Professional Documents
Culture Documents
- Reconocimiento de Derechos:
En primer lugar, integran el Derecho Constitucional las normas que declaran y
protegen los derechos de los ciudadanos en cuanto tales o, si se quiere, las
posiciones jurídicas fundamentales de los ciudadanos. Desde el comienzo del
movimiento constitucionalista, la formulación de una Declaración de Derechos
aparece como la primera tarea a llevar a cabo para asegurar la libertad del
individuo. Se trata de enumerar los derechos de todos los ciudadanos, esto es,
de aquellos derechos que son inherentes a esa condición, o aún más
ampliamente en algún caso, a todo ser humano.
Para James Bryce, autor de la distinción entre las constituciones rígidas y las
constituciones flexibles, la subsistencia de estas últimas está condicionada a:
1) el gobierno de una mayoría dotada de alta capacitación política y ética; 2)
participación permanente y racional del pueblo en los temas políticos; 3)
conformidad del pueblo con la conducción gubernamental. Tales recaudos no
son indispensables para la continuidad de una constitución rígida, siempre que
sus cláusulas respondan a la idea política dominante y permitan satisfacer las
necesidades básicas de la comunidad. Esto se debe a que las constituciones
rígidas son necesariamente más precisas y estables que las constituciones
flexibles, como consecuencia de la mayor intensidad que presenta el principio
de la supremacía constitucional y la distinción entre el poder constituyente y el
poder legislativo ordinario.
- Preámbulo de la Constitución
En toda Constitución escrita suele haber un preámbulo. No está estructurado
en artículos sino que se trata de un conjunto de frases que nos ilustran sobre
cuáles son los objetivos de la Constitución, qué es lo que pretende, cual es el
orden de valores que la Constitución recogerá en su texto. También nos
alumbra normalmente sobre quien detenta la soberanía (el pueblo, la nación, el
rey). Se ha discutido doctrinalmente sobre el valor jurídico de los preámbulos
constitucionales dado que no tienen forma articulada sino que se trata de un
texto declarativo. La conclusión más aceptada es la de otorgarles efectos
interpretativos, lo que supone un valor jurídico aunque no se trate de Derecho
directamente aplicable.
No en todas las Constituciones hay parte dogmática, pero siempre hay parte
orgánica. Lo normal en los países de nuestro entorno geográfico y cultural es
que existan ambas partes. La parte dogmática suele ir antes que la parte
orgánica pero el orden de los factores es aquí irrelevante. Hay determinadas
Constituciones cuya parte dogmática está fuera de la misma, así por ejemplo
en Francia las distintas Constituciones que se han sucedido en el tiempo
incorporan como parte dogmática la famosa Declaración de Derechos del
Hombre y el Ciudadano de la revolución francesa que suele figurar a modo de
preámbulo del texto constitucional. En la Constitución americana de 1787 la
parte dogmática está constituida por las diez primeras enmiendas a la
Constitución que se incorporaron a la misma en 1791 como consecuencia de la
exigencia planteada por algunos Estados federados con motivo de su
ratificación.
La parte dogmática de las Constituciones que se sucedieron en Europa en la
época de la monarquía constitucional pura o régimen doctrinario
(Constituciones pactadas) planteó el problema de su consideración o no como
efectivo Derecho. En efecto, el valor de la ley como voluntad general y norma
emanada de los parlamentos situó a la misma en la cúspide de la jerarquía
normativa mientras que los preceptos de la Constitución se contemplaban
como un conjunto de objetivos y programas cuya transformación en Derecho
efectivo y válido requería de la intermediación de la ley. Es decir, se produjo el
predominio del concepto material de Constitución frente al concepto ideológico,
en cuya aplicación la Constitución era, recordamos ahora, la norma reguladora
de los procesos políticos en el seno del Estado y, en todo lo demás, era más
bien una declaración de intenciones que la ley se encargaría de perfilar y
ultimar. Esta situación se mantendrá hasta la cuarta oleada de
constitucionalización, producida tras la segunda guerra mundial, en la que,
como sabemos, se vuelve al concepto ideológico que conlleva la supremacía
de la Constitución y su carácter de Derecho inmediatamente válido y aplicable.
Tanto las normas preceptivas como programáticas constituyen hoy día Derecho
válido y real. Es decir son efectivas normas jurídicas. La diferencia entre una y
otras está en su aplicabilidad directa o indirecta.
- La parte orgánica
Es la parte de la Constitución que regula el conjunto de los órganos en que se
articula el poder del Estado y su funcionamiento. Constituyen Derecho válido e
inmediatamente aplicable, sin perjuicio de la existencia de leyes de desarrollo.
Se ocupan básicamente de los siguientes seis supuestos:
Las normas que regulan el proceso de elección de los titulares que detentan los
órganos de poder: cómo se forman el Congreso y el Senado, cómo se produce
el nombramiento y cese de un Gobierno, cómo se articula el gobierno del poder
judicial, etc. Recogen tanto la designación como la sucesión de dichos titulares.
+ Normas que regulan las relaciones entre los órganos del poder
Unas Constituciones las establecerán de una forma y otras la establecerán de
otra. Según sean las relaciones entre los órganos de poder, estaremos en
presencia de una u otra forma de gobierno.
Poder Constituyente
Segundo Linares Quintanilla5 define al Poder Constituyente como la facultad
inherente a toda comunidad soberana de darse su ordenamiento jurídico
político fundamental originario por medio de una Constitución y de reformar
este total o parcialmente cuando esta sea necesaria. De esta definición se
desprende características esenciales del concepto de Poder Constituyente:
- Que la titularidad está en la cabeza de la comunidad soberana, es decir el
pueblo como titular de la soberanía nacional.
- Esa facultad consiste en darse su propio ordenamiento jurídico político
fundamental a través de una Constitución.
Puede ser originario o derivado:
1. El poder constituyente originario o fundacional
Este aparece cuando surge un Estado a la vida jurídica, o bien cuando se
rompe el orden constitucional por un hecho ilegítimo respecto del ordenamiento
jurídico. Verbigracia, un golpe de Estado, una revolución, un cuartelazo,
etcétera. En tales hipótesis, al no existir ningún ordenamiento jurídico vigente,
surge el poder constituyente fundacional u originario. Su ejercicio pasa a
manos del gobierno de facto y posteriormente a la Convención o Asamblea
constituyente que se elija para redactar el nuevo texto constitucional.
Este tipo de poder es ilimitado, autónomo e incondicional, pues se caracteriza,
como indicamos en líneas anteriores, por su libertad total.
2. El poder constituyente derivado
Cuando el poder constituyente originario se juridifica y se somete a los límites
que él mismo establece en la Constitución para su ejercicio, se transforma en
poder constituyente derivado. El Poder constituyente originario delega en un
cuerpo específico la facultad de reformar o modificar el ordenamiento; es decir,
hacer una reforma constitucional.
5
LINARES QUINTANILLA Segundo. Derecho Constitucional e Instituciones Políticas. Tomo II.
Buenos Aires. Editorial Abeledo – Perrot, 1970. Pag. 439
cual la soberanía pierde su carácter factual para transformarse en un concepto
netamente jurídico.
De esa forma el pueblo, que es el único soberano, se auto limita por medio de
la Constitución. De donde se deduce que los conceptos de Estado democrático
y Estado de Derecho son inescindibles, pues sin tal asociación el Derecho
Constitucional sería mero Derecho estatal. Las Constituciones modernas
pretenden garantizar jurídicamente la soberanía popular, es decir, el poder del
pueblo para auto determinarse, lo que implica, en última instancia, regular
jurídicamente los cambios de consenso que constituyen la raíz misma de las
sociedades democráticas.
Poder Constituido
Es a través de la cual actúa el Poder Constituyente derivado para establecer
como para reformar el ordenamiento jurídico político de un Estado. Es decir los
poderes constituidos son las instituciones ya consagradas en la Constitución
por el Poder Constituyente Originario.
6
FIX ZAMUDIO, Héctor, VALENCIA CARMONA Salvador. Derecho Constitucional mexicano y
comparado. Editorial Porrua, México 1999, Pag. 95 y 96.
- El individuo como titular del Poder Constituyente: La titularidad del Poder
constituyente puede estar también en cabeza de un individuo, cuando se
incorpora “toda la energía de la idea de derecho”. En estos casos, el individuo
queda investido de la facultad de auto organización en tanto que él es, a la vez
el detentador del poder político y la expresión de la idea de derecho aceptada
por la comunidad. Es este el caso de una revolución triunfante, cuando un líder,
o sus líderes imponen una nueva Constitución al pueblo. “legítimos porque
procediendo de la idea de derecho que viene de triunfar, son ellos quienes
constituyen el nuevo régimen político de acuerdo con la concepción del orden
social del cual su victoria tiene precisamente por objeto permitir el
establecimiento.
En definitiva, como dice German Bidar Campos, donde hay fuente formal o
material de producción jurídica con contenido constitucional, podemos decir
que hay también acto y Poder Constituyente y que el órgano de esta
producción – que en realidad siempre es un individuo o varios- se erige en
titular del mismo poder.
Entre las principales causan que dan lugar al ejercicio del Poder Constituyente
se encuentra entre otras, la creación de un nuevo Estado, la independencia
adquirida , la ineficacia de la constitución y su sustitución por otra, la
revolución, la conquista y el golpe de estado.
a) El modelo norteamericano
El primero de ellos, que surge durante la praxis política de las colonias
norteamericanas, exige que el ejercicio del poder constituyente esté en manos
directamente del pueblo. Para ello, y siguiendo las ideas de la iglesia puritana,
según las cuales la fundación de una determinada congregación era el
resultado de un contrato en que se estatuían las reglas del culto, los primeros
colonos norteamericanos trasladaron ese esquema al ámbito político. De esa
forma el pacto de gracia de los puritanos se transformó en un auténtico pacto
político. De allí surgieron los convenants, que fueron auténticos contratos
sociales, suscritos por los colonos en nombre propio y en el de sus allegados, y
en los que se establecían las reglas que regirían el funcionamiento de las
colonias. De aquí deriva la concepción fundamental del poder constituyente en
la vertiente norteamericana: el poder constituyente, por tratarse de una
potestad inalienable, debe ser ejercido directamente por el pueblo. Por ello,
cualquier proyecto de Constitución elaborado por una convención fue siempre
sometido a la ratificación ulterior de los town-meetings, es decir, al pueblo
mismo reunido en asamblea general.
b) El modelo francés
Una concepción totalmente contrapuesta a la norteamericana es la que
introduce Siéyes en el proceso revolucionario francés.
Se sustituye el concepto de soberanía popular por el de soberanía de la
Nación. De esa forma se establecieron las bases doctrinales y prácticas para la
introducción posterior de la democracia representativa.
En efecto, dado que la Nación es un ente abstracto, incapaz de representarse a
sí mismo, la potestad constituyente tendrá lógicamente que actuarse a través
del mecanismo de la representación. De esa forma se evoluciona de un
mecanismo de representación directa del pueblo a un poder ejercido por las
Asambleas, en las que la Nación delega sus competencias.
Naturaleza.-
El acopio de información acerca de esta temática nos muestra que tanto en
la doctrina como en el derecho comparado no existe unanimidad acerca de su
naturaleza.Tratadistas como Biscaretti Di Ruffia en Europa y Vanossi en Amé-
rica, por ejemplo, al equiparar el poder de reforma con el poder constituyente,
en realidad lo que hacen es darle una fundamentación predominantemente
política. Desde este punto de vista, resulta lógico que ciertas constituciones
como las de Suiza, España, Colombia y Venezuela, establezcan
procedimientos tanto para la reforma parcial como para la reforma total de sus
textos. Esta concepción acerca de la naturaleza de la reforma ha merecido
serias críticas a partir de algunas experiencias que resultaron traumáticas para
la humanidad. El caso más notorio fue el sucedido en Alemania, en donde
Hitler sin romper de modo definitivo con la continuidad jurídica establecida por
la Constitución de Weimar, impuso la autocracia al concentrar el poder en su
persona y liquidar los principios y valores que sustentaban la república
democrática.
7
GARCIA TOMA Víctor. Teoría del Estado y Derecho Constitucional. Editorial Universidad de Lima.
1999, Pag. 285
8.Pedro De Vega. La Reforma Constitucional y la Problemática del Poder Constituyente. Tecnos,
Madrid, 1985, p. 235.
condicionar sus actos a determinados procedimientos y dejar libre tanto su
contenido como su voluntad. Con lo cual ni se garantiza la soberanía ni se
asegura la supremacía constitucional. Esta es la razón por la que tratadistas
como Bourdeau, Hauriou y De Vega sostengan la naturaleza jurídica de la
reforma al derivar su fundamento del concepto mismo de Estado Constitucional
que, como lo refiere De Vega9, cimienta su estructura «en dos pilares
fundamentales: Por un lado, en el principio político democrático; por otro, en el
principio jurídico de la supremacía constitucional». Por el primero, el poder
constituyente es una facultad inherente del pueblo, en cuanto titular de la
soberanía, con lo cual se intenta justificar racionalmente el poder, y por el
segundo, al trasladar la soberanía del pueblo a la soberanía de la Constitución,
lo que se busca es la limitación del poder.
Sin embargo, siguiendo a Fix Zamudio 13 diremos que los límites de la reforma
constitucional, son de distinta índole:
- Temporales: Se establece un plazo de espera o término, en el cual no se
permite las reformas, por ejemplo el texto francés de 1791 fijó 10 años a partir
de su aprobación, mientras que el texto griego de 1975 solamente establecía
05 años.
- Circunstanciales: Cuando ciertas condiciones pueden afectar la reforma, así
la prohíben en tiempos de ocupación extranjera las cartas francesas de 1946 y
1978 o en tiempos de guerra como a Constitución española de 1978.
- Sustanciales: También llamados límites materiales que dan lugar a las
cláusulas intangibles o pétreas en una Constitución. Se inspiran en que hay
una parte sustancial en la Constitución sin la cual devendría en algo diverso,
como son los casos de algunos textos en los que se ha prohibido la
modificación del régimen republicano, tales como la italiana y francesa o
estableciendo garantías para el estado Federal los Estados Unidos y Alemania.
13
FIX ZAMUDIO Héctor, VALENCIA CARMONA Salvador. Derecho constitucional mexicano y
comparado. Editorial Porrua, México 1999, Pag. 105 y 106