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Analisis de la sentencia C-133-1994 y C-647-2001 Corte

Constitucional

1. 1. ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL SOBRE EL ABORTO


SENTENCIA No. C-133 de marzo 17 de 1994 OBITER DICTA
El demandante: Solicita declarar inconstitucional el artículo
343 del decreto 100 de 1980 (código penal), que dice “Artículo
343. Aborto. La mujer que causare aborto o permitiere que
otro se lo cause, incurrirá en prisión de uno a tres años. A la
misma sanción estará sujeto quien, con el consentimiento de
la mujer, realice el hecho previsto en el inciso anterior”
Argumentando así: • Ante la ley es persona el ente físico
nacido de especie humana, que viva tan siquiera un minuto,
por lo tanto el nasciturus no es persona, no es jurídicamente
capaz de derechos ni obligaciones. Esto implica que las
autoridades de la República no tienen que proteger la vida del
nasciturus porque éste no es sujeto de derecho. • Las
personas tienen creencias diferentes, no para todas las
personas es aceptado un consenso sobre las cualidades de
las no personas (como son las etapas de su gestación), y las
autoridades están instituidas para proteger a todas las
personas en sus diferentes creencias. • Al proteger la
diversidad étnica y cultural de la Nación, el Estado reconoce la
existencia de grupos nacionales para los cuales el aborto no
es un delito, grupos que practican este hecho comúnmente. •
El Estado debe garantizar el libre desarrollo de la
personalidad a las personas, en este caso a la gestante;
mientras que el nasciturus, al ser no persona, carece de
personalidad y protección legal y por lo tanto no puede
calificarse como delito ninguna conducta que realice la
gestante para expulsarlo de su cuerpo. • La Constitución
garantiza la libertad de conciencia, y por lo tanto reconoce que
es un acto potestativo de la mujer el decidir si se somete
voluntariamente a un aborto motivado por “íntimas razones de
su propia conciencia”.
2. 2. • La libertad de cultos sugiere que no todos los colombianos
practican el culto Católico, Apostólico, Romano (iniciador de la
condena al aborto por considerar que el feto es un ser dotado
de alma), y entendidas dentro de la diversidad de cultos, las
diferentes concepciones de las implicaciones metafísicas del
aborto deben ser respetadas por el Estado, siguiendo el
derecho vigente de otros países de moralidad diferente al
cristianismo. • Como nadie puede ser reducido a prisión o
arresto, ni detenido por obrar bajo los dictámenes de su
conciencia, y como las no personas carecen de derechos y de
protección legal, la decisión que concluya o no el proceso de
gestación es competencia de la mujer sin compañero o
marido, o de la pareja obrando bajo los dictámenes de su
conciencia. • La pareja tiene el derecho a decidir libremente y
responsablemente el número de sus hijos, y teniendo en
cuenta que no todas las concepciones son fruto de su
voluntad, es competencia de la mujer sin compañero o
marido, o de la pareja decidir si concluye o no el proceso de
gestación. DEFENSOR DEL PUEBLO El Defensor del pueblo
refutó la demanda argumentando: • Ontológicamente persona
es todo ser humano, que es humano por tener una esencia
distintiva de los otros seres, ésta esencia es la capacidad de
razonar y por ende la capacidad de dominarse a sí mismo y
dominar lo que posee. • El derecho a la vida se tiene durante
todo el proceso vital, la existencia del individuo, comienza
desde el momento mismo de la concepción. Este argumento
es respaldado por el concepto de Alfred Kastler, biólogo
premio Nobel de física quien dice que la vida comienza desde
la concepción y el feto es un ser humano completo con un
código genético irrepetible. • El blastocito no es una parte del
cuerpo de la madre. Gracias a pruebas de inmunidad se sabe
cuando el embrión – en fase de blastocito- se implanta en la
pared del útero, el sistema inmunológico de la madre
reacciona ante la presencia de un cuerpo extraño e intenta
expulsarlo, consiguiéndolo algunas veces, pero gracias a un
delicado mecanismo de defensa el feto resiste ese ataque en
otras ocasiones. Por lo tanto el no nacido no es parte del
cuerpo de la madre, su dependencia es transitoria y de él se
desarrollará necesariamente un ser humano, de ahí que no
puede estar al arbitrio de la madre sin compañero o marido, o
de la pareja la continuidad del proceso gestante.
3. 3. • El derecho a la vida le es inherente a cada ser humano sin
distinción alguna, por lo tanto, siendo el embrión
ontológicamente persona, también es sujeto de derechos. • Si
bien es deber de las autoridades proteger a las personas en
sus creencias, la Constitución señala los límites naturales que
tiene el ejercicio de los derechos. La libertad de pensamiento
no puede practicarse de manera absoluta y unilateral porque
encuentra su aplicación en otros atributos igualmente
esenciales a la dignidad e inviolabilidad del individuo y de la
familia, así, el aborto no es una actividad que se pueda
enmarcar en el ejercicio del derecho de libertad de
pensamiento. • No se puede aducir a la libertad de cultos para
restringir o violar el derecho a la vida, mientras la realidad
muestra que es común a todos los cultos y filosofías, no sólo a
la Católica, el respeto a la dignidad de la persona. • La
dignidad de la persona humana es el fundamento del orden
jurídico de una sociedad, por lo tanto no se concibe la
violación al dominio propio del no nacido, manifestación de su
dignidad, dentro de una sociedad que profesa un profundo
respeto a la vida. MINISTERIO DE JUSTICIA El delegado del
Ministerio de Justicia, doctor Raúl Alejandro Criales Martínez,
impugna la demanda y procura la declaración de
constitucionalidad para la norma demandada argumentando: •
El nasciturus constituye una expectativa de vida del género
humano, y por lo tanto debe protegérsele para evitar otra
causa de autodestrucción del ser humano; además hace parte
de la familia, y es deber del Estado proteger al núcleo
fundamental de la sociedad, por lo tanto permitir la práctica
del aborto sería menoscabar a la sociedad y atentar contra el
género humano. • Tipificar el aborto como delito es una acción
del legislativo para tutelar la vida e integridad de la mujer, ya
que las prácticas abortivas ponen en peligro a la madre y son
“en alto grado causa de mortalidad”. • El derecho a la vida no
puede ser abusado, de acuerdo al artículo 95 de la
Constitución, y con el aborto, se pone en riesgo la vida de la
madre o se procura su protección en detrimento de la vida del
no nacido.
4. 4. PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN El señor
Procurador General de la Nación solicitó la exequibilidad de la
norma acusada considerando que: • La Constitución no
contiene ninguna disposición que establezca el momento en el
que alguien comience a ser persona, así, resulta falso el
señalamiento del autor en el sentido de que la Constitución
establezca que los no nacidos no sean personas, y que por
ende no sean sujetos de derechos y obligaciones, nótese esto
para concluir que la constitucionalidad de la norma no puede
discutirse con fundamento en tal falacia. • La discusión debe
girar alrededor de si el Constituyente prohibió o permitió la
interrupción inducida del proceso de gestación, y si la Carta
consagró o no derechos a favor del nasciturus. • En el interior
de la Asamblea Nacional Constituyente se presentaron
diferentes discusiones acerca del aborto, pero dadas las
dificultades políticas, sociales y religiosas que suscitaba dicho
tema, se dejó al legislativo la pronunciación acerca de la
legalidad o ilegalidad las prácticas abortivas. Finalmente, con
la inclusión del tipo penal aborto en el Código Penal, se
tutelaron los bienes jurídicos relevantes para nuestra sociedad
consagrados en la Carta Fundamental, ya que las normas del
Derecho Penal son consideradas como normas de orden
público. • A pesar de que la consagración del aborto como
delito no responde a las creencias de todos los cultos ni de
todos lo grupos, tal consagración no tiene el ánimo de
discriminar a alguna religión o algún grupo étnico o cultural. El
motivo es describir un comportamiento reprochable que atenta
contra el núcleo fundamental de la sociedad, éste es el ser
humano. SALVAMENTO DE VOTO Los Magistrados Eduardo
Cifuentes Muñoz, Carlos Gaviria Díaz y Alejandro Martínez
Caballero salvan su voto considerando que el artículo 343 del
Decreto 100 de 1980 ha debido ser declarado constitucional
condicionado exponiendo las siguientes razones: • No es lo
mismo proteger la vida que proteger el derecho fundamental a
la vida. Según la doctrina mayoritaria; la constitución y el
derecho internacional reconocen el derecho a la vida del
nasciturus, y no se necesita ser persona
5. 5. humana para tener protección a ese derecho. En cambio
del derecho fundamental a la vida sólo puede ser titular una
persona humana nacida, por ser ésta sujeto susceptible de
ejercer derechos y contraer obligaciones. Así, no se le pueden
atribuir derechos fundamentales a quien “no ostenta titularidad
jurídica para su goce y ejercicio”. • Aunque se reconozca que
el nasciturus es un ser viviente humano individual, de ello no
se desprende que éste sea titular de derechos e intereses que
el Estado este obligado a proteger respecto de las personas. •
“El nasciturus no es una persona en sentido constitucional”, la
tesis contraria es una interpretación errónea de los Códigos
Civil y del Menor, ya que invierte la jerarquía normativa
mediante la fijación del alcance del texto constitucional a partir
de los dictámenes del legislador. • El artículo 43 de la Carta,
que establece la protección especial a la mujer durante el
embarazo y después del parto, tiene como objeto de
protección a la mujer embarazada y no al fruto de la
concepción. La Corte, al hacer al nasciturus destinatario de tal
protección, está poniendo en conflicto los derechos de un ser
humano no nacido con los de una mujer embarazada. • El
Estado puede proteger la vida del feto frente a situaciones en
las que no está en juego ningún derecho fundamental de la
madre, pero eso no implica que para ejercer tal protección el
Estado pueda crear nuevos sujetos de derecho, y con este
mecanismo limite los derechos fundamentales de la madre. •
En el marco del pluralismo consagrado en la Constitución, el
Estado puede proteger el valor intrínseco de la vida humana
exigiendo que las decisiones acerca del aborto se adopten
reflexivamente con atención a la importancia del asunto, así
se respeta un espacio otorgado a tomar decisiones de
acuerdo a las creencias morales de cada persona y se evita la
protección estatal de una sola concepción del valor intrínseco
de la vida. • Es artificioso que la Corte afirme que el derecho a
la autonomía procreativa puede ejercitarse sólo antes de la
concepción y no en otro momento sin fundamento
constitucional que justifique dicha precisión. • La Corte
asevera que la vida comienza desde el momento mismo de la
concepción, y que la vida merce protección estatal desde su
inicio, pero ignora que algunos métodos anticonceptivos
actúan después de fecundado el óvulo, este es sin duda un
error de coerencia argumentativo.
6. 6. • Mediante la penalización del aborto, el Estado incurre en
una intromisión a la esfera de la personalidad que lleva en
muchas ocasiones a imponer una carga desproporcionada a
la mujer. • Negarle a la mujer la libertad de decidir sobre su
proceso de embarazo, es causarle un perjuicio grave y
desconocer su derecho a una vida digna y autónoma, pues
hay mujeres que no desean o no se encuenran en
condiciones para asumir esa responsabilidad. RATIO
DECIDENDI La Corte Constitucional considera los siguientes
aspectos: • El derecho a la vida es el bien más valioso que
posee un individuo y su protección garantiza el
establecimiento de los derechos restantes. • En el momento
de la concepción, cuando el espermatozoide fecunda al óvulo,
los 23 cromosomas (característicos de nuestra especie) que
aporta el padre se unen a los 23 cromosomas de la madre, así
se construye un DNA único e irrepetible que le pertenece
exclusivamente al nuevo individuo y que contiene toda la
información genética “necesaria y suficiente para expresar
todas las cualidades hereditarias del nuevo individuo”.
Reforzado por la opinión científica del doctor Jéröme Lejeune
(profesor de Genética Fundamental en la Universidad René
Descartes y miembro del instituto de Progénesis de París),
quien dice que la vida comienza con la concepción, el
Procurador reconoce que el nasciturus es un ser humano
diferente a la madre y que por ser sujeto de derechos y
obligaciones, su derecho a la vida merece gozar del amparo
estatal y su viabilidad no puede quedar al arbitrio de la
gestante • “La vida del nasciturus encarna un valor
fundamental, por la esperanza de su existencia como persona
que representa , y por su estado de indefensión manifiesto
que requiere de la especial protección del Estado” • La
protección a la vida del nasciturus tiene sustento en el
Preámbulo y en los artículos 2 y 5 del CN, pues es deber de
las autoridades públicas asegurar el derecho a la vida a todas
las personas. • En concordancia con los convenios de
derecho internacional suscritos por Colombia, y con la facultad
constitucional de interpretar los derechos y deberes de la
Carta fundamental acorde con tales convenios, la Convención
sobre los
7. 7. Derechos del Niño y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos ratifican la protección del derecho a la
vida a partir del momento de la concepción. • Para la Corte
Constitucional persona es lo mismo que sujeto de derecho,
pero no se necesita ser persona humana para tener derecho a
la protección de la vida pues el nasciturus tiene derecho a la
vida aún antes de que se configure como persona. • La
disposición constitucional en virtud de la cual es derecho de la
pareja decidir libremente y con responsabilidad el número de
su progenie solamente se puede ejercer hasta antes del
momento de la concepción; una vez fecundado el óvulo
cualquier interrupción provocada del proceso de gestación
viola el derecho a la vida que le asiste al no nacido. • No es
procedente legitimar conductas que conduzcan a la privación
a la vida humana durante el proceso de gestación bajo el
amparo de las libertades de conciencia y de cultos, porque el
ejercicio de estas libertades está limitado por la salvaguarda
de la seguridad, salubridad y moralidad públicas, y limitado
por el derecho de los demás a disfrutar de sus libertades
públicas y derechos fundamentales. DECISUM La Corte
Constitucional reconoce que la posibilidad de eventuales
conflictos entre los derechos fundamentales de la embarazada
y del nasciturus debe ser materia de regulación por parte del
Legislador, y procede a: Declarar EXEQUIBLE el artículo 343
del Decreto 100 de 1980, por el cual se expide el Código
Penal Colombiano. CONFLICTO SOBRE LA TITULARIDAD
DE DERECHOS FUNDAMENTALES Y SU PREVALENCIA
Vida, salud, dignidad y libertad

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