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Facultad de Ciencias Sociales

Profesor Titular: Francisco Javier García Espinosa

Grado en Seguridad
Asignatura; Seguridad Física, Lógica, Electrónica y
de Personas

TEMA 1.- SEGURIDAD FÍSICA. LOS MEDIOS TÉCNICOS DE


SEGURIDAD Y PROTECCIÓN
Francisco Javier Espinosa García

1.- INTRODUCCIÓN
2.- CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS ................................................................... 4
2.1.- CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS: MEDIOS TÉCNICOS ACTIVOS .......... 4
2.2.- CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS: MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS........... 4
3.- LA GARANTÍAS DE CALIDAD. NORMALIZACIÓN ............................................................. 5
4.- LOS TIPOS Y MEDIOS DE PROTECCIÓN ............................................................................ 6
5.- CONTROLES DE ACCESO ..................................................................................................... 8
5.1.- EFICACIA DE UN CONTROL DE ACCESO ...................................................................... 10
5.2.- CLASIFICACIÓN DE LOS CONTROLES DE ACCESO .................................................... 11
5.3.- CONTROL DE ACCESOS DE PERSONAS ....................................................................... 12
6.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: CERRADURAS Y ELEMENTOS DE CIERRE.......... 14
6.1.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: PUERTAS ACORAZADAS Y BLINDADAS ......... 17
6.2.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: ESCLUSAS DE PASO .......................................... 20
6.3.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: TORNOS ............................................................... 23
6.4.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS .......... 24
6.4.1.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: ESCLUSAS DE VEHÍCULOS .................... 25
6.4.2.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BARRERAS DE DETENCIÓN DE
VEHÍCULOS................................................................................................................................ 26
6.4.2.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BARRERAS LEVADIZAS .......................... 26
6.4.3.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BOLARDOS ............................................... 27
6.4.4. CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BARRERA ABATIBLE ANCLADA AL
TERRENO (BAP) ........................................................................................................................ 28
7.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: VALLADOS ................... 28
7.1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: MUROS ...................... 30
7.2.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: ALAMBRADAS Y
CONCERTINAS .......................................................................................................................... 31
7.3.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: VERJAS Y
EMPALIZADAS .......................................................................................................................... 31
8.- MEDIOS DE PROTECCIÓN DE VALORES: CAJAS FUERTES .......................................... 32
8.1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN DE VALORES: CÁMARAS ACORAZADAS ....................... 35
7.- BIBLIOGRAFIA...................................................................................................................... 38

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1.- INTRODUCCIÓN

Los medios técnicos de seguridad son todos aquellos dispositivos, materiales, equipos
y sistemas que pueden ser empleados por el componente humano del Sistema de
Seguridad, para, mediante el empleo de una serie de medidas de optimización y
coordinación entre ambos, evitar o al menos minimizar los resultados del acaecimiento
de un factor de riesgo.

Generalmente podemos distinguir entre medios técnicos utilizados para reducir la


probabilidad o las consecuencias del acaecimiento de factores de riesgo consecuencia
de:

Incendios.

Actividades sociales.

Actividades antisociales.

Nos centraremos, fundamentalmente, en los medios comúnmente más empleados para


prevenir aquellos riesgos consecuencia de actividades antisociales. Entre los
principales podríamos citar:

Robo.

Hurto.

Atraco.

Atentado.

Secuestro.

Sabotaje.

Vandalismo.

Acceso indebido a información.

Alteración desautorizada de información.

En general, los medios técnicos de protección se dispondrán directamente relacionados


con los tipos de riesgo y amenazas ante los que han de enfrentarse, atendiendo a la

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previa evaluación de éstos y de acuerdo con la decisión final al respecto de la asunción,
traspaso o reducción de estos riesgos y sus correspondientes amenazas.

2.- CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS

La más extendida de las clasificaciones de los medios técnicos es aquella que distingue
entre medios de protección activos y medios de protección pasivos. Sin embargo, no
debemos centrarnos únicamente en una estructuración cerrada, ya que en muchas
ocasiones la frontera entre ambos tipos es notablemente difusa, sino que debemos
estudiar todos ellos como un conjunto ordenado y coordinado de medios, con el objetivo
común de reducir la vulnerabilidad del bien, persona o información objeto de protección

2.1.- CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS: MEDIOS TÉCNICOS ACTIVOS

Son todos aquellos equipos, elementos, dispositivos y sistemas basados en tecnologías


electrónicas o electromecánicas que contribuyen al incremento del nivel de seguridad
de un determinado entorno, reaccionando ante la materialización de un factor de peligro
y proporcionando la adecuada protección al bien, persona o información. Por regla
general cumplen funciones básicas de detección y evaluación, y en menor medida de
disuasión.
Fuente : http://tucsegur.es/

2.2.- CLASIFICACIÓN DE LOS MEDIOS TÉCNICOS: MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS

Son el conjunto de elementos y sistemas de tipo físico o con soporte mecánico


pertenecientes al Sistema de Seguridad, tendentes a ofrecer la seguridad adecuada al
bien o bienes determinados, presentando un obstáculo o impedimento al agente
agresor. Fundamentalmente desempeñan funciones de prevención, disuasión y retardo

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del agente dañino. A su vez, podemos dividir los medios técnicos pasivos en dos
grandes grupos, que son los siguientes:

Medios físicos: materiales, elementos y sistemas de carácter pasivo que se


utilizan como protección básicamente arquitectónica y no móvil practicable.

Medios mecánicos: elementos, dispositivos y sistemas de carácter pasivo que


se utilizan como protección básicamente arquitectónica y móvil practicable.

Fuente : http://tucsegur.es/

3.- LA GARANTÍAS DE CALIDAD. NORMALIZACIÓN

Tres son los principales y más utilizados conceptos en lo que se refiere a controles de
calidad. En primer lugar, tenemos la normalización, que es aquella comprobación que
realiza un laboratorio autorizado por el Ministerio de Industria mediante la que se
certifica que un aparato, sistema o componente cumple las normas que el fabricante ha
dado.

Otra noción diferente es la certificación, proceso que se realiza individualizadamente


para cada aparato, componente o sistema, y en el que un laboratorio, también autorizado
por el Ministerio de Industria, comprueba que aquel se atiene a las condiciones fijadas
por el propio Ministerio.

Por último, en la homologación, el mismo Ministerio mantiene un control sobre la


producción.

A efectos de que estas garantías sean lo más eficaces y reales posibles, se trata de que
estas certificaciones se realicen de acuerdo a normas lo más rigurosas, exactas,
precisas y conocidas posibles. Aunque en la actualidad la tendencia es a una lógica
unificación y estandarización de normas, coexisten aún hoy en día infinidad de ellas,
teniendo prácticamente cada país las suyas propias.

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Entre las más importantes tenemos:

Normas UNE (Principal norma española).

Normas ISO (Norma internacional).

EN (Norma europea).

DIN (Norma alemana).

BSI (Norma británica).

AFNOR (Asociación francesa de normalización).

ANSI (Norma estadounidense).

ASTM (Norma estadounidense).

SIS (Norma sueca).

JIS (Norma japonesa).

NP (Norma holandesa).

El principal organismo encargado de verificar las diferentes certificaciones conforme a


la norma UNE en España es AENOR, el cual marcará los productos certificados con sus
etiquetas específicas:

Marca AENOR. Marca de conformidad con normas UNE que definen las características
de seguridad y de aptitud a la función que deben cumplir los productos.

Marca AENOR de seguridad. Marca que atestigua que un producto cumple con las
características de seguridad especificadas en las Normas UNE correspondientes, o con
documentos de armonización que definan las características mínimas de seguridad en
desarrollo de las directivas comunitarias.

4.- LOS TIPOS Y MEDIOS DE PROTECCIÓN

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Según se ha visto con anterioridad, el objeto de la seguridad se centra en reforzar la
vulnerabilidad ante los diferentes riesgos. La vulnerabilidad ante un riesgo determinado
presenta diferentes aspectos o facilidades para que dicha amenaza se materialice. En
general, cualquier riesgo está afectado de alguna de las siguientes vulnerabilidades
básicas:

• Acceso indebido de personas.


• Acceso indebido de objetos o materiales.
• Intrusión.
• Agresiones y coacciones a personas.
• Acceso telemático indebido.

Sin embargo, no se puede afirmar que las vulnerabilidades descritas se relacionan


unívocamente con los principales riesgos anteriormente descritos, sino que cada
vulnerabilidad puede ser origen de distintos riesgos.

Gráficamente lo podemos apreciar en la siguiente tabla:

ACCESO
ACCESO DE AGRESIÓN ACCESO
RIESGOS INTRUSIÓN OBJETOS
PERSONAS COACCIÓN TELEMÁTICO
MATERIALES

Robo

Hurto

Atraco

Agresión

Secuestro

Sabotaje

Vandalismo

Consulta
desautorizada
de
información

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Alteración y
destrucción de
información

Fuente: Elaboración propia

Los dispositivos de seguridad atienden a cubrir las vulnerabilidades, aunque en su


diseño se piense en atender riesgos. Lo que se persigue cubriendo estas
vulnerabilidades es el llamado efecto de punto de palanca, mediante el cual, actuando
sobre un factor concreto, estamos reduciendo la probabilidad de un mayor número de
riesgos o amenazas.

Tipo de protección: conjunto armónico de medidas de seguridad dispuestas para


oponerse a una vulnerabilidad básica. Se pueden considerar, por tanto, tantos tipos de
protección como vulnerabilidades, es decir, existen protecciones ante acceso de
personas, acceso de materiales u objetos, intrusión, agresiones y coacciones y acceso
telemático. Dada su complejidad y especificidad, y la importancia que adquiere en la
sociedad actual, llamada frecuentemente sociedad de la información, este último punto
será tratado más adelante.

Los tipos de protección a disponer se basan en la utilización conjunta y coordinada de


medidas organizativas, medios humanos y medios técnicos. El estudio de estos últimos,
atendiendo a las distintas vulnerabilidades a las que hacen frente, será la estructura de
estos contenidos.

5.- CONTROLES DE ACCESO

Los sistemas de control de accesos surgen de la necesidad de tener que proteger un


área o un recinto en general, del acceso indebido de personas, vehículos u objetos.

La diferencia entre un acceso indebido y una intrusión, radica en que en el primero, dicho
acceso se produce aprovechando los accesos naturales y reglamentados, utilizados por
el personal autorizado, mientras que en la intrusión el agente agresor se introduce en la
zona objeto de protección por cualquier otro punto distinto de los controles de acceso
fijados, que son los oficiales y/o legales.

El control de accesos es una de las actividades humanas que ha estado constantemente


presente en la vida del hombre, desde la antigüedad. Como su propio nombre indica, el

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tratar de controlar el acceso de algo o alguien a unos bienes determinados, es una
necesidad que el ser humano experimenta a lo largo de toda su historia.

A través del tiempo y la evolución tecnológica se ha pasado de los más primitivos


sistemas a los más sofisticados, como pueden ser los actuales sistemas de
identificación biométricos.

Podemos definir el control de accesos como el conjunto coordinado de medios


humanos, medios técnicos y medidas organizativas encaminadas al tratamiento de
entradas, salidas o presencia de personas, objetos o vehículos en un recinto, de acuerdo
con unos criterios establecidos con anterioridad. Este control, o diferenciación entre
personal o material autorizado y no autorizado, es vital para la mayoría de los sistemas
de seguridad.

Hay tres formas fundamentales de llevar a cabo el control de accesos de personas:

Mediante una credencial material, es decir algo que el objeto o sujeto que se intenta
controlar posee (por ejemplo una llave o una tarjeta).

Mediante una credencial de conocimiento, o sea algo que se sabe (como una clave de
acceso o una combinación).

Mediante una credencial personal, alguna característica biológica individual


(reconocimiento de voz, huella digital).

En lo que se refiere al control de objetos y materiales, estos podrán ser portados por
personas, haber sido enviados por correo o haber sido abandonados dentro del área a
proteger.

Para cada uno de estos casos concretos estarán previstos diferentes procedimientos
de control de paso o de aislamiento.

Fuente : http://tucsegur.es/

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5.1.- EFICACIA DE UN CONTROL DE ACCESO

Hay dos índices que nos permiten evaluar y medir la eficacia de un control de accesos:
el índice de falsos positivos (IFP) y el índice de falsos negativos (IFN).

El IFP: cociente entre identificaciones erróneas positivas (número de personas a las que
se les ha permitido acceder al recinto sin estar autorizadas) y total de identificaciones
positivas, obviamente cuanto mayor es este índice, mayor es la posibilidad de que una
persona u objeto no autorizado pueda acceder a la instalación protegida.

El IFN: cociente entre identificaciones erróneas negativas (personas autorizadas a las


que se les ha prohibido el acceso) y las identificaciones negativas totales, cuanto mayor
sea este otro índice mayor será la probabilidad de denegar el acceso al interior de la
instalación de personas u objetos autorizadas, con las molestias que estas situaciones
conllevan.

Ambos índices son opuestos y estarán estrechamente ligados a la sensibilidad


requerida para un control de accesos dado. Según el estudio de riesgos realizado para
el recinto a proteger, se requerirá un nivel de sensibilidad determinado, que conllevará
un IFP y un IFN específico. Habrá que tener en cuenta, además, otro parámetro de
especial importancia, el tiempo de paso, o tiempo transcurrido entre que una persona,
objeto o material inicia su identificación, hasta que se le permite su acceso a la
instalación.

Gráficamente podemos representar las interrelaciones existentes entre todos estos


conceptos tratados:

Fuente: http://tucsegur.es/S1 Sensibilidad

Todos estos parámetros estudiados variarán en función de los medios empleados, tanto
técnicos como humanos, así como de las medidas encaminadas a optimizar su empleo.

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5.2.- CLASIFICACIÓN DE LOS CONTROLES DE ACCESO

No existe una única y definitiva clasificación que nos permita una compartimentación
definitiva de los controles de acceso, ya que dependiendo del criterio que empleemos
para realizarla obtendremos resultados diferentes. De todos modos, la clasificación más
empleada es aquella que se realiza atendiendo al objeto que se debe controlar, así
distinguiremos:

• Control de accesos de personas.


• Control de accesos de objetos y materiales.

Por ser, como ya se ha reseñado, ésta la clasificación más universalmente empleada,


será en la que nos basaremos para realizar un estudio de los medios técnicos más
empleados.

Un caso particular del primero, pero que, debido a su importancia y características


específicas, con frecuencia se separa y estudia individualmente, es el control de accesos
de vehículos. En este módulo, no obstante, se considerará, y se estudiará, dentro del
grupo general de los controles de acceso encaminados a personal, aunque en realidad
no es más que una combinación de los dos tipos de control de accesos.

Otro criterio de clasificación que se debe estudiar por separado es aquel que atiende a
la interrelación entre los diferentes puntos de control. De esta manera podemos
diferenciar entre:

• Controles de acceso de configuración local o autónoma.


• Controles de acceso de configuración centralizada.

La primera configuración ofrece como principales ventajas su rapidez de respuesta y su


menor coste económico, aunque por el contrario presenta una menor flexibilidad, no
permitiendo personalizar las tarjetas de visita, y estando incapacitada para realizar
ciertas funciones, tales como el anti-doble paso en puntos distintos simultáneamente, o
el establecimiento de un control de presencia eficaz en tiempo real.

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Estos inconvenientes los resuelve la configuración centralizada que, además permite la
obtención de una elevada cantidad de información adicional, si bien requiere de un
considerable desembolso económico.

Ejemplos de otros criterios empleados y sus correspondientes clasificaciones son los


que veremos a continuación.

Según la misión a desempeñar:

• Control de entradas.
• Control de salida.
• Control de presencia.
• Sistemas mixtos

Según área a controlar:

• Control de acceso principal.


• Control de acceso a área sensible.

Según el número de puntos de control:

• De un único punto de acceso.


• De múltiples puntos de acceso.

Según los medios empleados:

• Automático.
• No automático.

5.3.- CONTROL DE ACCESOS DE PERSONAS

Objetivos y funciones

Podemos distinguir entre dos tipos de objetivos, unos primarios, que deben alcanzar
cualquier control de accesos en todo momento y son, por lo tanto, irrenunciables; y otros

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secundarios, que son aconsejables que cumpla el sistema, ya que aportan calidad al
mismo.

Dos son los objetivos primarios de un control de accesos de personas:

• Identificar a las personas que intenten acceder o salir del recinto a controlar.
• Impedir el paso de las personas no autorizadas.

Por otra parte tenemos los anteriormente citados objetivos secundarios, que son:

• Obtener información del tráfico resultante.


• Establecer un control de presencia y estancia eficaz.
• Conocer instantáneamente los intentos de acceso no autorizados.

Para alcanzar de forma satisfactoria estos objetivos, el control de accesos debe contar
con los medios, tanto humanos como técnicos, y las medidas organizativas adecuadas
que le permitan llevar a cabo una serie de funciones básicas que citamos y explicarnos
sencillamente a continuación:

• Identificar. Comprobando y verificando con la mayor veracidad posible la


personalidad del individuo que intenta acceder al área o recinto protegido.
• Inspeccionar. A fin de que no sea introducido en el interior del recinto ningún
objeto o sustancia expresamente prohibida o que suponga un riesgo potencial
no asumible por la empresa.
• Autorizar. Permitiéndole el acceso al recinto si la persona ya identificada está
facultada para ello.
• Acreditar. Mediante algún distintivo visible que indique su condición de persona
autorizada al acceso.
• Controlar. Sabiendo, en todo momento, el personal que se encuentra en el interior
del recinto, y en qué condiciones de estancia se encuentra.

Una vez vistos los objetivos del control de accesos de personas y las funciones
mediante las cuales se alcanza, y antes de pasar a los medios técnicos utilizados más
comúnmente para realizar dichas funciones, citemos un medio de apoyo altamente
eficaz que nos facilitará los procesos de autorización y control del personal: se trata de
la matriz de accesibilidad, que no es más que un instrumento que nos permitirá asociar
las distintas áreas de acceso con los diferentes grupos humanos fijados.

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Para ello, con anterioridad, habrá que establecer distintas áreas de accesibilidad, de
acuerdo con su función y sensibilidad, y dividir al personal en grupos, según sus
características funcionales específicas.

Un sencillo ejemplo sería la tabla que se expone a continuación:

GRUPOS DE
A1 A2 A3 A4 A5 A6 A7 A8 A9
PERSONAL

G1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

G2 1 1 1 0 0 0 1 0 0

G3 1 1 1 1 0 1 0 1 0

G4 0 1 1 0 1 1 0 0 0

G5 1 0 0 0 1 1 0 0 1
Fuente: elaboración propia

De esta manera se consigue una depuración de datos de las áreas y grupos humanos a
controlar, facilitando la asignación de códigos de usuario, ya sea mediante el
amaestramiento de llaves o a través de los correspondientes códigos en tarjetas de
identificación, constituyendo así una importante herramienta de trabajo.

6.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: CERRADURAS Y ELEMENTOS DE CIERRE

Las cerraduras, y otros mecanismos de cierre, son dispositivos denominados de


apertura y cierre, que se componen de elementos maniobrables ya sea manualmente
o mediante dispositivos electromecánicos o electromagnéticos; y presentan
especiales características de protección y seguridad. Esta función asegura el
desplazamiento de uno o varios pestillos o elementos de cierre que se alojan en uno
o varios cerraderos dispuestos a tal fin.

Entre los principales elementos de cierre que existen, nos podemos encontrar los
siguientes:

Cerradura propiamente dicha: sistema de cierre que lleva un mecanismo que se


acciona bien manualmente, mediante la utilización de un accesorio móvil (llave,
botón, etc.); bien a distancia, mediante un dispositivo técnico activo cualquiera. Esta

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función se asegura por el desplazamiento de uno o varios pestillos que se introducen,
a su vez, en alojamientos correspondientes.
Cerrojo o pasador: sistema de cierre formado por un pestillo que se acciona por la
parte interior de la puerta, mediante un simple empuje de un pomo o botón solidario
con él. En algunos casos particulares el pestillo puede accionarse mediante una
cerradura.
Aldaba: barra larga, generalmente metálica, que se coloca transversalmente en la
puerta por su cara interna.
Fallebas: barra metálica maciza con dos ramos que se desplazan verticalmente y en
sentidos opuestos sobre guías, asegurando el cierre en la parte superior e inferior. El
funcionamiento de la falleba se realiza generalmente mediante una empuñadura o
pomo.
Candado: cerradura aérea o suelta, encerrada y protegida en una caja metálica, que
asegura el cierre mediante la fijación de un pasador semicircular.

En cerraduras se pueden establecer diversas clasificaciones, según atendamos a


diferentes criterios. Nos centraremos, únicamente, en las más significativas.

Si atendemos a su constitución, es decir, a qué elementos móviles de seguridad


componen la cerradura, podemos distinguir entre:

• De borjas: o elementos móviles constituidos por plaquetas especiales.


• De cilindro: con un elemento móvil de tipo bombín giratorio.
• De combinación: mediante discos superpuestos.

Otra clasificación podría realizarse según el empleo que vaya a recibir, o sea, sobre
qué elemento móvil o practicable se va a situar. Así, tendríamos:

• Cerraduras para puertas y/o ventanas.


• Cerraduras para cerramientos (vallados, enrejados, etc.).
• Cerraduras para cajas fuertes y cámaras acorazadas.
• Cerraduras para armarios de seguridad.
• Cerraduras para vehículos.

Dependiendo del montaje que la cerradura lleve sobre dicho elemento, obtendríamos
la siguiente clasificación:

• Empotrada / encastrada.
• Aplicada / superpuesta.
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• Aérea / libre.

Otras clasificaciones importantes serían aquellas realizadas en función de los distintos


tipos de llave empleados (de borjas, de silueta, plana, de palas activas, cilíndrica,
magnética, etc.) o según el pestillo (resbalón, yacente, vaivén, de gancho, de
palanca, con picaporte,...). Pero, obviamente, en este campo cobra especial
importancia el grado de seguridad que ofrece la cerradura, teniendo siempre en
cuenta que la cerradura puede ofrecer protección ante diferentes factores de riesgo,
como pueden ser la intrusión, exigencia básica para permitir un control de accesos,
el forzamiento, ante una agresión o ataque, la manipulación, o intento de apertura
sin ataque visible o, por último, el sabotaje, es decir, posibilidad de alteración o
bloqueo. En general, se aceptan principalmente tres niveles de seguridad, que se
fijan en función de la constitución o características de fabricación de la cerradura.
Estos son:

• Cerradura nivel -A- , aquellas que alcanzan un nivel de seguridad aceptable.


• Cerradura nivel -B-, con un grado de seguridad medio–alto.
• Cerradura nivel -C-, son las que tienen un grado de seguridad alto.

Por último, no finalizar esta tipología de cerraduras sin recordar que es necesario
desechar la tendencia a relacionar cerradura con llave, ya que esta es sólo uno más
de los distintos sistemas de apertura empleados corrientemente para una cerradura.
Otros dispositivos utilizados pueden ser claves por teclado, lectores biométricos,
tarjetas codificadas o emisores, todos ellos tratados en el apartado de medios activos.

Como se puede observar, las cerraduras de seguridad presentan una muy amplia
oferta, con múltiples y variadas posibilidades, siendo realmente difícil no encontrar
una adecuada para nuestras necesidades. De todos modos será necesario plantearse
una serie de consideraciones antes de realizar una búsqueda más específica y
determinada en el mercado. A fin de lograr una correcta adecuación del dispositivo
de cierre escogido, habrá que partir de las características físicas y técnicas del soporte
de la cerradura. Obviamente, no sería rentable colocar una cerradura de alta
seguridad en la puerta de una frágil taquilla, o un simple candado para asegurar la
invulnerabilidad de una cámara acorazada. Otros aspectos que será necesario
analizar pueden ser el grado de seguridad requerido en el recinto o habitáculo que
va a ser cerrado, cuál es la operativa y función, qué queremos llevar a cabo (por
ejemplo, no parece, a primera vista, aconsejable utilizar cerraduras de gran
complejidad y alto tiempo de espera en una puerta que sirva como control de accesos

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a un número elevado de personas), qué calidades o acabado precisamos, ya que
puede que necesidades o imposiciones estéticas condicionen nuestra elección, qué
posibilidades de conservación y mantenimiento se ofrecen y, por último, y como
condición de la que siempre debemos partir, qué limitaciones económicas nos han
sido impuestas, debiendo comprobar la relación coste-eficacia de la cerradura
escogida. Para finalizar este apartado sobre cerraduras y elementos de cierre,
reseñar la necesidad de disponer de un adecuado amaestramiento de todo el sistema
de cerraduras de las que disponga la instalación a proteger. De esta manera se
alcanzará una optimización operativa del sistema, a partir de un estudio previo de
prioridades, funcionalidad y autorizaciones, partiendo de la base de que el
amaestramiento será más complicado de realizar según se incrementa el número de
diferentes cerraduras existentes en la instalación.

Por llave maestra se entiende la llave que es capaz de abrir más de una cerradura
diferente. Es importante esta connotación de “diferente”, ya que no debe confundirse
llave maestra con aquella otra que abre dos cerraduras iguales, es decir, que poseen
el mismo cilindro (esta es una opción que se emplea habitualmente en puertas
traseras, que poseen la misma cerradura que la principal).

Si nos ceñimos al punto de vista estricto de la seguridad, parece aconsejable que no


exista este amaestramiento, ya que se elimina el peligro de realizar copias no
autorizadas que pongan en peligro la invulnerabilidad del sistema. Sin embargo, si
pensamos que un equipo de mantenimiento o de primera intervención tendría que
llevar consigo todas las llaves de la instalación, se hace imprescindible el adoptar un
sistema de amaestramiento lo más eficaz posible.

Ello hará que el control de llaves sea más importante hoy en día que la propia
selección de la cerradura, para garantizar un nivel adecuado de seguridad. Las llaves
maestras deben ser controladas rigurosamente y, a ser posible, deben ser de un tipo
cuya copia no pueda ser realizada más que por el propio fabricante, previa petición
del usuario.

6.1.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: PUERTAS ACORAZADAS Y BLINDADAS

Antes de comenzar se hace necesario establecer cuál es la diferencia entre puertas


blindadas y acorazadas, que si bien es cierto que presentan algunas similitudes, son
mayores las diferencias que poseen a nivel técnico y respecto a la seguridad que
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ofrecen. Las puertas acorazadas presentan un nivel de seguridad muy superior al de las
blindadas, se emplean materiales de superior resistencia y son utilizadas normalmente
en cámaras acorazadas, mientras que las puertas blindadas tienen un mayor ámbito de
aplicación, utilizándose también a nivel doméstico.

Los componentes principales de una puerta acorazada o blindada:

• Marco de la puerta: es decir, la estructura que sustenta la puerta y que se integra


en el muro o tabique.
• Hoja: elemento móvil que constituye la base del cerramiento y que alberga los
materiales de defensa y dispositivos de cierre y seguridad.
• Reja interior: suele existir en las puertas acorazadas como cerramiento adicional.
• Sistemas de anclaje: elementos que tienen como función la integración entre la
hoja y el marco, y entre este y el muro o tabique.
• Pestillería: elementos fijos y móviles que constituyen la base de cierre de la hoja
sobre el marco.
• Apertura eléctrica/motorizada: dispositivo que permite la maniobra de la
pestillería y apertura de hoja de forma no manual.
• Cerraduras: elementos mecánicos o motorizados que constituyen la base de
acceso y seguridad para la apertura y cierre de la puerta.
• Retardadores: empleados habitualmente en las puertas acorazadas, permiten un
control horario para apertura de éstas.
• Sistemas de bloqueo: dispositivos de seguridad incorporados entre la pestillería,
y provocan el bloqueo de esta ante un ataque.
• Sistemas de alarma: dispositivos de seguridad electrónicos incorporados a la
puerta, que permiten la detección de un ataque y la transmisión de la
correspondiente señal de alarma.

En la fabricación de puertas acorazadas, que debido a su gran peso suelen ser casi con
exclusividad de tipo pivotante, esto es, que el movimiento de su hoja se realiza sobre un
eje, y de colocación empotrada, ya sea éste vertical, lateral o central, se emplean
diversos materiales, ya sea con base en aceros tradicionales, aceros de alta resistencia,
en los que se añaden compuestos especiales que proporcionan mayor protección,
incluso ante ataques con soplete o lanza térmica; hormigones normales, de alta
resistencia o de fibras, en los que se intercalan fibras plásticas o metálicas,

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incrementándose en gran medida su resistencia ante ataques; o, por último, mediante
armaduras hechas a base de diferente perfilería de acero.

En lo que se refiere al grado de seguridad que ofrecen las puertas acorazadas, nos
remitimos a la norma UNE 108-113-86, referida a cámaras acorazadas, la cual distingue
entre cinco grados de seguridad, de acuerdo con el equipo que se emplea para el ataque
y el tiempo que debe resistir como mínimo. Estos niveles de seguridad son los que se
citan a continuación:

• Grado A. Utilización de llaves y ganzúas, pinzas, mazos, palancas, martillos,


taladros, sierras mecánicas y sopletes oxiacetilénicos, con una resistencia
mínima de 30 minutos.
• Grado B. Empleo de los útiles enumerados en el apartado anterior más
dispositivos eléctricos con ventosa o brocas y muelas diamantadas. Tiempo
mínimo de resistencia 45 minutos.
• Grado C. Posible utilización de los medios enumerados hasta ahora y además
empleo de lanza térmica, con un tiempo mínimo de resistencia de 60 minutos.
• Grado D. Además de los ya citados, se contempla el empleo de un explosivo de
potencia equivalente a 200 gr. de nitroglicerina. El tiempo de resistencia mínimo
se mantiene en 60 minutos.
• Grado E. Para este grado se contemplan los mismos equipos de ataque que se
han descrito para el Grado C, pero con un-tiempo mínimo de resistencia de 90
minutos.

Antes de continuar es necesario destacar, por su gran importancia como medio de


ataque, el empleo de la lanza térmica. Este sistema se basa en la utilización simultánea
de dos propiedades de la combustión del acero en oxígeno: por una parte, la gran
cantidad de calor que desprende esta reacción; y, por otra, la propiedad que poseen los
óxidos de hierro fundido, causados por la combustión de un gran número de materiales
para formar compuestos fusibles con la temperatura de la operación. Esta temperatura
de perforación oscila entre 4.500 y 4.750 °C, y se aplica con éxito a materiales como la
roca, el hormigón armado, el hierro, el acero, etc.

En lo que se refiere a puertas blindadas, éstas permiten una mayor variedad en cuanto
a colocación y movimiento de las mismas, ya que es habitual encontrarlas adosadas, no
solamente empotradas y su menor peso facilita el adecuar su apertura a las condiciones
del usuario. De esta manera, además de las ya explicadas puertas pivotantes, existen en
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[19]
el mercado puertas blindadas suspendidas, en las que el movimiento de su hoja se
realiza sobre guías de deslizamiento vertical o vertical-horizontal, o puertas deslizantes,
en las que las guías de deslizamiento son horizontales.

En cuanto a los materiales empleados en su fabricación, ya sea como componente


estructural o de acabado y/o protección superficial, nos encontramos:

• Maderas: con la condición de que sean macizas y duras.


• Metales: normalmente aceros, en perfilería o laminados.
• Materiales sintéticos: en paneles o en laminado.
• Materiales combinados: permiten sumar las virtudes de sus componentes.

No existe una normativa tan clara para las puertas blindadas como la que
contemplábamos sobre las acorazadas en materia de grados de seguridad, no obstante
podemos establecer unos criterios básicos que nos permitan una clasificación general
atendiendo a los equipos de ataque:

• Grado A: nivel más bajo de exigencia para una puerta blindada, que está
preparada para ataques con medios manuales.
• Grado B: nivel medio de seguridad, debiendo resistir ataques con equipos
mecánicos.
• Grado C: nivel más alto de seguridad, con resistencia a ataques con equipos
térmicos.

Para finalizar, no conviene olvidar que colocar una puerta blindada no ofrecerá ninguna
seguridad adicional, si ello no conlleva el reforzamiento de elementos que pueden
pasarse por alto, como pueden ser las propias bisagras, que deberán soportar un peso
muy superior al normal; el marco de la puerta, que además de aguantar el peso de ésta,
debe ser capaz de hacer frente con la misma eficacia que la propia puerta a cualquier
tipo de ataque o, por último, el muro.

6.2.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: ESCLUSAS DE PASO

Una esclusa de paso es un conjunto de elementos fijos (mamparas, tabiques, etc.) y


móviles (al menos dos puertas o compuertas), que no permite el contacto directo entre
dos áreas adyacentes o, dicho con otras palabras, no permitirá que dos puertas se

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encuentren abiertas al mismo tiempo; excepción hecha para casos puntuales de salida
o entrada en situación de emergencia.

Fuente: http://tucsegur.es/S1

Aunque este es un sistema que se suele utilizar con mayor frecuencia en controles de
acceso de personas, normalmente asociado a algún sistema de detección como puede
ser un arco detector de metales, se pueden también encontrar esclusas diseñadas para
un control de accesos de vehículos y, en menor medida, de objetos.

Principales componentes de una esclusa:

• Estructura: armazón básico de la esclusa.


• Puertas: elementos móviles que permiten o impiden el paso.
• Empanelado: elementos fijos que constituyen su cerramiento perimetral.
• Cerraduras y bloqueos: sistemas de cierre de las puertas.
• Sistema de señalización: de estado de las puertas y utilización de la esclusa.
• Dispositivos de emergencia: sistemas antipánico de apertura rápida de puertas
o paneles.

Estos componentes pueden considerarse imprescindibles en una esclusa, pero existen


otros que se le pueden añadir y que permiten mejorar sus prestaciones, como pueden
ser equipo de CCTV, arco de detección de metales, equipo de intercomunicación,
compartimentos de custodia o lectoras de control de acceso.

Una ventaja que presenta el empleo de esclusas de paso es la flexibilidad que ofrece, ya
que permiten adaptar su diseño a las características del control de accesos y de la zona
a proteger. De esta manera, la disposición o configuración de la esclusa puede estar
encuadrada en uno de los siguientes tipos:

• Esclusa lineal: es la configuración más sencilla. Su ordenamiento está


determinado por la colocación de las puertas, presentándose éstas de forma
lineal. Puede colocarse en áreas de espacio reducido.

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• Esclusa angular: la disposición de sus puertas forma un ángulo, generalmente
de noventa grados a derecha o izquierda según necesidades o características
del local o recinto.
• Esclusa mixta: es un tipo de esclusa más complejo, puesto que presenta la
posibilidad de, por su ordenamiento lineal y angular, esto es, con puertas
dispuestas enfrentadas y laterales, permitir el paso hacia dos zonas
diferenciadas.

Hemos atendido aquí a la colocación de sus puertas, si vemos ahora sus características
de funcionamiento, nos encontramos con:

• Esclusa unidireccional: está diseñada para que sea utilizada en un solo sentido,
esto es, bien para la entrada, bien para la salida. Dependiendo de las necesidades
y del diseño del control de accesos puede requerir la instalación de otra esclusa
adicional.
• Esclusa bidireccional: esta configuración es más compleja que la anterior, a la
vez que más completa, ya que con una única esclusa podemos canalizar y
controlar tanto el acceso como la salida. De esta manera no será necesario otro
sistema para controlar el otro sentido de paso.

Ambas diferenciaciones entre esclusas, atendiendo a su configuración, son


independientes, esto es, una esclusa de tipo lineal puede ser, a su vez, unidireccional o
bidireccional, y lo mismo si nos referimos a la angular o a la mixta.

Otra clasificación que se puede realizar con las esclusas es aquella que atiende a la
maniobra de la misma, es decir, el sistema de cierre que presentan sus puertas o
elementos móviles. En el caso de empleo en controles de acceso de personas, que es el
sistema más extendido como ya se ha señalado, se utilizan los siguientes tipos:

• Pivotantes.
• Abatibles.
• Giratorias.
• Deslizantes.
• Correderas.

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En cuanto a la fabricación de una esclusa, esta puede realizarse totalmente en proceso
industrial, como un sólo bloque, lo que ofrece una mayor conjunción de todos sus
elementos, o puede fabricarse cada componente por separado, ensamblándose a
posteriori en el lugar señalado, facilitando un mayor control sobre el diseño del sistema
en su conjunto.

Uno de los aspectos más importantes es el referido al nivel de seguridad que ofrece una
esclusa, este se establecerá según el de cada uno de los elementos que constituyen
dicho sistema. Como es normal, la mayor importancia recae sobre la resistencia a
ataques y manipulaciones, si estas últimas son posibles, en puertas, cerraduras y
empanelados. Por último, recordar y hacer hincapié en lo señalado con anterioridad,
sobre el tipo, número, diseño, capacidades y nivel de seguridad de la esclusa, es
necesario un estudio pormenorizado de diferentes parámetros para una correcta
adecuación de la esclusa a las necesidades de cada caso.

Entre estos factores a analizar podemos destacar:

• Flujo o caudal: es decir, el número de elementos que han de circular por unidad
de tiempo (sin olvidar que existirán picos de afluencia que el sistema debe
admitir sin producirse su saturación).
• Condiciones del local: en cuanto a limitaciones de espacio, utilización del mismo
o incluso impacto arquitectónico y estético.
• Necesidades de seguridad: que variarán dependiendo de las características del
personal que va a circular por la esclusa y de las particularidades del área a
proteger.
• Orden de paso: con el establecimiento de prioridades en el funcionamiento de
sus elementos circulantes.

6.3.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: TORNOS

Los tornos constituyen un medio pasivo de control y canalización de paso, cuya principal
aplicación consiste en garantizar un acceso individualizado al recinto protegido. De
forma general están compuestos por un cuerpo principal, que integra el eje del sistema
y sus mecanismos; y un número variable de barras, encargadas de discriminar el paso.
Su situación más habitual es cerrando un acceso, pudiendo ser utilizados en número y

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formas muy dispares. Cada tomo marca un único sentido de paso y, por lo general, están
asociados a un medio activo de acreditación y control, tipo tarjeta, biométrico o similar.

Fuente: http://tucsegur.es/v2

Su limitación radica en que, en determinados modelos, que actualmente tienden a ser


sustituidos, anulan el itinerario que controlan como posible salida o incluso como vía de
evacuación, al permitir el paso sólo en un sentido. De hecho, está expresamente
prohibido su empleo, de acuerdo con el DB-SI (CTE), en aquellos casos que se
encuentren instalados cerrando la única ruta de evacuación de un edificio.

En cualquier caso, los modelos actuales disponen de la capacidad de abatir rápidamente


las barras de control de paso, permitiendo una circulación rápida y en cualquier
dirección.

6.4.- LOS MEDIOS TÉCNICOS PASIVOS: CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS

Además de la función de proteger al personal de control ante cualquier tipo de agresión,


dos son los cometidos que en un acceso de vehículos llevan a cabo los sistemas
pasivos, en primer lugar canalizar y dirigir el paso hacia el interior del recinto, atendiendo
a las características peculiares del mismo; y, en segundo lugar, proteger físicamente el
acceso, haciéndolo infranqueable a cualquier vehículo que antes no haya cumplido los
requisitos exigidos.

Los medios pasivos empleados normalmente en un control de accesos de vehículos


son, básicamente:

• Puertas y portones.
• Esclusas.
• Barreras de detención de vehículos.
• Puertas y portones.

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Las puertas y portones tienen por objeto impedir momentáneamente el paso de
vehículos a áreas en las que se han de practicar los procesos pertinentes de restricción,
en tanto no se cumplan las condiciones debidas y previas a dicha restricción, o durante
los periodos de tiempo en que el control no se encuentre activado.

Existen tres tipologías fundamentales que ofrecen, a su vez, considerables posibilidades


y variables: pivotantes, deslizantes y suspendidas.

Las puertas y portones pivotantes se basan en el empleo de una o dos hojas de giro
sobre un eje vertical, cuyo mayor inconveniente es la necesidad de un espacio de
separación, correspondiente a la apertura de la puerta. Comportan un gran número de
variantes y, normalmente, deben impedir la visión a su través, así como cualquier
elemento de ayuda para su escalada a acción sobre cierres, que deben estar
enmascarados. Las puertas deslizantes, de una o dos hojas, emplean igualmente una
guía horizontal deslizante como base, sobre la que circula el portón hasta su
ocultamiento o superposición de láminas. Suelen contar con cierre automático por
contacto de las hojas y son las de mayor empleo en amplios accesos exteriores.

Finalmente, los portones suspendidos de uso normal sobre espacios cubiertos admiten
tres variantes o tipologías básicas: basculantes, con una sola hoja que asciende sobre
un eje horizontal elevador; enrollables, con una hoja igualmente, pero que se enrolla o
pliega gracias a su material flexible; y, por último, las de guillotina, con una o dos hojas
rígidas con desplazamiento -según modelos- ascendente, descendente o bidireccional.

6.4.1.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: ESCLUSAS DE VEHÍCULOS

El empleo de la esclusa comporta un grado de eficacia en la restricción de vehículos de


gran importancia para el control de entradas y salidas, como ya sucedía en el control de
accesos peatonal. Como en el caso de personas, consiste en la creación de un espacio
intermedio entre dos o más cerramientos interconectados entre sí.

Las puertas que se pueden emplear para este sistema pueden seguir las tipologías
anteriormente descritas, y la amplitud del área intermedia dependerá de las particulares
condiciones (tamaño de los potenciales vehículos, espacio disponible, etc.) de cada
aplicación concreta.

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Normalmente el espacio creado por la esclusa suele habilitarse para funciones
concretas de inspección y espera, que permiten realizar las labores de identificación,
inspección y acreditación propias de todo control de accesos.

6.4.2.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BARRERAS DE DETENCIÓN DE


VEHÍCULOS

Este tercer elemento físico de protección, de uso muy extendido, si bien lo encuadramos
dentro de medios técnicos de un control de acceso de vehículos, es también
complemento de la protección perimetral del recinto.

Podemos definir estos dispositivos como aquellos medios de protección pasiva que,
formando una barrera física o mediante barras o hileras de elementos punzantes, se
disponen para la detención de cualquier vehículo que intenta un acceso agresivo no
autorizado, o bien como detención provisional durante las labores de restricción del
vehículo, carga y ocupantes.

Su funcionamiento puede ser manual, semiautomático (accionado por el operador a


distancia mediante cualquier dispositivo hidráulico, mecánico o neumático), o
automático (controlado automáticamente por el sistema de autorización de paso).

Aunque existen varios modelos de barrera de detención de vehículos, podemos


resumirlos en tres tipos básicos: las barreras levadizas, los bolardos y las barreras
abatibles ancladas al terreno o BAP's.

6.4.2.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BARRERAS LEVADIZAS

Es el obstáculo abatible de mayor uso. Consiste en una plancha o, más comúnmente,


una barra dotada de un mecanismo de giro, que hace que se eleve y faculte el paso o
que permanezca bajada para impedirlo.

Presenta varias ventajas, como su notable poder de disuasión, la facilidad de sustitución


de sus elementos, la economía del sistema, el fácil y rápido manejo en caso de ser
accionada manualmente, o la particularidad de que pueden ser usadas también para
control de accesos peatonal.
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Fuente: http://tucsegur.es/v2

6.4.3.- CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BOLARDOS

Son unas estructuras construidas, generalmente, a base de acero, su forma es cilíndrica


y tienen la facultad de ocultarse o sobresalir en el terreno. Situados estratégicamente,
en su posición más elevada, impiden el paso de vehículos, y la violación del control de
accesos.

Su resistencia al impacto viene determinada por la resistencia de sus materiales de


construcción y la velocidad y masa del vehículo agresor. Son fácilmente adaptables al
funcionamiento manual o automático, aunque éste último es el más extendido.

Fuente: http://tucsegur.es/v7

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6.4.4. CONTROL DE ACCESO DE VEHÍCULOS: BARRERA ABATIBLE ANCLADA AL
TERRENO (BAP)

Consiste en una plancha, normalmente de acero, situada en el suelo del control de


accesos en posición horizontal, pero que es capaz de adoptar una posición de
enfrentamiento o apertura de alrededor de 45° contra el vehículo que se aproxima, con
la finalidad de forzar su detención. Como se ve, su diseño es tal que la fuerza del impacto
resulta absorbida por la cimentación del BAP y el terreno circundante.

Las BAP's encuentran su mayor aplicación en controles de accesos de vehículos de nivel


de seguridad medio-alto, y en la práctica totalidad de los casos se activa mediante un
sistema de automatización, ya sea mecánico, neumático, hidráulico, etc.

Fuente: http://tucsegur.es/v7o

7.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: VALLADOS

La valla exterior o perimetral constituye uno de los elementos más extendidos de


protección pasiva. Ofrece múltiples ventajas al usuario potencial a un precio muy
asequible, permitiendo grandes desarrollos lineales. Para que la valla cumpla con sus
funciones básicas debe tener una serie de condiciones mínimas. La más importante es
que no contenga ningún punto de discontinuidad. La cobertura debe ser uniforme en
todos sus puntos, y las características de resistencia de los elementos abatibles, que
permitan el acceso al terreno delimitado, deben ser iguales a las del resto del vallado.

Los principales elementos que conforman un vallado son los que se relacionan a
continuación.

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• Base: Es el elemento estructural, generalmente hecho de hormigón armado.
Sirve de soporte para la sujeción de los postes de vallado.
• Postes: El vallado necesita una serie de perfilería metálica vertical que sirva
como sustentación a la malla del vallado. Los postes deben tener, como mínimo,
un espesor de 3 mm. y un diámetro de 6 cm., rondando su separación los tres
metros.
• Malla: Es el elemento estructural que proporciona el cierre propiamente dicho al
vallado. Además de a los postes, la malla debe estar anclada a la base de
hormigón. La malla más empleada es la de torsión, siendo menos habitual la
electrosoldada. La de torsión está formada por hilo, normalmente galvanizado,
no inferior a 2,5 mm. de diámetro, y su luz no es superior a 40 mm. En cuanto a
la malla electrosoldada, se compone de varillas de 5 mm. de espesor, en
módulos de diferente tamaño, que se unen mediante los postes anclados a la
base.
• Elementos practicables: Son todas aquellas puertas y dispositivos móviles que
permiten el paso a través del cerramiento.

En todo caso la valla deberá ir coronada por un refuerzo del cerramiento, que puede
tener formas de desarrollo más o menos complejas. La bayoneta, en sus diferentes
formas, representa la más usual.

La bayoneta, que además de en vallas suele emplearse en muros, es un obstáculo


complementario en ambos casos. Consiste en la instalación de una serie de postes, de
alrededor de 50 cm. de largo, sobre los postes de la valla o sobre la parte superior del
muro, dejando entre ellos la distancia habitual de 3 m., y tendiendo, entre ellos, un
mínimo de tres líneas de alambre de espino.

Su forma más habitual es la de bayoneta sencilla, con una inclinación de 45° hacia la
parte exterior del área protegida. Otra manera, que ofrece mayor retardo en su paso, es
el empleo de bayoneta doble, con apertura de las mismas hacia ambas áreas. En este
último caso se puede complementar con rollos de concertina colocados en la parte
superior del obstáculo.

Ventajas:

• Sistema económico.
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• De fácil y rápida instalación.
• Puede solventar las dificultades del terreno sin grandes complicaciones.
• Permite asociarle numerosos sistemas detectores de intrusión.
• Escaso mantenimiento.

El inconveniente que presenta el empleo del vallado es su bajo nivel de seguridad, ya que
el obstáculo puede ser superado de diversas formas: por encima, por debajo, a través o
incluso abatiéndolo.

7.1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: MUROS

El empleo de muros como medio de protección contra intrusión es una de las formas
más clásicas y básicas. Siempre que los materiales empleados, su grosor y su
cimentación sean los correctos, ofrece una extraordinaria solidez, y su resistencia y
retardo ante su superación es muy superior al que presenta un vallado, especialmente
si nos referimos a vulneración por debajo, por perforación y, obviamente, por
abatimiento. En lo referente a su paso por encima, se hace necesario establecer la
conveniencia de una altura no inferior a 3 m., así como la ausencia de irregularidades en
la cara exterior que puedan servir como apoyos en una escalada. La forma de la parte
superior también influye en la facilidad que presenta el muro para su superación por su
parte superior, un acabado curvo dificultará tanto el empleo de arpeos u otros elementos
de enganche como la coronación final del obstáculo. El empleo de bayonetas con
alambre de espino es uno de los recursos más eficaces para potenciar la acción
retardadora del muro.

No se deben olvidar las aperturas y las condiciones de resistencia -tanto de las propias
puertas como de los anclajes y cerraduras de las mismas, que deben ser, por lo menos,
iguales a las del resto del muro.

Ventajas:

• Proporciona gran resistencia estructural.


• Prácticamente nulo mantenimiento.
• Impide la visión hacia el interior del recinto.

Inconvenientes:

• Elevado tiempo de instalación.

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• Coste muy superior a un vallado.
• Bajó nivel de seguridad.

7.2.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: ALAMBRADAS Y


CONCERTINAS

Tanto la alambrada como la concertina representan un medio económico y de gran


flexibilidad, debido a su rápida y fácil instalación, aunque presentan un limitado retardo
y obstáculo para el posible intruso.

La alambrada consiste en un tendido de alambre de espino entre piquetas de sujeción


de altura inferior a 2 m., con un desarrollo de líneas paralelas y cruzadas de densidad
muy variable. La disposición de una sola fila de piquetas resulta fácilmente vulnerable,
pero cuando se lleva a cabo un tendido complejo de dos o más filas, con una
profundidad superior a los tres metros y con el alambre entrecruzado de forma irregular
entre filas, obtenemos un obstáculo nada fácil de superar en un tiempo limitado y sin
medios especializados.

La alambrada rápida o concertina consiste en un rollo de alambre de espino con forma


de muelle, que puede ser extendido en un brevísimo espacio de tiempo, proporcionando
así al usuario un eficaz medio de retardo. La única precaución que se debe tomar es no
extender demasiado la concertina, para mantener una densidad de alambre adecuada.

Si bien es cierto que una disposición lineal de concertina simple es fácilmente superable,
si se instala un sistema triple en pirámide con anclajes al suelo y piquetas colocadas
cada 5 m., se logra un eficaz medio de retardo. También se logran buenos resultados
asociando su empleo a otro medio ya instalado, como puede ser un muro o un vallado,
siendo óptima en este caso la disposición en L.

7.3.- MEDIOS DE PROTECCIÓN EXTERIOR CONTRA INTRUSIÓN: VERJAS Y


EMPALIZADAS

Ambos medios constituyen unos elementos rígidos tradicionales de cerramiento. La


verja o reja de seguridad, es un conjunto de barrotes metálicos convenientemente
enlazados, que forman un elemento único, y cuyos perfiles están unidos mediante
soldadura eléctrica u otro procedimiento no desmontable.

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Su campo de aplicación no se limita únicamente a delimitación y retardo exterior, sino
que puede también ser empleada como protección física de distintas aberturas como
ventanas, huecos de ventilación, claraboyas, escaparates, etc.

El material de construcción debe ser acero de calidad no inferior a F-1120, según la


norma UNE 36-011, y presentarán un tratamiento antioxidante. Los barrotes horizontales
serán de perfil circular o rectangular y de sección de 300 mm2 o superior; por su parte,
los verticales, si son de perfil cuadrado o rectangular, serán de sección no inferior a 225
mm2, y si son circulares su diámetro debe ser igual o superior a 16 mm.

En caso de ser empleado para cobertura de huecos, la separación entre barrotes no debe
tener una superficie de separación superior a 300 cm2, y la distancia entre el enrejado y
la cara del muro o hueco no sobrepasará los 100 mm.

La empalizada es un caso particular de verja, constituida por un conjunto de barras que,


colocadas verticalmente y unidas por arrostramientos horizontales que las unen
solidariamente, forman una protección contra la intrusión de difícil escalada, por su
ausencia de puntos de apoyo.

8.- MEDIOS DE PROTECCIÓN DE VALORES: CAJAS FUERTES

Una caja fuerte es uno de los sistemas más extendidos para custodia y protección de
bienes, valores e informaciones de interés, siempre que su volumen no sea excesivo.

La norma UNE 108-110 sobre "Cajas fuertes y compartimentos de seguridad", establece


las definiciones y criterios de clasificación de estos medios de protección. De acuerdo
con la misma, una caja fuerte es un conjunto de defensas físicas que delimitan un
espacio a proteger, accesible a través de una o varias puertas.

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Fuente: http://tucsegur.es/v7o

De la misma manera, esta misma norma divide las cajas fuertes en tres grupos
principales:

• Autónomas: que, si exceptuamos las cámaras acorazadas, representan las de


un mayor nivel de seguridad.
• Empotrables: cuyo grado de seguridad viene establecido por la puerta empleada
y su cerco y elementos de anclaje, ya que se supone al resto un grado superior.
• Compartimentos de alquiler: construidos para ser instalados en una caja fuerte
o, más corrientemente, en una cámara acorazada de una entidad en la que el
cliente guarda joyas dinero u otros valores. Su seguridad radica, sobre todo, en
el grado de protección que ofrece la caja fuerte o cámara de seguridad. Para su
apertura se requiere siempre el empleo de dos llaves, una en poder del usuario y
la otra en custodia de la propia entidad arrendataria.

La misma norma clasifica también a las cajas fuertes en función de su volumen interior,
distinguiendo entre 5 niveles para las cajas fuertes autónomas, abarcando desde
capacidades inferiores o iguales a 50 litros, hasta iguales o superiores a 500 litros.
También se establece que, exceptuando estas últimas, el resto deben instalarse
ancladas al suelo o pared.

Una tercera clasificación es aquella que se realiza atendiendo a su grado de seguridad.

Para ello, primero se establece una serie de equipos de ataque, atendiendo ahora a la
norma UNE 108-112 sobre "Cajas fuertes y compartimentos de seguridad, ensayos de
clasificación ", estos equipos son:

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• E-1: llaves y ganzúas, pinzas, punzones, picos, tenazas, mazos, palancas, útiles
desgarradores manuales y escoplos.
• E-2: los incluidos en E-1 más martillo percutor y taladro portátil.
• E-3: los incluidos en E-2 más sierras mecánicas y/o abrasivas y sopletes
oxiacetilénicos.
• E-4: los incluidos en E-3 más útiles eléctricos con ventosa, junto con brocas y
muelas diamantadas.
• E-5: los incluidos en E-4 más lanza térmica.
• E-6: los incluidos en E-5 más explosivo equivalente a 200 gramos de
nitroglicerina.
• E-10: llaves y ganzúas, pinzas, alicates, tenazas, palancas de hasta 0,5 metros de
longitud, útiles desgarradores manuales y escoplos.
• E-11: los incluidos en E-5 y además palancas de hasta 1 metro de longitud.

De acuerdo con estos equipos se establecen seis niveles de seguridad para cajas
fuertes autónomas y empotrables:

• A-resistencia, de un mínimo de 15 minutos a ataques realizados con un equipo


E-1.
• B-resistencia, de un mínimo de 15 minutos a ataques realizados con un equipo
E-2.
• C-resistencia, de un mínimo de 30 minutos a ataques realizados con un equipo
E-3.
• D-resistencia, de un mínimo de 30 minutos a ataques realizados con un equipo
E-4.
• E-resistencia, de un mínimo de 45 minutos a ataques realizados con un equipo
E-5.
• F-resistencia, de un mínimo de 60 minutos a ataques realizados con un equipo
E-6.

El resultado que se debe conseguir, para considerar vulnerada la seguridad de la caja


fuerte, es abrir la puerta al menos 45°, practicar una abertura mínima de 225 cm2 o
trasladar la caja al menos 5 metros sobre una superficie lisa y horizontal.

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Respecto a los compartimentos de seguridad o alquiler, se establecen sólo dos grados,
considerándose en este tipo de cajas vulnerada su seguridad cuando se logra abrir su
puerta 90° o se retira del contenedor que lo incorpora.

Los niveles de seguridad fijados son:

• A: resistencia de un mínimo de 2 minutos a ataques realizados con un equipo E-


10.
• B: resistencia de un mínimo de 5 minutos a ataques realizados con un equipo E-
11.

En cuanto a los componentes de una caja fuerte:

• Estructura de construcción: de muy variadas fórmulas, según las diferentes


tecnologías.
• Dispositivos de cierre: integrados por las cerraduras y sistemas de anclaje de la
puerta a la estructura de la caja.
• Mecanismos: formados por los sistemas mecánicos de transmisión de los
movimientos de los instrumentos de cierre para condenar o descondenar todo el
sistema.

8.1.- MEDIOS DE PROTECCIÓN DE VALORES: CÁMARAS ACORAZADAS

Las cámaras de seguridad son los recintos que ofrecen al usuario un mayor nivel de
protección contra intentos de intrusión de tipo agresivo, su función es, por tanto,
preservar de cualquier ataque bienes de especial importancia o valor, permitiendo
volúmenes de almacenaje muy superiores a los que toleran las cajas fuertes ordinarias.

Dos normas UNE, la 108-111 y la 108-113 desarrollan los elementos claves de las
cámaras acorazadas, la primera de ellas refiriéndose a definiciones y clasificaciones y
la segunda a ensayos de calificación. En cualquier caso, ambas han sido modificadas
parcialmente por la norma UNE EN 1143-1.

Según esta normativa, se entiende por cámara acorazada al conjunto de defensas


físicas formado por un muro acorazado que delimita un recinto o espacio a proteger,
accesible a través de una o varias aberturas, cubiertas por puertas y trampones
acorazados. Los componentes de una cámara acorazada serán los siguientes:

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• Muro acorazado: es el elemento esencial de la defensa física de la cámara. Su
grado de protección debe ser homogéneo en toda su cobertura.
• Puerta acorazada: ya se ha tratado en profundidad en el apartado referido a
controles de acceso.
• Trampón acorazado: este es un elemento opcional que permite la evacuación
del recinto en caso de necesidad. Obviamente, su grado de seguridad debe ser
igual o superior al que ofrezca la puerta acorazada.

La norma UNE 108-111 establece dos clasificaciones de las cámaras acorazadas. La


primera lo hace en función del espesor de los muros, distinguiendo entre cinco grupos,
el primero comprende aquellas con unos muros de 30 cm., el segundo abarca espesores
de 31 a 40 cm., el tercero de 41 a 60 cm., el cuarto de 61 a 100 cm. Y el quinto y último
todos aquellos grosores superiores a 100 cm.

La segunda, y más práctica, clasificación se lleva a cabo atendiendo al grado de


seguridad, no existiendo ninguna relación entre ambas. Para llevar a cabo las
experiencias y pruebas se establecen con antelación unos equipos de ataque, que son
los mismos que los especificados para cajas fuertes. Con ellos se intenta conseguir
abrir al menos 30° la puerta o trampón acorazado, o practicar una abertura mínima de
1.500 cm2 en cualquier punto de su cobertura.

De acuerdo con estas pruebas se establecen cinco grados de seguridad:

• Resistente durante al menos 30 minutos ante ataques realizados con un equipo


de herramientas E-3.
• Resistente durante al menos 45 minutos ante ataques realizados con un equipo
de herramientas E-4.
• Resistente durante al menos 60 minutos ante ataques realizados con un equipo
de herramientas E-5.
• Resistente durante al menos 60 minutos ante ataques realizados con un equipo
de herramientas E-6.
• Resistente durante al menos 90 minutos ante ataques realizados con un equipo
de herramientas E-5.

DETECTORES Y ÁREAS DE PROTECCIÓN

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

[36]
DETECTORES Y ÁREAS DE EXTERIOR PERIMETRAL INTERIOR PUNTUAL
PROTECCIÓN
Cable sensor xxx
Campo eléctrico xxx
Tensión mecánica xxx
Cables de radiofrecuencia xxx
Campo electromagnético xxx
Fibra óptica xxx xx xxx
Barrera de infrarrojos xxx xx xxx
Barrera de microondas xxx xx
Barrera láser xxx xx
Volumétrico de exterior xxx x
Videosensor xxx xxx xx
Presión diferencial por líquidos xxx
Presión diferencial por gases xxx
Piezoeléctrico xx xxx
Geofónico xxx
Sonar x
Volumétrico de infrarrojos xxx
Volumétrico de microondas xxx
Volumétrico de ultrasonidos xxx xxx
Volumétrico de doble tecnología xxx
Microfónico o acústico xxx x xxx
Sísmico xxx xxx
Electromagnético de presión x
Detector de presión diferencial x
Inercial electromecánico x xxx xxx
Contacto magnético x xxx xxx
Contacto electromagnético x x
Cinta conductora x x
Red conductora x x
Capacitivo xxx
Pinza xxx
Térmico xxx
TSA xxx
Fuente: creación propia

Grado en Seguridad. Seguridad Física, Lógica, Electrónica y de Personas Curso 17/18

[37]
7.- BIBLIOGRAFIA

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