casi 700 mil jóvenes entre al momento de la elección, es decir, quie-
18 y 19 años decidieron abstenerse en la nes cumplieron la mayoría de edad entre
pasada elección, cifra que se eleva a casi 1975 y 1994. En otras palabras, quienes
3.000.000 si se incluyen aquellos entre 18 más han dejado de participar en eleccio-
y 29 años. A pesar de corresponder a me- nes municipales en un contexto de voto
nos del 25% del padrón, los jóvenes entre voluntario son aquellos que votaron por
18-29 años representan el 34% del total primera vez entre el plebiscito de 1989 y la
de la abstención del país. elección presidencial de 1993.

37
Estos datos contrastan con los corres- todos los grupos de edad la disminución
pondientes a los del grupo de 20-29 años. de la participación electoral es mayor para
Si bien esta generación votó en una baja mujeres que para hombres, aun en aque-
proporción relativa por primera vez para llos tramos de edad en que los hombres
la elección municipal 2012 o antes, no ha votan en una mayor proporción. Este es
dejado de hacerlo mayormente. Así, aunque un fenómeno complejo que se podría re-
este grupo más joven vota mucho menos lacionar, entre otros aspectos, con la baja
que el grupo entre 40 y 45 años, no muestra representación de las mujeres en cargos de
una desafección o abandono del voto como elección popular. Sin embargo, hay que ver
mecanismo de expresión, como ocurre en cómo se comporta esta tendencia en el fu-
los más adultos. Por su parte, quienes tie- turo con la incorporación de cuotas en las
nen 75 o más años, es decir, aquellos que candidaturas al Parlamento. Un hecho cla-
votaron por primera vez para las eleccio- ro es que las mujeres que más han dejado
nes de 1970 o antes muestran una adhesión de votar son aquellas entre 40 y 59 años.
más estable a la participación electoral. Los datos del Servel también muestran
Por otra parte, el sexo también es un que la baja en la participación electoral de
factor determinante en la participación los jóvenes no ha sido homogénea en tér-
electoral (Gráfico 16). Para casi todos los minos socioeconómicos. Los registros de
grupos de edad, las mujeres presentan votantes no permiten conocer el ingreso o
tasas de participación electoral más altas nivel socioeconómico de quienes votaron
que los hombres, a excepción de aquellos en 2016, pero sí la comuna donde lo hicie-
de 70 o más años (correspondiente al 10% ron. Al menos en la Región Metropolitana,
del padrón). La mayor diferencia entre los datos muestran que los jóvenes que vo-
hombres y mujeres se da entre los 40 y los tan en comunas de ingresos más altos par-
44 años, donde los primeros alcanzan una ticipan más electoralmente que sus pares
tasa de participación del 30%, mientras de comunas de ingresos más bajos (Gráfico
que las segundas llegan al 37%. 17). Por ejemplo, si en Vitacura votó el 37%
Sin embargo, si bien las mujeres votan de la población de 18-24 años, en La Gran-
en mayor proporción, son también quie- ja y La Pintana lo hizo el 8%, es decir, la
nes más están dejando de hacerlo: para proporción es casi cinco veces menor.10

10 Se incluyen, como punto de contraste, las capitales regionales.

38
56% 56%
55% 55% 54% 56%
Gráfico 16:
51% 51%
49%
Porcentaje de
46% 46% personas que votó en
42%
41% la elección municipal
37%
36% 35% de 2016 y disminución
32%
30% del porcentaje de
28% 27%
26% 26% participación electoral
23%
21% 22% desde la elección
18%
16% municipal de 2012,
13%
según tramos de
n edad y sex0
ció
pa
rt ici
Pa
0%
n -1% -1%
ció -2%-2% -2%
nu -4% -4% -4%-4%
mi
Dis -8%
-7%
-8% -8% -9% -8%
-7%
-10%-10%
-14% -14% -11%
-13% -12%
-13%
-15% -15% -15%
18-19
Años

Años

25-29
Años

Años

Años

Años

Años
20-24

35-39
Años

Años
30-34

40-44

45-49

50-54

55-59

60-64
Años

65-69
Años

70-74
Años

75-79
Años

80+
Años
Mujeres Hombres

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel.

Actitudes relacionadas con el voto tienen distintos grupos de la ciudadanía


hacia el voto.
Además de la importancia de los facto- La encuesta Auditoría a la Democracia,
res geográficos y territoriales, las carac- realizada en cuatro rondas desde 2008,
terísticas individuales de la ciudadanía realiza dos preguntas relacionadas con el
se relacionan de distinta manera con la voto: una sobre el grado de importancia
participación electoral. Una de estas ca- atribuido a votar siempre en las elecciones
racterísticas individuales es la actitud que para ser un buen ciudadano, y otra sobre la

39
Gráfico 17: 40%
Vitacura
Tasa de participación
electoral en elecciones 35%
municipales 2016 de
Las Condes
jóvenes entre 18 y 24 30%
años, y promedio de
Providencia
Participación electoral

ingreso autónomo 25%


comunal, en comunas Valparaíso
seleccionadas
20% Talca
Maipú Copiapo
Concepción
Peñalolén
Temuco
15% Est. Central La Florida
Conchalí Iquique
Pto. Montt Pta. Arenas
Sn. Bernardo
10% Antofagasta
Lo Espejo Santiago
La Pintana Pte. Alto Coyhaique
5% La Granja La Serena

0%
0

00

00
0

00
.0

.0

.0

.0

.0

.0

.0
0.
00

00

00

00

00

00

00
0
$5

.0

.5

.0

.5

.0

.5

.0
$1

$2

$3
$1

$2

$3

$4
Ingreso autónomo de los hogares (promedio comunal)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Servel para participación electoral y de
la encuesta Casen 2015 para ingreso.

eficacia del voto para decidir el rumbo del el 10% (Gráfico 18). En comparación con
país. En relación con la primera, si bien la las demás alternativas, además, siempre
opción siempre votar en las elecciones no votar en las elecciones bajó desde el ter-
registra una diferencia estadísticamente cer puesto en 2010 al sexto en 2016, de un
significativa entre 2012 y 2016, sí lo hace total de 11 atributos para ser un buen ciu-
entre 2010 y 2016, cuando la baja alcanza dadano (PNUD, 2016).

40
60
48%
Gráfico 18:
50 40% Importancia de
38%
40 siempre votar en las
30 elecciones para ser
20 un buen ciudadano,
10 respuestas 7 (“Es
0 muy importante”),
Sept.Oct. 2010 Nov. 2012 Jun. 2016 por año

Fuente: Encuestas Auditoría a la Democracia 2010, 2012 y 2016.


Nota: El porcentaje faltante para completar 100% corresponde a las respuestas 1-6,
y “No sabe”, “No responde”.

En 2016 se observa una relación posi- a la elección municipal de 2016. Es decir,


tiva entre la importancia de votar para ser existe una relación entre la importancia
un buen ciudadano y el comportamiento atribuida al voto y su práctica concreta
electoral pasado (quienes votaron en la (Gráfico 19).
elección presidencial de 2013) y el pro- La evidencia muestra claras diferen-
yectado (en las elecciones municipales de cias de acuerdo con los distintos tramos
2016).11 Quienes piensan que votar siempre de edad: los jóvenes piensan que el voto
en las elecciones no es importante para ser es menos importante para ser un buen
un buen ciudadano, declaran haber vota- ciudadano. Solo el 29% de quienes tienen
do en una menor proporción (38%) que menos de 35 años califica como “muy im-
quienes señalaron que es muy importan- portante” votar siempre en las elecciones,
te (73%). Algo similar sucede respecto de en comparación con casi el 50% de quie-
aquellos que declaran que van a ir a votar nes tienen 55 o más años. El grupo entre

11 Como se dijo más arriba, para ambas elecciones existe un sobrerreporte. En las elecciones
presidenciales de 2013 el 61,4% señaló que había votado (cuando efectivamente lo hizo el
51%) y en las elecciones municipales de 2016 el 54,1% dijo que iría a votar (cuando efecti-
vamente lo hizo el 36%).

41
Gráfico 19: 100%
Comportamiento 90%
electoral pasado 80% 72% 73%
67%
70%
(2013) y proyectado 72%
60% 53%
(2016) según opinión 47% 61%
50% 42%
38% 53%
de cuán importante es 40%
38% 38% 40%
siempre votar en las 30%
20% 26%
elecciones para ser un
10%
buen ciudadano 0%
No es 2 3 4 5 6 Es muy
Importante Importante

Votó elección presidencial 2013 Votará elección municipal 2016

Fuente: PNUD, Encuesta Auditoría a la Democracia 2016.

25 y 34 años, además, es el que ha sufri- que votar siempre en las elecciones es muy
do la baja más grande entre 2010 y 2016 importante para ser un buen ciudadano
(Gráfico 20). (43% y 37%, respectivamente).
También hay diferencias relevantes La baja en la percepción de que votar
según identificación política: aquellos que siempre en las elecciones es muy impor-
se identifican con alguna posición (ya sea tante para ser un buen ciudadano muestra
izquierda o derecha) creen en mayor pro- la relevancia de que la formación ciudada-
porción que votar siempre en las eleccio- na incluya aspectos institucionales y elec-
nes es muy importante. En ese sentido, torales de manera explícita en colegios y
el 52% de quienes sí se identifican eligen universidades. Esta incorporación tiene
esta alternativa, en comparación con el gran alcance puesto que es precisamente
33% de quienes no se identifican. Consis- entre los jóvenes donde esta percepción es
tentemente con lo analizado en la sección más baja.
territorial, quienes residen en áreas rura- Al mismo tiempo que ha disminuido
les consideran en una mayor proporción la percepción de la importancia de votar
que aquellos que viven en zonas urbanas siempre para ser un buen ciudadano, ha

42
60% 57%
54% Gráfico 20:
48% 48% Importancia
50%
40% 42% 40% 39% atribuida a siempre
40% votar en las
32%
29% 28% 29%
30% elecciones para ser
un buen ciudadano,
20%
calificación 7 (“es
10% muy importante”),
0% según tramos de
edad y año.
18-24 Años 25-34 Años 35-54 Años 55 y más años

2010 2012 2016

Fuente: Encuestas Auditoría a la Democracia 2010, 2012 y 2016.


Nota: El porcentaje faltante para completar 100% corresponde a las respuestas 1-6
y “No sabe”, “No responde”.

aumentado la percepción de la ineficacia aquellos que se identifican con alguna po-


del voto. En comparación a 2012, se regis- sición política también opinan que la for-
tró un aumento del 11% de quienes evalúan ma como uno vota puede influir en lo que
que la forma como uno vota no puede in- pasa en el país, especialmente quienes se
fluir en lo que pasa en el país, opción selec- identifican con la izquierda o la centro iz-
cionada por casi el 30% de los encuestados. quierda (79%). Lo mismo se observa res-
Si bien hay quienes piensan que la forma pecto de quienes pertenecen a sectores ur-
como uno vota puede influir en lo que pasa banos (64%) y a la Región Metropolitana
en el país, se observa una disminución del (68%). En este sentido, se puede afirmar
9% entre 2012 y 2016 (Gráfico 21). que quienes pertenecen a zonas urbanas
Proporcionalmente, entre quienes creen más en el valor del voto, pero menos
creen en el voto como herramienta de in- en que este sea determinante para ser un
fluencia, más hombres que mujeres di- buen ciudadano.
cen estar de acuerdo con esta afirmación Al igual que en el caso de la impor-
(66% y 60%, respectivamente). Además, tancia atribuida al voto para ser un buen

43
Gráfico 21: 100
90
Percepción de
80 72%
eficacia del voto 67%
70 63% 63%
según año
60
50
40 29%
27%
30 24%
18%
20
10% 9% 10% 8%
10
0
* La forma como uno vota puede * La forma como uno vota no puede Nosabe / No contesta
influir en lo que pase en el país influir en lo que pase en el país

Mar-Abr. 2008 Sept-Oct. 2010 Nov. 2012 Jun. 2016

Fuente: Encuestas Auditoría a la Democracia 2008, 2010, 2012 y 2016.


Nota: * denota diferencia estadísticamente significativa entre 2012 y 2016.

ciudadano, quienes consideran que la for- consideran el voto una herramienta eficaz.
ma como uno vota puede influir en lo que En comparación con el 67% de quienes tie-
pase en el país declararon haber votado en nen más de 55 años, el 59% de los jóvenes
las elecciones presidenciales en una ma- cree que la forma como uno vota puede in-
yor proporción que quienes señalaron que fluir en lo que pasa en el país (Gráfico 23).
el voto no puede influir (Gráfico 22). Asi- A la vez, son las mujeres quienes me-
mismo, quienes opinan que la forma como nos piensan que su voto puede tener in-
uno vota no puede influir en lo que pase en fluencia en lo que pase en el país, con una
el país, no fueron a votar, o votaron nulo o diferencia estadísticamente significativa
blanco, en una proporción mayor. de 5% porcentuales respecto de los hom-
Consistentemente con los datos que se bres (66% y 61%, respectivamente).
han presentado hasta ahora, en 2016 quie- Por su parte, aquellos encuestados de
nes tienen 18 y 24 años son los que menos nivel socioeconómico más alto consideran,

44
Puede influir en lo que
Gráfico 22:
pase en el país Declaración de
67% 4% 26% 3% comportamiento
en la elección
presidencial 2013,
según el grado de
influencia atribuido
No puede influir en lo que
pase en el país al voto
53% 9% 38% 1%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

Votó por candidato Votó nulo o blanco No fue a votar No contesta

Fuente: PNUD, Encuesta Auditoría a la Democracia 2016.


Nota: Alternativa “No contesta” es mención espontánea, en tanto no se lee a los encuestados.

en mayor proporción, que el voto pue- una mayor proporción opinan que tanto al
de influir sobre lo que ocurre en el país. gobierno como al Congreso no les impor-
Así, los encuestados de los grupos D y E se ta lo que piensa la gente como ellos. Por
distancian en 13% del grupo ABC1 en esta ejemplo, el 69% de quienes pertenecen a
respuesta (Gráfico 23). los grupos D y E está de acuerdo o muy de
Esta baja percepción de la eficacia po- acuerdo con la frase “no creo que al go-
lítica del voto en los grupos socioeconó- bierno le importe mucho lo que piensa la
micos D y E es concordante con su percep- gente como yo”. En el grupo ABC1 esta
ción de exclusión política. En efecto, son percepción baja al 54%.
quienes en una mayor proporción no se Del mismo modo, los grupos socioeco-
sienten tomados en cuenta por las auto- nómicos D y E son los menos politizados:
ridades y piensan que no tienen influencia a una mayor proporción le da lo mismo si
sobre las decisiones políticas. Además, en se trata de un régimen democrático o uno

45
Gráfico 23: 80,00%
69% 67%
Percepción de 70,00% 62%
56%
eficacia del voto 60,00%
según nivel 50,00%
socioeconómico 40,00% 30% 31%
27%
30,00% 23%

20,00%
10,00%
0,00%
La forma como uno vota puede La forma como uno vota no puede
influir en lo que pase en el país influir en lo que pase en el país

ABC1 C2 C3 D-E

Fuente: PNUD, encuesta Auditoría a la Democracia 2016.


Nota: El porcentaje faltante para completar 100% corresponde a las respuestas “No sabe” y “No responde”.

autoritario; una mayor proporción no se se les preguntó a los mayores de 18 años


identifica ni con una posición ni con un que declararon que no habían votado en la
partido o movimiento político; y una ma- elección municipal por qué no habían par-
yor proporción no conversa nunca o casi ticipado, un 30% señaló que la política no
nunca de política, o no ha participado de le interesaba. Luego venían otros motivos
actividades políticas como firma de peti- políticos (31%), como que el voto no cam-
ciones, huelgas o marchas (PNUD, 2016). biaría en nada las cosas, que la elección
no era importante o que quería protestar
Motivos explícitos para no ir a votar contra el sistema. Le seguían los motivos
procedimentales (23%) como estar enfer-
Los datos de las encuestas Auditoría a la mo, haber perdido el carné, estar lejos o
Democracia 2012 y 2016 muestran que no saber dónde quedaba el lugar de vota-
los motivos para no votar varían según el ción. El 13% señaló que le daba lata, y solo
tipo de elección, pero también que han ido el 4% que no sabía o no contestó por qué
cambiando en el tiempo. Cuando en 2012 no había ido a votar (Gráfico 24).

46
45%
Gráfico 24:
40% 40%
Principal motivo
35%
31% para no ir a votar
30% 30% en elecciones
26%
25% 23% municipales de 2012
20% (encuesta 2012) y
15% 13% 13% presidenciales 2013
10% 11% (encuesta 2016).
10%
5%
4%
0%
2012 2016

Porque la política no me interesa Motivos procedimentales

Porque me dio lata ir a votar Otros motivos

NS/NC

Fuente: PNUD, Encuesta Auditoría a la Democracia 2016.

El 2016 se repitió la pregunta, pero en Es importante destacar que la absten-


relación con las elecciones presidenciales ción entendida como un acto de protes-
de 2013. En esta ocasión hubo importantes ta es particularmente baja entre las res-
cambios. Que la política no le interesaba puestas de los encuestados, con el 4% y
continúa siendo la principal razón para no el 3% en ambas elecciones. También cabe
ir a votar, pero la proporción que se in- señalar que la irrelevancia de las eleccio-
clinó por esta opción aumentó en 10% en nes no incide mayormente, de modo que
comparación a 2012. Los motivos procedi- es más alta para las elecciones munici-
mentales, los otros motivos políticos y la pales que las presidenciales (4% y 0%,
desidia disminuyeron en 12%, 5% y 3%, respectivamente). Si bien las alternativas
respectivamente. Sin embargo, quienes no relacionadas con la oferta de candidatos
sabían o no contestaron por qué no fueron (“ningún candidato me gustaba”) o la in-
a votar aumentaron en 9% (Gráfico 25). eficacia del voto (“mi voto no cambiará

47
Gráfico 25: 60%
Principal motivo 50% 46%
39%
para no ir a votar 40% 36%
en elecciones 30% 27%
presidenciales 20%
20% 13% 13% 14% 11% 14% 12%
2013, según nivel 10% 8%
10% 4%3% 6% 7% 6% 2% 2% 1% 4%
socioeconómico 0% 1% 2%
0%
Porque la Porque esta Porque Porque Porque Porque Porque Porque no NS/NC
política no elección ningún quería mi voto no me dio lata estaba me enteré
me interesa no era candidato protestar cambiaría ir a votar enfermo, de mi lugar
importante me gustaba contra el en nada las perdí el de votación
sistema cosas carnet, o
estaba lejos
de mi lugar
de votación

Bajo Medio Alto

Fuente: PNUD, encuesta Auditoría a la Democracia 2016.

en nada las cosas”) son más altas que los “Porque me dio lata votar”, que son más
otros motivos políticos, se han manteni- recurrentes en el grupo alto (ABC1) (Grá-
do estables entre ambas elecciones (en fico 25).
torno al 12%). Consistentemente con la evidencia
En la última elección presidencial presentada en la sección anterior, el mo-
(2013) se observan importantes diferen- tivo “Porque mi voto no cambiará en nada
cias en los motivos para no ir a votar según las cosas” es nombrado en similar propor-
nivel socioeconómico. Mientras el mo- ción por los grupos medios y bajos (NSE
tivo “Porque la política no me interesa” C2-C3 y D-E), mientras que no es mencio-
es mayor en los grupos socioeconómicos nado por el NSE alto. Algo similar ocurre
más bajos, siendo más alto en los grupos con quienes no saben o no contestan por
D y E, lo inverso ocurre con motivos como qué no fueron a votar en la última elección
“Porque ningún candidato me gusta” o presidencial (2013).

48
Tabla 2:
Categoría Elección Municipal 2012 Elección Municipal 2016
Descripción
Votante Constante Declara haber votado Declara que votará tipología votantes
Nuevo Votante Declara no haber votado Declara que votará
y no votantes

Nuevo Abstencionista Declara haber votado Declara que no votará

Abstencionista Constante Declara no haber votado Declara que no votará

Declara haber votado o


Indeciso No sabe qué va a hacer
Declara no haber votado

Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta Nacional de Desarrollo Humano 2016.

Perfiles de votantes consecuencia, en esta sección se muestra


y no votantes en Chile que no existe solo un perfil de votantes,
sino que hay una heterogeneidad.
Se ha mostrado que en los distintos gru- Con ese fin, a partir de los datos de la
pos sociales en Chile las actitudes hacia Encuesta de Desarrollo Humano 2016, se
el voto difieren, de modo que existen im- construyó una tipología de votantes sobre la
portantes diferencias según sexo, tramos base de la declaración de participación elec-
de edad y nivel socioeconómico principal- toral pasada (elecciones municipales 2012)
mente. Estas actitudes hacia el voto per- e intención futura (elecciones municipales
miten entender las disparidades en tér- 2016). De este ejercicio emergieron cinco ti-
minos de comportamiento electoral. En pos de votantes (Tabla 2 y Gráfico 26):12

12 Esta caracterización se realizó a partir de dos preguntas de la Encuesta IDH 2016. En


el caso de la primera, “Ahora quisiera que conversáramos sobre la participación en elecciones.
¿Votó usted en las últimas elecciones de alcaldes y concejales el 2012?”, se consideraron como
respuestas para la alternativa “Declara haber votado” la respuesta “Sí” y para la alternativa
“Declara no haber votado” la respuesta “No”. Se excluyeron del análisis quienes respon-
dieron que no sabían o no respondieron esta pregunta, correspondientes al 1,6% de los
encuestados. Para la pregunta concerniente a la intención futura de voto (“Y en las próximas
elecciones municipales que se realizarán en octubre de este año, ¿qué es lo más probable que usted
haga?”), se consideraron como “Declara que votará” las alternativas “Va a votar por uno de

49
Gráfico 26: Abstencionista
Distribución constante
25%
de tipología de Votante
votantes Constante
33%

Nuevo
abstencionista
5%

Nuevo
Votante Indeciso
12% 25%

Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta Nacional de Desarrollo Humano 2016.

La composición de cada uno de estos El grupo más grande corresponde a los


grupos es diversa. Es decir, los grupos no votantes constantes, que suman el 33% de
recogen homogéneamente a la población, la muestra y se compone igualitariamen-
sino que, más bien, hay distintos sectores te de hombres y mujeres. En comparación
que se concentran en algunos grupos más con los demás, este grupo tiene una pro-
que en otros. Es importante recalcar que porción mayor de población rural (16%
alrededor del 40% no es constante en las frente al 10% del resto de la muestra),
prácticas de participación o de abstención como también de identificación ABC1 (8%
electoral, por lo que pueden modificar sus en comparación al 5%). En términos de
comportamientos. edad, más del 45% de quienes dicen haber

los candidatos”; “Va a votar en blanco” y “Va a anular el voto”. Se consideraron como “De-
clara que no votará” a quienes respondieron “No va a ir a votar”. Se consideró como “No
sabe qué va a hacer” a quienes respondieron “No ha decidido lo que va a hacer”, a quienes
no sabían y a quienes no respondieron.

50
votado en la elección anterior y planean en la elección anterior, declaran que no
votar en la próxima tienen más de 55 años. lo harán en la próxima: los nuevos abs-
Finalmente, el 36% dice identificarse con tencionistas. Este grupo está compuesto
alguna posición política, proporción mayor casi en su totalidad por población urbana
a la de cualquiera de los otros grupos. (96%), y la proporción de población rural
Los abstencionistas constantes, por su es menor a la de los demás grupos. Prin-
parte, corresponden al 25% de la mues- cipalmente son mujeres (59%) y personas
tra. Son proporcionalmente más hom- de más de 45 años (73%).
bres (55%) que mujeres (45%). La edad Uno de cada cuatro encuestados no
de quienes dicen no haber votado en la sabe qué hará en la próxima elección, in-
elección anterior y no planean votar en la dependientemente de lo que haya hecho
próxima está, en comparación con el resto en la elección anterior. Este grupo, los
de los grupos, mayormente compuesta por indecisos, se encuentra integrado en su
quienes tienen entre 30 y 44 años (34% en mayoría por jóvenes entre 22 y 29 años
comparación al 20%). En términos socioe- (28%), e igualitariamente por hombres y
conómicos, el grupo se encuentra mayo- mujeres. En términos socioeconómicos y
ritariamente compuesto por población de ubicación geográfica no muestra dife-
identificada como C3 (41%). rencias con la muestra global.
El tercer grupo es el de nuevos votantes, Esta tipología evidencia que, debi-
es decir, quienes no votaron en la elección do a la heterogeneidad de las prácticas
anterior y planean hacerlo en la próxima, electorales presentes en la ciudadanía, al
correspondiente al 12% de los encuestados. examinar la participación electoral no es
Este grupo está compuesto mayoritaria- recomendable centrar el análisis exclu-
mente por mujeres (60%), como también sivamente en quiénes votan y quiénes no
por jóvenes entre 22 y 29 años (45%).13 votan. Este tema deberá ser explorado en
El 5% de la muestra está integrado el futuro por las encuestas electorales.
por aquellos que, a pesar de haber votado

13 La categoría original de la encuesta establece el rango de edad entre 18 y 29 años, en vez


de entre 22 y 29 años. Sin embargo, con el fin de excluir del análisis a quienes no votaron en
la elección anterior por no tener la edad para hacerlo, solo se consideraron aquellos encues-
tados de más de 22 años, que en la elección del 2012 tenían 18 años o más.

51
El voto y otras formas donar dinero o recolectar fondos para una
de participación política en Chile actividad social o política, o trabajar en una
campaña electoral. Es importante notar que
De acuerdo con los resultados de la en- a medida que la actividad política requiere
cuesta Auditoría a la Democracia 2016, la de un mayor compromiso y dedicación de
declaración de haber votado se relaciona tiempo, las diferencias entre quienes ma-
con otras formas de participación política, nifiestan haber votado y no votado aumen-
incluso con formas no tradicionales, como tan. Así, en las primeras dos actividades la
la asistencia a marchas. Por ejemplo, la diferencia es de casi el doble, y en la tercera
proporción que declaró que iría a votar en es de casi el triple (Gráfico 27).
la última elección municipal (2016) au- Por otra parte, quienes manifiestan
menta entre quienes dicen identificarse haber votado también declaran participar
con algún partido político o entre quienes más en actividades políticas no tradicio-
conversan de política durante la semana. nales. Quienes declararon haber votado en
Si bien solo el 15% de los mayores de 18 la última elección presidencial (2013) di-
años declara identificarse con algún parti- cen haber asistido a una marcha o mani-
do político (lo que representa una dismi- festación política, o haber participado en
nución del 28% respecto de 2008), entre un foro político o en un grupo de discusión
quienes declaran haber votado en la elec- en internet en una mayor proporción que
ción presidencial de 2013 esta proporción quienes declaran no haber votado en esa
aumenta en 3% (18%). A la inversa, entre elección (Gráfico 28). Si bien estos datos
aquellos que declararon que no habían vo- no son concluyentes y se requiere elabo-
tado, la proporción de quienes se identifi- rar estudios más focalizados en grupos de
can con algún partido disminuye a solo el personas más y menos activos en la vida
8% (Gráfico 27). pública, es importante notar que la evi-
Consecuentemente, quienes declaran dencia mostraría que no existe una sepa-
haber votado en la elección presidencial de ración tajante o contradictoria entre me-
2013 manifiestan en una mayor propor- canismos más formales e informales de
ción —en comparación con aquellos que participación, sino más bien un continuo
declaran explícitamente no haber votado— entre personas involucradas en lo público.
haber participado en actividades políticas Los datos muestran que la mayoría de
tradicionales como firmar una petición, quienes participan en actividades políticas

52
25% Gráfico 27:
Participación en
20%
actividades políticas
16%
15%
tradicionales,
12%
según participación
9% 8% en elecciones
10% 7%
presidenciales 2013
5% 3%

0%
Firmando una petición Donando dinero o recolectando Trabajando en una campaña
fondos para una actividad soail o electoral
política

Votó No votó

Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta Nacional de Desarrollo Humano 2016.

25%
Gráfico 28:
Participación en
20% 17% actividades políticas
13% 14%
15% 13%
11%
no tradicionales,
10%
10%
según participación
6% en elecciones
5% 2% presidenciales 2013
0%
Participación Asistió a una marcha o Usando las redes sociales Participando en un
en una huelga manifestación política (como facebook, twitter foro político o en un
y otros) para expresar grupo de discusiones
su opinión en temas en internet
políticos

Votó No votó

Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta Nacional de Desarrollo Humano 2016.

53
tradicionales y no tradicionales pertene- (porque concurren a las urnas en una
cen a las clases medias altas, viven en zo- menor proporción). Esta desafección, es-
nas urbanas, en la Región Metropolitana, pecialmente con los procesos elecciona-
se identifican con alguna posición política rios, se asocia a distintas causas, como las
y en general tienen 34 años o menos. Este transformaciones de la esfera pública, de
sesgo de clase es concordante con el úl- la cultura juvenil y del sistema político en
timo Informe de Desarrollo Humano, Los general. Los datos muestran que los y las
tiempos de la politización, según el cual los jóvenes hay una mayor insatisfacción con
grupos socioeconómicos ABC1, y en menor la democracia. Según la encuesta Auditoría
medida el C2, son los que más participan a la Democracia 2016, solo el 44% señala
y se interesan en política. Sin embargo, es que la democracia es preferible a cualquier
preciso señalar que la participación política otra forma de gobierno. Este dato se re-
en actividades tradicionales y no tradicio- laciona con aquel que indica que la insa-
nales en Chile no supera el 16% (asistencia tisfacción con la democracia en este grupo
a marchas o manifestaciones políticas), y etario ha aumentado del 27% en 2008 al
que se aprecia una baja respecto de 2012, 42% en 2016.
a excepción de la participación en huelgas, Esto no quiere decir que la juventud no
que aumentó (PNUD, 2016). esté interesada en temas públicos o polí-
ticos. Por el contrario, distintos estudios
Participación electoral y política muestran como los y las jóvenes sí se inte-
de los y las jóvenes: presente y futuro resan por diversos temas y problemáticas
de carácter público (por ejemplo, temas
Como se ha visto a lo largo de este informe, ambientales o locales), o que se organizan
los y las jóvenes (18-29 años) son quienes de distinta forma para defender sus inte-
menos participan electoralmente en Chile, reses y aspiraciones (INJUV, 2017a; PNUD,
especialmente aquellos que recién egresa- 2015). Además, una proporción importan-
ron del sistema escolar (18-19 años). Esta te de la juventud está interesada en la po-
baja participación, que ya era una realidad lítica, pero no en la forma actual de hacer
con el voto obligatorio (porque la juven- política. De este modo, según la encuesta
tud dejó de inscribirse en los registros “Percepciones generales sobre política,
electorales), se intensificó luego de la ins- candidatos y procesos eleccionarios en
cripción automática y el voto voluntario jóvenes 18-29 años”, el 22% de los y las

54
jóvenes 18-29 años está muy o bastante el desempeño de las figuras políticas, los
interesado en la política y otro 28% está jóvenes se fijan mayoritariamente en que
algo interesado, especialmente en el NSE hayan cumplido sus promesas (67%) y
alto (66%). Es decir, la mitad de la pobla- que hayan estado comprometidas con los
ción juvenil tiene algún grado de interés cambios que el país necesita (55%) (INJUV,
en la política (INJUV, 2017b). Esta propor- 2017b).
ción de jóvenes que está interesada en la Al igual que en el caso de la población
política en algún grado es mayor que entre general, los y las jóvenes que declaran
la población adulta (PNUD, 2016). Además, haber votado en la última elección pre-
el 68% de los jóvenes está en desacuerdo sidencial manifiestan participar en una
con que “la política es para los políticos, mayor proporción en actividades políticas
no para la gente como yo”, especialmente no convencionales (como marchas, paros
entre quienes tienen 18-24 años (73%) y y tomas) en comparación con quienes de-
en los NSE alto y medio (77% y 75%, res- clararon no haber ido a votar (Gráfico 29).
pectivamente) (INJUV, 2017b). Es decir, en la juventud también se ob-
El problema es que el sistema polí- serva una asociación entre participación
tico tradicional no ha sabido encantar a electoral y participación política no tradi-
este segmento, lo cual, sumado a la falta cional; en otras palabras, los jóvenes que
de educación ciudadana en los estableci- van a marchas también votan.
mientos educacionales, ha derivado en una Para finalizar, es importante señalar
falta de participación de la juventud en los que, en concordancia con lo visto a lo largo
procesos electorales. No es casual entonces de este informe, los datos de la última En-
que el 44% de los y las jóvenes 18-29 años cuesta Nacional del Instituto Nacional de
señale que el principal sentimiento que les la Juventud (INJUV, 2017) muestran que la
provoca la política es de desconfianza, es- participación política de la juventud está
pecialmente entre jóvenes del NSE medio socioeconómicamente segmentada. En to-
(53%) y de regiones distintas a la Metro- das las variables de participación e interés
politana (48%). Tampoco es casual que los hay un aumento gradual a medida que se
dos principales atributos que la juventud asciende en el nivel socioeconómico (NSE).
valora en un candidato sean la honesti- De este modo, existen marcadas diferen-
dad (63%) y la cercanía con las personas cias en términos de actitudes políticas.
(56%). Asimismo, al momento de evaluar Los jóvenes del NSE alto declaran tener un

55
Gráfico 29: 70%
Declaración de 60,4%
60% 56,7%
voto en la elección
presidencial 2013, 50%
41,5%
según participación 36,4%
40%
política no
tradicional 30%

20%

10%

0%
Fue a votar No fue a votar

Participó en una marcha, No participó


paro o toma en los últimos 12 meses

Fuente: Elaboración propia sobre la base de la Encuesta Nacional INJUV 2015.

interés en la política casi tres veces más jóvenes de NSE alto declaran haber parti-
alto que aquellos del NSE bajo (41% frente cipado en una marcha social en el último
al 14%). Asimismo, los jóvenes de NSE alto año en una proporción cercana al doble en
declaran valorar la democracia sobre cual- comparación con la del NSE bajo (36% vs.
quier otra forma de gobierno en una ma- 19%). Consecuentemente, y como se vio
yor proporción que en el NSE bajo (65% en las secciones precedentes, los jóvenes
vs. 39%). en NSE alto declaran haber votado en la
Estas diferencias también se expre- última elección presidencial en una pro-
san en la participación. Los jóvenes de porción que es más del doble que en el NSE
NSE alto declaran participar en una ma- bajo (65% vs 28%).
yor proporción que los del NSE bajo en 11 Estas diferencias se invierten cuando
de las 13 organizaciones sociales medi- se indaga la forma en que se informan los
das (excepción: organizaciones religiosas jóvenes. Si bien la proporción de jóvenes
y organizaciones vecinales). Además, los de NSE alto que conversa de política es el

56
doble que la de NSE bajo (60% vs. 30%), 2011; Galston, 2007; Manning & Edwards,
los primeros se informan menos de lo que 2014; Niemi & Junn, 1998). Por ejemplo,
sucede en el país por televisión en compa- estudios empíricos recientes muestran
ración con los de NSE bajo (41% vs. 68%). que el foco en procesos institucionales en
Involucrar a los y las jóvenes en los el nivel escolar ayuda a compensar inequi-
procesos eleccionarios es relevante para dades que se producen en familias en rela-
que la democracia sea sólida e inclusiva. ción con la participación política, es decir,
Al igual que para el resto de la población, sirven para acortar la “brecha de empode-
votar en las elecciones se puede entender ramiento cívico” entre jóvenes de sectores
como la formación de un hábito (Gerber & privilegiados y de sectores desventajados
Rogers, 2009). La evidencia internacional (Neundorf et al., 2016).
muestra que si las y los jóvenes son so-
cializados desde una etapa temprana en la
que se den a conocer explícitamente y se COMENTARIOS FINALES
valoren positivamente las instituciones y
procedimientos democráticos, incluyendo En una democracia representativa, la par-
las elecciones, tendrán una mejor percep- ticipación de la ciudadanía en la elección
ción de la democracia y una mayor dispo- de autoridades es clave para la legitimidad
sición a la participación electoral (Camp- y el funcionamiento del régimen demo-
bell, 2005; Gerber, et al., 2003). Al mismo crático, pues no solo permite que la ciu-
tiempo, si estos jóvenes participan en dadanía manifieste sus preferencias, sino
procesos electorales en temas y ámbitos también que ejerza un control respecto de
cercanos a sus vidas a una edad tempra- sus autoridades y representantes. La par-
na es posible esperar que su participación ticipación de los ciudadanos en el espacio
formal continúe a lo largo de sus vidas público a través del voto hace visible uno
(PNUD, 2017). A nivel internacional, existe de los fundamentos básicos de cualquier
creciente evidencia de que los programas sistema político democrático, la igualdad
educativos que se enfocan en procesos entre todos los ciudadanos. Más allá de
institucionales, como la promoción elec- cualquier diferencia que se pueda imaginar
toral en un contexto democrático, tienen entre los integrantes de una comunidad
un efecto positivo en los y las estudian- política, todos los votos pesan lo mismo,
tes (Callahan et al., 2010; Finkel & Smith, ya que la fórmula es un ciudadano, un voto.

57
A pesar de la estabilidad del sistema esa elección, nueve millones de personas
político, la democracia en Chile enfrenta no ejercieron su derecho a voto, es decir,
el desafío de fomentar una participación se excluyeron del proceso de elección de
ciudadana efectiva y vinculante, de for- representantes. En este sentido es que la
talecer y construir espacios de inclusión abstención electoral constituye un proble-
e involucramiento de todos y todas en los ma estructural de larga data y de carácter
asuntos públicos. Para esto se requiere, multidimensional de gran relevancia para
por un lado, una mejor comprensión de la democracia en el país.
cómo se han transformado las dinámicas Entre algunas de las causas que se han
de participación social y política en el país examinado están el diseño político-ins-
y, por otro, reconocer a los nuevos actores titucional del país; el debilitamiento del
y las nuevas expresiones de participación sistema de representación, en especial
que se han consolidado. Este diagnóstico del papel de intermediación entre Estado
ha buscado contribuir a esta mejor com- y sociedad que deben cumplir los partidos
prensión. políticos en una democracia representati-
A lo largo del informe se ha mostrado va; el declive en la percepción de la eficacia
que la baja participación electoral es un política del voto; las transformaciones en
fenómeno que en Chile tiene una intensi- la estructura social, incluyendo las tras-
dad mayor que en otros países del mundo. formaciones en el mundo juvenil, y la falta
Es decir, no todos los países exhiben los de educación ciudadana con foco en lo ins-
bajos niveles de participación de Chile, ni titucional y los procesos eleccionarios.
en todos los países la participación elec- También se ha mostrado que en Chile
toral ha bajado en la proporción que lo ha la participación electoral es heterogénea
hecho en Chile. Esta disminución es mayor en términos territoriales, socioeconó-
a la de los países de la OECD y contraria a micos, etarios y de género. Las comunas
la tendencia al alza en América Latina. donde menos se vota son aquellas urbanas
En Chile, la participación electoral ha y con grandes concentraciones de pobla-
bajado sistemáticamente desde el retorno ción, las que muchas veces corresponden
a la democracia, especialmente desde la a capitales regionales. Asimismo, en la
introducción del voto voluntario, y alcan- Región Metropolitana las comunas de más
zó en octubre de 2016 su mínimo histó- altos ingresos participan electoralmente
rico desde el retorno a la democracia. En sustantivamente más que el resto de las

58
comunas del país. Lo anterior se expli- del voto para ser un buen ciudadano, la
ca porque los grupos medios bajos están confianza interpersonal y en el Congre-
menos politizados, sienten que son menos so, todas ellas relacionadas positivamen-
escuchados por las autoridades y opinan te con una mayor participación electoral.
que su voto no influye. Además, se vio que el desinterés en la po-
Demográficamente también se obser- lítica es el principal motivo explícito para
van diferencias. Los jóvenes son el gru- no ir a votar, y que aumentó considera-
po etario que menos vota, especialmente blemente desde 2012. De cualquier forma,
entre los 18 y 19 años —es decir, quienes la baja participación no se relaciona solo
recientemente completaron la enseñan- con actitudes individuales, sino también
za media—, abstención que se expresa con el funcionamiento del sistema político
con más fuerza en las comunas de bajos y la percepción que se tiene de los políti-
ingresos de la Región Metropolitana y en cos, como se aprecia en el caso de los y las
las capitales regionales. Sin embargo, es jóvenes.
importante destacar que la generación que En el informe también se ha mostra-
se inició electoralmente en el plebiscito es do que las prácticas electorales son he-
la que más ha dejado de votar. Del mismo terogéneas, por lo que no es recomenda-
modo, cabe resaltar que los y las jóvenes ble centrar el análisis exclusivamente en
sí están interesados en temas políticos y quiénes votan y quiénes no. Este tema de-
consideran el voto como una herramienta berá ser estudiado en profundidad a partir
de cambio, solo que están desencantados de encuestas electorales especializadas y
con la forma de hacer política y los par- técnicas cualitativas como grupos foca-
tidos políticos. Asimismo, si bien las mu- les y entrevistas. A pesar de lo anterior,
jeres participan electoralmente en una en el informe se ha podido demostrar que
mayor proporción que los hombres en casi la baja participación electoral no se dis-
todos los tramos de edad, también han de- tribuye homogéneamente en la población.
jado de votar en una mayor proporción. Esta situación pone en entredicho el prin-
En términos de actitudes individuales, cipio básico de la democracia de que cada
se ha mostrado que hay distintas actitudes ciudadano equivale a un voto. Si los jóve-
que inciden en una mayor o menor parti- nes, las mujeres, los más pobres o los ha-
cipación electoral. Entre ellas destacan la bitantes de grandes ciudades votan menos
eficacia atribuida al voto, la importancia es menos probable que los representantes

59
electos expresen sus demandas e intere- las distintas formas de participación po-
ses en el debate político y la toma de de- lítica son relevantes, la participación elec-
cisiones. toral está en la base de los sistemas demo-
Tal como está consagrado en la Agen- cráticos representativos. La participación
da 2030 de Naciones Unidas, para avanzar electoral, de este modo, es una de las for-
hacia un desarrollo sostenible se requie- mas de participación más sustantivas, y
re un compromiso de no dejar a “nadie es crucial para la legitimidad y estabilidad
atrás”, para lo cual se debe promover la del sistema político. Es necesario entonces
participación de todas y todos. De ahí la promover una participación electoral in-
importancia de revertir las desigualdades clusiva, de modo que ningún grupo social
en el ejercicio del voto que redundan en quede excluido y que se fortalezca el sen-
desigualdad en la toma de decisiones. tido de comunidad.
La participación política de la ciuda-
danía es clave para tener una democracia
más profunda, sólida e inclusiva. Si bien

60
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65
ANEXO 1: ENFOQUES TEÓRICOS

La participación electoral es una de las resumen estos enfoques desde distintas


formas de participación política más es- perspectivas, sin que exista un consenso
tudiadas en el mundo. Para organizar la respecto de bajo qué criterios clasificarlos,
gran cantidad de información al respecto, qué enfoques deben incluirse e, incluso,
a continuación, se presenta un resumen de qué nombres asignarles (cf. Bargsted et
los principales resultados de estas inves- al., 2015; Smets & van Ham, 2013).
tigaciones, organizado en dos apartados
según los tipos de estudios: aquellos que Enfoque de recursos o socioeconómico
se enfocan en el nivel territorial y aquellos Este es un enfoque clásico en los estu-
que lo hacen en el nivel individual. En el dios de ciencia política y sociología so-
Anexo 1 se describen los principales en- bre participación electoral, en los cuales
foques teóricos actualmente utilizados en los factores sociodemográficos emergen
la literatura, y se reseñan brevemente los como posibles predictores para las dife-
principales supuestos e hipótesis explica- rentes formas de participación política.
tivas de cada uno de ellos. En general esta perspectiva asume que la
En esta sección se presenta una sín- participación electoral es mayor a medi-
tesis de los principales enfoques teóricos da que hay una mayor disponibilidad de
utilizados para explicar el fenómeno de recursos económicos y culturales, el nivel
la participación electoral. La clasificación socioeconómico de sus hogares, y sus ha-
escogida fue especialmente realizada para bilidades y conocimiento. De esta forma,
este informe, a partir de una síntesis de ciudadanos con mayores ingresos, nivel
clasificaciones encontradas en la literatu- educacional y experiencia política serían
ra especializada, que dispone de diversos más proclives a participar (Bargsted et al.,
enfoques para explicar los determinantes 2015; Cancela & Geys, 2016; Smets & van
de la participación electoral. Los autores Ham, 2013).

67
Enfoque institucionalista más evidente que en las elecciones exis-
Este enfoque se centra en los sistemas te mayor participación. La obligatoriedad
electorales, en los sistemas de partidos y también tiende a ayudar a la estabilidad
en el régimen electoral. Jackman y Miller del sistema de partidos (Contreras et al.,
(1995) indican que factores institucionales 2016; Mackerras & McAllister, 1999).
como la obligatoriedad, el número efecti-
vo de partidos y la competitividad tienden Enfoque de la movilización y la información
a incidir en el nivel de votación. La com- Según Smets y van Ham (2013), en este
petitividad (medida como la diferencia ex enfoque la participación electoral se con-
post entre el porcentaje de votos obtenido sidera un comportamiento social movili-
por el candidato ganador y quien obtiene zado políticamente por los partidos, los
el segundo lugar) es un factor importan- candidatos, los grupos de interés e incluso
te, porque tiende a generar incertidum- la familia. El presupuesto central de este
bre respecto del resultado y a aumentar el enfoque es que la asociatividad y las redes
interés y la participación electoral (Con- sociales reducen los costos de la participa-
treras, Joignant & Morales, 2016). A pesar ción electoral, ya que proveen a los votan-
de lo anterior, puede suceder que en una tes de información respecto de partidos,
elección competitiva, con altos niveles de candidatos y el proceso electoral en gene-
incertidumbre, la abstención sea alta, es- ral. A partir de este enfoque se han diseña-
pecialmente cuando hay muchos procesos do distintas estrategias de movilización de
electorales en un corto período y los ciu- votantes (Get out the vote, o GOTV, por su
dadanos se hastían de participar (Boyd, sigla en inglés) (Gerber, 2008).
1989; Jackman & Miller, 1995; Rallings,
Thrasher & Borisyuk, 2003). Enfoque de la elección racional
Uno de los factores institucionales más Este es un enfoque de carácter económico
relevantes para la participación es el ré- que asume que los ciudadanos deciden su
gimen electoral o sistema de registro, participación electoral de manera racional
particularmente si el voto es obligatorio o y de acuerdo con un cálculo de costo-be-
voluntario (Blais & Dobrzynska, 1998;, En- neficio, de modo que, para participar, los
dersby & Krieckhaus, 2008; Geys, 2006). beneficios percibidos deben ser mayores
La obligatoriedad del voto tiene diversos a los costos (Bucarely, Engel y Jorquera,
efectos sobre el sistema político, siendo el 2013; Downs, 1957). Según este modelo,

68
las probabilidades de éxito electoral tam- de competencias políticas (Lau & Redlawsk,
bién influyen en la decisión de participar. 2006; Smets & van Ham, 2013). En esta
Entonces, los ciudadanos prefieren abste- última acepción, se considera que las ac-
nerse cuando sienten que su voto no puede titudes y disposiciones políticas se forman
marcar una diferencia (Downs, 1992). Se- durante la infancia y la adolescencia, y que
gún Smets & van Ham (2013) algunos au- están mediadas por distintos agentes como
tores han expandido este enfoque para in- la familia, la escuela, los amigos, los medios
cluir el sentido de deber cívico o el hecho de etcétera. Gerber et al. (2003) señalan que la
que votar reporta no solo beneficios indivi- participación electoral se desarrolla como
duales, sino también beneficios para otros. un hábito. Los estudios que específicamen-
Otros autores señalan que hay factores te estudian esta última dimensión, espe-
externos que inciden en esta elección ra- cialmente diseñados para ello, disponen de
cional. Por ejemplo, Rallings, Thrasher y una amplia batería de preguntas concretas
Borisyuk (2003) indican que determinados sobre el proceso de socialización (Gerber &
escenarios aumentan el costo de asistir a Rogers, 2009).
votar para los ciudadanos, como las esta- Finalmente, Smets & van Ham (2013)
ciones del año y el día en que se realizan muestran distintas variables actitudinales
las elecciones, o el horario de apertura y que inciden positivamente en la disposición
cierre de los locales de votación, por ejem- a votar, como aquellas asociadas a la iden-
plo. Dentro de esta misma corriente se en- tificación política (partidaria e ideológica),
marca la idea de que a mayor importancia el mayor interés por la política y el conoci-
de la elección mayor es la participación. miento político, la percepción de eficacia in-
terna (relevancia electoral) y externa (efecto
Enfoque social sobre las decisiones del gobierno) del voto,
Los autores utilizan este enfoque de dife- y también la confianza en las instituciones y
rentes maneras. Para algunos, se refiere a la satisfacción con la democracia.
factores culturales, a la identificación de En conjunto, estos enfoques coinciden
grupos, incluyendo normas sociales que in- en que los factores que inciden en la par-
ducen a las personas a votar (Bucarely, En- ticipación electoral son diversos y que esta
gel y Jorquera, 2013). Para otros, en cambio, es, en suma, un fenómeno complejo que
el enfoque social está relacionado más bien tiene distintos niveles y considera múlti-
con el proceso de socialización y desarrollo ples dimensiones.

69
ANEXO 2: LA PARTICIPACIÓN ELECTORAL: RESULTADOS
DE ESTUDIOS NACIONALES E INTERNACIONALES

Resultados de estudios en los niveles principales resultados de cada uno de es-


territorial e individual tos tipos de estudios.

En la literatura se distinguen dos tipos de Estudios a nivel territorial


estudios que explican los determinantes El estudio de la participación electoral a
de la participación electoral: aquellos que nivel territorial, que utiliza datos agre-
se enfocan en el nivel territorial (macro) y gados a partir de registros oficiales de
aquellos que se enfocan en el nivel indi- resultados electorales, está bastante ex-
vidual (micro). En el primer caso, la uni- tendido. Actualmente, dos metaanálisis
dad de análisis son comunas, provincias o exploran este fenómeno a nivel nacional o
países, y se utilizan datos administrativos subnacional (Cancela & Geys, 2016; Geys,
agregados para examinar las característi- 2006). En conjunto, ambos reportan el re-
cas de los territorios donde la gente vota. sultado de 185 artículos académicos, rea-
En el segundo caso la unidad de análisis lizados principalmente en Estados Unidos
son los individuos, generalmente dentro y publicados en revistas en inglés. En la
de un mismo país, y se recurre a datos actualización del metaanálisis pionero de
desagregados de las elecciones (usual- Geys (2006), realizado por Cancela & Geys
mente por sexo y edad), o más habitual- (2016), se determinó que las variables más
mente a encuestas nacionales basadas en relevantes a nivel agregado son las que se
muestras probabilísticas. Estos estudios describen en la Tabla 3:
examinan las características de las perso- En Chile, diversos estudios se han en-
nas que votan o votarán, distinguiéndolas focado recientemente en estudiar el ni-
de quienes han dejado de hacerlo o están vel de participación electoral con varia-
indecisos. A continuación, se presentan los bles territoriales agregadas. Algunos han

71
Tabla 3:
Variables más explicativas Variables menos explicativas oambiguas
Variables explicativas
de la participación
electoral a nivel · Tamaño de la población · Concentración poblacional

territorial · Proximidad electoral · Homogeneidad poblacional

· Gasto en campaña · Fragmentación política

· Variables institucionales: sistema electoral,


obligatoriedad del voto, etc.

Fuente: Elaboración propia sobre la base de Cancela & Geys (2016).

estudiado la variación en la participación de votantes potenciales en una comuna


electoral luego de la inclusión del voto vo- (tamaño), menor fue la tasa de participa-
luntario (Brieba, 2015) y otros el sesgo de ción. Este resultado es consistente con lo
clase con voto voluntario en una sola elec- encontrado por Cancela & Geys (2016). Sin
ción (Contreras et al., 2016) o en distintas embargo, esto no aplicaría para comunas
elecciones después de implementada esta con más de 200 mil habitantes, donde este
medida (Contreras & Morales, 2015). Sin efecto se va suavizando. Segundo, el nú-
embargo, son pocos los que han explora- mero de concejales asignados a cada co-
do los determinantes de la participación muna también es una variable explicativa.
electoral en el contexto de voto voluntario A mayor cantidad de concejales asignados,
en Chile. mayor es la participación electoral. En el
Bargsted et al. (2015) son de los pocos caso de las comunas grandes, donde vota
que han estudiado este fenómeno. Es- menos gente, el incremento en la cantidad
tos autores indagaron en la participación de concejales tiene un efecto importan-
electoral por comuna con base en el total te sobre el nivel de votación (por la ma-
de votos emitidos y la cantidad de inscri- yor oferta de candidatos). Finalmente, la
tos en cada comuna para la elección mu- cantidad de recursos económicos gastados
nicipal de 2012. Encontraron que tres va- por los candidatos durante las campañas
riables tenían incidencia en las tasas de como proporción del número de perso-
votación. Primero, que a mayor número nas inscritas para votar, tiene un efecto

72
positivo muy importante en la participa- Internacionalmente, existe una línea
ción electoral. de investigación emergente que indaga la
Un estudio reciente sobre la participa- relación entre corrupción y participación
ción electoral a nivel comunal en México electoral a nivel territorial. Sin embargo,
(Soto Zazueta & Cortez, 2014), reporta que la evidencia es contradictoria, pues sus
un nivel de competencia alto aumenta los resultados varían dependiendo del nivel
niveles de votación. En Chile el efecto del territorial observado. Así, a nivel comu-
nivel de competencia entre candidatos ha nal en Portugal Stockemer & Calca (2013)
sido investigado en estudios que exami- encuentran que la corrupción es un movi-
nan los efectos de la inclusión del voto vo- lizador electoral: en los municipios donde
luntario en la participación electoral. Brie- hubo más denuncias de corrupción en los
ba (2015) encuentra que la competitividad dos años previos a las elecciones muni-
de la elección tiene un efecto leve sobre la cipales hay mayor participación electoral
participación electoral y que este se mani- en comparación con aquellos sin denun-
fiesta especialmente en comunas grandes. cias en el mismo período. Por otra parte,
Brieba (2015) también señala que, tras al comparar países europeos, Sundstrom &
la implementación del voto voluntario, el Stockemer (2015) encuentran que la parti-
crecimiento del padrón ayudó a moderar cipación electoral disminuye a medida que
la caída en la participación electoral en aumenta la percepción de corrupción.14 Sin
comunas urbanas: en aquellas comunas embargo, los autores recalcan que existen
donde el número de votantes potenciales importantes variaciones entre países.
creció más, la caída en participación fue Estudios a nivel individual
menos pronunciada. Por último, el estudio El análisis individual se realiza pre-
concluye que el tamaño de las comunas ferentemente a través de datos provistos
también es relevante: a mayor tamaño, por encuestas de opinión postelecciona-
más pronunciada fue la caída en partici- rias (Smets & van Ham, 2013). Este nivel
pación electoral (aunque la tasa de des- de análisis permite enfocarse en varia-
censo disminuye con el tamaño). bles sociodemográficas y actitudinales,

14 Medida a través del índice de percepción de corrupción de Transparencia Internacional,


el índice de control de la corrupción del Banco Mundial y la Guía Internacional de Riesgo de
los Servicios Políticos de los Países (ICRG).

73
evitando problemas metodológicos como como satisfacción con la vida, confianza
el reduccionismo o la falacia ecológica al interpersonal, indicadores de posmate-
trabajar en un nivel agregado (Corvalán, rialismo, autoposicionamiento ideológico,
Cox y Hernández, 2015). Sin embargo, el índices de confianza en las instituciones
trabajo con encuestas presenta sus pro- políticas, índices de participación no con-
pias dificultades, como problemas de so- vencional, escolaridad, tipo de profesión y
brerreporte debido a que los individuos, clase social subjetiva (Aparecido Ribeiro &
por distintas razones, tienden a decla- Borba, 2011). Otras variables actitudinales
rar participación a tasas mayores que las son el deber cívico del voto y la percep-
que efectivamente se observan el día de la ción de eficacia interna y externa (Blais &
elección (Belli et al., 1999). Rubenson, 2013). Además, es posible en-
A nivel internacional, la literatura contrar índices de canastas de bienes de
muestra cierto consenso respecto de que consumo como alternativa a las variables
la edad, los ingresos y el nivel educacional de ingresos (Handlin, 2013).
son predictores robustos de participación De acuerdo con Smets & van Ham (2013),
electoral (Blais, Gidengil & Nevitte, 2004; que realizaron un metaanálisis sobre 111 es-
Katz & Katz, 2010). Según la evidencia, tudios a nivel individual publicados en las
en general, la participación electoral se principales revistas de ciencia política en
incrementa a medida que aumenta el ni- inglés entre 2000 y 2010, se suelen utilizar
vel socioeconómico y el nivel educacio- las siguientes variables suelen ser utilizadas
nal (Lipset, 1960; Soto Zarzuela & Cortez, y tienden a ser más o menos explicativas en
2014). Es lo que se ha llamado el sesgo de los estudios de nivel micro.
clase en la participación electoral. Sin em-
bargo, tal como indican Gallego (2015) y Influencia del nivel socioeconómico
Corvalán et al. (2015), la evidencia tiende a Existe numerosa literatura que vincula
estar condicionada por el caso estadouni- los estudios de participación electoral con
dense, cuando en realidad podrían existir la clase social o el nivel socioeconómico
diferencias entre países. Volveremos sobre de los votantes (Brooks, Nieuwbeerta y
este punto más adelante. Manza, 2006; Evans & Tilley, 2012; Man-
Otros determinantes individuales de za & Brooks, 2008; Brooks, Nieuwbeerta &
participación que se suelen utilizar en este Manza, 2006;). El objetivo de la mayoría de
nivel de análisis son variables actitudinales estos estudios es determinar si a un mayor

74
Tabla 4:
Variables más explicativas Variables menos explicativas o ambiguas
Variables explicativas
de la participación
· Edad (lineal y elevada al cuadrado) · Género electoral a nivel
· Nivel educacional · Raza/etnia individual
· Movilidad residencial · Estatus ocupacional y tipo de ocupación

· Exposición a los medios · Pertenencia a sindicato

· Movilización electoral de partidos y de la · Confianza en las instituciones


sociedad civil
· Proximidad de las elecciones
· Haber votado en las elecciones pasadas

· Identificación partidaria

· Interés en la política

· Conocimiento político

Fuente: Elaboración propia sobre la base de Smets & van Ham (2013).

nivel socioeconómico (territorial o indivi- (Wright, 2005) se expresan también como


dua) aumenta la probabilidad de votar, un recursos diferenciados para su uso en el
supuesto predominante desde la segunda campo político, donde agentes y grupos
mitad del siglo xx (Lijphart, 1997; Lipset, reconvierten sus recursos y capitales para
1960; Verba, Schlozman y Brady, 1995). ocupar posiciones de dominación y perpe-
El sesgo de clase en la participación tuarse en ellas (Joignant, 2012).
electoral ha sido ampliamente discuti- La discusión académica sobre el ses-
do en las ciencias políticas y sociales. El go de clase en los procesos eleccionarios
sesgo de clase se tiende a relacionar con se relaciona con el régimen electoral. En
la existencia de desigualdades económi- la literatura se argumenta que en un con-
cas relevantes que, al afectar los procesos texto de obligatoriedad se diluiría el po-
políticos, subvierten los ideales de igual- tencial sesgo de clase en la participación,
dad democrática (Bartels, 2008), pues las con lo que disminuirían las desigualdades
desigualdades socioeconómicas expresa- políticas. En cambio, en sistemas de voto
das en sistemas de estratificación social voluntario los sectores de mayor nivel

75
socioeconómico tenderían a participar vez en la elección municipal de 2012 fue-
más, lo que también tiende a condicionar ron personas que vivían en comunas
las políticas redistributivas implementa- grandes, especialmente en aquellas de al-
das por las autoridades electas (Huneeus, tos ingresos. En un estudio sobre el efec-
2005; Lijphart, 1997; Mahler, 2008). to del voto voluntario en la participación
En el caso chileno la evidencia es mix- electoral, Brieba (2015) encuentra que el
ta. A nivel territorial, algunos estudios su- nivel socioeconómico (NSE) interactúa
gieren que un mayor ingreso aumenta la con variables territoriales. En comunas
participación en comunas urbanas (Cor- pequeñas, a mayor NSE disminuye más la
valán et al., 2012, Corvalán & Cox, 2013), participación electoral, mientras que en
mientras que otros señalan que el sesgo de el Gran Santiago a mayor NSE disminuyó
clase se produce solamente en la Región menos la participación.
Metropolitana (Ramírez, 2015). Además, En Chile, la evidencia que contradice
hay estudios que muestran que el nivel la hipótesis sobre el sesgo de clase a ni-
socioeconómico interactúa con el nivel de vel territorial es escasa. Bucarely, Engel &
competencia de la elección (Contreras et Jorquera (2013) son de los pocos que en-
al., 2016). Así, cuando el nivel de compe- cuentran resultados diferentes a los hasta
tencia es alto, la participación es similar ahora mencionados. A partir de un metaa-
en comunas ricas y pobres. Sin embargo, nálisis simulado, llegan a la conclusión de
cuando la competencia es menor, la par- que, controlando por distintas variables,
ticipación en comunas ricas es alta y en el ingreso promedio de la comuna tiene un
comunas pobres es baja. efecto poco robusto y cercano a cero sobre
Desde otra perspectiva, Cox & Gon- la participación (al igual que los años de
zález (2016) encuentran que quienes en educación promedio).15
mayor medida participaron por primera A nivel individual, los estudios revisados

15 Distintos elementos técnicos inciden en esta situación contradictoria. Corvalán, Cox y


Hernández (2015) señalan que deben ocuparse ponderadores poblacionales para evitar el
problema de la falacia ecológica. De hecho, muestran que la relación entre ingreso y parti-
cipación pasa de ser negativa a positiva al usar estos ponderadores. Estos mismos autores
sugieren que también se deben analizar por separado las comunas urbanas de las rurales
(Corvalán y Cox, 2013).

76
que se basan en encuestas indican consis- el nivel socioeconómico, aun controlando
tentemente un sesgo de clase. Analizando por distintas variables.
los efectos del voto voluntario en la parti- Los estudios revisados permiten orien-
cipación electoral de los jóvenes, Contreras tar el análisis que será presentado en la
& Morales (2014) encuentran que entre las próxima sección. A partir de los resulta-
elecciones de 2009 y 2013 se ha profundi- dos hasta ahora discutidos, se examinaron
zado el sesgo de clase en esta población, es los datos electorales a nivel territorial e
decir, que votan más quienes tienen más individual, utilizando las variables que la
ingresos. A partir del análisis de encuestas literatura ha definido como más relevan-
del Centro de Estudios Públicos (CEP), Cor- tes para estudiar la participación electoral,
valán, Cox y Hernández (2015) encontraron especialmente en Chile.
que la participación electoral aumenta con

77
78
ANEXO 3: GLOSARIO

Tasa de Participación Electoral o votos emitidos en relación al padrón: Corresponde


al porcentaje de votos emitidos sobre el padrón de habilitados para votar, es decir

Número de votos emitidos


x= *100
Número de habilitados para votar

Disminución porcentual de la participación electoral: corresponde a la disminución


en la tasa de participación electoral como porcentaje de la tasa de participación
electoral obtenida en la elección anterior, es decir

Tasa participación electoral 2016-Tasa participación electoral 2012


x= *100
Tasa participación electoral 2012

Tasa de caída de votos: corresponde a la disminución porcentual que representa la


resta entre los votos emitidos en 2016 y los votos emitidos en 2012, como porcentaje
de los votos emitidos en 2012; es decir

Votos emitidos 2016 -Votos emitidos 2012


x= *100
Votos emitidos en 2012

79
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