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Introducción ..............................................................................3
Propuestas didácticas
Geografía
No 1: Reestructuración tecno-productiva
y cambios territoriales ......................................................4
N 2: Las actividades terciarias:
o
L as Propuestas para el aula contenidas en este Cuadernillo dan cuenta de la mayor complejidad y
profundidad con que, según lo sugieren los C.B.C. y los diseños curriculares jurisdiccionales, de-
ben abordarse los contenidos del Nivel Polimodal. Mediante cada una de ellas, intentamos expli-
car la dinámica de algunos procesos sociales, económicos, políticos, territoriales y culturales del pre-
sente y del pasado desde los desarrollos teórico-conceptuales más recientes de las Ciencias Sociales.
Para evitar los abordajes fragmentados, las reiteraciones y las superposiciones que a menudo se pre-
sentan en la enseñanza de las disciplinas del Área, durante la elaboración de cada una de estas pro-
puestas se tuvieron en cuenta los conceptos estructurantes de las Ciencias Sociales y las relaciones
existentes entre procesos que se desarrollan en distintas escalas témporo-espaciales.
La selección y organización de los contenidos desde ejes temáticos procura captar el interés y el en-
tusiasmo de los alumnos a la vez que busca fomentar el establecimiento de relaciones entre pasado y
presente, articular diversos contenidos curriculares y promover un abordaje multidisciplinar.
Sugerencias metodológicas
Ideas básicas
La actual reestructuración productiva se sustenta en las nuevas tecnologías que se incorporan a la or-
ganización del proceso de trabajo. El espectacular desarrollo científico-tecnológico de las últimas tres
décadas, especialmente en el campo de la microelectrónica, la informática y la robótica, las telecomu-
nicaciones, la biotecnología y los nuevos materiales ha generado, no solamente cambios en lo que se
produce y se consume sino, fundamentalmente, en cómo se produce. Es decir, en las formas de orga-
nización del trabajo, la gestión empresarial y las formas de organización territorial de la producción.
1. Méndez, R. Geografía Económica. La lógica espacial del capitalismo global. Ariel, Madrid, 1997.
2. Moreno Jiménez, A. y Escolano Utrilla, S. Los servicios y el territorio . Síntesis, Madrid, 1992.
Propuesta
• En primer lugar, proponga a sus alumnos elaborar un listado de todas las actividades que sue-
len categorizarse como terciarias. Para ello, pueden consultar libros de textos, anuncios clasifi-
cados, páginas amarillas, publicaciones o boletines de distintas cámaras empresariales, etc.
• ¿Qué actividades resultan de un proceso de terciarización productiva?, ¿qué actividades resultan
de una economía informal, asociadas a estrategias de supervivencia?
• Proponga a sus alumnos completar con ejemplos la columna "Servicios" del cuadro, ordenando
allí las actividades que resultaron del listado que han desarrollado.
• A fin de ampliar esa información, usted podría proponerles realizar un relevamiento de las acti-
vidades de servicios que tienen lugar en la localidad donde se encuentra la escuela.
• ¿Qué actividades son "visibles", es decir, se desarrollan en un ámbito físico concreto (por ejem-
plo, un local comercial) y cuáles no?, ¿con qué columna del cuadro se vincula cada situación?,
¿por qué?
• Cuando trabajen el caso de la propia localidad, ¿puede hablarse del terciario como sector refu-
gio? Pida a sus alumnos que justifiquen sus respuestas.
• Finalmente, a manera de cierre de la actividad, solicite a sus alumnos que seleccionen una activi-
dad del cuadro y que expliquen cada uno de los componentes de esa fila.
a. Durante esta fase se completarán los espacios vacíos del siguiente cuadro y el objetivo será prac-
ticar el cálculo de los componentes de los agregados macroeconómicos. Para ello, solicite a sus
alumnos que completen el cuadro "Oferta y demanda global de la economía argentina durante
la última década", investigando los siguientes datos y respondiendo a las preguntas:
• ¿cuál es la oferta global?;
• ¿cuáles son los componentes del PBI?;
• calcular el PBI de 1997 y la oferta global para ese año: ¿ambos resultados son iguales?, ¿por qué?;
• ¿cuáles son los componentes de la demanda global?;
• ¿se confirma en este cuadro la ecuación macroeconómica fundamental de las Cuentas Nacio-
nales? Ejemplifiquen citando varios años.
b. Durante esta etapa se trabajará con la estructura de cada agregado con el fin de analizar el pe-
so de los distintos componentes y avanzar hacia la interpretación de los resultados. Por lo tan-
to, a partir de dichos datos, solicite a sus alumnos que resuelvan estas consignas.
c. Durante la tercera etapa, usted tendrá que proponer a los estudiantes que redacten un informe
para explicar la evolución de las variables del cuadro que a continuación presentamos. Con este
fin, le sugerimos trabajar con las siguientes consignas.
• Supongan que ustedes pertenecen a un grupo consultor de la ONU que debe realizar un bre-
ve informe en el que se analizará la evolución de las cuentas nacionales en la Argentina.
• La información que brinda el cuadro les permitirá establecer: cuáles son los indicadores de
mayor peso en la evolución de esta economía y cuáles son las limitaciones o los "cuellos de
botella" que presentan esos datos.
Para avanzar en el análisis, también cuentan con la información que brinda el cuadro de exporta-
ciones. Esos datos les facilitarán la identificación de los sectores productivos más competitivos, es
decir, los que producen bienes cuya calidad y costos les permiten tener presencia en el comercio in-
ternacional. En el caso de la evolución del sector manufacturero conviene advertir de qué origen
son las manufacturas que se producen y exportan.
Para enriquecer el informe, los estudiantes podrán recurrir a otras fuentes de información, por
ejemplo, suplementos económicos, artículos de revistas especializadas (Realidad Económica, Desa -
rrollo Económico, Mercado, etc.) o consultar la web del Ministerio de Economía (www.mecon.gov.ar)
y la del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). www.indec.mecon.gov.ar
"Oferta y demanda global de la economía argentina durante la última década" en miles de pe-
sos, a precios de 1986.
1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
Sectores productores de bienes 4.513,1 4.627,7 4.543,3 4.098,9 4.045,6 4.435,2 4.828,9 5.122,0 5.494,3 5.240,9 5.411,7 5.752,4
Agricultura, caza, silvicultura 781,0 757,4 819,9 749,5 812,5 847,1 839,0 864,9 896,3 917,2 929,5 985,0
y pesca
Explotación de minas y canteras 202,2 217,4 229,2 227,4 233,9 240,6 267,3 294,1 320,1 341,4 370,7 415,2
Industria manufacturera 2.737,6 2.764,1 2.639,6 2.439,2 2.384,1 2.619,3 2.887,7 3.035,0 3.224,2 2.999,6 3.119,1 3.274,8
Sectores productores 5.474,7 5.591,5 5.480,0 5.221,8 5.105,4 5.631,8 6.201,3 6.592,8 7.215,3 6.996,1 7.266,9 7.585,3
de servicios
Importaciones 651,4 725,8 659,0 550,8 547,0 960,4 1.598,7 1.813,3 2.221,4 1.964,5 2.163,8 2.380,2
Demanda global
Consumo 8.118,7 8.254,6 7.906,7 7.424,8 7.346,6 8.398,8 9.518,8 10.061,6 10.753,9 10.930,0 10.346,0 10.605,6
Inversión bruta fija 1.700,7 1.920,7 1.853,1 1.452,8 1.232,2 1.620,8 2.164,1 2.510,5 3.056,9 2.559,9 2.710,1 3.035,8
Exportaciones 821,3 792,4 940,8 1.011,1 1.181,3 1.121,0 1.144,6 1.171,9 1.358,3 1.667,0 1.890,5 2.164,2
Demanda global
Consumo 8.118,7 8.254,6 7.906,7 7.424,8 7.346,6 8.398,8 9.518,8 10.061,6 10.753,9 10.930,0 10.346,0 10.605,6
Inversión bruta fija 1.700,7 1.920,7 1.853,1 1.452,8 1.232,2 1.620,8 2.164,1 2.510,5 3.056,9 2.559,9 2.710,1 3.035,8
Exportaciones 821,3 792,4 940,8 1.011,1 1.181,3 1.121,0 1.144,6 1.171,9 1.358,3 1.667,0 1.890,5 2.164,2
Balanza comercial
Consumo y
exportaciones
IBF / Demanda
global
Fuente: para el período 1980-1992: BCRA, "Estimaciones anuales de oferta y demanda globales. 1980-1992", Buenos Aires,
1993. Para el período 1993-1994: CEPAL, "Indicadores macroeconómicos. Abril-junio 1995", Buenos Aires, 1995.
Propuesta
a. Esta actividad requerirá un trabajo previo con los siguientes contenidos:
1. La contextualización histórica del pensamiento de Adam Smith; esto implica considerar las
transformaciones productivas previas a la Revolución Industrial de fines del siglo XVIII. Para
ello, le proponemos centrarse sólo en la manufactura y su organización. Ésta se caracteriza por
la reunión de los obreros contratados por un salario, trabajando bajo un mismo techo y ha-
ciendo tareas diferenciadas sin la utilización de las máquinas (cuyo uso se generalizará desde
fines del siglo XVIII) y, por otra parte, por la presencia del capitalista que emplea trabajadores,
compra materia prima, organiza y supervisa la producción. El dueño del taller recibe, cuando
vende las mercancías manufacturadas por los obreros de su fábrica, un beneficio adicional que
puede volver a reinvertir.
2. La construcción de los conceptos smithianos de división del trabajo y de especialización de
las tareas, como parte fundamental de la dinámica que pone en marcha el proceso de creci-
miento económico y la acumulación del capital que lo alimenta.
b. El segundo paso de la actividad consistirá en la lectura y análisis del siguiente texto. Para ello, pro-
ponga a sus alumnos reunirse en grupos e identificar los conceptos que acaban de ser enunciados.
El trabajo productivo
"El progreso más importante en las facultades productivas del trabajo [...] parece ser consecuencia de la división del tra-
bajo. Tomemos el ejemplo de una fábrica de alfileres. Un obrero que no haya sido adiestrado en esa clase de tarea y que
no esté acostumbrado a manejar maquinaria (cuya invención ha derivado probablemente, de la división del trabajo) por
más que trabaje, apenas podría hacer un alfiler al día [...]. Pero como se practica hoy la fabricación de alfileres, un obre-
ro estira el alambre, otro lo endereza, un tercero lo va cortando en trozos iguales, un cuarto hace la punta [...]. En fin, el
trabajo de hacer alfileres queda dividido en dieciocho operaciones distintas [...]. En todas las demás manufacturas y artes
los efectos de la división del trabajo son muy semejantes a los que se dan en este oficio. De este modo, cuando puede ser
aplicada, la división del trabajo ocasiona en todo arte un aumento proporcional de las facultades productivas del trabajo."
El trabajo se convierte para Smith en la fuente que sustenta finalmente la riqueza de las naciones, "las cosas necesarias
y convenientes para la vida que consumen anualmente las naciones".
A. Smith investiga el aspecto de la riqueza de una nación desde un punto de vista más social que técnico y, así, consi-
dera que depende de dos condiciones:
1. el grado de productividad del trabajo;
2. la cantidad de trabajo útil, es decir, de trabajo productor de riqueza.
Por ello, las ideas de Smith sobre la acumulación de capital se basan en la importante distinción entre trabajo improduc-
tivo y productivo.
"Existe una especie de trabajo que añade valor al objeto al que se incorpora y otra que no produce aquel efecto. Al pri-
mero, por el hecho de producir valor, se le llama productivo y, al segundo, improductivo. Así, el trabajo de un artesan o
en una manufactura agrega generalmente valor a los materiales que trabaja, tales como su mantenimien to y los benefi-
cios del maestro. El de un criado doméstico, por el contrario, no aña de valor alguno.
"Aunque el maestro haya adelantado al operario sus salarios, nada viene a costarle en realidad, pues el aumento de va-
lor que recibe la materia, en que se ejercitó el trabajo, restituye, por lo general, con ganancias, los jornales adelantados.
Cualquiera se enriquece empleando muchos operarios en las manufacturas y, en cambio, se empobrece manteniendo un
gran número de criados.
"El trabajo de algunas de las clases más respetables de la sociedad al igual de lo que ocurre con los servidores domésti-
cos no produce valor alguno y no se concreta o realiza en un objeto permanente o mercancía vendible [...], aquella par-
te del producto anual de la tierra y del trabajo de un país que repone capital jamás se emplea de una manera inmediata
en mantener manos improductivas. Sólo paga los salarios del trabajo productivo [...], en consecuencia, la proporción que
existe entre las manos productivas y las que no se consideran como tales, en cualquier país depende en gran parte de la
relación del producto anual que –en cuanto proviene de la agricultura o la industria– se destina inmediatamente a repo-
ner el capital y del que se destina a asegurar un ingreso, llámese beneficio o renta [...]. En nuestros tiempos, en los paí-
ses más opulentos de Europa, una porción muy considerable del producto de sus tierras, y acaso la mayor, se destina a
reponer los capitales [...]. El producto anual del trabajo de un país no puede aumentar su valor como no sea aumentan-
do el número de trabajadores productivos o las aptitudes productivas de los operarios que ya existen."
En consecuencia, el círculo virtuoso de acumulación de capital y crecimiento económico sólo se puede lograr ocupando
trabajo productivo particularmente en la industria. Y el capital es sólo aquella parte del acervo que se usa para poner en
movimiento trabajo productivo, es decir, trabajo que remplazará y aumentará la inversión originaria.
Párrafos extraídos (y comentados) de: Smith, A., Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza
de las naciones. México, Fondo de Cultura Económica, 1997. Capítulo I, libro I;, capítulo III, libro II.
1. Una vez concluida la lectura del texto, cada grupo resolverá las siguientes consignas.
• ¿Cuál resulta para Adam Smith el fundamento último de la riqueza de las naciones?
• ¿Por qué la división del trabajo, sobre todo en la industria, se convierte en el mecanismo más
dinámico para lograr el crecimiento económico?
• Presenten dos ejemplos propios de la actualidad: uno con división y especialización del trabajo y
otro sobre un taller de un artesano que trabaja solo o con un ayudante, y analicen las diferencias
a partir del concepto de productividad. (Los ejemplos que surjan para confrontar podrían ser: un
taller mecánico y una fábrica de automóviles; una carpintería y una fábrica de muebles, etc.)
• ¿Cuál es la diferencia entre trabajo productivo e improductivo, según A. Smith?
• ¿Por qué considera que el progreso de la nación se basa en la mayor proporción de trabajo
productivo industrial?
2. Luego usted organizará una puesta en común sobre las respuestas que obtuvo cada grupo. Tam-
bién le sugerimos que, como cierre de la actividad, plantee los siguientes interrogantes: ¿hoy se
podrían mantener los mismos criterios de Smith?, en otras palabras, ¿se podría continuar afir-
mando que el trabajo productivo industrial es la fuente de la riqueza de las naciones? ¿Qué
transformaciones ha sufrido el concepto contemporáneo de trabajo?
Propuesta
1. Le sugerimos realizar una breve caracterización del período a partir de la información brindada
por enciclopedias, manuales y otros libros de texto que incluya, especialmente, los siguientes te-
mas: a) principales actividades económicas de la Argentina (1880-1930); b) rol del capital ex-
tranjero en la economía; c) estratificación social; d) inserción social y política de los trabajado-
res; e) reforma electoral y ascenso de H. Yrigoyen al gobierno; f) acontecimientos relevantes que
se produjeron durante ese período en el mundo.
2. Luego, solicite a sus estudiantes que lean y analicen los siguientes textos.
En noviembre de 1916 se produjo una huelga de los trabajadores portuarios contra la reducción de salarios impuesta
por las compañías navieras. "El sindicato eligió muy bien el momento para declarar la huelga: lo hizo en la primera se-
mana de los embarques de la cosecha, con el fin de que los grandes transatlánticos no pudieran entrar al puerto por la
falta de remolcadores y lanchones, y presionaron a las empresas de cabotaje para que éstas llegaran a un rápido acuer-
do. Pero antes de que ello sucediera, el gobierno intervino súbitamente [...]. En primer término, el ministro del Inte-
rior, Ramón Gómez, emitió un comunicado de prensa poniéndose del lado de los obreros y condenando a las compañías
por negarse a negociar. Al día siguiente [...], Francisco García encabezó una delegación de miembros de la FOM1 y la FO-
RA ‘sindicalista’, que mantuvo una entrevista con el presidente de la Nación. La FOM logró de H. Yrigoyen la importan-
te concesión de que no se recurriría a la policía portuaria para reclutar y proteger esquiroles2, como había acontecido
en otras disputas anteriores semejantes. [...] En definitiva, esta medida dio la victoria a los obreros [...]. Ambos bandos
aceptaron el arbitraje del jefe de policía, quien luego de hacer una investigación al respecto otorgó a los obreros las
principales concesiones salariales que reclamaban."
En enero de 1917 los delegados ferroviarios de La Fraternidad se acercaron al Ministro de Obras y Servicios Públicos,
Pablo Torello, para manifestarle el malestar existente entre los trabajadores por los despidos, la reducción de salarios
y el incumplimiento de las leyes jubilatorias:
"Nos recibió con toda deferencia y nos invitó a que expusiéramos amplia y francamente el motivo que allí nos llevaba.
[...] El ministro escuchó con sumo interés [...] pidiendo explicaciones y aclaraciones sobre la forma de trabajo del per-
sonal y otras cuestiones que le interesaron. Hablando de jubilación, el ministro hizo manifestaciones categóricas en el
sentido de que las empresas deben cumplir la ley [...] y [...] agregó que el gobierno está dispuesto a llevar a las empre-
sas ante los tribunales si fuera preciso. [...]
La impresión que nos causó el nuevo ministro fue excelente: se trata de un hombre sencillo y atento que, aunque no co-
noce muy a fondo las cuestiones ferroviarias, se interesa por conocerlas porque quiere intervenir con eficacia. Por lo pron-
to, una ventaja tiene a nuestro favor: no tiene ninguna prevención contra los obreros, al contrario, se ha expresado en
términos altamente elogiosos con respecto a ellos, y si alguna prevención ha manifestado ha sido contra las empresas
que no cumplen la Ley."
Alentados por la actitud del gobierno, entre junio y septiembre de 1917 los trabajadores protagonizaron en diversos pun-
tos del país una serie de huelgas. Las más importantes fueron las que se produjeron en los talleres del Ferrocarril Cen-
tral Argentino, de propiedad británica, en la ciudad de Rosario y sus alrededores.
El gobierno continuó con la línea trazada en sus primeros meses de gestión:
"Torello [...] postergó el envío de tropas a Rosario, mientras que [Yrigoyen] se ofrecía para mediar personalmente en la
cuestión. Luego de un mes de arduas negociaciones, Torello puso fin al problema amenazando a las compañías con im-
ponerles multas si no reincorporaban a los dos hombres despedidos. En todo el transcurso de la huelga el gobierno se
alistó siempre del lado de los obreros y en contra de la empresa, ingeniándoselas para demorar el envío de tropas hasta
que la situación escapó por completo a su control; pero cuando, finalmente, en agosto se mandaron las tropas, se les im-
partieron órdenes estrictas de no actuar contra los huelguistas."
Las citas pertenecen a la obra de David Rock, El radicalismo argentino, 1890-1930.
Buenos Aires, Amorrortu, 1977, págs. 138 a 166.
"La actitud del gobierno en la reciente huelga ferroviaria [...] fue de una debilidad absoluta, [...]. [Por] tierna que pue-
da ser la solicitud del poder público con las clases trabajadoras, nunca es admisible que llegue hasta el olvido de las fun-
ciones esenciales de policía que le compete como agente del orden general."
La Nación, 26-8-1917.
"El gobierno parece haber olvidado o ignorar que la prosperidad del país se debe en gran medida a los 22.000 kilómetros
de vías férreas construidas con el capital de las compañías. [...] El gobierno parece haber imaginado que las empresas de
ferrocarriles son una especie de entidad venturosa que debe pagar el costo de todos [sus] experimentos."
Declaraciones de Sir Alfred Bowen,
presidente del Ferrocarril Gran Sur de Buenos Aires, noviembre de 1917.
"Los primeros signos de impaciencia aparecieron cuando el presidente de la Sociedad Rural, Joaquín S. de Anchorena,
ofreció sus servicios al gobierno como mediador; el fracaso de esta tentativa dio lugar a una marejada de coléricas pe-
ticiones exigiendo al gobierno que pusiera fin de inmediato al conflicto. Por último, en la segunda semana de octubre,
se llevaron a cabo en Buenos Aires reuniones de prominentes empresarios bajo la presidencia de Anchorena; se analizó
la posibilidad de declarar un lockout, y aunque al final solo se decidió enviar una delegación a entrevistarse con Yrigo-
yen, era indudable que ahora los empresarios nacionales estaban unidos contra la huelga y eran totalmente leales a las
compañías ferroviarias."
A fines de 1917, ante una sucesión de paros en los frigoríficos de propiedad norteamericana situados en la provincia de
Buenos Aires, "los gerentes de los frigoríficos amenazaron cancelar sus contratos y trasladarse a Uruguay si no se les ofre-
cía plena protección".
En febrero de 1918, ante nuevas huelgas en ferrocarriles, "el representante diplomático británico, Sir Reginald Tower, in-
formó perentoriamente a las autoridades que si no cesaban las huelgas se dejarían sin efecto los convenios sobre venta
de cereales, y el gobierno británico impondría un boicot a los puertos argentinos".
La elite de empresarios locales y el capital extranjero se unieron en mayo de 1918 en la Asociación Nacional del Trabajo.
A la reunión inaugural, celebrada en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, asistieron, entre otros, representantes de los
frigoríficos, los ferrocarriles, las compañías navieras, los importadores y exportadores, la Unión Industrial Argentina y la
Sociedad Rural. La condena a los sindicatos fue unánime. Pero la Asociación tenía fines más amplios que oponerse a las
huelgas y a los sindicatos: combatir al gobierno porque lo consideraba responsable de las huelgas y del desarrollo gremial.
Las citas pertenecen a la obra de David Rock, op. cit, págs. 138 a 166.
En ocasión de las huelgas en los frigoríficos de Berisso y Avellaneda: "Al declararse la huelga [...] de inmediato se en-
viaron infantes de marina para proteger las instalaciones de las empresas [...]. Su presencia fue aprovechada por los ge-
rentes [...] para reclutar esquiroles que, a la postre, dieron por tierra con la huelga".
A principios de 1918 continuaban las huelgas ferroviarias. Torello aprobó un decreto prohibiendo nuevas huelgas en los
ferrocarriles y declaró ante el diario de habla francesa, Le Courier de La Plata, que consideraba a la huelga como "un ver-
dadero acto de traición. [...] Ya hemos soportado bastante y nuestra paciencia llega a su fin. [...] El gobierno no vacila-
rá en adoptar los más rigurosos procedimientos para reprimir estas manifestaciones de mala fe. [Las tropas han sido en-
viadas] con orden de actuar sin escrúpulos indebidos. [...] Los autores de estos excesos serán arrestados sin demora y
puestos a disposición de la justicia".
Las citas pertenecen a la obra de David Rock, op. cit, págs. 138 a 166.
3. Luego de la lectura y análisis reflexivo de los textos, solicite a los jóvenes que resuelvan las
siguientes actividades:
• Identificar los distintos actores intervinientes en los conflictos. Realizar una descripción de ca-
da uno de ellos.
• ¿Qué factores motivan los conflictos que se suceden durante esos años?
• ¿A qué sectores de la economía afectan las huelgas analizadas?, ¿qué relevancia económica y
social tienen esos sectores?
• ¿Cuáles son las estrategias, recursos y formas de organización de cada uno de los actores?,
¿qué capacidad tienen para influir sobre la situación?
• Identificar y caracterizar dos momentos de la política obrera del gobierno de Yrigoyen.
• Identificar en los textos los distintos tipos de poder intervinientes en el conflicto (económico,
político e ideológico) y los actores que lo ejercen.
4. A continuación, pida a los estudiantes que incorporen todos los elementos analizados durante
la actividad anterior en un relato, de no más de tres carillas, que explique por qué el gobierno
radical pasó de una relación de negociación con los trabajadores a una relación de represión.
5. Por último, le sugerimos que, como cierre de la tarea, solicite a los jóvenes que empleen los
materiales ofrecidos y trabajados en esta propuesta y la información que brindan videos, li-
bros de texto y libros sobre el período para confeccionar tres editoriales periodísticos sobre los
acontecimientos de la Semana Trágica. Destaque que las producciones serán destinadas a di-
ferentes medios: a) un periódico obrero, b) un periódico radical y c) un periódico conservador.
Por lo tanto, cada editorial deberá reflejar el particular punto de vista que sobre los aconteci-
mientos tiene cada medio.
1. Germani, Gino. Política y sociedad en una época de transición. De la sociedad tradicional a la sociedad de masas.
Paidós, Buenos Aires, 1962.
1. Murmis, M, y Portantiero, J. C. Estudios sobre los orígenes del peronismo . Siglo XXI, Buenos Aires, 1971.
1. James, Daniel. Resistencia e Integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina. 1946-1976. Sudamericana,
Buenos Aires, 1990.
2. Jones S., Gareth. Rethinking Chartisn. Langages of Class: studies in English working class history. Cambridge, 1984,
pág. 97.
Según James, el peronismo expresó un “poder social herético” que se reflejó en su empleo del lenguaje: por un lado, cier-
tos términos, que traducían las nociones de justicia social y equidad, pasaron a ocupar posiciones centrales en el nuevo
lenguaje del poder; por otro, “términos que antes simbolizaban la humillación de la clase obrera y su explícita falta de
status [...] adquirieron ahora connotaciones y valores diametralmente opuestos”. Un ejemplo significativo reside en las
implicaciones asignadas a la palabra descamisado, que fue utilizada peyorativamente por los antiperonistas y transfor-
mada por el peronismo en la afirmación del valor de la clase trabajadora.
James sostiene que “prestar atención adecuada a la atracción específicamente política del peronismo permite descubrir
un discurso que, no sin poner énfasis en la corrección de las desigualdades sociales y económicas, la asociaba a cierta vi-
sión de la ciudadanía y del papel de la clase trabajadora en la sociedad. Esa visión fue expresada en una retórica dife-
rente y un estilo político particularmente atractivo para los trabajadores argentinos”.
James enfatiza que ”el apoyo que los trabajadores dieron a Perón no se fundó exclusivamente en su experiencia en las
fábricas. Fue también una adhesión de índole política generada por una forma particular de movilización y discurso po-
líticos. Resulta claro que las dos bases de la movilización no deben ser contrapuestas; ciertamente no deben serlo bajo
la forma de la clásica dicotomía entre clases de trabajadores vieja y nueva, tradicional y moderna. [...] La construcción
de la clase trabajadora no implicó necesariamente la manipulación y la pasividad asociadas a la poderosa imagen de las
masas disponibles formulada por Gino Germani [...]. Había en juego indiscutiblemente un proceso de interacción en dos
direcciones y, si bien la clase trabajadora fue constituida en parte por el peronismo, éste fue a su vez en parte creación
de la clase trabajadora”.
Propuesta
1. Solicite a sus alumnos que repasen en libros de texto y enciclopedias el proceso de sustitución
de importaciones y el ascenso del peronismo. Aquí le presentamos algunas consignas para orien-
tar la tarea.
• ¿En qué consistió la sustitución de importaciones?, ¿cuándo y en qué contexto se produce?
• Caracterizar el movimiento de migraciones internas.
• Caracterizar el rol de Perón durante el período1943-46 y su ascenso al gobierno.
2. A continuación pídales que busquen información y que discutan el significado de los siguientes
conceptos: populismo, demagogia, ciudadanía, status, totalitarismo, líder carismático, paterna-
lismo y reformismo.
6. Cuando los estudiantes hayan completado el análisis y la reflexión sobre las diferentes hipótesis
de "formación del peronismo", le sugerimos que solicite la comparación entre estas posturas his-
toriográficas y que luego proponga la confección de una síntesis escrita sobre el debate.
7. Como cierre de esta secuencia de actividades, usted podrá realizar con sus alumnos una lectura
crítica de los libros de texto que ellos utilizan, buscando las distintas líneas interpretativas sobre
los orígenes del peronismo aquí analizadas.
Propuesta
Le proponemos guiar una investigación sobre los jóvenes en los ‘60 y en la actualidad.
1. Para abrir la discusión sobre el tema y a la vez plantear hipótesis o preguntas que puedan guiar
la investigación, a continuación transcribimos una selección de textos en los que se reflexiona
sobre algunas características de ambas juventudes.
El siguiente es un fragmento de una entrevista realizada por José Abadi a Daniel Cohn-Bendit, líder de la revuelta estu-
diantil que tuvo lugar en Francia en mayo de 1968:
Abadi: –Le voy a preguntar al político de h oy la diferencia entre los ideales de los jóvenes de la generación sesentista y
los de los jóvenes de fin de siglo.
Cohn-Bendit: –Nosotros apostábamos a dirigir nuestro destino, ésa era nuestra lucha. Pretendíamos construir aquel mun-
do que anhelábamos. Las preocupaciones de los jóvenes de hoy –ligadas al vacío, el cuidado de la naturaleza o la falta
de trabajo– no eran nuestros fantasmas. Pretendíamos ser los arquitectos de nuestro porvenir. Hoy, ellos le recuerdan a
la sociedad que están aquí, presentes. Y ésta debe darles el sostén material que les permita su desarrollo personal. [...]
Abadi: –¿Tiene conciencia de que la juventud actual, menos atrapada probablemente en la ilusión, tiene poca confianza
en las promesas de los políticos?
El siguiente es un fragmento de una entrevista realizada por Susana Colombo al sociólogo Emilio Tenti Fanfani.
"Periodista. –Tradicionalmente los jóvenes eran contestatarios. Esa rebeldía ¿ya no existe? [...]
Emilio Tenti Fanfani. –Esta juventud es muy cuestionadora también. La diferencia es que no disputa a las generaciones
mayores el poder en la economía, la política, los campos donde mandan. La juventud ha logr ado, por ejemplo, mayores
equilibrios de poder en el ámbito de la vida privada. Hay espacios donde los jóvenes mandan. [...] Hay un mundo don-
de ellos hacen lo que quieren: se visten como quieren, comen lo que quieren, hacen el amor como quieren, cuando quie-
ren y con quien quieren."
Suplemento Zona, Clarín, 19 de julio de 1998.
En una entrevista concedida al diario Página/12 durante 1998, el sociólogo Ricardo Sidicaro sostuvo que en los años ‘60
los jóvenes se socializaban en un contexto que favorecía la participación y el compromiso con las cuestiones públicas. En
cambio, "Hoy vivimos una época muy distinta. Han cambiado muchas cosas y todavía no nos hemos adaptado a los cam-
bios. Estamos en busca de caminos que nos permitan sobrevivir y desarrollarnos con plenitud. Hay desconcierto, incerti-
dumbre frente al futuro, la desocupación parece haberse instalado como algo estructural [...]. Ser joven fue difícil en to-
das las épocas. Pero a diferencia de aquellos momentos en los que la gente creía que el futuro iba a ser igual que el pasa-
do, ahora ni los jóvenes ni los mayores creen que el futuro va a ser igual que el presente. Hay más incertidumbre. Es una
época de riesgo, donde los jóvenes probablemente tengan más interrogantes que los que tuvieron en otro momento his-
tórico. [...] En buena medida, también termina la idea de la civilización del trabajo, la idea de que el trabajo va a orde-
nar nuestras vidas. Eso en otras épocas daba lugar a los jóvenes a preguntarse qué iban a hacer mañana. [...]"
En la década de 1960, el crecimiento económico y los notables avances científico-tecnológicos permitieron un mejora-
miento de las condiciones de vida de importantes sectores de la población mundial. La educación secundaria y universi-
taria se amplió a nuevos sectores y las mujeres hicieron su entrada masiva al mundo del trabajo. El extraordinario desa-
rrollo de los medios de comunicación permitió conocer muy rápidamente los acontecimientos que ocurrían en distintos
lugares del planeta.
Era un mundo optimista acerca de las posibilidades humanas para dominar la naturaleza. No obstante ello, era también
un mundo conflictivo. Existían dos formas contrapuestas de organización de las sociedades: una capitalista, que alcan-
zaba su máxima expresión en los Estados Unidos y en los países de Europa Occidental; y otra socialista, representada
fundamentalmente por la Unión Soviética, los países de Europa Oriental y China. Cada bloque luchaba por extender su
influencia y casi ninguna región del mundo quedó al margen de estas luchas. Los debates en torno a las ventajas y des-
ventajas de cada sistema eran intensas.
Había además muchos otros temas en discusión que alentaban la organización y la lucha: los regímenes autoritarios, el
colonialismo, las relaciones patriarcales en la familia, la discriminación contra las minorías raciales, las desigualdades
entre géneros, la eventualidad de una guerra nuclear... Las luchas exitosas de muchos pueblos por independizarse de la
dominación colonial, la resistencia del pueblo vietnamita, primero contra Francia y luego contra los Estados Unidos, la
emergencia de un régimen socialista en Cuba en las barbas mismas del coloso estadounidense parecieron a muchos con-
temporáneos demostraciones tangibles de la capacidad de los pueblos para vencer los obstáculos más enormes y trans-
formar la realidad.
Éste era el contexto en que los jóvenes se socializaban. Un contexto en el que todo estaba en debate y en el que la gente
consideraba que el mundo de la política no le era ajeno. Los jóvenes se convirtieron en protagonistas de los debates y la ac-
ción. Elaboraron una cultura propia que cuestionaba el orden vigente y cuyos signos más visibles eran el rock, el pelo largo
en los varones, los jeans... Esa cultura se expandió y fue adoptada por las juventudes de importantes zonas del planeta.
Equipo de Ciencias Sociales, Ministerio de Educación, 2000.
2. De los textos seleccionados se desprenden algunos interesantes temas de análisis para desarrollar
con los estudiantes, como “Los jóvenes y la familia”, “Los jóvenes y la política”, “Valores, creencias,
actitudes y prácticas juveniles”, entre otros. Sería provechoso que elija uno de estos temas u otro
que usted considere apropiado y que guíe una investigación para desarrollar la comparación
entre los dos momentos históricos aquí aludidos así como su adecuada contextualización.
Para ello, le sugerimos:
Bibliografía
Margulis M. y otros, La cultura de la noche. La vida nocturna de los jóvenes en Buenos Aires. Biblos,
Buenos Aires, 1997.
Margulis M. y otros, La juventud es más que una palabra. Biblos, Buenos Aires, 1996.
Sidicaro R. y Tenti Fanfani E., La Argentina de los jóvenes. UNICEF-LOSADA, Buenos Aires, 1998.
Cataruzza, A., "El mundo por hacer. Una propuesta para el análisis de la cultura juvenil en los años
‘70". Entrepasados Nº 13, 1997.
Terán, O., Nuestros dorados años sesenta. Sur, Buenos Aires, 1991.
Romero, L. A., Breve historia contemporánea de la Argentina. FCE, Buenos Aires, 1994.
Hobsbawm, E., Historia del siglo XX, 1914-1991. Crítica, Barcelona, 1996.