BITCOIN

La criptomeda Bitcoin entró en funcionamiento en enero de 2009. Anteriormente

todos los pagos de comercio electrónico eran canalizados a través de instituciones
financieras de confianza para sus clientes, instituciones bancarias y financieras
que hacían el seguimiento de su transaccionalidad.

Los partícipes de la llamada red Bitcoin manejan una cartera electrónica que
contiene claves criptográficas. A partir de una clave pública se gestiona el acceso
a la dirección Bitcoin, la cual opera con un puerto de entrada y de salida de
órdenes de transferencias para los pagos que realiza. Las claves son
personalizadas para cada usuario. La dirección no contiene ninguna información
sobre su dueño, son anónimas. Direcciones alfanuméricas, secuenciales y
aleatorias con 33 caracteres de longitud. Para validar la transacción se verifica la
existencia de fondos suficientes para la misma.

Es la moneda más inestable del mercado de divisas pues su cotización tiene una
alta volatilidad dada por su oferta y demanda. En un día puede variar su cotización
en un 15%. Un ejemplo de ello es que en el último mes del año 2017 pasó su
cotización de USD 7,624 a USD 17,597 miles de dólares, es decir incrementó su
valor en 130%, lo que refleja una volatilidad similar a una montaña rusa. Ni los
índices bursátiles más inestables han experimentado tan altas volatilidades.

No existe la posibilidad de monetizar los bitcoins a diferencia de cualquier otro

medio electrónico de pago como el retiro de efectivo en un cajero automático o la
monetización de cuentas de dinero electrónico que en cualquier momento se
pueden convertir en dinero físico. Tras un bitcoin no existe ningún respaldo
monetario lo que incrementa la volatilidad de su cotización. Tampoco existe un
Gobierno, organismo regulatorio ni banco central o bancario privado que regule y
norme su uso. Podemos decir que en la nube electrónica del bitcoin no hay
ningún control. Es un mercado virtual que se regula a si mismo, lo que la
evidencia empírica no ha determinado aún que un mercado sin regulación
funcione adecuadamente.

La falta de control y regulación ha vuelto al mercado de los bitcoins en medio de

pago ideal para las transacciones derivadas del narcotráfico, blanqueo de
capitales, terrorismo y el lado oscuro de las transacciones de internet.

Las seguridades de las claves alfanuméricas no han impedido que la tan

alardeada seguridad en las transacciones con los bitcoins sea una realidad. Hace
unos días se denunció en Hong Kong el robo de bitcoins valoradas en más de
USD 65 milones.

China es el país en donde más se especula con esta “moneda virtual”, pues ese
país es el primer mercado para esta moneda. El Banco Central Chino prohibió su
uso, lo que determinó el desplome de su cotización en dicho país. Tailandia ha
sido otro país en donde se ha prohibido transacciones con bitcoins dentro de su
territorio, esto va evidenciando que otros países seguramente darán los mismos
pasos. La nube del bitcoin se está transformando en una verdadera burbuja
especulativa que tarde o temprano va a terminar explotando, lo que hará
seguramente que se evaporen los activos de quienes abrieron su cuenta en esa
criptomoneda.

Las monedas virtuales y su volumen de transaccionalidad son importantes para la

velocidad de circulación del dinero que ayuda al crecimiento de las economías y
dejar de usar medios físicos de pago que ralentizan las transacciones económicas
y financieras, siempre y cuando tengan una adecuada regulación y control para su
uso y fundamentalmente que tengan el respaldo monetario para cuando su
tenedor desee materializar su dinero.

La pregunta a responder para el uso del bitcoin es, desearía subir usted a una
montaña rusa sin cinturón de seguridad?.

EM