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PSICOPATOLOGÍA

HISTORIA Y CONCEPTOS BÁSICOS

OBJETIVO:identificar el Concepto de trastorno- conducta anormal y recorrido histórico de la


psicopatología.

CONCEPTO ETIMOLÓGICO

La psicopatologíco proviene del Psyché que significa alma o razón y de Páthos que significa
enfermedad, logia: o logos que significa discusión o discurso raciona. la psicopatología como
una de las principales áreas de estudio en el campo de la psicología se centra en el estudio
científico del comportamiento anormal.

La psicopatología se interesa por las causas de la conducta desviada. La búsqueda de la misma


ha tenido lugar durante un periodo considerable. Antes de la era de la investigación científica,
todas las manifestaciones buenas y malas del poder fuera del control del hombre (eclipses,
terremotos, tormentas, rayos y truenos, incendios, enfermedades graves e incapacitantes,
oscuridad y luz, la periodicidad de las estaciones) eran consideradas sobrenaturales. Cualquier
conducta que también pereciese estar más allá del control del ser humano, se interpretaba de
manera semejante. Los primeros escritos filósofos, teólogos y médicos que estudiaron la
mente trastornada, determinaron que sus desviaciones reflejaban la ira divina o posesiones
demoníacas.

INICIOS DE LA DEMONOLOGÍA

Se llama demonología a la doctrina según la cual un ser perverso parcial o totalmente


autónomo, como el diablo, podría habitar dentro de una persona y controlar su mente. Los
antiguos babilónicos tenían su religión un demonio específico para cada enfermedad. Idta que
provocaba la locura. Existen ejemplos semejantes de ideas demonológicas en los anales de los
antiguos chinos, egipcios y griegos. También entre los hebreos, la desviación se atribuía a
malos espíritus que poseían a la persona, que había dejado de ser protegida por Dios a causa
de algún disgusto.

EL EXORCISMO, consistía en ahuyentar a los malos espíritus mediante cantos rituales o tortura
intelectual o emocional, y de ello se infería que si el razonamiento y la conducta se habían
desviado, existía cierto tipo de patología cerebral. Se le ha considerado muchas veces uno de
los fundadores de la hipótesis somato génica, es decir la idea de que algo malo que le sucede
al soma, o cuerpo físico afecta sus ideas y acciones. En cambio la psicogenesises la creencia de
que algo tiene su origen en lo psicológico.
Hipócrates clasifico los trastornos mentales en tres categorías: manía, melancolía y frenitis o
fiebre cerebral. Al tratar a los enfermos Hipócrates buscaba remedios naturales para los que
consideraba fenómenos naturales. Para la melancolía, prescribía tranquilidad, sobriedad,
alimentos y bebidas saludables y abstinencia sexual. Supuestamente, dicho régimen tenía
efectos saludables en el cerebro y el cuerpo. Como Hipócrates creía en causa naturales en vez
de sobrenaturales, se basa en sus agudas observaciones y su aportación como clínico fue
enorme. Realizo descripciones sumamente detalladas de muchos síntomas que hoy día se
reconocen en la epilepsia, el delirium tramens, la apoplejía y la paranoia. Sin embargo la
fisiología de Hipócrates resultaba primitiva, ya que concebía el funcionamiento normal del
cerebro, y por tanto la salud mental, como aspectos que dependían de un delicado equilibrio
entre cuatro humores o líquidos corporales, a saber sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema.
Cualquier desequilibrio de los mismos provocaba trastornos. Por ejemplo si una persona era
perezosa y torpe, supuestamente había en su cuerpo un exceso de flema. Hipócrates fue
desmentido posteriormente por estudios científicos. Pese a ello su premisa básica de que la
conducta humana es determinada directamente por estructuras o sustancias corporales, y que
la conducta anormal es producida por algún tipo de desequilibrio o incluso, daño, presagio
algunos aspectos de pensamiento contemporáneo.

En el curso de los siete siglos posteriores, tanto antes como después del nacimiento de Cristo,
el enfoque naturalista de Hipócrates fue unánimemente aceptado por otros griegos, como
platón, Aristóteles y Galeano, así como, por los romanos, quienes adoptaron la medicina de los
griegos una vez que su ciudad se convirtió en cuna del poder del Mundo Antiguo.

OSCURANTISMO Y DEMOLOGIA

Luego de varios siglos de decadencia, desaparecieron las civilizaciones griega y romana. Las
iglesias adquirieron poder, en tanto que el papado pronto fue declarado independiente del
estado y se convirtió en un importante elemento de unidad. El monacato cristiano, a través de
su labor misionaría y educativa, sustituyo a la cultura clásica. En los monasterios se cuidaba y
aliviaba a los enfermos, y algunos de ellos servían como depósito de manuscritos médicos de la
Grecia clásica aun cuando no se aplicasen los conocimientos contenidos en los mismos. Al
cuidar los monjes a los enfermos mentales, oraban por ellos y los tocaban con reliquias, o
preparaban brebajes fantásticos para que los bebiesen en la fase menguante de la luna. Las
familias de los pacientes los llevaban a santuarios, o en ocasiones rompían sus lazos con ellos
por miedo o superstición. Muchos de estos dementes vagaban por el campo, adquirían un
aspecto cada vez más lastimoso y perdían poco a poco todas sus facultades.

LOS ENFERMOS MENTALES COMO BRUJOS


En 1484, el papa Inocencio VIII, en una bula papal, exhorto a la comunidad religiosa de Europa
a no dejar rincón sin examinar en la búsqueda de las brujas. Envió a dos dominicos, Jakob
Sprenger y Henricus Institoris, al norte de Alemania como inquisidores. Dos años después,
estos publicaron un manual muy completo y explícito. Malleus maleficarum, el martillo de las
brujas, como guía en la caza de brujas. Se trataba de un documento legal y teológico, que vino
a ser considerado por católicos y protestantes como un libro de texto sobre brujería. El deseo
carnal, insaciable en algunas mujeres, era la razón de que tuviesen relaciones sexuales hasta
con los demonios y se convirtieran en brujas. Se describía en el manual diferentes signos por
los que se podía descubrir a una de estas mujeres, tales como puntos rojos o áreas insensibles
en la piel. En el manual se especificaba que si la persona perdía la razón de repente, ello era un
síntoma de posesión diabólica, y que la hoguera era el método más usual para echar fuera el
supuesto demonio. Durante algún tiempo se ha pensado que todas las enfermedades
mentales de fines de la edad media fueron consideradas en su época como brujas.

Las autoridades Municipales, adquirieron poder, tendieron a complementar o absorber


algunas de las actividades de la iglesia, una de las cuales era encargarse del cuidado de los
enfermos. El acta de la fundación del hospital de la Santa Trinidad en Salisbury Inglaterra que
data de mediados del siglo XIV específicamente los propósitos del hospital, entre ellos estaba
mantener la seguridad de los dementes hasta que recuperen la razón. Durante este periodo,
las leyes Británicas permitían que los locos peligrosos y los incapaces de valerse por sí mismos
pudiesen estar confinados en un hospital. Cosa interesante, a las personas que eran
encerradas no se les describía como poseídas ( Allderige, 1979).

Neugebauer (1979) examino los anales de los juicios por locura en Inglaterra durante la edad
media. Estos juicios se llevaron a cabo a partir del siglo XIII para determinar la cordura de una
persona. Los mismos se realizaron bajo el derecho de la corona de proteger al enfermo
mental, y se consideraba que el sujeto estaba loco, la corona se convertía en albacea de sus
bienes. En el juicio se examina la orientación del individuo, su memoria, intelecto, vida diaria y
hábitos. Las explicaciones de conducta extraña por lo general se relacionaban con enfermedad
física, alguna lesión o choque emocional.

FUNDACIÓN DE ASILOS

Los enfermos empezaron a ser confinados formalmente en el siglo XV y XVI a veces en locales
que habían sido leprosianos. Algunos de estos dieron albergue a una población heterogénea,
desde pordioseros hasta perturbados mentales. Con los años la palabra bedlam (maniaco), que
era una contracción de su nombre original en inglés (Bethelhem), comenzó a ser utilizada para
describir un lugar de gran alboroto y confusión. Para el siglo XVII el Belén acabo por
convertirse en un gran atracción turística de Londres, que rivalizaba con la abadía de
Westminster y con la Torre de Londres, incluso a fines del siglo XIX, se consideraba un
entretenimiento presenciar a estos violentos enfermos y sus extravagancias, por lo que se
vendían boletos para entrar al Bedlam. En la torre de lunáticos, construida en Viena en 1784,
los pacientes se hallaban confinados en los espacios entre habitaciones cuadradas interiores y
los muros quedaban al exterior, así podrían ser observados por los visitantes.

El primer hospital psiquiátrico fundado en Estados Unidos fue el de Williamsborg, Virgia en


1773, sin embargo esto no significa que la inclusión de la conducta anormal dentro del terreno
de la medicina y los hospitales necesariamente dio lugar a un tratamiento más humano y
eficaz. Benjamín Rush (1745-1813) quien inicio la práctica de la medicina en Filadelfia en 1769
y participó activamente en la lucha de su País por la independencia, es considerado como el
padre de la psiquiatría norteamericana. El pensaba que el trastorno mental era ocasionado por
un exceso de sangre en e l cerebro. Por tanto su tratamiento preferido consistía en extraer del
demente grandes cantidades de sangre, lo que llegaba hasta los seis litros en unos cuantos
meses. Se toma en cuenta eso, no sorprende que los enfermos así tratados hayan menos
agítados (Farina 1976), Rush había formulado otra hipótesis, la cual consistía en que muchos
lunáticos podrían ser curados sus e les provocaba un susto.

TRATAMIENTO MORAL

Un personaje destacado en el movimiento para el tratamiento humanitario de los asilados fue


Phillippe Pinel (1745-1826). En 1973, durante el clímax de la revolución Francesa, fue puesto a
cargo de un asilo grande en París conocido como Bicetra. Con grandes esfuerzos, Pinel logro
autorización para quitar las cadenas a los prisioneros de la Bicetre y tratarlos como enfermos.

Pinel opinaba que los enfermos mentales que estaban a su cuidado eran en esencia personas
normales que debían ser tratadas con compasión y comprensión, y como individuos con
dignidad propia.

William Tuke (1732-1822), impresionado por la condiciones de vida del asilo York de Inglaterra,
propuso a la sociedad de amigos que fundasen su propia institución. Se estableció el retiro
York en una finca campestre en 1796, proporcionaba a los enfermos mentales una atmosfera
tranquila y religiosa donde vivir, trabajar y descansar. Comentaban sus problemas con los
encargados, trabajan en los jardines y daban caminatas por el campo. En los Estados unidos el
Asilo de amigos, fundado en 1817 en Pennsylvania, así como en el retiro Hartford, estableció
en 1824 en Connecticut, estaban inspirados en el retiro de York. El trato compasivo que
proporcionaban Pinel y Tuke llego a ser conocido como el tratamiento moral, los pacientes
estaban en estrecho contacto con los encargados, quienes hablaban con ellos y les leían,
además de adelantar actividades de provecho.

ALBORES DEL PENSAMIENTO COTEMPORANEO.

Somato génesis.

Luego de la caída de la civilización greco-romana, los escritos DE Galeano, discípulo de


Sócrates, se convirtieron en la fuente oficial de información acerca de enfermedades físicas y
mentales. No fue sino hasta la edad media que empezaron a verificarse los cambios. Un suceso
que ayudo al progreso, fue el descubrimiento de por parte de Vesalio de que la presentación
de la anatomía humana realizada por Galeano era incorrecta. La ciencia médica empírica se
afianzo aun con los esfuerzos del famoso medico Ingles Thomas Sydenham (1624-1689).
Sydenham fue determinante al proponer un enfoque empírico a la clasificación, que
posteriormente influyo en aquellos interesados en los trastornos mentales. Uno de estos
últimos fue el médico alemán Wilhelm Griesinger, quien insistía en que cualquier diagnóstico
de trastorno mental debía especificar una cusa fisiológica. Un texto sobre psiquiatría escrito
por su conocido seguidor Emil Kraepelin (1856-1926), y publicado primero en 1883, aportaba
un sistema de clasificación para ayudar a determinar la naturaleza orgánica de las
enfermedades mentales. Kraepelin percibió en los trastornos mentales cierta tendencia
determinado grupo de síntomas, llamado síndrome aparecer juntos con la regularidad
suficiente como para considerarse que poseían una causa física subyacente, muy parecida a
una enfermedad medica en particular, y su síndrome podía atribuirse a una disfunción
fisiológica. Kraepelin propuso dos grupos básicos de enfermedades mentales graves: demencia
precoz, término que antes se aplicaba a la esquizofrenia y psicosis maniaco-depresiva

Teoría de los gérmenes.

En 1897, Richard Von Krafft-Ebing inoculo a enfermos con sustancias tomadas de heridas
sifilíticas. Estos individuos no desarrollaron sífilis, lo que indico que ya antes habían estado
infectados. Por ultimo en 1905 se descubrió el microorganismo específico que causaba la sífilis.
Se había detectado un nexo causal entre la infección, la destrucción de ciertas áreas cerebrales
y cierta forma de psicopatología. Si un tipo de psicopatología tenía una cusa biológica, lo
mismo podía suceder con otras fue así como se emprendió la búsqueda.
Psicogenesis

La búsqueda de las cusas somáticas predomino en la psiquiatría hasta bien entrado el XX, en
parte por los descubrimientos tan extraordinarios realizados sobre la paresis general. Sin
embargo en otras regiones Europeas occidentales, a fines del siglo XVIII y a lo largo del XIX se
consideró que los padecimientos mentales tenían un origen totalmente distinto. En Francia y
Austria se popularizaron diversos puntos de vista Psicógenos, los cuales atribuían el trastorno
mental a su funcionamiento psíquico deficiente. Por razones que aún no están claras, mucha
gente de Europa occidental fue víctima por entonces de estados histéricos, (en términos
actuales, trastorno de conversión): sufrían de incapacidades físicas que, desde el punto de
vista anatómico carecían de sentido.

Franz Anton Mesmer (1734-1815), medico Austriaco pensaba que las alteraciones histéricas
eran ocasionadas por una distribución particular de cierto liquido magnético universal en el
cuerpo. Por otra parte, suponía que una persona podía influir en líquido de otra para generar
un cambio en la conducta de esta última. Mesmer suele considerarse como uno de los
primeros practicantes de la hipnosis actual. Un gran neurólogo parisino Jean Martin Charcot
(1825-1893) también se ocupó d ellos estados histéricos; no solo anestesia y parálisis sino
también ceguera, sordera, ataques convulsivos así como lagunas de memoria ocasionadas por
la histeria. Charcot inicialmente propuso un punto de vista somato génico. Charcot cambio de
parecer en relación con la histeria y empezó a interesarse por interpretaciones no físicas de
estos fenómenos tan intrigantes. Pierre Janet (1859-1947), propuso otras teorías y realizo más
investigaciones psicológicas. Él pensaba que la histeria, una parte del sistema organizado de
ideas, emociones y sensaciones se separaba del resto debido a una debilidad del sistema
nervioso. Josef Breuer (1842-1925) descubrió que el alivio y la cura de síntomas de la histeria
parecían durar más si, bajo hipnosis podían recordar el suceso original precipitante del síntoma
y si, además expresaban su emoción original. Revivir una catástrofe emocional anterior y libera
la tensión producida por ideas ya olvidadas relativas a dicho acontecimiento, recibieron el
nombre de abreaccion o catarsis. El método de Breuer llego a conocerse como método
catártico en 1895, publico junto a un colega estudios sobre la histeria, obra considerada clave
en la psicologia de la conducta anormal.

Bibliografía
Asociación Psiquiátrica Americana (2003). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales DSM-IV-TR. Barcelona: Masson.

Barlow, D.H. y Durand, V.M. (2001). Psicología Anormal; un enfoque integral. México.
Thomson.

Belloch, A. , Sandin, B., y Ramos, F. (1995). Manual de Psicopatología. Vol. I y II. Mc Graw – Hill

D avison, C, Gerald. (2005). Psicologia de la conducta Anormal. Vol 2 . México. Limusa Wiley

Jarne, A., y Talarn A. (2000). Manual de psicopatología clínica. Barcelona: Paidós.

Vallejo Ruiloba, J. (1998). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Masson.

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