You are on page 1of 22

TEORIASRECTENTES

SOBBEDL
ESTADOCAPITAIJSIA*

Bob Jesop

A pesar de tener supuestosy principios de explicación


diferentes, los monetaristas, los keynesianosy los mar-
xistas comparten una misma inquietud: cuál es la natu-
r¿rleza]¡ ei impacto de la intervención estatal en las eco-
nomías capitaüstas.Sin emb¿rgo,d contrario de lo que
ha sucedido con el estudio de las fuerzas del mercado,
se ha descuidado eI Estado como tema de estudio. Este
descuido se encuentra tanto en la.steorías que le asignan
un papel activo al Estado como en las que le atribuyen
uno más limitado. Ciertamente los mamistas han redes-
cqbierüo el Estado como un problema de la economÍa
política; pero ésto ha sucedido soiamente en los últimos t'
diez años a pesar de que desde mucho tiempo atrás han
proclamado tener un conocimiento especialde la impor-
tancia estratégicadel Estado en la lucha de clases.Como
resultado se ha discutido toda una gama de temas desde l
los puntos metodológicos más abstractos hasüaproble- I

mas históricos bastante específicos, todo lo cual:ha ge-


nerado una gran variedad de hipótesis y puntos de vista. :ir11

l
DesaforüunadamenteeI debáte marxista es en gran parte il
tt:
esotérico y frecutintementg inaccesible o ñreleiante I

para aquellas personas*quetrabajan desde otras perspec-


li.
rs * Tomado de Cambriilge Journal of Economics lg\7, 1, g5g-
' -
rlilr
19r
.,qi
l¡¡i
8?3, traducción de Gitberto Gómez A. y Mauricio A¡chil&
iiiiliir
::-ri

-:ii.tÍ,
ilE,
181
,ljiliii;
tivas. Pero dada la ausencia de una revaloración com- sus brrabajosy se consideran sus méritos y defrciencias. I
parable del Estado, este debate merece una más amplia De aquí resulta un marco para evalua¡ dese.rrollosre'
consideración. Mris aún, puesto que el marxismo de tiem- cientes. Algunas variaciones en los ternas de los textos
po affis se ha interesado por el Estado tanto como por clásicos se examinan y s€ critican por Bu fracaso en hacer
la producción y el intercambio, ciertamente v^le la pena avanzar la teoría ma¡xista del Estado. Esto nos conduce
evaluar hasta qué pu1üo un enfoque integrado puede a la parte central del trabajo que trata de las tecrías re-
iluminar el análisis económico. Tal invesügaciónes par- cientes sobre el Estado capitalista evaluadas a la luz
ticularmente relevante en el período actual de continua de nuestros criterios. El trabajo concluye con algunas
crisis económica mundial e interyención estatal crecien- anotaciones generales a los análisis marxistas sobre el
te para reestructurar el sistema industrial y frnancielo. poder del Estado en las sociedadescapitalistas y sw
Es necesario enfatizar que el presente trabajo no se implicaciones prira otros enfoquesteóricos.
refiere a la economía mamista como tal, sino que se
centra en algunas teorías marxistas reeientes sobre el A. Los textos cWsicossobre el Estatio.
Estado capitalista; tampoco desarrolla un nuevo enfo-
que sino que simplemente considera estas teorías a par-
Es un lugar común afi¡mar que Maie', no ofreció un
tir de algunos criteúos dados. Dentro de estos criterios
análisis teórico del Estado capitalista roue pueda equi-
hay algunos generales, eomo la consistencia lógica y pararse en profundidad y rigor con Dos Kapitai. ELt:"-
la determinación teórica, y también otros más espe-
bajo sobre el Estado está compuesto por una serie frag-
i:íficos. relevantes pam una evaluación de las üeorías
rnéntáda y asisiemática de reilevjories iiicsóficas, historia
marxistas. Estos últimos se podrían formular de la ma-
contemporánea, periodismo y anotacionesincidentales.
Irera siguiente. Una teoúa marxista sobre el Estado ca-
pitalista será coñilde¡ada adecuada si cumple con las No es de sorprender, por tanto, el que Marx rara vez se
centre directamente en las relaciones ccmplejas entre
siguientes condiciones: a) estar fundamenüda en las
el aparato estatai, el poder es',,atal,Ia acumulación de
cualidades específicas del capitalismo como Modo de
capital y sus requisitos sociales.Pero con menor frecuen-
Producción, b) atúbuir un papel central a la lucha de
cia se anota que lo mismo es verdad respecto de otros
clases en el proceso de acumulación de capital, c) es-
teóricos marxistas clásicos como Engels, I-enin, Trotsky
tablecer las rélaciones entre los aspectospolíticos y ecb- y Gramsci. Estos autores no afrontan la pregunta cru-
nómicos de la sociedad sin reducir los unos a los otros cial de las formas diferentes del Estado capitalista y su
y sin üratarlos como totalmente independientes y auto-
idoneidad para la acumr¡lación continuada en diferentes
Ilomos, d) admitir dife¡encias historieas y nacionales situaciones, ar¡nque hacen va¡ias observaciones agudas
en las formas y funciones del Estado en lás sociedades sobre el Estado en general, casos históricos espeeíficos
capitalistas-y -¿) aduütir la influencia de las clases y la naturaleza de la dominación ideológiea. De hecho
-no
ea[iitalistas"y -dé -las' fiiéiilas que rio son clasesen l4 de- cuando los textos clásicos se ocupan de este asrmto lo
termjnació[]é- la ,na-ülrfaleza- del Estado y en el bjer- haen de una maneriainconsistente. Hay por lo menos
cicio eglggggg eslaCaf- H justificar la Jeleccióñ de seis enfoques .diferentes eu€, ar¡nque están frecuente-
estos criterios parbiculares desviaría la discusión antes mente combinados en-grados va¡iables de consistencia
de que empezara; se espera que su relevancia e impor- y eualificación mAtua, implican diférentes presupuestos
tancia se hani manifiesta a lo largo del trabajo. teóricos, principios de explicación y consecuencias. po'
El trabajo empleza con un breve repaso del enfoque líticas. Tenemos que estudiarlos, por lo tanto, separa-
de Marx y de otros teóricos marxistas clásicos respecto damente antes de sacar cualquier tipo de conclusiones
aI Estado capitalista. Se especifican diversos temas de acercadel enfoque clásicoeomo un tódo.
i, I,
182 .¿'
,,i ,l 183
li*tL

' .,1.¡:.
(i) En un principio Marr consideró el Estado modemo como "epifenómenoc" (es decir, oomo simples ref,eior
(por lo m'enos aquEl Aé prusia en el siglo 19) como una de la superticie¡ del sistema de relaciones de propiedad
institución parasitaria que no jugaba ningún papel esen- y- de las luct¡as económicas de claseresultantes.
cial-En la próilümdn ó ieproduccióii económica. ge- Esta idea se encuentra prácticamente sólo ¿n los es'
gt¡n su conoeñóilél eob&¡to democrtidco se caralte- critos de juventud, P€ro emerge ocasionalmente en su
rizarír por trn?unitia@ y(tef puóblo, trabajo tarAio y aparece frecuentemente en los análisis
mientras que el Estaflo modérno era rina expresión.de marxistas más recientes. Esto es parüicularmente claro
los conflictos irreconciliables que tienen sus raÍces en en los primeros comentarios de Marx sobre la ley (en
el egoísmo de ia sociedad civil. En e¡!q-contexto, éI-Es- los cuales las relaciones legales son tratadas como meras
tado y sus agentes, lejos de ser representanbesdel bien expresiones de las relaciones sociales de producción),
común, tienden a explotar y oprimir la sociedad civil peio también aparece en los análisis más generalesso-
en nonrbre de grupos particulares. En efecto, Mam ar- bre las instituciones políticas. El ejemplo más frecuente-
gumenta que, de manera semejantea como la organiza- mente citado de este enfoque es el Prefacio de 1859 a
ción corporativalposibilita a la burguesía ,v a los maes- la Contribución a la Crítióa de Ia Economía Política-
tros artesanos ¡f . defender sus intereses materiales, el Aquí aparentemente se tratan la ley y la política como
Estado se conrferbe en la propiedad privada de los fun- una superestructura basada en la infraestructura eco-
ciiñarios en su lucha por' progt".at personalmtnte nómica, se consideran las relaciones de propiedad como
(Marx, 1970, especialmentepp. 24-54;ver también Hunt, expresioneslegalesde las rel¡ciones de producción, y se
L975, p. L24). Este punto de visla fue elaborado en su fundamenta la revolución en las crecientes contradic-
crítica de las teorías políticas de Hegel cuando el joven ciones entre las fuerzas y las relaciones de producción.
Marx todavía profesaba ideas políticas radical-liberales. En general,este enfoque considerala estructuradel Es-
Tampoco habíi desarrollado todavía la concepción del tado como un reflejo de la superficie de una baseeconó'
capitalismo como un modo de producción y por lo tanto mica autosufrciente y generadora de su propio desarro-
no podía idenüficar las características específicas del llo. Y puesto que las clasesse definen en puros términos
Estado capitalista (Althwser, 1969, pp. 49-86; L976, económicos, el ejercicio del poder estatal es concebido
pp. 151-161; Mandel, t971, pp. 62-67 y passim). Más como un reflejo de la superficie de Ia lucha económica.
tarde, aunque retuvo las ideas brásicasac€tca de la foima
-móderno Esto impüca tamUién que existe una correspondeneia
del-ETtaa; rdpresentativó v su sep-a¡acióñ-de perfecta, en la que se aparejan de manera única, un9
la sociedill ¿;ivil, Marx ló tra6 más bien una párte á uno los elemeñtos, entre las relaciones jurídico-poli
necé-sariadéf sistéma-ile doniinació¡f dE "om^o
clase que éómo ticas y las relaciones eeonómicas o, mejor una especie
algo extraño y parasitario. Sin embargo,-estaúltima con- de adelanto o atraso entre ellas. De esta manera el im'
cepcióñ -se éñcueñüra en su trabajo siguiente sobre el pacto del Esüado se reduce a una simple defor¡nación
despotismo oriental, en donde Malx trata a vecesel modo temporal del deqarrollq económico (típicamente conce-
asiático de producción como comunitario en su natura- , bido en términos del crecimiento de las fuerzas produc-
Ieza y el Estado asiático como un cuerpo parasitario tivas) y de la lucha eoonómica de clases(concebida en
encima de la sociedad (ver especialmente Marx, 19?3, términos de Ia luEha por la distribución del producto).
pp. 471-514 passim). Pero, aunque la idea de que el Por tanto, aunque la inten¡ención estatal' puede fomen-
Estado moderno es eseneialurente parasiüa¡io es tódavía i tar o impedir el desa¡rollo económico, éste es siempre
qcogid_aen círculos anarquistas, tal idea no fue retenida 1, ' determinante en úlüima instancia (ver principalmente,
despuéspor el mismo Marx. Engels, 1954, pp. 26&254, y Marx y Engels, 1975, pp.
(ü) Manc también trata el Estado y el poder estatal is 392-394).
184 185
(üi) Otro enfoque común trata el Estado como el mento de do:ninación de clase. Este es el enfoque má¡
factor de cohesión en una .sociedaddeterminada. Esta común y eB particularmente evidente en las exégesis
perspectiva está atrora íntimamente identificada con del mamismo-lehinismo. Un problema fundamental es
Poulantzas, p€ro también es evidente en los textos cLí- la tendencia a suponer que el Estado como insünrmento
sicos. Por ejemplo, Dngels concibe el Estado como una es neuüral y puede ser utilizado con igUal faciüdad y
institución que emerge al mismo tiempo con la explotación efectividad por cualquier clase o fuerza social. Este en-
económica. Argumenta que su función es regular la lucha foque tropieza también con dificultades en situaciones
entre clasesantagónicas a través de la represióny la conce- en las que la clase económicamentedominante, de hecho
sión, y de esta manera moderar el conflicto de clasessin no ocupa las pceiciones clavesen el aparato estatal (tal
socavar Ia dominación continuada de la clasedominante, como lo cita el mismo Marx en el caso de la aristocracia
ni la reproducción del modo dominante de producción. terrateniente que gobernaba a nombre del capital en
(Engels, 1942, pp. 154-163 y passim). Lenin adopta el la Gran Bretaña del siglo 19). El mismo problema ocrule
mismo punüo de üsta en vaúos lugares(ver especialmente donde el Estado adquieie un grado considerable de in-
Lenin, 7970, passim). Bukharin también considera la dependencia de la clase dominante rlebido a un equili-
sociedad como irn sistema de equilibro inestable dentro brio más o menos temporal en la lucha de clases.Como
del cual el estado actúa como un "regulador" y Gramsci ejemplo de esta situación se cita el estado absolutista,
adopta más o menos el mismo argumentoen variasocasio- el segundo imperio francés bajo Luis Bonaparte, y la
nes, 4unque ciertamente desde una posición incompara- Alemania Ce Bismarck. En ninguno de estos casos se
blemente rnenos mecanicista (Bukharin, 1969, pp. 150- puede explicar cómo el Estado permanececomo un ins-
I54 y paspim; Gramsci, 1971, pp. 206-276). Las dificul- trumento de dominio de claseaunque la clasedominanie
tades principales de este enfoque son de dos tipos. En pri- no tiene un inmediato control de é1. Problemas simila-
mer lugar, es deficiente en la especificaciónde la natura- res ocurren en el estudio del "poder dual" en situacio-
leza del Estado como un factor de cohesión y/o en la nes revolucionarjas y en el anrílisis de las transiciones
identificación de los medios a través de los cualesel Es- entre diferentes modos de producción.
tado realiza esta función. De aquÍ que el Estado sea (v) Otro de los enfoques de los textos clásicosmar:ris-
definido en términos funcionales y termine incluyendo tas es semejante al de los estudios institucionales orto-
todas la.s instituciones que contribuyen a la cohesión doxos de la sociología, antropología y ciencia política.
(ver especialmente Poulantzas, 19?3, pp. 44-50). De Se considera al Estado como un "conjunto de institucio-
esta manera es imposible dilucidar la naturaleza de clase nes" y no se hacen presupuestosgeneralesacerca de su
del Estado. En efecto, lejos de conducir a conclusiones *l carácter de clase. El Estado es concebido como wr "po-
revolucionarias, esta eoncepción está frecuentemente * der público" que se desarrolla en una determinada fase
asociada con la idea de que el Estado puede reconcüa¡ ¡:
:..' de la división del trabajo (usualmente idenüifrcadacon
los conflictos de clase acüuando como mediador neu- j, la emergencia de un modo de producción, basado en
üral. En segundo lugar, a no ser que se pueda especificar iir: la explotación de una clase por la otra) y que incluye
el mecanismo de cohesión y sus limitaciones, se hace ili .r *
,B:
Ia aparición de un sistema definido de gobierno que es
difícil explicar la emergeneia de crisis revolucionarias 4 monopolizado por'funcionarios que se especializan en
y la transición de una época a otra. En este respecto :,* H.
administración y/o represión. Ilste tema apareceen En-
.r¡,, gels (1942) y Lenin (1970). Puede solucionar las obje-
este üpo de enfoque es tan obviamente inadecuado que
debe ser complementado y sustentado por medio de & ciones planteadas a los enfoques arriba mencionados
# aunque deja sin respuestala pregunta sobre la idoneidad
referenciasa otras concepciones.
(iv) Tambrén se concibe aI Estado como un inshu- * de los enfoques en situaciones específrcas.Impüca que
#
186 #
.¡{é. 18?
ffi
se en un intento sofisticado para eatable*er gffirn¿fás
las $¿n<:iones, etbctos y naturaleza de clase del Esüado teóricas de que el Estado en una sociedad -capitalista
nó pueaen sei determinádos "a priori'sino-que.deR-ende¡ necesariamentefunciona a nombre del capital. Así. en
a" i* relaciones entre su estmctu¡a institucional y la
oposición con aquellos que defrenden que la.organiza-
lucha <ie clases en diversas circunstancias. En ausencia
ción intema del Estado puede asegurarsu r1¡noona¡i",¡en-
de tales análisis coyunturales, sin embargo, el enfoque
to para reproducir el Cápital (poi ejem¡ilo'Off-"' tgi74,
institucional puede establecer la naturaleza del Esüado pasim), ei vitA insistir que el poder del Estado pu*de
únicamerite mediante el recurso a formulaciones más -ser
mái-o menos capitaiistasegúnla situación.
primitivas. Por eso se tiende a asociarlp -corr 9l "epife-
De esta manera, en ninguna parte de los cl¡isicosn¡ar-
nomenalismo" (Ias instituciones son un reflejo de la base
xistas encontramos un análisis +.eóricc del Estado c¡re
económica) y/o instrumentalismo (las instituciones son
esté bien formulad¡r. sea coherente y esüá sustentaco.
controladas por el capital). Además aún cuando está
Con ésto no se quiere negar que los clásicosofrecenilna
combinado con el análisis concreto, ei enfoque insti-
serie de agudas generalizacioneshistóúcas e intuicicnes
tucional puede simplemente llevar a narraciones descrip-
políticas, nl que ponen los cimientos para un anáiisis
tivas sin ningún intento por explicar lo que ocurre.
(vi) I,ls en este contexto en donde ei sexto enfoque más riguroso. En particular, la perspectiva de la dornina-
ción política (el sextc enfoque) provee un punto de
es especialmente relevante. 8ste enfoque examina el partida adecuado para el estudio del Estado y del po-
Estado como un "sistema de dominación política" con
der estatal.Gran parte de la discusiónque se ha renovado
+fectos especÍficos para la lucha de ciases-De esia ma-
revela todavía las limitaciones di: ios otras i:nfoquesy
rrera, mientras el enfoque instrumentalistase centra en
es deficiente en lo que se refiere al des:¡.rrollode esta
la pregunta de "quién gobierrtau',este enfoque se centra intuición de la naturaleza de la dominación política.
en las formas de representaciónpolítica e intervención Esto aparecede variasmaneras.Aunque en nuestrosdías
estatal. Las examina como algo más o menos adecuado rara vez se trata el Estado como un sinlple epifenómeno
para asegurar un equilibrio de las fuerzas de clase que sin ninguna influencia real, sus formas y efectos son fre-
es favorable para los intereses a largo plazo de una de- cuentemente explicados únicamente en términos de las
terminada clase o fracción de clase. Esto se puede ver "necesidades"de la economía. Alten:ativamente,el Es-
en la anotación de t enin de que una república demo- tado puede ser relacionado con la economía solamente
cratica es el mejor escudo protector posible para el ca- como un instrumento en la lucha de clases.Los dos enfo-
pitalismo y que una vez que esta forma de Estado se ques pueden set encontrados en compañía de diferentes
ha establecido ningún cambio de personas,instituciones maneras de concebir la base económica. Más aún, algu-
o partidos puede sacudir la dominación política del ca' nos trabajos recientes se concentran principalmente
pital (Lenin, 1970, p. 296; ver también Marx y Engels, en la lucha política entre el Capital y ei Trabajo y son
1975, p. S50). Este enfoque es central para las discu' por lo tanto relevantes para los asuntos económicos
siones de la Comuna de París conoo el modelo de la sólo en cuanto están' influenciados por faetores poli-
dominación política de la clase ürabajadora(ver parbicu- ticos. Con estó no se quiere decir que estos diferentes
lanrrente Marx, L974, pa.ssim,y Lenin, 1970, passim). enfoques económicos y políticos sean inconectos, sino
Este enfoque produce sus mejores frutos cuando se usa simplemente se sugiere que se deben apreciar tanto sus
conjuntamente con una definición institucional del Es- limitaciones como sus contribuciones a la teorÍa del
indo. Porque atrnque evita las dificultades asociadas con r!:- Estado. Estos dos aspectosse pueden iiustrar meüante
los enfoques antes mencionados, este enfoque necesita t5, la consideraeión de los trabajos de juventud de Mili-
,.:.w
ser desarrollado y sustentado por tm análisis concreto , ¡6i: band y Poulantzas,los puntos de vista de los así üama-
de las institucion-es. De otra manera tiende a convertir' .lii ,
i#' 189
18 8 :i,wai
ii1;i
t,
t.
ll
lil
i
simples fuerzas económicas que existen por fuera e in- ll
dos teóricos neoricardianos, y el estr¡dio del "capita-
1l

dependientemente del Estado y capacesde manipularlo rl


lismo monopolieta de Estado". irilii
* como un instrumento o herramienta pasiva" porque la
tl'lr
temas ckúsieos. influencia política de las clasesy de las fraccionesde cla-
B. Diferencias en algunos i :i '
j,, se depende en parte de la estmctura institucional det i ii,
rl l '

Tanto Miliband como Poulantzas se centran en las Estado y de los efectos del poder estatal. En segundo l
lugar, la lucha de clasesno está conñnada a la sociedad liri
luchas políticas e ideológicas sin referirse a los imperati- It!

vos económicos ni a los requisitos de la acumulación de civil, sino que es reproducida dentro del corazón mis- ,I
capital. Esto refleja sus intereses polémicos. Ilfiliband mo del aparato estatal. 'lambién argumenta que el Es-
está interesado en conttontar a los teóúcos liberales tado tiene una función objetiva para llevar acabo, que
de la democracia con los "hechos" referentesal transfon- es el conservar la cohesión social de tal manera que la
do social, lazos personalesy valorescompartidosde las acumulación de capital pueda avanzarsin tropiezos (Pou-
élites económicas y políticas, y con los "hechos" refe- lantzas, 1973, pp. 44-50, y 1975, pp. ?8-81 y passim).
rentes al impacto de la política gubemamental sobre Así, Poulantzas critica a Miliband por analizar el Estado
asuntos como la distribución del ingreso y la riqueza. en términos de los sujetosindividualesque lo controlan,
MilibanC también sostieneque la socializaciónen la ideo- en lugar de analizarlo en relación a su función en la so-
logía de la clase dominante es una fuente importante ciedad capitalista determinada estrueturalmente (Pou-
lantzas,1969, pp. 67-78).
de poder político y orden social (Miliband, 1969, pas-
sim). Puesto que su interés principal es revelar las dis- Desafortunadamente, aunque sus críticas del anáii-
sis de Miliband y de las teorías del "capitalismomonopc-
torsiones y mistificaciones del pluralismo liberal, Miü- lista de Estado" son correctas,el mismo Poulantzasno
band no hace progresar el an¿4lisis marxista del Estado.
aporta una explicación satisfactoria del Estado capita-
Efectivamente, lo que él hace es reproducir la tenden-
lista. Define el Estado como el factor de cohesiónpero
cia liberal a discutir la política aislándolade su comple-
ja articulación con las fuerzas econórnicas.Relaciona interpreta ésto de dos manerasdiferentes.
política y fuerzas económica.ssólo a través de las cone- Algunas vecessugiereque una condición sufrcientede
pohesiónes la organizaciónexitosa de un bloque de po-
xiones interpersonales y descuida su mutua presuposi-
ción e interdependencia a nivel institucional. De esta der bajo la hegemonÍadel capital monopolista.(Poulant-
manera, Miliband no tiene éxito en la tarea de estable- zas,!975, pp. 72-88; Cutler, 19?1, pp. 5-1,5).Estasuge-
cer la naturaleza real del Estado en la sociedadcapitalis- rencia ignora completamente los limitantes económicos'
ta y sus limitaciones inherentes como también sus ven- fundamentales para el ejercicio efectivo del poder estatal
tajas para el capital. e implica que el Estado es más bien un instrumento del
Poulantzas está menos interesado en descaliücar la bloque de poder que del solo sector monopolista. En
teoría liberal sobre la democracia y más bien está inte- otra parte, Poulantzas adopta la corrcepción reduccio-
resado en criticar la orüodoxia tradicional comunista nista de que los efectos del poder estatai están necesa-
del "capitalismo monopolista de Estado". Consiguien- riamente circunscritos por la dominación del capitalismo,
temenüe, en contra del argumento de que el Estado mo- de tal maneraqué a la larga esosefectospuedencorrespon-
derno no es más que una herramienta flexible del capital der solamente a los*interbsesde la clase dominante (ver
monopolista, rechaza todas las formas de instrumenla- especialmentePoulantzas,1969, pp. 67-78 y L976, pp.
lismo e insiste en que el Estado es una relación socjal 63-83). Esta afirmación implica que es completamente
compleja. Esto último pa¡ece significar dos cosa.s.En irrelevante cuál clase controla el aparato estatal, puesto
primer lugar, las clasesno deben ser considerada.scomo que debe mantenersela cohesión en virtuA de su-función

190 191
objetiva. En pocas palabras, aunque está estrechamente líticas económicas, significa que la solución capitalista
identificaclo con afirmaciones acerca de la relativa auto' 13.qy"^se impone en las crisis econórnics.s
T iBbady y
nomía dei Estado capitalista, Por¡lantzasde hecho oscila Crotty, 1975, passim).
á"tr" -"""dos posiciond extrenias. O ca¡acteriza al Estado Tales estudios tienen cierüamente ribetes radicales
óá" 1dÁpbta independencil de.la base económica, y relacionan la inten¡ención del Estado en las necesida-
o-t" tiág" iodo tipo de-independencia.Ninguna 4" "t!o des del capital. pero el enfoque neorica¡diano es limi-
áos posíciones ser'ía satisfactória por sí misna y las dos tado en su tratamiento de la natu¡aleza del capitarisrno
1r,.,, juntas hacen su análisisindeterminado. como un modo de produccióny del carácterde-clasedel
-
En contreste con el acento político de Miliband y de Estado, ya que descüda la importancia de las relaciones
Poulantzas, ios así llamados teóricos""neoricardianosse sociales de producción y la lorma característica ¿e ia
interesan explícitamente por las dimensioneseconómicas explotación capitalista a través de la creación y apropia-
del Estado.'se centran en la influencia del Estado en la ción de plusvalía. Esto significa que tiende á tütar ef
distribución del ingreso entre las clases,y tratan de mos- proceso
trar cómo ei Estado interviene en la economrapara con' {e tr-1ba!ocopo algo puramente técnico y a re-
lacionar la distribuciórr del ingreso con el pt*rio a"t
servar o resüaurarlas gananciasde las compañías a costa trabajo como determinarroen lJesfera de la circulación
tle los sala¡ios. Generámente se analiza esta intervención Esto coloca las luchas por la distribución y no ra ructra
estatal parüiendo de las presiones sobre la rentabilidad
que se otigitt* en las luchas de los sindicatos y/o la com- 99 lu producción, en el corazón de los anáhsisneorical.
dianos, lo cual se refleja en la tendencia a discutir la
petencia iítemacional. La respuestaapropiada en tales interve'ción estatal en términos de distribución ¿e ing;
circunstancias depende de la forma específica como se so y a descuidarel papei fundamentaldel Estacloeri la
extraen las gananóiasy del balancede fuerzas de clase' El reestructuraciónde la producción. De esta *un".u,
capital gette*talmenteiratará de manipular el ciclo d.efos tipo de análisisno sólo implica que la lirnitación d" "ri"
negociol para disciplinar la mano de obra y reducir los i;;
salarios y/o los recortes al gasto público son suficieniés
*oltos salariales con el fin de maximizar las ganancias parasolucionarlas crisissinoquetambién,escompletan..r-
de las corporaciones(Boddy y Crotty, )-9'14,19?5);y/o te deficienteen ra confrontacibny expriculi¿noul'"r;;;;.
redistribuii el ingreso al sector privado por medio de cam- naturalezay limitacionesde l.acrécinéteingerenciaá;lE;ü:
bios fiscales, subsidios, nacionalización,devaluación:col- la
trol de salarios y restricciones legalesa las actiüdades de 9::l .mismaproducción. Esto ,ro qoírr* d;; a;;
ru-eguela rmportancia de la lucha en la determinaciónbe los
los sindicatos (Glyn y Sutcliffe, L972); y/o contrarrestar salarios (ya- sea
los efectos inflacionarios de los aumentos de impuestos I _quese vean como el precio ¿el trabaio
o er valor cle ra fuerza de trabajo). se quiere más bien iir-
y de la ileuda pública a través de recorbesdel -g-asto!ú- ii, sistir.en que_centrarse exclusiümente-en una parte del
bli"o referente al "sala¡io social" (Gough, 1975)- Por ;1 circuitg del Capital no pl¡ede nunca proveer fa üasépar"
el contrario, la clase trabajadora tratará de poner re15:,¡ entender la naturaleza de las crisis -capitalistaso ri i"-
tencia a tales acciones ofónsivas por parte del capital'i tervención estatal.
(Boddy y Crotty, 1974, pp. 1-2).y, se espera' tratgá : Además, este enfoque no es sóIo limitadr: en su con-
de transiorma¡ ia lucha salarial y/o la oposición a los cepción de la eeonomía, sino que tarnbié" U"" ü"
reccrtes en un movimiento revolucionario exitoso (Glyn concepción emp-gbrecidadel Estado. La mayoría Oe fá,
y Sutcliffe, L972, pp. 189-216; Gough, L975, pp. 91' anal$m neoncardianossimplementetratan al Estadoeomo
ezJ. una "tercera fuerza- capal de intervenit, o
iero Ia posición dominante del Capital en-el Estado, trumento manipulable, en, favor de ú *aximiz"cion
"oto
*-irrr-
y especialmente en el campo de la elaboración de po' de la ganancia. En el primei caso no r*.int""t"lt-püü
L92
193
por qué el Esüado interviene en nombre del Capital o rrlif. ':r'1.
" i;
de mercado. La tendencia de la tasa de gananciaa.la baja
iro. qo¿ es capaz de hacerlo. En el segundo easo el aná- es más conhovertida y es btacada por razones teórico
iisis ést¿ plagido de las difrcultades usuales que conile- abstractas como también por sus inciertas impücacio-
van las teorías instrumentalistas. De la misma manera' {s nes para el desarrollo concreto del capitalismo. Porque
aunque Gough adopta un an{lisis más sofr:ticado del ,tl,#: 'j
aún si se acepta Ia validez de la asf üamada ley, elln es
Estaáo e insiste en iu autonomía relativa, su teorfa está solamente tendencial y estrátambién sujeta a importan-
basada en Miliband y en Poulantzas y el concepto de tes tendencias que la contranestan (Mam, 19?1, pp.
autonomía relativa es en gran parbe retórico. En la pnáe' 2LL-266; Fine y Harris, 1976, passim). Sin embargo,
tica combina una definieión institucional"del Estado con es necesario aceptar o rechazar esta ley parüicularen el
un estudio de las funciones en la lucha política. Est''+ contexto presente ya que solamente estamos "interesa-
provee un buen complementr a la concepción tecnicista dos en explotar las diversasrnanerasen que se ha traído
áe ia produceión y el énfasis en ias luchas por la distri- a cuenta en los análisis del Estado en la sociedadcapi
bución que se encuentra en la economía neoricardian;r- talista.
En efecto, Gough parece limitar la lucha política a la Las leyes del movimiento del capitalismo ocupan un
incidencia d.e los impuestosy a la distribución del gasto lugar central en ias teorías del "capitalismo monopo-
púbüco entre el Capitai y el Trabajo. Esto significa que lista de Estado". Estas teorías adoptan diversasformas,
descuida el papel dé los recortes en la reestructuración pero tienen en común ciertos supuestos respecto a la
del Capital .¡r¡lá iucha eontir"-tapara reorganizat el mismo periodización del capitalismo y a la naturaleza de su
aparató estatal con el frn rie aumentar la dor:rrjnación fase más reciente.Se arguye que el procesocie competen-
po!ítica del capital. Esta es una falla/ccmirartida por cia durante el período del capitalismo "leseferista" con-
el más generalmenteüamado enfoque neoricardino. duce inevitablemente a la conceittración y eentralización
Es precisarnente en conexión con la intervención es- del Eapital y por lo tanto, a un nuevo estadio en el cual
tatal en el proceso de la producción como los argumentos los monopolios dominan toda la economía. Además,
basados cn la teoría del valor trabajo, la ley del valor, mientras que el estadio precedente de la competencia
y, €tr particular, la ley de la tendencia cle la tasa de ga- liberal se caracte¡izabapor la autorreguiación de las fuer-
nancia a la baja, han adquirido prominencia en los intentos zas de mercado y por el autodesarrollo progesivo de
por construir una explicación satisfactoria del Estado las fuerzas productivas, la fase del capitalismo mono-
capitalista. Pero ar¡nque juegan un papel importante polista se caracteriza por la tendencia creciente de la tasa
en los análisis ma¡xistas sobre la acumulación de capital, .r ¡ de gananciaa descendery, consiguientemente,de la pro-
eI estatus lógico y empírico de estos principios y leyes ¡
I ducción a detenerse. Pa¡a contrarrestar esta tendencia
es bastante controvertido. En efecto, como aparecerá iis. u¡ ,:l
y de esta manera consen'ar eI dinamismo de la acumula-
a lo largo de este trabajo, existen marcadas discrepan- j,,..Í, I ción de capital se requiere la siempre cteciente inter-
cias en la interpretación aún en aquellas teorías que .r-t:: *l
¡
vención estatal en la economía (Afanasyev, ig?4; Boc-
afirrnan su relevancia para el análisis económico y polí- i i
j'i
I ca¡a et al., 19?1; Ctreprakov,1969; CPGB, L977; Sdobni-
I
tico. Esto es especialmente claro en el caso de la ley "ti kov, 19?1). Tat intervención adopta muchas formas )
de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia; la ,+. diferenües. Estas ingluyeñ la nacionalización de las in-
teoría del valor-trabajo tiende a ser un campo común en dustrias básicas, el- suministro estatal de los servicios
rl,

la economía mamista y la ley del valor generalmente esenciales,control centralizado del cn6dito y dél dinero,
siwe como un principio abarcador de todo, que encierra ayuda estatal para las intervenciones, la creación de r¡n
las diversas tendencias y contradicciones de la acumu- mercado amplio estatal de bienes, financiación esüatal
lación de capitat y su mediación a trar'és de las fuerzas , de la investigación y el desanollo tecnológico; control
194 195
que reduce al Estado a un epifenómeno de una base
estatal de los salarios, programación estatal de la econo- económica y además, afinna que es posible usar el Es-
*iu, y la creación -de aglncias económicas intemacio- tado para transformar esa base. Deriva la naturaleza del
-lAfanasyev, L974; Boccara et al., 1971; Nikola-
nales Estado capitalista, de las tendencias inmanentes de la
t'"u.- fgZS, pp. 7L-92; Menshikov,1975, pp. 137'183 y acumulación de capital y caracterlza la lucha política
"ZOd-Zgg;'''Pblitics and Money" L974-76)- Con el creci',
de clasescon la habilidad de establecerel socialismo.Así,
miento áe tal intervención, el capitalismo monopolista la economía es consideradacomo autosuficientey auto-
se transforna en el "capitalismo monopolista de Esta- expansiva en el período del capitalismo liberal; ésto im-
do". Se supone que este es eI estadio final del capitalis' plica un Estado inactivo o aún neutral. Se le considera
mo v el eñorme peso del Estado es atribüido a la crisis como oprimido por las crisis y autodestructivo en el
g"n"iul del capitalilmo que caracterizaesta fase. período del capitalismo monopoh"ta; esto implica la ne-
Se dice que ia intervención estatal de esta magnitud cesidad de un Estado intervencionista pzua superar el
y con estos efectos es posible porgue el Estado se ha estancamiento y conservar las ganancias.Poco se hace
óonvertido en el instrumento de los monopolios domi- por explicar las formas del Estado y de la intervención
nantes. Mientras que iVlarx y Engels consideraron al eje- del Estado excepto en términos de las necesidadesdel
cutivo político no como otta cosa sino como "un co- capitalismo en situacionesdiferentesy dcl dominio eco-
mité para manejar los asuntos comunes de toda la bur- nómico del capital. Sin embargo,las mismasformas de
guesía-"(Marx y Engels. 1973, pp. 69), los teóricosde intervención adoptadas por ios monopolios pueden ser
ésta escuela algumentan que el Estado y los monopo- también enpleadus por las filerz¿spopularesen la transi-
lios se han fusionado en un solo mecanismoque actúa ción al socialismo. Este es un argumento instrumenta-
solamente en nombre del capital monopolista (Afanas- lista que se adapta mal a la proclama de que el Estado
puede observaren los
yev, 19?4, pp. -y i98-200). Esto se y los rnonopoliosse han fusionadoen un solo mecanismo.
ántecedenteJ en las afiliaciones de clase dei personal Tampoco se puede eütar esta inconsistenciaargumen-
del Estado, lá formulación y Ia implementación de la
tanclo que refleja la contradicción fundamental entre la
política estatal, y el dominio del capital monopolista constante expansión de las necesidadesobjetivasque re-
ón el sistema educacional y en los medios masivos de claman la intervención estatal en la economía y los lí-
comunicación (Aaronovitch, 1956; CPGB,L977; Gollan, mites a la intenención fundados en el dominio del capi-
1956; Haney y Hood, 1958). La interpretación de los tal monopolista, porque ésto, todavía deja en duda la
monopolios y del Estado-nación significa que el peqleño t
naturaleza del Estado y de las transiciones capitalistas
y meáiano capital esti4n excluidos del poder polÍtico, {
¡
I a las socialistas. En resumen, aunque la teoría del "ca-
como también que son amenazadospor la fortaleza eco- pitalismo monopolista de Estado" enfatiza el papel de la
nómica, superior del gran capital. Esto sugiere a_su vez intervención estatal en la reorganización de la produc-
que comparten ciertoi intereses con el proletariado en el l ción capitalista, esta teoría está asociadacon una expli-
derrocamiento del capitalismo :'/¡i caeión inconsistente de ese papel y de sus impücaciones
De esta manera, la teoría del "capitalismo monopo- i,:ll para Ia acción polÍtica.
lista de Estado" es asociadafrecuentemente con el pro- '',u' Las concepciones consideradashasta ahora impücan
grama político de un frente popular antimon-opólico supuestos y principios muy diferentes de explicación,
Éste aba¡caría al pequeño y al mediano capital tomo r'., pero tienen un tópico en común. Todas ellas presuponen
también a la pequeña burguesía y la clase asalariada y que la naturaleza de clase del Estado capitalista depende
bataría de capturar el aparato esbatalpara su propio uso totalmente de factores externos al Estado mismo. Asf,
(CPGB,1977). un Estado es capitalisf¿ para Miliband solamente en
'
Este enfoque es inteiesante pero inconsistente, por:
L97
r.96
l
cuanto está controlado pgr los representantesy los apo- t.:t.
mercancías. Porqug no solamente es tal separaeiónposi- il
logistas de la burguesía. Puntos d9 vista simila¡es ap,a¡e- ti:l ble bajo la producción capitalisüa(porque el trabajo ex- ]i;'
muchos eJtudios neorica¡dianos y de eorte "ea- cedente es apropiado en la forma pluwalía realizada a liir
"Lñ "n
oitalismo monopolista de Estado". Para Poulantzas es
su inserción en la formación social dominada por el ca-
través del intercambio formalmentc libre en el mercado
mrás bien que a través de coerción no económica), sino
iit
ll
pitalismo lo que garantiza su natu¡aleza de clase. Esto que también es necesaria, porque una institución que lil:
r l,
ie sigue de su-congepción funcionalista del Estado Pu!s: no esté inmediatamente subordinada a las fuerzas del mer-
to que es la reproducción de la cohesiónde un¿ sociedad cado es requerida para proveer aquellos requisitos genera- i
dominada por el capitalismo por lo que táI Estado ne- les de la acumulación de capital eomo un todo que son
cesaria.mentefunciona. Finalrnente, existc una tendencia inapropiados o imposibles de asegurarpor parté de cual-
relacionada en algunasteorías a argumentarque las formas quier capital particular que compite. Así, en la medida
del Estado son irrelevantes, porque la economía es siem' en que no es un capitalista concreto sino una insütución
pre, en última instancia, determinante. Esta concepción política definida que corresponde a ias necesidadesco-
emerge más claramente en las versiones deterministas munes del capital, el Estado es un capitalista colectivo
de la teoría del "capitalismo monopoüsta de Estado". ideal (Altvater, 1973, passim).
l)e esta manera todos estos enfoques implican que la La naturaleza del Estado capitalista y de la interven-
reestructura institucional del Estado es irrelevante ción estatal ha sido derivada de diversas manerasen esta
con tal que esté manipulado por el capital monopolista, escuela. Las condiciones generales más abstractas para
r:apital en general, o un bloque de poder dominaclopor la existencia del capitalismo cuya realización es atribuida
el capital, o, alternativamente, que esté sujeto a limitan- al Estado son los sistemas legal y monetario necesarios
tes económicos definidos de tal maneraque nunca pueda para facilitar la proCucción y el intercambio de bienes
liegar a ser el instrumento de absolutamente ninguna y la acumulación de capital. De esta manera, la ley bur-
fuerza no-capitalista (Offe, \974, pp. 31-36). Esto signi- glresa implica la creación de sujetos legales formalmente
fica que estos enfbques ignoran el punto de vista de que iguaies con derechos alienablesen las mercancías (inclu-
el Estado es un sistema de dominación política, cuyas yendo la fuerza de trabajo), como también el desa¡rollo
formas pueden ser más o menos adecuadaspara asegurar de los aparatos legales capacesde adjudicar y hacer cum-
los diferentes requisitos de la acumulación de capital plir estos derechos. EI Estado debe tarnbién establecer
en situaciones diferentes. un sisterna monetario que facilite el intercambio y per-
mita el cáleulo económico racional (Blanke et al., 7974,
pp. ?5-96). El Estado debe t¿¡nbién asegurar la repro- I
C. El Estado como el capitalistacolectiuo ideal. l
ducción del trabajo asalariadoen la medida en que esto tl
no pueda ser hecho a través de las fuerzas del rmercado ,li
El trabajo de cierüos marxistas de la escuelallamada
"lógica del capital", centrada en la Universidad Libre de y aseguar zu subordinación al capital en el proceso de
Berlín, es particula¡mente importante en este contexto. trabajo. Esüe requerimiento üeva a la intenrención en
Han tratado de derivar la forma general del Estado capi- áreas como la legislación fabril, supervisión de las acti-
talista, como también sus funciones pimcipales, del mo- vidades sindicales,edueación y bienestar (Altvater, 19?3;
do pwo de producción capitalista y de sus condiciones I\{ueller y Neususs,19?5).
de existencia. En el nivel m¡ás general de abstracción La necesidad de formas aprópiadas de leyj dinero,
argumentan que la separacióndel Estado y de la sociedad fuerza de habajo y disciplina laboral es establecidb a
civil ca¡acterísüca de las formaciones sociales burguesas través de una óoniideración del capidal en general, sin
brota de la. naturaleza de la producción generalizadade consideración de la existencia de los capitales particda-
':
198 199
res competitivos (Rosdolsky, L974, pp. 64'6?)' Pero rnovimiento del capitalismo. Afirma que mientras el
la escuela de la "lógica del capital" también tiene en cuen- iistado interviene más y más para mantener la demanda
ta los problemas que conllevan la naturaleza y los efec- y reorganizar la producción, no pü4" t.*cender las
- i rerzas-del mercaáo ni elimina la cafda tendencial de
tos de la competencia para la acumulación de capital.
La competencii fuerza á cada capital individual a rea- la tasa de ganancia. En el mejor de los casospued€ rno:
tizar al menos la tasa media de gananciay significa-que dificar las Iormas como estas fuerzas se manifiestanellas
el Estado deberá asegurarla provisión de aquellos-valores mismas y movilizar tendencias opuestasa la caída de la
de uso que son necesarios para la acumqlación de capi- rentabilidad. Ei poder del Estado capitalista en este res-
-cuya pecto es necesariamentelimitado, porque no puede de-
ial pero producción privada resulta ser no rentable-
Esto podríá implicar la nacionalizacián o alguna forma ierminar directamente la toma de decisionesdel capital
de subsidio est-atai. El Esüado también debe asegurar privado. Porque la intervención estatal está siernpre rye-
la provisión de valores de uso que toman la forma de áiada a través de las condiciones monetarias y legales
"bienes púbiieos" y/o cuya producción implica un "mo- que afectan la operación de las fuerzasdel mercadoy la
nopolio natural" (Altvater, 1973). Finalmente, puesto organizaciónde la producción en el sector privado.Den-
que el capital social total esLí también dividido en capi- tró de estos límites, sin embargo, el capital privado es
tales nacionales diferentes, el Estado tiene que promo- libre de determinar su conducta económica (Blanke et
ver los intereses de su capital nacional particular como al., L977, pp. 92-96). Este iimitante está reforzado por
también cooperar con otros estadoseIt asegurarlas condi- las contradicciones inherentes en la acumulación de
ciones necesarias para la acumulación continuada de capital. Dos casos citados frecuentemenieen la iitera-
capital a escalamundial (Altvater, 1973). tura se refreren a la política de empleo y a la reorganiza-
Aunque estas condiciones generalespolíticas y eco- ción industrial patrocinada por el Estado- Así, se dice
nómicas están contenidas en la misma naturaleza del que Ia intervención de estilo keynesianopara mantener
capitalismo como un modo de producción (y son por lá demanda de pleno empleo se lleva a cabo a costa de
consiguiente contemporánea.sa él), existe una clara gama una inflación a.celerada.Esto significa que tales polí-
de variaciones en la medida y en la manera de su cum- ticas tarde o temprano deben ser abandonadasy el re-
' sultado será una aguda depresión y desemplco masiv-o-
plimiento. Se supone que esto depende de la lucha de
clases y de las tendencias históricas de la acumulación Si el Estado quiere escapara este dilema, debe reempla'
de capital. La tendencia de la tasa de gananciaa caer es zat la función purgativa de las crisis económicas por
aquí especialmente importante porque exige la inter- la reconstrucción del Capital patrocinada por él mismo-
vención política para movilizar tendencias opuestas a Pero tales políticas también conllevan costos definidos,
través de la reestructuración del capital y la reorganiza- pues requieren el aumento del gasto público, implican
ción del proeeso de trabajo. De esta manera, no sola- la expulsión del trabajo de la producción de mercan¡
mente se arguye que el Estado es eseneialpara el capi- cías, producen una "crisis fiscal del Estado", conducen
talismo (y así no puede ser neutral en la luctra de clases), a la politización gene¡al.de la lucha económica de clases,
sino también que la ca¡rtidad y espacio de su interv.en- etc. (Altvater,'1973; Bullock y Yaffe, 1975: Yaffe, I
ción tiende a crecer "pari passu" con el desenvolvimien- 19?3). Parecería eptonces como si eI Estado capitalista
to gradual del proceso de acumulación de capital (Alt- estuviera atrapado en el modo de produccion y no pudie'
vater, 1973, 1976; Yaffe, 1973). I ra escaparde sus contradiccionesy crisis.
La escuela de !a "lógica del capital" cualifica esta con- Los argumentos de esta escuela particular repregen¡
cepción del Estado como un capitalista colectivo ideal taron un ava¡rceteórico fundamental a través de su de:
i mostración de que el Estado no puede ser concebido
al considerar su subordinación continuada a las leyes de
:
200 201
erigido y controla-
corrro un simple instrumento político todo lo quc esk> Ilega a cstablecertjs que el capitalispg
el Capital. -PgJqn"sus p.roponentes es.tablecen cs un modo de producción posible y que im¡,lica una
ál--pot ^el gn
f,-.,o Estado capitalista es elemento esencial en la forma espr:cífica dc Estado. Mientra¡ fos .,Iógicos del
social del Capital -una fuerza política que perrnÍrnezcan dentro de este marco no podrán
l"oloá""ción
la fuerza eco¡ómica de la competencia 'i .;r ,' I "rpitul" los orígenes del Estado capitarlsta
explicar
cñplementa .L ni cómo puede
y las necesidades
;-t"¿ los capitales individuales aser{ug furrcionar como si fuera un capitalisia colectivo ideal.
que no pueden ser. aseguradas a través dé la En ambos casos acuden al argumento lnsatisfactorio de
ittá¡nent"s
psto réquiere, entre otras cosas, que el Es- <1uetoclo lo que sut:edeen una sociedadcapitalistanece-
l'"*p"t""cia.
;;á. intervenga tanto contra el capital roqlo contra la sariamr:ntc corresponde a las necesidarlesde la acumu-
áf""" trabajadlora- especialr-nente.. cuando los capitales laciíln dn ca¡rital. Ademas,aun cuando esta forma com-
i"ái"iA"¿ei o fracciones del capital amenazan los inte- ¡rleja de reduccionislnoes aparentemeni,e evitadaa través
iá"." ¿"t capital en general.Tal acción ilustra el error de referenci¿Ls "ad hoc" a las crisisy a las luchasde clases
il considerár al Estado como un simple instrume'to como la fuerza motora detras de la inÍ.ervenciónestatal,
pretenden rí:)velar
del Capital. Esbos estuclios también estas son todavía consideradasen términos purarnente
de que el Estado
L" falacias del argumento reformista econó.micosJ¡ se presuponeque los interesesdel capital
ou"¿e ser usado para sobreponerse a las contradicciones son siempre realizadosen el aniilisis final (ver especial-
Lu"i"" del sistema capitaiistay, de hecho, para llcvar a mente Mueller y Neususs,19Tb). i\.{ásrecientementese
catro una transición gradual y pacífica al socialisrno a ha, concedido que el enfoque ri<¿la ,,Iógica dei capital"
iravés de una hábil manipulación del aparaio estatal solamentepuecleindicar las formas probábles oel Eitado
existente. Porque ellos argumentan que el .Estado, pre- y especificarkrs amplios límites dentro de los cualeslas
cisamente porque es un elemento esencial(aunque rela- variaciones puecien ocurrir sin arnenazar fundamental-
iivamente áutónomo) en el proceso total tle la acumula- Tglt€ el proceso de la acumulación de capital. pero la
ción de capital, necesa:ianienterefleja y-reproduce estas difrcultad permaneceen c¡.¡antoque las neóesidarles del
ótntradic ciónes'básicassin eliminarlasj amás. capital todavía proveen el único principio de explicación,
-de
Sin embargo, existen serias dificultades en este análi- ryas .bien que_convertirse en el punto referencia pará
I
1 sis, las cualeJ están profundamente enraizadasen el enfo- una te<¡ría más desarrollada.poco o nada se intenta para
que brásico. Porque al tratar de derivar la naturaleza del explicar las circunstancias en que estas necesidades'son
l Éstado capitalista de la naturaleza-del modo de produc- satisfechas-Así, a pesar de varios esfuerzospor introducir
i
\ ción capitá[sta en su forma pura, los "lógicos del capi- las luchas de clasesy variablesno económicds,siguesiendo
ii ¿¿1" caen en Ia falacia reduccionista, identificada antes, cierüo que esta escuelareduce la historia a unlfecüo de
de una manerzr más eompleja. Mientras que el reduccio- !a-_lóglca de autorealización del capiüal (Gerstenberger,
I nismo simple trata lo político como un simple ePifenó- 19?6A,B; Laclau,L977,pp.7-L2.
I
Il meno de una ba.seeconómica y niega toda influencia
I recíproca sobre la base,este enfoque postula la necesidad D.EI_ intento por" üztrodicir Io especifícidnd, hístóríca
a; ú" nivel político cuya forma y -etecggs tg".{u^E$nir-t3t y la lucha de clases.
dos al nivel .o.-r"LJ",l- ó}nueSrra que un "capitalistá
-iáeal"
puede ser constituido teóricamente para
i

IJl""iiuo E_nrg.gquesüa a ¿g,rrl*.ds ar;ú&s


dificultades del enfoque
sin las cuales - la "lógica
u"ug"r* ciertas condiciones generales de del óar"¿a¡" una escuela más recientu:á;
J-"ápitalismo-seríaimlosible;V--,,q}:-j|io.,P,l:tllloo,*8 TToBfu,. cent'',"¿desta vez en Frankfurü in"r,I; ;;
4 ---__- t v.t¡,ruós y económicos de la acumula"iO". pefó debe co"l.undirsecon_laescuelade Frankfurt-d; ha;;ien-
cia rucial crítica"), ha intentad" i"tü;;;-_;ü
202 i
203
gEl¡YRf! BF lt¡YrrurFt,+. -
grado de especificidad histórica y una conciencia más
blemas y requiere formas de apatato e inten¡en'
aguda del papel Ce la lucha de clases en el estudio del Es- -para nuevas
tado capitalista. Aunque ellos aceptan los argumentos bá- ción estatal aseguar la continuada reorgan!¡ció¡
sicos concernientes a la necesidad de una institución po- de las relaciones sócialesen favor de la acumulación de
lítica separada para ruiegwrr ciertos reciuisitos del capita- capital a escala mundial (Gerstenberger, 19?6Ai' Hol-
lismo, rechazan el énfasis en las necesidadesde los capitales lontayy Picciotto, t977 ).
competitivos considerados aisladamente de su relación
antagónica con,el trabajo as¿üariado.Insisten en que el
Así como las formas apropiadasde intervención caui-
Estado capitalisüa puéde ser ei:tendido solamente en tér- bian con el piogreso de lá acumulación del capital, de ia
minos de sus funciones cambi¿¡rfus en la lucha de ciases misma maneia ló hacen las formas apropiadasde represen-
acerca de la organización del prcceso de trabajo y la apro- tación y legislación. Así, en ei confuxto de la transición
piación de la plusvalía. Ademá.;, puesto que se concentran del feudaliJmo al capitalismo, se dice que ia forma más
en el desarroilo histórico de esta lucira más bien que en adecuada de Estado es el absolutismo real que irnple-
las implicaciones lógicas de ios capitales competitivos, menta políticas mercantilistas. Durante el período del
están en una mejor posición para analizar las contradie- capitalismo liberal, sin embargo, esta forma se cambia
ciones implicadas en la inf,er*¡ención estatal (von Braun- por una democracia parlamentaria burguesa'- por-que
tnuhl et aI., 1973; Gerstenberger, 1975; Hirsch, 1977; ésta provee un foro para la representaciónde las dife-
Hollowar¡ y Picciotto, 7977\. renteJ fracciones de la clase dominante y para la aproba-
Este enfoque puede ser ilustrado a través de su aniáIi- ción de leyes que someüentoCoslos capitalesigualmente
sis del desarroüo general del Estado intervencionista mo- a las mismas reglas generalessupervisadasa través de Ia
derno desde sus orígenes en el Estado feudal absolutista burocracia de los funcionarios del Estado. La transición
en Europa. En este contexto las primeras luchas se refieren del absolutismo al parlamentarismo y, dentro del último
a la expansión del comercio intemacional y a la creación contexto, la extensión de los privilegiosa las clasesdomi-
de una clase asalariada. Una vez constituida la acumula- nadas, conllevan luchas de clasessostenidas.Finalmente,
ción primitiva de capital y la fuerza laboral a través del en el período del capitalismo monopolista,la forma del
mercantilismo y políticas domésticas relacionadas, el Estado debe cambiar nuevamente.ElEstado debe entrar
Estado capitalista debe adoptar un papel "leseferista" ahora en relaciones directas con los capitales individua-
para asegurar el espacio máximo para la acumulación de les y aumenüarla fortaleza y el espacio de sus medios de
capital. Pero todavía debe interuenir para regular las intervención con el fin de movilizar fuerzas opuestasa la
tendencias autodestructivas de una competeneia inmise- tendencia de la tasa de ganancia a ca€r. Esto requiere
ricorde y garantizar las condiciones generalesnecesa¡ias :, una transición de la legislación general decretada e im-"
para la acumulación, a través, por ejemplo, de !a legiS-.¿fÍ plementada según la norma del derecho a nuevas ]t. más
lación fabril y el control sobré ét cr¿áito. Aáemás, úe-'i{l poderosas formas de intervención discriminatoria a tlis'
"
dida que el froceso de acumulación de capital continúa, 'ifl creción de la burocracia estatal. Este cambio se refleja en
la socializaciónde la producción y la tendenciade la ¿*¿ 'iri) el papel declinante del' parlamento a medida que los
de ganancia a caer requieren una intervención creciente intereses capitalistas mayores buscan un acceso directo
para movilizar tendencias opuestas a través de la rees- I al ejecutivo y a la'adminibtración; también se refleja en
tructuración del capital, la reimposición del contrcl la reproducción continua de los conflictos enhe. los
:-l
;l capitalista sobre el pioceío ae drabijo, y la reafirmación l4-i capitáes en el corazón de la m!*ma burocracia- En re-
;l de la hegemonía burguesa sobre la ólase trabajadora. ffi sumen, mientras la aeumulación avanza existe uná.'iten- I
á
s La intemácionalización- ¿et capital plantea nr"uór pto- l$ dencia creciente en el Estado capitalista a transformaxse ir
en nn Estado fuerte, cart;ctenzado por un parlamento
!
d j
.-j*{t

q
*l

204 # 205
¡
,;ts
,# Ir
l
i',

marcada partici aceroa dr: su interprctación y su resolución. Ésto signiflca


débil, una burosracia poderoll y- l¡nay sindicat"u:o9$ que el manejo de las crisis asumirá la forma de respuestas
pación de los dit"l.:'-i"¡i-viduáles
-iHdr;;;t
'i{t'.,

v 1e??'-PP' as;el; por ensayc y error, cuyo contenido está determii'rado


á;á;;; liccletto'
Picciotto' 19-77' passim)'
.,,!¿
por el Uaiancócambiante de las fuerzaspolíticas. Ademiás,
Mandel, 19?5, pl'.'-hí¿99; puesto que el capitalismo esüi necesariamenteplaga{o
Este enfoq,t" solamente introduce algun-a especi- rSJ

f"iüá hirtáñ"u * ul-*zusis del_Estado capitalista


"á sino iffi
r-i'Ti
áe contrádicciones, ninguna estrategia económica puede
ideas imporüantes acerca sobrepasar esas barreras de la acumulación inherente al
á"" ttt"Ui¿n desarrolla alqunas.
á;i;;ú"ru i r"t de.la lucha de clases'Exis- miemo capitalismo (Gertenberger,1973; Hirsch, 19]6;
principJes contribuciones en"este respecto'
"feütos Holloway y Picciotto,1"976;Lindner, 1973;Wirth, 1976).
;;-;;;;
la áóumulación de Ill trabajo reciente de Claus Offe deberÍa también ser
En primer lugar,'ru *gt'nenta que
ó"'¿iciot'áá' pot -la- habilidad del capital mencionarlr¡ aquí. Porque aunque parte de diferentes
""biíJ "ttaasegurara través de la lucha las diversas con- presupuestos,Offe, ha llegado a connclusionessimüares
mismo en
deciones necesariü p*l fu creación y para la apropiación respccto a varios de estos tópicos. Afirma que el Estado
otia escalacadavez más ampliada'-Esto ,:apitalista tiene cuatro característica.sprincipales. En
;;-i;;1u;;utiu
del movimiento primer lugar, está excluido de la organizaciónde la pro-
;g"ifi¿" entre otras- cosas que,las leyes
"tt
á3i *pit¿ismo, ,rá .ott
- naturales-e inevitables sino que tlucción capitalistay de la asignacióndel capitai privado.
depenoen para su realiaación del balance de Por lo tanto puede influir en la acumulaciónúnicamente
áé- t
il";; "óiro en Ia iucira óre'cienteentre -eICapital
y el Trabajo' de una rnanera tndirecta. En segundolugar, puesto que
Las crisis i;on po, io tuttto consideradascomo
el efecto el Flstado está separadode la producción capitalista,su
el clominio del cap]!al- sobre el sobreür'encia y su funcionamiento claramente depen-
de la falla en **t"tt"t
ú"Uá" *a" bien que 9om9 el resultado de la lógica inexo- den de los inggesosque se originan fuera de su control
tátt"'de la acumulación- En segundo lugar' se argumenta inmediato. En tercer lugar, puesto que el capitalismo
q;;;;;"r""iá" de capital es un p-r-oceso no planeado no es ni autoreguladorni autosuficiente,eI Estado tiene
v anárquico que tiene lügar a espaldas de los agentes un manclato para crear y sustentar aqueüascondiciones
capitaiismo y su operación son gene- necesariaspara la acumulacióD.Y, en cuarto lugar, con-
á"""-¿*i"o.. Atí,
r"J*á"t" "1
consideracloi du una manera más o menos dis- frontado con esta precaria cornbinación de exciusión y
;;;i;;;á" y fetiehizada. Esto significa que- la-intervención dependencia, el Estado puede funcionar en nombre del
estatal rata vez es dirigida a las necesidadesconcretas capital solamente si puede igualar las necesidadesdel ca-
lei capitat y generalmeriterefleja-una respuesta
a l3s re- pital con el interés nacional y asegurarel respaldo popu-
de la acumulación. En terce¡ lugar, lar para las medidasque mantienen las condicionesparala
-ñ; -"o correspondencia entre acumulación, mientras respeta su carácter privado (Offe,
""i"*ió"ur-pótiu"r"t uv una necesaria
ñ;;t"
i.-;¿r¿;;ión esíatal y tas necesidades del capital, las 1975, passim;Offe y Ronge,19?5).
;tb-i;;;; un papet importante en la remodelación de Offe continúa afrrmando que los mecanismos polí-
zu f"ñ;y en lá reorientación de su impulso' Porque.es ticos requeridos para neprodueir estas condiciones cam-
á"r*rt" ürs crisis, cuando las necesidades inmanentes bian con la naturaleza del capitalismo. En particular, en
áel ápitafismo miy probablemente aparecerán.En este la medida en qüe el Estado capitalista es crecientemente
*"uaó se puede deóir'que las-crisis actúan como el meca- forzado a asegura1la provisión de insumos específrcos
;id; que dirige la intervención estatal. En cuarto lugar, que los capitales individuales no pueden producir renta-
ouesto iue las crisis son el efecto complejo de diversos blemente y a proveer las condiciones sociales generales
í;ü;r'';;rriá¿i"torios y afectan a diferentes clasesde necesarias requeridas por la acumulación, es necesario
maneras .contradictorias, nafrá un continuo conflicto establecerla planeacióne incenüvar la participación como

206 l 207
también centralizar el sistema administrativo existente. son parüicularmente claros en los perÍodos de transi-
Pero todos estos tres mecanismos deben mostrarse in- ción,- pero siempre están p¡esentes en los análisis his-
adecuados para las tareas de la reproducción capitalista. tóricoJ del Estaáo capitalista. Por eso ninguna cantidad
Porque se supone que la adminislración burociática es de análisis abstractos del capitalismo y, ciert¿mente de
ineficiente en la organizáción de los programas sociales sl¡s fonnas variantes, capacitarfa pa¡a deten¡¡inar la8
y económicos, en cuanto opuesta a ta rutinaria imple- reIaciones cambiantes ent¡e la nobleza feudal y la bur'
mentación de políticas especfficassegún reglas predeter- guesfa en la fuansición del feudalismo al capitalismo.
minadas. La planeación es inefectivá porque á ela se Ñi tampoco capacitaría para determinar el papel polí-
oponen los capitales privados cada vez,,que amenazan tico de la pequeña burguesíaen la lucha de clasesenhe
sus intereses individuales. Y la participación intensifica el capital monopoüsta y el trabajo asalaiado en la Ale-
la lucha de clasesen el aparato estatal y de esta manera mania de Weimar. Ni tampoco ayudaría para evaluar los
amenaza romper el balancede fuerzasrequerido para im- efectos de la ideología reügiosa en hlanda del Norbe.
plementar las políticas capitalistas.Offé conclüye por Pero sin embargo, estos problemas son críticos para
lo tanto que habrá una oJcilación perpetua entre esios entender la naturaleza del poder estatal en sociedades
diferentes mecanismos mientras que el- Estatlo surge en particulares y sus efectos sobre la aeumulación de capi-
contra de sus diferenteslimitaciones(Offe, 1g?5). tal.
Puesto que en parte está fundado en una crítica in-
..Iógicadel capital", esta E. El Estado capitalista y Ia lucha popular democrdtica.
lerna del enfoque de la escuela
ha -sido- capaz de desarrollar c;rnceptósy principios de
explicación que preservansus avancestebricos y resuel_ Aquí es donde el trabajo de tramsci y de la escuela
ven algunas de sus fallas teóricas. por encima-de todo neogramsciana es más relevante, porque estos teóricos
blTu. establecerque no solamenteno hay garantíade que han- investigado el problema de la hegemonía política
el Estado capitalista pueda atender a todas las necesida- e ideológica y han elaborado una cantidad de concep-
des del capital en un mismo tiempo, sino también que de tos y presupuestosque han hecho avanzat considerable-
hecho es imposible que lo haga. Sin embargo,su mismo mente ei análisis de las luchas de clases"Sin embargo,
énfasis en la especificidad histórica y la luctra de clases puesto que esta escuelatiende a adoptarunenfoque "teó-
gs lo que revela las limitaciones de eite enfoque. porque rico de clase" más bien que un enfoque "teórico de capi
le faltan ciertos conceptos esenciarespara el un,áliri,hisió- tal", sus an¡ilisis frecuentemente minusvaloran o igno-
ra¡r totalmente las limitaciones del Estado involucradas
l"o- y- opera con uná visión indebidamente res[.ingida
de la lucha de clases. Las relaciones capitalistas de en la naturaleza del capitalismo, y también sobrevaloran
f,ro- !r.',, la autonomía de la política y de la ideología. Por eso,
ducción existen solamente en formas variantes esoeci i:i.ii"
ficas.y en combinación con oürasformas de trabajo ,b¿i¿ il.fl si los argumentos de las dos escuelas de "capital tefui-
y privado. Esto significa que las luchas de ritu; co" requietren ser suplementadas con los ar,rálisisde la
clasls estrin ,lt*:
influenciadas pqr ótras craies y fueizas ro"laei¿isünEs,. {6Yt' dominación política e ideológica, el enfoque neogranrs-
ctel capital y del trabajo asalariado. Más aún, puesto que jsf. *F
ciano debe ser modifrcado a la luz de las limitaciones
cada formación económica particular üene .rrs proplo , :? 'r '
económicas del poder estatal y de la hegemonía ideo-
relacione_sy condiciones de existencia políticas i iáe¿l- ,i¡5 i:ii lógica *
lógicas distintivas, tales luehas serán también modeladas cii-" ,iir':
Los teóricos de esta coniente enfatizan que el Estado
,t
'l por las diferentes maneras como ras clases económiéás"; capitalista no es un simple instrumento manipulado por
:d
ill están insertadas en la superestructura. Los proble-us j.l una clase unita¡ia burguesa.,.Argumentan en cambio que
..1
involucrados en la periodilación de la lucha'de el Estado juega un papel vital en la unificación de la
d "rest¡,ll'

I'j
208 209
.:.
ciencia", sino que está enraizado en la incorporacigt -d"
luquegia y en la organización de su dominación polí-
tica e ideológica. En óposición a la extendida visión mar- '',,lj
';f¿, ciertos interesei y aspiracionesdel "pueblo" en la ideolo-
xt¡ta de que cada clase tiene una unidad esencialde pro- 1ff;:' gía dominante. Porqüe la habiü{ad d9l bloque de.poder
pósiü_obasacia en la posición compartida de sus miembros i::,
* para conservar su ñegemonfa depepde de su éxito en
en el sisterna eeonémico, la esóuela neograrnscianain- ''articular las luchas"populardemocráticas" con una ideo-
siste en que su unidad depende de la exiJtencia de for-
,ffi
rft{ logla o,ue sustente ei poder de la¡ clasesy fracciones do'
mq parüiculares de organización y representación. El ' :!; más bien que en trabajar por reforzar el po-
-
problema -ínanfes, revolucionario. Por otro lado, si la clase tra'
vimientc
más i¡riportante para garantizai las condiciones
para Ia acumulación de capital está consiguientemente bajadora debe establecer su hegeryonía contrar¡estante
localizadn en el nivel de las prácticas de clase. Esto se roLre el pueblo y de esta manera aisla¡ el bloque de po-
refrere a la organización de la clase dominante y a la der, es ásencial- que ella integre las luchas "poPulT-
desorganización de la clase dominada. Tal cosa es consi- democráticas" en un movimiento cle masas conducido
derada necesaia porque la competencia enirc los capita- por un parüido político que esté orgánicamente conec-
les amenazala unidad de la claseburguesaal mismo tiempo lado con el pueblo(LaeJau, t977,pp. 94-111).
que su participación en la lucha amenaza con unifiear Esta eseuela también considera los efectos de formas
particulares del Estado sobre el grado de dominación
1_11_clasetrabajaoora(Poulantzas,1g?3, pp. 188-189y butguesa. Así, Poulantzas sugiere que la q*ó1 de la
256-257). La solución a este problema se encuentraen
la natu¡aleza de la hegemoníaideológicay/o de la forma ciud-adaníaindividual como una institución legal con el
del llstado. Estado-nación como un sujeto jurídico es particular-
La hegemrlnía ideolégica es discuticiaen términos de mente efecüva aquí. Porque la constitución de todos
liderazgo intelectual y moral de las clasespopulares por los miembros de la sociedadcomo sujetos políticos do-
parte de las clases dominan*ueso del bloquá de poder tados de derechos iguales sin consideraciónde su afilia-
(Gamsci,1971, pp. b2-89, 104-118,180-182,275-270y ción de clase no solamente complementasu igualdad for-
plTi1.; Laclau, 1977, pp. g4-L11; poulantzas,1g?8, pp. mal como agentes económicos,sino que también esti-
-ilA}-Z+S; 'pouilanzas,'19?6,' mula su atemorización e individualizacióny destrezalasdes-
1-q0141, 206-224 j pp.
134-L62). En este contexto, un bloque de poder ei ú¡ia igualdades sustantivas en el dominio político.- En este
alianza bastante estable de las ciasesó fraccibnesde clase séntido el fetichismo de las mercancías,engendradopor
dominantes, cuya unidad depende de un módico sacrifi- las relaciones de intercargbio, se refleja en las institucio-
cio mutuo de intereses inmediatos y de su adhesión a nes liberales, políticas y legales.Por otro lado, la emer-
una visión común del mundo. Como'ejemplosse poüían gencia del Estado-nación no solamente corres¡rondea
citar el "establecimiento" brit¡inico y e[ ttoquó Unio- la necesidad de un "capitalista colectivo ideal" sino que
nista en Irlanda del lrIorte. Para que lá hegemoníaexista, también impüca la existencia de un interés nacional o
pues, es necesario que el bloque dominante asegureel poptrlar que refleja los intereses comunes de todos sus
soporbe de las clasesdominadas (tales como el cámpesi- óiudadanos sin tener en consideraciónla elase de la que
na!o, la pequeña burguesía urbana y seccionesde la áase son miembros. Esto se aduce para sustenta¡ la creencia
trabajadora), de categorías socialeC(como los militares, en un Estado n¿itural capaz de reconciliar los antagonis-
funcionarios e intelectuales), y de fuerzas socialesimpor- mos de clase y de ¡esta rnanera facilitar el dominio del
tantes (como minorías étnicas, movimientos reügioios, capital. (Pouüanzas,i g?3, passim.)
y grupos similares capacesde intervenir con efectos per- También se dice que la dominación política b¡rguesa
tinentes en la lucha de clasesentre el capital v el trabaio es reforzada por las ilecciones libres y por_instiüuciones
asalariado). Tal soporte no brota de la simple-,.falsacolil parlamentarias fuertes. Porque parcce que la competen'
zLO l 2L7
eia electoral estimula el bloque del poder para tener en
cuenta los intereses de las clases dominadas al formu- con tbrmas no democrátieas de Estado. La solución a
lar sus potítica.s respecto a la acumulación de capital. esi;e problema no es difícil de encontrar. Porq*': la -e8'
Esto provee la base para los prognmas del ..EstaCbde cuela neogramscianaenfatiza que el dominio del capital
bienesta¡" y para ohas políticas- referentes a la claie no es incóndicional sino que depende del siempre cam'
trabajadora y a las demandaspopular-democníticas.Esto biante balance de las fuerzas de clase. La fortaleca del
tr¡bién limita las perspecüvasábctorales de todos los capital apaüeceen su habilidad de aprovechar ias ¿tisis
palidos que esüán abierüamente comprometidos eon ecónómicas con el fin de reorganizar la producc!ón e
la lucha de clases y la revolución, puesto que aparece- incrementar la acumulación de capital (Debray, 1973,
rán como seccionalásy no democráticoi. an mismó tiern- pp. 141-142;Poulantzas,1973, pp. 1?1n). Esto de¡"iende
po, ias elecciones libres también proveen los medios para á-su ve, de su dominaciónpolítica e ideológicacontinua-
pesar
cambiar las políticas del gobiemo y los partidos domr- da (Nun, t967, pp. 99 y passim)' Sin embargo' a
na¡"itesen respuesta a los cambios en el balance de las de ia aparente separacibn-institucionai de los niveles
fuerzas de clase, sin amenazat la suave operación del ;;";;-i;;, políticó e ideológico en las sociedadeseapi-
lParato estatal, como un todo. También só anota que ñ;ñ; est¿ín estrechanrente relacionados. *onsi-
dentro de este contexto institucional, los parlamentos g;.ttt"*uttte, las crisis económicasnecesaúamentetienen
"ioi
proveen un foro imporüante para que los diferentes inte_ ;ó;;;il*r'utt los otros niveles (y viceversa)de tal
reses capitalistas y no capitalistas produzcan políticas manera que una reestructuración del listado cümo un
comunes en condiciones en que el fracaso en hacerlo sistema de dominación política ser un requisito
destruiría o paralizaría ,rn góbie*o efectivo. Aunque para resolver una cúsis éconór¡ica' Es
'uerle en esbecontexto
fas así llarnadas formas excepcionalesdel Estado en doncle conceptostales como crisis de la representa-
lista (como la dictaciura rniiitar y el fascismo) puédan
""pitu- ción políticu y d" la hegemonía ideológicq particu'
so-1.1
aparecer fuertes porque en su naturalezason diclatoria_ lamrente relevantes. Porque ellos significan la disociación
les o totalitarias, sin embargo, son inadecuadas para ¿" f" i""tta política de los órganos de .rep-resentación
las tareas del dominio polítióo'en las socieaaJesJapi la clisoluciónde Ia hegemonía,dando como
establecidosy-separación
Hr¡ta¡. Porqr¡e su aparente forüaleza esconde ta tragili- resultado la de las masás del liderazgo qgli
ctad de la estructura institueional, lo que significa que tico e ideológico de la burguesía. (Poulantzaa,,L974,
son incapaces de responder efecÍivaménte á tas crisis pp. 62-65, 71:78 y passim).En tales situaciones'la tepy'
cambiantes, los conflictos y las contradicciones inhe- bii"u democtáüci ú,:rguesa puede resultar inadecuada
rentes en estas sociedades.iror el contrario, puesto que para garantizar las condiciones necesariaspara la acumu'
el sufragio universal, ios partidos que co*píten, la se- :
¡ iación". El que sea regenerada o reemplazada.por otra
paración de poderes y el gobiemo partamentario
mra"- f
forma de Estado depenáede las estrategiasadoptadaspor
uzan una medida de flexibilidad, el bloque de poder en ¡ las diferentes fuerzas políticas y su relativa fortaleza. Pero
f
rm sistema democrático es capaí de mantener la cohe- I no puede haber garántía de que las nuevas formas de
sión social y de esta maneo I
las condiciones I áorninación resultén más"adecuadaspara garantizar tales
necesarias una acumulación "segu*t
ñe capital continuada o, eñ situaciones revolucionarias, lry. con{i'
(Gam]^19,^ ,p^ara
t974, pp, 310; Jessop.L977, pa."sim;pculant- "otr¿iéiott.s
ciones para una traa:icióñ exitosa a una forma diferente
2as,.L973, pp. 277-80?;poulantzu, !bi6, pp. gO-gZy
de sociedad. '
passim).
La escuela neogramsciana tiene el mérito de haber
Ahora bien, si tales argumentosson aceptados,se debe desarrollado ciertol conceptos para el análisis de socie'
preguntar por qué el capitalismo está siempre asociado
{ dades capitalistas específicas y no solarnente del cap-it¿l
d
li;; como un puro modo de nroducció1r I
2L2 "ddd.t"d:
*
I
i
j
Pero sus an¿ilisis están frecuentcmente wciados por un ferista", como también en aqueüos en que el Estado esüá
descuido sistemático de las ümitaciones económicas., masivamente involucrado en la organización de la pro'
en¡aizadas en la naturaleza de la acumulación de capital.,i ducción. Más aún, puesto que el Estado es considerado
Porque arrnque es muy consciente de las diversasformasi como un sistema-i¡istit,tcionat complejo y la influencia
de la lucha de clases y de la lucha popular de las claseses considerada como dependiente de srs for'
no está interesada en las leyes generalesde le. producción mas de organización, alianzas, €b., es también necesario
capitalista. Esto da como resultado una ciertidisparidad rechazar ün enfoque cnrdamente instrumentalista. Ya
y asirnetrÍa en el trabajo de la escuelay recalcaia nece- no se trata del próblema de cómo las clases preexisten-
sidad de integrar los diferentes enfoques. tes usa¡r el Estado (o et estado mismo actúe) para defgn-
der el capitatismo definido en un nivel económico. De
F. Ano tacionesfinales. ahora en ldehnte se trata de la idoneidad del poder es-
tatal como un elemento necesario en ia reproducción
Esta revisión ha tratado de localizar la posición del general de la relación eapitalista en. diferentes socieda-
Estado en el discu¡so marxista y de evaruaria idoneidad áes y situaciones. Y eI poder estatal a su vez debe ser
cle diferentes enfoques teóricoj p"o su estuclio en las considerado como un efecto complejo, contradictorio
sociedades capitatistas. Las teorías marxistas son hete_ de las luchas de clases(y populardemocúticas), mediando
rogéneas en el enfoque, pero estránunificadas a través a havés de y condicionado por el sistema institucional
Ce un interés común-por-modos específicosde produc- del Estado. En resumen, el efecto de estos estudios es
ción, sus condiciones áe existerrciay sus efectoi en las restaurar ¡r elaborar la idea de que el Estadoes un sistema
l'orrnaciones sociales. No están inteiesadas en desaro- de dominaciónpolítica.
llar una teoría del modo de producción ,,en gá"era¡' Pero el interós de estos estudios no está restringido
Di, "fortiori", una teoría del ^Estado(o sociedád)..en al campo de la teoría y la política marxista. Porque los
general". También es debatible si es pbsible desáúorar problemas con que han estado luchando apa¡ecenen for-
una teoría del UlE9" capitalista en- general. porque, mas simila¡es en las investigacioneseconómicas y polí-
que el capitalismo no existe ni eñ forma purá ni ticas no mamistas. Aquí no se tüscuten puntos especí-
P],"tto
arslada, los estados en las sociedadescapiüalistasnecesa- 'ficos del análisis económico, sino la idoneidad de cier' lri
riamente düerinin entre sí. tos presupuestos comunes respecto a la naturaleza del i
Estado, su papel en la actividad económiea,y la relevan- i,

cia de las teorías económicas or'üodoxasa la luz de ese I

papel. O la naturaleza del Estado es vista como ir¡ele-


vante para la teoría económica como tal y considerada iti
i l r;
como un factor que modela y'limita la aplicación de iii
los principios económicos en ciertas condiciones. O, te- i'
conociéndose que su eNclusión de la teorfa económica 1t,,,
ilr,'
es a¡bitraria e injusüficable, el Estado es con frecueneia
tratado simplementg coño un sujeto comparable a r¡na
iirl
firma o a un hogar, o como un conjunto de inskumen- iiifi
tos de política neutral aplicables en la conseeución de ,iil
]llil
diversasmetas económicas, o como la propiedad privada ti
de actores políticos racionales, que maximizan y esüán
interesadot* r: *srros; Las implicacionesO**irT illt
tili
llllr,
lllr
estos últimos enfoques dependen de los otros supues- lares cie política y formas generales de intervención no
tos con que estiín combinados. Asf, en su forma teórica solameLie- variarán con cam-bios en la estructura econó-
como sujeto, el Estado puede ser considerado como mica sino ta¡nbién con cambios en el balance de las fuer'
un soberano legal que controla la acüvidad económica zas polftieas. Relacionado con estos argumentos se 9Jl-
gomq- un juez de futbol o de beisbol que interviene en cuerita el punto de que las formas de la represen!-actol
las disputas económicas, como un agente económico política tairUi¿n tienén efectos definidos en la eficacia
entrg ohos, o como un agente político cuyas acciones de las diferentes formas de intervención. Esto a su vez
pueden promover o impedir el firncionamiénto econó- impüea que el fracaso de medida.sde política-especificas
mico. El enfoque de instrumentos y métas, está general- -de generalespuede ser debido a Ia no
o initn;mentos
mente asociado con disputas técnicasacercade las formas idoneidad 4e las fórmas de la representación política
apropiadas y la dirección de la intervención, y con dispu- con las que están ligadas, más bien que a análisis eco-
tas políticas acerca del papel del Estado en la asignación nómicos errados. Esto significa también que Ia reorgani-
y redistribución de los recursos.Y el modelo dell'homo zactln del aparato estatal puede ser necesaria antes de
politicus" tiende a ser relacionado con quejas de que que se puedan resolver los problemas económicosy-las
el interés propio del personal del Estado es enemigo dei c-risis. H debate actual acerca de la democracia indus-
crecimiento económico. Ahora bien, aunque estoJenfo- túal, el "contrato social" y el desarrollo de institucio-
ques iluminan ciertos aspectos del Estado, sin embargo nestripartitas, es parbicularmenterelevanteaquí.
no hacer^ avarrzatla economía po!ítica de una manera En resumen, el impulso general de estos estudios es
fundamental. Porque en el mejof de los casosse refieren sugerir que el análisis del Estado no es u¡a actividad
a los fenómenos iuperficiales de la política y no tienen irrelevante o marginal a la teoría económica. No se trata
medios teóricos para explorar las conexionesmás profun- de algo que pueda ser confiado tranquilamente a otra
das entre el Estadoy el desarroüoeccnómico. disciplina dentro de la división intelectual del trabajo,
En esto es precisamente en lo que el reciente debate o a una fecha futura en el desarrollo de la misma eco-
marxista tiene imporbantes implicaóiones para la econo- nomía. Se trata más bien de un requisito absoluto de la
mía ortodoxa. Poique establecéque el capitalismo es un teorización económica adecuada a los tiempos presen'
ry9do específico de la organización social de la produc- tes. La economía debe tomar el reto del debate marxis'
c-ió1 V tiene requisitos hiJtóricos y formas de deiarrollo ta que continúa y contraponer sus propias soluciones,
deñnidos. También establece que át Estado tiene un pa- si tas hay, a los problemas tratados por este debate. Es
pel eseneial en garantizar estos requisitos y que r,, -economía ortodoxá renueve su papel
¡oo ¿gl que la
tructura institueional y sus formas de inten¡ónción deben"s- traücional como la ciencia de Ia economía política. El
ser transformadas a medida que el capitalismo cambia fraeaso en hacerlo, seguñimente equivaldría a una auto-
y se desarrolla. La discusión reciente además, proclama de pobreza teórica en un ¿írea fundasrental
afirma
que los apa:ratosestatales económicos y sus médios de áel anátisis económico y en un interés primordial por la
inten¡ención no son neutrales, sino que están integrados práctica política.
en el movimiento del capitat y constituyen un camlpode
conflictos entre diferentes in-tereses.nito Sgnifiea que
la intervención del Estado tiene limitaciones-inh"rerrtes
para garanüzar las condiciones para la acumulación del
c_lpital y está siempre sujeta a lá influencia inevitable de
{if-erentes luchas dó chse y democrático-populares. Tam-
bién significÍr que la idonéidad de instruménto, p"*i",r-
2 L 6 :' 2L7
il

BIBLIOGRAFIA Monopoly Capitalism' t


CHEPnAKOV, V., ed. 1969' State
h
.,.
Moscow, Progress'
AARONOVITH, S. 19bG The Rulíng Clcss,London, Law- Socialsm"Draft' Lon'
CPGB Lg77. me áfii*tn Roa'd-to
rence and Whishart. .. ii: don, Comnunisi Party of Great.Britain'
ALTHUS$ER, L. 1969. For Mam, Ha¡mondsworttr,Pen-,j
CUTLER, A. 19?1:iuiiJ- a"¿ political theory' theore'
guin (Hay üraducción al español en Siglo Veintiuno =
ücal'hactice, Y ol. 2'
Eds.). Londol''Allen Lane'
DEBRÑ; n. lgíg. Pr*¡ton Writingl' Ed')'
ALTHUSSüR, L. 19?6. Eswy in Setf-Cristici,stn, London, (Publicado por A' Redondo
New Left Books (Editado por Distribüciones Fonta- "" "tpunof the Familv'PriuatePrc'
ENcELS, F. Ls42:"ffi';íg";;l Pubü-
mara). pertv and thi í;;;' Ñát Íotrt' International
ALTVATEE., E. 19?3. Some problems of state interven-
shers(1884r. iH;t;till edicionesenespaño-ll-^
üonisni, Kapitalístate, 7 anC 2 (Trad. por Cuedemos London' Lawranceanc^-'
ENcÉ'iS; F. r gb¿i -Jái*""u
álntt-Düh'ing,-.
Polítieos).
wishart(18e4ii#;"#; enespariol)'
BLANKE, ts., Ji.iigens,U. and Kastendiek,H. !g74. Zw issues ün
neueren marxistischen Diskussion über die Analyse FINE, B. and uaáilis, L' rgzo^'Controversial1975.
iocialist Regíster,
Marxist Londr:n'
von Form und h'unktion des burgerlichen Staates. 19ü:'^ rh;'-ó;';"ruatiue Nstion'
Probleme desKJo.r.sen GAMBLE, A.""oro*ü'd;ow,
hampfs,vot. t4/tb. Routledge.
BIANKE, 8., Jürgt'ns. U. and Kastendiek.H. 1g?0. H' L9?5' Klassenantagonismus' Kon'
The relationiship between the political aúd economic GERSTEI'IBERGER, Beítriige
kurrrrz u"C SüLiri""f.tür,urr, rlesselsilnft:
as a point of de¡rarture for a materialist analysisof
z,urMarxschen Theorie, -- of
the bourgeois st.nt,e,International Journal of Sociolo-
cERSTENBERcd;t;'nl'lóoze'- Th" formation-
!!e
gy. n"tüin-i¡ of
con¡erence Socialist
BOCCARA, P. et al. 19?1. Ttaite d,Economíe Marxíste; bourgeois
"jil, 13'
Econbmísts'vol. spe-
le capitalisme nwnopoliste d.e l,Etat, parís, Editions the state:
Sociales.(Hay traducción al españolpor Edicionesde GERIEÑBERGÉR, H. 19?68' Theow of FRG'
cial featur"t ót'iit" áit-t"*tiott -itt the -Gennan
Cultura Popular). K'' London'
Potíticat Sytirtnt,- ü'- u"" Beyme'
BODIY, R. and CRO'l.Ty, J.1.g74.Classconflict, Keyne-
Russell Sage. t,-:L:^L la-^i*atiaa
sian policy and the businesscycle, Montly.Reuiew,
GLYÑ,*J: *J"SüIcLIFFE,
-{nl- B'- 19?2' British capitalism'
October. w orherso"á nofítt Squeeze"Harmondsworth'
BODDY, R.. *d CROTTY, J. 1g?5. Classconflict and ü18r,,,,
cro-policy: the political business cycle, Reuíew of,,¡,!¿;,
co"lliÍ1"i. 1e56.\he Britsh Londoa'
Potitiu'tsvstem'
Radical Políticvl Economy, víi. Lawrence andWishart
-ig?r ^r ^--'
voN BRAUNMUHL, c., FUNKEN,J. COGOY, Goué;i,=L st"t" expenditurein advancedcapi-
HIBSCH, J. 19?8. Éobleme máterialistischen -- -t"fG*,New no'92'
Left P,euíew'
Prisoni{ oteboohs'
912* the(Los
__-__lheorie,Frankfurt, Suhrhamp. GRAMSCI, A.'Lsíí: íet;;iii^
cuadernos-de
BUKHARIN,. N. 1_999. Historicai Materialism,Ann Arbor, London, m#"t*-*J
University of ll.ichigan press (1926). (Éublica¿o ei,,i en 6
p"¡ii""¿os"vittt*t' iolumenes por Ed'
' - - presente):,;i la cárcel
gs!l1_ol_
o sn q ñ n l por
r r nr
Cuadérnos de'pasado
¡ "\,^l^- ^^ r^ ñ,- - r -
y n- - - - - r - \,i .- "ttlá"
Juan Pablos). -J state',
BULLOCK, P. and YAFFE, D. 1g7b. Inflatión, ttre crisG.; HARVEY, ¡. aná HOOD, 5...1953' Xhe 3ritish
an$ the postwar boom, Reuolutiorwry Communis,tr.) London, Lawrenceand \i9ishart'
ñ; 'aliiÁ álü::¡
boru-
\"):_1!j,j}P.-*.d.", e1' urnd-c-ri, J:-ibt6. I{é-"rq""r rheoúquessur }'état
Economía Polítiad No. ?) "'p*ár 21.9
zL8
t,.l

ii1
'.i l
'i¿i., festo, The Reuolutíonsof 1848, ed. Fernabach,D.,
geois et sa erise, La Crise de I'Etat, ed. Poulantzas, Harmondsworth, Penguin (1848). (Hay variasedicio-
. r?iJ.
N., Paris, PUF. (Editado en españolpor Ed. Fontane- ',:,i :
nesen español.).
lta). r..t¡::'
,i4: MARX, K. and ENGELS, F. 1975. SelectedConesponden'
HIRSCH, J. L977. Appareil d'Etst et Reproduction du 'iri:$.r
ce, Moscow, Progress(1844-1896). (Publicadaen es'
' ;¡,S
Capítal,l'aris, PUF. ,t,r,,i; pañol por Edicionesde Cultura Popular).
HOLLOWAY, J. and PICCIOTTO,S. 1976.'Themeson the MENSHIKOV, S. 1975. The Eeonomic Cycle: Postwar
Restructuring of Capital, ClassStruggleand the State, DevelopmenügMoscow Progress.
mimeo. MILIBAND, R. 1969. The State in Capitalíst Society,
HOLLO\,VAY,J. ard PICCIOTTO,S. 1977. Capitalcrisis London, Weidenfeldand Nicolson. (Publicadoen es-
and the state, Capital and Class,No. 2. (Publicado pañol por SigloVeintiuno Eds.).
en españolpor Sociedadde EdicionesInternacionales, MUELLER, W. and NEUSUESS,C. 1975. The illusion of
tsogotaColornbia). state socialism and the contradiction between wage-
HUNT, R. N. 1975. The Political Ideasof Marx andEngels, labour and capital, Telos.Vol 25.
vol. 1, London, Macmillan. NIKOLAYEV, A. 1975. R. Din Socíal Reproduction,
JESSOP,B. 1977. Capitalísmand Demo&dc!! the best Moscow,Progress.
possiblepolitical Shell?mimeo. NUN, J. 1967. The middie classmilitary coup, The Politics
LACLAU, E. 1977. Politics and ldeology in Marxist Theo- of Conformity in Latin America, ed. Veliz, C. Lon-
ry, London, New Left Books.{Publicadoen español don, OUP.
por SigloVeintiuno Eds.). OFFE, C. 7974. Structural problems of the capitalist
LENIN, V. I. 1970, Stateand Revolution,Selected,Vorhs- state, GermanPolitical Studies,ed. von Beyme, K.,
"[ Moscow,Progress(1917).(Hay variasedicionesen London, RussellSage.
español). OFFE, C. 1975, The Theory of the CapitalistStateand the
LINDNER, G. 1973. Die KrisealsSteuerungsmittel, Leuia- hoblem of Policy Formation mir.neo.
thqn,vol.3. OFFE, C. and RONGE, V. 19?5. The'ses on the theory of
MANDEL, E. 1971. The Formation of the Economic the state,New GermanCritique. vol. 6, Fail.
Thought of Karl Marx, London, New Left Books. PICCIOTTO, S. 7977, Myths of BourgeoísLegality, mi-'
(Editado en españolpor Siglo Veintiuno Eds.). meo.
MANDEL, E. 1975. Late Capitalism,London, New Left Politics and Money L974-75. Inflationdepression: state
Books.(Editado en españolpor Ed. ERA). monopoly capitalism-a higher stage of imperialism,
MARX, K. 1970. Critique of ilegel's 'Philosophyof Right', Palitics and IVIoney,6 (i), Noviembre l974-February
Cambridge, CUP (c. 1843). (Publicadopor Ed. Juan 1975.
Pablos.). POULANTZAS, N. 1969. The problem of the capitalist
MARX, K. 1973. Foundationsof the Critique of Politícal state, Neur Left Reaie¡rr,no. 58. (Publicado en es¡ra-
Economy (Rough Draft Harmonds worth, Penguin ñol por Ed.{,aia).
(1857-1858). (Publicado por Siglo Veintiuno Eds. en POULANTZAS, N. 1973.'Political Power and SoeialCla*
español). seq London, Ñew Left. Books. (Publicado por Siglo
MARX, K. 1974. The Civil War in France, The First In- ir Vei¡rtiuno Eds. en español).
ternational and After, ed. Fernabach.D., Harmonds- . : . POULANTZAS, N. L974. Fascísmand Dictatonshlp, Lon-
worth, Penguin (1871). (Hay varias ediciones en don, New Left Books. (Publicado en español por
español). ,fi'# Siglo Veintiuno Eds.).

ffi#
MARX, K.q3d ENGLES,F. 19?3. The CommunistMani-':,
: ; 221
220
POULANTZAS, N. 19?5. Clossesin ContempomryCapL
talism, London, New Left Books. (Publicado en €s-
DEBATESMARXIS?ASSOtsREEL ESTADODi{
pañol por siglo Veintiuno Eds.). ALEMANIA OCCIDENTALY EN LA GRANBRETAÑA*
POULAN"ZAS, 19?6A. The Cr¡sis of the Dictatarxhips,
London, New teft Books. (Publicado en siglo Ventiu-
_ no Eds. en esparlol.). John Holloway
POULANTZAS, Ñ. L9?68. The capitalist state, New Left
Reuiew,no.95.
ROSDOLSKY, R. L974. Comments on the method of
Matx's Capital and its importance, New German
. Crítique, uol i (iii). (Publieado en español edición
Fundamentos).
RYNDINA, M" and Vasilehurk, Y., ed. t974. The Politi-
INTRODUCCION
cal Eeonomy of Capitaltsm, Iüoscow,Progiess.
SDOBNIKOV, Y., ed. 1971. Socialismand Capittlism:
Scoreand ProspecúqMoscow, Progress. La crisis actual del capitalismo ha mostrado la urgente
YAFFE, D. 19?3. "The Marxi.antheory of crisis,ca¡ital
necesidadde adquirir un entendimientodel Estado y su
and the state, Economy and Soeiety, uctl.II. (Publi. relación con el proceso de acumulación capiiah"sta.El
cado en españolen el presenteNo. de CEP. rnarxisrno ha ilustrado el interés del ca.pitai en los acÍos
WIIiTH, M. 1975. Contribution a ia critique de la théorie del Este-doy los interesesde las ciasessociales.Pero este
ciu capitalisme monopoliste d'état, L'Etat Contem- análisises inadecuadoerr una épocamarcadapor el cues-
poraine, Ed. Vincent, J-M. et al., Paris,FrancoisMaspe- tionamiento a la intervención del Estado, el ascensode
ro (Publicadoen españolen elno.72ll3deCríiicasde los partidos "eurocomunistas",el deterioro de las liberta-
la Economía política. des civiles y la declinación del Parlamento,que desde
uno u otro punto de vista controvierten el desarrollo de
las formas del Estado. Muchas preguntas que surgen
actualmente en tomo al Esüadosólo se resuelvendesarro-
llando una teoría materialista del Estado, es decir, anali
zando la relación entre el Estado capitalista y la forma
de producción en las sociedadescapitalistas.
En la Gran Bretaña exisüe una dicotomía en el debate
:.¡::rli en torno al Estado. Alg¡unosanalistasponen poca o nin-
':.;.i: guna ateneión a la especificidad de lo político y señalan
';'.. que las accionesdel Estado respondena ios requerimientos
del capital; éstos "son acusados de "reduccionistas" o
"deterministas econórnicos"'. Otros aniálisis.en contraíro-
sición a los anteriorst, han insisüdo en ia 'autonorría

* Versión al español de dos conferencias dictadas en inglés en


el Cenüro de Investigación y Educación Popular (Cinep), Bogotá,
Octubre de 19?9.
222
223

You might also like