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En Ciudad Judicial Puebla a tres de febrero de dos mil diecisiete, doy cuenta al Ciudadano
Juez con los presentes autos, a fin de documentar la resolución correspondiente. CONSTE.
Secretaria en funciones.
Expediente 515/2016
Ordinario Civil
Sentencia definitiva.
C O N S I D E R A N D O:
a. Condiciones generales.
b. Presupuestos procesales, y
c. Existencia de violaciones procesales.
Sexta Época: Amparo civil directo 5587/51. Dean Eaton Mary y coag. 4 de
febrero de 1953. Unanimidad de cuatro votos.
“Acción es el derecho que asiste a las personas, para acudir ante los tribunales a
solicitar la intervención de la actividad judicial.”
“Al ejercitarse una acción, se determinará con claridad la prestación que se exige,
el título o causa de la acción y la disposición legal aplicable.”
Pero afirma que dentro de esa superficie del veinticinco por ciento del inmueble
pertenece a la sucesión de Laura Silverio Martínez, y en la esquina que forma las calles
Insurgentes y avenida Morelos, se estableció un local comercial destinado a una dulcería
(súper C) y venta de ropa.
Lugar en el que se infiere que su contraria ingresó el quince de junio de dos mil
quince, sin permiso ni documento alguno del que desprenda la propiedad o posesión a favor
del local indicado.
Nótese:
Propiedad en la que se ubica un local comercial y que solo (de acuerdo a sus
hechos) se encuentra delimitado en términos de un dictamen pericial emitido en otro asunto
civil (división de cosa común).
Es decir, no está plenamente determinado el porcentaje del inmueble a reivindicar
(en cuanto a supervise, medidas y colindancias).
Ya que el documento basal se infieren datos en cuanto a las medidas y
colindancias comprendidas en la totalidad del predio, y no así la parte proporcional de la que
pretende reivindicar.
Documento que le confiero valor probatorio en términos del artículo 335 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado, por ser expedido por un fedatario público
en atención a las disposiciones contenidas en la legislación de la materia.
Tal y como lo infiero del antecedente primero, clausula primera y segunda de ese
documento.
Sin que esa escritura me infiera datos exactos en relación a las medidas y
colindancias asignada a cada parte alícuota.
Dado que las establecidas en ese documento constituyen la totalidad del inmueble
vendido y no así las que corresponden al porcentaje de cada uno de los copropietarios.
Porque si bien se estableció dicho porcentaje a favor del actor (veintinco por
ciento) desconozco sus linderos, ubicación y por ende, proporciones.
Pues no basta, acreditar dicho extremo con un dictamen pericial (como ocurrió
en el caso).
Porque ese dictamen exhibido por el actor a cargo del Ingeniero Gerardo
Musalem Rivera es un acuse de recibo de su original.
Por tanto, no le confiero valor probatorio al no constituir un indicio para estimar las medidas
y colindancias ahí puestas como certeras.
Tal como lo infiero de la conclusión arrojada por el experto que consta a foja 25
y que dice:
“EL LOTE IDENTIFICADO COMO LOTE CINCUENTA Y OCHO,
SEGREGADO DEL LOTE OCHENTA DEL FRACCIONAMIENTO DE LOS ANEXOS
DEL RANCHO DE OROPEZA DE ESTA CIUDAD, LLAMADO SAN PEDRO,
INMUEBLE ACTUALMENTE IDENTIFICADO COMO NÚMERO SEIS MIL
CUATROCIENTOS, DE LA AVENIDA MORELOS, DE LA COLONIA TEPEYAC DE
ESTA CIUDAD, SI ADMITE CÓMODA DIVISIÓN.”
Porque la finalidad de este asunto era proporcionar las medidas y colindancias que
integran el veinticinco por ciento de la propiedad antes aludida, en donde se ubica un local
comercial del que el actor pretende reivindicar.
Por tanto, carece de valor probatorio en términos del artículo 344 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado, que dice:
“El valor probatorio de los juicios periciales será estimado por el Juez,
atendiendo al contenido de los dictámenes, la calidad de los peritos, entendiéndose como tal
el grado académico, especialización y experiencia que tiene sobre la materia, de acuerdo a
constancias de autos; así como las razones de éstos para sustentar su opinión, debiendo
apreciar los matices del caso y todas sus circunstancias, sin más límite que el impuesto por
la sana crítica, la lógica y la experiencia, para formarse una convicción respecto del que tenga
mayor fuerza probatoria.”
Esto, porque en términos del avalúo rendido el experto sólo determino que el
local comercial ubicado en la esquina que forma la avenida Morelos y la calle Insurgentes es
la parte integrante y pertenece al inmueble identificado con el número seis mil cuatrocientos,
dela avenida Morelos, de la Colonia Tepeyac de esta ciudad.
Véase:
Pues, insisto, los datos que arroja la escritura basal (o título de propiedad) del
inmueble, solo atiende al porcentaje de cada una de las fracciones en las que se dividió en
predio a favor de los copropietarios, cuya superficie responde a la totalidad del predio.
Por tanto la fracción alícuota que el demandante pretende reclamar en este asunto,
no se encuentra determinada.
Reitero, no hay identidad del inmueble,
Definición que obtengo de los artículos 615, 616 y 617 del Código de
Procedimientos Civiles.
Es claro, los herederos pueden poseer bienes hereditarios siempre y cuando estos
estén individualmente determinados.
Lo que es una condición general que debía satisfacer a fin de incoar el juicio,
apartando elementos que de forma incontrovertible demostraron tal identidad (situación que
no aconteció).
“POSESIÓN, IDENTIFICACIÓN DEL BIEN RESPECTO DEL CUAL SE
RECLAMA LA PRIVACIÓN. Si el quejoso como tercero extraño en el juicio natural, no
demuestra la identidad del inmueble materia del juicio de usucapión de donde deriva el acto
reclamado, con la del inmueble cuya posesión ostenta, es evidente que no puede afirmarse
que dicho acto le cause perjuicio y, por ende, cabe concluir que el mismo no afecta su interés
jurídico, razón por la que resulta literalmente aplicable la fracción V del artículo 73 de la Ley
de Amparo lo cual conduce al sobreseimiento del juicio de garantías.
FALLO: