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Artritis reumatoide y

ejercicio físico
Hasta hace poco la creencia habitual acerca del mejor tratamiento para la
artritis era el reposo. Hoy en día, los expertos abogan por ejercicios
controlados para favorecer la circulación y aliviar las inflamaciones.

Escrito por Alejandro Hijarrubia Cloquell, Fisioterapeuta Col.1881 y osteópata C.O.

Ejemplos de ejercicios para pacientes con


artritis reumatoide

Los estiramientos y los ejercicios de flexibilidad reducen el riesgo de lesión en el paciente con artritis.
 ¿Qué supone tener artritis?
 Actividad física y artritis reumatoide
 Ejercicios recomendados para la artritis reumatoide
 Ejemplos de ejercicios para pacientes con artritis reumatoide
Compartido:
Los pacientes con artritis reumatoide (AR) pueden recurrir a varios tipos
de ejercicios físicosque, bien ejecutados y en su justa medida, pueden
serles útiles en su objetivo de rebajar el dolor y potenciar el movimiento de
sus articulaciones:
Ejercicios de flexibilidad

Son recomendables para mejorar la


postura y reducir el riesgo de lesiones

Son ideales para mejorar el grado de movilidad de las articulaciones, la


postura y reducir el riesgo de lesionarse. Todo ello repercutirá en que el
paciente podrá tener un mayor nivel de actividad en su vida diaria. Este tipo
de ejercicios se pueden realizar hasta 10 veces al día. Además, hacerlos
por la noche permitirá al afectado de artritis despertarse con un menor
grado de rigidez articular.

Ejercicios de estiramiento

Los estiramientos ayudan a


fortalecer el músculo, siendo recomendables antes de paracticar cualquier
actividad física.

Antes de cualquier actividad física siempre se recomienda estirar


adecuadamente, pero en el caso de los pacientes con artritis reumatoide
pueden aprovechar aún más este tipo de ejercicios físicos, sobre todo si los
realizan al menos tres veces por semana.
Los estiramientos ayudan a fortalecer el músculo y que estos puedan
ejercitarse con más intensidad, ya que dan más consistencia a las
articulaciones y reducen el impacto del esfuerzo en ellas, lo que se traduce
en menos dolor. Cada estiramiento debe poder aguantarse al menos 30
segundos, en series de al menos 10 repeticiones, e ir estirando por grupos
musculares. Poco a poco se pueden ir introduciendo lo que se conoce como
resistencias, que puede ser desde la utilización de mancuernas, pesas o
bandas elásticas al uso de máquinas. Un profesional experto puede
orientarte sobre cómo utilizar estos elementos correctamente. Y recuerda,
nunca fuerces hasta sentir dolor.

Ejercicios aeróbicos

Los ejercicios aeróbicos como


montar en bicicleta mejoran el bienestar general.
Se trata de ejercicios físicos en los que involucramos los grandes grupos
musculares mediante rutinas rítmicas que nos ayudan a acondicionar
nuestro cuerpo con el mínimo impacto posible, de manera que ponemos a
tono nuestro sistema cardiorrespiratorio y nuestros músculos. Entre ellos
encontramos desde el simple hecho de caminar a buen ritmo o nadar
a montar en bicicleta. Los ejercicios aeróbicos ayudan al paciente con
artritis a mejorar su estado anímico, sentirse mejor, mantener su peso a
raya y favorecer el sueño. Los experto recomiendan realizar este tipo de
actividades al menos 30 minutos, y entre tres y cinco veces a la semana.
Este tiempo puede fraccionarse en varios periodos cortos (por ejemplo de
10 minutos) para personas con mayor dolor o menor capacidad física. Para
saber si la intensidad es la adecuada puedes recurrir a una simple prueba:
si te quedas sin habla o sin aliento durante el ejercicio, para o reduce la
intensidad.

Ejercicios de conciencia corporal


Actividades
como el yoga o el taichi son ideales para adoptar posturas más adecuadas.
El yoga, el taichi, o el Pilates, son ejemplos claros de este tipo de ejercicios
de conciencia corporal, que ayudan al paciente con artritis reumatoide a que
aprenda a adoptar una postura adecuada, a mejorar su equilibrio, a
relajarse… y, en definitiva, a tomar conciencia de sus articulaciones y de
cuáles son los movimientos, gestos y posiciones más apropiados para evitar
forzarlas y, entre otras cosas, también para prevenir caídas y otros
accidentes. Las características y capacidades físicas del paciente, serán las
que marquen el ritmo, la intensidad, y la frecuencia con la que deberá
practicar estos ejercicios, consultándolo previamente con su médico, e
indicando al monitor que dirija la actividad cuáles son sus problemas de
salud o posibles limitaciones funcionales.

Ejemplo de ejercicios de hombro


En cuanto a la frecuencia e intensidad de los ejercicios a realizar
recalcaremos de nuevo la personalización del tratamiento según las
posibilidades del paciente con artritis.

Existe la medida estandarizada, en la que se realizarían 10 repeticiones de


cada ejercicio dos veces al día. Sin embargo no será un fracaso que el
paciente con AR no cumpla estos cupos de repeticiones, ni tampoco una
temeridad si es capaz de realizar más repeticiones, eso sí, siempre en
ausencia de dolor antes, durante y después de los ejercicios propuestos.
Es importante que el paciente realice el ejercicio sin prisas, es mejor tardar
más en hacerlo que realizarlo sin respetar los rangos de movimientos,
intercalando distintos ejes de movimientos.

Se aconseja realizar los ejercicios sin prisas y sin forzar la articulación.

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