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Estimado de Reservas

Métodos de estudio de los yacimientos minerales

Los yacimientos minerales presentan, dos aspectos complementarios de gran


relevancia: los geológicos y los económicos. Cada uno de estos aspectos merece ser
estudiado de forma autónoma, aunque coordinada, ya que se condicionan mutuamente.

Estudios de tipo geológico

La geología de los yacimientos minerales es fundamental para:

1. Conocer con el mayor detalle características del yacimiento que condicionan su


explotación minera
2. Determinar sus límites geográficos
3. Buscar yacimientos similares en áreas próximas o no

Estos estudios comprenden una serie de aspectos diferenciados, pero complementarios,


que nos deben llevar a conocer aquellos aspectos que en cada caso sean relevantes: en
unos casos será la naturaleza de las rocas asociadas, en otros, la tectónica que los
afecta, etc. Estos aspectos serían los siguientes:
 Mineralógicos y petrológicos: La mineralogía y la petrografía detallada de los
minerales y rocas que componen un yacimiento constituyen una información
básica a conocer sobre el mismo. Para ello disponemos de una amplia variedad de
técnicas:
o Microscopía petrográfica (luz transmitida). Nos permite identificar los
minerales no metálicos y las relaciones que es establecen entre ellos y los
metálicos que puedan existir en las muestras estudiadas.
o Microscopía metalográfica (luz reflejada). Sirve para identificar los
minerales metálicos y sus relaciones mutuas.
o Difracción de Rayos X. Nos permite identificar con mayor precisión la
naturaleza de los componentes minerales del yacimiento, sobre todo de los
que por su pequeño tamaño de grano no sean fácilmente identificable con
las técnicas anteriores.
o Microscopía electrónica/Microsonda electrónica: son técnicas específicas
para el estudio a gran detalle de los minerales que componen el
yacimiento, bien en el aspecto de relaciones entre ellos (Microscopía) o
bien en el de las variaciones menores de la composición de los minerales o
de caracterización detallada de las fases minoritarias, que en determinados
casos pueden ser las de mayor valor económico (caso de oro o de los
elementos del grupo del platino).
 La geoquímica del yacimiento, es decir, conocer con el mayor detalle la
distribución de los contenidos en los elementos químicos relacionados de forma
directa o indirecta con la mineralización, o afectados por los procesos que han
formado o modificado el yacimiento, tiene importancia directa en cuanto que define
las áreas de mayor interés minero, e indirecta, pues a menudo nos permite definir
guías de prospección dentro del propio yacimiento, o para otros similares.
 Geométricos: los aspectos geométricos de un yacimiento son siempre
fundamentales: conocer cuál es su orientación con respecto al norte (dirección o
rumbo) y su inclinación promedio (o buzamiento). A menudo estos datos no son
constantes, variando de forma más o menos acusada: la variabilidad es máxima
en los yacimientos estratoligados plegados, y mínima en algunos yacimientos
filoneano muy regulares. El espesor (o potencia) también se puede considerar
dentro de esta categoría. Para estudiar este aspecto necesitamos datos de
observación, ya sea directa o a través de sondeos mecánicos.
 Complementario con el aspecto anterior tenemos la relación que se establece
entre la orientación del yacimiento y la de las rocas en las que se localiza: cuando
ambos son paralelos hablamos de yacimientos estratoligados, estratoides, o
incluso sedimentarios (o singenéticos), mientras que cuando no son paralelos
hablamos de yacimientos no concordantes o epigenéticos. Con respecto a los
términos indicados, estratoligado se refiere a una yacimiento que se encuentra
formando capas, pero no sabemos si tiene o no origen sedimentario; estratoide se
suele utilizar para designar yacimientos en capas cuyo origen no parece ser
sedimentario; el término singenético se refiere exclusivamente a concentraciones
que se originan por procesos sedimentarios, a la vez que el resto de las rocas
sedimentarias que forman la secuencia.
 En los yacimientos estratoligados hay otros factores que suelen ser de importancia
en su estudio y caracterización: los aspectos estratigráficos (caracterización de la
secuencia sedimentaria en la que se enclavan, del nivel concreto en que se
localizan, etc.); los aspectos sedimentológicos (medio sedimentario en que se
formó la secuencia, variaciones paleogeográficas que puedan existir); los aspectos
petrológicos (características de las rocas implicadas); los aspectos tectónicos
(pliegues y fallas que puedan afectar a las formaciones o capas que forman el
yacimiento).
 En los yacimientos no concordantes o diagenéticos puede haber también una gran
variedad de factores a considerar. En general, el principal es conocer el control
geológico y geométrico de la mineralización: si está confinado en una estructura
discordante bien delimitada (dique o filón), si está confinado por un conjunto
estructural más amplio (bandas de deformación o de cizalla), si está diseminado o
concentrado en un conjunto rocoso sin que muestre ningún patrón claro, si
aparece en una situación concreta, como puede ser el contacto entre dos tipos de
rocas distintas... Otro factor suele ser el mineralógico/petrológico, que busca
establecer relaciones entre los minerales o rocas que forman el yacimiento y los
procesos que pueden afectarla: cristalización, alteración hidrotermal, alteración
superficial...
 En cuanto a la prospección o investigación de yacimientos, se pueden considerar
cuatros aspectos diferentes: los geológicos, geoquímicos, geofísicos y las labores
mineras, incluyendo los sondeos mecánicos. En el Tema 19 estudiaremos con
mayor detalle estos aspectos.
 Una vez conocidas las características generales de los yacimientos, de acuerdo
con lo hasta ahora expuesto, disponemos de los suficientes datos para conocer los
procesos que lo han formado y modificado. No obstante, en ocasiones esta
información no es suficiente, dado que puede haber procesos distintos que por
convergencia han podido ser los responsables de estas características más
comunes: si encontramos oro en una roca sedimentaria de tipo arenoso, puede ser
porque se depositó conjuntamente con ella, pero también puede ser que haya sido
introducido en la misma por un proceso hidrotermal, aprovechando la porosidad y
permeabilidad de la misma. En estos casos, existen estudios más detallados que
nos permiten conocer mejor el proceso o procesos implicados en la formación del
yacimiento:

o El estudio de las inclusiones fluidas atrapadas en minerales


(fundamentalmente de la ganga) suele aportar datos relevantes sobre la
composición y temperatura de los fluidos implicados en la formación del
yacimiento.
o El estudio de la geoquímica isotópica aporta datos en dos aspectos: la
edad de los minerales (a través de la geoquímica de isótopos radiogénico o
radioactivos, como C14, por ejemplo), y relaciones entre los minerales del
yacimiento y otros minerales o fluidos asociados (a través de la geoquímica
de isótopos estables, como S34, O18, etc.).

En definitiva, todos estos estudios nos llevan a este conocimiento básico del yacimiento
que nos debe permitir establecer sus características mineras, pero que requieren un
complemento: Su valorización en términos económicos, lo que debe permitir establecer si
la explotación es viable o no desde el punto de vista económico.

Estudios de tipo económico-minero

Desde este punto de vista, son dos los estudios requeridos para obtener una idea clara de
si una concentración mineral se puede considerar o no un Yacimiento Mineral: la
cubicación de sus reservas, y el estudio de su viabilidad económica.

OBJETIVOS

La cubicación de reservas de un yacimiento consiste en establecer de forma numérica


los principales parámetros de la explotación: tonelaje (o volumen) del material explotable,
ley media y ley de corte, así como el valor económico total de estas reservas. Para ello,
se parte de datos puntuales, que en general proceden de sondeos mecánicos, que se
extrapolan a datos areales, se multiplican por la potencia para obtener volúmenes, que se
multiplican a su vez por la densidad para obtener tonelaje de todo uno, y por los
contenidos (leyes) para obtener el tonelaje del mineral o elemento de interés minero que
vamos a obtener. En la valoración económica hay que tener en cuenta este tonelaje, pero
afectado por el rendimiento de la planta de tratamiento (que nos define la proporción del
elemento que queda inaprovechado debido a pérdidas en el proceso de concentración), y
en su caso, el precio que nos pagarán en las plantas metalúrgicas por la tonelada del
concentrado que podamos conseguir en el lavadero. También hay que conocer los
contenidos en elementos que puedan añadir valor comercial a nuestra producción, o que
puedan afectar negativamente a éste.

Esta cubicación, además de por lo datos puramente geológicos, está afectada por otros
factores, como el geométrico (mayor o menor continuidad de la mineralización el en
yacimiento, que puede hacer que determinadas zonas queden inaccesibles a la
explotación), y por el tipo de minería que se pretende llevar a cabo: no es lo mismo la
explotación subterránea que la a cielo abierto, como diferencias más acusadas. En cada
caso, el planteamiento económico-minero puede ser diferente, puesto que, por ejemplo,
en la explotación a cielo abierto, a menudo el hecho de que la explotación de una zona
rica pueda obligar a desmontar una zona con mineralización pobre puede hacer rentable
la explotación de esta zona, que en otras condiciones sería subeconómica.

Una cuestión siempre importante es el análisis de las perspectivas de futuro del valor
económico de la producción. Es un dato siempre interpretativo, no podemos "conocer el
futuro", saber qué oscilaciones van a poder tener los precios de los minerales, metales o
rocas a lo largo de la vida prevista para nuestra explotación minera, ni de qué oscilaciones
va a tener el dólar, principal divida en que se produce su cotización. No obstante, es
necesario tener alguna indicación en ese sentido: conocer las perspectivas de mercado
de nuestro producto, que no sean negativas de antemano, pues ello afectará
negativamente a este dato del valor económico de la producción

Si bien las labores de muestreo y determinación de la ley media ocupan un lugar


muy importante en la evaluación de los recursos minerales, sin duda alguna la cubicación
de las reservas, es decir, definir cuánto, donde y como están, es la labor que adquiere un
carácter más crítico, pues va a permitir avanzar las características generales del
yacimiento en cuanto a las toneladas de metal/mineral útil presentes, así como la
morfología de los cuerpos mineralizados, lo que incidirá, posteriormente, en el método
minero a elegir. El intentar llevar a cabo este trabajo con el mínimo error posible no sólo
es deseable sino imprescindible.

Las muestras a partir de las cuales se estiman las reservas de un yacimiento


representan una fracción mínima de éste. Por ejemplo, en la evaluación del
pequeño pórfido cuprífero de Copper Flat (Nuevo México, USA), se recuperaron a
partir de una malla densa de sondeos, unas 200 TM (toneladas métricas) de
testigos. De esas toneladas se utilizó una fracción solamente para análisis
químicos, y con este material se definieron:

 60 x106 TM de mineral.
 150 x 106 TM de estéril.

Comprendamos de esta manera el grado de dificultad que se encuentra implícito


en este tipo de trabajos. Si el geólogo se pasa (sobreestima), la compañía puede
empezar unos trabajos mineros que no serán rentables. Si se queda corto
(subestima), la compañía puede tomar la decisión de abandonar un prospecto que
era rentable. En estas operaciones pueden haber cientos, sino miles de millones
de Euros en juego.

Existen reglas claras para "afinar la puntería" ? desgraciadamente no, y solo


podríamos mencionar dos herramientas indiscutibles:

 Entender la geología del prospecto, ya que sin una compresión


adecuada de ésta, puede dar lo mismo el grado de refinamiento matemático
que se emplee, que las probabilidades de cometer un grave error serán
altas. Recuerde: las reservas las estima un geólogo, no un ordenador ni un
paquete de software. Somos geólogos, no "aprietabotones". Por ejemplo,
antes de aprender a utilizar el sistema Navstar (navegación vía satelital), un
oficial de la marina tiene que aprender a utilizar el sextante para determinar
la posición de su barco.
 Entender el modelo de yacimiento que estamos aplicando, siendo lo
suficientemente flexibles como para modificar nuestra perspectiva si los
datos no se ajustan al modelo. Recuerde Olympic Dam (capítulo anterior).

Analicemos el siguiente ejemplo. En negro observará las intersecciones entre los


sondeos y la masa mineral. Arriba tenemos la interpretación de la morfología de
los cuerpos por parte del geólogo, y abajo la forma real de éstos. La diferencia en
tonelaje es evidente, con el caso superior correspondiendo a una sobreestimación.
Se podría evitar esto ? sí, por ejemplo, con un buen control de la geología en
superficie. Note que las dos situaciones se corresponden a su vez, a marcos
geológicos notablemente diferentes. Importante: 1) sin sondeos no se puede
evaluar un prospecto; 2) sin un control geológico riguroso, no se debe empezar a
sondear.

Cabe destacar que los depósitos minerales eran evaluados, y sus reservas
estimadas, mucho antes de que aparecieran los ordenadores y los métodos
geoestadísticos. Se medían áreas, se estimaban volúmenes y tonelajes, y las
leyes se promediaban utilizando papel y lápices, regla de cálculo o calculadoras
mecánicas. Esos resultados no eran peores (y en algunos casos eran
considerablemente mejores) que algunas estimaciones modernas por
geoestadística con pobre control geológico.

Antes de continuar, necesitamos definir de la manera más precisa posible tres


términos relacionados con la estimación de reservas. Se trata de los contactos de
tipo geológico, mineralógico, y económico. Para evaluar un recurso tenemos que
pensar en términos de estos tres conceptos:

 Contacto geológico: los límites litológicos y/o estructurales de una


determinada unidad.
 Contacto mineralógico: definido por la extensión de la masa mineral
(recurso "geológico"); puede o no coincidir con los contactos geológicos
(puede ir más allá de una determinada litología) y económico (a partir de un
punto las leyes pueden ser subeconómicas).
 Contacto económico: los límites del material a partir del cual se pueden
obtener ganancias (cut off grade).

Contactos de tipo geológico, mineralógico, y económico.

La estimación de reservas es mucho más que una mera proyección espacial (3D)
de las leyes (por ejemplo, % Cu, g/t Au, etc). Para determinar el verdadero valor
de un yacimiento necesitaremos además determinar y proyectar los siguientes
parámetros:

 Peso específico de la roca mineralizada.


 Potencia de la roca mineralizada.
 Tipo de mena (mineralogía).
 Estimación del grado de recuperación metalúrgica.
 Contenido en humedad.
 Competencia de la roca – RQD.

A partir de este punto, nos concentraremos en los aspectos estadísticos básicos


de la proyección de datos de leyes.

En esencia, una estimación de reservas consiste en definir un volumen, al cual se


le aplica una ley y una densidad (peso específico):

T = A x P x PE

Donde:

T: es el tonelaje del sector del depósito bajo evaluación.

A: el área; visualización 2D del sector del depósito bajo evaluación; normalmente


una sección vertical en cuerpos mineralizados irregulares.

P: la potencia; distancia horizontal aplicada a dicha sección.

PE: el peso específico de la roca mineralizada.

Si al resultado le aplicamos una ley concreta (e.g., 2.3 % Cu), entonces tendremos
toneladas con una ley específica (e.g., 2500 toneladas a 2.3 %Cu).

En el caso de la determinación de la ley media de un sondeo tendremos:

Si d son los tramos del sondeo (medidos en metros) y l las leyes de dichos
tramos, entonces la ley media del sondeo será:

Leymedia = Σ l i x di / Σ di
En el caso de la determinación de la ley media de una sección de un depósito
tendremos:

Leymedia = Σ l DDHi x Ai / Σ Ai

Esta metodología es particularmente útil en la estimación del tonelaje de cuerpos


mineralizados irregulares.

Ejemplo de una sección. Primero calcularemos las leyes medias de los sondeos
(DDH). A continuación aplicaremos esa ley al área que resulta de aplicar la
distancia media entre los sondeos (áreas definidas por las líneas de segmento).
Calcularemos las áreas mediante planimetría, y determinaremos la ley final de la
sección como: Leysección = Σ l DDHi x Ai / Σ Ai.

Y para obtener un volumen al que aplicarle las leyes y pesos específicos, así
tendremos
Una vez determinadas las leyes de cada sección, lo que debemos hacer es
calcular los volúmenes. En el ejemplo que muestra la figura, el volumen de
roca mineralizada será igual a: (A1 + A2) x 0.5D, siendo D la distancia entre
las secciones A1 y A2.

Otro sistema es el denominado método de los polígonos. Este método ha sido


utilizado por la industria minera durante décadas. Es un método simple, las
matemáticas son fáciles, y las estimaciones pueden ser realizadas de manera
rápida. Se emplea principalmente en cuerpos tabulares (e.g., filones). Los sondeos

se dirigen normalmente a 90º con respecto a la masa tabular bajo evaluación.


Para la construcción de los polígonos se pueden emplear dos procedimientos:

 Bisectores perpendiculares.
 Bisectores angulares.

Métodos de los bisectores perpendiculares y bisectores angulares. Los


pequeños círculos representan las posiciones de los sondeos, el círculo
negro, indica el sondeo central. En el primer caso (a), el polígono será
construido trazando perpendiculares a las líneas de segmento (bisectores
perpendiculares), que unen los sondeos periféricos con el sondeo central.
Dicha perpendicular pasará por el punto medio de las líneas de unión. En el
segundo caso (b) el polígono se construye intersectando las bisectrices de
los ángulos que se forman al unir los distintos puntos (bisectores
angulares). A cada polígono se le asignará una potencia (espesor de la masa
mineralizada económica: Th) y una ley (G). La ley se determinará de la
siguiente manera (a): LeyABCDE = Ley1 x 0.5 + Ley2 x 0.1 + Ley3 x 0.1 + Ley4 x 0.1
+ Ley5 x 0.1 + Ley6 x 0.1, donde 1 es el sondeo central, y 2-6 los periféricos.
Ejemplo real de aplicación del método de los polígonos (cuerpo mineralizado
etratoligado aurífero de Hemlo, Canadá). El depósito tiene una orientación E-
W, buzando 65ºN. El cuerpo ha sido proyectado en una sección vertical. Note
los distintos fondos, en blanco (polígonos), reservas probadas; en puntos
reservas probables; en blanco (bordeando los zonas de puntos), reservas
indicadas (posibles).

Hasta aquí los aspectos más básicos de la estimación de reservas. Para continuar
necesitamos incorporar tres conceptos claves para entender la estimación de
reservas en su perspectiva económica real:

 La dilución de leyes.
 El coeficiente de extracción.
 La recuperación de metal.

Resulta prácticamente imposible extraer solo el material económico en una mina,


de tal manera que durante el proceso de la voladura de roca, quedará siempre

incluido material estéril (lo cual lleva a la dilución de leyes). Las causas son las
siguientes:

 Sobrevoladura: material que está fuera de los límites económicos del


cuerpo mineralizado queda incluido en el material extraído.
 Dilución interna: material subeconómico que se encuentra incluido dentro
del cuerpo económico y que no puede ser segregado.
 Dilución de reemplazo o contacto: si el contacto estéril/mineral es muy
irregular (y esto suele bastante normal), el resultado será que un volumen
equivalente de material estéril substituirá al material económico. Aunque la
voladura de roca es un arte que en ocasiones roza la perfección, tampoco
se le pueden pedir milagros.
Ejemplo de dilución de reemplazo. La línea continua marca el contacto económico-
mineralógico, la de segmento, lo que por ingeniería se puede obtener (contacto
promedio). Observe como en el material que se va a arrancar, entran zonas de
mineralización subeconómica o estéril (waste), y como a su vez, zonas de mineral
económico (ore) queda afuera.

Las minas operan con valores establecidos de dilución, que deben ser aplicados a
las determinaciones de tonelaje realizadas por los geólogos (diálogo ingeniero de
minas – geólogo).

A esto hay que sumarle el concepto de mineral extraíble. Es prácticamente


imposible extraer el 100 % del material económico de una mina. En el caso de una
mina subterránea es fácil de entender esta situación, pero tengamos en cuenta,
que en cierta medida lo mismo se aplica a las minas a cielo abierto. Si queremos
que la mina no colapse, obviamente no se podrá extraer de ella todo el material
que queremos.

Por ejemplo, a lo mejor solo el 80% del material será susceptible de ser extraído si
se desea mantener límites adecuados de seguridad. Así, y siguiendo este ejemplo,
para una reserva "geológica" de 10.000 TM de mineral al 2.3 % Cu, con un
factor de extracción del 80 %, y una dilución del 10 % tendremos:

10.000 x 0.8 = 8.000 TM al 2.3 % Cu

Si aplicamos a esta cifra una dilución del 10 % tendremos:

8.000 x 1.1 = 8.800 TM

y la ley diluida será de:


Leyfinal = (8.000 x 2.3 %)/8.800 = 2.09 % Cu

Con lo cual tendremos al final de nuestras cuentas: 8.800 TM al 2.09 % Cu.


Recuerde, bajo un punto de vista exclusivamente geológico, las reservas eran
inicialmente de 10.000 TM al 2.3 % Cu.

Esto en lo que se refiere a la parte "minera" del problema. Pero a esto tenemos
que agregarle la problemática de la recuperación metalúrgica del metal en
cuestión. Sigamos con el mismo ejemplo.

Una tonelada de material de mina al 2.09 % Cu contiene 20.9 kilos de cobre. Si


este material da unos 65 kilos de concentrado al 30 % Cu, entonces tendremos:

65 kg x 0.30 = 19.5 kg

y la recuperación metalúrgica será entonces de:

19.5/20.9 = 0.93 (93 %)

Como podemos apreciar, los valores que obtenemos de la estimación de reservas


constituyen solo una primera aproximación al tema más importante a considerar,
esto es, la viabilidad económica de recurso mineral. Por eso, el que un recurso
sea o no explotable va mucho más allá de una estimación de cuantas
toneladas y con qué leyes.

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