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Como decimos hay que tener dos conceptos bien claros: por un lado el tipo/marca de nuestro
latón. No es el mismo el grosor de paredes de Lapua o de Norma, por citar sólo dos marcas
principales. En Lapua, las paredes son más finas que en Norma. Esto nos hace pensar que la
especial composición de cada fabricante, ofrece respuestas distintas. Así, entendemos que
Lapua, al tener paredes más delgadas, es porque tiene su propia proporción Zinc y cobre. Y
aunque en ningún caso, el zinc, estará por encima del 50%, cada fabricante lo ajusta (es el que
confiere la dureza al latón), en favor de su diseño personal. Por su parte Norma, es sabido que
ofrece paredes considerablemente más gruesas (aquí de nuevo entendemos que la presencia
de zinc disminuye a favor del cobre y por esta razón su grosor es mayor).
Para calcular la sección de las paredes del casquillo a rectificar tomaremos varias muestras de
densidades de paredes (de la misma marca y lote), para saber cuál es la cota mínima y por
tanto esta definirá la cantidad de rectificado. Para nuestra práctica trabajaremos, con valore
de las vainas Norma y la medida de paredes que nos ha dado es de 0.0138 pulgadas.
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El siguiente concepto es la huella de nuestra recámara. No será lo mismo que tengamos una
recámara SAMI/comercial/repetición, que una recámara más ajustada tipo match. Para
nuestro ejemplo hemos tomado cotas a dos fusiles diferentes; uno con recámara comercial y
otro con recámara match, ambos en calibre 6 MM BR. En el primer caso, de recámara
estándar, para calcular el espacio hemos tomado dos/tres cartuchos disparados y con nuestro
calibre hemos sacado cotas del cuello. Obteniendo una medida de 0.2715 pulgadas y en el
otro caso medido, el de la recamara macht, una media de 0.2685 pulgadas.
Así, a la hora de realizar el neck turning, tomaremos en cuenta el grosor de las paredes del
latón seleccionado y en consecuencia para qué fusil vamos a trabajar. Por norma general,
deberemos dejar un espacio de dilatación en recámara no inferior a 0.004 pulgadas y no
superior a 0.006 pulgadas; lo que nos da entre dos y tres milésimas de pulgada de espacio
entre pared y casquillo. Con esto garantizamos un perfecto sellado de la recámara durante la
combustión y el espacio suficiente para que dilate el casquillo y produzca un eficiente
desengarzado del proyectil. La no observación de estos dos parámetros nos provocará
inevitablemente problemas de precisión, más apreciables cuánto más preciso o largo deba ser
nuestro disparo.
Con estos parámetros ya identificados podemos tomar una decisión en cuanto al rectificado
de cuello de nuestros cartuchos, atendiendo los dos factores expuestos anteriormente.
boca de nuestro fusil. Este aspecto es muy importante en la precisión y, sobretodo, en las
competiciones de larga distancia… Hay que considerar que a 900 yardas variaciones de
velocidad en boca de entre 880 y 890 m/s (normales en munición comercial o de recargadores
aficionados), como constante nos dará un error de deriva vertical próximo a los 20 cm.
Lo que fácilmente nos sacará del anillo del cinco al menor error. Los americanos consideran
que una desviación estándar de un cartucho, medido en pies por segundo, nunca debe
superar los dos dígitos en su ecuación. Si usamos la medida m/s deberemos dividir por tres
este valor para que el parámetro nos sirva de referencia. Lo ideal sería, sin duda, un D/S cero.
Si tenemos un casquillo con un grueso de paredes de 0.0138 pulgadas en su cota media, para
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calcular la tensión de cuello del bushing (en este caso Norma), la fórmula a desarrollar es la
siguiente:
El valor de 0.2706, nos define la vaina con nuestro proyectil engarzado y tendrá una cota
exterior en esta medida, y por tanto, una tensión de engarce cero. Pero el engarce cero, si
bien es el ideal por definición, no tiene por sí mismo la suficiente consistencia como para
permitir que nuestros proyectiles viajen con su vuelo libre integro hasta el campo de tiro. Así,
que lo habitual para tiro de precisión, es proporcionarle una tensión mínima de 0.002
milésimas aplicando, en este caso, un bushing de 268 que nos daría en realidad una tensión
de 0.0025. También hubiéramos podido tomar la decisión montar un bushing de 269 dejando
la tensión en 0.0015 pulgadas, lo que nos ofrece un más interesante par de tensión de
desengarce. Pero posiblemente debilita en algo la integridad de vuelo libre y concentricidad
de los proyectiles.
Ahora debemos pensar en el tipo recámara que usaremos y, por tanto, del perfecto sellado
de esta y, al tiempo, generar el espacio necesario de desengarce ideal; favoreciendo de paso
no tener menores picos de presión con recargas calientes. Vamos a tomar las cotas de 0.2715
pulgadas de la recámara SAMI. Así, con un bushing 268 estaríamos dejando un espacio en
recámara de 0.0035 pulgadas (entre paredes 0,00175). Nosotros valoramos como un valor
ideal a entre dos y tres pulgadas entre paredes para lograr resultados repetibles y con una
tolerancia suficiente para admitir ciertos errores de medida y fabricación. Si optamos por el
bushing del 269, si bien conseguimos una interesante opción de desengarce de sólo 0.0015
INICIACIÓN A LA RECARGA LR Y PRECISIÓN
pulgadas (al límite de lo trasportable, a nuestro gusto), estaríamos dejando sólo un espacio de
0,0025 pulgadas, por lo que nos quedaríamos en 0.00125 de espacio entre paredes. Sin duda,
demasiado ajustado, y por tanto muy, muy exigente con nuestro trabajo de recargadores,
para repetir como una constante.
En la receta con el bushing 268 y la recámara Macht. Repetimos con más facilidad, los valores
de tensión de desengarce de cuello y una valor de sellado de recámara ideales, al conseguir
un mayor espacio de dilatación para el desengarce, con respecto a la primera opción. Por
tanto sería la que deberíamos tener en cuenta en el caso de la recámara Macht, a falta de
pruebas y mediciones de los resultados.
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Hay que tener en cuenta que algunos cartuchos son muy sensibles con respecto a su espacio
de desengarce. Y no debemos olvidar el caso de las cargas muy calientes, repetimos una vez
más, que no generar espacio suficiente para la expansión de la vaina, produce habitualmente
picos de presión; que modificarían claramente al head space (del hombro de la vaina), y por
ende al pistón; parte más débil del cartucho. Y produciendo, con seguridad, un despegado de
éste y por tanto generando la habitual inoperatividad del cerrojo y el descerrojado.
CALIBRE EN MANO
Con estos valores (ver cuadro), combinaremos la medida de la recámara, con el grueso de
pared de casquillo. Y veremos que la combinación perfecta es dificultosa de alcanzar
dependiendo qué variaciones, si queremos mantener una TENSIÓN DE CUELLO próxima a los
0.002” y un ESPACIO ENTRE PAREDES también de 0.002/0.003”.
INICIACIÓN A LA RECARGA LR Y PRECISIÓN
RECÁMARA MATCH
LAPUA (X) (=) (+) calibre resultado (- 2") bushing Macht espacio en recamara
0,0130 2 0,0260 0,2430 0,2690 0,002 0,267 0,2685 0,0015 0,0008
LAPUA (X) (=) (+) calibre resultado (- 5") bushing Macht espacio en recamara
0,0130 2 0,0260 0,2430 0,2690 0,005 0,264 0,2685 0,0045 0,0023
NORMA (X) (=) (+) calibre resultado (- 2") bushing Machtespacio en recamara
0,0138 2 0,0276 0,2430 0,2706 0,002 0,269 0,2685 -0,0001 0,0000
NORMA (X) (=) (+) calibre resultado (- 6") bushing Machtespacio en recamara
0,0138 2 0,0276 0,2430 0,2706 0,006 0,265 0,2685 0,0039 0,0020
RECÁMARA SAMI
LAPUA (X) (=) (+) calibre resultado (- 2") bushing Macht espacio en recamara
0,0130 2 0,0260 0,2430 0,2690 0,002 0,267 0,2715 0,0045 0,0023
IDEAL / Tensión desengarce 2"/ espacio en recámara 0,002
NORMA (X) (=) (+) calibre resultado (- 2") bushing Macht espacio en recamara
0,0138 2 0,0276 0,2430 0,2706 0,002 0,269 0,2715 0,0029 0,0015
NORMA (X) (=) (+) calibre resultado (- 3") bushing Machtespacio en recamara
0,0138 2 0,0276 0,2430 0,2706 0,003 0,268 0,2715 0,0039 0,0020
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En el anterior recuadro podemos ver una combinación de valores de las recámaras Macht
de 0.2685” y SAMI de 0.27152, con las cotas de grueso de paredes medidas: Lapua 0.0130” /
Norma 0.0138”
En el primer supuesto con recámara Macht, veremos que este tipo de recámaras es muy
estrecha y casi siempre exige trabajar con el Neck Turning, para poder alcanzar los pares
ideales. De lo contrario, o tendremos un exceso de tensión de engarce de proyectil, y/o falta
de espacio en las paredes de la recámara/ casquillo, que favorezcan el espacio suficiente.
De la lectura de datos podemos extraer ciertas conclusiones obvias: que los casquillos Lapua
en recamara comercial SAMI, funcionan muy bien y los Norma con una ligera tensione de
engarce. Mientras en las recámaras Macht, exigirán en Lapua y Norma tensiones de crimpado
muy próximas a los cartuchos de caza, para generar espacio suficiente en la recámara.
Ya hemos dicho anteriormente que el Neck Turning para que sea perfecto y su efectividad
contrastable, en valores de tensión de desengarce homogéneos y concentricidad, debemos
medir el grueso de paredes con un comparador. Y averiguar el grosor mínimo de las paredes
del cuello por lote de vainas a trabajar. Los datos de grueso de pared que hemos identificado
anteriormente son valores medios y nos han permitido trabajar y/o hacernos una idea de
cómo funcionaría la munición comercial, en las habituales recámaras. Así, Para una correcta
ejecución del Neck Turning, habría que medir realmente y precisión la sección de paredes más
delgadas y llevar el lote elegido en el rectificado, a esa homogenización de espesor mínimo.
Supongamos que en el caso del casquillo Lapua con un valor medio de 0.0130 grueso de
paredes. Después de realizar varias mediciones llegamos a la conclusión que la cota del cuello
oscila entre 0.0133” de máximo y 0.0125” de mínimo. Lo correcto sería hacer un Neck Turning
en todo el lote hasta: 0.0125”. Para asegurarnos, que de esta manera, que la tensión del cuello
será siempre uniforme, constante y la concentricidad perfecta.
Según vemos en el cuadro siguiente, para obtener dos milésimas en tensión de cuello y
separación de recámara. Con una medida de recámara macht de 0.2685 pulgadas, habría que
rectificar el casquillo por debajo de sus valores nominales de construcción. La sección de pared
mínima identificada en el lote ha ido de 0.0125 pulgadas y la ideal identificada para nuestra
recámara ha sido de 0.0118 pulgadas.
Neck 0,0125
Lapua (X) (=) (+) calibre resultado tensión bushing Macht espacio en recamara
0,0125 2 0,0250 0,243 0,2680 0,0035 0,265 0,2685 0,0040 0,0020
0,0125 2 0,0250 0,243 0,2680 0,0030 0,265 0,2685 0,0035 0,0018 5
0,0125 2 0,0250 0,243 0,2680 0,0025 0,266 0,2685 0,0030 0,0015
0,0125 2 0,0250 0,243 0,2680 0,0020 0,266 0,2685 0,0025 0,0013
0,0125 2 0,0250 0,243 0,2680 0,0015 0,267 0,2685 0,0020 0,0010
Grueso Neck
Lapua (X) (=) (+) calibre resultado tensión bushing Macht espacio en recamara
0,0130 2 0,0260 0,243 0,2690 0,003 0,266 0,2685 0,0025 0,0013
0,0128 2 0,0256 0,243 0,2686 0,003 0,266 0,2685 0,0029 0,0015
0,0125 2 0,0250 0,243 0,2680 0,002 0,266 0,2685 0,0025 0,0013
0,0120 2 0,0240 0,243 0,2670 0,002 0,265 0,2685 0,0035 0,0018
0,0118 2 0,0236 0,243 0,2666 0,002 0,265 0,2685 0,0039 0,0020
Después de este detalle loco de decimales hay que calmarnos un poco. Estamos hablando de
decimales de milésima de pulgada como si fuera algo común y por el contrario es algo muy
difícil de mantener día a día. Y cuando hablamos de mantener medidas de 0.002 pulgadas nos
referimos a valores métricos de 0.05 m/m. Y qué valores de 0.0005 pulgadas son simplemente
0.012 m/m. Algo muy, muy difícil de repetir habitualmente. Así que debemos ser en cierta
manera flexibles con nuestras mediciones y hacer pruebas previas de desviación estándar
(D/E) y precisión, antes de tomar una decisión no reversible con el Neck Turning de nuestras
vainas.
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INICIACIÓN A LA RECARGA LR Y PRECISIÓN
Empezamos por seleccionar un lote de vainas nuevas o usadas. Lo del lote es importante por
la homogenización de su origen de fabricación, como por el desgaste acumulado por el
número de disparos u otros factores. Lo primero es igualar el diámetro interior (cuello), o si
ya están disparadas no haría falta, mediante un expander del calibre adecuado. Para evitar
deformaciones durante el proceso deberemos utilizar algún tipo de lubricante en la boca de la
vaina para facilitar el proceso.
Pero la pregunta se dispara rápidamente: ¿si tenemos una recámara comercial, no debemos
tornear los cuellos? ¿No podemos beneficiarnos de esta mejora en la precisión de nuestra
munición con esta técnica? La respuesta fácil o inmediata: ¡no! Pues una recamara comercial,
dadas sus generosas cotas, hace que al rectificar el tamaño de las paredes cuello, provoca que
estas queden demasiado lejos de las paredes de la recámara y, por tanto, comprometan el 7
perfecto sellado de la combustión. Pero soluciones, gracias al ingenio, hay para todo. Y
pensamos que con la información que ya tenemos, se nos puede ocurrir alguna solución:
SOLUCION
Sacrificando tensión de cuello podemos apurar al máximo las medidas, como ya hemos
aprendido en el capítulo anterior. Y conseguir, al menos, un pequeño rectificado. Lo primero
es buscar una marca de vainas con la mayor densidad seccional posible. Ya hemos visto que
las Norma, aventajan a las Lapua en este sentido. Y el mayor grosor de pared, nos dará ese
margen necesario. Quizás no podamos llegar a un rectificado completo, pero sí podemos
homogenizar algo los valores y mejorar nuestros resultados. El primer sitio donde lo
notaremos, esa posible mejoría, será en los valores de D/E (desviación estándar) de nuestras
velocidades en boca.
y se recoloca esta siempre en la misma distancia con cada cartucho, garantizando siempre el
mismo vuelo libre del proyectil. Para esto astuto juego, debemos sintonizar previamente las
cargas, a esta medida máxima. Y tener en cuenta, que si trabajamos con cargas muy calientes,
que con seguridad esta técnica nos daría picos de presión no deseables.
Es también aconsejable, que si el rectificado es muy profundo, hagamos este al menos en dos
fases divididas, para no castigar en exceso a la cuchilla y conseguir la mejor uniformidad de
retirada de material sobrante. Realizado el trabajo usaremos un chafraneador de vainas para
retirar las posibles rebabas del corte por dentro y por fuera de la vaina. También es interesante
repasar el material del cuello, para dejarlo perfectamente pulido, con una nana de acero de
“0000”. Ya tendremos el primer paso terminado.
Después de este proceso, muchos reloader acostumbran hacer una selectiva selección de
familias de casquillos por peso. Antes de proceder al rectificado de la vaina para almacenaje
final. Nosotros no vemos la ganancia y si la pérdida de tiempo, en pesar las vainas, después
de rectificar los cuellos, de donde se ha retirado una cantidad indeterminada de material
sobrante. No sabríamos decir a que conclusión/ganancia, se puede llegar con este laborioso
proceso. Pero en cambio, si aconsejamos un recalibrado completo, mediante un die full, que
nos permita rectificar y homogenizar en todo nuestro lote, la altura del hombre (head space).