Professional Documents
Culture Documents
ISBN 978-0-557-07847-9
90000
9 780557 078479
Edición especial en formato digital. Prohibida su reproducción
y publicación completa y gratuita en Internet. Para solicitar
una muestra de las primeras 30 páginas a publicar con
acceso gratuito al público general en la web, contacte a:
info@abusoemocional.com
Muchas gracias.
Visite nuestro sitio:
www.abusoemocional.com
2
Abuso Emocional
El enemigo invisible
3
Barrancos, Mariana Beatriz
Abuso Emocional – El enemigo invisible
1ra. Edición – Junio de 2009 - Versión Digital
ISBN 978-0-557-07847-9
4
A mis hijos,
Gonzalo y Florencia
5
Prólogo
6
Cada persona es única, como también lo son sus experiencias de vida. Por
consiguiente, sus relaciones personales, laborales, sociales y familiares,
también son únicas. Así, es importante que al leer la información
contenida en estas páginas, comprenda que no siempre los ejemplos o las
soluciones coincidirán plenamente con las diferentes situaciones de abuso
emocional que enfrentan las personas, a lo largo de su vida.
7
Agradecimientos
8
Asimismo, agradezco a las agencias de traducción Language Learning
Enterprises, Inc., Washington D.C., por asignarme la traducción de los
documentos del Departamento del Menor y la Familia del Estado de
Connecticut y a Docu-Trans LLC., de Cincinnati, Ohio, por encargarme
la traducción de los documentos del programa "Guardianes de los Niños" de
la organización “Darkness to Light”, fundadora del programa de
prevención estadounidense sobre el abuso sexual infantil.
Mariana Barrancos
9
Contenidos
Capítulo I
Qué es el abuso emocional 13
La familia disfuncional 23
Capítulo II
Ámbitos dónde ocurre el abuso emocional 35
Quiénes participan en una relación abusiva 61
Capítulo III
El ciclo del abuso emocional 82
Grados de reacción 85
Cómo decir “No” 87
El efecto dominó 89
Capítulo IV
Causas probables 94
Trastornos de la personalidad 95
El abuso consciente 104
Consecuencias típicas 108
Capítulo V
Perfil del abusador 113
Perfil de la víctima 130
Capítulo VI
Indicadores, signos y síntomas 142
Tres preguntas clave para detectar el abuso 148
Factores que influyen 155
El proceso de cambio 158
Capítulo VII
Tipos de abuso y negligencia 162
El abuso emocional ante la ley 169
La dependencia emocional o codependencia 171
Capítulo VIII
Técnicas de prevención 176
Recursos disponibles 185
10
Capítulo IX
El abuso emocional en la pareja y la familia 188
Relaciones saludables y relaciones no saludables 190
Síndrome de Alienación Parental 196
Capítulo X
Expectativas realistas 199
Criterio certero 202
Sólo sé que no sé nada 208
Capítulo XI
Por dónde pasa la felicidad 213
Bibliografía
Bibliografía de referencia 214
11
CAPÍTULO I
12
QUÉ ES EL ABUSO EMOCIONAL
Hay distintos niveles de abuso emocional. Algunos niveles son muy sutiles
-como las manipulaciones o los juegos mentales- y otros son más
evidentes, como la agresión verbal o la discriminación, por ejemplo.
Desde finales del siglo XIX hasta hoy, el campo de la salud mental ha ido
evolucionando. Desde los tiempos de Freud y el nacimiento del
psicoanálisis hasta las terapias más modernas de la actualidad, los
conceptos y las ideas han ido cambiando. Los diferentes profesionales de
salud mental como los psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras, terapeutas,
orientadores y consejeros, han seguido distintas líneas de pensamiento y
apoyan diferentes ideas o teorías.
13
Como obsevaremos más adelante, cuando citemos los problemas
psicológicos que padecen algunos abusadores, veremos que algunos
profesionales de salud mental opinan que hay una diferencia importante
entre los trastornos de la personalidad y los trastornos del carácter,
mientras que otros opinan que tal clasificación no existe.
Cabe destacar que, tanto los abusadores como las víctimas de abuso
emocional, pueden ser –indistintamente – niños, adolescentes, mujeres y
hombres adultos o personas mayores. A su vez, estas personas pueden
pertenecer a distintos niveles socio-culturales, es decir: tener un título
universitario o no, tener una posición económica de privilegio o no,
practicar una religión determinada o no, pertenecer a determinada cultura,
etc.
Por otro lado, también hay algunas personas que sufren ciertos problemas
de salud mental y requieren de un tratamiento determinado para poder
resolver sus problemas, adecuadamente.
14
¿Cómo actúan los abusadores?
En muchos casos, las formas más sutiles de abuso emocional son difíciles
de detectar y las personas no terminan de comprender por qué se sienten
mal o no logran ser felices. Esto se debe a que las formas más sutiles de
abuso emocional se llevan a cabo mediante métodos casi imperceptibles
que logran deteriorar la autoestima de la persona sin que ésta se dé cuenta.
15
En este caso, tanto el padre como la madre están abusando
emocionalmente del niño. No sólo no le proporcionan al niño una
estructura saludable ni un modelo adecuado de conducta, o parámetros
válidos sobre cómo conducirse correctamente en la vida, sino también,
exponen al niño a una situación denigrante y humillante, ya que el dueño
del almacén no siempre estará de buen humor para “venderle fiado” o tratar
bien al niño.
Este patrón de conducta de los padres, vale decir: “el no hacerse cargo de sus
propias acciones”, denota la inmadurez y la cobardía de los padres, quienes
no dudan en “mandar al frente” al niño, en una situación que no es positiva
para la salud emocional del menor. El niño se siente mal, temeroso,
ansioso, angustiado o humillado por tener que ir a “dar la cara” por sus
padres y se verá expuesto a cualquier reacción que el dueño de la tienda
pueda tener (una reacción que es impredecible).
16
También es posible que el niño se haya sentido confundido. Cualquiera
haya sido la consecuencia, el niño creció con ese impacto y lo trasladó a su
vida adulta.
Así, cuando era niño y regresaba al hogar, quejándose porque el dueño del
almacén le había dicho “cosas feas”, es probable que sus padres hayan
minimizado la situación y le hayan dicho al niño que era “demasiado
susceptible”. Ni hablar de los comentarios negativos que le habrán dirigido
al niño si volvió con las manos vacías. Seguramente habrán culpado al
niño por no traer los comestibles que le encargaron, con lo cuál habrán
reforzado eficazmente la imagen negativa que el niño comenzaba a
construirse de sí mismo.
Decirle a un niño cosas como: “Qué inútil eres” “No se te puede pedir un favor”
“Así nunca lograrás conseguir nada en la vida” o “Eres demasiado susceptible”
denota la falta control de los padres respecto de su propia frustración. Un
adulto emocionalmente saludable que ama a sus hijos, los protege y se
preocupa por la salud emocional de los niños -en lugar de exponerlos a
situaciones no deseables o usarlos para que hagan lo que ellos mismos no
se animan a hacer.
17
Así, pueden llegar a creer que realmente son malos hijos, que son inútiles,
que son demasiado susceptibles o demasiado débiles, cuando esto no es
verdad. Además, también se suma el hecho de que, a veces, los padres
tienen expectativas demasiado altas respecto de sus hijos. Esto hace que
los niños se sientan muy exigidos, frustrados o deprimidos, o bien, que se
rebelen desde los primeros años de su niñez, al no lograr satisfacer las
expectativas de sus padres.
Otro ejemplo:
Negligencia emocional
Durante la vida adulta, los niños pensarán que no hay que llorar ni
mostrar sus sentimientos o sus emociones genuinas porque eso demuestra
vulnerabilidad o debilidad de su parte. O bien, es posible que se muestren
extremadamente sensibles y temerosos ante cualquier tipo de situación de
abuso o negligencia, siendo incapaces de poner límites saludables y de
ejercer su derecho a ser respetados.
Es por esta razón que algunas personas adultas adoptan una actitud
extraña, como si siempre estuvieran rindiendo examen con respecto a lo
que hacen o dicen; como si siempre dependieran de la aprobación de los
demás para corroborar si lo que han hecho está “bien” o está “mal”. O
como si siempre tuvieran que justificarse. Por lo general, son personas que
se sienten juzgadas o evaluadas, constantemente. Suelen mostrarse como
personas excesivamente complacientes que se esfuerzan por agradar a los
demás a cualquier precio o que están dispuestas a soportar cualquier tipo
de abuso con tal de recibir algunas migajas de afecto.
En el mejor de los casos, los niños que han sido víctimas de abuso
emocional, pueden llegar a rebelarse y negarse a aceptar ese tipo de
maltrato por parte de los adultos. Estos niños que intentan preservar su
salud emocional, intuitivamente “saben” que “no es justo” o que “no está
bien” que los adultos les falten el respeto, que los usen, que tengan
expectativas muy altas sobre ellos, etc. Por consiguiente, estos niños
“rebeldes”, a veces, suelen ser vistos como niños problemáticos y suelen ser
identificados como “un dolor de cabeza”.
19
Es común oír a los padres decir cosas como: “Sólo te deseo que tengas un hijo
como tú”, frase que normalmente es acompañada por un gesto de disgusto,
rencor e impotencia personal. La idea es trasmitirle al niño que un hijo
como él es un castigo para un padre, un mensaje hostil que distorsiona
totalmente la realidad y daña profundamente la autoestima de un niño.
No obstante, hay niños que tienen contacto con otros adultos (en la
escuela, en un club deportivo, etc.) y pueden medir y evaluar cómo son
tratados por otras personas que no abusan emocionalmente de ellos.
Dependiendo del grado de control emocional que los padres tengan sobre
sus hijos, los niños pueden darse cuenta cuándo un adulto los trata
correctamente y cuándo no. O bien, pueden negar el hecho de que otros
adultos los tratan bien o que los tratan de una manera respetuosa y
saludable, porque eso no coincide con el patrón de relaciones, establecido
en el hogar.
Pero, también puede ocurrir lo contrario. Niños que son tratados con
respeto en sus hogares, pueden ser acosados, intimidados o
emocionalmente abusados fuera del hogar. Además, en la adolescencia,
solemos ver que algunos niños (que provienen de familias educadas que
respetaron siempre a sus hijos) se rebelan y piensan que es muy astuto de
su parte convertirse en un trasgresor. Para identificarse con algunos de sus
pares, sienten que deben violar las pautas de convivencia de una
comunidad. Por ejemplo, la presión que ejercen los compañeros de
escuela o amigos del adolescente, puede ser demasiado fuerte y difícil de
resistir para un niño de 12 o 13 años.
20
No obstante, como veremos más adelante, algunas personas con
problemas de salud mental sí tienen conciencia del daño que causan,
como es el caso de los sociópatas o psicópatas que sufren del “trastorno de
personalidad antisocial”.
En otros casos, por ejemplo, los niños que padecen el trastorno de déficit
de atención e hiperactividad, suelen agotar la paciencia de los padres,
quienes se preguntan “¿Qué hicimos mal?”. En situaciones como éstas, los
padres no han hecho nada mal. Los niños y los adolescentes (y también
algunas personas adultas) que padecen este trastorno, sufren de un
desequilibrio químico en su cerebro.
21
Asimismo, están aquellos niños que no maduran según su edad biológica y
presentan conductas muy infantiles e irresponsables. Por lo general, no
desean crecer, no desean dejar de depender emocionalmente de su familia
de origen. Quizás porque sus padres les han creado dicha dependencia o
los han sobreprotegido y los niños se sienten temerosos de funcionar de
un modo independiente.
El abuso emocional por parte de los adolescentes hacia sus padres, a veces
suele ser una forma de “castigarlos” por la manera en que fueron criados, o
bien puede ser una manera de intentar independizarse o diferenciarse de
ellos. A veces, sólo se trata de canalizar sus frustraciones y proyectar sus
intenciones a través de patrones de conducta negativos que aprendieron
durante su infancia. Esto es similar a lo que hacen los padres con sus hijos
pequeños cuando canalizan sus frustraciones o proyectan en sus hijos sus
necesidades o temores.
22
Cuando los padres intentan poner límites, los adolescentes reaccionan
desde su inmadurez y su rebeldía. Por suerte, no todos los adolescentes
son problemáticos. Algunos, a pesar de no haber recibido la mejor crianza
que se pueda esperar de un padre o una madre, comienzan a analizar las
relaciones familiares y las conductas de sus padres objetivamente, e
intentan diferenciarse de ellos y romper el ciclo del abuso emocional
familiar.
Recuerde: Un adolescente es como un niño que ahora expresa sus ideas con la mente y
la voz de un adulto.
LA FAMILIA DISFUNCIONAL
23
el tipo de relación inadecuada entre el padre manipulador que abusa
emocionalmente de su hijo y este hijo que ha señalado como su preferido.
Así, es común ver hombres adultos solteros que actúan como verdaderos
sirvientes leales de sus madres dominantes. Aun cuando logran casarse o
independizarse y vivir por su cuenta - lejos de la madre castradora -
fracasan reiteradamente en sus intentos por establecer relaciones con otras
parejas y viven pendientes de las necesidades o exigencias de su madre.
Hay muchas madres que les crean a sus hijos o hijas la responsabilidad de
velar por ellas, mantenerlas al tanto de todo lo que sucede en la familia y
postergar sus propias necesidades a fin de satisfacer las necesidades
propias.
24
Lo normal es que los hijos cuiden de sus padres cuando estos llegan a la
vejez. Así, los hijos adultos suelen preocuparse y ocuparse de sus padres
mayores, ya que los ancianos -muchas veces- dependen de otras personas
para vivir y funcionar diariamente.
A través de las mentiras expresan lo que les hubiera gustado decir o hacer,
como si en realidad lo hubieran dicho o hecho.
Este hábito de mentir, incluso acerca de las cosas más triviales, establece
una estructura que respalda la noción de que “mentir no es tan grave” o
“mentir no tiene nada de malo” o “decir la verdad no es tan importante”.
25
Quienes mienten compulsivamente tienen un problema psicológico
importante. Estas personas, ya sea que mientan acerca de cosas
importantes como acerca de cosas triviales, dañan a los demás integrantes
de la familia y necesitan realizar algún tipo de terapia para tratar su
problema particular. Las mentiras generan una disfunción importante en
una familia.
Intentar construir una relación (de amistad, de pareja, laboral, etc.) sobre
la base de las mentiras rutinarias es sinónimo de desastre total.
Por ejemplo:
• Si uno de los padres tiene un problema de adicción grave, como por ejemplo la
adicción al juego, es posible que el hijo que haya elegido como su preferido
intente justificar la adicción del padre ante el resto de la familia. Y mentirá
todo lo que sea necesario para justificar al padre. Es probable que el hijo
preferido defienda al padre jugador diciendo cosas como: “Pobre papá, es que
está tan deprimido desde que perdió su empleo que necesita una distracción” –
(aunque haya perdido su empleo hace años o no haya trabajado nunca); o
bien, “Pobre mamá, está todo el día encerrada en casa, ocupándose de las
tareas domésticas y necesita una distracción” – (aunque tenga personal de
limpieza que haga todas las tareas por ella).
26
Cuando los niños se sienten agobiados por estas responsabilidades o los
adultos se sienten frustrados porque sus hijos no satisfacen sus
necesidades y expectativas, comienzan a surgir los abusos emocionales de
tipo verbal (maltrato, insultos, exigentes demandas, amenazas, etc.) que
desintegran toda posibilidad de que la familia funcione correctamente. Las
familias disfuncionales suelen caracterizarse por presentar episodios
cíclicos de peleas y discusiones, dónde los padres se agreden delante de los
niños y los niños se ven obligados a participar y tomar parte por alguno de
los padres.
Otros ejemplos:
• Una niña de trece años le explicó a su maestra que la razón por la cuál no
podía completar las tareas escolares era porque tenía que ocuparse de cocinar,
lavar, planchar, limpiar la casa y cuidar a sus hermanos menores. Era la
mayor de siete hermanos. La maestra le preguntó por sus padres y la niña
explicó que su padre tenía dos empleos para poder mantenerlos y trabajaba
todo el día fuera del hogar. Pero al hablar acerca de su madre, dijo: “Mi
madre es una mujer que necesita del amor que le da un bebé”, y agregó,
“cuando mis hermanos ya comienzan a caminar y a los 3 o 4 años comienzan
a ir al jardín de infantes y ya no necesitan tanto a mamá, mi madre se
embaraza de nuevo y deja de ocuparse de los hijos que ya tiene”.
• Una madre de dos niños pequeños acababa de ser abandonada por el padre
de los niños. El problema era que este hombre ya tenía una familia antes de
conocer a esta mujer, con quien tuvo también dos hijos. Ante la presión de la
mujer porque el hombre dejara a su esposa legítima y su familia original, el
hombre no cedió y decidió no volver a tener más contacto con esta mujer ni con
los niños. La mujer cayó en un profundo pozo depresivo y sus hijos, de apenas
27
2 y 5 años de edad habían quedado, en cierto modo, librados a su propia
suerte. La madre estaba tan deprimida que apenas si se ocupaba de darles de
comer a los niños, asearlos, etc. Pasaba la mayor parte del día durmiendo o
sentada en el piso jugando con sus hijos. No se ocupaba de limpiar su casa, ni
de tratar de conseguir un empleo, ya que recibía beneficios del asistencia social
y con eso lograba sobrevivir. Lo que empeoraba la situación era que había
desarrollado una relación altamente dependiente con su hijo mayor. Ella se
refugiaba emocionalmente en el niño, de tan sólo 5 años, quien a esa edad, ya
vivía preocupado por las necesidades emocionales de su madre. La situación
habitual era que los niños veían a su madre llorar por los rincones o dormir
todo el día, debido a su depresión. Esta madre estaba descuidando las
necesidades de sus hijos (negligencia emocional y física) a la vez que estaba
sobrecargándolos de responsabilidades que no le corresponden a un niño. Los
niños, estaban funcionando como padres de su propia madre.
28
• Se minimizan las necesidades emocionales de los niños y el impacto
que tienen las peleas y discusiones delante de a ellos.
• Se espera que el hijo preferido asuma la obligación de satisfacer las
necesidades del padre que lo ha elegido como favorito.
Otro caso:
• Un padre extremadamente exigente con su hijo esperaba que éste fuera “no
menos que perfecto”. El niño expresaba la angustia y la ansiedad que le
provocaba la exigencia de su padre a través de un trastorno alimenticio. El
padre culpaba a la madre porque el niño no comía nada y la madre se agarra
la cabeza y decía “¡Mi hijo no me come nada!”.
29
tratarían de averiguar por qué el niño no come, cuál es la causa por la cuál
se siente tan mal que ha dejado de comer. Los padres egoístas esperan que
sus hijos satisfagan sus propias necesidades y los presionan sin importar
cuáles sean las consecuencias (en este caso, un trastorno alimenticio).
Además, los padres posesivos que adoran ser el ombligo del mundo y se
presentan como víctimas perfectas de cualquier problema familiar, son
aquellos que dicen "mi hijo no me come". Como si el hecho de que el niño se
alimentara fuera una obligación o un favor que debe hacerle a ese padre o
como si el niño estuviera “castigando" a ese padre al negarse a comer.
Los padres egoístas sólo tienen en cuentan sus propias necesidades y ven
a sus hijos como meros instrumentos para satisfacer las mismas.
Actitudes típicas
30
este caso, el lenguaje corporal es muy importante, a veces un
gesto puede herir más que una palabra o un insulto.
• Pedirle a un niño que mienta o que haga algo por nosotros, así
nosotros no tenemos que hacerlo.
Recuerde: el perpetrador del abuso emocional puede ser consciente de ello o no.
31
en que se relacionan con otras personas.
Cuando una persona siente que no goza de total libertad para expresar sus
sentimientos o pensamientos, es probable que sienta temor por la
reacción o respuesta que pueda suscitar en los demás. Esto se debe a que
ha incorporado un tipo de patrón conducta de “adaptación” a las
expectativas de los demás y un sentimiento de “deuda” hacia los demás.
Son personas que piensan que necesitan de la aprobación de los demás
para poder expresarse libremente o que las prioridades ajenas son más
importantes que las suyas propias.
Es importante señalar que las víctimas “no” disfrutan del trato que reciben
en una relación abusiva. “Tampoco tienen la culpa” de la conducta abusiva del
abusador.
32
Pero para poder abandonar una relación abusiva y evitar establecer
relaciones futuras con otros abusadores, las víctimas necesitan informarse
bien para poder tomar decisiones convenientes, en primer lugar.
Los abusadores no son quienes “lo pasan mal” en una relación abusiva.
Quien lleva la peor parte, es la víctima del abuso.
33
CAPÍTULO II
34
ÁMBITOS DÓNDE OCURRE EL ABUSO EMOCIONAL
35
1. Abusar emocionalmente de uno mismo (ámbito personal: físico y
emocional - YO)
Así, cuando una persona está muy deprimida o ha crecido con una imagen
muy pobre de sí misma, puede pensar que no vale nada. Puede decirse
muchas cosas negativas, todo el tiempo. Esto sólo reforzará esa imagen
pobre que tiene de sí y debilitará aún más su autoestima. Normalmente,
las personas deprimidas suelen tener dificultades para dejar de tener esos
pensamientos negativos. Es por eso que, a veces, las personas que sufren
de depresión necesitan un tratamiento farmacológico, además de una
buena terapia y un entorno social o familiar positivo. La persona
deprimida ve todo desde un punto de vista pesimista y por eso le cuesta
cambiar su manera negativa de pensar.
Entre las cosas más comunes que se dicen a sí mismas las personas
deprimidas o inseguras, podemos citar las siguientes:
36
• -“No tengo coraje para decir lo que pienso”
• -“No tengo paciencia con los niños”
• -“Nunca aprenderé a nadar/conducir/usar una computadora, etc.”
• -“Nunca puedo hacer nada bien”
Todas estas frases negativas suelen basarse en los propios temores de las
personas. No obstante, la mayoría de las cosas que tememos sólo existen
en nuestra imaginación y carecen de un fundamento real. Cuando las
personas se dicen a sí mismas estas cosas, permiten que sus propios
temores e inseguridades internos abusen emocionalmente de ellas.
2. El abuso en el ámbito familiar (la pareja, los hijos, los padres, los
abuelos, los tíos y otros familiares o personas cercanas a la familia)
37
suficiente, etc. Los hijos del matrimonio observaban al padre humillar a la
madre y a la madre, recluirse y llorar, reclamando que el marido no la amaba
(“a pesar de todo lo que ella hacía por él”). Ninguno de los dos padres tenía
en cuenta el impacto emocional que estas discusiones tenían sobre sus hijos.
Como consecuencia, los niños aprendían maneras negativas de actuar y de
relacionarse con los demás.
38
El abusador no “salvará” ni “rescatará” a la víctima del abuso. Tampoco
abandonará a la víctima, ni terminará una relación abusiva, a menos que
encuentre otra víctima mejor. De modo que es importante que las
víctimas de abuso emocional comprendan que discutir, pelear, intentar
hacerle comprender al abusador cómo funciona la relación abusiva, o
bien, sumirse en un estado depresivo, no solucionará el problema del
abuso emocional.
Aprenda a negociar
Emplear una manera de pensar objetiva, les permite a las personas tratar
los problemas independientemente de las personas que participan en él. Si
bien esto parece casi imposible, se puede comprender con el siguiente
ejemplo:
39
El problema es que ambas partes están muy ocupadas haciendo valer su
punto de vista propio y tratando de ganar y de "tener la razón", en lugar de
ver cómo pueden resolver el problema adultamente.
Pequeñas simulaciones
Las víctimas suelen creer que el abusador cambiará o que ellas podrán
cambiar al abusador. Esto se debe a que la víctima prefiere pensar que el
40
abusador aún tiene algún lado bueno, o un sentido humanitario, que le
hará comprender que abusar de otras personas está mal.
Recuerde: Las personas cambian solamente si así lo deciden y no porque otros lo deseen.
Los abusadores son personas, al igual que las víctimas. Algunos pueden
cambiar y otros no. Algunos abusadores toman conciencia de los abusos
que cometieron y comprenden que existen maneras más saludables de
relacionarse con los demás, entonces eligen cambiar. A veces lo logran,
otras veces no. Lo importante es comprender que los procesos de cambio
son complejos, incluso para las personas que no son ni abusadores ni
víctimas de abuso emocional.
41
económica, asesoramiento legal, etc.) y tienen la opción de comprender
que hay abusadores que pueden cambiar y otros que no.
Por ejemplo:
42
supervisor se equivoca, porque un simple error no es un parámetro válido
para medir el desempeño laboral o la capacidad de un empleado. Mucho
menos para determinar su valor como persona.
Por esta razón, algunos profesores prefieren tener a sus estudiantes “bajo
la suela de su zapato” y vivirán subidos a su falso pedestal. Otros, en cambio,
usan la táctica del miedo. Inspiran temor en lugar de respeto. Los
profesores que hacen esto, se faltan el respeto a sí mismos en primer
lugar.
43
físicamente de otros estudiantes, golpeándolos, molestándolos, burlándose
de ellos, insultándolos, amenazándolos, intimidándolos o ridiculizándolos,
periódicamente.
Así, suelen elaborar discursos del tipo “Créase esto o sea un tonto por el resto de
su vida”. También, suelen generar una dependencia emocional importante,
ya que el mensaje subliminal constante es: “Sin nosotros, usted no vale nada” o
“Si no cree esto, nunca va a triunfar en la vida”, o cosas similares.
44
Es normal que encontremos personas que sean realmente “entendidas en la
materia", con respecto a algún tema particular (son los verdaderos
expertos). Por ejemplo, un médico, un experto en finanzas, un ingeniero,
etc., pueden destacarse, ser eminencias, o saber mucho sobre su profesión
y es muy posible que lo que digan sea cierto y tenga lógica, pero eso solo,
de por sí, no los habilita para ser considerados como “sabios perfectos e
infalibles”.
Ante todo, son seres humanos y pueden equivocarse. Más allá de sus
genuinas capacidades, son seres imperfectos, al igual que cualquiera de
nosotros. Su nivel de competencia profesional sólo es un indicador de sus
conocimientos, de su capacidad intelectual y/o de su trayectoria
académica o profesional, pero no es un indicador de su estabilidad
emocional.
• Uno de los casos más sorprendentes fue el de una mujer que lideraba un grupo
en Internet dónde aconsejaba a las víctimas de abuso emocional desde su punto
de vista particular. El problema era que esta mujer no admitía una sola opinión
diferente a la suya y cuando alguien disentía con ella, no dudaba en burlarse
irónicamente de esa persona y degradarla y humillarla en público, además de
prohibirle el acceso a su foro nuevamente. Un auténtico caso de abuso emocional.
¡Menos mal que lideraba un grupo de autoayuda para personas emocionalmente
abusadas! Esta mujer era un vivo ejemplo de lo que significa ser un abusador.
Reunía todas las características de un abusador y actuaba de la misma manera.
45
¾ El abuso en algunos grupos religiosos y/o políticos
Con las sectas religiosas pasa lo mismo, y también incluso con algunas
plataformas políticas. Los sistemas absolutistas donde prima el
autoritarismo y no se respetan las diferentes opiniones de las personas,
son sistemas altamente nocivos que no ayudan a las personas a resolver
ningún problema porque sólo sirven el propósito egoísta de alimentar la
propia popularidad o imagen de dicho grupo o sistema.
También era evidente que las pocas personas que se habían convertido en
sus seguidores fanáticos, no contaban con suficiente información sobre
los distintos tipos de trastornos de la personalidad y carecían del nivel de
habilidades intelectuales necesario que les permitía comprender que, la
mujer que dirigía el grupo los manipulaba sutilmente.
Hay personas que dan por sentado que otra persona “debe tener razón” sólo
porque esa persona es hábil para manipular a los demás, les dice
exactamente lo que quieren oír, les hace creer que es una persona experta
en determinado tema, les genera una dependencia social o emocional, etc.
46
¿Por qué a las personas les cuesta denunciar una situación abusiva?
47
Las personas seguras de sí mismas, o que tienen una autoestima estable y
sana, no suelen ser víctimas de abuso emocional porque saben poner
límites a tiempo.
Empleada con ética, ésta suele ser una técnica de ventas y mercadotecnia
eficaz. Por supuesto que la mayoría de los expertos en ventas y
mercadotecnia no emplean esta táctica para "abusar" de sus clientes o
potenciales compradores, sino para vender sus productos. El abuso
ocurre cuando la víctima tiene una imagen propia muy pobre y tiende a
dar por sentado que “cualquier cosa” que le diga otra persona es cierta. Y
por otro lado, cuando el abusador emplea estas técnicas para manipular y
controlar a la víctima.
48
ingenuamente, le explica al vendedor que quisiera comprar un vehículo por valor
de 100 pesos. El hábil vendedor le muestra un vehículo de 70 pesos y le dice que
ése vehículo cuesta 100 pesos. Pero también agrega, que a su criterio, ese vehículo
económico empobrece la "excelente imagen" del comprador. Así, el vendedor le
muestra un vehículo de 180 pesos y le dice que aunque ese vehículo cuesta 200
pesos, ése es el automóvil que “está a la altura de la imagen del comprador”. Y
explica que hablará con el dueño del lugar para que le dejen el vehículo a 180
pesos (su valor real), en lugar de 200.
Es más, como acabamos de ver en este ejemplo, hay abusadores que -de
hecho- suelen hacernos sentir muy bien con palabras aduladoras y nos
muestran su mejor sonrisa. Son los astutos lobos bajo de la piel del
cordero.
49
El abuso emocional disfrazado o encubierto
Un buen vendedor sabe que no hay mejor relación comercial que aquella
que se basa en una situación o relación de tipo "ganar-ganar", dónde tanto
el vendedor como el comprador salen ganando. El buen vendedor no
necesita descalificar ni estafar al comprador, no necesita abrir juicios de
valor sobre la imagen del comprador, ni tampoco necesita adularlo
falsamente o engañarlo con los precios.
50
4. El abuso en el ámbito global o mundial
Confiar en la intuición
A menudo, tenemos una voz interior que de alguna manera nos alerta
acerca de los potenciales abusadores. Para poder oír mejor esta voz
interior es necesario eliminar ciertos “ruidos” o interferencias externas,
como el auto engaño, la necesidad de creer en falsas promesas, la falta de
claridad o la falta de especificación (ambigüedad) del discurso de un
abusador.
51
En resumen, el abuso emocional tiene formas obvias y formas más
sutiles. Puede darse en distintos ámbitos: la familia, la pareja, el
empleo, entre amigos, en las organizaciones comunitarias o en
ciertos círculos sociales, etc. Pueden participar una, dos o más
personas en una relación abusiva (abusador-víctima-testigo).
El valor personal
Cada persona tiene valor como ser humano. Cada persona tiene el poder
de decidir si las opiniones y actitudes de los demás son adecuadas o no.
Cada persona tiene su propio poder personal. Y cada persona puede
decidir si va a permitir que la opinión de los demás afecte su estado
emocional o no. Si le permitimos a otra persona que nos falte el respeto,
le estamos cediendo nuestro poder personal. Hay que recordar siempre
que nadie puede decidir por nosotros cuánto valemos. La autoestima es
algo personal. Los juicios que las otras personas hacen acerca de nosotros
son subjetivos y, como tales, tienen que “tomarse con pinzas”.
Aquellas personas que intentan culparnos por algo que hicieron o que
tratan de destacar nuestros errores o de manipularnos para lograr sus
propios propósitos, son personas nocivas o tóxicas que suelen tener una
muy baja autoestima y, por eso, necesitan degradar a otras personas. Lo
hacen para sentirse superiores.
52
Tampoco necesitan un club de admiradores que les diga lo maravillosas
que son. Las personas que tienen una autoestima saludable, simplemente
viven su vida plenamente, ayudan a los demás cuando pueden y tienen
una actitud positiva, sin necesidad de ser el centro de atención en ningún
ámbito particular.
Los abusadores emocionales, y sobre todo los que son muy hábiles y
sutiles, saben cómo eliminar cualquier vestigio de dignidad que la víctima
tenga. Saben cómo hacer sentir a la víctima como si tuviera que estar
agradecida al abusador, por el resto de su vida, por cualquier cosa que el
abusador haga o haya hecho (por mantener económicamente a la víctima,
por prestarle atención, etc.)
Este tipo de abusadores, que a los ojos de los demás aparecen como
personas encantadoras, en realidad son personas sumamente egoístas que
dan algo insignificante a cambio de “hipotecar” la salud emocional de la
victima - de por vida.
¾ Nota importante:
53
Por lo general, las víctimas tienen mucha necesidad de contarle a alguien
sus problemas y poder descargarse. Los abusadores carismáticos saben
esto y ofrecen su hombro, mostrando su rostro más amable. Y hasta
escuchan a la víctima como si fueran verdaderos confesores religiosos.
Tenga cuidado con el tipo de información que les proporciona a estos
abusadores.
Otro de los comentarios más comunes que hacen las víctimas de abuso
emocional, es que sienten como si siempre tuvieran que rendir examen o
pasar por diversas pruebas para satisfacer al abusador. Esto va de la mano
de una importante necesidad de aprobación de aquellas personas que
tienen una baja autoestima.
Usted no necesita rendir ningún examen ni pasar por ninguna prueba para
ser aceptado tal cuál es. Los demás no son jueces que tienen el poder de
decidir cuánto vale usted o de aprobarlo como ser humano. Como dijimos
una y otra vez: Cada persona tiene valor.
54
Así, vemos hombres que no saben qué más hacer para dejar contenta a su
pareja. Le compran alhajas costosas, una casa más grande, la llevan de
viaje, le regalan ropa carísima, gastan fortunas en ella y, aún así, nada
parece ser suficientemente bueno para su exigente compañera.
Valórese aún más. Acepte que es más saludable que los demás le amen
por quién es usted y no por lo que usted les puede dar. Hágase respetar,
usted no vale menos que los demás. Vale igual. Recuerde que si usted no
se valora, los demás difícilmente lo valorarán, pero si usted se valora,
entonces los demás aprenderán a valorarlo y respetarlo como persona.
Los casos de hombres que sufren de abuso emocional por parte de las
mujeres o de sus parejas del mismo sexo, son tan comunes como los casos
de las mujeres que están involucradas con un hombre abusador. A veces,
debido a creencias o mitos sociales o culturales, se cree que es el hombre
quien tiende a someter a su pareja. Se habla más de hombres golpeadores,
que de hombres golpeados, de hombres dominantes y mujeres sumisas,
que lo contrario. Pero, lo cierto es que hay muchos hombres que sufren
en silencio el mismo tipo de maltrato, humillaciones y abusos
(emocionales o físicos) que sufren las mujeres. Y, normalmente, no suelen
hablar del tema debido a que la mayoría de las personas no les creería o se
burlarían de ellos.
Pero, también hay hombres que sufren abusos emocionales por parte de
sus padres, de sus parejas homosexuales, de sus compañeros de trabajo o
de estudios, de sus profesores, de sus jefes, o de sus amigos, etc. Por lo
general, no suelen denunciar este tipo de abuso, ni suelen compartirlo con
otras personas, debido a otros mitos como: “los hombres no lloran”, “los
hombres que se quejan son unos debiluchos”, etc. El temor a la burla basada en
ciertos prejuicios sociales o el temor a hacer el ridículo, les impiden
compartir sus experiencias, abiertamente.
Por ejemplo:
55
emocional importante porque le grita, lo insulta, lo ignora, no le permite
tener control sobre las finanzas del hogar o lo humilla delante de los
niños y, además, lo golpea?
Quizá, los casos más comunes sean los de las esposas que hacen cualquier
sacrificio con tal de obtener la aprobación y aceptación de su marido o de
sus hijos. Cuanto más se esfuerce por buscar esa aprobación y aceptación
de su familia, más exigencias le impondrán ellos y, generalmente, menos
valorarán sus esfuerzos.
Una cosa es hacer algo para complacer a los demás por el mero hecho de
demostrar cuánto nos importa una persona, como una muestra de afecto
sincero o simplemente, porque nos sentimos bien haciéndolo, y otra muy
distinta es hacer todo lo posible para que los demás nos acepten, nos
aprueben o nos amen por lo que les damos (esto es amar
condicionalmente).
Cabe destacar, que muchas personas prefieren estar en una relación que
no es saludable, antes que estar solas. Involucrarse con otra persona en
una relación abusiva o permanecer en ella, es un precio muy alto a pagar
con tal de no estar solos.
56
Caso A:
• Un hombre invita a una mujer a tomar un café. Es la primera vez que salen
y están comenzando a conocerse. Entre las primeras cosas que dice el hombre
hay frases como: “Mi ex mujer era muy egoísta y nunca comprendía mis
necesidades, no se preocupaba por mí, siempre gastaba mucho dinero y nunca
planchaba mis camisas.”
¾ Consejo saludable:
Los primeros relatos y comentarios, las primeras palabras que dice una
persona cuando la conocemos, ya nos están aportando información
valiosa sobre esa persona. Nos presentan a la persona tal cuál es, antes
que nos involucremos afectivamente con ella, o establezcamos algún
vínculo de una manera más profunda.
Caso B:
• Un hombre conoce a una mujer por primera vez y ella no duda en
hablar sobre sus relaciones anteriores y lo mal que la trató su ex marido
o novio. En lugar de interesarse por el hombre que acaba de conocer, ella
no duda en explayarse sobre sus relaciones anteriores con otros hombres,
57
normalmente destacando que "eran muy celosos". Además, agrega que
sus ex novios o su ex marido, no la dejaban ir sola a ningún lugar,
también por una cuestión de celos.
¾ Consejo saludable:
Si una fotografía vale más que mil palabras, una breve presentación
personal puede significar un completo e interesante análisis psicológico de
los rasgos principales de la personalidad humana. Así, quienes llevaron a
cabo este estudio señalaron que la mayoría de las personas hace lo posible
por mostrar la mejor imagen de sí misma.
58
Internet, se encontró que el mensaje oculto era algo similar a lo que
detallamos a continuación.
Un toque de humor…
Éstas son algunas de las cosas que las personas tienden a omitir, o no suelen
admitir abiertamente cuando se presentan ante otras, por primera vez: (tenga en
cuenta que esto es una parodia de los perfiles verdaderos)
59
Por lo general, a los seres humanos nos gusta causar una buena impresión.
Los ejemplos citados son casos sumamente extremos y son ficticios, por
supuesto, pero a veces, nos cruzamos con este tipo de personas en algún
momento de nuestra vida.
Por otro lado, las personas saludables son aquellas que han hecho las
paces con su lado “no tan positivo” y han aceptado que los seres humanos
tenemos virtudes, como también tenemos defectos. Han aceptado sus
fallas y han encontrado un punto de equilibrio que les permite reconocer
cuándo se ha roto dicho equilibrio.
Todos sabemos que los seres humanos no somos perfectos, de modo que
esperar que –algún día- llegue el príncipe azul (o la princesa azul), o que
algún día encontremos el trabajo “perfecto” o vivamos una vida “perfecta”,
no es algo realista. Y recuerde: a “perfecto” se lo llevaron preso, hace
mucho tiempo ya.
Pero hay una diferencia entre las personas que intentan mostrar su mejor
lado, siendo conscientes de sus defectos y las personas que mienten por
omisión para ocultar su lado negativo, con el que les cuesta mucho lidiar.
Por eso, repetimos una vez más, es muy importante tomarse tiempo para
conocer a las personas. Y no sólo a las personas por lo que refiere a una
relación de pareja, sino también a otras personas dentro de nuestra
comunidad. Por ejemplo, a los nuevos compañeros de trabajo o un socio
comercial, a un compañero de alguna actividad deportiva o social, etc.
60
Tomarnos tiempo para conocer a alguien nos permite aprender cómo
funciona esa persona, si podemos confiar en ella, qué virtudes y defectos
tiene, etc. Nos permite aprender a ver a las personas en su “real dimensión”
y esto es algo que sólo logramos con el tiempo.
“Sin dos no hay pelea”, dice otro refrán. Pero en el caso del abuso
emocional, el rol que desempeñan las personas involucradas, o su
participación, puede ser más complejo.
Normalmente, hace falta que haya un abusador y una víctima para que
ocurra una situación de abuso emocional, pero muchas veces, también
suele haber “testigos” que presencian el abuso.
61
Si volvemos al ejemplo del supervisor (abusador) que degrada y humilla al
empleado (víctima), delante de otros empleados; cuando una tercera parte
o “testigo” defiende a la víctima, atacando al abusador, lo que también está
haciendo es reforzar la noción o la imagen de que la víctima es débil o
inútil y no puede defenderse sola.
Por esta razón, es importante que las personas que presencian una
situación de abuso, sepan cómo intervenir de un modo positivo. Hay
intervenciones con son adecuadas y otras que no lo son.
Es importante recordar, una vez más, que las víctimas de abuso emocional
“no tienen la culpa” de las conductas abusivas y las manipulaciones
psicológicas de los abusadores. Pero, sí es importante que las víctimas
comprendan que “necesitan poner un límite firme” para que el abuso no vuelva
a ocurrir.
62
El respeto empieza por uno mismo
Como explicamos antes, en una relación abusiva, son muy pocos los
abusadores que realmente se sienten mal por abusar emocionalmente de
una víctima. La mayoría de ellos no se siente mal al respecto, como
tampoco sienten que tengan algo que perder en una relación abusiva. Y
ésta es una de las principales razones por las cuáles, en la mayoría de los
casos, son las víctimas quienes deciden poner límites o poner fin a una
relación. Son las víctimas quienes “lo pasan mal” en una relación abusiva y
quienes pierden mucho por el camino (familiares, amigos, posesiones y lo
más importante: su autoestima).
63
Un caso frecuente de patrones aprendidos o heredados:
• Una madre dejaba a su bebé llorar toda la noche para que aprendiera a no pedir
comida y se acostumbrara a dormir 8 horas seguidas. En la estrecha mente de
esta madre (quien no se veía a sí misma como una mala madre, sino todo lo
contrario), dejar a un bebé llorando toda la noche era la mejor manera de criar a
un hijo. Esta madre consideraba que si levantaba al bebé de la cuna en la mitad
de la noche para darle de comer, lo estaba “malcriando”. Esto era lo que había
aprendido y heredado de su propia familia. Cuando ella misma era bebé, su
madre la dejaba llorar de hambre por las noches. Y ya siendo una persona adulta,
ella solía decir al respecto: “no por eso salí mal”.
Cuando un padre permite que una madre deje llorar a un bebé toda la
noche, o está de acuerdo con eso, también es cómplice de ese abuso. Un
bebé es un ser humano pequeñito e indefenso que depende de sus padres
o cuidadores para sobrevivir.
64
Terceras partes involucradas o afectadas
Si hubiera más personas en la casa, como otros adultos -por ejemplo- que
decidieran no intervenir, ellos también serán cómplices del abuso. En
muchos casos si estos adultos deciden intervenir, lo más probable es que
se desencadene una discusión. Y por supuesto, los padres abusadores
culparán al bebé por ello. Dirán que el bebé ha aprendido a manipular a
los demás con su llanto o cosas similares. Lo cierto, es que cuando un
bebé llora (aún más fuerte) para que alguien se ocupe de él, se trata de una
respuesta espontánea y natural que forma parte de su mecanismo de
supervivencia.
Los padres que deciden ignorar al bebé que llora por la noche pidiendo
alimento, también están abusando emocionalmente de sus otros hijos que
oyen llorar al bebé. Es una situación que causa mucha angustia y estrés a
todos los que (voluntaria o involuntariamente) participan en esta situación
de abuso emocional y físico. Los hermanos del bebé sentirán mucha
angustia, ansiedad, temor, estrés y preocupación, como resultado de la
falta de atención del bebé.
65
• En las empresas u otras organizaciones, muchas veces hay alguna línea de
ayuda que el empleado puede utilizar para presentar una queja laboral o de
otro tipo.
Esto último es algo que tiene que ver más con la ética y con la moral de
cada persona, que con la falta de conocimientos acerca de lo que
constituye un abuso de tipo emocional. Si bien este tipo de abusador
puede actuar espontáneamente (manipula a los demás como hábito), suele
ser totalmente consciente de lo que está haciendo y podría elegir no
hacerlo.
66
¿Dónde está el límite?
67
acciones y buscan culpar a los demás por cualquier error que ellos
mismos cometen.
• Tú me obligaste a hacerlo
• Si me dejas, me suicido
• ¡Yo, que me sacrifico tanto por ti! (y tú, que nunca valoras todo lo
que hago por ti)
• No has hecho nada más que cumplir con tu deber (un padre
exigente que espera que su hijo sea un estudiante perfecto,
siempre)
• No creo que esto sea para ti, es muy complejo (tú no tienes
capacidad para comprender esto)
• Temo decir lo que pienso y/o siento porque cualquier cosa que
diga iniciará una pelea.
68
• Siempre me promete que me llamará, pero no lo hace.
• No me permite trabajar.
Muchas veces, las familias y los amigos de una víctima (incluso hasta sus
compañeros de trabajo o de actividades recreativas) suelen detectar una
relación abusiva antes que la propia víctima se dé cuenta. Generalmente,
vemos los problemas ajenos con mayor facilidad que los problemas
propios. Esto se debe a que, en el caso de los problemas ajenos, nosotros
no estamos involucrados emocionalmente de la misma manera que como
lo estamos en el caso de los problemas personales.
69
abusador. Y además, porque seguramente, ya han invertido demasiado en
la relación – al menos, desde el punto de vista emocional – como para
renunciar a una inversión tan importante.
El intercambio de roles
70
Por ejemplo:
71
atrás!” (Asume el rol de perseguidora). Claudia se va, dejando solos a Alberto
y a Bárbara.
• Alberto se dice a sí mismo, "¡Por mucho que intente hacer mi trabajo bien,
Claudia siempre me descalifica delante de mis empleados!" (Alberto asume el
rol de víctima)
• Bárbara intuye que Alberto se siente mal al respecto y le dice: "No se sienta
mal por lo que dijo Claudia. Recuerdo que usted estaba muy ocupado cuando
autorizó la compra y quizás por eso no lo recuerda". (Asume el rol de
salvadora)
• A su vez, Bárbara va a la oficina de Claudia y le dice a ésta: "Claudia, la
verdad es que fuiste muy dura con Alberto. Además, siempre aprovechas
cualquier oportunidad para criticarlo." (Bárbara asume el rol de perseguidora)
• Claudia se ofende y exclama: "¡No puedo creerlo, Bárbara! Yo sólo trataba de
ayudarte y ¿me sales con esto?" (Asume el rol de víctima).
• Alberto irrumpe, entonces, en la oficina de Claudia y dice: "Olvidemos lo que
ha pasado aquí. Claudia ha estado trabajando mucho y bajo mucha presión
últimamente y necesitaba descargarse con alguien." (Asume el rol de salvador)
• Bárbara se siente desorientada, confundida y en cierta medida, traicionada.
Vuelve a su escritorio y piensa: "Ya no soporto más este empleo. Pero como no
tengo muchas habilidades, ¿dónde conseguiré otro?" (Asume el rol de víctima,
nuevamente)
72
conoce a la mosquita muerta, ella parece dulce, tímida y dócil. Más
tarde, cuando se ha consolidado la relación, y cuando la mosquita
muerta desea lograr algo particular, recurrirá a historias trágicas del
pasado (reales o inventadas), cuyo único propósito es hacer sentir
mal o culpable a la verdadera víctima, quién tenderá a rescatar a la
mosquita muerta.
73
Como podemos ver, a veces las apariencias engañan. Lleva tiempo
conocer a las personas y es saludable tomarse todo el tiempo necesario
antes de comprometerse afectivamente con alguien, o casarse, irse a vivir
juntos, tener hijos, establecer una sociedad comercial, etc.
Ahora bien, también puede ocurrir que algunas personas que se llevan
bien entre sí en un ambiente determinado, acaben llevándose una
sorpresa no muy grata cuando cambian de ambiente.
Por ejemplo:
De nuevo, lleva tiempo conocer a las personas. Además, muchas veces, las
expectativas que tenemos sobre una persona pueden no ser realistas.
Quizás idealizamos a una persona porque hace su trabajo eficientemente y
tiene su escritorio ordenado, es cortés con los demás, o llega
puntualmente a trabajar. Y luego, cuando nos vamos de vacaciones con
esa misma persona, o la encontramos en otro ambiente diferente,
descubrimos que nunca hace la cama, no ayuda a poner la mesa, deja todo
tirado por cualquier lugar, no es considerada con los demás, se
emborracha, habla a los gritos, insulta, etc.
74
Propósito de las manipulaciones y otras técnicas de control
• Le hacen creer a los demás que ellos son las víctimas, cuando en
realidad son los abusadores.
La víctima puede hacer varias cosas. Entre ellas, puede tomarse unos
minutos para pensar antes de actuar o antes de responderle a un abusador.
Cuando las víctimas adquieren el hábito a darse tiempo para analizar un
75
poco lo que un abusador hace o dice, tiene mayores posibilidades de
comprender lo que en verdad está ocurriendo. A continuación
mencionaremos algunas de las preguntas que las víctimas pueden hacerse
para aclarar una situación.
76
- ¿Temo hablar abiertamente?
77
Otros ejemplos habituales:
78
incomodaba mucho tanto a la hija como al novio de ésta. Con frecuencia, el
novio terminaba su relación con la hija, quien se quedaba sin comprender bien
qué había pasado. Esta madre tenía tal necesidad de ser el centro de atención en
todo momento, que realmente no se daba cuenta cuando hacía el ridículo ante
otras personas diciendo o haciendo cosas fuera de lugar que avergonzaban a sus
hijos. Esta madre vivía exponiendo a sus hijos a situaciones sumamente
bizarras e incómodas. La presión y la angustia que les causaba eran una
constante.
79
• Una viuda mayor se había acostumbrado a abusar de la confianza ajena.
Siempre demandaba ayuda indirectamente. No la pedía explícitamente. No
decía, “por favor, necesito que me ayuden con esto” o “por favor, podrían
explicarme cómo puedo resolver este problema". En cambio, iba por la vida
inspirando lástima y esperando que los demás la ayudaran espontáneamente.
Sus “pedidos” de ayuda siempre eran indirectos y su modo de actuar no dejaba
lugar a duda, que a las demás personas les convenía ayudarla o serían culpables
de que ella no pudiera salir adelante, resolver sus problemas, se enfermara, etc.
Este tipo de abusador suele crear una dependencia emocional obligada mediante
un sentimiento de culpa indirecto. Así, las verdaderas víctimas llegan a sentir
que son personas desconsideradas si no se ocupan de resolverle los problemas a la
“pobre señora mayor”, quien –en realidad- estuvo toda la vida acostumbrada a
conseguir lo que quería por medio de la lástima.
80
CAPÍTULO III
81
EL CICLO DEL ABUSO EMOCIONAL
En esta etapa, la víctima siente que tiene que tener extremo cuidado con
lo que dice o hace, ya que podría desencadenar un episodio de abuso.
Grados de Intensidad:
82
- intimidar, humillar, descalificar, burlarse
irónicamente de la víctima
- hacer comentarios fuera de lugar para hacer
sentir mal a la víctima
- minimizar las necesidades o los problemas de
la víctima
O puede callar por vergüenza o por temor a que la próxima vez sea peor.
83
más hijos, etc. Cualquier cosa que le asegure al abusador que la víctima no
lo abandonará y que la relación continuará.
84
Aquí presentamos un ejemplo muy sencillo:
GRADOS DE REACCIÓN
85
que éste deberá afrontar. La falta de consideración de la mujer hacia su
esposo, que es el único que trabaja y mantiene económicamente el hogar,
también se considera un abuso emocional.
¿Cómo reaccionamos?
Por ejemplo:
• Si una madre ve que su hijo pequeño está por meter los dedos en un tomacorriente,
lo más común es que le grite: ¡NO!
Otras madres quizás no solo griten ¡NO!, sino que además es posible que le
peguen al niño en la mano.
También hay madres que además de gritar o pegarle en la mano, quizás le den un
sermón al niño haciéndolo sentir un inútil o un estúpido.
86
CÓMO DECIR “NO”
Si una persona aprendió que cuando un niño está por poner los dedos en
un tomacorriente, hay que pegarle muy fuerte en la mano para que nunca
más haga algo así, probablemente reaccione de esa manera y considere
que pegarle al un niño muy fuerte en la mano no tiene nada de malo, ya
que es “por su propio bien”.
Grados extremos
Así, algunos padres pueden reírse del hijo adolescente que acaba de
chocar el automóvil de la familia, diciéndole: “Ja, ja, eres tan alocado, apuesto
a que les ganaste la carrera a tus amigos”, mientras que otros podrían decirle:
87
“Eres el idiota más grande del mundo, nunca más volverás a conducir nuestro auto,
ahora vete a tu cuarto y no podrás salir en todo el fin de semana”.
Emociones espontáneas
Si alguien nos dice algo que nos hace sentir mal o incómodos, es
importante entrar en contacto con esa emoción que despertó el
comentario de la otra persona. Una vez que tomamos conciencia de la
emoción que surgió, podemos controlar nuestra reacción.
Recuerde: El que pierde en una relación, es el que no logra controlar sus reacciones.
88
La finalidad de la conducta de un abusador es confundir a la víctima
y apoderarse de su poder personal. De esta manera, al abusador le
resulta más fácil controlar a la víctima y dominarla para lograr lo que
se propone. La idea es debilitar el criterio de la víctima, hacerla
dudar de sí misma, para mantenerla bajo control.
Estas víctimas que sufren de una depresión profunda, suelen ser sus
propios abusadores emocionales. Lamentablemente, no necesitan un
abusador externo que les diga que no valen nada. Ellas mismas destruyen
su propia autoestima, día tras día, con pensamientos negativos como: “Soy
un inútil”, “Nunca lograré salir adelante en la vida” “El mundo estaría mejor sin
mí", etc.
EL EFECTO DOMINÓ
Una víctima de abuso puede, a su vez, abusar de otros para canalizar dicha
frustración personal, o de abusos recibidos de otras personas.
89
Por ejemplo:
• En el caso del hombre cuya esposa era adicta a las "visitas telefónicas", es posible
que cuando suene el despertador por la mañana para ir a trabajar, lo arroje
contra la pared en lugar de apagar la campanilla, o empuje a su esposa fuera de
la cama y le “ordene” que le sirva el desayuno rápido.
Cuando una persona se siente frustrada, por lo general siente ira y necesita
canalizar esta energía negativa de alguna manera. Pero también, cuando
una persona se siente frustrada a veces no siente ira, sino un marcado
sentimiento de depresión o de apatía y acaba castigándose o abusando de
sí misma.
Por ejemplo:
• La esposa que hablaba todo el tiempo por teléfono, puede sentirse humillada por
las agresiones de su marido y deprimirse profundamente. Puede sentirse sin
ganas ni fuerza de voluntad para hacer las cosas de la casa o para cuidar de su
apariencia personal, buscar un empleo, seguir una carrera, hacer algo por sí
misma, etc.
90
Ignorar a alguien o ignorar las necesidades de una persona, también
constituye una forma de abuso emocional. Quizás sea la manera más
dolorosa de agredir a otros. Es por esto que, a veces, algunas personas
prefieren soportan el abuso emocional explícito (verbal o físico, etc.) antes
que ser ignoradas. Prefieren recibir caricias de lástima o migajas de afecto
antes que indiferencia, y es por eso que permiten que el abuso tenga lugar.
No conocen otras maneras saludables de relacionarse con los demás.
Hay otra manera de ignorar que se usa como medida de protección, por
ejemplo, cuando una persona es víctima de acoso. Lo ideal es confrontar
al acosador y ponerle un límite claro, pero a veces, algunas víctimas
prefieren ignorar la existencia del acosador, ya que en algunas situaciones,
el acosador se aburre al no encontrar una respuesta y deja a la víctima en
paz.
Hay otro tipo de personas, (tanto abusadores como víctimas), que logran
mantener el control de sus emociones en público, pero dan rienda suelta a
sus emociones más intensas en privado.
• Hubo un caso en que un odontólogo que vivía con su esposa, su hija y su suegra,
aparentaba ser un hombre sumiso y callado. Nadie hubiera podido imaginar que
un día, cansado del maltrato emocional que recibía en su casa, tomó un arma y
asesinó a las tres mujeres que vivían burlándose de él: la esposa, la hija y la
suegra.
91
A veces las personas “embotellan” sus emociones durante largo tiempo,
hasta que un día “estallan” en una reacción desmedida o exagerada. Son
como aquellas personas que por cualquier cosa arman un escándalo y uno
nunca sabe en qué minuto van a hacer una escena en público que nos
avergonzará.
Preste atención. Estudie los códigos y las señales del lenguaje no verbal.
92
CAPÍTULO III
93
CAUSAS PROBABLES
Un ejemplo simple:
Del mismo modo, podemos idealizar a una persona y creer que nos
ayudará a solucionar todos nuestros problemas. Nos auto engañamos
según nuestras propias necesidades, hasta que finalmente, la realidad nos
golpea y nos demuestra que esa persona no era como aquella que
idealizamos. Y, ciertamente, esa persona no nos va a ayudar a resolver
ningún problema. La falta de contacto con la realidad y el auto engaño son
fuentes importantes de continua frustración.
No obstante, es importante recordar que, más allá de que nosotros
idealicemos o juzguemos erróneamente a una persona, los abusadores
94
suelen abusar de los demás independientemente de la imagen que
nosotros nos hayamos creado de ellos. El hecho de que un abusador
abuse de una víctima no se debe a algo que la víctima haya hecho o dejado
de hacer. El abusador existe y abusa de otras personas,
independientemente de la existencia de la víctima.
Entre las causas que originan el abuso emocional, vimos que la frustración
era una de ellas, mientras que otra causa posible son los diferentes
trastornos psicológicos que puede sufrir un abusador.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Aquí presentamos una de las clasificaciones generales más usadas por los
profesionales del campo de la salud mental:
95
4. Trastornos disociativos (trastorno de personalidad múltiple,
amnesia, trastorno de despersonalización, trance y posesión)
5. Trastornos sexuales: por ejemplo, exhibicionismo, fetichismo,
masoquismo, sadismo, travestismo, voyeurismo o las
disfunciones sexuales (deseo inhibido, aversión al sexo,
anorgasmia, impotencia, eyaculación precoz, etc.)
6. Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas nocturnas,
sonambulismo)
7. Trastornos facticios (como el síndrome de Münchhausen)
8. Trastornos del control de impulsos (cleptomanía, trastorno
explosivo intermitente, piromanía)
9. Trastornos de adaptación (con ansiedad, con estado de ánimo
deprimido, mixto, etc.)
10. Factores psicológicos que afectan al estado físico
11. Trastornos de la personalidad (analizaremos algunos de ellos,
más adelante)
12. Códigos V (simulación, problemas interpersonales, duelo
patológico, problemas funcionales, rol de enfermo, etc.)
los llamados “trastornos de carácter”. A los sociópatas o psicópatas, por ejemplo, los
ubican dentro de los trastornos de carácter, en lugar de considerarlos dentro del grupo del
trastorno de la personalidad antisocial.
96
• Trastorno histriónico de la personalidad, personalidad histriónica
o histrionismo.
• Trastorno narcisista de la personalidad, personalidad narcisista.
Por otro lado, las víctimas suelen presentar características muy similares a
aquellas que presentan las personas que padecen el “trastorno de la
personalidad por dependencia o personalidad dependiente”. (Ampliaremos más
sobre este trastorno, más adelante).
97
• Necesidad de ejercer el control sobre otras personas o de ser
controlados (inseguridad propia inconsciente).
• Inseguridad o falta de confianza en uno mismo (consciente).
• Falta de control de las emociones y reacciones propias.
• Falta de aceptación de una actitud poco ética, y trastornos
morales o de carácter que llevan a un abusador a ejercer un
control permanente
• Falta de conocimiento de información clave sobre el abuso
emocional.
98
Son numerosos los casos donde las víctimas tienden a vivir fuera de la
realidad, al punto de creer que la vida es un cuento de hadas. Muchas
mujeres suelen pensar que si provocan los celos de su pareja, su pareja
hará lo que sea necesario con tal de recuperarlas. En la mayoría de los
casos, su pareja no sólo no hará nada por recuperarlas, sino que
encontrará una magnífica excusa para terminar la relación.
Errores de criterio
Por ejemplo, si una pareja ve que sus vecinos se van a esquiar a Suiza,
ellos no querrán ser menos y se endeudarán o harán lo que sea para ir a
esquiar allí, también. En el afán de no ser menos que sus vecinos, es
posible que la pareja descuide las necesidades de sus hijos. No importa si
los niños tienen celebran algún evento familiar en la escuela, o incluso si
es el cumpleaños de alguno de ellos; los padres priorizarán su viaje para
poder estar a la altura de sus vecinos, en lugar de emplear un criterio
sensato y decidir si vale la pena o no incurrir en ese gasto monstruoso o
cuán importante es para sus hijos que ellos acudan al evento familiar de la
escuela.
99
económicas de sus hijos. Los padres emplean un criterio erróneo que
desvirtúa la realidad. Sus prioridades se centran en sus necesidades
personales, en lugar de pensar a favor del mejor interés de sus hijos o de la
familia, en general.
Son muchas las personas adultas que abusan de los niños debido a un
criterio totalmente erróneo. Luego, más tarde en la vida, no comprenden
por qué los hijos les “pasan la cuenta”.
¿Qué esperaba?
Por estas razones, la agencia de servicios sociales le quitó la tenencia de los niños a
la madre. Pero también, le ofrecieron a la madre ingresar en un programa
gratuito de educación para padres y le impusieron ciertas condiciones para
asegurar la protección de sus hijos. Una de estas condiciones era que no debía
volver a vivir bajo el mismo techo con el padre que consumía y vendía drogas.
Sin embargo, en una de las entrevistas, la madre reveló que acababa de pagar la
fianza y ahora que su marido sería liberado, volverían a vivir juntos bajo el
mismo techo. Cuando la agencia de servicios sociales le explicó a la madre que,
bajo esas circunstancias, no podían restituirle la tenencia de sus hijos, la madre se
enfureció.
100
Pero, esta mujer ¿qué esperaba? Esta madre priorizaba las necesidades de
su marido delincuente a las prioridades básicas de sus propios hijos.
¿Cómo podía esperar que le restituyeran la custodia de sus hijos si se los
habían quitado, precisamente por no lograr protegerlos de un padre
abusador?
De nuevo, son muchas las personas que “en lugar de pensar con la cabeza,
piensan con los pies”. Lo peor es que después, culpan a los demás por las
malas decisiones que ellas mismas toman.
Además, para conocer con precisión las causas del abuso emocional no
basta con estudiar detalladamente los distintos tipos de personalidad y
trastornos de personalidad, es necesario consultar a un profesional de
salud mental, quién podrá darnos un diagnóstico preciso, basado en
entrevistas y/o evaluaciones psicológicas que realice.
A veces, los problemas de abuso emocional son mucho más leves y las
personas pueden resolverlos conversando abierta y honestamente. Pero se
debe tener mucha claridad de pensamiento y mucha objetividad, como
también, se debe contar con mucha información de alta calidad para
poder resolver estos problemas sin ayuda profesional.
101
Veamos algunos ejemplos:
Esto es normal y no siempre requiere que la víctima haga una terapia para
poner un límite saludable que le ayuda a preservar su salud emocional.
Cuando los casos son más graves, entonces conviene consultar a un
profesional (psicólogo, consejero matrimonial, terapeuta de familia, etc.)
102
Cuando las cosas no son tan simples como parecen
Muchas veces, las víctimas sólo están buscando una explicación ante la
conducta del abusador porque es doloroso admitir que una persona pueda
causar tanto daño como lo hace un abusador. Los abusadores más
agresivos culparán a la víctima y tergiversarán los hechos, con el propósito
de obligar a la víctima a aceptar una culpabilidad que no le compete. O
bien, negarán cualquier acción dañina que lleven a cabo.
Este tipo de abusadores suele “tirar la piedra y esconder la mano”. Son los que
invariablemente juegan a “tonto” y acaban clavándole el puñal por la
espalda a la verdadera víctima del abuso.
103
• Realmente sé que no exageras, pero no pienso admitir que estás en lo cierto
EL ABUSO CONSCIENTE
Quizás, ésta sea una de las preguntas más frecuentes que se hacen las
víctimas de abuso emocional. Normalmente, las personas que no padecen
ninguna enfermedad mental, suelen ser capaces de distinguir entre el bien
y el mal, o lo correcto y lo incorrecto en su vida diaria.
104
incapaz de terminar con un matrimonio menos que deseable y que optó por
pagarle al marido con la misma moneda, como el amante casado y con hijos, a
quién no le importó mantener una relación con una mujer que también era
casada y tenía hijos, mostraron tres tipos de abusadores altamente egoístas, que
sólo pensaron en satisfacer sus propios deseos y necesidades, y quienes buscaron
vengarse de otra persona, sin tener en cuenta a cuántas personas más dañaban
por el camino.
El ejemplo anterior quizás sea una de las maneras más enfermizas que
tienen las personas de establecer relaciones. El marido que engañaba a la
esposa y acabó siendo engañado, no pudo soportar que su esposa le pagar
con la misma moneda y decidió vengarse.
105
El amante de la esposa acusará al marido engañado de causar un profundo
dolor en su familia debido a las grabaciones que envió. Si bien esto es
cierto, nadie obligó a este amante a involucrarse con otra mujer, lo que
ayudó a destruir su propia familia. Por mucho que el amante quiera
echarles la culpa a los demás, este hombre nunca respetó a su familia, ni le
preocupó proteger el bienestar emocional de sus hijos. Tampoco respetó a
la familia de la mujer casada no le importó el daño colateral que sufrieron
los hijos de ella.
Involucrar así a los hijos es uno de los actos de cobardía más bajos y
nocivos que un padre puede cometer contra sus propios hijos.
Algunos países del mundo admiten la poligamia, otros no. Pero incluso
aquellos países que aceptan la poligamia, sólo la aceptan en una sola
dirección: un hombre puede casarse con muchas esposas, pero no sucede
al revés.
Más allá de las diferencias culturales entre las sociedades polígamas y las
monógamas, las relaciones entre las personas pueden ser abiertas o
cerradas según las pautas que establezcan de común acuerdo los
integrantes de dichas relaciones.
106
matrimonio, o porque han comprado una vivienda en común, o porque
celebraron su compromiso a través de alguna reunión familiar o con
amigos, dónde intercambiaron anillos o votos de fidelidad.
Ahora bien, cuando las relaciones se establecen sobre la base del engaño y
la mentira, entonces se produce un desequilibrio y surgen situaciones
abusivas profundas que, normalmente, causan mucho daño emocional.
107
Engañar a otra persona es una verdadera pérdida de tiempo.
Normalmente, las personas que engañan a otras son personas débiles con
tienen suficiente confianza en sí mismas para expresar el tipo de relación
que desean, o bien personas que presentan un determinado grado de
cinismo y quieren “cumplir con la sociedad”, manteniendo una fachada y
haciendo lo contrario a espaldas de los demás; o bien, personas que
carecen de cualquier tipo de sentimiento de empatía o consideración por
los demás y no sólo no se respetan a sí mismas, sino que tampoco
respetan a los demás.
Lo que “está bien o mal” en una relación, es algo que lo determinarán los
integrantes de la misma. Por supuesto que todos comprendemos que hay
cosas que –decididamente- están mal, como por ejemplo: matar, robar,
estafar, engañar, mentir, atacar físicamente a alguien o abusar
emocionalmente de otra persona. Pero la decisión de mantener una
relación abierta o cerrada, es propia de cada persona y si está “bien o mal”
dependerá de los valores personales y el criterio de cada uno.
Recuerde: Sus derechos terminan allí dónde empiezan los de los demás.
CONSECUENCIAS TÍPICAS
Las consecuencias del abuso emocional son muy diversas. Pueden ir desde
la depresión y el síndrome de estrés post-traumático, hasta conductas
agresivas y/o adictivas, como el consumo de drogas o alcohol, el abuso
emocional o físico y la agresión verbal y física hacia otras personas; e
incluso, hasta conductas extremas como el suicidio.
108
• Sentimiento de fracaso personal
• Agresión hacia otras personas debido a la frustración propia
• Apego al abusador, sentimientos de opresión o falta de libertad
• Asumir las críticas negativas y los comentarios de descalificación
como si fueran ciertos
• Auto engaño, necesidad de creer en el abusador, temor a ser
abandonado
• Depresión e inseguridad
• Deterioro gradual de la autoestima
• Fallas en la manera de pensar
• Falta de confianza en sí mismo o en los demás, paranoia.
• Pérdida de la identidad
• Trastornos de ansiedad, pesadillas, fobias, dudas persistentes
• Problemas para funcionar correctamente en la familia, en la
sociedad o en el trabajo
• Sentimientos de culpa, tristeza, soledad.
• Temor a hablar con otras personas acerca del abuso emocional
• Tendencia a repetir los patrones de conducta aprendidos, en sus
relaciones futuras, ya sea asumiendo el rol de víctima o el del
abusador.
• Trastornos alimenticios (bulimia o anorexia).
• Trastornos del sueño (insomnio o necesidad de dormir
excesivamente)
• Úlceras, ataque cardíaco, otras somatizaciones.
• Adicciones (drogas, alcohol, tabaco, juego, compras compulsivas)
109
Actualmente, las empresas hacen todo lo posible por hacer sentir bien a
sus empleados. Aunque en el pasado, el concepto era completamente
diferente, hoy son muchas menos las empresas que se rigen por la “ley del
rigor” y son muchas más las empresas que buscan proteger la salud
emocional de los trabajadores. Estas empresas se basan en la idea de que
un empleado contento trabaja mejor, produce mejores resultados y es un
mejor recurso para el negocio.
• En una familia, una madre que es incapaz de poner límites saludables a sus
hijos y que vive amenazándolos, diciéndoles “Ya verán cuando regrese su padre
de trabajar”, no sólo consigue que sus hijos le pierdan el respeto por la amenaza
de contarle al padre los problemas diarios, sino que también promueve una
relación negativa entre los hijos y el padre. Esto genera desconfianza, malestar,
ansiedad, depresión, angustia y una muy mala relación entre los miembros de
una familia.
Uno de los mayores peligros con respecto a las consecuencias del abuso
emocional, es que algunas personas no tienen real conciencia de que
están siendo abusadas emocionalmente. Este tipo de violencia invisible va
deteriorando su autoestima y su manera de pensar. Deteriora su manera
de funcionar, de relacionarse con los demás, de comprender qué es lo que
está sintiendo y qué es lo que funciona mal o cuál es el impacto que el
abuso tiene en su vida de relación, etc.
Tolerancia al abuso
110
drogadictos. Cuando dicen que ya no pueden “caer más bajo” o que ya no
pueden tolerar más una situación como la que están atravesando.
111
CAPÍTULO IV
112
PERFIL DEL ABUSADOR
113
Como explicamos, en la práctica, suele ser difícil establecer un límite entre
la maldad y la enfermedad. De modo que a veces, tanto los profesionales
de salud mental como los abogados y jueces o un jurado, durante un juicio
penal, tienen dificultades para establecer si una persona actuó consciente o
inconscientemente y si se la debe clasificar como una persona con un
trastorno de la personalidad o como una persona con un trastorno de
carácter.
Sociópatas o psicópatas
114
De hecho, en el caso de los sociópatas que sí hayan cometido algún delito,
si fueran enviados a la cárcel por la estafa cometida, al ser liberados, no
dudan en volver a estafar a otras víctimas nuevamente.
115
o Limitan a la víctima económicamente.
o Necesitan de personas sumisas que se sometan a su voluntad.
o No se comprometen afectivamente.
o No se hacen cargo del daño que causan.
o No tienen consideración ni sienten ni demuestran empatía por
otros.
o Pueden parecer amables, educados y compasivos en público, pero
se crueles, sarcásticos e irónicos en privado.
o Se obsesionan por revisar las pertenencias de las víctimas o invadir
su privacidad.
o Son demandantes. Ordenan o exigen, no piden ni toleran que sus
necesidades no sean satisfechas.
o Son muy inseguros, excesivamente posesivos y celosos. Tienen una
fuerte necesidad de controlar a los demás o de restringir los
derechos y la libertad de otras personas.
o Tienen expectativas que no son realistas. Viven fuera de la realidad
o Tratan de aislar a la víctima de todo tipo de contacto humano, con
sus familiares, sus amigos, sus compañeros de trabajo u otras
fuentes de información.
116
• Minimizan los hechos (para que los reclamos de la víctima parezcan
ridículos)
• Exageran otros hechos (para justificar sus acciones)
• Niegan la realidad (para confundir a la víctima o a los testigos)
• “Pasan la cuenta” u obligan a las víctimas a agradecerles por los
“servicios prestados” o la “devoción o atención dispensada”. (Algo muy
frecuente entre las personas posesivas)
• Mienten impulsiva e indiscriminadamente (incluso mienten acerca
de cosas muy simples, sobre las que no tiene sentido mentir)
• Tergiversan los roles a fin de hacer aparecer a la víctima (verdadera)
como si fuera el abusador y aparecer ellos (los verdaderos
abusadores) como si fueran las víctimas.
117
Sus características más comunes son las siguientes:
118
• Son incapaces de desarrollar un vínculo afectivo saludable con
otras personas
• Suelen mostrarse como personas seguras de sí mismas y como
idóneas acerca de temas específicos.
• Tienen facilidad de palabra y encanto superficial.
• Sufren de paranoia (creen ser el ombligo del mundo y que todo el
mundo está pendiente de ellos).
Trastornos de personalidad
119
a otras personas, sin importar si tales acciones o comentarios humillan
o avergüenzan a la víctima. Estos abusadores necesitan tener público
constantemente, son personas muy conversadoras y suelen vivir
metiéndose en los asuntos ajenos haciéndolos propios e invadiendo la
privacidad de los demás.
120
constantemente. Pueden tener ataques de pánico o bien, mostrar un
exacerbado apego a otras personas por temor a ser abandonadas.
Quienes tratan de mantener una relación estable o equilibrada con una
persona que sufre este tipo de trastorno explican que es algo casi
imposible. Algunas personas que presentan una personalidad limítrofe
pueden llegar a ser muy promiscuas o presentar fuertes adicciones
(como las drogas o el alcohol), mientras que en otros momentos
pueden sumirse en una profunda depresión o tener intentos de
suicidio, sentir un terrible vacío emocional y exhibir todo tipo de
emociones intensas e inadecuadas, en cualquier momento, en cualquier
lugar y por cualquier razón.
121
Normalmente, este tipo de persona no se atreve a cuestionar lo que
hacen o dicen los demás y, mucho menos, a expresar su propia
opinión aunque ésta difiera de la de otras personas. Necesitan agradar
a los demás de un modo exagerado que llega a resultar molesto porque
viven recordándonos que están allí, siempre listas y dispuestas a
ayudar. Como veremos más adelante, es muy difícil poder mantener
una relación normal con este tipo de personas, ya que oscilan entre
querer participar completamente (100%) en nuestras vidas, sin respetar
nuestra privacidad, por un lado, y mostrándose como personas que
necesitan que los demás piensen y decidan por ellas, a cada instante de
sus vidas.
122
común que prometan cosas que no tienen la menor intención de cumplir
o hacen planes que no tienen la menor intención de llevar a cabo en la
vida real.
El “beneficio” de sus mentiras es que les permite a estas personas eludir sus
responsabilidades auténticas y les evita tener que enfrentar la vida real, tal
como es. Vivir en la mentira causa estragos, tanto emocionales como
físicos. Mentir produce mucho estrés y este estrés altera la conducta y el
estado de ánimo de quien miente y de quienes le rodean, además de
alterar el funcionamiento normal de su organismo.
123
• Se rehúsa a disculparse, siempre tiene la razón. No se hace cargo
de su propia conducta.
• Subestima a la víctima, minimiza sus necesidades y sentimientos,
o la ignora.
• Trata a los demás como si le debieran respeto o como si tuvieran
que rendirle admiración
• Tiene emociones superficiales.
• Usa castigos y recompensas para manipular emocionalmente a la
víctima.
Los abusadores suelen tener una aguda percepción natural, por lo general
no consciente, sobre los “puntos débiles” de la víctima. Pero también, el
abuso emocional ocurre cuando una persona permite que ocurra.
Una vez que la víctima logra comprender qué es lo que la lleva a ocupar
inconscientemente el rol de víctima en una relación, entonces le resulta
más fácil resolver sus problemas personales y dejar de participar en
relaciones abusivas.
124
¾ Compromete emocionalmente a la víctima: Esto incluye
maniobras de manipulación emocional como el juego de la culpa
(hacer sentir culpable a la víctima), el juego de la deuda (hacer sentir a
la víctima en deuda con el abusador), y el juego del examen (hacer
sentir a la víctima que necesita la aprobación constante del abusador).
Cuando el abusador logra comprometer emocionalmente a la víctima,
ésta siente que ya han invertido mucho en esa relación: sentimientos,
esperanzas, tiempo, dinero, etc., y que han apostado a esa relación.
Por ejemplo:
• Una mujer puede decirle a un hombre que ella no puede vivir sin él, y al mismo
tiempo decirle que todo lo que él le brinda no es suficiente y que si no puede darle
algo mejor, ella se “verá obligada” a terminar la relación.
125
mujeres) o de pequeñísimas muestras de afecto (táctica más comúnmente
usada por los hombres). Algunos abusadores suelen privar de gestos de
afecto a sus víctimas. La idea es mostrar sólo unos indicios de cariño para
recordarle a la víctima que el abusador puede darle afecto, pero que se
reserva el derecho de decidir cuándo y cuánto. El mensaje subliminal, que
el abusador envía permanentemente, es: “Yo tengo el control”.
• Un abusador se pone en contacto con una víctima, sólo cuando él necesita algo de
ella o cuando le sobra tiempo y está aburrido. Así, programará una cita con la
víctima sólo cuando le convenga al él. El abusador espera que la víctima se
acomode siempre a sus horarios, ya que él tiene cosas importantes que hacer que
no puede posponer o reprogramar, mientras que cualquier actividad de la víctima
no es tan importante como para no poder cancelarla y adaptarse a las exigencias
del abusador.
• En una pareja, el abusador puede decirle a la víctima que sería bueno que
planearan juntos un viaje, y terminar haciendo el viaje el abusador solo, o con su
mejor amigo (en lugar de viajar con su pareja como lo planeó). El objetivo es tener
a la víctima entretenida y engañada buscando información para el viaje que le será
de utilidad solamente al abusador. Son maniobras de distracción que le permiten
al abusador ocultar su verdadero propósito. Los abusadores suelen crear ilusiones
sobre la base de lo que víctima más desea. Su único fin es el ganar tiempo y evitar
que la víctima descubra que la verdadera intención del abusador no es pasar
tiempo con ella, sino solo o con otras personas.
126
Recuerde: Los abusadores no dudan a la hora de usar a las víctimas para su propio
beneficio.
Otro ejemplo:
127
Este tipo de abusador suele ser dulce y sabe apelar a los buenos
sentimientos de su pareja. Sabe que ésta trabajará por los dos y vivirá con
la esperanza de que alguna vez el hombre realmente consiga un empleo y
le ayude a afrontar los gastos de vida, cosa que nunca sucederá. Si este
abusador consiguiera un empleo, será más que temporal… Será fugaz. Y
el abusador encontrará la justificación perfecta para explicar por qué lo
despidieron o por qué “tuvo que” dejar ese empleo. Esto también ocurre
en algunas familias dónde uno de los miembros trabaja para mantener a
los demás (una hermana que mantiene a otra que vive de un modo
parasitario y dependiente).
128
pretendía que su esposo dejara a su amante, pero quería que fuera más
discreto y guardara mejor las apariencias. Para ella, divorciarse no era una
opción porque perdería el 50% de los bienes materiales y se vería obligada a
vivir una calidad de vida inferior, además tendría que conseguir un empleo y
no estaba dispuesta a trabajar. El hecho de que ella “ya no amaba más a su
esposo” no significaba nada importante para ella, tampoco.
Tanto hombres como mujeres que realmente deseen terminar con una
relación abusiva de la que dependen económicamente, pueden recurrir a
las agencias de bienestar social de su comunidad, a sus amigos, a sus
familiares o a quién sea necesario, para conseguir un medio de
subsistencia propio y no tener que tolerar más un abuso restrictivo. Nadie
tiene por qué tolerar que otra persona le restrinja el acceso a las finanzas y
a la independencia económica.
Recuerde: El auto engaño es uno de los principales obstáculos que les impide a las
víctimas dejar a un abusador o terminar con una relación abusiva.
Lo que ve el abusador
129
Los abusadores cuentan con las falsas esperanzas y las necesidades reales
de las víctimas, cuentan con sus deseos y sus carencias, y elaboran un plan
para mantener viva una relación abusiva.
PERFIL DE LA VÍCTIMA
130
emocional o económicamente y, por lo general, no tienen un criterio
certero y realista que les permita comprender o ver con claridad y
objetividad qué es adecuado y qué no lo es.
131
Por lo general son personas que, psicológicamente, han quedado
debilitadas. Aunque no sean personas débiles, su autoestima se ha ido
debilitando paulatinamente con el tiempo, a partir del momento en que
iniciaron una relación abusiva. Como el abuso emocional suele ser un
proceso gradual, la víctima no se ha dado cuenta de cuánto le ha afectado.
Esta misma víctima, quizás fuera de dicha relación, no sea una persona
débil de carácter en absoluto. A veces, es como si su temperamento
estuviera simplemente adormecido. Es muy posible, que fuera de la
relación abusiva, la víctima funcione correctamente, siendo capaz de
establecer límites saludables. Aquí es dónde los sentimientos personales
juegan un rol importante. Solemos ser más vulnerables cuando están en
juego nuestros afectos.
En otros casos, hay víctimas que están dispuestas a pagar el precio del
maltrato psicológico de otras personas, con tal de no perder a su pareja o
de no perder su puesto de trabajo, o una beca de estudios, o dejar de
pertenecer a un grupo social determinado, o dejar de ser miembro de un
equipo deportivo, etc. Hay mucho en juego, por lo que refiere al orgullo y
a la reputación o “prestigio social” de la víctima, a la opinión de su círculo
social, a la imagen que otros tienen de la víctima y esto es algo que la
víctima no está dispuesta a sacrificar.
Por esta razón, también decimos que hay cierto grado de “comodidad” por
parte de la víctima de abuso emocional, ya que la víctima elige (de algún
modo) “soportar” una relación abusiva con tal de no madurar y hacerse
cargo de su propia vida. La víctima permite que otros tomen decisiones
por ella o que la mantengan económicamente, etc. En cierto sentido, la
víctima elige (consciente o inconscientemente) pagar un precio por ese
nivel de comodidad que, a su vez, le permite no cambiar, no crecer, no
tomar sus propias decisiones, no poner límites, no progresar en la vida, no
renunciar a un empleo, no dejar de ser miembro de un grupo, etc.
132
Al mismo tiempo, estas víctimas suelen vivir entre la depresión, por la
falta de realización personal, y la frustración por el control al que se
someten y la descalificación continua del abusador, quién les recuerda el
alto precio que decidieron pagar por tolerar una relación abusiva. En
otros casos, las víctimas de abuso emocional permiten el abuso porque
sienten que ya no tienen por qué vivir. Esto ocurre con algunos ancianos
cuyas familias los confinaron a un hogar de ancianos donde los maltratan
psicológicamente y sus familiares no lo van a visitar y/o descuidan sus
necesidades emocionales.
133
(por naturaleza) que ermitaños, un grado excesivo de apego a otras
personas no es saludable.
Por ejemplo:
Es frecuente ver, en algunas familias, que uno de los hijos se hace cargo
de las necesidades emocionales y materiales de sus hermanos o de sus
padres. Esto ocurre porque ese hijo no pone límites saludables para
preservar su intimidad familiar o su privacidad personal. También es
posible que no le interese preservar la intimidad familiar. Así, en el
ejemplo anterior, quizás la hija casada no tiene una buena relación con su
esposo y le cuesta criar a sus hijos adecuadamente. El hecho de que le
permita a su madre y a su hermano vivir con ellos, también le permite a
ella evitar la intimidad familiar y hacerse cargo de solucionar sus propios
problemas emocionales, su temor a criar a sus hijos adecuadamente, su
necesidad de poner límites, etc.
A veces, las personas permiten que otras dependan emocionalmente de
ellas porque esto les permite evadir ciertas responsabilidades propias. Las
dinámicas de las relaciones de dependencia emocional son muy complejas.
134
• Intentan solucionarle la vida a todo el mundo.
• Necesitan que los demás los tengan siempre presentes, no logran
comprender que las demás personas tienen una vida propia e
independiente.
• Sufren mucho cuando se sienten solos, no soportan la soledad, no
toleran la idea de vivir y funcionar de un modo independiente, sin la
presencia permanente de otras personas en su vida.
• No comprenden por qué los demás no viven pendientes de ellas,
• Se toman todo de un modo personal.
• Sus emociones suelen ser muy intensas, especialmente cuando las
otras personas actúan independientemente.
• A veces, no esperan que una relación termina y buscan otra de
reemplazo, inmediatamente. Lo importante es tener a alguien en sus
vidas, la soledad les aterra.
Todos necesitamos unas horas del día, o unos días por semana (o a veces,
un par de meses en el año) en que necesitamos estar con nosotros mismos
y disfrutar de nuestra propia compañía. Aunque no hagamos nada
especial, en particular. Quizás sólo nos dediquemos a leer un libro frente a
un hogar de leños, salir a caminar debajo de los árboles, dar un paseo por
a playa o simplemente contemplar el mar, quedarnos en casa oyendo o
tocando o grabando música, navegando por Internet, escribiendo cartas,
mirando una película por TV, practicando un deporte o haciendo
ejercicios en un gimnasio, nadando, cantando, bailando, etc. Hay muchas
cosas que podemos disfrutar sin necesidad de compartirlas con otras
personas. Pero las personas codependientes no pueden comprender que a
una persona le resulte placentera la soledad.
135
Víctimas involuntarias versus víctimas voluntarias
Una vez que las víctimas de abuso toman conciencia del tipo de relación
en la que están involucradas, o de los tipos de relaciones que tienden a
establecer con otras personas, necesitan informarse mejor sobre las
relaciones interpersonales y sobre los distintos tipos de personalidades y
sus trastornos a fin de poder identificar a un abusador. Aún así, hay
víctimas que adquieren una comprensión cabal del tipo de relación tóxica
que mantienen con un abusador y, aun así, deciden seguir adelante con esa
relación. Por esta razón, hemos definido el segundo tipo de víctima: La
víctima "consciente o voluntaria".
136
Un ejemplo simple:
137
abusador abuse de ella, sino que una vez que comienza a comprender el
tipo de relación en la que se encuentra (o los tipos de relaciones que
tiende a establecer), es importante que comience a tomar conciencia,
también, del hecho de que puede elegir abandonar esa relación y cambiar
su propia situación.
Otro ejemplo:
Es por esta razón que hacemos esta referencia a las víctimas “voluntarias”.
Como explicamos antes, esto no significa que a las víctimas de abuso les
guste sufrir, no se trata de ser “masoquista”, se trata de tomar conciencia
de que si la víctima de abuso no toma alguna medida, el abusador no lo
hará.
138
existen mejores maneras de relacionarnos con los demás. Se trata
de comprender cómo opera un abusador y qué responsabilidad le
compete a cada persona que participa en una relación abusiva. Se
trata de comprender cómo actúan y piensan las personas con
problemas psicológicos o éticos y qué podemos hacer para no
establecer relaciones que no son saludables.
139
Una reacción muy normal
Recuerde: Nunca es tarde para cambiar. Elija darle la espalda al abuso emocional.
140
CAPÍTULO V
141
INDICADORES, SIGNOS Y SÍNTOMAS
Si una persona olvida sus citas personales o llega siempre tarde a las
reuniones de trabajo, estamos frente a una persona en la que no se puede
confiar mucho, ya que nunca sabemos si podremos contar con su
presencia o si se le presentarán problemas (continuamente) que le impidan
cumplir con sus obligaciones. Cuando esto ocurre esporádicamente, no es
algo grave, pero cuando se convierte en una regla o en una norma
habitual, entonces desestabiliza emocionalmente a las demás personas que
trabajan con este sutil e irresponsable abusador. Además, su actitud nos
habla de una persona egoísta que no tiene consideración por los demás.
Por lo general, las personas que no tienen control sobre su vida, acaban
entorpeciendo y desequilibrando la vida de los demás. Un jefe que es
142
incapaz de poner límites y acepta compromisos en nombre de un equipo
de trabajo, puede perjudicar a los integrantes de dicho equipo, aceptando
tareas que no les corresponde hacer o que afectarán el rendimiento
personal de los integrantes de ese equipo.
¾ ¿Sentimos que debemos tener mucho cuidado con lo que hacemos y decimos a fin
de no ofender a esta persona?
¾ ¿Podemos ser nosotros mismos, o tenemos que fingir ser alguien diferente para
complacer a la otra persona o lograr su aceptación?
¾ ¿Nos sentimos presionados por alguna razón y no comprendemos bien por qué?
¿O nos sentimos relajados, sin presiones y sin necesidad de esforzarnos por
agradar a la otra persona?
143
• La otra persona nos aísla de los demás, invade nuestra privacidad,
tiende a ejercer un control desmedido sobre nosotros o es
posesiva.
• Nos limita nuestro acceso al dinero, la independencia laboral,
profesional o vocacional, o incurre en deudas que uno tiene que
terminar pagando.
• Nos sentimos “atrapados” en una relación.
• No nos sentimos valorados, aceptados, ni respetados.
• Nos sentimos obligados a hacer cosas que los demás nos exigen.
• Sentimos que necesitamos el permiso o la aprobación de la otra
persona para tomar decisiones o hacer lo que queremos hacer.
• Sentimos que no podemos hablar abiertamente con la otra persona
acerca de las cosas que nos molestan.
• Sentimos temor a no encontrar algo mejor.
• Pensamos que la otra persona no podrá vivir sin nosotros
• Pensamos que nosotros no podremos vivir sin ella.
• Tememos cuál pueda ser la reacción de la otra persona si queremos
hacer valer nuestros derechos.
Éstos son algunos síntomas que nos indican que estamos viviendo bajo
una situación o relación de abuso emocional. Pero hay otros indicadores
que podemos tener en cuenta también, como los que explicaremos a
continuación.
El condicional hipotético
144
También habla de personas que viven en un mundo irreal, en lugar de
vivir aquí y ahora, en tiempo presente, en la realidad o, como decimos
coloquialmente, “con los pies en la tierra”.
Por eso, como dijimos antes, reiteradas veces, es muy importante ser
realistas.
¾ ¿Se cumplen las “promesas” (o los “deseos en voz alta") que expresa la otra
persona? ¿O se trata simplemente de una maniobra de distracción?
¾ ¿Se trata de una persona que permanente piensa que el mundo está en su contra
o tiene una actitud positiva la mayor parte del tiempo?
Son muchas las preguntas que podemos hacernos para detectar las
maniobras de los manipuladores. Pero es importante recordar, una vez
más, que no hay que volverse paranoico y sospechar que todo el mundo
nos quiere perjudicar. Busque un equilibrio saludable entre la sana
confianza y el sano escepticismo.
Sí, pero…
145
A continuación citaremos algunos ejemplos de la vida real:
Recuerde: Una persona que es segura de sí misma y que tiene un nivel de autoestima
saludable, no necesita degradar ni humillar, ni controlar a otras. Además,
buscará relacionarse con otras personas "emocionalmente sanas", que
tampoco necesiten ser humilladas ni controladas.
146
A veces, cuando un abusador toma conocimiento de este tipo de
información sobre aquellas cosas que constituyen una situación de abuso
emocional, puede llegar a comprender que está relacionándose de un
modo inadecuado con las demás personas, y puede llegar a cambiar, pero
ésa es una decisión personal. La víctima no puede obligar al abusador
a cambiar.
Del mismo modo, las víctimas de abuso también pueden tomar la decisión
de abandonar una relación abusiva (o de continuar formando parte de
ella). Pueden elegir buscar ayuda para solucionar su problema o,
simplemente engañarse, pensando que ese tipo de relación mejorará con el
tiempo o que el abusador cambiará, etc.
Cabe destacar también, que si bien a veces es necesario romper con una
relación no saludable, esta ruptura de por sí, no cura a la víctima ni al
abusador. Sólo cuando comprendemos nuestros propios patrones de
comportamiento y tomamos conciencia de nuestra manera de
relacionarnos con los demás, empezamos a resolver nuestros propios
problemas de fondo y tenemos la posibilidad de cambiar, definitivamente.
De este modo, ya no continuaremos estableciendo relaciones de abuso
emocional con diferentes abusadores.
Los cambios
147
tomarán una decisión de inmediato, mientras que otras demorarán un
tiempo.
Veamos cuáles son estas tres preguntas útiles que nos podemos hacer:
148
1. ¿Qué se dice?
Por ejemplo:
149
a un precio justo, sin sentirse “inferior" por no poder comprar una
propiedad más cara. Y ciertamente, no comprará la propiedad que el
vendedor le quiere vender.
Y aquí radica un poco la diferencia entre las personas que se hacen cargo
de su propia vida y toman sus propias decisiones, aun teniendo en cuenta
que algunas decisiones no son las más atractivas, pero también teniendo
en cuenta las sugerencias de los demás. La diferencia está en que se
basarán en lo que les conviene a ellas y no en lo que les conviene a otras
personas.
Y como suele suceder, por otro lado también están aquellas personas que
dejan que los demás decidan por ellas (dependencia emocional).
150
Por ejemplo:
Preste mucha atención a lo que dice una persona cuando habla, piense en
qué se basa para decir lo que dice, qué evidencias reales pueden apoyar lo
que esa persona dice, y cuál es el mensaje oculto dentro del mensaje
evidente. Por lo general, el abusador hace o dice algo con el propósito de
lograr satisfacer un objetivo ulterior.
Haga valer su criterio propio, usted piensa, tiene un cerebro al igual que
cualquier otra persona, úselo a su favor.
2. ¿Cómo se dice?
Otras veces, ni siquiera hace falta decir algo. Se puede "actuar" una idea o
un concepto, como lo hacen los actores o los mimos.
151
interesante sobre el lenguaje corporal que está disponible en formatos
impresos o electrónicos, algunos gratuitos y otros no. Aquí no vamos a
ampliar sobre este tema, pero siempre es útil buscar información al
respecto.
Por ejemplo:
• Si una madre le “grita” a su hijo, diciéndole a viva voz: “¡¿Por qué no dejas de
gritar?!”, la incoherencia es muy clara. No podemos pedirle a alguien que no
grite, gritándole para que se calle.
A veces, las personas les piden opinión a otras, sólo para tener una
segunda opinión, pero otras veces, piden opinión a los demás en busca de
aprobación o aceptación.
152
Por ejemplo:
Pero en el caso del abusador emocional, su “discurso” (lo que dice con
palabras) suele actuar como una “distracción” para engañar a la víctima y
para que ésta no perciba la verdadera intención que yace detrás de esas
palabras.
153
Cuando oímos frases “aduladoras” como:
• Qué buena persona eres, no sé qué haría sin ti. (Más te vale no
abandonarme nunca)
• Apuesto a que no me decepcionarás jamás. (Más te vale satisfacer mis
expectativas)
• Sabes que siempre te lo digo por tu bien. (Cualquier daño que te cause
estará justificado)
• Sólo intentaba ayudarte, ya que nunca nadie te ayuda. (Eres un perfecto
inútil y sin mí no eres nadie)
• Te regalé ese celular para que puedas comunicarte conmigo en todo
momento. (Será mejor que mantengas informado acerca de dónde y con quién
estás, todo el tiempo)
• Gasta lo que quieras, mi crédito no tiene límite. (Pero no se te ocurra
nunca cuestionarme lo que hago a tus espaldas)
• Cómprelo ya mismo, nunca más tendrá otra oportunidad como ésta.
(Sé que usted es lo suficientemente tonto como para comprar cualquier cosa)
• Todas las personas se sienten muy a gusto contigo, siempre. (Espero
que me retribuyas la adulación cuando lo necesite)
• Esta manera de hacer las cosas es la única que funciona. (Ni se te
ocurra opinar de un modo diferente)
154
intentando lastimarme o aprovecharse de mi”, “Siempre tendré que agradecerle lo bien
que me hizo sentir…”, “Tendré que hacer lo mismo que él o ella hizo por mí", etc.
Una vez más, queremos poner énfasis en el hecho de que los factores a
tener en cuenta en una situación de abuso emocional son muchos y de
naturalezas muy diversas.
155
Lo que dentro de una cultura podría considerarse como un abuso
emocional, puede no serlo en otra. También el lenguaje corporal
varía de una cultura a otra, desde un simple saludo. En algunas
culturas, una persona que no mira a otra a los ojos cuando hablan,
es una persona que “esconde” algo, o es “tímida” o no es de “fiar”,
mientras que en otras culturas, si una persona mira a otra
directamente a los ojos es un signo de mala educación o de falta de
respeto. Por eso el aspecto cultural es muy importante.
Nadie nace con la obligación de tener que agradar a los demás. Pero los
abusadores tienen bien presente la necesidad de relacionarnos que
tenemos todos los seres humanos y suelen ejercer su poder desde esa
necesidad.
156
Algunas circunstancias especiales en la vida de personas que no solían ser
abusadoras, pueden modificar la conducta de esa persona y “sacar lo peor de
ella”.
Por ejemplo:
• Una persona que normalmente no era egoísta y que valoraba a las personas que le
rodeaban, puede volverse egoísta y dejar de valorar a los demás, ante una crisis
económica grave, o una pérdida personal muy importante. Es posible que esto le
genere desconfianza, inseguridad o resentimiento. Ante una crisis financiera
mundial o una guerra, o ante la muerte trágica de un ser querido, una persona
que era amable y considerada con los demás, puede volverse hosca y mostrar
desprecio hacia otras personas como una manera inconsciente de canalizar sus
frustraciones, su dolor, su ira, etc.
157
No es que la víctima no ame a su familia o a sus amigos, o que no valore
sus consejos, sino que es probable que la víctima sienta que se está
poniendo en peligro (o poniendo en peligro a otras personas) por
cualquier contacto que tenga con sus seres queridos.
EL PROCESO DE CAMBIO
158
acostumbrarse a utilizar las nuevas habilidades adquiridas y para poder
librarse de hábitos nocivos o modificar viejos patrones de conducta no
saludables.
159
No obstante, a medida que vamos tomando conciencia de nuestras
experiencias y vamos madurando, nos vamos sintiendo más seguros de
nosotros mismos. Cada pequeño logro que alcanzamos es un paso
enorme en nuestro proceso de cambio y crecimiento personal. Y lo mejor
de todo es que, cuantos más cambios logramos, poco a poco, más
cambios produciremos.
Es por esta razón, que es muy importante ser realistas por lo que refiere a
los “cambios”, ya sean propios o de otras personas. Por el simple hecho de
que nosotros deseemos que los demás cambien, no significa que los
demás estarán de acuerdo con nuestra opinión y entonces decidirán
cambiar. Además, como dijimos antes, no todas las personas “pueden”
cambiar. Algunas personas que sufren determinados trastornos o
problemas de salud mental o éticos, quizás no logren cambiar o sólo
logren hacer cambios mínimos o parciales.
160
CAPÍTULO VI
161
TIPOS DE ABUSO Y NEGLIGENCIA
• Dependencia emocional
• Dependencia económica
• Negligencia emocional y física
• Abuso de poder
• Abuso intelectual
• Abuso sexual emocional (no físico)
• Abuso cultural
* Dependencia emocional:
162
Cuando se ama o se valora a otra persona porque satisface las condiciones
que le imponemos, en realidad estamos reafirmando un amor o una
valoración propios. No valoramos a esa persona, sino lo que hace
(satisfacer nuestras condiciones, exigencias, expectativas, etc.)
* Dependencia económica:
163
de zapatos nuevos, muy costosos, cada semana, pero le negará esa
misma posibilidad a la víctima. O bien, el abusador no dudará en
preparar una lujosa fiesta de cumpleaños para sí mismo, mientras
que escatimará gastos si se trata de la fiesta de cumpleaños de su
pareja o de sus hijos, etc.
164
* Abuso de poder o de autoridad
Un padre o una madre que obliga a su hijo a mentir sobre su edad para
obtener un descuento en un pasaje de tren o lo obliga a usar ropas usadas
o ropa más pequeña que su talle porque es más económica. Éste es un
ejemplo muy triste, pero ocurre con frecuencia en la vida real.
* Abuso intelectual
165
Una víctima puede tener más experiencia o capacidad para desarrollar una
tarea, y es posible que hasta le sobre intelecto para llevarla a cabo, pero el
abusador le hace notar a la víctima que ésta “no posee un título universitario",
por ejemplo, dando a entender que su capacidad intelectual no es
suficientemente buena como para ocupar un determinado cargo en la
empresa, etc.
También puede darse este tipo de abuso cuando una persona arrogante
(abusador) conoce mucho acerca de un tema (o pretende conocer) y es
muy hábil y convincente, al expresarse con sus palabras. Bien podría ser el
caso del elocuente vendedor de autos que citamos anteriormente.
Puede darse en una pareja, entre padres e hijos, entre amigos, entre un
profesional y un cliente, o un médico y un paciente. En todos los casos, el
abusador es simplemente más hábil y necesita hacer sentir
intelectualmente inferior a su víctima.
Para evitar ser víctima de un abusador intelectual, hay que aprender a ver a
las personas en su real dimensión. No las idealice. Porque una persona
hable mucho acerca de un tema y con una fuerte convicción, no quiere
decir que sea más capaz o más inteligente que otra. Tampoco quiere decir
que sepa muchísimo acerca de ese tema particular, o que sepa más que
otras personas.
166
Por ejemplo:
• Un marchand de arte se burla de una persona que está visitando una exhibición
de arte, diciendo: “¿Cómo no sabe lo que es el cubismo?” o “¿Cómo puede
confundir un Mondrian con un Miró?”
El abuso sexual puede ser físico o también, puede ser sólo emocional.
Puede estar relacionado con el incesto emocional o no. Por ejemplo,
cuando un hombre trata a su pareja como si fuera un objeto sexual y la
“exhibe” ante su familia o sus amistades como un trofeo, está abusando
emocionalmente de su pareja en un sentido sexual. También ocurre con
personas exhibicionistas que dicen tener una “mente abierta” y se pasean
desnudos por la casa, poniendo incómodos a los demás.
167
Como vimos en capítulos anteriores, el incesto emocional involucra la
necesidad que tiene uno de los padres de que alguno de sus hijos
reemplace emocionalmente a su cónyuge. Así, los padres establecen
vínculos emocionales patológicos con alguno de sus hijos (normalmente
conocido como el hijo preferido) quién acaba adoptando un rol emocional
que no le corresponde.
* Abuso cultural
Las pautas, las tradiciones y los valores culturales son muy importantes
para cada persona. Burlarse de ellos implica no respetar a la persona y
herirla emocionalmente.
* Abuso físico
168
persona, además de provocarle lesiones o heridas físicas. Puede
acompañar o no al abuso verbal o a la manipulación psicológica, pero no
siempre ocurre así.
La mayoría de los países cuentan con líneas de ayuda gratuitas para casos
de violencia familiar o doméstica, y la mayoría de las instituciones y
empresas cuentan con políticas de recursos humanos que prohíben el
abuso y la discriminación en cualquiera de sus formas.
169
Es difícil comprobar el abuso emocional. Hay abusadores emocionales
que dañan seriamente la salud emocional de otras personas, pero como
nunca pasan a la violencia física, entonces no recibe castigo o condena,
desde el punto de vista legal.
170
LA DEPENDENCIA EMOCIONAL Y CODEPENDENCIA
171
actual. (No se toman tiempo para estar consigo mismas ni para
conocer a las personas antes de establecer un compromiso afectivo).
• No logran planificar su vida de manera individual e
independientemente de los demás. (Tienden a planificarla siempre
en función de otras personas).
• Suelen elegir parejas o amistades egocéntricas, narcisistas o
individualistas que demandan mucha atención.
• Tienen tendencia a idealizar a otras personas, en lugar de verlas
como son. (La persona codependiente tiene problemas para ver la
realidad tal cuál es y ver a las personas en su justa dimensión).
• Satisfacen los deseos y las necesidades de los demás (antes que los
propios), en un intento por lograr la aceptación de los demás.
• Anteponen las necesidades y los deseos del abusador a sus propias
necesidades o las necesidades de su familia, incluso las de sus
amigos o las obligaciones de su empleo.
• Las personas codependientes le temen profundamente a la soledad.
Temen terminar una relación con un abusador. Intentarán,
desesperadamente, reanudar la relación si ésta se termina y
mostrarán serias dificultades para aceptar que se terminó.
• Al igual que la mayoría de las víctimas de abuso emocional, la
persona codependiente tiene un nivel de autoestima sumamente
bajo, es incapaz de percibir sus propias cualidades o fortalezas
(virtudes) personales. Siente una desvalorización acentuada de su
persona.
• Exhibe una excesiva necesidad de agradar a los demás y de ser
aceptados, junto con la preocupación exagerada y desmedida de las
necesidades de los demás.
Grados de invasión
172
Además, la persona que depende emocionalmente de otras tiene una
exacerbada necesidad de comunicación. No logra dominar su ansiedad y
necesita hablar con alguien la mayor parte del tiempo,
independientemente de que los demás quieran hablar con ella o no, o
tengan tiempo disponible para escuchar sus interminables discursos o no.
173
una simbiosis con él, no son su espejo. Son personas independientes, que
sienten cosas diferentes, piensan de un modo diferente, reaccionan de un
modo diferente (al esperado por el codependiente) y tienen una vida
propia que nada tiene que ver con la vida del codependiente.
174
CAPÍTULO VII
175
TÉCNICAS DE PREVENCIÓN
176
Si de niño nos decían que éramos tontos o inútiles, es posible que
crezcamos creyéndolo y busquemos relacionarnos con personas que
refuercen esa creencia. Pero esto no quiere decir que realmente seamos
tontos o inútiles.
Recuerde: Usted tiene valor como persona. Tiene derecho a ser respetado y aceptado
como es.
La confrontación
177
Si tenemos una persona que es verbalmente agresiva y controladora, y
tememos que pudiera pasar a la agresión física, la confrontación no sería
lo más recomendable.
Ser “asertivo” significa tener determinación, significa ser firme, hablar con
convicción, decir algo (por ejemplo, decir “No”) de una manera firme,
clara y decidida. Pero esto no significa ser agresivo ni ser maleducado. Ser
asertivo significa explicar algo claramente, sin dejar lugar a dudas, y poner
límites bien definidos. A veces, tanto víctimas como abusadores, ven esto
como un signo de agresión o de falta de respeto. Las víctimas pueden
juzgarlo como una falta de consideración hacia la otra persona, pero no es
así. Ser asertivo significa hablar teniendo confianza en uno mismo y
llamando a las cosas por su nombre.
178
Capacidades intelectuales
• Con frecuencia las víctimas de abuso preguntan ¿cómo hago para dejar de
participar en una relación abusiva? La respuesta que reciben suele ser “No
haciéndolo más”… por lo que la víctima vuelve a preguntar… “¿Y cómo hago
para no hacerlo más (dejar de participar)? … la respuesta que reciben entonces
es la siguiente: “Bien, para que comprenda mejor, por favor, párese y comience a
correr en círculos por esta sala”, la víctima se para y comienza a correr en
círculos hasta que se cansa y se detiene. Entonces, el consejero le dice: “¿Por qué
dejó de correr? Yo no le dije que dejara de hacerlo. ¿Comprende ahora
la diferencia entre continuar haciendo algo y dejar de hacer algo?”
La participación
179
La idea central es ponerle un fin a esa relación abusiva. Detener el abuso,
detener al abusador, impedir que se sigan cometiendo abusos, respetarse a
uno mismo.
Tomar conciencia
Hacer es hacer, soñar es soñar. Está bien tener sueños y ser un soñador,
pero es importante aprender a pasar de los sueños a la realidad y
comenzar a hacer de nuestras vidas una vida mejor.
Algo que nunca debemos olvidar es que nadie puede decidir por
nosotros ni nosotros podemos tomar decisiones por los demás. No
podemos culpar a los demás por no entender nuestra perspectiva o
nuestro punto de vista personal. Más bien, debemos preguntarnos
si estamos enviando un mensaje claro o si estamos tratando de
establecer un diálogo con una persona que, quizás, no tenga la
madurez emocional o la capacidad intelectual necesarias para
comprender realmente lo que tratamos de explicarle. Es importante
aprender a observar más.
180
Como explicamos en otros capítulos, cada persona es única y ha tenido
vivencias o experiencias propias que pueden ser similares a las de otras
personas o no, pero en última instancia, conforman las bases de nuestras
propias opiniones y de nuestra manera particular de ver las cosas. Cada
uno tiene una perspectiva propia, un punto de vista personal. Pero, esto
no quiere decir que una opinión o un punto de vista particular sea bueno
o malo, o mejor o peor que el de otra persona. A veces, sólo son
diferentes puntos de vista, diferentes maneras de pensar, diferentes
opiniones, diferentes criterios o diferentes valores personales.
Lo más importante que hay que tener en cuenta, como ya dijimos, es que
el abusador y la víctima sólo dejarán de jugar su rol de abusador y víctima,
si comprenden que ese tipo de relación no es saludable y si deciden que
no quieren ocupar más ese rol. No obstante, como explicamos
anteriormente, es posible que existan problemas psicológicos importantes
que le impidan a una víctima o a un abusador cambiar. Por eso, es
fundamental tener esto en cuenta a fin de buscar ayuda profesional, si el
caso lo requiriera.
Zapatero a tu zapato
181
no alcanza a comprenderla del todo. O simplemente, porque no comparte
la misma opinión acerca de lo que constituye el abuso emocional.
En la mayoría de los países, las personas son libres de elegir lo que desean
hacer con su vida. Podemos elegir hacer valer nuestros derechos y ser
tratados como merecemos o podemos elegir conformarnos con una
relación que no es saludable y aceptar pagar el precio del maltrato, con tal
de no perder al abusador.
¿Responsabilidad compartida?
182
Algunas veces, no es posible hallar una solución y entonces es importante
“dejar de participar totalmente” en las situaciones de abuso emocional. Esto
implica abandonar el rol de víctima o el de abusador y trabajar con ayuda
profesional sobre sus problemas personales. El propósito es el de hallar
mejores maneras de relacionarse con los demás para no repetir, en el
futuro, otras situaciones de abuso emocional. También puede implicar
tomar la decisión de romper con una relación o distanciarse de una
persona, definitivamente.
Por esta razón, algunas víctimas prefieren sufrir ellas antes que creer que
les han causado un daño emocional a otras personas.
183
En resumen, para prevenir y/o solucionar el abuso emocional cabe
destacar lo siguiente:
Cabe recordar, una vez más, que el abuso se puede prevenir, evitar,
solucionar o detener y que también podemos ayudar a algunos abusadores
y algunas víctimas a encontrar otras maneras más saludables de
relacionarse entre sí. En casos extremos, tenemos que ser conscientes que
debemos buscar ayuda profesional para resolver el problema del abuso
emocional porque informarnos sobre el tema, solamente, puede ser
insuficiente.
184
Recuerde: Informarse sobre el tema del abuso emocional le ayudará, en buena medida,
a prevenirlo en el futuro. Busque ayuda en su comunidad y obtenga
información.
RECURSOS DISPONIBLES
185
Piense en diferentes soluciones y alternativas, teniendo en cuenta cuáles
podrían ser los resultados posibles. Piense en aquellas cosas que necesitará
para poder resolver sus problemas (empleo, dinero, otro lugar para vivir,
recurrir a la justicia o a la policía, buscar ayuda profesional, etc.)
186
CAPÍTULO VIII
187
EL ABUSO EMOCIONAL EN LAS RELACIONES DE PAREJA
Y DE FAMILIA
Estos abusadores tienen una percepción muy aguda que les permite
detectar los puntos débiles de las víctimas. Buscan personas que hayan
sido víctimas de abuso emocional, que acaben de salir de una relación
conflictiva y estén buscando consuelo, que estén desesperadas por
encontrar una pareja, alguien que las mantenga, o que simplemente,
necesiten mucho afecto. Estos auténticos estafadores no se muestran tal
cual son hasta que la víctima ya se ha comprometido demasiado con ellos
y hasta que suele ser bastante tarde e improbable que la víctima se niegue
a "ayudar" a estos verdaderos lobos bajo la piel de cordero.
188
hablando con un señor gordo dedicado a estafar gente, profesionalmente.
5
http://www.lovefraud.com/ , Donna Andersen
189
Los verdaderos estafadores, aprenden a conocer bien a su víctima a
través de Internet, antes de conocerla físicamente. Esto les brinda
ventajas por lo que refiere a la información que compilan sobre la
víctima. Los estafadores emocionales, al igual que cualquier hábil
manipulador, llegará a conocerle a usted mejor de lo que usted se
conoce a sí mismo. Esto implica conocer sus necesidades y sus
puntos débiles, como también sus gustos y preferencias.
190
En las relaciones abusivas o no saludables, el abusador suele actuar
de la siguiente manera:
191
• Ambas personas comparten parte del tiempo y también dedican
parte del tiempo a sus actividades independientes.
• Ambas personas son sinceras respecto de sus sentimientos e sus
planes para el futuro.
• Ambas personas se sienten plenas, felices, se divierten juntas,
sienten mucho afecto por el otro, tienen independencia y
promueven el desarrollo personal de la otra persona.
• Comparten metas y objetivos en común, tienen un proyecto de
vida en común.
• Valoran a la otra persona y respetan su manera de pensar.
• El trato es cordial, afectuoso, equitativo, respetuoso, honesto y
digno.
• No son personas posesivas, ni celosas, ni controladoras. Son
personas seguras de sí mismas y confían en su pareja.
El respeto mutuo
192
En las relaciones saludables, las personas no temen discutir sus diferencias
y solucionar sus problemas hablando. Los temas se tratan dentro de un
marco de respeto y confianza mutuos. Las disculpas que se piden son
sinceras y las conductas inadecuadas se corrigen y no se repiten en el
futuro. Por otro lado, en las relaciones saludables, las promesas se
cumplen, las opiniones de ambas personas se tienen en cuenta, las
decisiones se toman de común acuerdo, se tiene en cuenta el mejor interés
de la relación, en lugar de pensar en los intereses propios e individuales.
Padres prehistóricos
193
o en un cuarto a oscuras durante horas, los envían a la cama sin comer,
etc.
Uno de los casos más perversos fue el de una madre que para castigar a
uno de sus hijos, envolvió una patata podrida en una bonita caja y se la
entregó a su hijo como regalo de Navidad porque se había portado mal.
Hay padres que son verdaderas bestias y no tienen en cuenta el daño
emocional que les infligen a sus hijos desde temprana edad.
También hay padres que humillan a sus hijos delante de los demás, o no
dudan en echarles la culpa a sus hijos por problemas que los hijos no
causaron. Y nunca falta el padre o la madre que proyecta en sus hijos sus
propias frustraciones, ansiedades y temores.
Un padre o una madre que desea que su hijo sea perfecto, está
canalizando sus expectativas y sus miedos o frustraciones en esa misma
área de su propia vida. Por ejemplo, un padre que desea que su hijo de 14
años le presente una “novia” formal a la familia, está canalizando su
impotencia y su frustración como hombre por no haber podido tener una
novia a esa edad. Probablemente se trate de un hombre abusador y
controlador que tema no hallar otra pareja si su mujer lo deja.
Son muchos los padres (y las madres) que empujan a sus hijos a crecer a
un ritmo acelerado. Cuando observamos un niño preadolescente con
características o hábitos propios de un adulto, podemos tener la certeza
que sus padres están abusando emocionalmente del niño. Los padres que
no abusan de sus hijos, los crían con expectativas realistas que están de
acuerdo con la edad biológica del niño. Visten a sus hijos de acuerdo con
la edad del niño, no como si éste fuera mayor o menor de la edad que
tiene. Usan un lenguaje acorde a la edad del niño, etc.
Veamos un ejemplo:
194
hablen delante de ella) empleando palabrotas vulgares y hablando
abiertamente sobre temas de adultos. Eso también es una forma
bastante común de abuso emocional que desestabiliza a los niños.
• En otros casos, hay padres que visten a sus hijos y les hablan como si
tuvieran muchos menos años de los que en realidad tienen. Para los
niños y los adolescentes, el sentido de pertenencia a un grupo social
formado por sus pares es esencial. Esto les permite alcanzar un
desarrollo emocional saludable. Si a un niño de 13 años se lo viste
como a un niño pequeño (ropa con dibujos de muñecos de Disney,
por ejemplo) y se le habla como si fuera un niño de 5 años o no se le
permite tener cierta independencia y ciertas responsabilidades, se le
está causando un daño emocional importante. Es muy probable que
el niño sea el blanco de burlas por parte de sus compañeros de clase,
vecinos, u otros niños de su edad o mayores.
Los niños no tienen la culpa. Sin embargo, los padres abusadores culpan a
sus hijos por los errores que ellos (los padres) cometen. Esto es similar a
lo que ocurre cuando un abusador le echa la culpa a su pareja por cosas
que la víctima no tiene la culpa.
195
desarrollar las habilidades de crianza necesarias para preservar el bienestar
emocional de sus hijos, como también su propio bienestar personal.
Por ejemplo, si los padres se separan y uno de los padres le impide al niño
ver al otro padre porque el otro padre abusaba del niño (verbal, física o
sexualmente, por ejemplo) o porque el otro padre es adicto a las drogas o
es un delincuente que entra y sale de la cárcel constantemente, entonces, sí
se justifica que -por protección- uno de los padres le impida al niño que
vea al padre que tiene serios problemas de conducta. Por lo general, suele
haber alguna orden judicial que también ordene esto.
196
padres manipulan a sus hijos para perjudicar al otro padre, sin tener
en cuenta cuánto daño causan.
También hay padres que pueden preparar al niño para la supuesta visita
del otro progenitor, aun sabiendo que no vendrá a buscar al niño porque
tuvieron una discusión al respecto con anterioridad, para luego dejar al
niño esperando por el padre todo el día y finalmente decir: "Ya ves, tu padre
no ha venido a buscarte". El objetivo es que el niño comience a odiar al
padre que no pasó a visitarlo. Pero, al margen del sentimiento de odio que
el niño pueda desarrollar contra el padre que no apareció, el niño también
sufrirá un daño emocional enorme y profundo.
Los padres alienantes, aíslan a sus hijos de cualquier contacto con el otro
padre, y usan esto en su propio beneficio. Manipulan al niño y sus
sentimientos, sin importarles cuánto lastimen a su propio hijo. Este tipo
de padres es muy nocivo para la salud emocional del niño. En su afán por
satisfacer sus propias necesidades egoístas, estos padres no miden el
impacto emocional a la hora de evitar que el otro padre pueda pasar
tiempo con su hijo. El propósito es perjudicar al otro progenitor, el medio
que usan para ese fin es la manipulación de los sentimientos del niño. Así,
los niños crecen y viven en medio de una batalla campal entre ambos
padres, dónde los intereses y las necesidades del niño quedan relegados a
un segundo plano. Los adultos priorizan sus necesidades y canalizan sus
frustraciones y sus odios a través del síndrome de alineación parental. Si
usted es víctima de un padre que no le permite tener una relación
saludable con su propio hijo, recurra a la justicia. Usted y su hijo tienen
derecho a tener una relación saludable, sin que el otro padre interfiera en
dicha relación o impida su comunicación.
197
CAPÍTULO IX
198
EXPECTATIVAS REALISTAS
Las expectativas que los padres tienen sobre sus hijos pueden tener las
mejores intenciones. Por ejemplo, los padres pueden esperar que sus
hijos sean exitosos, sean felices, sean buenas personas, etc. Pero, otras
veces, los padres pueden esperar que sus hijos satisfagan sus propias
necesidades de éxito, de apariencia social, etc.
Si bien está “bien” sentirse orgulloso por logros tales como haber criado
bien a un hijo, haber formado bien a un estudiante o haber capacitado
bien a un empleado, también es importante tener en cuenta con qué fin
se ha logrado esto. ¿Se ha tenido en cuenta cuál era el mejor interés del
menor o se han priorizado los intereses personales? Por lo general, los
padres suelen dar prioridad a sus propios intereses y expectativas
personales.
Un ejemplo común:
• Ana estudió medicina durante 3 años. Todos los miembros de su familia eran
médicos. Su padre, su abuelo, sus primos, su tío, etc. Todos era profesionales
altamente reconocidos en la sociedad, lo cuál ponía una carga extra sobre Ana.
Inconscientemente, ella sentía que "tenía" la obligación de estudiar medicina y
graduarse con honores, para no desilusionar a su familia.
6 Dr. Joseph Carver, PhD, psicólogo clínico de Ohio, autor de varios artículos sobre el
tema, www.drjoecarver.com
199
Esto demuestra la inversión de tipo social... ¿Qué pensaría la gente si
ella decidiera estudiar otra cosa o si decidiera dejar de estudiar
medicina? Sería una vergüenza para toda la familia. La otra inversión
era la cantidad de tiempo que ya había invertido en eso: tres años.
Pero, la verdad es que la escuela de medicina era una tortura para Ana, no
sólo odiaba la carrera, sino que además, estaba enfrentando serios problemas en
su propio hogar. A pesar de ser muy joven (23 años de edad) estaba casada con
un muchacho que no trabajaba, consumía marihuana noche y día y tenía
adicción por el juego. Como si fuera poco, tenía dos bebés y una casa de que
ocuparse. Demasiadas responsabilidades y obligaciones como para –además-
tener que satisfacer las expectativas de sus padres y de la sociedad; y ningún
recurso económico para poder satisfacer las necesidades básicas de sus pequeños
niños.
A los 24 años de edad, divorciada, con dos bebés, sin un título universitario ni
experiencia laboral alguna, ni apoyo de su familia o de la familia de su
marido, Ana decidió que debía vivir su propia vida y no la que los demás
esperaban que viviera. Decidió priorizar sus propias necesidades y las de sus
hijos, en lugar de priorizar las necesidades y expectativas de los demás.
200
sólo les importa si nosotros logramos satisfacer sus expectativas o si, por
el contrario, “les fallamos”.
Son muchos los casos dónde las personas “esperan” que los demás
satisfagan sus expectativas personales. Hay personas que piensan en una
sola dirección, sin tener en cuenta nada más. Por ejemplo, hay mujeres
que dan por sentado que el marido tendrá que mantenerlas
económicamente y se sorprenden cuando el marido deja de trabajar y
decide no buscar más empleo. Así, una mujer puede pensar: "Esto no es lo
que yo esperaba”. De la misma manera, un hombre puede esperar que su
novia limpie la casa, cocine, lave y planche cuando vivan juntos, sólo
para darse cuenta, tiempo después, que su novia no hará nada de esto.
201
Dar por sentado que las personas cumplirán con nuestras
expectativas, de manera incondicional, es vivir fuera de la realidad.
Tener expectativas no realistas es una manera de auto-engañarse.
Esperar que otra persona cambie, sólo porque nosotros necesitamos que
cambie, no es una expectativa realista. Es importante, entonces, separa
lo “ideal” o la “ilusión” de la realidad. Cuando las personas no quieren
renunciar a sus expectativas poco realistas, tienden a aceptar cualquier
excusa por parte de las otras personas. La idea es continuar con la
esperanza de que –algún día– el abusador cambie o la víctima satisfaga
las exigentes expectativas del abusador.
Para tener expectativas realistas hay que vivir “con los pies en la tierra”, hay
que ser realistas, vivir aquí y ahora. Es fundamental no auto engañarse, es
esencial comprender cuál es la situación que atraviesa una persona para
saber qué puede brindar y qué no. Es importante también, comprender si
una persona tiene alguna limitación o hasta dónde llegan sus capacidades.
Como bien dice el refrán, “no se le pueden pedir peras al olmo”.
Recuerde: las expectativas poco realistas son una forma de auto engaño.
CRITERIO CERTERO
202
y lo evaluamos lo más objetivamente posible, tenemos mayores
posibilidades de tomar las decisiones que nos resultarán más
convenientes.
203
El problema real es que el trabajo no se hace. Además, nunca se
terminan los proyectos debido a los problemas personales del jefe no de
los empleados. El jefe ataca a los empleados sin analizar los aspectos
deficientes de su trabajo en sí. Tampoco analiza otro problema central que
es su mala relación con los empleados, como consecuencia de sus propias
deficiencias.
• "¿Y tú te quejas de que te he sido infiel? ¡Si tú también me has sido infiel
muchas veces!"
Que una persona haya sido infiel muchas veces no justifica que otra
también lo sea. Los abusadores (y muchas veces también las víctimas)
suelen recurrir a las falacias en un intento por defender sus ideas o sus
acciones.
Alguna vez habrá oído hablar acerca de: “Pensar (o elegir) con la razón o con el
corazón”. Podemos tomar decisiones basándonos en nuestras emociones,
algo bastante común, o bien, podemos tomar decisiones basándonos en
nuestra razón y en las pruebas contundentes de la vida real. La elección es
nuestra.
204
Lo “ideal” es aprender a tomar decisiones basándonos en las evidencias o
en las pruebas de la vida diaria, en los antecedentes de las personas o en
los antecedentes de situaciones similares. Cuando pensamos y decidimos
con el corazón (desde nuestras emociones) los resultados suelen ser
bastante inestables, ya que carecen de una base sólida. Tomar decisiones
con la razón puede parecer algo frío, y quizás no sea el tipo de decisiones
que más nos agrade tomar, pero a largo plazo, será el tipo de decisiones
que más nos convenga para nuestra salud emocional.
Esto ocurre por varias razones. Además de las razones que hemos
mencionado antes, como el apego al abusador (algo que se conoce como
el Síndrome de Estocolmo) y la inversión emocional en una relación,
también podemos añadir la incapacidad de algunas personas de tomar
decisiones maduras, usando su razonamiento en lugar de usar sus
emociones. Hay personas a las que realmente les cuesta mucho aceptar
que una relación no funciona y que es mejor terminarla (ya sea con un
abusador o con cualquier otra persona) y que esto le traerá cierto dolor,
aun cuando con el tiempo, ésta será la decisión más conveniente.
205
Otro error de criterio bastante común es que algunas personas creen
que si establecen límites claros y definidos - si dicen que “no” o si
desean terminar una relación abusiva, por ejemplo - entonces se
habrán convertido en “malas personas”. Como vimos antes, esto
es un error de criterio. Nadie es “malo” por defender su derecho a
ser respetado como ser humano. Nadie es “malo” por haber dejado
de amar a otra persona y decidir terminar una relación. Nadie es
“malo” por tomar una decisión que no favorece a un abusador sino
que favorece a la víctima, aunque los beneficios de dicha decisión no
se vean de inmediato.
El egoísmo
De la misma manera, las víctimas llegan a pensar que cuidar los propios
intereses es sinónimo de ser egoísta. No, no lo es. Este es otro error de
criterio. Egoísta es el abusador que intenta manipular el juicio de la
206
víctima y confundirla para que nunca deje de dar y satisfacer al abusador.
Egoísta es el abusador que buscará hacer sentir culpable a la víctima cada
vez que la víctima quiera hacer valer sus derechos.
• Ser ingenuo es una cosa, ser una buena persona es otra muy distinta.
• Ser inteligente (y cuidar de sí mismo) es una cosa y ser egoísta es
otra muy distinta.
Tampoco piense que usted es una persona ingenua porque creyó en otra
persona o tuvo sentimientos genuinos hacia esa persona. Por favor,
felicítese y siéntase orgulloso de sus sentimientos. Honre sus sentimientos
genuinos y honestos. No se sienta mal ni se castigue por haber sido
honesto. Creer en alguien, amar sinceramente, son buenas cualidades. De
nuevo, honre sus sentimientos. Tienen mucho valor.
Recuerde: “Más vale prevenir que curar”. Tome medidas y protéjase del abuso
emocional.
207
De cada escuela o línea de pensamiento, tome sólo aquello que le
conviene, que le ayudará a preservar su salud emocional. Recuerde que no
tiene obligación de estar 100% de acuerdo con otras personas o teorías.
Piense por usted.
208
universal y como precursor de Platón y Aristóteles, acuñó la frase
“Sólo sé que no sé nada”. Con esta famosa frase demostró lo
poco que sabemos sobre nosotros y sobre el mundo que nos rodea y
cómo la información (los conocimientos) ayudan a las personas a
pensar correctamente, a fin de aclarar dudas y resolver problemas.
El valor de la información
209
Cuando vamos adquiriendo nuevos conocimientos, cuando vamos
incorporando nueva información, empezamos a contar con mejores
herramientas para pensar de un modo más objetivo y libre de influencias
externas. Vamos formando nuestro propio criterio, nuestra propia
opinión y vamos reforzando nuestra autoestima y la confianza en
nosotros mismos. Esto nos permite evitar los engaños, ya que también
nos permite aprender a leer entre líneas y decodificar correctamente los
mensajes que recibimos.
Es sano dudar un poco y evaluar con el tiempo los hechos concretos que
ocurren en la vida real, para poder abrir un juicio de valor sobre una
persona o una situación teniendo en cuenta todas las variables posibles.
210
transporte o qué caminos debemos tomar para llegar hasta allí. Pero,
nunca lograremos encontrar su casa. Si en cambio, nos informamos bien,
le pedimos la dirección exacta de su domicilio y buscamos en un mapa la
ruta que debemos tomar, encontraremos el camino correcto y habremos
resuelto el problema de cómo llegar a la casa de nuestro amigo.
211
CAPÍTULO X
212
¿POR DÓNDE PASA LA FELICIDAD?
Se puede ser feliz sin necesidad de “pagar un alto precio” por ello. Se puede
ser feliz sin “manipular a otros, ni permitir que otros nos manipulen”. Se puede
ser feliz, de una manera emocionalmente saludable.
Usted lo merece.
213
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA
Berne, Eric (1964): "Games People Play". New York: Grove Press Inc.
Versión castellana: "Juegos en que participamos". México: Editorial Diana, 180
reimpresión [1986]
Berne, Eric (1973): "What do you say after you say hello?". New York:
Grove Press, 10 Ed.
Versión Castellana: "¿Qué dice usted después de decir hola?" Barcelona: Ediciones
Grijalbo, 140 Edición [1974].
214
Artículos del Dr. Joseph M. Carver:
Estos artículos fueron redactados por el Dr. Carver en los últimos años (2000 a 2008) a
modo de folletos de literatura informativa para sus pacientes. (La autora tradujo al español
la versión castellana de los siguientes artículos)
215
216
Abuso Emocional
Ese enemigo invisible… Abuso Emocional
Al abuso emocional también se lo conoce como “maltrato
psicológico o abuso invisible” porque sus heridas no dejan
marcas físicamente visibles. En cambio, dejan marcas
El enemigo invisible
profundas e invisibles en nuestra propia imagen e identidad.
ISBN 978-0-557-07847-9
90000
9 780557 078479