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Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos A.C.

PROPUESTA DE ENSEÑANZA EXPERIMENTAL

Dr. Martín Hernández Luna


Química. Mercedes Llano Lomas
Facultad de Química U.N.A.M.

1.- Papel de la enseñanza experimental

Diera la impresión que en la actualidad, la enseñanza experimental en la gran


mayoría de los casos, se hace más por obligación que por necesidad. La
posición que ella guarda es como de un añadido a la enseñanza teórica, un
apéndice de las actividades que se realizan en el interior del salón de clases
con el gis sobre el pizarrón. Nos sentimos obligados a dar prácticas de
laboratorio en algunas materias y esto no basta para cumplir con nuestra
responsabilidad

Excepcionales son los casos donde existe un objetivo académico explícito, una
intencionalidad definida de lo que se busca con la enseñanza experimental,
razón por la cual es imposible señalar con precisión, la huella que dejan en los
egresados las más de mil horas que pasan en los laboratorios.

Lo que sí es factible, es enumerar en forma somera y no exhaustiva, las


actividades que llevan a cabo los estudiantes en el laboratorio:
Conocimiento y manejo del material más usual, adquisición de hábitos y
manejo adecuado de los reactivos químicos más comunes de cada disciplina,
empleo de métodos de análisis cualitativo y cuantitativo por vía húmeda,
empleo de algunos equipos instrumentales, empleo de equipos a pequeña
escala similares a los de dimensiones industriales, ejercicios sobre intentos o
demostraciones de algunos conceptos teóricos, etc.

En suma, se ubica al estudiante en una posición pasiva y contemplativa ante


hechos consumados, ante conocimientos “dados”. Su conducta, en el mejor de
los casos, debe llevarlo a demostrar la validez de las leyes escritas.

Por lo que a la participación del profesor se refiere, se puede señalar que con
una marcada frecuencia, el que hacer en los laboratorios, dirigido, diseñado y
orientado por el docente, no es sino la reproducción de lo vivido anteriormente
por el docente mismo.
Nos hemos estado repitiendo a lo largo de los años.

Esta es sólo la manifestación del papel que ha jugado la enseñanza


experimental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, el de ir a la deriva de lo
que acontece en el salón de clases, ya que lo que ahí sucede es por excelencia
contemplativo, si acaso, con buenos resultados para el estudiante
eficientemente receptivo.

Y bien ¿qué posibilidad real existe, sin apariencia ni engaño, de que el


estudiante, el sujeto que aprende, adopte una conducta de adquisición neta,
natural, directa con el objeto de conocimiento, con el objeto de naturaleza
experimental, con el fenómeno químico, fisicoquímico, bioquímico…..?

La enseñanza teórica es y sólo es en esencia pasiva, receptiva, unidireccional,


en el sentido: estudiante, entiende esto que es así, porque es así…En la
enseñaza teórica no tiene cabida el otro sentido. Estudiante, por tus propios
medios, con tus sentidos y con lo que dispones, llega tu solo, como lo han
hecho otros antes también, a la apropiación personal del conocimiento, a la
comprensión del fenómeno en su entera dimensión de causalidad, en los
hechos mismos, en la concreción del tema. Todo esto que no cabe en la
enseñanza teórica, es lo que cabe en lo que es, sólo es y debe ser la
enseñanza experimental.

Bata de contemplar, de repetir, de recibir instrucciones; dejemos de estar


sentados. De pie, manos, ojos, oídos, nariz, a trabajar; a enterarnos de lo que
sucede en las transformaciones de la materia y energía.

Esto es el papel de la enseñanza experimental en el proceso de enseñanza-


aprendizaje: que el estudiante vaya por su propio pie y guiado por el profesor al
encuentro del conocimiento.

El profesor entonces, es esta enseñanza debe garantizar que el fenómeno


natural se muestre se enseñe así mismo ante el estudiante.
En el preciso momento que el fenómeno se enseña así mismo el estudiante lo
aprende.

Es decir, no son dos acciones diferente, sino un mismo acto que le enseñe al
sujeto en acción. Este es el papel a jugar por la enseñanza experimental,
mediante la cual el estudiante relacionará en sus justos términos a la realidad
concreta en términos de leyes o modelos, ya sea mediante el establecimiento
de estas leyes o mediante la aplicación de ellas en la realidad misma, pero por
vía experimental, se le facilitará comprender los conceptos exactos
presentados en la enseñanza teórica; tendrá una visión más realista, ya que
relacionará su origen con su naturaleza experimental. Vista así, la enseñanza
experimental es de primerísima necesidad y cumple un papel indispensable y
bien definido.

2.- Papel del profesor en la enseñanza experimental

Una vez definida la función a desempeñar por la enseñanza experimental,


pasemos ahora a señalar con detenimiento la participación que le corresponde
en ella al profesor.

Las tareas a desarrollar por el personal docente se desprenden de manera


directa de los objetivos ya señalados que persigue la enseñanza experimental.
En este sentido las actividades a desempeñar serán todas de primordial
importancia, ya que de ellas depende el cabal cumplimiento de los objetivos de
esta enseñanza.
La primera de las actividades debe de consistir en la selección de los temas o
conceptos a ser tratados en el terreno experimental selección que debe estar
sujeta a por lo menos dos criterios fundamentales: considerar los
conocimientos más importantes o más formativos de cada asignatura o área y
abordar los fenómenos o conceptos que se presenten mejor para su
comprensión por vía experimental.

Una vez seleccionado el tema o fenómeno, el profesor debe adquirir un


conocimiento y control pleno sobre él en términos teóricos, pero sobre todo en
el aspecto experimental.
El profesor debe entonces enfrentarse directamente con el fenómeno en
cuestión, ponerlo en evidencia, descubrirlo, cuantificarlo con precisión,
manejarlo a voluntad, observarlo desde diferentes posiciones, utilizarlo,
aplicarlo. En suma un intenso y exhaustivo trabajo experimental.

A continuación, la tarea del profesor a desempeñar quizás sea la más compleja


y delicada: el diseño y la organización de la “práctica del laboratorio”. Esto,
debido a que en él recae el papel primordial por excelencia, que consiste en
garantizar el cabal cumplimiento del objetivo que se persigue en la enseñanza
experimental: permitir que el estudiante se enfrente directamente al fenómeno,
vaya a su encuentro. Lo consiga y se lo apropie.

Esta tarea por excelencia magisterial, se inicia con la definición precisa del
objeto de conocimiento a ser aprendido por el estudiante, es decir, lo relativo al
tema o fenómeno previamente seleccionado. En torno a este objeto de
conocimiento y en función de él, se conceptualiza y se diseña o selecciona el
equipo necesario de laboratorio, se establecen las condiciones de operación,
se define la secuencia de eventos iniciales que el estudiante debe llevar a
cabo, se establece la información estrictamente necesaria a transmitirle al
estudiante y se elabora una guía, una serie de cuestionamientos que impidan
que el sujeto se aleje de la meta buscada. Guía que permita introducir al
estudiante a encontrar él mismo el objeto preciso de conocimiento

En este diseño de la enseñanza experimental, debe verterse toda la


experiencia didáctica, técnica y científica que posea el profesor y debe
materializarse por vía escrita dando lugar a documentos autosuficientes que
garanticen los beneficios esperados y alcanzables de la enseñanza
experimental.

La presencia del docente, con el rango de primer actor, debe darse en la


concepción, diseño y elaboración por escrito de la “práctica de laboratorio”

Durante la realización de la práctica por el estudiante, debe estar ausente el


profesor. Esto, con el objeto de no interponer nada ni nadie entre el objeto que
aprende y el objeto a conocer. Esta ausencia debe entenderse en términos
didácticos y no una ausencia física en el laboratorio.

Podemos señalar aquí también, el contraste con la enseñanza teórica donde


encontramos entre el objeto central de conocimiento y el sujeto que aprende,
por lo menos tres intermediarios: el autor del libro, el estudiante mismo y el
profesor que usa el libro.

3.- El papel del estudiante en la enseñanza experimental

Su punto de partida es la lectura del documento o de la guía del trabajo


experimental a realizar. El estudiante debe entender con precisión el objeto
importante que se persigue en cada trabajo, el de adquirir un conocimiento
dependiente de los materiales, equipos e instrumentos a emplear, así como el
manejo seguro y confiable. En general debe estar en condiciones de emplear
en forma eficiente los utensilios e instrumentos y materiales a su disposición.
Una vez cumplida esta etapa, el estudiante realizará pruebas experimentales
sugeridas en la guía de trabajo, observando y midiendo por lo menos los
puntos señalados en ella.

A partir de estas condiciones, obtener en forma personal y directa juicios donde


el estudiante debe establecer con una serie de preguntas sugestivas escritas
las relaciones de causalidad en el sistema bajo estudio. Esta interacción de la
relación causa-efecto está puesta en evidencia por la presencia de un
fenómeno bien definido y caracterizado, debe ser un acto de libre albedrío del
estudiante. El sólo, debe percatarse de la existencia del fenómeno, debe de
encontrarlo justo ahí donde se encuentra, experimentando en y con la
naturaleza misma. Este es el papel a jugar por el estudiante, esta es su actitud,
activa por excelencia. En esta forma adquiere ese conocimiento preciso
previamente seleccionado por el profesor. Lo adquiere con asombro y con gran
placer.

4.- Algunos lineamientos para la elaboración del guión de la enseñanza


experimental

El conjunto de reflexiones antes vertidas en este documento, nos lleva a la


dificultad o bien imposibilidad de emplear el término “practica del laboratorio”, al
documento que sirve de guía a la enseñanza experimental. Esto, debido a que
en un sentido estricto, no se busca el practicar o poner en práctica alguna
actividad en forma repetitiva, razón por la cual se propone llamar a dicho
documento, guión de enseñanza experimental.

El guión debe tener un titulo apropiado al objetivo didáctico que se persigue.


Objetivo didáctico que a su vez, debe iniciar el texto del documento con una
extrema precisión en forma clara y concisa.

Todo el documento debe entonces elaborarse en función del objetivo; debe ser
un documento autosuficiente para garantizar ese objetivo. Debe incluir la
información suficiente y necesaria que permita al estudiante experimentar y
transitar hacia la adquisición del conocimiento.

Ahora bien, respecto a la forma o estructura del guión, ésta pudiera verse al
equivalente al de cualquier problema que aparece en los libros de texto. La
elaboración del guión no es sino la elaboración de un problema que debe
resolverse por vía experimental; un problema que no se resuelva solo mediante
un cálculo, sino mediante las actividades experimentales llevadas a cabo por el
estudiante, actividades de observación, medición, constatación, análisis e
interpretación de eventos.

Y como todo problema que se elabora, su planteamiento debe tener un cierto


grado de complejidad, mismo que de ninguna manera impida su solución.

Este grado de complejidad o dificultad de un problema en el terreno


experimental, pudiera medirse como la distancia a la cual se ubica al estudiante
respecto al fenómeno que debe encontrar, mediante las instrucciones y el
cuestionario contenidos en el guión.

Es decir, con el guión de trabajo experimental lo que se pretende es guiar y


acercar al estudiante hasta una cierta distancia, para que él desde ahí, por su
propio pie, de los dos o tres últimos pasos y llegue al punto deseado, entre en
contacto con el fenómeno, resuelva el problema planteado, o lo que es lo
mismo, se cumpla el objetivo de la enseñanza experimental

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