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Perspectivas del Territorio para el Diseño

¿que pasa si Patrimonio Cultural y diseño se encuentran?


Herman E. Amaya T.1

Resumen:
El diseño en múltiples ocasiones se ha de encontrar inmerso en procesos que están ligados al
territorio y las identidades culturales. Por lo tanto , el territorio debe ser visto más allá de lo
tangible, reconocer la importancia de las relaciones socioculturales que se suscitan dentro de él,
donde muchas de ellas tienen como epicentro el patrimonio cultural y/o natural, lo que ha
permitido el surgimiento de denominaciones de origen y Turismo Cultural, los cuales se encuentran
ligados a los oficios tradicionales artesanales, la cultura culinaria, centros históricos, costumbres,
entre otros, razón por la cual es preciso comprender las diferentes perspectivas del territorio para
el diseño.

Este articulo tiene como objetivo presentar las implicaciones de abordar el concepto de
“Territorio”, desde una mirada mas amplia, para el ejercicio del diseño y precisar que pasa, o debe
pasar cuando este se encuentra inmerso en relaciones territoriales. Desde múltiples ciencias se
viene reflexionando sobre el rol del territorio y la profunda necesidad de verlo mas allá de lo
tangible y de comprender que son diversas perspectivas las que permiten saber como se
construyen los territorios. Junto con ellos surgen nuevos conceptos como desterritorialización,
multiterritorialidad, que además de generar debates en el escenario epistemológico, brindan
aportes a procesos sociales, económicos, ambientales. Por otro lado el territorio es constitutivo por
medio de una apropiación o dominación, la cual en ocasiones permite una relación de coexistencia
con el patrimonio cultural material e inmaterial, que se pueden evidenciar en los estudios de caso
como lo son: las denominaciones de origen (herramientas de propiedad intelectual) y el turismo
cultural, entre muchos otros. Ahora bien el territorio hoy se reconoce como una construcción social
desde múltiples perspectivas, las cuales es pertinente comprender para el ejercicio del diseño,
donde el encuentro de este con el patrimonio cultural y/o natural, puede llegar a ser beneficioso o
no, dependiendo de las características propias de esta reunión.

Territorio
El concepto de territorio, se ha sabido construir y deconstruir desde las diferentes ciencias sociales
y aun las biológicas, cuestionando la llamada territorialidad y la tangibilidad del mismo. La geografía

1
Diseñador Industrial, Especialista en Desarrollo y Marketing Territorial de la Universidad Externado de Colombia con doble titulación
Especialist Territorial Marketing and development de Universidad de Columbia New York. Magister en Dirección de Marketing de la
Universidad Viña del Mar. Doctorante en Estudios Sociales de la Universidad Externado de Colombia.

Su área de investigación se concentra en los temas de Desarrollo, Territorio, Marketing Territorial, Patrimonio Cultural, Turismo. En la
actualidad es docente de pregrado en la Universidad Santo Tomas y de postgrados tanto en la misma, como en el Externado, la UPTC, la
Universidad del Rosario y la Universidad de San Agustín y San Pablo en Arequipa (Perú); ademas es consultor del Programa Nacional de
Formación Exportadora de ProColombia.

1
siempre ubico un territorio en un lugar plenamente demarcado y hegemónico; lo cierto es que aún
puede verse desde esa perspectiva, pero esta no es la única, el territorio hoy se volvió múltiple,
diverso y ante todo subjetivo de quien lo concibe, lo toma, lo apropia, lo comparte, lo crea;
perspectivas planteadas por la Geografía Humana y cada una de sus ramificaciones (Geografía:
Cultural, Urbana, Política, Económica, etc), (Sanchez, 2012). El territorio o aquello que llama Auge,
el lugar antropológico2 en su texto de “Los no lugares” (2008); es analizado constantemente y tiene
como punto de partida el espacio, el cual puede ser físico o efímero según se considere, espacio
unido a un actor que lo territorializa en la medida que lo reconoce y lo concibe como un territorio.

Territorio, territorialidad, multiterritorialidad y desterritorialidad, son términos que hoy se deben


vincular a cualquier proceso social, es imperante su comprensión, “…para las ciencias naturales el
territorio sería el área de influencia y dominación de una especie animal, la cual lo domina de
manera más intensa en el centro y va reduciendo esta intensidad en la medida en que se aproxima
a la periferia, donde compite con dominios de otras especies, las ciencias sociales incorporan el
concepto de territorio para la especie humana como el espacio de dominación, propiedad y/o
pertenencia, de los individuos o las colectividades, sean éstas naciones, estados o pueblos, es decir,
como espacio sometido a unas relaciones de poder específicas...” Correia (1996), esta tesis desde
la perspectiva de Focault reconoce el poder como un factor de territorialización o construcción del
territorio.

Esta construcción se puede realizar de diversas maneras, para lo cual Gustavo Montañez y Ovidio
Delgado (1998) presentan diversas consideraciones relevantes sobre el análisis y como se logra la
concepción del territorio: “1. Toda relación social tiene ocurrencia en el territorio y se expresa
como territorialidad. El territorio es el escenario de las relaciones sociales y no solamente el
marco espacial que delimita el dominio soberano de un Estado. 2. El territorio es un espacio de
poder, de gestión y de dominio del Estado, de individuos, de grupos y organizaciones y de
empresas locales, nacionales y multinacionales. 3. El territorio es una construcción social y
nuestro conocimiento del mismo implica el conocimiento del proceso de su producción. 4. La
actividad espacial de los actores es diferencial y por lo tanto su capacidad real y potencial de crear,
recrear y apropiar territorio es desigual. 5. En el espacio concurren y se sobreponen distintas
territorialidades locales, regionales, nacionales y mundiales, con intereses distintos, con
percepciones, valoraciones y actitudes territoriales diferentes, que generan relaciones de
complementación, de cooperación y de conflicto. 6. El territorio no es fijo, sino móvil, mutable
y desequilibrado. La realidad geosocial es cambiante y requiere permanentemente nuevas
formas de organización territorial. 7. El sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia
regional, al igual que el ejercicio de la ciudadanía y de acción ciudadana, solo adquieren existencia
real a partir de su expresión de territorialidad. En un mismo espacio se sobreponen múltiples
territorialidades y múltiples lealtades”; lo anterior nos lleva nos lleva a comprender el territorio
como algo construido y como es imposible concebir un territorio sin un proceso; pero aún más allá,
las diversas maneras como el ser humano crea territorios, desde relaciones sociales, ejercicio del
poder, el conocimiento, la apropiación, el movimiento, la identidad.

2
“Reservaremos el término "lugar antropológico" para esta construcción concreta y simbólica del espacio
que no podría por sí sola dar cuenta de las vicisitudes y de las contradicciones de la vida social pero a la cual
se refieren todos aquellos a quienes ella les asigna un lugar, por modesto o humilde que sea…Estos lugares
tienen por lo menos tres rasgos comunes. Se consideran (o los consideran) identificatorios, relaciónales e
históricos….” (Auge, 2008)

2
Para Milton Santos tal vez uno de los mayores teóricos del territorio, este tiene implicaciones
históricas al ser la “…base constante y necesaria de la vida social, que se manifiesta en todo periodo
de la historia humana como depositario de las condiciones de existencia de cualquier población…el
uso de esa base territorial depende de las relaciones entabladas por la sociedad en cada momento,
siendo el actual el marcado por la globalización, proceso que altera significativamente las relaciones
de las sociedades con sus espacios.” (Robert, 2014). De esta manera es preciso tener una
perspectiva histórica, de tiempo, para poder comprender un territorio, pero además es preciso
saber que esté está conformado por múltiples sistemas, fracciones, niveles, los cuales se
encuentran articulados y funcionan por medio de flujos que los interconectan, y operan por medio
de redes (Santos, 1986); esto implica ver el territorio como un sistema de múltiples sub-sistemas,
territorio con múltiples territorios, de esta manera nos vamos acercando al concepto de
multiterritorialidad; estos sistemas están compuestos por actores vivos e inertes, que existen en
función de una red-sistema como lo platea la teoría del actor red (TAR) (Latour, 2005).

Entonces si los territorios son histórico, estos se han sabido constituir a través de los años y de las
generaciones que han hecho tránsito por ellos y han determinado la existencia de estos, proceso
que se debe ver desde la perspectiva de Fernand Braudel (1968) quien propone ver los hechos
históricos bajo el concepto de "duraciones", como primera medida un análisis de tiempo de corto
plazo, para identificar todos aquellos acontecimientos particulares que permita conocer detalles;
luego de mediano plazo para conocer las coyunturas y relaciones de cada uno de esos
acontecimientos y por último el largo plazo para las estructuras, aquellas articulaciones que
permiten comprender las diferentes estructuras de poder y determinar comportamientos
colectivos, patrones civilizacionales, métodos de producción y demás de orden global. Esta mirada
de territorio va más allá de lo tangible, lo geográfico, lo natural (montañas, ríos, valles,
asentamientos humanos, puentes, caminos, cultivos, paisajes), busca reconocer lo intangible, las
relaciones socioculturales, la historia, los conocimientos tradicionales, las practicas ancestrales,
todo aquello que ha coexistido con lo tangible, por lo tanto el reconocer un territorio será el
resultado de leerlo en detalle e interpretar las marcas que le han sabido dejar.

Territorialidad
Es una noción que proviene del territorio y para comprenderlo es preciso tomar como marco de
referencia a Rogelio Haesbaert3 (2007), quien considera que la “territorialidad es el concepto
utilizado para enfatizar las cuestiones de orden simbólico-cultural. Territorialidad, además de la
aceptación genérica o sentido lato, donde es vista como la simple “cualidad de ser territorio”, es
muchas veces concebida en un sentido estricto como la dimensión simbólica del territorio”; por lo
tanto cuando hacemos referencia a la territorialidad, ponemos sobre la escena el carácter simbolico
del territorio el cual depende de las relaciones, representaciones, objetos, expresiones y

3
“Rogerio Haesbaert es un geógrafo humano brasileño se centró en los conceptos de territorio y región. En
sus estudios, Haesbaert analiza la interrelación de territorialización y desterritorialización, la territorialidad y
la identidad , operando con los autores modernos como Gramsci y postestructuralistas como Foucault y Gilles
Deleuze. Los temas que lugares Haesbaert tienen implicaciones para la geopolítica tradicional, ya que trabaja
con una concepción inspirada en Gramsci y Bourdieu, amplía su concepción del poder (también simbólico) y
por lo tanto el territorio (que incluye microterritorial, un enfoque de Foucault).”

3
construcciones culturales que tienen los grupos sociales, las cuales son constitutivas de la identidad
cultural de tales grupos sociales y a su ves del o los territorios.

Según la postura de Haesbaert, todo territorio ha de portar siempre de “forma indisociable, una
dimensión simbólica o cultural en sentido estricto, y una dimensión material, de naturaleza
predominantemente económico-poli ́tica” (2007), las cuales estan relacionadas y en ocaciones
coexisten, en otras no, siendo estas relaciones de carácter sistemico. Por consiguiente esta
dimensión simbolica-cultural perteneciente a los grupos sociales, es el medio por el cual se
territorializa el espacio, ejerciendo un llamado “control simbólico” dejado entre ver una manera de
¿dominar o apropiar?4; un ejercicio de control y poder.

Desterritorialidad
Esta noción al igual que la anterior está relacionada con el territorio, pareciera en una primera
impresión que hace referencia a algo negativo o pérdida de “algo”, para establecer su existencia e
implicaciones debemos verla desde la mirada de Haesbaert (2007), quien la “refiere siempre a una
problemática territorial y, consecuentemente, a una determinada concepción de territorio. Para
unos, por ejemplo, desterritorialización está ligada a la fragilidad creciente de las fronteras
especialmente de las fronteras estatales, el territorio ahí es sobre todo un territorio político. Para
otros, desterritorialización está ligada a la hibridación cultural que impide el reconocimiento de
identidades claramente definidas, el territorio aquí es, antes que todo, un territorio simbólico, o un
espacio de referencia para la construcción de identidades.”, entonces pareciera que se hace
referencia a la perdida de los territorios o tal vez una cada vez menos clara definición de estos, pero
no es asi, mas alla de esto, lo que ha surgido es una multiterritorialidad tanto desde una perspectiva
politica como simbolica.

Razón por la cual se ve la desterritorialización como “…el mito de los que imaginan que el hombre
puede vivir sin territorio, que la sociedad puede existir sin territorialidad, como si el movimiento de
destrucción de territorios no fuese siempre, de algún modo, su reconstrucción en nuevas bases.
Territorio, visto por muchos en una perspectiva política o así mismo cultural, es enfocado aquí en
una perspectiva geográfica, intrínsecamente integradora, que ve la territorialización como un
proceso de dominio (político-económico) y/o de apropiación (simbólico-cultural) del espacio por los
grupos humanos. Cada uno de nosotros necesita, como un “recurso” básico, territorializarse”
(Haesbaert, 2007). Por lo tanto de la desterritorialización hay que hacer una transición conceptual a
la multiterritorialidad, la cual es mucho más clara gracias al proceso de planetarización5 (concepto

4 Henrry Lefebvre (2013), establece dos perspectivas de control del espacio. La primera es la dominación la
cual modifica el paisaje de una forma brutal, y por un enfoque utilitarista proveniente de un poder politico. Y
la segunda sucede cuando un espacio natural es modificado en función de las necesidades, relaciones y
practicas de un grupo social, hablamos de una apropiación de él.

5
Edgar Morin distingue entre globalización y planetarización. “El termino planetarización es un término más
complejo que globalización, porque es un término radicalmente antropológico que expresa la inmersión
simbiótica, pero al mismo tiempo extraña, de la humanidad en el planeta tierra. Porque la Tierra no es sólo
un terreno donde se despliega la globalización, sino una totalidad compleja físico/biológica/antropológica.
Es decir, hay que comprender la vida como emergente de la historia de la Tierra y a la humanidad como
emergente de la historia de la vida terrestre. La relación del ser humano con la naturaleza y el planeta no
puede concebirse de un modo reductor ni separadamente, como se desprende de la noción de

4
más amplio que la globalización6), en la medida que permitió visibilizar el planeta entero y el
sinnúmero de relaciones existentes, las cuales han propiciado múltiples identidades dentro de un
mismo espacio; nuevos y más veloces medios de transporte y de telecomunicaciones brindan la
posibilidad de ingresar, residir, y transformar múltiples territorios.

Multiterritorialidad
Para comprender este concepto es determinante la apreciación de los mencionados anteriormente.
La territorialidad vista como la mirada simbólica de un territorio permite la coexistencia de
múltiples territorios dentro de un mismo espacio físico, al ser el componente cultural-simbolico el
medio de apropiación del espacio; por otro parte la desterritorialización desde la perspectiva
política y cultural, mas que la desaparición del territorio como unidad de análisis, ha permitido el
surgimiento de múltiples territorios que como bien mencionaba Santos funcionan como sistemas,
es importante recalcar que siempre ha existido la multiterritorialidad, es solo que hoy se hace
mucho más visible y está inmersa en la realidad del planeta entero.

Mientras desde la posmodernidad se pensaba en una muerte a los territorios, nosotros vemos la
visibilización de lo que “…proponemos llamar multiterritorialidad, término que resulta más
adecuado para algunos grupos que el termino desterritorialización. La multiterritorialidad es la
posibilidad de tener la experiencia simultanea y/o sucesiva de diferentes territorios,
reconstruyendo constantemente el propio. Esta posibilidad siempre existió́ (esto es importante,
pues incluso los hombres más “primitivos” no se atenían a un solo territorio), pero nunca en los
niveles contemporáneos, especialmente a partir de la llamada compresión del espacio-tiempo.
Entonces la experiencia simultanea y/o sucesiva de diferentes territorios define la
multiterritorialidad”(Haesbaert, 2007); es fundamental saber que las múltiples maneras de concebir
un territorio hoy en día (desde lo político, desde los indígenas, los campesinos, grupos urbanos, una
empresa, ect) demuestran una multiterritorialidad presente y con mayor vigencia.

Una manera de comprender como funciona la multiterritorialidad, retomando a Milton Santos, es


ver esta como un grupo de sistemas con subsistemas que funcionan articuladamente, permitiendo
de forma simultanea diversos territorios, “en si ́ mismos múltiples e híbridos, un poco como ocurre
cuando los anglosajones hablan del “sentido global del lugar” (Massey, 2000). Doreen Massey
utiliza el ejemplo de su barrio (Kilburn), en Londres, donde hay bengali ́s, hindúes, pakistani ́es,
africanos y chinos, migrantes que también existen y se territorializan en varios otros lugares del
mundo. Pero lo que hace la diferencia y la singularidad de este “lugar” es la forma en que allí ́ se
combinan. Un lugar “global” es un lugar-red, semejante al territorio-red, pero que no necesita

globalización, porque la tierra no es la suma de elementos disyuntos: el planeta físico, más la biosfera, más
la humanidad, sino que es la relación entre la tierra y la humanidad que debe concebirse como una entidad
planetaria y biosférica.” (Morin, Roger, & Mota, 2003)

6
“Globalización. Este término fue inventado en los años ochenta. Se considera generalmente que hace
referencia a una reconfiguración de la economía-mundo que ha surgido recientemente, en la que la presión
sobre todos los gobiernos de abrir sus fronteras al libre intercambio de bienes y capital es desusadamente
fuerte. Éste es el resultado, se argumenta, de avances tecnológicos, especialmente en el campo de la
informática. El término es tanto prescriptivo como descriptivo. Para los analistas de sistema-mundo, lo que
se describe como novedoso (fronteras relativamente porosas) ha sido de hecho una ocurrencia cíclica a lo
largo de la historia del sistema-mundo moderno.” (Wallerstain, 1990).

5
desplazamiento físico para realizar su pluralidad; ésta se da dentro del propio “lugar”(o territorio, si
enfatizamos las relaciones de po- der —funcional y simbólico— que dicho lugar incorpora)”
(Haesbaert, 2012); en el sentido mas puntual multiterritorialidad ha de ser la existencia de múltiples
territorios en un mismo espacio geográfico y una misma temporalidad, por medio de una
territorialización de dominio poli ́tico-económico y/o apropiacón simbolico-cultural.

Patrimonio Cultural
Cuando se habla de patrimonio cultural se hace referencia a una categoría empleada con el fin de
establecer ¿Qué es? y ¿Qué se considera?, patrimonio; a sabiendas que tanto las expresiones
culturales, como los objetos y lugres con implicaciones simbólicas y representaciones culturales ya
existían antes de emplearse tal categoría. Por lo tanto para comprender el uso de este concepto es
necesario remitirnos a la conferencia de la UNESCO (1972), donde además de presentar el
“patrimonio natural”, se determinó el “patrimonio cultural”, como: “- Los monumentos: obras
arquitectónicas, de escultura o de pintura monumentales, elementos o estructuras de carácter
arqueológico, inscripciones, cavernas y grupos de elementos, que tengan un valor universal
excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia. - Los conjuntos: grupos de
construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un
valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia. - Los
lugares: obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza así como las zonas,
incluidos los lugares arqueológicos que tengan un valor universal excepcional desde el punto de
vista histórico, estético, etnológico o antropológico.” (UNESCO, 1972); ahora bien esta definición
recoge ampliamente las variables que componen la cultura de un grupo social y que como se
menciono anteriormente son constitutivos de un territorio, las huellas o marcas que han quedado
con el tiempo, esta primera definición de las década de los 70 se concentra en los elementos de
carácter material, edificaciones, monumentos, lugares, entre otros.

Transcurridos 10 años se realizó la “Convención de Mexico sobre las políticas culturales”, la cual
presento uno de los mas importantes avances en la concepción de cultura y a su ves de patrimonio,
al ir mas alla de lo material y vincular los elementos no materiales, aquellos valores de la cultura
que son expresiones, tradiciones, entre otras; por lo tanto se considera que desde allí que se
comenzo a reconocer y a posterior emplear la categoria de “patrimonio inmaterial”; la definición
de patrimonio cultural que se consigna en la Convención es la siguiente: “El patrimonio cultural de
un pueblo comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores y sabios, así como
las creaciones anónimas, surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan un sentido a la
vida. Es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo: la
lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y
los archivos y bibliotecas” (UNESCO, 1982).

En la Convención de la Unesco que se celebró en el año de 1989, se estableció la “Recomendación


sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular”, la cual centro el debate y las conclusiones
en torno a las expresiones de orden colectivo que se reconocían de orden “popular o folclóricas” o
lo que en la antropología clásica era llamada “cultura baja”7; por lo tanto se definió la “Cultura

7
Es importante saber que el debate de cultura baja y alta, ya no es preciso y que se habla de una
sola cultura.

6
Tradicional y Popular” como “…el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad cultural
fundadas en la tradición, expresadas por un grupo o por individuos y que reconocidamente
responden a las expectativas de la comunidad en cuanto expresión de su identidad cultural y social;
las normas y los valores se transmiten oralmente, por imitación o de otras maneras. Sus formas
comprenden, entre otras, la lengua, la literatura, la música, la danza, los juegos, la mitología, los
ritos, las costumbres, la artesanía, la arquitectura y otras artes.” (UNESCO, 1989).

Pero es solo hasta el año de 2003 que la Unesco ha de celebrar la Convención de Patrimonio
Cultural Inmaterial, la cual se vio ampliamente influenciada por la de México (Convención de
Mexico sobre las políticas culturales) y la Recomendación sobre Cultura Tradicional y Popular
(1989), dando como resultado una nueva y más amplia concepción del “patrimonio cultural”
reconociendo que, “…el patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos,
sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y
transmitidas a nuestros descendientes…” y contemplo que el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI)
está compuesto por “…los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas junto con
los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes, que las
comunidades...” y que además se manifiesta en diferentes ámbitos como son lo siguientes: “a)
tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural
inmaterial; b) artes del espectáculo; c) usos sociales, rituales y actos festivos; d) conocimientos y
usos relacionados con la naturaleza y el universo; e) técnicas artesanales tradicionales” (UNESCO,
2003).

Como resultado de esta convención se entendió la relevancia del PCI, para preservar la diversidad
cultural del mundo y por lo tanto sus identidades, partiendo de la premisa que el conocimiento
portado por las personas en una colectividad o individualidad es uno de los mayores tesoros a
proteger y salvaguardar, donde la responsabilidad recae en las mismas comunidades o personas
portadoras de este conocimiento, con el apoyo de las instituciones. Tanto el patrimonio cultural
material como inmaterial y el natural hacen parte de las identidades de los pueblos, y en algunos
casos es imposible que estén separados; pero además son elementos constitutivos de un territorio,
bajo la acción de la apropiación o dominación que ejerce un grupo social sobre un espacio.

El PCI, contempla las expresiones y creencias de las comunidades que a través de décadas, siglos y
milenios se han mantenido, susceptibles a todos los cambios que se dan desde lo endógeno y
exógeno, soportando la identidad cultural. Por lo tanto este PCI coexiste gracias a las personas
portadoras de todos los conocimientos de las tradiciones, saberes, técnicas, prácticas y costumbres,
que viven en la medida que se transmiten al resto de la comunidad, siempre buscando que esa
transmisión se presente de generación en generación. Por otra parte el patrimonio cultural material
puede ser una muestra pasado, pero también del presente bajo el entendido que no solo es
patrimonio aquello que es antiguo, sino aquello que goza de una valoración y reconocimiento; pero
su existencia es solo es posible bajo la construcción, elaboración, conformación, por parte de
grupos sociales quienes los emplearon; construcciones, lugares u objetos como elementos de su
cotidianidad, rasgos de la identidad cultural, que dependen en la mayoría de ocasiones de las
características del espacio geográfico – territorio.

Los lugares y edificaciones arqueológicas de comunidades precolombinas, como Chichenitza en la


península de Yucatan, MachuPichu en la ceja de selva peruana, la puerta de Tiahuanaco en Bolivia,
están ubicados a partir de las condiciones astronómicas, sus materiales dependen del entorno, y si
bien hoy se constituyen en lugares turísticos, en su momento cumplieron funciones ceremoniales,

7
espacios convertidos en territorios a partir de una apropiación por parte de grupos sociales. Para
este caso es imposible desligar el patrimonio material del inmaterial y es que estos lugares no
hubieran existido sin un conocimiento tradicional que permitiera determinar su ubicación, técnicas
constructivas y además las practicas culturales que determinaron su existencia.

Desde una perspectiva no tan antigua, la ciudades de América Latina, que se erigieron en la Colonia
entre el siglo XVI y XIX, las cuales hoy reconocemos como coloniales, deben su construcción a una
serie de conocimientos y técnicas artesanales en madera, manejo de la tierra como bareque, tapia
pisada, adobe, hierro forjado, piedra (cantería), los cuales permitieron erigir los diversos centros
históricos. Por otro lado para el caso de las iglesias, conventos, capillas doctrineras, estas estuvieron
directamente relacionados con el proceso de evangelización de la Iglesia Católica, el cual estuvo
acompañado de una serie de rituales y practicas culturales que hoy se reconocen como patrimonio
cultural inmaterial, como lo es el caso de la Semana Santa de Popayan (Colombia), la cual es
reconocida por la Unesco como patrimonio mundial. Para este caso particularmente, existe una
relación de coexistencia entre, patrimonio material mueble e inmueble, inmaterial; las iglesias son
elementos de partida, los nazarenos o personas que portan las andas con las esculturas de los
santos, han mantenido la tradición por mas de 400 años y hoy le brindan un rasgo de la identidad
cultural de la ciudad.

Igualmente sucede hoy en dia, lugares como el paisaje agavero en México gozan de una
declaratoria de paisaje cultural, donde los dos tipos de patrimonio se cruzan, pero además son
determinantes para la conformación del territorio, bajo un ejercicio de dominación desde un vector
económico. Encontramos las ruinas industriales de producción de tequila, la modificación del
paisaje natural, por los cultivos de agave azul, la distribución de edificaciones a partir de las
necesidades industriales, pero todo el elemento determinante para la existencia de todo lo
mencionado anteriormente es la practica artesanal e industrial de elaborar el tequila, la cual
depende de un conocimiento tradicional que es de carácter inmaterial, el conocimiento de la
naturaleza en el caso de la biodiversidad, el cual en un comienzo fue de carácter indígena, luego se
traslado a los mestizos y hoy luego de mas de 500 años hace presencia y es el responsable de la
existencia del Tequila y este a su vez de ser uno de los mayores embajadores y rasgos culturales de
México. Tanto en el primer ejemplo precolombino y arqueológico, como en el segundo colonial y de
centros históricos, hasta el tercero del paisaje cultural agavero, los territorios se han sabido
configurar desde una apropiación que se lleva a cabo por medio de practicas socioculturales,
económicas, productivas, de grupo sociales, pero esta relación no es en una sola via, es doble
porque el espacio desde sus características geográficas, ambientales, topográficas, bióticas, ha
otorgado elementos constitutivos de las grupos sociales y a su ves de su identidad cultural.

Diseño
Como se menciono en el comienzo, en este trabajo se busca determinar cómo el ejercicio del
diseño debe precisar su accionar desde la amplia mirada del territorio presentada anteriormente y
como las Denominaciones de Origen y Turismo Cultural, procesos que dependen totalmente del
territorio, se pueden ver beneficiados o perjudicados de la labor del diseño. Ahora bien tanto las
artesanías como la gastronomía son el resultado de la sinergia generada entre conocimiento
tradicional, territorio y biodiversidad, al depender directamente de las materias primas para
desarrollarse, las que pueden llegar a ser únicas (endémicas), ello ha permitido que surjan
productos cuya calidad, reputación u otras características se deban exclusiva o esencialmente al
medio geográfico en el que se produce, junto con los factores naturales y humanos. Para lo cual se
constituyo una herramienta de propiedad industrial en el “Arreglo de Lisboa relativo a la Protección

8
de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional” (1958), donde se estableció los
instrumentos de protección llamados “Indicaciones geográficas” y “Denominaciones de Origen”
(DO), las cuales protegen los nombres geográficos de países, regiones y localidades, que son
otorgados a productos resultado de todo lo mencionado anteriormente, aquellas dependen
directamente del territorio, el patrimonio natural y el patrimonio cultural, esta relación de
dependencia no permite una desterritorialización de las comunidades que han sabido amasar y
convivir con un saber hacer. Las DO están totalmente ancladas al territorio dependen de él, de sus
características y del nombre, por ejemplo: Pisco (Municipio Peruano), Queso Manchego (Comarca
Española), Tequila (Municipio Mexicano) y Café de Colombia (País Latinoamericano).

En torno al Turismo Cultural, es preciso partir del concepto de turismo el cual se plantea según la
OMT (organización mundial de turismo), como “el conjunto de actividades realizadas por personas
durante sus viajes y permanencias en lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de
tiempo consecutivo inferior a un año, por motivos diferentes al de ejercer una actividad remunerada
en el lugar visitado”, en relación a la vinculación de la cultura se reconoce que “turismo cultural es
aquella forma de turismo motivada por conocer, experimentar, y comprender distintas culturas,
formas de vida, costumbres, tradiciones, monumentos, sitios históricos, arte, arquitectura y
festividades que caracterizan a una sociedad y su gente y reflejan la identidad de un destino”. Este
turismo presenta la siguiente clasificación: 1. Turismo Patrimonial el cual esta relacionado con el
patrimonio cultural de un territorio, en especial aquellos que hacen presencia en la lista de la
UNESCO (Smith, 2003); 2. Turismo de Artes el que se da en torno a expresiones artísticas, (teatro,
danza, música y artes visuales, cine) (Smith, 2003); 3. Turismo urbano que busca conocer centros
urbanos por su connotación histórica o por la presencia de museos o lugares emblemáticos
(Sernatur, 2008); 4. Turismo Rural centrado en un entorno rural, con el fin de acercarse a productos
agropecuarios, costumbres y espacios de tranquilidad y contemplación (OMT, 1998); 5. Turismo
indígena el cual se brinda en torno los hábitos, forma de vida, cultura y costumbres y objetos de los
pueblos originarios (indígenas, afrodecendientes) (Castro y Llancaleo, 1993); 6. Turismo religioso en
torno a actividades , eventos y lugares de carácter religioso (OMT, 2007); 7. Turismo creativo donde
se brinda la posibilidad de expresar sus habilidades a partir de procesos de aprendizaje todo ello en
el marco de industrias creativas (Richards y Raymond, 2000).

Ahora bien sea una denominación de origen o turismo cultural, estos dependen claramente del
territorio en el cual hacen presencia, sus características físicas, ambientales, las relaciones sociales
culturales, comunidades y actores sociales, vocación económica. Todo lo anterior se encuentra
estrechamente relacionado, por lo tanto es preciso estudiarlo desde la teoría de los sistemas y de
esta manera saber que los procesos que se hagan en termino de diseño pueden alterar múltiples
factores en el territorio, por lo tanto es fundamental tener claro las múltiples perspectivas del
territorio y todas sus implicaciones en el pensar y hacer de las profesiones del diseño, por lo tanto
ello nos llevara a pensar en si es necesario el diseño o no, y de serlo, cuales deben ser sus áreas de
influencia y el nivel de presencia. De una manera pragmática se puede identificar como el diseño se
vincula por medio de diseño de productos, empaques, embalajes, marcas, maquinas y
herramientas, multimedias, entre otros. Pero es necesaria comprender si se hace dentro de un
escenario de pertinencia y saber en cada caso en especifico el grado de participación del diseño o si
es necesario asumir la decisión de decir no debe llevarse a cabo.

Si bien es cierto múltiples orientaciones de Diseño hablan de la necesidad de hacerlo participativo,


es necesario ir mas alla, en terminos de hacer parte de los grupos sociales y de esta manera
comprender el sistema de relaciones que conforman el territorio, para este ejercicio es preciso

9
saber que se debe tener como marco de referencia la etnografia, sea de corte naturalista o
positivista. Tanto el turismo cultural, como las DO, dependen plenamente de las relaciones sociales,
la historia y memoria, las características físicas del espacio y la biodiversidad imperante; en
ocaciones el diseño encontrará una amplia riqueza cultural y natural, su responsabilidad pero ante
todo su vocación debe ser vincular esto al proceso de diseño, y determinar si existe una necesidad
de intervenir en términos de la generación de producto final o sencillamente unas acciones que
permitan visibilizar el territorio, fortalecer las estructuras sociales, promover estrategias de
reproducción social, aportar a la generación de un tejido social; si bien es cierto no se ha
mencionado en el artículo las implicaciones de los "Estudios de desarrollo", es importante
establecer que deben ser un marco de referencia para el ejercicio del diseño, y cuando hacemos
referencia al "Desarollo", hablamos de la tesis presentadas por Amartya Sen, Arturo Escobar, Walter
Mignolo, Maxfred Maxniff, entre otros Decolonialistas.

Si el diseño, sea de producto, experiencias, servicios, lugares, eventos, vincula a su proceso el


concepto de Multiterritorialidad, podra tener una mirada mucho más amplia y a su vez tener
elementos de juicio para tomar decisiones, el conocer en detalle permitirá sacar el maximo
potencial en terminos de diseño de un producto de turismo cultural o la generación de valor en
toda la cadena productiva de una denominación de origen , a su vez se tendra una responsabilidad
con la cultura y con el medio ambiente. Es fundamental establecer que para el caso de las DO, en
Colombia por la decisión 486 de Cartagena del año 2000, se reconoce tanto artesanía, como
producto naturales y agroindustriales; al hacer referencia a la Artesania, puede que se considere el
no alterarla en terminos de diseño, pero si preocuarse mas que por el diseño, por el uso y
apropiación para su existencia, las redes que la conforman, las materias primas empleadas y la
capital cultural u simbólico que portan; esto solo ha de ser posible si se lograr tener un enfoque
sistemico, tener una perspectiva amplia del territorio (multiterritorialidad), y a su vez la cultura, sus
expresiones, rasgos, percepciones, lugares, objetos (cultura material)...la historia del canasto.

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