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Fabian Schejtman
Nieves Soria
Diciembre 2017
La forclusión del agujero
Entrar en relación con un sujeto autista no es fácil, requiere un esfuerzo sostenido para
superar ese imposible que instaura lo real. Muchos autistas aún no han logrado una
solución o invención a medida lo suficientemente buena que les posibilite hacer frente a
la invasión de goce que les resulta de lo relacionado con la voz o la mirada, goce no
J.-A. Miller destaca que si aceptamos la idea de que los niños autistas están sumergidos
en lo real, ellos nos enseñan algo, precisamente, sobre que es ese real que tratamos de
explorar. …ellos tienen acceso a esa dimensión terrible en la que nada falta porque nada
puede faltar. No hay agujero, de modo que nada puede ser extraído para ser puesto en ese
agujero -que no existe. Esto es lo que provoca en estos niños crisis de angustia increíbles,
por ejemplo, cuando están frente a una puerta… en el registro de lo real no hay agujero…
(Laurent, 2013 pag.81) Continua más adelante: “Por mi parte propondría hablar de
forclusión del agujero, si se acepta extender la forclusión hasta este punto”. (Laurent,
2013 pag.82)
Si hay forclusión del agujero, no hay borde simbólico que delimite dicho agujero, ni
zonas erógenas, limites corporales, imagen del cuerpo y por tanto una unidad corporal.
Como se infiere no pasan por el estadio del espejo, no se da ese pasaje que decía Freud
del autoerotismo al narcisismo. Si hay vacío no hay dimensión arriba- abajo, adentro-
tanto “zona fronteriza, que puede ser franqueada, es el lugar donde pueden producirse
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En este sentido el cuerpo del autista constituye un límite corporal muy difícil de superar,
límite en tanto neo-borde. “Hace falta siempre cierto tiempo -variable según los casos-
después de que algo se haya podido enganchar para que este neo-borde se afloje, se
desplace, constituyendo un espacio – que no es del sujeto, ni del Otro- donde puede haber
intercambios de un nuevo tipo, articulados con otro menos amenazador. (Laurent, 2013
pag.84)
La clínica con autistas testimonia como el sujeto llega rechazando todo contacto, teniendo
un borde que es casi el contacto con su cuerpo, que no se puede atravesar, no se puede
entrar en contacto más alla de ese límite, más alla de ese borde.
Por su parte Silvia Tendlarz nos habla de establecer un Lazo sutil, ubicar el
funcionamiento singular, con sus objetos, con sus intereses, con sus repeticiones, y así
Para sujetos que carecen de límites y de borde ¿cómo instrumentar un límite, no a partir
de un aprendizaje, el que sea, sino construyendo una cadena singular que amalgame
retomemos lo que planteaba Lacan sobre la clínica nodal en tanto que otra forma de ver y
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Del nombre del padre al padre que nombra
Hacia el final del seminario RSI la nominación terminara siendo el cuarto eslabón que
anude los otros registros Real, simbólico e imaginario. Se produce un cambio de posición
respecto al Nombre del Padre, pasando a ser uno más entre otros. “Yo reduzco el nombre
del padre a su función radical que es dar un nombre a las cosas, con todas las
particularmente hasta en el gozar” (Lacan, 1975, pag. 105). Eso implica que la
nominación deje de ser solo simbólica y que los tres registros sean homogéneos.
Proponiendo, retomando a Freud, una nominación Real que es la angustia, una simbólica
Tal es la vía que se abre sobre el final del seminario 22, la que conduce a situar la
nominación, en tanto que cuarto término capaz de enlazar de modo borromeo los tres
un espacio allí también para lo imaginario y lo real, ¿por qué no distinguir una
nominación imaginaria, una real, y una simbólica? (Schejtman, 2013, pag. 76).
El sinthome que como cuarto nudo sutura (o intenta suturar) la falla estructural, no es ni
real, ni imaginario, ni simbólico, y por su función de ex -istencia hace que los registros se
estar por fuera de, pero a su vez hacer existir lo que queda por fuera de.
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En RSI intentará dar a la ex -istencia un estatuto lógico y topológico, indicando que es
por su naturaleza lo que gira alrededor de lo consistente pero que forma un intervalo y
Y posteriormente dirá que el goce ex - iste al falo, habiendo un real del nudo que no
depende de su trenzado, aunque no se haga esa figura en el pizarrón esa figura ex -iste.
Hablar de la existencia del Nombre del Padre implica referirse a la topología del nudo
de este anudamiento, aunque no quiera decir que el Nombre del Padre sea real, ni que la
nominación sea real. Sin embargo, Nombre del Padre y real remiten el uno al otro por el
sesgo de la nominación.
(nombres) que no hay Uno que le convenga, salvo el Nombre de Nombre de Nombre. No
hay Nombre que sea su Nombre propio-nombre, salvo el Nombre como existencia”.
(Lacan, 1974)
Esto puede abrir a pensar la clínica y las intervenciones con el autismo de otra forma,
aunque en el campo del autismo es difícil hablar de nominación en tanto que función,
nombre a lo largo del análisis, hasta que uno sea lo suficientemente consistente como
para anudar de forma más duradera. Se puede ver cómo se pueden marcar tiempos del
análisis que implican nominaciones diferentes para un mismo paciente, y por tanto
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“Del fondo indiferenciado de las cosas las actuaciones surgen como efectos, mas solo
para volver a diluirse o solo tomar la forma de aquello que acontece” (Julien, 199, pag.
32)
Un buen ejemplo lo da el caso Robert de Rosine Lefort o también conocido como “El
lobo”. De lo mucho que se ha escrito desde Lacan, Miller, Laurent y Maleval, voy a
momento en que una enfermera le dice a Rosine Lefort, a su llegada “con este niño es un
infierno”. (Miller, 2014 pag.17) Vayamos muy rápidamente al estado final luego del
tratamiento, cuando una enfermera le comenta a Rosine que “este niño es adorable”.
(Miller, 2014 pag. 17). Del infierno a la adoración se podría llamar esta transformación
que opero por el tratamiento. ¿Tratamiento de que? Entre varias cosas que son
ejemplificantes al trabajo con niños autistas, a lo que podría llamarse la auto nominación
por parte de Robert con el sintagma “el lobo” y los efectos de pacificación y anudamiento
que se generan.
real. Debemos diferenciar plantea (Seijas 2017) cuando se trata de un fragmento frente al
cual el sujeto halló una respuesta que podríamos definir como satisfactoria, equilibrada, y
cuando se trata de un real que busca arrasar con esta respuesta y que inevitablemente
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El analista maniobra para no quedar identificado a este último real, alojando la
singularidad, pero a su vez intentará, agujerear, o sea, presentará un modo inédito del
¿Se puede hablar de sinthome en el autismo cuando lo que se produce es una operación
la relación con el Nombre del Padre? Por supuesto, se puede decir que el Nombre del
Padre, aislado como principio organizador del espacio del Otro como tal, garantía del
Otro como tal, por supuesto no tiene ninguna vigencia, aún más cuando es un sujeto que
está hundido en un espacio sin agujeros. No solamente este espacio no tiene agujeros,
sino aún más, ningún principio organizador que sería el equivalente a un punto de fuga,
que sería una geometrización, que podría permitir una geometrización del espacio.
incluye un cuarto elemento que anuda a los otros tres de determinada manera y su función
En RSI Lacan dice que “la nominación es la única cosa que estamos seguros hace
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Tomando el concepto de Laurent de forclusión del agujero, la función de nominación
en la estructura autista, bordes que permitan fundar campos de goce en los registros hasta
Ricardo Seijas brinda otro ejemplo de autonominación, que funciona como anudamiento
durante cierto tiempo del análisis, retomando un caso presentado por Gustavo
Slatopolsky:
“En los comienzos de su pasaje por el taller de la palabra, Ignacio presenta una
posición cerrada de rechazo al Otro: arrumbado sobre el suelo en un rocking
incesante, en una decisión que lo deja por fuera de la ronda de los otros, no acusa
recibo de la invitación por parte del coordinador a decir su palabra.
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Por último, nada de simbólico? Pero si Ignacio detecta perfectamente el llamado del
Otro, como sería posible sin que hubiera algún simbólico en juego?
Entonces: hay registros, y si seguimos nuestros axiomas, hay cuarto, hay sinthome:
dónde lo ubicaríamos? En lo que es su modalidad de respuesta al Otro: el rocking…
(Seijas, 2016)
2017), presentó este caso, en donde ahondaba en la singularidad del “rocking” pasando de
todo el trabajo con ese “rocking” sinthome, finalmente Ignacio logra dejar de hacer -ser
“rocking” todo el tiempo, establecer un lazo sutil con el resto y manifestar interés por
otras cosas. A su vez en esa presentación en las Jornadas de las Cigarra, Seijas plantea un
trabajo muy interesante sobre los nudos en el autismo y sus posibles anudamientos, que
No quedan dudas entonces que se pueden escribir las maniobras del analista en la clínica
con autistas, como una cadena nueva que se agrega al nudo inicial, en tanto que analista
sinthome.
Considerábamos cada rasgo de presentación del parlêtre autista como modos del cuarto.
Con la singular cualidad que los sujetos autistas no cuentan con una sola solución, sino
con un enjambre de ellas: a cada fragmento de real que se le presenta (que decidimos
escribir como quinta cadena) responden de distinto modo. Entonces, estos rasgos no
implicarían una presencia del goce absoluto, de una inmersión en lo real, sino por el
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El uso del nudo nos permitirá ampliar el abordaje clínico del autismo. “El nudo
La escritura del nudo nos permite localizar campos de goce, la función de nominación
Por su parte Marita Manzotti con su dispositivo soporte plantea siguiendo los tres tiempos
“ La localización (vía nominación) de ese modo de tratamiento del cuerpo, del goce
y del Otro, su “autoconstrucción”, habilitan la vía de la intervención, operando un
vacío que apunta a lo real en la sorpresa.
“El desviador” fue la nominación que posibilitó en el caso del niño, con el que
iniciamos esta comunicación, la intervención. Una espera anticipada regida por la
introducción de desvíos de mensajes, objetos, miradas, que los múltiples
intervinientes en el dispositivo realizaron, produjo un detenimiento en los
recorridos. Sorprendido se quedó mirando lo que pasaba y en acto comenzó a
intervenir con el cuerpo y las palabras ordenando el destino de lo desviado.
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“Nombrar pueden ustedes también escribirlo N´hombrar nombrar, decir, es un acto”
maniobras del analista que, con el consentimiento del sujeto autista, introduzcan un no a
estarán orientadas a producir una negativización, una hiancia en el espacio sin agujerear
En este sentido, la nominación es una operación que apunta a producir bordes que se irán
desplazando cada vez más de las primitivas series iterativas, produciendo, a la vez, un
efecto de escritura, para acto analítico mediante introducir algo más del parletre en
especial en casos de autismo grave que están más cercano al ser vivo (donde es muy
alienación.
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Bibliografía
Autores varios: Estudios sobre el autismo II. Diva. Buenos Aires, 2015.
Lacan, J., El seminario. Libro 23: “El sinthome”, Paidós, Buenos Aires, 2006.
Laurent, E. Hay un fin de análisis para los niños. Buenos Aires, 2003.
Schejtman, F., “Acerca de los nudos”, en Schejtman, F., Mazzuca R. y Zlotnik, M., Las
dos clínicas de Lacan. Introducción a la clínica de los nudos, Tres Haches, Buenos Aires,
2000.
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Schejtman, F., Sinthome: ensayos de clínica psicoanalítica nodal, Grama, Buenos Aires,
2013.
Seijas, R. Mas alla del nudo de Lacan: inventar una escritura para el psicoanálisis del
2016.
Soria Dafunchio, N., Confines de las psicosis. Serie Del Bucle. Buenos Aires, 2008
Soria Dafunchio, N., Nudos del análisis. Serie del Bucle. Buenos Aires, 2013.
Soria Dafunchio, N., ¿Ni neurosis ni psicosis? Serie del Bucle. Buenos Aires, 2015.
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