En primer lugar destaca que hay una falta de inversión gubernamental en temas agrícolas en todo
el PAIS. En segundo lugar, apunta a un mayor índice de adopción de nuevas tecnologías
Extrangeras.
Entre las nuevas tecnologías más importantes está la automatización. La automatización ya se ha
desarrollado en industrias cuyos procesos y condiciones son reiterativos y predecibles. Con el tiempo estos sistemas de automatización se están haciendo más flexibles e inteligentes, eliminando la necesidad de la supervisión humana. Al incrementar la conciencia de la situación mediante la combinación de sensores y algoritmos de inteligencia mecánica, los sistemas automáticos son capaces de adaptarse a entornos variables para llegar a resultados óptimos. Para la agricultura existen considerables beneficios en el terreno del desarrollo de estos sistemas, aunque sigue siendo uno de los terrenos de trabajo que plantean mayores desafíos. Además, la inversión para adaptar estos sistemas a los trabajos agrícolas sigue siendo difícil de justificar debido a la naturaleza de restricción de costes de la industria y —hay que decirlo— su resistencia al cambio.
La agricultura inteligente es el futuro
Hoy en día, el arte de la agricultura ha cambiado considerablemente. Ya no se puede confiar en los métodos empleados durante siglos. Pensar al margen de lo establecido tiene que ser nuestra forma de avanzar, y para ello tenemos que adentrarnos en las nuevas tecnologías aplicadas a las necesidades agrícolas. El cambio climático, el crecimiento demográfico y la limitación de recursos han incrementado la competencia entre los agricultores. Para hacer frente a todo ello, las aplicaciones móviles son una herramienta ideal para proporcionar a los agricultores la información más reciente sobre la agricultura. Diversos tipos de drones pueden ser útiles para el control de la recolección. La agricultura de precisión reúne las siguientes características: Con la ayuda de la tecnología de los sensores del suelo se puede conocer con facilidad la capacidad de producción del suelo. Se puede hacer un uso más eficiente de fertilizantes y productos químicos empleando herramientas tecnológicas. La ventaja de los agro-químicos es que se pueden usar como y cuando sean necesarios. Se pueden emplear muchas innovaciones técnicas, como los difusores y pulverizadores, los controladores, los sensores, las técnicas de inducción electromagnética, los sensores geoespaciales y ultrasónicos, juntamente con los métodos de teledetección.
Sensores remotos en el campo: cuando la
agricultura se convierte en inteligente Menos residuos, más eficiencia. En la agricultura, esto es una posibilidad real: solamente hay que utilizar las herramientas adecuadas, como lo son los sensores remotos. Los sensores remotos son parte del IoT (Internet de las Cosas): es una tecnología que mide y detecta datos de interés con una fiabilidad extrema, y en caso de que sea necesario, los procesa para apoyar la toma de decisiones del agricultor. Gracias a los sensores remotos, de hecho, obtendrás muchos conocimientos sobre la tierra y las plantas, algo útil para realizar los tratamientos en el mejor momento y solamente en las proporciones que sean necesarias. Los principales beneficios: Reducción de los costes de protección de planta y/o fertilizantes; Reducción del impacto medioambiental; Reducción del uso de valiosos recursos como el agua; Mejores cosechas; Frutos saludables. Aquí tenemos algunos de los sensores más usados. Sensor remoto humedad de soja Mide el contenido volumétrico del agua en la tierra basándose en la constante dieléctrica de la tierra. Los datos son útiles para proceder al regado. Sensor remoto EC Mide la conductividad de la tierra. El valor de la conductividad depende de la salinidad y nutrientes del campo. Este dato es crucial para decidir la dosis, la composición y la frecuencia de la aplicación de tratamientos de fertilizantes. De hecho, un exceso de fertilizante puede crear un daño importante en la planta. Normalmente, las sales minerales tienden a mezclarse con el agua. En caso de que el fertilizante, que contiene un gran número de sales minerales, se aplique sobre un campo rico de esas substancias, puede competir con las raíces, robarles su agua y forzarlas a salir de la tierra. Esto generaría una mayor exposición de la planta y el no poder recibir otros nutrientes necesarios contenidos en la tierra. Sensor remoto pH El pH es importante para determinar la acidez de la tierra, algo que varía dependiendo de la disponibilidad de nutrientes en la solución de agua/tierra. El valor afecta tanto a la fertilidad como a la capacidad de absorber nutrientes del campo. Especialmente, el agua es rica en carbonados, lo que normalmente tiende a alcalinizar la tierra (un campo alcalinizado puede compactarse). Por otro lado, la planta, al absorber el agua, tiende a acidificar (una tierra acida, en la presencia de arcilla, se convierte en impermeable). La detección de pH es por lo tanto esencial para comprender cómo fertilizar de la manera adecuada para generar un entorno perfecto para conseguir una gran cosecha. Además del propio sensor para el campo, el sensor también mide el pH del agua. Sensor remoto de crecimiento diametral Detecta variaciones milimétricas en el tallo, en las ramas y en las frutas de la planta, y se utiliza para monitorizar en tiempo real la salud de la planta, especialmente en casos de estrés del agua. Sensor remoto tensiómetro Detecta la fuerza utilizada por las raíces para absorber el agua. Es una herramienta útil para las intervenciones de regado. Además de eso, el sensor remoto puede integrarse en un sistema IoT (Internet de las Cosas), siendo algo avanzado a la par que fácil de usar, que detecta datos sobre el campo y luego los procesa siguiendo unos modelos predictivos sofisticados para, por ejemplo, prevenir de enfermedades con antelación. Algo revolucionario que aporta muchos beneficios al agricultor. Los sensores remotos que miden las condiciones meteorológicas son muy utilizados en estos sistemas Internet de las Cosas (IoT), y de su combinación de humedad, temperatura y humedad de las hojas dependen la mayoría de las infecciones fúngicas. La tierra esconde secretos, y los sensores remotos los descubren.