JOURNAL de la investigación sexual, 51 ( 7), 742-753, 2014 Derechos de autor # La

Sociedad para el Estudio Cientí fi co de la sexualidad ISSN: 0022-4499 1559-8519 =

impresión en línea DOI: 10.1080 / 00224499.2013.809511

Educación sexual, la ideología de género y empoderamiento juvenil sexual

Rose Gracia Grose, Shelly Grabe, y Danielle Kohfeldt

Departamento de Psicología, Universidad de California, Santa Cruz

La educación sexual juega un papel esencial en la prevención de embarazos no deseados y la transmisión de infecciones de
transmisión sexual (ITS). los programas de educación sexual en las escuelas, en particular, pueden ser una buena posición para
abordar los factores sociales que están empíricamente vinculados a los resultados de salud sexuales negativos, tales como las
normas sociales tradicionales que rodean el género y la sexualidad. Sin embargo, los jóvenes rara vez se concede acceso a
programas de educación sexual que abordan explícitamente estos temas. Este estudio presenta los hallazgos de un estudio
pretest-postest de un programa de educación sexual que hizo. Fue diseñado para estudiantes de octavo grado ( norte ¼ 95) en el
contexto de una colaboración escuela-comunidad. El estudio evaluó los vínculos entre varios componentes de potenciación sexual,
incluyendo la ideología de género, conocimiento sexual, creencias y anticonceptivos. Hallazgos vinculan la participación en el
programa de educación sexual a las actitudes más progresistas hacia niñas y mujeres, menos acuerdo con la ideología masculinidad
hegemónica, y el aumento de la salud sexual y el conocimiento de los recursos. los modelos de ecuaciones estructurales sugieren que
las actitudes tradicionales hacia las mujeres fueron significativamente relacionada con la ideología masculinidad hegemónica entre los
niños y las niñas, que era a su vez una relación negativa con las creencias anticonceptivos más seguros.

Los adolescentes representan casi la mitad de los 18,9 millones de casos de
infecciones de transmisión sexual (ETS) en los Estados Unidos cada año, a
pesar de que representan sólo una cuarta parte de la población activa
sexualmente (Weinstock, Berman, y Cates, 2004). Por otra parte, la tasa de
embarazo adolescente en los Estados Unidos (82% de los cuales no son
planificados) es uno de los más altos para un país industrializado nación-más
de dos veces tan alto como Canadá y Suecia (Finer y Zolna, 2011; McKay y
Barrett, 2010) . Se ha sugerido que estos factores reflejan el problema más
amplio de la falta de juventud de acceso a las y los recursos psicológicos,
sociales materiales que soportan wellinformed, las opciones habilitadas
acerca de la salud reproductiva y sexual (Bay-Cheng, 2012; Fortenberry,
1997; Rogow y Haberland , 2005). Aunque los programas de educación
sexual a menudo se ofrecen en las escuelas, que rara vez abordan los
factores sociales, tales como la adhesión a los roles de género y los guiones
sexuales tradicionales, que son empíricamente vinculados a los resultados
de salud sexual negativos (por ejemplo, Sánchez,
Crocker, y Boike, 2005; Pleck, Sonenstein, y Ku, 1990,
1993).
la identidad sexual de los adolescentes se desarrolla en el contexto de
los estereotipos de género y la juventud guiones sexuales reciben de
individuos e instituciones dentro de su cultura (Gagnon y Simon, 1973;
Galambos, Almeida, y Petersen, 1990; Martin, 1996; Tolman, 2002). Como
instituciones socializadoras clave en las que los adolescentes interactúan a
diario con las normas de género socioculturales (Stromquist,
2007), las escuelas podrían desempeñar un papel esencial en la capacitación
de los jóvenes para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual
(Kohler, Manhart, y Lafferty, 2008). El presente estudio evaluó un programa de
educación sexual que aborda explícitamente las suposiciones y creencias
sobre el género y la sexualidad a través de la discusión de las relaciones
sanas, comunicación y habilidades de conquista. Presentamos los hallazgos
basados ​en una encuesta pretest-postest en el contexto de una colaboración
escuela-comunidad que sugiere que los programas de esta naturaleza pueden
mejorar la salud sexual y la potenciación de los jóvenes.

La financiación de este estudio fue proporcionado por la Universidad de California, Santa Cruz,
Las normas de género de la sexualidad juvenil y Sexual
Departamento de Psicología de mini subvención concedida a la investigación del primer autor.
Educación
Los autores desean expresar su reconocimiento y agradecimiento al Centro de la Mujer
Avenida de la nuez y de la escuela media colaborar por su ayuda en este estudio. salud sexual y reproductiva se coloca dentro de un contexto social más
amplio del patriarcado. A pesar de fi niciones del patriarcado pueden variar, es
La correspondencia debe dirigirse a Rose Gracia Grose, Departamento de Psicología,
ampliamente aceptado que el patriarcado se refiere a los acuerdos sociales que
Universidad de California, Santa Cruz, 1156 High Street, Ciencias Sociales 2 Habitación 273,
Santa Cruz, CA 95064. E-mail: rgrose@ucsc.edu los hombres privilegiados, en los hombres como grupo predominan las mujeres
como una
 La educación sexual, la ideología de género y la juventud
grupo, tanto estructural como ideológicamente (Connell, 1987; Hunnicutt, 2009).
Mientras que las fuentes de influencia pueden ocurrir a niveles macro y micro
(por ejemplo, la religión, las interacciones familiares), las disparidades de poder
entre mujeres y hombres surgir, en parte, a través de las ideologías de género
tradicionales y guiones sexuales que asumen la superioridad masculina y la
agencia y la pasividad femenina, el cumplimiento, y Nai
¨vete' (Byers, 1996; Levante, Hirsch, Celentano, y Cozza, 1992;
Shearer, Hosterman, Gillen, y Lefkowitz, 2005; Simon y Gagnon, 1984;
Tolman, 2006; Tolman, Striepe, y Harmon, 2003). Estas creencias
normativas, o ideologías tradicionales, de la feminidad o la masculinidad
son complementarios y
interconectados y informar
normas de comportamiento masculino o femenino (Greene & Faulkner,
2005; Tolman, 2006;. Tolman et al, 2003). guiones sexuales tradicionales,
en particular, trazan un rango limitado de lo masculino apropiado y legítimo
y metas sexuales femeninas, contextos y comportamientos (Fine, 1988;
Simon y Gagnon, 1984; Tolman, 2006; Tolman y Porche, 2000).
El rendimiento de los comportamientos sexuales en línea con guiones
sexuales y creencias tradicionales sobre el género tiene consecuencias que
reflejen disminuyeron la salud sexual y la autonomía, tanto en hombres como
en mujeres. Por ejemplo, la evidencia sugiere que los hombres y las mujeres
que tienen puntos de vista tradicionales sobre los roles de género y sexuales
reportan menor autonomía sexual y un mayor riesgo de contraer el VIH =
SIDA que los que tienen creencias menos tradicionales (Kalichman et al,
2005;. Sánchez et al., 2005 ). Además, el acuerdo de las mujeres con los
roles sexuales y maritales tradicionales se relaciona negativamente con sus
conocimientos sexuales de riesgo, la satisfacción sexual, la asertividad, e
incluso del condón y el uso de anticonceptivos (Curtin, Ward, Merriweather, y
Caruthers, 2011; Sánchez y Kiefer, 2007; Shearer et al, 2005;. Waszak,
Severy, Kafa fi, y Badawi, 2001). Por otra parte, las mujeres en las relaciones
más tradicionales son más propensos a experimentar el sexo forzado por su
pareja, tienen menos capacidad para negociar sexo seguro, y son más
susceptibles a los embarazos no deseados y el VIH = SIDA que las mujeres
en relaciones menos tradicionales (Higgins, Hoffman, y Dworkin 2010;
Simonson y Subich., 1999; Waszak et al, 2001). Por otra parte, los varones
adolescentes con creencias de masculinidad más tradicionales reportar más
parejas sexuales, el uso del condón menos consistente, menos creencia de
que los hombres tienen algo de responsabilidad para evitar el embarazo, y
menos intimidad en las relaciones que los niños que informaron creencias de
masculinidad menos tradicionales (Pleck et al., 1990, 1993). Aunque la
mayoría de los estudios hasta la fecha se han realizado con muestras de
adultos, la formación de los estereotipos de género y los guiones sexuales se
produce durante la adolescencia (Martin, 1996). Dadas las consecuencias
potencialmente graves para la salud que acompañan a los guiones sexuales
tradicionales entre los jóvenes en los Estados Unidos, es importante que
comencemos a examinar estos procesos, y lo que puede interrumpir los
mismos, entre las muestras de los adolescentes.
La educación sexual tiene el potencial de ser transformador en esta área
porque las identidades y las ideologías de género son dinámicos, el cambio en
relación con el contexto socio-cultural, y pueden ser impugnados y resistidas por
los jóvenes (Tolman, 2006). A pesar de la promesa de la educación sexual en las
escuelas, sin embargo, los programas de educación sexual en la actualidad en
los Estados Unidos están limitados en su capacidad de desafiar la ideología de
género tradicional. Aunque el énfasis en la abstinencia ha cambiado en los
últimos años bajo la administración de Obama, muchas escuelas siguen
utilizando los planes de estudios de sólo abstinencia a buscar financiación
federal de los Estados Unidos (Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en
Adolescentes, 2013) y más de $ 5 millones en federal los fondos fueron
otorgados a los programas de educación sexual de sólo abstinencia en 2012
(Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, 2012). Sin
embargo, la gran mayoría de las investigaciones empíricas rigurosas no apoyan
capacidad de los programas de sólo abstinencia para reducir los embarazos no
planificados y la contracción de las ITS o para aumentar el conocimiento y la
exactitud de las prácticas de sexo seguro (por ejemplo, el uso de
anticonceptivos; Haigneré, oro, y McDaniel, 1999 ; Kohler et al, 2008;.
Rosenbaum, 2009; Stanger-Hall y Hall,
2011). Parte de este fracaso se puede atribuir al hecho de que los
programas basados ​en la abstinencia refuerzan los estereotipos de género
y heterosexista respecto el deseo sexual, la dinámica del poder y las
relaciones íntimas (Holanda, Ramazanoglu, Scott, Sharpe, y Thomson,
1992; Kantor, Santelli, Teitler-, y Balmer, 2008; Kumar, Larkin, y Mitchell,
2001; Mayo, 2008). Incluso los programas que adoptan un enfoque más
integral a la educación sexual, como los requeridos por el estado de
California, que incluyen información precisa acerca de la anticoncepción,
pueden no satisfacer las normas socioculturales subyacentes que colocan
a los jóvenes en riesgo (Bay-Cheng, 2003; Smiler, 2008 ).
Un enfoque miope en la abstinencia, con exclusión de problematizar
los roles de género tradicionales y guiones sexuales, es poco probable
para facilitar el movimiento hacia una mayor salud sexual y la autonomía.
Aunque limitado, investigación que examina el efecto de la educación
sexual en la ideología de género sugiere que la participación en programas
de prevención del VIH por mujeres adultas puede cambiar los guiones
sexuales tradicionales, lo que aumenta la agencia sexual de las mujeres
(Dworkin, Beckford, y Ehrhardt,
2007). Además, una encuesta longitudinal con adolescentes mostró que el
mayor conocimiento sexual predijo un menor número de creencias de
violación-apoyo seis meses más tarde (Mallett y Herbe, 2011). Como tal,
en la última década, los investigadores han discutido a nivel internacional,
es necesario integrar un examen de
sociales, políticas y
temas históricos en el diseño de los planes de estudio de educación sexual y de
investigación (Allen, 2004, 2007; Bay-Cheng, 2003; Bellas y McClelland, 2006;
Harris, Aapola, y Gonick, 2000; Lamb, 2010; Rasmussen, 2004). Este cambio de
enfoque es importante si los jóvenes son para tener acceso a los recursos
necesarios para darles la posibilidad de tomar decisiones más seguras de
comportamiento sexual.
743
 GROSE, Grabe, Y KOHFELDT
Jóvenes Salud Sexual y Empoderamiento
A los efectos de este artículo, la salud sexual puede ser pensado como
una construcción que se extiende más allá de la ausencia de enfermedad
sexual, disfunción, y los problemas de abuso de incluir física, psicológica y
el bienestar social relacionado con la sexualidad (Hensel y Fortenberry,
2013; Comisión Nacional de salud sexual adolescente, 1995;
Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, 2001;
Organización Mundial de la Salud, 2006). Sin embargo, a pesar de la
naturaleza multidimensional de la salud sexual, la potenciación sexual a
menudo en práctica como una noción individualista de la auto-mejora y la
responsabilidad personal con un estado final claro. Sin embargo, en los
campos sociales orientados a la justicia fi (por ejemplo, la psicología
comunitaria, trabajo social, estudios de la mujer), la potenciación, en
general, se discute de manera más integral. En particular, dentro de la
psicología de la comunidad, la conceptualización teórica de potenciación
psicológica implica un proceso continuo que requiere una alineación de
intrapersonal así como componentes de interacción (Rappaport, 1981,
1987; Zimmerman, 1995). Según la teoría de la capacitación, a través de
una dinámica de relación y los individuos y las comunidades proceso de
ganancia de aumento de las oportunidades de controlar las decisiones que
afectan sus vidas (Rappaport, 1981; Zimmerman, 1995).
En la comprensión de cómo la teoría de la potenciación se puede aplicar
a la sexualidad y la salud sexual, Peterson y otros han argumentado que
tanto macro-estructural (por ejemplo, cambios en el poder estructural, el
acceso a los recursos) y los componentes psicológicos son importantes para
una teoría integral de la juventud de la salud sexual y la habilitación ( gavey,
2012; Lamb & Peterson, 2012; Murnen y Smolak, 2012; Peterson, 2010;
Tolman, 2012). En este estudio hemos explorado dos componentes
psicológicos de la potenciación sexual.
interaccional componentes de potenciación psicológica incluyen el
conocimiento y el análisis del contexto socio-político (es decir, la dinámica
del poder, el análisis crítico de las narrativas dominantes, dónde y cómo
acceder a los recursos deseados) y los conocimientos necesarios para la
toma de decisiones coherentes con las metas de uno (Bay-Cheng, 2012;
Peterson, 2010; Zimmerman, 1995). Debido a que el entorno sociopolítico
incluye actitudes normativas sobre el género y la sexualidad en la sociedad,
los componentes de interacción de empoderamiento psicológico medidos en
el estudio actual evaluó las actitudes tradicionales hacia las mujeres, de
acuerdo con la masculinidad hegemónica en las relaciones interpersonales
y el conocimiento sexual. intrapersonal componentes de potenciación
psicológica incluyen las actitudes acerca de la e fi cacia y las habilidades de
resolución de problemas (Peterson, 2010; Zimmerman, 1995). En el
contexto de la salud sexual, e fi cacia dentro de una relación y el uso de
anticonceptivos rodea es fundamental, por lo que miden las creencias
anticonceptivos en términos de comunicación y relación de acceso control
de la natalidad y la responsabilidad.
Debido a que las evaluaciones de los programas de educación sexual a menudo se basan
únicamente en los informes de incidentes discretos tales
744
como comportamientos sexuales o contracción de infecciones de transmisión
sexual como las únicas medidas de resultado, el impacto de los programas de
educación en la potenciación sexual sigue siendo una cuestión empírica
(Rogow y Haberland, 2005). Al explorar la relación entre la ideología de género
de la juventud y el conocimiento sexual y actitudes en el contexto de un
programa de educación sexual basada en la escuela, el estudio tuvo como
objetivo comprender mejor y promover a los jóvenes potenciación sexual. El
programa evaluado en el presente estudio se aborda explícitamente las
suposiciones y creencias sobre el género y la sexualidad a través de la
discusión de las relaciones sanas, comunicación y habilidades de conquista.
hipótesis
Esperábamos que, tanto antes como después del programa, no habría
diferencias medias en los informes de niños y niñas de la ideología de género y las
creencias anticonceptivos. Específicamente, la hipótesis de que las niñas
demostrarían la ideología de género menos tradicional que los niños, así como las
creencias anticonceptivos menos seguros. También se espera que todos los
estudiantes informar sobre cambios en la potenciación sexual psicológica después
de participar en el programa de educación sexual de dos semanas (es decir, se
prevé cambios para reflejar la ideología de género menos tradicional, un mayor
conocimiento sexual y creencias anticonceptivos más seguros). Por último,
esperábamos que la ideología de género más progresivo para predecir los niveles
más altos de conocimiento de la salud sexual y creencias anticonceptivos más
seguros después de que el plan de estudios.
Método
El ajuste
Este estudio se realizó en colaboración con el Centro de Walnut
Avenue de la Mujer (WAWC), un centro de recursos basada en la
comunidad que ha servido a las mujeres, niños y familias durante 75 años.
Actualmente, WAWC proporciona servicios de violencia doméstica,
servicios de desarrollo de la juventud, de educación familiar, educación de
la primera infancia, y de recursos y desarrollo de la comunidad. Ofrece
servicios progresivos e integrales para los jóvenes, incluyendo tutoría,
grupos de apoyo especí fi ca con el género, y talleres de habilidades para
la vida (es decir, de educación integral sexual, relaciones saludables, citas
y violencia doméstica; y sensibilización de los medios y la imagen
corporal). El director del programa de jóvenes en WAWC, el director de la
escuela, un maestro y un equipo de la universidad en colaboración diseñan
y administran un estudio para examinar los resultados del programa de
educación sexual apoyado por WAWC para estudiantes de secundaria en
la Escuela Intermedia Surfside (SMS, todo ubicación nombres son
seudónimos).
SMS es la única escuela secundaria pública en Pineville, un área no
incorporada en la región costera central de California. La zona es tanto
económicamente y étnicamente
 La educación sexual, la ideología de género y la juventud
diversa, con una mezcla heterogénea de nivel bajo, medio, y la vivienda de
altos ingresos (Schilling y Hearon, 2008). En total, el 28% de los 17.000
residentes de Pineville se identifican como hispanos (oficina de censo de
Estados Unidos, 2010), y hay una gran y creciente Latina = o = im población
migrante. SMS sirve a más de 550 estudiantes que reflejen la diversidad de
la zona: el 56% de los estudiantes son O Latina = o hispanos, 32% son
blancos, 3% americanos africanos, 7% de Asia = Pacífico isleño, y el 1%
nativos. Aproximadamente el 37% de los estudiantes son designados como
estudiantes en idioma Inglés, y un 64% se identifican como escasos
recursos económicos (California Department of Education, 2012).
El curriculo
WAWC proporciona una secuencia apropiada para la edad de los
programas de SMS a partir de sexto grado y terminando con una educación
sexual integral y prevención de VIH = SIDA entregado a todos los estudiantes
de octavo grado que tienen autorización de los padres. Esto está en línea con
la política del estado de California que requiere la educación sexual
comenzará a más tardar el séptimo grado y que la prevención del VIH = SIDA
enseñarse una vez en la escuela intermedia y una vez en la escuela
secundaria (Ley de Salud y VIH = SIDA Prevención Educación Sexual Integral,
SB 71 , Senado de California,
2003). Por lo tanto, la mayoría de los estudiantes en el estudio actual había estado
expuesto a discusiones de embarazo, VIH o enfermedades de transmisión sexual en
el año anterior (es decir, antes de su programa de educación sexual de octavo grado):
49,5% en la escuela,
3,2% en la iglesia, y el 9,5% en otros lugares (incluidos los de amigos,
médicos y familias = viviendas).
programa de educación sexual de WAWC fue entregado a los estudiantes
de octavo grado por un facilitador femenina y masculina, y se mantiene durante
50 minutos cada día, durante 10 días, en el transcurso de dos semanas durante
el período de la clase de ciencias de los estudiantes. Aproximadamente 25 a 30
niños y niñas estaban en cada clase. Las clases se basan en el '' Streetwise a
Sexwise '' (STS) plan de estudios (Brown y Taverner,
2001). El programa tenía varios objetivos: reducir el embarazo en adolescentes a
través de retrasar el inicio de las relaciones sexuales; la reducción de la frecuencia
del sexo; aumentar el uso de anticonceptivos; el aumento de los sentimientos de
autovaloración y la autoestima de los estudiantes; mejorar la percepción de normas y
comportamientos sobre el sexo de pares; comunicación y la construcción de citas
habilidades que los jóvenes puedan tomar sus propias decisiones informadas; y hacer
frente a las suposiciones y creencias sobre el género y la sexualidad. En el plan de
estudios STS, preguntas basadas en los estudiantes se consideran de importancia
central.
Si bien el tratamiento de la intersección de género y la sexualidad fue
uno de varios otros objetivos del programa, que era un aspecto único del
plan de estudios y se discutió en una variedad de maneras. Por ejemplo, los
estudiantes se les enseña que la sexualidad humana se relaciona con todo el
ser (incluyendo física, emocional, social y elementos espirituales) y puede
incluir cómo se siente acerca de las normas de género y de género. Los
estudiantes también aprendieron sobre el papel de los diversos tipos de
comunicación de género (pasivo,
comunicación agresiva, y asertivo) y como tal se aplica a citas (entre otras
cosas), los comportamientos sexuales, el uso del condón, y el
consentimiento sexual, con énfasis en romper mitos sobre la violación.
Los participantes y del Procedimiento
Los participantes fueron reclutados de las clases de ciencias de octavo grado
(cinco periodos de un profesor); un total de 148 estudiantes fueron elegibles para
participar. Los investigadores proporcionaron a los estudiantes información
escrita sobre el estudio, y se les pidió a los estudiantes a regresar los formularios
de consentimiento de los padres. Los estudiantes que no devolvieron el
formulario antes del inicio del estudio, porque se olvidaron ( norte ¼ 20) o porque
los padres declinado hacer que participen ( norte ¼ 3) -went a la biblioteca de la
escuela para los períodos de clase en el que las encuestas se llevaron a cabo (el
16% de los participantes elegibles). Los estudiantes que no completaron tanto el
pre-test y post-test debido a las ausencias fueron excluidos del análisis ( norte ¼ 17).
Dos estudiantes fueron caídas adicionales (un niño y una niña), ya que se perdió
cuatro o más clases de educación sexual. La muestra final incluyó a 95
estudiantes de octavo grado (44 niñas y 51 varones; el 64% de los participantes
elegibles totales y el 83% de los que regresaron los formularios de
consentimiento de los padres). De acuerdo con el análisis de Chi-cuadrado, los
participantes tenían más probabilidades de ser mujer que espera de la lista
original de participantes elegibles, lo que sugiere una mayor proporción de niños
que niñas estaban ausentes, unos padres que se negaron su participación, o se
olvidó formas. Cuando se compara con el total del grupo que regresó formularios
de consentimiento de los padres, la proporción de niños a las niñas en la muestra
final no fue significativamente diferente de lo esperado.
Los participantes tenían entre 12,66 a 15,48 (niños, METRO ¼
14.30, Dakota del Sur ¼ 0,45; chicas, METRO ¼ 14.10, Dakota del Sur ¼ 0,40). La mayoría
de los participantes auto-identi fi cados como latinos, hispanos, chicana, y = o
mexicano-americano ( norte ¼ 62,
65,3%); 32 estudiantes identi fi cados como blancos (33,7%), 3 como Negro =
afroamericano (3,2%), 7 como indio americano, americanos nativos, y = o
nativo de Alaska (7,4%), 7 como de Asia, Sur de Asia, asiático-americano, y =
o fi c Islas del Pacífico (7,4%), y 8 como Otros (8,4%). Aproximadamente una
cuarta parte de las madres de los estudiantes (28,4%) y padres (23,3%) no
habían completado la escuela secundaria. Estos datos demográficos reflejan la
composición general de la escuela.
Se pidió a los estudiantes con permiso de los padres para participar en un
estudio sobre sí mismos, sus relaciones, y la salud. El autor primero y dos
asistentes de investigación universitarios explican el procedimiento y el
cuestionario y sus respuestas a cualquier pregunta. Los estudiantes se les dio
la opción de completar un formulario de consentimiento por escrito y el
instrumento de estudio en español o Inglés, y se les recordó que la encuesta
fue voluntaria y confidencial con fi. Los participantes completaron la encuesta
antes de la prueba durante un período de clase una semana antes del
programa de educación sexual integral (T1), y una encuesta posterior a la
prueba de tres semanas después del plan de estudios terminados (T2).
estudiantes
745
 GROSE, Grabe, Y KOHFELDT
se proporcionó una lista de recursos de las organizaciones locales y nacionales (por
ejemplo, la policía, la línea de crisis adolescente, WAWC), así como información de
contacto del equipo de investigación. Los estudiantes recibieron bolígrafos como
incentivo para completar las dos partes de la encuesta.
medidas
Cada una de las medidas se evaluó a las dos olas de tiempo.
La ideología de género.
Actitudes hacia las mujeres. Las actitudes de 12 ítems hacia las mujeres Escala
para Adolescentes (AWSA) mide las creencias sobre los roles de género femenino
(Galambos, Petersen, Richards, y Gitelson, 1985). Los participantes calificaron su
acuerdo con afirmaciones como '' Está bien para una chica que pedir a un niño en
una cita '' en una escala del 1 ( Muy en desacuerdo) para 4 ( Acordar un montón). La
escala de calificación se modificó fi para este estudio a partir del original ( muy en
desacuerdo a Fuertemente de acuerdo), en línea con investigaciones previas (Chu,
Porche, y Tolman, 2005). Los productos que se promediaron, y las puntuaciones
más altas reflejan las creencias más rígidos y tradicionales sobre los roles y
derechos de la mujer y una niña de (pre test chicos un ¼. 79, después de la prueba un ¼.
77; antes de la prueba de las niñas un ¼. 76, después de la prueba un ¼. 76).
ideología masculinidad. El artículo 12 del Adolescente Masculinidad
ideología en Relaciones Escala (emires) evalúa de acuerdo con las normas
de la masculinidad hegemónica dentro de las relaciones interpersonales
(Chu et al.,
2005). Los participantes calificaron su acuerdo con afirmaciones como '' Los chicos no
deben dejar que se muestran cuando sus sentimientos son heridos '' en una escala del 1 ( Muy
en desacuerdo) para 4 ( Acordar un montón). Los productos que se promediaron, y las
puntuaciones más altas reflejan un mayor acuerdo con las normas dominantes de la
masculinidad. consistencia interna para los chicos (pre-test un ¼. 68, después de la prueba un
¼. 72) y niñas (pre-test un ¼. 65, después de la prueba
un ¼. 73) fueron similares.
conocimiento sexual.
conocimiento de la salud sexual. Los participantes se les pidió unos cuatro
diferentes métodos anticonceptivos: (a) la elección de no tener relaciones
sexuales, (b) el uso de píldoras anticonceptivas, (c) el uso de condones, o (d) el
uso de Depo ( '' el tiro ''). Se les preguntó si cada método protege a las personas,
(a) desde el embarazo y (b) de las ITS. Los participantes respondieron Si no, o No
sabe ( recodificado como desaparecida). Las respuestas a través de cada método
se sumaron para crear cuatro puntuaciones de conocimiento: Conocimiento
abstinencia, Conocimiento control de la natalidad, Condón conocimiento y Depo
conocimiento. Las puntuaciones más altas refleja un conocimiento más preciso.
Debido a la escala fue indexada como una puntuación de recuento, la
consistencia interna no se haya calculado. Las preguntas fueron adoptados de
un inédito en todo el estado anterior
746
Evaluación del programa de educación sexual llevado a cabo desde 2006
hasta 2007 por la Universidad de California en San Francisco (UCSF; nd),
y patrocinado por el Departamento de Servicios de Salud de California.
Servicios de conocimiento. A escala llamada Knowledge Services fue creada con tres
preguntas preguntando por servicios de planificación familiar en todo el estado de la
evaluación de la UCSF: '' Por qué los adolescentes tienen que pagar? ''; '' No personal de la
clínica digo a los padres que los adolescentes buscan servicios? ''; y '' Por qué los
adolescentes necesitan autorización de los padres para utilizar los servicios de planificación
familiar? '' Los participantes respondieron a estos elementos en una escala de 1 ( Que de fi
nitivamente hacer) para 4 ( Que de fi nitivamente no lo hacen).
Las respuestas se suman, y las puntuaciones más altas indican un conocimiento
más preciso sobre los servicios de planificación familiar en la comunidad. Debido a la
escala fue indexada como una puntuación de recuento, la consistencia interna no se
haya calculado.
creencias anticonceptivos.
las relaciones sexuales sanas. A cinco ítems escala de evaluación de
creencias acerca de las relaciones sexuales saludables, específicamente la
comunicación con un socio, y tomando las precauciones, fue diseñado para el
estudio actual, en colaboración con la organización de la comunidad. Las
preguntas fueron adaptadas de la evaluación del estado de la UCSF y una escala
de medición de los adolescentes sexual auto-e fi cacia (Rosenthal, Moore, y
Flynn, 1991). Los participantes indicaron cuánto estaban de acuerdo con los
siguientes puntos en una escala de 1 ( Muy en desacuerdo) para 4 ( De acuerdo
mucho): '' Si una persona tiene relaciones sexuales, deben usar protección
(anticoncepción) ''; '' Es importante hacerse la prueba para las enfermedades de
transmisión sexual (ETS) = VIH ''; '' Es importante para una persona para hablar
con su novio = novia sobre el uso de preservativos y anticonceptivos o = ''; '' La
comunicación es una parte importante de las citas ''; y '' Es importante para una
persona para hablar con su novio = novia sobre la prueba de enfermedades de
transmisión sexual del VIH =. '' Los productos que se suman, y las puntuaciones
más altas re fl ejar mayor respaldo de estos artículos. La escala tenía una buena
consistencia interna para los niños (pre-test
un ¼. 88, después de la prueba un ¼. 93) y niñas (pretest un ¼. 86, después de la prueba un ¼. 88).
el acceso control de la natalidad. Los participantes indicaron si pensaban que era
fácil para los adolescentes para obtener control de la natalidad en una escala del 1 ( Muy
en desacuerdo) para 4 ( Acordar un montón). Esta pregunta se adoptó a partir de la
evaluación de todo el estado de UCSF del programa de educación sexual.
la responsabilidad de control de la natalidad. Se pidió a los participantes cuánto
estaban de acuerdo con la declaración '' Las niñas tienen más responsabilidad que los
niños para asegurarse de que el control de la natalidad se usa para prevenir el embarazo
y enfermedades de transmisión sexual o = = VIH '' en una escala del 1 ( Muy en
desacuerdo) para 4 ( Acordar un montón). Esta pregunta se adoptó a partir de la evaluación
de todo el estado de UCSF del programa de educación sexual.
 La educación sexual, la ideología de género y la juventud

resultados las mujeres y las puntuaciones de la masculinidad ideología marginalmente más

progresivo. Además, a los estudiantes T2 reportado significativamente el
de medidas repetidas MANOVA conocimiento más preciso sobre los servicios de planificación familiar en la
comunidad y la anticoncepción (con la excepción de la píldora anticonceptiva, que
En primer lugar, se realizó un análisis de medidas repetidas multivariado
se acercó significación). La creencia de la juventud que es fácil para los
de varianza (MANOVA) para examinar la influencia de todas las variables
adolescentes tengan acceso a métodos anticonceptivos también fue mayor en T2.
simultáneamente al evaluar posibles diferencias de género y los cambios en
Por último, los estudiantes tenían menos probabilidades de acuerdo en que las
las variables de estudio entre T1 y T2 (ver Tabla 1). Para todos los análisis, se
niñas tienen una mayor responsabilidad para el control natal que los niños después
utilizó significa el reemplazo para los estudiantes que faltan sólo unos pocos
del programa. las relaciones sexuales sanos fue el único componente de la
puntos de datos sobre las actitudes hacia las mujeres (un varón), acceso fácil
potenciación sexual que no cambia con el tiempo. De este modo, como se predijo,
control de la natalidad (una mujer y cuatro niños), y la responsabilidad de
las niñas y los niños reportaron menos ideología de género tradicional, tuvo
control de la natalidad (dos niños). Como era de esperar, no hubo
conocimiento sexual más precisa, y mostró evidencia de creencias anticonceptivos
interacciones significativas entre el tiempo y el género a nivel multivariado, F ( 10,
más seguros en T2.
84) ¼

1,79; pag ¼. 075 (lambda de Wilks ¼. 824, parcial gramo 2 ¼. 176). Como hipótesis,
hubo principales efectos significantes en función del sexo F ( 10, 84) ¼ 2.37, pag ¼. 016
(lambda de Wilks ¼. 780, parcial gramo 2 ¼. 220). resultados univariados pueden
verse en las columnas de la Tabla 1 Género etiquetado. Los resultados indican
varias tendencias estadísticas, con niñas que denuncian actitudes menos
tradicionales hacia las mujeres, menos acuerdo con la ideología masculina, más
conocimiento acerca de la inyección de Depo Provera, y una mayor creencia en la
facilidad de acceso control de la natalidad que los niños.
También como hipótesis, hubo diferencias signi fi cativas en el estudio
de las variables pre y post-test, F ( 10, 84) ¼
22.24, pag ¼. 000 (lambda de Wilks ¼. 274, parcial gramo 2 ¼. 726). Como puede verse
en las columnas de la Tabla 1 etiquetada tiempo, después de tomar el programa de
educación sexual, los estudiantes reportaron significativamente más actitudes
progresistas hacia
Los análisis de correlación
Los análisis de correlación se utilizaron para explorar las relaciones entre la
ideología de género y el conocimiento sexual y creencias anticonceptivos. Que
son los principales interesados ​en las relaciones entre las variables en T2
porque estos datos re fl ejan las actitudes y creencias de los participantes
después de que el programa de educación sexual. Pearson R correlaciones
fueron examinados para niños y niñas por separado. Como puede verse en la
Tabla 2, las actitudes tradicionales hacia las mujeres y de acuerdo con la
ideología masculinidad hegemónica estaban relacionados con el conocimiento
de anticonceptivos menos precisos en los cuatro indicadores para las niñas, pero
no los niños. Sin embargo, las medidas anticonceptivas creencias estaban
relacionados con la ideología de género para los niños y niñas. En

Tabla 1. de medidas repetidas MANOVA

Género Hora

Chicos Chicas T1 T2

Variable METRO un Dakota del Sur METRO Dakota del SurParcial gramo 2 F METRO Dakota del Sur METRO Dakota del SurParcial gramo 2 F

La ideología de género

AWSA 2.09 0.38 1.89 0.38 . 070 7.04 y 2.04 0.42 1.94 0.39 . 116 12.18
Amirs 2.19 0.32 1.99 0.33 . 092 9.45 y 2.13 0.34 2.05 0.37 . 086 8.70 y
conocimiento sexual
conocimiento del condón 1.60 0.52 1.48 0.52 . 014 1.28 1.30 0,81 1.78 0.54 . 227 27.35
conocimiento Depo 0,71 0.50 1.03 0.50 . 099 10.16 y 0.37 0.58 1.37 0,78 . 541 109.55
conocimiento BC 1.43 0.50 1.60 0.50 . 029 2.75 1.41 0,72 1.63 0.60 . 063 6.22 y
abstenerse del conocimiento 1.63 0.46 1.78 0.46 . 029 2.75 1.55 0.68 1.86 0.46 . 169 18.90
servicios de conocimiento 8.54 1.74 8.96 1.75 . 014 1.34 7.84 1.89 9.65 2.10 . 477 84.79
creencias anticonceptivos
las relaciones sexuales saludables 16.75 2.32 17.23 2.32 . 011 1.02 16.80 2.42 17.18 2.86 . 023 2.19
acceso aC 2.66 0.42 2.87 0.43 . 057 5.66 y 2.58 0.59 2.95 0.58 . 176 19.83
responsabilidad BC 2.57 0,81 2.64 0.82 . 002 0.18 2.84 0.95 2.36 0.91 . 244 30.05

Nota. AWSA ¼ Actitudes hacia las mujeres Escala para adolescentes; Amirs ¼ La ideología Masculinidad adolescente en las relaciones de escala; Depo ¼ Depo Provera ( '' Shot ''); antes de Cristo ¼ control de la natalidad.
pruebas univariadas deben superar pag ¼. 001 a se considerará estadísticamente significativo debido a que una corrección de Bonferroni bajaría alfa a 0,002 (0,05 = 30). Cohen (1969) sugiere criterios para parcial gramo 2 los
tamaños del efecto: 0.010 bajas, moderadas .059, .138 y grandes. Debido a que los resultados del MANOVA revelaron efectos de interacción, medios para el género se derrumbó a través de las ondas de tiempo y
medios para el tiempo se derrumbó a través del género.

un Medios se calculan las medias marginales.

pag . 001 de acuerdo con una corrección de Bonferroni de 0,05 = 30.

y. 05 p> . 001, acercándose significación estadística.

747
 GROSE, Grabe, Y KOHFELDT

Tabla 2. Las correlaciones entre las variables de estudio en T2 para Niños (encima de la diagonal) y niñas (debajo de la diagonal)

Variable 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

La ideología de género

1. AWSA - .sesenta y cinco . 13 . 13 . 26 y . 24 y . 04 . 37 . 37 . 22

2. emires . 79 - . 11 . 12 . 15 . 30 . 17 . 47 . 21 . 41

conocimiento sexual
3. conocimiento del condón . 35 . 35 - . 26 y . 52 . 39 . 04 . 00 . 09 . 15

4. Conocimiento Depo . 38 . 45 . 60 - . 61 . 21 . 06 . 19 . 14 . 38

5. conocimiento BC . 42 . 41 . 68 . 62 - . 40 . 14 . 07 . 13 . 28 y
6. Abstenerse de conocimientos . 38 . 44 . 82 . 49 . 63 - . 07 . 34 . 23 . 06

7. Servicios de conocimiento . 19 . 30 y . 19 . 05 . 13 . 30 - . 27 y . 49 . 09

creencias anticonceptivos
8. Relaciones sexuales saludables . 40 . 37 . 26 y . 15 .dieciséis . 29 y . 11 - . 32 . 11

9. Acceso AC . 24 . 32 . 20 . 19 . 22 . 31 . 39 . 14 - . 08

responsabilidad 10. BC . 37 . 22 . 09 . 24 . 31 . 06 . 09 . 02 . 15 -

Nota. AWSA ¼ Actitudes hacia las mujeres Escala para adolescentes; Amirs ¼ La ideología Masculinidad adolescente en las relaciones de escala; Depo ¼ Depo Provera ( '' Shot ''); antes de Cristo ¼ control de la
natalidad.
y. 10 p> . 05. pag . 05.
pag . 01. pag . 001.

en general, el patrón de hallazgos sugiere que los niveles más altos de la ideología
tradicional de género estaban relacionados con las creencias anticonceptivos de mayor
riesgo. Específicamente, entre los niños, las actitudes más tradicionales hacia las mujeres
se relaciona con menos creencia en la facilidad de acceso control de la natalidad, mientras
que para las niñas, un mayor acuerdo con la ideología masculinidad hegemónica se
relacionó con menos creencia en la facilidad de acceso control de la natalidad. Del mismo
modo, y como era de esperar, una mayor respaldo de la masculinidad hegemónica entre
los varones se relaciona positivamente con la creencia de que las niñas tienen más
responsabilidad de la anticoncepción que los varones, mientras que las actitudes más
tradicionales hacia las mujeres se relacionan positivamente con la responsabilidad del
control de natalidad entre las niñas.
Exploratoria modelos de ecuaciones estructurales
Para explicar con más detalle los procesos que intervienen en las
relaciones entre las variables del estudio se realizó un modelo de ecuaciones
estructurales (SEM) analiza. probamos
un modelo hipotético en el que las actitudes tradicionales hacia la mujer se
prevé que indirectamente en las creencias anticonceptivos influencia, en parte
debido al papel de la masculinidad hegemónica en las relaciones (ver Figura
1). Aunque reconocemos la naturaleza recíproca de estas variables, la
hipótesis de que operan en este orden porque las actitudes hacia las mujeres
escala medidas de una ideología más generalizada (y tal vez distal), mientras
que la masculinidad en la escala de relaciones evalúa las creencias en el
contexto de las relaciones interpersonales. Por otra parte, debido a los
hallazgos anteriores fi sugieren que la ideología masculinidad es un mejor
predictor de la conducta sexual de las actitudes más generales basadas en el
género hacia los roles de la familia (Shearer et al., 2005), la hipótesis de que
la ideología masculinidad sería más probable es que sea directamente, en
lugar de indirectamente, relacionada con las creencias anticonceptivos más
seguros. Sólo se incluyeron medidas de resultado que fueron
consistentemente relacionados con la ideología de género para los niños y
niñas en estos modelos, que eran la creencia de anticonceptivos

Figura 1. modelo hipotetizado examinar el proceso a través del cual la ideología de género se relaciona con anticonceptivos creencias. Las actitudes tradicionales hacia las mujeres predijeron acuerdo con la
ideología masculinidad hegemónica y, a su vez, creencias anticonceptivos menos seguros. ruta normalizada estimaciones para niños están indicados por encima de las vías en las cajas; estimación de las niñas
están representados por debajo de las vías. El modelo planteado la hipótesis de fi t bien a los datos tanto para las niñas ( v 2 ( 23) ¼ 25.09, pag ¼. 346, v 2 = df ¼ 1,09, TPI ¼ 0,98, RMSEA [IC] ¼. 045 [0,000, 0,135]) y los
niños ( v 2 ( 23) ¼ 39.82, pag ¼. 016, v 2 = df ¼ 1,73, TPI ¼ 0,90, RMSEA [IC] ¼. 120 [0,052, 0,181]). p < . 05.
p < . 01. p < . 001.

748
 La educación sexual, la ideología de género y la juventud
medidas (es decir, relaciones sexuales saludables, acceso control de la natalidad, y la
responsabilidad del control de la natalidad).
SEM se llevó a cabo en Mplus 6.11 usando procedimientos de estimación
de máxima verosimilitud para explorar la presencia de relaciones indirectas
(Muthe'n y Muthe'n, 2010). Debido a la diferente configuración de las
correlaciones para niños y niñas, se estimaron modelos separados por sexo.
Los modelos propuestos se examinaron usando datos T2 como resultados
con cada variable autoregressed en su equivalente T1 para controlar para las
puntuaciones previas de cada variable. Bondad-ofmodel fi ts se evaluaron
utilizando el peralte fi nonsigni v 2
bondad-de- fi t estadística, con v 2 inferior al doble de los grados de libertad
(Tabachnick y Fidell, 1996), el índice comparativo fi cio (TPI) de 0,95 o
mayor (Hu y Bentler, 1999), y la raíz del error cuadrático medio de
aproximación (RMSEA) valores inferiores a 0,08 con un intervalo de
confianza 90% (CI) que abarca 0,05 (MacCallum y Austin, 2000). Para
establecer una relación indirecta significantes (a) la variable independiente
(actitudes hacia las mujeres) debe ser significativamente relacionada con
la variable de proceso (ideología masculinidad); (B) la variable de proceso
hipotético debe predecir los resultados (creencias anticonceptivos); y (c) un
producto de coef prueba coe fi, en el que un efecto indirecto calculado se
divide por un error estándar calculado, es significantes (MacKinnon, 2000;
Sobel, 1990).
Como puede verse en la figura 1, las actitudes tradicionales hacia las mujeres
fueron significativamente relacionada con la ideología acuerdo con la masculinidad
hegemónica entre los varones. Masculinidad ideología entre los varones fue, a su
vez, negativamente con las relaciones sexuales sanas y positivamente relacionada
con la creencia de las niñas tienen una mayor responsabilidad de control de la
natalidad. Las pruebas de los efectos indirectos entre los niños sugirieron que,
acercándose significación estadística, las actitudes tradicionales hacia las mujeres
estaban relacionadas indirectamente negativamente a las relaciones sexuales
saludables, a través de la directa
Figura 2. modelo alternativo examinar el proceso a través del cual la ideología de género se relaciona con anticonceptivos creencias. Acuerdo con la ideología masculinidad hegemónica predijo actitudes más
tradicionales hacia la mujer y, a su vez, creencias anticonceptivos menos seguros. ruta normalizada estimaciones para niños están indicados por encima de las vías en las cajas; estimaciones para las niñas están
representados por debajo de las vías. Modelo fi cio para las niñas ( v 2 ( 23) ¼ 33.75, pag ¼. 069,
v 2 = df ¼ 1,47, TPI ¼ 0,92, RMSEA [IC] ¼. 103 [0,000, 0,173]) y los niños ( v 2 ( 23) ¼ 47.14, pag ¼. 002, v 2 = df ¼ 2,05, TPI ¼ 0,86, RMSEA [IC] ¼. 143 [0.084,
. 202]). p < . 05. p < . 01. p < . 001.
relación con la ideología masculinidad hegemónica ( t ¼
1.90, pag ¼. 058). Del mismo modo, para los niños, las actitudes tradicionales hacia
las mujeres fueron indirectamente relacionada con la creencia de que las niñas tienen
una mayor responsabilidad para el control natal debido a la relación directa con la
ideología masculinidad ( t ¼ 2.12, pag ¼. 034).
Las actitudes tradicionales hacia las mujeres fueron también significativamente
relacionada con la ideología acuerdo con la masculinidad hegemónica entre las niñas;
Sin embargo, los efectos indirectos reflejan un patrón ligeramente diferente. Las
actitudes tradicionales hacia las mujeres fueron indirectamente relacionados con una
mayor creencia en la facilidad de acceso control de la natalidad, en parte, debido a su
relación con la ideología masculinidad entre las niñas ( t ¼
2.33, pag ¼. 020). En general, como se predijo, las actitudes tradicionales hacia
las mujeres predijeron indirectamente creencias anticonceptivos entre niños y
niñas.
Aunque los datos longitudinales pueden dejarnos razonablemente
seguros de la direccionalidad de los hallazgos SEM, es posible que las
relaciones predichas entre las actitudes tradicionales hacia la mujer y la
ideología masculinidad operan en el reverso. Para descartar este proceso
alternativo, hemos probado un modelo en el que se propuso ideología
masculinidad como la variable independiente (véase la Figura 2). Como
puede verse a partir de la trayectoria de las estimaciones en la Figura 2, un
menor número de vías directas eran significativos que en el modelo
hipotético. Por otra parte, la magnitud del efecto de las actitudes hacia las
mujeres en las medidas anticonceptivas creencias era menos robusta que la
magnitud de los efectos demostrados por ideología masculina en los
mismos resultados. Por último, se evaluaron las estadísticas fi t-de- bondad
y los criterios de información de Akaike (AIC; Bozdogan, 1987) para
comparar los modelos hipotéticos y alternativos. El modelo alternativo no
encajar los datos, así, y el modelo planteado la hipótesis tenido bajos
valores de AIC que el modelo alternativo para las niñas (363,92 frente
372.58) y varones (468.70 frente a 476,03). Estos hallazgos
749
 GROSE, Grabe, Y KOHFELDT
nos permitirá más con fi temente sugieren que el modelo hipotético fue un mejor
predictor de las creencias anticonceptivos más seguros entre los jóvenes.
Discusión
Hasta donde sabemos, este estudio ofrece algunas de las evidencias
empíricas primera vinculación de un programa de educación sexual basada en la
escuela en los Estados Unidos para la potenciación sexual entre los jóvenes.
Nuestros hallazgos demuestran que a pesar de las diferencias en la ideología de
género son evidentes entre los niños y niñas a una edad temprana, la educación
dirigida a potenciar a la juventud puede cambiar la ideología tradicional de una
manera que conduce a potenciar los resultados entre los niños y las niñas.
Las diferencias de género en niveles de acuerdo con la ideología tradicional
de género en el estudio actual no son necesariamente nuevos; investigaciones
previas sobre el género y la igualdad ha demostrado que las adolescentes
tienden a tener más igualitarios actitudes en roles de género que en los
hombres (por ejemplo, Burt & Scott, 2002; Galambos et al., 1990). Sin embargo,
los resultados del presente estudio sugieren, al igual que la investigación
anterior, que las diferencias de género en las ideologías que impulsan guiones
sexuales tradicionales se manifiestan en la adolescencia (por ejemplo, Pleck et
al, 1993;. Tolman y Porche, 2000). Teniendo en cuenta que entre un cuarto y un
tercio de los adolescentes en los Estados Unidos reportan un promedio de edad
de primera relación sexual entre los 15 y 16 años de edad (Mosher, Chandra, y
Jones, 2005), estos hallazgos subrayan que los años de la adolescencia son
una momento crítico para la educación transformadora.
Los hallazgos longitudinales en el presente estudio son muy prometedores
para los programas de educación sexual basada en la escuela que puede
facilitar los cambios en los componentes de interacción e intrapersonales de
potenciación sexual. En particular, los hallazgos sugieren que la capacidad de
adoptar las ideologías de género más alternativa puede sentar las bases para
el desarrollo de la motivación y la e fi cacia para controlar otros aspectos de la
salud sexual personal y el bienestar. Esto es particularmente sorprendente en
que los resultados que hemos medido podrían sugerir que los cambios en las
actitudes y creencias alineadas con la ideología tradicional de género pueden
contribuir a una reducción en los resultados de salud sexuales negativos que
están actualmente muy extendido entre los adolescentes en los Estados
Unidos (Pleck et al., 1990, 1993;. Sánchez et al, 2005). Específicamente,
porque nuestros hallazgos demostraron que las actitudes más progresistas
hacia las mujeres y los niveles más bajos de acuerdo con la masculinidad
hegemónica estaban relacionados con las creencias anticonceptivos entre los
jóvenes, es razonable sugerir que los jóvenes que adoptan actitudes más
progresistas pueden dejar de reforzar las normas de género tradicionales y
guiones sexuales en sus propias relaciones. De hecho, la teoría sugiere que la
potenciación de la conciencia crítica y análisis del entorno político-social, el
conocimiento, y un sentido de la e fi cacia son precursores de la adopción de
conductas de potenciación (Campbell y
750
Murray, 2004). Los hallazgos actuales apoyan la noción de que los programas
de promoción de discursos alternativos sobre el género y la sexualidad puede
animar a los niños y niñas a ser más receptivos a una gama más amplia de
comportamientos de género y, finalmente, participar en comportamientos y
relaciones sexuales más saludables. En otros lugares, los psicólogos han
argumentado que la configuración de la comunidad median el desarrollo de la
conciencia crítica que rodea las estructuras ideológicas dañinos y,
posteriormente, pueden dar lugar a la participación en la acción colectiva para
lograr el cambio (Campbell y Murray, 2004). programas de educación sexual,
como el que se examinan aquí, tienen el potencial de servir como un contexto
como mediadora. Además, una implicación importante de este trabajo para
las organizaciones comunitarias y académicos es que tales socioculturales
influencias como la ideología de género y los guiones sexuales pueden y
deben ser abordados y evaluados en los programas de educación sexual (por
ejemplo, Allen, 2004, 2007;. Harris et al, 2000; Cordero, 2010; Rasmussen,
2004).
Limitaciones del estudio
Las limitaciones de este estudio son, en parte, reflexivo de las limitaciones
asociadas con la realización de la investigación basada en la escuela. Por
ejemplo, no fuimos capaces de reunir información de los estudiantes que
estuvieron ausentes o sin consentimiento de los padres y por lo tanto no podemos
comparar nuestra muestra a la muestra más grande de estudiantes que hayan
podido participar. Además, nuestro acceso, aunque rica, era también a una
muestra relativamente pequeña de los estudiantes de octavo grado. Es posible
que algunos de los marginalmente efectos significativos (por ejemplo, los cambios
con el tiempo en la ideología masculinidad) podría explicarse por un tamaño
pequeño de la muestra combinada con múltiples pruebas. Esto puede ser
igualmente cierto cuando se considera las estadísticas t fi para los modelos de
trayectoria. Sin embargo, los hallazgos de esta muestra hacen una novela y la
contribución importante en que no se basan en un estándar, predominantemente
blanca, piscina investigación de pregrado, como es de mucha investigación en
psicología.
Tal vez una mayor limitación al diseño de nuestro estudio fue que con el fin de
cumplir con los requisitos de la junta escolar, que no fueron capaces de recoger
datos sobre cuestiones que pueden ser pertinentes, pero se consideraron
demasiado sensible dada la edad de los adolescentes (por ejemplo, citas y sexual
historial de actividades, la orientación sexual). A pesar de que existen medidas
estandarizadas para estas construcciones para la juventud, nuestros colaboradores
escolares aprobados solamente los artículos que evalúan el conocimiento sexual y
el comportamiento que se había administrado en el pasado a través de una
evaluación a nivel estatal. Como colaboradores de la comunidad, pesamos los
costes y beneficios de la preservación de la relación con la escuela y satisfacer las
necesidades y expectativas a la vez que la recogida de datos de las partes
interesadas. A pesar de estas limitaciones, nuestro diseño longitudinal con una
población diversa de muchas promesas para la comprensión del papel de la
ideología de género en la educación para mejorar la salud y la autonomía sexual de
la juventud.
 La educación sexual, la ideología de género y la juventud
Conclusión: Avanzando hacia conceptos más amplios de
Empoderamiento Juvenil sexual
Nuestro estudio sugiere que la educación sexual puede ser un recurso vital
para el avance de las relaciones de género más equitativas. Sin embargo, la
educación por sí sola es poco probable que produzca el tipo de cambios
necesarios para atender adecuadamente las barreras a nivel estructural que
muchos experimentan los jóvenes en el área de la salud sexual. Por lo tanto,
como han señalado otros investigadores de potenciación, es importante que la
comprensión de la potenciación sexual no se limitan únicamente a los
componentes psicológicos de la potenciación. Por ejemplo, la importancia de
las actitudes individuales, creencias o e fi cacia puede ser limitada si uno no
tiene la potencia adecuada sobre o acceso a los recursos (Lamb, 2010;
Peterson, 2010). Por lo tanto, se argumenta que la educación sexual debe ir
acompañado de recursos materiales, como el acceso a los métodos
anticonceptivos y servicios de salud locales (Rubin, 1984; Spencer, Maxwell, y
Aggleton, 2008;. Tolman et al, 2003). De esta manera, estamos de acuerdo
con Murnen y Smolak de (2012) de que es necesario un cambio en el nivel
cultural, no sólo a nivel individual. Consideramos que los cambios progresivos
en el contenido de la educación sexual se ofrece a los jóvenes la educación
que puede cambiar ampliamente sostenidas culturales
ideologías-como parte de la
cambios a nivel estructural que sean necesarios. Debido a que la educación
sexual que presenta una perspectiva alternativa a la corriente principal tiene
el potencial de interrumpir las altas tasas de embarazo adolescente y las
enfermedades en los Estados Unidos, creemos que debe recibir el apoyo
político, económico y académico de ancho.
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