mgi@chilemonroy.com Las propinas que perciben los trabajadores, tienen distinto tratamiento en el Impuesto Sobre la Renta (ISR), así como en el régimen del Impuesto al Valor Agregado (IVA). El 15 de marzo del año pasado en este mismo espacio comentamos, que para que surja la obligación de pagar el ISR, el artículo 68 de la Ley de Actualización Tributaria exige que uno de los requisitos, es que las propinas sean pagadas por los patronos e empleadores a sus empleados. Indicábamos que en nuestro medio esas gratificaciones la pagan los clientes de los establecimientos y no el empleador, razón por la cual no encuadra dentro del hecho generador del impuesto y por ello no resultaban afectas al ISR. Tal criterio queda confirmado con la expulsión de las propinas del Impuesto Sobre la Renta, conforme al artículo 17 del Decreto 19-2013, reciente reforma fiscal. Por dicha disposición, las propinas pagadas de esa forma no se consideran rentas del trabajo y tampoco puede considerarse que sean rentas de actividades lucrativas, ya que la aplicación analógica es prohibida por el Código Tributario. Distinto es cuando forme parte del costo del servicio, en estos casos es renta para el establecimiento y al efectuarse el pago al empleado, es renta afecta para este último, porque el pago lo está efectuando el patrono. No es así, cuando la propina no forma parte del costo del servicio y el pago es un acto voluntario del cliente y que el establecimiento se encargue únicamente de recaudarlas. En esos casos se considera cobro por cuenta ajena, no es hecho generador del impuesto y la empresa tiene que demostrar que traslada íntegramente lo recaudado. Otra forma de no afectación es cuando la propina la paga directamente el comensal al mesonero. En el régimen del IVA, si la propina forma parte del costo del servicio, el establecimiento tiene la obligación de facturarlo y obviamente estaría formando la base para el cálculo del impuesto. Cuando no forma parte del costo del servicio y es mecánica de la empresa recaudarla, se considera un cobro por cuenta ajena, regulado en el artículo 33 del Reglamento del IVA el cual establece que en el caso de cobros por cuenta ajena y se tenga autorizado usar máquinas o sistemas computarizados para emitir facturas, se deben incluir esos montos inmediatamente después de consignar “fin de la factura” e indica que las cantidades recibidas por cuenta ajena, deben registrarse en la contabilidad en una cuenta específica que permita su comprobación. Cada caso es particular y el quid del asunto es definir con precisión el hecho generador, cuya realización origina el nacimiento de la obligación tributaria y cuando ocurre, produce efectos desde el momento en que se hayan realizado todas las circunstancias y elementos integrantes de él. Cierre contable conforme al nuevo ISR, seminario a impartir el próximo miércoles 19. Información por el PBX 2203-0909. Otros temas tributarios visite: www.chilemonroy.com