AMERLINCK TEODORO (1962), Sismos en la ciudad de Méjico, Ed.

Luz,

Según: AMERLINCK, nuestro país , por tener, en la ciudad de Méjico, un suelo muy sujeto a
hundimientos y por estar situado en una zona sísmica, tiene el deber de que sus técnicos estudien
profundamente tales problemas, y el que los mismos no están faltando a él, lo demuestra que
personas como el señor doctor don Leonardo Zeevaert, junto con el señor su hermano, don
Adolfo, uno de los constructores de la torre latinoamericana; sea universalmente reputado como
persona de las más conocedoras en esas materias y es, justamente, gracias a él, que se han
obtenido los datos que se refieren al último temblor, y es también quien superviso la colocación
de tres sismógrafos en edificios importantes de esta ciudad, así como los deformimetros
instalados en la torre latinoamericana y que esta compañía costio, pues conoce la importancia de
tales estudios, no solo para el bien propio de sus edificios, sino para el general de la nación
(AMERLINCK 1962, 7).

Ficha 4-10