COLECCIÓN POPULAR

192
LA ESTRUCTURA DEL MAL

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 COLECCIÓN POPULAR

192
LA ESTRUCTURA DEL MAL

•
Traducción ·de
ERNEST BECKER
CAnos· VALDÉS

LA ESTRUCTURA
DEL MAL
Un ensayo sobre la unificación
de· la ciencia del hombre

COLECCION

fJ
POPULAR

FONDO DE CULTURA ECONOMICA

'MÉXIOO
Primera edición en inglés, 1968
Primera edición en español, 1980
Primera reimpresión, 1993
A la memoria de Saint-Simon, Comte,
Fourier, Lester Ward, Dewey, y de los
muchos otros que murieron esperando.

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Título original:
The Strncture ofEvil. An Essay on the Unijication of
the Science of Man
© 1968, Emest Becker
Publicado por George Braziller, Nueva York

D. R.© 1980, FONDO DE CULTURA.ECONÓMICA

D. R.© 1993, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, S. A. DE C. V.
Carretera PicachO-Ajusco 227; 14200 MéKico, D. F.

ISBN 968:-16-0447-4
Impreso en México
 AGRADECIMIENTOS
EsrE LIBRO tuvo que hacer una espera relativamente larga
antes de ver la luz de la publicación. En su carrera, tuvo
la .fortuna de pasar por el escritorio del profesor Norman
Jacobson, que hizo comentarios sumamente agudos y útiles
al revisarlo, y que le dio su apoyo, con su característica ge-
nerosidad, incluso en las opiniones con que acaso no con-
cordara. Este apoyo fue muy importante para mí, cuando
se produjo, y por él ha quedado en deuda. También deseo
agradecer a Martín Hoffman su activa ayuda.
También tengo el placer de agradecer una beca de la
Fundación Wenner-Gren, que me ayudó a tener tiempo
libre para escribir el libro. Darme la beca fue una decisión
valerosa, tan poco habitual en nuestros días, y tan necesa-
ria para todo investigador con aspiraciones: fue otorgada
directamente: a mí como persona, no a alguna institución
"madre", y fue otorgada incondicionalmente, para realizar
una tarea abiertamente especulativa y teórica. Ninguna
otra fundación ni organización científica nacional, de las
muchas en que la solicité, quiso otorgármela. En realidad,
lo que yo buscaba era un estipendio, para pasar un afio
trabajando en los Archivos de París, empapado en el medio
del siglo XVIII, mas esto resultó it:D.posible. Espero que esto
explique, al menos en parte, que haya tenido que fiarme
de fuentes indirectas al estúdiar tal periodo.

9
 Hemos advertido indicios en otros paises
y en el nuestro, indicios que nos han
alegrado infinitamente, de que las ~á-
quinas no siempre son nuestros .amos un-
placables, y que un día s~rán nu~tros
auxiliares y servidores dóciles. . • SI las
máquinas, como una ~~pana ~e cristal,
nos rodean y nos apns10nan; SI el alma
busca un país. celestial al que no puede
llegar, y desfallece, y en su atm~sfera e?-
rarecida está a punto de monr. • . Sm
embargo la campana sólo es de cristal;
"un golpe audaz romperá la campana en
pedazos, y tú serás libre".
THOMAS CARLYLE (1829, p. 244)
El divorcio entre los hechos científicos Y
los religiosÓs no necesariamente será eter-
no como parece a primera vista, ni el
individualismo ni el romanticismo del
mundó, comó le parecieron al pensaníien-
to primitivo, son cosas inevitablem~nte
anticuadas. La opinión humana fmal
puede, en corto tiempo . . . vol~er a. lo
personal. Si es así, e~ punto de VISt~ cien-
tífico rigurosamente Impersonal algun día
podrá parecer una excentri.ci.dad te~~~­
ralmente útil, y no una posiCIÓn defmiU-
vamente dominante, como con tanta con-
fianza lo proclama en la actualidad el
científico sectario.
WILLIAM JAMES (1902, p. 491, nota)
10
PREFACIO
1
En los afias recientes he llegado a la conclu-
sión de que la mejor manera de descubrir
qué es la sociología y cuál es su valor, es
enfocarla históricamente. . • Hasta 1917, no
actué de acuerdo con esta creencia. Comen-
zaba mis clases de sociología cada año en la
Escuela de Graduados.·.. con una introduc-
ción a la técnica de la sociología ..•
ÉSTAs son palabras de Albion W. Small, que ayudó a la so-
ciología norteamericana a convertirse en una disciplina ac-
tiva. Las escribió casi al final de su larga y activa carrera
(1923, p. 389). Hoy día desconocemos la experiencia que
Small obtuvo de toda su vida. El consejo de Auguste Com-
te, de emplear un enfoque histórico al estudiar la ·ciencia
del hombre, que cito en el epígrafe del capítulo m, ·les pa-
recerá anticuado a muchos. Además, nos gusta llamar a
Comte un "loco glorioso" ... y a veces le aplicamos epíte-
tos menos halagadores, como pensador "de segunda clase".
En parte, estas opiniones pueden defenderse: los estilos de
la ciencia cambian, los héroes de una época son remplaza-
dos por los de otra. Hoy día, la historia no ejerce gran
atractivo entre las ciencias humanas, principalmente por-
que las diferentes disciplinas imaginan que han logrado
alcanzar finalmente su verdadera estatura "científica" y que
esto las libera de la necesidad de estudiar extensamente
su pasado infantil.
Sin embargo, hoy día advertimos que algo muy serio fa-
lla en nuestra ciencia. Creímos que podíamos aclarar su
naturaleza, como Small, si nos concentrábamos en su méto-
do~ pero en cambio nos encontramos muy confundidos y
no sábemos qué es o debe ser una ciencia del hombre. Las
11
disciplinas de nuevo· tienen difi~ltades con su propia ima-
gen; piénsese, por ejemplo, en el actual desconcierto que
reiná en la psicología y la sociología. La psicología de
nuevo está coqueteando con.Ia filosofía, a la que una vez
renunció con gran desprecio. La sociología, por seguir cómo-
damente lo que C. Wright Milis llamó "la Gran Celebra-
ción Norteamericana", ha sido acusada de darle la espalda
al mundo.
Rivalidad, éónfusión, acusaciones, todo ello forma parte
de la historia de la ciencia; la mayoría de los científicos las
llamaría "dolores del crecimiento". La ciencia es, después
de todo, una actividad acumulativa, histórica: no debe ren-
dir cuentas en ningún momento, ni tiene que justificar sus
actividades como una operación mercantil con pérdidas y
ganancias, ni abrir sus libros de contabilidad a una auditoría
pública; pero en la segunda mitad del .siglo xx somos tes~
tigós de algo que parece un general cambio de actitud. Las
ciencias sociales siempre han imitado a las cien~as físicas,
y hoy día han descubierto que en las. ciencias físicas hay
una gran inquietud; muchos físicos están tratando precisa-
mente de rendir cuentas, de. abrir .sus libros de contabili-
dad y sus corazones al público .. Están descubriendo, en
otras palabras, que los dolores del crecimiento de la cien-
cia no necesariamente benefician al hombre.
¿Qué puede decir el sociólogo? Durante más de medio
siglo creyó. que progresaba, pero hoy día no se encuentra
seguro. Sus luchas pueden no tener sentido; quizá él no
tiene nada de que dar cuentas al mundo. ¿Fue un error
separarse de la filosofía? ¿Es una falacia el valor de la li-
bertad? Si es así, ¿cuál es la relación de las ciencias sociales
con la política pública( El ~ociólogo desea ser agradable,
admirado, quizás hasta recompensado por la.· humanidad,
y la única manera de merecer esto es demostrar que lo que
conoce y hace tiene una relación real con los deseos y .las
necesidades ·humanos, y que si no es así. hoy día, por lo
menos lo será en ún futuro imaginable. Este sentimiento
es especialmente· característico de los grandes periodos de
criSis causados por los cambios sociales, como los. que esta.
12
1
m:os viviendo. ·El sociólogo tiene una conciencia, :y si juzga
su· trabajo por esta norma, siente un verdadero malestar.
Si juzga por _lás necesidades de la época, no hay nada que
se parezca m remotamente a una ciencia del hombre: sólo
hay montañas de revistas especializadas, y ·enjambres de es-
pecialistas atareados. ¿Cuál es su eficacia en relación con
los enormes problemas de la vida y de la dignidad humana
en nuestra época? Formular esta pregunta casi equivale a
contestarla: consideradas separadamente, la mayoría de las
actividades académicas en las ciencias sociales representan
un trabajo trivial. Sin duda este trabajo es arduo, segura-
mente bien intencionado, a veces profundamente alentador
y angustiado, pero casi no tiene relación con los problemas
del hombre en la sociedad contemporánea.
Desde luego,· muchos sociólogos se muestran estoicamente
indiferentes cuando se trata de relacionar la ciencia con ios
problemas de su época. Se aferran a su fe en la ciencia
desinteresada, acumulativa, y creen. que la ciencia de algu-
na manera beneficiará automáticamente al hombre, con. tal
de que la dejen en paz y la subvencionen decididamente.
A juzgar por. las necesidades de la época, esta fe parece
arrogante; a Juzgar por la evidencia de la historia, es inge~
nua, y la ciencia juzga por la evidencia. Aún más, juzgada
por la historia, esta fe en una apoteosis futura de la cien-
cia es una teleología; que se encuentra absoluta y ciega-
mente en el error. Las ciencias físicas requirieron más de
300 años para demostrar esto; los sociólogos han confiado
en su futuro durante siglo y medio. Mientras tanto, el.
mundo continúa manipulado por los políticos en el poder,
por los belicistas y por los grupos con intereses creados, que
se burlan de las ciencias sociales, o que aprovechan lo
que saben de. ellas en su beneficio, y mediante el odio y
el temor.
Debo aclarar que no estoy escribiendo un libro para apo-
yar cuestiones partidaristas, ni deseo adoptar un punto de
vista negativo ante las posibilidades de. una ciencia del
hombre. Al contrario, si las opciones fueran una enferme-
dad incurable, o una teleología alentadora, no habría ra·
HJ
zón para escribir un libro en la época presente. Si esta
obra es fiel a su título y su inspiración, debe ayudar a acla-
rar, a unificar, a reconciliar los intereSes opuestos, y debe
permitirnos advertir que la ciencia puede ser humanamen-
te importante ... en nuestra época si lo deseamos. Espero
mostrar que aunque la prolongada y paciente busca acadé-
mica no tiene relación con los problemas del mundo ac-
tual, la busca no ha sido en vano. En· la ciencia del hom-
bre finalmente parece que seremos capaces de aprovechar
nuestra historia.
¡Qué clase de historiar
Sabemos que el tipo de historia que se escribe depende en
gran parte del tipo que se desea escribir. La historia com-
parte una característica con todas las clasificaciones cientí-
ficas: se compone con una finalidad específica. Mientras
no altere voluntariamente los hechos y los sucesos, debe ser
juzgada sobre la base de si cumple con las intenciones del
historiador. Ninguna historia puede ser verdadera o falsa
en un sentido abstracto o absoluto. Por consiguiente, es
muy importante ser explícito acerca de nuestras metas.
La historia de la ciencia del hombre que yo esbozo en
estas páginas se basa en los siguientes supuestos, y trata de
apoyarlos:
Para comprender hoy día el problema de una ciencia
unificada del hombre, debemos retroceder por lo menos a
la decadencia de la cosmología medieval, y al rompimiento
más o menos con el antiguo orden que tomó la forma de
la llustración · francesa, y subsecuentemente de la Revolu-
ción Francesa' Podríamos retroceder más allá, hasta el pri-
mer florecimiento de la: sociedad anárquica, divisiva, de
Occidente, a la situación moralmente alaímante que mo-
vió a Platón a escribir La República, pero yo creo que la
decadencia de la cosmología medieval plantea este mismo
problema al mundo moderno. occidental, y que se justifica
empezar allí nuestra historia. ·Esto nos permite recordar
algo que ya casi hemos olvidado, y explicar por qué nues-
tros conceptos de una ciencia del hombre son relativamente
14
estériles: la cieñcia del hombre es un problema para· la so-
Ciedad y la historia. No es básicamente un problema abs-
tracto; lógico u "objetivo". Saint-Simon comprendió esto,
así como Comte, y más recientemente Dewey advirtió con
toda claridad que el problema de la unidad de la ciencia
en su más amplio sentido era un. problema social.
·En segundo lugar, cada reinterpretación de la historia se
ocupa de "nuevos"· hechos, aunque éstos ya hayan sido usa-
dos una y otra vez. Como advirtió Dilthey: la última de
las reinterpretaciones del pasado histórico les agrega algo
a estos sucesos pasados, les confiere un significado extra,
más rico que el que tuvieron en la época·· en que ocurrie-
ron o en cualquier otra época en que fueron examinados.
La nueva perspectiva que se descubre desde esta atalaya de
la historia ofrece una vista parcialmente nueva del panora-
ma familiar. Por ello, debemos estudiar de nuevo las ideas
de los teóricos como Fourier, Comte, Lester Ward y otros,
y revaluar sus lugares en la ciencia del hombre. Creo que
podremos ver mejor que antes dónde y por qué no supie-
ron captar las necesidades y posibilidades de sus épocas, y
también lo que nos ofrecen en forma única hoy día, para
comprender lo que es y debe ser una ciencia unificada.
La atalaya específica que utilicé para esta reinterpreta-
ción de la historia es una teoría nueva y ·unificada de la
conducta humana. La teoría requirió mucho tiempo para
formularse, y sólo hoy día podemos expresarla. Esto signi-
fica que mi esfuerzo es circular, pero espero que su circu-
laridad sea justificada, auto-reforzante; una nueva lectura
de la. historia que se deriva de una nueva comprensión teó-
rica; y ésta basada en una nueva interpretación de la his-
toria. ~a circularidad, pues, no es estéril ni "viciosa". sino
que incrementa la consistencia lógica, añade una nueva
vislumbre y un nuevo significado.
Finalmente, ya que la historia se escribe con una finali-
dad específica, éstas son algunas ideas que intento desarro-
llar y destacar:
-La fragmentación de la ciencia sin algún tipo de uni-
dad subordinada· no sólo es menos productiva al transcurrir·
15
el tiempo; sino que hor dia posiblemente resulta dañosa
y obstruye el progreso de la ciencia; nos- estamos empanta-
nando·· con los datos, y nos dedicamos ·a la trivialidad.
-La idea del progreso debe reintroducirse en la ciencia
del hombre, y debe. ser interpretada adecuadamente, como
lo intentaron Comte, Ward y otros. . nos. Finalmente, descubrí que las ideás que eran más apre-
-'- La sepáraclón del hecho y del valor es una anomalía
histórica inadmisible en la ciencia contemporánea.
-Por consiguiente, la ciencia del hombre en sociedad
debe ser una superordinada ciencia de los valores que opte
por el progreso humano, y que tenga una idea clara, ariJ..
plia y convincente de lo que constituye este progreso. La
tarea de esta ciencia deberá ser el logro incesante del bien-
estar humano.
-Finalmente, hoy dia tenemos una teoría general de la
alienación ·humana que podemos usar· para ayudarnos a
plantear un claro ideal del progreso.
Estas ideas resultarán extrañas para muchos; a otros les
resultarán hostiles; pero no hay nada en las ideas mismas
que viole la naturaleza del hombre. Lo extraño y lo hostil
se debe a que en nuestras universidades hoy dia sencilla-
mente rio enfocamos la ciencia en estos términos. Como
produéto de una de estas universidades, yo también fui
educado ·para creer que una teoría unificada de la acción
era una posibilidad remota, y no inmediata; me enseñaron
la _estricta separación del hecho y del valor, y a considerar la
filosofía y la ontología como totalmente ajenas a la cien-
cia del hombre. Sólo un maestro (Douglas G. Haring) me
permitió vislumbrar el concepto de que una ciencia del
hombre podia ser una superordinada de los valores. Sin
embargo, yo había estudiado ciencias, lo que significa que
debía considerar los datos sobre el hombre, y tratar de es-
cudriñar su singularidad y sus interrelaciones. Por ello,
las ideas que había abrigado, resistiéndome al principio,
gradualmente me parecieron más y más apremiantes; ·y fi.
nalmente me rendi a ellas. Lo ·que había parecido extraño
e inaceptabÍe era precisamente lo que colocaba los proble-
mas bajo una luz nueva y productiva;. por ello, a pesar de
16
lo extraño de estas perspectivas, me sentiimpulsado a estu-
diarlas aún .más. Esta obra en cierto sentido es. un regiStro
biográfico: me vi obligado a buscar y a justificar las ideas
que me parecieron· más productivas, pero que la ciencia del
hombre no había aceptado durante medio siglo por lo me-
miantes me parecieron justificables desde todos los puntos.
de vista, y sobre todo desde el histórico. Descubrí que estas
perspectivas habían sido expresadas antes, pero que en
nuestra época se habían olvidado. Por ello tuve la expe-
riencia más grata de la investigación científica: el sentido
de formar parte de una comunidad histórica viva y verda-
dera.
Este libro en realidad es el tercero de una trilogía, que
registra el desarrollo de mis ideas y apoya las primeras
perspectivas que expuse. En mi primera obra, The Birth
and Death bf Meaning: A Perspective in Psychiatry · and
Anthropology [Nacimiento y muerte del significado: pers-
pectiva de la psiquiatría y la antropologla] hice un esque-
ma abstracto para conceptualizar la conducta humana, y
ofrecí una sugestión para una nueva orientación de la cien-
cia del hombre. El libro iba dirigido, en parte, a combatir
el ascendiente de las explicaciones médico-psiquiátricas de
la conducta humana, incluso las instintivistas freudianas.
Por ello subrayé la naturaleza en gran parte ficticia de los
significados humanos, los aspectos puramente lingüísticos
de la experiencia humana, y la génesis totalmente socio-
psicológica del self.
En una segunda obra, The Revolution in Psychiatry:
The New Understanding of Man [Revolución en la psi-
quiatrla: la nueva comprensión del hombre] intenté com-
pletar esta perspectiva elaborando teorías amplias, socio-
conductuales de las enfermedades mentales. En este segundo
libro intenté ofrecer una explicación más amplia y de-
tallada de los actos humanos y de sus fracasos, y analizarlos
enraizados en su funcionamiento total orgánico, y no sólo
en sus aspectos simbólicos y lingüísticos. Por uná parte,
tuve que hacer esto sin perder la verdad del enfoque sim-
17
 bólico, .especialmente . de la explicación socio-psicológica
>del. origen y la naturaleza del self humano, y cómo funcio-
na; en lá interacción social. Por otra parte, tuve que hacer
esta reafirmación total orgánica sin recurrir al reduccionis-
mo fácil. y a las explicaciones instintivistas freudianas del
funcionamiento biológico total.. Creo -que estas dos obras
ofrecen la base necesaria para una teoría unificada de la
acción.
Finalmente, esta tercera obra complementa a las dos pri-
meras, redondeando y sustentando históricamente una teo-
ría unificada de la acción. Su tarea es colocar todo el co-
nocimiento de la naturaleza humana en la perspectiva
histórica de los dos siglos pasados, en que este conocimiento
gradualmente se fue desarrollando. Además, continúa la
tarea, iniciada en el segundo libro, de introducir franca-
mente ideas de la filosofía y de la ontolo!!ia descriptiva
naturalista y de tratar de mostrar su luga1~ indispensable
en la ciencia del hombre.
Confío en que el resultado será un marco te<írico integral
para poner en movimiento una ciencia del hombre social-
mente experimental, que se ha estado preparando durante
dos siglos. Ahora, otros deben decidir· si este marco teórico
basta para esta ambiciosa tarea. Soy el primero en confe-
sar el carácter inadecuado e inconcluso de esta trilogía.
Todo pensador intenta ir más állá de sus límites con el
solo hecho de pensar: como Comte y Feuerbach nos ense-
ñaron, pensar es un asunto comunitario. Intenté abarcar
más de lo que me permitía mi capacidad; ·pero me sentí
intrigado, y tuve que ir a donde me llevaron los datos.
¿Debí estudiar más ciertas materias, debí intentar un exa·
men detallado y total de ciertas Cuestiones? ¿Debí evitar
algunos campos en que mi capacidad era obviamente muy
pobre? ¿Debí dejar descansar mi trabajo y que "madurara"
durante algunos años, e intentar obtener una documenta-
cióumás cuidadosa, más amplia y sólida, de las ideas que
hoy parecen tan extrañas? Huelga decir que me hice estas
preguntas con mucha frecuencia a medida que avanzaba
mi trabajo, pero decidí publicar la trilogía apenas la ter-
18
La principal razón fue el logro· indiscutible, el al-
y solidez, de la vas.ta obra que ha precedido a nuestra
y en la que pude basarme con confianza y soli-
(Baldwin, Fr~ud, Adler, Comte, Lester Ward, Dewey,
Merz, Scheler) sólo para mencionar a unos cuantos. Otra
razón fue la pura presión de nuestra época: se han dicho
muchas cosas, pero no tienen relación con las necesidades
de la época ni con las de la ciencia. Después de todo, una
obra científica es inseparable de su marco social e históri-
co: el marco forma parte de la estructura editorial e inte-
lectual de la obra misma. Para mí, esto significa que la
urgencia es un imperativo tan importante como el estudio
intenso y la precisión. Me sentí feliz al descubrir que en
alguna parte de su obra, A. O. Lovejoy se encuentra de
acuerdo con esto. Las sólidas opiniones de Toynbee sobre
la necesidad de ser audaz en la investigación (A Study of
History [Un estudio de la historia], vol. 13), casi me tran~
quilizaron. Parece haber suficiente justificación para una
obra hoy, si puede estimular a las generaciones más jóvenes
de pensadores, y si las induce a plantear de nuevo pregun-
tas generales y básicas, para abordar los problemas más
grandes y más difíciles. En las grandes épocas de la crea-
ción humana se hicieron estas mismas cosas. Quizá no se
me deba juzgar muy severamente por darme prisa en pu-
blicar estas opiniones en una época que está muy lejos de
distinguirse por el nivel de sus· ideas críticas, y que vacila
peligrosamente por falta de éstas.
E. B.
Roma, primavera de 1964
Berkeley, otoño de 1966
19
 PRIMERA p .ARTE

LA CIENCIA DEL HOMBRE COMO

PROBLEMA MORAL: UNA BREVE
HISTORIA

La ciencia debe humanizarse, lo que signifi-

ca, entre otras cosas, que no se le debe per-
mitir actuar impulsivamente. Debe ser parte
integral de nuestra cultura y debe conservar-
se como una parte sometida al resto. La
mejor manera, si no la única, de humanizar-
la es estudiarla históricamente ...
GEORGE SARTON (1962, p. 185)
 I. EL PRINCIPIO DE LA CIENCIA
DEL HOMBRE

... si l'on bannit l'homme... l'univers se

tait; le silence et la nuit s'en emparent. Tout
se change en une vaste solitude ou les phé-
nomenes inobservés se passent d'une maniere
obscure et sourde. C'est la présence de l'hom-
me qni rend l'existence des étres intéres-
sante ... Pourquoi n'en ferons-nous pas un
centre commun? ... L'homme est le terme
unique d'ou il faut partir et auquel il faut
tout ramener. . . Abstraction faite de mon
existence et du bonheur de mes semblables,
que m'importe le reste de la nature?

( ... si expulsamos al hombre ... el universo

sé calla; el silencio y la noche se apoderan
de él. Todo se tmnsforma en una vasta so-
ledad, donde se producen los fenómenos no
observados, de manera sorda y oscura. La
presencia del hombre es la que hace intere-
sante la existencia de los seres~ . . ¿Por qué
no hacemos del hombre el centro común? ...
El hombre es el único punto del que hay
que partir, y al que todo debe regresar ...
Si prescindo de mi existencia y de la felici-
dad de mis semejantes, ¿qué me importa el
resto. de. la naturaleza?)
DIDEROT "Encyclopédie" (Lough, 1954,
pp. 55-56)

LA cmNcrA del hombre, como casi todo lo que conocemos,

empezó con los griegos, pero su principal desarrollo se in-
terrumpió en la Edad Mt:dia. Sólo ·cuando el mundo me-
dieval inició su lenta pero segura d<rcadencia, se pudieron
23
echar las bases para el surgimiento de una auténtica cien-
cia del hombre en nuestra época. Esto ocurrió entre los
siglos XVI y XVIII, y desde entonces comenzó a formarse len-
tamente una distinta ciencia del hombre.
El gran sistema teológico de la Edad Media ha fascinado
a muchos pensadores · sociales, la mayoría conservadores,
como Maistre, de Bonald y Auguste Comte; pero desde su
época, los historiadores han descubierto pruebas crecientes
de que la fabulosa· síntesis medieval nunca fue tal síntesis.
Cualquiera que haya sido el orden social, se basaba en el
poder, en los privilegios, en la tiranía, en la coerción; en
el paternalismo benévolo; la sociedad se componía de cla-
ses más o menos estables. Desde los primeros tiempos feu-
dales, toda la estructura vaciló en las arenas de movimien-
tos sociales abortados, y del cambio económico e industrial
que finalmente la minaría por completo.
Todos estamos familiarizados con las revoluciones de Co-
pérnico, Bacon y Newton, que gradualmente anunciaron
un nuevo panorama mundial que remplazaría al medie-
val; pero, como nos lo recuerda Lovejoy, la cuestión no fue
tan sencilla; no sólo era cuestión de remplazar el universo
geocéntrico por el heliocéntrico (1960a pp. 101-102). El
hombre no perdió su geocentricidad en un sentido espacial,
sino psiCológico. En la jerarquía medieval, la tierra era el
despreciable sótano del universo; era lo más apartado de
Dios. Se distinguía como un lugar de prueba para las al-
mas y ·los seres racionales cuyo destino aún no se había
determinado. La gran importancia del concepto medieval
del mundo era que el Creador,· en sus designios, tenía un
interés en el mundo: la tierra era un escalón para la salva-
ción. Como tan adecuadamente lo señaló Lovejoy, Dios es-
taba tan activamente interesado en el destino humano que,
cuando el hombre comió una manzana en Mesopotamia,
Dios se .sintió impulsaqo a encarnar para ofrecerle un me-
dio de redimir el pecado original: No es extraño que estos
siglos de gran fenriento social e Jntelectual angustiaran a
los hombres: sentían que el .universo se encontraba en un
~4.
progresivo de decadencia. y ruina, y que el mundo
terminaría (cf. Harris, 1949, Haydn, 1950).
. La gran importancia del panorama newtoniano del mun-
do fue que . terminó con este periodo de angustia; por lo
menos en el nivel conceptual para los pensadores más sen-
sibles y avanzados; Newton, al mecanizar a la. naturaleza,
en realidad cambió la triste visión de un universo caótico
e indiferente a la suerte del hombre; y en vez de esto le
ofreció el beneficio de una armonía y una seguridad nue-
vas. Aquí estaba una estructura similar a un reloj automá-
tico, que no necesitaba la vigilancia continua y provi-
dencial de Dios; el Creador sólo le había dado el primer
impulso, y la naturaleza continuaría funcionando durante
toda la eternidad, gobernada por sus propias leyes inexo-
rables y regulares. Con el advenimiento de Newton, el
mundo se volvió "hospitalario" para el hombre, en un sen-
tido totalmente distinto del que había tenido en el antiguo
mundo medieval. Poco a poco tomó forma una nueva
época, que. Basil Willey adecuadamente llamó la edad físi-
co-uiológica (1961, p. 4!1). Ésta se define en la famosa
observación de Locke: "Las obras de la naturaleza en todas
partes ofrecen suficientes testimonios de la Deidad"; pero
era un nuevo tipo de Deidad, "un Dios cabillero", según el
célebre aforismo deShaftesbury: un Dios que dirige el uni-
verso en forma regular y legal, no de manera airada y ca-
taclísmica.
El nuevo acuerdo pareda excelente. Descartes trazó una
línea firmé entre el hombre y los animales al afirmar que
sólo los humanos contaban con la razón, y por ello eran
una especie· única en la cadena de los seres. Si .la nueva
naturaleza era ahora el orgullo de Dios, la razón era el or-
gullo del hombre, y también su libertad. Los conflictos
religiosos de los siglos XVI y xvn ayudaron a fomentar una
nueva confianza: aunque muchos credos rodeaban a la Bi-
blia, el hombre sólo podía buscar la revelación en su fa-
cultad interior de ramnar.
25
 El nuevo racioiuilismo -problemas de la realidad·social. cotidiana, exactamente
El racionalismo de la llustración fr . . ·· com:o :se hace hoy día. Conflictos de clases y desigualdades
y no me propon o con ancesa es bien conocido, ~ontinuaron existiendo, y hasta se agudizaron, y el nuevo
sión de la filoso~a car~:i!ea n~evo la ~t~ria de la difu- espíritu cientifico sirvió para alimentar un nuevo tipo de
no, ·la prolongada influencia del el mecan~cismo .newtonia- orgullo cómodo, secular, que agravó estas diferencias socia-
bre los intelectuales franceses lo ce?~en~Io Fontenelle so- les e individuales. Lovejoy ha observado el hecho significa-
optiniismo recién descubierto' nt l;saJ;:rnif. ~ploradón, el tivo de que los escritores más influyentes .e importantes de
del mundo del hombre .• lares panoramas principios y de mediados de este siglo atacaron el vicio del
des. Más bien deseo que descubría sus propias faculta- orgullo y las exageradas pretensiones de la razón (196Gb,
lución, y por al o ~~brayar .el ~a?o opuesto de esta revo- . p. 68); Pensadores de la estatura de Spinoza y de Pascal
reacción contra la I'nqfl al• pnnciplO parecerá extraño: la también trataron el problema del orgullo y consideraron si
uenaa newtonia · se podía educar a los niños eficazmente sin subrayar esto
te para comprender el sur . . na, que es Importan-
hombre. gimiento de una ciencia del (Lovejoy, 1961, p. 241). (Éste es uu argumento digno de la
interacción contemporánea y la teoda de la identidad, como
La adaptación racionalista
mología medieval tuvo un d t 1 .
a decadencia de la cos.
veremos, estaba destinado a e. ect~ importante, que, como
veremos en la tercera parte de esta obra.)
¿Cuál es el meollo de esta preocupación histórica por el
telectual, y no estaba a o ·a mmar a posterionnente: era in- intelectualismo y el orgullo? ¿Por qué los escritores más
nes sociales. Por ello sEfrló ~npora!as necesarias. adaptado- influyentes y representativos se ocuparon de esto? Proba-
que las soluciones del ideal' gr al parte la miSma suerte blemente, porque los problemas del orgullo y del intelecto
mente eclipsádo por las cr ~mo a:.mán que fue rápida- se derivan de los problemas de las perturbaciones sociales
glo XIX Des ués . u as re Idades sociales .del si- y del cambio rápido, que se volvieron graves y se agudiza-
un con~iderlhle a~:;~d~~s~~t:~ndo me~ieval había tenido ron precisamente en aquella época. El hombre comenzó
racionalismo de la llustr 'ó cronal soctal; pero el nuevo entonces a preguntarse: ¿A qué metas socialmente benéfi-
nua decadencia de la soC::~ ~.se co~struyó sobre la conti- cas sirve la inteligencia? Comte, Marx y Dewey, preocupa-
de los disturbios sociales ye : 1 orgabn~za?a, ~1 r~pido ritmo dos más tarde por estos mismos problemas, los problemas
·
eomo veremos . e cam 1o Institucional
donde más a d . · de una estrecha inteligencia analítica y de la necesidad· de
blema· fue en Francia L gu amente se sintió el pro- un cambio social, criticaron el egoísmo de los científicos
forzaron por encontr~ os pensadores de la época· se es- que sólo buscaban las soluciones de los enigmas intelectua-
a la medieval. El afán d~~onu~va unidad para remplazar les, sin. pensar en los beneficios y en el bien social; La
mismo .de siempre· el afá .d m dre en aquella época era el pregunta social importante en tiempos de crisis es sencilla-
. · n eorenarm í 'al . mente ésta: ¿De qué debe sentirse orgullosa una persona?
cidad; pero el racionalismo sólo . • • on a soci y feh-
ma, o, cuando mucho s' . pare.aó agravar el proble- ¿De un viaje de descubrimiento que introduce plagas? ¿De
resto de la sociedad. • trvlÓ a los Intelectuales, y no al un buque cargado de especias exóticas que sólo pueden
Entre las clases superiores 1 . comprar unas cuantas amas de casa? ¿Del descubrimiento
nudo se convirtió en u •de n~evo raaonalismo a me- de una nueva estrella que pone en· actividad a la élite de
voción por los artefac~: :~na s?cial. Se produjo una de- la Real Academia? Pero este de~cubrimiento no disminuye
de los "secretos" de la altíficos, ~ma busca constante el hambre en el campo y, aun peor, distrae la atención de
natur eza, dejando. atrás los gran- los problemas domésticos e internacionales (exactamente
26
27
como hoy la exploración del espacio distrae nuestra atención
de los proble~as internos e internacionales); El orgull~ del
caballero medieval~ a menudo era ridículo, pero~ por lo. me-
n.os :ra responsable socialmente. Hoy día, en la nueva
':enaa, el orgullo tiene una nueva mística, y ha hecho po-
sible que el hombre actúe con dignidad basándose en jue-
gos· aún más complejos y esotéricos que los que se jugaban
en la época medieval.
P.a:a muchos, será obvio que esta línea de pensamiento
a?tiapa el ataque sincero y poético de Rousseau a la cien-
Cia, pero esto es adelantar. el relato. Además, para compren-
der los problemas angustiosos de esa época, es importante
no darle cr~dit? a Rousseau por ningún ataque original
contra la aenaa. El mundo medieval no decayó "súbi-
tamente". Hubo varios siglos de transición, de la síntesis
de Santo Tomás de Aquino al nuevo punto de vista de
Newton, y estos siglos se caracterizaron por una angustiosa
busca· de las verdaderas fuentes de la salvación humana -
(Haydn, 1950). El hombre advirtió que había vanidad en
la ciencia y también en la teología racional. Los humanis-
tas del Renacimiento ~no vieron con buenos ojos un estudio
de la naturaleza que rebajaba al hombre (Cassirer, ~istel­
ler y Randall, 1948, pp. 19~20). Los grandes escépticos,
como Maquiavelo, Montaigne y Cornelio J\gripa, no pudie-
ron soportar la fácil coexistencia escolástica de. la razón y
]a moral, que había sido continuada por los humanistas del
Renacimiento. Haydn llama a este último movimiento el
"Contrarrenacimiento", y los escritores católicos lo llama-
ro~ el "Renacimiento falso"; esto fue parte de la gran in-
qmetud de la época: ¿Dónde debía buscar el hombre una
n;oraf y una ~~da~~ verdadera y confiable? ¿En las cien-
cias, en la rehg¡ón filosófica o en la fe pura? La "vanidad
~e las ciencias" continuó siendo atacada por Pascal en el
sigl.o -x.:n• _Y también él hizo eco del ataque general contra
1~ mstitución ?~ la propied~d privada: es obvio que estos
siglos de transiaón de un sistema intelectual razonable a
otro se. corrompieron en un sentido totalmente social, y ni
la razón del hombre ni su adquisición personal de conoCÍ·
28
J·mJlt:uLv<> y bienes ayudó en este aspecto. Desde luego: en
la época de Rousseau, ya se había alca:n.zado . el nadir, y
cuando Jefferson vio al P~ prerrevoluaonart~ supo que
la civilización europea tradiaonal tocaba a su fin.. La R~­
olución Francesa sólo fue el funeral de un cambiO de SIS-
;ema que ya había durado varios siglos.
El problema de una visión unitaria
El dilema .del nuevo optimismo, de la :Wtigua nostalg~a,
de los logros intelectuales. y de l.as continuas p:rturbaao-
nes sociales, parece ser la esencra de este penodo; pero
~hagamos una pausa y reflexionemos un ~omento, y adve~­
tiremos las plenas implicaciones del dilema del RenaCI-
miento .tardío y de la Ilustración: el, pro!lema de ~te
periodo es el mismo que tenemos hoy .d'a: ¿e mo rec?n a-
remos la ciencia con los grandes designtos d~ .la VI~ h?-
mana? ¿Puede la ciencia sola darnos ~a VISIÓn unttana
en que el hombre tenga un lugar prommente? Apenas es-
tamos contestando esas preguntas, y por ello difícilmente
podemos esperar una solución de los pensadores de aquella
época; pero abordaron varias veces el pr?blema, con enfo-
ques que contienen ideas sólidas y preCISas para nuestros
esfuerzos actuales. Considerémoslas brevemente. .
El problema de la unidad del conocimiento en la socre-
dad occidental data del surgimiento del conocimiento en
Grecia: y desde Platón varios pensadores lo han. tra~ado
(cf. Flint, 1904, que ofrece una excelente investi_?acióu)~
La decadencia de la cosmología medieval sólo senaló un
incremento de la energía dedicada al problema, ya que la
unidad teocéntrica se había perdido. Los mismos pensado-
~ res responsables de esta pérdida tu~eron que dedicarse a
estudiar el antiguo problema, y debteron ofrecer esquemas
para la unificación del nuevo pensamiento científico. La
necesidad de unificación se sintió más agudamente porque
la época se encontraba trastornada, y el hombre no se sen-
tía cómodo en el mundo.
29
 ~n aquella época, como es de esperar, con la antigua
umdad medieval aún· fresca en la mente, se advirtió toda
la destructividad de la fragmentación del conocimiento.
Por ello, cuando Descartes ofreció su nuevo sistema, fue
una unidad lógica, sin ninguna diversidad de las distintas
ciencias. Hizo algunas críticas mordaces a la división de las
~ate:ias y del trabajo en las ciencias .. Según él, aislar una
cxencxa de acuerdo con su materia era privarla de su ca-
!; rácter científico, y reducirla a un mero conjunto de verda-
des aisla~as (McRae, 1961, p. 7). En resumen, Descartes
fue consCiente del fondo moral de la ciencia, como lo fue
otro _Pensador unitario,. Leibniz. A éste no le agradaban
1~ disputas .entre cartesianos, teólogos y matemáticos. Con-
sxderó el exceso de filósofos y escuelas de filosofía como
símbolo del conflicto universal de su época (Meyer, 1952,
p. 113). Para poner remedio a esta Torre de Babel, pro-
yectó establecer una academia científico-religiosa, que agru-
paría todos los conocimientos. La meta de Leibniz fue
nada menos que recobrar en una nueva síntesis el orden
medieval pe:di~o. Así,. en 1~ época de un monarquismo
absoluto, Lexbmz reaccxonó vxgorosamente contra Hobbes,
Locke y el Estado absoluto, y anheló la reinstitución del
imperi? medieval, d~ una comunidad de intelectos y una
~oma que. sería mtemporal y supranacional (Meyer,
19a2, p. 37)·. Hoy día podemos comprender que Leibniz
tuvo una vxsxón de un nuevo universalismo científico, que
hoy ;asi se ha perdido; y también podemos ver que esta
pérdxda es muy de lamentar. En nuestro estatismo nacional
somos rabiosamente hobbesianos; y en nuestra ciencia frag-
mentada somos científicos sin una visión. Los historiado-
res del futuro muy probablemente nos señalarán como el
verdadero fins de race de la revolución newtoniana.
.Los conceptos de sistema, unidad, interrelación, acade-
~as flotaban en el. aire hace varios siglos, y eran parte
vital de la preocupación estrictamente científica. También
Fo?ten.elle estaba de acuerdo con Leibniz en que cierta
sohdarxdad debía unir a las ciencias, y también defendió
el establecimiento de academias que trazarían las vías de
30
l:oniunicació¡¡ entre las ciencias y centralizarían los resul-
.... ili.dos. Aún seguimos esa dirección, y los motivos son bási-
camente los mismos: la unidad de la ciencia ha tenido' que
responder problemas intelectuales sólo para enfrentarse a
·los problemas morales y sociales. Esto es muy claro en Leib-
niz. Se vuelve aún más claro a medida que avanza la Ilus-
tración. La busca puramente intelectualista de .la ciencia
se. volvió, cada vez más, fuente de descontento, y debió ser
abordada una y otra vez con diferentes enfoques.
Los enfoques de ciertos pensadores de la Ilustración fran-
cesa hacían hincapiés muy distintos de los que encontt:amos
en Descartes o Leibniz. En primer lugar, no' revelan un
anhelo nostálgico de un imperio medieval, como en Leib-
niz, en gran parte debido a que fueron menos tolerantes
con la Iglesia organizada. Además, casi hicieron desaparecer
la idea de Dios, que formaba parte inseparable del pensa-
miento sis.temático de Descartes. El resultado fue nuevo y
curioso: la ciencia newtoniana llegó a ocupar todo el es-
cenario; y, cuando se vio en su total desnudez que era
inadecuada para resolver los problemas del hombre en la
sociedad, sufrió una gran devaluación y fue atacada. La tole-
rancia de Leibniz .(que unía la religión con la ciencia) había
terminado. Pero, como veremos, la misma intolerancia de
ciertos pensadores de la Ilustración ·francesa contra la Igle-
sia y contra el predominio monopolista de Newton, .les
permitió inventar soluciones singularmente nuevas para
los problemas principales de la ciencia del hombre en la
sociedad. Por ello podemos decir que comienza con ellos
una diferente ciencia del hombre.
El inicio de una ciencia del hombre
Señalar al padre de una ciencia es umi manera abreviada de
decir "creo que esto es la ciencia", y establecer un rasgo
de su carácter. Considerar al abate de Saint-Pierre como
iniciador de la ciencia del hombre es afirmar francamente
que es una ciencia superordinada de los valores, al servicio
31
?el bienestar humano. Esta es exactamente la posición que -
Intento elaborar desde muchos puntos de vista, espero
que acumulativamente, en toda esta obra;
Desde luego, una ciencia -es uha cuestión compleja; no
"comienza" con un hombre, como el conocimiento no em-
pieza sólo en un cerebro- humano; pero Saint-Pierre sí le
dio una forma distinta al problema· del hombre en la so-
ciedad: trazó el programa activo para una ciencia del hom-
bre, a la que Diderot ofreció los argumentos conceptuales.
En Saint-Pierre advertimos la protesta social contra una
ciencia divorciada de los asuntos humanos; en Diderot ad-
vertimos la protesta humana contra una ciencia que toma
como centro al universo, y no al hombre. Desde luego, las
dos pr~te~tas son inseparables, aun cuando Diderot quizá
no advrruó el carácter peculiar de la ciencia del hombre
con tanta claridad como Saint-Pierre y Rousseau. Saint-
Pierre fue de los primeros en sostener que el hombre de-
bía planear conscientemente un futuro mejor, aplicando
las ciencias sociales a los asuntos humanos. Fue el primero
en abogar por que se fundara una academia política y una
academia ética para que hicieran por la política y la ética
lo que las academias de ciencias hacían por la ciencia. El
gran experimento se intentó durante la Revolución Fran-
cesa en el Institut National, pero Napoleón rápidamente
lo destruyó al suprimir a los sociólogos. Para nuestra des-
gracia, desde aquella época no hemos intentado de nuevo
poner en práctica esta visión audaz. Por lo menos una
parte de nuestros problemas políticos y sociales impondera-
bles se debe a no haber instituido un "cerebro científico"
para guiar nuestra vida nacional. Podemos afirmar de
Saint-Pierre lo que el gran sociólogo Albion Small aseguró
de Karl Marx (1911-12): Cuanto más nos resistamos a to-
marlo en serio, tanto más continuará existiendo su nom-
bre, y su pensamiento crítico continuará fortaleciéndose.
Basándose en su visión, Saint-Pierre hizo exactamente Jo
que estamos empezando a hacer, o deberíamos hacer: cri-
ticó la evaluación excesiva de las ~iencias flsicas. Pensado-
res posteriores consideraron esta idea tan presuntuosa que
32
' ,tildaron- al_ abate de ingenuo visionario sin contacto con- el
mundo real; pero en nuestra época se ha reivindicado, y
sus reivindica dores no son otros que los editores- del Bulle-
tin of the Atomic Scientists, los físicos mismos (véase en
especial el ensayo histórico de Max Born, 1964). Hemos
vivido para ver cuánta razón tenía Saint-Pierré. Él consi-
deró que la evaluación excesiva de las ciencias físicas repre~
sentaba una ingenuidad increíble de los titanes de la revo-
lución científica; como dijo:
Es una gran desgracia que Descartes y Newton no se
dedicaran a perfeccionar estas ciencias [la ética y la polí-
tica], incomparablemente más útiles para la humanidad
que aquellas en las que hicieron sus grandes descubri-
mientos. Cayeron en el error común de los valores com-
parativos de los diversos dominios del conocimiento,
error al que también debemos atribuir el hecho de que
aunque existen academias de ciencias y bellas artes, nin-
guna institución se dedica a la política o a la ética
(Bury, 1955, p; 139).
¡Imagínese un ataque a Descartes y a Newtonl J. B. Bury
dice que la razón por la que Saint-Pierre despreciaba las
ciencias matemáticas y_ físicas era su "crudo utilitarismo"
(p. 141); pero esto traiciona esa misma evaluación excesi-
va de la ciencia; que Saint-Pierre atacaba. Durante la época
de Saint-Pierre, la ciencia no había logrado lo que conse-
guiría después de la revolución industrial, y por ello estaba
justificado al no sentir respeto por la ciencia por razones
puramente utilitarias. Hoy día, en plena Edad del Terror,
advertimos de nuevo que debemos ser "crudamente utilita-
rios", por lo menos en el sentido de que la ciencia no pue-
de verse como apartada ·de la vida. En suma, volvemos al
abate de Saint-Pierre con nuestro agradecimiento, y con
un profundo y esperanzado respeto.
Diderot y algunos de los enciclopedistas también se sen-
t~an. insatisfechos con Bacon y Newton, y por ello también
Sintieron como nosotros descontento- y desilUsión. Es en
33
 .verdad notable comparar el cri du~ coeur de Diderot con~
tra el imperialismo newtoniano. con nuestras. similares ten~
dencias contemporáneas; es· como si 200. años se .hubieran
borrado. de~ la· historia' de las ciencias; como si no hubie-
ran aportado nada para resolver su· problema principal.
Cuando Diderot se quejó tan elocuentemente de la falta de
sentido del orden natural si el hombre era eliminado de la
Tierra,~ provocó un eco .que aún no se acalla: ¿Dónde está
exactamente el lugar de la ciencia del hombre en un mun~
do newtoniano? O preguntaremos más valiente y radical-
mente: ¿Cuál es el sitio de las ciencias fisicas en una cien-
cia centrada en los valores humanos?
La Enciclopedia. fue un intento .de ordenar y relacionar
la masa de conocimientos acumulados por la revolución
científica; pero seria un error. considerar esto a la misma
luz de las ''recopilaciones" similares de nuestra época; no
fu~ sencillamente un· intento "de hacer" más ciencia. (Di-
derot quedó aterrado ante la cantidad de libros que se
iban acumulando, y. expresó una queja sincera por. las fu-
turas épocas que se verían literalmente abrumadas por el
mero volumen de los libros; predijo que algún día sería
más fácil conocerlos .hechos yendo directamente a la natu-
raleza que dirigiéndose .a una biblioteca con sus grandes
·montones de libros; ¿ya hemos llegado a esta época?) El
espíritu vivificante de la Enciclopedia no sólo fue un lla-
mado a la ciencia, sino algo más: contenía una protesta
fundamental del espíritu de la llustración •contra la ciencia
newtoniana (Gillispie, 1959, p. 280). Seria~ difícil exagerar
la. importancia de esto. Desde luego, hubo protestas ante-
riores y continuas contra la nueva ciencia, como hemos ob-
servado antes, protestas características .de toda época de
disturbios sociales, que se remontan a Séneca. y a los estoi-
cos; pero el intento de los enciclopedistas por remediar esto
. contiene algo nuevo: es un paso que deberíamos dar hoy
día, pero que nos resistimos a dar: aceptar la franca op-
ción del hombre como ·centro desde el .cuai deben .radiar
todas las ciencias . .
Voltaire reflejó este espíritu en una carta a D'Argental:
34
la física cuando no intentaba expulsar a la
,...,.,n,utau•a
actualmente que está aplastando a todas las artes,
a .considerar a la física como algo más que un
(en Green, 1950, p. 4). El newtonismo
del:oi'JmO la sensibilidad estética de la época, y eso fue algo
si se considera. que la poesía y el. arte son la base de
característicamente humano; pero Diderot y d'Alembert
fuqron más explícitos y acusaron a la nueva ciencia de de:
foi'lffiar todo el orden natural. La Enciclopedia se inspiró
en Bacon y le rindió culto, aunque al mismo tiempo lo
atacó en un punto fundamental:. d'Alembert escribió que
no comprendía por qué el célebre Bacon, que sirvió de
lwía a la Enciclopedia, habla. colocado a la naturaleza por
encima del hombre en su sistema. Los enciclopedistas, pues,
~ealizaron el primer "cambio copernicano" en las ciencias
·humanas, al colocar al hombre sobre la. naturaleza, pero
Jlltsaron por alto el hecho de. que Bacon no necesitó hacer
este cambio: él conservó a Dios en su sistema, y así le ase~
guró automáticamente al hombre un lugar privilegiado.
Sólo cuando los franceses realmente eliminaron el concep-
to;. de la Providencia fue necesario afirmar de nuevo al
hombre.
· ¿Qué hace· que la ciencia sea significativa? Diderot dio
11na respuesta que no podemos superar hoy día: las cien-
cias deben centrarse en el hombre,~ y las diferentes ciencias
deben considerarse en relación con él y con sus necesida-
des; .las líneas deben radiar del hombre a. todas las cien-
das. En vez de colocarse al azar, como un diseño· tardío,
en una estructura extraña, el hombre debería ser. la línea
¡;entral de un conmutador, como en .el modelo básico de
Albion Smá.ll (1910).
Esta concentración original de las ciencias en el hombre
fue una revolución mucho más importante que la del Rena-
cimiento. J. B. Bury, quien la comprendió en su verdadero
significado, creyó que la mayor analogía en la historia con
este jl.ntropocentrismo radical fue la Atenas del siglo v
con su enfoque en el hombre y en sus obras, su alejamiento
del cosmos y de sus problemas últimos (1955, p. 160). El
35

liewtonisrno, hemos de concluir, éoritinúa" algunas de las
creencias medievales en el más allá. Didel:ot, al centrar
de nuevo la ciencia en el hombre, lo adaptó a:la revolución
astronómica de la única' manera como podía hacerlo: vol-
viendo su mirada a Sí mismo y no a las estrellas. El hom-
bre continuó en posesión del centro psicológico que había
gozado en la cosmología medieval, pero sin el estorbo de
creer en el otro mundo. La llustración realizó un cambio
, que ni el Renacimiento ni la revolución científica pudie-
ron controlar: después de un siglo de buscar a ciegas se
inició una verda,dera exaltación, de tipo ateniense dcl
hombre.
La mayor parte dcl impulso intelectual de la época po·
demos considerarlo· como una protesta destinada a que el
hombre tuviera un lugaJ: en la naturaleza, newtoniana. Por
ello, como señaló E. A. Burtt (1932, p. 25), la metafísica
moderna, comenzafido con Berkeléy y Leibniz, no sólo es
un ejercicio epistemológico, sino un camino realmente im:~
portante que representa una: serie de protestas sin éxito
cóntrá el nuevo éoricepto del hombre y de la mituraleza. ·A
partir de Pascal, los filósofos temblaron ante un amplio
cosmos que empequeñecía al hombre, y todos desearon dar-
le un lugar importante a él y a sus necesidades espirituales
únicas: Berkeley, Hume, Monboddo, Kant, Fiéhte, Hegel,
James, Bergson, Alexarider. Visto de esta manera, el idea-
lisriwse relaciona diiectamente con la protesta de Diderot;
es un cri du éoeur filosófico contra una ciencia que le da
primacía al mundo físico.
Una de las principales cosas que espero demostrar en
esta obra es cómo gradualniente hémos logrado resolver la
protesta idealista, pero en un nivel puramente cientlfico;
este éra el gran problema que debía: resolverse. , Por ahora
sólo subrayaré ·la grande esi:aÍa de la antigua protesta que
deseaba 'encontrar un sitio para los valores humanos en
un cosmos mecánico; fue una protesta que incluyó a pen-
sadores como Turgot y Condorcet en Francia, Herder y
Kant en Alemania, J prácticamente a toda la Escuela de
la Filosofía Escocesa; Herder éonsideró que el hombre sólo
36
capUllo, una criatura·,en potencia que alguna vez
y se convertiría en algo, irreconocible. Hume
~ .........~.~ el abismo, de un siglo que había .desde Bacon has-
ta -cl.inicio de una verdadera ciencia dcl hombre, y consi-
deró que sólo esta ciencia, daría sentido a las otras disci-
plinas. El, brillante ,y pintoresco lord Monboddo, por su
parte, maldijo a cualquiera que intentara mecanizar al es.
píritu humario: a Locke, y aun a Descartes.
, Es importante hacer una pausa y marcar algunas diferen-
cias básicas en. estas lamentaciones. Una protesta sin pro~
grama sólo es sentimentalismo; éste es cl epitafio de la ma-
yoría de los grandes idealismos. Una cosa es exigir una
ciencia centrada en cl hombre, y otra mostrar qué es
esta ciencia, y cómo debe crearse. Una de las cosas que han
dado importancia duradera a Kant es que aún no podemos
realizar el vasto programa que trazó su pensamiento: él
advirtió qué necesitaba hacerse en el mundo newtoniano,
pero prácticamente no pudo hacerse nada en su época.
Abrió un camino para interminables especUlaciones, en vez.
de imponer una acción terapéutica inmediata. Afirmó ca-
tegóricamente: "El conocimiento continuará teniendo un
carácter incompleto y casual a menos que las disciplinas
científicas se relacionen claramente entre sí, y se dirijan a
fines que contribuyan al bienestar humano" (Smith, 1957,
pp. 18-19). El problema verdadero, al que los pensadores
franceses trataron de enfrentarse, fue exactamente hacer
esto en un nivel concreto: Saint-Pierre deseaba que se esta-
bleciera una academia de ciencias políticas y una de ética;
d'Holbaéh sugirió que se realizaran repetidos experimentos
sociales durante muého tiempo (Bury, 1955, p. 170). En
otras palabras, tuvieron el buen sentido y la visión correc-
ta para plantear el problema en términos de acción social;
pero con el advenimiento de Napoleón, después de la Re-
volución Francesa, no fue posible implantar este programa.
En Alemania no hubo revolución, y la mayoría de los filó-
sofos académicos que siguieron a Kant trabajaron en un
nivel metafísico abstracto, y oscurecieron el activismo de
centrado en el hombre. Por ello, Marx tuvo que,
37
 atacat'a.Hegel exigiendo mayor acción social. En otras pa-
la?ras, la filosofía poskantiana sólo demoró el enfrenta-
miento. c~n-los problemas prácticos. No es extraño que
~a;x tu:VIera q_ue protestar con gran vehemencia: una tra-
diCIÓn VItal casi había sido enterrada. EL PROBLEMA DE UNA NUEVA
Este ha sido el tema de la ciencia del hombre hasta nues- TEODICEA
tros días; al final quizá podremos convencernos de que no
es. necesario esperar más tiempo. Deseo demostrar esto en
n;x obra.. Estoy consciente de que esta tarea es muy ambi- Esta multitud indiscretamente ha irrumpido
crosa, Y SI la emprendo con confianza es debido a la pro~ en el santuario de la· ciencia y ha ocupado
lon1p1da preparación que han realizado muchos científicos, y un lugar que no merece. . . Sólo se puede
debido a que las circunstancias históricas han madurado desear. . . que sea rechazada hasta la misma
Y. esto no se debe a los poderes limitados de un solo indi: puerta de entrada, y la dediquen a artes
VIduo. · útiles a la sociedad.
RoussEAu (1750, pp. 158-159)

EL PROGRAMA de Kant no pudo tener ningún efecto inme-

diato en el problema social; era una visión amplia que de-
bía -implantarse penosamente. Su síntesis fue un intento
desalvar a la ciencia y al conocimiento del escepticismo de
Hume; al mismo tiempo, deseaba asegurar un sitio para la
moral en el mundo determinista newtoniano. Aunque el
hombre nunca pudo conocer "las cosas en sí", ya que fue
trascendido por la naturaleza, logró aprender bastante del
mundo para manipularlo conforme a sus fines. Au_nque el
hoptbre no pudo encontrar principios morales en las obras
üe la naturaleza, logró inventar una moral e ·introducirla
en el mundo .
. Men~ionat la solución que propuso Kant nos ayuda a
advertir que el verdadero problema de esa época básica-
mente era moral. La crítica fundamental de la época era
que la busca de la ciencia newtoniana no había hecho nada
por promover la moral social; Esto debe repetirse una y
otra vez.
Quizás én nadie es más evidente esto que en Rousseau,
el cual compendia en su mismo ser los dilemas morales de
la ciencia por la ciencia misma. Él creyó en la razón; sin
embargo combatió la confianza patética que se muestra al
38 39
 seguir ciegamente. a la ciencia, error que aún se ·comete hoy
día. Rousseau más que riadie advirtió la disparidad entre
la nueva moda intelectual y las perturbaciones sociales y la
continua degradación de las masas. La ciencia se había
convertido en una m~da; despojada de la visión y del po-
der de sus primeros dirigentes. Prometía un avance auto~
mático, por estériles y rituales que fueran los esfuerzos de
sus partidarios de segunda clase. En palabras de Rousseau,
la busca indiscriminada .de la ciencia realmente podría ser
un desperdicio de talento:
Alguien que toda su vida seria· uu. • . geómetra de se-
gunda clase, podría ser un gran fabricante de telas ...
La naturaleza del hombre se adapta sutilmente a los
objetos de su preocupación, y son las grandes oportuni-
dades las que hacen a los grandes hombres (1750, pági·
na 159).1
Rousseau no asegura que la ciencia sea mala (¿no se arro-
dilló una vez y besó el umbral de la casa del ilustre Buf-
fon?), sino frívola cuando no está en manos de personas
talentosas y responsables, y al servicio del pueblo. El or-
gullo y la auto-suficiencia de los filósofos y los científicos
era vano si se derivaba de buscar la ciencia por la ciencia
1. Hoy día lamentamos la falta de físicos capacitados en po~
tencia, ,que podrían existir entre la multitud de técnicos de
mentalidad estrecha que han invadido las disciplinas, como la
psicología y la .sociología, que necesitan pensadores de criterio
amplio y más audaces. George Sarton nos ofreció un replantea-
miento cáustico de la queja de Rousseau, para apoyar la conclu-
sión de que el problema es hoy día peor que nunca: "No pienso
ahora en los hombres (deníasiado numerosos) que están hacien-
do un trabajo científico sin una 'VOcaCión real (el hombre de
ciencia sin vocación es una persona tan digna de lástima como
el ministro o el sacerdotesin vocación). Estos individuos infeli-
cés contribuyen a oscilrecer el panorama ... ESte hecho es un
testimonio contra la ciencia: en general. Hay mucho más espacio
para los mediocres de· todo tipo en el campo· de la ciencia que
en las artes y las letras" (Sarton, 1962, pp. 180~181).
40
mt:sm:a. :· Para Rousseau la cuestión vital era muy clara: la
sólo tenía sentido si estaba al servicio de la virtud
"::·~,.~,,....-la. moral. .El conocimiento debería· apoyar al orden
.,,J._.,,., "una .formación segura y clara· del mundo moral
debe. preceder la construcción del mundo científico" (Cas-
~irer, 1955, p. 273) ..
· Parece que cuanto más se desarrollaba la ciencia, tanto
más aumentaba la angustia, no sólo para Rousseau, sino
para: muchos que se sentían preocupados por la ruptura
con las antiguas tradiciones (cf. Leming; 1952). Rousseau
expresó una. de las angustias básicas subyacentes en esta
época .de cambios rápidos, de esperanzas exageradas, de un
pensamiento cada vez más fragmentado. ¿Por .qué estaban
tan· angustiados, por qué eran tan sinceros e indignados
los ataques de Rousseau? ¿Cuál era exactamente el proble-
ma de esa época, y por qué esos pensadores reaccionaron
~-él tan total y emocionalmente? Era el problema de Leib-
niz y Kant, el problema de la ciencia divorciada de la
.vida, el mismo con que luchamos hoy día; pero, ¿por qué
somos relativamente estoicos ante éste, aun después de Hi-
roshima? Después de todo, el terremoto de Lisboa fue se-
guido por el Cándido de Voltaire para mostrar que este
mundo seguramente no era el mejor de los mundos posi-
bles; .. no ha habido después de Hiroshima una obra de
estatura semejante y de eScrutinio tan mordaz. ¿Es por que
sólo,hay un Voltaire?
· Quizá,. pero la razón puede ser más profunda. El hecho
es que hace 350 años, hacia el fin de la decadencia del
concepto medieval del mundo, el hombre aún distinguía
entr(! el bien y el mal. Si pertenecía a la minoría que du-
daba de los sencillos man!}amientos de la Iglesia, si. no
creía en el pecado original de Adán, en lo inevitable del
pecado, en· toda la téodicea que explicaba por. qué Dios
permitía el mal en el mundo, aunque el hombre se hubie-
ra apartado de. todo esto, aun se. sentía vitalmente preocu-
pado por esta pérdida; personalmente era muy sensible al
pi()blema del bien y del mal. En la época de Hiroshima,
bien puede decirse, no sólo había muerto hacia mucho la
41
t~odite~'Inedieva}(sino que·er candenté problema del bien
y:deJ. II!ai !'!staoa: muy alejado· de las mayorías. En el mejor
de:Ios c:asos,'superar el mal· era "un trabajo que debía
h;tcerse", que algún otro debía hacer; y no era un modo
de Vida que todo el mundo pudiera seguir. ¿Cómo podia
ser de otra manera? El mundo era tan objetivo ... En la
época de los proyectiles atómicos, el hombre finalmente
coronó lo que Newton había iniciado, y terminó la secula-
rización de las estrellas. El mundo externo está privado de
todo significado inherente; y como cl filósofo Sartre, todos
sentimos náuseas. Al perder el hombre k capacidad de ma·
ravillarse, era ineVitable que el bien y el mal se convirtieran
sólo en asunto de cálculos técnicos. Como sabemos, el gran
profeta de esto, de la burocratización del bien y del mal,
fue Max Weber, quien advirtió que la misma eficacia orga-
nizada del hombre amenazaba con degradarlo por completo.
En la cosmología medieval, como hemos observado en
el Capítulo I, el hombre tenía un lugar psicológicamente
importante. El mal existía en el mundo debido al pecado
de Adán, y eso era todo; pero Dios se preocupó y ejerció
una acción providencial para salvar al hombre. Aunque ·la
tierra fuera un lugar deéadente, feo y hostil, la felicidad
básica del hombre no se veía afectada. Por ello la idea de
la descomposición de la naturaleza, que dominó desde la
época medieval hasta los siglos XVI y XVII, era en sí una
fuerza moral, y tenía un significado moral (Harris, 1949,
pp.l"3). Es decir, se podía ser optimista, aunque el mundo
fuera a acabarse. En contraste, en nuestra difícil Época del
Terror, cuando la aniquilación instantánea es una posibi-
lidad constante y una angustia permanente, podemos adver-
tir lo que hemos perdido al desaparecer la cosmología me-
dieval. Como alguien observó, en la época de San Agustín
lo mejor que podría haberles sucedido a las almas piadosas
habría sido una aniquilación atómica para que pudieran
dejar la tierra estéril y subir al cielo a reclamar. sus recom·
pensas; pero hoy día, como lo aclaran las endclicas del
difunto Papa Juan XXIII, aun la Iglesia se ha vuelto
mundana.
42
.., .,.,rnn y sus seguidores ocurrió algq extraño en la
llw<w,1 u ile la naturaleza. Cuando negaron el carácter
..
·cambio, y convirtieron ·el cosmos en un· mecanis-
'armonioso de intemporal belleza, en realidad atacaron
rilorá.Lcristiana. Al réhabilitar la naturaleza debilita·
:}a· moral. La idea de la descomposición había mante-
. nido la: mente humana enfocada en el valor primario del
.más;allá; y así se había conservado en primer plano el con-
cepto de la preocupación de la .ProVidencia por el hombre.
No importaba que el mundo estuviera condenado, si era
el centro de· la· preocupación de Dios. El nuevo newtonis•
roo. al rehabilitar a la naturaleza, debilitó gravemente.la
an;igua cosmología. Si el mundo estaba físicamente mejor,
no .así el hombre psicológicamente. Este cambió total fue
la causa de los comentarios de Leibniz sobre la temeridad
· c:lel optimismo no religioso. Como veremo.s más adelante, 1~
Ilustración francesa completó la destruccrón atacando actz·
vamente·laiilea de Providencia; su tarea fue tan completa
q~e los indiViduos se colocaron en un callejón sin salida
moral; del que sólo pudieron salir penosamente y a tientas
creando una ciencia del hombre en la sociedad;· pero esto
es. adelantarnos a la historia.
El principal problema planteado por la revolución new~
toniana no se hizo esperar. Fue un ingente nuevo proble-
ma, y aún lo es hoy día. Por ello debemos comprender el
nuevo desafío formidable lanzado a la mente humana. Me
refiero, por supuesto, al problema de una nueva teodicea.
Si la nueva naturaleza era tan regular y bella, ¿por qué
existía el mal en el mundo humano? El hombre necesitaba
una nueva teodicea, pero esta vez no podía echarle la carga
a: Dios. Algo completamente diferente debería explicar el
mal en el mundo: una teodicea sin interVención diVina:. La
nueva teodicea debía ser natural, "secular". El desafío .era
tanto .más grande cuanto que la. mente 'humana no estaba
prepara:da: para esta: manera de pensar: el concepto de una
teodicea "secular" estaba en contra:dicción con las palabras
y la:s emociones. Sin. embargo, describfa: exactamente lo· que
se necesitaba:: una "antropodicea:". El mal debía explicarse
43
 diJ!í<i)/~t1g<l)''ct11~ré:x:iStia.·e~I:él mlllidoí aparte de la intención
. . . · Además, como Dios gradúa!~
. . . ·. . .. . de la ci~cia como principio explica-
tivo,: la· ~ecesxdad de una teodicea completa .finalmente se
desvaneoó. No podía haber una explicación razonable de
todo el ~nal· ri}- que está· sometida la existencia; aparte de la
fe en.Dms, oert~ente no·había ninguna explicación. que
los mortales pudieran ofrecer. Por consiguiente, el hombre
había de_ encontrar una nueva explicación limitada, una
antr?podicea que sólo cubriera los males que tienen un re-
medz~ humano. Esta nueva explicación sólo podía lograrse
cambxando gradualmente el énfasis, de confiar eri la volun-
tad de Dios a creer en la comprensión y en los poderes del
h_ombre. Éste fue un cambio que ocupó a toda la llustra-
oón, Y qu~ no se logró fácilmente. De hechó, aún no se
ha. conseguxdo hoy día. Las tradiciones nacionales diferen-
tes .tenían su propio tipo de pensamiento, e inventaron
conceptos muy distintos para una teodicea "secular" 0 "an-
tropodicea". Por ello surgieron tipos muy diferentes de
"ciencias sociales", que conocemos como las escuelas fran-
cesa, inglesa y alemamr.
Al principio, esta busca tomó la forma de una • nueva
"lectura'' de la naturaleza para tratar de descubrir las fuen-
tes del ~al; pe~o esto no marcó una ruptura violenta con
1~ práctica medieval. El cambio sólo fue de la5 interpreta-
CIOnes del mundo centrado en Dios o. centrado en el hom-
bre. En la ~d~d Media, el hombre leyó la naturaleza para
t:atar de a<?vmar cómo las distintas criaturas servían a los
fmes ··de Dxos. ·La ilustración también leyó la naturaleza
pero trató de discernir qué debía hacer el hombre. Se in~
tentó encontrar "leyes naturales" que debían ser obedecidas
por el hombre. En cierto sentido, el nuevo culto de la
ciencia en. realidad fue una nueva manera de encontrar
apoyo en .la n~turaleza de Dios. Después de todo, los mé-
todos raoonaliSta-deductivo y matemático-geométrico ¿no
eran ?ones de Dios. para el hombre?, y el nuevo método
expenmental descriptivo ¿no era la clave para descubrir
los secretos de la naturaleza? Podemos advertir qúe la tra·
44
histórica no se había roto en un sentido básico: el
siempre había intentado librarse de su impotencia
y del: capricho de la naturaleza (cf. Randall, 1940, capítu-
lo U, esp. pp. 276-279). Debía encontrar nuevos signifiCa-
.· dos en la naturaleza.
La teodicea "secular'' pasiva
E~to planteó otro problema: ¿cuánta investigación acti-
podía permitirse hacer el. hombre? El Ensayo ·de Locke,
por ejemplo, al mostrar que el hombre no tenia una natura-
leza interna depravada, aun dejaba sin resolver la cuestión
de por qué algunos eran depravados; ¿permitía Dios que
el medio causara esto? (C •. Becker, HÍ59, p. 66). La. cues-
tión era angustiosa. Pascal preguntó: ¿por qué no todo es
natural, aun la costumbre? Y si las· costumbres son malas,
¿es culpa de éstas, o el hombre se encuentra "fuera de ar-
1Ilon{a"? Pope fue especialmente sensible a la posibilidad
de que el hombre interviniera en las costumbres y .la mo·
ral; por ello decidió que no había mal. enel mundo, que
el hombre pudiera o debiera .modificar. La. famosa frase
"lo que es, es bueno" .no refleja una insensibilidad ciega,
sino una. angustia profunda por la moral. Éste era un
modo de salvar la nueva teodicea natural, sin que intervi-
niera un agente humano; éste fue un "conservatismo cós-
mico" para usar la excelente expresión .de Basil Willey. El
l}onibre sencillamente investigaba .al mundo para obtener
nuevas claves para la moral, y lo que encontró lo condujo
a adaptarse. Uno de los resúmenes más breves de este con-
cepto es el de Lovejoy, y vale la pena citarlo completo
aquí.
Durante dos siglos, los esfuerzos que se hicieron por
mejorar y corregir las creencias, las instituciones y el
arte, fueron guiados principalmente por el supuesto de
que, en cada fase de su actividad, el hombre debía adap-
tarse tanto coíno le fuera posible a una norma concebi-
da como universal, no complicada, inmutable, uniforme
45
 Para· todos los seres racionales; La. Ilustración file, en
.,resumen, una época dedicada, al menos en· su tendencia
dominante, a la simplificación y a la estandarización del
pensamiento y de ·la vida; a. estandarizados por medio
de la simplificación. La lucha por poner en práctica
esta supuesta finalidad de la naturaleza, el ataque gene-
ral a la diferenciación d~ los hombres y de sus opinio-
nes, evaluaciones e instituciones; con la resistencia a esto
y su posterior rechazo, fue el hecho principal y domi-
nante en la· historia. intelectual de Europa desde fines
del siglo XVI hasta fines del siglo XVIII (1960a, pp. 292-
293).
En otras palabras, parecía ·que la Ilustración estaba tratan-
do de ordenar al mundo caóticamente pluralista del rápido
cambio social, el estallido. del mundo medieval, de una ma-
nera: puramente formal, intelectual. En gran parte, hemos
continuado esta misma tradición: nuestra busca reduccio-
nista médica 'de la conducta humana tiene casi tanta im-
portancia para nuestros arduos problemas sociales como la
psicología· á tomista del siglo XVIII la tuvo para ellos. Aún
estamos intentando estandarizar y simplificar la vida sub-
rayando nuestra •conformidad con lo que descubrimos. En
vez de esto; debiéramos 'modelar al mundo· conforme á
nuestros fines.
Por ello, cuando criticamos la complacencia y la confianzá
del· racionalismo de la Ilustración, que Hume y Rous-
seau combatieron, en realidad estamos condenando su pasi-
vidad, como lo hizo . más tarde Rousseau. Su gran impor-
t~ncia como figura de esa época proviene en parte de la
insatisfacción profunda que sintió contra la Ilustración,
precisamente porque ésta aceptó pasivamente la "investi-
gación" de la naturaleza mediante el sencillo desarrollo de
la razón. Rousseau advirtió que "resolver enigmas" inte-
lectualmente no era el modo de enfrentarse a los dilemas
de la moral humana. Él y Hume se levantan. por encima
del siglo XVIII porque ninguno de ellos aceptó la moda L'"l·
telectual reinante. Ambos le asestaron golpes mortales, ca-
46
·a •su .manera: Hume con su· lógica implacable;
:con sus imágenes poéticas; pero ambos buscaban
• una mariera de vencer al mal. Generalmente ·se
;que• Hume "destruyó la noción de .. causalidad"
·.·;r•c:uan:cto mostró que realmente no podemos saber lo que su~
en· la naturaleza; pero Hume hizo algo aún más de-
VllSt:adcJr:· mostrar que nuestras percepciones y sentimientos
s(lnr subjetivos y a-críticos, y cómo están separados irreme-
diableil1ente de Jo que sucede en el mundo externo. Húme
nada menos, el que destruyó la ingenua confianza ra-
t;:IO.~Iat.lnc~· en la investigación de .la naturaleza para buscar
.,,,P.r.,em>ul·. morales. ¿Acaso dice Spinoza·en su Ética que el
to del mal es una invención humana, y que por ello
.}a .moral es un problema humano? Bueno, Hume mostró
''i~cont\!stablemente que la humanidad estaba' atrapada to-
talmente en este problema.
; 'Íi!Este.ataque a la actitud pasiva de investigar a la natura-
leza para servir. a: la moral tuvo un resúltado definitivo:
; un nuevo activismo, .un pragmatismo: el hombre
· activamente el mal dominante. Lo más im-
pq¡n<uac de todo es . que este nuevo pragmatismo cambió
escenario de la acción del reduccion:ismo psicológico y
la me9-icina física;, fue un pragmatismo que enfocaría
. . sociedad misma. Mirmó que el problema de la moral
. de toda la humanidad, y no sólo. de los especialmente
o fuertes, como lo. habían limitado Spinoza, y aun
transición a una teodicea "secular'' activa
entender mejor este desarrollo total al activismo
lo que en realidad les sucedió a Hume y a
Una imagen popular de Hume era la de un ciru-
clnico, frío, de la locura y del egoísmo humanos, y
sin embargo no era inmune a las ambiciones humanas
pero a ·mí me agrada el retrato más simpático que
ofrece C. Becker, y que lo describe como un hombre
por el problema de la moral y que compartía
47
 "el ~pulso. did~~tico vehemente''. de. su época;2 Las espe-
culaoones <filosóficas de. Hume, como observó Carl Becker:
"lo déjaron sin ilusiones ..• lo que lo llevó a concluir que
a la causa última. de las cosas 'no le interesaba más el bien
que el mal, ni le interesaba más el calor que el frío' " (1959,
~· 38), pero no tener ilusiones es exactamente lo que nece-
Sita el pensador para enfrentarse a los dilemas del hombre
en ~~ciedad; Hume se vio· obligado a buscar enfoques más
positivos al problema de la moral, precisamente porque no
po~a llegar a ninguna conclusión positiva en el nivel filo-
~ófxco. El resultado fue un nuevo pragmatismo moral, que
Iba más allá del conservadurismo cósmico de J enyns y de
Pope. Hume adoptó la tesis: "Cualquier cosa que es es
buena", y la reafirmó, hasta hacerla fundamento de la filo-
sofía utilitaria; lo que es, es relativamente bueno, porque
es relativamente útil.
Más tarde veremos que este pragmatismo utilitario tenía
a la. vez virtudes y defectos, y su defecto era adaptarse al
~un.do social; aunque pretendía ·reformarlo. El ropaje uti-
litario s~lo hada que el ~nservadurismo cósmico pareciera
pragmático, como lo confirmarla más tarde el fracaso de
Benthlllll. Los ingleses realmente no· deseaban cambiar las
estructuras básicas de su sociedad; pero el programa de
Hume~ ~om? el . de la Enciclopedia, ofreció a los ingleses
una VISIÓn msprradora, desearari verla o no. Escuchemos
las ·palabras de su. famoso Tratado de la naturaleza humana:
Es evidente qne todas las ciencias tienen una relación
máyor o menor, . con la naturaleza humana; y que, po;
mucho que parezcan apartarse, regresan por un· camino
2
Si se desea conocer una discusión· entre las autoridades so-
bre e~te problema, v~~se Gay, 1964, p. 204, nota 5. No eiltoy
capacitado para· partia~ar en esta disputa sobre Hume, pero
me parece que ~ebe dearse algo sobre ambas partes, y que Gay
no lo aclara. Sm embargo,. me gustarla expresar mi acuerdo
con Gay en su critica general del libro de Carl Becker: definir
a toda la Ilustración como el anhelo de una nueva "ciudad
celestial" es deformar torpemente dhincapié de eilte periodo,
como espero mostrarlo en mi obra.
48
otro. '[Debemos] marchar directamente hasta la capi-
el centro de estas· ciencias, a la naturaleza humana
después de· que la dominemos, podemos esperar
victoria fácil; Después podremos extender nues-
. tras conquistas a todas las demás ciencias ... No hay
una cuestión importante cuya decisión no dependa de la
ciencia del hombre; y no podremos decidir nada con
certidumbre antes de que conozcamos esta ciencia. Por
ello, al pretender explicar los principios .de la natUra-
humana, en realidad proponemos un sistema com-
pleto de ciencias, construido sobre una base casi total,
mente nueva, y la única en que pueden sostenerse con
seguridad ..• La ciencia del hombre es el único funda-
mento sólido para las demás ciencias (1739, pp. xii-xiii).
Cuando Hume lamentó el atraso de la nueva ciencia en
enfrentarse al hombre, comparó el siglo de atraso que ha-
bía desde Bacon basta Locke y Shaftesbury con la brecha
original que hubo entre Tales y Sócrates. Es evidente lo
que Hume buscaba: completar lá. búsqueda socrática de una
nueva moral secular. Su Tratado sólo fue lo que su. sub-
título indicaba: un intento de introducir el método expe-
rimental. de razonamiento en el terreno moral. Haría por
. la ciencia del hombre lo que los Principia de Newton ha-
bían hecho por la física. Las pasiones podrían estudiarse
como cualquier fenómeno natural, ¿acaso no se vinculaban
t¡u]rrbi:én con sus objetos y entre sí?
Veremos una y otra vez cómo los diferentes pensadores
·se consideraron a sí mismos después de Newton, Galileo
.:b Bacon. Deliberadamente hago una pausa cada vez para
señalar esta autoclasificación, porque en el capítulo XIV
.·hago mi propio resumen retrospectivo del desarrollo de la
ciencia del hombre, usando la misma analogía de números
en las ciencias físicas. De•esta manera, quizá podremos
más exactamente nuestra actual. perspectiva del
con los puntos de vista que sostuvieron eri su
.época los innovadores. También es importante observar
esta auto-designación, porque refleja el optimismo cientí-
49
 a venerar más a la razón que a las emociones, y,
fico.de esa época, y muestra la conciencia. explícita de la Rousseau, no pudo admitir ninguna de estas dos C?·.
inmadurez de las ciencias humanas; Hoy día, rara vez se-
El. resultado ·fue que no pudo. satisfacerlo el. newtoms•
ñalamos a un solo fundador para reconstruir históricamen, en las ciencias morales. . El hombre necesitaba una
te la cien~a d~l hombre. Por una· parte, hemos aprendi- libre y activa, y la imitación servil de los métodos
los conceptos newtonianos senc_ill~ente no servía. Sólo
do quela aenaa es un desarrollo demasiado complejo para
que pueda tomar forma definitiva en el pensamiento de
el siglo XIX los pensadores se sx~t~eron más cómodos con
un solo hombre, en cualquier momento de la historia. Por
· 1· e'duccionismo y con el detenmmsmo; pero para enton-
otra parte, parece que hemos renunciado: no tenemos una e .r
· se estaba perdiendo el significado moral d e 1a aencxa
· ·
idea clara de lo que hóy día es la ciencia del hombre, ni de
lo que deberla ser. No hemos podido trazar una historia con- hombre.
Si ahora consideramos a Diderot, advertiremos que tenía
. un problema similar al que preocupaba a Hume: ~ómo
venida de su identidad exacta. Creemos haber llegado, pero
no estamos seguros ~e cómo y a dónde hemos llegado. lograr una nueva moral científica en_ el mundo newtomano.
Por ello le fue fácil a Hume, en una época de horizontes
El· nuevo acento va sobre el naturalism?; y no sobre el su-
~en~ficos ilimitados, imaginar que. era el Newton de las
pernaturalismo: el hombre debe considerarse como algo
·· que brota de la naturaleza, pero esto c?l~caba al hombre
aenaas morales. Intentó imitar a Newton en la esfera
moral, descubriendo leyes como las del principio de la gra-
firmemente en un mundo físico determunsta. Como ?arte
vedad... ~a psicología asociacionista de esa época se impuso de este mundo, la acción del hombre estaría. determmada
la ambxcwsa tarea de estudiar cómo la moral se desarrolla-
y escaparía de su dominio. Como la sociedad también es
ba d~terministamente, de acuerdo con principios regulares natural, está deterxninada, y. . . lo que sea, es bueno. En
y umversales de la naturaleza humana; quizá podrla des· el nivel filosófico Diderot se sintió inclinado a' aceptar esto,
componerse en sus elementos más sencillos. La visión era pero el precio era muy elevado en el nivel. moral, y~ que
magnifica, y aunque la psicología atomista reduccionista
no dejaba espacio para los actos humanos libres, y Dxderot
era muy moral (C. Becker, 1935, PP: ~S?ss.). Desea?a
estaba equivocada, el problema continuó existiendo (como
veremos) hasta Freud. _
leer moral en la naturaleza, pero el mecamcismo newtoma-
. El programa de Hume del pragmatismo moral (utilita-
no no se lo perxnitió. Tal fue el mis~o. dilema .q~e tuvo
ns~o) basado en una ciencia centrada en el hombre, tra-
:Montesquieu: la filosofía del determmismo objetivo era
baJaba con los principios regulares, legitimas de la natu- muy imperativa, pero si se aceptaba no p_odría .conservarse
una moral subje~iva para el hombre, m la libertad del
raleza humana. Este era su. dilema: . buscaba una moral
b~sada en un principio. sencillo como la asociación detenni·
mundo moral (Vartanian, 1953, p .. 316). Todo el_ nuevo
msta; pero, a diferencia de Hartley, por ejemplo, Hume
programa de la ciencia estaba en JUego, · porque sm ull;a
n~ _pudo quedar satisfecho con esta fragmentación, con di·
síntesis entre detenninismo y libertad, el hombre no sena
vxdxr al hombre en elementos sencillos y separados. Como
diferente de los otros fenómenos naturales, y no tendría
Rous.sea?, buscó al h~mbre total; advirtió que la lógica era
sentido centrar de nuevo las ciencias en el hombre.
una llusxón que engarraba alos instintos; condenó la medi-
Ya hemos señalado la proposición de Diderot de que las
tación porqqe paralizaba la acción (Halévy, ·J960, p. 11). ciencias se centraran· en el hombre, y también hemos visto
Co~o observamos antes, Hume compartió el "impulso di-
cuán similar era la propuesta de Hume. · Ahora debemos
d~ctico vffi.e~en~e" de su época: advirtió que el reduccio- observar que la rebelión de Diderot contra el concepto del
msmo asocxacxomsta conduda al escepticismo y a la inacti-
51
50
mundo ne;w:toniano era una espada de doble .filo. No sólo
colocaba al hombre en .el centro del mundo físico, sino
que al· mismo. tiempo veía que la ciencia mecanicista no
podía permitir la supremacía del hombre moral .y libre.
Con este segundo filo Diderot golpeó terriblemente la mís-
tica newtoniana. Degradó la matemática, la reina de las
ci~ncias, acusándola de falsificar a la>naturaleza,. ya que
pnvaba a los cuerpos de su existencia cualitativa. Diderot·
atacó el baluarte. del nuevo fetichismo científico, e hizo
una nueva proposición demoledora: la ciencia debía tener
un objetivo. triple, y no único, mecanicista: la existencia,
las cualidades y la utilidad: ·éste era el vasto ámbito de una
ciencia madura (Gillispie, 1959, pp. 261-262). No es ex-
t:año. que Saint~-Beuve llamara a Diderot "el genio más
smtético de su siglo" (Vartanian, 1953, p. 316). Su visión
de una ciencia. madura (que incluyera la calidad, la moral
Y la cantidad) sólo hoy día estamos comenzando a com-
prenderla. Más tarde, Goethe continuó el ataque contra
Newtoh por haber dejado la calidad fuera de la: ciencia,
y varias generaciones de científicos "verdaderos" se han
reído entre dientes de la perversidad del poeta (véase el
excelente ensayo de Heller, 1959).
' -construir una teodicea total "secular". Los franceses desea-
LÁ NUEVA· TEODICEA "SECULAR"
Diderot no completó la transición, pero planteó amplia-
mente el problema. Como Hume, continuó enfrentándose
a un dilema peculiar; advirtió que era necesaria una nueva
moral secular, pero no fue capaz de proponer una solución
práctica; tenía una visión adecuada de la amplitud de la
nueva ciencia basada en el hombre, pero no pudo .sugerir
sus caracteres peculiares. Por ello, Hume y Diderot tipific
caron el problema de la razón crítica divorciada de un
program:- de acción. Se encontraban entre los primeros
pragmático~ morales modernos, y sufrieron la misma crítica
~ue su descendiente posterior, Dewey: un enfoque pragmá-
tico a ·la moral debía partir de algunos imperativos· mora-
52
· ¿cuáles eran éstos? Dewey pudo ser más valiente, por-
tomo veremos, las ciencias sociales ya habían s~ñalado
. males seculares que el hombre podría remediar;
en la época de Diderot y de Hume, ser un pragmáti-
equivalía a saltar al vacío existencial. No tenían
morales precisos para apoyarse, y el problema
continuar en la etapa de los planteamientos: ¿Hasta
podemos llevar a la razón antes de que tengamos
volver a la verdad revelada? (C. Becker, 1959, p. 86).
se sintió obligado a conservar la creencia de que
los hombres hadan juicios naturalmente sobre el bien y
. el mal (cf. Cracker, 1963, pp. 198 ss.). La filosofía utilita-
riá que provenía. de Hume conservó un pragmatismo mo-
ral que excluía el estado preexistente, tal como Maquiavelo
se sintió obligado a hacer. Sencillamente, la cuestión era
·la moral relativa debía cesar en alguna parte, y apo-
yarse en algo sólido y benéfico que estuviera más allá· de
cualquier duda. Todos estos primeros pragmáticos moralés
•modernos se enfrentaron al mismo problema: cómo ser un
pragmático total y permitir algún tipo de vida social or-
denada.
Sin embargo, difícilmente era ésta una base sólida para
ban francámente desechar el concepto de Dios como agen-
.té providencial, solícito, activo en el mundo. No estaban
dispuestos a transigir con los restos de la creencia medieval
en la Providencia. Por ello intentaron inventar una nue-
téodicea "secular", pero lá euestión aún: era: ¿cómo ha-
Este problema existió en todo el siglo, y se extendió
Saint-Pierre hasta Rousscau. Carl Becker afirma que
de 1750 cierto sentimentalismo comenzó a· llenar
ambiente (1959, pp. 4l-42). Yo quisiera saber si esto fue
en parte, de la tensión que se sintió entre las
cognoscitivas y la facultad de actuar, una ten-
que hoy día catalogamos, en términos de Dewey, ·como
· d,icotOinía entre "conocer" y "hacer" .. Rousseau, qué
de ·poner en . práctica sus creencias, fue a extremos
de idiosincrasia, y era. de esperar que sus con-
53
temporáneos quedaran,a5ombrados ante sú vehemencia por
realiZa.r·cambios activos en el mundo sobre premisaS que
parecían quijotescas; pero ¿no se habían reído a carcajadas
antes de los proyectos de Saint-Pierre?
La idea del progreso
Los pensadores franceses salvaron el abismo entre la razón
y la .acción de dos maneras muy distintas. La primera fue
la evolución gradual de .la "idea del progreso" secular. Esto
mostró ser un componente primario de la nueva teodicea·
"secular". Había estado gestándose durante algún tiempo,
y en parte provenía de la misma protesta general contra el
mecanicismo newtoniano que. hemos descrito.
.Observamos antes que el hábito medieval de "leer" la
naturaleza para conocer los fines de Dios continuó hasta
la Ilustración, y se transformó en una investigación de. la
naturaleza para descubrir cómo debía actuar el hombre. De
manera similar, la idea de progreso no surgió ya completa
en el escenario de la Ilustración, sin antecedentes. En la
Edad Media, Dios avanzaba hacia la perfección, y arrastra-
ba tras él.a la humanidad. La idea del progreso existió en
esta forma, pero fue una creencia pasiva. En vez de que
el hombre ·llevara .las riendas por medio de las ciencias,
Dios las llevaba a través de las criaturas de su creación. La
fe de la Edad Media en· Dios era una fe en la perfectibili-
dad qe la naturaleza, de acuerdo con la visión peculiar de
Dios (Randall, 1940, p. lOO). La Ilustración, en otras pa-
labras, debía cambiar un credo pasivo centrado en Dios
por otro activo, basado en el hombre.s La Ilustración pro-
curó mantener la posición singular que el hombre había
tenido en la jerarquía medieval, pero cambió radicalmente
s Desde luego, hay una tercern tradición del progreso, que
me veo obligado a excluir del campo de este estudio; me refiero
a la mezcla de la acción del hombre y de los poderes de Dios,
en las sectas espirituales que surgieron de la Reforma (véanse
los estudios clásicos de Rufus Jones). Desde luego, esta "tercera"
idea del progreso puede sobrevivir a las otras dos: se extiende,
54
.acento teológico. ¿De qué otra manera podía realizar su
celebración ateniense?
· Aprimera vista, parece que la Ilustración reaccionó ante
devaluación newtoniana .del hombre restableciendo el
contacto con la tradición medieval y adoptando una idea
ya hecha de la singularidad humana. En gran parte, desde
Juego, el hombre busca inspiración conceptual en el pasa-
do; pero los franceses ya no podían permitirse formular
conceptos básicos en términos teológicos. Cuando Diderot
los enciclopedistas reaccionaron contra Newton y centra-
ron de nuevo las ciencias en el hombre, lo distintivamente
humano conservó su evaluación superior, pero esta vez de
manera totalmente secular. Fue muy lógico para Turgot
comparar al hombre con la materia, y encontrar una dis-
tinción especial en el hombre, una distinción que la mate-
ria. no tenía: la idea de una perfectibilidad infinita y con-
·. tinua, un cambio constante y no la mismidad; los objetos
·científicos de Newton ciertamente no tenían esto. A la idea
del progreso que tenía la Ilustración se llegó por el con-
traste emplrico con la ciencia contemporánea; la idea me-
dieval del progreso sencillamente fue un fiat metafísico.
Así surgió una idea secular de progreso, que rehabilitó
al hombre ante la naturaleza, así como Bacon había reha-
bilitado la naturaleza ante las tardías doctrinas medievales
de la descomposición y el cambio dclico (Harris, 1949,
p. 132). Además, esta idea de progreso hizo la ciencia del
hombre tan progresista como el resto de las ciencias, inclu-
yéndola en la visión del progreso científico de Bacon. En
cierto sentido, los franceses se vieron obligados a inventar
la idea del progreso activo: habían eliminado el concepto
de Dios como un agente providencial, solícito, activo, en el
mundo, no podía haber nadie que deseara que el mundo
permaneciera tal. cual es. Ya que los franceses se sentían
en los tiempos modernos, desde Boehme a través de Schelling
y Kierkegaard, hasta Tillicb. En otra parte espero mostrar que
esta tradición puede ser adecuada para una ciencia del hombre
verdaderamente unificada. Esto se implica en la conclusión de
la presente obra.
55
 comprome~dos a corregk los abusos del Ancien Régime, la
nueva teodicea secular había de ser progresista.
La evolución de la id:a de progreso. activo, desde luego,
~o fue un ~echo. repentmo. El cambio del optimismo pa-
SIVO del raoonabsmo al optimismo progresista del activis-
mo no P?día realizarse a menos que primero se produjera
una corriente de desilusión. Advertimos antes que duran-
te esta e~apa de transición, pensadores como Hume y Dide-
rot se VIeron atrapados por un lazo frustrante. Sólo un
~esarr.ollo pleno .de la idea de progreso podría aclarar la
sttuaoón; pero ¿cuáles eran los componentes de una· idea
plenamente desarrollada de progreso? Sólo cuando descom-
ponemos este problema podemos advertir las adquisiciones
verdaderamente grandes" de este periodo, que forman la
base de ·una ciencia del hombre.
En primer lugar, el progreso no se puede concebir sólo
co:no el progreso de la ;azón. Este es el dilema en que
d:Jamos aHume y a Dtderot. La razón debía bajar del
mvel abstracto; donde se destacaba divorciada de los pro-
blemas reales del hombre en la sociedad. Sólo de esta ma~
nera, la crítica podría esperar echar las bases de una nueva
moral; pero ¿cómo lograr esto? Es importante observar que,
con excepción de Rousseau, los pensadores de la Ilustra-
ción riunca lograron por completo que la razón descendie~
ra. a la /ien:a al ha.blar acerca del hombre en la sociedad y
en la histona. Vanas líneas de pensamiento ofrecieron una
base pa;a hacer esto; por ejemplo, las de Vico, Helvetius
y Holbach; pero sólo con el cataclismo de la Revolución
pudo la idea de progreso ser considerada plenamente como
problema del cambio social. . .
Vico primero expuso su memorable Ciencia Nueva en
.1725, y se consideró a sí mismo el Galileo-Newton de las
ciencias humanas. Deseaba creaJi' una cienCia de la socié-.
dad humana que haría por "el mundo de las naciones"
lo que Galileo y Newton habían hecho por el mundo de la
naturaleza. Reconoció que los teoricos de la ley natural y
Hobbes habían intentado encontrar una ciencia nueva
pero afirmó que habían fracasado precisan:iente porque ha~
56,
basado sus esfuerzos en otra ciencia.. (¿Cómo .no emo~
hoy día con esta visión valiente y magnifica?)
consideró que sus esfuerzos habían tenido éxito, por-
. había encontrado la· verdadera clave para la ciencia
en un nuevo estudio esmerado de Homero y del des-
histórico de las instituciones humanas. ¿Cuál fue
gran avance de Vico, y esencia de su sistema? Fue la nue-
y radical idea de que el mundo social es obra dcl hom-
. y que el estrato más antiguo de la cultura humana es
los mitos y la poesía. En otras palabras, Vico señaló
al corazón del cambio humano: la naturaleza
creada de las instituciones humarias (1744).
antes que Auguste Comte, Vico ofreció una teoría
tres etapas dcl progreso de la razón. Y antes que Dide-
advirtió que las ciencias debían centrarse en el 'hom-
bre, en especial en la mente humana como creación de la
historia. Por ello fue el precursor directo de Herder, Dil-
they, Croce, y hasta de Huizinga en nuestra época (cf.
Flint, 1904, pp. 128-129).
• .La obra de Vico apoyó un activismo pleno, centrado .en
el hombre. Si las instituciones y las creencias humanas se
habían modelado a ·sí mismas, ¿por qué debía el hombre
·· . . quieto? La influencia de Vico en Francia aún
poco clara (cf. Fisch y Bergin, 1944, pp. 72 ss.), pero
los franceses no necesitaron el descubrimiento de la cultura
.d~ Vico para tener una autorización teórica para la maní-
. pulación humana: los pensadores como Condillac y Helve-
tius habían llegado a una explicación puramente ambien-
. de la conducta humana, usando el modelo de tabula
rasa de Locke del carácter y la percepción humanos. En la
época. de la Revolución, el problema pudo apartarse com-
pletamente del terreno metañsico, donde aún se encontra-
Vico, y colocarse honradamente sobre una base
i).,;arnb:ien.ta y manipuladora. Ya no era necesario limitar los
'p~IFne•rzcls al estudio de la historia; se podía empezar activa-
····'""''"·" a cambiar. la sociedad, pero en su prolongado des-
desde Bacon, Fontenelle y Turgot hasta Condorcet,
secular del progreso continuó un tanto separada de
57

;;h:.d:as~iiis:iittii:Jto!JLeSSOíéialell.
Fúe la conmoción de la Revolución
la idea del· progreso con la.
canibio social. A pesar de todo el trabajo
. . eá la historia y en la sociología (Montesquieu, Vol-
ta.ire, Vico) y en la psicología (Condillac, Helvetius) los
pensadores continentales de la llustración no pudieron ha-
cer descender totalmente la idea del progreso del nivel
abso:act~ de l~ razón y convertirla en un concepto amplio
de oencia social que se refiriera claramente al progreso de
las instituciones l;mmanas, al hombre inmerso en una so-
ciedad siempre cambiante. Es decir, ninguno de los pen-
sadores, excepto uno.
El concepto igualmente decisivo de una tipologla ideal
La idea del progreso sólo ofreció una base potencial para
la nueva moral secular; pero, tomada en sí misma, la ex-
presión final de la idea de Condorcet, a la sombra de la
guillotina, pareda una esperanza solitaria, consoladora y
muy personal. En el nivel de la sola razón, la idea no
era muy convincente: no podía ofrecer una opción para una
nueva moral. El hombre literalmente debía sacar su moral
de los suf:dmientos humanos reales, y no de los dictados de
la razón. A pesar de los pausados descubrimientos de la
historia y la cultura, de la formación· del hombre por su
medio, de lo mudable de las instituciones· humanas, de lo
deseable y lo posible del progreso, nada bastaba para esta-
blecer un canon crítico moral. Por ello debemos regresar
a Rousseau, que ofreció a la idea del progreso un "cuerpo
moral", y arrancó la máscara a la moral convencional con
todos los elementos de su persona y su talento. Por éllo
Rousseáu mereció el título que le dio Kant: "el Newton
del mundo moral" (Cassirer, 1955, p. 280).
¿Q~é vio .exactamente Kant en Rousseau para darle tan
grandiOso titulo? ¿Qué hizo Rousseau para otorgarle . a
1~ m~rai el stat~ de una ciencia básica? Es evidente que la
oencia newtomana se apoyaba en una ley firme; por con-
58
para ser el Newton del mundo moral se debía
la ley dentro de la· naturaleza humana, sobre la
pudiera basarse una nueva moral científica. Además;
ser una "ley" peculiar, que mostrara lo que el horn-
era entonces, y no lo que debía ser; tendría que ofre-
cer una norma crítica y una esperanza de mejora. En una
palabra, debía mostrar una imagen constante del hombre
la que pudiera medirse contra la realidad actual. ~~u~-
ofreció exactamente esto, exaltando a un hombre pn-
mitivo" ideal típico, que vivía en el "estado natural". Por
ello, de golpe, logró ·Jo que Diderot d<;seaba. Y. ~abía vis~
.. Iumbrado, pero que no pudo consegurr deftmtivamente:
·.hizo descender de sus abstracciones elev~das a la r~ón,, '}_' la
dedicó a resolver un problema anallttcamente ctentlftco:
mostrar lo· que realmente era la naturaleza humana, para
ofrecer un programa sabio a una sociedad regenerada. ~a
discrepancia entre razón y acción fu; superada de _la. úmca
'manera como podía hacerse: volVIéndola analíticamente
científica, y descubriendo un modelo ideal· sobre el que se
· pudiera basar la prédic~ de una nueva c?nducta moral.
Esto ofrecería el imperativo moral pragmático, tan necesa-
rio, con el· que se pudiese emp:zar a actuar. Y, lo ~ue es
·mejor, no se tendría que recurr~ a algo a~soluto e mcues-
tionado, sino que podrían segurrse las nusmas nonnas de
la ciencia.
El ideal de lo primitivo o de la vida pastoral se ha repe-
tido a través de la historia humana, desde la época clásica,
siempre que el hombre no se ha sentido feliz con su pre-
sente· expresa el deseo natural de una vida sencilla, de
los pÍaceres de los bosques y de los campos apacibles (cf.
Haydn, 1950, capítulo 8; Huizinga, 1957, p. 108; 195?)·
Rousseau fue acusado de usar la idea en fonna romántica
y simple, ·de revivir un concepto irreal, para remediar su
propia mala adaptación y su descontento con la época.
También se le ha censurado por desconocer o por no leer
a Hume cuando sostuvo la idea de un "contrato social"
que Hume más que nadie había demolido :ficazmente. •
Es evidente que Rousseau no sostuvo la 1dea de lo pn·
59
 . . . d al real que Rousseau proclamaba;
mitivo,·.¿ .de un contrato social, como un "hecho real". el tipo de oenoa 1 e - . lo perdimos esta visión,
esas ,ideas exactamente como Platón había utilizado su en la primera parte ::d=~~~~rto el significado origi-
República, y como lo hicieron más tarde los pensadores del por. ello tuvo que. se~ ente or Lovejoy y por Erns.t
Renacimiento: como medio para formular una critica mo- de Rousseau, prmopalm p antropólogos (cf. Lévt-
ral. Para Rousseau estas ideas eran lo que tenían que ser ,.._.,., ..~·r. y hoy día por los nt;evos 964 . xxii"). Hoy
para fundar una nueva moral científica. Eran "tipos idea- . 1961, PP· .389~392; Diiamo~~~r~ d~ fo que quería
·les" que sostenían una nueva imagen del hombre. Como . . . t a rungun equ voco . a
no eXIS e Y . b n vez de seguir contmu
Rousseau declaró con el término "l'homme de la nature", "'1.11~~~ Rousseau. E~ hom re,l e esfera social, podría co-
no intentaba convertir al hombre en un salvaje relegado . sus paswnes en a . humanos.
a los bosques, sino en un hombre verdaderamente adecuado . lib dirección de los asuntos
a eJercer la re libertad humana
para una sociedad libre igualitaria, lo que hoy día llama- ·· · Ul · obstáculo a una
eliminaría e1 umo das eligiendo y crean-
ríamos un hombre "autónomo'': responsable, vigoroso, fuen- y verdadera, de una v~ por todes~a vivir. Rousseau,
te de valores espontáneos y no de valores sociales auto- el tipo de mundo end \ qu:imeros pensadores desde
máticos (1762, pp. 306, 606, e Introducción, pp. v-vi, y Saint-Pierre, es uno e almosp t debían significar las
nota e). Rousseau no tenía que leer lo que Hume decía . 1 que re en e . . . "d al
en ad vertir o . 1 ncepto del upo I e
sobre la falacia del contrato social, sencillamente porque sociales". De Rous~eaulm,e co Humboldt a Kant,
él no consideraba que este hecho fuera real, histórico. Ad- · Wilhe von . •
al gran humanista y p.odia dudarse que
virtió. el lugar que ocupaba la ficción en la ciencia del el siglo xiX. a no . ·
a· Feuerbaeh. en · dad liberarse a si miSmo
hombre más de cien años antes que Vaihinger. Rousseau correspondía al hombre en sooe 1 posible··socialmente.
quizá se apoyó en lo que, en su mayor parte, eran ideales . al . d"vidualmente a o d l
ir de lo re m I . H b ldt· "La finalidad . e a
sentimentales, pero es de suma importancia para nosotros son las palabras de umdi o . toda su idealidad las
comprender que los introdujo en una época en que podían ada es me r en
ánttopologia compar . al humana o (lo que es
tener un sentido cientlfico que no podían haber tenido osibles diferencias de la nalt:m; ez~deal humano, que nin-
antes, ni aun en la época del Renacimiento. Vinculados P. . . ar cómo e upo 1
lo mismo) mvesug . d damente puede ser repre-
con la idea del progreso y de la razón humana directriz, gún individuo represent~ ~de~~ (1963 p, 110). La ciencia
los conceptos de Rousseau del "estado natural" y del "con- sentado por mu chos indiVl . uos f ' · .
humamsta . del eble .
m
trato social" pudieron servir como "profecía prospectiva" . del hombre había asumido su orma
(Cassirer, 1961, p. 10): mostraron a la sociedad no cómo ha-
bía sido, sino "tel qu'il peut et doit devenir" ("como
puede y debe llegar a ~er''), como Alfred Fouillée lo com- Conclusión
prendió hace mucho tiempo (Fouillée, citado por Merz, la primera nustración,
1914, vol. 4, p. 524 nota). Fue una "critique indirecte du llegó a la cumbre
Con Rousseau . . table claridad lo que
présent" sobre la que se basaba una ciencia manipuladora . d' demos Juzgar con no a
y hoy ¡a po . . E hó las bases nada menos que par
del hombre. Rousseau advirtió que una ciencia del hombre logró la Ilustración. e " l . "· un programa para ana-
era una disciplina que tenía como tarea básica cambiar a una teodicea totalmente secu ar ~ . el hombre en sociedad.
Ja sociedad, para que fuera un producto de la libertad lizar y remediar los males ~u: su e"ncero contra la influen-
m movimiento SI . · a1
humana y no .de la necesidad ciega (Cassirer, 1955, p. 272). .Lo que empez6 co o sta or dar un lugar
Muchos pensadores del siglo XIX comprendieron exactamen- cia del newtonismo, y como prote p 61
60
 · y una antropodicea dentro de la visión del hom-
,lh1iv1ersí) llllec:an:idsta y quizás ateo, terminó . bajo su dominio .
.teodicea "secular" para remplazar a la per-·
veremos hasta qué grado este marco teóric? e.s aún
medieval (véase Cassirer, 1954, pp. 76-77). cómo debemos adaptarlo a nuestros conocliDlentos
· el cambio al orden, ·al progreso, y a la finalidad También veremos. por ·qué· no era adecuado,
humana era lógico al destruirse totalmente la cosmología primitiva forma de la llustración, para dirigir }-a
medieval. Vico y Diderot vieron cómo hacer la ciencia científica necesaria para convertirse en un paradig-
humanamente importante, y realizaron el primer "cambio de las ciencias humanas. Por el momento
copernicano" de las ciencias humanas, centrando tod3.s aclamar a Rousseau como el primer crítico de la
las ciencias en el hombre. Tuvo. que centrarse de nuevo la ienaoon, como el primero que desenmascaró a la cultura, ;:
ciencia en el hombre .para responder a la naturaleza social estableció el carácter básico de una ciencia del hom- ,;
de la conducta humana: la· ciencia del hombre tuvo que ·· una sucesión de pensadores posteriores transfor- -:' ·
convertirse en una ciencia del hombre en sociedad. en un edificio magnifico y preciso. Hoy día, gracias 7!
Para· satisfacer esta necesidad, una idea triple gradual- nustración y a 200 años de esfuerzos y de pensamien-
mente fue desarrollándose: libertad, progreso· y· el tipo !lcumulados, tenemos lo· que podría llamarse "una teo-
ideal, un plan conceptual interdependiente que puso al completa de la alienación humana". La idea de Rous-
progreso bajo el dominio de la razón, y que hizo que .. de lo primitivo era muy inadecuada y errónea: hoy
la razón descendiera a los sucesos del mundo real. Debemos . parece como un modelo de Ptolomeo, que es c:xac~a­
hacer hincapié en que la tríada básica: progreso, libertad . lo que sucede con los antecedentes ~e una. Cienoa.
e ideill moral, son conceptos inseparables (Delvaille, 1910, veremos lo que hizo con esta herencia el siglo XIX.
p. 731), y establecen el verdadero carácter de la ciencia del
hombre como ciencia especial totalmente distinta del new-
tonismo. Vinculan al individ~o con la vida social de una
manera abierta y no determinista: declaran que la ciencia
del hombre. es una ciencia que debe basarse en la posibi-
lidad de ser libre. Así vinculan la ciencia inextricablemente
con la democracia y las oportunidades, como en Occidente
siempre lo hemos sabido; pero al mismo tiempo afirman
que una ciencia del hombre en sociedad no puede existir
sin la guía de la imaginación, de la visión, de la planea-
ción, del control, de la manipulación experimental con un
fin, y de la intervención razonada, lo que constantemente
tratamos de pasar por alto. Por ello, este sencillo concepto
triple es el marco teórico indispensable para una ciencia
del hombre; analítica y activa. En otras palabras, la cien-
cia dé! hombre, como lo comprendió gradualmente la llus-
tración, tenía este carácter peculiar que no poseía ninguna
de las otras ciencias: era una ciencia crítica, "proyectiva",
63
62

III. LA GRAN BUSCA MORAL DEL
SIGLO XIX: LOS INTENTOS
SISTEMÁTICOS, CIENTíFICOS PARA
CREAR UNA NUEVA MORAL
(1)
UJ Una nueva ciencia debe buscarse histórica-
mente; lo único que se puede hacer es es-
Cl tudiar en orden cronológico las diferentes
=> obras que han contribuido al progreso de la
ciencia.
A UGUSTE
~ . . 2, p. 530). Él consideró la vida como un asunto moral,
(_)PoR MUCHAS razones no se puso en operación el marcó
teórico básico de la Ilustración para una ciencia del hom·
LU breen la sociedad. Una razón fue el inmenso cataclismo. de
J--la Revolución Francesa. Causó un efecto sobre el activismo
social en el extranjero, similar al del periodo stalinista en
O . nuestra época. Era fácil concluir que si un optimismo
- . vistapodía ser tan perjudicial, causar tanto derramamiento
....,... de sangre, perturbaciones, miserias, y no mejoraba palpa-
al blemente a la sociedad, seria mejor mantenerse pasivo aun
- frente a injusticias graves. La "ciencia del hómbre" pareció
.Ql un impostor o un demonio. Estamos familiarizados con el
ambiente de la opinión de esa época, con Burke, Carlyle,
De Bonald, De Maistre y los otros pensadores que protes-
taron contra el cambio catastrófico, que creyeron que ha-
bía recibido su fuerza del intelecto critico destructor. Aun
el gran Auguste Comte entendió mal a Rousseau, y lo
satirizó atribuyendo efectos perturbadores a sus ideas.
Creo que en el juicio de la historia, las catástrofes
los siglos XIX y xx difícilmente pueden atribuirse a la Ilus-
tración. Fueron búsquedas de un código moral razonado
que se esperaba que liberaría al hombre. El fracaso de la
64
que hoy ·día sedamenta tanto, no se debe a qúe
se haya convertido en un tirano del espíritu; antes
el lamentable fracaso de nuestra época se debe a que
hemos otorgado suficiente influencia a la razón en
tos humanos. Aún sufrimos sobre el potro de las
institllCí<onc:s sociales que funcionan sin una actitud crítica,
ue significa que en realidad nunca hemos tomado en
el programa de la Ilustración. Observaremos a al-
de estos hombres y sus visiones, para que podamos
lo grande de la promesa que se anunció para nues~
época moderna.
Adam Smith
Hume, Adam Smith también se consideró a sí mis•
el Newton del mundo moral (Barnes y Becker, 1961,
. de enfrentarse a ella en su totalidad. El sistema
presentó realmente constaba de dos grandes partes:
de presentar al hombre en su "totalidad", en térmi-
de todas sus motivaciones. Por ello, en la primera par-
de su sistema, la Theory of Moral Sentiments [Teo1·ía
los sentimientos morales, FCE, 1941], hizo hincapié en el
"'"'"L~u.u... wcu de simpatía que mantenía unida a la sociedad;
la segunda parte, The Wealth of Nations [La riqueza
las naciones, FCE, 1958], subrayó la propensión del
a traficar e intercambiar para acumular y obtener
pero para Smith este panorama de dos facetas
en conflicto, sino bajo la influencia de un prin-
regulador superior, el principio de la justicia, como
concibiÓ (cf. a Merz, 1914, vol. 4, p. 458 y nota).
posteridad olvidó la amplitud del sistema de Smith,
hincapié en el hombre económico. Para Smith, la
"......... u•uua sólo representaba un aspecto de la vida, y era
detalle lógico de un proceso moral predominante. Como
·antropólogos de hoy, Smith comprendió que la econo·
estaba atrapada en la gran red de las relaciones socia-
La filosofía económica de laissez-faire sólo fue una se-
65
paración arbitraria de la mitad del sistema de Smith: los
motivos .comerciales humanos, que según él po.dia ·permi"
tirse que siguieran su curso natural sin las restricciones
históricamente mutiladoras del mercantilismo. La famosa
"mano invisible. de Dios" que guiaba la estructura de la
sociedad era auténtica para Smith, quien creía en la Divina
Providencia; no hiz.o una apología dnica de la economía
inmoral.
Los seguidores de Smith perdieron de vista la naturaleza
fundamentalmente moral de la acción humana. Tanto que
al atomizar la economfa se vieron impulsados a objetar
que Smith hubiera introducido la dimensión social en el
terreno económico. Las divisiones de Smith habían sido
provisionales; el enfoque sistemático, metódico y estricta-
mente deductivo fue obra de sus seguidores, en especial de
Ricardo. Ellos se sintieron inclinados a la separación y a
la deducción analftica, y separaron la economía cada vei
más del gran contexto en que Smith la había colocado.
Como en el mundo actual de las ciencias separadas, esto
produjo una enorme bibliograffa que trató de sistematizar
e introducir el rigor lógico en la nueva disciplina. Ricardo.
tenía verdadero talento para esto, y logró una gran fama
con ello (cf. a Merz, 1914, vol. 4, p. 459). ··
Todo el desarrollo subsecuente de la· economía en el
glo XIX fue una reacción a las abstracciones de los segui-
dores de Smith; pero diffcilmente podría culparse a Smith
de lo que hicieron sus seguidores; igual que Comte, como
veremos, no fue culpable del estrecho positivismo que pro-
cla~aron en su nombre. Los sociólogos posteriores, comó
Alb10n Small y Franklin Giddings, atribuyeron un
valor al esfuerzo de Smith por hacer un análisis
de la sociedad: Giddings aun afirmó que Smith era
Newton de las ciencias morales, basándose sólo en la
de la simpatfa (que Giddings tomó, pulió y la llamó
principi~ d~ "la con~encia del género"). Small, quizá
que nadie, mtentó remterpretar a Smith en su gran dimen-.
sión moral, y escribió un libro para mostrar que la filo-.
soffa moral de Smith había sido suprimida durante un
66
. el intento mezquino de producir sólo bienes eco-
Llegó a afirmar que si Smith hubiera escrito a
siglo,· se habría sentido más ·inclinado al sócia-
;que al capitalismo. ·
visión de Smith pudo haber ofrecido un marco teó-
un estímulo para la sociología profesional. Sin cm-
fue totalmente inadecuada para los dilemas morales
época. Los seguidores de Smith en Inglaterra, y tam-
los fisiócratas en Francia, estaban muy lejos de los
nr,ouJLcu"'" básicos de su sociedad: el Código de la Natura-
no podía resolverlos automáticamente.
nf~Cel;itaLIJan
menos confianza y esperanza, y más aedo-
pragmáticas; aquí Bentham introdujo en el escenario
nuevo. Trató de unir el análisis social abstracto con
enfoque pragmático directo de los áridos problemas
la sociedad de su época. Así se apropió conceptos de
y de Hume, y también ideas de los franceses. No
excepción de su época, propuso su candidatura para
titulo honorffico de "Newton del mundo moral", por
aplicado un sencillo principio positivo a una gran
de fenómenos, como Newton aplicó el Principio
la Gravitación. El Principio de la Atracción Univer-
de Newton fue remplazado por el Principio de la Uti-
basada en la asociación de ideas. Con Bentham, las
que se habían aplicado durante algún tiempo toma-
forma definitiva de la doctrina utilitaria, y se apli-
consciente y sistemáticamente a los asuntos jurídicos,
y polfticos. Bentham deseaba desarrollar un
experimental, científico, para la teoría moral y ju-
una ética práctica que tuviera el espíritu de la cien-
pero que pudiera servir para reformar a
.Asocieciad en la profunda crisis de esa época (cf. Halévy,
Hume, Bentham deseaba crear una ciencia que
67
 estuviera centrada en ~1 hombre, pero su opción para
ho.~bre fue muy poco mgl~s~: no sentía un respeto
matico a la ley mglesa tradiciOnal ni por las ficciones
dicas Y. sociales. Graham Wallas expuso brevemente
pensami.ento de Bentham: "No tenemos deberes pa:ra
abstraccrones como Estados, constituciones, derechos
les, partidos e Iglesias, sino sólo con los seres
reales, que sienten dolores y placeres reales" (1923, pp.
?I). Bentham continuó la obra de Hume: tenía la misma
Idea basada en el hombre, el mismo respeto a las pasio•
nes, Y no a las abstracciones de la razón. Creyó que. no
~ab:ía obstáculos para reformar a la sociedad para que
Sir;Iera a la felicida~ humana, después de que se descu-
br~er~ ~n marco teónco para el análisis y la operación de
pnncrpw~ se?cillos que todos los hombres pudieran acep•
tar. La crencra podría servir abiertamente al hedonismo, y
transformarse en un arte de la vida social.
La obra de Bentham es muy importante para la historia
que estoy trazando. Fue una visión magnífica. Reunió el
método newtoniano y todo el optimismo científico de esa
época, y les aplicó el análisis constructivo de los problemas
~orales y sociales. Sin embargo, fracasó. En las cuestiones
.JUrídicas, el utilitarismo se adelantó a su época, 0 más ·bien,
~as leyes se quedaron muy atrás; en el campo económico .
Iba al paso de su época; en la polftica se quedó muy atrás
(Halévy, 1960, p. 4). Esta filosofía se agotó finalmente con
John Stuart Mili, y debemos aclarar por qué fracasó.
La moral experimental basada en el modelo newtoniano
fracasó p~r ~arias r~zones. En primer lugar, la psicología
de la asociación de Ideas fue una psicología falsa, como se
descubrió en la última parte del siglo XIX: la mente hu-
mana no ~unciona basándose en las sensaciones atomistas.
Al contrario, las ideas son formativas, imponen su propio
orden Y en parte determinan las percepciones; no reaccio-
nan sólo mecánicamente ante las sensaciones del mundo
externo. En segundo lugar, como veremos en otro. capítulo,
Y como lo mostró el fracaso de la aventura del Panopticón
de Bentham, para aplicar principios deductivos sencillos
68
:ouuu~·~ humana se debía conocer considerablemente
los e alcances, las formas y las dimensiones de la
de lo que era posible en la época de Bentham.
un hedonismo sencillo· como base para una predicción
forzosamente era un error, porque se basaba en
uu,LuJ~•. ~ .. to muy superficial de la complejidad de la
humana. Finalmente, y no es lo menos impar-
el utilitarismo estaba al servicio del parlamentarismo
de la economía del laissez-faire, y trataba. de ase-
la formación definitiva de la sociedad burguesa. Los
en última instancia, debieron hacer el mismo des-
to que los franceses: la ciencia del ·hombre no
estar al servicio de un gobierno que representaba a
grupos de intereses creados. El gobierno parlamentario
un sistema de componendas, que repartía de manera
·· los beneficios de la nueva Revolución Industrial.
Saint-Simon y Comte lo advirtieron muy claramente,
existir una ciencia: del hoinbre a menos que ésta
activamente para oponerse a los grupos de intere-
creados de la so¡;iedad parlamentaria. La razón es sen-
la ciencia del hombre toma a éste como centro,
el gobierno se convierte en algo periférico, al
del hombre, y las instituciones más respetables
adaptarse a la corriente siempre nueva del cono-
del hombre. Los científicos no pueden ser sólo
en empleos del gobierno, sino que deben ser con-
activamente influyentes, como lo creían
y Rousseau. Al trabajar dentro del sistema par-
de componenda, el utilitarismo mostró no ser
más que una esperanza ingenua, que se abandonó rá-
l·"'-'<l.I..<J.oJJte cuando mostró ser "irreal", esto es, para las
cotidianas de la época, que no son necesaria-
las del hombr~. Carlyle fue de los primeros que
cat:ac;rro1n en forma violenta la traición del utilitarismo a la
real de una reconstrucción social completa.
al final de este muy breve bosquejo de la aventura
por crear una ciencia newtoniana de la moral, lle-
a donde la dejaron Rousseau y los. franceses. Como
69
 los esfuerzos ingleses no
ün ,marco para una ciencia del hombre.
tradición cuando prefirió al Estado y no al
. se valió de la metáfora de la gravedad para
mr el moral; Bentham y Mili la rerm11n,.,.,..
·~ a~oyar ineficazmente las dudas de, Hume:
cx_e1;cra moral digna de ,tal nombre debe concederle,
dividuo las mayores opciones posibles para cambiar las
tructuras sociales. También hemos de mencionar el plan
Carlyle p~a una reconstrucción social completa: plan
seria realizado por una élite cárismática que
al mundo con poderes trascendentales. (¡Ojalá
esta alternativa!) Carlyle fue la conciencia poderosa de
época, uno de los pocos en , Inglaterra que advirtieron
ramente ~u.e la ciencia del hombre era un problema
pero 1? umco bueno de sus sugestiones para reorganizar
la s~c1edad probablemente fue inspirado por los saint-siZ
momanos; Carlyle se sintió interesado en esta doctrina has-
ta que su mentor: Goethe, lo hizo renunciar a ella, alar-
mado. Ahora analizaremos la continuación de la Ilustració
francesa, en Saint-Simon, Comte y Fourier.
NUEVAS RESPUESTAS A LAS DOS REVOLUCIONES:
LOS GRANDES SISTEMAs FRANCESES
¿Cómo ~ra el mundo en las décadas que siguieron a la
Revolucrón Francesa? ¿Cuáles eran exactamente los pro-
blem~s que produjo ésta, y su allegada, la Revolución In-
dustrial? Debemos prestar mucha atención a los relatos de
esa épo~a porque sus problemas aún son nuestros. Con la
Revoluctón ~rancesa algunas de las principales institucio-
nes de 1~ soc1eda~ feudal se ~errumbaron con estrépito, y.
se despeJó ·el carmno para construir la sociedad industrial
con nuevos ~od.elos de gobierno. Inglaterra comenzó a ha-
cer esto algun tiempo antes que Francia, pero se produje-
ron grandes cambios en la industria y en la de ·
Par1amentarm · d mocracta
urante esas mismas décadas en la primera
70
siglo XIX. Todos los beneficios y la mayoría de
que hoy día sufrimos entonces se pregonaron en
Occidental. Los beneficios se anunciaron en voz
exuberante variedad de bienes de consumo, el li-
de la tiranía, los gobiernos representativos; esto
un nuevo mundo donde habría integridad hu-
,, dignidad, comodidades, continuas novedades y es ti-
Por otra parte, los males fueron menos claros, -y
tiempo antes de que fueran entendidos plena-
El Horno sapiens, que 50 años antes debía ser cas-
• por su orgullo excesivo, gradualmente perdió los
por los que se sentía realmente orgulloso: la fa-
y· la herencia, el sentimiento de que tenia un l.u?ar
, la' historia, ún concepto del mundo coherente y. cn;Ico,
de los oficios, la conservación de la dtgmdad
Esto desapareció gradualmente al surgir las colas
empleos, el trabajo a horas fijas,. la efic~cia .Y la
Llt•.u•~-··--- a la producción y a las ganancias .. La mtel~g~n-
crítica de todos, excepto quizá de una mmorfa pnvlle-
de pensadores, gradualmente fue modelada por esta
n
actividad; así en términos generales el orgulloso
sapiens hoy día (en la sociedad occidental) se ha
en un examinador atento y escrupuloso de las
de fábrica, en un codicioso consumidor de baratijas
chatarra.
El importante derecho de que el individuo sea ~e~ado
paz, de adquirir lo que cree que vale la pena, de VIVIr el
de vida que planea, realmente no se pudo alcanzar
Estados Unidos, la primera sociedad revolucionaria, P?S·
feudal, como observó Alexis de Tocqueville. Hoy día ya
· no hay personas, como siquiera Thoreau o Emerson; que
nos ofrezcan las guías necesarias para que podamos ser nos-
mismos; La dificultad consiste en que el hombre ne-
cesita modelos de dignidad y grandeza para seguirlos. Sin
tener ninguna guía acerca de las cos~s qúe valiera l~ pe~a
adquirir, sin modelos realmente valiosos para segutr, sm
cosas que valiera la pena hacer cuando se encontraba solo,
el hombre quedó a merced del mito colectivo: en todas
71
 "gozar". No tuvo 1ll.ás remedio
se lamentó: el "arte de esclavizar"
se perfecciona. Por ello' se inició una
por alcanzaí· una posición basada en gran parte en el
sumo de bienes siempre nuevos, en el orgullo de ser
pietario, y no en la éxcelencia. Esta historia es tan
c?nocida '! tan constantemente pregonada que resulta
vml repetrrla; pero es nuestra historia. Lo peor de esto
la pérdida gradual del sentimiento de vivir en <-UJlllULlHIUal~,
de la. busca común de elevados bienes espirituales y
metas comunes valiosas, de verdaderos desafíos sociales,
de la posibilidad. de continuar teniendo dignidad
na. En pocas palabras, la. responsabilidad ha muerto. El
hombre moderno ha aprendido que las adquisiciones son
fun~~entalmente insatisfactorias; que la libertad sin la
posibilidad de hacer una elección real es una contradic-
ción; . que vivir para las propias metas, rodeado de otros
individuos que hacen lo mismo, no es vivir en comunidad.
El resultado es que la democracia representativa se ha con-
vertido en una idea platónica sin sustancia real, cotidiana.
En 15~ años, desde que se inició este drama de degradación
paulatma, no hemos podido echar los cimientos de una
verdadera democracia; no se ha brindado una educación
crítica, continua y total a toda la población, que es lo
único en que puede basarse un gobierno representativo y
responsable. Por consiguiente, las elecciones políticas se
ha~ COJ?-Vertido en una especie de gran rito nacional, en el
meJor de los casos en la celebración, sin sentido crítico,
de lo mediocre, en la lucha viciosa por mantener el statu
~uo, y lo que es _peor, en una lucha egoísta que promueve
sm estorbos el od10 y el temor, el enfrentamiento de un par-
tido contra otro, del hombre contra el hombre. En un
extremo, se encuentra la blanda inmoralidad; en el otro
el engaño deliberado; en medio, la confiada exaltació~
de lo mediocre,_ el _sistema de dos ,partidos con un solo pro-
grama. La ~edicación, cuando existe, es una preocupación
por la sonr~s~ alegre y la- mirada seria que conquistan el
voto superficial; sólo se trata de procurar apoyo para una
72
u1 .,u•u~~ sólida; además de esto, su máxima meta es la
de los enemigos, grandes o pequeños. El nor-
''""":c:1ua.
en el extranjero hoy día se siente incómodo
le preguntan acerca de su programa, de sus metas
el futuro. La promesa de la democracia industrial hoy
casi. un proyecto secreto, oculto en los corazones de
cuantos hombres; algunos de ellos, afortunadamente,
se encuentran entre los dirigentes. Todo lo que pode-
decir hoy día, 150 años después de la Nueva Promesa,
estamos celebrando una Nueva Fiesta Romana, en
se considera que la responsabilidad comunal sólo con-
.en convocar a la. guerra mundial. Cuando. C .. Wright
expuso esta tesis en sus libros La élite del poder • y
causas de la tercera guerra mundial, la mayoría de la
académica le volvió .la5 espaldas o criticó los
de su presentación, pero no demostró el equívoco,
ofreció una tesis más convincente para sustituirla.
, .Hoy día nos encontramos en una extraña posición para
poder apreciar el clima de la opinión que reinaba en Euro-
pa exactamente después de la Revolución Francesa y du-
rante los dilemas de la Revolución Industrial. Dos terceras
partes del mundo s~ enfrentan de nuevo a los mis~os di-
lemas, tienen las mtsmas esperanzas y temores. ¿Cual es el
preeio del orden? ¿Cuál es el precio de la industrialización?
¿Qué debemos conservar del orden _be.néfico de. l~ so_ci_edad
'tradicional mientras intentamos ehmmar sus InJUStiCiaS y
· sus desigualdades? ¿Cómo puede conservarse lo bueno y re-
cltazarse lo malo? ¿Es un beneficio absoluto la industria-
.lización? ¿Pueden preverse o remediarse sus malos efectos?
¿Qué dirección tomará y bajo qué tipo de gobierno? ¿En
qué medida exactamente contribuye a este proceso el voto
libre? ¿Qué significa éste realmente en manos de un cam-
pesino ignorante? ¿Es un fetiche. el voto del ignor:mt.e o,
quizá aún peor, un obstáculo activo para un cambio mte-
ligente? ¿Qué tipos de mercancía son fetiches, y quién las
prohibiría si la gente "realmente las desea"?
+ FCE', 4\L reimpresión, 1973.
73
 . pí:egtintas sÍm angustiosas, y a. menudo están
bien.' informadas por las lecciones de nuestros
éxitos' duránte estos 150 años de la historia en ...,,....,... <::iut::
pero la. nueva élite de las dos terceras partes del
que está formulando estas preguntas a menudo se
'tra mejor informada de nuestros problemas que
mismos. Por ello, una y otra vez plantean las preguntas
nosotr?s hemos dejado de hacernos: "¿Bastó con que
destru~da la clase hereditaria privilegiada y aristócrata,
~er pllar del fe?dalismo? ¿Debe ser eliminado el segundo
~ilar de~ feudal1s~o, a saber la propiedad privada de la
tierra? S1 ambos pilares de la sociedad tradicional no son
eliminados ¿realmente puede lograrse una transición eficaz
hacia la democracia industrial, al servicio del bien común?
Sin estecambio doble, ¿la democracia parlamentaria no es
sólo un nuevo si~te~a .explotador,. con· nuevos propietarios
y :Iases q~e rediStribuyen la antigua y la nueva riqueza
pnvada? SI esto es verdad, ¿no es sólo un nuevo tipo de
expl~tación la den;o<:acia industrial, un cambio rápido
de disfraces que deJa mtactos los problemas básicos? Si no
es así, _si la democraci31- industrial realmente hace que cada
vez exista más riqueza para más gente, ¿basta esto? ¿Basta
distrib~ir más y más las mercancías, irreflexivamente, para
convertrr al hombre en un mono consumidor astuto, que
observa codiciosamente las cosas?" Estas son pregúntas an-
gustiosas y apremiantes. No examinamos en estos términos
hoy día en nuestras escuelas y en nuestras universidades a
la Revolución Francesa y sú consecuencia: la Revolución
Industrial. ¿Hemos renunciado en Occidente a enfrentar-
nos a los problemas que hoy día las dos terceras partes del
mun~o están enfrentando? La respuesta es que hemos re-
nunciado, y que sólo una ciencia total del hombre en socie-
dad puede empezar a corregir nuestros errores. Saint-Simon
y Comte comprendieron esto muy bien al inicio de la era
moderna, como lo observé al final de la sección anterior.
Ahora los examinaremos.
74
Henri Saint-Simon
F~ancesa y los nuevos avances industriales
de relieve agudamente las cuestiones que h_emos
antes. Los europeos de pronto comprendieron
en "un área en desarrollo" para usar la t;r-
actual. Sólo que no tenían los modelos de m-
ruso, chino o norteamericano, sino sólo sus
tn;:uL«1~s.u•vuingenio
. y sus prejuicios. En ~sa é~oca era
tener buenos instintos, mucho Ingenio y un
de prejuicios, pero muy pocos pensa~o~es e~taban
en este sentido. Saint-Simon se distinguió por
tipo de pensador, y tuvo estas cualidades. En mu-
aspectos era semejante a Rousseau, q~e d: pro?to
en el escenario industrial posrevolucronar~o .. Samt-
penetí:ó en el corazón del problema, advrrtió que
industrialización era conveniente, que el nuevo reaco-
de las clases (con su nueva inm?~alidad) era malo,
la moral era relativa, . que la fehci~ad .humana era
importante. Primero confió en la ci.enCia! pero ~es­
como Rousseau, advirtió que a los científic~s les Im-
un comino el estado de la sociedad, que solo desea-
"realizar" más ciencia académica .. Al. prin~pi~ alquiló
casa cerca de la Academia de Ciencias e m_vttó a los
científicos a asistir a cenas espléndidas, para
sus cerebros". El intento no tuvo éxito y él
afirmó: "Estos caballeros comen mucho, pero no hablan
mucho." ' .. .
Se sintió furioso por la falta de responsabilidad s?c1al de
los científicos; fue más violento que Rousseau, qu~z~ por-
que su carácter era menos poético, y porque la cns1s pos-
revolucionaria era infinitamente más alarmante. que la mo-
ral social en la época de Rousseau. Como D1d;rot ~ntes
que él atacó a la élite científica, a los matemáticos: esos
calculi~tas ruines que se esconden detrás de los muros de
la x y la Z" (Manuel, 1956, p. 137); le habían vuelto las
espaldas al problema social, algo que un hombre de la ilus-
tración con una gran visión no podía comprender. Escu-
75
 cheníos. sus palabras apasionadas, tan emocionantes y sig-
nific.ativas como si las hubiera dicho hoy día:
";. ::.~~'La
sangre me hlerve, la ira me domina. . . ¿Qué de-
···. recho tenéis (los matemáticos) en este momento. de ocu-
. par 1~ posición de avanzada de la ciencia? La espe-
cie .humana .está sufriendo una de .las crisis más graves
que ha experimentado desde el inicio de su existencia.
¿Qué .esfuerzos habéis hecho para terminar con la cri-
sis? ¿Qué métodos habéis adoptado para restablecer el
orden en la sociedad humana? (Citado por Manuel, 1956,
FP· 137-138).
Frank Manuel, ~n su sobresaliente obra sobre Saint-
Simon, resume su actitud ante los científicos, y el problema
de su época, en unas cuantas palabras bien elegidas:
Saint-~imon empezó a advertir que los dirigentes de la
ciencia contemporánea eran indiferentes, ciegos ante
la catástrofe del continente europeo y el caos de la so-
ciedad, y que realizªban sus experimentos triviales sin
preocuparse por las consecuencias. Tenían la clave de
la salvación del continente europeo: la integración del
pensamiento científico y la imposición a la sociedad
de un sistema uniforme de conocimientos y moral; pero
eludieron su deber, y dejaron que todo el peso cayera
sobre los hombros de Saint-Simon. Le produjo ira con-
templar el egoísmo de los científicos, que realizaban sus
insignificantes experimentos mientras el mundo, que ne-
cesitaba su dirección espiritual, se desangraba hasta mo-
rir, Y. Sa1nt-Simon los arrojó de la altura en que los
había colocado unos cuantos años antes en su sociedad
ideal. Primero acusó a los ·físico-matemáticos, después a
los fisiólogos. Se habían negado a formular una teoría
científica general que guiara a la ciencia del hombre
(Manuel, 1956, p. 248).
Adecuadamente podrían haber sido llamados "científicos
anarquistas" (p. 83), igual que sus descendientes modernos.
76
el problema de la ciencia y la moral que ocupó a
después de· la decadencia de la cosmología
(la historia que bosquejamos en los dos primeros
•mrUl.uOJ se resume aquí. Saint-Simon planteó el problema
ciencia y de la moral en una sociedad induso:ial
de una ciencia unitaria y de un mundo umta-
que ofrecerían una moral razonable para remplazar a la
había desaparecido, problema que empezó con Desc~­
Leibniz, Saint-Pierre, Diderot, Rousseau, y que cono-
con Marx, Ward, Veblen, Dewey, hasta C. Wright
en nuestra época. Penetró en la historia cuando ésta
una atalaya desde la cual se podían investigar sus
en una época en que un cerebro sensible, va-
y crítico podía dominar toda su extensión. En la
posrevolucionaria, él pudo advertir el pr~blema de
conquista, ·de las cl~ses, del orden, del c~mbio, . d~ un
que antes no era posible. Todo se habm precipitado
ta volverse una solución transparente. Como Rousseau
que él (pero vivió en una época .que hizo ~~e 1~ de
pareciera inocente y tranqmla) la o~Igmalidad
Saint-Simon consistió en reunir todas las cornentes pre~
del pensamiento en una nu~va unidad c;ítica, .Y suge-
un programa definido de acción terapéutica. Hizo que
toda la ilustración se relacionara con los problem~s de la
·· industrial después del fracaso de la síntesis teoló-
y sugirió una nueva reconstrucción social ra-
total: una comunidad secular bajo la guía suprema
de una ciencia del hombre en sociedad. Así planteó el pro-
blema que aún existe en nuestra época•. y se co~virtió en
de los fundadores clásicos de la sociOlogía, figura ver-
ñ~,rlPlr:JTneJnte grande y original en la historia de la ciencia
Auguste Comte
embargo, Saint-Simon generalmente no es reconocido
el "padre" de la sociología en sentido directo. Esta
•.. utoL""·'u" generalmente se reserva para su discípulo, Augus-
Comte, que acuñó la palabra "sociología". Comte des-
77
 arrólló plenamente todos los ingeniosos ·pensamientos·
Saint-Simon, ·y los puso· en forma sistemática y en· un
co teórico que Sáint-Simon sólo había bosquejado. Pqr
fue Comte el teórico más destacado de la· sociedad
ciente",. y dio un orden intelectual crítico y una est:rnrh•>'ii
científica a la visión apasionada y a las atrevidas ~u¡o1;esao.
nes de Saint-Simo:ri.1
Una de mis principales tesis en este libro es que
tamos hacer una revaluación total de la obra de Comte.
pecíficamente debemos reconsiderar su esfuerzo sis
co, desde la atalaya de todos los conocimientos que
adquirido en las diferentes disciplinas desde esa época.
la presente sección deseo mostrar qué trató de hacer
mente Comte, antes de indicar algunas razones de por
fracasó. En una sección .posterior trataré de relacionar
tros conocimientos acumulados con el mismo marco t~>rl..,,.n··
~ue trazó Comte, y mostrar cómo este marco puede actua:~
!izarse, y por qué es extraordinariamente importante hoy'
día para una ciencia del hombre.
Comte ha sido acusado por muchos pensadores de segun~
da categoría de ser uno de ellos. Durante su vida lo tra-
taron bastante mal, y lo menospreciaron o lo interpretaron
1
Alvin Gouldner hace una especulación sugestiva de por qué
los sociólogos modernos prefieren a Comte y no a Saint-Simon
como padre de esta disciplina. Dice que Saint-Simon está de-
~asiado comprometido con el subsiguiente desarrollo del socia-
lismo; que para la sociología podria ser muy dafioso profesio-
~almente .hoy dia considerar el socialismo como parte del
~pulso del desarrollo de la sociología. Al regresar a Saint-
Simon, la sociología adquirirla no sólo un padre sino como
GoulcJ.?~r afirma, u~ "hermano oveja negra". (In~rodu~ción ·a
Durkherm, 195~, p. IX, nota 5.) Pero iré más allá y sugeriré que
r;conoc~r a Samt-Simon. no sólo implica la mancha del socia-
h~~o, smo un~ mácul.a pe?r: Saint-Simon careda de respeta-
bilidad académica y Científica. Era un aficionado, un autodi"
dacto, un aventurero, un espeClllador financiero, y a veces fue
u.n. hombre muy irracional, que fracasó en un intento de sui-
crdi? cuando el mun?o desdefió su prograi:na. Además, atacó
malignamente a la ciencia, y su petición de una ciencia del
78·
lo ha tratado aún peor. En alguna
afirmó que ya que él había creado el psko-
derecho a definirlo como quisiera. Comte
pero muy pocos le han concedido el
definirlo. Aclararemos esto de una vez por te-
intentó que el positivismo fuera un sistema
de moral, y no sólo un método científico y téc-
a:rializar hechos sociales.
se considera que su obra tiene dos fases .
la primera fase está en los seis volúmenes del
de. philosophie positive (1830-1842), y la segunda
los cuatro volúmenes de Politique positive (1851-
primera obra fue un tratado de todas las cien-
la que hizo la asombrosa y nueva afirmación de
sociología seguía lógicamente, en la historia, .al des~
de las ciencias: por consiguiente, era la ciencia na-
superordinada para el análisis de los hechos sociales;
era un método científico pata tratar los asuntos
sino, lo más deseable, era el logro final y más
de la ciencia. La segunda obra anunciaba una
de la humanidad" basada eñ el amor: en una nue-
.• cclmlllllliuau,· la s?ciología estaría al servicio del orden
en la sociedad no tuvo pretensiones morales, ni ins-
científica. Saint-Simon reveló que la sociología se ba-
las valores, y que era una protesta contra las pertur-
sociales y las condiciones de la época, en un grado que
logró. Éste era un científico preparado y un pensador
y paciente. Cuando conocemos su sistema podemos
un aire básicamente reformista y puramente. intelec-
por ello lo usaron los conservadores. Saint-Simon no sólo
socialista, sino que se vio tan abrumado por los valores,
el irracionalismo, por su voluntad desbordada, por sus
estridentes, por su calidad de aficionado torpe, que la
spf~tal)iliidad sociológica se verla atacada en su base si lo
como padre de la sociología. La sociología de-
lograr una imagen totalmente nueva como una ciencia
de valores que se esforzara por resolver. los problemas
del mundo real. Quizá hoy dia estamos preparados para
reevaluación, pero ciertamente no lo estuvimos durante
últimos 50 afios.
79
 p3J-a.promóver el interés soci~, y
·particulares predominantes. La
;¡.,,,¡;;¡.;¡.""'"
el amor en una sociedad ordenada
del hombre.
Stuart Mili, Littré y otros notables admirador~s de
basaron su acm:iración en su primera obra, y ...v''"•ue.rarn
que ha?ía escn_t~ la segunda vfctirr¡.a de algún tipo
demenaa o semhdad. A menudo afirmaron ex.plJtciltaiJnei
te que esto reflejaba los amores de Comte con Clotilde
Vaux. Más tarde volveremos a analizar la unidad
y n_ecesaria del sistema de Comte; por el momento
decir que contra la opinión de muchos comentaristas
p_erficiales, Comte tenía conciencia de lo que estaba
c1endo: las dos "fases" de su obra constituían un todo
gral. En su primer periodo hizo una sistematización
una ?a~e- científica positivista para evitar las
de_ m~stlClsmo que él sabía. que podrían hacer a sus
prmopales. En el segundo periodo realizó una franca
mación de sus ideas sobre los sentimientos, el amor v
moral, que él creyó que eran la base de toda su obra '
Lévy-~ruhl, 1903, p. 13); pero toda sti posición, como Ío
advirtieron Henri Gouhier (1933, p. 18) y otros, """f'U'-Ha·
mente quedó trazada en su primera obra (1818-1 que
fue p:ecursora de todo lo que llegó después. Parece que mue.
chos mté,rpretes de Comte, ~urante la vida de este pensa-
dor Y mas tarde, por estar mspirados en la visión de una
sociología científica, y· bajo la influencia del mecanicismo
Y del m~t~rialismo del siglo XIX, sencillamente pasaron por
alto la ultima parte de su sistema; esto es, la visión en que
se basaba toda su obra, Los positivistas desmembraron a
Comte (cf. también Simon, 1963; Manuel, 1962, p. 26'7).
No estaban preocupados, cómo él, por el problema moral
fun_damental planteado por la Ilustración, y que la Revo~
lución Francesa puso de relieve.
C~mte fue el último pensador de la Ilustración que in-
tento resolver de una vez por todas el problema de rem-
plazar la :nor~l- medieval perdida por una nueva síntesis
moral y cientifica. Como Saint-Simon, fue un hijo de la
80
advirtió su tragedia y las oportunidades
su propia definición, el positivismo sig~
;,~ •. "h~i..-n••""nr.l"ón de la política a la moral (1848,
ci~ncia aparece en el escenario sólo pam of¡·ecer
una moral aceptada. Comte creyó que era
usar la razón en: todas las esferas, así la ciencia
lo que más necesitaba el hombre: "una fe
La ciencia positivista relacionaría el análisis
con todas las cuestiones y los problemas sociales,
· en el terreno de la naturaleza inanimada. Así,
podrían analizar las causas de la infelicidad
ponerse de acuerdo en cuáles eran éstas, lo cual
"indicaría el verdadero camino del de-
y así se resolvería el problema de la~
El filósofo de las ciencias y el lógico
asombrarse de esta fácil transición de los hechos
· morales. La respuesta a esto es que Comte
interdependencia de las ciencias y de la moral
ctmmeJrue en el marco teórico que él heredó de la Ilus-
en resumen, que una ciencia del hombre en: sacie-
es la ciencia central a la que todas las otras contribu-
y son periféricas (Vico, Diderot, Rousseau); y que su
guía es la idea del progreso (Turgot, Condorcet).
'ello, si la ciencia se centra en el hombre y lo sirve, y
progreso es su meta, entonces, lógicamente, cuando se
,;...;~.. lhr'"' las causas sociales de la infelicidad humana, ten-
una guía automática para una solución aceptada.
en la Ilustración (como vimos) finalmente culminó la
.idea de investigar la naturaleza para guiar la mo-
en este sentido, el hombre toma de ,la moral su
teológico y hace que sirva al mejoramiento hu-
Investiga a la naturaleza por su propia voluntad,. y
pone a su servicio, extendiendo el análisis científico,
a todos los campos: a los humanos y a los socia-
a los físicos y a los naturales. Entonces, cuenta con una
ntlrOJ>O<iícea. Esta fusión de las ciencias y la moral aún es
herencia en la sociología actual; la pasamos por
81
 porque ignoramos el marco
que es el único en que puede funcionar;
l"i.'Th••"r"rión
·el marco de una ciencia del hombre activa, nr110T·P•i•
superior, típica e ideal.
El'. mediano filósofo de las ciencias, que también
esto, goza en descubrir la falacia de los que mezclan
y el "debe ser". Asegura que lógicamente no puede
cirse una proposición de "debe ser" de una proposición
"es"; lo que "es" no implica ninguna transición
alo que "debe ser". Al separar lógicamente los hecl10s
los valores, el "es" del "debe ser", proce.de a demostrar
argumento diciendo que después de que se cambia la
mación de "es" por una afirmación de "debe ser", se
de el "es". Esto resulta muy claro, y desde luego,
mente irrebatible, pero el hombre vive en el mundo, y
utiliza. ¿No se le O!=UITe al analista lógico, que quizás es
sea precisamente lo que debe buscar una superior
del hombre en sociedad? En otras palabras: mezclar el
con el "debe ser", tratar continuamente de remodelar
realidad con una visión de lo deseable, lograr el
que sirve al hombre. La ciencia del hombre se cmractpr·i~"
precisamente por su intento continuo de fomentar los
lores; cualquier hecho es una guía para la acción ~u••¡:,au ....
de valor.
Comte advirtió y comprendió esto, y por ello atr1
un gran valor a la idea del progreso e insistió en que
ciencia del hombre no podía existir sin ella. Así, dotó la
nueva dirección radical de la Ilustración precisamente eri ·
el debate de los "antiguos" y de los "modernos" a princi-
pios del siglo XVIII (1830-1842, vol. 4, pp. 120 ss.). Éste
el debate en que los conceptos dclicos y estáticos de la
historia finalmente fueron abandonados; la gente aceptó
la idea de que quizás el hombre de su época en
era mejor que los antiguos, y que ya no había necesidad
de sentir nostalgia por el pasado, sino que, en vez de esto,
se podía empezar a mirar el futuro. Comte insistió en
que el gran valor positivo de la Revolución Francesa para
una ciencia del hombre era que había colocado en primera
82
de progreso, porque ésta había puesto ante
la visión ·de un cambio social activo, que
humanamente. También hizo hincapié en
-o''"''"'" de la Revolución sobre una ciencia del
saber, que había obstruido el desarrollo cientl-
idea del progreso al oponerse a todo c~ncepto
.· pasado, y a todo enfoque acumulauvo del
de las instituciones sociales (1830-1842, vol. 4,
Ésta fue una de las rawnes por las qu: Comte
a· Montesquieu sobre Condorcet y espectalmente
n<ouss~:au, cuyas ideas habían impulsado la Revolu-
que Rousseau había destruido el
que Montesquieu había dado a los
sociales. En nuestra época, la Revolución R?s~
. 'erció el mismo efecto doble: aumentó la postbt-
eJun progreso radtcal;
• pero al nnsmo
· ·
ttempo, e1
despreció el enfo-
rteuuuo..•u, acumulativo, del progreso humano. Nuestros
académicos, que con razón han o~jetado el se-
efecto del marxismo-leninismo, . eq~tvocad~ente
la importancia de una ·aphcactón acttva del
también comprendió que la ciencia del h_?mbre
ser una ciencia central, alrededor d: la cual grrarían
Con su análisis inmensamente tlustrado del pro-
de las diferentes ciencias, en realidad escribió una
Enciclopedia y actualizó las ideas de Diderot .. En
en que se había logrado un progreso constde-
la química y en la biología, volvió a realizar ".el
copernicano" de Diderot, y de nuev~ centró .ftr-
las ciencias en el hombre. Comte htzo eco VIgo-
a toda la diatriba de la Ilustración contra la
tación, la separación y el particularism~ ~e las dis-
(1830-1842, vol. 4, pp. 220, 282), y advrrttó que la
era tomar al hombre como centro; pero entonces,
aprovechar el avance considerable que se ~abía lo-
en el concepto de las ciencias en ~a Ilustraaón desde
a saber, la maduración de la tdea de progreso, Y
83

h'U1Iiaríid.ad a: través de las famosas "tres etapas":
:n1et:afí!;ica y positivista. Como lo advirtió, entonces no
una. objeción racional o lógica a que todas
ut:uo.;"'~ se centraran en el hombre. Con la sociología
ciencia subordinada· al servicio del progreso humano,
las disciplinas tomarían su lugar .natural en el servicio
homb?"e. Las ciencias físicas y naturales se convertirían
subciéncias de la ciencia del hombre en la sociedad.
. podia ser más claro o sencillo. Éstas son las palabras
Comte:
... todas.las especulaciones científicas, de cualquier
por ser esfuerzos humanos, obligatoriamente deben
bordinarse a la idea deL progreso, a la verdadera
general del desarrollo humano (1830-1842, vol 4, p.
Vale la pena analizar esto, porque todo .el dilema de
fragmentación de las ciencias, del lugar de la ciencia
la sociedad, de la separación de los hechos y los
todo ·lo que preocupa a nuestros más inteligentes
dores hoy día se ?"esuelve sob?"e una base simple, esto
.·centrando la ciencia en el hombre al servicio del nrop-re~:n
humano. Todas las disciplinas quedan subordinadas,
rebajadas, y sólo deben juzgarse viendo si contribuyen
tivamente a beneficiar al hombre. Comte comprendió
que sólo hoy día estamos comenzando a entender:
nuestro panorama de la historia de las ciencias
de alguna manera se ha invertido perversamente. En
palabras, Comte actualizó las críticas ·de Saint-Pierre a
cartes y a Newton y su evaluación excesiva de las ciencias
físicas, haciendo exactamente la misma crítica en una
considerablemente posterior en el desarrollo de las
cías, y loe hizo con mucha perspicacia e inteligencia.
son las inspiradas palabras de Comte, que vale la
analizar hoy día:
Digamos, haciendo una hipótesis quimérica, que
84
general .del. progreso humano algún dia llegará a
perfecta~ que no habrá obstáculo para que se
las deducciones más precisas. Entonces será evi-
que la jerarquía de las ciencias, hasta entonces
.-.tNn"''"'p inve?"tida, presentará a p,-ioTÍ a las diferentes
como partes simples de esta ciencia nueva y
(1830-1842, vol. 4, p. 274, las cursivas son mias).
una ciencia totalmente deductiva al servicio
automáticamente invertirá la prioridad de las
físicas. El lector puede objetar que centrar radi-
las ciencias en el hombre al servicio del progreso,
que no ·convence. También podría· decir que son
la idea del progreso y la posibilidad de una cien-
del hombre. Ésta es una objeción válida, y
de mi obra está dedicada a refutarla; pero ahora es
nnrroLHL<= observar .que Comte no se hacía ilusiones sobre
de elaborar una teoría de gran alcance del
humano o de .la lejanía de una ciencia del 11om-
talmente deductiva. Afirmó:
La debilidad de nuestro intelecto en un .estudio tan
quizá no nos permitirá comprender esta si-
;tu:ao.;I<LJu. Sin embargo, este supuesto [invertir la jerarquía
las ciencias] puede hacernos comprender de inme-
la intervención legítima general de una verdadera
social en todos los órdenes posibles de la espe-
ro.;w•u-•~•u humana (1830-1842, vol. 4, p. 274).
puede ser más realista? Comte en realidad afirma que
las ciencias en el hombre es "una prescripción
típica", por decirlo así, pero muy necesaria y hasta
para lograr cierta unidad y razón en el mundo
investigación científica. Advierte que existe una dis-
entre lo convincente de inmediato, que se basa
conocimiento persuasivo, y lo ideal: lo que debe
Yo llamo "la paradoja de la: ilustración" a esta
screpancia entre el estado real del conocimiento y la vi-
85
sión ideal típica, como luego lo veremos más ut:L.u.LCuJL<U.JI.1<=11'
te. Una exposición de la discrepancia se inicia con
Pierre y Rousseau, pero sólo la, expresó explícitamente
voz científica de Comte. Éste advirtió que la crítica ,
tica no bastaba; desde luego, era la lección que había
en forma convincente la destructora Revolución .L'l•='""~"·
La divisoria busca de diversas ciencias aisladas, fue
cuada sólo mientras los pensadores trataban de destruir
antiguas supersticiones. Entonces pudo tolerarse, pero
go fue necesario algún tipo de nueva unidad
Comte en toda su obra insiste en el problema del
necesario contra la síntesis necesaria. Además, si la
deseaba ser positiva y dejar. definitivamente las
buscas teológicas y metafísicas, debía afirmar su
orgánica. Advirtió que no hacer. esto era dejar un
campo para la teología y la metafísica dentro de la
ciencia. "Al rechazar cualquier nueva disciplina ge:neJral;
los científicos modernos tenderán sin advertirlo a relitaiJle-
cer el sistema que pareda destruido para siempre"
Bruhl, 1903, p. 114). No bastaba desacreditar a los síst:emas
teológico y metafísico por el avance de las ciencias
plinarias; ellos no habrían remplazado estos sistemas
sistemas, y por consiguiente no los habrían invalidado
forma total. Peirce advirtió que la ciencia moderna
traspasada por la metafísica. Comte observó que esto se
bfa precisamente a que permaneda en un estado de
mentación disciplinaria. Según esto, el argumento de
en pro de las ciencias centradas en el hombre es una
ción perfecta para desechar la metafísica inconsciente
las ciencias.
Considerada en su objeto, cada una de nuestras
alcanza el infinito, por decirlo así, mucho más
nuestro ·horizonte limitado. Si entonces, para ~"'''-'~'-"""'
nos, es necesario un solo concepto del mundo, no
dremos este concepto desde un punto de vista nh.;Pt;v.,
pero si cambiamos nuestro punto de vista, si ...:;JL111L1111\J
todas las ciencias al hombre, o aún mejor, a la
86
como centro, entonces podremos conseguir la
que buscamos. Esto es precisamente lo que la so-
w~11v1.,.~ ·hace factible al subordinar la jerarquía de las
Clf~nc~a:; J.JU~1L1v<"' a la ciencia decisiva de la humanidad
1903, p. 116).
dia no puede haber una afirmación mejor del pro-
científico, humano o histórico de una ciencia unifi-
Es la perfecta consumación de la visión. de la Ilus-
de la ciencia al servicio del hombre, un empirismo
al servicio de los valores htunanos, un idealismo ma-
y controlado del tipo más realista (cf. Miller, 1949,
En la época de Comte la visión de la llusu·ación
y la majestad de una ciencia totalmente de-
de todas las disciplinas, al servicio del hombre
era una visión, pero todavía nos obsesiona hoy
unidad espontánea y perfecta de esta materia a
de su inmensa extensión, la solidaridad más pro-
de. sus diversos aspectos, su avance característico
las cuestiones generales a las investigaciones más gra-
especiales, y finalmente, el uso más frecuente,
más importante, de las consideraciones a priori que
las ciencias anteriores. (en especial la teoría bio-
de la naturaleza humana) todo esto debe hacernos
las más altas esperanzas para la dignidad es-
JJt:o..•ua.•uva. de esta· ciencia (1830-1842, vol. 4, p. 282):
gran unidad, el problema leibnitziano finalmente
resuelto, la ciencia y la moral coexistirían en· una
íntima; pero la visión de Comte va más
la de Leibnitz; es una unidad sin la intervención
de la teología ni de ninguna creencia no ra-
resumen, el positivismo ·de Comte resolvió el· proble-
la ciencia y la moral usando la ciencia para apoyar
basada en el hombre. Con toda SU- convicción
87
 mostró que, la vida era un •problema moral, y la
sólo. un instrumento cuya unidad serviría a la mayor
dad, de .la vida. Como de Maistre y de Bonald, y
Carlyle en Inglaterra, él miraba con simpatía a la
Media; pero no sentíl!. nostalgia de sus instituciones.
virtió que la Edad Media poseía lo que el hombre
necesitaba y que había perdido: una visión del
crítica, unitaria, con la que pudiera juzgar lo verdadero ·
lo falso, lo bueno y lo malo, y pudiera subordinar el
personal al interés social; pero, en vez de basar este
cimiento en un fiat teológico, el hombre podría
firmemente en la ciencia. De esta manera, la
pudo lograr lo que la Edad Media casi poseía; pero
sándose en un fundamento más sólido que el que
tener en el pasado: pudo lograr la subordinación de
política a la moral sobre una base científica y no
lógica. El orden y la armonía sociales serían el anuncio
un nuevo día, y el progreso humano entonces podría ser
progreso de los sentimientos sociales, de la comunidad
el amor, todo basado en la,ciencia superordenadadel
bre en la sociedad, al servicio del hombre, que elevara
la humanidad. La ciencia, la moral, la dignidad, el
den, el progreso: tal fue la visión del hombre a
llamaron un "loco glorioso".
Pero hoy día. estamos sanos; tenemos una ciencia y
moral separadas, hemos abandonado todo concepto crítico,
razonahle del progreso, y en gran parte hemos renunciado
a intentar conseguir la dignidad, hemos atacado el concep-
to del orden, calificándolo de platonismo reaccionario, nos
hemos burlado de la posibilidad de conseguir una visión
unitaria del mundo. Es decir, desde la Ilustración gradual-
mente hemos llegado a una posición que equivale, a una
degradación calculada, al abandonar activamente lo que ,
animal humano necesita más: una visión unitaria y crítica
del mundo, imbuidá por una conciencia moral permanen~
te. Al.perder esto (y aun la conciencia de que esto. es nece-
sario) ,no debe maravillarn.os que en Occidente estemos
repitiendo, casi exactamente, la experiencia de los antiguos
88·
que esto .se estaba perdiendo: el Sentimiento
eca.uc:"u......... de la naturaleza que hubo entre los si-
XVI, el gradual agotamiento de la vida, el .. fin
sobre la tierra; pero, a diferencia de estos an-
nuestra actual desilusión no puede ponerse
más allá o de la moral religiosa. En vez de
al servicio de un nuevo cinismo, ciego a
espirituales y humanos, una competencia de con-
"gozar" mientras aún haya tiempo. Carl Becker
mostrar que la idea del progreso en realidad era
de la Ilustración de la Ciudad de Dios de la
medieval, un nuevo futurismo, un aplazamiento de
'"fr·~easc•s del presente. La implicación es que eran inge-
que nosotros somos maduros. Una madurez que
al pasado y que teme al futuro no es, sin em- -
madurez, como lo muestra elocuentemente el mundo.
Quizá por estas razones y por otras, un movimiento
o "neowardiano" en las ciencias humanas
idea muy apremiante, como espero mostrar acumu-
en esta obra.
Fourier y el hedonismo deductivo francés
Fourier encontramos algo completamente nuevo en la
de las ciencias sociales. Como Bentham, deseaba una
del hombre· totalmente deductiva al servicio de los
humanos; pero este nuevo newtonismo tenía un
peculiarmente francés: .la ciencia del hombre total-
deductiva, centrada en la personalidad humana, se
en una total reorganización de la sociedad, en la
de instituciones totalmente nuevas en la escala
grande posible. Por ello, como Saint-Simon, Fourier
una. visión utópica socialista de la nueva sociedad
pero, a diferencia de Saint-Simon, él ofreció lo
consideraba una teoría comprehensiva de la persona-
que le daría a su visión un fundamento científico
Todas sus otras ideas imaginativas y fantásticas han
89
 primero debe obtener un conocimiento de
n::atu1ratez:a, de la ley que· gobierna sus pasiones, para
verdadera sociedad; y esta ley la debe des"
por ·sus propias observaciones e investigaciones,
·Í'ci'sru:neJilte como tuvo que descubrir las que regulan
solar para obtener un conocimiento de su
.ec¡mi:smo, porque la mente humana no comprende las
naturales intuitivru:nente y sin esfuerzo. . . Este
tudio lo han impedido los prejuicios inveterados sobre
:depravación· de la naturaleza humana, que han a par-
las mentes de los hombres de este objetivo prima-
de investigación ... Fourier siguió una ruta dife-
. . . basándose en el principio de la duda absoluta
las doctrinas científicas preexistentes ... Ya que con-
gracias a Fourier; con una teoría de las pasiones
y de una verdadera organización s?ci~, debemos· fu.ndar
asociación agrícola y advertir s1 las ocupaciOnes
'aºrrícola.s, fabriles y domésticas, ·organizadas en l!l;upos y
series, resultan atractivas. Si el experimento tuviera
el más grave y el más gigantesco de los proble-
sociales quedaría resuelto (citado por Bernard, 1943,
674). .

esto extensamente para poner en relieve los dos prin·

puntos del sistema de Fo~ier. El. primero. es .el de
·sistema que está destinado a mtroduor una c1enc1a so-
p1t:na.wt:ute experimental, sin nociones preconcebidas
de la moral y que no da nada por supuesto acerca
la naturaleza humana. Esto está totalmente dentro de
tradición secular de la Tiustración. El segundo punto
es algo que hemos perdido completamente de
hoy día en las ciencias sociales, porque ciegamente
nuestro esfuerzo cotidiano ·por recabar datos
•la esperanza de que :algún día todos estos fragmentos
conocimiento se reúnan y formen una ciencia· total·
madura. ·Fourier· comprendió que la materia de las
sociales era demasiado complicada para confiar en
inductivismo simple. Advirtió que sólo una ciencia ex·
91
perimental, deductiva, ofrecería una comprensión
de la naturaleza humana, similar a la que ofrecen las
cias físicasde la naturaleza inanimada. Brisbane
muy sucintamente el punto de vista de Fourier sobre
problema:
La ciencia social es. vasta y compleja; no puede
descubierta y constituida con ayuda de la oh.,•rv:~r•rm
empírica y del razonamiento; el método inductivo
puede funcionar aquí. Las leyes del orden y la
zación en la naturaleza. deben descubrirse, y de
ciencia debe deducirse .. En astronomía, para resolver
problemas más elevados y más abstrusos, es necesario
ducir, a partir de una de las grandes leyes de la
raleza: a saber, la ley de la gravitación. Esto es aún
necesario en el caso de los problemas implicados por
Ciencia .Social. . . Aunque Fourier fracasó, y no
brió las leyes de la organización de ·la naturaleza, o
dedujo correctamente de éstas, abrió el camino y
el verdadero sendero ... cómo la mente humana
crear una Ciencia Social y realizar la
social qu~ producirá esta ciencia. . . Poseyendo,
Kepler, un genio vasto y audaz, mediante su
intuición y un pensamiento muy analítico,
algunos de los principios fundamentales de la
Social, suficientes para colocarla sobre un tunaantertto
científico, y para darle validez permanente, como lo
Kepler, con la astronomía (citado por Bernard, 1
pp .. 675-676).
Ésta fue la justificación del intento de Fourier de eiitpf~Zal
al punto una reconstrucción social, de establecer
ciedad ordenada para la observación y la
continuas de las pasiones humanas; Fourier deseaba
nar con las inducciones interminables y con las
dones pacientes, divorciadas de. una relación vital
vida social. Deseaba una sociedad experimental al
del hombre. Además, como verdadero ·científico, rec:on.oc1tO
92
equivocarse sobre las pasiones; pero advirtió que
comenzar a deducir de algún tipo de teoría
.......~ .. ~~-·· "Yo deduzco. Si lo he hecho erróneariJ.en-
establezcan la verdadera deducción." En otras
si regresamos a nuestro examen previo de Comte,
advertir que Fourier deseaba poner en práctica
Iat:au>pn" la visión de la ilustración, de una ciencia
al servicio del hombre. Él no aplazó
especulativa" de esta ciencia para. algún fu tu-
te, como lo hizo Comte. Por eso le asignó a Comte
inferior en la historia de la ciencia del hombre: .
el Tycho Brahe de las ciencias sociales, "erudito,
pero no original" (Brisbane, citado por Bernard,
tq¡·.~,,.,prel sistema de Comte debió de parecerle muy
bajo la influencia de los antiguos prejuicios
Ciertamente, no le ofrecía al mundo un hedo-
y nuevo, nutrido y alentado por la ciencia. En
de Comte, lo social predominaba sobre lo indi-
el hombre debería refrenar su naturaleza egoísta
de la armonía social. En el sistema de Fourier,
se organizaría para darle a cada individuo el
de placer para el cmil la naturaleza lo ha-
ampliamente; no importaba que el hombre se
inclinado al placer; si obedecía a la naturaleza en
contrariada, el placer individual no podría tener
~u•L>d»>'"''te perniciosos. E.n el sistema de Comte,
sería dirigido gradualmente por los descubrí-
de la ciéncia a ser más razonable socialmente. En
de Fourier, el hombre podría empezar inme-
a ceder a la capacidad priiDitiva de su natu-
para conseguir un placer no adulterado; bastaba con
· un diseño soCial de acuerdo con las ideas de
las cuales los niños podrían comer sus golo-
en vez de pan duro.
93

CONCLUSIÓN: EL SIGLO ÉN RETROSPEcrrVA: LAS VICISITUDES
LA IDEOLOGÍA Y DE LA PRECOCIDAD
Se intentó establecer comunidades utópicas sociales según
los modelos de Fourier, pero todas fracasaron. La lección
que enseñaron no necesariamente fue que Fourier había
interpretado erróneamente las pasiones, sino que, como la
lección de New Lanark de Rohert Owen, mostraron que
no debe realizarse un experimento social basado en una
ideologia más general, pero que es hostil a ésta, y esperar
que posteriormente tenga éxito. Comte, a pesar de que sus
ideas se extendieron en el Nuevo Mundo, nunca vería
que su positivismo se implantara como sistema moral social
ayudado por la ciencia. Por ello, debemos concluir que
los grandes sistemas utópicos franceses que anhelaban res-
ponder a los dilemas morales y sociales de la época posre-
volucionaria, obviamente fueron insuficientes para la tarea
de diseñar y poner en práctica una nueva y persuasiva
moral científica, exactamente como la de" los sistemas mora-
les empiricos ingleses.
Las razones de este fracaso fueron muchas. En primer
lugar, debemos ser realistas y reconocer que estos pensa-
dores eran sólo pensadores. El gran movimiento de los tra-
bajos, las esperanzas y los temores cotidianos, y el lento
esfuerzo de las instituciones incrustadas y de los "intereses
creados influyeron en el siglo XIX, como han influido en
todos los siglos. Los pensadores son hoyas sobre las olas
de la humanidad que se ven impulsadas, se hunden, y oca-
sionalmente marcan el camino para una nueva generación
de dirigentes; pero todas ellas se m~even en el océano, y
ellas no lo mueven~ Esta imagen es un lugar común, pero
quizás en ninguna época fue más verdadera que en el si-
glo XIX, que avanzó al influjo de su propia diversidad
confusa y de las promesas industriales. Desde luego, los
pensadores como Darwin causaron una .gran conmoción, y
Marx causó una considerable actividad intelectual, pero el
efecto de Darwin fue teórico y el marxismo realmente
94
sólo con las grandes revoluciones de nuestra
La "descentración" de la idea de progreso
para una ciencia del hombre en la sociedad,
XIX, pudo haberse escrito en la "jerga de la ins-
floreció en su lugar: el nuevo liberalismo par-
que sencillamente "no podía tolerar" los gran-
sistemáticos para fundar una nueva moral
Los ingleses, como hemos visto, deseaban refor-
cen la tradición parlamentaria; nunca les
Rousseau (Delvaille, 1910, p. 545). Por ello, el he-
deductivo inglés fracasó como intento sistemático.
"franceses, después de 1848, declararon que su revolu-
nunca sería proletarizada: seguirían el modelo del
inglés, y conservarían el último pilar del feu-
en que se basaba el nuevo reparto de los despojos,
onPr;ntUU bajo la legitimación de Un gobierno representa•
Inglaterra (eh 1649 y 1689) había comenzado a minar
pilar del feudalismo: la clase hereditaria y los
legales aristocráticos; Francia lo derribó más
cididamente" en 1789, Alemania en 1848, Rusia en 1905;
el segundo pilar del feudalismo, el monopolio de la
en manos de particulares, continuó en todos estos
Por ello denominamos a estas revoluciones "hur-
' y no "proletarias". El problema que heredamos
decadencia de la sociedad medieval no ha sido re-
Los dirigentes malogrados que deseaban ampliar lrui
hasta lograr abolir la propiedad privada de
(Gerrard Winstanley, Baheuf, Blanqui, etcétera)
eficazmente suprimidos. Durante la Comuna de
, 30 mil hombres y mujeres fueron fusilados en 1as
de París, y ese fue el fin del movimiento. El estu-
de ciencias sociales debe tener presente que mien-
se realizaba esta matanza, Herhert Spencer estaba
ilUllJ!"lJ'"''u su teoría social, serena, gradualista, que no ad-
ninguna influencia humana sobre la "evolución pro;
95
' ~esivá" de Iá sociedad! Sólo eri el siglo xx hemos
lo que en aquella época no pudo hacerse: un~ .
destruyó ambos pilares del feudálismo, y permitlÓ la
pleta reconstrucción de la sociedad sobre una base to
mente nueva, sin restos de privilegios hereditarios:
sia, en China y en Cuba. El siglo XIX evitó la coJmp•tet
reconstrucción de las dos maneras factibles: sofocó la
lución proletaria y desatendió los esluerzos sistemáticos
los pensadores científicos de esa época.
Para el sociólogo actuál, es importante comprender
esta doble negativa a hacer frente a una
sociál racionál_ no puede ocultarse con la evasiva del
lamentarismo liberal. No había nada "político" en el
vo industrialismo, como no había nada "político" en
instituciones feudáles. El feudálismo fue un ·sistema
dico y sociál, sólo indirectamente político. De hecho,
lo comprendió Comte, la Edad _Media presentó un
deseable precisamente porque trató de subordinar la
tica a la morál. Hoy día, como en el siglo XIX, el
triálismo es un sistema sociál y económico, sólo
mente político (Kariel, 1961, p. 6). Como C. Wright
análizó recientemente (1959): la política en la sociedad
dustrial se encuentra en el "nivel intermedio" del
Nadie habría negado lo deseable de esta posición
nada del poder político en la Edad Media, pero hoy
lo negamos estridentemente, sencillamente porque
bajo la influencia de otro mito: el mito del cont:ol de
sociedad indusi:riál por un parlamento representativo;
el sociólogo debe penetrar bajo el mito, y conocer ·las
zas reáles que funcionan en la sociedad, que es lo
anhelaban Marx, Weber, Veblen, Milis y todos los
sociáles. Hasta donde sabemos, estas fuerzas siempre
sido básicamente sociales y económicas. La pregunta
se le plantea ál análista sociál en cada nueva época
¿exactamente cómo y de qué nuevas maneras las
económicas y sociales implantan su ideología con la
mueven a la sociedad? En este sentido, el LuJcu.. •uu<tllll<;;JLLLL
de la sociología en todas las épocas es desmitificador.
96
6 corntpr<encienios que el siglo XIX .eludió estos pro-
también entendemos el destino de la· idea
la ciencia del hombre, que es, desde luego, la
· Al negarse a hacer frente a una totál
sociál, ef siglo XIX tuvo que castrar a la
radical. La manera más inmediata de hacerlo
de álgún modo la idea del progreso, y lo
en<[;iUJ.llL.uL..., de varias maneras.
que el más serio y reciente ataque a
progreso partiera de Inglaterra, y lo lanzó Rob-
Lbs ingleses, como hemos observado varias
tolerabari ál radicalismo francés, y con una ex-
ocasionál extraordinaria (el anarquista Godwin)
en que la ciencia del hombre quedara firme-
subordinada a las formas tradicionáles. Es muy sig·
que continuemos sobrevaluando a Málthus, en
porque, según creo, aún compartimos sus prejuicios
una ciencia activa del hombre que desarrolle su pro-
nueva.
eliminó la idea del. progreso de la manera más
_divorciándola de la tipología ideál de Rousseau,
le había dado consistencia, y al hacer esto, fue fácil
completamente; esto es, sacarla del reino de
humana, y volverla un concepto instrumentál
y no activo. Por ello, al quedar aislada la idea del
casi automáticamente recayó en su anterior inma-
esquemática, como la habían presentado sus primeros
En otras pálabras, Málthus fálsificó la idea
por álto en su forma madura; entonces fue fácil
una fálsa idea del progreso. Málthus venció a su
desde el principio, y hoy día aún estamos dis-
fálsamente el concepto del progreso como prind"
pasivo.
como Adam Smith, deseaba "seguir la ley de la
'; pero no se preocupaba, como los franceses, por
lo que la :ríáturáleza pretendía; el hecho es que
el caso: era un clérigo que creía en el peca-
(Randall, 1940, p. 328). Toda la historia de
97
la eliminación de la idea de progreso sé encuentra en
prejuicio: no buscaba una nueva téodicea "secular",
los franceses. Realmente, era una figura medieval, no
la Ilustración. Creía que lo único que podía hacerse
bienestar social era aplicar paliativos: eliminar los
los en el camino del progreso natural que Dios había
ñalado (Teggart, 1960, p. 89). Deseaba oponerse a
cambio social radical, y reaccionó directamente contra
anarquismo de ·Godwin y contra las ideas ro,ussea1mí.an
de su padre (su padre había sido amigo personal de
seau) (Merz, 1914-, vol. 4, p. 460). En otras palabras,
thus no fue el destructor sutil de los conceptos
sentimentales, sino una figura conservadora con sus
intereses emocionales, personales, basados en el statu
y que no entendió el espíritu de la nueva ciencia. La
de su célebre Ley de la población no era poner en
nivel superior la exposición de los problemas de la
ciencia; muy lejos de e5to. Deseaba mostrar que todo
de socialismo era totaliñente utópico y antinatural; que
intento de abolir la formación de clases estaba ..u,Lut::ud.o
de antemano al fracaso. ·
Los ·economistas ingleses insistieron en que la razón
que existieran diferencias de clases en esa época era la
ferencia del grado de talento de los individuos a
de la historia. Se afirmaba que todo el mundo había
tido del "estado primitivo", con el mismo talento. Las
ferencias de talento y energía ineludiblemente habían
ducido la formación de clases ricás, y como la <tuuuw<LuL
desigual se basaba en las diferencias naturales, surgió ·
"ley de la acumulación primitiva" que el hombre
respetar. Más tarde Marx adecuadamente llamó a esta
"cuento de hadas". Malthus deseaba apoyar ese cuento
hadas no sólo en el pasado, sino también en el
De allí surgió su célebre Ley de la población. Afirmó
si se hacía cualquier intento por restaurar el estado
igualdad económiéa, el funcionamiento de su Ley de
población pronto haría inútil este intento, y las clases
evitablemente regresarían a su estado presente. Por .
98
en realidad proyectó el mito de la "acumulación
· · . hacia el futuro (Opperiheimer, 1922, pp. vii-
En lugar de aclarar constructivamente la ciencia dcl
Malthus ofreció su propio historicismo tendencio-
no deseaba modificaciones: se oponía al con-
de la natalidad.
este tipo de distorsión, no es extraño que la idea
se volviera discutible, y se desacreditara en
t..lit..UJ.uo. En otros, también se. volvió un tema paÍa
"objetivo", pero de diferentes maneras. Una
parte de la ?istoria de las ideas del siglo XIX queda
l'es·umida en los diferentes enfoques al estudio objetivo de
del progreso, después de que fue desplazado del
central, activo, que le había dado la Ilustración.
Historicismo y evolucionismo: variantes
· de la "descentración"
que empezó siendo originalmente con Turgot y Dide-
una afirmación de la unicidad de una ciencia centrada
el hombre en un mundo de objetividad física fue sub-
. al mirar objetivamente la idea del progreso, cl
XIX de nuevo descentró la ciencia del hombre. La
de Didero~ . que~ó ~nulada, de nuevo fue arrojado
,... ,,uLJuu•.t: del s1t10. prmc1pal, y se convirtió en un objeto ·
debía ser estudtado con una olímpica indiferencia cien-
El siglo XIX reforzó su vínculo con Newton, e hizo
el hombre regresara al marco de la naturaleza. Se elevó
voz ocasional de protesta (cf. Thomas, 1883-1884,
102-103; y Lavrov, 1891). pero fue inútil.
tradiciones contribuyeron a esto. La tradición ale-
que hasta a~ora no hemos examinado, produjo re-
y avances rmportantes para el desarrollo pleno de
ciencia del hombre, como veremos en otra sección.
una parte, los alemanes contrastaron agudamente con
franceses; mientras que el acento fráncés estuvo siem-
en el individuo y· en su fuerza motora, los alemanes
99
 tendieron a hablar de "especie~· para -afirmar la idea
hombre inmerso en la naturaleza, de' "desarrollo --,,-·-~·,...
de "continuidad que abarca todas las manifestaciones
existencia". Los alemanes tenían un punto de vista del
gres o, . pero· al que· podríamos denominar
"panteísta" (Delvaille, 1910, p. 726).
La tradición alemana produjo exactamente lo. que
esperarse. Kant pidió que se descubriera una "ley"
avance· de la civilización, pero en su época ¿cómo
esta orden ponerse al nivel concreto de la realidad
rica cotidiana y del análisis social? Este tipo de 5 '"""'-'... J'~u•u
condujo en forma casi natural al historicismo mc!tatísJlco
pasivo de Hegel. El hombre sólo debía interpretar
camente la historia para descubrir el nuevo orden
Por ello, ·en vez de. un determinismo natural, como el
N ewton, el enfoque filosófico alemán de una ciencia
hombre encalló, en un determinismo
Kant había considerado al hombre como centro libre y
te moral, pero la incapacidad de Kant para mrmPr<P
otro campo que no fuera el filosófico tuvo el
esperado. Hegel pudo entonces afirmar que "filosofía
teodicea",. que se puede interpretar el pasado y el
miento histórico del pensamiento para advertir
derá y debe suceder. ·Esto es muy diferente de :-----·.:--·-"
la naturaleza para descubrir qué debe hacer el swmu1 "·
Éste .fue un nuevo determinismo que sacrificó la uuo.:;u.au
ética del individuo, sin dejar lugar a las . decisiones
elecciones personales. Por ello el historicismo
como desarrollo del organicismo metafísico alemán, pudo .
conducir fácilmente a las formas sociales totalitarias (cf
Baillie, 1950, pp. 122 ss.). En e~a tradición, otros vieron
más claramente que Kant y Hegel: por ejemplo, Fichte
abrazó un activismo que lo colocó en el espíritu
no en el alemán (cf. Charlton, 1959, pp. 108-112).
mantuvo su análisis. antropológico de las situacimies
ricas y culturales concretas, por lo que su idea del .., __ ,__ _
no cayó en ·abstracciones. como la visión kantiana
evolución hacia el "moderno estado ·racional" o su l-lt•cu•cu-
lOO
"las razas" (véase Clark, 1955, pp: 321.· ss.).
Herder resumió la debilidad básica de todo· el
desde Kant hasta Hegel: dijo que el filó-
es el antropólogo cultural. Finalmente, Wilhelm
If¡;¡mlboJldt también se disgustó con Kant por menos-
. al individuo, exactamente como Kierkegaard más
sintió disgustado con Hegel. No estamos de acuer-
esto se justifique en relación a Kant, qui('!n más
exaltó ei pleno desarrollo de los poderes indi~
quien le otorgó un valor básico a las profundi-
,· de la subjetividad del individuo, Sin embargo, esta
nos. ayuda a advertir lo que reahriente estaba· en
el problema del progreso humano: el avance cien-
instrumental del hombre, descendiendo a Jos hechos
reales, en oposición a los puntos de vista filosó-
abstractos que tendían a colocar al hombre en el mar-
' los movimientos sociales e históricos.
Cllanto a los ingleses, sus teorías de la evolución na-
le causaron otra grave deformación a la idea del
Llevaron la nueva objetividad olímpica al pro-
y la pusieron sobre una firme base científica. Esto
combinando el mecanicismo y el materialismo de
del siglo con la idea de evolución de Darwin
El resultado fue que el hombre quedó firme y
encarcelado en el marco de la naturaleza.
realmente agravó el problema de la ciencia del
como yo entiendo su desarrollo, reviviendo las
de Malthus e infundiéndoles nueva vida, una vida
no meredan. El historicismo de Malthus fue legitima-
. al mezclarlo con un nuevo naturalismo
En la .versión de Daiwin, las presiones de la
sobre un medio con recursos limitados contri-
a asegurar "la supervivencia del más apto", de
con el principio automático de "la selección na-
Por ello, puede considerarse que Darwin justificó
sociales y la desigualdad económica como pro-
naturales de la lucha por la vida. En realid3;d, la
evolucionista del progreso seguramente era menos
101

nuevo destino siniestro, por leyes naturales
actuaban por sí mismas y a su propio ritmo, y él no
.intervenir.
Es verdad que Spencer ofreció una. doctrina de la
fectibilidad, pero que se. apoyaba en premisas
distintas de las propuestas .por la Ilustración. Como
afirmó acertadamente, una cosa es hacer énfasis en la
fectibilidad humana basándose .en una psicología que
tiene que la naturaleza humana es muy moldeable
manos del legislador. y del maestro; y otra totalmente
rente es afirmar que la naturaleza humana está sometida
las leyes generales implacables del cambio (Bury,
p. 340). Ésta fue la gran advertencia que hizo TT-'---"·'--·
en los párrafos finales de su tratado De l'Homme (1
Ésta era la filosofía necesaria de la ciencia para todas
ciencias humanas, pero Spencer no la tomó en· cuenta.
Al contrario, el sistema de Spencer ofrecía una visión
desarrollo humano en que los cambios importantes se
tuaban en un -¡:erreno inconsciente, muy lejos de la
bilidad de una intervención humana creadora. Por
con Darwin y Spencer, la ciencia del hombre se convirtió
en· una disciplina fatalista, en una curiosa monstruosidad:
el hombre investigaba a la naturaleza para descubrir sus
leyes, pero para no hacer nada, excepto continuar investi~
gando a la naturaleza. La tradición de la Ilustración des-
apareció sin que hubiera un propósito de mejoría o
nueva promesa. El nuevo concepto de progreso de
manera le sirvió a la moral; quizá por ello los sacerdotes
reaccionaron tan violentamente contra Darwin. Una tra~
dición de ciencia objetiva se apoderó totalmente de la cien~
da del hombre: tradición que sólo debía haber ocupado
un lugar secundario. Este siglo presentó un aumento del
énfasis en el método, y los individuos como Buckle y Qué-
telet intentaron usar las estadísticas para conocer las leyes
generales del progreso, que operaban independientemente
de los actos de los individuos. El método histórico surgió,
102
..
comparativo, el psicológico y l~ clasif~cacio­
LOl(JII."··"·~. d;
Surgió la sociología del la!Ssez-fatre .
0 "",<1U"'~··v- en el modelo de Spencer; Otras diso-_
:.nr!ri!ertJn, y cada una siguió caminos. diferentes. Se·
muchos trabajos indispensables en los ~tim~s
pero eludieron la tarea principal de una ctenoa
: el logro activo del progreso humano. .
que la ciencia del hombre desapareciÓ con
y sin ofrecer una nueva promesa; pero esto no es
taiJ[lt:!lL'" cierto. Desapareció sin ofrecer una nueva pro-
.. el hecho es que la ciencia del hombre fue
nPJLa<<<ua. por la ideología del laissez-faire de la sociedad
que tan adecuadamente manipUlaron Spencer
'lmnner.. Tiene un profundo sentido el hecho de que el
desapasionado de la sociología haya remplaza~o a
activa del hombre aproximadamente en la rmsma
en que se aplicaron los impresionantes adelantos de
a través . del nuevo industrialismo, -para volver
cómoda la vida. Los clarines si sonaron, anunciando
la pompa adecuada un sucesor, y el gran espectácUlo
Gran Exhibición de Londres (1851) donde se expu-
los bienes de consumo de 111; nueva so~ie.dad "?ien-
Se declaró que éste era el "nuevo mov1rmen~o, _rote-
moral" en la historia del mundo, ¡el moVlrmento
ofrecía paz y abundancia! (Bury, 1955, p. 331). Sólo
medio siglo antes de que la máscara cayera con
•srnll,_u,-..u en 1914. Whitehead hizo una adecuada observa-
del fracaso total: el famoso Palacio de Cristal, donde
.realizó la gran Exhibición Internacional, simbólicamen~
incendió (citado por Johnson,_ 1959, p. 58). Todo el
pudo advertir que la promesa m~r~ de la so?edad
literalmente se convrruó en cemzas, y
nuestra época ardió en Buchenwald Y,en Hiro~hima.
La idea del. progreso fue "descentrada de varms mane-
y en varios países: en Inglaterra por Malt~us, Spe?cer
Darwin; en Alemania por Hegel. En Franela, el. ~1smo
contribuyó a esta descentración ~or. su conban~a
la historia, materializándola en su sistema. Esto dio.
103
 coínó resultado una amplia aceptación del
científico", y el resto del siglo XIX, cómo ~allt:lllU~,
todo. vapor tratando de encontrar las leyes
progreso histórico. Los etnólogos, los so•::íó.lo)l~os,
riadores, intentaban reconstruir las etapas
la humanidad en ·una sola frase. Esto les
clave fácil del secreto de la dinámica social (Teggart;
pp. 116-ll7). . .
Como resultado, la idea del progreso se convirtió
apéndice politico del nuevo parlamentarismo
menzó a ser discutida sólo por los sucesos políticos'
oportunidades políticas. En otras· palabras, comenzó
discutida sobre una base falsa: "¿Es la libertad nPrsn.n"
la autoridad del Estado el medio más eficaz para
sar?" {Bury, 1955, p. 314). Así continuó la
ha durado hasta nuestros días. Cuando la idea de
se descentró de su posición superordinada como
activo ~rientador para la ciencia del hombre, su
quedó echada. Podemos mostrarnos refinados o dnicos
ella, vivir sin ella, o sencillamente esperarla mientras
plimos con nuestros deberes cotidianos. Ya no nccesi
esforzarnos por crear un designio activo para una vida
jor, sino que podemos dejar que las cosas sigan su
como los primitivos que confiaban en que las ,u,outuuow
de s~s antepasados les asegurarían el futuro. J. B. Bury,
nota~le historiador de la idea del progreso, casi al final
su famoso estudio hizo este comentario dnico o '""""·'•r:n"
... ¿No sugiere el progreso mismo que su valor
doctrina sólo es relativo, y que con-esponde a una
no muy avanzada de la civilización? Así como la
deuda:, en su época, fue una idea que tenía
relativo, que con-espondía a 'una etapa menos
(p. 352).
Precisamente debido a que la idea del. progreso fue sacada
del cont~xto de la ~lustración como principio que se apli~
caba activamente, Inseparablemente relacionado con los
104
.ideal típico, pudo parecerse al. concepto .de
,así, en el siglo XIX el hombre de nuevo se con-
juguete ·pasivo en· manos del destino,· que
futuro al Parlamento y también a Dios. Ernest
resumió en su persona· gran parte del movi-
ese siglo, finalmente se criticó, al final de su
por caer en el error .de asignarle al hombre
indebido en el universo (Bury, p. 322).
creauu""''"~ expresó la desilusión moderna de la cien-
universo coustruido totalmente sobre juicios te-
intelectuales: deseaba devolverle a la naturaleza
exactamente como debemos hacerlo. hoy
pp. xiii ss.). En cualquier caso, es evidente
del siglo XIX la noble visión de una Nueva
Ateniense del Hombre había decaído. Taro-
evidente que el hombre no debía ser culpado por
:'efllexior1es de Renan, sino la innoble alianza de la in-
mecanicistli con la confianza en la democra-
.laissez-faire.
intent~ de conservar el activismo
de la Ilustración
embargo, hubo una figura que intentó hacer en el
. xrx lo que Rmisseau. trató de hacer en el ·xvm: una.
completa y total contra sus esperanzas fantásticas
confianza simple. Así como Rousseau atacó la exage~
confianza en la razón, Marx se burló de las· visiones
planes de los socialistas utópicos, de los "cultos locos"
Fourier, Owen, Proudhon, dé la nueva
de la humanidad" de Comte, y también de· Feuer-
Criticó siu misericordia las "leyes" intrincadas, deduc-
de los economistas británicos, y reveló los principios
en que descansaban sus doctrinas "científicas",
servicio funcionaban estas doctrinas. Advirtió que
parlamentaria era un nuevo sistema de ex-
y creer qué éste podría resolver los problemas
105
 de la sociedad industrial era. una esperaÍlza ingenua.
todo, .fue Marx.el que acuñó el brillante pensa-
ello, como Rousseau, con todo su ser protestó
fetichismo de las mercancías"; ¿cómo no habría
mente contra las modas comunes de su siglo, porque
en cuenta esta nueva y sutil forma de esclavitud?
virtió sú gran impotencia para resolver los problemas y
de Marx, a menudo ha sido señalada
necesidades de la época. Hoy dia muchos individuos le
1950, p. 133), la contradicción entre su afán
prochan su estridencia a Marx, sus discusiones lllll.a"''-"-u~"'~•
y su fe en la inevitabilidad histórica; pero
hasta con los que sólo tenia diferencias
esto también compartía una cualidad con la llus-
Moses Hess), sus mordaces sátiras y sus apodos u<;;u•<;•a.uL•o~
: se podia hacer muy poco en su época, y era natu-
(a Max Stirner lo llamó "San Max" y "Sancho", y a
.una inversión emocional en la posteridad. Marx
. zini "ese eterno viejo asno'). Sin tratar de justificar su
el optimismo ·futurista de los pensadores desde
sonalidad en forma condescendiente, me atrevo a
hasta Condorcet (optimismo que en parte era re-
que gran parte de ·las tácticas de Marx eran variaciones
de. la impotencia); creía que los proletarios construí-
la costumbre .perturbadora de Rousseau: activamente
la "Ciudad Celestial", según el concepto de Carl
dió la complacencia de su época. Esto significaba golpc~ar
ruidosamente la exuberancia de las visiones es¡Jer·anzacim:ru
Small, que sabia más sociología que la mayor
abrir una amplia brecha en las sutiles diferencias de
.de los sociólogos actuales, creyó que Marx ocuparía
nión, mostrar exactamente dónde se encontraba la
en las ciencias sociáles similar al de Galileo en
ingenua.
físicas (1911-1912, p. 810). ¿Cuál era la base
En otras pálabras, Marx fue la última figura de la
juicio? Sencillamente, que Marx ofreció un pensa-
tración que se aferró a la idea del progreso de la
maduro de la influencia de las instituciones econó-
ción y rechazó la nueva variante burguesa: creía que
en la forma y en el contenido de las. creencias Socia-
hombre podia y debía formarse a si mismo (cf.
Marx señaló el camino de la liberación potencial
1953, p. 13). Advirtió que lá gran cantidad de esfuerzos
~onclencia humana: el hombre podría poner los
se hadan en la política, en la industria y en las
básicos de producción y distribución bajo el domi-
no se relacionaban con la solución real indispensable:
la razón, y librarse de responder como un esclavo
truir el segundo pilar del feudálismo. Deseaba una
caprichos. Por ello la sociedad se conver~ia e~ un
trucción social radical, como los utopistas, pero a UlJ.er-~:u<;ta
· de la libertad humana y no de la necesidad oega.
de ellos no confiaba en la buena voluntad de los
en este punto que esto es exactamente lo
triales; deseaba una revolución proletaria de una vez ··n•••P>-un Rousseau: que el hombre en vez de obedecer
todas. Su programa es conocido, e iguálmente el fracaso
a sus pasiones en la esfera social, podía ejercer
su predicción de· que el desarrollo ·de la .industria
libre de los asuntos humanos, eligiendo y
blemente produciría una revolución proletaria; pero
el tipo de mundo en el que deseaba vivir. Preci- ·
nozcamos que durante el siglo XIX ésta parecí~ u~a
por esta opción para el hombre, Rousseau mereció
terpretación muy correcta del proceso de la h1stona.
el título del Newton del mundo moral. En pocas
espíritu revolucionario y. el descontento ·de los rra.ua¡auu.u:
las figuras principáles .que forman los puntos de
fueron una corriente continua en esa época. Sólo
de una auténtica ciencia· del hombre deben ser
fines del siglo él y Engels, observando a N
que prefirieron al hombre, por encima
dudaron de que fuera. inevitable el descontento pr,oletar·Ic
limitaciones de las instituciones sociales. Desde lue-
106
107
 go, la figura más recienté de esta tradición es C.
Milis, cuya vida por desgracia terminó prematuramente
la flor de su productividad y en la cumbre de ·su
valerosa y desafiante de su propia sociedad.
:Milis atacó, como Marx, a sus colegas que no
. a favor de su sociología "de gran alcance", y así le
un vigoroso apoyo a la afirmación de Albion Small de
Marx continuaría viviendo hasta que empezáramos a
tuar de acuerdo con su pensamiento. La sociología
gran alcance" aún es apremiante y urgente porque, ·
Marx, no hemos hecho nada activo para controlar las
tituciones que obviamente marcan el paso a nuestras
pasiones sociales. Milis sólo actuallió la misma petición
Small antes había expuesto en su evaluación de Marx:
Hay [dice Small] un conflicto irreprimible en la
dad moderná, entre los supuestos del capital y los
lores supremos de la humanidad. Nuestros ~u•...LuJLUI!U!
académicos servirían mejor a sus contemporáneos si
taran menos atención a los refinamientos u.t:rnuu~u~J
sólo interesan a una minoría, y si el tiempo que·
ran en esto lo aplicaran a atacar el problema más
dical del hombre en general (1911-1912, p. 819).
Podríamos decir que Marx actualizó a Rousseau ofi·edien.do
una crítica posrevolucionaria de la alienación .humana.
la acusación de una sociedad "civilizada" de Rousseau
de Herder) Marx afiadió el conocimiento de la historia
siglo XIX, el contexto social de la teoría económica, y tam-
.bién el ejemplo activista de la revolución. Marx resumió
todo lo. que sabía el siglo XIX sobre la alienación,
de .las limitaciones y el sometimiento social de la
humana libre. Por desgracia, en esa época Marx debió
·forzarse tanto por mostrar que la naturaleza del uu.uturc·
.era social e histórica que ya no pudo estudiar el 1nr:enor.
del hombre, como lo había hecho acertadamente
bach. CÓmo resultado, n~ pudo formular una teoría
deramente completa de la alienación, que se apuyara
108
10rur.:•-<u•ui5J•a.total del esfuerzo del individuo. Fue
grave que por despreciar el "nuevo cristianis-
Saint-Simon, y "la religión de la humanidad" de
pudiera advertir cómo estos nuevos sistemas en-
potencialmente el logro pleno de la ciencia de la
En el sistema de Saint-Simon, el "nuevo cris-
era un factor ideal, que sobrepasaba y se oponía
industrialización, que era el factor real. Al re-
en esta dualidad, él conservó todo el marco teó-
la ilustración: la ciencia centrada en el hombre, el
típico y la idea del progreso. Comte también conservó
de dualismo en su sistema, e hizo énfasis en que
orcw1 ,cw.a. de lograr el altruismo y negar el egoísmo era
el hombre debía tratar de captar nuevamente
;enunut:JLl<u comunitario de la época medieval, pero esto
automáticamente. Por ello, hubo la sugestión
ideal moral en este sistema. En verdad era un ideal
racional, y no el principio de un ideal moral psico-
y empírico, como el de Rousseau, pero de todas
un ideal.
hizo retroceder más aún la idea de un dualismo
en un tipo ideal. No sólo sufrió como todos los
en su época por el estado inmaturo de la psicología,
tuvo otras razones más para subordinar el elemen-
En primer lugar, estaba influido por el esfuerzo
por sistematizar y reducir las cosas a principios
En segundo lugar, estaba influido por el 'natu-
de Feuerbach. Como resultado, cuando se enfrentó
naturaleza dualista del pensamiento francés (en los
de Saint-Simon y de Comte) reaccionó negativa-
De Feuerbach aprendió que la religión y las fuerzas
la naturaleza humana y la historia sólo eran
de los procesos naturales y materiales; esto
•au~u·au.•u.LH;:;~ lógicas. Por ello, si Marx deseaba adaptar
naturalismo y también conservar el énfasis monista
'aprendió .de Hegel, debía subordinar los elementos
que constituían una parte muy importante de los
dualistas franceses, y también del mismo Feuer-
109
bach. En resumen, subordinó el elemento ideal activo
la Vida social (Merz, 1914, vol. 4, p. 540); pero esta
devaluación deformó todo el marco teórico de la
ción, que es indispensable para una ciencia madura
sociedad. Podríamos afirmar que Marx redujo el
co de la Ilustración a dos elementos: en vez del
de un tipo ideal con su idea del progreso y su on.entació
activa, centrada en el hombre, Marx conVirtió la visión
en una dinámica doble: puso todo el peso de la
bilidad y del progreso en una ley automática de la
ayudada por la continua lucha de clases.
A su manera, Marx mostró ser tan impaciente como
utopistas en su ambición de ver realizada de una vez
todas la reconstrucción social. Tuvo que pagar un
en las últimas obras de Mitrx, el hombre se convirtió
una cosa objetiva, entregada pasivamente a las fuerzas · ·
la sociedad y de la historia. Inconscientemente las
del Marx humanista derivaron a un determinismo
rico y social, y así quedó expuesto a un juicio que
ciaba: su "sistema" resultó tan irreal y culterano
de los socialistas utópicos: el problema de un hombre
tal, que pensaba, sentía y actuaba fue sacrificado a
ideología.
Como veremos más plenamente a medida que nrorun"P"'
mos en nuestro relato, sencillamente no era posible
una teoría completa de la enajenación en la época
Marx, a pesar de los brillantes comienzos de Fourier
de Feuerbach. Marx pudo hacer e hizo una Vigorosa
tesis intelectual, que iba considerablemente más allá de
tipología ideal de Rousseau y de Feuerbach, y sus
de Vista generales sobre la enajenación aún son tnt:,.lrr1Pn
válidos (cf. E. Becker, l964b; H. L. Parsons, 1964; y
más adelante). Por ello dificil seria acusar a Marx de
dir la tarea, o de no haber hecho lo que no era
en su época; pero, al abogar por las fuerzas objetivas de
sociedad y de la historia en una época en que aún no
tia una teoría completa de la: personalidad individual,
que sucumbir al peligro: dejó el estudio de la
no
una objetiVidad científica determinista (Easton,
De esta manera le causó un gran daño a la
· social: oscureció su naturaleza fundamentalmente
precisamente con lo qu~ había empezado: A pe~ar
humanismo ilustrado, su rra moral basada en su m-
cultura, ayudó a echar el velo del mecanicismo cien-
del siglo XIX sobre la ciencia del hombre, a tal grado
rincipios del siglo xx un pensador tan profundo
a P . l .
Sorel tuvo que esforzarse para advertir que e soaa-
fonnaba parte de un gran problema moral e histó-
que no era sólo algo estrictamente cien~fico (cf.
Izoulet, 1895, para un panorama de los dilemas de
En resumen, Sorel tuvo que estudiar la ciencia
donde el siglo XIX la había recogido, y no
la había dejado; la estudió a partir del gran Maz-
y no donde Marx aseguró que se encontraba. ·Como
Buber afirmó tan agudamente en Caminos de fl_to-
[FCE, 8~ reimpresión, 1974]: Marx fracas~ preCisa-
cuando eliminó el antiguo elemento utópico de la
social.
día vemos con claridad la naturaleza del problema
comenzó. Nuestro nuevo dilema será cómo resol-
111

IV. LESTER WARD Y LAS DOS
SOCIOLOGíAS EN LOS
ESTADOS UNIDOS
Los logros más sobresalientes de la
de la ciencia no pueden comprenderse
reconocer el lugar esencial que ocupa la
manda de un sistema en el
cientifico. El mundo, como la ciencia lo
cibe, siempre es el orden mejor integrado
que puede establecerse de acuerdo con los
acontecimientos conocidos.
E. A. BURiT (1946, p.
LA sociOLOGÍA norteamericana incorporó las luchas cientí-
ficas y morales del siglo XIX y ha continuado
hasta la actualidad. Por esta sola razón, su historia es rica
Y muy instructiva. ~1 enfoque del laissez-faire spenceriano.
al progreso lo contmuaron Sumner y Keller. Por otra par-
t~, Lest:r Ward trató de iniciar la sociología norteameri-
cana ey¡tando esta tendencia y uniéndola a la Ilustración
francesa; no se dejó seducir por la desviación inglesa y
~nheló revivir la ciencia del hombre donde la habían de-
Jado Comte y Fourier.
Ward se inspiró directamente en la Ilustración~ tanto
que, cuando uno lo lee, puede decir que fue un teórico
posrevolucionario de la Ilustración. Reunió las ideas de la
Ilustración sobre el progreso, la educación, la plasticidad
humana, la necesidad de una ciencia centrada en el hom-
b:e; como Saint-Pierre, Leibniz, Rousseau y Saint-Simon, pi-
dió que se estableciera una Academia de Ciencia.S Políticas
en Washington que tuviera una influencia directa sobre
los legisladores para que pudieran guiarse al formular la
ll2
bernamental; usó la utilidad conio el prinCipio
de la acción; consideró el . hedonismo conio
""L'"""'U"'U los pensamientos positivos y las proposi-
que había hecho la Ilustración, en lngla-
en Alemania y también en Francia, y ofreció su
síntesis sistemática en Dynamic Sociology (obra que
deseó haber escrito él). Fue llamado el Darwin de
aeJlU<<~ sociales (Chugerman; 1939, p. 37), pero real-
un Comte contemporáneo. con características nor-
neJwc,u•o..,. Su sistema es más teiltativo y abierto qrie el
más pragmático, más experimental, y confía
el individuo. Es como la diferencia que hay· entre
y Adams; pero Comte fue un hijo de la Revo-
y yvard un miembro optimista de una sociedad que
tenía pasado. · ·
importancia de Ward, según ·creo, consiste en
una sociología firmemente centráda en el hom-
época en que la ciencia centrada en el hombre
1 u"'"''...,'-·"•'" se había eclipsado como ideal. Sólo debemos
el pensamiento de Ernest Renan, citado antes,
captar el espíritu de la época. El mecanicismo, el evo~
inconsciente, el laisset.-faire ·floreciente eran lo~
formidables de Ward. Es justo decir que eni
difícil centrar las ciencias en el hombre a finales del
XIX que en la época, de Diderot, y la suerte del breve
to de Ward apoya esta especulación; pero el marco
de Ward resulta importante precisamente porque
una mezcla singular. de todo lo que ·la Ilustración ha-
logrado~ y también de lo que buscaron específicamente
y Comte. En otras palabras, aún es un marco teó-
modelo para uná ciencia del hombre de valores super-
JLu.c:uuu•" quizá el mejor modelo que tenemos.
advirtió con claridad que su tarea consistía en
nueva vida a una sociología que estaba convirtiéndose
una ciencia objetiva, o, como él dijo, en una "diver-
elegante", o en una "ciencia muerta" (1883, p. xxvii).
fue un manifiesto antispenceriano. ''El objeto real de
ciencia es beneficiar al hombre" (citado por Ellwood,
113
 1938, p. 536). Es casi como si estuviéramos
Diderot y a Rousseau hablar del panorama del
newtoniano, y es muy pertinente porque, como vimos,
win y Spencer hicieron lo.mismo por el hombre que
ton: encadenarlo en las profundidades de la
¿Cóm? s~ proponía Ward rehabilitar la sociología? ..........."'u'
que SlrVlera francamente a la felicidad y al. placer
nos, como habían deseado Fourier y Bentham. La
logia sería la ciencia de las "fuerzas sociales" de Jos
timientos ylos deseos del hombre, de los sentÍmientos
lo mueven y que mueven al mundo social. Estudiar
fuerzas sociales es analizar .todo, lo que es vital en el
bre; promover las fuerzas sociales o los deseos ...........1u1
es la. principal tarea de toda ciencia d~l hombre digna
tal nombre. "El problema de la ciencia social es
en qué dirección puede lograrse la más completa y
versal satisfacción de los deseos humanos, y esto es
que resolver el problema de la felicidad máxima"
1893, p. 74). En otras palabras, la sociología debía
de la .subjetividad del hombre, de sus sentimientos·
era "el gran corazón de la naturaleza" como lo nan:ó
llamente Ward (1893, p. 81). "De hecho los deseos
nos. . . que buscan su satisfacción en una actividad
piada, constituyen el único bien desde el punto de
de la sociología. Éstas son las fueruu socialef" (p. 115).
• Las fuerzas sociales, por ello, fueron el ~úcleo
ble del sistema de Ward, pero no resultó fácil llegar a
acuerdo sobre esta visión de la sociología] En una
que le dirigió a Giddings en 1896 escribió:·
... No creo que usted ni Small hayan comprendido
namente mi doctrina sobre sentimiento y. función, ·
el agente dinámico, las fuerzas sociales o la so1~io.loe·ía
dinámica. Me gustaría que usted me criticara para
yo pudiera advertir dónde no logro exponer datramf:ntc
estos principios, pero parece haber poca esperanza
que los abandone. Hacer esto sería renunciar a
lo que defiendo (1896).
114
Fourier había lamentado los ciegos prejuicios
la sociedad ha considerado siempre las pasiones
w·ard pedía que estudiáramos los sentimien-
líilinaJlOS pára determinar lo que eran en realidad. La
afirmación pudo haberla escrito Fourier, ya que .
nueva ciencia de las pasiones humanas:
civilizado no ha hecho ningún progreso con
fuerzas sociales, y considera las pasiones precisamente
los salvajes consideran un torbellino. . • Las· ma-
de la energía social aún son consideradas
iínpo!;iciones necesarias que pueden combatirse, pero que
soportar. No tenemos una ciencia de la psico-
social o sociología que enseñe la verdadera natu-
de los motivos humanos, de los deseos y las pa-
o de las necesidades y los deseos sociales y la
psíquica que funciona para satisfacerlos (1909,
• 110).
ofreció "una ley de la austeridad" para la sociolo-
con la cual el individuo trataría de obtener el mayor
con el menor dolor (1909, pp. 59 ss.); pero lo que
entendía por placer no era el hedonismo ingenp.o
sino la visión más general de Fourier. El
humano vive en un mundo psíquico; el placer toma
simbólicas enrarecidas; sobre todo, el placer. requie-
y es un fenómeno complejo espacio-temporal.
puede sacrificarse en la tierra porque espera
.una recompensa en el cielo. Ward criticó a Ben-
y a Schopenhauer por no comprender esto, y se burló
Mili por atacar el hedonismo, pues devaluaba el
.ante sus enemigos. Ward creía que sólo era
abandonar sus formulaciones simplistas (1918,
pp. 4-5). También Ward mostró ser un hijo de la
t5u·auuu, pero que vivía en una época en que tenia que
las sutiles perversiones de los dogmas centrales de
.ciencia del hombre del siglo XIX. Mientras que Marx
de mantener viva la implantación activa del progre-
115
 so,' '\<Vard intentó -que los- ojos del mundo científico
vieran fijos en las funciones propias de la ciencia del
bre:. la _realización· incesante .del bienestar y del
humanos. Como Marx, •'\<Vard debió mostrar los
su época, en especial los de Spencer, Bentham y Mili;
a diferencia de Marx, 'iVard no se apoyó en el
En -vez de ello, tuvo una idea muy clara de lo que
incluir una sociología sistemática; advirtió que debía
una ciencia activa, pero sistemática, experimental y
dados a.
Ward estuvo más cerca de Comte que de Marx, si
mas usar las afinidades para ayudar a definir. su
ción. Consideraba la cienci1). como un continuado
moral, un problema de la reconstrucción y de la
social. Se oponía a la investigación académica por la
· tigación misma; a la ciega obediencia a la recolección
datos, al apilamiento sin sentido de más información;
suma, estaba en contra de la versión de la ciencia pos
a la Ilustración: la investigación de la naturaleza por
niera investigación.. Advirtió que la sociología no era
ciencia descriptiva en busca de hechos, y comprendió,
jor que nosotros hoy día, que los hechos en sí pueden
pedir que progrese la ciencia. La tarea de ,recolectar
descriptivos perteneda a las "ciencias. auxiliares,
mente sociales", esto es, a la etnografía;. la demografía;
historia, la.estadística, etc. Como Gumplowicz, Ward
vo que este tipo de recolección de hechos científicos'
sentaba un estado rudimentario de la ciencia
1963, p. 135). La tarea dela sociología era trascender
etapa y tomar su lugar como ciencia madura, esto es,
do, correlacionando, generalizando,- sintetizando la labor
las diferentes disciplinas (Ward, 1901-1902). Según el
de vista de 'iVard, la sociología requeria poderes
· tUales más amplios, más profundos, más penetrantes,
sintéticos que · los que exigían las disciplinas
Cuando Ross deseó dejar el estudió de la economía
volverse sociólogo, Ward lo alentó, diciéndole que
suficiente inteligencia para ello. Huelga decir que hoy
.116
alejados de este punto de vista de la socio-.
:or.au.u.oLLU•ou•-"' -cualquiera que domine sus técnicas
pasar por sociólogo, y las facultadesinentales
hasta podrían ser una positiva desventaja en la
de nuestras universidades;
re!;Unleil, Ward pedía una ciencia sistemática, subor~
al hombre, que estuviera al servicio continuo de la
humana, de las pasiones, del "gran corazón de
", de los maravillosos organismos que han sur-.
•evolucionado en nuestro planeta; Pidió una síntesis
- pero abierta, experimental, pragmática, que no
a lo social sino a los intereses' del individuo; e
Fourier, a la plena expansión del placer indivi~
desde 1883, hubo un intento de instaurar la socio-
ort:ea:me:ri(:an.a sobre la base de la Ilustración, ma-
plena; pero esto fracasó. Las ideas de Ward .en sus
decadencia ya no eran importantes· en las reunio-
y, después de su muerte; en 1913, la
académica se apresuró a olvidarlo. Su imagen
ya no fue la que Ward había defendido. Reunió
de Spencer y de Sumner en un momento
como veremos, casi se ahogó en ellas.
años de sociología norteamericana:, la sustitución
una ciencia moral por una académica
exactamente a la corriente del pensamiento
por Ward? Luther y Jessie Bernard, en su
'-···"··~·-~ historia de las ciencias sociales norteamerica,-
mostraron exactamente qué, sucedió en _aquella
Las ciencias sociales en los- Estados Unidos pasa-
varias fases. En la época de Fourier y de Comte,
Unidos fueron sede de una Association Social-
Movement, aspiración francamente utópica y de
humanitario, que procuró experimentar con colo-
,._c,ll.luua.>~:o. basadas en los modelos de Fourier, e inten-
117
tó sistematizar una ciencia del hombre. para mejorar
humanidad. Era una época abierta, optimista, con
tes .ilimitados y visiones adecuadas dignas de un
Meister. Este movimiento fue seguido por una fase
conservadora, representada por la American Social
Association. El hincapié cambió de lo teórico y lo
a la busca de principios funcionales más "realistas"
cuales pudieran basarse el bienestar y las reformas
La nueva Asociación deseaba trabajar dentro de los
de la estructura social existente. El cambio era ~n'"'~~~~
en cierta manera, al cambio en la dirección parlamf:ntru
inglesa y francesa, de Saint-Simon y Fourier a nt:Innam
Mili. Era una reacción a la impósibilidad de lás
dades utópicas y las· corrientes implacables de la
de laissez-faire.
Con este tipo de cambio sucedió lo inevitable.
forma social ideal, · al perder su aspecto utópico,
en una obra de bienestar social bajo la ideología
que desdeñaba la teoría "poco práctica". Cuando la
se separó de la práctica; y ésta desdeñó a la teoría,
pudo trabajar de acuerdo con la ideología social
recabar datos y tratar de remendar cosas aquí y ailá.
día, aun el trabajo social psicoanalítico está al ......,.,.,,.. .. "
sistema, aunque el psicoanálisis empezó siendo,
mente, muy radical.) La lección es que cuando
una ciencia aplicada de su íntima comunicación
base teórica, ya no hay nada que alimente y ffi(laf'!Je•
teoría·. El ideal científico subordinado, pues, libre de la
cesidad práctica, abandonó el esfuerzo de crear una
orientadora, y gradualmente se convirtió en una
ción en busca de datos, descriptiva, de las diferentes
cias. Entre ellas, se formó la nueva disciplina
de la sociología (véase Bernard, 1943, pp. 527, 529,
599, 835). Posteriormente, con"esta fragmentación, no
el Association Social Science Movement tuvo que
der sus actividades, sino también su suce§ora más
vadora, la American Social Science Association. Ya no
ninguna posibilidad del tipo de ciencia social sul~or'dii1ll
118
· :Ward abogó, y se perdieron las esperanzas de
y de un control moral activo unificador.
sucedió sin que algunos lo lamentaran.· En 1886,
ciencias al separarse destruyeron la .meta y la
la American Social Science Association, Johil:
una afirmación elocuente y sincera que debería
día más que. nunca: "Que esta ·advertencia
de las asociaciones. científicas, en todas
la ciencia es un medio, no un fin ... " (Ber-
P· 599). El espíritu de la llustración aún per-
·los Estados Unidos en aquella época, pero hoy
qué llena el ambiente de nuestras reuniones
el humo de los cigarros, la ostentación del di-
los patrocinadores, ensayos increíblemente limita-
edición de nuevas publicaciones, y se habla de
de construir nuevos edificios. La ciencia se ha
en. un fin, como Eaton lo predijo.
sociología; como disciplina, estaba poderosamen-
por Ward, y se encontraba en las manos de
elprograma de The American ]oumal of Socio-
de las primeras revistas de seciología en el mun-
por Smaii, en 1895, se pudo leer, en parte:
para] ... ayudar a todos los hombres inteligen-
tener el panorama más amplio posible de sus dere-
y de sus deberes como ciudadanos... Intentará
la sociología al lenguaje común de la vida, para
parezca que sólo es una clasificación y una ex-
de hechos fósiles ... para aumentar nuestro
LUt;JLilllt:UILu actual de los beneficios sociales y para que
· una unión para promover el bienestar general más
que la que hasta hoy ha existido ... Y [que sea]
to de fuerza y apoyo de todo esfuerzo inte-
para asegurar el bien del hombre (AJS, 1895,
4).
se imprimiera en la· cubierta del ] ournal
prurec:erJ:a grotesco a los lectores, y el contenido del
119
 ]ournal seiía una burla del programá original; ·
debemos ser hijustos; •¿cómd' podía la sociología ser la
de las ·ciencias humanitarias. sin tener una unidad
ordenada que la guiara? Con la destrucción de la
visión y la muerte de. Ward, la sociología tuvo que
carse a la ciencia", como todas las. demás disciplinas:
1920; la· sociología había sufrido un cambio
adoptó una metodología rigurosa siguiendo el modelo
las ciencias físicas, ayudada por la poderosa influencia
tuvo el conductismo en su ciencia hermana: la
"científica". Ward fue olvidado completamente; y ni
quiera su discípulo Ross, en la edición de 1930 de su
leído libro de texto de 1920, mencionó a Ward
1956, pp. 10-11).
En 1929 la sociología, al esforzarse por llegar a la
bre de la respetabilidad científica, alcanzó su nadir
actividad humanamente importante. W. F. Ogburn, en
discurso como presidente de la American
ciety, afirmó:
La sociología como ciencia rio está· interesada en
del mundo un lugar· mejor para vivir, alentar las
das, extender la información (sic), en difundir las
vas, en expresar las impresiones de la vida, en COildticii
a las multitudes, en guiar la nave del Estado. La
se interesa directamente sólo en el saber, en
nuevos conocimientos. . . (Citado por Burnham,
pp. 10-11).
Éste fue el nuevo lenguaje de la ciencia, que avanzó
mente por la ruta que se le había preparado; es obvio·
los hombres nuevos habían crecido en un· nuevo iiuiui.c::n.n:;
Small había iniciado la sociología norteamericana
dola al servicio del bienestar humano; Ogburn declaró
memente que la ciéncia no estaba al servicio de nadie.
Este sentimiento ha gobernado la sociología hasta la
tualidad. Los problemas sociales de la década de 1930
ron una .amenaza para esta indiferencia, pero la
120
~~,-- -~ de nuevo salvó: a la ciencia, y se difirió.
una reconstrucción social, que parecía .in-
dÚada anterior. Otra vez "el nuevo moví-
de la sociedad industrial-comercial dio su
y triunfó sobre su adversario del siglo XIX.
unidad social y una plena producción se
y así se pudo continuar apoyando
indiferente. En la década de 1950, esta indi-
volvió casi total: las· disciplinas se volvieron
"profesionales", y una masa de investigadores
se esforzó por ordenar los hechos indepen-
de los valores. Sólo unos cuantos pensadores
· a perturbar esta calma: R. S. Lynd en su
What? [¿Para qué sirve el conocimiento?],
en Fads and Foib.les in Sociology and Re-
[Caprichos y modas en la sociologla y las
C. Wright Mills en La Imaginación
. [FCE, 6~ reimpresión, 1978]. Pero, aparte de
personal, estas obras sólo causaron una
.·perturbación en la superficie de la ciencia; estos
vejecieron o murieron, pero la "profesión" con-
camino. Sólo hoy en la década de 1960, empezó .
que la sociología estaba a punto de emprender
y fundamental evaluación de su imagen aca-
por la pérdida de una .unidad subordinada:
el ejemplo de Giddings
:;hí.stona del abandono del humanitarismo por el apa-
avance de la ciencia quizás resulta aún más cu:riosa
· examinamos a los hombres que crearon la sociolo-
los Estados Unidos .. Todos eran idealistas, que con-
el bienestar humano como parte integral de la
de una ciencia del hombre. vVard, Small, Ross,
el conservador Sumner,, estaban de acuerdo en.
·>U'-<L~<v¡b"" debía servir al hombre, aunque diferían
y. de qué manera debían contribuir los hallazgos
121
de ·la sociología; Small tenía profundos sentimientos
giosos; Ross ·era un reformador socilll de corazón.
hombres aún eran científicos en ·el sentido originlll de
visión de la búsqueda baconiana y newtonianá, y no
ministradores de laboratorio", para usar la adecuada
cripción que hizo Lewis Feuer (1963) de .la
actulll.
¿Qué sucedió con sus esfuerzos? ¿Por qué no
llevar a la sociología a una postura activista, y lllacuuout:
su intención humanitaria básica? Creo que· la simple
puesta es la que hemos considerado: la sociología se
virtió en una disciplina, y perdió su· orientación de
socilll subordinada lll hombre. Por consiguiente, estos
sadores se vieron atrapados: tenían que "crear'.' una
cia: académica, pero no encontraron ningún camino
aplicar los hllllazgos .de su disciplina lll apoyo de la
socilll. Cuando la acción se ve frustrada y se vuelve
sible, sólo se puede dejar en segundo término o
una fecha futura. El problema de la Tiustración
repetirse: cuando se puede pensar pero se es
actuar, sólo puede invertirse en la posteridad.
depositó su fe en el futuro de la ciencia inductiva,
Condorcet la había puesto en el progreso, y Marx en·
proletariado del futuro.
Giddings ·reaccionó a la sociología que
"benefactora" a,nte los problemas socillles que existían
los primeros aiios del siglo. Según su punto de vista,
mero sentimentlllismo acerca de los "problemas" debía
der su lugar a unos intentos objetivos para advertir
estaba sucediendo en la sociedad,· y determinar sus ""IT"'""·
básicos; pero no abandonó el intento humanista;
encuentra en todos sus escritos: "La función de la SO(:te«lad
es desarrollar y cuidar los tipos superiores de la
lidad humana ... " (1922, p. 291). "El mejoramiento
nlll de la sociedad se consigue con una crítica de los
socillles" (citado por Northcott, 1918). Giddings sostuvo
hincapié de Platón y de Rousseau en la tipología idelll,
afirmó que una sociedad sin idellles estaba muerta
122
deseaba ser más científico acerca de lo que
oro,gre:so. Anhelaba descubrir qué tipo de progreso
mínimo aceptable para los pueblos de diferentes
¿Cuánto costaría en energía humana,· tiempo, pre-
dinero, sacrificios, producir el tipo de persona
cor¡sicler:ara adecuada para la sociedad que se estu-
sería, en resumen, una definición mínima per-
definida de progreso que tuviera sentido para:
los seres humanos de buena volwitad, para que
nanífica.Clo•res socillles pudieran usar esta definición lll
normas para el bienestar socilll?
era. un programa humanitario íntegro, sin parlllelo
.a. !iU'-'"''uo''"' actual. La crítica de los vlllores socillles y el
del progreso era exactamente lo que Ward tam-
había propugnado; pero cuando pasamos de las metas
deseos de Giddings a sus medios y métodos, experi-
un ominoso cambio de ambiente. ¿Cuál era la
para esta crítica de los vlllores sociales? Giddings
determinar cuanta represión, libertad, sumisión y
eran convenientes para el bienestar generlll.
que esto era muy importante para 1~ cuestiones ~e
pública. ¿Cómo se podría deterrnmar esto? Gid-
dijo: descubriendo "las restricciones socillles normales
comunidad dada, en un estado dado de su evolu-
.." (citado por Northcott, 1918, pp. 22-23). ¿Qué
debería usarse? El mismo por el que Giddings abo-
iecididrumente para la sociología, y en el que entrenó a .
devotos de las técnicas rigurosas: el método del
por estadísticas, con el "fin de descubrir relacio-
modalidades, coeficientes de variación y correlaciones"
p. 300). ¿Qué hechos debían anlllizarse de esta ma-
Los que surgieran de la experimentación social ca-
siempre se lleva adelante en la sociedad; el soció-
bía observar y anlllizar los experimentos sociales
continuos en la vida de los grupos. Por ejemplo,
estudió .los datos inductivos sobre la pluralidad
de nacimientos comparada con la tasa de mor,
la salud y la riqueza comparada con la enfermedad
123
y la pobreza, etc. El objeto de este estudio era poner
ciencias humanas sobre una base sólida, tratar de
algún índice objetivamente verificable del progreso,
de los conceptos ilusorios de la anterior generación
nefactor:'!s sociales.
Pero aquí surge con toda su fuerza la falacia de este
de futurismo científico en la sociología (tengo que
rirme a Giddings· con cierto detenimiento para demos
esto, porc1ue aún es la falacia de la mayor parte de
ciología actual). Al reaccionar ante la sociología del
blema social", Giddings descuidó sus más importantes
oc;:upaciones: la histo1·ia .contemporánea y los. probl
sociales u¡·gentes. Éstos son una preocupación
para la sociología, además de las constantes que
deseaba estudiar inductivamente. Lo fundamental. era
fuesen cuales fuesen las constantes que pudieran
trarse, serían modificadas. por la historia y. por la
humana; Como Sumner, que aprendió algo de su
teoría de las costumbres, Giddings posteriormente
a dónde lo había conducido su .pensamiento: que los
chos sociales son psicológicos po¡: naturaleza, no
qtie sus rigurosos conceptos de "ley", "contingencia", y
rrelación", aunque definidos dinámicamente, no
tan la mayoría de los datos de las cieiJ.cias sociales. El
lógico que se debería dar, pues, sería abogar· por
ciología activista, además de analítica, pero Giddings,
Sumner, nunca lo hizo, ni tampoco la mayor parte de;
discípulos.
Es fácil resumir la falacia de Giddings: al. elevar un
manitarismo activista a las remotas alturas científicas
un inductivismo oportunista, lo colocamos fuera del
de los problemas sociales contemporáneos. El programa
tótalmente incompatible con sus metas, y éstas se
minadas por su campo cauteloso, restringido~ La
humanista. de. los valores sociales (radical en su u.llct:~i,tUJ.
hundió prácticamente en el conservadurismo de un
contraproducente.. Los datos que, podían
experimentación social casual· se volvieron muy
124
,g 0 br,ep:asa.ao's por· los sucesos. Como Franz ·Boas
los datos sociales se vuelven históricos casi
como se registran" (cf. también Haring, •. 1956,
sociología funcionó como disciplina desintere-
,mucho tiempo, y la vida continuó su marcha,
Esto sucede exactamente hoy día: el pro-
de Giddings confirma la crítica de su orienta-
castigo fue la pérdida de una ciencia social ac-
al hombre.
¿qué le sucedió a la busca de valores elevados
de programa? Como científico, Giddings trató
nada más en la naturaleza, en términos de
que lo que. ya existía; deseaba estudiar datos
pero este programa de valores realmente eludía
los valores. Las evaluaciones humanas ideales, en
difícilmente son tan sencillas como las tasas
-"w"'""'v o la capacidad de existir y desarrollarse. La
humana debe· aceptar sugerencias del orden na-
es la herencia de la Ilustración, como lo hemos
varias veces. Pero, por otra parte, esta herencia
que inevitablemente debemos trascender el orden
en nuestros valores, o. no tendremos evaluaciones
Giddings murió antes del pleno surgimiento del
cuando los niños robustos y la buena salud eran
social. Por otra parte, una alta tasa de abortos
tasa de nacimientos pueden ser signo de una
lU<.ct•..,~uu nacional, como sucede en Japón hoy día.
desde luego, con toda su amplitud, probablemen-
de acuerdo con estos comentarios, y sería capaz
su propia obra para apoyar estas ideas. Como he-
él afirmó que una sociedad que •no tiene
:;ul~óp,ii:c>s está muerta; pero el heCho es que en su
introdujo un abismo artificial entre el hombre y
y· nos dejó buscando un criterio esencial de lo
que realmente fuera una evaluación humana.
-pero no lo menos importante-, la busca
de una· definición mínima aceptable del pro-
una que objetivaba al hombre. Quería, como
125
 hemos observado, ofrecer. una guía cientifica
un tipo de personá que fuera ·"considerada Q~'"'"''"''il
cualquier sociedad. Esto equivalía a su creencia
sociales determiniStas y en constantes mensurables,
permitiría una ciencia que controlaría al hombre.
Giddings continuó sosteniendo en el siglo xx la
progreso descentralizado del siglo XIX,
un aspecto más científico; pero hoy día podemos
que esto no oculta el hecho de que coloca al
servicio de la. sociedad, en vez de colocarlo como
central del valor. La ciencia de Giddings en última
cia era tan conservadora como la de Comte, y, a ·
de sus intenciones similares, igualmente perdió de
hombre.
Parece más respetable practicar una disciplina
una técnica definida, ·que continuar tratando de
truir la historia para descubrir qué es el hombre.
timo procedimiento es un obstáculo para la propia
·gen, en especial cuando las disciplinas hermanas
engreídamente que pueden ser muy semejantes a la
Por ello, el brillante historiador de la sociología
Elmer Barnes, a avanzada edad, dedicó un pequeño
sobre la sociología histórica a George A. Lundberg,
tributo a su .busca de un método científico sólido
sociología. Lundberg era partidario del enfoque de
dings, un. "campeón decidido" de las "técnicas
que creía que la sociología había "alcanzado" la
de una ciencia y que ya no tenía necesidad de la
Éstas son sus palabras:
La historia del pensamiento social será relegada
la misma posición que ocupa la historia de la
·de la física y. de 13. biología en la enseñanza
estudiantes en estos campos. Esto es, los alumnos
zados deberán estar familiarizados con los
puntos a la luz del conocimiento contemporáneo,
que deberán tener una base firme (Lundberg, 1
p. 508).
126
aceptar el homenaje de Barnes con gran
Lo único que Lundberg no advirtió fue qué
Giddings terminaría en una esterilidad casi
F.'-'<LLU'Y~ de la teoría, y que él miSmo representa·
race conceptual. Tampoco advirtió que la
se encontraba en su prehistoria, que aún no
madura hipotético-deductiva que. fundo-
aceptados, oomo las ciencias físicas
Su historia no era de tipo anticua-
la sociología no poseía un con-
:pe:rmtental acumulado de conocimientos. Ese día
w•.u .... u. ..,u~ lejano. En resumen, la sociología no
experimental, superordenada, del hombre
~ comtpren•:ter lo· que era la sociología y lo que mos-
que debería ser fue causante de la gran
y las discusiones que hubo en los ochenta años
a Ward. Algunas voces, como la de Sorokin,
decididamente que la sociología era una ciencia
generalizadora, teórica, superordenada, y lamen-
existencia de los nuevos sociólogos con miras limi-
sentían "emoción ante la moda de encontrar da-
Lo mismo hizo Karl Mannheim, quien
la sociología fuera una ciencia social unifica-
que ofreciera una teoría completa de los pro-
(1953, pp. 203-204). En la década de 1920
movimiento para encontrar una síntesis factible
~;•~:w.,.., sociales: se estableció el Social Science Re-
, ....,,u... -.u, y aparecieron la Encyclopedia of the Social
un ]ournal of Social Philosophy.
década de 1930, la de las grandes necesidades so-
.·de las nuevas esperanzas, se reanimó el debate
qué era la sociología. El artículo de Stuart A.
es la sociolog{a7" y las inquietantes preguntas
fueron típicas. Rice concluyó que la sociología
materia única, unificada, sino varias materias,
ambiguamente bajo un solo nombre (1931-1932,
Sin embargo, se mostró firme en un aspecto: fuese
127
 lo que fuese la sociología,- mezcla de filosofía u otras
ciplinas, había algo que definitivamente no era y no
ser: a saber, "evaluaciones éticas ... que en última'
da están más allá del alcance de la ciencia" (p. 325).
kin le contestó a Rice y deciaró que la sociología no
una mezcia desordenada, sino "una ciencia ciara y
mente consecuente" (p. 327). C. A. Ellwood; otro
grandes pensadores de la sociología, sostuvo que la
podía hacer factibles las evaluaciones éticas- (p. 328).
reafirmó el credo familiar de la Ilustración de que la
cía estudiaba a la naturaleza al servicib de la acción
mana y se basaba en un consenso. -Pero -todo esto
podría decirse 'que representaba un acuerdo entre los
lagos, y reflejaba fielmente las vicisitudes de una u.o•~·~,...
que s_e buscaba a sí misma, una disciplina que
mente- tenía una ciara idea de su función, pero que
limitado su enfoque en beneficio de la investigación
tífica. En lá década de 1960, de nuevo abordamos
-damente el tema de .la imagen apropiada de una
del hombre.-· Quizá, debido al fracaso histórico de la
logia, otra disciplina pueda ocupar la breCha; por
la- antropología,· que Kroeber y otros investigadores
considerado ·disciplina generalizadora, unificadora,
taria por excelencia. Por desgracia, la antropología se
apartando de la teoría general de Kroeber con el
fatalismo con que la sociología se apartó de Ward.
LAS LECCIONES·· DE LA EXPERIENCIA 'NORTEAMERICANA:
LOS DOS CAl'.UNOS DE UNA CIENCIA DEL HOMBRE
He presentado a Lester Ward y a la experiencia
ricana como una especie de paradigma abreviado ·del
blema de la ciencia del hombre. Ahora que ya
hozado este ejemplo·· en breve espacio, nos
un poco más en los antecedentes. Los hombres que
tieron la sociología norteamericana en una
eran ingenuos ni tenían mala fe. Aquellos que
128
disipara en una búsqueda objetiva ·de simplemente
· datos fueron impulsados por poderosos estímulos,
todo momento debieron de parecer razonables. Es
la sociología norteamericana no fue arrastrada ciega-
•por el hecho de que .estaba inmersa en la sociedad
ire. La sociología de Ward, como antes los sis-
de Fourier y de Comte, sencillamente no era acle-
la tarea de. ganarse suficientes· partidarios para
a forjar y a cop.struir una nueva moral. El mar-
era malo, los tiempos eran malos, y el sistema
nuestra presente atalaya histórica, podemos adver-
existían dos caminos para una ciencia del hombre.
era una ciencia .social superordenada, sistémáti-
Este tipo de sistema_ empezaría a a·ear casi de
una ciencia madura; hipotético-deductiva, expe-
del hombre en sociedad, según el modelo de la
Advertimos que ésta fue la esperanza de Com-
a.u.w~·~•vu inmediata de Fourier, y también la visión
El- segundo !=amino era la búsqueda pasiva,
disciplinaria. Este- enfoque intentaría aciarar lo
los diversos campos del conocimiento. especia-
para que un día una ciencia directriz tuviera datos
en qué basar su acción. Este segundo camino .triun-
todos los casos, y hoy día. podemos advertir que la
· de esto no era totalmente las presiones ideológicas
contra una ciencia manipuladora y activa. Exa-
los antecedentes del problema con más detalle,
éste es el problema paradigma para una ciencia del
enfoque centrado en el hombre para una ciencia
sistemática y superordenada de .la sociedad
· siglo muCha gente .advirtió la necesidad de una
XIX,
social, y consideró una reforma radical por
de la sociología. El Association Social. Science M ove-
y la American Social Science Association reflejaron
129
esta amplia corriente. No faltaron pensadores """'T\Pn
te~, con imaginación¡ que pudieran comprender la idea~
temática de Comte y de Spencer. De 13. historia han
parecido mu dios· que merecen· ser recordados y vale la
que se estudien sus pensamientos hoy día; por
Robert s, Hamilton, otro auto-declarado New;ton
ciencias sociales __;,:.anterior a Ward (1874)- advirtió la
cesidad de una síntesis aceptada y ofreció una re<:ontcil
ción de las teorías de Comte, Spencer y Buckle.
ant:s de Ward, el notable W. T. Harris supo que la
sooedad debería tener una educación crítica,
como centro, una educación que tendería a errlantdT>ar
dualmente al hombre de las ciegas limitaciones. ~uc.;.~a:u::~.
No sólo en Estados Unidos, sino también en otros
hubo un gran fermento para· la reconstrucción social y
una nueva sociedad éientífica, la mayoría con Comte
modelo. En Rusia hubo varios grandes· sociólogos cuya
aún hoy debe leerse, en especial Peter Lavrov y Nicolái
jailovsky. Lavrov fue el que· adoptó el famoso
Kant al siglo XIX, el desafío paradójico que aún nos
siona hoy día: promover al mismo tiempo el int:li'llid1u:ll
mo máximo y· el comunitarismo máximo; Lavrov
que el peligro de la época era la absorsión del
en el "nuevo bienestar social", como había temido
toievsky~ Por esto fue un critico de Kant y de Comte,
aspiraban al bien del individuo, pero que en realidad
nazaban' con ahogarlo en una entidad mayor ua.JLUA·ua.
ciedad. Trató de hacer más histórica la obra de
más crítica la obra de Comte, y permitir uh enfoque
evolucionista y pragmático de la reconstrucción social.
mente re-captó el espíritu de la ilustración en su
pre-revolucionaria, y así pudo oponerse no sólo al
vadurismo de Cornte, sino también al anarquismo de
kunin y al comunismo de Marx. En otras palabras,
ba una ciencia del hombre en la sociedad y· no
ideologías (cf; ·Barnes y Becker, 1961, vol. 3, pp.
y véase Lavrov, 1891).
· Cuando vemos· que el lema de Comte "Orden' y
130
an·.eiJtgal"-'·'"- la bandera de· Brasil, podemos compren-
exaltado precisamente en los países que con-
que era posible un nuevo· orden social.· En el
las . Américas y Rusia compartían esta visión,
que"'en Francia e Inglaterra el positivismo de
solía ser interpretado como. un método inflexible.
,que en el siglo XIX, como hoydía, los países lejanos
a los que han llegado las nuevas luchas .por una
~orrnr·r•n social no pueden permitirse seguir una roo-
positivismo estrecho .de entonces, el marxismo es-
o la desapegada sociología académica norteamerica-
•hoy día. Es significativo que la sociología crítica
por.. C. Wright. Milis haya conseguido más aten-
Asia, Africa y Latinoamérica hoy día que la que
atraer en la comunidad académica de los Estados
hubo pensadores aislados aun en Inglaterra.
onn'"'""'" un punto devista sistemático comtiáno de las
sociales: Hobhouse es el más sobresaliente. Advirtió
ciencia de la sociedad debía ser sintética y generali-
Hobhouse es interesante para nosotros, porque tuvo
en. Inglaterra contra lo mismo contra lo que
. luchó en los Estados. Unidos; esto es, debió mante-
la ciencia social de la ilustración en un mundo
exactamente como Ward trató de hacerlo.
mauu1vu la idea del progreso en primer plano, y coro-
teoría de Spencer de que el progreso es incons-
.al insistir en que el progreso es, deliberado y se basa
elegidos. Promovió el control racional de las
de la vida social, y tuvo que combatir el nuevo
ectualismo y la valoración excesiva de los factores
. en la vida humana, que Darwin había impuesto.
de las cosas que gradualmente surgen de la historia
bosquejando es que .la totalidad del .desarrollo
· de la ciencia del hombre es una lucha por
buen juicio predarwiniano de la ilustración.
y Ward le hicieron a Darwin y a Spencer lo que
le hemos hecho a.Freud: retroceder a.la época
131
 anterior a él hasta encontrar un ·punto de vista
elástico, .abierto, amplio de los afanes humanos. En
cUas resulta más fácil esto que lo que lo fue para
Hobhouse, porque nos encontramos más lejos· de
pero también es más difícil, porque casi hemes perdido
completo la tradición de la Ilustración.
Cuando observamos a Alemania advertimos que
allá el enfoque sistemático de la sociología se mantuvo
pero por razones muy peculiares de ese país. Desde lá
nomía política del hacendismo en el siglo XVI, desde
niz y los idealismos posteriores de Fichte, Schelling y
el problema social. se consideró sobre una base
orgánica ·y cada vez ·más nacional. Los alemanes, en
palabras, aplicaban un enfoque generalizador a la
del hombre, ·que •provenía de sus tradiciones sociales
tafísicas. Esa misma orientación los condujo a
economía deductivainglesa y a desarrollar puntosde
ampliamente históricos y contextuales de problemas
micos limitados que aparecen en la obra. de Roscher
·seguidores. En sociología esto produjo lo quelJ ..<ULtanios·.
teoría "organicista" de la sociedad, corriente que se
arrolló en el siglo XIX en las obras .de· Schaeffle y
feld, y en décadas recientes en la obra de Othmar
La sociología de Spann, a pesar de sus
sus. fallas, tuvo un espíritu y una intención de crítica
recoristruéción sociales. Aquí encontramos la cm1ocida
tica al "hiperdesarrollo de las ciencias exactas", a la
centración en los afanes· económicos", a la "---··-'--
artificial del individualismo" (i,andheer, 1948, p. 397).
la obra de Spann había una protesta moral inherente,
que embotada por- un anti-industrialismo arcaico,
nário. Quizás si el organicismo alemán hubiera
alcance más internacional y menos nacional; habría
el _tono arcaico; Ciertamente este fue un intento de
pender a uria necesidad reitl y profunda, como se
en 1;1. · vigésima edición de la obra de Spann ·en 1930.
tragediá de este tipo de sociología no es qúe aoov~rra
credo nazi, sino sencillamente que . la sociología
132
empleada_ si no tiene alcance crítico ni valentía
a su propia ·sociedad nacional.
más sensible e importante. es el sociólogo
En realidad es un Lester Ward alemán de
con un entendimiento total del tipo de la
muy nacionalista) de lo que debería
Todos los temas con los que estamos fa-
que desde hace mucho se han abandonado
soc::IO.LOf.l,Ia, se encuentran en la obra de Freyer. Con-
sociología como. una creación histórica,· una plata-
el cambio social y una crítica continua del pre-
Freyer, la sociología se basa en · los valores
parte. de la. volición humana. Debería estar orien-
adecuadamente a determinados fines sociales. Como
considera que los acuerdos amplios, científicos sobre
sori posibles precisamente cuando se recurre a los
.~~·~r,..;rnc Quizá lo más importante para la historia
narrando aquí es que Freyer es un pensador
moderno, que considera que los grandes sistemas del
no sólo son fases avanzadas de la teoría social
representan una perspectiva enteramente nuev~
,...,, ______ .del hombre en sociedad, problema que sur-
de la Revolución Francesa. Por consiguiente,
sólo la sociología tenía la perspectiva histórica
para criticar al liberalismo. Con un espíritu saint-
y comtiano, está dispuesto para sostener el pro-
del liberalismo parlamentario desde la atalaya de
D
de la sociología superordinada, históricamente_
(véase Ernest Mannheim, 1948), Como Ward en
Unidos y Hobhouse en Inglaterra, Freyer represen-
intento de mantener viva la esperanza de la Ilustra-
superordenar la ciencia y la moral a la política.
importante figura cuya obra ha sido traducida (sig- \
al español, pero no al inglés. Los países
inglesa no se encuentran hoy día dedicados a la
la reconstrucción.
133
 El fracaso de los sistemas
Hasta aquí hemos hecho uu breve bosquejo de algunos
los principales estímulos a una sociología sistemática;
perordenada, en el siglo. XIX y a principios del siglo
Ahor:'- debemos contestar algunas preguntas: ¿Por qué
los sistemas fracasaron, aun cuando fueron bien
e influyentes durante algún tiempo? ¿Por qué la j
generación en Alemania criticó a Freyer? (Karl u::.UJ
HHU.Uiu..
1953, p. 218). ¿Por qué Ward fue olvidado tan pronto¡
ta por Ross, y por qué hoy día Hobhouse. es una
histórica?
Cuando contestemos estas preguntas habremos desa:tbi•
to 1~ principal razón por la que la sociología aun hoy
fragmentada en varias escuelas que a veces ·discuten
sí acremente; los sociólogos del "valor", como
qouldner, Milis, McClung Lee; los sociólogos de la
iéoria" como Parsons; los sociólogos "empíricos"
zarsfeld; los sociólogos "formales" como Leopold von
en Alemania, y la sociología ':histórico-crítica" de su
sario Franz Oppenheimer. Hoy día las disputas sobre
nucias se han vuelto vehementes; se discute si la ~u,.•u•u~ 1
en realidad sólo es la "geometría" de las relaciones
les; o si los hechos sociales realmente constituyen
históricos singulares, etc. (cf. Oppenheimer, 1932, p.
Haberle, 1948, p. 266; Abel, 1959, p. 477). Hay otros
los" de sociología que a algunos críticos les parecen
deramente "individuales" e. idiosincrásicos, por ejemplo,
sociología "fenomenológica" de. Vierkandt.
El gran dilema histórico de la sociología nadie lo
expresado mejor que Albion Small en 1905, y lo citaré
tensamente para responder por qué la sociología smnp•·nrilí
1
nada hasta ahora siempre ha fr¡~.casado:
¿Por qué exis~e la sociología en el mundo?
más que una cuestión de curiosidad histórica.
puesta a la pregunta casi llega a explicar las co11fuLsicm
predominantes acerca de la sociología inisma.
134
yeces. parece ser sólo filosofía especulativa abstrae-
es presentada por algunos, no tiene nada de
ni de filosofía; es· sencillamente el esquema de. un
:;•.;,r¡,mp·ntn sentimentalmente benévolo. ¿Cómo sucedió
cosas tan diferentes pudieran tener el mismo
respuesta es, en pocas palabras, que según todas
probabilidades el impulso filantrópico sentimental
·hecho más que el impulso científico por darle vida
sociología ..• Ciertos filántropos en este país abo-
tan diligentemente por el mejoramiento de las
.,.,,n,czn:n~<x sociales que los intentos posteriores de. des-
una sociología científica fueron inevitables. Las
para la reforma o el mejoramiento sociales
así: la gente de tendencias filantrópicas
que algo estaba mal y que debería corregirse:
era debido a que existían pobres, u obreros cali-
sin trabajo, o largas jornadas de trabajo, bajos
y malas condiciones sanitarias para los que tra·
·oaliiuélll, o propiedad privada que debería ser propiedad
u otras mil. cosas. La gente seria declaró que
.cosas ne> deberían ser así. Entonces los conservado-
obstinados se opusieron y afirmaron: "¡Tonterías!
gente está loca. El sentimentalismo los ha enloque-
Tienen buenas intenciones, pero tratan de lograr
imposible ..• No hay un motivo científico en que
basarse estos visionarios." Ambas partes tenían
de razón. Se había permitido que avanzaran unos
que, dedicándoles cierta atención, se· podrían ha-
mitigado, si no remediado totalmente. Por otra
los esquemas de la reforma se promovieron sin
serios intentos, fuera de un pequeño circulo, de
'Jps,ml1orir cuáles podrían ser sus consecuencias ... Todo
tendió a educar a la gente de cierto tipo; había
que podía ver los males, por una parte, pero por
otra advertía que nuestro conocimiento de las relacio-
sociales era demasiado pobre para ser una. guía se-
al tratar de reorganizar la sociedad. Esos hombres
135
 dijeron: ~'Sí, los· sentimentales tienen razón:: ilPhP·rbrn;;
actuar mejor; pero los conservadores también tienen
zón: debemos mirar antes de dar el salto: Debemos
seguros de tener !a razón antes de seguir au.eHILU[e;
por lo menos, si nq podemos estar seguros, debemos
tudiar a la sociedad con suficiente profundidad
justificar nuestra creencia de que el curso de la
es razonable, y se dirige al progreso."
Por esto algunas gentes aceptaron la lógica de la
tuación y señalaron un curso de estudios adecuado
La ruta más corta y más· segura para hacer mejor
cosas al final de cuentas es el conocimiento
Esta es una tarea para_ unos cuantos investigadores
deseen dedicarse al estudio- paciente de la sociedad
mana en su totalidad, sin impacientarse por el
que se requiera para alcanzar resultados prácticos.
es una tarea para hombres que estén dispuestos a
jarse tildar de soñadores, que sean pacientes
la gente los injuria y los ridiculiza por
filósofos trascendentalistas poco prácticos. Ésta
tarea para hombres que deseen emprender in,,,,.;,.,,.;,
nes prolongadas sobre la vida en sus significados
mas y descubran los principios generales válidos en
sociedad. Al final este será el tipo de trabajo más
tico, porque ofrecerá la única posible base racional
los programas inteligentes de acción sociaL ..
Después de lo que hemos dicho, es de ·esperarse
se hayan aclarado dos cosas: Primero, el programa de
sociología intenta finalmente realizar el esfuerzo
total, intenso, persistente y sistemático para que la
humana llegue a ser todo lo que es capaz de llegar
ser. Segundo, este impulso totalmente social y
tivo será controlado por la '·sociología científica
que una filosofía y una teoría de la acción puedan
tificarse. El impúlso es humanitario, el método es
una ciencia y el de una filosofía completamente o
vas (1905, pp. 36-37):
136
palabras, la sociología quedó atrapada en un·a
entre los científicos· y los sentimentales, en-
:inivestigadon!s y .los reformadores sociales. Smáll no
trampa· definitiva· en· que. quedaría presa la so-
disciplina: la que hemos bosquejado antes al
a Giddings, quien comenzó a poner las medidas
sobre una base científica sólida, pero, al des-
. ciencia social superordenada, la disciplina de
no pudo aplicar los ·resultados en la práctica;
una lección de la historia posterior que sólo
r~.-••, •• ,,,..,,n. descubriendo. Durante la época. de Small;
parecía eminentemente razonable y realista.
tenían que liberarse para ·poder estudiarse
pero esto produjo otra limitación que tuvo
igualmente serio y que hemos mencionado antes:
investigadores se libraron de la necesidad de
reformas rápidas también olvidaron la necesidad
sistema conceptual; por consiguiente el estudio de
y de las constantes empíricas tendió a conver-
un fin. Hoy día podemos comprender la rebelión
sistemas, y su fracaso final. A los nuevos empi-
sistemas les parecieron personalmente sentimen-
tangiblemente filosóficos, y trataron de evitar am-
ciencias debían descubrir qué pretendían y los cien-
deseaban ser estorbados por un compromiso con
social superordenada (como la sociología de
ni por una acción imperativa inmediata, como la
1~tt't1cción social. Small aprobó el programa de Ward,
previó la suerte de éste. A. G. Keller, en una re-
de la obra Pure Sociology [Sociologla Pura] de
se refirió adecuadamente a las nacientes ciencias hu-
Afirmó que era necesario que los "sistemas" depen-
de la investigación; se necesitaban hechos, investí-
y no sistemas a priori, como el que ofrecía Ward.
· pensadores también pidieron un periodo analítico
después del periodo sintético, apresurado. Durk~
científicamente contra la economía del
137
,·,~:~):;~~-,;~li>:,>::,'' ;
laiúez-fairey contni los sisfemas utópicos socialistas, y
ql.le .los individuos se basaran en hechos y. no en·
p~ematuros_: "Los que adYierten lo que deberla ser la
cia social ... no pueden aceptar con agrado estas ouLui..JLuu
prematuras, estos amplios sistemas bosquejados
mente" (1959, p. 7). Durkheim deseaba qu·e la
·académica del trabajo se llevara al extremo más
creía que sólo así la unidad se lograría naturalmente,
diferentes disciplinas en última instancia serian COllSCieiJttl
de su solidaridad orgánica (1947, pp. 370-371). Otro
del enfoque sistemático en las primeras etapas de una
cia fue Eugenio Rignano, quien señaló que todas las
se habían .iniciado de esta manera primitiva, desde los
5ofos sintéticos griegos. Deploró el intento de cm:np.re11de
las leyes más internas de las cosas, y todas sus "c.~"-'-•v••<
recíprocas, mediante un "golpe maestro" de la síntesis
temática (1928-1929). Ante este punto de vista
Ward sufrió la suerte de Comte.
Hans Freyer posteriormente fue olvidado por las
razones. Los discípulos de Ward reconocieron la imnmrt:n
cia .de su. sistema, y se-dedicaron a buscar hechos
nado empíricamente, después se disgustaron con el
y finalmente lo olvidaron. Los discípulos de Freyer
nacieron que este investigador 1~ había dado a la
gía ''la base más segtira", pero le reprocharon no
"llenado con una materia empírica el marco teórico
había construido" (Mannheim, 1953, p. 218).
Los sistemas fracasaron en parte porque eran
porque debían descubrir cuál era realm:ente su materia.
esperanza, en los primeros tiempos, fue bien expresada
William Strong en 1870, quien advirtió la necesidad de
busca académica; pero que creíá firmemente, como
heim, que los futuros investigadores podrían integrar
ciencia de· la sociedad totalmente madura a partir de
ciplinas aparentemente sin relación (Bernard, 1943, p.
Sólo cuando las ciencias se hayan "desarrollado 1-'""'"='"l
te... podrá formarse una ciencia social sintética. La
ción de Strong parecía lógica y estaba plenamente
138
primitiva del conocimi.ento ~e esa époc~. :or
cuando la ·American Sooal Sctence Assocmuon
buscar una ciencia de la beneficencia social, uni-
. ·· de las organizaciones que se separaron fue · la
para la .Protección de los Dementes )'la. Prev~n­
Demencia. ¿Para qué servía una oenoa soCial
>ru1:ua.ua., que guiaba el trabajo práctico para ayu~ar
si no había una teoría de la demenoa?
muy necesaria una investigación especializada, _limi·
descubrir qué era lo que trataba de prevenzr. ,El
de quese necesitaba la fragmentación antes de
síntesis futura sé apoyaba en parte en la enor·
de la materia humana, y parecía que era
camino. Los grandes· sistemas desaparecieron, en
por muchas razones válidas, y la razón no menos
fue la complejidad del tema humano; la desea-
de la ciencia al serYicio dél hombre se aplazó a
futura.
La aclaración académica: el ejemplo de las
"fuerzas sociales"
nuevas· esperanzas estaban vinculadas con la busca aca-
La sociología debería descubrir más acerca _de ~a
humana antes que llegara a ser una oencta
y sólo entonces sería significativa una unificación
disciplinas. La próxima pregunta importante debe
se logró con la busca académica? Para contestar
por fortuna no necesitamos ~studiar ~a ~istoria de
las disciplinas durante el últnno medio stglo. Creo
beneficios y las desventajas de la busca académica
destacarse notablemente de manera abreviada, en-
la disciplina de la sociología y estudiando la suer-
sus · ideas orientadoras: las fuerzas sociales.
norteamericana se inició como intento de
las fuerzas sociales, las fuerzas que animaban la ac-
de los individuos y que gobern_aban los fenómenos
139
 '<ae Ia5 fuerzas sociales se
y después sé abandonó. La historiá
áventura es muy instructiva. Si regresamos
·· ';IIloinento al anhelo de Fourier de establecer una
plenamente deductiva de las pasiones human.as,
entender lo que representó esta aventura: fue un
de comprender las "pasiones" mediante él estudio
· co, descriptivo, en vez de usar un enfoque
liipotético:deductivo. ··Si esto es _verdad, se
dinariamente importante advertir lo que se logró
te el enfoque objetivo, académico. Este nuevo COJiloc:tm
to deberá ayudarnos a enmarcar el problema de la
y. el problema de una ciencia hipotético-deductiva en
minos 1Ilás complejos que los que serían posibles de
manera. Debemos aprovechar los 50 años de esfuerzos · ·
experiencia acumulada.
Ya señalé la gran semejanza entre las fuerzas socialés
tudiadas por vVard y las pasiones estudiadas por
También señalé que algunas de las observaciones de
sobre las fuerzas sociales, Fourier podrla haberlas P.v•w•a•~"
en un lenguaje casi idéntico. Ward consideró que
zas sociales eran la clave principal para comprender
fenómenos sociales y, como Fourier, creyó .que después
que .entendiéramos estas fuerzas en su "estado puro"
dríamos construir una civilización que aprovechara las
jores energías de la naturaleza.
El sociólogo que tiene un concepto adecuado de su
cia y la considera similar. en . todos los aspectos
les a estas otras ciencias, y que tiene, como éstas,
finalidad práctica y una aplicación para el· hombre,
sidera las fuerzas sociales como todo el mundo I..UJ<a~;.u,1J,,
las _fuerzas físicas y vitales, y descubre en ellas.
de la naturaleza que causan daño, o por lo .menos
se desperdician, y percibe, como en otros casos (si
estudiadas y comprendidas) que pueden resultar
sivas, y en última instancia convertirse en servidoras
140
y ser uncidas ... al carro ;de la civilización que
(1909, pp. 101 y llO, pammp
· Ward había comprendido qué el problema de
. sociales era ·muy complejo, y que su estudio
muy lejos de realizarse. En otras palabras,
sabía que su marco teórico era correcto. (el
llustración) pero inmaduro y científicamente
en el estado en que se encontraba.
uc:,,,;c=,,._.a· que Ward escribiera más sobre las fu.erzas
envió el análisis de Spinoza sobre las pastones
hiciera algunas sugerencias (Stern, . 1938, p. 365).
en otra carta: "Me parece que los .celos son
social muy importante" (Stern, 1938, p. 367).
el concepto .·de las fuerzas sociales se en-
en un estado de análisis .muy primitivo, pero se-
. camino excelente; uniendo los conocimientos. de la
· · la psiquiatría y la fenomenología ~xi~tencial se
unos 50 años para lograr un conocrmtento claro
fenómeno de. los .celos .(cf. E. Becker, 1964a).
gente hablaba de las fÚerzas sociales a .finales d,el
y sus conceptos eran pr~tivos. El econo~s-
Patten ·entendía las fuerzas soctales en un senudo
y pedía que el hombre regresara a la economía
del placer, y no a la de evitar el dolor (véase
1936, pp. 236-237). El ~ociólogo S~c~enberg h~~ló
fuerzas sociales en térmmos reducoomstas: son los
sociales básicos o las energías que se encuentran en
... Una energía mental es una fuente de poder,
elemental con el que se constituye la sociedad"
p. 189). Stuckenberg enumeró diez fu:rzas: "econ~­
políticas, egoístas, de los deseos, afectivas, recrean-
éticas, religiosas, intelectuales" (p. 207). Estas
sólo representaban un mínimo del conocimiento
extensamente, aquí y en otro lado, Jos primeros. coÍl·
las fuerzas sociales, en parte porque después me
de nuevo al problema· de las fuerzas sociales, para ada-
historia .y la naturaleza de una teoría unificada.
141
 'contt~tlaaJ. del-fenómeno que re¡>res1en1tahiar
·-·P•it,O:rkí·"nJrirríiti:vo del análisis dé ésa época.
que hizo algunas innovaciones en la
sus propios conceptos burdos de lo que
"interior~· de la acción social, y enumeró
"intereses" orgánicos. Small adoptó el· concepto de
tereses" ·de Ratzenhofer y aumentó s:u clasificación a
elementos: salud, riqueia, sociabilidad, conocimiento,
za ·y justicia. Todo esto prometía uh conocimiento
!izado y sistemático del tema humano, que serviría·
base para una sociología completa del hombre en
En 1905 afirmó Small: "La última· palabra en
es que la: experiencia ·humana: tiene el mayor
profundo significado cuando· se interpreta de
fin en térininos dé la evolución, expresión y ~~~.-~~
de los intereses" (Barnes, 1948a, p. 378). Small
que si se observaban y se clasificaban estas fuerzas
podrían organizarse las leyes de la interacción social
1925-1926, p. 171) ..
No tardó en producirse una reacción a este ~·-~·-~·..
ciólógico primitivo e in'cierto de los motivos nu:miill(JS ...
1911, E. C; Hayes escribió una rigurosa crítica
de las fuerzas soeiales". Dijo que eramuy superficial
itir las acciones humanas como motivos o causas que
esencialménte biológicas (como las pasiones), y por
guiente antecedían a las actividades sociales. Por.
·misma crítica que hemos hecho a Freud le. fue pronto
cáda a .Ward. Hayes creyó que Ward hacía .de1nas1iadlo
capié _en el organismo biológico. Hayes afirmó que la
cia debía abandonar la discusión de las fuerzas, como
biólogos habíaiJ. abandonado la-discusión del vitalismo.
yes . creía que la· ciencia explicaba la realidad en
de relaciones, y que la tarea de la sociología como
plina sólo se veía estorbada al tratar de encontrar
anteriores a la actividad social. Poco más tarde, el
Morris Cohen lanzó un ataque similar contra la
.física de las fuerzas sociales, y acusó. a Ward de
las causas-sociales con las naturales (1959, p. 360);
142
suéediendo? La sociología .trataba de· siste-
conceptos acerca de por qué la gente actúa de
y no ·tuvo mucho éxito. Deseaba ser .una
precisa y, ya que su tema era el hombre, anhelaba
de la manera más exacta bajo envolturas científi-
un movimiento ferviente para dividir, clasificar,
simplificar. Los sociólogos buscaban un principio
:para explicar todas las manifestaciones de los fe-
sociales. Cada sociólogo tenía su favorito. Ross se
en Tarde y consideraba que el temor, él odio, el
gregario y la sugestión eran fuerzas sociales que
los grupos sociales (cf. F. H. Allport, 1927).
se basó en Adam Smith y revivió el principio
singular de "la conciencia de la especie" para
su· sociología. Muchos sociólogos, aparentemente
por el problema de explicar los. motivos hu-
y la naturaleza: del vínculo social, se apoyaron en
· de· los instintos. Además; las disciplinas her-
tenían · prestigio", como la psicología, m_ostra-
camino: nada menos queun pensador como William
· deslumbró al mundo científico ofreciendo una lista
instintos humanos.
-~-~:~..:~~ de 1883 a 1918 los conceptos de las fuer-
y los instintos dominaron la sociología. Pare-
la única esperanza para la comprenSión científica
,._."·-·-··-- humanos. Los sociólogos veían.fuerzas sociales
partes: sentimientos, deseos, factores geográficos,
intereses, instituciones, grupos, personas, anhélos,
(cf. House, 1925-1926). Duran~e algún tiempo: 1~
conductista, esperanzadora e mcreíblemente lnm-
de. Watson, ejerció una influencia intensa. Igual suce-
McDougall y sus muchas variantes de los instintos
La fácil salida reduccionista no duró mucho.
Bernard, en últiina instancia, terminó con el concep-
los instintos en la sociología con una serie de bri-
escritos en. los primeros años de la década de 1920;
que destruyó la teoría de la libido freudiana
clásico. Y Hayes, finalmente, ·resumió los caprichos
143
de todo .el periodo al atacar de nuevo a
ciales en el año de 1925 con una versión madura
antiguas criticas (1925-1926).
Conclusión
He hecho el relato más. breve posibre de la suerte
primeros intentos sociológicos de aclarar la
los motivos humanos. Contiene las lecciones básicas
tamos buscando. La busca descriptiva, académica,
realizó como alternativa de la ciencia experimental,
tético-deductiva del hombre en la sociedad, siguió su
como podía esperarse. Las. fuerzas sociales no se
dócilmente a los membretes claros, a. las definiciones
cisas o a las clasificaciones exactas. Ésta fue una irrtnrlrt"·
lección en la historia de la busca de las fuerzas
El conocimiento de las dimensiones de las pasiones
deseos del hombre no podía provenir sólq de la
¿Pudo haber sido diferente? Cuando emprendemos
vestigación especializada, fragmentada, sin control
co, central, dispersamos nuestro tema aún más. Por
sociología COI!lO disciplina no pudo descubrir la
de la naturaleza humana; sólo podía hacerlo una
social subordinada. El resultado fue que la sociología
donó gradualmente esta ambición, pero intentó
siendo una disciplina científica. Esto deslindó nuevas
de la investigación, profundamente delimitadas con las
estamos familiarizados hoy día: pequeños grupos de .
sis, el estudio de las organizaciones y de la cuJillu.Iul:ac
para las. masas, el análisis de las clases y de la
social, la movilidad y el cambio sócial. Esto hizo
crearan técnicas empíricas complejas. para estudiar
nión pítblica, los efectos de los medios de comtmica•::i'
de .masas, .la conducta de los consumidores, •de los
dores, de los votantes, de los campesinos emigrantes,
Nadie se atrevería a afirmar que esta gran ""'ullJtul<«uun
datos empíricos y este enorme refinamiento
144
gran logro. Todos los teóricos futuros estarán en
·esto, como uno de los críticos más rigurosos del
limitado estaba en deuda con esto en sus anda-
teóricas. Me refiero, desde luego, a C.· Wright
lo que veremos ahora es que en el. proceso de los
científicos académicos sucedió algo importante. La
cambió de enfoque. Los ad~antos científicos se
por la pérdida de su alcance y de su im-
liumana (y la tradición menor de buenos estudios
sólo subraya esta pérdida). El hincapié war-
perdió completamente; se eliminó la centraliza-
la sociología en el individuo, que fue el granlogro
•. ...,,,... ~·~ de la Ilustración. Cuando Albion Small fundó
•ou••u<;•a. norteamericana, lo hizo a pesar del prestigio
más antiguas, e insistió valerosamente en
de éstas, la sociología tenía un tema con-
humano, y no estudiaba meras abstracciones. En la
de la muerte .de Small, a mediados de la década de
la sociología se había unido a otras disciplh1as, y
materia completamente objetiva; Quizás el único
·de conservar el antiguo enfoque en la persona vi-
activa; fue la tradición de la ·"teoría de la acción",
aun ésta era muy entusiasta. En resumen, la so-
llegó a ser una ciencia precisa, pero se apartó del
En los años de 1930, Floyd H. Allport se sintió
a escribir su Institutional Behavior como intento
a situar el individuo en el panorama de la vida
del que había sido arrojado por las abstracciones
éierto sentido, esto era obligatorio y lógico. El pro-
. de explicar la naturaleza de la naturaleza humana
a todas las disciplinas trabajando de consuno.
cada una de ellas se separó y observó una parte
cada una encontró que sólo podía ofrecer una
limitada. Como resultado se sintieron libres para
a los problemas especializados que surgieron de
limitadas. Fue un círculo vicioso, un proceso
145
de retroalimentación que gradualmente dispersó
nacimiento importante del problema dcl hombre;
como hemos dicho antes, esta experiencia ruta.t:wt:Ine,'l
un resultado positivo a pesar de su búsqueda 1nl'>-n,...,,
La sociología, al buscar una teoría de todo el campo
motivos humanos dentro de los confines de una sola
ciplina ·empírica, mostró que esto era imposible. Ya
muchas de sus explicaciones resultaron ser francamente
mitivas e inadecuadas, apaciblemente murió el
enfoque vigoroso y optimista en las fuerzas sociales.
la confusión se aclaró, pudo advertirse un panorama
rente y extraordinario: los 50 años de experiencia
bía acumuladó la sociología comci disciplina seJJar,ad;t1
traron que era inadetuada para lograr un
total del hombre. Al encontrar muchos callejones sin
mientras buscaba enfoques parciales del tema
sociología se enfrentó con otras disciplinas, en
la psicología social, la psicología, la antropología,
menor medida, con la filosofía. Gradualmente;
tarse que· las disciplinas traslapaban en su tema, que
un punto verdadero pero mal definido en que la
gación separada no. era útil, sino que estorbaba al
descubrimi~nto de la naturaleza ficticia· de los
sociales humanos surgió accidentalmente, por
aparte de las principales aspiraciones de la dis-
aspiraciones de método, rigor y cuantificación.
dcl self de Royce, Baldwin, James, Cooley y
continuada principalmente por la escuela de
y también aparece en la profunda psicología social
· Goffínan (cf, Berger, 1961, en especial el capf-
Becker, 1962). Es inútil añadir que esta corriente
eri!iaiJllento aparentemente menor y· muy individuali-
descuidada por la mayor parte de la disciplina,
porque sus proposiciones no podían "pro-
ni producían "buenos" diseños de
Sin embargo, ya podemos afirmar que, como
descubrimientos científicos revolucionarios y real-
éste es más importante e influirá más
t<UJ-'"'"~ que los descubrimientos que se adaptan a las
de cualquier época particular.
!Ilétoclos de investigación se superan, pero no las gran-
Un día habrá una cosecha inmensa de conciencia
liberadora para toda la humanidad, cuando
.LuJ.<LL•cLa ficticia de los significados sociales se convierta

miento. Esto ofreció el estímulo básico para los
intentos de lograr la unidad, como lo entendió muy
Luther Bernard (1943, p. 582). Sin duda
éste fue el mayor logro de la ciencia en este
50 años. Fue la vislumbre de la unidad orgánica que
previsto Durkheim.
No es extraño, pues, que la contribución real y
1·amente trascendental de la sociología
mundo de la ciencia fuera la que compartía el· terreno
la antropología y la filosofía, y que fue
pensadores como Cassirer, Max_ Weber y Georg
Ésta es la que ha pasado prácticamente inadvertida,
tituye una especie de subproducto no intencional
experiencia norteamericana: me refiero al
de la naturaleza ficticia del yo social, y por
las reglas sociales, de las convenciones y los
146
propiedad explícita y común. Ciertamente la
Berger (1961) ya mostraba las implicaciones tras-
de este conocimiento: quizá compendió dos
de esfuerzos seculares y religiosos radicales en
la verdadera libertad y dignidad.
a ·la busca más ortodoxa de la disciplina, esto
desempeñó cierta función "negativa": ensayó y
algunos enfoques sencillos y atractivos para expli-
motivos humanos: los instintos internos, el conduc-
limitado. Éste es un proceso laborioso de segregación,
progresar a la ciencia, ya que el hombre aprende
penosamente. Así hemos podido superar o evi-
problemas que se presentaron. Esta labor nega-
· observé antes, contribuyó a ampliar el proble-
naturaleza de los. motivos humanos; cuando las
separadas trataron de encontrar la "esencia" de
147
 #J..otiváldcine:s;.sólo mostraron· lo inadecuado de
de>los mejores esfuerzos sociológicos
<.:uJllllJ'"'"<U el círculo. W. I. Thomas, que elaboró los
las "actitudes" y de los cuatro "deseos"
más tarde ofreció una teoría contextua! de
titudes; advirtió que las actitudes se relacionaban
situación en que la tradición· había· colocado al
(cf, House, 1936, p. 237). La disciplina de la sociología:~
otras palabras, logró aclarar el problema de la uuccu.•ru.'
hiunana, mostrando qué contemporánea era la teoría
de Fourier sobre la formación de la personalidad.
después,· éuando Talcott Parsons hizo una reafirmación
ciológica de la· teoría freudiana de la personalidad,
bién logró confirmar cuán contemporáneo era el puntó
vista de la Ilustración sobre la naturaleza humana. A
de la mayor complicación relativa. de Thomas sobre
rier, 'y de Parsons sobre Freud, sus obras más bien
huyeron a eliminar el exceso de conocimientos falsos
ofrecer un nuevo punto de vista básico; las ideas
mentales de la naturaleza contextua! del esfuerzo
y la mutabilidad esencial del hombre, se habían
muclio tiempo antes.
Podríamos afirmar, así, que la "teoría de la acción"
introdujo Ward en la sociología norteamericana uuauJUI;;lJ
lo justificó de dos maneras, aunque el desarrollo de
teoría de la acción sólo representó una fracción de la
vidad de la disciplina, y fue esporádica, fría y
demasiado objetivada; En primer lugar, mostró que
tenía razón al enfocar la sociología basándose en la
luación y en los esfuerzos centrados en el hombre; en.
gundo lugar, mostró cuánta razón tenía en considerar
sociología como una teoria completa y snnt>1ror·rli,,,,i,
la acción humana en la sociedad y en la. historia.
La sociología, después de haber disfrutado de 50
de una anhelada integridad como disciplina,' se ""'-vl"u
frente a frente con el antiguo problema, presentado
mayor fuerza que nunca: la necesidad de una ciencia
ficada; centrada en el hombre de la sociedad. Cuando
148
se libraron de las limitaciones de los antiguos
pudieron prever la anarquía en que caerían
El hombre se encontraba sepultado bajo
; moul.ailao.de datos, y sólo podía retroceder. En 1910
krr1osrro que comprendía muy bien el problema de la
contra la sociología académica, al describir
de la nueva ciencia académica:
ciencia especializada, ya sea física o social, inevita-
pasa por una etapa de trabajo científico deta-
por fragmentos, y no relacionado. En esta etapa
la ciencia es tan poco convincente
falta de coherencia como lo fue en un periodo
por su superficialidad. Esto es, antes tuvo alíen-
sin profundidad, y hoy día tiene profundidad sin
to (1910, p. 38).
también previó, con una exactitud casi sobrenatural
naturaleza de las fuerzas sociales debería ser son-
por muchas disciplinas, y que la sociología misma
ocuparía un lugar subordinado en una nueva cien-
centrada en el hombre:
sociología] quizá está totalmente inmersa y distri-
entre las diferentes partes de la ciencia, pero ...
de cien años a partir de hoy [1910] .•• podrá uní-
alrededor del centro de gravedad de la experien-
humana que será descubierto (1910, p. 31).
consignar con profunda satisfacción que Albion
que tanto hizo por fomentar la investigación aca-
también fue el profeta de sus resultados. Advetti-
a medida que progrese nuestro relato, cómo la na-
de his fuerzas sociales fue revelada graduálmente
diferentes disciplinas, y hoy día este nuevo conocí-
determina el carácter inequívoco de la ciencia del
· pero sólo se necesitaron 50 años (y no 100) para
el centro de gravedad sobre el que se fundará la
ciencia unificada.
149
 SEGUNDA pARTE

LA CIENCIA DEL HOMBRE

COMO ANTROPODICEA

convergencia de las disciplinas en una

teoría sintética de la enajenación

Una: ciencia: debe comprenderse como un todo,

incluso sus problemas importantes, o no se
podrá comprender en absoluto.
K.ARL JASPERS (K.olle, 1957, p. 446)
Esta segunda parte es la historia de cómo las
disciplinas, unidas, resolvieron el problema de las
sociales, de las pasiones humanas, de lo que mueve
gente a actuar como lo hace. Fue un logro histórico
cendental, y se necesitaron más de 200 años para
guido. Aunque esta historia es algo técnica, su resul
es muy conmovedor, según. creo, y resulta interesante.
ta en sus detalles.
No nos .sorprenderá descubrir que lo que hace
sante este resultado, es que la solución del problema
las fuerzas sociales nos ofrece exactamente lo que
estado- buscando desde la Ilustración: una antro,bo,di'~"
una teoría sintética de la enajenación humana en la
ciedad y en la historia. Este marco teórico nos
comprender los resultados de todas las disciplinas en
junto, unir todos sus problemas importantes en un
ma central: la liberación del· hombre de las
de la sociedad. Esto incluye las críticas de Rousseau;
mismo tiempo ordena las pasiones mencionadas por
seau denti:o de un solo marco teórico unificado, como
intentaron Comte y Ward; y cumple la profecía de
de que este marco unificado se apoyaría en un centro
gravedad dentro de la experiencia humana.
El logro de un conjunto teórico de tanta elegancia
infundimos reverencia por la larga estirpe de pens<tU(Jr
que lo prepararon para beneficio de las generac10nes
ras. Ésta es una estructura del pensamiento que la
nidad concebibleménte podrá usar para su liberación,
la creación de un nuevo tipo de hombre en una
sociedad.
Hume advirtieron un vínculo natural, empático y orgá-
. en -la vida humana mucho antes· que la teoría de la
152
V. PERSONALIDAD Y VALOR:
LA CONTRIBUCióN DE LA
PSICOLOGíA
La verdadera ciencia no reconoce materialis-
mo ni idealismo, porque los incluye a ambos.
AooLPH BA5I'IAN
QUE Aristóteles definió al hombre como "el animal
se planteó el problema teórico, y desde entonces
estado trabajando en él. ¿Qué hizo al hombre vivir
sociedad?; ¿cuál es precisamente la naturaleza del
social?. 'También otros animales viven en socieda-
pero ya Jos pensadores griegos y romanos habían ad-
que como el hombre, en el mejor de los casos, sólo
limitados instintos animales, la explicación de la con-
social del hombre debía derivarse de s.us cualidades
nsrvatne1nre humanas. Éste fue el ;problema que quiso
en el. siglo XIX (mirabile dictu) y se resolvió.
hemos visto, realmente no pudo darse una respuesta
sobre la naturaleza del vínculo social hasta
de Darwin, porque sólo entonces pudimos adver-
como un fenómeno verdádero naturalista en el cual
efectos se encontraban en un nivel diferente y más ele-
. que las causas genéticas y del medio. Sin embargo,
de Darwin, muchos pensadores penetraron en la na-
de la asociación h~mana; debe reconocerse que
Bodin, Althusius, Spinoza, Berkeley, Adam Smith
descubriera que el hombre había surgido de
inferiores.
153
 .liondJlU"llrín, él problema pasó a un plano más
se trató de: descubrir la diferencia precisa
presociales y sociales de la· conducta orgánica,<
mero .animal gregario adquirió la
En otras palabras, sólo después de Darwin
posible una. psicología científica de las sociedades ~ .............,
Darwin nos ayudó a delimitar el problema· fm~m1LI!ánd.olc
en términos naturalistas no diluidos, pero también
tribuyó a oscurecerlo. Por una parte, pensadores .como
Bon, Tarde y Giddings recogieron los anteriores
mientos de Adam Smith y otros investigadores sobre
naturaleza de la empatía, y trataron de integrarlos
firmemente con los principios biológicos; pero, por
parte, este. enfoque presentaba peligros; tendía a
la conduéta simbólica exclusiva del hombre a unos
impulsos e instintos. Ya hemos observado antes cómo
corriente se agotó en su intento de hacer frente a las
za8 sociales" sólo con la sociología. Esto formó parte
·~darwinismo ·social"· que oscureció la. singularidad hu.mama
al vincular al. hombre en todos sus aspectos con el resto
remo· animal. Se han·· dedicado ·muéhos esfuerzos a
trar qt'te son falsas estas analogías simples; pensadores
Novicow dedicaron toda su vida a demostrar que la
petencia•agresiva .y la hostilidad belicosa no necesariamente
eran impulsos humanos. También observamos antes
el principio mecanicista. de Darwin sobre la selección mí-
tural se adaptó perfectamente al materialismo de .LU•=u•.<tuu~ .
del siglo pasado, como lo mostró el evolucionismo incons-
ciente de Spencer. Comte,. que deseaba una sociedad moral
basada en el amor, también agravó el problema de definix;
la singularidad. humana cuando consideró que la. psicología
.sólo era<biología, y cuando insistió en que ésta seua~ ........
en. los mismos .heéhos que las ciencias. físicas. Marx no
ayudó nada a esta cuestión al establecer el historicismo me-
cánico y descuidó los factores ideales en la vida social.
· Sería· injusto culpar al darwinismo de darle algo
que un impulsó temporal al reduccionistno físico biológico
sencillo. Esta. corriente de pensamiento la antece.iió, .co"
154
. . eJJ, los tiempos modernos con Hobbes; Freucl.Je·
. . apoyo .más .fuerte y. reciente. De heého, tal parece.
nunca. desaparecerá. La teoría freudiana de. los instinl
,.,_,,.. ,.......... ~. casi. todas las demás disciplinas en. el terre11o ..
las. ciencias humanas. Desgraciadamente para. el progre··.
la ciencia, no hubo uu· .enfrentamiento teórico. decisivo.
ni una amalgama entre freudianos y antifreudia··
Los freudianos, inmersos ·en su educación médica, en
preparación .psicoanalítica y en •su trabajo
no sintieron muéha inclinación ni tuvieron tiempo
y asimilar los· escritos de Luther Bernard sobre
y la teoría de los .instintos; citada antes; mucho
leyeron los escritos. igualmente penetrantes de los fi~
)sotos-teólctgo>s, como W, E. Hocking.También la corrien-
pensamiento de Novicow se continuó en la antropo-
moderna, y·se reflejó en una obra como Cooperation
Competition Among Primitive. Peoples de Margaret
libro que mostró cómo las actitudes de competencias
se aprendían t!n la sociedad. Estas corrientes si-
lineas· paralelas, y ruando ·negaron a unirse el freu-
tuvo mayor influencia, y la ejerció sobre el pen:-
más amplio y más· critico de las ciencias sociales,
a la inversa;1 La· influencia histórica· de las ciencias
se combinó con el descubrimiento del papel del
en la evolución. Esto impuso a las ciencias huma-
una verdadera labor. de Penélope: cada época parece
~nfrertta:rse de nuevo con formas erróneas de reduccionismo
una teoría ingenua de los instintos.
La contribución empirista ti la ciencia del. hombre ·
miramos desde nuestra actual ·atalaya hacia el si~
XIX, podemos ver muy claramente cuál fue su proble-
La razón de esto requiere un extenso estudio de la soCio-
de lir. ciencia en nuestra época~ Uno de los hechos. que
í:óilttrilbuJ'en; sin duda; es que múcbos sociólogos se han: some-.
al psicoanálisis freudiano; por ello tienen wi interés. crea-
en ·la integridad del punto de vista' freudiano;
155.
 ma'téórico central, y por qué fue tan difíciL.· En
marco teórico debían unirse dos enfoques
incompatibles a la. naturaleza humana: por
enfoque llamado empirista, individualista, re•duccionist
materialista; .y, por otra parte, el idealista,
u organicista. Para la mayoría era evidente que
foque tenía pensamientos singulares, necesarios y
tas, pero paredan irremediablemente antagónicos.
logro del. siglo fue nada menos que la unión del
empirista y del idealista en una síntesis. La línea de
arrollo de esta síntesis es muy interesante: el
atomista se fue desacreditando gradualmente, y lo
le sucedió al idealismo metafísico. Como resultado
doble desilusión, a finales del siglo los pensadores
ros estaban dispuestos a considerar la herencia del
mo de una nueva manera; con nueva claridad y con
pocas esperanzas. La ciencia del hombre maduró en
época. Ahora veremos c,ómo sucedió.
En primer lugar, observamos que. el enfoque
a la naturaleza· humana, basado en el modelo nP·wtnn·i:"
no tenía muchas posibilidades. La psicología
de lá asociación sencillamente no describía a la uac.u«u.o;:;.
las ideas del hombre estaban superordinadas, eran
· zadoras y no surgían por la acumulación de
atomistas. discretas: los ·hecl10s mentales no tenían
conexión de uno por uno coll los hechos sensoriales;
esto· no era evidente a principios del siglo.
En segundo lugar, y aún peor, el modelo newtoniarto
sólo no ayudó a fomentar una ciencia del hombre,
que la estorbó activamente. Esto no es más. claro en
lugar que en el fracaso de Bentham. Como sus
hoy día, Bentham creía que sólo usando el modelo
ciencias exactas (mediciones,· geometría, mecánica)
establecerse U!la ciencia respetable de la naturaleza
na; pero él deseaba conservar, en el centro de esta
un sujeto humano espontáneo y activo. Por ello
esfuerzos del individuo como un. punto de relEen~mja,
un motivo simple como el "egotismo" como principio
156
crearía un híbrido peculiar que aúri seríá
según el modelo mecánico común de entonces;
10 a1 eu1u~ ádvertir que. Bentham trataba de crear uu
intentaba injertar una ciencia mecanicista en una
centrada en el hombre.
de este esquema eran obvias para· mu-
evidente que la idea de"egotismo"'podría causar
,• ..,u•-·--- teóricos· que beneficios; por ejemplo, cuan-
sacrificaba su vida para salvar la de sus coro-
debía ser clasificado. en la categoría de formas
de "egoísmo". Hoy día abordaríamos este
problema teórico desde el punto de vista de la na-
social del self, como veremos más tarde. Bentham
er resuelto este tipo de dilema avanzado en .esta
y enfocando el motivo de la "empatía" a la que
· Smith le dio tanta importancia; pero no lo hizo
razones muy válidas (aquí es donde entra nuestra
sobre los modelos newtonianos). La primera raión
,c¡>n!:e¡:>ro simplista de las ciencias sociales como ex-
mediante la reducción y la descomposición en
simples. Éstos sólo podían encontrarse en las
individuales como el egoísmo, }' no en las cua-
de grupo como la empatía social. Halévy tiene
cosas excelentes que decir sobre el fracaso de .Ben-
en el hecho de que Bentham no se valiera de con-
. más generales, y señala que los jurisconsultos y .los
seguidores de Bentham tenían que orgamzar
owLJuu.u•~.uo.v basándose en el concepto de responsabi-
sencillamente porque esto· era lo único
que un jurisconsulto moderno podría trabajar: "Su-
que los sentimientos de afinidad fuerar: más
que los sentimientos egoístas, el grupo soaal en
los sentimientos en cuestión, en cierta
tendría más realidad social que los individuos que
. (Halévy, 1960, p. 467). Esto no sólo desin-
los conceptos rígidos de responsa6ilidad, sino que
se opondría a la ciencia exacta que se estaba bus-
como afirmó Halévy: "Este grupo, ·además, sería
157
 esencialmente variable. . . El elemento de la sociedad
merite irreductible. . . sería imposible· de determinar
·rosamente ... El resultado sería que las ciencias
estarían condenadas a no poseer nunca cl carácter de
cia exacta, que los seguidores de Bentham
darle".· (p. 467).
De nuevo la lección de la ·nustración se demostró
góricamente:Jas ciellcias. sociales llo pudieron n"''"'"'""''~
al servicio de la ideología (en este caso, la: ;nr·isn.ruriPn
y la economía del lti.issez-faire), . ni pudieron ~"t'"""''""
al mecanismo newtoniano.> Los partidarios de
tencionalmente pasaron por alto importantes
las bases sociales de la.acción individual. En cl
Europeo también esta lección tuvo que aprenderse.
viéramos que elegir un pensador que resumiera en su
ra el principal movimiento del siglo, éste sería
Wundt. Wundt empezó a trabajar durante la reaLccióri
idealismo hegeliano .. Cuando era joven abordó el
psicofísico y rigurosamente continuó sus estudios a lo
de estos lineamientos; pero era un científico serio
dualmente advirtió que era muy limitado este en'toque
conocimiento y·a los esfuerzos humanos. Descubrió que
hechos psíquicos eran notablemente diferentes de los.
chos físicos, y elaboró su idea de "una no
psíquica". Esto significa, sencillamente, que la
física siempre es cuestión de equivalencias de energía,
cambio la causalidad psíquica, por ser gobernada
ideas, nunca es un problema científico mecanicista
roso. Por ejemplo, podemos ser más sensibles. a un
olor de humo que a un fuerte regaño continuo.
vimos en el Capítulo IV, en el siglo xx,. Giddings
que redescubrir esta naturaleza no mecánica de los
menos sociales, y por consiguiente uno de. sus
Douglas Haring, redescubrió el concepto· de la "no
iencia dinámica" de los hechos sociales [1956].)
Wundt sigui6 este camino en los estudios
históricos del desarrollo de las ideas humanas. Llegó a
siderar lá mente una "masa aperceptiva", que 1U11'-u•ua
158
de ideas superordinadas, y no de sensaciones
y así convergió. con la "corriente de la coinci·
de William James y con la psicología de la Gestalt;
importante para la ·sociología, quiiá, es que se
estudiar la psicología popular y advirtió que las
individuales participaban en. la ·formación so-
los conceptos, y que el individuo nada con. puntos
totalistas. Wundt fue uno .de los primeros, junto
'r""u"''=·· que .empezaron a vincular una psicología
con una psicología social (véase Goldenweiser,
paralela al desarrollo de las ideas de Baldwin, Royce,
y· George Mead sobre la génesis social del self. En
de .Wundt el problema se encontraba en su estado
¿cómo se formó el self en la matriz. cultural?
rnr•tr•C~V!~rsila sobre la naturaleza del alma del pueblo,
Lazarus y Steinthal, mostró qué necesario era
· de enfoque genético, transaccional, que desarrolla-
y Mead, como veremos en el siguiente capí-
se quedó en la etapa de la formulación del
casi igual que la de Durkheim: sabía que el
una creación social, pero no pudo explicar satis-
cómo (véase Mead, 1956, pp. 168-177). En
importante Wundt como psicólogo conservó un
que Durkheim desdeñó como sociólogo: el enfoque
desde dentro, la naturaleza voluntaria y sub-
. del esfuerzo humano. Ésta es la mejor parte de la
idealista, porque muestra la unión de los hechos
y. de. las evaluaciones individuales. La provechosa
de estos dos enfoques no pudo lograrse en esa
lo que explica las recriminaciones que hubo entre
de Durkheim y. Wundt (véase Goldenweiser,
notas 9 y 11).
principio, Wundt fue elogiado por los materialistas,
cuando en sus nuevos estudios siguió una dirección
inevitable, los enemigos de la metafísica se bur-
ide él. Merz, quien advirtió este cambio; concluyó que
· materialistas los equivocados, que no interpretaban
la tendencia de la época. El desarrollo de
159
Wundt fue característico del cambio de pens:amter1to
sólo en Alemania, sino en otros países, durante el
Fue UÍl antecedente de lo que Merz llamó «u.cL<~«ll<Uu<
"el nuevo idealismo del futuro" (Merz, 1914, vol. 4, p.
En el siglo XIX, como hoy día, el psicólogo o el
con. metas limitadas y con fu ter eses creados episv~ru.ullJgii
sencillamente no comprendía la corriente principal
desarrollo de una. ciencia del homore. Al abandonar
empirismo simplista, Wundt reflejó magníficamente
desarrollo. . sociedad y en la historia. Aún estamos pagando
El ataque empirista al idealismo no dejó de
algunos beneficios a la ciencia del hombr:· Tuvi.mos
comprender el espíritu humano en un senudo socml y
tural, y no del otro mundo. De otra manera el uLuu1u1.c
podría. avanzar en su conocimiento de sí mismo.
rismo hizo que d hombre se convirtiera en un
análisis científico, y éste fue un avance perdurable.
el carácter naturalista de los esfuerzos humanos,
a los humanos individuos materiales, orgánicos, y cadá
íntegro por su propio derecho, y no parte de una
alma orgánica universal; pero la sobr:edad y el.
del empirismo, podría decirse, no desviÓ de su onen
idealista básica a la ciencia del hombre. Cuando
dio forma naturalista a sus descubrimientos, y declaró ·
era una ·emprésa arriesgada· que podía realizar el
El materialismo y el empirismo del siglo XIX
fueron una continuación de la psicología de Locke
espíritu de los pensadores de la Ilustración
los desarrollaron; pero algo sucedió en el siglo XIX
afirmó e intensificó el materialismo científico: el
florecimiento del idealismo trascendental alemán.
breve tiempo pareció que la promesa de la ciencia
del siglo xvrn sería destruida, y que el hombre de
perdería el dominio de si mismo. En la reacción
lista contra Hegel, todo espiritualismo fue atacado.
hubiera sido por el intervalo idealista, la ciencia del
bre quizá podría haber sido recogida mejor .donde
sadores menos materialistas de la Ilustración
160
· Diderot dijo específicamente que una cien-
debería referirse a las. cualidades y también a
El empirismo, en otras palabras, parecía justi-
su insistencia unilateral en· que el idealismo des-
la· tierra; pero ¡el idealismo mismo fue una
contra la influencia del materialismo newtoniano!
liD'"'-•' .." recurrente en el pensamiento filosófico es el
pagamos cuando el diálogo se mantiene en ni-
divorciado del conocimiento real del hom-
el intervalo idealista, como vimos antes, en parte
de descubrir al hombre dentro del cuadro
intento que en esa época necesariamente es-
en· gran parte a la filosofía. ¿Qué otra ma-
de hacer hincapié en la calidad y no en la can-
otras palabras, el idealismo puede considerarse
manera como un intento recurrente por explicar
naturaleza humana en un mundo de cosas; y
logro habría sido que la ciencia se hubiera ocu-
la calidad; a la filosofía esto le habría dado una
más sólida. Esto sucede precisamente cuando so-
de relacionar teóricamente los niveles orgá-
los niveles simbólicos de la existencia. Podríamos
a hablar del espíritu humano, en parte, en tér-
y culturales. Hoy día podemos dar un paso
hacia "el nuevo idealismo del futuro", como lo
Merz. Es decir, podemos poner par-
idealismo sobre una base científica sólida, lo
sería una conquista sin precedentes. Ahora
más detalladamente la corriente idealista del
en la que hicimos hincapié al estudiar a Wundt.
idealista en el desarrollo de una madura
ciencia del hombre
alemán a una ciencia del hombre fue distinto.
como los ingleses, aceptaron coexistir con
161
 Hegel, como lo expuso en la Fenomenolog{a del
era el de una fenomenología siempre
cológica; no. estaba condenada a continuar siendo
historicismo "objetivo", como la ley de Comte. Los .
tas alemanes, en otras palabras, sostúvieron una
de la interacción kantiana del organismo y de los
y ht usaron para describir el. desarrollo del espíritu
de la. conciencia humana. Esto posteriormente
como· veremos, . a una psicología social madura en
de un. pensador COI!lO James Mark Baldwin; pero no
mos adelantarnos en nuestro relato.
Además, sin importar las versiones del idealismo
expusieran, todás tendían a buscar un resultado
básico, en especial una sociología centrada en el
que descansara en las dimensiones psicológicas de Ja
sonalidad. Comte había esperado esto, pero el
alemán (que aparentemente él leyó después de haber
zado su obra) lo hizo posible. Los alemanes
eL comunalismo espiritual como protesta idealista
fragmentación. social de una sociedad individualista
dustrial; y al mismo tiempo atacaron al reducci~nismo
mecanicismo; pero estas protestas en realidad
armonía. con la ciencia del hombre, porque ayudaron l':
focar la naturaleza pecúliar del tema humano.
ejemplo entre muchos, podemos citar la filosofía de
ciedad del idealista Karl Krause, que consideró a la
dad un organismo espiritual, y que fue adoptada en
paña por el sociólogo español Adolfo Posada, pero
aclimató la espiritualidad haciendo hincapié en la
raleza psíquica de la vida social (Barnes y Becker,
vol. 3, p. 1114).
En Francia sucedió lo. mismo: la protesta
contra el individualismo de la nueva sociedad
el pepsamiento analítico pedante de los filósofos
listas en última instancia tomó una forma científica.
de Maistre y de Bonald influyeron directamente en
con su enérgica· posición antiindividualista, y en el
de Comte el individuo quedó ·firmémente ""lhm·tH'"'"tn
164
de una comunidad orgánica mayor. La corriente
:nv.•uu,.....~ ....
pasó •a través de· Roberty, Espinas, Izou~
y este último fue el que sacó mejor par-
'cOJilCé~ptlualmf!nte, de la naturaleza comtinal del yo
esta corriente de organicismo predarwinia-
nosd1tn~rini1ulo y antiindividualismo, veremos cómo
gran reacción ideológica contra el·materialismo,
atomismo, contra la Revolución Francesa y contra
industrialismo divisor que en realidad sirvió a la
con nuevos conceptos y metáforas; más tarde se
que tenían tina validez precisa.
podemós afirmar que después de Darwin fue
revivir el idealismo como protesta a favor de la
humana, pero esta protesta se produjo en una
en que la psicología del idealismo social necesaria
sido desarrollada, principalmente por Royce,
y George Mead. De nuevo, como en la épocá de
brecha tuvo que llenarse principalmente con la
no apoyada por un conocimiento de la psicología
de las instituciones humanas. Por ello, el rieohege-
de Johny Edward Caird, F. H. Bradley y T. H.
sólo fue un intervalo, que conservaba el idealismo
mientras esperaba una ciencia del hombre que
al idealismo científico. En este sentido podemos
que los neohegelianos fueron para Darwin ló que
· fue para la revolución científica y para Hume: un
filosófico necesariamente limitado de conservar
elevado para la naturaleza moral del hombre. Sólo
iuallm.en1te se creó un conjunto de conocimientos para
la nueva ciencia de la singularidad humana. Merz
con gran profundidad este logro del periodo idea-
del siglo :íax:
sigll.ificado y su valor reales sólo hoy día empiezan
apreciarse justamente •.. El producto inmediato del
'l'""''~"uucuocu idealista no fue una aceptación general de
principios metafísicos superiores, sino un regreso
lós estudios psicológicos, históricos y antropológicos.
165
 Con . este_ fin, en .la segunda mitad· del siglo
acumuló_· una masa enorme de material. que los
dores .más importantes de la actualidad tratan
lizar para desarrollar el programa del antiguo ·
(1914, vol. 4, pp. 741-742).
A medida que avance este relato, espero mostrar la
magnífica en que una gran serie de pensadores logró
arrollar este programa.
La contribución idealista a una ciencia
centrada en el hombre
En su protesta contra el ncwtonismo, y en su busca de
nueva moral social, los idealistas advirtieron muy
mente que la ciencia había degenerado. Como
afirmaron que la hermosa regularidad del universo
nía sentido si el hombre quedaba excluido. El pro
era incluido de nuevo, poner las ciencias humanas
una base sólida, darles un lugar adecuadamente
b vida. Había dos maneras de hacer esto. La primera
intento frío que neutralizaba al idealismo al hacerlo
tivamente científico. Era un intento de hacer a hls ci
humanas viables por derecho propio, mostrando
ciencia puede ser no newtoniana y sin embargo
y respt!table. Los alemanes establecieron una distin
entre las ciencias naturales y las humanas, y algunos
Dilthey, en sus primeras obras, desearon que las
humanas tuvieran su propio método: el método no
tan rígidamente causal como el de las ciéncias
sino que también podría ser inductivo y ordenador.
Antoni llamó a Dilthey "el Bacon de las ciencias
nas" por sil método nuevo y diferente (1959, p. 19).
pensadores hicieron·intentos similares de dar una
científica singular a las ciencias lústóricas y humanas:
delband, Rickert, Max Weber. Éstos. deseaban
una ciencia que se relacionara con los .valores, con la
166
la materia:, y que ·aún fuera una ciencia:
esto fue eludir el mandato de la Ilustración -
1 a"''~'"u...... debería servir activamente a una nueva
pensadores pedían una ciencia relacionada con
pero no promovían nuevos valores. Más tarde
aventura audaz y más difícil que emprendie-
óeJlsado:res idealistas con una visión más amplia.
del siglo los idealistas realmente emprendieron
triunfar donde habían fracasado Comte y He-
rlPirlíc;aro'n a llenar el marco del tipo ideal de Dide-
Rousseau para que pudiera crearse una ciencia
hh'l;m:oto·ria. ¿Cómo hacer esto? ¿Cómo introducir va-
en un mtmdo científico objetivo, los valores
la base de una nueva ciencia? ¿Cuál era el prin-
rompería la mismidad científica, e introduciría
de valor para jztzgar las cosas mds elevadas y
bajas? Comte y Hegel creían que habían descu-
este principio en la idea del progreso histórico; pero
· visto que ésta fue una antropodicea inadecuada:
histórico del progreso fácilmente pudo ser oh-
porque no estaba firmemente centrado en el indi-
to sucedió exactamente, como hemos visto, con
. Hegel. , . y con Marx. El solo principio histórico
romper la objetividad científica y crear la opción
valores; como tipología ideal forzosamente estaba
a fracasar.
otra manera de introducir valores en la naturaleza
de combatir el materialismo y el mecanicismo,
manera de Diderot: insistiendo en la subordina~
vida, un principio mecánicamente indefinible, sin
resto de la naturaleza no tenía valor (Merz, 1914,
pp. 407-408). La idea de la vida, en otras palabras,
el siglo XL'< recogiera el problema del tipo
"lo dejaron Rousseau (y más tarde Herder y
von Humboldt). Esto incorporó la visión román-
la ciencia mecanicista, y elevó al hombre por ·en-
. las cosas. La naturaleza pudo convertirse en un
móvil, intencional, dirigido por las energías libres
167
 de la criatura,_más elevada en. que alentaba. la
A,leman~a. esta afirmación .idealista de la vida
pe!ldientemente de Francia. Fue Herder, más q
quien .expuso en su· época la Idea de. la .<e~t.uuau.lui:lcu
quintaesencia de la Vida (Merz, 1914, vol. 4, pp ..
Deseaba ser el Newton de la historia, y bosquejó
aún es .una metá para cualquiera que reclame el
qfreció un .concepto audaz y en algunos campos
samente moderno de la especie humana como
histórico, y pidió que el hombre se educara y se
a sí .mismo. Esta. idea sobrevivió en sus
Goethe, Kant, Wilhelm von Humboldt y Schiller, y
la encerró en un sistema trascendental; pero esto era
cisamente lo que no deseaba Herder.
Con la ruina del. absolutismo hegeliano, la idea .
vida debió ser rehabilitada, por decirlo así; tuvo que
verse respetable científicamente. Ésta fue una
fícil y audaz que emprendieron los idealistas po,Sll,egc:lia
de fines del siglo. Esto se realizó en dos maneras:
mero fue. buscar a u·avés de Hegel la Idea básica
Humanidad .de. Herder como desarrollo histórico, y
de nuevo en el esfuerzo humano. Lo segundo fue
al idealismo absoluto, y descubrir a Kant como
de que Hegel llenara su sistema con ideas tTo«r•>n<1P,
En otras palabras, a fines del siglo se tuvo que
el alma trascendental dándole un aspecto ut:urnu:arn(!I
a
respetable la simple idea de la vida. Esta tarea la
Lotze, Él resolvió el dilema k¡¡ntiano después del
del idealismo, de la única manera como podíahacerse:
su formulación le dio gran importancia a .la personal
Por .ello, de golpe, pudo . reconciliar las exigencias de
ciencia rigurosa y las necesidades y las .demandas
nales de lo mejor de nuestra naturaleza humana, que.
piden valuar la vida. Con el sistema de Lotze
la personalidad, el 'hombre pudo tener una especie de
tidad o distinción, y también una confianza más
Lotze redujo las ambiciones de la filosofia, y consintió .
u·abajar dentro de los límites de la ciencia (Merz,
168
663:666). Así continuó la gran obra de Feuer-
dar una nueva dirección y aclimatar a la filo-
y espiritual idealista.
nPT:on>••u•
lugar, al enfocar la personalidad, Lotze (como
pudo responder a la pregunta de cómo el valor
en el mundo, subrayando la decisión. indivi-
vez .del misterio trascendental. La atención reli"
alma era, como Feuerbach lo mostró tan cuidado-
_una manera de bosquejar el valor supremo de la
del individuo: "el gran corazón de la natu-
idea del alma, el principio fundamental del
realmente fue "una conciencia de la persona-
concebida ingenuamente como sustancia",
explicó Emil Lucka (1922, p. 240). Lotze realizó
de enfoque· que siempre había sido posible en
pero no en la realidad, sino hasta después de
de Wilhelm von Humboldt, y luego que fracaSó
· hegeliano. Tuvo que esperar hasta que una
del hombre apareció en el escenario, una cien:
de la madura visión de la Ilustración, pero
volvió compleja por los conocimientos psicológicos.
volvió científica el alma, y al mismo tiempo afirmó
naturaleza subordinada a los valores de una
ciencia centrada en el hómbre. Merz elogió genero-
la solÚción de Lotze al problema del alma, y su
en una síntesis secular, de las distintas co-
de su época:
y justificar los aspectos múltiples que [el
¡foblema del alma] entonces presentaba, requería el in-
superior... [de] ... un Leibniz. Tuvo que com-
e! sentido común de Inglaterra con: la metafísica
:~Lt:IIIax.ua;· los conocimientos sobre psicología y pato-
los naturalistas continentales europeos con la
:~¡.¡Ju·u.uauulliu del pensamiento religioso; y por último,
t:~¡JuJ<Lu matemático con el poético. Al mismo tiempo;
que emplear una forma de eclecticismo superior
que caracterizaba a la Escuela Francesa (Merz, 1914,
3, p. 264).
169
 Merz concluyó que sólo Loq:e teriía capacidad
tarea, y por ello lo consideró el centro del
filosófico y psicológico del siglo.
En su l.ficrocosmus trató Lotze de terminar la
conclusa de Herder, y mostrar al hombre no sólo
desarrollo histórico, sino en todas sus relaciones. Por
ducirse un siglo después de Herder, el intento de
forzosamente fue más maduro (cf. Clark, 1955, p; 1
véase Wells, 1959). Al hacer de la personalidad el
de su sistema, declaró, como los idealistas, que el
era el locus de todos los valores. Al conservar la nPron'""'
kantiana, mostró que los valores eran
tropocéntricos, ya que las percepciones se relacionaban
el organismo humano. Así logró un espacio para la
dentro del gran marco de las necesidades y las cv.uu,o.Lll
humanas. Otros pensadores advirtieron la forma de la
va ciencia, pero no la sistematizaron tan bien como
En Francia el equivalente de Lotze, Renouvier, pidió
nueva era de pensamiento filosófico, una. "nueva
ción en que la idea de la personalidad será utilizada
· explicar e interpretar, opuesta a la descripción y a la
trucción del mundo fenomenológico" (Merz, 1911,
p. 417).
Podernos juzgar la importancia de estos puntos de
Pidieron con el espíritu de la Enciclopedia Francesa
centralización de la ciencia: no una centralización
te la reducción, ni basada en la física, ni una
zación física, sino una centralización intencional en los
lores (cf. Urban, 1949, p. 200). De nuevo
camino para una ciencia que serviría a los
humanos, y el hombre ya no seria un extraño en un
de significados físicos. Los valores fueron introducidos
la naturaleza · desde una posición totalmente an
trica. No sólo el mundo físico, sino la vida
virtió en una categoría de la realización personal.
centrar la ciencia en el mundo interior de la ................,.......
declaró que la poesía, el arte y la religión formaban
los horizontes de la naturaleza, corno los horizontes
170
externo. Podriarnos afirmar que él ·deseaba una
fuera un diálogo entre el corazón cálido de la
las extremidades infinitas y frÍas de la natu-
ciencia, las creaciones y los significados hu-
cu,.·~··-·· el lugar central, tal como debe ser, pues
""""·~·'"-- del centro orgánico de la naturaleza, ex-
el organismo superior: el hombre.
manera el materialismo y el idealismo se unie-
.nueva ciencia propuesta daría satisfacción a los
los empiristas y de los idealistas (cf. Burtt, 1932,
El mundo externo seria manipulado experi-
. pero esto se haría a favor de los intereses
humano. Esta unión del idealismo y del mate-
una "ciencia verdadera", tal corno Adolph
el término cien años antes, y como
aún entenderlo hoy día; vale la pena citar aqul
de Bastian:
llamados materialistas hasta hoy han intentado
crear nuevos sistemas, si no han podido
las esperanzas públicas y no han encontrado
. para ese deseo vehemente del corazón hu-
que siempre ha estado sobre el horizonte terrenal
las razas, como la promesa de una aurora, fue
tornaron en cuenta la psicología, pero no supie-
rescatarla de las manos de la especulación
y así declarar que era algo de su competencia.
a los idealistas por principios partidaristas,
de incluir sus objetivos en la esfera de la in ves-.
científica. La verdadera ciencia no reconoce
ni idealismo, porque los incluye a ambos
por Gumplowicz, 1963, p. 107).
fue uno de los fundadores de esa gran disciplina
la antropología, que aún poqía hablar del de-
del corazón humano. antes de que la mayor
antropólogos se pusieran de. parte de los ad-
de laboratorios: hoy día a los antropólogos
171
les ~piden qu~ estudien lógica· simbólica y técnicaS de ·
putación; para, que tengan su propio tipo de
cienCia'! limitada y "objetiva". Las voces de Bastian
RedfieJd casi fueron ahogadas por el ruido de la
maquinaria;
La .nueva psicología
Ya· hemos vislumbrado (en el desarrollo
nueva .psicología que hizo posible lo que ·propuso
Una ciencia madura que lograra satisfacer los motivos
los empiristas y de los idealistas deberla apoyarse en
psicología que también tuviera raíces en ambas ca:mv•os¡
notable historiador de la psicología G. S. Brett abogó
esta psicología: "El sistema de Lotze ha mostrado que
realismo ideal no es un concepto imposible. Ésta
ser la actitud más útil que podría adoptar 1a p~•<-v•·u~1;
(Peters, 1962, pp. 604-605). (Basándonos en esto
concluir que, como la antropología, la psicología
tuvo. grandes pensadores en sus primeros días, y que
ramente son menos en la época actual, como lo
Gordon Allport, que fue una asombrosa excepción.)
la corriente del siglo avanzó hacia una nueva P~''Lv.1u~
ideal-real, muy alejada de la corriente atc>mist:a-sc~nsior:ial:is
física, y buscó la idea de un campo introspectivo,
omnímodo de la conciencia. Una multitud de
coincidieron ·con esto: '<Vundt y su "masa
Renouvier y su fenomenología; Alfred Fouillée y
cepto de las idées-forces: ideas orientadoras,
que motivan la acción desde arriba; su discípulo,
Marie Guyau; William James y su "corriente de la
cia"; Bergson; Dilthey en su· periodo posterior a
que gradualmente se sintió impresionado por la qmnPT·nrr
nación d(dos significados humanamente creados; la
larga, y abarca una época que llega hasta el siglo
A finales del siglo XIX, los pensadores pudieron
con toda .claridad ·por ·qué una psicología basada
física newtoniana sencillamente no era adecuada para··
172
del espíritu. Herder había com-
esto casi un siglo antes, pero sus penetrantes ideas
. . prematuras y se mezclaron con la meta-
Clark, 1955, pp. 315-316). Como él advirtió,
las facultades separadas de la "razón", los "sen-
y la "voluntad"; tampoco era posible ordenar
la multitud de percepciones sensoriales
En la unidad. del mundo de la mente, el todo
las partes, y no es posible aplicar un enfoque
y físico. En Francia, Maine de Biran fue de los
que realmente comprendieron esto. Dilthey y
que abogaron por la. singularidad de la ciencia
más tarde también advirtieron esto muy claramente
1963, pp. 178-179). Lotze por. ello pudo reali-
que había propuesto Diderot, y abogar por una
cienCia, precisamente porque la antigua busca ato-
de la psicología finalmente fracasó. y .reveló franca-
que el hombre era un organismo característico en la
y no un mecanismo. Éste fue uno de los grandes
del siglo: la· psicología finalmente. cumplió su pro-
se enfrentó a su materia, singular. El lamento de
· S. Schiller realmente ya no era apropiado, pero resu-
historia larga e insegura:
Todas las ciencias se han frenado, en una etapa o
de su carrera, por falta de conceptos que les
dado un conocimiento real de su materia y
'lloLuL.li:1H permitido analizarla Y. deducir consecuencias
podrían verificarse con hechos. En algunas ciencias
.situación ha sido .crónica. . . Como buen ejemplo
ciencia frenada durante muchos años, y .muy
de la falta de conceptos apropiados, podemos
msiiderar el triste caso de la psicología. Se trata de
ciencia que aparentemente tiene enormes potencia-
y pretensiones,·, un interés universal, una gran
ntie:ü1ectatd ... La explicación obvia ... es que la psico-.
hasta hoy no ha logrado obtener conceptos apro-
.•• (1921 •. pp. 436-440).
173
Schiller apareni:eníeúte. pasó por alto la nueva'
de· fines del siglo. Había encontrado su materia
era una ciencia de la subjetividad individual
mensiones sociales, una ciencia de "ser en el
dirían los existencialistas modernos. Estos
para la psicología de finales del siglo XIX lo que
y C. \.Yright 1vfills son para Marx: insistentemente
ron nuestra atención sobre algo que una vez supimos,
que en forma constante deseamos ignorar mientras
mos al· juego limitado de ·la ciencia académica. En
glo XIX ·se afirmaron la vida, la personalidad y los
como la orientación adecuada para la ciencia.
Pero difícilmente podríamos acusar a Schiller de
ber advertido esto, cuando los psicólogos mismos no
dan comprenderlo y cuando todo el mundo pareda
olvidado. Quiero decir que el progreso de la nueva
logia a finales del siglo fue· muy vacilante· y difícil,
plena importancia sólo hoy día se comprende. Como
servamos, tuvo que combatir no sólo al mecanicismo,
también a todo el idealismo trascendental. Por ejemplo,
ingleses se encontraron en la posición difícil y hasta
barazosa de tener que abandonar su tradición
pasiva que abarcaba desde Locke hasta Mili, y se
al activismo de Leibniz y Kant. Alexander Bain uu<LL.u""'"
afirmó la naturaleza activa del proceso psicológico,
no fue más allá. Hubo resistencia a admitir en la
gía científica el yo unificador superordinado, que
aura del idealismo trascendental desacreditado. Por
se dejó que caducara aun la excelente y antigua P"'''-u.<u¡¡,.
del yo de ·Tracy y Maine de Biran;. pero sólo
la idea de un yo unificador pudo superarse la
del· asociacionismo acumulativo falso. Ward dio este
en Inglaterra, pero sólo después de que desapareció el
Iismo y después de que el materialismo pareció Imlae:cu:ac
Bain estaba demasiado comprometido con la antigua
dición para dar este paso radi.cal; adoptó el activismo
mán, _Pero no el subjetivismo. En la época de James
la psicología pudo optar por un ego o yo activo, y
174
mancharse con un romanticismo no científico.
L"'""~~.'~·V unió la ;psicología inglesa y la alemana, y
un idealismo realista (cf. Peters, 1962, pp. 678-679,
Ésta fue la nueva psicología en la cual el yo
:onsíd.er:tao un agente intencional y un locus de los
paso considerable,. pero no bastó. Como veremos
sólo después el yo pudo entenderse genéticamen-
creación cultural, social. La nueva psicología
incompleta, y como veremos, en parte esto ex-
de Lotze..
los psicólogos mismos no pudieron, en su ma-
:,reaniim:lr y continuar creando esta nueva psicología?
una psicología de relaciones funcionales, y este
psicología se oponía a la integridad académica. Y
deseaban tener una disciplina científica.
mediciones del atomismo fraccionador, los psicó-
tener una ciencia; pero una psicología fun-
J.'s:igJlitica que la psicología debe unirse de nuevo a
disciplinas. Además, una psicología de una co-
de la conciencia, con un acento sobre la persona-
como creador.a de valores, tendría que mantener mi
· cualitativo con las otras disciplinas, y no sólo
. Según el concepto académico, ésta sería una
falsa en su base. No es raro que la fenomenología
de Kant, Fitche y Hegel fuera desplazada por
y las mediciones psicológicas, hasta nuestros
que el antirreduccionismo ·de Maine de Biran fuera
una "traición a la ciencia". La psicología expe-
pudo desdeñar a los "meros filósofos" como Lot-
exaltando a los "científicos reales" ·como
y Watson. Tenía que continuar siendo a toda
una disciplina, y esto significaba, en un concepto
romper de una vez por todas su cordón umbilical
. los psicólogos actuales, quizá fue E .. G. Boring
· más se burló de la filosofía. En la conclusión de
documentada History of ·the Experimental Psycho-
175
:zo'gy>(195Ó) se esforzó por justificar la psicología
• Cjplina; y se congratuló orgullosaniente del divorcio
nitivo: de su origen indeseable: la filosofía. Después
intentó brindarle al lector una muestra de lógica
ble. ¿Por qué la psicología se justifica como disciplina?
su esfuerzo (p. 741). En otras palabras, si los «UJLJ.u,,u~ua,
res de laboratorio trabajan arduamente, se asegura
ticamente una "buena ciencia". ¿A quién, en la -.u •.u ... usi
de • está exhaustiva historia de la psicología
tal, Boring consideró los grandes hombres de
de la psicología? ¿Quiénes eran sus figuras
Darwin, Helmholtz, James y Freud. ¿Y los dos más
des? Darwin y Freud (p. 743). Esto no requiere .
comentario. En su misma elección de las figuras
les, Boring admitió que la psicología no podía
de la filosofía. Después de todo, la teoría de la
introdujo concluyentemente la idea del proceso en
orgánico, y por ello. atacó la supremacía de las me:ruc:10r
rígidas de .las· constantes en las ciencias humanas.
cología experimental trató al hombre de manera
como criatura en un proceso ·continuo de tra.nsl[or:ma:ció
En cuanto a Freud, examinaremos su contribución
más tarde; pero es realmente difícil comprender cómo
cuidadoso científico del laboratorio podría sentirse
con el descuido científico del método subjetivo
mucho menos con la confesión de Freud de que el
análisis tenia su mitología y su retórica singulares.
p_sicó~ogos .experimen,tales realmente ensayaron el tipo·..
Ciencia freudiana? Aun peor, Freud ayudó a minar la
ma integridad académica que Boring tanto anhelaba:
y medio siglo de casos clínicos mostraron
la imposibilidad de separar la psique del individuo de ·
contexto social.
A pesar de las ambiciones de Boring, · hoy día la
logia empieza a dar señales de que está surgiendo de
largo sueño científico, y una •voluntad de recoger la
r:riente que la disciplina abandonó a finales del siglo
D.· O. Hebb, por ejemplo, hoy día afirma que los
176
:pueden tener un valor inmediato estimulante,
a donde se. encontraban Wundt y Fouillée.
relativamente infructuosa, y esta· busca
y antifilosófica de la psicología agotó a muchos
clttsión: el fracaso del sistema de Lotze
su obra verdaderamente grande sobre el pensa-
europeo, afirma que el Microcosmus de Lotze fue
intento de mostrar un amplio panorama del
y de· la vida desde un punto de vista introspectivo
el hombre (1914, vol. 4, p. 767). Pero, como
antes que él, Lotze no pudo ofrecer un panorama
mundo. Hoy día sólo. unos cuantos individuos
tes y audaces (limitados en su mayor parte a
mantienen que la "filosofía terminó con Lotze",
parte lo ha olvidado. El fracaso de Lotze, como
Comte y el de Hegel, produjo una dispersión de
· y. energía: en la ciencia hemos caído en la gran
del siglo xx; en filosofía hemos caído ei1
muy especializadas y estériles sobre problemas
metafísica y ética (Merz, 1914, vol. 4, p. 768). Ni
ni la filosofía hoy día aspiran a ofrecer la sabi-
y ésta, para el hombre, debe ser un amplio pano-
mal.
visto cómo todos lós grandes sistemas fracasa-
no eran histórica y socialmente precisos, y por-
buscarse más conocimientos mediante la inves~
académica. El fracaso de Lotze fue el último del
XIX, en cierto sentido el más lamentable, y segura-
el más instructivo. Fue el último porque nadie más
época intentó realizar este tipo dé síntesis del· co-
centrada en el hombre, aunque dos ex discípu-
Lotze (Borden Bowne y Josiah Royce) llevaron el
a N orteamérica, hicieron sus propias afirmado-
singulares de éste, y lo transmitieron al si-
El frataso· de Lotze fue el más lamentable, porque
177
~e produjo en una época en que el idealismo
aclimatado, y estaba comenzando a ofrecer sus
cológicos maduros; pero Lotze apareció demasiado
en el.escen:ario. Fue el fracaso más instructivo,
te porque mostró en forma concluyente que un
preciso debía basarse en dos cosas:
l. Una teoría total de la naturaleza del vínculo
Ésta debería incluir el conocimiento preciso de la
ción genética del carácter del individuo que pedía
:Mili: ¿cómo se modelan los rasgos del individuo
la herencia social? Esto debería mostrar cómo los
sociales funcionaban y qué efectos tenían las
sociales sobre los grupos y en los individuos (cf.
19·10, p. 520). En ótras palabras, esto tendría que
en una teoría completa de la naturaleza humana, del
bre en la sociedad y en la historia, que al mismo
fuera una antropodicr.a pTecisa. La síntesis de Lotze
llamente no logró lo que él déseaba, y no mostró
bre "en todas sus relaciones". Fue demasiado filosó
produjo demasiado pronto para poder aprovechar
llazgos complejos de una sociología madura,
la tradición de Marx, Veblen, Weber, Milis, et. al. Y
bién se presentó demasiado prontó (como ya lo
mado varias veces) para aprovechar ·la psicología
sería elaborada por Baldwin, Royce, Cooley y George
Sólo esto podría ofrecer una explicación total de la
raleza del mal en la sociedad, que obligaría a buscar.
alternativa activa para una nueva moral. Además, al•
trar cómo el yo se desarrolla genéticamente a través
uso del lenguaje, pudo corregirse un importante
del sistema de Lotze: la separación del sujeto y del
to, del pensamiento y las cosas. En este sentido, el ex
pulo de Lotze, Royce, empezó lo que debería hacers
completar el sistema de Lotze; y Dewey, en su Logic
Theory of Inquiry, terminó la tarea. Royce bosque
dimensiones sociales de cada personalidad; y Dewey
plenamente la naturaleza pragmática, transaccional,
pensamiento (cf. Schneider, 1946, pp. 488, 538). Por
17.8
presentar un panorama amplio de los niales
un nivel concreto individual y social. Trató
cosmologia antes de tener una filosofía rica
de la mente, de la psique humana en sus di-
transaccionales (cf. Burtt, 1932, pp. 323-
en suma, un nuevo punto de vista del mundo
al newtoniano antes de que la rica textura
del mundo hubiera sido enunciada y ela-
do lugar, él no descubrió ningún nuevo prin-
tífico; ofreció una síntesis sin ningún principio
Hegel, Spencer y Comte usaron un principio his-
base para la .unidad, pero ya advertimos qué
era este principio. Lotze vio los problemas con
oauuau. que ellos; comprendió que la unidad debe
la presencia viviente) que debe ser un principio
en los organismos individuales (Merz, 1914, vol 1,
él no descubrió este principio. Un sistema
la naturaleza humana no puede ser sintético sin
porque necesitamos un principio unifi-
base para ajustar los diferentes factores de la
de los males humanos. Un sistema comple-
sintético, pues, contendría un solo principio ha-
el individuo gue se relacionaría con toda la teoría
del hombre en la sociedad. De esta manera, el
desarrollo de una psicología madura en el si-
su fruto pleno a una ciencia del hombre
Luego veremos la manera en que la
del individuo fue una función del mun-
es el problema que nos heredó Lotze. Veamos qué
con él sus sucesores. Merz escribió su espléndida
sobre el supuesto fundamental ue que la unifica-.
Luc»uul." del pensamiento· era necesaria y posible. Es-
mostrar que tuvo razón, y que no escribió en
unificación filosófica sólo sería posible por una
tradición de análisis cien tífico, y en última ins-
mediante una síntesis. En los próximos capítulos
179
deseo mostrar cómo en el siglo XIX se desarrolló ·
teorla de.Ja naturaleza del vinculo social, que fue
lD.era lección del fracaso del sistema de Lotze. En la
parte. deseo referirme a la segunda lección y mostrar.
el nuevo principio científico finalmente se· aclaró. LA NATURALEZA Y EL YO:
LA. CONTRIBUCióN DE LA
PSICOLOGíA SOCIAL

Hoy día entramos en una era científica en

que nos daremos menos importancia por el
tipo de conocimiento que se vuelve impre-
sionante al limitar arbitrariamente su visión.
AI.BION SliiALL (1910, pp. 122-123)

-
xrx contrastó con el nuestro porque fue muy
de sus principales problemas teóricos. Los dos
que le preocuparon comúnmente se denomi-
Die Seelenfrage: el problema del alma en relación
de la mente en relación con la naturaleza;
Frage: el problema del individuo en relación
sistema social, el problema que debería resolverse
una reconstrucción social inteligente (véase
914, vol. 4, p. 162). Con la solución de estos dos
problemas, el siglo XIX echó la base para una teo-
bUlL<::L><..... de la enajenación. Examinaremos más de cer-

importante capítulo en la historia de la libertad

Die Seelenfrage

el ·último capítulo hicimos un bosquejo de cómo la

empezó a resolver el problema del alma, psique
pero también observamos que la solución quedó in-
James Ward ya estaba preparado para considerar
como un agente intencional y un locus de los valo-
aún no se comprendía, el yo genéticamente como
creación cultural y social. El siglo descubrió cómo la
180
181
mente humana funcionaLa en un nivel de ot¡;u.u.H.. <tuu
bólicus, y no se descomponía en componentes
Este fue un gran avance, pero se tuvo que ir mfts
advertir exactamente cómo estos significados se in
al organismo human9; sólo entonces la teoría de la
ción pudo mostrar cómo los .significados sociales
ban al individuo. Éste es uno de los principales
en que se basó el gran sistema evolucionista de
como él mismo lo entendía, no podía explicar
riamente el origen de la mente. Esto también es
para comprender lo prematuro de la síntesis de Lotze,
que sólo con una teoría total del desarrollo de la
lidad es posible fundamentar un sistema basado en la
sonalidad. Stuart Mili comprendió este problema en
nivel lé>gico, como veremos más adelante, y alguien
Théodule Ribot lo comprendió desde el punto de
del problema de la psicopatologfa.
_Como lo mostramos en nuesti·o examen anterior, los
listns resolvieron este problema, y lo consiguiéron
mente porque no se resistí_an a hablar de la
espíritu o self; y también porque les agradaba
términos de categorías dualistas como "espíritu" y.
ria". Durante largo tienipo, bajo el hechizo del
de la física materialista y del naturalismo rh·rm;nii<>n
muchos individuos les aterrorizó pensar en
dualismos íntimamente entrelazados. Los conductistas,
Watson, aseguraban que todo podía reducirse a
tes materiales mientras los rusos elogiaban a Pavlov,
cuCJlquiera que hablara del ''espíritu", Jo acusaban de
cionario burgués. Hoy día descubrimos que debernos ha
de nuevo del dualismo del self y del cuerpo, y ni aun
rusos ignoran ya al equivalente de George Mead: al
logo Lev Vygotsky.
El dualismo del self y el cuerpo esencialmente
lenguaje que usaron los idealistas, pero no se ape¡¡:;¡ro,n
ningún tratamiento naturalista claro. Kant inició
de pensamiento cuando realizó su cambio
situó al hombre dentro de la naturaleza como un cm1oc:eac
182
de ·los objetos. Esto ''resolvió" el problema del
Ja naturaleza,. pero no. el problema psicológico,
de reconciliar cl yo fenoménico y el yo noumé-
cuerpo y el espú·itu, para· mostrar naturalistamen-
formaban parte de un sistema en desarrollo. De .
adelante, continuó existiendo eL problema psíco-
Los jdealistas que siguieron a Kant empezarou a
esto de manera brillante. Realmente pusieron
para comprende!" cómo el self espiritual está in-
cuerpo orgánico. Schelling, Ficl1te, Schleierma-
un importante trabajo teórico en este caro-
comprendió que el self del individuo estaba
de contenidos sociales, y habló de una mismidad
en que el sujeto y el objeto son idénticos; e
el desarrollo de la conciencia como una dialéc-
el sujeto y el objeto (Merz, 1914, vol. 4, p. 161
Schleiermacher, al intentar descubrir el valor de la
desde la experiencia, también pudo hablar del
términos sociales y subjetivos (Merz, 1914, vol. 4,
15 nota), línea de pensamiento que Feuerbach
desarrolló ampliamente. En esta tradición el mé-
dialéctico de Schelling también fue importante, y todo
del pensamiento lo coronó la. gran origina-
y fuerza de Hegel (véase Royce, 1919).
entre Kant y los idealistas posteriores que comple~
su sistema se perdió algo importante. El ego intros-
de Kant fue una construcción psicológica. Para
de Ficl1te y Hegel, la psicología kantiana le cedió
a una lógica pura, y el self o ego de Fichte no
una unidad viva, sino conceptos metafísicos, con-
que describían el desarrollo del self conceptual uni-
(cf. Schelling, 1942, p. 233). Cuando observamos toda
corriente del pensamiento, podemos advertir que el
desde Kant, Ficllte y Hegel consistió en la ela-
de una fenomenología activa, transaccional. Pero
,,,.u.c<U.loL••~ que llegaron después de Kant hicieron el hin-
metafísico, y no en una psicología basada en
,v•¡su.•uo=''' como lo hizo Kant. Sólo en la obra posterior
183
de Schelling y especialmente de Schopenhauer los
pios de Kant se transformaron en una psicología
mente subjetiva y volitiva. Por esta razón Royce
que la grandeza de Hegel se revelaba en su l!·e~nQrm¡~ntll
y no en su Lógica trascendental.
El resultado fue· que· cuando los idealistas decayeron,
inicio tan fructífero del desarrollo de una psicología
p·ectiva activa. casi desapareció con ellos. Había
anhelo de alcanzar la respetabilidad científica y un
precisión y de mediciones de acuerdo con el modelo
ciencia exacta (véase Peters, .1962, capítulo 13).
mas en el último capítulo, sólo después del •.w•u::u<~u~¡
el enfoque mecanicista se encontró tan desacreditado
los pensadores como '1\Tundt en Alemania y James
en Inglate~a estaban dispuestos a usar el lenguaje
conceptos del idealismo, pero de una nueva manera
ralista. Lo mismo sucedió a Husserl, Lipps, Meinong,
pecialmente a Baldwin:
Sin embargo, hubo una figura grande y bien
que conservó el enfoque introspectivo, aunque hizo
lo posible por hacer descender a la tierra y awlll1<1La.r:
idealismo; desde luego, .me refiero a Feuerbach. Por
gracia, por ser un filósofo de la religión, no podía
trarse en la corriente principal de la psicología ............u
respetable. Como resultado, el florecimiento real de
cien años de desarrollo tuvo que aguardar a que
el psicólogo-filósofo norteamericano James Mark
quien ci.1idadosamente elaboró una psicología genética
los lineamientos que marcó Feuerbach. Baldwin
una teoría totalmente naturalista de la génesis del self
el desarrollo del niño. Bosquejó la creación y la
del dualismo del self y del cuerpo en el animal
No es extraño que recibiera una lluvia de honores
nacionales; completó lo que Feuerbad1 había u ........~u''•
hizo descender el idealismo a la tierra, ofreciendo un
listno realista cuidadosamente elaborado. Mejor que
die unió los conceptos de la filosofía con una r•u·--·-•
funcional, pragmática. En su obra cumbre, Tlze
184
Reality (1915) ·pudo reunir las aspiraciones de
idealistas, pero con una postura totalmente
Ofreció lo que le faltaba al sistema de Lotze:
científica de la génesis social del yo, que justi-
la personalidad como creadora de los
así otorgó el lugar más elevado a las creaciones
espíritu.
esto, Baldwin tuvo que invertir lo que Fichte
le habían hecho a Kant, pero (como Schelling)
activismo evolucionista. Ofreció una psicología
que investigó el desarrollo activo de la con-
individual en .el niño. Hizo lo que debía hacerse
. de Darwin: mostró cómo el nivel puramente sim-
de la actividad humana surge del nivel puramente
de la actividad animal,l
Baldwin pudo explicar la conciencia individual,
el dualismo del espíritu y de la materia, de una
puramente naturalista, exactamente como lo hizo
Feuerbach (véase 1841, en especial pp.. 18,
La obra de Baldwin, por haberse escrito después
fue más específicamente clara que la de Feuer-
idealistas habían advertido que el self necesitaba
manifestarse en la realidad. Baldwin, junto
\{eincmg y Husserl, comprendió que el hombre era él
r;•<U.JUJ~a.L que poseía dos tipos de objetos, no sólo obje-
como los otros animales, sino singulares objetos-
La conciencia humana entraba en contacto con
deseo implicar que Baldwin no tuvo precursores, ni
único en su proeza. Lo que hizo fue coronar el
de un siglo sobre los orígenes de la abstracción y
Vico fue de los primeros que observaron a los nifios
en este aspecto; y Kant planteó el problema
el niño primero se ve a sí mismo como objeto, y
como sujeto. Quizás el primer estudio "científico"
ue:sarro110 del niño lo realizó en 1803 la Sociedad de
. del Hombre, en París; pero a medida que trans-
siglo aumentó la cantidad de investigadoreS. La psy•
de l'enfant (estudio notable, anterior al de Baldwin
similares) alcanzó dos ediciones en la década de 1870.
185
el mun:do, y se manifest¡¡_ban dos tipos diferentes
res: los poderes orgánicos activos, y los poderes
tivos más pasivos.
¿Cómo sería ún animal que pudiera relacionarse
símbolos y también con' las cosas? Baldwi~ ......,_ ...... ,,
debía ser un animal· que poseyera una gran comTJre!IJ
del dualismo de sí mismo, y también de la na
mada e inanimada. Postuló que el dualismo de la
y. el cuerpo se desarrolla a medida: que el niño
que tiene un interior (un proceso de pensamiento)
separado del mundo exterior de las cosas. Por ej
niño desea dominar algo. Reúne algunas imágenes
memoria de cómo dominó ese objeto en el pasado
diato, y después se pone en contacto con el obj ·
supóngase que descubre qúe el objeto actúa dec
diferente de como él espera basándose en las
la memoria que ha reunido: por ejemplo, resulta
perro huraño en vez del esperado conejo manso. De
manera el niño se ve obligado a crear y alterar las
rías conceptuales, a rehacer las generalizaciones, a
los detalles específicos y armoni:r.arlos con el mundo
rior de las cosas. Esto le enseña que las imágeúes
pensamientos de su memoria no son lo mismo que
do de las cosas difíciles e impredecibles, y que su
(pensamiento) tiene una existencia "propia", que
permitirle o no dominar fácilmente al mundo
otras palabras, el individuo gradualmente
reino interno simbólico, un self, que llega a go
diante la percepción del "yo". Este self se opone al
éxter!or, y continuamente lo remodela, y con él
culadas sus sentimientos y sus emociones más
convierte en su medio .singular de ser en el
versé en éste, obtener satisfacciones y seguiidad en
el ·animal simbólico se convierte en el valor más
aun el cuerpo que se opone al yo como un obj
ser sacrificado en bien de los valores. que éste ha
aprender.
Varios contemporáneos de Baldwin también
186
del self y lo. otro y oú:ecieron ricos pensa-
:. James, Royce, Dewey, George Mead, Char-
1\fostraron cómo el self era un desarrollo social,
·~·-~~~--- el mundo exterior con el que se ponía en
Josiah Royce reconoció su deuda . con Baldwin,
.·wtuc:¡.Jcuu!cutemente llegó a algunas conclusiones de
el s~lf se des.arrolla basándose en sus primeras rela-
soctales, y como creamos la idea de nuestro cuerpo
919, pp. 127-.128): Creo que es particularmente sigui-
par~ la h1stona que estamos desarrollando el que
estudiara con ~otze, y. a su vez le enseñara a George
Por ello la filosofía norteamericana. recibió el en-
conservar la tradición de Herder, Humboldt,
y Lotze de una síntesis del conocimiento cen-
el hombre, que enfocaba la acción desde el in-
la experienc?a· Mead elabo.ró más la idea de que
era un depósito de evaluaciOnes reflejadas de la
que la mente del individuo se desarrollaba ha-
eco a los símbolos sociales, y luego aprendía a
a éstos. También ofreció lo que Herder había
: una teoría~ "social-v~cal" de la mente.· (En Fran-
Tracy y Mame de Btran bosquejaron una teoría
Todos estos pensadores afirmaron, en resumen,
.hombre construye su interior gracias a la sacie-
él es el único organismo "vado" en la naturaleza.
ello tiene que llenarse con el material de la cul-
ofreci.eron una explicación científica, objetiva
medtante el cual el individuo gradualmente
su "interior" o su "self social".
en realidad una corriente fructífera y extraor-
rica del pensamiento, con la cual el hombre
exactamente qué tipo de animal era y
· a serlo. Repetimos, esta explicación fue pura-
y la conversión final de los bosquejos y
'pfmsanlientcJs de los primeros idealistas en un len-
ta, ampliamente conductual, científico. Cuan-
•--·---~- kantiana' del yo, fenoménico versus el yo
finalmente fue superada~ mostró la ~verdadera
187
génesis transaccional de los valores. que forman el
del yo •. Fue el principio de una teoría casi completá
desarrollo del individuo.
La. contribución del siglo xix a la psicologlá social
para la teorla de la psicopatologla
No debe sorprendernos que cuando la psicología
ofreció una teoría casi completa del desalTollo
pudo usarse ésta para lo que se buscaba desde hacía
tiempo: una base crítica y empírica para análizar los
humanos. De hecho, como hemos aprendido, no
estudiar la una sin la otra. Cuando descubrimos cómo
ge la peculiaridad humana, esto también nos inuestra
la peculiaridad humana carga al hombre con un peso
pedal, un peso que no tienen que soportar los otros
males. Cuando advertimos cómo el pensamiento surge
sustrato de la conducta orgánica, también podemos
prender cómo este dualismo de cuerpo y espíritu le
dificultades al hombre. -Por ello, sobre esta base
Ribot (1903) expresó lo que en realidád es un punto
vista moderno sobre las enfermedades mentales,
que éstas son resultado de una "falta de coordinación'!
tre los elementos biológicos e ideacionales del
total. Ribot advirtió que existía una dicotomia
entre la conciencia y el sustrato orgánico en la que se
arrolla ésta; dicotomía que, cuando no está
causa enfermedades mentales.
Este pensamiento fue un precursor brillante del que
día postulamos sobre la fenomenología de la
pero pudo lograrse poco con él teóricamente en su
Como el gran planteamientó anterior y similar de K(Jus:sea'
del problema, tuvo que dejarse pendiente. Ribot
el estado primitivo de la teoría de la personalidad,
1884 se lamentó de que aun no existiera la· ciencia
etología, una teoría genética de la formación del
que Stuart Mili había proyectado hada "más de 40
188
1903, p. 23). Pero poco tiempo después, Bald~vin
la que realmente fue primera teorla de los. diversos
de caracteres. Ahora examinaremos esto detallada-
porque es uno de los. logros más importantes de
psicología social madura, de la relación del yo. con el
teorizar sobre el dualismo del yo y el cuerpo, Baldwin
que el dualismo no podía ser "uniforme" en todo
.Es decir, el hombre es el único animal que reac-
ante dos tipos de. objetos para darle
a su yo: objetos-cosas y objetos-símbolos. Ya que
el caso, suponemos que algunos individuos le pres-
atención al mundo. exterior, actúan más en éste, y
a prueba. con lo que está fuera de sus cuerpos.
actúan menos en el mundo. exterior, se co.ntraen más
sí mismos, se alimegtan con pensamientos y fantasías,
las demandas del exterior, expanden su vida inte-
y se alimentan. con ésta. El "yo", en este caso, el "sen-
de ser", se enraíza más en lo. que se siente dentro,
. que se piensa e imagina que en lo. que reálmente se
Al poner la atención en tipos diferentes de o.bjetos
llegar a ser, se vuelven tipos diferentes de organismos.
es la caractereología que deseaba Ribot.
esbozado el dualismo básico., Baldwin siguió
para construir el siguiente panorama del desarro-
individuo. Advirtió que el dualismo del yo. y el
no es básicamente un riesgo para el hombre, Todo.
Por medio de la memo.ria, la reflexión y el
el individuo usa el proceso de su pensamiento. para
el mundo externo. Como animal, el hombre sólo
detener la corriente de la experiencia, reunir los
(!mtentos sobresalientes en su imaginación, y proponer
soluciones a los problemas externos. Con el surgí-
del pensamiento como medio para dominar el mun-
exterior, el hombre logró dóminar a .la naturaleza. ·La
sólo se convierte .en un riesgo cuando el pensa-
se retrae sobre sí mismo, cuando el individuo t]Sa
;pt!nsamlieJrrto y la fantasía para bpscar una justificación
189
dentro de sí, en vez de probarse en la acción.
concluyó que uno se convie1·te en individuo al
problemas, al tomar decisiones afortunadas en la
tentativa: El individuo gana experiencia cuando
con éxito el modo· interno del pensariúento con el·
exterior de la acción.
De nuevo advertimos la importancia del legado
primeros idealistas, así como el de Roússeau. Ésta
te fue una exposición moderna de una tesis
por Schiller en 1795, en La educación esté.tica del h
Schiller comprendió los diversos modos· de ·la ex·pet:ie¡1 c\
simbólicos y orgánicos, y pidió que éstos se unieran
niosamente en la experiencia estética. También
que algunos individuos son más pasivós >uJ.lU'UlJL<.;<twt:nr
otros más activos orgáüicamente. Quizá fue
que inició esta tradición: habló frarica, y exterlsamf~nt·e
bre la importancia básica y crucial del sustmto
como depósito de las experiencias vividas (1762).
época de Dar.win esta ·tesis pudo encontrar su plena
dación científica. Los psicólogos austriacos de fines
siglo XIX intentaron describir el depósito de la ------'--~
en el organismo vivo, usando el término adecuado ·
lidación". Baldwin, igual que Dewey y W. M. Urban,
prestado este término y usó "consolidado" para
la antigua fórmula idealista: la síntesis de lo in
de lo externo, la uniclad que se forja en una acción
lograr adaptarse. A medida que los pensamientos
res se eD.frentan al problema exterior y ayudan al
duo a superarlo, el organismo forma un vínculo
con su objeto, y colma el abismo entre el yo y el
Cada abismo que se logra colmar· es una experiencia
factoría; Por consiguiente, según Baldwin, el
"acumula" experiencias para superar el dualismo
exterior, usando la mente y el cuerpO' como unidad
dirigida al exterior. El organismo entonces posee un
de experiencia depositado en su misma estructura.
Baldwin (1915) logró ofrecer un panorama del
del individuo que confirmó el programa idealista en
190
corriente de pensariúento fue continuada por
Dewey, y más recientemente Merleau-Ponty y
expuso una fenomenología estimulante de
contra los objetos en su libro Experience
Coronando la obra dé Schiller y Baldwin en
as Experience, ofreció el argumento más vigoroso
primacía y la totalidad de la experiencia estética,
como la unión de los poderes orgánicos y espiri-
ta posición cerró un círculo de más de 130 años,
al idealismo el logro pleno de la época natu-
' y también la obra más madura de
simbólicos interaccionistas. Le otorgó el lugar
al modo simbólico cultural, por medio del
hombre (como Schiller sugirió) trata de convertirse
dios que crea valores y significados. Pero no despre-
un·•u:""" de Darwin, que abandonó al hombre a
como un organismo dentro de la naturaleza, con-
. a pagar la experiencia con la moneda básica de la
en todas estas obras fue posible teorizar de
amplia no sólo acerca de la estética, sino tam-
lo que hoy día reconocemos como el problema
frenia. Fue cada vez más evidente que existían
diferencias en la unidad de la mente y el cuerpo;
que se encontraban pobremente "con-
, tendían a carecer de la unidad segura que forja
u"n.oun·,,. activa: Como res.llltado, la mente y el cuer-
espíritu y la materia, por decirlo así, "toman carni-
. Ésta es lá fenomenología básica de la
como hoy día la entendemos (cf. E. Becker,
191
 1964a). En otras palabras, la. teoría tilcJsOI:lc:l-nmcJoruu,
cológica-social del desarrollo humano también reveló
razón de la patología típica humana, exactamente
deseaba Ribot. Esto también logró algo sorprendente,
lo sugerimos •antes: confirmó científicamente la
las prescripciones básicas de Rousseau para educar ·
niños. La tesis de Rousseau fue que .la enseñanza
el adiestramiento que el niño realiza ejercitando
te sus poderes orgánicos son dos cosas muy distintas.
sean pidió que la educación moral, abstracta se
en lo posible hasta los 12 años; que al niño le
el pleno desarrollo de sus poderes mamrpulad:orc~s
época (1762, en especial pp. 82-83). Hoy día oau<;uuJ3
· la esquizofrenia (incluso su sentimiento de culpa
y poderoso) es el típico resultado de no seguir el
de Rousseau: se produce por abrumar al niño con
dones y reglamentos abstractos, mientras se ahoga
desarrollo de sus poderes orgánicos. Rousseau PYnn•n•
tesis pragmática básica: .el pensamiento debe
acción, y depende de ésta~ También describió
la entrega del mando a las propias energías or¡g-á11ic11J
estupidez conductual (son casi sus palabras) que
vemos en la. esquizofrenia (1772, esp. pp. 118-119,
Por ello podemos comprender finalmente que el
Rousseau no sólo ofreció un argumento para la
ción social, sino también los principios de una
apropiada para ese argumento. (Cf. también las ideas
lares de Herder sobre la necesidad de actuar eri
especular abstractamente, y la superioridad de los
vos en este aspecto [Clark, 1955, pp. 228-230].) En
época¡ Wilhelm Reich fue de los pocos que ""L"L'LL4'
la esquizofrenia como lo hizo Rousseau: un
sado por mutilar la experiencia libre, plena, orgánica.
bién implacablemente condenó a la sociedad por sus
mutiladores y, es innecesario decirlo, fue casi tan·
como Rousseau en su ·época.
192
Die Soziale Frage
gran ·parte de la .teoría muy necesaria de la
humana. Ofreciendo ricos complementos para
ideal de Rousseau, muestra un aspecto del mal
de la pobreza de. la personalidad en términos
científicos. Éste fue un inmenso logro teórico,
el trabajo acumulado de muchos espíritus.
con los primeros idealistas es más evidente por
de que Marx inició una teoría similar de la erra-
tomando directamente de Hegel.
primeras obras usó Marx la fenomenología hege-
organismos versus los objetos, y también coro-
que el organismo necesita objetos para realizarse.
él lo señaló, para llegar a ser, para tener una
se requiere que exista un objeto fuera de uno
p. 182): cada organismo debe relacionarse
tipo de objeto para sustanciarse en el .mundo.
ésta era la fenomenología básica de la aliena-
no desarrollar poderes para realizar transacciones
de las cosas. Marx comprendió que el indi-
puede llegar a ser, literalmente, a menos que
poderes activos. Para él, la alienación significaba,
y ante todo, el organismo dominado por el objeto.
... .•ua'""'a. de expresar el problema moderno de la
esquizofrénica (cf. E. Becker, l964b; H. L. Par-
esta fenomenología de la alienación con varios
de ellos era criticar a la filosofía idealista, por
enfrentarse a los problemas del mundo en un
pmran1en te abstracto y no de una manera activa. Cri-
tradicional por ser un enajenado que pro-
pensamientos especulativos, lógicos, abstractos.
en que divorciarse de la acción, huir de una
total. individual, es condenarse a la aliena-
nuestra presente atalaya, podemos advertir que
uoa....•<CaLuo de Marx realmente se parecen a los de
alsubrayar la fenomenología de la esquizófrenia.
193
Marx sostuvo que ·la alienación existe
se objetiva frente al pensamiento abstracto o los
Esto fue exactamente lo que Baldwin descubrió
individuo que sólo hace transacciones con el pe1nsa:mi
y no con el difícil mundo de las cosas, desarrolla .un
nismo pobremente consolidado. Hoy día sabemos
esquizofrénico precisamente se esfuerza por de¡¡anrolla
sentimiento del yo que en gran parte basa su
en oposición a los objetos-símbolos y no a los
objetoS-cosas ..
Marx también deseaba que su punto de vista
alienación se usara como crítica al trabajo
la nueva sociedad industrial. Advirtió que era
para el hombre tener un control activo y hacer
sión emocional personal en los productos de su
la producción industrial, por otra parte, los
produce el hombre no son suyos: los produce
ganar un salario; son un medio y no un fin.
puede colocarlos en un esquema amplio. Son
darizadas, cuyo significado y finalidad él -~--~-·-'·--·-··
nora. Marx advirtió cómo afectaba esto al
enajena de un mundo en que él debería n::~rti,rin'"'"·
tivamente. El mundo de la creación personal no es
obrero industrial. Por consiguiente, al enajenarse
propios productos, el trabajador asalariado también
jena del mundo. Al alienarse de su vida activa,
enajena de los otros. En otras palabras, cuando el
pierde sus poderes porque fabrica
duetos enajenados de sus planes, también pierde algó
mente precioso: la comunión con sus semejantes. La
ción del yo·. es ineludible: tan pronto como el ·
se libra de la responsabilidad de los productos que
ca, también . se ve libre de la responsabilidad de la
total de los productos humanos. Cuando no
sus propios poderes responsables; todos los objetos·.
campo se vuelven objetos enajenados de los que;no
ralmente responsable. Ésta es la fenomenología· de
ralidad en la sociedad contemporánea que ·abarca
194
política hasta cl delincuente juvenil que rompe
de las ventanas, Por ello, Marx aclimató. la
nc:::~c::J.lii.lid a una crítica del pensamiento abstrae-
alienado de la sociedad industrial.
....~ la filosofía idealista en una· crítica social
. . . . T •.,,.,.
que era exactamente lo que deseaba Marx:
los filósofos cambiaran al mundo, y no sólo
acerca de éste. Otros pensadores que, como
L<UJ.J.U•~·· estaban impregnados de la filosofía idealis-
historia produjeron pensamientos similares al
también se ingeniaron para combinar una com-
de la fenomenología del desarrollo individual con
de la nueva sociedad indusu·ial. Georg Simmel,
sé refirió_ a la disposición de la identidad,
de la fragmentación de los papeles en una
compleja. 'En su ensayo sobre The Metro-
Menthal Life, Simmel también logró describir
día entendemos por confusión esquizofrénica
del que el individuo tiene muy poco o
uu,,..u,,.u, y en el que no· participa. Simmel mostró
se encontraba el nuevo habitante de la
imágenes, los objetos, las sensaciones que
uu.wJu"-'• ordenar o. interpretar significativamen-
la idea de la alienación de Simmel, su visión
•u,........ L,u impotente se enfrenta a un mundo de
eml]eJna¡los. es casi idéntica a la de Marx.
por la filosofía idealista, y con .una profunda
de la estética, Simmel también ofreció un
vista de la individualización idéntico al concepto
.y al de Dewey. Simmel advirtió que el sujeto
·
al mundo haciendo transacciones adecuadas con
y así acumula los contenidos de su cultura, den-
de su personalidad, en este proceso. Ésta es
de describir la "consolidación", en que el indi-
llena de experiencias,· y crea fuera de él un mundo
de objetos, en el que participa íntimamente
ina:,.rnr~Pr, 1962, pp. 78, 82-84). Este mundo cultural
195

in:terno··y. externo generalmente le falta al ua.u"'""'•c.
ciudad, según afirma Simmel en su ensayo.
Quizás. el esfuerzo más original. por combinar
menologia de la alienación con una críti~a a la
ciedad ·fue la obra de otro francés: Founer. Ya
mas antes el lugar prominente que dio a las
en su obra; ahora estamos preparados para ex;amlln;ar
con más. detalle. Podría decirse que Fourier co:mt11n1
la manera más ingeniosa, el énfasis estético de ·Jos
tas alemanes, el hedonismo de :Bentham y la
p~srevolucionaria a la nueva sociedad. Pero su
original, y no ecléctica, .lo que la h~ce tanto más
EL análisis de Fourier. de las .pastones ha nr,ov!JCacdo
. las consi!lerables, en parte debido a que la fuerza
pen:samientos rara vez ha sido comprend~d~, y en
las palabras extrañas que usó para descnbtrlas.
gran importancia a las tres pasi~nes que llamó
"distributivas". Cuando estas pasiOnes se
han i~pulso a las "series". Para Fourier esto ..
"un método social cuyo secreto se perdió desde
de la humanidad primitiva". En vez de usa¡; este
infinitamente precioso, la humanidad lo ·
mente milÍ, y en vez de promover la pura nrlrPnr:u"tnl
hombre a lá experiencia, la sociedad condenó las
como vicios (Fourier, 1901, PP.· 56 ss.)~ •
Fourier deseaba construir su nueva sooedad
un enfoque correcto y libre de ·prejuicios pa;a estas
nes humanas básicas. ¿Cuáles eran? A la pnmera,
la llamó pasión cabalística. Era sencillamente el ·
del secreto, del misterio, la necesidad humána de
convicción y participar íntimamente en las ricas
das. Fourier llamó al espíritu cabalístico "el
destino del hombre". Más adelante, deseo mostrar
que estaba Fourier de otros pensadores como
de modernos teóricos como Scheler y :Buber. Creo
basta eitar la última obra de Simmel sobre la
del secreto, y la función que éste desempeña en la
Simmel mostró más detallada y ampliamente lo que
196
ménos profundamente: la necesidad del hom~
<mrrtltC.IP~ll' en. una pauta de significados humana-
cn:aooló, la necesidad del hombre de creer que la
un sigrúficado profundo y fundamentál (cf.
1962, capítulo 8; 1964a, capítulo 8). ¿Por qué
verdadero destino del hombre"? Sencillamente
hombre es un animál simbólico, y sólo es un ani-
. que tiene que dar sus interpretaciones apa-
mundo neutral, extraño, materiál y orgánico.
que el hombre interpretaba mál la pa-
ua.&•o~·-· porque hasta entonces la humanidad civi-
antecedentes sociáles adecuados para des-
cre:ativarnertte. Por ello, la complicidad, la intriga
ouimtCI1Dn1es que caracterizan a la sociedad moderna
parecen algo dañoso y malo, sencillamente
esta sociedad es individuálista y está dividida en
y clases que compiten entre sí. En sus comunida-
. y verdaderas de 600 personas, Fourier creía que
funcionaría en su sentido originál, prístino y
En el lenguaje actuál, podemos referirnos a la
interpersonal indispensable para la convicción
· Los antropólogos pueden citar la creatividad so-
. la solidaridad interpersonal, y el significado ar-
mito y el rito primitivos, una y otra vez, por
de las manipulaciones de la bolsa de valores, las
del Ku Klux Klan y los "juegos" de la guerra
En otras palabras, como observamos antes, Fou-
una tesis a la que sólo hace poco se le ha dado
moderna y académica: en la obra de Scheler, y
en los escritos de Buber. sobre la naturaleza
toda mi obra de manera general al problema de
. tipos de. creatividad . social son más humanamente
por consiguiente superiores a otros. El problema
social es hacer un análisis más especifico; podemos
con seguridad que si creamos una ciencia del hombre
· su nombre, este problema será el más importante:
de sociedad se adapta mejor al desarrollo más pleno
los significados. humanos libres?"
197
interpersonal de la convicción humana, en los
Simínel sobte la sociabilidad como una "forma de
én toda la: ·tradición de los pensadores que ue~<UTu.u:
una psicología naturalista de la experiencia religiosa·
tarde en la obra de Johan Huizinga: Hamo ludens.
referiremos más adelante a Huizinga, y mostraremos
Comte también comprendió este problema.)
A la: siguiente pasión Fouiier la llamó "compuesta
la que se derivaba de la unidad de "los sentidos y el
(1901, p. 59). Éste fue el pensamiento de Fourier
naturaleza básica de la satisfacción estética, el ~•·~~.· e
samiento que expuso antes Schiller, y más tarde
y Dewey; déclaraba el elevado valor de una
espíritu y el cuerpo en la actividad creadora. En su
lenguaje y usando la crítica. social, Fourier hizo
sición muy moderna de la teoría estética: la w;;:..c:uu,,u
una comprensión unificadora y elevada de la PxnP,.;,;
En el mundo civilizado, donde el trabajo
de la gente es demasiado pobre para
selectos, y donde el epicúreo no es un
epicurismo le falta un vínculo directo con el
la tierra; sólo es sensualidad; simple e innoble;
todo lo que no tiene un mecanismo compuesto, o ¿Haremos esto en la paz y en la abundancia, o
influencia de la producción y el consumo sobre el
individuo (1901, p. 65).
Basta· consultar la obra de Dewey Art as Experience
encontrar una opinión idéntiCa sobre la necesidad
ficar la experiencia sensorial y la experiencia
sobre la necesidad de gozar de la riqueza de las
complejas y así poder elevarse sobre la mera
y sobre la condena implícita ¡t la sociedad
implica esto. Lo siguiente IJ.OS recuerda la obra de
La educación esté#ca del hombre:
La cuestión es determinar qué influencia puede ej
sobre la constitución física de los niños y sobre
198
del cuerpo humano mediante el ejercicio integral
facultades y los intereses del alma combinados con
ejercicio. in~e!f'al .de ~as. facultades del cuerpo por
de e~erczcws gzmnastzcos adecuados (1901, pp. 73-
las cursiVas son suyas).
pasión ÍÍnal de la "serie" Fourier la llamó papillone
o "aiterna". Es la que vincula a las otras dos.
:nLllJ.<Ull<=llLc la pasión que odia la monotonía, la jorn:a-
de doce horas. Es la pasión por la periodicidad,
variedad en las ocupaciones humanas y· en la rutina
:Fourier sencillamente dice: "La razón humana debe
por .descubrir una condición social afín a estas
(1901, p. 61).
tarde Dewey pidió una cosa idéntica. En la época
como lo atestigua el fracaso de sus comunida-
su petición fue prematura. En nuestra época,
automatismo presionándonos, finalmente nos encon-.
cara a cara con el desafío de Fourier: ¿Formaremos
ou•·•"u"'u racional. que ofrezca plena satisfacción a las
básicas de la naturaleza del hombre, su nece-
de convicciones, gozar armonías complejas, experien-
y físicas, su constante busca de una rica
las antiguas y viciadas pautas de la guerra
Como Fourier lo entendía, las pasiones fundo-
todas maneras, aunque las "pervierta" el contexto
ser deformadas y satisfechas de muchas mane-
guerra ofrece abundancia de misterio y secreto; el
ofrece convicción en toda su intensidad. La alterna-
la paz y la: guerra, entre la prosperidad y la
ofrece variedad. El empresario moderno, sin
toma su convicción del "tipo ejecutivo", tacitur-
v••'-'u'ud.lll.c:r,te pasivo, como lo observó agudamente
Milis (1959). También se adquiere la. convic-
una filosofía de la competencia, que parece como
de. la naturaleza; de una manera de vida opulenta,
199
rodeada de una pobreza .abyecta, ·que le ofrece un ·pero desde el punto de vista práctico el
miento de superioridad; y de la exclusión d~ otras contin'Úa siendo el mismo que en la época de
lo que da un sentimiento de ser algo especial. Los ¿dejaremos a la naturaleza a merced de las fuerzas
raciales crecientes en nuestras ciudades, donde los o trataremos de darle al hombre el do-
tratan de mantener ¡¡lejados de sus barrios a los para que logre su felicidad y su
sólo amenazan el valor de los bienes raíces, sino cl
más profundo del yo del individuo, basado en una
filosofia de la realización humana. Veblen también
bajo esta máscara, y mostró cómo el hombre moderno
su estética barata cotidiana de las bagatelas del
ostensible. Mezcla su yo y su cuerpo en maniobras
para obtener el poder, alternativamente adormecido y
cantado por el nuevo brillo de Detroit. Interrumpe
jornada de ocho horas para "golpear pelotas de
esto le ofrece variedad. El .hombre es un animal
y puede satisfacer de muchas maneras sus necesidades:
convicción, estética y variedad. La invitación a la
y la competencia creadora para. diseñar un nuevo
mento a la paz sirven igualmente bien para ofrecer
experiencia desafiante y rica.
Hoy día se le pregunta a nuestra civilización:
dispuestos a convertir al hombre en el amo de sus
sociales, y no en su sirviente involuntario? En una
postalienada el hombre crearía sus propios significados
cos, libres y variados .. No se dejarían al
automático de sus instituciones sociales, en las que el
bre €S sacrificado a las fuerzas ciegas de la economía ·
mercial-industrial que tiene como máxima visión la
de ocho horas, las vacaciones de dos semanas, y la
ci6n del "pleno empleo''.
En resumen, Fourier expuso muy bien una
social que le revelaría al hombre la fuente social
alienación. Difícilmente se podría considerar
esa psicología; de hecho sólo era sugestiva, como la
de la alienación de Rousseau: que la inspiró; pero,
más tarde lo atestiguaron las obras de Baldwin y
a pesar de todo, en forma inteligente logró transmitir
niveles básicos del esfuerzo humano. Hoy día podemos
200 201

VII. LAS DIMENSIONES SOCIALES
DEL MAL:
LA CONTRIBUCióN DE LA
SOCIOLOGíA
Los primeros avances de la ciencia
graron sin seguir conscientemente
método científico, y no sabríamos por
proceso se puede conocer la verdad si
viamente no se hubieran indagado
verdades.
JOHN STUART MILL (1950, pp.
LA CONTRIBUCI6N de la sociología a la teoría de la
ción es tan conocida que en este bosquejo seré muy
Aquí el nombre de :M;arx, en vez de ser periférico, es
tral, porque nadie mostró mejor que él cómo el
es un títere del funcionamiento automático de sus
dones económicas. También sabemos cómo Vebl~n,
Weber y C. Wright Milis llenaron el marco <u<:v!IJ~'''-u.:
Marx y pusieron su análisis al día. Weber y Veblen
traron cómo las instituciones de la sociedad op
manera compleja e inten-elacionada, cómo la
se hunde en una pauta de ideologías entrelazadas
ficciones sociales. El análisis de Milis, que es el
el que más vitalmente nos interesa, nos ofreció un
ma detallado y total de cómo la sociedad fracasa
el hombre no somete su vida económica a un
racional. Como Veblen y Weber, Milis no se hada
acerca de la inevitabilidad histórica: sabía que la
puede funcionar como un gigantesco drama de
de significados, que continúa avanzando por su
impulso complejo. La hñportancia de la obra de
202
den;mestre lo posible, sirto que predica lo deseable,
que la sociedad mercantil irtdustrfal proba-
llevará· al mundo a la guerra y lo destruirá con
sencillo y lógico de sus instituciones
y económicas, que no reciben críticas. Cuando un
se rige por el prirtcipio de una lotería nacional espe-
. y ciega, como la que. se realiza diariamente en
el peligro de la lotería puede ser nada menos
fin del mundo, y esto aunque la gente que está
a la lotería lo sepa o no.
Die Soziale Frage
crítica a las instituciones económicas irracionales es
más vital (quizás la· única vital) de la teoría de la
contemporánea. Es expuesta brillantemente en
libros famosos, y por ello pueden pasarse por alto
pobres conocimientos en· esta área. Me. gustaría mos-
cómo en el siglo XIX se planteó este problema, y cómo
corrientes prepararon la idea de la alienación hu-
bajo la forma de un Estado económico que funciona
crítica.
resolver la candente cuestión de la reconstrucción
debemos conocer las relaciones adecuadas y posi-
entre dos componentes básicos de la sociedad: los indi-
que la constituyen y la estructura que los mantiene
: el nuevo Estado nacional. Para conocer estas rela-
debemos saber qué son .los individuos y qué es el
En el siglo XIX se anhelaba aclarar esto. Como
visto, se requirió toda una tradición de psicología
para examinar el problema de qué son los irtdividuos
se socializan. El gran mérito de Marx fue que, aun
no pudo resolver esta cuestión detalladamente, in-
en plantearla en los términos más claros. Por ello
.., • ..,".. L''-"L'- pasó del problema del individuo al del Esta-
Desde un punto de vista estrictamente científico, como
el C:;tpítulo III, habría sido deseable que se
203
elaborara uÍla teoría completa del desarrollo. del
pero como esto no fue posible en esa.época, debemos
crédito a Marx por su genialidad, en vez. de aoJSarlo
eludir una tarea difícil. Además, Marx expuso el
del hombre con el espíritu· de su época. Como.
advirtió que para comprendér realmente al hombre,
que compararse con las condiciones sociales u..... w,<u<:~
las que está sujeto. Como pensador de la llustraoón;
compartió los puntos de vista de su época sobre 1~
leza humana: que el hombre no es una criatura dg¡.da,
abierta, capaz de llegar a ser cualquier cosa que le
la sociedad. Robert Owen expresó muy bien la
Ilustración: "La naturaleza humana, sus capacidades y
poderes, aún no los conoce el mundo." Para ellos, no
recia tener muCho sentido realizar un análisis
de los problemas de desarrollo del individuo, pues
cambia totalmente cuando se· le ofrece el contexto
adecuado. Ellos ya conodan la ·lección básica que
de la ciencia moderna:. si se estudia la éonducta en un
vel de sistema abierto, se pueden y se deben s!lcrificar .
detalles analíticos (cf, Von Bertalanffy, 1960, p. 155).
más si la conducta es el caos de una nueva sociedad
trial que amenaza con aplastar completamente al
si no se apresura a actuar.
Hubo otro espíritu de la época en el siglo XIX
concibió al hombre en estos términos. Era la gran
logia de los economistas del laissez-faire, que Marx
atacar para ordenar. claramente la historia y las
des humanas. ÉStos fueron los "individualistas"
Smith, Ricardo, Malthus) que afirmaron que todo
tiene una capacidad diferente;. una diferencia natural
talento que no puede cambiar ninguna cantidad de
pulación socia],. Con este punto de vista, el problema
individuo contra el Estado se resólvió afavor del statu
del nuevo sistema parlamentario explotador. Esto
se adaptó perfectamente a la doctrina de los
naturales", que sirvió para justificar. y explicar al
Estado mercantiL ¿Cómo surgió el Estado? "De la
204
libre", contestaron ellos.· En la oscúridad
los indiViduos eran iguales, y todos los
eran propiedad del grupo. Gradualmente,
de la capacidad natural del individuo em-
a manifestarse; y llegó a existir una acumulación
de riquezas. Así, a pesar de las diferen-
ahorro y sobriedad, se desarrolló el ac-
de representación política de clases sociales
La tarea del nuevo parlamentarismo fue pro-
ganancias naturales de un prolongado proceso
"científica" de este punto de vista de la
fue "la ley de. la acumulación original" de Adam
y, como señalamos en el Capítulo III, éste fue el
para niños" que Marx se propuso destruir, lo cual
de dos maneras. La primera ya la hemos visto:
la antigua psicología académica fue minada, pri-
por Herder y después por la psicología posterior, se
advertir que el yo era una creaCión sodal; esto minó
de que cada persona tiene por herencia una capa-
,.....~~·····- distinta, y que la sociedad sólo es elescenario
se muestran las diferencias naturales del individuo.
también contribuyó a este debate al oponerse a las
de "interés" individual de Max Stirner, ideas que le
muy benthamistas a Marx. La cuestión era clara:
al hombre como lo hicieron los economistas in-
era una falacia, así como· hablar de '!intereses indi-
ya que éstos habían sido condicionados· social e
:óríc:am1~nte (cf. Hook, 1962, pp. 184-185).
.llevó el problema a una segunda etapa: ¿qué ocu-
en realidad históricamente para producir el caos ac-
de la desigualdad y la explotación sociales? ¿Qué era
llamada "Estado" que se dio a sí misma el
·de proteger el statu quo actual? Si. esta pregunta
contestarse, ofrecería el complemento para la de-
de la psicología individualista: comprenderíamos
y socialmente cuán falso fue el "cuento para ni-
Smith. Poniendo el problema en estos términos
205
collienzó una .línea de pensamiento que abarcó
sig1o XIX y se extendió hasta la actualidad. Como
esperar,, el padre de· esta línea crítica fue Rousseau,
primero expuso la hipótesis de la igualdad y del ·
mo primitivo, y que consideró la historia y la
privada como el "origen de la desigualdad". En
la tarea consistió en tratar de descubrir ex:ict:im·ent:e
sucedió en la historia y en la prehistoria, e
el origen del drama de la explotación ·del hombre
hombre.
Desde luego, la Revolución Francesa resultó
tal para exponer este problema ante el mundo: fue
exhibición franca. del funcionamiento del poder para
biar el orden de las clases sociales. Basándose en esto,
Simon: se sintió impulsado a ·hacer un análisis his
desarrollo de las clases en Francia que eran producto
conquista y de la subyugaci6n. Así la antigua idea del
tado ladrón", expuesta por San Agustín, fue revivida
concepto crítico moderno. La idea pasó .a través del
árabe lbn Jaldún (quien comprendió que la. génesis
tórica del Estado se basaba en la conquista y en el
de otros pensadores como Jean Bodin, y más
Adam Ferguson, John Millar, y a través de
hasta llegar al siglo XIX. Marx y Engels aprovecharon
idea, y el último le. dio su forma. "científica" moderna
su brillante obra El origen de la familia, la propiedad
vada y el Estado. Aquí, basándose en la etnografía
el evolucionismo del antropólogo norteamericano
Henry Margan, Engels preserttó su argumento de
origen del Estado es el origen de .la desigualdad. Ésta
la aceptación ·del desafío que hizo Rousseau: mostrar
tíficamente cómo surgió la desigualdad, y al hacer esto
ante la inteligencia del hombre un modelo de cómo
cosas debían ser y de lo mal que funcionaban ·en el
sente. Engels afirmó que el Estado era la moderna
tura de dominio por excelencia; sólo que la gente
olvidado cómo fue esto al principio. Ya no recordaba
había sido despojada en ·cada nueva generación~ Por
206
como injusticia se institucionalizó con el
pusilánime de todo el mundo; y el Estado
;;;,·,.,,,.n·vf't~ha a todos para beneficio· de. unos cuantos.
gran argumento antiestatal con el que los
intentaron que el hombre moderno desposeído
con .su alienación histórica. Utilizar al Estado y
del poder para explicar la condición pre-
hombre se volvió instrumento básico del análisis
, pasó a través de los saint-simonianos a la socio-
: Rodbertus, Lorenz von Stein, Gumplowicz,
hasta Oppenheimer, Max Weber, y una mul-
pensadores menos conocidos en el siglo .xx. Los
también aprovecharon esta idea: Nietzsche, con
penetrante, advirtió que el. Estado sencillamente
el lugar de la Iglesia desaparecida, para
13. lealtad incondicional de los hombres. "Desea
culto", afirmó Nietzsche incrédulo y alarmado.
llamar fantasía al "estado natural" de Rous-
pe:rm:anecf!r indiferente ante la sugerencia de Her-
. Kant de que la división del trabajo en la sociedad
podía producir locura (Clark, 1955, p. 229), pero
imposible desechar a la ligera la penetrante y
acusación del siglo XIX de que el Estado histórico
. nueva estructura de dominio. Éste realmente fue
'm•1mP1ntn poderoso que usó la sociología en su ataque
iJ.u<:u .......v . . : era el Estado, y no el individuo, el que
cambiar. (Al concluir este capítulo veremos por
argumento no logró ser concluyente.) Sobre esta
enunció su suprema ley sociológica: "la gran
la lucha de clases" (cf. Rignano, 1928-1929, p. 619);
esta base también los anarquistas atacaron el poder
de cualquier tipo. Estos pensadores esperaban eli-
al Estado; y la predicción de Marx se basó en la
de que en una sociedad comunista futura verda-
nueva desaparecería poco a poco el Estado, la
histórica del dominio. La lucha de clases se jus-
:básicamente por el hecho de que las clases tenían un
·histórico, y no natura.I, como hemos visto. Al hom-
207
 bre··moderno le pidieron que corrigiera la iniiusticia
había dirrado siglos.
Así podemos terminar nuestro examen> de la
sociológica de la alienación.. Cuando toda la
pensamiento fue puesta al día por Weber, Veblen
se obtuvo la crítica sociológica que se deseaba.
podemos advertir exactamente cómo funciona el
como un poder agregado. Podemos comprender
Estado es una vasta burocracia centralizada que
e ideología propias. Podemos advertir que ínt:in:JLanlertte
aliado con el funcionamiento de las grandes empresas,
la milicia, como lo mostró especialmente C. Wright
impone arbitrariámente. una conscripción nacional,
veriza las libertades personales en beneficio de sus.
abstractos; podemos advertir, en pocas palabras;
lo que Nietzsche se quejaba: cómo los ciudadanos
pulsados sumisamente a obedecer la voluntad de la
tura del Estado, dándole su culto y su lealtad
nales. Hemos aprendido que la voluntad del
necesariamente favorece los· intereses del pueblo ni
sible a ellos. Hemos podido ver cómo la
abrumadoramente por un candidato pacifista, y
siguiendo el impulso de la estructura del Estado,
la guerra.
Aun después de este bosquejo
vertir cómo las contribuciones psi.collógico·-sociales
lógicas ·para una teoría sintética de la alienación
ciaron y se complementaron entre st Podemos
que' el hombre solo es honibre verdadero
activamente sus poderes, sólo .cuando domina
modo los sucesos que modelan su vida. En pocas
volvemos al ideal democrático de Jefferson y ,,.'IT,,r•um
deseaban un Estado compúesto de individttos
tes que .pensaran con crítica, que ejercieran un
racional de sus funciones. En el siglo xrx se:
muy bien este ideal y se esperaba alcanzarlo; en el
sólo se le rinde un culto verbal. En todo el siglo .
meta· fue alcanzar un punto de vista unitario,
208
había esperanza de dominar el caos del nuevo
tria!, Fue penosamente obvio que, con la des-
la sociedad tradicional, el .individuo, gradual
em:cu•cuu:, perdió su anterior punto de vista tinifi-
lo menos antes sabia distinguir lo justo de lo
bueno de lo malo, y se sentía parte .de un mun-
y co.herente, aunque él.en lo personal fuera
explotado. Después, el mundo se volvió. cada vez
lleno de experiencias sin. relación: era un
sobre el que el homvre no podía ejercer ningún
conceptual firme, del cual no sólo estaba excluido,
cual el bien y el mal se confundían. Además, el
ll~<•w·Lu<LL•ou•u, al fragmentar la contribución al tra-
insistir en que al hombre moderno sól~ debía
ver las cosas en su aspecto fragmentado, y a
ninguna relación con un plan general. En el
en que vivía siempre había desorden; no podía
y llegar a una altura firme, estar centrado (;:n sí
predominar. Ésta fue la queja de Auguste Comte:
del hombre de la '.'vue d'ensemble" que había
Los pensadores prerrevolucionarios de la ilustra-
. muy bien su obra "divisoria", y la .Revolu-
remató esta tarea. Todo el mundo moderno
quedó fragmentado; "se volvió loco", según la
posterior de Dewey, por la preocupación por
por .lo no relacionado, por el detalle.
recogió este importante pensamiento de Com-
.ouoLCllll.Jtu en su estudio sobre las sociedades primi-
su asombrosa. unidad. Esto le permitió acuñar el
"anomia",. que era otra manera de denominar
en un mundo de una profusión sin relación
Durkheim también advirtió lo importante
tener un dominio de sí mismo centrado y firme, y
opjnión democrática de lo que es una verdadera
·~una fuente autónoma de acción." Pero este tipo
raramente se ve en la nueva sociedad de masas.
también se unieron al coro; no sólo Nietzsche,
Josiah Royce, quien lamentó la pérdida
209
moderna de la ·individualidad ·en medio de las
zas sociales, y como Marx, se refirió a la idea
sobre "la enajenación del espíritu" (Cotton, 1954,
En la época reciente C. Wright Milis era casi el
la sociología que insistía en buscar un dominio de
periencia, nuevo y crítico.
Con la singular contribución de la sociología a
tica, se aclaró el problema del individuo en la
Kant expresó perfectamente el ideal de la Tlr•sh·:tr;,r,,;
hombre debe tratar de conseguir· el máximo de
lidad y el máximo de comunitarismo. Era una
irrealizable, como todos los ideales dignos; sin
sólo aspirando a esto podía superarse la alienación.
sabemos lo que sucedió a este ideal en la nueva
el Estado nacional burocrático centralizado negó
polos · de: la paradoja:. no per.niitió ·la
comlinidad. N o es extraño qtié hayamos
sadores como Veblen, Milis, Harry Elmer Barnes,
Beard,. Graham Wallas, John Dewey y otros ............. "'~''~
mostrar claramente una y otra vez la lección de
Comte, de Durkheim, de Rousseau y de Marx:
mente no basta jugar bien al juego de la nueva
El hombre debe enfrentarse a la alienación suiJya:ceJrrte,;t
existe en cada época, y existe cuando el individuo no
un punto de vista dominante, una perspectiva
taria con la que pueda enfrentarse a las causas
nantes de su existencia. social,. y reaccionar a éstas;
Al fracasar en esto, el siglo xx sufrió todos .los ·
que podía padecer el hombre: el genocidio de millon
seres humanos, la guerra mundial recurrente, los
raciales y ;el.odio, el hambre y la miseria mundial
grandes masas. El panorama· del futuro es casi el
la· guerra atómica, las revoluciones violentas, la
de las masas. En nuestra época. hemos visto brotar
maniaco en toda su magnitud, y hemos aprendido
surge: lo demoniaco se presenta cuando· el hombre es
puládo por vastas fuerzas impersonales que se
fuera de su dominio, y a las que él contribuye a ... uva.'""'
210
Por eÍlo, cuando el hombre mciderno pone· en
grandes instituciones sociales, pero no tiene
critico de ellas, las instituciones toman su pro-
.los que manejan las instituciones se vuelven
que cumplen mecánicamente. con su deber,
se atreve a cuestionar la rutina a la que someten
las instituciones. El resultado es que no hay
de salvarse de las ficciones que se aceptan sin
que dominan a la sociedad y que son encarnadas
or·:~~;aJtruauLu.Lu::~ poderosas, sin rostro. No existe
pero hay un poder demoledor en todas
están las personas "centradas" (como Tillich
que deben guiar y modelar esta maquinaria im-
de acuerdo con una visión ideál del hombre?
se encuentra la disidencia responsable, la continua
de la finalidad de la acción? Sin esto, el mundo
ineludible dicta sus leyes, y, como una
viuda negra del tamaño de las que se describen
se vuelve contra los que le dieron
los devora.
es la naturaleza demoniaca del níal social de nues-
Ésta es la culminación lógica de no tomar en
la lección de la Ilustración: si el hombre no puede
la razón crítica en el reino de los asuntos huma-
prepararse para sufrir males que podría haber
Funcionar sin un cerebro orientador, central,
a la muerte para el único animal de la naturaleza
. caracteriza por la necesidad de tener cerebro. La
más grande y más crítica de la Ilustración y del
para nuesu·a sociedad, es que debemos tener un
crítico del funcionamiento automático de nuestras
económicas. Ésta es la contribución de la so-
a nuestra teoría sintética de la alienación, y la
por la que el fantasma de Marx se niega a desvane-
de nuestra vida nacional. Las naciones mercantiles-
de nuevo mantienen sus economías apoyándolas
vasta corriente internacional de armas y muni-
exactamente como lo hicieron antes de la primera
211
 Guerra Mundial. De nuevo está apareciendo en el
· et .espectro. del capitalismo belicista.. La. tradición
Pierre, Rousseau y Marx es una pequeña llama
con· este holocausto. Pero debiera ser evidente que
la única luz que· tenemos en un mundo donde LA LEY DEL DESARROLLO
locura casi total. Por. esto nos tomamos el trabajo DE LA PERSONALIDAD.:
signar. las palabrás del ard1ivo histórico. LA CONTRIBUCióN DE LA
PSIQUIATRíA

Cuanto más verdadera sea la teoría, será más

razonable y sencilla. La lección es descon-
fiar de todas.. . las teorías profundas y com~
plejas ... La verdad ... debe ... ser ... des-
nuda para ser eficaz. ·
LEsn:R WARD (Chugerman, 1939, p. 494)

cuántos conocimientos psicológicos y socio-

se acumularon en el siglo XIX. Hoy día
preparados para llevar el problema un poco más
determinar exactamente en qué grado contribuyó
la comprensión. del hombre. La pregunta que de-
es: si el siglo XIX ayudó tanto a la teoría
de la alienación, ¿qué quedaba por hacer a Freud?
los que han vivido. en la época de Freud saben
cuestión es de gran trascendencia. La psicología
ha ocupado un importante lugar en las preocu-
de los pensadores de todas las disciplinas y ha
vigorosas disputas. Tan ~sólo en la década de
ambiente. empezó a aclararse; como finalmente
l .. uett:~·wut<utucu la contribución básica de Freud a la
del pensamiento, es posible hablar de Freud como
. figura histórica y no como de un contemporáneo

La contribución de Freud
de la historia de las ideas saben una
las grandes figuras: en su contribución tienden a
212 213
resumir el problema central de toda una época de
nera que la tormenta de disrnsiones y .
producen realmente representa la corriente
todo un periodo histórico. Esto es evidente en
quien resumió el pensamiento evolucionista que
cía mucho tiempo estaba en el ambiente. Esto
evidente acerca. de Marx, quien reunió VI¡~or·os11mente
pensamiento crítico de muchos pensadores y
al problema de la reconstrucción social de su época (cf.
ron, 1958). Lo mismo es cierto de Freud, quien
todo .el movimiento del pensamiento de la ilustración y
siglo XIX. Aclaró el problema de la alienación
exactamente cómo la sociedad mutila a sus miembros
medio de un temprano adiestramiento. Como hemos
a través de estas páginas, otros también co:m¡:lre:ndíeroJ
hablaron de esto: Rousseau, Fourier, Marx, para no
donar a Nietzsche, Robert Owen, y aun Stendhal.
texto sin fecha que escribió entre 1816 y 1837,
se expresó casi con las mismas palabras que la
psicología freudiana:
... el carácter del hombre se deriva de su
mienza a formarse en el segundo año de la
fija: a los rnatro o cinco años de edad ... Estos
duos desde la infancia tienen una manera deltínida
buscar .su. felicidad, manera que más tarde se
las condiciones cambiantes, pero que continúa
la misma (citado por Rank, 1932; p. 3).
Stendhal atribuyó esta idea a lós psicólogos
Desde luego, fue uno de los grandes deisrn.briimiiení:o
la ilustración en la investigación de la naturaleza
La idea empezó con Montaigne, pasó a través de
y de Helvetius, a quien admiraba mucho SLIOLJLuu<U.
también la tuvo Rousseau (cf. 1762, pp. 21, 82), y
presó profundamente el Marqués de Sade (cf.
1963, p. 416, nota 75). En el siglo XIX apareció en
de Cabanis, de Tracy y Maine de Biran, quienes
214
de Jos primeros hábitos en la. formación de la
u<Uu.u•1~· Por eso, hoy día vemos cuán profundamente
al pasado este problema, que más tarde· Freud
no basta resumir las preocupaciones de una época
como gran hombre. Cada uno de estos pensa-
. Marx y Freud} agregaron algunos pensa-
parucularrnente profundos; este enfoque tan agudo
amplia corriente histórica del pensamiento es lo
que la posteridad llame por su nombre a cada
: E~ realidad esto es sólo un resumen de un pro-
. histónco más general que sintetizaron en sus obras,
su genio le dio un sello de originalidad y pe-
Por ejemplo, Marx le dio al problema de la
~truc1:ión social "la ley de la lucha de clases"; Freud
problema del desarrollo individual y de la natura~
la conciencia "la ley del complejo de Edipo"; Dar-
muchas cosas que ya se sabían, incluso la ley
.,•~"'"·"'"' .. natural, y tejió. con éstas un bello esquema;
claramente el problema de la evolución para
pensadores posteriores. Alguien deploró el hecho
cuando la posteridad mencionara la evolución, ten-
referirse a "Charlie" Darwin. Podemos decir lo
de la reconstrucción social y de Marx, y acerca del
del individuo y de Freud. Hoy día nadie men-
. a Baldwin ni a Royce, y mucho menos a Bernard
obs:rva~ión final, podemos ver otro aspecto del
histónco que resume el pensamiento de su épo-
el reconocimiento de la posteridad porque re-
pensamiento profunda y ampliamente, y por lo
ofrece una ley muy clara o una metáfora asombro-
él mismo, como pensador, se convierte en un
para un desarrollo más pleno y maduro de la
histórica, debidoa los conceptos muy agudos que
Es décir, abreviar el problema generalmente es una
de ~oble filo: permite una comprensión fácil, pero
tiempo impide una necesaria comprensión más
215
 a:mplia déi problema. Los conceptos dél innovador
ven un 'dogma contra él que deben luchar los
posteriores para analizar de nuevo la ·._UJlll~""Ji"
histórica que el innovador resumió. Esto es c•vitdPnf'' :.
lucha de 50 años que se sostuvo contra él
Edipo". Se tuvo que desnudar la teoría freudiana,
s1:1 dogma fácil y tambien su misterio, pará itu.oU.u'"-'·.
vo el problema de la Ilustración que Freud
problema de la formación social de la conciencia
viduo.
En él siglo XIX, COPIO ya· vimos, se llevó a sus
consecuencias este problema. Marx lo resumió en un
institucional social, Baldwin en· él nivel del ne>arrol
dividua!: fue evidente que él yo estaba enraizado
socieda~. Al final del siglo muchos pensadores
en este problema y lo estudiaron desde un punto
genético y preciso .. Por ejemplo, John Fiske fue
primeros posdarwinianos que insistió en las
notables de los primates superiores, que los .rmn.r;,,,.,,o;n
animales sociales por excelencia: la prolongada
de los animales jóvenes y su necesidad de pr<otección
adiestramiento continuos. Georg Simmél, como
servado, advirtió que el individuo se forma cm1stJnnrP
en él mismo los contenidos de su cultura, ·haciendo
acciones con los objetos ·de ésta. Con este tipo de·
miento, no resultó difícil concluir que cada cultura
cierto tipo de percepciones, y alienta otras. Esto hizo
tamente Simrilel en 19ll cuando habló de la del[ormaci
del yo, de las limitaciones culturales de la
(Cassirer, l96lb, pp. 186, i92). Un' año más tarde el ·
Max Scheler escribió su obra Esencia y formas de la
patía, en que intentó resolver a fondo el problema·
naturaleza del vínculo social (1954, cf. en esp. pp. lü3,'
Scheler deseaba saber ton toda· exactitud por qué el
social, y qué era lo que obtenía de su
la sociedad.
Mencioné a Scheler, junto con estos
porque esto nos ayudará a enfocar más prcJftmclaiJilei:lte,
216
· de Freud. · Schéler buscaba una· teoría· general
del yo ydel vínculo social; y deseaba éla-
teoría genética coherente de la· personalidad.
ust:anleEtte, lo ofreció Freud: una. teoría del .desarro-
•'1111W'VJU.UU que era realmente una teoría muy eco-
desarrollo genético del yo y dél vínculo social.
denominó una teoría del sexo, y por esto exacta-
Sclléler a Freud, quien redujo el problema
social a la necesidad del niño de resolver el
de algunos instintos· agresivos y del erotismo pri-
,y.•(Jfreoo, en realidad, una teoría de la animalidad;
deseaba elaborar una teoría de la sociabilidad
en la psicología posterior del yo, se llegó a
claramente que el sistema freudiano era una
amplia de la simpatía como la entendía Selle-
teoría de la formación de la identidad simbólica,
dependencia social de· esa identidad. Scheler habría
descttbrir más tarde la contribución de Freud, por
a . través de Erik Erikson, pero no pudo aceptar
wu............... anterior de Freud. En este aspecto tampo-
otros notables pensadores, .como Luther
'William Ernest Hocking, a quienes ya menda-
ni tampoco Jolm Dewey, que atacó la teoría
los instintos sexuales casi al mismo tiempo
en su libro de 1922 Human Natu1·e and
Casi exactamente con las mismas ideas y palabras
...u • .,,,,., .. (1762, p. 280) acusó a Freud de cometer el
confundir causas físicas con resUltados falsos. Como
Dewey necesitaba una teoría económiCa. ·y flexible
· una teoría que estaba "oculta", po-
decir, en el sistema de Freud; pero también como
Dewey tuvo que abandonar esta teoría debido aJ
dhico que Freud le puso a ésta: la reducción arbi-
de la riqueza de las · aspiraciones humanas a unos
mecanismos de los instintos y la sexualidad.
es ei caso, tenemos derecho a preguntar, como
preguntar de cualquier gran· figura en la histo-
las ideas: ¿habríamos llegado a estas· ideas sin él? Si
217
 eªiasí;c¿i:uá.D.to habríamos· tardado· en
habría sido la forma de estas ideas sin su contri
guiar?: Esta pregunta no es fácil de responder, y
parece el lugar adecuado para intentar dar una
general; pero vale la pena. formular la pregunta,
que podemos arriesgarnos a hacer una sugerencia o.
aunque sólo nos ayuden a colocar a Freud en Ja
tiva de nuestra historia.
En primer .lugar, Baldwin y Jos pensadores afines
nos han ofrecido un panorama muy preciso del
del yo, fuera del sustrato orgánico. Creo justo au.LJ.ll,,.r·,
·no necesitamos a Freud para determinar la
cial del yo, y su génesis primera en el niño. En
lugar, como hemos visto, pensadores tan diversos
apartados como Rousseau, Stendhal y SiiÍllnel se
de· alguna manera a la formación social del
individuo en sus primeros años, y a su consecuente
y su pobreza relativa. Observamos que Simmel habló
cisamente de la dispersión del yo y sus percepciones
de que las grandes sociedades profesionales de
listas declararan que éste era su campo esotérico y
Hubo muchos pensadores que compararon los
controlados, intencionales, de la conducta con los
receptivos más difusos. Bergson fue importante en
pecto: habló de la polaridad de "intensidad del sen.t1nli.1
to" contra la "intensidad del esfuerzo"; William
también usó esta dicotomía:.· contrastó al tipo
con el tipo "motor"; y Baldwin, como observamos
usó una designación similar, como hizo Dewey cuando
bló de la diferencia entre "hacer" y "padecer", y los
rentes tipos de organismos que tales conductas
Estos contrastes se encuentran también en los
Schiller, quien subraya la diferencia entre las
"receptivas" y las "determinativas" (cf. E. Becker,
Capítulo Uno); y Rousseau hizo un uso muy creador
estos contrastes.
En otras palabras, podemos afirmar. que estos '-v'"'-~'•·n•
psicológicos del yo forzosamente habrían surgidu
218
()tra en el mundo pt;Jskantiano y posdarwinia~
Freud, habríamos podido conocer las ideas
de la .génesis social de la conciencia del in di~
la elaboración ·del yo, como habríamos llegado
las ideas de Saint-Simon, Sismondi, Hegel, Feuer-
pensadores en los que se basó Marx, aunque
la síntesis vigorosa y la penetración sutil de
contribución de Freud consistió en tomar estas
rreJ:u::r·auo<> y darles una forma indeleble y precisa en
u,,.,~ .. ~-- humana. Entre otras cosas, 50 años de prác-
051,cu•tw•.u""'"" ofrecieron una clave decisiva para el co-
, del yo, y mostraron plenamente que la natu-
yo era el control cortical central deJa conducta;
tenemos abundantes pruebas clínicas, con gran
de detalles, sobre cómo se desarrolla y funciona
ejerce un control unificado, central sobre el
cómo difiere el placer y permite que se realicen
)erceJJO·,ones y las decisiones singularmente humanas.
perfectamente el estudio del desarrollo del in-
que Destutt de Tracy y ·su escuela iniciaron un
antes.
más, Freud tomó estas ideas y forjó· con ellas una
y audaz sobre el desarrollo temprano del
ley del complejo de Edipo. Ésta nos ofreció una
:muy precisa de la formación del carácter, que Stuart
Ribot y muchos otros investigadores buscaron en
Con esto, Freud y los 50 años .de biografías psico-
que produjo su escuela ofrecieron el panorama
posible de cómo el adiestramiento temprano de-
punto de vista del niño. Nos mostró cómo el
istramtieilto temprano puede deformar completamente
le puede impedir enfrentarse al mundo del adulto,
ser adiestrado tan bien, tan automática e incues-
blemente que nunca llegue a ser .él niismo en el pro·
cómo la mayoría de los hombres no llegan a
sino que continúan siendo mecanismos cultu·
resumen ésta. es la idea del complejo de Edipo, y
219
lo que la misma neurosis significa: uri estilo de
irreflexivo,·· en qtie el· individuo es modelado por
tramiento temprano. Por ello podemos apreciar
tanda de la contribución de Freud: la teoría
del desarrollo del yo fue en si una antro1JOi:ZIC<ea:.·c,
una teoría de la alienación del hombre en la
Mientras que Marx hizo una critica económica de
sociedad de laissez-faire, Freud realizó una crítica
giéa penetrante del adiestramiento familiar teinprarto~
aprendizaje social.
· Ésta fue la superioridad decisiva de la teoría
sobre la tradición anterior que hemos bosquejado.
su obra criticó a la sociedad por sus dañosos
el hombre. Baldwin y su tradición, por· varias
pudieron obtener este grado de claridad critica.
cosas, su explicación de la conducta social no fue
Redujeron el problema de la génesis del yo a
principios simples como la "imitación" o "la coJildené
clase", que, como hemos visto; no tomaron el
teóricamente inás allá de donde lo dejó Adam
win, Giddings y Tarde-hicieron de la "imitación"
cipio explicativo fundamental de su teoría, y
muy poco para completarla (cf. Ellwood, ·~·N-.·~~
también usó la noción de "identificación" (que es
a la de "imitación"), pero no dejó aquí las cosas. Las
con una teoría sutil y excelente de la angustia, que
mitió describir el desarrollo de la personalidad pof
de "la identificación", "los mecanismos de de!ten.saé'
enfrentamiento definitivo con el "complejo de
Con estos conceptos entrelaíados, Freud ui.J'"'-·•u
ría clara que respondió una de las preguntas
que había causado obsesión a los mejores pensaLnores
historia: ¿de dónde proviene el sentido del deber
por qué continúa existiendo toda la vida? En los
modernos, Kant se preguntó esto en sus famosas
ca de. "la ley moral interior"; Bain y Spencer
resolver el problema en el siglo XIX, y Dewey
pero nó pudieron. Lo más que lograron estos
220
del ''hábito", así como lo hicieron Cabanis y
Tracy.: Por ejemplo, Bain desarrolló una teoría
que, como la idea de la llustración ant~rior,
el adiestramiento temprano del niño y los hábi-
·ffi,Cllllta•.•'uu~::3 inctilcadas que produce. Pero Dewey
con esta teoría, precisamente porque
el problema crítico de la teoría del deber:
individuo continúa sintiéndose obligado aun
las primeras. figuras de la autoridad dejan
¿Por qué el niño conserva su primer
to tan devotamente? (véase Dewey, 1891, pp.
Pero Dewey no pudo avanzar en este problema
y también se sintió obligado a hablar de la
del ''hábito". Desde luego, esto no era una ex-
sino .sólo una petición de ·principio.
donde la teoría precisa y vigorosa de Freud so-
y el desarrollo del yo muestra su impor-
y su superioridad sobre las teorías anterioc
comprender que el superyo, o sentido del
es el estilo de vida que sigue el niño- para
angustia y para disminuir la censura de los adul-
realmente se modela conforme a cierto patrón
y de actos para armonizar el iinptilso
conducta con los adUltos que lo rodean. Por
se vuelve un reflejo de sus padres, y se coro-
ellos desean aún después de que mueren. El
a ser su propio vigilante, a obedecer su pro-
moral. El hallazgo de Freud se resume en las
por el niño responsable: "No necesitas
más, padre, en adelante yo mismo l?e castigaré."
de Freud muestran mejor· que nada lo que
teoría para explicar la profundidad y la persis-
sentido moral en el hombre, y que otros pensa-
pudieron lograr.
la teoría de. Freud explicó las ·discordias y las
sociales de una manera que George Mead, por
pudo hacer: En la teoría social-conductual del
parece que cada persona tendría un. conte,
221
nido SOcial idéfiUCO,>Si aprendiera~el inÍSIDO VOIW:lJ.:Illi:
lós que lo rodean~ De hecho Mead, al llevar
ideas de· Royce, parecía querer mostrar que la·
es natural en el hombre; ya que el yo surge de ·
~omunidad social (cf. Pfeutze, 1961, p. 334).
el mundo compartiera un punto de vista com¡lletll
armónico ¿cómo explicaríamos la .ruptura de las.
nes · humanas? Freud pudo hacerlo, sencillamente;
mostró que cada individuo aprende a su manera
la angustia, en un contexto familiar singular.
palabras; Freud enfocó el proceso de la · básica en la experiencia humana, .una in-
social en un microcosmos, exactamente como
focó en el nivel de las grandes instituciones
teoría freudiana del desarrollo · del yo .mostró
individuo usa técnicas diferentes para librarse
gustia y conservar su sentimiento de estima
dependen de la historia única de sus primeras
nés. Como resultado, estos diferentes "mecanismos
fensa" forzosamente causan fricciones sociales.
Además, como Marx, y a diferencia de Baldwin
Freud desarrolló una teoría que encarna una LUUL<<l e:
lante de los valores del acondicionamiento
piejo de Edipo, como lo mostró recientemente
sons, no debe considerarse un complejo, sino en
un sinónimo de todo el período de aprendizaje
Por ello· es un sinónimo de la .primera Cosmovisión
el niño es modelado. Al descubrir las limitaciones
primeras experiencias simbolizadas en el complejo
po, Freud pudo concretar su crítica al referirse
Je a la neurosis; Más que nunca, hoy día Lu,,n.~uuu'
no hay nada misterioso en este término; se11cillamefn
nifica que el niño se ve abrumado por su nr·•m••r·.:
dizaje. Por "abrumado" se quiere decir que el
. a comportarse, y a tomar decisiones, de una
evita la angustia y que agrada a sus padres.
sentimiento de valor al comportarse de
códigos que le imponen sus padres. Freud
neurosis afirmando que el aprendizaje teiJ!lpl:ano
222
enfrentarse a las demandas de lá variada
lo que de alguna manera limita las.
acciones del adulto. Cuando el niño se
el aprendizaje para agradar a sus padres, nece-
lla•..tu·...... la posibilidad de· tener percepciones y
más amplias en beneficio de su supervi-
'"'u•~~·~~ y ecuanimidad. Este sacrificio se lo im-
pt:Jllu<:uL><o temprana mamífera, dependencia que
en los prinlates superiores.
en resumen, significa sencillamente que hay
entre el adiestramiento temprano • y las
de la acción adulta. Por ello, la neurosis es un
dcl complejo de Edipo, de la .temprana cosmovi-
:tornática q'?e le i.n.cul~~ ~Ln!~o .. El principal des-
Freúi:t es·.Ja •dicotoDifti;;:·baS:ica{:Y(J~~\lafs?e:ífp~'
algo que los psicólogos del yo no pudieron
tanta precisión. Y aunque lo hubieran hecho,
y por ello no habrían poilido presentar
cantidades de biografías personales íntimas
que reafirmaron la lección de la neurosis, y
· como una acusación documentada y abru-
"lavado de cerebro" que se realiza
Éste ·es el logro singular de Freud y de
que le dio un lugar único en la historia del
de la naturaleza social humana. Cuando
anterior bajo ·esta luz, podemos advertir que
una figura verdadera de la llustración que des-
· . corónó la tradición' critica iniciada con Rousseau.
de la psicología clfnica. moderna ha servido
plena validación científica a la tesis básica
de Rousseau.
como observamos antes, este claro concepto de
· siempre fue evidente, sobre todo porque· Freud
los instintos eran la fuente principal de la con-
hemos visto, esto hizo que muchos pensadores
su teoría: Scheler, Dewey y ou·os. Algo impar-
aquí en juego: ¿la teoría de Freud coronó a la
223
-Ilustración, o la negó? Al sefialar los instint~~ e
una naturaleza humana básica níás o menos fiJa.
realidad no favoreció a la Ilustración. Objetivó .al. •
bre, Jo colocó sobre la sociedad y en contra de ésta,
reció hacerlo determinado e indefenso. ¿Qué podría
hecho la Ilustración con un concepto de la
mana que nÓ era maleable? ¿Cóm~ podrí~os
hombre nuevo, descubrir las nuevas profundidades
ras del espíritu humano? Freud ofreció una
bre completa en su explicación del auJu•.w..•u••itiu:
social que sufre el individuo en la soc~edad, _Y esto
exactamente la Ilustración. Pero al mismo uempo
un monstruo: una imagen del· hombre sin
que hubiera un ~mbio real y fun?amental en
raleza animal básica. Por· ello, la psicología '-"'''""u"-:
arrolló dos conceptos opuestos del hombre: el uvu.o.c.....
objeto de la sociedad y de la ciencia; y el hombre
jeto libre, en desarrollo en la sociedad y e_n la
leza. Herbert Fingarette llama a esta oscllaaón
concepto subjetivo y el objetivo del hombre "la
dad fundamental" de la psicología de Freud (1
nos permite considerar al hombre como una fuente
arrollo de valores y también examinarlo como
de estudio científico. Pero creo que la ambigüedad
menos fundamental si consideramos a Freud en
movimiento histórico que él representó. El punto
subjetivo dél hombre, como hemos· visto, ya lo
tado Diderot y fue elaborado por Wundt, .Lotze,
otros pensadores a fines del siglo XIX. El
del hombre lo usaron, con buenos resultados,
los psicólogos del yo. Pero la objetividad de
encontraba en la tradición idealista, y siempre
al hombre como centro del valor. Freud, a pesar
importante esclarecimiento ~istórico, re~lmente .
la tersa corriente de la psicología soaal del s1glo
subordinar la' creación libre de valores al m!:camc:ts
al determinismo de los instintos. Y no podemos
Freud creyó que hasta su psicología alguna. vez
224
· .·'un . reduccionismo fisioquímico preciso del
carácter. Como señaló acertadamente Emma-
Freud comenzó a humanizar la psicología,
deshumanizándola (Minkowski, 1962, p. 347).
razones, hoy .día Alfred Adler expresa mucho
Freud la continuidad del siglo XIX hasta la ac-
prestó poca atención al enfoque de la teoría de.
sobre las motivaciones humanas, y habló fran-
de la neurosis como de "un estilo de vida" que
·durante el acondicionamiento temprano. Siempre
al individuo como .un franco creador de valores,
determinado mecánicamente; creía que el
de Edipo no podía ser concebido estrecl1amente
constelación sexual, y que era raro que ocurrie-
Nos permitió comprender que el complejo de Edipo
sinónimo de muchas variedades del"estilo de vida".
Adler nos ayudó a ver que la situación básica
.es.Ia de. una inferioridad natural ante un mundo
y superordinado. Para superar esta inferioridad,
sus poderes singulares. Pero como el niño no
es su "estilo de vida", realmente obtiene su sen-
de poder en forma no crítica. En otras palabras,
su sentimiento de poder vicariamente, de una
de ser en el mundo que no es suya, ya que no la
El resultado es trágico, y marca el destino del
· el adulto descubre. que está enraizado en una
de poder que literalmente lo domina; es determi-
su elección inconsciente de un modelo de poder.
trágica consiste en que en vez de superar· su
inferioridad, el niño sólo la cambia. por una apa-
de poder, un poder que no le pertenece, sino que
los modelos que sigue sin sentido crítico. La
hombre contra el hombre y el terrible mal que
causan a sus semejantes proviene de este en-
inconsciente de sus propios poderes: luchan a
por proteger. los modelos de poder en que se basan
Perder el apoyo de sus poderes delegados signi-
lo que creen que es su derecho de .vivir. Así
225
 Vemos 'cómo :Adler llega alcorazón de la tragedia
eXpresado en pocas palabras, cómo es futídamental
~biguo.~
, ;La ambigüedad de Freud es muy parecida a la
xander Bain: realmente ésta es la limitación que se
na en el mismo pensador que no puede saltar
te de una tradición a otra. Ni Bain ni Freud
imaginar plenamente la posibilidad de 1ma
colocara· firmemente en su centro la subjetividad
singUlar. Pero esta ciencia, como hemos afirmado;
veces; fue la visión del siglo XIX, y que lé dieron al
como un mandato para que la elaborara, y no
la oscureciera mediante una metafísica de un pa:nrt!du
nismo o mediante un determinismo instintivo sobre
el hombre tiene poco dominio.
En resumen, hemos tenido que ir más allá de
volver al concepto de la Ilustración de que el
una criatura maleable,. plástica, modelada ·en todo
llamamos naturaleza humana, por la sociedad en ·
está inmerso. Freud contribuyó mucho a la
la Ilustración, pero al mismo tiempo la oscureció.
en un problema biológico lo que debería haber sido
camente un problema ·social e histórico. Rousseau
tió con claridad el peligro de confundir las
sociales con las necesidades físicas, de imaginar que
cesidades físicas inflexibles se encuentran en .la base
sociedad humana (1762, p. 280). Quizá por esto
nunca tomó en serio a Freud;, Dewey creía que la
del hombre tenía un mandato de la Ilustración, y no
mandato derivado de Hobbes, ni de Schopenhauer,
le· permite· al hombre: tener dominio de sí mismo.
En la época moderna esta tesis encontró su
explícita en la psicología de Karl Jaspers, quien
perfectamente el enfoque empírico y el subjetivo;
afirmó que la totalidad del hombre no .puede ser
mediante enfoques parciales; en este aspecto el
·como cualquier otro objeto de ·la ciencia: nunca
gar a conocerse totalmente. Pero, dado que el
226
humano, debe dársele preferencia a' su acción
posibilidades abiertas. Jaspers tenía su propia
la tesis de ·la Ilustración: ya que la ciencia. sólo
las cosas estableciendo relaciones cada vez
la psicología misma (como disciplina única)
conocer al hombre, y por consiguiénte debe
lugar al lado de las otras disciplinas; debe unir
íiiocinlientc>s empíricos a los de las otras, al servicio
·como un agente libre. Lo. parcial es siempre lo
y sólo puede adquirir significado al servicio
"J.U• ... · - - · - humana (Lefebre, 1957). Reconocemos en
familiar de una ciencia centrada en el hombre,
los conocimientos empíricos como medio y no como
ha correspondido al existencialismo moderno, en
la forma de la filosofía y la psicología de Jas-
la subjetividad del siglo XIX sin la ambi-
freudiaria.
la contribución de Freud a la del siglo XIX,
proceder •a formular una teoría casi completa de
Pero durante mucho tiempo, el dogma
nos impidió unificar la psicología social de los
XIX y xx. Para continuar el concepto de la Ilustra-
sobre el hombre, la teoría de los instintos de Freud
ser anulada, que es exactamente lo que se logró: hoy
...........~u• que el niño no tiene impulsos sexuales y agre-
innatos: sólo tiene una necesidad de dependencia; de
y de afecto continuos. Freud habló acerca del
·del hombre, que él creyó que era un depó-
de los impulsos primitivos y de los afanes antisociales.
cuando la teoría de los instintos fue abandonada,
concepto radicalmente distinto de la misteriosa
inconsciente". ¿Qué le sucede a la dinámica in-
si el hombre se .libra de los instintos? Ésta ya
ser "la sede de la vida instintiva", como Freud
227

lo creyó. El inconsciente hoy día se refiere sólo al
de. que en su adiestramiento temprano cada niño
un p~to de vista peculiar; este tipo de
exclus1vo lo ·lleva a deformar o a eliminar ciertas
cio~u~s que no les agradan a sus padres, o tabúes
socredad pa:ticular. en la que él. se desarrolla. Hoy
blamos del mconsc1ente en términos muy prácticos:
elido su misterio. En vez de ser un corazón
f~~ídico, ~eredado de la época paleozoica, es la
c~on parucular de nuestra cosmovisión y de. nuestra
crdad para. actuar, que ocurrió durante nuestro
aprendizaje o mal aprendizaje. El hombre no está
do por un ~estino filogenético, sino más bien por
meras se~eccrones, que le fueron impuestas por sus
~or. su manía, por su impaciencia o sencillamente
!mutada cosmovisión. En otras palabras, al
teoría de los instintos, el problema biológico ~ ...uu><>tm
nuevo se convirtió en un problema social e u>O•Lu1:1 cc1•
Entre otras cosas, cuando se omite la pesada
determinista de los instintos, la acción humana
neutral de nuevo. Con esto quiero decir que puueJmO,S·.c
~iderar estas. funciones de todo el campo de las
mterdependientes, y no de uno o dos impulsos o
nantes. Por ello ampliamos la teoría de la pe:rsonali1
de la misma manera que ·los pensadores conuu.cu.Lat.es
pliaron l~ .psicología in~ividualista inglesa del siglo
Esto lo h1c1eron en la pnmera parte de este siglo los
sadores, como W. I. Thomas, que hablaban de
en vez de impulsos, y advirtieron que toda tendencia
acción por parte del organismo humano en última
cia está condicionada por los valores. Por ello, los
Y_· no los impulsos, se convierten en estímulos. La
hdad humana, según este ·concepto, sería ·coJnsl.de~ra1da
organización de actitudes, dispuesta a reaccionar a
lores. Las personalidades se distinguirían entre sí
cam~o y los tipos de valor a los que
el tlpo de papel en que se sintieran más cómodas,
(Barnes, 1948a, p. 803). Esto en realidad es una
228
"l''1modem:a. del concepto de Fourier de las pasiones:
humanos típicos son básicamente neutrales· la
. particular que· asumen depende del contexto. soclal,
la forma que éste les impone: todo "mal" en el
lo causa la civilización.
simplificaciones quizá parecerán axiomáticas, pero
se requirió un prolongado y tortuoso desarrollo
a adoptar esta sencilla idea de la llustración.
abandonarse a Schopenhauer y todo el hincapié
"',DI>iC<>lO:Il:ía académica. Sólo cuando se hizo esto pudo
que "la voluntad" no era una entidad que roo-
actor humano, y que se agotaba (generalmente)
en. el escenario humano. En vez de esto, "la
era inseparable del campo de los valores en que
estaba todo el tiempo inmerso. Por ello, en la
moderna diríamos que "la voluntad" del individuo
del papel social. "La voluntad" es la inter-
social de los valores. Pero Freud · no ayudó a
esto en sus primeras obras. Con su teoría de los
instintivos continuó el concepto schopenhaueria-
volición como algo causal. Es decir, consideró el
como un depósito de emociones antisociales
que buscan un escape en la sociedad. Sólo cuando
)aiJtdo,nó esta idea, pudo advertirse claramente que las
sólo son un sinónimo de las tendencias del or-
en acción; es un modo de describir una inversión
acción, y no se trata de un depósito oculto ni de
•""uu.«u aislada.
recordar que el intento freudiano fue "histó-
adecuado", · por decirlo así. Freud deseaba mos·
la razón humana era un epifenómeno del esfuerzo
deseaba un concepto posdarwiniano del hombre
rnl-ricñPr·" el fácil racionalismo de la época anterior.
intentó mostrar la posterior escuela escocesa
;!cu•!u¡!;!a, representada por Shand y por McDougall. El
consistió en mostrar esto de la misma manera
primero Rousseau y después Fourier: mas-
pasiones eran supremas, que el esfuerzo del
. ·
229
 organ~mo y todos sus deseos·· tenían prioridad
tipo particular de panorama racionalista
que éste estuviera inmerso. Pero éf gran desafio y la
tad.del problema era mostrar que las pasiones sólo
comprenderse social y no .biológicamente. Debía
primacía al organismo, pero una primacía
neutral~'.
En otras palabras; el problema era combinar el
romántico adecuado sobre la primacía· de la
del deseo con el• énfasis de la ilustración en la razón
la maleabilidad humana. Freud conservó el énfasis
tico en el deseo, pero por aferrarse a la idea de
tos específicos deterministas oscureció el concepto
cesaría maleabilidad de los deseos. Sólo había mía
de conservar la primada del· énfasis en los deseos
y al mismo tiempo subrayar la maleabilidad huma.na:
ve~~gar el desarro~o ~enético del yo sin un dogma
mmtsta, panreducoomsta. Así se pudo ver cóma
organismo era modelado por los valores, aun en sus
deseos. Las emociones entonces pudieron
c?mo algo inseparable de la percepción. Pero al
tiempo no se olvidó el organismo: se pudo ver
cosmovisión particular en que el organismo estaba
dicionado se vinculaba con la deformación de las
clones en algunos aspectos. Esto es, ·la cultura cn·rrnmT,;,
organismo total: el destino social se extendió a los
nervios y a las células de la sangre. En resumen,
advt:rtir lo que los románticos y también Freud
mostrar,. pero de una nuev~ manera, sin ninguna:
de fataliSmo: resultó evidente que la razón "'-'.Jwcuo;•ur.
los deseos y los dirigía por canales socialmente
que la razón aun volvía realidad los deseos, pero
cubría todas las actividades del organismo; .la razón
formaba parte del movimie"nto total del organismo
busca la satisfacción.
Esto nos ofrece un panorama completo del esfuerzo
mano; en .el que podemos conservar el racionalismo
irracionalismo. Pero de· esta manera conseguiremos
230
antes la naturaleza del irracionalismo: era evi-
cada organismo se véía obstrUido en su libertád
particular en que había sido adiestrado.
el irracionalismo quedó potencialmente
control humano, por muy "profundamente" que
arraigado. Desde luego, éste fue un prolongado
los polos de Locke y Leibnitz; que. iniciaron
historia de la ilustración. Fue una tarea difí-
el ambientalismo neutral y las tradiciones voluil-
subjetivas. Tuvimos que pasar a través de Kant,
y Freud, hasta la moderna "psicología. de
de A. Adler, W. I. Thomas y G. Allport.
esto, pues, es sólo una introducción al panorama
· de la personalidad· humana en su campo total
estamos dispuestos a bosquejar. Diciéndolo sen-
podemos considerar la personalidad como un
de tres elementos interdependientes: la percep-
sí mismo del organismo, los objetos en su campo,
valores que el individuo aprende a darse a. sí mis-
a los objetos; estos valores toman la forma de reglas
en un mundo social particular; las reglas
en la conducta que aprendemos para obtener
en este mundo.
cuanto al primer eleme:J?.to, sólo necesitamos decir
que todos los organismos, hasta donde sabe-
se. perciben a sí mismos. Podemos llamar a esta per-
. "neutral" porque obtiene su calidad de las trans-
del organismo con .otros objetos. La psicología
del siglo :íax mostró que los· organismos necesitan
para llegar a ser, para desarrollar sus peculiares ca-
. y su identidad. Y la psicología freudiana ha mos-
cuán desvalido y víctima de ansiedades es el orga·
humano al aprender las reglas culturales específicas
obtener satisfacción en su mundo-objeto. La sensa-
de Yo llega a depender de los objetos del propio
y a ser inseparable de ellos, y las reglas que se
para enfrentarse a estos objetos de una manera
y libre de ansiedades. Así, en lugar de valerse
231
del término.neutral"auto'sentimiento" para. referirse
transacci~nes de.objeto que son satisfactorias,
"auto-estima" o ~·auto-evaluación". Luego podremos
de. alta. auto-estima o de baja autocestima, .según
cidad de cada quien para navegar satisfactoriamente·
mundo-objeto cultural; .El hombre suele sentirse bien
tisfecho de sí mismo. cuando puede dedicarse a una
segura de objetos para su propia satisfacción, y
mina bien las reglas o la conducta para negociar con
objetos. Su personalidad misma, puede decirse, es una
amalgama de auto-sentimiento, objetos y reglas (o
tamiento). Está compuesto en parte por los objetos
hace sus transacciones, porque ello provoca las
comportamientos que están· literalmente incrustados
organismo (cf. E. Beck.er, 1964a, Caps~ 5 y 6).
Este enfoque neutral y generalizador a la personalií
humana tiene una gran ventaja sobre el anterior
freudiano: nos permite hablar de las necesidades
.de un modo nuevo. Mientras que Freud pudo
factores absolutos, como la satisfacción de la a!'TP~;iv·i<hlt1
los impulsos sexuales, nosotros podemos referirnos a
res limitativos · que son muy relativos, pero que no
desaparecido enteramente en una relatividad total.
ejemplo, sabemos que el hombre necesita estimarse, y
la función primaria de cada cultura es ofrecerle al
simbólico la posibilidad continua de estimarse. Por
parte, también sabemos que la gente puede tener muy
estima c;le sí ínisma y aún· funcionar en la sociedad.
quizofrénico es el ejemplo más a la mano que
Por ello, podemos mencionar la relatividad de la
de estimarse. Sin embargo, esta relatividad tiene
y cuando la· estima de sí mismo se ve coínJ>letmnent,~<r
nada, generalmente se produce un alejamiento
nico o depresivo ·de la sociedad.
En segundo lugar, sabemos que el· hombre necesita
tos para realizarse coino organismo, y por consiguiente·
lograr acción y experiencia continuas. El organismo
sita objetos para percibir su poder y presenciá. Sin
232
que después de la temprana socialización a:I~
puede prescindir de los dem~s, y alimentarse
~-~-~·~~T'< • cosmovisión• que ha internalizado, y por
obtener de éste cási todas sus satisfacciones.
aplicarse a los eremitas y también a ciertas
creadoras pero aisladas. Sin embargo, esta
también es limitada; hay· el peligro de que este
en la fantasía ·Separe al individuo total-
mundo social; Puede entregarse a sistemas que
cada vez más irreales debido a que no son vali-
interpersonalníen te.
con esta visión de la personalidad, podemos
igual que Fourier, a la ·necesidad humana de
ricas, variadas, y de un sentimiento profundo
1nv:icción. Advertimos que el hombre adquiere la con-
sus transacciones con los objetos, y en las satis-
que ·éstos le ofrecen .. Pero también sabemos que
puede separarse del mundo de Jos objetos, y
convicciones· y diversas experiencias de su in te-
las ideas fantásticas de su imaginación. Sin ero-
advertir la limitación de esta· relatividad:
individuo se aferra al mundo de los objetos
>:'unhrPr''" muy limitado, y su conducta se empobrece
la acción tiende a asumir la forma de lo que
"fetichismo" o "paranoia" (véase más adelante
completo de las "perversiones'').
veremos en las próximas páginas, hablar de las
humanas no como factores absolutos, sino Iimi-
permite proyectar una tipología ideal científica
hombre; pero al mismo tiempo esto le da a cada
libertad para elegir su manera de vivir y .ser su
moral. Esto hace hincapié en que la
·como creadora de valores, debe ocupar el
·la nueva ciencia. Al mismo tiempo esto implica
de las constantes humanas, pero sólo
una libertad mayor y no para determinar la
.humana. En el antiguo concepto de una ciencia
un determinismo completo era la esperanza
233
 másquerida, y alguien como E. C. Tolman buscó la;
bilidad de manipular completamente las ..v ........ ~-v~•
la vida del individuo. Pero hoy día advertimos
. meta no tiene relación con una vasta ciencia hnrn<>n!;
Cuando consideramos la personalidad huínana de
con las amplias relaciones que la integr:m,
mos cómo la experiencia obtiene sus prop¡edades
res. Podemos entender esto sin re~ir a p«;u .......,,,_
determinadas absolutas, ·como el od10 o la
ejemplo; otra manera de considerar .la. acción
concebirla como una tríada: los sent1m1tmtos, un
de símbolos, 'Y un campo de pautas de_ conducta.
thnientos forman parte de la tendenCia del nr1rari!isrt
aproximarse a los "objetos: son neu:r~es en sí, Y no
concebirse, por ejemplo, como senunuentos de
separados del objeto especlfico al que van ...._......... _.
segunda parte de la tríada, el. conjunto de símb?los,
amalgama cultural compleja de palabras y somdos
labras que son significativos cuando se adaptan. a
pautas lógicamente coherentes. En un grado mímmo
que ser gramaticalmente. ló~_cas .. Pero no todos,
bolos están vinculados stgmficauvamente con el
pecto de la tríada:- las pautas de conducta
las palabras no se vinculan con las conductas con
grado de intensidad. . .
La percepción de sí nusmo, como aftrmamos,
siderarse neutral;· pero cuando entramos en ..v.u_.......v,._
objetos descubrimos que puede aumentar o
gún nos ofrezcan satisfacción o no. Por ello, la
neutral de sí mismo, cuando aumenta Y
un objeto adecuado, es positiva; cuando di!;mimJy<!i
puede encontrar un objeto adecuado, parece
usamos este esquema, ¿qué determina que el
u odie un. nuevo objeto? Suponiendo que la
tener el objeto es. uniforme, el tipo de.
vincula con el sentimiento depende del upo de.
que el individuo puede adoptar confiablemente
objeto.
234
esfuerzos, como. aprendemos en la sociedad, se
en palabras, y toman formas definidas. Pero, .en
sencillos de operación, aplicamos las palabras
n "odio" a un objeto particular, si podemos com-
satisfactoriamente con éste o no,· si aumenta o
Ja percepción de nosotros mismos. Por ejemplo,
que trata de tener un contacto satisfactorio con
pero que carece de aptitudes conductuales o
rechazado continuamente, tendrá que definir
como "odiosa'' para conservar algún tipo de
positiva de sí mismo. Si carece de una conducta
deberá inventar un modo simbólico de generar.
oet·ce·pct.on de sí mismo. El odio reanima la percep-
en . :attse:nola de una conducta satisfactoria; esto se de-
conducta o fantasía "paranoide". Una hembra,
situación, al carecer· de conductas prácticas;
púede usar su sexo para hacer contacto con el
Entonces ella podrá definir esta situa-
una relación "amorosa", que es lo que hacer¡.
mujeres esquizofrénicas: el campo de su conducta
estrecho que deben recurrir a su aparato genital
medio dé acercamiento; así. ellas pueden definir
encuentro como una situación "amorosa" .. En
la disponibilidad de conductas satisfactorias
determina el tipo de referencia simbólica que
individuo. El amor y el odio siempre se refieren a
·de posibilidades, y no son emociones internas
y absolutas. Desde luego, el problema se vuelve
e~. cada caso, según como se defina la palabra
ejemplo gráfico final podemos citar el caso de una
esquizofrénica que descubrió que el hospital re-
simbólicamente su situación como de suicidio
Para percibirse como persona, inventó un nuevo
de conducta, una manera· de relacionarse
en turno, ofreciéndole armas que ella posi-
podria usar contra sí misma: sus gafas,. joyas cor-
Con estos ejemplos podemos advertir daramente
235
la necesidad básica del animal humano de satisfacer
cepción de si mismo; y podemos advertir que es
animal que puede hacer trampa con las P:U~bras y
dúcta para arreglar esto. _Por ello es el u~co
cuya vida el amor y el ?dio rue~en convertirse en:
guías importantes: no :1ene msun:o~ que o.u•v•.u.~~._,,..,..
le ofrezcan la sausfacctón de percrbrrse.
¿Por qué explicamos estos concepto~ de la . en tres dimensiones del esfuerzo distintas,
en; términos de una percepción de sí miSmo orgánica
Sencillamente porque esta tarea nos la heredó la
ción: mostrar en detalle cómo el hombre es una
maleable; cuya: "naturaleza humana" es una parte
ráble de la situación contextua! total en que se
Históricamente es una tarea muy importante. No
equivocarnos, es una tarea histórica: el primer
que intentó expresar todas las pastones en termino!
úna percepción de sí mismo fue el ensay? de;
sobre "El amor a sí mismo" (1823, véase en especral p;
Jouffroy .deseaba explicar el amor.~ el o~o como
siones y contracciones de la percepcrón bástca de sí
del organismo para que pudiéramos comprender los
tivos del hombre en toda su pureza, y en su tmrm:acrún, q
realiza la sociedad: Si cumplimos el programa de la
u·ación y desarrollamos el análisis de Jouffroy en
complejidad, podremos explicar el conflicto hu. malllo
someternos (como le sucedió a Freud) a un d~sun~
nético fuera del dominio del hombre. Y la crencta
Ilustración, como Helvetius afirmó, y como hemos
repetidamente, debe ser una ciencia que permita el
nio humano. De otra manera sencillamente no es una
cía. El dominio hl:unano sólo es posible cuando el
del hombre no está predeterminado orgánicamente, ·
su destino puede cambiarse con la educación. Por
Helvetius atacó El esplritu de las leyes de
si las instituciones humanas son modeladas por la
tación, el clima. y la geografía, entonces la educación
puede hacer nada, y el desarrollo de la razón
no, podrá promover el bienestar humano.
( 236
:',nluc::o.uv adversario, como Montesquieu 'lo
150 años después de la primera fase de la ~; /
Ilustración, creo que hemos realizado el prograrl.á'
por Helvetius y por J ouffroy: tenemos una psi-
más o ·menos completa que puede explicar
las pasiones humanas. Ésta concibe la acción
t''-'"~··'-~"'-"· Podríamos llamarlas "dialécticas
fue elaborada, como hemos visto, en el si-
. Es la dimensión de la acción individual de los
tipos de fenómenos. Ésta es la tensión entre el
y. el cuerpo orgánico; produce dos tipos dife-
experiencia (espiritual y física, o yo y. cuerpo)
unirse en la acción. El problema que. esto plan-
hemos bosquejado antes: el de las conductas uní-
con vocabularios simbólicos apropiados. Como
·observado, éste es el problema fenomenológico del
· de la conducta que llamamos esquizofrenia.
. con Freud pudimos comprender claramente la se-
dialéctica del esfuerzo humano: la dimensión de la
del .. individuo en el tiempo. Sin Freud no habría-
tener esta concepción profunda y concluyente
· tensión entre el temprano adiestramiento y las ex-
posteriores del adulto; Ésta es una dialéctica
de la acción humana. El individuo soporta su an-
. adiestramiento que no es apropiado para los nuevos
· desarrolla un estilo de vida que puede ser infle-
ante (nuevas oportunidades.
tercera dialéctica del esfuerzo individual· es un as-
inseparable de la segunda: es la dimensión de ,la
del individuo en el espacio. Refleja el problema
en un mundo. de cosas· que deben. ser desig-
verbalmente para dominarlas; y en el que deben
pautas de conducta confiables. Justamente, este
definido ocurre durante el primer acondi-
237
 ',","
clonamiento. El dilema que esto plantea surge
liaj palabras disponibles, o cuando la conducta no
fiable·. en nuevas ·situaciones problemáticas. Si no
plllabras, no enmarcaremos adecuadamente el
por otra parte, si tenemos pruabrasí pero no
confiables, podemos crear problemas que no deiJeJ:13Ju.
tir. Por ejemplo, al crear situaciones paranoides.
En cada una de estas tres maneras, el inctivi[dun\>,
arrólla un punto de vista. y una capacidad de
a la experiencia, que hace de su personalidad un
único. El problema, para el individuo, consiste en
llar mayor unidad y flexibilidad de la personalidad
los nuevos desafíos y las experiencias. · Pero, como
mostró muy bien, esto resulta muy difícil,
porque .la personalidad representa una manera de
la acción libre de angustia; y generalmente una
conducta. produce la angustia.
Cuando concebimos la personalidad en las
de estas tres dialécticas, podemos comprender no
esquizofrenia, sino más común el desorden de la
llamado "depresión". Ésta se presenta cuando la
individuo, al actuar sin sentido crítico y en un
trecho de objetos, se ve obstruida; Por una razón o
otra, no es posible el desempeño satisfactorio al que
acostumbrado el individuo. Pero no puede definir el
blema con un vocabulario crítico apropiado; se. rinde.
siente derrotado. La depresión, como expliqué .
mente en otra parte. (1964a, capítulo. 4),
un problema de estupidez de la conducta, como
lo es de otra manera la esquizofrenia. La gente .varía
campo ·de la conducta, en la valentía, en el dominio;
noscitivo explicito de sus problemas, y en los
los objetos. En otras palabras, la gente varía en la
de los mundos. que percibe, en la cantidad misma de
ligencia adaptable y aguda que utiliza en los nuevos
blemas. Con palabras proféticas Théodule Ribot
que las enfermedades mentales no son un problema
tidades, sino de coordinación, de relacionar muchos
~38
La moderna teoría de la personalidad sólo ha des-
problemas de adaptación peculiares de la criatura
de la evolución, que es exactamente lo que
después de Darwin.
después de haber comprendido esto, pode-
una última cosa sobre la personalidad huma-
.:~ .. o~•irr"'" claramente que el llamado "inconsciente"
problema de "profundidad", sino de la gama de
de la riqueza y la flexibilidad de la com-
cognoscitiva.. Entendido así, el inconsciente se
un producto del primer acondicionamiento, que
hasta cierto punto la conciencia del niño. Como
de esta represión, la capacidad. natural de apren-
:,.,o,fi<>lntP experiencias se paraliza.en ciertas áreas. Ade-
éstas el individuo experimenta angustia, y desean-
capacidad de juicio independiente. Esta parálisis
tdic~t:J:aniiento y la desconfianza de sí mismo ~ lo que
básicamente, por inconsciente. ¿Por qué algu-
Rt:I>~u'"'"' son "más'' inconscientes que otras, por ejem-
esquizofrénicos? Sencillamente porque han sufrido
más prolongada y opresiva en el ejercicio de
de iniciación. Hoy día podemos dar nuestro
teórico pleno a los primeros pensamientos de Rous-
(1762, p. 19) de que la más cruel educación del niño
que frustra la acción tentativa natural. En nuestra
quizá aún más que en la Viena de Freud, hay
período de demora entre el primer adiestramiento
y el inicio de los actos adultos responsables. Esto
que el niño y el joven durante años se ven obli-
aplazar la acción experimental, y asumir su propia
Ju.,,o.uJ.lU'-"""• Al niño sencillamente no le permiten ser
desinhibido en muchos campos de la· experien-
efecto de esta .prohibición es precisamente refqrzar
perce¡)Ci4:mc~s limitadas del período del primer aprendí-
el joven no puede ampliar su concienCia con· su
responsable, debe operar completamente y sin. crí•
las .limitaciones de la primera enseñanza que le
padres, y la continua guía de éstos, hasta que ter-
239
mina la adolescertcia. Podemos advertir cómo la
en qúe el indiViduo se encuentra inmerso, ~c:otulJl.lc:Jcu~::
la neurosis dando al: niño un punto de vista ·
después le impide ampliarlo con su propia acción
pendiente y critica. En efecto, ésta es una forma de
ción forzosa que crea el inconsciente humanó.
afirmar que el inconsciente está relaéionado con la
particular en que el 'niño se desarrolla. Es factible
cuanto más prolongado sea el período de demora
primera enseñanza y el inicio de la acción re!;pcmsahle
adulto, más fuerte será el inconsciente que inhibe las
siones libres y de largo alcance.
Por ello, hoy día finalmente podemos advertir con
claridad que Freud no definió las "enfermedades
o la neurosis en un sentido· médico, ni descubrió
tidad que pudiera ser curada en el consultorio. Más
ayudó a delimitar el microcosmo de la · no se había cumplido: la razón .pareda sólo
Marx delimitó el macrocosmo. Las enfermedades
realmente son sinónimos de la limitación puesta a las·
pias capacidades. Los síndromes psiquiátricos típicos
llamente son producto de no poder realizar acciones
factorías en nuevas situaciones problemáticas. La
este fracaso es (en todos los casos no orgánicos) una
de estupidez, una estupidez de la conducta, como ·
observado, un bloqueo ante los desafíos y las ae1CISI.one!
esquizofrénico sencillamente no puede enfrentarse al
do. pluralista de las situaciones y de los objetos
minados, la persona deprimida sencillamente no
comprender los elementos que integran su fracaso,
histérico puede tener una comprensión cognoscitiva
de la situación frustrante. En otras palabras, la gente:
un colapso cuando no "actúa", cuando el mundo
rodea no refleja la participación activa de su
creadora.
En ·la conclusión de nuestro examen de la
y su contribución a la teoría: sintética de la
podemos ver cómo también ésta tiene dimensiones
gicas y sociológicas. Le hemos dado el más pleno
240
a la ·acusación que se hizo en el siglo XIX de que
leJ~<u;J.u.u se presenta cuando el hombre no comprende
una situación total, cuando no domina un con-
principios de decisión, según las palabras de C.
Milis (cf. E. Becker, 1964b). También vimos antes,
el siglo XIX se comprendió la importancia de la
ble": el punto de vista "sinóptico", Hoy día
advertir que en el siglo xx se ha mostrado que el
humano se produce cuando este punto de vista y
de acción no e:X:isten.
de esta manera, también podemos advertir que la
moderna de la personalidad resolvió un problema
que duró mucho tiempo: ¿es el hombre un ani-
o básicamente irracional? Este problema cris-
después de la Revolución Francesa, porque en esa
era eVidente que la promesa esperanzada de la razón
aumentado las miserias humanas. Herder, Fichte,
Hegel, De Bonald y De Maistre combatieron la
el mero pensamiento racional y la elección
podían cambiar a la sociedad. Se opusieron al
de los philosophes considerándolo un factor
"superficial" en la vida social: afirmaron que, en
esto, las fuerzas reales motoras, los motivos de la
no podían verse influidos. sólo por la razón, que
tenían una lógica totalmente suya. Además, el
motor de estas fuerzas se acumuló en el tiempo hasta
motor de estas fuerzas se acumuló en. el tiempo has-
opacar las. ideas brillantes de cualquier época. La
romántica fue dirigida no sólo contra los trastor-
tos de la Revolución Francesa, sino también con-
nuevo. racionalismo de la sociedad industrial, fea e
Deseaba enfrentarse a todo el hombre elusivo, y
muñecos consumistas, acicalados, •totalmen-
fabricados todos con el mismo molde. Des-
en cierto. sentido, la impotencia misma de los
sensibles ante la . nueva desorganización y la
~:>uJ<uu:a~:;w•n· fue causante de la. protesta romántica. El
241
 mundo externo era tan meZquino y miserable que
lógico hacer hincapié en la vitalidad de la vida
com:o Jos modernos budistas zen lo hacen hoy dia.
el. mundo se desintegra, ¿cómo puede el individuo
nar significativamente sus poderes activos? Se ve
a buscar en su interior para descubrir una nuevá
de valores trascendentales (cf. K. Mannheim, 1953,
292-297).
Pero este nuevo intuicionismo no les agradaba. a
· cionalistas, como Stuart Mili, quien advirtió el
la devaluación de la razón. Los románticos, al hacer
pié en una naturaleza interior previa a la realidad
y empírica, realmente crearon una forma de rn11~Prú"
mo misticoque podia usarse para frustrar los o;;o•.u"'''"u~.
ligentes por lograr una reconstrucción social.
consistia, pues, en reconciliar la corriente de pe11sanu1
utilitaria y la romántica en una síntesis que
todo el hombre, pero que al mismo tiempo fuera
sista. Precisamente hemos logrado esta
reinterpretar el problema de la neurosis,
un problema del conocimiento, de limitación
pias capacidades activas. Hemos podido comprender·
contradicción humana no es un problema médico o
gicamente limitado, sino que en el fondo es un
social: ¿qué le permitirá la sociedad conocer y
gente?
El efecto de esta reinterpretación de Freud fue
la corriente principal d~ la llustración, de la que él
ralmente se .había apartado. Esto ofreció una síntesis
pensamientos racionalista y romántico, pero que no
dia culto al irracionalismo. Así se logró reconciliar
posiciones y conservar la fuerza lógica de ambas.
hablamos de -las. limitaciones que la· primera ....,......o.L.....
impone al individuo durante toda su vida, de
preparación basada en la angustia oscurece las
nes más amplias y más espontáneas, en realidad
mos la intuición romántica de la supremada del
orgánico· total sobre cualquier cosmovisión racional y
242
mismo tiempo, ·le dejamos la puerta abierta
de que el hombre continúe amp,liando y
cosmovisión para permitir una acción más
Así le otorgamos un puesto elevado a la
En resumen, hemos elevado el pro-
de la reflexión cientifica superior. Le dimos
W""-'•·••...~ a la posición romántica, pero se le su-
oscurantismo. Estamos dispuestos a hablar de
en términos inteligibles para la razón cien-
fusión de la psiquiatría con las ou·as dimen-
una teoría general de la alienación, podemos
-una cosa más: a saber, que los problemas de
misma se disuelven en: una crítica general
oac::u••u, podemos entender que la enfermedad men-
ruilu"u.u•~•u.auuo;;;•.u" un problema de las facilidades
se ofrecen para la acción individual y los sig-
liumanos. Nadie ha expresado mejor esta unión
y de la critica social que William Ernest
advirtió que el bdsico optimismo humano
no es posible a menos que se entienda el
mundo como una unidad, y que se investigue
de la historia desde una perspectiva única y
(1912, pp. 167 ss.). Más recientemente, al am-
misma tesis, Hocking advirtió que las llamadas en-
mentales realmente son un problema de sentido
y expuso el credo en que se basa nuestra actual
de las enfermedades mentales:
problema de la psiquiatría se extiende al campo
los significados. Si el individuo teme al mundo en
vive, y no puede cambiarlo ni aceptar el simple
de pensar en algo cercano y olvidarse del marco
cosas, el psiquiatra en vez de entremeterse en sus
llOCÍOiles debería aconsejarle que se suicidara. No exis-
para las enfermedades mentales sin examinar el
total del mundo (Hocking, 1944, p. 42).
243
 Por ello, toda la prolongada tradición de la teoría
personalidad no nos permite dudar del carácter
la: enajenación, ni de la incapacidad del hombre
tuar significativamente en el "marco de las
·El siglo XIX ocultó este problema con la
laissez-fai1'e, de ofrecerle paz y felicidad al hombre, <ii
vertido en un animitl "poseedor". En el siglo xx
redoblado el esfuerzo por volver a todo el mundo un
sumidor satisfecho, que vivirá sin. esfuerzos en el
Hoy día advertimos que esta premisa básica es
falsa, que el hombre es un animal "activo" y no
. dor", que debe "actuar" dentro del marco más .. ·
sible de significados. Tenemos la prueba cientifica
gorosa del antihumanismo básico de nuestro actual
industrial de consumo, orientado hacia el lucro. No
traño. qu~ los politicos y los sociólogos académico~ .
vuelto las espaldas a la naturaleza auténtica de la·
social y a su urgente mensaje para nuestra época.·
nocieran esto, tendrían que ·volverse enemigos de
de las características básicas del sistema social que
tenta. El problema de la relación del coltloc:imieiJito
mano con la sociedad continúa existiendo, t:A•~uawLc::
como cuando Platón por primera vez se
2 500 años: los dirigentes politicos y sociales deben
ciar a quienes puedan cambiar radicalmente su
habitual.
de Dilthey se desarrollaban, advirtió que los sucesos
em¡ocan.a. el mundo de la personalidad a partir de las
244
1
. LA ESTÉTICA COMO ÉTICA:
LA CONTRIBUCióN DE LA
ONTOLOGíA DESCRIPTIVA
¿Qué sucedería si el lenguaje íntimamente
relacionado con· el estilo poético fuera indis-
pensable para una ciencia natural del hom-
bre ... ?
MÉDARD Boss (1954, p. 54)
en el siglo XIX se descubrió que .la conducta hu-
podía ·estudiarse atomísticaínente, todos los.· pen-
sobre la naturaleza de la acción humana tuvie-
Era obvio que lo que caracterizaba
humana no poªía descansar en la. fisicoquímica
Por ello, rimclios de los mejores pensadores de
que empeíaron ·su carrera como psicofísicos, tu-
dirigir sus pasos a mi nuevo tipo de idealismo
entre éstos recordamos especialmente a Wundt,
y Dilthey. Ya hemos bosquejado los logros de la
de Wundt; fueron sinillares a: los de Dilthey, quien
inclinándose decididamente hacia la psicofísica, y
-la posibilidad de una psicología de la estructura
(Antoni, 1959, pp. 18-19). Pero a medida que las
no eran sólo físicos, sino que tenían otros sig-
Esto hizo necesario un tipo totalmente nuevo de
una ciencia ·que pudiera· enfocar la acción desde
del hombre, de la manera como la percibiría el
Renouvier también pregonó esta nueva ciencia,
humanas interiores. El único problema era
el siglo XIX este tipo de ciencia no parecía ciencia;
245
 el. materialismo, el mecaniciSmo y el re·duccionisn!lc
los grandes movimientos triunfadores de esa
nuestros días, la visión de Dilthey y de Renouvier
nueva ciencia es un fruto olvidado, y en el siglo
un fruto prohibido. No es extraño que, aun
they luchó toda su vi~a por aclarar sus ·pens::LID.ilentos:
en sus últimos escritos pareció iniciar una TP''"·•''"n
pleta de sus pensamientos, con la meta de abogar
mente por el nuevo punto de vista. El nuevo
vista era que la categoría característica de la vida
y de la ciencia humana es el concepto de significado
they, 1962, pp. 21-22, 99-100).
Lotze le había ofrecido a ese siglo una visión
ciencia cuya tarea principal sería promover la Vida
Ser; Dilthey ofreció los datos superordinados para esta
da: los significados humanos. Aquí se encontraba
ttuctura completa que "uniría a .la ciencia
la filosofía idealista en un sistema
como Croce después comprendió esta tarea
p. xxvii). Era w1a estrm;~ura en que los. ~~l!luincaucJs
ticos, artísticos y religiosos sefían la realidad prllllClpa
la ciencia. El siglo XIX apenas percibió esta
estructura olímpica basada en Newton yDarwin,
da rigor, éxito y una promesa ilimitada. ¿Cómo
alguien imaginar siquiera eludir estas fuerzas
para crear una ciencia que se ocuparía
los significados mentales? Sin embargo, hoy
claramente, que si el siglo XIX tiene alguna
para nosotros, es porque precisamente elaboró este
visión.
Nadie resumió mejor que Merz los pasos lógicos
condujeron a una nueva visión de la materia básica··
ciencia. En primer lugar, el siglo XIX se caracterizó.
lo que Merz llamó la tendenCia "sinóptica" del
miento, que se reflejó en la continua insistencia de
en que el hombre necesitaba recobrar la ¡'vue .
que había perdido, o, como la llamó Dilthey: la
tánschauung. Esta tendencia se unió a la· revolución
246
a: medida que cambió del• atomismo-sensorialis-
icaJlisnlo a la psicología del campo continuo qe la
Naturalmente, esto a su vez produjo un enfo-
mundo de la conciencia desde el interior, un en-
amplio, introspectivo, del campo de la conciencia
abarca todo. Los investigadores empezaron a estu-
desarrollo del yo y la formación de la cosmovisión
Finalmente, hubo que concluir que, para el hom-
precisamente esta gran ciramferencia, este mundo
era visto, comprendido e interpretado, formaba la
más grande. En otras palabras, los significados
son los datos superordinados que usa la ciencia,
estos significados desafían la imagen tradicional de
científica aceptable. Merz concluyó su magní-
resumen sobre la herencia característica del siglo XIX
estas palabras: "El principal avance del pensamiento
en el. . . siglo XIX y en adelante ha consistido en
psicológicamente que este campo de la- crea-
artística y del pensamiento religioso tiene una exis-
independiente .. ·." (1914, vol. 4, pp. 787-788).
siglo XIX dudó en aclamar su propia obra científica
Desde entonces, el problema de la época
hacer con esta herencia no deseada. Maduró desde
1914, vol. 4, p. 787); sin embargo, todavía no
a ella. Quizá. la principal razón sea que
logrado aclarar exactamente qué tipo de programa
desarrollar la nueva ciencia idealista. Quiero decir,
en el siglo XIX se descubrió la necesidad de una
que promoviera la Vida y el Ser, y aunque se nos
que los "significados" son los datos adecuados su-
:rm:diJnacios que usa esta ciencia, no hemos podido tr~du­
estructura en un ideal crítico. En pocas palabras,
tenido que soportar durante los pasados tres cuartos
este problema: ¿exactamente cómo puede el 11om-
ampliar al máximo su Ser? Si respondemos (como de-
hacerlo) que el hombre amplia su ser creanqo sigui-
humanos originales, profundos y ricos, esto nos lleva
'------'-· otra pregunta: ¿cómo podemos hablar desde el
247
punto .de •vista ·científico de ampliar al· máximo los
í::ados humános?
La- respuestaa esta ·pregunta nos ofrecerá el
-tico que necesitamos para ·hacer viable la
siglo XIX. Si podemos comprender cómo el hombre
al máximo los significados, esto al mismo tiempo
implicaciones para ei problema de vivir bien. En ·
palabras, ésta sería la principal contribución para
teoría sintética de la enajenación. Y precisamente esta
tribución es la que nos ofrece la ontología
Ahora exploraremos, con cierto detalle, esta uuJJ.t:Ju>Iun-r
y vital del problema de la alienación. En el próximo
tillo veremos cómo esto nos lleva a la intima J.u:,.uu:z~,
Marx y Freud, y nos ofrece. una visión unificada de
la investigación futura del problema de la enaJ€~nac¡o,n·
Homo poeta: el hombre creador. de significados
·Una ontología del anhelo ·estético debe contestar
En el siglo XIX se introdujeron varias,perspectivas
sugerentes sobre el conceptó del Homo poeta, pero'la
1a conservaron viva sólo unos cuantos pensadores
casi al margen del desarrollo principal de la imres1:ig<Lcic)n
de las teorías científicas. Recordamos a Cassirer, a
y Gasset, a Max Scheler y a Georg Simmel, sólo para
cionar a unos cuantos investigadores que son de interés
mediato para nosotros. Las versiones principales de
acerca .de la fundamental necesidad humana de coJ11vi.cci
desapareció sin dejar una descendencia identificable.
ricas teorías de los estetas idealistas (Hegel, Schelling;
ler) permanecieron latentes en: Simmcl, Baldwin y
no .fueron una preocupación importante para la
del hombre.
Pero si el hombre en verdad· es Homo poeta,
herencia necesita ser reanimada con vigor por un
número. dé pensadores. Si la ciencia del hombre es la
cia de la personalidadhumana enfocáda desde el
del hombre, entonces debemos elaborar una uHLuJ.ul!.'"-'
248
humano, que es- exactamente lo que cm-
en ·el siglo XIX. Debemos conocer qué trata
el hombre, qué trata de obtener de su mundo, y
de darle. Ninguna teoría· de la acción será acle-
menos que tengamos una idea clara de esto; y
dia en la historia de la ciencia, las ideas más
provenido de los estetas idealistas: de Fourier
la primera parte del siglo pasado; y de. Bald-
Dewey, Sartre y Merleau-Ponty desde fines
hasta la época presente.
anteriores escritos (1962; 1964a, capitulo 8; 1965),
algunos aspectos de esta teoría estética, tal como
con algunos problemas importantes de una
la acción. Aquí deseo _colocar· algunas de estas
la perspectiva histórica, y desarrollarlas un poco
esto, será. neceSario exponer de nuevo, brevemen-
argumentos importantes de' la -teoría estética,
algunos de nuestros análisis de Schiller, Fourier y
básicas, relacionadas entre sí: ¿Qué' hace la
el Homo poeta, y. por qué él desea y necesita
se haga? Como veremos, hoy dia podemos cantes-
preguntas; y el hecho .de que podamos hacerlo
cuánto hemos logrado en la ciencia del hombre
en la herencia del siglo XIX.
sabemos que Freud se equivocó totalmente cuan-
en sus Nuevas conferencias de introducción al
: "Poderes oscuros, insensibles y sin amor de-
el destino humano." Freud no tuvo una aprecia-
del Homo poeta; por ello, el psicoanálisis sólo
a ser un instrumento de la ciencia del hom-
no comprendió el esfuerzo básico. del hombre.
psicoanalítica pretendió ser una ciencia integral
pero el epitafio para estas· pretensiones impe-
escribirse en una breve frase: Freud creyó
se esfuerza básicamente ·por obtener una
biológica, pero el Hamo poeta. se esfuerza sobre
tener significados fiimes. Desde este punto de
249
Vista, Fourier llegó a superar a Freud en
ticipó a .éste.
El problema para una ciencia del hombre ha.
en primer lugar, olVidamos la obra que nos
quien inició una teoría estética. En segundo
gravemente, se tuvo que desarrollar lo que
"una ·teoría completa de la. convicción uulllacui:l
una forma más madura a las ideas de Fourier,
mel y Buber lo hicieron. En otras palabras,
que los hombres se esfuerzan incesantemente· por
la conVicción. El problema ha consistido en .
hace que sea conVincente la convicción para
bres, y por qtté desean .y necesitan la rn•nuiirr:iñn
animales no parecen tener este problema.
Sólo podemos especular sobre por qué el
sita la convicción y por qué otros animales
ner este problema, pero.-esta especulación está¿:
dada .y es urgente; El hombre es el único
está "integrado" por instinto en su mundo. El
un conjunto de respuestas instintivas sufre
porque su mundo está "hecho de antemano";
ha creado las pautas de respuestas adecuadas y
lado al animal firmemente en el. molde de lá
Sólo el hombre, entre todos los animales,
desarrolla su propio mundo de respuestas
medio de conceptos guías imaginativos. En ---·':~•--"
manera crea continuamente su propia realidad •.
jas y las desventajas de esto son obVias. Es '""uuuc•t
do potencial a disposición del hombre. Los otros ·
parecen condenados a percibir todo el · tiempo
mundo. En el presente examen no· nos nl'llln,,,.,,m,..¡éi
ventajas de esta potencial libertad de tener
dones o experiencias, sino de · sus eVidentes
Éstas son las que nos ofrecen una clave 1mnnrtotnt•
naturaleza· del esfuerzo humano en general, y del
de la• estética en particular.
El hecho es que un animal que ya está
pautas de respuestas instintivas cuenta con un
250
. en significados intrínsecos. Una parte de
está eterna~ente Viva para un pájaro y para
.nattuJral,eza exige un rendimiento a sus capad-
y desafía sus fuerzas. El mundo que está
las respuestas instintivas es, en otras pala-
mundo que tiene sus propios significados y con-
inherentes. Pero ¿qué puede! hacer un animal
casi desnudo al mundo de los _instintos? ¿De qué
Rrru;u:J:iU debe dirigir sus energías, y cómo se afirma
vital que lo rodea? Además, el problema se
está equipado con un cerebro grande, con mu-
y -con incansables energías. emocio-
.;...,;tnm~. La sola busca del alimento cotidiano no
la respuesta a su inquietud. El ciclo de comer,
--n·,....''"" y dormir, que absorbe a los miembros adul:
.especies, tiene muy poco sentido para el hom-
ap•rexuu·ao a usar el lenguaje, se extiende en sus
·sus conceptos, en un pasado-presente-futuro,
~SDllCII:>-tJtenJpo que en gran parte es su creación. El
que él le ofrece más al mundo que lo que
l,.alsp•uesw a darle a un animal equipado tan sólo
donde parece residir el problema. Para un ani-
vive en un mundo de creaciones simbólicas y que
· carece de pautas de respuestas instintivas fir-
'•"''"<lJ.'''"'·..... cotidiana que galvaniza a todos los demás
suele carecer de convicción para el hombre. A
. significativa la realidad, para estimular sus
productivas, el hombre debe ofrecerle sus signifi-
mundo, darle su propio sentimiento de convicción.
·el Horno poeta es una carga trágica, y también
IJUI.LU''""·"u. creadora inigualable. El hombre. crea su_s
y el castigo por omisión es el que puede. espe-
el hombre crea su proceso Vital, su propio mundo
éntonces cuando no puede hacerlo suficientemente
aparta de la Vida; advertimos esto en ciertas tribus
que pierden su· cultura, y en los síndromes psi-
conocidos como esquizofrenia y depresión; La
251
evolución le ha impuesto al. hombre la carga y ·el
más grandes: no nace en un mundo, sino en un
fondo'' que contiene las materias primas para su
ladón y para la creación de su mundo. En la
que termina el adiestramiento infantil, casi todas
dones animales han sido remodeladas en modos
Por consiguiente, Homo poeta parece el mejor
el animal humano:
Si aceptamos está especulación como atisbo nr~::usn
condición humana, podemos advertir claramente
significados deben ser la categoría superordenada
ciencia del hombre, y que la estética y los prc1blc!lllllS
esto implica deben ser su tema principal. Ello
que la naturaleza en gran parte ficticia de los
humanos y de su convicción es el hecho real en
debe centrar la ciencia del hombre.. Hasta ·mora
filósofos y los histÓriadores se han atrevido a
esta tesis ·decisiva: el sociólogo moderno ·'-'·----~
desprecia; Pero hemos visto que· la razón de, esto
el sociólogo moderno en gran· parte le ha vuelto la
a la herencia ·de la ilustración y a ·la importancia
ne ·para su ciencia, y casi ha olvidado
herencia del siglo XIX, históricamente importante.
dono, pues, esta herencia ha pasado a otras ciencias,
han logrado una obra más fructuosa.
El historiador Johan Huizinga había trabajado casi
su vida cuando la historia impuso a su atención esté
abrumador: que a través de los tiempos el homt1re·'~
concentrado en crear su propia convicción y su
El hombre ha hecho· esto casi en gran parte ' 11 ''""'""'n
que hizo que Huizinga titulara .su brillante ·obra
ludens. A Hui.Zinga lé pareció obvio que la esfera
significados humanamente creados era ficticia, pero
riamente ficticia, le daba vida al mundo pará el•
y era la única manera. de dársela. Huizinga
el juego como lo concebimos, se desvanece la
entre creer y simular. El concepto del juego se
turalmente con el concepto de lo sagrado (1955,
252
sentimiento de lo sagrado que surge del juego?
en nuestro.· examen· anterior, podemos adivinar.
de temor reverencial se exp·erimenta
mundo de pronto cobra' vida y llama a nuestras
energías creadores, atrayéndonos y empequeñe"
al mismo tiempo. El juego crea al mismo tiempo
hombre el mundo y lo sagrado; en los otros ani-
los instintos los que producen lo sagrado, lá
y la expansión interior que un gato parece
observa a un pájaro que, fuera de su al-
·.se desliza en un espacio libre.. En otras palabras,
es la creación de los significados para tm animal
percibirlos rica y . convincentemente de manera
eestatllec:ta;a. Éste es "el filo agudo de la mente", como
Collingwood en un pensamiento semejante al de
"El espíritu .del juego, el espíritu de la eterna
es el fundamento y el inicio de toda vida real"
p. 107).
creación de significado,· aunque se hace . con gran
y a menudo con evidente espíritu de juego en el
nivel primitivo, no es realmente una cuestión de
un artificio mortalmente serio, porque sin éste
no tiene un mundo característico: esta dotación
i~ittc:aa1o por medio· del juego le da el profundo sen-
de convicción que surge naturalmente en los otros
Georg Simmel (ese pensador extraordinariamente
fue de los primeros en comprender que el hombre
sus actividades sociales y a través de éstas. Simmel
que el "juego social~' rio es un juego social, pare
realiza ·"en" sociedad, sino que el juego social real-
en "jugar a la sociedad" (véase Wolff, 1959,
sociedad. puede ser una forma .de juego; pero
to mortalmente serio, como es obvio en la con-
cualquier negocioitaliano o en mi club británico.
• ..es, . una; vez más, que el. hombre necesita, estar
de su propia realiqad, y sin ella se siente pri,. ·
espacio vital: .Por. ello,< debemos .ser inflexibles con
.,,de juego de la actividad cotidiana y aun estar
. -.
 dispuestos a matar para salvar ·sus· minucias, como
alguien profana las palabras sagradas de las
rituales; Cuando el hombre pierde la convicción
actividades sociales cotidianas, el significado vital ·
tal y básico desaparece (véase E. Becker, 1962, .... ~•nu.1u
En resumen, en este tipo de juego, y para esta
animal, lo que está en juego es la prbpia vida.
Esta tesis sobre las características del Hamo poeta
urgencia de crear significados ya es una ontología
del esfuerzo humano. Responde a la pregunta
tal: ¿qué puede hacer el hombre en su mundo? ¿Cuál
actividad más característica que lo distingue de los
animales? Desarrollaremos esta ontología un poco más,
viendo a la pregunta relacionada que prometimos
tar en nuestro examen: ¿Qué hace que sea coilvi111Cf',ntFi
convicción? La· respuesta, como sugerimos,
de· las bases de la teoría estética idealista.
Desde un punto de vista teórico, los atisbos u"'"'"'"'"'1u~
la teorfa estética idealista aún tienen mucha vida.
mos podido mejorar mucho la estética idealista,
despojarla de sus pretensiones trascendentales y
descender a la tierra, después de Darwin, como lo
primero Baldwin y después Dewey. En el Capítulo
referí al problema del cuerpo del yo, y observé
ofreció algunos conceptos importantes para las
téticas ·de Schiller, Baldwin y Dewey. Sólo mencioné .
ces que la experiencia estética ocurre cuando el
" orgánico o físico, y el yo simbólico culturalmente
tuido, se unen armoniosamente en la acción. Ésta
...
expresión más concisa posible de la teoría que
Kant, Hegel, Schelling y Schiller, y debemos ir más
advertir exactamente qué significa para el hombre
orgánico o lo físico y el yo o lo simbólico
integral y activa.
254
problema de la mente y del cuerpo que ha
a los pensadores. hasta el día de hoy, en realidad
los e~te~ idealistas . para todo fin práctico.
las finalidades práct:J.cas de una ciencia uní-
hombre. Como dijo Dewey, si el progreso inte-
. habitualmente no consiste en resolver cuestiones,
abandonarlas (1910, p. 19), entonces ya es tiempo
. a :bandonar el problema de la mente y del
e mclwrlo en un marco activo más amplio.
advirtieron que la preocupación produc-
hombre por el problema de la mente y el cuerpo
podría descubrirse la mente en el cuerpo, o
disfrutar de una existencia fenomenoló-
Más bien, se sentían preocupados por los
planteados por la diferencia entre la experiencia
de los significados creados culturalmente, y la
de los organismos y las cosas. Visto bajo esta
prcJbl.errta para el hombre como ·ser activo en el
era buscar en su cuerpo para descubrir la mente,
la mente y las creaciones de ésta en el uni-
reflejaba la historia y la condición peculiar del
·El hombre libre de los instintos se adapta a la
descubre su mundó creándolo, convirtiéndose en
Pero en cada nuevo nivel de la adaptación
nuevos problemas. El nivel más elevado de la
como podía esperarse, plantea el problema más
y poco común. Esto significa que el Romo poeta
el problema de la obvia separación y la fragi-
sus significados creados, contra el duro telón de
los organismos y los objetos •que ofrece la na tu-
Esto significa que las creaciones de la cultura,
.
una
, convicción máxima, deben estar entrela-
en el difícil mundo de las cosas que
usa como campo de juego. Esto es lo que le
calidad estética a la obra de arte: representa
fusión de la ficción juguetona y la natriraleza
te neutral, unión con la que el hombre
del mundo, y lo hace suyo infundiéndole
255
 sris significados. Por ello, Ja estética se
por la unión integral, el movimiento vivo,
extrema, y sin embargo, naturalidad y -!-'--''!--'
les; ·Esto atestigua 'un hecho superordenado
máximo de convicción: explica por qué
humanos creados y los objetos neutrales, no
turales, están inseparablemente unidos; y que
guiente el esfuerzo simbólico tentativo del uu•J.LL•,...::
cuado en todas las épocas. Por ello; advertimos
es el modo característicamente humano, porque
bre es. el único animal· que debe encontrar su
vicción, y el objeto estético es el más coJrrvi'.nc,en1:e
No es extraño,. pues, que el objeto estético
goce más grande. Cuando el hombre entreteje
simbólico humano y los materiales terrenos,
precedente: al incorporar. la ficción cultural
si la inmortalidad de la única manera como
en un mundo de muerte y descomposición. Por ello
con su.intuición artística suprema, termina su F
una invocación familiar y memorable:
Entonces podría decir al momento fugaz:
"¡Detente, pues. eres tan bello!"
La· huella de mis días terrenos no puede
' borrarse en el transcurso de las edades.
En el presentimiento de tan alta felicidad
gozo áhora el momento supremo.
Fausto. finalmente le pide al momento fugaz que
ga, porque es muy bello, y así pierde su apuesta
· tófeles. ¿Cuándo. se vuelve tan. bello, y digno de
. Sólo cuando Fausto contempla su obra, el gran
le ha· ganado tierra iU mar. En otras palabras,
cibe ,lll' belleza del organismo que hace que se
.las energías. creadoras en el universo neutral.
obras humanas están empotradas sólidamente
y én el.mar, _el hombre logra la immn,rt~•lirl,n 'I'T'IPm
propio . plan_• Como Goethe ,lo comprendió
categoría. superordenada mediante. la cual el
con el mundo, logra la más elevada con-
el sin sentido del deseo irracional y la
bruta.
quien inició la tradición estética idealista, al
primera vez cómo el hombre puede lograr la
aunque esté inmerso en un universo que no
comprender totalmente y que lo trasciende.
(1956, p. 161) afirma que Heidegger fue
en advertir el lugar importante que ocupaba la
estética en el sistema de Kant, y Marcuse
en la importancia de la obra de Schiller en
Pero Heidegger no escribió su obra hasta
observado que Baldwin escribió su Genetic
Reality ·en 1915, basándose directamente en las
...,...""'~....,5 , Schiller y Lotze. Baldwin delineó toda
empezando por Kant (1915, p. 209), y rema-
él mismo. El problema de una
se basaba en Kant y Schiller, y que sin em.
posdarwiniana, flotaba en el aire en la última
siglo XIX.
obra, Baldwin (también apareció mucho antes de
.....,~.,5 ~1 afirma explícitamente que su teoría (que
es sobre creación, en juego, de signi·
con esto quiere decir el plan humano
en el mundo de las cosas, una solución
de la condición humana.. En el juego y
la ''apariencia"se vuelve lo real, y se supera el
examinamos en el Capítulo VI. El filósofo
encontró nada original en la obra de Baldwin,
en una carta a Baldwih, que Schelling había
·la misma tesis (cf. Baldwin; 1926, vol. 2; p. 170)•
obra de Baldwin, de cualquier modo, fue muy
·para la ciencia, ya que era (como vimos) una
•uou<tJ, vv ,,.....1.ua del desarrollo de la mente por medio
teracción interpersonal, y no era una teoría tras-
de la mente.
algunos ensayos aislados sobresalientes en
257
esta :tradición fueron escritos por Géorg Simmel, e
di(!Iltemerite de Baldwin. El primero también
importancia de encarnar el plan cultural, y de
éste. la convicción máxima. En su
(1959) sobre la importancia estética de la cara,.
vaciones pasmosas sobre la cara y la consideró
estético característico ·de la unidad mente-cuerpo.
remos después en nuestro examen sobre la obra de
el hombre busca sobre todo en la cara su COilVi•Ccil
lo real.
Breve ontologla del amor
Ninguna ontología. del esfuerzo humano puede
completa si no examina lo más peculiar. del ser
la necesidad de ainar. Cuando cmmp,re·J¡¡d1em.os. q
bre es el único animal que debe crear
debe abrir, una brecha en la naturaleza neutral,
entendemos la esencia del amor. EL amor es el.
de un animal que debe encontrar la vida, y para
su propio ser, tiene que entablar un diálogo con
raleza. Ésta es otra dimensión de la necesidad de
en contacto con el mundo y con la vida en sus
más profundos y asombrosos. Como observó "'"'....,....., ,,
es aumentar el yo por medio del objeto. El amor es:
timiento de un animal peculiarmente alienado,
separado del proceso vital instintivo, natural, .y
gresar al mundo (E. Becker; 1964a, Capítulo 8).
La .belleza y el amor se unen porque --····•---·-
único y singularmente sorprendente para abrir
convincente en la realidad. El amor funde el
total con el mundo al ofrecer un objeto aujLutmu.tvtan
apremiante a la atención y la acción del individuo.
timos, a los animales inferiores, las pautas de
preparadas de antemano les ofrecen un mundo de
los; apremios; excitaciones, terrores.. Así la
encarga de las cuestiones del amor; Pero para el
animal predominantemente simbólico, el problema
258
descubrir un mundo apremiante en un
nrP"ánlCO total; Un mundo que· no SÓlo sea simbó-
¡{)taiJObiién orgánico, y no sólo· esto, süio también
:palabras, un mundo que ofrezca la
estética; Auguste Comte resumió el la-
uu.LJ.lu~v en una carta que envió a Clotilde de Vau:X,
comunicó que él sentía un gran amor universal
su obra, y que era delicioso sentirlo,. pero aña-
vagas energías filosóficas" de estos sentimien-
.estaban muy lejos dé satisfacer su necesidad
(citad() por Gouhier, 1933, p. 27). Adverti-
el hombre debe buscar la máxima elevación en
con otro. organismo concreto.
forma simple, ésta es la ont()logía básica del
.uu.tv•u5 '"' de un tipo peculiar de separación, .de un
de. necesidad de fusión con un. proceso vital
.En. este siglo, muchos pensadores han .con-
en esta ontología, y le han ofrecido sus contribu-
Paul Tillich, Martin Buber, Max Scheler, James
B~tldwil11. Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, sólo
a los más importantes. Max Weber también dijo
exl:elt:nt<és de los aspectos históricos del erotismo, al
una "atracción del mundo" (Gerth y Milis,
ss.). Otro brillante tratamiento teórico de
históricos y ontológicos del. amor es la obra,
'llviida<da. de Emil Lucka (1922) a la que nos referi-
las páginas siguientes.
..v•uu<>v¡·~... dél amor, para ser valiosa, debe arrojar.
sobre el "problema" ·del amor. Es
debeaclarar los vados tipos de, amor: los !imitadores
liberador~s, .los comunes. y los poco comunes p. ·los
· Esto .hace precisamente la ontología c0 ntem-
am()r, elaborada .en uno o e en otro de sus as-
los pensadores antes mencionados. El amor es
••v.·-.~·~~· qe la .estética. idealista en el mundo posdar-
de los organismos y de la cultura. Sólo cuando se
de esta · manera nos revela la mayoría· de sus
259
.secretos..El''probletna" del amor es ·el de la
tética compleja y única de un animal peculiar.
En la sección anterior vimos que la convicl'inn
problema de estética, como lo entienden los
consistía en entrelazar la máxima cantidad de
el.mundo de la materia concreta, de una ........ .,,r,. e
Inismo tiempo es .compleja, inseparable, =•:.uu.uu•~a.
gral, y sin embargó sencilla en su unidad total.
de hacer el hombre con este plan? Como · el tipo de objetos deseados y la congruencia
intenta entretejer los significados culturalmente
la ·personalidád humana en· el mundo• neutral dé·
raleza. Ahora sólo podemos comprender el objetó ·
como un locus por excelencia, donde se· · la simbólica y la orgánica. El tipo de objetos que
drama estético del espíritu y del cuerpo. El objeto
define el problema de lo que el hombre desea en
y de lo que trata de hacer en éste. Por ello, una
del amor debe revelar· en forma .abreviada todo ·
ma de la relación del hombre con sus semejantes.
Las "perversiones"
Emil Lucka comprendió que el erotismo tiene dos
y •que el hombre busca en el amor una mezcla
fectamente sintética del espíritu y dél cuerpo.
el hombre rara vez logra en el amor una mezcla
perfectamente. equilibrada, del espíritu y del n•••rnn ···
este fracaso precisamente explica lasUamadas .. ,...,.,...,,.,...
sexuales" (1922, p. 273). Desde que escribió
mejor' elaboración de una teoría de las· perv«::rsi,()nc~s·
hecho en estos términos, los del de la
separación y del deseo de integraCión del espíritu
cuerpo. Sartre y De Beauvoir enfocaron esto desde el
de· vista fenomenológico, y· Médard Boss escribió
obras excelentes con un enfoque psiquiátrico
(1949).
El problema de la integración estética del
personalidad) y del cuerpo se presenta. en todos
en función de los sigúientes dos puntos:
260
de· objetos que el individuo desea ·ver en el
. Ortega y Gasset, 1957)•
tipos de objetos que el individuo puede manejar
· u otra.
,ru•"'"'"u básico de la estética en el amor consiste. en
unión de estos dos puntos, una unión del tipo:
que se desea y de la obtención de los tipos de
el hombre puede ejercer. Cuando se logra esta
el hombre está preparado para ejercer sus pode-
~<o·DD.t:ll't: el máximo de convicción. Por ello, adverti-
la estética del amor responde a dos tipos de acción
desea ver en el mundo refleja predominante-
. punto de vista en que fue educado; el tipo de
que puede manipular refleja predominantemente
particular de adiestramiento orgánico total que re"
conclusión es lógica e ineludible: el tipo de con-
que se necesita varla en cada individuo.
esto explica la devoción curiosamente sincera
incomprensibles que llamamos "perversiones~·.
ei,emnlcJ. la perversión más sencilla, el fetichismo,
todo el problema de la realidad y de
ígnttic:adc:>s que hemos examinado. El objeto fetiche es
el que se presenta a nuestros ojos de la ma-
asombrosa y apremiante;· es un punto de contacto
con la realidad. Resulta ridículo que un hom-
un zapato o UIJ. corsé; estos objetos parecen
significado muy estrecho, y por consiguiente de-
Ll"".."'u".u•'" limitado para ser tan abrumadores; mono-
la atención, los sentimientos y la conducta de . todo
humano, y por ello parecen desproporciona•
ridículos. Contrástese un zapato o un corsé, por
con un crucifijo, que también parece tener un
físico muy limitado al mundo, pero que es infinita-
más amplio en sus significados aceptables.
hace el fetichista cuando codicia anhelosamente el
más pequeño posible de la realidad de su objeto?
261
La respuesta. es sorprendentemente .sencilla: trata
cubrir un acceso al mundo que sólo él conoce,
permite el campo muy. estrecho y .limitado de su
(cf. E. Becker, 1965). El fetic4ismo, en otras ""''"'u'u'"
presenta un intento relativamente desesperado
ganismo limitado para enfrentarse. de manera.' ~<u.1o1acl
a. una porción de la realidad. Desde luego; cuanto
mitada sea ésta, más sorprendente y abrumadora
cuando un gato selecciona a un petirrojo, ,entre .Llli~WJ•u~,
un prado. Whitehead definió el objeto fetiche
locus . de unión ·de. lo ontológico y la conducta,
afirmó: "El sentido de la realidad es el sentido de.
cada" (1958, p. 167). Esta frase resume toda la
fetichismo.
El fetichismo,. pues, sÓlo resume el problema
hacer que la realidad cobre vida para un organismo
deres limitados, pero que debe ponerse en
el :mundo. Esto representa .una integración
mitada qrie parece que no vale la pena para una
tan compleja como el hombre. Sin embargo, sabemos
bien que todos somos fetichistas, por ·la naturaleza
deLproblema. Todos debemos recoger algunas ••urPr.~n"
en nuestros compañeros sexuales, para· poder •._.,_uL'"'·""'•
como el pájaro distingue a su pareja por los I.UJ.ut•~o'''
hombre tan flexible que puede hacer pareja con
cosa, la criltura le enseña qué tipo de sugerencias
buscar ,para que el objeto sea aceptable. Pero la
muy extendida por el tamaño de los senos en muchas
turas es un fetichismo inferior. Representa una
singularmente estrecha de .lo que es una mujer
Occidente; los caballeros andantes fueron los .tettctliSt:as..
ginales del amor, como observó Lucka (p. 272).
mentos dcl vestido de la amada cerca del .corazón
rebajar al hombre a un juego innoble. Pero esto es
mente ·lo que refleja el fetichismo: una pobreza
conducta, una estrecha gama· de. juegos que pueden
El caballero medieval, sin los torneos; l¡:ts
desafíos por su amada, o las .. Cruzadas, habría
262
muy pobre. Prácticamente no habría tenido nada
sus energías. en el mundo.
muy·. a •menudo el hombre parece tener este
de acción .limitado, y no la mujer? Esta diferencia
r~sponsable de que muchos pensadores afir-
la mujer está más "unificada" o más "integrada"
hombre (cf. Ortega y Gasset y Lucka). La mujer
reaccionar ante el mundo de una manera más inte-
menos inclinada a dividir su experiencia en
fragmentos. Pero referirse a una mejor "unifi-
en la mujer es cometer una petición de principio
la materia. a la época filogenética. En realidad, este
es de significados, del tipo de significados que un
det:ennh1aclo de organismo está adiestrado y preparado
:at:~~.,~u•.tr. La mujer en perto sentido es más afortu-
el hombre en la busc_a del mundo real, ya que
decirlo así, lo tiene a la mano: puede descubrir
ei1 su cuerpo, como un locus de reproducción,
de la vida. La mujer puede crear y realmente
de carne y hueso, e hnbuye en ellos (en el
del hijo) el plan culturaL Fue equipada por
.Lw""""L" para. poder crear objetos estéticos de convic~
mil.xnlla. Por otra parte, el hombre debe buscar con-
te significados fuera de él, lejos de su cuerpo, en
simbólico y ficticio de la cultura pura. La fantasía
tmuoJcen.c'ta relativas de la condición del hombre pare-
comprendido la tribu de los chagga (E. Becker,
6), y en el Occidente a partir de Lisistrata.
razón de por qué la mujer en su enfoque
--..---·:-- parece más sólidamente "unificada" que
es cultural, y no biológica. La mujer es menos
en nuestra sociedad porque culturalmente no tic-
buscar claves fetichistas para identificar lo sexual~
deseable de su pareja. En nuestra sociedad el macho
para buscar e identificar las protuberancias·
del cuerpo; pero no la mujer. Por esto.: ella tien-
I'Cac<:ioJaru ante ht. totalidad del hombre, y no a11te.
específica del i::uerpo. Por ello, la hembra tiende
263
a reaccionar ante la experiencia heterosexual de '
más integral; ·en cambio el macho tiende a dividir
tes a la hembra, a separar de su cuerpo sn peJrsonallic
también unas zonas de su cuerpo de otras.
El hecho es que el problema de las perversiones
tas no puede ser sexualment:e claro, y es ante todo
blema del campo limitado de las conductas. Por
te, la mujer puede sufrirlas tanto como el hombre.
más evidente en un tipo de acción afín: la ~~·!"""=
1\fédard Boss afixmó que los hombres están más
al fetichismo, y las mujeres a la cleptomanía, y
correctamente que la razón es que las mujeres
las "barreras de la moral oficial y las · un ideal típico.
les" (1949, p. 66). En otras palabras, si mujer
en el mundo del hombre y son limitadas las COildtict:as',í
ella puede desarrollar en éste, también serán
frutos que la realidad le ofrece. En algunas
cleptomanía es como la cleptomanía en los niños
jóvenes estudiantes norteamericanos: alguien que
deres conductuales limitados entra clan.destinamente
mundo prohibido. Los niñosy los individuos a los
cultura ha condenado .a ser infantiles y sin
entran ocultamente en el mundo de los adultos (cf.
1949, p~ 77).
Finalmente, la mejor manera de comprender el·
mo es advertir que no se limita a la conducta
que se extiende a todos nuestros actos, y todos lo
Por ejemplo, en cualquier momento cuando
cultades para manifestar nuestras energías, para
el ambiente cobre vida con nuestras reacciones, u:a:•u~:wc
recurrir al fetichismo. Elegimos algún objeto
campo y entablamos un diálogo con éste, aunque la
tación sea apropiada o no. El individuo tiende a·
algún objeto que le sirva de locus de significado,
todos los demás significados son vacilantes. Por
esposo y la esposa tienden a culparse el uno al
cisamente cuando vía jan por un lugar extraño,· o en
ca en que aumentan las dificultades en el hogar.
264
apodera del objeto que le sirve de apoyo en la
y desahoga sus energías en éste; intenta percibir
de que tiene una capacidad de adaptación y fuer-
luchar y para manipular algo en un campo total.
técnica podríamos llamarla "fetichiz.ación del cam~
crea un· locus de significados ·en · una zona muy
para poder tener alguna realidad que convoque
on••rP'1ll~ de la adaptación. Vemos esto más comúnmente
la conducta es más limitada, como en la esquizo-
y en la depresión. En resumen, el fetichismo, como
los términos que se aplican a la conducta humana,
absolutamente una evaluación; es y debe ser una da-
fetichismo generalmente aparece junto con el maso-
La razón es obvia: el último es otro término para
la pobreza de la conducta, tanto como el sadismo.
describe el mismo tipo
resume la limitación de las acciones en el
humano. Refleja las ·maneras torpes de entrar (de
los organismos relativamente débiles y limitados) en
de los objetos y de la realidad. Desde el punto
conductual, hay muy poco que decir de las perver-
El masoquismo y el sadismo son interesantes e ins-
en otro aspecto: resumen los tipos de integración
que la gente realiza precisamente cuando sus pode-
el campo de su conducta son débiles. Consideraremos
brevemente, ya que no podremos tratar adecuadamente
l-'L\'u•"""'· de la psicología histórica (en el siguiente ca-
a menos que estemos familiarizados con el problema
las perversiones (pero para un examen más completo,
·E; Becker, 1965).
sádomasoquista le es difícil creer en la validez y en
del interior de la gente: en el espíritu, la perso-
o el yo. Este interior puede ser el suyo o el de
si se trata del suyo, generalmente se denomina
... nnni; •• ., si es el de los demás, generalmente se llama sá-
palabras, ·el sadomasoquista desprecia la
culturalmente creada y tiende a actuar en
265
 el II!undo del cuerpo; aquí,logra su· maxnna
Desde Ip.ego, despreciar el propio interior puede
mia .evaluación excesiva, del interior de los
resultado, cuando el masoquista se rinde a su
aniquila en ·favor de una realidad más fuerte. En
de .la teoría estética, podemos· decir que su
en;·un contacto convincente con el mundo, pero
ello. pierde su personalidad. Éste es un tipo de
de estética pobres, precisamente porque el espíritu
anulado en la unión. Tillich, preocupado por este
ma; describe el yo débil; que es precisamente el nu, .. _,rf"rn
al amor masoquista: "Rendirse a este yo extenuado.
un amor genuino, porque se extingue en vez de- ------·v•·•"''
algo alejado. El amor de este tipo es el deseo de
el propio yo creador y responsable ... " Para Tillich,
seres que no tienen un centro personal, un yo
con su propia validez, no poseen un eros genuino
pp. 69, 31).
El sádico encuentra placer en el masoquista preosaxne1
porque éste le permite al sádico .entrar en su
truir. su personalidad. Como Sartre y De Beauvoir
ron acertadamente, el sádico se .relaciona con el
de su pareja sacándolo al mundo, y vinculándolo
carne doliente. ¿Por qué hace esto, por qué necesita
truir el interior de ·la personalidad del otro? La
doble. En primer lugar, por virtud de un
singular, el sádico hace una profunda distinción
público y lo privado, el exterior y el interior de los,
nismos.- Esto puede deberse, como atestiguaron algunos
cientes de Boss, a la naturaleza singularmente
ominosa de los objetos paternales, a un
temprano muy riguroso. Como resultado, el. individuo
puede tener..una interacción abierta, libre y espon
con otra persona de su clase; por ello, no considera
gente es accesible al afecto, dócil a la razón;. en una
bra, "sensiblemente" sensible. Más ·bien, estos
recen· de difícil acceso, difíciles. de •relacionarse
objetos que_ tienen un interior potencialmente pélig-ros'
266
pueden estar totalment~ aislados, y •ser_ peli-
explosivos; o quizá aun pueden ser organismos
de sus pretensiones). parecen penosamente va-
carne sin un espíritu interior válido se encuentra
Por ello, todos_ estos objetos parecen. reflejar
rrotruaa•a diferencia entre el interior y el exterior, y
·están unidos. Como un paciente de Boss afirmó:
una envoltura aislante a mi alrededor. ·No puedo
en nada ... Deseo destruir las paredes porque
y aislan. : . Siempre me ha impresionado la bis-
sobre Till Eulenspiegel que dijo, cuando su padre
'~Excaven un hoyo, porque su alma desea sa-
" Cuando insulto y humillo a las mujeres, cuando
su dignidád y les digo palabras groseras, rompo
orgullosa envoltura de su personalidad (Boss, 1949,
86).
característica del sádico es algo que comparte
el deseo estético de fundir el mundo en una
convincente, dócil a sus poderes. Pero como separa
el interior del exterior de las cosas, y como no
poderes adecuadps para relacionarse con la gente
un todo integral, su medio para lograr su deseada
estética es torpe, violento y destructor~ Un pa-
de Boss resume esto bellamente:
vez que anhelo realmente algo, debo forzarlo, vio-
Vivo entre masas opuestas y extrañas; yo mi~mo
una masa. Mi razón para someter físicamente a una
e.s que no tengo una relación directa con el. cuer-
Bi~man•u, ni con mi cuerpo ni con el cuerpo de una
(p. 87, las cursivas son mías).
cuando el mundo tajantemente dividido se mezcla
todo, el sádico puede lograr la satisfacción, se siente
sádicó revela Ja ·esencia de su torpeza, y de su cos-
con estas palabras muy insn·uctivas:
267
 Sólo eV dolor físico puede taladrar el cuerpo
ID.édula. Percibí esto cuando .un dentista me
mucho; El dolor fue acompañado de tal deleite
una erección..'El.dolor penetraba en el mismo
el' interior donde se encuentra mi verdadero
netraba a través de todas las capas, aun a
esmalte más duro de los dientes. . . Ésta es la
cuando el nervio real de la vida es tocado.
nervio se pone de manifiesto. La realidad queda
Ya no existe una pared divisoria, es "la
(página 88).
Aquí advertimos bellamen~e cómo y P?r ~ué el
puede soportar la_ separaoón de lo ~ublt.co y lo
ni puede comparur con los. otros el mtSterlO de su
lidad, la validez de su yo interno, porque esto
poderes. Por consiguiente, una manera de lograr la
ción estética, y afirmar los propios poderes en el
realidad que el individuo se siente cómodo,. es
activamente el interior de los otros, su pc:I·~~;•u"cu\JLau.;'
tituida culturalmente, considerándola un engaño,
etérea, que goza de una inmunidad indebida e
ante las pruebas de la realidad._..La estética del
parte sé debe a las deficiencias de su y~: .para que
dad sea convincente, para poder percibir al
poderes, desea tener un mundo poblado de objetos'
y concre.tos, que no tengan un interior elusivo.
concentra todos sus esfuerzos· en manipular la
puede relacionarse con el interior de los otros o no
reconocer que éste sea válido.
Aquí podemos comprender las post~ras
del sádico y del masoquista. Estos términos deltmt~n·u
ma cosa. Sentir una debilidad y una limitación en
mo; la aguda dualidad del espíritu y de la
do el individuó no cree en la validez de su interior·)~
sus poderes, y no puede considerar ;a la5_ demás
integrales y unificadas, entonces el yo pnvado; el
misterioso; se convierte en una amenaza; Por ello,
268
ocultan en su yo interior debe manifestarse
medio disponible: así puede volverse algo
¡io . descutbriirse que es .un engaño; Así el sádico. puede
.cómodo en el mundo peculiar que necesita. Sólo
el sádico. se encuentra indiscutiblemente ante una
interior superior y más fuerte, se rinde ante ésta
Con una persona débil no hay duda
entablará. una relación adecuada. Pero es impar-
hincapié en que la mayoría de la gente tiende
. un aspecto u otro de la realidad humana. En la
de lo real, en el punto de vista, algunos le otor-
existencial a los aspectos orgánicos naturales
.en cambio otros dan prioridad a los aspectos
LJ.t:li·~~uuuuu ..u~ de las cosas. En resumen, en un mo-
otro, todos tendemos a darles significados de
tendenciosa a los· objetos humanos. Por ello,
más adelante, nuestra idea de "una mezcla
adecuada" del espíritu y de la materia varía en
Como afirmamos, al principio de esta sección,
de la integración estética depende de lo que
y de lo que podemos hacer para volver real este
Stirner (uno· de los primeros .psicólogos socia-
señaló hace mucho tiempo que lo que evalua-
rle acuerdo con las épocas de la vida: en la in-
L.tcm<teDnos a· valuar las cosas más que los pensamien-
adolescencia, los pensamientos más que las .cosas
menos en nuestra cultura); en la madurez, ideal-
algún tipo de equilibrio (1844, pp. 15-
luego, los poderes y la sabiduría que obtiene
el individuo profundizan y amplían la estética
y puede manejar.
"buena" 'cóntra estética "mala"
máximo efecto estético;
hemos afirmado, •lo que procura, en su busca
nvi«:cl.ón, depende de la capacidad del· equipo que
269
usa. Los individuos limitados deben lograr su
tico a eipensas de un ca1llpo más amplio del
artístico. Es como la diferencia entre lo que
y tin zorro. pueden organizar e integrar en sus
pectivos. Idealmente, como afirmamos antes, el
efecto estético se logra cuando la máxima can
espíritu está entrelazada inseparablemente en el
mundo de las cosas. El espíritu es la !Jt:Jr~uuiiuu.iiu;--Vé''
es la espontaneidad, y por consiguiente la intinlidadf~
ello, teóricamente, debemos ofrecerle al mundo la
cantidad de intimidad posible~ Como Scheler creía;
to amoroso es esencialmente una intimidad que· _ su manejo linlltado ·de los materiales, para produ-
nuestro mundo. Ésta es la manera más tangible- de
darle a la vida la abundancia de significados que
mos. El efecto estético parece surgir de algo como
múltiples yo íntimos que pueblan al mundo le añaden
dimensión· a la naturaleza; se convierten en un
depósito de energías creadoras. Por COJilsi¡!;Ui<ente,
que estamos sumergidos en· un mundo de '""''...u'-•"u'J~·­
plios que es más grande que nosotros, más válido
mejor que podamos ofrecer. Si el individuo es
ciende ·las linlitaciones de su existencia singular
esta multiplicidad, subordinándose al rico proceso
vida.
También se requiere fuerza para aceptar un mundo
de intinlldad. ¿Qué se puede hacer para ca1ncfml:rar
energlas en este tipo de mundo y adaptarse a
mejor es ofrecer ·la propia intimidad válida-y ·unirla
la de los demás. Como Buber creía, esto ofrece el
significado interpersonal. Pero. si el individuo no cree
el yo interior, no puede hacer .. esto, porque no está
que él o los otros tengan un interior valioso. Su
es apoyarse en el yo orgánico, que siempre ofrece •
sólida convicción. Así puede dominar un pequeño
mento del mundo orgánico, desempeñar el drama de
público y lo privado dentro de los línlites carnales de
cuerpos. Podemos concebir esto como una especie de
sión de . invernadero a la estética, una manera segura
270
contacto .al espíritu privado con el mundo, y al
iO··'""''.llJ:'U dé percibir las propias energías;
advertir que, en su limitación, esto restil-
ntrap:roélucent:e. Sentirse obligado a dominar el espíritu
destruirlo. Usar los propios poderes para lograr
máximo ·no ofrece la liberación real que se
sólo se .consigue una tregua momentánea. La ver~
liberación sólo se presenta en una comunión ínti-
un ser respeta al otro, en la liberación de la
linlltación y alejanliento, para encontrar un· mundo
s-.drru:nátlco y rico. Por ello, el sádicó es un artista me-
convincente, anula la verdadera meta del arte, que
y no linlltar. Desde luego, el sádico muestra_ un
ingenio en su lucha por obtener significados segu-
'·'l''Lu••~u.a lo astuto que puede ser el hombre, aun con
;·.IJ•'-'u';.-.o_ linlltados y con su debilidad para enfrentarse
multiplicidad de la experiencia en un mundo que
muchos objetos y significados íntimos.. Se vale de
campo de la conducta y de las aptitudes, para
lÓ(>narse con otros objetos, apoyarse en el mundo, su-
la amenaza de la separación, y obtener esos significa-
se logran al quedar comprometido con el proceso
abandonaremos el tema de la estética de las "per-
• Lo fornlidable de los objetos, la discrepancia
los poderes que se sienten y la conducta que se le
individuo, la naturaleza. doble y misteriosa de. la
(el espíritu y la materia) que nos enfrenta. a sig-
dobles, todo esto, en suma, constituye una carga
para nuestros poderes competitivos; se requiere
gran_ capacidad que pocos_ podemos poseer confía-
ello, nuestra ontología del esfuerzo estético cuando
al problema del amor, explica ·por .qué existen
clases de amor:- el' liberador y expansivo, y el li-
y empequeñecedor. El tipo de mundo que se de-
_depende de la clase de mundo que está educado para
271
 desear, r equipad~ para conseguir
miento. La mayoría. de la gente, esclava de las
busca su estética en una forma determinista,
su mundo, intenta librarlo de la amenazante na,ve,rt:ir
exceso de sorpresa. Pero el amor liberador
tiene elementos de novedad y de sorpresa,
de lo. espontáneo; de lo íntimo y lo inesperado
ker, 1964a, Capítulo 8). La diferencia entre
y arte malo es que el primero permite nuevas ex·pet:ier
ayuda al individuo a superar la limitación Cletermtni
su pasado. El segundo lo libra de la angustia
calma y da la seguridad de que el punto de vista
. brado y las percepciones usuales son correctas, que
do és un lugar conocido en el que las energías
del individuo le sirven para adaptarse en forma
En resumen, el mal· arte. ofrece convicción
individuo más firmemente en el mundo. El mal arte
al hombre lo que la naturaleza le ofrece a los ""'LW<ut:s
riores; El mal arte aprisiona; pero el hombre debe
ampliar su mundo, y darle libertad y
vérso. Pero para esto, como afirmamos, el hombre
fuerza.
La diferencia entre una buena estética y una
otra manera de afirmar que el hombre, como
aninial en la naturaleza, puede verse anutado por .
mas. necesidades caracter{sticas de su organismo; Los
males inferiores sobreviven gracias a sus instintos,
debido a éstos también no tienen un mundo más
El hombre. necesita confiar en los hábitos para
guro su mundo y verse libre de la angustia de lo
común y de lo desconocido; pero al mismo tiempo ·
priva de u~- mundo potencialmente más amplio. En
palabras, para los aniniales inferiores, la evolución
cuando se afirman los mecanismos de adaptación
vos inherentes; Para el hombre, el desarrollo y la
cesan cuando busca la convicción que se basa en la
dad. y la cobardía, y en no respetar el proceso vital.
tipo de éonviccióri lo condena irrevocablemente a
272
~·restriiJtgic1o. Su necesidad de tener una satisfac-
anula su ·posibilidad de convertirse en algo
éllo podemos afirmar que el hombre es el
que puede eliminar el proceso vital evoluti-
.....~.m,Prt" continua de la naturaleza, porque sólo
esta busca.
de la buena estética contra la mala estética
y complejo; comprendo que no le hago justicia
de conceptos tan dicotómicos. Sólo son una
una guía. El hombre necesita advertir todo el
su plan cultural es correcto, al verlo entrelaza-
'Liuu.uu·u. Pero ¿qué norma podemos usar para esta
entre la convicción-liberación y la convicción-
Es impasible determinar el margen que nece-
t>llLUJJ"-u•.~ para penetrar en la estética superior. Ésta
'IUie<wuu del artista: la liberación implica lo espontá- ·
desconocido, y él la determina al ponerla de ma-
El que no es artista sólo puede aclarar esto hasta
Quizá sea sólo lógico que un artista de la
de Stendhal haya sido quien advirtió el problema
, ·del arte y de la vida buena, y sin sentir dudas
prescripción íntegra.
ontolog{a de la estética y del amor en Stendhal
el amor, el arte y la vida buena eran los
aspectos de la vida humana, que surgían de
común: la espontaneidad y la libertad. En tér-
generales estos tres aspectos y su fuente común, él
:on~lut:ld.u<t la causa final del hombre (Barzun, 1956,
lO; cf. también Roy, 1962, pp. 15-59). Esto le da
muy alto a la actividad libre, y por consiguiente
se sigue que el peor vicio es la hipocresía. Ésta es
onro1og1:a íntegra y sencilla que a primera vista podría
un sueño romántico típico: optar por una .alegría
de cuidados y espontánea. Además, esto parece que
relación con el mundo real, ni puede tenerla.
273
 Pero· Barzun resume bellamente ·la verdadera
de la ontología prescriptiva ·de Stendhal, y
ligro de considerar estos rasgos sólo como
casual.
La prueba de que Stendhal advirtió el
buena estética contra la mala estética (de ·la
contra la cotidiana) se encuentra en su jerarquía
. tipos del amor. En el lugar más alto,
"el amor pasión", después puso "el amor gobernado
buen: gusto dentro de un círculo social limitado!';
"el amor físico", y finalmente "el amor que surge
vanidad". Resumió el significado de su opción
palabras, que Barzun creíá que eran la clave de
ontología profunda:
Creo que un homb:r:e debe ser un amante
y al mismo tiempo debe infundir. vida y
cualquier persona con la que se encuentre.
alegría universal, este arte de agradar a todos,
apoyarse en el arte de halagar los gustos y las
des de todos. . . La amenidad que yo deseaba
joven) era la pura alegría de Shakespeare en
dias, el encanto que reinaba en la corte del
duque en el bosque de Arden (citado por
p. 108).
¿Qué proponía aquí Stendhal? En función de la
de la estética y del amor que hemos estado ~~...........,..~,
la respuesta es evidente. La trilogía de Stendhal
elevado destino del hombre es nada menos que
nacimiento de que la gran necesidad y la profunda
del hombre surgen 'de la libre creación de
Stendhal comprendió, con la intuición íntima del
creador, lo mismo que Huizinga interpretó a~··~ ~, ....
en la historia: que el hombre juega a la vida, y
crea. Stendhal comprendió que para el hombre lo
es lo real, y lo imaginario le ofrece realidad a la
De esta manera el hombre se introduce en el
274
infundiéndole su libertad a los objetos. Por
en último lugar, en su jerarqwa de los tipos
el amor que es consciente de sí mismo y no de
. Si la principal función del amor consiste en in-
el organismo en el mundo, entonces el amor que
la vanidad frustra este propósito. Éste sólo retrae
en sí mismo. El amor que Stendhal colocó en
lugar (el que es dominado por el buen gusto den-
circulo social limitado) tiene un gran mérito: es
y forma parte de una comunicación entre se-.
El sencillo amor físico, finalmente, merece
lugar, porque por io menos tiene la cualidad de
tuvo que condenar la hipocresía como el vicio
por la misma razón que colocó al amor vanidad
lugar. La hipocresía, junto con la pedantería,
lo mismo que busca la buena vida: un vínculo es-
con un mundo rico de objetos. En la hipocresía
la afectación; una actuación premeditada acerca
•n"''·"'r"n'iso con la vida. La pedantería es casi igual-
por la misma razón: destruye la es-
social, rompe la comunicación creadora, des-
el ingenio. Si la "realidad" es el desarrollo de un
libre con el mundo de los objetos, lit pedante'ría
esto: crea su propia "realidad", la convierte en
bólico; interno, introvertido. En otras palabras, so-
problema del buen arte y la buena vida contra el
· y la mala vida,. Stendhal sabía qué deseaba con-
los significados que no surgen genuinamente de las
.libres creadoras del organismo, el organismo que
quiere entrar en contacto con un mundo
objetos precisamente para expresar sus energías
creadoras. El hipócrita vive en un mundo de refle-
el pedante en un mundo de conclusiones premedi-
debemos tener dudas sobre la profundidad de la on-
de Stendhal, o. de lo apropiado de sus prescripcio-
una vida humana· significativa, aunque son sen-·
275

cillas y claras. El que mantiene este programa
buena no podrá engañarse, ni creer que a la
fácil,comprender ese tipo de vida. Por ,.;..,,~.,,,,;,,•~
d.hal sostuvo firmemente la creencia en que
esta visión, creencia que Rousseau ya había
(1762, p~ 48), y que fue una revelación. para
que la condición principal ·de la virtud es la
zun, 1956, p. 110). En función de nuestro examen
del sadismo y del masoquismo, ahora· podemos
plenamente lo sobria que es la visión utópica de
se requiere fuerza para .permitir que las energías
surjan. en el mundo, y que nos deslumbren. con su
peño poco común e imaginativo; se requiere
roturar la tierra en un mundo continuamente
EL PROBLEMA ESPECIÁL DE LA CREACIÓN
DE SIGNIFICADOS
Todo esto es una manera de afirmar que, para el
la liberación es una dialéctica que funciona en dos
en el polo de la imaginación y en el polo de la
nuestros poderes interiores. El problema está
en dos partes. En primer lugar, se debe ser capaz
innovación audaz, lo simbólicamente nuevo que
paso a través de las formas culturales comunes. Para
esto, el individuo debe separarse de la versión ¡;<;;Ju<;;•ccu;w
aceptada del significado. Pero realmente aquí
segunda parte del problema, y ésta es mucho más ·
que recurrir a la inventiva. El innovador debe
lo simbólico es lo real, que su creación tiene
arte· se encarga de este problema, como ya vimos;
do el objeto estético, o el suceso y la experiencia
el entrelazamiento del símbolo y la materia o lo
que tiene su propia convicción. En otras palabras,
le ofrece al innovador un medio con el que puede
cerse de que lo simbólico es lo real. Pero el arte se
en la obra de arte, pero no protege al artista,
276
"'""nn•nr van Gogh. Con ~sto quiero decir que
estético no puede ofrecer la fuerza necesaria
innovador. El artista permanece dolorosamente
por la incredulidad eri sus poderes, aun ante
estético. Stendhal advirtió sólo una parte .del
. para un animal que debe crear sus significados
la fuerza debe preceder a la virtud. Pero hay
ni aun así los significados humanos ·pueden ofre- ·
en nuestra época realmente podemos empezar a
la complejidad de la dialéctica de la liberación
Sólo una ontología del esfuerzo humano, junto
teoría general de la personalidad, pueden permi-
realmente la gran complejidad del pro-
crear significados. Ahora exploráremos algunas
poco comunes y sin embargo fascinantes de.
aclararemos mejor la naturaleza de la incredu-
hombre en sus significados? El psicoanálisis ofre-
tér:mirlo que aclara una parte _del. problema: la pa-
F•l'"'"'"'"·" "transferencia". Mucho se ha escrito sobre la
transferencia; una pequeña·<parte ha sido muy
y la mayor parte sólo ha estado al servicio
intereses cerrados de la teoría terapéutica psicoana-
Szasz, 1963b). Creo que este término puede coro-
muy directa y simplemente: se refiere a la ten~
del hombre a buscar significados estables en los
no en sf. mismo. En cierto sentido la transferencia
necesaria y natural, ya que requerimos apoyo para
significados. Pero. en el caso extremo, cuando el
debe buscar significados en los otros porque no
ofrecer ninguno suyo, o creer en su validez interior,
se vuelve contraproducente. ·Por ello, la
''transferencia" (como '1ibertad" y "democracia")
a aclarar nuestros esfuerzos. En otraspalabras, lá
sfeJrencia nos ayuda a afirmar lo ideal, aunque· vemos
.claramente lo verdadero; el ideal (como veremos en la
· Parte) es la visión de Feuerbach y de Buber de un
277
verdadero diálogo de iguales, que comparten el
que trabajan .en la creación conjunta de ~·o·""'"·.••u'
Por otra parte, lo .verdadero generalmente es
nos ·que esto. Parece que el hombre busca a otro
porque cree que .la existencia del otro
portancia a la suya. Esto incluye lo mejor del
necesita y desea encontrar a sus mejores.
siguiente meditación poética de Gorki, que ob~serv,..:
ciano Tolstoi sentado junto al mar.
Parecía una antigua piedra que cobraba vida,
y examinaba el principio y el fin de todas
En la meditación (lel anciano advertí algo
mágico. . . En mi corazón sentí placer y ·
dados con un :sentimiento de. dicha: ."No
abandonado en esta tierra mientras este viejo
ella" (citado por Thomas Mann, 1932, pp. 74-7
¿Qué puede .ser mejor que una antigua piedra
piedra con ojos grises y penetrantes) en la
tra un apoyo sólido, y .significados confiables,.
Gorki, como podemos recordar, reveló siutce:rru:neJrrte
tarea de su vida consistía en ·~expulsar al
se encuentra en mi 'alma". Thomas Mann
anterior escena un .indicio de la poderosa perso,nali
Tolstoi. Seria. mejor decir que ésta muestra
dición humana a través de la busca de Gorki.
Ahora bien; · Gorki ·fue un artista, y esto
tante para mi ex~m~ri. Creó sus significados·
no pudo apoyarsé sólo en ellos. Cuando nhoPrv,.,mn•
das de los innovadores más ·grandes, más
taca un hecho: J?or muy sólido que sea el
vanta el hombre, sencillamente,no puede creer:
autoridad para·' ofrécer sus propios significados.
lo explica el modo mismo· como el animal
formado. Todos nuestros significadós
tras transacciones con los demás, lo que
mayor parte de nuestra autoridad existencial
278
lit<éntln1er1te "vados" hasta que nos llenan las for-
cultura, y después de que estamos llenos no
aun· afirmar que nuestro interior nos pertene-
cultural que llena la personalidad humana
por el lugar que ocupa, y no por ser una crea-
Desde luego, algunos más que otros creamos
por medio de luchas y decisiones confiables;
· estamos centrados en nuestros significados
poseídos; pero siempre hay un margen que nos
tu~;u••u~ humanos son totalmente creados por otros,
poderes confiables, y la cultura se apodera de
i':o:rganiliml). Por ello pierden la autoridad que gozan·
animales inferiores, que podríamos llamar "el
organismo". Deben aprender que su organismo
a un espacio vital. Por ello, el hombre es
animal que aprende que tiene autoridad para
animal, por decirlo así. Sabe que la mejor
aprender esto es desempeñar su papel.
innovador, el problema es más complicado: ofre-
tratamiento de los significados, pero no puede
el· exterior. Realmente rebasando los significa-
que lo. llenaron en primer término, y rompe
con sus semejantes. Pero después de esto, ¿dón-
encontrar autoridad para los significados· que
tro afuera, y no de fuera adentm? En esencia,
problema, el problema de un animal que se basa
<ucuu.uau. exterior, y después descubre que necesita
tiene una autoridad interior. Como pode"
por definición esto casi equivale a negar la
de este tipo de animal. No es extraño
Goethe en alguna parte observara que el
. de individualidad se vuelve "casi insoportable
excepcional". Emerson reconoció la impar-
~~·~•~·"~:;" de este problema, que él consideraba
'de los principales de la vida. Nadie duda de que
Self-reliance [Autodependencia] (1904) es una
bre el problema de la áutonomia. Para Emer-
.pa:<.•u.au de creer en nuestros significados era tan
279
rara que equivalía al genio. Éstas son sus palabras:
en nuestro pensamiento, creer que lo que es
para uno en su corazón íntimo es verdad para
hombres, eso es el genio ... Confía en ti mismo: todos
razones palpitan con esa cuerda de hierro." Pero es
raro el corazón que tiene este valor. Los poetas,
Goethe y Emerson, son peculiarmente sensibles a
que precisamente el poeta ofrece sus propios ~·¡;,u•uo;,,11
Esto explica por qué los artistas a menudo sienten
peración, temor y culpa después de crear una obra
única. Los psicoanálistas podrían decir que Ja obra
tra es un "acto agresivo", y que la desesperación y el
se deben precisamente ál sentimiento de culpa
de la. agresión. Pero ésta es una reducción torpe
que resume burdamente la materia. Podríamos
exactamente que la obra de arte es una singular
de significados, por cuya causa la persona singular
pués se siente desamparada y sin apoyo. Cuando .
ofreció algunos casos clínicos sobre este problema,
damente los denominó ejemplos de los "que
triunfar" (cf. 1936). Pero los artistas (Wordsworth y
cialmente Melville) comprendieron este problema
antes que Freud, y casi· de la misma manera. .tHlV1.rt1••r
que el creador se ocupa de nuevos significados, que
una especie de mundo megalomaniaco que no puede
mente sustanciar en su interior. Por ello el poeta •a~.......,'""
pasa de la "alegría" producto de su creación, a la
(Chasé, 1949, pp. 163 ss.).l
1 Véase el excelente estudio de Chase sobre la
de Melville, y sobre su solución de este problema.
que aprender a vivir "en el nivel inferior del éxtasis".
pudo lograr la integridad estética de su vida, én la
entre sus ideas y su· época. Como observó Goethe: no
las ideas sean grandes, la época también debe ser «u<:<-u«u•"
innovador ·conoce el valor de su obra; ¿cómo se
destruido por la separación del mundo que lo rodea?
innovadores, como StendhaÍ, se consolaron prediciendo
rían reconocidos en el futuro, y que sus ideas estarían de
do con la época futura. Pero aún queda el problema del
280
problema· de la autoridad para los significados hu'
tan vitál para comprender la conducta humana
se ·puede hacer exagerar su importancia. Sólo
comprender los peculiares tormentos del in-
que se atreve abiertamente a despreciar los sigui-
comunes de su época; por ejemplo, Lutero; El
a -la autoridad tradicional fue un problema que
tó a Lutero durante toda su vida. Tuvo que sopor-
de profunda angustia cuando una orden obsesiva .
sacudir su álma invadía su interior. Lutero se
terribles crisis, rayanas en la locura, durante toda
debido en parte, según creo, a la naturaleza pecu-
los nuevos significados que ofreció. ¿Cómo logró
los nuevos significados que a través de la Iglesia
atacaban a Dios? Trató de hacerlo creyendo que
. deseaba que ofreciera nuevos significados, pero para
educado en la Iglesia esto no era muy convincente.
imaginar que Lutero expresaba así el dilema en
se veía envuelto: "Si tengo derecho a impugnar al
y por consiguiente la autoridad que le concedió Dios,
tener seguridad de que Dios me otorga este de-
Lutero no estaba seguro, cuando sentía terrible-
.debilitado su interior, culpaba al diablo. Había un
expiatorio conveniente: el problema. de explicar su
interior. se lo facilitó históricamente su creencia
diablo. Hoy día sabemos que no existe esta sálida
. Las biografías se enriquecerían mucho si se vivificaran
con esta idea. Por ejemplo, es interesante
cómo Veblen se enfrentó al problema de la incoo-
estética: aparentemente conservando su "nivel de éx-
cero. C. Wright Milis ofreció un mensaje similar una
u"'"uvu después de Veblen, y no quiso o no pudo repetir
de Veblen; parece haber sido particularmente afc¡:ctado
haber reducido el tono de los significados de su obra,
aún se encontraba muy separada de su época. Estas
aunque burdamente espeeulátiVa5, me parecen
og:r'áficaine11te inuy significativas. Cf. las últimas secciones de
281
fáciL La. angustia que invade al innovador audaz
viene de Dios ni del diablo; pero muy bien puede
dirsela causa. Sencillamente hay un sentimiento
de que no se está autorizado para ofrecer los
nificados .. Sólo puede describirse esto afirmando
tipo. de impotencia orgánica total, una conciencia
la pérdida de apoyo. Esto a menudo se manifiesta
sensación ·de opresión en la boca del estómago.
alguien, fuera del individuo, obstruyera su intento
de avanzar. John Bunyan y William James sintieron
grave subversión interior, .evidentemente durante las
de sus significados (cf. James, 1902, pp. 135-136 No
Éste parece ser el modo característico del
que está de acuerdo con la condición humana
tica: el hecho de que nuestro interior, que nos
avanzar, nunca nos pertenece totalmente.
Es fácil atribuir el debilitamiento a una crisis
religiosa: la separación de Dios y la necesidad de
de nuevo en él. Pero resulta cada vez más difícil
en la época moderna;· ya que estamos inventando
vocabularios para remplazar a los religiosos. Hoy día,·
do alguien siente que pierde su mundo interior, que
puede afirmar la identidad o el yo que se esfuerza·
justificar, generalmente recurre al psicoanalista.
mente era mucho más fácil y vital meterse en la
durante unas cuantas semanas o un mes, tener c:w<.u<:tun
alucinantes con el diablo, y verse fortalecido por un
miento de seguridad al acercarse de nuevo y más .
sam:ente a Dios, ayudado por algún brebaje alcohólicO
liente. Las salas de nuestros hospitales psiquiátricos
aparrotadas de esquizofrénicos degenerados, pero
de ellos podrían haberse rehabilitado con este tipo de
zones y tratamientos. Desde luego, con la palabra
dor" en este contexto, queremos designar al que se
a buscar nüevos significados y una vida propia,.libre
ataduras ·del panoraina infantil y de los primeros
que. modelaron .lqs primeros significados automáticos.
¿Qué puede hacer el innovador cuando no tiene 1a
282
tUilU<Ull<=utcu de Dios para ápoyar sus nuevos sigrlifi-
del diablo como chivo expiatorio cómodo? No
con la facilidad de Descartes o de Lutero,
desea la elaboración de un nuevo sistema. Se
a apoyarse en otras formas del "valor. de
la adecuada y famosa expresión de Tillich.
examinamos el rostro de la historia, advertimos
formas son limitadas. El hombre debe usar tod~
y hacer los esfuerzos más honrados para en~
a este problema en cada época histórica. A. veces
trata de obtener toda su fuerza de su crea-
la .misma creación estética; creemos que esta es
de fetichismo. La creación estética se vuelve tan
op,o!tza(lOJ:a como es posible; y en esta inversión feti~
todos los. significados y las fuerzas en el objeto de
podemos descubrir lo que podríamos llamar el
conceptual" del. verdadero visionario. Al crear
11 u,<.au.u... en un campo, debe extenderlos a todos los de-
de otra manera; la estética resultará fragmen-
y poco convincente, pues los antiguos significados es-
en desacuerdo, y amenazarán la· verdad de la. nueva
La finalidad secreta del innovador, que sólo tiene
estética para apoyarse, debe ser dominar el pano-
estético másvasto posible, para entretejer sus nuevos
tutJtcaclos con el segmento del mundo más vasto posible.
es: ¿cuán. convincente le parece esta actua-
a él mismo si no ordena de nuevo todo. de acuerdo
esto? Se verá atrapado porque necesita la convicción
· debe ser encarnada su visión en todos los objetos
real para sentirse más seguro. Por ello, su sa-
conceptual se deduce lógicamente: después de que
un nuevo mundo simbólico, todo debe palidecer
éste; se encuentra aquí precisamente para remodelar
de tal manera que se deterioren todos los sigui-
actuales. Por ello él desprecia todo lo "privado"
opone a su plan. Este sadismo conceptual podría
el "riesgo profesional" de un sistematizador singu-
ofrecer una nueva pauta de ideación de los signi-
283
 verlos entré!~dos. amplia
otra manera no podrá
medió. Si éste contiene una
de significados, los suyos sé verán ·
lue~(}, hiStóricamente la mayoría •de.lOS• ".n.'n·,"',~:HIOT...
binan ·.ei.·sadismo c()nteptual·con la JUSt1ficaoón.
apoyan en.Ia. autoridad divina e intentan· cambiar
faz de la tierra; el costo. de este tipo de esfuerzos
aterrador. . .
; Pero no.· todos los creadores. de sistemas mtxei!ltrru:f
sadismo conceptual obsesivo, ·esta sed . .tr.a:nsiJ~~:erJtte•
gra:r Ia convicción total con el predonnmo de
visión. única. Algunos comprenden que no está
dentro de sus posibilidades ordenar . de nuevo al
En• otras palabras,. algunos innovadores pueden
Visión sin que ·deban ordenar· totalmente de .
camente al mundo, sin exigir una comprensión
todas partes, ·de sus nuevos significados. Se
imponer sus categorías a todas .las perso~as. y a
cosas; no Iesdictan sus pensannentos innmos a los
Aunque pasan despiadadamente sobre todos los
estéticos previos, admiten que hay un gran campo
sible para su· nuevo orden, y que hay ~~deres .fuera
dominio. Ofrecen una nueva cósmovxsión; sm
permiten que continúe existiendo el ~tiguo pa·no:rarl
las ··.individualidades privadas, y pernnten que
propia visión.
Recordamos a Dante o a Goethe en. este aspecto;
pronto como pronunciamos sus nombres a~vertim~s
za:·Iograron nuevas fuentes de·tiascendenoa. Luc:ka
pensa.miéntos seminales. so?,re Dante y Goethe, · a
llamó "amantes metafísicos · (1922), pero para mitei!l:lr~t
lídad pódemós resumir en tinas c:Uantas palabras el
ma que él estudió: ·

No sólo Ja. sed de cónocimientós del gran peJrísa·doi'

anhelo religioso del místico; la. estética. del
ordinario, sino también el ámor y el deseo
284
cúestión:de vida o muerte para su yo. En cuanto·
los críticos consideraron "demencial" y trágico su
a Clotilde de Vaux, quien murió sólo un año
que la conoció Comte. Pero .esta interpretación
y falsa; la muerte pudo haber sido trágica, pero no
En todos los aspectos, Comte estaba solo con sus
dos, y su visión de una nueva sociedad era po,uero:!a
dical y muy poco común. Lógica y naturalmente :
apoyarse en un amor trascendente y validador,
él lo haya alimentado con su imaginación. Cuando
copiosas referencias al destino de su amada '-"-'JLuluc:
nueva Religión de la Humanidad, afirmó una
gran amor a este espíritu que había muerto fue lo
que apoyó entonces toda su visión. Literalmente no
recurrir a otra cosa. Clotilde no impUlsó a Comte
luir" el primer Cours de philosophie positive
tique Positive, como algunos críticos errónea·
mente imaginaron. Más bien la gran
visión del Comte y. el mundo de su época lo
buscar un apoyo extraordinariamente vital para
sistema. Cuando Saint-Simon descubrió que estaba
m en te en desacuerdo con la realidad "mezquina" ·
época, intentó suicidarse; Comte permaneció en el
"mezquino'', pero lo superó con la visión de un
fecto que lo sostenía todo.
¿Dónde podían apoyarse Goethe o Miguel Angel,
en "las Madres", el "eterno femenino" que llama
alto? Por consiguiente, este tipo de hombre siente
deseo de encontrar una mujer perfecta, una síntesis
perfecta de espírittr trascendente y belleza física. Este
ofrece la fuerza suprema, porque le brinda al
apoyo de la naturaleza, le ofrece aliento de la única
nera que puede obtenerse (cf. Lucka, 1922, pp.
Si sus objetos estéticos no llenan el mundo con
binación adecuada y omnipresente del espíritu y la
durante todo el tiempo, por lo menos lo hace ·la
perfecta. Ella brilla para que todos vean la singular
de espíritu profundo y materia perfecta que le da
286
lección: que los· poderes humanos no existen
en el mundo, que la vida tiene un significado
una importancia que se revela a través del
vital mismo, y que apoya al hombre.
el. intento del hombre de ser olimpico buscando
la mujer perfecta (considerada un amor metafí-
todo lo sustenta) está condenado al fracaso. Como
sabía muy bien, este tipo de amor es imposible.
se deduce la naturaleza fundamental y profunda-
trágica de la vida: el hombre no puede realizarse
satisfacer. sus esfuerzos "de una vez por todas". In-
¡:ra>l.<::u.uc;:t·los significados presentes "mezquinos" des-
el objeto ideal del amor, como hiciéronlo Wag-
Angel, Dante, Goethe, Comte y Míll; desea
las frustraciones de este mundo, de su mezquin-
su imperfección, de su oposición a las visiones
Pero descubrir el .ideal en el mundo real es
no hay un espíritu perfecto en los cuerpos terre-
tacha que apoye plenamente al hombre en todos
ni hay una "libertad absoluta'' en la natu-
que pueda tomar una forma determinada y que sin
no esté condicionada. Aunque pudiera existir un
perfectamenté libre, ¿cómo podría. la mujer a po-
hombre en todo momento y continuar siendo inde-
espontánea, íntima y libre? La mujer terrenal,
un amor metafísico, es una contradicción. Lo
puede esperar es sustentarse con la fantasía, y así
ánimo para la lucha cotidiana.
es la tragedia fundamental del hombre que podría
:ve·rct;lUI'ramt'nl'P libre, pero que limita sus esfuerzos a
determinados. Pueden evitarse los objetos de la
.nslteDen1:ia limitativos,. puede eludirse el sadismo con-
pero no es. posible la libertad en un mundo limi-
Los objetos nunca podrán ser perfectos, ni podrán
todos nuestros deseos y aspiraciones, y continuar
libres y aislados, como desearíamos para que con:
su aura de convicción máxima. El organismo sim-
puede apoyarse totalmente en sus esfuerzos; y el
287

genio singular no puede librarse de la carga de
ción;. La naturaleza ha condenado a todos los
Ya sea que se .tenga un seudópodo o un corazón
nunca se podrá encontrar la paz perfecta o un
luto. Algunas veces un amante tiene la fortuna
cubrir que· no es perfecto su amor ideal (como
Maugham observó en su mordaz cuento "Red"
pero esto es muy raro. · .
Por .todo esto, el hombre parece no tener meJor
de darle valor a su existencia que confiar y esperar
yo divino. Históricamente, si ya no podemos tener la
ridad de Newton, Lutero o Descartes, nuestro
nuestros esfuerzos deben ser mayores: ·debemos u'"'~"'"-!;,.:1
na y cieadoramente nuestro equipo sim~ól!co "-"'"!>llli<L
De cualquier manera, el problema conunua "'""''"u'"""\
parece que el único modo verdaderamen.te
apoyar los significados humanos es confiar e~ ?TI
verdaderamente divino. Cuando Dante y el VIeJO
. finalmente convirtieron a la mujer perfecta en un
divino" reflejaron su desarrollo interi?r. .
La gran cuestión para una teoría smtética de la
ción se plantea precisamente aquí: ¿Cuál es la
liberadora de lograr apoyo para los significados
En otros términos: ¿cuál es el tipo ideal de una
de Dios adecuada para los hombres libres en una
unida? Como Feuerbach advirtió, al convertir a Dios
objeto del amor se corre un gr~n peligro: apartar
viduó del mundo y de sus relacwnes humanas. Ésta
razón básica del ateísmo que estaba encarnado en el.
xismo, y que surgió de la llustración: la confianza
en Dios oculta la necesidad de- a·ear activamente
va comunidad igualitaria. El problema es
complicado y co~plejo: ! se encuen~a e~ el pens~tmi
de todos los gemos rehg10sos de la hiStona. Sólo
abordarlo desde el punto de vista de una ciencia
bre, al afinnar que la apasionada busca human~
apoyo sobrenatural se logra mejor por intermedio
comunidad humana como tmidad. Esto haré en la
288
esta sección ofreceré los antecedentes para este
y mostraré lo profundamente enraizado que se
en la angustia de cada. mdividuo el problema
apoyo para su existencia. La contribución de la
descriptiva a una teoría sintética de la aliena-
precisamente que nos permite referirnos en térmi-
tivos . y científicos a este problema central de
social. Así podremos crear un_ ideal moral muy
Algunas observaciones acerca de Goethe
que comprendamos que este problema, como el
los que estamos examinando, no es sólo un ideal
sino también descriptivo, desearemos encontrar tan-
como podamos para ayudarnos a fonnular un
-de conducta. ¿Cuáles son los recursos plenos del hom-
como los conocemos hasta ahora? ¿Qué hace un
particular o una época histórica con estos recursos?
nuestro examen observando algunas peculia-
enigntáticas de unos. cuantos grandes innovadores
mucha luz en nuestras respuestas, y nos prepa-
para un estudio de mayor amplitud en el próximo
nos referimos a las misteriosas peculiaridades de
innovadores, recordamos a Goethe. Como todas
figuras, ha sido examinado desde todos los án-
biografía, la crítica literaria, la caracteriología
la biografía existencial, cada una .ha inten-
revelar algunos aspectos de la obra de Goethe. Sólo
contribuir con mi grano de arena a la gran canti-
de especulaciones, observando únicamente a Goethe,
el punto de vista de este capítulo, como alguien que
constantemente de crear sus propios significados .. Vis-
esta luz, muchas de sus peculiaridades desagrada-
.explicables. Si el problema de los significados
realidad un enfoque subordinado a: la conducta hu-
entonces hasta algunas breves sugerencias pueden
289

irinovador q11e busca crear significad<
II1os,'"Y su principal fuente de validación
como·.hemos·observa~o, la necesidad de nn atllor
perfécto~ Go~the se .aferró a éste durante toda
hasta cuando y'a tenia 60 y 70 afíos trató de
amor .perfecto ·que lo sustenta y lo valida
elviejo GOethe le entregó su corazón a una
desd~ luego pareció ridículó, y si el amor
tiérra es imposible, .quizá Goethe parecía
el pimto de vista pragmático .. Sencillan:ente
mejor manera de apoyarse en la propxa rr,,.;}c·ióln'•
ríificados. ·· · . · ·
Siri · é:inbargo, · éste continuó siendo·· el
vital de Goethe, y esfa. opción vital
mir gran parte de la fuerza y de las ue•Ju•u•u•oo
rácter.. sólo pretendo subrayar esta fuerza y
dades í::on este enfoque a GOethe; el problema
racterolog'fa . no puede deducirse . .. •. .
müy amplio que sea el tema <Jue se ~l]a· Sm
he:rrio!l visto la fuerza de este upo de mtento
de sí mismo: libra al individuo de la ae¡peiluf:ncia
semejantes, ·y como resultado no _tiene ne,cesida.d 'd'
pillar. a ·los demás para. consegurr su.
mayoría vive· precisamente de esta .m~era ·
podemós · advertir la· rara fuerza que u ene
seéundario de la opción de un amor
rla llamar a Goethe un sádico conceptual; le
en nn ·mundo de· significados plurales, le .
que el futuróapoyarasu visión en la ~uena
buena ·sociedad. Vivía conforme a los dictados
pero conservaba· intactos ~us. propios .
sentido, Goethe UlVO la digmdad, la aluvez y
Pl'áctico de algunos pieles rojas; Su fe en
físico, en la mujer divina, par~ validar sus
permitió set un hombre tota1ménte decente en
lo imposible···•tiene•sus
· · · le atribuyeron
razones de éstas no se han comprendido
primer· lugar, el irinovador •.·. que busca: e¡
intenta ··obtener .todo su . apoyo .. directa~
En otras palabras, de una fuente que se en-
a.llá del mundo social cotidiano; •Esto tiende
en sí mismo, a alejarlo del mundo social;
comprendió muy ·bien, la sed irreal de amor
pn)dt:tce la falacia de que una sola persona 1"~­
la humanidad. Si se cree que la mujer le
todolo q11e es elevado y puro, la satisfac-
los sentidos y del espíritu, y t~bién bí: amis•
se puede afirtnar muy bien que el verdadero
metafísico tiene muy poco que ofrecerle
(Lucka, 1922, p. 250). La relación entre Góethe
instructiva en este aspecto. GOethe sencilla~
permitirse necesitar •a Schille; tant() ~Olll()
1eces1m<Ja. y lo deseaba. Schiller ¡¡ menudo le repto~
su reserva. Es obvio que Goethe tenía·, ()tra
pr(}venía de otra fuente de sustentación.
· que ~'Goethe no podía pe~tirse necesi~ar
quiero decli que esto· sucedía .én. dos sentidos.
lugar; él en realidad no necesitaba un amigo
como el 'amigo lo necesitaba a él, debido . a
del amor metafísico, pero Schlller no :tenía esta
En segundo lugar, Goethe rio necesitaba cóm-.
creación ·de significados; como .Schiller parecía
Goethe deseaba tener sus propios significa- ·
él'hu.bit~ra ·mantenido nna relación· igualitaria con
habría traicionado. la autonomía
significados.
esta especulación no ·está justificada; ·sin. em-
eviíde:nte por todo el estilo de vida de Goethe que
se· protegía. Desde luego, a veces parecía· qúe tra"
de encerrarse en .sí mismo, como
integral de significados, para que rio lo debili-
., rrnlT1tnn que lo rodeaba. Esto puede deducirse de
'291
su opción: si el amor metafísico perfecto es .de regresar de Italia, surg·ió un G
la. tierra, entonces el individuo: debe. moverse en
· fue muy notable por su ser¡ Oeth
cambio d e. dife-
e ad Irreal
para conservar intacta su creació~ de significados.
explicar de otra manera el cambio de ·la pt::nLma.na
Goethe después de su regreso de Italia? ¿Por qué se
más serio, más solitario, y podía permanecer en<
en un rincón durante toda una tarde, mientras
encargaba de sostener la conversación con u~
que lo importante es que antes de su partida
vida de Goethe estaba totalmente llena de
Aún. podía sentir la ilusión juvenil (aún a los 37
que podía ser y hacer to~o lo que dese~ba, que
significados como. un artista que estudiaba en
después de vivir dos años en Italia la ~ventura
regresó a Weimar. Ya no le quedaban imammeral:>lt
nos en la vida, ni horizontes ilimitados,
teicas. Esto debió haber significado. una
sus posibilidades de ser una fuente de sig¡mnc:aU<>S-
autónoma. Su número de caminos en la (que
viaje a Italia era ilimitado en su f~ntasía) se redujo
y a trabajar como poeta y GeheJmrath en
otras palabras, creo que podemos afirmar que
Goethe no podía ser una fuente libre de M~;xu:u¡;¡~~;
límites, debió utilizar un talento dramático
tuvo. que actuar cuidadosamente como un
y singular: guardaba sile~c~os · prolongados: era
sidor intelectual de los viaJeros, los exammaba.
lo que habían visto y de lo que sabían; y de .
. más enérgica obligaba a la gente .a ser IJUHulllu><
. clara y. sutil en sus pensamientos, y la rechazaba.
mente cuando se mostraba confusa y no
algo. El aislamiento estudiado era la nota • ·.
tipo de actuación, proyectaba un aura de sóhdos
dos y de introspección, que no con~esce!ldía ~
en el mundo cotidiano. Esto exphca la .actitud
mostraba .ante sus. admiradores que iban a
de lejos. El individuo.·· no ..debe ~omunica~
sabiduría; afirmó . Goethe, smo deJarla radiar

292 293
 empeñar un papel integral representa una es
bólica que .puede, por sí misma, tener un e1íorme_
de significados, siempre que sea integral. Por
Saint-Simon decidió que ·él era la figura más
de la . Europa .posrevplucionaria;' le propuso a
Stael que fuera su amante y compañera, ya que
veniente, según dijo, que los miembros más
cada se:X:ó se pertenecieran mutuamente. Pero
camos totalmente si creemos que este tipo de
debe a un motivo global y vago, como el 'egotismo!.
contrario, los esfuerzos a menudo llamados
son un intento de darle veracidad al propio
indirectamente a todo el ser. Pero ya que esto es,
he dicho, un tipo de imposición a la actuación de los
se relaciona con el esadismo. En este sentido ¡.~uu<;;.wu•~
mar sádico a Goethe, que es exactamente lo. que el
y espontáneo ·Schiller pareéía pensar a veces. Hoy
demos advertir que Schiller fue una .. persona ,..,.<.LJ,u•.J•
verdadera y libre en el sentido de Stendhal: estaba
rado para ofrecerle al mundo los significados ·POT>nT• t.~n.
que surgían de sus. actos. En cambio, Goethe
rrarse vigorosamente a lo que él creía que era o
ser verdaderamente.
El impulso· de ·la actuación· teatral, en un nivel
mente simbólico, fácilmente se convierte en un
estilo general de actuación que desarrolló Goethe,
crear .un mundo que reflejara su imagen; en. parte
degenerar, con la edad, en un mero. truco .,•.uuu•Ju••u
que afirmaba su superioridad s·obr~ los otros. Por
maba que su vida era más importante que la de los
jactándose de su longevidad, como éualquier yanquL
Vermont. Cuando un conocido suyo distinguido
los· 60 años de edad, Goethe 'afirmó que era débil.
que él admiraba a Hume, entre otras cosas, por
80 .años como él. En· otra ocasión, cuando alguien
que la· cara de Goethe mostraba las huellas de ·las
des de la vida, Goethe rápidamente replicó que su.
mostraba las huellas .del trabajo arduo. La implicación
294
vicisitudes es algo pasivo y básicamente sin sig-
en .cambio el trabajo arduo. tiene una finalidad.
deseaba que su rostro,. como el saludo final .de
· aJ momento fugaz, atestiguara lo mismo: que la vida
· sólo se vuelve significativa cuando la finalidad del
está vinculada con el mundo de los organismos y
creó significados como sólo puede hacerlo .el or-
humano, .imponiéndole sus categorías al mundo.
la grandeza de su vida y el modelo casi mítico
·se convirtió para muchos jóvenes de las generacio-
po:steJrio:res muestran dos. cosas. EÍl primer lugar, la gran
de su obra poética y literaria- demuestra que el
puede crear sus significados. En segundo lugar, él
que el hombre que usa su vida interpersonal como
· de significados subordinados se convierte en fuen"
convicción (en un objeto de transferencia) que ne-
los que se sienten hambrientos de significados. En
palabras, la vida de Goethe muestra. la fuerza de la
y también la debilidad del animal humano. mejor
la incapacidad .de sentirse .personalmente seguro
los propios significados. En las recientes críticas que
hecho a Goethe, como las de Ortega y Gasset (1956),
. reprocha no haber tenido valor para tomar ciertas
vitales existenciales, espedficamente, haber de~
permanecer en lacómoda corte de Weimar, en vez
comprometerse con la vida literaria del joven país, y
un distinguido movimiento literario. Este reproche
un eco de la burla de Emerson: "¿Quién ha oído hablar
un poeta que vive en palacio?"
¿Qué muestra el ensayo crítico de Ortega y Gasset, a la
de nuestras sugerencias acerca de Goethe? Creo que dos
primero, que es injusto imponerle las categorías de
a la vida de Gothe; sería una especie de sadismo
Sin embargo, las críticas de Ortega y Gasset
una verdad, o más bien la necesidad verdadera que
· tenemos derecho a sentir: usar una gran figura his~
para permitirles a las generaciones posteriores definir
295
y profundizar en sus ideales. Por ello el ensayo de
Gasset . nos permite· considerar -lo que podría
línea media de enfoque al genio histórico, un entorrúi>
podría usar la crítica inteligente. Podemos
cualquier innovador: ¿cuáles fueron las
de sustentación en que apoyó su derecho a crear
dos, y cuál era el estilo de vida que construyó
Esto no nos permite afirmar qué debería haber
debería haber llegado a ser, por la simple razón
no existe sólo una decisión correcta; un
guiar en su contexto peculiar determina qué forma
su existencia particular. La materia resulta tan
que. es imposible determinarla desde el exterior.
nos permite advertir dónde y por qué la
innovador no puede enriquecer adicionalmente· al
que la rodeaba. ·Al reconocer muchos aspectos de
sidad del hombre de tener significados y las
apoyarlos, nos damos un·a clara idea ·del ideal.
pues, una especie de análisis del carácter en un nivel
dinado, pero no pretendemos reducir al sujeto a
diséño, ni a ningún "mecanismo" particular, como
con cierto detalle en la Tercera Parte.
En resumen, podemos afirmar que Goethe
ingenio por sentir cierto tipo de· desesperación,
peración de un animal que debe ser sustentado
creencia en su propió valor supeditado. Me
minru; ·este examen con un ejemplo de ingenio
por uná situación personal. más desesperada, la
controversia entre Rousseali y Hume.
Algunas observaciones sobre lá controversia
y Rowseau
Las generaciones educadas en el hábito
la inteligencia humana obligándola a someterse a ........c~•Jni
psiquiátricas falsas, han llamado "paranoico" al viejo
seau.· Pero esto no explica nada; Sólo disimula la
296
oculta lo que realmente el hombre se
obtener, y lo que está en juego en cada vida
controversia entre Hume y Rousseau muestra
1 c.,=•=•·"' cuán necesaria es la integridad estética en
mundo para sustentar los signüicados que el· in-
proyecta. Debemos recordar que Rousseau fue invi-
Inglaterra _por Hume, para que descansara· de la
que había sufrido en el continente europeo.
un lugar para que viviera Rousseau, trató
Corona le asignara una pensión y que sus· ami-
prclte~~ez·an. Durante algún tiempo todo marchó muy
la actitud de Rousseau cambió inexplicable-
vez de buscar amistad y ayuda, empezó a sos-
que se tramaban en su contra conspiraciones y le
juegos sucios. Donde Hume· mostró una bondad
Rousseau sólo vio falsedad. Acusó a los amigos de
conspirar contra él, y afirmó que Hume era el
conspirador.
luego, esto confundió completamente a Hume y
No tenía base en los hechos, y obviamente era
y diferente de la situación verdadera; era una
fantástica producto de la imaginación de Rous-
engaño "pardlloide", como podríamos llamarlo
No podemos comprender este cambio de Rous-
extraña conducta ante la hospitalidad, a menos
de entender lo que Rousseau consideró una
adecuada para sus significados vitales. Cuando in~
· los documentos de este caso, que Hume se vio
a publicar (1766) para dar su versión ·de lo que
una cuestión fantástica, podemos advertir lo
u""""''""' .."' le molestaba a Rousseau.
más conmovedor y revelador en todo el
es la carta que Rousseau le envió a Hume (10 de ju-
1766)¡ en la que exponía sus acusaciones. Por la
es obvio que Rousseau comenzó a sentirse desprecia-
los obvios intentos de ofrecerle caridad. Además, ·y
con esta cuestión, Rousseau se sintió to-
y hasta desdeñado. Hume era su único verdadero
297
 protector en Inglaterra; los demás lo ignoraban,
periódicos. Todo el "ser en el mundo" de
época. se - resume en unas cuantas líneas de .
" ... dans le pays au vous m'avez conduit, &: ou
je suis presque a votre merci" (pp. 109-11
todo; Rousseau era una _de las figuras in1tel1ectuales
salientes de Europa, y no sólo en su JJJJ"'I!.''u".u~;tn>.•
también considerado objetivamente. Como vimos
primeros capítulos de este libro, echó las bases
· teoría de la alienación humana, y ofreció un cm1ceptó
cial. para una ciencia ideal típica del hombre
ciedad.
En otras palabras, la estética que debía haber
esta innovación creadora no existía en la ~u¡~•a1cc:n
Hume. Los periódicos no tomaban en cuenta a
ni le prestaban atención, ni aun lo perseguían, lo
bria sido. adecuado para la estética de uno de los
hombres en la historia moderna que le declaró
a toda la sociedad. En vez de esto, Hume, aunque
afectuoso, se mostraba serio y reservado con sus raros
ermtvir·tiñ en un enemigo importante,_ sino también toifós
dales anglosajones; sus largas miradas sustituían a la
versación. No es dificil comprender los modales de
o el aislamiento de Rousseau. ¿Cómo podían •uL.taL;ilW
ideas- dos innovadores originales, con
diferentes en la. tarea intelectual? Además, la obra
seau e5taba realizada; no había manera de
práctica en el continente europeo, y seguramente
en Inglaterra. Rousseau era una curiosidad, .,
antigüedad. Es fácil imaginar que Hume con sus,,
miradas y sus silencios probablemente deseaba_,.vnr•"""'"'
amistad afectuosa y buena, y no entregarse a una
sación sin sentido. Lo más que podia hacer Hume
"bueno"· con Rousseau, mostrar respeto a, su obra.
precisamente le molestaba a Rousseau. Era LULitlUJ<:u
estético e incongruente con los significados que
sustentar.
Por ejemplo, Rousseau cada_ vez que visitaba
encontraba una copia de su Héloise sobre el rritnrin~.
298
Hume colocaba el libro allí, probablemente por
Pero Rousseau sabia que no podia gustarle a
o .no podia estarlo leyendo continuamente. Por
gesto parecía totalmente_ condescendiente. Sin· ero-
con el telón de fondo, espantosamente
y ya que era de una sola pieza, podia conver-
un panorama total, estéticamente integral que
•'"~tP:nt~rr la imagen acostumbrada de si mismo y sus
significados vitales.
hizo Rousseau: invirtió el significado de todos los
neutrales en su cainpo y creó después un drama
donde él era el centro del significado. Su mundo
vida, y todo lo señalaba a él, y sustentaba los sig-
de su obra y de su vida. En las largas miradas
él creyó ver una_ conspiración ·secreta: esto con-
preoc:upación y la condescendencia imaginadas
interés real. Hume se convirtió en alguien que con-
a Rousseau bastante valioso para maquinar contra
no sólo era íunable (cf. pp. 63-66). Humeno sólo
de éste. El resultado fue que Rousseau. creó todo
de objetos, y todos actuaban de otro modo:
taban ·la visión estética que él tenia de si mismo_ y
obra; entonces se convirtió en un personaje inlpor-
en Inglaterra. Por ello Rousseau, como . Goethe en
a~¡Jc:~;LU, creÓ Un mundo que respondía a_ SUS necesidá7
_ diferencia estaba en . que el intento de Rowseau
existía .en su imaginación; en cambio el de Goethe
todo un grupo de actores. tstá es la. diferen-
una actuación "paranoide" y una real. Goethe
adecuadamente ante. los objetos en su campo
lograr un ideal estético con el que se sentía cómodo;
sólo podía reaccionar ·con.- su inlaginación. La
se relaciona con una estética insociable, sencilla~
porque evoca un juego que nadie más. juega o desea
En este sentido, es razonable considerar la visión
en .desacuerdo con el mundo cotidiano. Pero
299
creo que •este problema es estético y no _médico;
materia• es aun más· compleja.
Por ejemplo, ,Saint-Simon una vez le escribió a
brino Victor que había intentado volverlo loco,
sólo un loco puede hacer grandes cosas. Sin duda
demente puede tener su propia visión peculiar, y
sentido Saint-Simon advirtió la verdad; esta visión
a los demás hombres a vivir nuevas vidas. Pero
co~prender que cuando alguien está "loco", ello no
bra del. problema estético que tienen los. demás:
contacto satisfactorio con un mundo que sustenta
gen de lo real. Aún peor, el .verdadero innovador
problema más grave. Como su visión es tan audaz Y.
guiar, sus necesidades estéticas aumentan y se vuelven ·
liares. Necesita que el mundó que lo rodea
persona y su visión algo muy importante, ve:rá<láf:ra:meJ
extraordinario. En este sentido estamos justificados
bhir de una megalomanía normal, de una paranoia
cada, de ·una 'rareza estéticamente integral y ne·ce;.>ar'ta,
otras palabras, si el innovador verdaderamente
ofrece al mundo una yisión que penetra en las
turales, y aceptamos la validez de esa visión, tambiéll.
hemos aceptar l(l. validez del estilo de actuación que
tentá a esa visión, una estética de lo éonvince.nte
permiteque la vida del innovador sea redonda
No podemos fragmentar al Homo poeta. Así se ve o
a vivir el hombre.
En la· vida cotidiana se realiza el mismo proceso;
ya que .las visiones de las multitudes son ·totalmente ·
doxas, sus estilos de actuación y las estéticas que
no son muy evidentes. Por lo ge~eral las demandas
cen las prescripciones culturales de lo que debe
hacerse "correctamente", y si todo el mundo acepta la
sión común de la actuáción social; el panorama es
cente. El problema se vuelve un problema de rigor de
detálles, como recitar las líneas adecuada y
mente (cf. Goffman, 1953, 1961; Becker, 1962, capítulo
Desde luego, esto produce un sadismo aún más '"·rnu:u
300
sadismo conceptual del innovador megalómano. Es·
de. la conformidad, en el que el maravilloso
humano; a pesar de toda su complejidad y .sus
potenciales, es sacrificado al drama cotidiano de
:onvic:ctc>n. No es ni siquiera un sadismo atenuado con la
de libera~ón ~ue ofr~ce el innovador. Las catego-
la convemencra estética casi son tan arbitrarias
fantasías de los innovadores más radicales; varían
a otra sociedad y tienen un gran margen de iela~
por lo menos siempre ha sucedido así. Cada cul-
. dicta sus normas para ampliar la vida, su estilo de
el sueño étnico". Sólo puede juzgarse lo inadecuado
mt:tesrer1co_ dentro de la cultura, porque aquí· sabemos
se ~~~nte cómodo el hombre y qué detálles. delica-
vigilarse.
de. u~ vi~je al extranjero, de la "experiencia
culturas. distmtas se e~~entra precisamente aquí.· Eli-
el s~dismo de la surms1ón mostrando que· las formas
estética varían, ~unque el organismo humano siempre
o menos el rmsmo. Por ello, el observador tiende a
al organismo· humano más que la actuación estética
que se· exige; advierte el lugar básico que ocupa
()r!f<UJLISino, y el lugar relativo de los parlamentos acle-
que se recitan. Por ello, no está dispuesto a sacri-
la persona a un estilo particular de adiestramiento.
es el mismó tipo de liberación de lo artificial y de las
que puede producirse con el amor: el erra-
valúa el organismo, la personalidad total· de su pa-
. yno sóló acepta un estilo de actuación. El enamorado
la "cosidad" del organismo maravilloso más que las
artificiales. Por ello ·los extraños a menudo
que los matrimonios viven en armonía, .pero en cam-
los esposos creen que sus relaCiones interpersonales son
poco convincentes. El extraño .tiende a ver
organismos bien acoplados. No advi.erte (como uno u
de los esposos puedé hacerlo) que la actuación ade-
no ofrece apoyo. Lo importante. es .que el extraño
necesita esa estética particular para sentirse. apoyado;
301
por eso .puede ser. menos sádico que los que se
umi cultura determinada. Por ejemplo, en una
reciente, aparece una madre norteamericana eón
mentalmente retrasada, pero atractiva e infantil ~u1~~...~
mente, que sé marchan a vivir a Italia durante ·
porada. Cuando la hija y un italiano de clase
morari y desean casarse, la madre siente una gran
jidad moral. Se pregunta: ¿Debo ser sincera, y u~:;n.uun:
falta de madurez responsable de mi hija? Pero "'"'-lULt:·,'l
manecer .callada, y permite que se realice la boda. En .
palabras, prefiere el bien del organismo de su hija~
las. categorías de actuación que su cultura le ha
Su decisión resulta correcta: cuando su hija se ·.
comerse· el arroz que tiran en la boda; la familia del
ríe y aplaude. Cuando su hija habla de jazz y de
amigos del novio. lo aprueban. Lo importante es
pesar de su infantilismo, ella encaja toscamente ~~ la
sión que tiene la juventud italiana de una estética
americana adecuada, y como ellos no saben qué es lo
piado en la cultura de ella en los puntos delicados
actuación, no pueden quedar desilusionados o. defra.ud.a1
En. este sentido ·la unión de dos culturas es un
de la libertad stendhaliana: el organismo humano .
valuarse por su singularidad independientemente de
tura, y por lo . que puede ofrecer espontáneamente
sus propias energías independientes ... Así la tarea
y de una liberación artística se realizó
En su lucha cotidiana, el hombre no es . tan
generalmente permanece dentro. de los. limites
su mundo~ Pero es importante subrayar, como
cerio .aquí, que en gran parte la infelicidad human11,
(o especialmente) en el nivel cotidiano, es un
estética básica, de convicción. Muchos casos de
o frigidez en el matrimonio pueden atribuirse
. 2 No. deseo estropear el final feliz, pero es importante
var que el triunfo de la naturaleia en e8te caso fue
en. gran escala .por la éxportáci6n casi mundial de la
consumo, comercial-industrial, de carácter infantil.
302
imo de los· esposos no proyecta bastantes significa-
'mantener la trama. A uno de ellos puede faltarle
en su misterio interior, y también el dominio
de los refinamientos culturales.· Si uno de los eón-
es valioso, el mundo. no parece valioso; lo que
a sentir. que uno no es valioso, ni está total"
vivo, ni es totaliÍlente humano y digno; en pocas
no es significativo. El mismo problema se presen-
otros actos; por ejemplo, el suicidio a menudo puede
manera de terminar sencillamente un drama poco
podemos considerarlo la salvación de una
de arte, de una estética poco convincente. Tér-
como "paranoia" e "hipocondría" se refieren a los
cotidianos que se usan en todas partes para hacer
importancia los actos de la vida; son como sal-
de rojo añadidas a un cuadro pálido, para darle
En otra parte (1964a), los he llamado "juegos sig-
para mostrar que no son categorías psiquiátri-
estéticas o artísticas. Aun el hombre más mediocre
tener su cuadro, y éste debe reflejar, de alguna mane-
sentimiento de importancia en un mundo significa-
Sobre todo, debe ser integral, unificado, aunque ·sea
Quizá por esta razón muchos profesores universita-
anulan tanto: después de todo, viven én una sacie-
que ha declarado que puede prescindir de ellos y que
:rec:onlp«!nsa de acuerdo con este sentimiento. El intelec-
que despreciar su trabajo, aunque sólo. sea para
estéticamente integral con su vida. (Si creyera
su contribución intelectual, pero que el mundo
. se negaba a reconocerlo, se vería en un
artístico. Tendría que declararle la grierra
como Rousseau, o intentar suicidarse, como
Quizá la mejor solución, para la continua-
de su vida, es negar su mérito real.
concluir que en el mundo del Horno poeta todo
debe ser su propio artista, su propio creador ·de
convincentes, o por lo menos contribuir con
convincentes a la trama cotidiana que los otros
303
crearon. Hemos bosquejado en este~ capítulo
ras diferentes ·como pueden hacer. esto los ndividutos
niosos. Ahora seguiremos adelante· y exploraremos
las sociedades han resuelto este problema. Si hemos
ofrecer un. panorama teóricamente rico de lo que
hombre y por qué hace esto, nos gustaría saber
sociedad le ayuda o le estorba en este esfuerzo. Si
mos juntar ambos aspectos de este panorama con
te profundidad y fuerza, obtendremos una teoría de la
nación ·de gran alcance que desde hace mucho
buscando, uh alcance que se resume en la promesa de
unión de Marx y de Freud".
COLOGfA HISTóRICA: LA UNióN
DE MARX Y FREUD
Aunque lo intentemos, no podemos penetrar
en la apariencia de las cosas para encontrar
la realidad. Y la terrible razón puede ser
que no hay otra realidad en las cosas además
de sus experiencias ... El verdadero misterio
del mundo es lo visible, y no lo invisible.
ÜSCAR VI'ILDE

UNIÓN de Marx y de Freudl Esta promesa ha sobre-

durante casi medio siglo. Esto debería .ser precisa-
una psicología histórica madura. Contestaría la pre-
¿qué hace que el hombre actúe de manera diferente
históricas distintas? Esto se l()graría tomando en
,el campo de elecciones que tiene la gente en un
social particular. Acusaría a la sociedad de limi-
desarrollo humano, y .mostraría las limitaciones de
campo de las instituciones sociales, desde el primer
'".u"'"uu infantil hasta el funcionamiento de la eco-
y la jurisprudencia. En este aspecto, se ofrecería la
más amplia posible a la pregunta: "¿Qué hace
gente actúe de cierta manera?" Se lograría esto mos-
cómo las constantes de la psicología humana son
por las. situaciones accidentales .de la historia.
cómo el hombre trata de ser hombre en las con-
sociales e históricas en que nace. Al usar la historia
yar las constantes psicológicas, la psicología bis-
mostraría por qué la conducta humana asume formas
en cada época. Finalmente, pero no lo menos
consumaría la unión de Marx y Freud, porque
del panorama de los efectos del accidente histó-
304 305
rico en las constantes naturales obtendríamos la
más convincente posible para diseñar una imagen
típica del hombre.
Consideraremos el problema de la psicología
desde el punto de vista de algunos individuos que,
opinión, han hecho sobresalientes contribuciones a
Después podremos relacionar sus obras con algunos
mientas y conceptos que detallamos en el capítulo
Esto no nos permitirá lograr la amplitud que ne•:esi.ta
psicología histórica madura, pero creo que av,uu.a.LcJJLll
largo trecho para delinear la forma que asumirá esta
logia. En vista .de la importancia de la psicología
ca, cualquier contribución debe aprovecharse y pv·n•,·•~•
Una psicología histórica amplia, madura, ofrecería
ría completa de la alienación humana.
La creación· histórica de significados
En el último capítulo mencioné, brevemente, que es:
obra muy importante el Horno ludens (1955) de
Huizinga. Quizá ahora podemos advertir que titular
Horno ludens fue realmente un error, porque el
expresa totalmente la seriedad mortal de las ··"-·--·--'
juego" simbólicas del ·hombre. (Esto puede t:x¡¡.ou•c;u
olvidos y críticas que ha sufrido la obra.)
inente se refería al Horno poeta, al Hombre
Significados; y "juegos~de significados" sería un
mucho más adecuado que "formas de juego" para la
vidad que caracteriza al animal humano. Esto
gran necesidad de este tipo de acción, y elimina
dencia del lector a considerar los juegos de
c~mo .algo incidental, casualmente divertido, o hasta
perfluo.
En el último capítulo hablamos del Horno
un punto de vista individual. Ahora deseo .... F,...;,r...,,
problema de crear significados en las sociedades
consideradas un todo. En este tipo de examen la
306
cobra toda su importancia. Realmente mostró
hombre ha creado significados en varias épocas
toria; presentó lo que podríamos llamar "un pa-
de diversas creaciones de significados". Comenzó
llamada sociedad primitiva, porque allí el proceso
de significados se destaca muy claramente en
en el arte y en los ritos. Descubrió que la Edad
tenía un espíritu de juego "extraordinariamente gran-
Finalmente describió la decadencia del espíritu de
después del siglo XVIII. Huizinga lamentó el hecho
en la sociedad moder~a el hombre haya perdido el
del juego genuino, y en conseéuencia haya perdido
el gusto y la verdadera dignidad de la vida· huma-
Como Platón advirtió hace mucho tiempo, en una mag-
observación de ·¡a verdadera naturaleza del hombre,
.se sienten más felices cuando el hombre juega
1955, p. 212). Huizinga advirtió que el hombre
al perder el juego genuino, de alguna manera
de su actividad humana característica. Éstas
sus palabras: ·
... Si nuestra moderna puerilidad fuera un juego genui-
no, la civilización retornaría a las grandes formas arcai-
de recreación donde los ritos, el estilo y la dignidad
c~t.auau en perfei:ta armonía. . . Cada vez con más fre-
.... u•cu•-•a., llegamos a la triste conclusión de que ·el ele-
de juego en la criltura ha declinado desde el si-
glo XVIII, cuando floreció plenamente (p. 206).
consideró propicia la época arcaica: pará armo-
formas del juego en el rico tapiz de la vida.
hizo el hombre realmente con los ritos que volvieron
laudable la época arcaica y la de los caballeros medie~
¿Qué le ofrecieron al mundo los ritos, el estilo y la
No necesitamos molestarnos en contestar la pre-
pues sabemos la respuesta. Cuando el hombre crea
significados, se apodera del mundo; cuando lo hace
con estilo y dignidad, "pone en esceria
307

el sueño" de la vida humana como sólo así puede
Crea un p~orama estéticamente importante en el
neutro y gris. En el rito, los sonidos graves
las cabezas, la música penetra el aire tranquilo; el
con sus movimientos corporales mesurados, en la
en las procesiones rituales se apodera del espacio,
unidad humanaí::nente significativa con éstos; los
para el ho:inbre; las banderas, los colores, las llamas
den el mundo, y le dan a. la naturaleza lo_ qut; ésta
ofrece en forma limitada: los significados simbólicos.
rito crea un mundo soñado que eleva la vida a la
y la lleva a la intensidad más elevada. Ya hemos
qué .sucede esto: los significados dramáticos rr·.,mr.,>-rtiñ
sonla percepción y la promulgación humana .de
do. Al misterio natural de la naturaleza qmeta, con
extraña neutralidad, el hombre le añade su misterio,
surge de su capacidad singular para manipular los
y las cosas.
Además, el individuo que realiza un rito tuJuua.u•c•J""- o
organismo con solidez en el mundo, uniéndolo t:HLt:r;¡un.eJ
te con las _formas culturales socialmente aceptadas.
los _aspectos separados y fragmentarios de la ex1oer·iertri~
cotidiana se funden en un todo estético, a
cuerpo _y los símbolos participan de una vida .u'''""''"•
El- efecto es intensificar la individualidad, y no disp
en signific;ulos distintos. La existencia del hombre se
lera orgánica y simbólicamente, y no puede lograrse
de otra manera. Los sentimientos del organismo palpítantf
tienen una convicción que los símbolos solos no
darle. En el rito, el hombre . convierte carne y hueso
símbolos, y fundamenta los símbolos aéreos en su._
y en su sangre. Éste es el carácter orgánico total
fusión estética, que reúne los diferentes aspectos de la
periencia. Esto le permite al hombre ser ál mismo
consumadamente individual y totalmente social. No
que haga transacciones sólo con los símbolos, y si
transacciones sólo con la carne no es un hombre. La
estética de los ritos hace que el hombre. le imponga._
308
al mundo: de juguete pasivo del destino se
u"cv•·-- en alguien que crea un mundo de significados.
ello advertimos que el rito, aunque coloca al hombre
el mundo, también lo libera de éste:· cuando crea acti-
sus significados supera su cóndición animal y su
l10lciuu pasiva como intérprete del papel cotidiano en la
Pavlov, en su disclirsó dé despedida: a sus alumnos,
la más grande alegría que había: conocido en la
realizar el trabajo intelectüal con las manos sucias.
otras palabras, una integración orgánica total que al
tiempo es creadora y liberadora.
señala muy bien el epígrafe de este capítulo, al
le fascina el misterio aterrador de la vida a medida
lo vive y lo experimenta. "Poner en escena el sueño"
la vida, porque se crea una naturaleza más visible;
el sueño" es participar de una vida más rica, que se
puesto en escena. La vida humana está compuesta de la
de las apariencias, pero los hombres arcaicos y
medievales sabían c-ómo sacar provecho de esto: exa-
.,c•. a.u~·· las ~pariencias y así extendían la vida. Si las pala-
los colores y las formas se mezclan con el esfuerzo y
en1oí::im1es humanos, y le ofrecen al hombre su mundo
ot:l;uu.a.•, entonces la tarea consiste eri gozarlo. Recordemos
que
palabras de Stendhal: "La amenidad que deseaba era
pura alegría de Shakespeare en sus comedias, el encanto
reinaba en la corte del duque desterrado en el bosque
Arden." El hombre moderno (desde la época de Shakes-
y también desde la de Stendhal) ·anhela sin esperanza
goce puro y las diversiones que el hombre primitiv~ go"
· como· su pan cotidiano, y que el caballero medieval
por supuesto. Por ejemplo, en la Edad Media, la hora
·comer también era un gran rito, acompañado de trom-
y música; era una exaltación del alimento y "del
"--•--
0
que come". La peluca empolvada que dejó de
después del siglo XVIII no era umi "costumbre tri-
, sino- una pura forma de juego que permitía darle a
persona una dignidad ~xtra y una .atención m:a~~tica
aún se hace hoy d1a en los tribunales bntamcos)
309
para darle aLmundo un drama continuo con
escena. Toda la vida. era un teatro, un teatro al.
aspirar un espíritu -libre como Stendhal.
Huizinga, como antes Simmel, advirtió que toda
ciedad es un juego aJ. que juega el hombre. Pero
mas, debe subrayarse que no comprenderemos su
por la desaparición de las formas de juego si
materia a la ligera. No comprend_eremos el espíritu
rrible critica que esto implica si sólo afirmamos que
y el estilo han desaparecido del mundo. El mismo
aclaró muy bien el significado de su tesis, y no
tratar la cuestión. como una mera pérdida de la
sión", de los "buenos tiempos" o de una alegría
La peluca era un asunto serio. Debe insistirse en
juego de la sociedad "es el principio vital de toda
lización", y que "sin el espíritu de juego es impos1
civilización" (Huizinga, 1955, pp. 100-101).
Si el rito es asunto tan serio ¿qué perdió la
cidental? Podemos advertir que la respuesta es
seria.y portentosa: el hombre moderno perdió la
dad de una creación social intensiva de .no·''""""'7.n.tu
A menos que comprendamos esto, no podremos "'"" 0~'"-•
te a la psicología histórica, ni al conocimiento viEror<oso
urgente que. esto implica para la ciencia del hombre.
zinga hizo frente a esto, pero por alguna razón
comunicar suficientemente la gravedad de su -----'---!-".!
to. Los científicos actuales tienen la
comprender ·esto para darle su valor más pleno
hombre es el animal creador ·de· significados, y
nó lo es, sólo es un animal, sencillamente porque el
do no le pertenece a menos que lo ponga en escena.
¿el hombre ha estado creando significados desde la
dencia de las ricas .formas de jllego del siglo xvm?
luego, lo ha hecho de una manera o de otra, y el
principal de una psicología historica es pr<eCisarneJrrte
En ausencia de una rica tradición de significados
mente creados, de _las formas ricas que unen ·a la
la celebración. de la vida, en ausencia de esta unidad.
310
rito1 . ¿a qué recurre' el hombre? ¿Dónde encon•
u .. Jlllu'u'-•v y su propio sentido de .importancia y dig-
le pása al espíritu humano, en resumen, cuan~
;oc1t:u.au no puede ofrecer y promover una rica estética
II!Il:Iu<.-«u•"~ ·vitales? Ésta es la cuestión que deseamos
estas páginas. Ahora,- haremos frente al pro,
peTtf:ct:l, un '.'juego de significados" perfecto,· con el
creaba en su imaginación un mundo real.
palabras, los caballeros andantes trasladaron a
medieval cada vez más difusa la creación pura·
t!!u•u•'-"'-"'~ de la cultura primitiva. Aunque el nacimien-
la orden de la caballería· como clase surgió del des-
del sistema feudal, los orígenes de la orden se
en las costumbres religiosas de la cultura primi-
caballeros andantes como clase vivieron la vida
estética del hombre primitivo integral y espontáneo.
Huizinga afirmó:
tres elementos más importantes de la vida de los ca-
(el espaldarazo, los torneos y los juramentos)
•nrr>ie1·on directamente de los ritos sagrados de la Anti-
. . . Aun en su primer .desarrollo como manera
de .vida, en el siglo XII, los caballeros mostraron la:;
de un renacimiento, de una renovación
ons1:íente del pasado romántico (1959, pp. 86-87).
como siempre, fue un intento de cen-
de nuevo la acción en el surgimiento creador y libre
personalidad humana. Además, los caballeros andan-
en todas partes compartieron algo básico de la vida
tuvieron conciencia social, altruista, que sub"
el deber del hombre con los demás hombres, la
de la generosidad, los vinculas vigorosos de la her-
Por ello, el sueíio que crearon los caballeros no
311
fuede santidíí.d privada, sino potencialmente ...v.cuu•ud
rito dé los caballeros andantes fue religioso en. su
más amplio, por lo que el concepto de la vida :de
balleros, su devoción y su altruismo, estuvieron .uu'=•un
te relacionados con la religión (Huizinga, 1959, p.
caballeros imitaron lo mejor de la sociedad primiti,~a.t']
decirlo así, en parte hicieron un intento de lograr un
to de vista planeado que trataba de unir a los homt>reii:,,
una comunidad significativa, en la que estaban
derechos y deberes.
En. la sociedad medieval cada vez más· anárquica,
hiante, la orden de los caballeros sólo fue sin duda
acción para contener, y fue muy irreal para las
de la época. Cervantes pudo caricaturizar a los
porque su juego era limpio, y estaba condenado al
Era una mera forma que, como Huizinga afirmó muy
constantemente se vaciaba. Trató de realizarse en el
do, y sólo logró mostrar que era falsa. "Se requirió
cantidad inaudita de disimulo para mantener la
ideal caballeresco en la vida real" (1959, p. 89).
llegó a decir que los que sostenían el ideal de ·los
ros andantes tenían conciencia de su falsedad. Pero
falsedad se refiere a la realidad y no al sueño. El
miento periódico de los ideales, como el bucólico y.
los caballeros andantes, atestigua la busca humana de
visión: mejor, y es un: intento de eliminar la
de la vida. Si se encontraba ausente la síntesis
si su colectivismo ficticio era una exageración, no lo
visión social. Con la decadencia.de los caballeros
aun el sueño de la Edad Media terminó. Socialmente,
fue seguida de una época de decadencia que Halin<un•LJ~
Renacimiento.
El problema del carácter del Renacimiento es
y continuo, y no estoy capacitado para agregar algo
notables estudios que existen sobre éste. Pero,
punto de vista de una ciencia del hombre, creo
importante subrayar los aspectos negativos y '"'"''ve..
Renacimiento. Burckhardt, más que nadie, ofreció
312
para los que consideran el Renacimiento como U:ña
dé verdadera liberación de la personalidad humana,
limitaciones, sin el colectivismo ni las supersticio-
la época anterior. Pero el otro aspecto del panorama
muy distinto, y precisamente en él debe interesarse
del hombre én la sociedad. En el campó social
una gran diferenCia entre el Renacimiento y la época
una diferencia tan importante como la del indi-
que la nueva época colocó en ·primer plano:
luego, me refiero al intento de lograr el altruismo
el ideal del apoyo mutuo, y aun la idea de "cons-
una sociedad; todo esto decayó seriamente. Mientras
Edad Media conoció "el verdadero servicio y la ver-
lealtad del hombre para con el hombre" (Huizinga,
p. 285), el Renacimiento realmente representó una
de estos sentimientos. La Edad Media tuvo
conciencia social basada en la religión, que el Rena-
perdió.
de cierta manera, a la• manera de Burckhardt, el
na(:nrlletlto representa un ·florecimiento brillante de lá
individualista que apenas se vislumbra en la épo-
. En este sentido, el Renacimiento pafeí::e re-
una verdadera "resurrección" del espíritu hu:m'a-
"despertar" del hombre. Visto de otra manera, el
tacimíerlto representa precisamente el desarrollo de esas
que habían hecho imposible e irreal el ideal caba-
de la Edad Media. El Renacimiento no fue "una
un·ec(:tón'\ sino una "exaltación" de corrientes que ya
un desarrollo de fuerzas incontroladas: el indivi-
la completa destrucción de toda posibilidad de
y comunitarismo, la fragmentacion del arte que
social se convirtió en un placer personal, que de mer-
pública se convirtió en privada.
estas razones, los· investigadores han comparado la
y el Renacimiento, y han advertido en la· Refor-
una intensificación del espíritu medieval, un movi-
de masas humanas con raíces en la antigua socie-
y de intención puritana (Huizinga, 1959, p. 270). Por
313

óf:ra parte, el Renacim~et_J:to buscó su belleza y
en los ideales dela Antigu!!dad. Como podría <>OT,.,,.,,.•.,
m~joies inteligencias de la época, un Petrarca, ~
vieron en el Renacimiento y en el nuevo .humamsmo
oportunidad de super~ lo anti~?· pero .
mejor que ofreda la sociedad tradicional: En otr~s .
vieron la posibilidad de cr~ar una soc1e~~d criStiana
sería una verdadera c0 mumdad, que uniTia a la
dad cém el espíritu. cristiano (Huizinga, 1957, P· 103);
la historia, como siempre, hizo zozobrar a_ es.tos VISiortario.
Mediante esta . comparación del Renacnruento y la.
forma, los investigadores pudieron criticar al
tan elogiado en esa ép_oca: advirti~ron ~ue era sólo
tería literaria afettaoón, una alienaciÓn de toda
rriente que floreció en la Edad Media (Huizinga,
p. 266). Por ejemplo, el historiador de las ~rtes ·
Neumann criticó al humanismo por volver su mirada
Antigüedad, y consideró que por esto el Renacimiento
pudo desarrollar su propi,:t ~ivilizaci~n .unida Y
rística. Advirtió que el prmc1pal surg¡m1ento del :
humano se encontraba ·en el desarrollo de la Edad
allí el sentimiento de la personalidad humana, de la
raleza y del mundo, había sido perfectamente exaltado
la visión del Dante. En comparación con esto, ¿qué·
esos nuevos humanistas, después de todo? En su
partidarios de la organización, que medra.ban, sin
critico de los negocios cotidianos de la vida, Y
mund~ para favorecer sus gustos y amb.iciones.. . pues, que la investigación en la ciencia del
cultura minoritaria, para usar el térmmo sociOlógico~
desarrollaba los significados que podía, sin que .
ra el restó de la sociedad. No eran revolucionarios
rados por un· ideal supremo y orientador, dispuestos
dar a cualquiera que. se aproximara a éste. Un
como Moritaigne pudo descubrir la falsa mezcla de
tura que los humanistas habían creado.
En resumen, .este gran fracaso es el "otro
problema del Renacimiei_tt.o, y qu; preocupa ~ los
gos interesados en una VISIÓn crítica de la sooedad .. ~
314
~na ~meva cultura integral, .más amplia, como la
rmag¡nado Petrarca y Erasmo, una criltura con. sus
s,u propia expresión poética, su sentido de
sooal; en pocas palabras, una cultura unitaria
exaltara a sí misma so~re la base más ru:nplia posi-
generara sus formas smgulares. En vez de esto, el
iac:imtiet1to aprobaba el l~cro particular, contra el que
luchado la Edad Medxa. Las grandes ciudades del
. italiano eran mercantiles, y las estatuas pú-
.exaltaban ~ poder al servicio del capital, como lo
. elocu:ntemente el Condotiero ecuestre de Verroc-
La.Iglesxa pudo revivir como una institución social
en su forma,. pero no con el espíritu que caracte-
la época.antenor. La vida pública que surgió de esto
parecxda a l.a ~e la Roma antigua que el Rena-
trataba de Imitar: era una vida pública que se
a la gente, y .que no era creada por ésta.
creación social de significados: la tesis esencial
del positivismo
día P?demos comprender por qué el problema de la
Media perturbó a los sociólogos desde el inicio de
sociales. Ahora tenemos la posibilidad de coro-
que· si el problema de la Edad Media ha dejado
.a los sociólogos actuales es porque la socio-
ha perdido contacto con su tradición vital. No debe
durante más de medio siglo no haya. logrado en-
a lo más vital y pe~anente de la obra de Auguste
~uego, me refiero a su psicología histórica, y
social y a las prescripciones sociales basadas en
esenci~l de Comte no sólo se ha pasado por alto,
tambx~n ha sido vilipendiado precisamente por
de lo meJor que hay en su sistema, y que. necesita
Huizinga, Comte conoció muy bien
315
 cuál era el problema prinCipal del Hamo
Hamo poeta; Vico inició la tradición adoptando
de visfá histórico de 'la cultura, pero Comte
punto de vista al rango de una ciencia de lá
la instrumentó usándola como base para la
Como la investigación moderna no ha logrado
importante de la obra de Comte, ha int·Prt~rPt:H'In
nas de sus preferencias y prescripciones. Por ""'""'·~•~
Conite, como para Huizinga, la Edad Media
dinariamente grande por su creación social de
estéticos. Comte criticó a los racionálistas de la
por haber desconocido tot:almerite la importancia
síntesis medieval intentada; por ello pudo ·apreciar
niones que tenían sobre esta materia los
Maistre y Bonald. Ahora bien, el intento
revaluar la Edad Media no surge de su
conservadurismo limitado. de estos
tálgicos, sino de su conocimiento único y peculiar
característica fundamentál del Hamo poeta: su
de significados estéticos ricos, variádos y unitarios.
Comte le dio un lugar importante al arte en su
aun disgustó a algunos de sus discípulos
positivistas limitados cuando afirmó que un "'"·~···"":~
científico debía rechazarse si chocaba con la
ciál. Para ellos era evidente que Comte se había
loco. Pero, en el pensamiento de Comte, un
científico sólo es un fragmento de los significados
si el descubrimiento daña'--todá la estructura
significados, entonces es inútil y. hasta peligroso.
tendo disimular los aspectos conservadores del
Comte, que son muy reales, pero creo que gran
desprecio de Comte ál individualismo y su
la· anarquía se ·han considerado conservadurismo y
· éuando en ·reálidad provienen lógicamente, en
lo menos, de su reconocimiento de lo
tante para el Horrío poeta.
Por ejemplo, cuando Comte afirmó, un siglo
C. Vlright Mills, que los problemas particulares
.. nt,.tt>ri•·n como la de los datos de los sentidos sobre
3Í6
asuntos públicos, decl~ó que,. para el hombre, las
.. . rersonáles pueden ser anuladas por falta de
. social a los esfuerzos característicos del ho b
di' eh · m re.
JO, mu o an~es que Alfred Adler, que el interés
debe preceder ál mterés personál no 1'ntent b ·
liberta_d individuál a la perpet~ación do~á~::~~
soaáles conservadoras y ál orden impuesto. En
de manera muy semejante a Adler, bosquejó un
carácter h~ano, un modelo en qúe el hombre
meJor, Y contribuir más. El interés sociál
Y para Adler, se origina en el amor y en eÍ
\.'UJLuo;;uuJ, y no en una abnegación ciega. El interés
ál hombre íntegro y libre que intenta hacer
. . . clara _uniendo sus significados al gran
significados soaáles, Y.!lo se refiere ru jactancioso
IUoderno, que s.e i~.agina libre porque puede acu-
deform_ar los significados superficiáles para adap-
.su capncho. Mu~as ideas de Comte· que parecen
., Y que repiten las quejas conservadoras, se
en un Ide~ humano que proviene de una psicología
compleJa•. y no. de una mera nostalgia dél orden
. R~gzm~. SI la historia revela rugo es que lo
tiene pnmacia sobre lp científico, idea que Comte
una y ~tra. vez; ésta es otra forma de decir que los
UnitariOs: totáles, tienen primacía sobre los sig-
fra~entanos y parciales. Esto lo advirtió Comte,
tesis que algunos pensadores posteriores como
Hocking, desarrollarían. con agudos pens~ientos
tido en el problema del Renacimiento, tál como
la investigación reciente, para mostrar la
del pensamiento de Comte, y para confirmar su
Hoy día se acepta, por lo general, que el indivi-
en ~a historia lo que desea encontrar, que lo
de la,mterpretación depende, ál menos en parte,
, Y que por consiguiente la investigación
totalmente sobre esta base. La percepción del
317
el mundo externo, en .parte depende de lo que
nismo .puede y desea organizár. Juzgada por el
de>Ccímte, pues,· su interpretación del RE:na:ciiniE!ntc)'l,
pérdida de la integridad medieval,· como
eminentemente defendible.
Como la de Huizinga, la interpretación
la historia fue un intento de investigar "la crE:acióiJ
rencial de significados". Específicamente, Comte
mostrar que la vida social se había empobrecido·
mente desde la Edad Media, y también habló de
Hería medieval como argumento vigoroso. Como N
Comte pudo aceptar que 'el Renacimiento éra un
histórico psicológico de una vida social buena. Para
el Renacimiento representó una Edad Media n."cr"''p•·n·.
no el verdadero florecimiento de la pe:r8onauu.au
Por ello, no se equivocó al hablar del arte como
cierto tipo de· síntesis medieval, y lamentar la
ción del arte en la vida pública del
estaba equivocado acerca del cambió del espíritu
la época, y sobre el hecho de que el arte ya no
ideas importantes capaces de unir a toda la·s'ocied:ad.
der había observado antes lo mismo, cúando pidió
alemanes conservaran la primitiva unidad del arte
cúlturá (Clark, 1955, p. 253). Desde luego; 'a · .·
Renacimiento se aceleró el proceso der divorcio del
de la vida, y aun hoy día tenemos muy pocas artes
públicas o privadas que merezcan este nombre;
wood resumió muy delicadamente este problema en.
tex.to histórico (1924, pp. 15-38). Comte pudo
visto la completa reductio ad absurdum de las artes
en nuestra época. Advirtió que el arte del Re:ríaciiJili'
aunque técnicamente superior al de la Edad
hecho era inferior desde el punto de vista social,
era de menor importancia general. Poco a poco
virtió en arte para la adquisición privada, con el
artista realizaba proezas de talento para
dos. Por fortuna, en nuestra época, el artista se
gado ·a exaltar los significados sociales. La
318
se ha combinado con el gusto impersonal, hasta
t~talme~te de cualqui~r significado público. Hoy
arusta pmta para sí IDJSmo o por dinero, y esta
no podrá tolerarla mucho tiempo.
se anticipó a Neumann al hacer una penetrante
del Renacimiento, y de su retorno a los ideales clá-
lo criticó casi por las mismas razones que Neu-
Comte le concedió poco mérito a la An-
en gran parte porque miraba hacia atrás buscando
de Oro perdida, y no hacia adelante buscando
~erfección y el progreso humanos. Como vimos en el
III, Comte deseaba una nueva sociedad, una so-
que venerara a ·la humanidad y que predicara el
Sería una sociedad racional, guiada por los descu-
de la ciencia, pero ésta no guiaría a la sociedad
disgustaba a los discípulos positivistas limitados de
Más bien, el arte la guiaría. ¿Qué quería decir
·esto? Repetimos; es imposible hacer demasiado
en, la claridad del pensamiento de Comte, y en
en que se basaba.
Comte, la idea fundamental, motivadora de una
del hombre en la sociedad, era el progreso, idea
nueva que apareció tarde en la historia· de ·
su nacimiento realmente marcó el inicio
llustración, y fue la que empezó, como afirmamos
; la· verdadera .y moderna exaltación ateniense del
Por ello, si· deben trazarse límites entre la Edad
el Renacimiento y la llustración, deben . trazarse
dos últimas épocas~ Comte advirtió esto, pero
observó algo que sólo llegó a aclararse después
· Revolución Francesa: que la: idea de progreso es un
social total, y no sólo de "hacer" más ciencia, o
en los estrechos círcúlos intelectuales que pro-·
el milenio racionalista. En otras palabras, los es-
cír~ulos positiv~s.tas de Comte en el siglo XIX ya
ol~tdaQ.o la leccwn de la Revolución· Francesa, y se
mgenuamente hacia un racionalismo seguro, divor-
problema de una total reconstrucción social. Cuan-
319
do Comte se refirió.al "arte", a la ''Religión de la
dad" y al "amor", ellos imaginaron que había <>u<u.,u.u'""-l
la ciencia. Pero, como vimos en el Capítulo III,
nunca aprobó totalmente una jefatura científica. En
aspecto fue un verdadero discípulo de Saint-Simon.
ciencia sólo servía de ayuda para la nueva sociedad y
paba un lugar vital, pero sólo tenía, un .lugar. La ·
no había demostrado que estuviera preparada para
el problema de. la reconstrucción social ni que
resolverlo. Comte sabía que la ciencia no podía ""'~~••u.·
Lo importante era que la idea del progreso no coJrrstitu
un problema limitadamente científico; aun hoy día
ternos este euor fundamental: imaginar que lo es.
no. podemos comprender que. aun con la física <>LL'lll''""-·
la .teoría de la relatividad no tenemos una vida
gastan literalmente miles de millones de dólares
vestigación científica y no logramos comprender que
gún equipo de laboratorio ha descubierto la fórmula
vida buena. Sin embargo, no hemos perdido esta <>•r•.,~··~~.
En parte continuamos teniendo esta esperanza
porque deseamos que la ciencia cargue con el
como ciudadanos podemos diferir el verdadero pro
de una total reconstrucción social.
La idea del progreso, como vimos antes en este
se.sostiene sola ni puede hacerlo. Forma parte de una
da inseparable compuesta por el progreso, la libertad
tipo ideal. Ahora bien, la libertad y el tipo ideal· son.
blemas sociales, políticos, y no estrechamente
por lo nienos la ciencia se ha abstenido de
a .favor de éstos, excepto quizá de la libertad, cuando.
cuestionado la libertad dé investigación. Comte
que la idea del progreso era inseparable de una
ideal, y también que la ciencia debería ayudar a
tipología ideal, al mostrar que los problemas ~~;.,~•in•
penden de los asuntos públicos. Esta misma tarea la
Rousseau, como vimos ·en detalle en los capítulos :
riores. Pero Comte. también advirtió que el ideal.
por el hombre era y debía ser válido para toda la
320
Por e~o, se debía crear para conseguir un mejora-
continuo de la vida, para obtener más y más pro-
en una: palabra, pará las utopías. Comte comprendió
que la tarea de crear un tipo ideal no podía tener
po~que el progreso no puede terminar: siempre habrá
mas y meJor que hacer, y por lo cual debemos esfor-
Por consiguiente, 'la ciencia no puede formular de-
mtltva:mente un tipo ideal; sólo puede ofrecer una infor-
continua y acumulada de las limitaciones de la
huma:na, y así ayudar al hombre, gradualmente, a
en la busca de un ideal siempre renovado. Comte
que se .P~opusieran continuamente utopías, pero
estas proposiCiones fuera:n guiadas y con-egidas todo el
por la ciencia.
. co~prensión de Comte del problema del progreso y
upo tdeal es ta:n clara y desapasionada que nadie hoy
puede le~r·sus obras sin emoción. Creo que esto se debe
se adVIerte lo ·exacto de su visión, y podemos ofrecer
siglo de conocimientos en su apoyo, y as{ susta:nciarla
no podía haberse hecho en la época de Comte. En
palabras, como hemos visto en estas páginas, por lo
podemos ofrecer una teoría completa de la aliena-
apoyar el problema del tipo ideal. Contamos
con las ideas muy claras del siglo XIX sobre la
JordiiJtaci[ón de la ciencia al fomento de. la vida, de la es-
IUillllt:Iuotu y del ser humano. Comte obviamente conocía
cosas, como lo atestiguan ·sus obras, y por ello ofreció
· que se anticipaba a su tiempo, cua:ndo áún no
el tipo de conocimiento que pudiera hacerlo con-
Hemos. requerido mucho tiempo, y sin duda reque;.
aún mas, para aceptar la unión de la idea del
con el tipo ideal. Necesitaremos aún mucho tiem-
comprender que la tarea de la ciencia es subsi-
. de la principal tarea humana de buscar el progreso
tdeales. Muy pronto comprendimos que Comte era el
del positivismo, pero necesitamos más de cien
descubrir que el positivismo, como lo entendí~­
es una doctrina restringida, limitada, que no refleja
321
·¡a verdadera naturaleza experimental de la actividad
tífica. Si hubiéramos leído a Comte (en vez de
a nuestras. confiadas interpretaciones de él) sa·br]Íanil.os
interpretaba el positivismo con P mayúscula, como
de reconstrucción social destinado a promover la
ción a la humanidad, basado en el amor, dedicado
ideales y al progreso. Esto debería repetirse más a
La ciencia positivista, como él la entendía, era una
del positivismo dedicada a delinear los principales
mas de la adaptación) los problemas que debían
para que la humanidad.avanzara tras su propio poder
Comte también sabía que estos problemas no
profundamente deslindados ni aun por la ciencia; la
cia se relacionaba con la percepción y el propósito
nos; no podía buscar la "verdad" si no existía algún
de interés en el bienestar de la humanidad. En resmnen.-:
ciencia debía continuar siendo relativa, si la verdad .
relativa; y tenía que continuar siendo relativa ante.
grarides preocupaciones como el Bien y la Belleza.
positivismo, éstas serían las principales preocupaciones
hombre en la sociedad.
No es un misterio por qué Comte en su sistema
el arte sobre la ciencia; El impulso motor de la
sería la proyección de utopías, de tipos ideales, a los
se dirigiría el progreso. Si la ciencia sólo contribuye a
proceso, definiendo los problemas. de adaptación;
el arte tiene la importante tarea de idealizar el tipo.
proyectado. El arte sirve a toda la función sintética,
la ciencia perdió por abandono, . ya que ésta no es y.
puede ser una actividad sintética total. El arte reanima
sentimientos, e . impone la opción de .la utopía del
ideal que dirige a toda la sociedad. El arte dirige,
ciencia ayuda. El arte alienta al hombre y lo pone al
cio del. progreso humano; la ciencia sólo ayuda a
el progreso.
La visión de Comte. realmente fue el bosquejo
síntesis de una. teoría estética idealista. y de una
social crítica del hombre en la sociedad. Comprendió
322
necesitaba significados unitarios, sintéticos,
y condicionó los hallazgos. de la ciencia a
a diseñar esos significados ofreciendo el conoci-
guía para una tipología ideal racional. Así cada
podría lograr la integración estética que necesi-
y podría descubrir un mundo real que respondiera a
poderes; pero podría hacerlo sobre una base pública, y
estrechamente privada: podría compartir la visión ideal
animaba toda la sociedad. Comte, al reconocer que la
d de una estructura de significados era algo pri-
y no úna necesidad de "una verdad científica" en-
limitadamente, ofreció lo que siempre hemos bus-
la unión de la ciencia y el arte, de la filosofía y la
(cf. Collingwood, 1924). Pero fue realista en esta
advirtió que sólo podría provenir del marco de una
típica ideal del. hombre en la sociedad. Esto 'no se
(comb ingenuamente imaginamos hoy día) con
mejor comunicación" entre los científicos y los artis-
sin importar lo que esto pueda significar. De pronto
que existía el problema de "dos culturas~·.
otras palabras, descubrimos un problema que hemos
durante varios siglos. Pero lo expresamos dentro de
perspectiva histórica y social limitada. Por ello,
de costumbre, se proponen soluciones. endebles, como
mejor· comunicación" y "más cursos universitarios",
que no afectan al problema.
día podemos reconocer que Comte investigó la psi-
histórica con una profunda comprensión. Advirtió
:Iar·am1eU1te lo que cada época había conseguido, dónde ha-
fracasado, y qué le faltaba hacer. Pudo apreciar la
;uuo:nuu.a~;J.on en la época medieval de lo empírico al Bien
a la Belleza, sin censurar la superstición y el atraso de
~ ..... ,.m. Pudo señalar el fracaso del Renacimiento al. no
la visión social del Bien y de la Belleza, si bien en
época. la ciencia moderna inició su marcha. Pudo crí-
a la Antigüedad por retroceder en el tiempo en busca
Bien y la Belleza, en vez de usarlos. como. guías para
un nuevo futuro. ~or último, pudo condenar
323
amargamente a la Ilustración por depositar todas SU!¡
ranzas · en la ciencia y suponer erróneamente que
cluia o contenía en sí el Bien y la Belleza. Comte
cada época en la medida en que había ofrecido lo
hombre más necesitaba. ¿La sociedad exilltaba ill
a la naturilleza? ¿Ofreda a sus miembros un punto
unitario, crítico? ¿Consideraba ill individuo parte
norama trascendentill de una humanidad· en marcha?
ha el conocimiento racionill para desvanecer las
contraproducentes? En resumen ¿usaba todo esto o
quiera de estos medios para ofrecer una vida digna,
y rica?
Si debemos resumir lo que Comte prere:n(lLJa,
afirmar que deseaba nada menos que
significados creadores"; pero no como las tribus
o como en la Edad Media, sino sobre la base más
fica posible. Por ello,· ill abogar que se le diera un
elevado ill arte, no deseaba que se "viviera de sueños"
en el modelo de la Edad Media. Advirtió que la ...... u•a.u•:c:
andante (la sorprendente encarnación de la creación
significados terrenilles del hombre) estaba contra el
ritu del catolicismo. La teoría medievill estaba on1entact
hacia el otro mundo, lo. que es otra manera de decir
buscaba recompensas interesadas por su abnegación
este mundo. En cambio, la cabilllería se orientaba hacia
mundo, ejerciendo sus ritos y su illtruismo como
un código·· vitill, y no como illgo posterior a esta
(Comte, 1848, pp. 284, 286). La afinidád social, la
la creación de ricos significados no necesitaban la
católica. De hecho, en reillidad las obstruía el catoli<cist:tlc
que dividía los significados del hombre en dos mundos,
dos distintos sistemas de recompensa.
Comte deseaba que la nueva sociedad venerara el
las mujeres y la leilltad sociill, pero sin la qmnPT'Pl:tTmrtiií
teológica; porque ésta no sólo los debilitaba di'l!•íctl.en•ctol•
en dos mundós¡ sino que, en el caso de la leilltad,
mente recompensaba el egoísmó de ·buscar la sal.vac:ióiif: o
sonill. Feuerbach expresó un argumento similar en
324
la misma época en que Comte escribía (1841).
humanista, que. imaginaron el positivismo y Feuer~
no deseaba o no necesitaba un apoyo divino, porque
su propio tipo ideill característico, en parte formu-
por la ciencia, y no por la superstición, que se inte-
en este mundo y no buscaba el más illlá. Por ello
un tipo ideill que liberaría ill hombre; le daría ricos
y no lo encadenaría a cambio de éstos, como
tipo ideill medievill. En este sentido,' Comte (y
allhelaban illgo similar a lo que buscaba Eras-
unión del humanismo de la Antigüedad con el
•-··•··~n cristiano, unión que se basaría en el conocimien-
y no en la superstición. El rituill de la nueva
de la humanidad, como el cristianismo de Erasmo,
libre de la ignorancia, del automatismo superficiill;
se a~oyaba en la razón, se interesaba en los pro-
de este mundo, y estaría inspirado en una dignidad
que la que pudiera ofrecer la Iglesia. Los críticos
positivismo de es¡¡. época (como Spencer y Huxley) no
ser más exactos cuando lo llamaron "catolicismo
cris~~nismo" (Simon, 1963, p .. 202)'. Sólo por su odiQ'
catoliCismo no captaron el contenido y el espíritu· del
no podemos hacer nada mejor que resumir
propias pillabras de Comte su visión del positivismo
comprensión de la psicología histórica:
regeneración de la sociedad no se logrará hasta que
arte se incorpore plenamente al orden moderno. A
resultado han tendido todos nuestros antecedentes.
el movimiento estético que se inició admira-
ul•~men¡¡e en la Edad Media ... formará parte de la gran
obra que ha emprendido el positivismo: la consumación
el restablecimiento de la estructura medieval sobre
base intelectual firme (1848~ .p. 332).
la ayuda del intelecto puede activarse toda la. corrien-
este movimiento estético. Con el auxilio de la cien-
325
 nJJ,LI::'"''-'-''~'
esta cuestión más claramente que ellos,
. , el 'hombre puede ampliar el campo y los tipos
0~ , d d · , el hombre ,necesitá una unidad de sig:nilic<tdo>s,
vidades para crear significados. Po emos. eor
ciUJ"'"'~u ampliarlos ál máximo. Por ello, pudo compren-
poner en escena sueños menos comp~ulsivos ..No
que hizo Edipo para volver su destino tan trágico
entablar duelos a muerte por el panuelo-feuche
No se castigó para purg-dl' su culpa, como creen
dama en, un castillo. psicmm;;úistas, , sino que creó una unidad con su per·
asumiendo.la responsabilidad de actos de los que
te no era responsable. Así su existencia personál
una grandeza y una importancia suprema y premedi-
(Hegel, 1920, vol. 1, pp. 252-253). Se aferró a los di·
fragmentos de su destino accidentál y, los convirtió
todo (en un todo ficticio, se debe aclarar) asumiendo
'res:pOinsa,bilida.d de ellos. Sólo así el hombre puede ele'-
la naturáleza, ál convertir el panorama neutrál
ili.;L'u'"'"'"" en algo significativo para ,su plan. Esto debe
una y otra vez, porque muestra cuán crucial es la
para comprender los esfuerzos del hombre. La tra·
de Edipo no resume la condición humana, determi-
implacablemente ,por el destino del individuo duránte
prime:ros cinco años de su vida, como los psicoanálistas
insistido fatigosamente durante más de medio siglo;
bien, resume la condición hlimana como' la trascen-
estética dei accidente naturál, del destino indife·

la filosofía del arte de Hegel es una filosofía del

y podemos comprender que es una ,filosofía de la
de la, creación humaná de significados esencia·
un mundo neutrál. Esto le permitió a Hegel advertir
para el hombre, es básica la creación de significados.
le permitió ofrecer algunos pensamientos singúJa-
una psicología histórica. Advirtió que lo ·impar-
del ideál (o sea de la creación de significados) es su
orgánica, su integridad y su riqueza, la gran área
,, ",..,,,ucu (o sea, de la personálidad) que 'incluye. Con
abstracción logró ofrecernos pensamientos que hoy día
expresar con términos más científicos que lo que
entonces. Por ejemplo, pudo afirmar que la 'fa-
mixta (como hoy día la llamamos) produce una sus-
32'7
326
 tanda ideal mayor que la que hoy día de1o.mniitan1os
lia nuclear (1920, pp, 252, 254). Dicllo ~CUWlli<UU<:ure
significa que cuando agrupamos a mucllos ín1iivid11ó•
un· solo ideal de esfuerzo mutuo y responsabilidad
" creamos un depósito más seguro y amplio de ·
para cada miembro del grupo. Históricamente,
mixto fue la Religión de la Humanidad de
miniatura, en especial en China, donde Dios se encoJttri
en el fondo y los antepasados. recibían culto en el
ancestral. Con el cambio histórico de la familia ·
mundo occidental moderno, hoy día tenemos
que nos permiten comprender la gran fuerza
nidad, y con la bancarrota de la sociedad ault;lol)n;u
hemos olvidado completamente los grandes beneficios
perdimos. Éste no es el lugar adecuado para hacer
lisis extenso del problema de la fanrllia mixta
familia nuclear, en términos hegelianos. Sin
mos que al perder las estructuras comunales
individuo se ha visto limitado. a fragmentos más
de los significados vitales. Hegel comprendió muy
este próblema. · En la estructura colectiva, cada
compartía una responsabilidad por los actos de
La familia era considerada como un individuo
todos sus miembros eran castigados por el crimén
individuo. Hoy día nos parece monstruoso incluir al
viduo en una masa colectiva, y en cierta manera lo es,
ello qfrecía una posibilidad que la mayoría ya no
la obligación de forjar una- unidad estética con la
vida, dentro de un contexto de significados tracsce~naent
Todos podían ser Edipo, por decirlo as{, al asumir
ponsabilidad ·por los sucesos accidentales de los
miembros de la familia. Por ello, también como
cada existencia abarcaba una vasta gama de sigmtlCaldos,
nutría con una sustancia interpersonal mayor. El
más insignificante de la familia podía apoyarse en
amplio panorama, con. sus muchos objetos, con su
único, con su unidad con la naturalez;t accidental.
hace hoy día el individuo insignificante? ¿Qué
328
. que no es insignificante, en su casa de
acurru~ándose junto a sus posesiones, sús pocos
su astilla arrancada del amplio mundo? Las ideas
aún son muy contemporáneas, como trató de
Josiah Royce en su importante obra The Philo-
of Loyalty [La filosofla de la lealtad], que es una
para algunos problemas básicos de la .re-
social; pero no la han leído los legisladores.
sociólogos.
embargo, a pesar de la atención que prestamos al
de las clases y las sectas, de la estratificación so-
del "grupo nuestro" y a las élites de todos tipos, no
logrado captar lo esencial que entendieron Hegel y
. que el estímulo básico para la exclusividad del gru-
que representa una protesta contra el empobrecí-
de los significados. El grupo exclusivo pone en es-
sus sueños ideales, y todos sus miembros los viven. a
Esto se apoya. en las personalidades combinadas de
sus miembros, incluso los antepasados con los que el
ere: que tiene lazos íntimos. Después de todo, ¿por
griegos prefieren casarse con las griegas, y por qué
no desean casarse con una gentil? En gran parte,
el extraño representa el empobrecimiento inme-
de un drama colectivo. Una esposa del exterior del
no puede contribuir como una del interior del grupo
del valor de su personalidad. Si ella tiene una
uu•<uLtdu rica, llena de misterio, el misterio que ofrece
amenaza; no surge íntimamente de un pasado com-
de un conjunto ancestral similar de significados
Además, su actuación daña el "sueño étnico"
permite vivir a todos. Crear. significados es poner
un drama: los parlamentos deben recitarse, y
obtenerse la convicción adecuada. El extráño al "gru-
judío, por ejemplo, no puede apreciar total-
los finos matices de un buen salmón ahumado o un
negro extraordinariamente bueno de un panadero
El griego que se casa con una irlandesa sencilla-
no consigue que ella celebre adecuadamente el feta,
329
el ouzo y' las aceitunas· machacadas. Por ello, no
minada la sustancia ideal por la intrusión de una
con nexos y responsabilidades extraños, sino
mundo de la actuación cotidiana. Se ven en
millares de modos insignificantes como se crean
mente los significados, y el individuo no eseucha
lamentos adecuadamente entusiastas sobre las finas
liaridades de la calidad de los alimentos, que lo
firniemente en el mundo. Por ello, cuando un
gunta "¿Cómo puedes vivir con una gentil?" H;•<UI.Jl.l<=''L<=
nifica: "¿Cómo puedes renunciar a las dos
cesita más el hombre?" La primera de éstas es,
hemos dicho, un conjunto de significados .
pasan sólidamente a través de la~ genera~ones
individuos, un conjunto que permite asumrr la
lidad de un amplio panorama del mundo humano,
traste con la naturaleza sin significados; la segunda
también es indispensable para el Homo poeta: exaltar.
dianamente la vida, pregonar los millares de
. significantes de lá realidad que mejoran la exi~tencia
hacen digna de vivirs<';_. Casarse fuera. ~el propio· .
meter un fantasma en un mundo VIVIente. En el•
tradicional, la esposa era adoptada formalmente
familia ·del marido, con lo cual ella perdía a su
se unía a la de él, incluso a sus antepasados.
En la cultura occidental, históricamente ha ido
nuyendo el depósito de significados en que .el
puede apoyarse. Creíamos q?e el creci~nt~ .u". . ·'"''-'Ua.uo
haría la vida personal más nca y más significa uva,
realidad ha sucedido lo contrario. En el campo de
tos y en la riqueza de la actuación compartida, el
moderno cada vez se ha limitado más. Para poner
na los sueños y vivirlos, debemos relacionarlos con
objetos, y .ser capaces de actuar con todo un grupo
En la Edad Media, casi toda la sociedad estaba
por una gran actuación, y toda la estructura de las
estaba constituida para servir a ésta. Todo el
la sociedad, de. alguna manera era importante
330
siervo tenía un lugar en el drama del señor
la tierra tenía derechos y deberes, etc. Este ·pano-
demasiado bien conocido para que sea necesario
una vez más. Sabemos que la subyugación de
inferiores no era nada envidiable. Aunque la
completa o no, aunque la subyugación se
en 1~ f~c;rza y en la tiranía, había un depósito
significados que se extendía en forma interre-
á u·avés de toda la sociedad, o en su mayor parte.
es -la visión de conjunto que Comte advirtió que se
perdido. En el caso de la sociedad de castas de la
· ésta la explotación. El sentido general
..respcJniia(llll.aaa le ofreda a cada individuo una oportú-
. de colocarse dentro del todo y de sentir que su vida
una unidad que comprendía muchos objetos y des-
sociedad posmedieval se dividió en clases que ya no
una responsabilidad conjunta. Sólo las ·clases
podían poner en escena un drama rico,. aunque
un drama totalmente distinto en el aspecto social. En
mcwctaa industrial moderna se ha debilitado aún más la
de clases, y tienden a generalizarse los estilos de
entre éstas: en. el siglo XIX en Europa había
diferencias entre la nobleza y la burguesía, y en las
industriales comerciales muy desarrolladas, como
Unidos, hoy como nunca hay menos diferencias
los numerosos empleados de oficina y las clases supe-
en los estilos de actuación generales. A esto se añade
de la bancarrota de la familia mixta, y la
movilidad y los matrimonios fuera del grvpo. En
to, esto representa una grave disminución de las
de poner en escena los sueños, de la estética
significados vitales que pueden obtenerse. El hom-
las masas, en el sentido en que este término tiene
nn·rt,nri" para una psicología histórica, debe ingeniarse
exaltar totalmente sólo la vida.
su manera tan sugestiva, Huizinga estudió este ·pro-
a través de la historia, y llegó a ·una conclusión
331
similar. Investigó los "ritos agonísticos" universales
los llamó) que son las formas .parti~ares ·que
sociedad para que cada uno de sus nuembros
ner .una estimación propia.. Ésta es otra manera de
clonar lo que describimos en el último capitt;l?:
viduo necesita creer que es un locus de sigmficados
mundo significativo, y que debe entablar un ~·~~.-.v ..
un fragmento de la realidad. Todo hombre es su
artista, se crea a .sí. mismo en el mundo, basándose
cualidades particulares, viendo cómo se reflejan sus
res a medida que le da vida a un fragmento COJlVinc1
de la realidad. Todo hombre desarrolla lo que
desafiando al mundo para probar su superioridad;
se basa el agonismo. Después de todo, para el •u,uv .•uutn
manera más convincente de modelar sus significados
mostrar que puede hacerlo; y el hombre sólo puede
nar las cosas en competencia con sus semejantes,
demostración de un desempeño superior.
Ahora bien, las culturas siempre se han
esta demostración de la superioridad del individuo de
manera o de otra, y Huizinga investigó de manera
pológica las diferentes formas de los ritos agonísticos
sociedades a través de la dimensión histórica. Así
ver muy claramente un proceso fundamen.tal en
podemos llamarlo el proceso cultural básico:. el
de cada sociedad en las maneras como le permate a la
establecer su sentimiento de valor.
En las sociedades primitivas, el individuo se
fácilmente de los otros superándolos en ciertas u<Luu•uo
apreciadas por la comunidad: la cacería, las
En la antigua Grecia· sobre todo el atleta tenía el
social de pavonearse; en Roma, los gladiadores y los'
militares se jactaban ante la mirada del pueblo
miraba. En otras épocas, pero generalmente en nt'ITf'tes···rr
bajos de admiración, los artistas, los poetas, los
y los santos se distinguieron por la creación "~'Ju•~u,.a.
su propio talento especial. . con sus preferencias idiosincrásicas, perturba la
Esto es muy conocido, pero plantea un problema
332
la psicología histórica: ¿Cómo podemos fomen-
:dneces:ai'lto y lo bueno en la creación agonística de
en una sociedad sin promover lo malo? En
¿cómo podemos usar los aspectos liberadores
idios;m.a.:as:ia sin. ser presa del sadismo que los acom-
Esta rmsma pregunta se aplica a todas las sociedades:
promover ~l tipo ~ás intenso de actuación agon{5•
que la sooedad catga en la anarquía o se convierta
campo de juego para las capacidades destructoras
hicieron los militares en Roma? ¿Cómo control~
ctu:aCJtOn a?o.nística sin ahogarla en el amplio sadismo
cotidiano? El problema de liberar al individuo
contra la cultura establecida se resume en estas
Intelectualmente, en Occidente el problema es
~~mo Só~ates. ¿Hasta qué grado puede la so-
permitirle al mnovador ofrecer nuevos significados
a las formas culturales comunes?
1eiJtocmatr a Sócrates realmente es resumir este. proble:-
. q~e fu~ sente?ciado ~ muerte porque pertur~
juego sooal sm sentido crítico al que se jugaba en
en Atenás. O, en términos de nuestro análisis
afirmar que cuando el individuo no intenta ·oh~
significados jugando a un· juego culturalmente
realmente ataca esa forma de juego particular
gn:tnc:auos. En este sentido real, Sócrates fue un ene-
ciudad-Estado, como casi siempre lo son los
los que aprecian más el orden social que el indivi-
divisivo, Sócrates puede parecer el arquetipo del
intelectual socialmente perturbador, como lo fue
'"··~~~.,. · Sorel. Sorel reaccionó ante el individualismo
del siglo XIX, pero sabía qué estaba en juego en
Comprendió la natllraleza básica del Horno
el hombre no busca la verdad en la. sociedad o en
establecidas; realmente desea un rito colectivo
crear significados. Cuando un individuo irrumpe en
. que el grupo necesita para • proclamar su propio
333

valor. La estética en. ningún sentido es una cúestión
tada de una verdad abstracta, sino de una integracióD..:
niCa total en un fragmento de la realidad, en el que ·
un acuerdo común. Los grupos (como se sabe)
tan deformados en su estética como cualquier
después de que se ponen de acuerdo en. que un
realidad es deseable, desarrollan las capacidades y el
necesarios que les permiten relacionarse con ese
de la realidad. ¡Pobre del que tenga otras ideas!
Los verdugos de Sócrates no vieron (y el grupo
se permite ver) que para sobrevivir en un mundo
bios continuos es conveniente escuchar a los que
con nuevos tipos de adaptaciones. De hecho, como
afirmó en su obra Las dos fuentes de la moral, el
dor radical puede· servir .de instrumento para la
creadora. En nuestra época, como lo sabemos penosrune1
el problema de conservar los mejores aspectos
y de eliminar los peores se ha convertido en el
de nuestra supervivencia. La historia nos ha "'u''"'·'<lucu
en los periodos de cambio social rápido, se recurre
peores fo~mas agonisticas: la ostentación superficial,
quisición de cosas materiales, la competencia
guerra y el odio. El problema es tan antiguo como
cadencia de las sociedades tribales organizadas.
distinguía a la mayor parte de las socied~des
las históricas erá precisamente que el agomsmo.
trolado y funcionaba en forma socialmente . gigantesco que seguramente avergonzaría p~r
puede decir que en el nivel de la tribu las energías
doras del agonismo encontraban su mejor uso.
sentido, la sociedad primitiva era más "racional''
histórica y civilizada, como algunos antropólogos·
áfirmado (cf. Dirunond,. 1963, 1964). Los
mayor parte se ingeniaban para permitirle al
una relativa libertad para exaltar sus energías en
·presente. Se ingeniaban para combinar esta "'"'"-'-''"'-•uu
un código estricto de mutualismo social. Este es
que inteligente al .problema del agonismo que desde
ces ha perdido el mundo. En la Edad Media, se
334
mezquinrunente de- emplear de nuevo algunas de
Cuando la Edad Media declinó, ya no fue
controlar la necesidad del hombre de convertirse
locus de significados primarios, aun a. expensas de la .
que lo rodeaba.
podemos comprender los dilemas de Pascal en la
en q~e declinaba la sociedad medieval: ¿Cómo edu-
los mnos en u~ ~undo divisivo? Pascal pudo adver-
la fuente prmCipal de la educación era la necesi-
encontrar un valor en sí mismÓ, que los niños
ser educ~dos para buscar la gloria y la envidia, 0
mane~a tombent dans la nonchalance" [caen en la
(Lovejoy, 1961, p. 245). Pero en la actual sociedad
c~ando son-educados así, recurren a un agonismo
esta controlad?, a las _meras apariencias jactanciosas,
social basada en la codicia y en la coro-
Pasea! sólo pudo lrunentarse del problema, y ex-
que ha llegado a ser nuestro moderno lrunento
·. que el hombre ha dejado de "ser" en cualquier
. sóhdo Y que, en vez de esto, sólo busca "parecer".
mismo lamento se expresó en la época de- Lucrecio
Séneca,. y en todos los periodos históricos en que no
una VIda ~omunal integrada para ofrecer una estruc-
favoreciera el esfuerzo individual natural.
. un buen panorama del problema histórico
'~'"uoJ.JJtu ~I. comparamos el potlatch primitivo • con el
Huumga caracterizó a la sociedad romana como
a los prototipos primitivos. En la sociedad pri-
el potla:ch aún estaba parcialmente empotrado en
mtegrada y recíproca: formaba parte de la
controlada de _significados que era muy benéfica
el grupo soCl::I· Pero en la época del Imperio
el mundo occidental desde hada mucho había
característica de los indios de la cósta norteame·
en que la propiedad se regala o distribuye
.-a,·,nrn ·
para adquirir· o mantener un status social de-
335
perdido ía integración que era ~apaz de convertir
latch en algo socialmente benéfico: entonces ya_ .
f . de ostentación sin un verdadero contemdo
una mma . · · al'
El Imperio Romano sólo deseaba mst~tuoon tzar
mente lo que la República ya había realtza~o: una
construida sobre la esclavitud y las gana:r:cias,_.:t:•..:.:t,,_,
yada por la fuerza, dedicada a la ~lona .
romanos debían apoyar su potlach pnva_do c?n pan y
para el pueblo. Se excedieron para. divero_r a las
desposeídas y para conquistar la glona medi~te el
mo ·más conspicuo, ostensiblemente para el bien del
do El Coliseo se inauguró con una matanza de 5
m~es salvajes durante el primer mes. Cuando se
historia de Roma casi parece que la man~factura
nable de bustos de los ciudadanos favorecidos (que
tan nuestros museos) fue pagada con la sangre de
orgullosos y de hombres valientes. Basta retroceder
para convertirse en un primate superior. El .,,.,.,.,1~1Mn
tanta vida vibrante y concreta servía para la
de los bustos de los primates en su mayoría in,de¡;criipti
bustos a los que les era muy difícil participar de
vibrante y concreta. Este parece. ':n trueque InJilOJJlt:,.
nos permite ver lo que los partiCipantes .del
caban, que es precisamente lo que lo ~ada
Buscaban lo que. necesitan más los primates . . ..
'f'can casi cualquier cosa para obtenerlo: ·
l o que sacri I
timiento de valor de sí mismo, que s~ b~a _en
licos, y no en los sistemas nervios~~- m~onovo~. .
lo otros animales. Lo que parece anonatur~ e~
ue de la carne tangible bañada en el_ misterio
q . a alimentar ·la inflación· simbólica de sí
sangre, par . d 1 n,.·.,. "'"".
Esto no parece ser la "intenci~n" e a .•
demos pennitirnos este pensamiento teleológ¡co
ble. Pero refleja cierta verdad. La naturaleza
de cuidar a todos los animales que poseen re:acc:tollf
tiritivas. La prueba es que aún se e11cue~tran aquí¡
de la destructividad de nuestras necesidades,
Pero la naturaleza parece haber abandonado a su
336
simbólico, y es precisamente la manera como él in-
necesidades lo que· produce esta· devastación
hntw_rrn romano lo siguió el intento medieval de in-
responsabilidad social y altruismo a la sociedad ca-
feudal tiránica; pero no hubo una síntesis. real, y
del de la sociedad medieval. se celebró el potlatch
.K~:u"<.u.u•c:.uto, y los potlatch reales de las monarquías
finalmente apareció el gran potlatch moderno
sociedad comercial industrial de consumo (cf. Dorf-
1934). Este último se parece más al potlatch de masas
sentido comunitario original primitivo de la idea.
la historia en ciclos? No, el parecido sólo es
y exterior; se semeja en el ritmo y en la extensión
distribución. El moderno potlatch de masas trata
pel·"u"!.Llt:lli.Lt: de recobrar el sentimiento básico del va-
de que gozaba el primitivo, pero ha fracasado.
señalamos en otra parte (l964a; 1964b), ha fracasado
el sentimiento básico del valor humano puede con-
haciendo, y no sólo poseyendo. El moderno potlatch
es mecánico, estéril; y no tiene relación con uha
integral de valores trascendentes.
'botlatch nos muestra lo que busca el hombre, y cómo
técnicas para obtenerlo. El hecho de que. se use
similar en diferentes épocas históricas es ins-
mismo. Los apologistas de la moderna socie-
nmerc:ial han citado esta similitud histórica exterior
época de Hobbes, Mandeville y Adam Smith, para
.que la naturaleza del hombre lo impulsa funda~
a jactarse y a apoderarse de las cosas, a con-
pr,opliedad,es a expensas de los demás, y que por
el Estado sólo existe para regular un proceso
Pero, en realidad, esta técnica muestra algo mu-
sutil a los investigadores de los ritos agonísticos:
necesita sentirse valioso, pero consigue esto de
de acue1·do con sus semejantes. Cuando fra-
..v .........v social para .la regulación ordenada y mu-
de sí mismo, el hombre sólo usa la técnica
337
para poseer. Esto exactamente ha estado ~u<;eu~enLuo
la ..decadencia de la sociedad primitiva.
continuado siendo el recurso principal re<::u:rTeJilte
nible para obtener el valor de si mismo. La llllLu~<ug¡:
nómica del siglo XIX, que· aún existe en Occidente,
eficazmente maltratada, después de Marx, por los
antropológicos que muestran que la tenacidad
de la jactancia en Occidente, _junto con la
social agresiva, no es un rasgo humano.
sociedades le permiten al hombre lograr su serltullli<~tit
cesario de valor permitiéndole destacarse de los
modos que no son destructivamente competitivos.
esto, como vimos en la primera parte de este libro
ñalar la obra de Novicow y de otros antropólogos
nos) decididamente forma p~te de la historia de la
del hombre. Podemos afirmar que el emcrelua:rm<!ntl
nístico básico es royceano y no hobbesiano:
acuerdo en la comunidad humana, y no las fuerzas .
tales del egotismo del individuo.1
También advertimos que los pensamientos de
coinciden con los nuestros. Como Pascal, hoy día
mos el orgullo porque conduce a la jactancia del
dor, quizá el agonismo más .vado de todas las
tóricas, y ciertamente el más solitario, ¿Debe
que el !10mbre moderno se vea impulsado tan
1 Aun el llamado "instinto de lucha" humano
varse en gran parte del aprendizaje social. Se UCl>aJ.:lUll~
dalmente cuando el individuo se ve obligado a
miento de su propio valor con medios sociales
cuando la sociedad específicamente considera la
como medio para crear significados (ej. Huizinga,
Bajo esta luz, sería importante estudiar de nuevo
sobre-las sociedades primitivas, donde previamente
cado categorías psicoanaliticas como . ~'odio ag¡res:tonL.>
dentes": Creo que sería más productivo
tipos diferentes de "agonismo" común (cf. E;
pítulo 9). Pero este nuevo enfoque produciría ·
·grupo, pequeño pero tenazmente activo, de "los
psicoanaHticos" en las ciencias sociales.
338
algún tipo de afirmáción en algún
~ los deportes para las masas con sus espec-
grw~n, en los. c;>mentarios de los promedios de
los chismes cotidianos acerca de las celebridades
¿Necesitamos añadir que este tipo de "unidad
de las graderias" no es una unidad? El hombre
de masas es como su prototipo· desposeído que
,...,~1-'·~~~·~ los combates en el Coliseo, pero con grandes
hoy día tiene que trabajar muchas horas en
aburrido, y no recibe pan gratis, ni le es posible
OCJtos:am.ente a los dados a la sombra de los grandes
públicos (cf. Dorfrnan, 1934·, pp. 431-432).
lo presenciamos hoy día, el hombre. también pue-
_enrolado en el ejército y enviado a luchar a una
a la que se opone, o cuya necesidad no comprende.
le ofrece estos sustitutos de algún tipo de gru-
algún tipo de comunidad, y, como hemos apren-
los sustitutos más peligrosos. Además de la unidad
de. espectado:es, del grupo de la guen-a, hay el
odio, con su .mtensa unidad y convicción: el Ku
los grupos de poder "blanco" y "negro". Éstos
grupos agonísticos socialmente creadores, como lo
descubierto para nuestra· angustia. Cuando la socie-
almente trata de crear algún tipo de unidad crea-
el ciudadano f~el y tranquilo, lo más que parece
ofrecerle es la umdad de las carreteras intercomuc
en las que él viaja regular y confiadamente en la
fabricada en Detroit, a la que ata a, su pequeña
. nuclear. Esta unidad sustituta nos cuesta 50 mil
. de seres queridos al año; pero él lucharía a. muerte
esta unidad. Como. todos los otros animales
sapiens defiende su más pequeño fragmento d;
porque es el único que· conoce.
cambio histórico en la perspectiva del tiempo
que bosquejamos este panorama de las necesi-
}llUUlarlas y de las circunstancias históricas, creo que;
339
por encima~ de todo, rugo resulta claro: la
psicología histórica es enseñarle al hombre cuándo
do social está abrumando su espíritu. Como
final de este problema, podemos mencionar el.
bio que· se ha realizado en la sociedad
actitud general hacia el tien;1po vivido. Ha habido
bio en la perSpectiva del tiempo, un cambio de
de la felicidad presente a la futura. Esto forma
problema agonístico y de los ritos, del vado
del empobrecimiento de la vida que hemos
nando; Como observamos en nuestro examen
lo principal es que intensifican el momento 'Y
Insistiremos en esto por última vez, porque es
extraño en nuestras vidas. El rito es el foco de ·
energía orgánica y simbólica humana que intenta.~
todos. Íos significados vitales del momento presente.
las perspectivas del tiempo se cruzan en el
pasado y el futuro se realizan en el "ahora", ya
exalta el acto total orgánico~simbólico. Todo el
se ve atrapado en un tipo de movimientos ~~···~11 ··-·-•--~·
lo convierten en el centro temporal de toda la
se trate de una danza, un ademán sagrado, o beber
copa dorada. Todo el· universo humano se · . . . . mod~rno eri la mayor parte de sus actos evitd
un instante, el universo como es soñado, imaginado,
se percibe en el proceso interior del organismo
complejo: El rito és una afirmación de la vida eri
sente, una exaltación de lo único que la vida
orar: su propia existencia consciente.
Algunas culturas exaltan el momento más que'
de diferentes maneras. Cuando James Mark
servó que 1a cultura francesa era más estética que
americana, probablemente deseaba decir que la .
francesa tradicionalmente ha celebrado el presente,
do las virtudes del buen vino, la comida, y las <..u''''-''.1"-IJ
los cuerpos femeninos. La expresión "goutez-moi fa"
heme eso"] no puede traducirse bien, pero
cluye el sentimiento de que comer un manjar es
interpersonal, cuya· importancia debe señalarse. Al
340
de buen cordero o al toml!I' un .buen vino ,
1 . . al' . .~
e momento,
}"al se re Iza un rito que exalta la VIa'd .
.Iter mente "se aferra" a las papilas gustativas
semeJantes, esperando la declaración de que el pre-
ha consumado. La mayoría de los norteamericanos
exL.l"-.'..u, a esta forma de juego, y a menudo les disgus-
ntos corteses de ~uchas cu:tu~~· porque suspenden
li11'""·'-u•v••"" mercantiles por InSIStir demasiado en los
formales .. A~ la !órmula cortés "después de
les parece una VIOlaaón mnecesaria al proceso prag-
de trasponer el umbral de una puerta.
uuu"""' .de la época comercial~industrial, por haber
los ntos, no comprende su v~rdadero sentido, que
exaltar lo caracterlstzco de un organismo
que desempeña la sencilla tarea de desplazarse
Al hacer hincapié en los "negocios", en que las
h.agan para que otras cosas puedan· hacerse des-
. as1 obtener un lucro al final, el hombre moderno
lo que es~á suc~diendo en la cultura occidental. Ha
un cambio de la recompensa ~presente por la futura.
que en la Edad Media se· pretendía· alimentar la
el presente con varios ritos dedicados a exaltarla
Importanaa al momento. En vez de esto, dedica to·
momentos actuales a conseguir recomp~nsas en el
El proceso ya estaba enraizado en la Edad Media
se, b?scaban las recompensas en el otro murido;
advrruó Comte, precisamente esto se opuso a las
terrenales de la caballería. El futuí:-ismo
. plenamente co~ la ética protestante puritana, en
hombre renunaa?a a todo goce. presente. ]\!rito con
:La<u:u.ua de la umdad social. y· de lá posibilidad de
es~ena un drama en el presente,. la perspectiva
literalmente "atrapó" al hombre.
recibió un poderoso impulso cuando la idea
apareció en la escena histórica. Uno de los
factores que contribuían a "vivir en el presen"
sociedad ritualista era que se creía' que el futuro
341
no prometía nada, y que la Edad. de Oro de
se encontraba en el pasado. Esto ayudó al
centrarse en lo posible en obtener por lo .
presente algunos goces que habían sido posibles ·
sado. Pero con la idea del progreso no sólo se
pasado, sino también· el presente. El futuro tuvo
gran valor, y por ello el presente debió sacrifiicaJcse;
del progreso, influido por la ética protestante
tuvo que unirse con la moderna: sociedad co1nercial ;
tria! y su mano de obra asalariada para completar
ceso: todo el panorama desembocó en las re1:on1pe:n
turas; Hoy dia el hombre trabaja, con horarios
un presente muerto, .sólo para .intercambiar· su
las mercancías de la sociedad de consumo (cf. E ..
1964a, capítulo 7). Semanas. de tiempo muerto
a· la, emoción anticipada de la compra, que se
da por el nuevo anuncio: el.individuo ya no
feliz con su nueva compra, porque un nuevo
al día siguiente. Entonces, debe comenzar de nuevo~
comprador se ve atrapado en el· más. vicioso· de los ·
El resultado es la completa .abolición de todo
to. que el organismo pveda tener de que está
sus energías. al momento, por su libre voluntad y
neamente, y que la vida aumenta su valor. El
la perspectiva del tiempo a la recompensa futura
huyó a destruir casi totalmente la posibilidad de
tación estética de la vida. Al confiarle todo al
intercambiar las propias energías por la
lás cosas se volverán cada .vez . mejores,
pierde el presente. Sabemos que el animaluuw<LH\J
rie presente; el pasado y el futuro son ab:str:1cciortes;
er presente es real (cf.' E. Becker, 1964á, capítulo~
· Perder el presente significa perder .la vida misma,
exactamente lo que ha sucedido" al hombre mrldf'rnr
2 A medida que el' hombre moderno perdió
dé que tenía importancia en un presente ritualizado~
buscar sustitutos de la afirmación de sí mismo. El
del consumo, al que me. referiré más adelante, es·, una
342
Weber hizo una lúgubre predicción sobre el
Leviatán burocrático en la época moderna: que.
perspectiva necesaria, pero lamentable. Quería de-
.era necesario para mejorar la adaptación del honí"
lamentable, porque. sacrificaba toda la riqueza y
de la vida a un puro proceso pragmático.· "La
oua............. vu funcional, como se ha llamado en la termi-
moderna, reduce. todo a la utilidad, al resultado
al tiempo áhorrado, a la eficiencia conseguida, al
acelerado, al dinero que se gana. El hombre despil-
presente, la única vida que tiene, por el nuevo
a trabajar para alwrrar; ·para vivir en un
que nunca llega ni puede llegar. Cuando Huii.inga
de la decadencia del rito en la vida Illoderna,
que la civilización se había vuelto imposible, se-
quería decir esto. No hay mejor manera de
la renuncia automática a la vida que se realiza
en nuestra sociedad. Nuestras vidas están en han-
son superficiales, sencillamente porque no vivimos,
por nuestras energías estéticas; la: civilización nó
vuelto imposible, sino que •se ha olvidado ·la vida
La manía por· los automóviles que· áhoga nuestros
y nuestras cálles forma parte de la bancarrota de
moderna: estar tras el volante y manipular los
es uno de los últimos lugares donde se pueden
las energías directamente en el presente; al con-
como al esquiar, se forma una unidad con el paisaje
Mientras el conductor sale y entra del tráfico re-
" de este problema; el nuevo fetichismo sexual de nués-
es otra solución. En otras palabras, la sódedad alien-
stistitutos de la afirmación de sí mismo pará el em-
hombre moderno; lo mismo hace la biología. Estos
significan una esclavitud casi completa del' espiri-
Los investigadores del problema deberían mostrar
las interrelaciones de. la pérdida general .de signifi-
la sociedad moderna, y los nuevos juegos pára lograr
que se ofrecen como sustitUtos. Como observaremos
IUC'!ar:tre; este estudió precisamente lo iniciaron Marx, Ve-
c. Wright Milis.
343
clama unfragmento del mundo para su propio
superaremos la manía por los eautos ecuando esto se
imposible físicamente, o cuando _empec~os ~
manera de vivir en que sean posibles satisfacciOnes
cas socialmente importantes y más dignas. Mjienti:T~'""t"
la industria del automóvil, que ha olvidado
Fourier sobre las deformaciones sociales de las
exige a cada nueva generación que dé rienda
"deseos naturales". Este fracaso lo resumió an:rat>ia•datn.
el comediante eLenny Bruce, cuando preguntó:
demos obtener satisfacción sexual si no es COJldliCÍ«~ndlo
automóvil deportivo?" ... Un individuo que
le dio un tiro y ásesinó a un extraño porque se ~'-•uu uc
del volante de su auto es el perfecto "hombre
moderno. ¿Dónde más podría obtener el
valor básico si no en el dominio exclusivo de su e
única forma de juego?
El atractivo de .los cultos orientales, como el
zen, responde a una verdadera necesidad que
determinado sector sensible e insatisfecho de ........ ~w•a.u•
ción. El zen, epara su partidario moderno, significa
para el caballero medieval el bushido: es una
ción ritual de significados. El moderno seguidor
s6lo intenta corregir la terrible deformación de la
tiva del tiempo que sufre la sociedad. Trata de
desesperadamente de un presente vital.
Cuando Huizinga señaló que la peluca emmolvaeda,
costumbres que la acompañaban se abandonaron
de la Revolución Francesa, advirtió atinadamente
cambio no sólo era un asunto triviai y extraño.
ladón y la democratización de las costliD1bres 11um~wa:
muy lejos de ser poco importante. La transl[or:maecióirí;<
mentalidad y de la sociedad a partir de la -"'.t:vu•u•-'ue''e"
cesa se revela en esto" (1955, p. 193, cf.
El "uniforme" de la revolución posindustrial
del futurismo de la perspectiva del tiempo. La
progreso y ede la jornada de trabajo asalariado,
mente minó la creación de significados en el
344
a la antigua sociedad. Esta profunda transfor~
del pensamiento hizo que la peluca empolvada pa-
inútil, estéril, falsa. Desde el punto de vista de la
pro~e.stante, la ~tación del epresente parece efrívola
vrril. Hay estOiosmo en la renuncia que hace que
eel presente parezca poco valioso, pero debemos con-
est~ pregunta: ¿Quién erenuncia a qué, y con qué
rmporta.nte? La ética protestante que sacrifica el
humano a las metas futuras, convierte al hombre en
Y n~ en un fin. El trabajo asalariado y el futu-
de la é~ca protestante fueron afines a la época sta·
en Rusta: construyeron une mundo industrial renun"
a la vida presente. Quizá algún día se intentará
la balanza; cuando se haga, no sólo será cues-
de desarrollar los medios para la comodidad, sino de
iDl"C~llLLt:l"lit: de todos lOS hábitOS que eSe han desarrollado
estos mismos medios. Hoy día la enfermedad
moderno es casi mundial. El mundo comercial
Y el ,comunista soviético comparten el mismo
sacrificar la vida al hábito inculcado del futu-
· la tarea de una psicologla histórica madura
un bosquejo burdo de algunos procesos históricos
contribuido al empobrecimiento de los significados
Aunque elemental, nos muestra cómo la unión de
y d~ la hi~toria puede efectuarse, cómo puede
(al IDISmo tiempo) el panorama. histórico más
de la condición humana, junto con una psicología
La tarea de la psicología histórica en el futuro
más las observaciones. de los hombres que he-
menciionado, .y basarse en éstas para presentar el pa-
más amplio, coherente y sólido posible de la condi-
a través del tiempo. Cuando vislumbramos la
de este panorama en el presente, resulta asom-
su importancia científica. Representa una unión
Y Freud que puede acusar a la sociedad en. todas
345
partes de Iimit'ar al éspíritu humano, y- nft·Pro>t-:1
cdticás exactas que muestren esta uuu ••,._.,,u.
Marx y Freud señala la verdadetá finalidad
la ·que han ·insistido los filósofos desde
e~ retoño singular de la naturaleza cuya
consiste en "vivir el sueño de la rr,,,.,..,,.,r,··
1924, pp. 38, 43 ss.). Al acumular este \.UJLlu•CUineJ
tífico y estas categorías o-iticas exactas, l\!Htx
donó las ideas de Marx, analizando '-"ll"""'-•v•~t:;¡
en flmción de sus estilos entrelazados de crear
La obra de Veblen: también forma parte. de es
y es importante para éste, quizá aún más que
porque tiene ún agndo sentido crítico. P~ro el
florecimiento científico de todo este enfoque social
escala ha tenido que esperar hasta ser completado ·
psicología individual compleja; Se debió esperar
hablar, como lo hicimos en el capítulo anterior,
de los significados del individuo, de los varios
los diferentes tipos de conductas disponibl!¡s pata
duo (cf. también .E. Becker, 1964a, capítulo 7).
que comprender el problema de reunir los stgntlttc~ldc
un estrechq fragmento del medio total para .........<11
tipo de dominio, algún tipo de afirmación, de sí
"fetichización del campo", un intento torpe pero
de deslindar algún locus dócil de la actividad, ·
indivinuo ·está ·nadando en un mar de cosas sin
Cuando ·juntamos estos dos polos en un
sucesos de la historia se vuelven: más lógicos, nit~den":Íl'
más su dependencia del azar. Por ejemplo, rio ·fue·
mera coincidencia accidental que el "fetichismo de las
candas" se le ofreciera al, :nuevo hombre· de la
mercial~industrial, cuando ·la sociedad tradicional
da en Occidente; también es sólo accidental que
éite mismo ·fetichisn;w le sea ofrecido al hombre en
en .África cuando desaparecen sus sociedades
Es la misma historia del hombre asalariado que
sus poderes orientadores. a cambio· de recompensas
Una psicología histórica: madura debe armonizai'
346
·comparar las ganancias con las pérdidas .en
y época histórica determinadas. Esto mostra"
que pagamos en· potencial humano por .la
cierto tipo de hombre. Por ejemplo,. hoy día
que la "libertad" del moderno hombre consu-
una ilusión, que, aunque los bienes de consumo
· facilitar su vida, los compra con demasiado sacri~
volverse más rico y libre.. Ha perdido la posibi-
crear sus signific.aaos, porque la nueva sociedad
Pon'""''L"' de los medios· para hacerlo: las ideas so-
trascendentes, la familia .unida, el dto fecundo, el
de la tradición, el sentimiento de tener un lugar
msnn1a. y hasta de vivir el presente.. El individualis-
nm'"'"'·uu es un lema, una ideología, pero no un:a reali-
Podemos afirmar que. el hombre moderno ha
más intensamente como persona, sencillamente por-
le han quitado sus raíces. Su forma intensa está vada,
así; tiene un. potencial sólido· que aún no rea-
individuo ya no está' inmerso en las obligaciones
Ll~L.uu.u><,., de la sociedad familiar tradicional; tiene la
de buscar sus significados, de imponerle al
una huella más característica. Pero: el,beneficio de
·importancia individual potenciaLse:ve contrarres-
con un enorme peso (que una psicología histórica
definir en cada época): la carga de la creación de
propios signifiéádos.
nuestra época, con la decadencia de la familia tra-
de los ritos sociales y de los ideales trascenden"
el hombre debe buscar la "sustancia", como lo señaló
Debe buscar unos significados·· que lo trascienden.
realidad hoy .. día las·· "organizaciones" pqrecen encar~
de ofreéer. un fondo. de significados ideales para col-
. el abismo dejado por las formas más tradicionales. El
al aceptar desempeñar papeles burocráticos,
más sustancia. Adquiere los destinos de muchos
organismos y puede considerarse responsable· de sus
del jefe de una compañía, su ex presidente, etc. L~
empn~sa, como sabemos, también tiene sus ritos. Su suite
347
para ejecutivos;. la llave sagrad~ del . excusado.·
tivo, etc. El hombre moderno, mcapaz de
cados para sí mismo, :aun con su forma de imiiv'idu
delineada más profundamente, en realidad rf'lnit,f'<•l
mersión del individuo en las masas, como
peores aspectos de la sociedad tradicio~al.. .c.JI.<t.<-IL.iiii
como en la familia mixta, gana en segundad y en
cados lo mismo que pierde en libertad subjetiva.
que esta analogía sea completa. En· muchos
empresa moderna resulta un tru~que m~o .P?r la
mixta, y en especial porque define al m~VIduo
función de su papel de hombre econórmco
obtener recompensas en el futuro. Por ello no
su: presente, sino que lo limita a una faceta, lo
posibilidad de tener. muchos ~spect?S, r
por COllSilnJil
de trascender su limitado destmo htstónco.
El conocimiento de si mismo avanza al mismo
la desilusión; realmente sólo después de la segunda·
Mundial pudo advertirse plenamente el vado de lá
moderna. Percibimos el vado mecánico de las
ciales en contraste con el gran precio en vidas
que debió pagarse. Eñ pocas palabras, advertimos el
me costo en organismos humanos de los lamentables
tos del hombre moderno por crear significados.
Los dramáturgos ·existencialistas, sobre todo,
claramente esto, y advirtieron con profundos uc:L<U.Jlt:3 .• <
la creación de significados eh la época moderna era
table~ Las piezas· teatráles de Samuel Beckett son una;:
matización por excelencia de· la creación de. sig:niHc:a<
por medio de palabras y sonidos. Sus personaJeS son
o están solos, y se encuentran fijados estrechamente·
fragmento de la realidad. Con su profunda visión
Beckett:resume todo. lo que el hombre busca y por
puede :descubrir lo que desea en el mundo moderno, ·
sé si Beckett intentaba lo último, pero seguramente
prendió ·lo primero. Su obra Endgame [Fin del .
una percepción; de estatura shakespeariana, de
ción humana; pero apropiada para nuestra época.
348
alegría que Stendhal anhelaba, porque Beckett que-
el fracaso peculiarmente moderno: la necesidad
significados y la imposibilidad de hacerlo uno
En Fin del. juego, el principá:l personaje, Hantm,
y durante toda la .obra teatral permanece inmó"
su silla. Todos sus esfuerzos están encantinados a
en contacto con un fragmento de la reá:lidad,
de manera convincente en el mundo. Pero, como
hacerlo, debe utilizar a un sirviente o valet
intermediario entre él y el mundo de los sucesos co-
El diálogo cotidiano entre. el individuo y el mun-
retrasmitido a través de un intermediario; el efecto
.· es subrayar el .hecho básico de la existencia hu-
el hecho de que la acción está compuesta por una
de sucesos insignificantes, que se expresa con pala7
sonidos de palabras; que todo el organismo humano
en el fragmento más pequeño del mundo, y éste se
eR su realidad, ya sea á:l mirar por una ventana
que están en el mar, o á:l buscar una pulga para
con insecticida. El tiempo, el clima, los sucesos ·in-
11u:tc<~.uu:~ se. siguen unos a otros, y la vida orgánica se
escena. Fin del juego enfoca la. tragedia real de
que debe crear sus significados, y que advierte
de esto. La obra termina cuando Hantm final-
se desliga valientemente de su intermediario y tam-
del mundo.
de las obras teatrales de Beckett, Krapp•s Last Tape
ultima cinta de Krapp], muestra un aspecto similar de
. tragedia humana en miniatura. Sólo hay un actor: el
un viejo solo, alcohólico, que hace correr cintas
ticas que relatan varias etapas de su vida. Los sucesos
aprecia son sus amores, y obviamente son los as-
. más importantes de su vida fracasada. Toda la obra
expresa la naturaleza del amor reducida fetichista-
a un intento de penetrar en el mundo y de vá:lidar
de la manera más vigorosa. Desde luego,
resulta ridículo porque es un viejo que sólo busca
:justificación en el recuerdo de sus amores juveniles.
349
.Como Goethe en sus amores de anciano, K.rapp
encontrar todos sus significados en un objeto J.dJLllcU:ilJ.C4
amor; el objeto representa la posibilidad, entonces
de justificarse plenamente ante el mundo. El
convierte en la fuente de todos los significados, en
tacto vital directo que lo consume todo, que traiSoen'
tiempo y el espacio. K.rapp, como IJlUchos otros
de nuestra época, intenta validar una vida entera
am:or único· consumado.
Esta técnica, producto del genio artístico de Bf~cketr::::
muestra qué sucede cuando la vida se reduce.
juego usa una metáfora sencilla para expresar el
cimiento de la pequeña familia nuclear: describe
miserables padres de HamnÍ en dos botes de basura,
cados al extremo del escenario. ¿Cómo podría
mejor que con esta paternidad en la basura, la rfp,,,.r,,,.;,;
de la familia unida significativa, la pérdida del
miso mutuo en una tarea vital trascendente? O COJlsiciér
la descripción que hace Beckett de K.rapp, que
plátanos con fruición; una asombrosa tipificación
condición del primate: comer para continuar
sin ritmo ni razón obvios; el organismo debe
avanzando. Pero nuestro cinismo ante K.rapp. debe
i:arse con un importante razonamiento: él come pára
tinuar en una vida que no avanza con· un tipo de
general, interrelacionado; este problema es arduo, y
zón ·de que su. manera de comer parezca tan
primate como su amor fetichizado. El animal hu:m¡tno
gTa la dignidad sólo cuando adopta el proceso
de la natunileza para alcanzar un ideal elevado,
dente, al que otros pueden unirse.
Ésta es la gran lección de la moderna crítica
lista para· nuestra psicología histórica: el hombre
cuando intenta crear significados sólo con palabras
dos de palabras en ausencia de una acción rica,
Beckett exhibe' al hombre de nuestra época que no
actuar en forma significativa en el mundo. Este
es el. de todas las épocas, pero constituye una
350
de la situación moderna. Quizá éste sea ·el
.débil del arte de Beckett: no nos muestra, como
Rey, cómo el hombre puede dominar la falta de
de la experiencia accidental. Esto ayuda a explicar
el espectador de las piezas de BeCkett no obtiene
catarsis dramática: no ofrecen una salida heroica
solución para los accidentes de la historia y . deÍ
Se ~cerca muCho a esto en Fin del juego, cuando
realiza un acto verdaderamente significativo: con
rompe sus lazos con el único objeto que tie~e
Clo~e), ~ así de~de dejar la vida. No puede lo-
la, VIda siga moVIéndose convincentemente en los
tiene a su disposición, en el fragmento de
u;;a.uu.uu que está a su escasísimo alcance, pero dejar la
no es una solución. La ceguera de Hamm es un arti-
para subrayar su gran dependencia de los artificios
int;rh~a~o, precisamente porque no logra compro-
sigmficativamente con el mundo. Pero el verdadero
el hombre cotidiano, no es ciego, y K.rapp fetiChiza
porque el resto de su vida ha sido un fracaso.
está el compromiso de Hantm con la vida, dónde
la familia y los amigos de K.rapp? Debemos formu-
pregunta que ofrece una plena solución dramática:
es la manera heroica de superar el dilema humano
significados creados sin morir sin sentido, sin feti-
Esta respuesta trasciende el tiempo y él espacio, y
debe ofrecerla.
no le pedimos sólo al artista que nos ofrezca esto;
tarea de la psicología histórica es ayudarlo. Si te-
una ciencia del hombre en una sociedad digna de
- --'--.- el artista puede acudir a ella como segura ayu-
tífica para las obras de su imaginación, como Sten-
acudió a Destutt de Tracy, y esperaba por esto sobre-
a Shakespeare; ya que su obra estaría basada en la
científica más avanzada. Deseamos saber lo mis-
el artista siempre ha deseado saber: ¿Qué hace que
parezca. especialmente vacío, confuso, impotente
en ciertos marcos sociales? Podríamos reducir
351

nuestras preguntas a una sola, y llamarla la
nérica de nuestra ciencia. Toda la Ín'~estigaci:ón
en la condición humana, y tiene por meta el de¡;anroll
máximo del poder humano.
Ya hemos investigado algunos grandes aspectos
cos de esta pregunta, y podemos terminar nuestro
señalando algunos problemas remanentes que una
gía histórica madura desearía aclarar muy bien, pro
como el amor, el heroísmo, la enfermedad· y la muerte~
ejemplo, si Beckett ·nos ofreció un panorama
la fetichización del amor en La última cinta de
searíamos saber por qué esta fetichización sólo
determinados periodos y contextos. Ya tenemos
claves para un examen profundo de esta materia.
Lucka advirtió que el hombre moderno, en su lucha
unificar su vida en un todo estético, recurre cada · p~r ser fue:tes, y sentimos orgullo de nuestra
a la mujer como fuente principal de esta uuuu.....•u•J~o··
razón en parte es que sólo en la época moderna la
ha logrado desarrollar una personalidad plena por
pío derecho, y posee un espíritu interior y un
productor. Por ello el hombre moderno ha podido
la justificación de sí mismo en la mujer (1922, p.
Pero también empezamos a tener una conciencia
moda de que la mujer puede ser una fetichización
en ausencia de otras fuentes para mejorar la vida;
a ser dificil vivir .en la moderna sociedad cotneJrcuu-xn<
tria!, porque se advierte que el individuo se
fetichista sexual, y no se lucha contra esto. ¿Dónde
cuentra la vida rica, de amplio alcance, en que el
encaja como dimensión adicional? ¿Dónde se c:.ucuo::uu
dignidad reconfortante de una vida bien vivida,
tiene un lugar en una secuencia de generaciones,
sada en los deberes para con los demás, en la
una causa? Hemos· mencionado esto demasiadas
debemos preguntar de nuevo: ¿Todo esto debe
a la busca de un simple objeto del amor?
La pregunta para una psicología histórica
¿qué sucede en la historia y en la sociedad··
352
,<;~T~{
maneras,_ y no sólo el amor, de crear sianifi~d~:?• 5;i
sucede ·cu:mdo hay muchas posibilidades de situarse
mund? sm tener que depositar todas las esperan-
el O~Je;~ del amor? Por ejemplo, sabemos que una
pnllllttva, como los arunta del centro de Austra~
,}:r.nn<:tnlvn un mundo rico siri fetichizar a la mujer como
am?r?so, aunque fetichizó muchos. otros objetos má-
:ehgiosos. También sabemos que la sociedad griega
SI~ el concepto del amor a la mujer. De hecho; los
dtsponi~ de un ru;nplio campo de objetos amoro-
. m~uso los JÓVenes y los sabios como Sócra-
qmen ~crbíad~s .desfallecía. Hoy día tendemos a
- este umversalismo griego de las parejas eróticas
erróneamente porque lo consideramos una etapa "deÍ
de la moral sexual. Pero quizá condenamos a
Quxzá la socredad griega, rica en ritos fecundos
social, no necesitaba ser fetichista con las mu-
camo sucede hoy día. Como Feuerbach adviro"ó· _
. "l . . . . en
griegos a religión de la amistad" pudo tomar el
del amor (18.41, p. 156): Podían buscar en otros In-
una PC:sonaltdad p~ofunda, el misterio, y la valida-
de su VIda. Una psicología histórica madura deberá
muy bien esta cuestión.
otras cuestiones que, aunque es difícil precisar-
re~es. Por ejemplo, la actitud del hombre ante el
quizá :sto puede examinarse mejor en el miedo
. que siente el hombre de las masas ante la muerte
··renuencia aun para hablar de este tema. La muert~
<U.Lu"'''"" es ·horrible, increíble,. abrumadora en sus ata-
a los significa~os; ¿sucede ·asf porque los significados
e. msegur?s? Desde luego, en parte esto
a que la misma socredad comercial y la propaganda
uuoo~u.<u• así, para mantener sus formas: la incesante
de la· seguridad en la vejez, el deseo de vender
seguros de enfermedad, etc. Esto también es in-
d~ vivir .en. u~a perspectiva del tiempo futura.
conspira para difenr al futuro las recompensas; como
resultado, ~el hombre moderno, al no tener orest~nte,:,,
de cualquier, cosa sólida para resolver el mistc~ic:>
muerte. Si todas las recompensas se aplazan para ,
¿cómo puede soportarse ,el pensai:niento de cambiar
vid¡¡. sólo por la recompensa de la muerte? Spinoza
este< pensamiento en su investigación, desde
tiempo, ~cuando afirmó que el hombre libre
poco en la muerte. Rousseau advirtió que el lwcuv·Im•H
olvidado cómo morir, porque no sabe cómo
p. 31):
¿Qué, es un hombre libre? Éste es el otro aspecto
tra pregunta genérica a la psicología histórica:
que el individuo se sienta vado, confuso e ímpo1tente?
opuesto de esta situación sería ser libre, ve•r"''"~"'r"rr
libre. Ésta es la pregunta que el hombre se J.UJLllliLUa.J:a,m
tras continúe viviendo en este planeta; en cada
brá nuevas respuestas, porque habrá nuevas, cadenas
libertad. En este momento de la historia ya tenemos
respuesta, y es la que hemos estado bosquejando en
páginas: el hombre es libre cuando tiene una rica
pación en ,un amplio panorama de experiencias ,
cuando vive en un presente expansivo que responde
energías (cf. también E. Beckf"", 1964a, capítulos 1-3,
el problema de la libertad en relación con la
nia). Comprender esto, nos impulsa á definir de
nuestros conceptos habituales de la libertad, como
antropólogos ya lo han hecho. Advertiremos que en
aspecto el hombre primitivo es más libre, aunque
estar sujeto a la esclavitud inconsciente de la
Energéticamente, como organismo, es libre, porque
libertad para hacer sentir sus poderes integrales en el
do. También el hombre primitivo es digno porque
que el dominio de la vida depende en gran parte
y que, por .consiguiente, puede y debe asumir la
bilidad de ésta. Repetimos, su participación en una
rica de la vida le ha permitido unificar, dentro de
~onalidad, un gran campo de accidentes naturales. El
bre moderno puede vivir con temor a la muerte u
354
puede dar dignidad heroica a la muerte,
te porque, como el esquizofrénico, no ha ~podido
~r•nn''"r''" de un panorama bastante amplio .de significados
La participación y la respuesta insuficientes de
poderes, en el mundo, de una manera controlada
produce el sentimiento de que el mundo no
pertenece, que se pierde algo que no se tiene con: se-
que la vida es· abrumadora, precaria y hasta in"
El esquizofrénico, como niuchos modernos hombres
,... ,u..,, ..,, piensa muy a menudo en la muerte sencillamente
no es libre, y no ·tiene libertad para participar en
bajo el amparo de sus energías y controles. Debe-~
comparar la actitud estoica ante la muerte en la s~­
primitiva y en las civilizaciones heroicas , coiUo las
Grecia, Roma y el Japón feudal. En part~, puede ser
de ·creer que se tiene la protección absoluta de
P<r>fritn" tutelares, que habrá una unión ,con los ante-
? se renacerá, pero no es sólo esto, sino: que tlUil-
eqmvale a una riqueza de la vida vivida. El individuo
abre las venas, al estilo romano, o el vientre, al. estilo
cuando ha tenido la experiencia de ser un locus
dominar un mundo rico y significativo (cf. también
, 1926, pp. 54-55). Se muere con la dignidad con que
ha vivido. En la sociedad moderna, el suicidio, como lo
antes, a menudo es el último recurso para uní-
estéticamente una vida fracasada. En este sentido, el
•n·irü1tn ofrece una energía potencial para una realización
aunque sólo sea como gracia salvadora, como
artístico desesperado. El suicidio puede ser el últi-
acto "seguro" que el esquizofrénico cree que puede
(E. Becker, 1964a, capítulo 3). La principal dife-
con el suicidio del samurai, desde luego, es que su
refleja una red de amplias obligaciones sociales, una
que siempre ha encajado en un plan trascendente de
cosas. Es lógicamente integral en una existencia que
vive como una obra de arte, y no sólo constituye una
de última hora para salvar una vida fracasada.
355
 De nuevo recordamos el caso, de Sócrates como
este tipo ·de suicidia. integral.
En reslliiJ.en, .estas son las pregtintas que debe
una psicología histórica madura para lograr la
ma de Marx y Freud. Todas éstas surgen de ·nuestra;:5 TERCERA PARTE
ocupación básica: ¿Qué ,tipo de persona está
dose en la historia, de acuerdo con los campos y
de oportunidades queofrecela sociedad para la EL TIPO IDEAL: EL INDIVIDUO
significados vitales? Huizinga deseaba saber por Y LA COMUNIDAD
mor era muy inestable en la Edad Media.
lo menos lograremos dar una respuesta apJro:xim~d¡l ..
bién comprenderemos los movimientos de Si hubiera una ciencia amplia de la vida
estallidos de histeria, que estamos empezando a humana, del carácter, de los actos, etc., no
No son sucesos ilógicos, sino lógicos, que podemos podría operar, como sucede con las ciencias
mos . explicar basándónos en nuestros físicas, en términos de "una responsabilidad
unión de Marx y Freud nos ofrece lá clave limitada", o dicho de otra manera, en "un
cerrado circulo de ideas ... " Si hubiera una
estos ·fenómenos, porque, como afirmamos, le
sociología amplia, o una ciencia del hombre
vida social su carácter azarosó y su misterio. A . que tuviera cualquier otro nombre, debería
pasa el tiempo comprendemos .mejo~ .que el ememiigó incluir o ser una teología... [Debería con-
del espíritu hulnano es la estupidez del hombre para testar la pregunta de Aristóteles:) ¿Cuál et
sus arreglos sociales. · el principal fin del hombre?
Ya que esto es así, pasemos a la Tercera Parte, y
.ARTHUR D. RrrCHIE (1958, p. 161)
qué tipo de plan mejor podremos proponer para
la .vida socia}, .

356
 UN PLAN PARA EL HOMBRE ÉTICO

Los grandes avances del ·futuro en el cono-

cimiento ético probablemente sólo lo logra-
rán los que estén firmemente decididos a
proseguir la investigación ética hasta su li-
mite lógico sin . considerar sus cpnsecuencias
prácticas inmedfatas.
MORRIS R. COHEN (1956, p. 186)

dispuestos a aprovechar las lecciones de nuestra

general de la alienación. Si es una buena teoría, nos
formular un ideal del hombre que destruya la
histórica. Nos mostrará cómo lograr la integra-
y la rica creatividad de las sociedades primitivas, pero
nuevas bases, con la obtención más plena posible de
· y libertad para el individuo. Responderá al ideal
por la ilustración, y que exprelió. Kant, como
en el Capítulo VII. Ahora podemos repetirlo
ya que es un ideal que sirve para superar la aliena-
histórica: el hombre debe tratar de conseguir el máxi-
individualidad con el máximo de comunidad. Taro-
observamos que, expresado de esta manera, ese ideal
paradoja inalcanzable, y esto también resulta ade-
para un ideal. Como Royce nos enseñó, sólo vale la
esforzarse por lo que no puede alcanzarse: el ideal es
, por definición necesaria;· esto impulsa al hom-
adelante.
•nrl<>m•n• usar. el ideal paradójico de Kant como medida
de muchas épocas sociales: ya sea que le hayan
demasiada importancia ·al individualismo exce-
como en la época heroica de Grecia y en Europa del
y en el Renacimiento, o que no le hayan dado im-
359
portancia. Éste es uno de los puntos· donde tropezó
sión de Comte. Advirtió la necesidad de que
sociedad unida basada en una rica. creación de ~·¡;,uuuutu
pero atribuyó muy poca importancia a las.
viduales características que crearían esos IIDsmos
dos. CoÍnte deseaba que el arte le ofreciera al »v=••Lc
visión ideal de una nueva sociedad, hacia la que
la ciencia ayudaría a adaptar al hombre a esa
ofrecería los conocimientos necesarios para
ideal. En cuantó al individuo, se desarrollaría más y
feccionaria sus sentimientos para con la humanidad, ·y
capacidad de amar. .· . . ..
Podemos advertir que la contradiCCIÓn en la VISIÓn
Cómte hizo que muchos individuos se apartaran ~e su
tema, encogiéndose de hombros: ¿Cómo puede el tipo
ser.modelado continuamente por la ciencia y el arte
energías creadoras deben estar sometidas al ideal
te? La visión de Comte de la sóciedad realmente
descripción adecuada de la Rusia soviética baJo el . que nuestros antepasados, porque comprendemos
de Stalin donde la ciencia servía a las necesidades de
ideologi~. y las energías artísticas se sumergía~ en el
depósito socialmente aeeptado, para .bo~queJar Jllu•uuLuu
·mente el ideal común de los logros sooales. El
es, sencillamente, que no hemos encontrado una
controlar los significados científicos y artísticos
garlos.
La necesidad de significados autónomos
Ésta es otra manera de afirmar que el ideal del
debe continuar siendo puro; este polo de la paradoja .
permanecer sin diluir; no podemos poner en
ideal del máximo de individ'olalidad. ¿Qué le
al espíritu creador, innovador, si no· pudiera
todos los significados científicos y artísticos
observamos antes que Bergson consideró al in1nm,:~cto
instrumento de la misma evolución, de ~a
se opone a las formas sociales
360
tambié~ sostuvo una opinión similar, y le .asignó
. muy ~portante en .su pensamiento a la. persona
lfi~.w".u""• al mnovad?r radical que rehace todos los sig~
y pasa por alto las formas.culturalés "rutinarias".
basó toda una filosofía de la historia en la alter-
de p:ríodos .de unifo:mación de los significados y
de mnovac10nes carismáticas y de destrucción de
:UJJ[lu_tu<J~. aceptados. Como Bergson, consideró el carisma
de las pocas esperanzas de la humanidad.
___,,,,...:_l_o_._s pensadores de la Ilustración .pidieron que
. Y se apoyara al genio, deseaban algo simi-
. liberar la fuerza pura de la. naturaleza encarnada en
espíritu del in~viduo. Una. antigua creencia y espe-
de la humamdad es este mtento de liberar -las fuer-
de la .naturaleza en su estado puro. ¿Dónde buscar si
la subjetividad del animal más flexible en la evo~
Esto. exp~ca el temor, el pavor y· las esperanzas
rodean al cariSma. Hoy día somos menos supersticiosos
lo ~ue se necesita para crear un genio.
VIm?s ~~tes, la busca de significados surge de l¡111
-"~'.u"''·":;~ Individuales más idiosincrásicas. Ésta es otra
de afirmar que cada quien obtiene su sentimiento
de un modo que forzosamente es algo distin-
de los demás. El individuo resuelve sus tensiones
~e ~n.a maner~ adecuada para. su. organismo, para
tona unica y acodental. El genio recrea los signifi:
en un producto que toda la .cultura puede compartir:
· toma una resolución personal que pueden utilizar
otros. ¿Qué tiene de maravilloso el genio y por qué nos
uu•<LL.Uv<> de él? Somos arrastrados por él, y asf.sentimos
del organismo total, que avanza, y pasa sobre los
culturales convencionales; El genio siente .las ten-
. de todo su organismo, de toda "su situación vital";
no puede resolverse con un punto de vista común.
es otr~ manera de afirmar que el organismo total no
nutrrne en los siStemas simb-ólicos. parciales que se
en una época y en un lugar históricos accidentales.
861
Eh resumeri, la cultura no ha podido realizar su
versal, para. ofrecerle al organismo lo que más
sentimiento de valor derivado de los sistemas
comunes y de la accióri que éstos dirigen. Por
mos afirmar que ·con los genios, ·la naturaleza
limitaciones de la cultura al "declarar" que· su
de satisfacer el sentimiento orgánico no puede ser ·
tada con los ·juegos de significados particulares
jugados en cada época. El genio impulsa a lá
renueva la fuente común de significados al superár
nicamente las limitaciones estrechas de los antiguos
éados. Por ello, encarna el triunfo del proceso
nico sobre los simbolismos pomposos de la cultura:
Ésta es la dialéctica de la libertad humana, la·
entre un animal que necesita un sentimiento de
tituido simbólicamente y una sociedad que, al
lo reduce a la esclavitud de los hábitos y de un
vis~a limitado. Sartre comprendió muy bien
afirmó que el genio no es un don, sino una sol:uciión.~·c
dora para el problema de los significados, una
del automatismo cultural (cf. Hazel Barnes, 1959,
Así advertimos por qué la: sociedad "nece8ita" al'
aunque Iucl1a contra él, y generalmente no está
pat:a aceptar su visión, sino hasta después de' su ,..,,,..••..•,;·
logros muy particularés constituyen potencialmente el
público más grande, y lo es precisamente porque se
nen a' los significados comunes sociales. ·. •
·Pero para tener este gran valor público, las
particulares del genio deben convertirse en moneda .
mún. En otras palabras, hay lamayor libertad posible
los productos particulares en la sociedad humana,·
todos pueden ser legítimos. Éste es el caso de la ""•"T''"''''
El· paranoico elige los significados que apoyan su
propia mediante un acto creador; advertimos esto al
diar a Rousseau y a Hume. Pero el paranoico sufre
samente porque sus significados son algo
no puede generalizarse. Hume y sus amigos setlciJLlaJneinte
podían usar esta solución particular de las
362
Todo esto<depende del gradó en que la cátarsis
de significados pueda generalizarse. La .cata.rSis
Baudelaire y su Dios misericordioso. formaban
uü asunto muy particUlar, pero ·se convirtieron
que atraían a los demás.
señalar de paso que la obra del genio usual-
es radical en su intención, sino en su efecto.·El
no trata al principio de crear algo nuevo en el mun-
común, sino sólo en su pensamiento y en su
desea componer su propio mundo. Después se en-
al mundo con su producto particular, y pide que
reconocido como un nuevo significado válido~ Re-
a Lutero como ejemplo del innovador renuente:
horrorizado por las explosiones que produjo;
él mismo dijo, no podía evitarlo.
debe .maravillarnos que el innovador se inicie· tínii-
no es. un agitador cuando ofrece nuevos sig-
Las sociedades ordenadas, después de todo, ge-
son minadas desde el exterior, y no · desde el
Advertimos que la razón de esto está íntimamente
con el tipo de animal que es. el hombre; y como
significados humanos nos son impartidos por otros
de· nuestra especie, debemos apoyarnos· en los
para sostener estos significados. El problema se com-
más por la· necesidad de convicción que siente el
obtiene mejor la convicción si tieneuna presencia
· concreta cercana.· El monólogo del innovádor,
observamos, puede ser parecido a estoi "Yo creo mis
pero ¿quién va a va.Iidarlos? ·¿Dónde está· la
presencia· que hará· esto?" El hombre ·cree que
buscar en el exterior para ser él mismo.
examinamos esto, y subrayamos que el problema se
en la época moderna, en especial para el
verdaderamente radical. En la Edad 1\fedia, cual-
podía delegar la responsabilidad de tomar dei::isio-
a las que no estaba acostumbrado. No es sólo casual
conciencia·· existencialista del vado interior· haya
en la historia precisamente cuando el hombre que-
363
dó abandonado a sus propios significados: Pascal
crisis de la conciencia de la.· soledad del hombre
~i y su famosa prueba de la existencia de Dios
siona aún hoy día. El vacío D;terior de la COI1C1C!nc:ia,"
tencialista reflejaba una- falta de apoyo, un va~o
que fue uria nueva carga ~ara el hombre: v~dar
nificados. sin tener la segundad que ofrecía Dtos. La
es prodigiosa, y ha sido tema continuo de la
de la religión desde Kierkegaard h~sta e~· "'.'d•t"'"'~"l'
moderno. El lamento .sincero del eXIstenoaliSmo
demo representa una conciencia llena de esta
Dios que validaba automáticamente los signifiéa,dos
náusea de Sartre es sincera, e históricamente adeciiadlá
lógico _que el animal humano descubra que
tiene sentido cuando se ve abandonado .a sus
nificados. Hoy día ésta es la crisis. en la religión
filosofía, y proviene de la decadencia de la -.vo,=•-.v¡;•
dieval; Goethe se burló de Pascal, diciendo que
figura lastimosa .y fúnebre; pero ya hemos visto
Goethe buscó en .otra parte su validación, y no_
· pedir d(!sesperadamente la ayud~ de Dios para
cados creadores. Pero es necesar10 preguntarnos:
hubiera podido conocer a Goethe,, ¿no habría
era un viejo chocho, digno de !ástrma, en:am¡or:adc)_;
quinceañera?
Mencionamos a- Lutero, ._a Goethe y
monH!nto, porque_ debemos reanudar_ nuestro
rio~ .y_ completarlo. Ahora preguntaremos: ¿Qué
ideal de libertad individual pqdemos crear para
mal vado que no cree tener dérecho a crear
interior? Aunque lo hemos expresado ._
mos advertir cuáxi importante es este problema
quier visión social.
El problema
El gran hecho que debemos aclarar, antes de
gún tipo de solución de este problema, es que par-.t
364
es insoluble. Hagamos una pausa y subrayemos esto
• . ~ez. El hombre sencillamente no- puede creer
stgnificad~s ! aceptarlos, y despreciarlos otros sig-
que eXIstían antes de él y que lo trascienden.
llamar a esto uno de los hechos fundamentales
OIIlienOlélgtc:os de la existencia humana. Se basa como
la misma naturaleza de la inmersión humana
trascendente, y se encuentra enraizado en
)sicolog¡.ra huma?a. Intentar ofrecer nuevos significados
e mtroduor lo desconocido en el mundo. En este
el iml~viduo crea un nuevo yo, y la angustia que
refleJa la gravedad de lo que está en juego: el
o la ~uerte de una nueva persona, que se ha
del anuguo mundo común. Es como si el indivi-
:at:u.u-Icr·"- conver~se .e? un dios. ¿?ómo puede acep-
papel? ¿Cómo JUstificar el acto smgular, la elección
opuestos a todos los demás actos y elecciones? En
¿con cuál norma moral podemos justificar
que no se adapta a ninguna norma moral? En
esta situación está próxima a- lo divino. -El pro-
en que el hombre no cree tener- derecho a la
:iUJu:u.a.u de un ~~s. Herbert Fingarette comprendió
bien, y advirtió que esta misma arbitrariedad es
más profunda de los valores" (1963, p. 107).
LuJm.•uu ?e nuestro examen anterior, diremos que la
nec~sita e~to~ n~evos valores arbitrarios para su-
anuguas hmttacwnes de 1as costumbres. Pero este
de creación, que aísla al individuo de la sociedad
ha. conocido, es_ una decisión que implica un
potenoal, o el no existir. Fingarette dijo acerca
cosas excelentes:
reBipo~ns:!lbiiliclad
consiste en estar dispuesto a enfren-
ausencia de significados, a la no existencia
Esto requiere que se forme un yo, que se creen
lltiiCadtos, que se adopte una política, La crisis existe
porque no hay una solución decisiva a
para esta situación. La responsabilidad es la vo-
365
 En. este sentido, es. una liberación que parece
"el- curso adecuado" de la naturaleza.
lnrllrf~liDlClS recordar, de paso, que Ortega y Gasset, come-
'ex11C1~anlerlte este error al criticar la decisión de Goethe
nermane1cer en la protectora corte de Weimar; imaginó
consiguiente, Goethe había errado su "verdadera
. Pero, ¿qué pasa si no existe una verdadera vaca-
sucede. si hay un número casi infinito ·de ma-
de considerar una vida, una. elección, una serie de
La decisión de Goethe de permanecer en Wei-
en otras palabras, no puede .evaluarse, como Ortega
sólo con la perspectiva de un movimiento Iitera-
Alemania, ·que .Goethe podía haber dirigipo desde
Esta pregunta es muy amplia y por consiguiente más
de juzgar: ¿Qué tipo de vida tenía en perspectiva
qué manera era productiva y singular? No hay una
para juzgar si. Goethe estaba eludiendo la decisión
liberado "las. energías singulares" de su "verda-
Lu••u<:La. • Ortega sin duda deseaba que la .vida de
hubiera sido más significativa, que hubiera enri~
aún más al mundo. Quizá por ello lamentó que
hubiera errado su "vocación verdadera". Deseamos
espíritu carismático ofrezca la máxima cantidad de
y que nuestro ideal sea supremo. Pero si no hay
verdadero, ni normas para esto, ¿cómo podemos
este ideal? Después de detenernos a examinar
. de este problema, estamos dispuestos a.
visto que la naturaleza se niega constan-
a ayudarnos en nuestro dilema; ni en el nivel de
individual, ni en el de la ley natural nos
una base para el surgimiento de la individualidad
Yaqueesto es así, ahora veamos cómo el hombre
contribuir a su liberación.

~·~:u•.uo.;•~u•J~
que se usan dependen de lo que puede
tenemos la clave para promover la creatividad
367
366
humima:~:puede intentarse .au.llll•r:wc<U
individuales ante el renaonnento pcttélcíc::ia
lo observaron Roússeau, Stendhal y
cho acerca de la moral es que requiere
de vigor para asumir la responsabilidad
gularidad. . . . .
· En el nivel de la psicología mdivi~ual,
sencillo: ¿Qué significa el vigor para' el
ED. cuanto formulamos la pregunta ~aJJt:Iaos
El aniníal hmriano ·es el único que
prensión cognoscitiva de las situaciones • .·
que se enfrenta; esto le ofrece un potenoal
gado a los demás animales. Para el hombre,
nifica comprensión~
Todo el problema de la neurosis y de
básicamente de conocimiento: no puede ·
que comprendemos verdaderamente. Afirmar
duo está "limitado neuróticamente", es sólo
se comprende a sí mismo en una situación
vas decisiones. Considerado de esta
mar quehay dos puntos básicos que el ... ·
cubrir acerca de sí mismo para obtener más
acción: 1) ¿Por qué no creo tener derecho a ,
dos? 2) ¿Por qué no tengo fuerza para sustentar
rechó? . .
Esta fórmula puede parecer totalmente simple,
el. problema básico de la neurosis y de la
dual. Lo que el· individuo desea saber, y .
qué lo priva del derecho de acturu: por su cuenta.
no cree tener derecho, como orgamsmo, a hacer lo
hacer? En función del .análisis de sí mismo,
debe tratar de descubrir qué sucedió en su """"llln.'
pasa en su presente, qué influye en sus. modos
el mündo, en la manera como se perci?e a si
que le impide desarrollarse con su propia fuerza.
nifica realmente el complejo de Edipo, como . . ,
bía desde hace mucho, y como Fromm lo repitiÓ
cientemente: la neurosis es el problema de tener
368
vida. Freud pudo haber dicho que la riva-
era el fundamento de la neurosis, pero en el
personal de su liberación, advertimos cosas muy
El complejo. de Edipo, como advertimos, se de-
mejor "la. fase edipica del aprendizaje". En ésta
un modo de percepción más o menos automático y
toda la acción potencial. se ve influida por una
a priori de la situación. Después de todo, la per-
es acción, es el moviníiento del organismo. en una
· por ello, limitar la percepción es reducir la
su ensayo muy revelador (1936). En éste, Freud afirma
C,.y:olí•dt:iliD.ente que los significados son algo superior, y se
del hombre a perder su locus trascendente
confiables. No habla estrechamente del temor a
sino que se refiere a este incidente molesto como
de "devoción" (p. 312) a su padre. Pero no nece-
sólo de su padre en un momento de crisis de sig-
todo el mundo pregona la relatividad de sus signifi-
la fragilidad del derecho de ofrecerlos. Freud, en la
veía ·todo el pasado de Grecia: las antiguas· piedras
su historia, el mundo inmediato del mito de Edipo, del
apropió tan firmemente como si fuera su dominio
Hasta podría decirse que Freud encontró, en la
un clamor histórico verdadero: todo el pasado del
oc.cid'ental se enfrentaba al derecho de un judío vienés
significados que minaban gran parte de Jo que el
siempre había considerado valores superiores e indis-
último ensayo de Freud plantea muchas cuestiones inte-
presenta un "lado oculto" de la vida de Freud, donde
muchos aspectos asombrosos que sus biógrafos adu-
. disculpan; por ejemplo, su falta de valor ante la muer-
con el de William ·James. En apariencia Freud
apoyo :más seguro que James, pero era sólo aparente
1962, p. 136, y véase Freud y Pfister, 1963, en especial
16). Esta cuestión merece un estudio serio, en espe-
recordamos que recurrimos a las grandes figuras
pr·edsaineJilte para ayudarnos a definir nuestro ideal
Advertiremos algunas claves del problema de la
Freud a medida que avance nuestro examen.
369
 É11 él nivel üidividual, . cl problemade
.·.·•
·.· cláro: ·el· hombre debe intentar definir los
téz'mhios cognoscitivoS cada vez más exJ?li<:J.tOIS,
esto libera sus ·.actos .. Se puede cambiar una· SILuat¡;lo:n
que no. hay alternativa por otra en la que
/elecciones;. Así, .cl· hombre se libera ·creando una
nación .. En. cl nivel: individual, .la ética se conv;ter:te
problema de Iaposibilidad de tomar decisiones
La.fnerza para ser ético, ahora podemos ...v,..... ._...
te es el vig()r para planear alternativas> y para
Si, para seguirlas. ¿Cómo creer realmente que
fuerza? ¿Cómo actuar basándose en lo que se
es la eterna complicación; Como señaló uno de ·
najes ·de Gide:. resulta difícil ·actuar basándose
darles que se han aprendido.
Esta última. complicación del· problema de la
ser uno mismo. cierra el· circulo en torno nut:~tllu
Como observamos antes, el hombre ~.,L,._u.. .:uu........,.
a¡:io}'árse en si. mismo, .ni creer que tiene ~...,, ~~..~ ·
n~~vo~ • significados sin. tener apoyo .. ·. La· fuerza
ser.rin problema tota:Imente individual;
plenamente en .el mundo social. En nuestro
hombreéticó, necesitamos un programa que
VÍdUO parasustentar SUS significadoS más Ul]l):l,lll<Ut::>¡
el individuo necesita ser sustentad(), el
social.. :En. gran. •parte resolver la ·carga .de
individuales, en pocas palabras, depende .de
Quizás en la época moderna nadie ha co:mptreJr:u
jor esto que MartiU Buber. Su obra t:s
portante hoy día, porque constituye la eru.IZa.cw1n
uua corriente del pensamiento, q11e se.·.,.........v .....~
hasta •Fo"llrier.•Ailtes .hichl1os. J!otar .lo PHJrunuu.
miento de. Fourier cua:11do afirmó: "El espfriru
es el verdadero destino· del. hombre." T~Lmlotenc:c:>r
>!70
P~to de vista es contemporáneo, y se encuentra
meJores •. ?bras.· de Simmel, .·· Hl,lizinga. y ·. Buber. Es
de ex~ar la obra. de Buber, porque realmente
a F~uner y traduce sús primeros pensamientos el1
críuco para nuestra ciencia, Nuestro ideal debe
problemas del innovador:individual con los de
de~mos tener un plan para cl hombre que le
cl ~áximo · ~poyo individual,. pero que al mismo
le de a la soo;dad la máxima exaltación de la vida.
en los térm:nos de Fo~rier, debemos dárle plena
Grt:Intc " a la p~tón caballsttca de tal manera. que sea
1
al máximo para el individuo y henéfiéa al
para la comunidad. Buber ofreció la clave para
esta paradoja al recordárnos que cualquier visión
debe basarse en cl encuentro humano básico. Busque
busque el hombre, para exaltar su existencia y con-
apoyo· para sí lnismo, su diálogo básico lo realiza
se~ejantes~ Simmel1 como observamos brevemente,
senaló es~o cuando afirfnó que el hoiUbre .desc1lbre
gmtu:.aa.<)S. VItales Cl)nfrontándose con sus. semejántes,
smgular del entretejido del espíriru y la mate-
Bube_r cm;tinuó desarrollando el problema. básico
-:-v·-~·-- tdealtsta hasta convertirlo en una .verdadera;
.· la confrontación", en una· ontologia del. deve-
llterpc~s<Jmll en Ja sociedad.. Por ello ofreció. una im..
para un tipo ideal para una teoría
en la ontología idealista b<Íska. Buber com-
q~e cl hombre sólo puede llegar a ser élmismo
.relacxona creadoramente con el :mundo extet"fio .•Lo
· es .1~ transacción, sin la cual no puede hab~r
to,. m pueden probarse .los poderes, ni· exaltarse
entJ;e todo .lo. que. le ofrece· el mundo citerno al
te puede. encontrar el mayor desarrollo de. su ser
~.C<>ntrmltación con sus semejantes. La razón de ·esto
ombr(Jsa:mente. sencil~a:: el hombre es el único ani-
~ ... ""·'u''·<U'o""" que tiene. un yo, y .éste s.ólo puede
en transacciones con el. yo de otros, El hmn-
.!171
 :Buber nos permite fundir la estética idealista y la psi-
del yo: el hombre descubre lo "realmente· real", lo
.nri:!II!a:IIJlente real, en el diálogo con el yo de otros: la per-
produce personalidad, y crea un mayor grado de
pll:ll<ld.11Uolu entrelazada en el mundo de los organismos.
· hombre debe estar convencido de que los significados
iUiilaJ.lu~ son verdaderamente valiosos en el mundo, que el
para vivir elaborado culturalmente tiene un significa-
trEISCI!m1erlte:· y en el único lugar en que puede advertir
es en otra existencia orgánica del mismo tipo que la su-
alguien que esté literalmente impregnado del esfuer-
compartido; Buber usa la expresión adecuada
lo real" para describir esta necesidad, y afirma:

a la comunicación entre los hombres, "imagi-

lo real significa que imagina lo que otro. hombre
este mismo momento desea, siente, percibe, piensa
como un contenido separado, sino en su misma
·· ~~"·'-., o sea en el.proceso vital de ese hombre ... La
nrc:,,u,ua. humana necesita la confirmación, porque el
como hombre la necesita (1957, pp. 103-104).

significado para el hombre, como Buber afirma,

:ncueJ11aa en el reino interpersonal, en el reino del "yo
.tú". De esta manera el hombre supera su senti-
rle limitación y aislamiento, de debilidad de sus

expresión más breve posible, éste es el punto de

básico de Buber sobre la naturaleza interpersonal
significados y del devenir humanos. El hombre nece-
otro hombre para descubrir y validar sus poderes
· para desarrollarse; y necesita ver y percibir .a
un.1.1v.•u•.•u para quedar convencido de que hay un valor
un significado absóluto, en la naturaleza. Es muy
que el hombre se relacione. con el organismo más
en la naturaleza para lograr la mayor conciencia
\'ida, de su. vida y del mundo que lo rodea. Esta
373
 Esta realidad [la estética interpersonal]
de partida para una ciencia filosófica
.desde · allí, por una parte, puede
para transformar el conocimiento de
la otra, transformar el conocimiento de
sujeto central de esta ciencia no es el
colectividad, sino ei hombre en relación
Esta esencia del hombre especialmente
de conocerse directamente en una relación.
p. 204-205).
Repetimos, desde el· punto de vista de la
ideas, es importante observar que Buber
rriente de · Feuerbach y Fourier, pero no
esta tarea. Max Scheler fue otro pensador smnr,,Tn.,.
poético y critico que, como Buber; advirtió que
.del hombre debe ser una ciencia para fomentar
que, para lograrlo, debe restablecer el sentimiento
profundo respeto y temor al ser. Scheler también
vivo el punto de vista amplio del siglo XIX sobre
blema de la ciencia y la vida, y senegó a s(")mete:rse:'¡
modas .dominantes. Scheler afirmó que sobre todo
bre necesitaba un sentimiento de unidad y
en el universo, que era exactamente lo que había
En. su. estudio de la· empatía humana, Scheler
tir. el .efecto de esta pérdida: "Cortar las raíces .
las que dependen para subsistir todas las formas
res. de .empatía y de la vida emocional" (1954, p.
El sociólogo común no . puede sentirse cómodo
proposición de que el hombre (para serlo ver·aa,aer·amtel
debe tener un sentimiento de intimidad con el .
cósmico, y que le corresponde a la ciencia del uuUIL•n:::
cer esto. Los que han· modelado la ciencia humana
dose en las ciencias físicas co:nsideran que esto
toda la objetividad, todo ló tangible y todo el
necesario .. Parece ser una antropomorfización, una
sición de las categorías humanas a una realidad
mente "objetiva"; y se supone que esto. siempre ha
376
la ciencia. Pero advertimos que en parte la
r.:"..u"'"~ "objetiva" es una creación humana. Sebe-
de manera inspirada al cargo de antropomor-
timiento · de participación significativa en un
, tan necesario para el desarrollo pleno de
humana, no. es un antropomorfismo enten-
unnauaUlt;:ute como la "proyección" de las cúalida-
en el mundo circundante. Más bien dicho, el
es la única criatura "cosmomórfica" en la natura-
. único que puede encarnar imaginativamente la exis-
en todas sus formas, que posee pensariüentos eleva-
en armonía con el cosmos (1954, p. 105).
:Buber, Scheler advirtió que el sentimiento máxi-
Ia vitalidad y el misterio de la vida se trasmite en
del hombre con el hombre. Éstas son sus pa-
factor. decisivo en el cultivo de lá capacidad de
:Ierttificarse con el cosmos es el sentimiento de inmer-
en la corriente totaf üe la vida, que surge y se
entre los hombres en relación con su posición
como centros de vida individuales [las cursivas
suyas]. Parece ser más o menos una regla (de la cual
tenemos una comprensión mejor) que la verdadera
· ,,... de la capacidad para la identificación cós-
{;aJLu.o,...
no puede efectuarse directamente en la Naturaleza
sino que se mediatiza indirectamente, en ese
_,sentimi·entto de unidad entre. el hombre y el hombre ...
p. 108).
afirmación concluyente de Scheler también podría ha-
hecho Buber: "El hombre inicia su identificación con
vida del cosmos donde' ésta se encuentra más cercana
mayor afinidad consigo misma: en otro hombre."·
podemos comprender mejor que, aun •cuando las
de Sch~ler sufrieron porque no. pudo descubrir. la
rt:JJllif.ol!t:l:él contribución posterior de Freud (el concepto de
identidad del ego como el centro del desarrollo indivi-
377
dual) sin embargo Scheler superó a .Freud; fue un:
mucho más universal. Freud redUJO los anhelos
sonales a puras satisfacciones animales; Scheler.o•CLu>.... vu
dimensiones ·significativas básicas de la personalidad
na, en su alcance plenamente inter¡:>ersonal Y
(Otra pensadora -aunque hoy día menos ~.;u.••u•uu ...--.
esta tradición es Mary Follett, 1924). . sobre ~a f:unma unida, podríamos decir que partí-
Desde el punto de vista de la historia de las ideas
mos considerar que esta. tradición elaboró las
ontológicas y fenomenológicas de la "estética de ·la
frontación". Hubo otra línea de desarrollo teórico
siguió paralelamente y se mezcló con ésta, que po•dr:ian!Íc
llamar la tradición de la "psicología de la lealtad''.
cipalmente la elaboraron Jos~ah R:oyce y sus ...
como una petición de comumdad mterpersonal y de
se restableciera el sentimiento de intimidad con el
cósmico. El sistema de Royce · contenía varias ideas
que llegaban al centro de la condición humana, y
claras soluciones para remediar el gran vad.o que
glo XIX abrió cuando completó la fragmentaciÓn· de ·la
munidad humana. Royce advirtió que el hombre u~:•ct::oJ<L"-L
sobre todo lealtad y comunidad, y, como Feuerbach
(1841, p. 159) y Buber después, pidió que "nuestros
jan tes ... nos ofrezcan el complemento conSLéllJCLt::lll<;;llLIO
cesario para nuestros significados . fragmentarios"
vol. 2, p. 174). Pero Royce no comprendió este
erí un sentido abstracto, aunque no lo enfocó con
cisión de ·la fenomenología posterior de Buber.
que el hombre necesitaba lealt~d, ~arque sólo , así
unir su vida, su historia, y la htstona de su pats Y
pueblo. En cierto sentido podemos afirmar que puso .
el punto de vista de Spinoza de que el hombre
verdadera· dignidad sólo sumergiéndose e~ algo
importancia. Royce usó datos antropológicos e
sus pensamientos no se basaban ingenuame~te en la
de la gran comunidad que él anhelaba, smo en la
ciación realista de cómo el hombre podría recobrar
había perdido. En efecto, Royce ofreció una vo'·"u''v!!."•
378
·''~"'"-'•Q.,u.. y de la comunidad. Advirtió que el hombre leal
~lente solo, porque .la causa a la que sirve :une mu-
.Vldas en una urtidad (Cotton, 1954, p. 241). En tér-
de la moderna teoría de la personalidad diríamos
la devoción a una causa le ofrece al individu~ un vasto
de objetos; o, remontándonos hasta el concepto de
en algun Ideal trascendente compartido con otros
un depósito mayor de sustancia ideal. Royce advir-
que el individuo solitario, aislado, es verdaderamente
alma en pena, y que sólo en una comunidad lleaa a
0
él mismo.
. ~ontinuó ~e~arrollando esta idea de la lealtad y
.convrruó en la VISIÓn de una Gran Comunidad e hizo
· en la naturaleza. social transaccional del' conoci-
comprendió que ningún conocimiento humano te-
significado si no era compartido por una "comunidad
interpretación". También reinterpretó el cristianismo
la primitiva visión de Ban Pablo de una nueva co-
en que el individuo unía su vida con un con-
to significativo al dedicarse a una finalidad trascendente
incluía ~ tod_a la humanidad. La visión de Royce ha
mante:~uda VIva en el moderno existencialismo cristia-
especial por Gabriel Maree! (véase su Horno viator).
observamos antes, ésta fue continuada por su dis-
George. Mead, quien también sostuvo la idea del
interpersonal para los significados individuales, y
ne4:esJida.d de una "comunidad de interpretación" (cf. la
:eciación de Chambliss sobre la naturaleza contemporá-
de estas ideas, 1963).2
consideramos la inmensa cantidad de trabajo, el
•oa.u.u•~u,.u generoso y penetrante de estas gentes, pode-
: ···~~-~~ figuras i~portantes contribuyeron a aclarar algunos
de esta tradtctón, y podríamos mencionar unas cuantas
desde luego Santayana (véase 1953, pp. 140-211); W. E.
(1912, en especial las pp. 167 ss. y el capítulo 33;
1944); J; B. Pratt (1920); E. S. Ames (1929); y Leuba
1933);.
379
mos advertir dos corrientes poderosas que surgen
clan en. una sola: ·la "estética de la LUJLu<uu......, ..u,~..
"psicología de la lealtad".· Con esta. mezcla,' u<OJwv~ , ~Jo
resolver nada menos que el problema que se ha
desde el· inicio de la ilustración, y que se
Spinoza y I.eibniz: ¿Cómo introducir de.· nu~vo
ciencia religiosa cósmica· en el mundo. después. de
dencia de la cosmología medieval? Leibniz sabía
hombre sólo puede realizarse en una comunidad. •
bras realmente fueron antepasados de Royce y
citamos aquí para hacer más firme el vínculo hiliitóJjca
El espíritu sólo puede perfeccionarse con
miento adquirido en comunión con otros Por>íritno:••
es el significado de. . . ''la correspondencia UIJli'vc~s:al'
Sólo así el alma individual puede tener ..u......."u•.••
Dios "en una comunidad cósmica". . . o sea, en
raleza (Meyer, 1952, pp. 166-167). ·
.~ p1rogreso, pero sabemos que· esta herencia .nos ofrece la
Leibniz· creyó que la mejor manera de lograr esto
dar academias científico-religiosas, que
pensadores para descubrir las_ verdades más. cu:va.••=·
téricas. Advirtió que en este tlpo de comumdad, el
racional, comúnmente compartido y de tono o:n.va•uv•
ceda la conciencia· de un tipo de comunidad
pensadores de la ilustración, hasta Lester Ward,
significar lo mismo cuando pidieron que se
potencial humano a toda su capacidad, y uo:~-=•cuu.u
subsidiaran plenamente todas las formas del
cuando nos referimos a lo sagrado del hombre,é
en términos científicos "rigurosos", y se vuelve
cuestión de sentido común ciando lo ponemos en .
teórico creado por los investigadores que estamos
nando. Pero cuando la ciencia decidió alejarse de
y objetivar al hombre, los científicos perdieron ~a
dad de encontrar algún misterio en el hombre,
alguna exaltación del ser, aun en términ~s ..
tradición rica y vital que estamos bosquejando·
380
y la vida misma se volvió trivial al ServJClo de
ciencia mecanicista, administrativa. Ya hemos visto
este trágico hecho aparece una y_ otra vez en estas
el punto de vista de esta tradición, y de la obra
pensadores, podemos advertir mejor en qué grado
errado Spencer cuando criticó "la Religión de la
de Comte. Spencer creía que el hombre era
uv•¡;uv~·"-"''" Finito", y que la verdadera religión ne-
como sujeto un "Incognoscible Infinito" (1888,
En parte, esto es incuestionable, y en parte es fal-
el hombre nace del diálogo con sus semejantes, es
dejrarne111te un incognoscible infinito, exactamente lo
ser como centro de una ciencia de la vida. La
aquí reunió a los últimos pensadores que crea-
filosofía de la evolución. Podemos recordar que
fue uno de los que, en el siglo XIX, dispersó la
herencia de la Ilustración al descentralizar la idea
de la unión del idealismo y del naturalismo cientí-
buscamos desde entonces. Buber, al discutir la
de Kant "¿Qué es el hombre?"; afirma que· 'el ser
no puede conocerse en sí; sino sólo en sus reJa-
esenciales (1955, p. Il9). Precisamente en la totali-
sus relaciones esenciales el hombre es infinito, in-
en función de la posibilidad del desarrollo y del
una de las preguntas más espinosas que surgieron
la ilustración y que han sobresalido desde Feuer-
contestarla la ciencia del hombre en la socie~
es que puede contestarse. Al sostener la visión ideal
individuo más libre, que trabaja en una comunidad
más igualitaria y que sirve al desarrollo del proceso
contestamos la pregunta a la que tantos pensadores
aferrado y han discutido: ¿Pueden tomar las rela-
líumanas el lugar del culto a lo divino? Los húma-
han afirmado que puede ser así, y pensadores como
:y McTaggart han sido atacados, por ejemplo, por
381
Hóck.ing, quien sostiene que la amistad .y el r·,esp,etc¡f
no· pueden tomar el lugar de lo divino, que neces:itai
divino como un objeto de culto. Podemos <.u.u~J.uerru
como una continuación de la disputa de up"u'-1:1:·
Comte. Pero hoy día sabemos que las dos
se oponen realmente, sino que son compatibles;
manera de relacionarse con el procesQ cósmico. y
trar apoyo para los esfuerzos del hombre . en:
es creer en una finalidad divina que trata de
en la naturaleza. Pero la manera más eficaz de<
y· mantener esta relación íntima, este apoyo y
unir los esfuerzos de los hombres. en· una. sociedad
que exalten juntos los signific~dos hu;nano~ y s.e
a fines ideales elevados. Hocking, qmen discutió·
blema con McTaggart, explicó cómo se unen
centrada en el hombre y la .religión consciente
"Cuando el individuo es rescatado, en cierto grado
visión de Dios" (1912, p. 434; véase en especial
nota). Un siglo después de Feuerbach, los uu.wa<u~'
idealistas místicos y los teístas por fin pueden
discusión" si están dispuestos a formular de nuevo
mento: la asociación humana no toma el lugar. ·
vino, sino. que lo divino es más accesible en una
dad de individuos verdaderamente libres.
En este punto de .nuesti·o estudio, también
vertir que con nuestro tipo ideal hemos dado una
a los dilemas que planteamos en los capítulos
los dilemas del innovador y del que busca apoyo
significados. Bosquejamos de muchas maneras
cómo el hombre busca este apoyo, y ahora resulta
que el máximo apoyo para un.nuevo yo sólo
venir de una comunidad de hombres libres
Dios; Esto ofrece apoyo en. "todas las dí:m~msimles
lo buscamos: en la dimensión interpersonal o de.
ferencia"; en la .dimensión metafísica; en la
un Dios como Objeto verdadero; en la dimensión·
tro interior; en Dios como Sujeto del devenir,. y
en la dimensión· de las actividades conjuntas de
382
en la comunidad, que son el apoyo de las '!formas .de
culturales.
de esta. manera, nuestra solución puede pare-
cómoda: satisface a todo el mundo con un· mínimo
estue:rzo para demostrar, argun¡entar y probar. Sin em-
fundan;ento se ena:entra aquí, y la "prueba", si
es directa y sencilla. La base teórica de nues-
ide~ es la .mejor obra de los principales pensa~
Occidente durante los últimos siglos. Si debemos
podemos afirmar que nos. enseñó que el· hombre
..........'-'·••v en la naturaleza trascendente; y que en esta
debe desarrollar una relación con el mundo ha-
en su temor a estar solo, en su necesidad de convic-
de afirmación y apoyo. Si debemos expresar esto en
frase, nos basaremos en la obra brillante de Van der
Y afirmaremos que cada. individuo debe orientarse
fuente sustentadora de poder. Ésta es tan universal
podemos pre!plntar lo mismo de cada individuo: ¿Cuál
fuente particular de poder? Ésta indudablemente re-
al hombre.
fuentes de poder en que cada individuo se apoya
sustentar su existencia son limitadas, y ya las hemos
Aquí podemos decir que la más común es la
de la "transferencia": el hombre obtiene su poder
de la figura paterna y de otros hombres con auto-
Como Sartre afirmó: el bravucón no. amenaza en su
Éste fue el gran atisbo de Freud en la naturaleza
y una de las razones de que considerara que la
parte de la gente era "basura". ·
segunda orientación principal hacia una fuente de-
es la trascendental, que puede tomar muchas for-
más usual es buscar un Dios personal sobrenatural,
del yo en la naturaleza sobrecogedora, o en el
de la humanidad.
tercera y gran ~anera como se apoyan en _el poder
, :s sencill~ente sumergirse con decisión y
critico en los JUegos culturales cotidianos a los
juega en. su sociedad; son sostenidos por la intrinc
383
 cada ·red de actUaciones del juego. :Ésta es la
ción" completa del problema del poder.
Desde luego, estas tres dimensiones generales
en que se apoya el individuo no se excluyen wtuu;anr,
por lo general· se. apoya en -las tres. Servilmente
autoridad de una persona más fuerte, sin sentido
juega al juego de la sociedad en que nace, y
mente adora al Dios de sus mayores. No es Px1n-:11nn~n"
jóvenes .rebeldes y los hombres que aspiran. a
en todas partes hayan atacado estos símbolos del
conjunto, representan una esclavitud completa del
humano.
Pero el hecho es que nadie puede vivir sin ru~;uiJta•¡
de poder trascendente, como hemos visto a
tro examen. Por ello debemos concluir que n,,.,.,,..._.
ideal debe ser moldeado en esta necesidad .u.uJ.U.~e<la .uJ
sal, pero tiene que ofrecer ía posibilidad de
que esta misma necesidad generalmente niega.
demos advertir cómo· nuestro ideal de una ...u,uwtuu
hombres libres e iguales logra exactamente . estoi
contra la dimensión del poder de transferencia,
en un conocimiento crítico de sí mismo. Si
conocimiento, podemos empezar a relacionarnos
de igualdad con los otros, y podemos empezar ·.
mente a venerar el misterio de su subjetividad,
esclavizados y dominados por éste. También 1u•.;u~Wl{J5
tra la fetichización del juego social insistiendo en
criticado todo el tiempo, y que constantemente
camas en él nuevos significados. Por último,
kegaard nos· ensefió inequívocamente, el hombre
y potencialmente libre debe buscar un objeto
cendente. Si es un hombre libre, tendrá una
tensamente personal con este objeto, pero no será .
·de sus mayores, adorado sin sentido crítico y
mente.
Ya hemos· hablado bastante del plano de
ético~ Si necesitáramos hacer una apología de
de Leibniz "alma", "Dios~· •. "comunidad cósmica'
384
que tienen un lugar propio en nuestro cono-
del hombre; son palabras científicas naturalistas
nP!icrJtoe:n la situación y las relaciones del hombre en
Puede .necesitarse algún tiempo (ya hemos nece-
de siglo y medio) para sentirnos cómodos con
oeJilSamiento.s qu: puedan compartir los poetas y los
~1entífic~ contemporáneo tiene que objetar •
por refleJ?) el tipo de conceptos que proponemos
el meJor de los casos, podría tolerarlos, conside-
periféricos al "riguroso" tema de la ciencia. Pero
pensando en la mera tolerancia; todo lo con-
Ahora podemos advertir que este tipo de conceptos
convicción, sentimiento de intimidad ·con el
cósmico) deben ser el centro mismo de una ciencia
en la sociedad. Forman parte· de la situación
y ~na ciencia del hombre en la sociedad no puede
Ignorar algo típico de la situación humana.
Buber lo comprendió muy bien: "Ni el mundo de
ni sus semejantes y la comunidad, ni el misterio
más allá de éstos, y también más allá de él
pueden ser descartados de la situación del hombre"
p. 180). Sólo ásí podemos tenei la ciencia del hom-
prometió la ilustración, y que deseaba Lester
la afirmación más plena posible de la naturaleza y
de las valuaciones humanas; las fuerzas
a toda su capacidad y en sus interrelaciones más
la exploración completa de la naturaleza del
· social.
confemporánea del hombre ético
afirmamos antes, un tipo ideal, si vale algo, debe
directamente una clara crítica social; y ya hemos
nuestra visión del hombre se basa en una· cr{.
vacío de la sociedad contemporánea. Terminare-
. parte de nuestro estudio observando algunas ideas
específicas de algunos pensadores que hemos estado
Esto nos ayudará a recordar que no sólo se
385
ha empobrecido la vida moderna, sino que con
brecimiento se ha desechado aun la posibilidad
éticamente.
Hemos sabido esto desde el siglo XIX, desde el
la reconstrucción social en la· nueva sociedad.
sumió la nueva moral en que se basaba la so,credad
trial-comercial cuando se burló de los polidas que
las tiendas: el ideal ético sería que hubiera un
cada comerciante, y hoy día nos estamos ap:roJidmtan
esto. Aquí, en u,na imagen gráfica, se t:u.,;uuu~a[>a
ción.. de la nueva sociedad al dilema moral
la decadencia de la comunidad medieval. Era
que los pensadores que hemos examinado .t:>LuvcLt:r•u
tra la sociedad industrial-comercial por la lógica
nacimiento maduro del liombre, exactamente
principales pensadores del siglo XIX se opusieron a
sándose en la intuición y en el sentido común.
opusieron Martin Buber, Paul. Tillich,
Max Scheler, Gabriel Marcel, John Dewey, y otros
Por ejemplo, Max Scheler afirmó: " ... la prilnera.
nuestra actividad educativa debe ser reanimar la
de identificación con la vida del universo, y
condición latente en la perspectiva social
hombre occidental" (1954-, p. 105). ¿Qué hizo
pectiva capitalista hiciera difícil esta
universo, si no imposible? Sencillamente, destr:uyó
miento de comunidad, el sentimiento de co:mJ>artir¡>
ción mutua dedicada a compartir, las metas
El punto de vista característico del ca·pit'alismo,
Scheler advirtió, consideraba el mundo "una >uw<~c .. u<
tidades móviles" (p. 105). En otras palabras, el
visto desde el exterior, como una "cosa", de:sc<>nc~ctadi
cánico, limitado, servil, determinado. Este
no podía trascenderse, ni podía esperar idcmtifi<:arsie
la vida del universo.
Jloy. día sabemos que en su mayor parte,
· como la sociedad lo ve. Construir un sistema
la imagen comercial del hombre es crear a éste,. y
386
Su rostro de consumidor alegre .y satisfecho
oeJllt:'VUJ.iilJ.!t:JHt; en nuestros anuncios, en muchas po-
los. centavos que ahorra y guiña los ojos sabia-
de orgullo por sus mangas de la camisa que
adecuadamente media pulgada del puño de la
transportado a un éxtasis celestial por el cierre
que no se traba, o por un jabón que hace
espuma. Si alguien dudaba que un punto de vis-
podía rebajar a la naturaleza humana y crear
las dudas hoy día han desaparecido. Aquí
que todos lo vean. ·
como otros pensadores. del siglo XIX, mucho an-
descubi~~to el engaño de una democracia que sólo
para eqmhbrar el interés personal. Advirtió que
aparente armonía era ilusoria, sencillamente por-
al hombre y le impedía tener una
verdadera y hacer la contribución singular
ofrecer a la ·sociedad. Una sociedad que sólo brin-
de intereses le impide al individuo ser
y así lo priva del sentimiento de pertenecer
y sin ese sentimiento no puede interesarse profun-
el bien común. Tal como Carlyle y K.ierke-
a principi9s de este siglo, Royce vio
de las masas había sido creado por las fuer-
del orden económico (cf. Cotton, 1954,
,ss.).
crítica de Scheler, junto con la de Royce y mu-
y sus opin~ones sobre las razones de por qué lo
está siendo minado en nuestra época no has-
el punto de vista crítico, Se necesitaba una crí-
de la "sociedad adquisitiva", y no sólo una
de qué había perdido. Se necesitaba una fórmu-
precisa que generara significados interperso~
permitiera usar esta fórmula para deslindar más
las razones y las maneras como se había esta-
lo interhumano. Sólo así una crítica de
industrial-comercial tendría fuerza apre~iante
investigadores objetivos del hombre. Martín Bu~
387
 por la sociedad. El resultado es que la mayo-
relaciona entre si desde el punto de vis-ta de sus
y ·no como seres íntegros. El actor escenifica: lá
ser total actúa espontáneamente. Pero la acción
es un gran problema para la mayoría, preci-
porque ha aprendido a actuar y a funcionar sin
y satisfactoriamente desempeñando con sencillez
crítico los papeles que la cultura ha creado
En efecto, han reducido las posibilidades de su
al. limitado interés de sobrevivir actuando sin sen~
Esto no es tanto una crítica, sino una sencilla
apenas puede ser culpado el hombre por acep- ·
versión cotidiana del drama de la vida, .y procurar
· satisfacción que le ofrece. Además, le brinda lo
necesita el hombre: la convicción. Cuando todo
defiende resueltamente sus papeles, dentro de la
cultural, la escenificación conjunta parece adecuada.
FJ.J"• . .•v~ observado varias veces; Fourier advirtió que

maneras de deformar "las pasiones"" y

funcionaban para darle al hombre lo que nece-
fueran humanamente envilecedoras.
esta opinión sí se convierte en. tilla crítica de la
comercial-industrial, y como se expresa precisa-
en la fórmula de Buber, es especialmente dañoso.
lugar, puede demostrarse que la sociedad comer-
vez de promover el individualismo y la libertad
proclama fomentar, en realidad co-
a todo el individuo al reducirlo a desempeñar un
otras palabras, al fomentar el juego comercial
K"•U:.tiliiu••~ particulares, los individuos deben reJado-
sí de acuerdo con los papeles preestablecidos,
espontánea, potencial se ve perdida. Es cier:
juego comercial tiene su propia forma estética;
antes que Veblen y Milis comprendieron
sus puntos más delicados.
planteada por cualquier juego cultural es
de estética superior y de estética inferior, de
de "mal" arte, para decirlo con -sencillez. Des-
389
388
empeñar el papel cotidiano inconscientemente.
una estética de grado ínfimo; es la estética '·cot1dlaíta
verdád que ofrece convicdón, pero a un precio
precio .de cimentar sin sentido crítico al hombre
memente en su mundo limitado (cf. E. Becker, 1
tulo 8). En otras palabras, mientras que. la estética
dera debe liberar al hombre, desarrollar su
fomentar su yo total, 1~ estética "cotidiana" reduce· al
bre total a una parte, a la parte que debe trams:mit
brizna de convicción necesaria para mantener el
tural coditiano.
Después de todo, hasta los que dudan de tener
a sus significados deben buscar la convicción. Ya.
esto con algún detalle; es la esencia del problema del
bre ético. Sólo el hombre débil al esforzarse por ·
la convicción, en su intento de ser ético, es
mo. Obtiene su sentimiento de autenticidad de
cultural determinada de antemano, y no de una
ginal de la libertad. La: falta de espontaneidad,
peño de un papel falso, la formalidad pomposa
caracterizan a los. que necesitan tener convicción y
dos, pero que no pueden obtenerlos por sí mismos.
mayoría, el hombre rígido, vado, asustado y
convierte en un burócrata típico y ocupa puestos
bierno. La tesis de Max Weber sobre la c::x¡¡.nul><c•u
dible de la burocracia en nuestras vidas
eón la sociedad de masas. Ésta contribuye ... ~ ....v .•v,;•'-ru
a que se imponga este proceso. Nosotros
triunfo· de la burocracia, la asfixia de los
ginales para que la forma de las cosas pueda
existiendo sin estorbos, y lo hacémos reduciendo
lidades de justificar los significados únicos; El
solo, tembloroso, se aferra a lo ímico que le
pel vacío, el yo falso, el mero desempeño del
diana, las líneas recitadas convincentemente, el
gante! el guiño astuto, la decisión perspicaz que.
la organización.
La estética "superior" precisamente estimula el
390
hombré, libera su personalidad interior y la hace in-
en el mundo; Ya hemos analizado esta dinámica en
érrlllltos de la estética hegeliana, y esta· revelación de un·
espíritu interior, en. el difícil mundo de las cosas,
el máximo de convicción. Sólo esto puede hacer que
homb~e perciba la vida del cosmos, porque revela más
esa vzda en el enfrentamiento interhumano. No es ex-
que nuestros anuncios comerciales alegremente degra-
al hombre y produzcan muy pocas protestas populares:
hombre comercial tiene un margen tan pequeño de es-
libre que parece degradado. En otras palabras, la
•nnv~r·nr:on. ~ue ofrece ap~nas sirve para que lo respetemos.
consiguiente, el precio que pagamos es de verdad te-
No sólo te~emo~ menos sensibilidad ante la gran
·l:'"~'"''vu de la VIda, smo. que también somos menos sen-
ante nuestros semejantes, y por consiguiente sentí-
menos respeto por el proceso total de la vida. Por ello
degradación:· producida por el anuncio comercial forma"
· parte lógica y coherente de un tipo particular de cos-
expresó este problema estético .muy vigorosamen-
cómo el hombre tat¡tl se ve reducido a las
parciales de un juego cultural determinado.
lo citaré:
, . . concie~cia de un hombre, por consiguiente; sig-
mfica ~n parucular percibir la totalidad de. su persona
determmada por el espíritu; significa percibir el centro
di~ámico que le impone a sus expresiones, sus actos y
:actitudes el signo reconocible de la singularidad. Sin
embargo, esta conciencia es imposible en tanto que el
prójimo sea un objeto separado de mi. contemplación o
de mi observación, porque esta totalidad y su centro no
permiten ser conocidos por la contemplación o la obser-
vación (1957, p. 109).
· otras palabras, el hombre es un ser incognoscible .infi-
al q~e destruimos y volvemos finito, lo objetivamos
391
en sus papeles sociales, lo. usamos como fuente de
actuación para nuestro desempeño cultural sin seJutido••:
tico: Bubér continúa diciendo:
Al hecho de percibir a un semejante como una
dad, como una unidad, como algo único. . . en
época se opone casi todo lo que .comúnmente se
dera especlficamente moderno. En nuestra época
mina un punto de vista analítico, reductor y
entre hombre y hombre (p. 109).
Buber aquí se refiere en forma específica a tratar
camente al hombre como objeto limitado; y es la
critica que hicieron Scheler, Husserl, Jaspers y otros.·
chós pensadores críticos han observado, y continúan
vando, que el desarrollo de la cosmovisión científica
dental y el desarr~llo de la sociedad comercial han
en armonía.. La ciencia tomó su forma ..
tral" para poder sobrevivir y para que permitieran
tinuar sus investigaciones. A la Real Sociedad le
ron establecerse en Londres con la condición estJec:iticá•
que se abstuviera de tratar asuntos religiosos y
En pocas palabras, la ciencia primero objetivó al
.uuuu.u:;<Jll<::lac la razón de esto es que no han objetivado
tácita e indirectamente; y, cuando la sociedad rn·mP•rr1í~
objetivó directamente, convirtiéndolo en un actor
y sin sentido crítico, la ciencia se encontró frente
objeto que parecía verdaderamente limitado. Por ello ·
recia conveniente reducirlo y dividirlo (cf. Paci, 1963;
WB~l~. _ ·
El problema, ineludiblemente, es social. Hemos
lo interhumano en nuestra época, tan sólo porque
gamos a poner en práctica las formas sociales que
liberar al hombre. Éste no es sólo un problema
"patrón analítico de la mente", sino que si vamos a
derar al prójimo, como Buber pidió; como una
.espontáneamente libre, debemo's contribuir a que.
arrollen la espontaneidad y _la libertad .. De otra
debemos relacionarnos con el prójimo como algo
392
debemos observarlo y contemplarlo, ya que exis-
servir a fines predeterminados, y no para ayudarnos
nuevas finalidades. Tratamos a nuestros semejan-
como la madre trataba a su joven hija .es~ofréni-
• como un yo interior limitado que solo sirve a una
cultural. Por eso siempre le preguntaba: "¿Cómo
tus tetitas, querida?" -(Laing, 1962), como nosotros pre-
" ¿Cómo anda tu cuenta de banco?" En suma,
está esa parte socialmente limitada de tu identidad
la cual puedo juzgarte como persona total?
fundamentalmente degradante para el hombre verse
a desempeñar sus papeles. Aunque éste es su
en la. sociedad, algunas sociedades luchan contra
proceso en vez de reforzarlo. El antropólogo Stanley
hace una excelente observación sobre algunas so-
primitivas: afirma que la sociedad primitiva gene-
se caracterizó por respetar. al hombre considerán-
una totalidad, y no como un mero conjunto mecánico
papeles (cf. 1963). Por .ello, entre los anaguta, puede
que el hombre tiene un "mal carácter", pero no
decirse que sea "malo". En otras palabras, parecen
que el_ papel mismo es desagradable y malo, pero
debe JUzgarse sobre esta base el organismo total.
ni lo tratan como un "conjunto", y por cansí-
capaz de ser dividido y conocido (Buber, 1957, p.
Ellos aún consideran al hombre un locus ilimitado
que contiene los poderes manifiestos del cos-
de la vida.
luego, sencil~amente ellos no han reducido al hom-
a un títere comercial, a un consumidor dócil, a una
bancaria negociable. Para el primitivo, el hombre
hombre (sólo eso), un ser al que se une en la noble
de la supervivencia; un ser que contribuye a darle
a la vida en· muchos ritos que señalan su mis-
·No podemos ver la totalidad de nuestro prójimo en
época, sencillamente porque no tenemos esta orien-
básica "primitiva": ni compartimos una tarea mu-
393
tua, ni nos unimos con algún fin común que
el·interés personal, ni tenemos ~a esperanza ,,... IIJ"''ux
nos permita identificar nuestros mte~eses con los
de la comunidad. No podemos considerar a n,,,,,....,,,.;.
mo como fuente espontánea de vida, porque no
hacer nada junto con él, sólo podemos relacionarnos
ficialmente, como cuando es cosignatario de un
como observador de nuestro status; es un actor que
cia las palabras vacías que permiten la.
formas igualmente vacías de las t:ansacoo~es . del hombre que vive sin finalidades y problemas
Por ejemplo, ¿por qué las reumones sociales en·
dos Unidos, hasta en las universidades, como lo
agudamente Barzun, ·son una de las e:xperiencias
sentido, sin vida, y generalmente patéticas, que el
dor sensiblepuede sufrir? Sencillamente porque no
mutualismo real, ni una finalidad compartida, ni
superior. Es .un conglomerado de individ~os
que se dedican a vivir separadamente su VI~; y ·
obligados a evitar los problemas, los compromisos; el,
cambio interhumano real, y no porque sean
sensibles, sino porque no hay un plan mutuo para
los problemas, los compromisos y el int~rcambio.
hemos comparar una fiesta occidental con una .
intelectuales de algún nuevo país para advertir .·
interhumano puede convertirse en un patrón
para la persona total. Los ideales, la ?evoción,
la política explícita y los problemas sociales crean
diciones para el desarrollo óptimo de la
la vida humanas. En los Estados Unidos se
nostalgia las pocas ocasiones que estos ideales y
han existido, cuando los hombres. vivían buscando
mesa superior, dedicados a ponerse de acuerdo
semejantes en un problema compartido qm;, tt.:a.sce:nd!
intereses egoístas inmediatos. Por ello, los vieJOS
del ejército~· evocan recuerdos sentimentales,
ces existió una camaradería real. Es otra
mar que los fines compartidos y las esperanzas
cen que los hombres se consideren los unos. a
394
y que valúen la espontaneidád que surge de la to-
porque sólo con esto pueden encarar los grandes
de las crisis reales. Hoy día leemos en los perió~
que los miembros de un jurado, que se reunieron
meses para asistir a un juicio, se sintieron tristes
separarse, y más tarde continuaron los contactos persona-
que habían establecido. Esta conducta nos parece diver-
y "sociable", pero no comprendemos que es un tes-
del fracaso de nuestra vida individualista, de la
Estos jurados representan al hombre comer-
que busca patéticamente los significados, una busca
sólo encuentra satisfacción accidental y esporádicamen-
en la versión pervertida de la vida "libre" que hemos
la libertad no significa nada a menos que signifique
por el juego pleno de los poderes que cada organis-
introduce en la naturaleza. No significa libertad
hacer lo que todos hacen: libertad para seguir el plan
establecido. Esto es tan evidente que parece in-
que nos neguemos firmemente a comprenderlo,
sociedad, hoy día en los Estados Unidos. Tan es así,
consentimos que se sacrifiquen las energías de cada
generación a las formas culturales en vigor. Sin .ero-
sabemos que el hombre no puede serlo a menos que
el locus de sus poderes; hemos visto en estas páginas
la alienación significa no ser responsable de nuestras
Ya. sea que tome la forma de una enfermedad
(la acción limitada al campo más reducido posible),
que tome la forma de una acción colectiva negligen-
d problema básico es el mismo: no ejercer nuestros po-
en un marco crítico, unificado. Los fenómenos del
y del colectivismo en nuestra época forman parte
estructura lógica que está de acuerdo con nuestra
,,...,,rr,ítm de lo interhumano, con el sacrificio del hombre
desarrollar ·las formas vacías de la sociedad co-
significa la adoración abyecta al dirigente, la re-
395
imncia voluntaria a·nuestras decisiones? ¿Por qué las·
obedecen éiegamenté y odian con firmeza? Desde
respuesta es que sobre todo necesitan la
puede obtenerse de varias maneras. El hombre
cree en sí mismo y en sus semejantes, en el valor
del organismo vivo, prefiere experimentar, _Y .des.ea.
la convicción diariamente en la confrontaoón VItal;
ponta,neidad se apoya en la de ot;os hombres libres;
significados vitales son enriqueodos _ .
nuevas formas. Pero el individuo que desempena sm:
do crítico su papel cultural, que se trata a si mismo y
semejantes como objetos negociables, no puede, en
tefior, creer ·en sus poderes: no tiene nada suyo:
artefacto cultural; y nada más. Este dr~o es .un·
vicioso e ineludible. Si el individuo no eJerce los
espontáneos de su ser en un intercambio libre Y m1.uu.o~(
sus semejantes no puede creer que él sea un locus
Por ello su vida carece. de convicción, pero debe
en los ~tros. Esto significa que el objeto f~erte,
vigoroso, abrumador que existe en su ambtente
un significado especial: se convertirá· en un locus
tante del valor trasceñdente. Como observamos
es el extremo indeseable de la llamada
individuo puede creer que el objeto ti~ne valor, .
él no lo tenga, o especialmente si no .lo uene;
sigue todos sus significados en el obJe~o de la u~,u~.Lt:J:t:u•
extrema. Es como si dijera: "No eJerzo
poderes; por ello en realidad no' percibo ningún
significado); por ello la vida misma no ~iene
ficado). Pero si el objeto poderoso en ID1 campo
lor, entonces el significado está a salvo en el 111''""..u••
ello, para no perder ellocus del significado que
autenticidad de la trama de la vida, para no
sólo con nuestros recursos pobres o ineficaces, debexno1¡¿
rrarnos al objeto de la transferencia extrema. Sólo
solución razonable para este problema, Y la
en el ·próximo capítulo. . .
La acción colectiva y la devoción sm senudo
396
tes sin escrúpulos ha sido un problema en toda la
Pero, sin duda, en la época moderna esto se ha
mucho debido a las instituciones de la sociedad
Hemos creado un hombre de masas quin-
por no considerar a los organismos vivos con-
como centros sagrados de la vida. Hemos pagado el
debido: destruir lo humano ha producido lógicamen-
destrucción de lo interhumano, y en última instancia
inconsciente de otros humanos. El sadismo
- 1 - · - - - - - · como vimos, realmente atestiguan la gran
la imposibilidad de conceder a los otros el de-
tener su propio misterio.
es el precio que se paga por permitir que las formas
la sociedad comercial tengan prioridad sobre el proceso
de. la vida, tal como está encarnado en el organismo
Esto oculta una lógica terrible y justa: como el
es el único animal que, bajo la influencia de cier-
.., ··-~e--- de cultura, pU<;:de ser inducido a. negar la vida
espontánea, por. consiguiente debe perder la con-
de la vida como valor. Manipulado por formas ex-
vacías, el hombre moderno a su vez manipula a
"-~--·-···-" como fonÍlas exteriores, vacías.· No es posi-
con el proceso vital del cosmos, ni tener
ni significados variados, genuinos y ricos. Por
pode.mc1s advertir que después de que empezamos a
el papel superior de. los significados en la vida
y la base psicológica, social e histórica de éstos,
hacer Úna crítica muy amarga de la sociedad co-
contemporánea. Ya no se puede preguntar en serio
qué al hombre contemporáneo se le impide
Vt:l'IUaUlt:I.'<I:IIIt:lUe libre Y ético?
397

XII. LA SOCIEDAD ÉTICA
¿Qué significa, pues, amar a. nuestro
ser patriota?. Si un poeta ded1ca toda
a luchar contra los prejuicios, a
puntos de vista estrechos, a iluminar
te de su pueblo, a purificar su
ennoblecer sus opiniones y su pensaLmi.énl
¿qué cosa mejor podría hacer? ¿Cómo
ser más patriota?
GoETHE (citado por Randall, 1940, p.
GoETHE una vez afirmó que podría soportar vivir otros
cuenta años sólo para ver construidos los canales de
y de Panamá. ¿No era la visión fáustica la de un
que aún desearíamos anunciar? ¿Tenía razón Goethe
poesía, aunque muy bien podía n~ te~erla en su
su época? Si leémos los; extra?rdinar10s ensayos de
Heller tendremos esta ImpresiÓn (1959, véase en
. 4B ss.). La moral fáustica era que _el hombre
~!lo de verdad cuando transforma estéticamente al
con sus energías motoras libres. Pero la mor~ del
afirmaba que no era posible para el _espíritU
mente creador vivir en comunidad. El mnovador
podía ofrecer utopías: las poéticas, como _Fausto; la
trucción social: como Sáint-Simon, Fourier, Comte,
. las proféticamente hist&icas, como la de
my, · 1 XIX parecía una época verdaderamente..
veces e1 sigo
ue las visiones apasionadas surgían en un
ca, en q d · La
hostil y que no se podía hacer na a smo esperar.
discr~pancia es que el suelo del siglo XIX no era
andes ruedas de la abundancia industrial habían
~o su trabajo inexorable. Por pri;nera ve~ en la
las grandes visiones humanas utópicas se vieron
398
obstáculos, por los medios adecuados para su rea-
fortuna, la naturaleza no cumple el deseo de los
de ver la tierra prometida. Si Goethe hubiera
. otros cincuenta años, habria visto levantarse la car-
de uno de los espectáculos más grotescos de la historia,
podido, junto con Burckhardt, predecir una nueva
de monstruos. Hoy día hemos perdido a tal grado la
fáustica que hasta tememos realizarla. ¿Qué suce-
nos lamentamos, cuando sea abolida la jornada asala-
cuando las fábricas automáticas trabajen a toda su
y distribuyan la producción entre todos, cuandÓ
garantizados los salarios anuales, sin importar el tra-
qúe se realice? ¿Qué hará el hombre con sus ocios?
hará para no volverse loco?
· cúestión revela todo el fracaso de nuestra época: la
de la ciencia del hombre para inventar una
sintética aceptada de la naturaleza humana; la inca-
de la sociedad para superar el tipo de monstruo que
con. su locura comercial-industrial. Desde luego,
m:u<::tuciu~ sociales desalientan el interés público en una
en que no hay interés público, ni finalidad acep-
qué el individuo deberia diseñar fines sociales,
;<::llu<::JLac:~. importantes, si toda la sociedad los desaprue-
quien se dedica a conseguir su seguridad, su pro-
. por consiguiente; no hay futuro social, ni un
común para los hombres.
es un lugar común, pero explica por qué es tan
tente el hombre-masa. No tiene. la dimensión humana
·el dominio del futuro; en pocas palabras, carece de
(cf. Arendt, 1958, p. 245). Después de todo,
'socu:ua,¡¡, como· una unión de individuos libres, necesi-
un tipo similar de control al que tiene el ego del
"Si yo (nosotros) actúo bien en el presente, ~ub­
ciertos tipos de satisfacciones impulsivas, el fu-
seguro y gratificador." Así. el. ego del individuo y
.social diseñan un amplio panorama para las energías
399
y el control humanos,. y el hombre logra una wgnma:u
le es negada a los otros animales.
. ¿Qué sucede cuando la sociedad carece. d~ ego? Lo
que cuando el individuo tiene un dommxo ID;u~
su destino: fetichiza. Empieza a buscar el dommx? de
pos. estrechos, que no tien~ realmente ux:a r~a?ón
con sus problemas. La sociedad hace lp mismo: sx no
manejar el problema principal de la adaptacxón ..
un dominio inteligente del futuro para lograr sus
trata de ejercer un dominio firme en los ~pos.
tiene poder. Esto explica por qué nu~stra sooedad
obsesión por ·las. infracciones de tránsito, por el . .
·las drogas, por los cabellos indecorosamente largo~:
es la fetichización social del problema .de la mor~
tiempos modernos .. Es como si toda la sociedad .
profundaii1e~te y dije~a: )Si pudi.éramos .
qué buena sería la ~xda! ~tos upos de ..
chistáS son bastante mofensxvos: unas cuantas
tránsito ·unos cuantos hippies encarcelados por
guana; 'tod¿ es muy benigno. Per~ ha~ ~tras
expresar la fetichización d¡.l ego socxál que están
inofensivas: hoy día atestiguamos que nu~tra sol:u::Ltau
ta de tener algún dominio de la vi~a naoonal y
de plan nacional signifi;ativo. ~orJ.~ndo lo _que
denominar un "ego social militar . Este tip?
ción es bastante antiguo, y a menudo ha sxdo
para la superviv~ncia de, l~s comunidades li~res,
plo, la de los gnego~ clas~c~s; .:ero la cuestión
día es si un "ego. social mxhtar representa una
inteligente para los problemas de la moral en
moderno. Sabemos que éste tipo d: ego ~a deJrrotadlo
dictaduras y hoy día nuestros· meJores .. . ..
vierten. que éste derrotará a ·la democracia
du::~~o ego social fetichista y miéstra "~da .
son equivalentes: representan .un deseo .ptadoso ·
todó salga bien si jugamos febnlmente Y sm
al juego de nuestra sociedad. Pero hay una wr.c::rt:m;~
400
este intento ingenuo .y torpe de influir en el futuro
creador de un nuevo horizonte futuro, que Dewey
la diferencia entre la acción mecánica y· la acción
la diferencia entre los significados externos, coercí-
y los significados controlados individualmente (cf. E.
l964a, capítulo 7). Esto se reduce a la siguiente
El individuo, ¿es una fuente libre. de acción?
· proteger los medios. que usará para alcanzár el
;deseado? Ésta fue la base del pragmatismo de Dewey.
toda su filosofía. social, justificó su teoría de Iá
IU<-<~<-••uu, su visión de una sociedad verdaderamente sana.
afirntó T. V. Smith: "Esta redención del presente,
de un futuro fantasmal, fue. la mayor contribu-
de John Dewey al pensamiento norteamericano (1939,
Comúnmente el hombre sufre el peso de los pla-
por la tradición, que le. imponen medios y
Cambiá sus energías libres por una aceptación sin
crítico de la vida que le impusieron sus mayores.
Jra~ILtau1sw1u intentaba superar esto creando medios per-
para los problemas siempre nuevos, que cambian
· que se modifica el problema real. El hombre
como la sociedad libre, debería remodelar continua-
sus medios para alcanzar fines siempre nuevos, y
servilmente las huellas de la tradición y el há-
. O, en términos que nos. son familiares, afirmaremos
el hombre libre es el verdadero genio que crea nuevos
y continuamente pasa por alto las antiguas
Por ello el pragmatismo ha insistido en la impar-
del método. Como señaló el notable sociólogo E. A.
educación. destinada básicamente a fomentar los
sentimientos, o el patriotismo, o una lealtad di-
o un. sentimiento de clase, o una ortodoxia reli-
puede disminuir las fricciones de la: sociedad, pero
hacer florecer el. genio. Para éste, la base prístina es
icar las. verdades conocidas y enseñar el método
p. 360, la·s ·cursivas son suyas).
401
Podemos advertir lo íntimamente relacionádas que
cuentran las visiones de la Ilustración con el
pragmatismo con la ciencia, de la democracia con: la .
tad, y de todo esto con la educación. La libertad
o-enio significan tener educación para realizar una
o • h S~ admitimos que algún día pondremos los
cultural, tener educación para experrmentar y acer
tativas. La educación "progresista" de Dewey fue
fía de la Ilustración aplicada al mundo moderno.
de la educación progresista lo expresaron otros hc1mlbd!s
la Ilustración, mucho antes que Dewey. En una
gida a Du Pont de Nemours, Jefferson afirmó:
Ambos consideramos al pueblo como nuestros hij
lo amamos con afecto paternal. Pero usted los ama
niños en los que no puede confiar si no los
niñeras; y yo los considero ádultos y les
se gobiernen libremente (Padover, 1956, ·pp;
Jefferson, como recordaremos, creía que. cada·
debe tener una Constitución propia. Deseaba
sara la Constitución; y se hiciera un nuevo
cial, por lo menos cada 19 años, ya que ~~-~~·~··~
18 años y ocho meses y medio la mitad de los
que tenían más de 21 años ya habrían muerto. ASí
presaba un verdadero hombre de la Ilustración,
de la cultura, y de todo lo que esclavizara al nomt1tei
seaba una ética pragmática basada en la plena
de que los arreglos humanos son de naturaleza
curioso que Freud a menudo fuera condenado
terialismo inflexible, por su terquedad ante
del hombre, que él creía que se basaban en
arraigados. En realidad, este tipo de ley
ningún modo terquedad; Nos impide ser ·V(!raaa,era:
escépticos acerca· de los motivos .sociales, nos
raleza ficticia de los esfuerzos simbólicos, ·
descubrir la "verdadera" naturaleza de los esi:ul!rzcls
nos. En resumen, supone que las decisiones .. ~ ...u..·~.
limitadas, cuando de hecho, como· .Jefferson
402
ser ilimitadas y continuamente evaluadas. Jefferson'era
de ·la única manera en que esto puede tener sen-
para el hombre.
problema de la sociedad ética puéde plantearse ahora
econó~cos bajo el dominio de la razón, ¿cómo
awcarerrtos al tipo de gente que revisará la Constitución
19 años?· ¿Qué imp~ica este tipo de educación progre-
La respuesta es drrecta: en el capítulo· anterior ya
có~o al hombre se le puede dar fuerza para ser éti-
necesita un conocimiento crítico y trabajar al unísono
los otros egos Iibres,c Ésta es exactamente la:educación
en su visión o;i~mtl. Educa al hombre para
fuerza para decidirse, para ofrecer sus propios
...... ~u,-~u, y lo educa para tratar a los otros como fines
y n.o c?;no medios cult~rales para desempeñar
La funcwn de la educación progresista es la de
verdadera gobierno . democrático, exactamente como
c::onsideró este ideal: preparar el camino para el
que confía en sí mismo. Por ello hay una línea
y directa· de desarrollo desde ·J efferson y Emerson
Dewey y la nueva ciencia del hombre en la sociedad.
tenía plena conciencia de esto, y por ello llamó a
"el más grande moralista que han producido los
Unidos".
la enajenación dijimos que sólo podía significar
amparo confiable y libre. de nuestros poderes
También advertimos que la enajenación; las en-
mentales y el "inconsciente" son sinónimos; Se
al r~sultado del primer proceso de aprendizaje en
capacidad na:ural para aprender mediante ·"ensayo
se ve paralizada de alguna manera y en ciertos
de la conciencia. Como resultado, ante las nuevas
el . .individuo experimentará una .gran angustia,
403
 para juz~ ím1epem
mtiilte;;teru:l:rá un "inconsciente' • mayor o m!:no•r•'" :st:g
sus "poderes hayan sidOrint
"inconsciente" no
del campo de las
de la riqueza y de . par~
tuaciones problemáticas, La enaJenaaón
otras palabras,. no es un problema tll<Jgenel:ICGi¡
cuestión del hombre que está encadenado por .los
Debemos repetir esto una> Y ?tr~ vez,· porque
terrible desviación en la conunmdad del pelllSaliili.ento
la: Ilustración que .ocasionó .el
hombre.·se encuentra alienado cuando no ··a4Ctúa~·,,,)
que el animal simbólico "actúe" debe .tener
comprensión ·de una situación problem4uca. ~to
que no sólo debe ~conocer" lo que. está mal, smo
debe percibir y creer que tiene poderes para
sus conocimientos.
La teoría psicoanalítica ayudó a aclarar _in.llll_.em;a.ri:
la, dicotomía básica que existe en: la ex~:nenCia .
~::ntre el primer aprendizaje al que el mno está
las. disyuntivas que más tarde ~e I.e presentan .
Como. vimos, esta dicotomía le unpH:le al_ .
sus poderes. No puede t?mar nuev~ ~eclstones
vos significados) sin sufrir la angustia que _apreil!iíó
tir. en su primer aprendizaje. Al descubnr la
y al·. estudiar cómo ésta se vuelve una .
la acciónrecíprocá: del ego y la angus.ua,
también trazó el problema .d: la n~~rost.s.
que la neurosis puede defmrrse asi. ev&tar
creados por uno mismo. Aclarándolo así, el
de Freud se reúne al de la Ilustración del que
que ·contribuyó a oscur~cer. . •
La educación progresista, la éuca y .el COllOCllll.Ie,
relacionan íntimamente,. y son un problema
ció:h; la prueba la tenemos a la. man~.
crítico de la enajenación, también afirfuó
blemacognosdtivo, y que .el niño debía edllltarse
404
~sto es, · I1o · recibir una . inducción • automática
to de. vista. limitado de la cultura. Sólo asÍ el niño
tener oportunidad. de.. ofrecer .sus significados origi•
})TOnto Rqusseau advirtió que ser un miembro
de una sociedad casi automáticamente significa
de I_a verda~era individualidad. Nietzsde repitió
la llllsma tesis con gran fuerza y estridencia; pero
se habla formlilado, y la. tranquilidad de la vida
:.t';••v...uu,.c ya se habla sacrificado a ésta. Fourier, Le5ter
y Robert Owen expresaron conceptos similares.
antesdel psicoanálisis, la cultura ya habla sido
><irl<"r:ula la· cau~a :de la. neurosis, de las rlgidas pautas
aprendizaJe que marcan el mundo con su uni~
y ahogan las conductas flexibles.·· Mientras que
propuso q_u; el niño se educara lejos de la so-
el _PSicoanáhsis propuso una psicoterapia ·costosa,
Cinco años y aún más, que libera· al indiViduo ·de
de .la. sociedad, y le ayuda a "comprender" su
aprendizaJe. .Pero esta liberación sólo se efectúa
de que se han 'impuesto las limitaciones.
argumento es sencillan¡ente éste, y me parece muy
para apoyar un punto de vista histórico: es
que como el siglo XIX no actuó socialmente para re-
el probl~ma de la ~ajenación, casi fue una lógica
meludible pos tenor. inventar un· sistema que ata-
problema individualmente sobre una base post·hoc.
· . evidente que la psicoterapia es producto
. iniciado una educación verdaderamente pro-
en la época de .la llustración~ Es un artificio his-
por esta misma razón un hombre de la nustración
seriamente preoC1lpado por el problema de
dm:acié.ín liberadora, ·.z:o ·pudo· tomar. en serio al psi-
m como teoría m como terapia. La psicoterapia
de poder curar algunos males de la condición
que la ·teorfa, con ·su idea de ·los instintos
fatalistamente. Pero el .educador progresista debí;
problema de la servidumbre humana antes de que
405

surgiera; además, como afirJnamos, antes, no podía .
esta servidumbre; de· otra .manera, como un hombre
Ilustración, sencillamente habría renunciado antes
tentarlo. En otras palabras, Dewey advirtió que el
dor • no podía ceder su lugar al psicoanalista, que·
cador crítico lo precedía históricamente, y que el
de la mala adaptación y la liberación realmente
su jurisdicción. La educación progresis:a, como "-···---·"''
entendía, se proponía superar la neuro~rs. El o_on'o.'cinriení
del educador progresista de la neurosrs es el nnsmo
el del alardeado "clínico"; el educador replanteó esto
términos de dos carencias básicas relacionadas: 1) la
lisis de la . capacidad para aprender mediante
error en forma natural, y 2) desconfiar toda la
nuestros poderes de juicio independiente. Estas dos
cias las ocasiona el primer proceso de aprendizaje:
¿Cómo se proponía la educación progresista superar
males? Mediante un programa para someter <.vuLJ''-"'""u'
al niño a experiencias problemáticas reales; y que
periencias tuvieran una jerarquía continua.· Est?
el mismo resultado que esperaba obtener la pstco
pero ·se haría arites que se formara la carga
niño, al aplicar continuamente sus poderes a actos
máticos, eliminaría la profunda dicotomía entre el
dizaje constrictivo dado por los padres y el amplio
social. Según Dewey, y como lo advirtió antes ~"''u''""'u
niño se le debe alentar a realizar sus propios
pera 1~ limitaciones potenciales del punto .de ~ista
ral vigente dirigiendo el remodelado de SI nnsmo
percepciones en las situaciones problemáticas ~.:oJ,.u:tauta
hecho, Dewey protestaba contra la atmósfera
de las sociedades, como la de la Viena victoriana
donde éste descubrió la "neurosis": la antigua
cativa sencillamente reforzaba el•aprendizaje '""ll"·"'-'·<
ritario; el niño era adiestrado para conformarse.·
pasividad al ser intimidado,. al hacérsele
timentales, sermones, etc.
Por ello, como Dewey advirtió, la verdadera·
406
el único ambiente _en que el hombre -puede crecer por-
est~ todo el tiempo en contra de la. acción irrefl~xiva.
tá onentada par~ hac_er frente, con toda la fuerza de.los
tos, ~- sltuaaones problemáticas continuamente
La antigua educación autoritaria, académica, en
. pala~ras, reforzaba las primeras percepciones del niño
su rutina acostumbrada, al no permitirle ejercer y des-
sus percepciones espontáneamente organizadas. No
raro. que Freu~, ~ue trabajó en el ambiente coactivo
la Vxe~a a;rtontarm, y que atendió a pacientes de fami-
autontar~as: descubriera formas de neurosis especial-
consn:xctivas. Los casos famosos de Freud sobre la
refleJaron exactamente lo que podía esperarse: no
ge~~e que estuviera "enferma"· en el sentido médico,
m~os co~fusos y ofuscados, educados como esclavos
sentido crítico por sus padres tiránicos y por la. sociedad
(cf. Szasz, 1961). En esa sociedad particular, la
de las percepciones originales, y el ejercicio de
poderes, duraba desde la edad de la transición
hasta la adol~escencia tardía y aún más lejos. Re-
no es extrano que Freud hiciera hincapié· en la
peculiar_ del "inconsciente": descubrió una versión
gra~e soaalmente inducida por éste. Hoy día creo
afirmar ho~radamente qu~ cuanto mayor es el pe-
de postergacxón entre el prrmer aprendizaje y asumir
de la acción adulta, más fuerte es el
que tiraniza al individuo. Como el incons-
en realidad es otra manera de referirnos a la ac-
y.al conocimiento limitados que son socialmente indu-
y aprendidos, podemos afirmar que la gravedad de
varía con la fuerza y la duración de la mora-
.que la sociedad le impone al niño para usar sus
responsables de ejecución.
parecía haberlo comprendido aun antes de la
evidencias que ofreció la moderna antropología
esto, como Rousseau lo comprendió. antes de
·eJtist:iet'a una antropología confiable. Los antropólo-
que en algunas sociedades, el funciona-
407
miento: corporal natural se ve frenado más v•L'H"'""'T
que en otras; en algunas sociedades la infancia
lá adolescencia, y la edad adulta no están ...o,u.,•uacs',''
mente como périodo de desarrollo en que se ,,.,,m,pn:,
vas responsabilidades; En resumen, en algunas
II1ás que en otras educan a los niños para ser rel.atiiva'rri
sumisos e impotentes en un mundo que ellos no han
cado (cf. Benedict, .1938). Quizá Freud habría: conlpr,en:d
que su terapia: era un artificio histórico y social
pondía a condiciones peculiares si hubiera sido
respetuoso de la Giencia reduccionista ,del siglo XIX.
.embotó y finalmente atrofió casi completamente la
de .la crítica Cultural que era inherente a la Tf',inl"JPOI''>
tegra de Freud al dilema de la ilustración sobre la
raleza de la conciencia. La teoría:psicoanalítica aun
al arte al determinismo del primer desarrollo ps1co:sex
y así por implicaciones impugnó hasta las
de los genios liberadores, como Leonardo y Mignél
que elevaron ál hombre a un plano superior de los
ficados superiores: En este aspecto, haremos una
observár que la muy elogiada obra de Freud,
tación de los sueños, en realidad es su libro más
vale del, simbolismo físico concreto de. los sueños
plicar el significado de los esfuerzos humanos. Por
cuando una persona sueña que se le caen los
psicoanalista podría interpretar· este simbolismo
mor a la castración, como castigo por los
tuosos. · Pero· el simbolismo de los sueños en realidad
lenguaje "fetichista"; constituyf:! una abreviatura de.
superordinados de la experiencia. El sueño de los
que se caen, por ejemplo, puede referirse más
timiento de que toda: la vida es inadecuada. El
como el niño, se aferra a lós conceptos más .
concretos para resumir amplios' campos de la
A la teoría psicoanalítica le resultó sencillo usar
riendas de la infancia para apoyar el simbolismo
sueños, y viceversa: los hallazgos en ambas áreas · ·
zaron mutuamente; pero muy. pocos pensadores
408
·a .'condenar la estéril reciprocidad de este proceso; :Pac
justo afirmar q~e el simbolismo psicoanalítico al apo-
en una abreVI~tura de los sueños; y al mezclarlo
teoría sexual del desarrollo infantil, realmente
l~ con~iencia .m~dema. En todas partes se popu-
un snnbohsmo relativo a un conjunto de significados
estrechos y concretos, y los investigadores del
que usan este simbolismo logran un conocimien-
cómodo, pero falso, de los esfuerzos humanos: no ven
precisamente los símbolos fetii:hizados y concretos (en
de un mayor conocimiento y una elaboración· cons-
te) t~n;an el lugar de los significados sociales impor-
VIV!mos en un mundo científico donde los adultos
ms•uc:.a.u una verdad evangélica el intento del niño por
mr·es:rrse. y donde el asombroso simbolismo de los sueños
cree casi literalmente, como sucede entre los primitivos.1
No deberla sorprendernos que los investigadores que usaron
teorías de Freud no quisieran comprender su propio tema.
ello Cracker (1963), en su estudio sobre la Ilustración Fran-
se siente obligado a apoyarse en las obras superficiales de
,...~--.------- moderna (así como el brillante investigador Mar-
1956); Esto h~ce ~egítimo el punto de vista limitádo y pesi-
de las mot1vac10nes humanas, e impulsa a Cracker a
erróneamente, que las. ideas de algunos pensadores de
~,............,,vu (que consideraron· que los motivos básicos huma-
eran la agresividad, la sexualidad y el egóísmo) han sido
por "la ciencia moderna". Es muy· lógico que
concluyera que con Freud sé cerraba el círculo iniciado
las reflexiones del Marqués de Sade (pp. 415 ss.). Pero la
no es que la ciencia madura ·confirme los primeros bos-
correctos sobre la naturaleza del hombre, sino que Sade
igualmente son fetichistas y sexualmente reducdonistas
explicaciones. Éste es el último vestigio del reduccionis-
del siglo XIX que (esperemos) causó su último dafio al
apóyo a los primeros conceptos de la naturaleza hu-
que eran ·falsos. Hoy día podemos comprender que los
más limitados de la Ilustración y de la psiquiatría
deben ser abandonados. Hemos tenido que· dar un
para llegar al pensador que realmente caracteriza a
l'.LlUstraculon y que la explica: Rousseau, quien advirtió con
y sutileza casi increíbles que la conducta agresiva no es
409
 Debido a las fallas del psicoanálisis, la critica
real tuvo que provenir de ottos campos que no
m~dicina reduccionista y la psiquiatría. 2 Por ello, la
literaria y estética,. como la de I. A. Richards, pudo
tir muy claramente que la servidumbre personal es
ma de la fijación artificial de actitudes, y que
lugar cuando el-niño se ve alejado del libre J.w.'u.tuui"-lllie
de la experiencia. Pudo afirmar que este ti~o .
miento a menudo hace al adulto menos consoente
niño (19Úí, pp. 202-203). Pudo in_terpretar la
una liberación de lo que la soczedad le hace
como una busca de nuevos significados humanos, y no
una fijación eri los significados animales. El estei:a
educador progresista natural, como Dewey lo mostró
ATt as Expe,-ience; El médico no lo es. Al no COllSI,CleJ:a
un "impulso natural" en el nifio, sino que representa su
busca de actividad (1762, en especial las pp. 48-49).
2 El fracaso del psicoanálisis profesional, incapaz ~e
una crítica cientifica de la. sociedad, tiene excepciones
en especial Wilhelm Reich. Entre. los psicoanalistas ,
por sus tempranos esfueFzos por extender. ~1 psiicoamUis<is
crítica social, aliándolo con la. reconstruccrón
El resultado de este intento fue el que podría. . tiene una "deficiencia" de "orgón", y lograra aislarse
saron a Reich de las organizaciones ·psii:oanalfticas ..
gurar su respetabilidad profesional?); fue
fascismo alemán, y despreciado por el coruuJLU>Jlllu
el dogma profesional ni el social le permiten actuar al
reconstruccionista :Jibre (véase la e.xcelente y breve
de De Marchi sobre la dimensión política de las
obras de Reich [1961]). Debió pasar una generación
que otro psicoanalista, Erich Fromm, se ocupara
de la reconstrucción. social marxista como el coJIIlp,lerneJit
tural· y lógico del psicoanálisis no dogmático. Pudo
ser molestado, como les sucedió a Reich y Freud, poJ:'
médicas básicas. Después de todo, en su busca del
Reich intentó descubrir una norma médica para la
crítica. Reich buscaba una propiedad común . activamente una ciencia que nadie desea, o aún
organismos, para. tener un principio unificado~ para
cia del hombre. Pero la .busca de esta propiedad
es un proyecto médico; no puede. enfocarse en forma.
410
de .los significados en la vida humana, Freud
corriente del idealismo y de la ilustración, que
teoría estética y una educación progresista.
llegar a esta conclusión: cuando entendemos los
cul>riinie~ntos psicoanalíticos sólo como hallazgos del pro-
del conocimiento, podemos hacer algo muy crítico:
el aura misteriosa que rodea su uso en las escuelas
la sociedad. Los educadores no deben poner. aten-
a las "extrañas malas adaptaciones" de los niños, ni
terio de sus. "necesidades interiores", sino a algo
más abierto, y por ello más difícil de enfrentar:
que preguntar, el pmceso educativo total, ¿pued,e
el conocimiento crítico'! (cf. Schoben, 1960). Ésta
pregunta abierta que rectificaría el problema de la
en las escuelas. Tal como las cosas están hoy
como Reich trató de hacerlo en su opción del
La razón es que, como veremos en un capítulo pos-
esta propiedad común irreducible de los organismos debe
en s{ una medida df< ,la crítica social; y al mismo
debe ser un principio libre y subjetiva. La busca de
de una propiedad común irreducible de los organismos
bien inspirada, pero su esperanza científica especifica era
Aunque de algún modo pudiera mostrarse que nuestra
sus<ta11ci:a, la cuestión continuaría siendo médica y social-
neutral: podríamos alinear a la gente, a la manera del
mayor, y ponerle "inyecciones de energía" de "orgón".
de todo, tiene una importancia social institucional que
ruso de las enfermedades mentales haya continuado
reduccionista, físico-químico, y basado
én los ·principios del acondicionamiento pavlo-
Debemos comprender definitivamente que la orientación
investigación de la ciencia del hombre es guiada por una:
implfcitac del hombre: si encontráramos datos que, en
conciencia como científicos, no pudiéramos usar o per-
fueran usados, deberíamos adoptar una orientación
nritdLrctiiva en nuestra busca de datos; si no hacemos esto.
convertiremos en el tipo de persona que los usará.
no son sólo un ejercicio estéril de lógica:
Duncan; 1962, pp. xxx, 324).
411
dfa; el uso del psicoanálisis y 'de la psiquiatría
liares en el aprendizaje de los "niños problema"
lidad ha contribuido a oscurecer el "problema"
Szasz, 1963a). ¿Es esto, en parte, una razón de
hayámos adoptado can tanto entusiasmo y tan aJJui-''"<Lln'
te? Si el conocimiento es el problema, los <;u.u.w1u.'"
enfocar la educación én general así como en:tocamtos
educación del hombre ético: la acción ética es vill•ór''"":
se requiere un conocimiento crítico para ser fuerte. El
ble~ para la educación progresista del hombre
co sencillamente seria: ¿cómo puede enseñarse mejor
adquirir conocimientos?
Cuando contestamos esta pregunta, también
mos otra, que ha molestado muCho a la gente::
ha fracasado la educación progresista? Si se
el camino correcto, y consideraba los problemas
arrollo y de la libertad personales tan claramente
problemas del conocimiento y de la acción, ¿por.
no ha cumplido ninguna de sus antiguas promesas?·
La respuesta es que la educación progresista no
do ofrecer un conocimiento real, liberador. Como
no ha podido eliminar la neurosis ni la enajc~m1dón
importante observar que la neurosis toma dos
son dos facetas de un mismo problema. En un
refiere a la prolongada postergación en ejercer
pios poderes, a la que la sociedad condena al
nuestra sociedad llamamos a esto latencia y
Esto mutila ciertos campos de la conciencia, cómo
¡;rea una, profunda dicotomía e1:1tre el primer
y la experiencia adulta. En .su otro aspecto, la
puede. considerarse desde un ángulo más positivo¡
igualmente mutilador. Esto es, puede cmlsic:Ier·ar!ie coon
aprendizaje del niño para actuar de las maneras
te aprobadas, aunque permitiéndole disponer de
gíás de manera más .o menos libre. Cualquier ...
ejerza lo lleva a convertirse .en miembro "normal'~
sociedad, y en el .proceso pierde su singularidad
Éste es el tipo de neurosis que existe en las
412
en que los poderes no pueden ser frenados: rii
Por ello, vista desde cualquier punto, la neúro-
: s~gni[fic:a frenar el potencial del individuo, ya sea .como
detmm:.aciión. activa de sus poderes, ya como un apren-
excesivo para que los poderes funcionen de maneras
y automáticamente aprobadas. Los individuos que
en clínicas psiquiátricas no son "neuróticos" en
m~>arao:ón con otros que son "normales". Más bien, sen-
ldJJU<OLLL<O están más constreñidos, y por ello la constricción
l[eneral. es más grave de lo que pueden sopor"
rmportar cómo las consideremos, las enfermeda-
sencillamente son constricciones relativas de
Ti~nen una virtud social positiva: hacen ·que
libres los autómatas culturales "normales". "Las
. mentales" son otro término que nos permite
un campo del ideal típico, como las palabras "trans-
" y "democracia".
educación progresista, para tener éxito, debió fijarse
meta un ide~ que ·redujera ambos aspectos del pro-
de la ~euros1s o de la alienación de nuestros pode-
. Ésta debió tratar de conseguir la autonomía máxima
co~d~~ta ... Pero .¿qué significa esto? Advertimos que
significar cualqmer cosa, dependiendo del ideal con
se compare. Si el ideal es la conducta "normal" acep-
la educación consiente los tipos de poderes que le
ten a la persona enfrentarse a su sociedad particular
qu,e no se hunda y fracase en la rutina aceptada por
La educación progresista en su visión ori-
trató .de modelar individuos que pudieran funcionar
democracia industrial moderna. La democracia ne-
ciudadanos capaces de juicio independiente, y de
libremente, sin ·inhibiciones. Por ello, la educa-
trató de hac~r que usaran su juicio en las
y los problemas dé la vida cotidiana. U na ma•
resolver los efectos constrictivos del aprendizaje
fue enseñar al niño a dominar sus situaciones
c~n sus camaradas. Pero esto no basta, porque
situaciones cotidianas dictan su propio tipo de
413
tiranía: crean la neurosis de la "normalidad" o
mida d.
A primera vista, esto parecía un obstáculo
que la educación progresista debía fracasar; tenía
lograrse por no conseguir un ilusorio "máximo de
mía" de la conducta. En cualquier programa t:ul~ca.nv,
de reeducación, el individuo debe ser·adiestrado para
en .el mundo con sus semejantes. Para crear un
social, se requieren algunas limitaciones tempranas
percepciones y la conducta. Para crear un individuo -
mente consciente, autocrítico e independiente, no
eliminarse todas las limitaciones. Por ejemplo,
sociedad puede emplear. a psicópatas irresponsables
tructores. La educación progresista debía Pnfrf•nt:lr<:P
desafío cultural, total y vasto. En otras palabras,
crear en primer término animales sociale~, y sólo -
gundo término, individuos. Debía producrr _
algún tipo de conducta. social automática, y frenar
quedad y los caprichos. Sin embargo, esto sólo
modo de lamentar que la educación progresista
rara individuos independientes y COn una CO!nCi.encia :te
Sencillamente educó a la gente para que
tro de la ideología reinante; y lo hizci porque no
creado claramente un tipo ideal, y no contaba
teoría general de la enajenación para apoyarlo.
Como sabemos muy bien, ésta fue-la verdadera
de la educación progresista. La ideología
democracia_ era la comercial-industrial; servía p~a
tar los negocios, -las transacciones mercantiles y
No necesitaba educación clásica,. ni historia ni
sino sólo "buenas personas" que se unieran en las
tes actividades, técnicas e institucionales, para
formas de ·la sociedad comercial. Quizá su única
dicea era que· consideraba malo no votar por la
presa.. No debe maravillarnos que los críticos se
muy disgustados con la educación progresista. Se:
en una técnica en gran escala para lavarle el
niño para que obedeciera automáticamente las
414
415
greso para logr~ el tipo
significar (ni debe significar). instituciones que ya
madas. Repetimos, Jefferson comprendió· esto pf:rfe:ctií.
te cuando pidió que se promulgara una nueva ............ ,.,.,
cada 19 años.· Comprendió· la naturale:ia del ttn,n.•iño~
la democracia y la libertad humana.
La siguiente pregunta es importánte: ¿cómo
ponerse una· democraciá cual tipo ideal ·in~det:ennirtad
que aún exista una. sociedad ordenada? ¿Cómo
ética pragmática y continuamente cambiante, y
haya una decencia humana básica? La ética
Dewey, inseparable de su profundo concepto de la
ción progresista, ha sido criticada precisamente por
lós preceptos éticos cambian continuamente, el
parecer está en peligro, y no parece haber lll<Ull~<U.wt:n
morales comunes obligatorios, que mantengan al
fuera del caos; Esta mala interpretación de ·Dewey
según· creo, por lo menos en parte, de no valuar
ramente al hombre; refleja una renuencia a u<~LLill:lo
un fin, un temor a sus fuerzas creadoras. Dewey
respuesta ·a la pregunta: ¿puede haber una ou•w..t:u•«u·
plinada én una democracia de tipo ideal?
cosas que no hemos logrado en nuestra_ "democracia'!
tar a ·las personas como . fines,. y abrir las .puertas .
sociedad a las fuerzas creadoras de la juventud.
sigue a la otra. Si tratamos a las personas como fines,
fiamos ·y buscamos el desarrollo de sus significados
lares. "La autonomía máxima" entonces sería un
no temeríamos; sencillamente todo el mundo lo busca.ría
los demás, dentro de un ambiente de·verdadera o..u•uu•uu
Los· críticos de Dewey exactamente temían que:
dadéta comunidad se viera en peligro cuando se
los significados indiViduales.. La solución de nuevo
en corregir la acostumbrada y falsa definición de
mocracia. Mientras ésta se defina como una
no tomo un ideal, usará a las personas como medios,
como fin: no lepermitirá al hombre superarse (ética:me:
Degradará al hombre al definir la igualdad ·como el
416
todos a consumir mercandas, de buscar beneficios
en el botín nacional. Es otro modo de afirmar
democracia se define como la busca libre .del propio
Sólo si la definimos como un ideal, puede trascen-
el propio interés. La democracia entonces se convierte
ideal superordinado para el que trabajan todos los
de la sociedad. Si este ideal procura tratar a .
como fines, entonces todos los miembros de la so-
intentarán alcanzar el ideal de tratar a sus seme-
como fines. En otras palabras, la comunidad crea-
y :1 altruismo llegan a ser socialmente iguales bajo
Ideal, que es exactamente lo que Felix Adler bus-
con el Movimiento de Cultura Ética (1918). La ética
fluida y flexible se vuelve moralmente defensible y
porque continuamente procura tratar a los indi-
. fines. La ética pragmática es así plenamente
hasta en sus tentativas más extremas, y su moral
es más firme que todas. Contiene la gran promesa
· categórico de Kant. .
nos referiremos a un aspecto de tratar a las per-
como fines: abrir las puertas de la sociedad a las
energías de la juventud. Es obvio que debemos
si deseamos tratar a las personas como fines, y que
temer esto, si tenemos un ideal superordi-
para aprovechar las energías juveniles. La educación
seria un intento de utilizar los nuevos significa•
creadores tan pronto como fuera factible en grados
de responsabilidad, tan pronto como la socializa-
se hubiera efectuado. Pero ésta no podría ser una
de la adaptación, un proceso que sólo lirni-
la conducta del niño al panorama vigente. Debería
proceso de aprendizaje que tomara la forma de ca-
tan pronto como fuera posible. Es decir, debería
aprendizaje que ofreciera un fondo de conocimien-
y que alentara y pennitiera al individuo hacer
estos conocimientos influyeran en la cultura. En otras
la educación progresista buscaría una solución
de la enajenación, pennitiría el conocimiento
417
máximo .y el desarrollo de nuestros poderes antes
se endurecieran en un molde autoritario. Sólo
cerse esto ofreciendo conocimientos y poderes
yeran en las formas de la cultura. Como al:lrm1antos
al no . permitir esto, la educación .progresista no
cer conocimientos. Si la educación progresista tiene
sentido, si trata a las personas como fines, debe
el papel de los verdaderos individuos, quienes •.LLLpuuc.u;
condiciones al mundo. Debe tratar a los jóvenes
sanas en parte inadecuadas para las ideas <::Al>lu:uLt:~i~\
Rank parecía pensar exactamente esto cuando ·
"Nuestras .ideas pedagógicas de reforma casi parecen
que al niño debe .permitírsele crear una nuev~
educativa; debe ser obligado, por decirlo así, a
ñar el papel de dirigente" (1932, p. 147). En
bras1 cada individuo ofrecería sus significados ~~~••-·'
al mundo, y no los adaptaría a ningún plan
neral. Las personas, como fines, contribuirían al
de la educación, y participarían en el remodelad~ ...
nuo del mundo que las rodea. Para la sociedad que
al hombre como un fin, éste es el único programa
tivo importante.
Ésta no es una proposición nueva; de hecho, la
Rousseau. La conocemos como "la educación ret~ortstr
va" que se ha pedido desde hace mucho tiempo,
sociedad se ha desarrollado continuamente del
tumbrado. No hemos eludido la tarea porque sea
vamente insuperable; al contrario. Sólo debemos
trarnos en el desarrollo de las cualidades que
poder en manos de individuos. En función del
del niño, en primer lugar debemos abandonar
gía de la adaptación; y podemos hacerlo co1acentránc
en el fomento de media docena de cualidades
entre sí, que nuestra actual educación ha ...,.,~._,....a....~
por completo. Éstas son las cualidades que,
Rousseau (1762, p. 306), le permitirían al. niño
al mundo con un máximo de eficacia .y nt:x.•Juu•u••u,,q
estilo moderno, como Robert Lindner las
418
son: conciencia, identificación, escepticismo, res.
:atJ;ItW:aa, aplicación y tensión (1962, pp. 252 ss.). És-
las cualidades de una educación progresista modelo
las entendemos aquí. Ser consciente significa que la
continuainente influye en los problemas de las situa-
rle la vida real; estar identificado significa saber que
. nuestros poderes y que uno es confiable; ser
significa exactamente criticar a cualquier auto-
automática; ser responsable significa buscar la autono-
expresar nuestros significados singulares y enfrentarnos
consecuencias; ser aplicado significa sencillamente
a algo importante y no trivial; estar tenso, fi.
significa que se cree que hay algo serio y dra-
en la vida, que es una causa de preocupación real
valen la .pena los mejores esfuerzos que se puedan
La tensión, en otras palabras, es la cualidad modelo
una filosofía de la democracia· como tipo ideal, es la
propone .la trascendencia como meta social total, y
sin destruir la libertad individual. Esta cualidad se
a la adaptación, a la seguridad egoísta, a vivir indi-
ualiSt:nn.emte del botín. La tensión implica que el in·
debe dedicarse a algo para superar sus preocupa·
· egoistas y mezquinas. En pocas palabras, la tensión
:t:Liai:luaLu de la persona responsable en la comunidad
del hombre y la naturaleza. Hemos .pasado por
esta cualidad en nuestra ideología de la
precisamente porque equivale a que no hemos
valuar al hombre, a nuestra incapacidad de tener
elevado de contacto con el cosmos, a nues-
insistencia en la comodidad, y a nuestro con-
debilitamiento de la dignidad humana básica.
esto se resume en nuestra gran renuencia: negar-
examinar las formas sociales que modelan nuestras
Sabemos . que si fomentáramos en los niños estas
perderiamos el mundo como lo conocemos y
que realizar un escrutinio critico de todas nues-
El conocimiento crítico es cruel. Como
afirmó, podemos aceptar la idea de los conserva-
419

dores en_ este terreno: después .que se empieza a
~ imposible saber a dónde se llegará. Ser . .
recibir todadase de información que se necesita
rarse. Ser escéptico significa ser alentado .a _
-quier autoridad o tradición que ya no es útil, por
fundamente: em:a_izada que esté en nuestros
dedicado significa redb!r problemas reales <..uJ.tuJ.tucw
jerarquizados, problemas que los a:diiltGs: OOlilSl'o.et·gn:,;:
sos problemas de responsabilidad social (cf.
19B2, PP· 225. ss.). Estar i~entificadoJ ser res·1Jonsa:Dtt!:<
tar tenso significa que el JOven debe ser alen
activamente lo que está radicalmente ~al en su
y en su mundo. Puede ofrecer sus educas .y sus
originales,_ ofrecer sus poderes y permitírsele ..,.d_nu.:-'"
menos importante, proponer el upo de mundo en
dría gustarle vivir. . . .
Esto a su vez imphca cosas difíciles e
niños necesitan verse agobiados por lo~ prohleJJnas
por muy angustiosos que sean. Necesitan
rosamente a favor de los valores mo~ales deJIIlO,cráticc
seudoneutralidad que hoy día se altenta
niño_ "trastornos emocionales", sólo puede priCJdliciJr.;
Karl Mannheim advirtió) restricciones realmente
ras de la conciencia que precisamente deseamos
restrinja (1944, PP· 72-73). Los niños que
propios creadores sociales necesitan- to~ar sus
cisiones; y para hacerlo el niño ~ecestta un. _,
sereno. Pero advertimos que tambtén se reqwere'
sentirse seguro de su sentimiento del v~or"'---·""""..'"''
quizás es el punto más sensible. Para elegrr
se deben tener sentimientos de culpa inaotoiJLalles.:cL
pa,_ como_ señalamos en otra parte (1964-a,
reláciona básicamente con un vínculo de la
ralmente se relaciona con la imposición del.
dizaje, con las antiguas cons~icciones a las
lidades de acción. Para termmar con los
. culpa, se necesita examinar claramente a las .
situaciones que los causan, y en nuestra
420
s~n los propios objetos paternales. Éstos imponen
concreta y su presencia, e impiden el tipo ade-
abstracción simbólica, sirt la cual no pueden su-
las constricciones del sentimiento de culpa.
, ....Yrh""''"" comprendió la diferencia entre la verdadera
ética y la moral general cuando sostuvo que la ac~
ética ·es esencialmente i.riJ.personal. Por consigu,iente,
una: moral que se aprendiera ampliaínente en la·
y no en ·Ia familia (1960, p. xxvi). Sólo la moral
a y
e impersonal es dócil la manipulación al carn-
es ·la base de la ética pragmática. Los objetos
vinculados a la culpa perpetúan la vieja moral,
reducen los poderes del irtdividuo para elegir. Esto
que una ética verdaderamente pragmática es im-
cuando no se examina la moral, a menudo mitoló-
·que trasmite la fanúlia. Para hacer factible una ex-
de sí mismo verdaderamente ilimitada y abierta,
permitirles a los individuos que examinen los
que les trasmitieron en sus primeras relaciones
-Ello significa enfocar críticamente los efectos de
las instituciones ·sociales. Ya no podemos aceptar el
_ una unidad cerrada o el aprendizaje ofrecido por
como un bien indiscutible.
debemos conocer las cantidades y los tipos
que ofrecen una _libertad relativa para aliviar
entimienlto de culpa; el tamaño óptimo y la distribu-
las viviendas; la edad en que los niños deben ser
de sus actividades en un grupo de compañeros
estar protegidos en el grupo famillar nuclear, etc.
tener un programa educativo que ofrezca una ere-
conciencia de sí mismo; cuando se llega a estar pre~
para dominarla. Por conciencia de sí mismo, tepe~
significar la superación de las restricciones
de ·Jos poderes responsables. Debemo encon-
de determinar lo rica que es la acción de la·
·en el mundo, cómo ofrecérsela, y también cómo
un mundo interior rico. En otras palabras, todo
educativo tendría que adaptarse a un medio cul-
421
tural.y socilu pleno, y debería intentar liberár
para que logre el desarrollo cultural y social
significados. Su enemigo sería la acción m1ecaniC:a
coercitiva) ·en todas sus formas.· Precisamente esto
Dewey: superar con su educación progresista, '!la
ción externa .de los significados" como .Jos llamó:
ficio del individuo a las fuerzas que no .domina.
estamos obteniendo un panorama verdaderamente
lo que pueden ser estas fuerzas. . someterse a la tutela de otra figura autoritaria, tras las
En este sentido, la educación "reconstructiva~·
sista remata un prolongado desarrollo histórico,
Spinoza en .los tiempos modernos. Fue el primero
cer un programa de liberación humana mediante
ejercicio de la razón.. Por ello creía . que el hombre;
conocerse en relación con los. objetos y las fuerzas
fluían en sus deseos. El conocimiento, en
tras ·emociones y deseos en relación con los
concepto del universo como una totalidad, .
ves de .la salvación humana, si ésta estaba al ••.n.<UJ.u::c
hombre. Antes que Dewey, Spinoza advirtió que
manera de comprender un objeto debía ser pe:rmitilrl'
individuo adaptarse verdaderamente a éste; por
te, conocer las causas y las interrelaciones coJtntJileiíru
nuestros deseos y sus objetos era el único y vo::Lua,uau
dio. para alcanzar. la libertad y ·la dignidad .re!:po:nsabl
humanas. Sólo hoy día es posible por primera vP>: P ..ctPr
el conocimiento de nosotros mismos a un campo
posibl!! la liberación: a. nuestro primer aprertdi:zaj,e;
creencias ·implícitas y a todo el panorama de los
nos sociales que los condicionan; así al fin pode1:no:s.sc
prender la visión de Spinoza de la liberación human
do plenamente la· razón científica y crítica.
Una y otra vez hemos insistido en que las aeiCISJ.on
libertad y el conocimiento son 1m problema social
cura psicoanalítica inició su trabajo estudiando al
duo; hoy día se ha·ampliado al estudio y a la
la familia. Pero esta operación utili:za rina
s{ es nn artificio histórico, como observamos
422
pragmática dentro de una educación verdaderamente
ow:·esJ:sta amplim;ia el proble:ma individual a sus dimen-
institucionales y sociales plenas. Este tipo de "psico~
social" le ofrecería· al individuo una gran ventaja,
no tiene con otro tipo de "terapia" personal o fami-
El desarrollo personal en la confrontación social libre
sólo cambia la sociedad (que es la fuente de las Iimi-
humanas), sino que permite al individuo librarse
cerradas de los consultorios privados. Esto le per-
al individuo creer en sus poderes de la manera más
y benéfica: en un intercambio libre con sus. se-
Él no necesita sentirse agradecido a la sabiduría
de un individuo, a cuyos poderes él se entrega
~srunp:araLdamf:nt,e, durante periodos de cinco años o más.
ser libre, en otras ·palabras, sin pasar por una prue-
sumisión para conseguirlo. Como resultado, puede
<>111nPJltP creer en sus poderes, porque en realidad nunca
puede liberarse de la transferencia constrictiva
toda una vida que lo une al analista como autoridad y
paterna. Podríamos llamar a esto un verdadero "psi-
naturalista", ·que es exactamente lo que pretendía
la educación progresista; pero, después de que lo haya"
logrado, probablemente desde mucho tiempo antes ha-
. olvidado la palabra psicoanálisis y el artificio histó-
que representa. Hoy día sabemos sin lugar a dudas
mutila a la gente, y tenemos tm terreno científico para
IOViill'llLOS, y podemos intentar convertirnos en la primera
de la historia que trata de superar en forma natu-
la alienación: esto es, no mediante la "terapia" en
cuartos cerrados, o con medicinas para lavar el
que ofrecen las clinicas familiares y los centros de
mental, sino más bien usando las energías creadoras
nuestra juventud para enfrentar el problema real, ·la
cultural que forma el corazón de todas las sacie-
sin sentido critico, desde la de París del siglo XVIII,
·Ko1us~;ea1u, hasta la·de Nueva York.
educación progresista que ofreciera este tipo de
423
elecciÓn; crítica. potencial no podría ser ·acusada
tilismo, como hoy día lo es la educación prcJg¡·esista.
escuela tampoco podría estar separada de
como se ha. estado proponiendo nuevamente. La
debe ser inseparable de la comunidad .y de la vida
el. niño sólo puede ap~;ender actuando. Pero, re¡Jetllll!JS;':
hay otra alternativa que comprender que el aplrendil:aie
la vida social no deben buscar la adaptación total; no
evitarse que el niño tenga una conciencia crítica real.
do tiene un problema qué está vinculado con su
aunque esto signifique poner en duda los ámbitos más
licados de las. costumbres sociales.
La falacia de la salud física como valor ideal tlpico
Aquí advertimos claramente la falacia de usar la.
salud~' como valor básico al cual se aspira. La .........., •• ulJ
sencillamente ésta: si tratamos como fines a Jos 1m1ivirh,
no podemos someterlos a otros tipos de valores.
duo; como fin, que introduce sus significados
el mundo, puede desear tener una. identificación
trascendente. Los valores de la salud están de aclllet·ao
nuestra filosofía de la adaptación, con el
falso y el egoísmo desvergonzado y sin ~;o:u~Iut:.ni<;IuJ~.;c;.
individuo libre, tenso, puede sacrificar .su salud a
simbólicos superiores. Por ejemplo, no consideramos
que alguien asuma la presidencia· de un país, aun·
potencial destrucción de sí mis~o debido a ';~na
dad del corazón, etc. Al contrano, lo aplaudimos.
ún reconocimiento de que los valores de la .salud
los más elevados: las visiones del hombre, de· ""f'""''""""
trascenderse; son superiores, y éstas son las que
todos los hombres como fines, y" los consideran una
nidad de fines. La lección que sacamos es
que los valores de lá salud invierten la situación
convierten el organismo en algo pasivo y súnliso, lo
de la posibilidad de una actividad consumadora;
424
sus propios poderes, dedicados a trascender su bie~es­
En. otras palabras, tenemos un concepto de-
de lo que significa tratar a las personas como
Imaginamos que las tratamos como fines al·intere-
en su seguridad, en la perpetuación ilusoria del
Pero, como. Rousseau comprendió cuando cri-
la mo~a ~~ la medicina (1762, pp. 29-31), esto real-
:no stgmf1ca tratar a las personas como fines, sino
. como fuentes inviolables de sus propios sigriifi-
smgulares, como agentes· de sus energias. Esto es muy
Nos hace referirnos a dominar las decisiones en
dedicarnos a proteger la salud, porque esto c::rac-
. a la dignidad humana, como sabía Rousseau. (cf.
1926, p. 54). En los Estados Unidos hoy día esta-
descubriendo que los valores de la salud, en el campo
enfermedades mentales, por ejemplo, están produ-
lo que podría esperarse, sobre la base de nuestro
eliminan Jos valores de la decisión. (Szasz, 1963c).
sal~d" debe definirse DJ.~s ampliamente y en un sen-
. más Ideal: . como el esfuerzo por facilitar más pléna-
las deciSiones. De esta manera, salud se convierte
de libertad humana en un sentido amplio;
significa que esta liberación creará valores aún des-
que aún deben. intróducirse en el mundo. Esto
un hincapié en la naturaleza humana como fuente
table de valorés; en cambio, la salud corporal acepta
• de los valores filogenéticos. Desde luego,
aerto grado, todos deseamos aceptar este determinis-
fatal, y debemos hacerlo; pero hemos de comprender
no es ennoblecedor de una manera característicamente
Debemos considerar la salud como una base segu-
la cual nos esforzamos por tomar decisiones flexi-
Éste es el ideal que debe buscarse.
razón por la que recurrimos predominantemente. a
de la salud en nuestra sociedad, es. que por lo
son algo que todos podemos compartir; en este
podríamos llamar a esto una especie de comunidad
. Todos podemos desearles buena salud a los otros,
425
y prCÍCÍlra:Í' algún tipo de acción .conjunta
la5' reglas de seguridad para las' carreteras,
vender ·alimentos, etc. Esto nos causa la nnpn!SIO•n
nos esforzamos· al unisono por conseguir una
Esto también logra otra cosa importante:
todos nos respetaremos mutuamente en un
básico: la salud.
Así podemos termipar el examen de la visión
hombre ético. Nos encontramos seguros de que
a punto de realizarla. ¿Temen sólo los TT11'7n11;,,r..
bardes que al mundo se le ofrezcan las energías
mente rebeldes de la juventud, el manantial
de la naturaleza terrible? ¿Qué garantizará que ·
aun el más generoso y humanista, tratará bien a
res? El mundo de los adultos que ha sido tan
aunque torpemente creado durante años,
to a los caprichos de los niños? ¿Se parecerá
ciedad a la de los indios comanches, en que ·los··
tienen que esperar temblando a que sus hijos
les han dado su amor más· generoso y sus cui.da•dos:)"·11
golpeen, y que les impidan morir de hambre cmmdlo,:t
viejos, con una limosna. ocasional?
Al plantear así la pregunta, comprendemos
surda. Hemos· visto lo que espero sea un ar¡~ne1litc
rico apremiante sobre todo el problema de la
los significados; En la base de este argumento se
la asombrosa idea de que cuanto más decisiones
estén disponibles, menos el individuo necesitará
sus significados estrechos a los demás. Este nr•~l"t>sn··p,
cular: cuanto más libertad se tiene, menos co;nstnc:acm
cuanto menos se necesita limitar al mundo, más
el campo de las nuevas decisiones potenciales,
dividuo que domina sus valores, que es un locus
poderes, neceSita apoyarse menos en las cm;t.umLbr,es
identidad se ve alimentada por. una evaluación
la experiencia; obtiene su sentimiento de valor de
siones racionales, y de aceptar la responsabilidad
Cuando evaluamos racionalmente la experiencia,
426
atormentarnos en caminos estrechos. La ostentación
ru.<LL .• ~~-~~·~ en viejas fórmulas se. elimina. para per-
flexibilidad .. Margarei: Mead una vez llamó a
uc::•cu•• ...au.u.•~u•·'-' '1a fuerza de la directividad de otros"
of otherdirectedness], que significa casi lo mis~ó
expuesto aquí: la capacidad de obtener ·¡a propia
a· partir de una ética pragmática. Karl Mannheim,
última obra comprometida, también pidió que la
se relacionara con los jóvenes; y Mannheim no
razón para temer el desarrollo de un nuevo
juventud responsable y directora. Éstas son sus pa-
que es posible crear un tipo explorador y mili-
que no sea fanático, un tipo emotivo cuyas emo-
sean algo más que temores desplazados, y que es
educar el juicio por medio de la experiencia de
común y fomentar una obediencia que no sea
sino una devoción a los ideales en los que se cree
(1944, p. 57).
podemos ver mejor que Mannheim en su época
psicol·ogfa social en que podemos basar esta creencia.
.t>rnb:ar!J-o Mannheim se encontraba muy adelantado en
social. Si eliminamos laS condiciones del
uum.•.uv de culpa !imitador, y las estrechas derivaciones
permitiremos el surgimiento de un nuévo
hombre. Podemos dar .. educación para crear una
verdaderamente crítica, que permita basar, el or-
en la crítica cultural, una crítica que busque el
de los demás considerándolos fines iguales. Ade-
el creciente alcance y la complejidad de nuestra
general de la alienación, podemos planear una so-
basándonos en los niveles de la psicología· individual
sociales institucionales, .. para que las energías se
mientras se fomenta la armonía social. Nunca ha-
•posible esto en el grado en que es ·posible hoy
• n•1rn11" podemos advertir y comprender la interrela-
427
ción .de nuestras instituciones sociales en todos los
Sabemos, por consiguiente, cómo mitigar las
sociales de las energías dcl individuo que podeJmos''lil
(éf; Mannheim, 1944).
Sin embargo, a pesar de las declaraciones tan
dadas de Mannheim, sabemos que permanecelJlOS
y que nuestra visión aún constituye una ilusión. Y
adecuada, como dijimos, para un ideal. El programa
liberación humana por medio de la educación Pr<JI!l'•esis
como crítica social, es un ideal, como lo fue
seau por primera vez lo propuso ha:ce más de 200
embargo, debemos continuar exaltando el ideal,
hicieron Emerson, John Jay Chapman y Dewey, para
tener la esperanza de un nuevo tipo de hombre,
yar nuestra creencia en él. Algunos pueden encm11trar
visión ideal desesperantemente abstracta y general, y
pósito la he expresado así. No tiene sentido en:·
formular otro programa, determinar los detalles'
de cómo climinar el orgullo estrecho o calcular cl ·
. óptimo de la falta de sentimientos de culpa. En
lugar, continuamos ignorando las proposiciones que
desde hace mucho (cf., por ejemplo, Russell, '1926):
bre occidental se empeña en evitar todos los cmífoc:imien
planeados, en su precipitación pluralista por
futuro. En segundo lugar, si finalmente algún día~
zamos a planear y a trabajar basándonos en un
nido, aun tendremos que hacerlo en· forma Pvn,.,,;..,,,.r.fo
provisional: siempre tendremos que buscar al uu'llliJlc
daderamente libre; las decisiones no pueden ser
plias como quisiéramos; el temor y las limitaciones
desvanecerán. Hoy día no tenemos más idea del ·
hombre que es posible que la que tenía Robert
pero podemos ser tan· aplicados y tener tantas
como éL Por estas razones, en esta etapa de la =-··-'-=··"'
podeiilos presentar. una ar~entación para el uu•111•J•" •
ccí como un tipo ideal, y esperar que esta arj~ne;ntato
nos aliente a luchar en favor del hombre y por una
comprensión de las finalidades que debe tener una
428
hombre. Si se lograra esto, sería un triunfo increíble,
plan claramente detallado de una buena sociedad no
para imponer esta alternativa. Creo que resulta
si nos basamos én la teoría· completa de la aliena-
que hemos bosquejado en estos capítulos; y esta teo-
no es una visión del futuro, sino un retrato notable del
embargo, debemos y podemos formÚlar la condición
.:eara hacer posible en él presente la opción de un
rróorr:~1ma lctelil dé educación progresista. ¿Cómo daremos
paso para la liberación más plena posible .de los
!, .......,"~.,~ humanos? ¿Cómo empezaremos a planear una
la que las necesidades estéticas básicas humanas
""u'u.-;u para crear al hombre ético? En estas páginas ya
respondido varias veces a esto; pero ahora podemos
más vigorosamente que nunca: él obstáculo ma-
. para este programa es nuestra actual economía comer~
orientada hacia las ganancias y basada en la mitología .
afirmar, junto con Buber, Tillich, Scheler, Dewey
muchos, que no .conseguiremos crear un hombre
y bueno. mientras exista un sistema incontrolado de
comercial de bienes industriales.
Como hemos visto, la principal razón es que en la so-
de consumo a las personas sencillamente no se las
como . un fin,. sino como un medio para· perpetuar
instituciones sociales que no han sido criticadas. ¿Cómo
a idear una educación progresista si infun-
activamente la enajenación en cada· generación de
Eliminamos sus energías productivas, psicológica
socialmente, en sus hogares y en la sociedad. En la pre-
situación, les pedimos dos cosas a los adolescentes:
compren mercandas, y que permanezcan fuera del
de trabajo. Cuando por fin sean lo bastante gran-
para ser bendecidos con el don incomparable del tra-
asalariado, ya habrán perdido toda posibilidad de
una identidad libre. La economía mercantil se
uu•u.. •na. .con las energías de cada nueva generación, y para
429
fomentar ~us propias formas silenciosamente
facultades y sus personalidadeS.
Sin embargo, la historia nos ha enseñado
No, debemos temer la espontaneidad de las f'nl'rorf~·
nas libres. Al contrario, debemos .temer las COln5ec\lc CUARTA PARTE
de las mismas .limitaciones que les imponemos
nes. A medida que sutilmente dominainos sus
constreñimos sus decisiones, los hundimos más NUEVA CIENCIA DEL HOMBRE:
mente en su destino. Los hacemos impotentes.
lidad fomentamos un mayor poder explosivo de REPASO Y CONCLUSióN
dón cuando ésta ocurre. Estamos creando un --utcons(:ic
con nuestra prolongada moratoria cultural y
energías creadoras de los jóvenes. Sólo tenemos No creo poder llegar a ver en mi vida una
var a la juventud de China moderna y su integración genuina (no forzada ni artificial)
a sus padres,. y las conversiones religiosas ""··•"·-·~·-­ del pensamiento. Pero un espíritu que no es
adolescentes de todas las épocas; en esto demasiado egoísta e impaciente puede con-
sibles efectos de una prolongada .inactividad del fiar en que esta unificación se producirá en
el momento oportuno.
responsable de nuestros poderes. La renunCia pasiva
ponsabilidad y la ·agresividad violenta son, según JoHN DEWEY (citado por Adams y Montague,
los dos polos del mismo tipo de aprendizaje. Al 1930, p. 26)
le falta una conducta segura para expresarse
podido aprender a percibir sus poderes res:ponsaLble
agresión es un torpe intento de afirmarse
que le han impedido· aprender a enfrentarse de
responsable a la vida (cf. Parsons, 1954, capítulo l
seau · comprendió esto hace mucho tiempo (1762;
Pero nos. corresponde sacar provecho de esto, y
la razón crítica al campo social. Éste es el mensaje
teoría general de la enajenación.

430 431
 XIII. LA VISióN DE LA CIENCIA-
DEL HOMBRE

INTEGRACIÓN natural del pensamiento ha sido .una pro-

esperanza de los pénsadores, desde que la huma~
salió de la etapa de la mitología. Los pensadores
:aacteJrllllllertte profundos siempre him buscado esto, pero
hoy día la integración ha sido forzada; ·no procedÍa
pensamiento empírico, del mundo como era, sino de
los pensadores esperaban que podría ser. Esto hizo
muchos se apartaran de la integración, considerándola
pru;atiierrtpo inútil de la filosoña especulativa. Hizo que
intentaran una integración basándose en las mate-
en la lógica y en los principios de la ffsica, que
manera de afirmar que trataron de integrar el pen-
como los filósofos especulativos: forzándolo a
en un molde artificial, que era con lo único con
se sentlan cómodos. Sin embargo, el problema conti-
existiendo. Por lo menos durante dos mil años, el hom-
occidental ha deseado· enteñder el mundo como un
como un todo que dará significado a todas las expe- ·
provengan de donde provengan; pero salvo por
,_..,,lll<:uu•" teológicos, como el de la Edad Media, esta
nos ha eludido.
advertimos lo que se intentó en la Edad Media,
comprender algo muy importante sobre la unidad
~~pem;anlie:nto: no es un pasatiempo inútil. Penetra has-
rnr,.onn de la condición humana, porque sinuna cos-
critica, unitaria, son imposibles la dignidad hu-
y· el orden social. Éste fue el gran descubrimiento
XIX, cuyos pensadores pudieron advertir lo que
el hombre con la ruina de la sociedad tradicional:
tenía un concepto unitario de las cosas, ni del lugar
433
que ocupaba en el centro de éstas. Le col:re¡;pondiñ
siglo xx cosechar los frutos amargos de la rus:ne:rs1r\n
un concepto unitario de la experiencia: la ciencia al
cio de la destrucción; la humanidad convertida en
masa de consumidores necios, llevada de un lado a
por las noticias sensacionales y por una vigorosa
giá. Además, el hombre no puede aferrarse a la
cidad de la experiencia, ni imaginar encontrarse en el
tro de ésta; por. ello, es natural que tenga una opinióll
pobre de sí mismo. Este fenómeno se resume en la ·
sión "cultura de masas", que significa que el uu,miJre
perdido el sentimiento de ser importante; .se ha conv.F>rt'
en juguete, y no en jugador.
Sin embargo, muchos pensadores del siglo XIX no
peraron; advirtieron que algo verdaderamente
aparecido en la historia del pensamiento, y que la
sólo podía lograr la unidad deseada de una manera:
ría decidirse a trabajar con problemas que pudieran
una sohícióu real, buscar soluciones que el hombre
briera: tendría que enfocar la condición humana como
te e11 este. planeta, y estudiar al hombre y sus obras ..
El descubrimiento de la verdadera misión de la · ·
se remonta a la llustración: Hume, en su Tratado,
que la verdadera ·filosofía es el estudio empírico del
bre. En el siglo XIX, Stuart Mill continuó esta tra.illclórt,:
deseó que la filosofía significara "el conocimiento
del hombre. como ser intelectual, moral y social"
por Dilthey, HÍ61~ p. 23). Pero la verdadera ueiUllLSIOin
la filosofía especulativa se produjo con el descrédito:
gran síntesis hegeliana. Entonces se hizo evidente queJa
losofía debía descender a la tierra. Feuerbach, quien le
gó el reconocimiento a Hegel, ofreció el epígrafe
nueva filosofía cuando afirmó que se necesitába
pología y no una teología. Después de la uu.lu•Laoc.lutt·i
la teoría de la evolución de Darwin, ya no hubo
de esto. Según las palabras de Etienne Gilson,.la
es la enciclopedia,· y ésta abarca todo el COI:lO<:irntiellto.•l
mano ordenado (citado por Gouhier, 1933, p. 157).
434;
tuvieron la misma idea, y consideraron que :la
del hombre triunfada donde había fracasado la filo-
especulativa. Karl Mannheim creyó que la sociología
XX ofrecería la guía para la acción, y mostraría. el
para lograr una sociedad mejor y una vida más
como la filosofía siempre había esperado ha-
(Mannheim, 195'8, .pp. xxvii-xxviii) . .Collingwood pi-
Tratado de la naturaleza humana concebido
llos:óHcarrtente (1924, p. 9). John Dewey dedicó toda su
a encontrarle un nuevo sentido a la filosofía, y sos-
una postura similar. Dewey deseaba que la filosofía
los problemas trastocados y estériles de los que
había ocupado el hombre durante dos mil años. Deseaba
· los filósofos estudiaran al hombre como un organismo
la sociedad, y que ofrecieran conocimientos importantes
las necesidades humarias reales; él creía que si la filo-
se planteaba desde esté punto de vista, se obtendría
· síntesis de la ciencia, la educación, la moral y la
(citado po: Adanis y Montague, 1930, pp. 25-2q).
buscó la umón natural del pensamiento: Toda la
de Dewey se concentró en este problema, y puede
con seguridad que en este sentido fue una per-
omuulaa por lo menos de la estatura de Kant: después de
pudo hacer.filosofía a la manera antigua, ni tener
l!Dbic:i011es ilimitadas o divorciadas de la vida.
cambio general de dirección fue una rebelión contra
intelecto "puro", divorciado de la vida y de los proble-
sociales. Se extendió. a muchas ramas del pensamiento,
aun la psicología individual de· Alfred Adler: ·Éste
que el hombre necesitaba sobre todo un interés
y no sólo ocuparse de problemas intelectuales abs-
y ese interés social exactamente se. concentraba eh
problemas de la humanidad en el mundo cotidiano.
desde luego, todos estos pensadores son descendientes
Comte, aunque. no sus herederos reales. Coml:e resumió
lerl:ect:antente la nueva antropología del siglo XIX:
Si fuéramos inteligencias puras siempre deberiamos ir
del mundo al hombre [objetivamente]. Pero para nos-
435
 otros .la inteligencia sólo es un medio. El amor
principio, la .acción el fin; y, fin~ente, el
mundo debe referirse al hombre (atado por
1903, p. 118).
Advirtió cómo la filosofía . especulativa podría eli:mií1ab
extendiendo el pensamiento científico a los fenómenos
rales y sociales. En otras palabras, si la ciencia se en•carJi!'ab
hasta de los fenómenos más complejos y emocionales, .
la moral y Iá vida social~ no habría nada en el mundo
de lo que pudiera ocuparse la filosofía:
... El modo metafísico del pensamiento al no poseer
objetos reales, desaparece ipso facto. . . El día en
ya no podamos busc~ nada, sino !as leyes de los
físicos,. morales y ~oc1ales, absteméndonos de <-U"-'~• u•·CJ
hipótesi~. sobre las causas y las esencia~. . . se
tres resultados de un solo golpe: la filosofía m•~tatlsiic;
desaparecerá, se crearán las ciencias sociales y se
dará la filosofía positiva (Lévy-Bruhl, 1903, PP· 351
Por ello, mucho antes que Dewey, Collingwood Y
heim, Comte deseo que el esfuerzo cotidiano de las
sociales asimilara a la filosofía, y advirtió bellamente.
se lograría con esto. . • . .
La filosofía y la ciencia, s1 estuvteran umdas, uu'".·•o:uu•
al hm:r{bre de cualquier imperativo .ético automático
sentido crítico. Como·· afirmó Dilthey, la, filosofía en. .
partes surgió donde la convicción religiosa éom~ ya,
podía satisfacer a las personas más avanzadas (citad~
Ortega y Gasset, 1963, p. 169). La unificació~ plena
filosofía, pues, debe. present¡rr una nueva éttca, y e~
sentido coincide con la religión. Pero ofrece algo más
religiÓn; lo. que Comte deseaba: un título de validez
ni aun la religión tiene, porque este título se apoya en
evidencia concreta con la que muchos. pueden
a,cuerdo. tsta es otra manera de afirmar lo que nh~Prv:~Tl
436
el capítulo anterior: la antigua teodicea mediev'al debió
seguida por una nueva: antropodicea.
Toda la ·historia de la ciencia del hombre ha sido la
de la busca de la llustración de una nueva teo-
"secular" ó "aritropodicea". La idea que se encon-
tras la fervorosa esperanza de una ciencia del hombre
colocar firmemente el mnndo en manos de la criatura·
avanzada. La busca de la unidad del conocimiento, y la
de la fusión de la ciencia y la filosofía, fue una bus-
una base aceptada. sobre la que el hombre pudiera
y volver al murido menos infeliz y malo. Cuando
y Becker escribieron su autorizada historia· del pen~
social, afirmaron qu~ el problema de la unidad
· la ciencia para la acción (el problema de Comte) · "aún
causa obsesión" (1961, vol. 2, p~ 594). Hoy día afirma-
que ya no debe causarnos obsesión; podemos escribir
historia aceptada de los logros de lá. visión dé Comte.
· fue sólo una coincidencia, pues, que la ciencia del
apareciera pre<;isamente en la época en que surgió
histórico de una nueva teodicea. La llustra-
debió enfrentarse al ntievo problema de definií: ·el bien
mal, y de crear una nueva moral que remplazara a la
decadente. Esta gran carga pesó sobre los hombros
Spinoza, Leibniz, Diderot, Rousseau y Hume. Ellos ya no
apoyarse en las revelaciones divinas sobre los actos
el hombre entonces debía buscar el curso natural
cosas. El orden natural remplazó a la Biblia como
' te de la esperanza humana. Era fácil sentirse seguro en
época de Leibniz, Jenyns y Pope al creer que había
razón en la naturaleza y que. Dios no había abando-
al mundo. Leibniz sólo publicó en su vida su Tea-
en la que pedía que el hombre ejerciera su razón,
penetrara en los pensamientos superiores, y ·que por
comprendiera que no había un :mal radiclll
mundo, _qtie las cosas debían ser como eran, para que
ser.
el nivel de la teodicea, no hemos logrado ·sobrepasar
día esta ·conclusión filosófica general. Leibniz tenía fe
437
er1la importancia del mundo: Dios no .podía
mal riuiical. Le correspondía al hombre usar
tratar de adivinar lo que sucedía~ (Meyer, 1952,
Spinoza sostuvo una idea similar cuando afirmó en
que el concepto del mal era un invento humano,
era .bueno o malo en si. Pero para Spinoza, Dios
personal, estaba sobre la materia y más allá de
cosas no necesariamente eran buenas para el
mano. La tarea del hombre, por consiguiente,
en.superar el mal analizando sus pasiones en n::J.<~.uLon···•
sus objetos; así se libraría poniéndose bajo
de .la razón. Estos dos grandes teóricos del
mal estuvieron de acuerdo en abrirle las puertas a
la ciencia y el intelecto habían recibido. su pod~r:
era ilusorio o el hombre podía superarlo. . ..
Kant resolvió el problema de la razón, e inició la
de la obra de Leibniz. Escribió "Sobre el fracaso
los ensayos filosófi~os en la teodicea" en 1791, y.
sistema en parte fue un intento de mostrar por
equivocado el racionalismo de Leibniz. Al ·incluir
bre dentro de la naturaleza, en SU "cambio rn'n"T'n;'"~"
Kant se encargó . del problema de la teodicea
definitiva: el hombre "nunca puede saber".
"La filosofía como teodicea"
Los idealistas que siguieron a Kant ·aun necesitall>a.Ik
moral; y Hegel .reconcilió la hermosa fe de
razón con la inmersión del hombre en la
Kant. Hegel resolvió todas las contradicciones
que' el mundo era el escenario para el desarrollo del
tu Absoluto: por consiguiente. no podía haber mal
mundo si todas las. cosas servían para justificar
la historia. Ésta fue la verdadera teodicea que
todos los sucesos que ocurrían cotidianamente,
mismo Hegel lo señaló al final de su Filosofía de
toria. Así tomó la fe de la Ilustración y la
438
hermético de idealismo absoluto: tomó el problema
teodlc:ea, que había sido abordado por Leibniz y aban-
por Kant, 1 y lo resolvió llevándolo fuera de este
Podríamos áfirmar que los idealistas imitaron la
medieval: le dieron una solución divina al proble-
habia secularizado la Ilustración. Quizá toda la
idealista fue negligente en este mismo aspecto:
<nT·~~'""te dio por terminado el problema de la teo-
dándole una solución sobrenatural.
xÍx rápidamente se lanzó al ataque cuando sos-
esta violación del mandato de la Ilustración de crear
teodicea verdaderamente secular. La solución meca-
trató de traer de nuevo las cosas a la tierra; pero
tuvo el efecto de violar una parte importante del
rían:da1to de la Ilustración. Dejó al hombre tan impotente
hace¡; cualquier cosa acerca del mal como habían sido
idealistas. Tal como en el sistema de Spencer, el honí-
.debía confiar en el determinismo mecánico de la natu-
De todas maneras, después de Darwin, ya no podía
una teodicea que nó fuera naturalista; el problema
"¿Qué tipo de 'naturalismo'?" Éste fue el nuevo y
desarrollo histórico. Era evidente que la Ilustración
razón de buscar en la naturaleza claves para la moral.
dificultad era que se había inspirado en los modelos de
ciencias físicas, y que había confiado mucho en la "in-
' y no en la "acción". Con el naturalismo de
. y con las nuevas ciencias, como la antropología,
posible darle un nuevo enfoque a la moral. Entonces
pudo tratar de determinar su génesis y no relegarla a
Idea trascendental. Una multitud de pensadores se de-
Esto no es totalmente justo para Kant: sería mejor afirmar
abandonado". En realidad, él adoptó la solu-
. , de Rousseau para el problema de la teodicea, y
el programa de descubrir un fundamento empírico
el desarrollo de la moral social; de aquí. proviene su admi-
a Rousseau. Pero,. desde luego, esta busca empírica sólo
en la época de Kant; en este sentido, tuvo el mismo
que el joven Marx. con el problema de la alienación.
439
dicaron a elaborar un sistema de moral sobre
independiente, y trataron de recon~ar los. puntos
biológiéos, antropológicos y naturaliStas. Spencer,
Caird. Sidgwick, Lange, Loue intentaron diseñar
va éti,ca, pero fracasaron. Sencillamente no se podía ·
el ''Bien" o el "Ideal" sólo filosóficamente (cf. Merz,
vo1..4, pp. 214, 244). Una consecuencia lamentable de.
fue que la filosofía abandonó la busca sagrada .de,
nueva moral y naufragó en trivialidades académicas,
en gran parte se .encuentra. aún hoy día.
Sin embargo, se abrió un camino importante
busca de una nueva ética para remplazar la perdida
la decadencia de la cosmología medieval. Si esto .no
hacerse filosóficamente, podía lograrse mediante
cia del hombre. La solución del problema ético se
en la naturaleza de la humanidad y de la sociedad.
puso en primer plano, y empezó a ser estudiado y
tado extensamente (cf. Merz, 1914, vol. 4, p. .
significa que el siglo ~ c~ntinuó. 1~ que había
la ilustración, pero lo htzo sm desVIaciOnes . y contradictoria del origen de las presentes des-
La linea de sucesión desde Turgot hasta Condorcet,
Simon y Comte es clara y directa.. Las similitudes
Rousseau y Marx son asombrosas. Ambos se
por explicar racionalmente el mal en el mun~o, y
tieron que la respuesta se encontraba en l~ soctedad~
seau vindicó al hombre del mal que le atrtbuía la
trató de mostrar que la "verdadera naturaleza" del
estaba· oculta bajo las formas de la civilización.
có directamente a los idealistas ·Y a su teología, Y
que su tarea era traer de. nuevo el problema de I:t
al mundo. Esto explica su famosa metáfora acerca de
de cabeza a Hegel. Además, Marx era lo que me
llamar un hombre de la ilustracaón "tardía",
tió que la acción era inseparable de cualquier
de por qué existe el mal en el mundo humano..
aceptar ningún tipo de explicación que no pustera
der en las manos del hombre, o que lo p~ivara del
de usar el poder. Por ello se burló de la "Ley de
440
Previa" de Adam Smith, elaborada. para juStificar
forma definitiva el sistema de explotación. Así Marx
los callejones sin salida alemanes e ingleses. sobre el
del mal y continuó estudiando la productiva so-
francesa. Ésta no podía ser una cuestión intelectual
no considerara al sistema social, ni una cuestión uti-
que le die~a al hom~re sólo ~ poder "relativo" para
en un SIStema social esenoalmente corrompido.
La sociología como antropodicea histórica
que distingue más claramente el enfoque de la teodicea
·ilustración "primitiva" de la "tardía" es que los pri-
. pensadores no usaban suficientemente la historia en
explicacion~s. Esto lo tuvo que descubrir el siglo XIX,· y
a 1~ ~ooedad como la fuente del mal. Por ejemplo,
prefmó a Adam Ferguson sobre Adam Smith, porque
111''"":1u comprendía mejor· la historia: ofreció una teoría
llal,uallt:s, y no un cuento de niños fantástico (cf. Leh-
1930). Sólo durante la ilustración "tardía" los pensa-
comenzaron a conyergei- en los antecedentes históricos
la desigualdad social. Desde luego, hubo preéursores
el historiador y erudito árabe Ibn Jaldún, el francés
Bodin y el· inglés Gerrard Winstanley, quien mostró
la clase dominante inglesa era normanda, y que ·Jos
qu.ist:ad•os fueron los sajones. Pero realmente Saint-Simon
Revolución francesa le dieron su impulso histórico
a la sociología del siglo XIX. Saint-Simon advirtió
la clase dominante en su país eran los conquistadores
y borgoñones, y que la población sometida era des-
de los celtas romanizados (Oppenheimer, 1922
viii-ix); la Revolución Francesa no permitió hacers~
de cómo las cosas llegaron a ser ·como eran. Es-
posteriores de sgciología, como la de Oppenhei:íner,
que después de hacer una interpretación histórica
de la desigualdad de clases actual, tendríamos
441
una visión amplia de por qué el mal existía en el
humano. Él esperaba. que podríamos acumular
indignación para impulsarnos a arreglar las cosas:
de que advirtiéramos la injusticia expuesta por
r.eales de la historia, podríamos hacer los .
necesarios. Por ello podemos afirmar qui!
Marx, Gumplowicz, Oppenheimer (los primeros . ofendidos moralmente por lo que sucedió en el
conflicto) propusieron una visión de la sociología
una antropodicea histórica.
La necesidad de una teorla completa de la attP.tt••r,
como antropodicea
Este tipo de antropodicea forzosamente debía fracasar,
Hume ya lo había comprendido: la historia no
una clave directa para una nueva antropodicea,
lidad principal sólo era ayudar a descubrir el
constante y universal de .Ja naturaleza humana" (C.
1959, p. 95). Hume investigó todos los prejuicios
en el enfoque de la.. experiencia del hombre, y·
que la historia, sobre todo, era una empresa muy
tiva. El pasado se reconstruye en gran medida • de
do con fines presentes. ¿Podemos basar una
precisa sólo en una interpretación de la J..: •. •~-.:-~
todo el mundo puede tener su interpretación de
con sus creencias y sentimientos. Vemos esto muy
en las discusiones del siglo XIX entre los ~u'-'"'u...i:llí.· v
partidarios de la libre empresa:. estaban de acuerdo
la historia era el relato de la explotación del hombre
hombre, pero ·los partidarios de la libre empresa
que los beneficios de este relato sobrepasaban con
a las injusticias, y que de todos modos las cosas
' 1continuamente.
En vez de esto. necésitamos encontrar las
recurrentes .de nuestra materia: las "leyes" de la
leza humana". El peso de nuestra antropodicea se
en esto mientras que la historia se usaría par:t
442
nuestra visión del sufrimiento humano. Esto nos
a tener un panorama más preciso' y amplio. La
de. Oppenheimer sobre el origen del Estado en con-
no ofreció "la norma objetiva de justicia'' que él
sin importar qué tan gráficos y confiables eran
La razón es que los hombres por lo general no
en ·especial si el presente parece cómodo y promi-
El hombre necesita pruebas precisas de que algo está
en el presente; y continuará estándolo si continúan
actuales. Después de todo, una antropo-
es sólo eso; debe acumular la indignación moral, y
puede hacerlo basándose en una teoría plenamente
de la condición humana y del tiempo presente.
comprendemos esto, podemos advertir que la aven-
del siglo XIX en la historia y en la evolución tempo,
se desvió y pospuso la implantación de una
social madura (cf. Randall, 1940). La sociología
antropodicea histórica parecía caprichosa.
ésta sea la manera más directa •de resumir este
· para mostrar ia dependencia de las dificultades
en los temas sociales, debe desarrollarse una
total de la naturaleza del vlnculo social. Exacta-
todo el siglo XIX se dedicó a hacer esto. Para ofrecer
Comte deseaba:. una clara orientación para la moral.
mostrara las correlaciones sociales de los males particu-
debía desarrollarse una teoría completa de la aliena-
No bastaba mostrar históricamente que la inteligencia:
se había desarrollado en forma insuficiente. En
palabras, se necesitaba una psicología social amplia.
de Darwin, todos los conceptos científicos de-
ser naturalistas. Precisamente• esto creó tin enorme
conceptual para la ciencia del hombre. Una an-
•uuua.cd. por definición, debía revelar la fuente del mal
mundo, y ofrecer orientaciones para superarla. En
palabras, la antropodicea naturalista debía ser cien-
objetiva, y al mismo tiempó debía estar impreg-
de valor. No parecía haber otra forma de superar

este problema con los conceptos ordinarios _de
El siglo XIX debió descubrir un principio que
objetividad científica y que permitiera juzgar
·y lo inferior en el mundo naturalista neutral; La
provino_ de la idea de Vida, que sería la materia
de la- ciencia; ésta promovería la vida tm:nent<mclo
arrollo progresista (cf. Merz, 1914, vol. 4, pp.
la ciencia objetiva y el valor subjetivo se -m~:zdadail'
· ralmente.
Después de que este nuevo principio se
centro de la ciencia, ·pudo ofrecer una tronorlir·P!i'
raliSta que al mismo tiempo era inseparable _.
valor de fomentar la vida. El siguiente· problema
trar cómo surgieron el níal y el pecado. Por· ello.
mostrar que el mal y el pecado surgieron en'la
humana, y que no eran inherentes a la naturaleza
bre · o -a su necesidad· de vivir socialmente. Debexnos
nacer que esto en realidad recogió_ el problema
Leibniz lo dejó- con su teodicea, cuando declaró
había un mal discernible en el mundo, si por
la razón se tenia opo~tunidad de comprenderlo.
exactamente la tarea de la psicología social que
teoría completa de la enajenación humana. Debió
el problema de una teodicea en uií marco de
completamente neutral: la vida que se -abre paso
mundo impersonal. Pero, en vez de afirmar,
Leibniz, que este cosmos era el mejor de lo~ __ _
sibles, tuvo que afirmar que el mundo soc1al no
mejor posible. El mal que prov.enía de los arreglos ·
nos debía ser su preocupación, y no el resto de la
raleza. Esto ·deseaba indicar Rousseau cuando atacó
simismo de Voltaire después del terremoto de
Quizá nadie fue más explicito que Max
de lo que_ debía hacerse. Scheler sabía lo que
cerse, en parte por el dilema en que se encórttratb
generación: estar entre el idealismo y el m<tteJ:ial.ism
necesitar reconciliar las dos corrientes en una
tffica y filosófica. Este problema sólo ·podía:
444
de .una manera completa la _naturaleza del
social. Por ello Scheler afirmó, en su libro Esencia
de la simpatla: "Hemos estado tratando de. ad-
un conocimiento de los poderes que integran ese
de pa:ticipación, intrínseco a todos los actos . y
_ emocronales de un tipo intencional o evaluador"
p. 103), En otras palabras, deseaba partir desde el
para ver lo que el organismo buscaba en la natu-
poder _tener una orientación clara para la ac-
dentro de un marco de objetividad cientlfica.
aclaró muy bien la importancia de estudiar las
empáticas desde este punto de vista; afirmó ex-
que no debían estudiarlas sólo la ética, la
ni una sola disciplina, sino que debían ser estu-
por "todo el campo de las disciplinas básicas de la
y de la ciencia ... " (citado en la profunda e im-
introducción de Werner Stark, p. xlvii). Nada
ser más elocuente que lo· anterior acerca de la con-
de Scheler sobre su tarea y del lugar que ocupaba
historia de la ciencia. _
-- advirtió que para tener una psicología. social
humano con el proceso social (que fuera
útil) debía eludir la psicología kantiana y la.
li<Wl!l~[a. Él no podía asegurar (como lo hizo Kant_
consideró que el hombre era básicamente "insocia-
que el deseo del individuo estuviera en desacuerdo
•de la especie. Tampoco podía valerse del concepto
según el cual los deseos hedonistas del indi-
estaban automáticamente e'li armon{a con las nece-
de la especie (1954, p. x). Por ello, intentó cmÍtinuar
sobre la empatía con otro sobre "la naturaleza
vergüenza", la "naturaleza de la aprensión y el
y la "naturaleza del sentimiento del honor"
Deseaba comprender estas cualidades en sí mis-
en su tipo de desarrollo en el individuo y en la
Después de lograr esto, se comprendería cómo· se
los grupos sociale~ y se conservaron entre- los
445
 La ambición de Scheler· era ofrecer una
neral social de las evaluaciones humanas,
que trazó Lester Ward para la sociología.
ningún hombre· podia hacerlo, y Scheler
estaba escribiendo sus mejores obras. Además,
encontrado una parte de lo que buscaba en
disgustó la limitada ·teoría de los instintos.
cuela debió enfocar la fenomenología del cmnprC>rrii
ciál: Baldwin, Royce, Meinong, Husserl,
Mead, Dewey, Freud, Adler,. Huizinga, Veblen,
otros muchos. Este tipo de psicología social evitó
tatismo kantiano y también el atomismo
desarrolló una teoría del yo social que permitió
der la plena participación del individuo en la·
Ésta explicaba exactamente lo que deseaba .::Jl.JLlt:lt:r:
cer la naturaleza de la vergüenza, del
miento del honor, y los explicó social y gejnél:iclllli<et
el individuo.
Esta psicología social completa de la evaluación
era impQrtante porque llegaba al interior de la··
da humana~ ·haciendo hincapié en su ·gran
con un vigor y una sutileza que habrían asombrado
seau, y por ello podía permitirnos observar · este control.
el mal en la sociedad. Llegaba ·al corazón de la
sus dimensiones ontológicas necesarias, donde se
advertir la· busca de significados del hombre. Era
se necesitaba. Los benthamistas perdieron la
de .crear una psiCología social por haber rer:urrid.o·
cipio legalista ·de la responsabilidad individual...·
ron molestos con el concepto de la empatía social,
no podía reducirse a lo individual. Hasta hoy, lá
de los sociólogos modernos no han podido creár
mlogía social por otra causa muy relacionada. Se
tido incómodos con lll. subjetividad individual y; •··
logran tratarla de manera objetiva, han pasado por
·esencia de la acción humana.
Solo enfocando la experiencia humana desde el
se podría ofrecer lo que deseaba la ilustración:
446
.homt»re en la sociedad que fuera una antroprodicea
ético. Pero, para darle una base al designio
psicología social completa debía poder contestar
,-.¡;~·- básicas relacionadas: ¿Qué desea el hombre
sl.rrge la percepción del bien y del mal y de lo
de lo malo? Para que estas preguntas pudieran
debían estar unidas tres cosas: la psicología
nerwl<ógJ.ca, una ontología naturalista del esfuerzo ar-
el mundo neutral de la naturaleza, y una tea-
completa del desarrollo de la percepción del
conciencia del yo o conciencia. En otras pala~
crearse una moral naturalista que dominara el
y no una moral teológica bajo el dominio divino;
podía crearse ese compromiso grotesco y curioso:
naturalista dominada por las fuerzas naturales
'"'''""'·'"- Por ello ni los idealistas ni Spencer pudieron
teoría psicológica-social madura del vínculo so-
debía enfocar la acción· simultáneamente desde
y desde el exterior, desde la ciencia y la filoso-
debía definir dónde la naturaleza trascendia los
humanos y dónde. no. Debía poner en manos del
el control de la acción ética y debía delinear cien-
es extraño que los logros de la ontología naturalista
la psicología fenomenológica .sean un capítulo tan
del pensamiento h~mano: respondieron a la
pregunta relativa a una psicología social completa:
desea el hombre? Se requirió toda la tradición de
más grandes pensadores para resolver unproblema
magnitud, y sus. nombres nos son familiares; ·Kant,
Hegel, Herliart; Beneke, Meinong, Husserl, Bald-
Lotze, Royce, Dewey, Whitehead, hasta Merleau-Ponty
en nuestra época, sólo para nombrar algunas figu-
•Imtoo,rtlmtes. Como dijimos, consiguieron una respuesta
los significados de las .cosas .desde el interior de
~Xflentencia humana. En realidad Schelling previó este
cuando afirmó que,Ia filosofía sólo es una cien-
de la ment~ humana (1797; véase 1942, p. 13);
447
Herbat:t y Beneke también muy pronto prt:>PlJSiteron
cer una fenomenología de la conciencia moral",
como Schelling, advirtió que cuando esto se
totalidad de la filosofía se convertiría en la
del espíritu humano" (Merz, 1914, vol. 4,
piración de Schelling se complementó en JUlem:ania'
desarrollo de una psicología que eyitó los
naturalismo objetivo y del idealismo
una psicología de los significados humanos; y
la ·obra de .Theodor Lipps y más tarde en la de
(cf. Dilthey, 1961, p. 23), y también en la de
Gasset. Como lo comprendió Dilthey, esto produjo
de. la psicología, de la filosofía y de la historia,
volvía importantes los significados humanos p~a
disciplinas. Las palabras de Ortega y Gasset resiurrtell
bien. toda esta tradición:
... caeremos en la cuenta de que hace falta otra
-la ciencia de los fundamentos o fund:am.ental-"';'
investigue cómo es de hecho la conciencia
base y clave de. todo lo ·demás. Esa ciencia
que ser por lo pronto psicología; pero una
ordenada a descubrir la estructura general
ciencia, el sistema genérico de su fuJnci:on.arrüeinl
suma, la· vida real de la conciencia en su
típica.
Por tanto; para Dilthey la filosofía es
conocimiento empírico, es la última y decisiva.
posesión que el hombre como inteligencia hace
la realidad, que es su realidad. . . (Ortega >y,
1963, pp; 162-163).
ism~cti1m.. (Merz, 1914, vol. !1, pp; 23 ss.). La filosof!a
Como· sabemos, Dilthey y Ortega y Gasset
los únicos que expresaron estos pensamientos.
ellos Baldwin y Dewey también incluyeron el
en la naturaleza y subrayaron la supremacía de
cadós humanos. Dewey se propuso conservar el
nalismo de Kant, el organismo trascendido por
448
considerando .la naturaleza desde el interior de
·n~nc:uL'"· Pero Dewey criticó a Kant específicamente
de desarrollar el transaccionalismo activo,
aferrado ~ los estre~os problemas de la epis-
a la separa~ón del SUjeto y el objeto, del co-
y de lo conoodo. La nueva psicología absorbería
de la ~pi~t~mología dentro de las grandes di-
de, los s1gmficados, y por consiguiente fundiría.
y lo conocido. No habría nada fijo o absoluto
del· actor. ni .fuera de él, esto es, nada por lo que
necesitara preocuparse siaceptaba la limitación
t•"-'"'-""..'"'" del conocimiento. Ya a fines del siglo pasado
James se burló de la epistemología atomística
que _cultiv~ba Bertrand Russell. En pocas palabras;
ps1colog~a debía tener el valor de su convicción
que era francamente: la psicología de los signifi~
humanos y no de los naturales. El mismo Dilthey
aferrado a su exploración de la teoría del ca-
por lo que Ortega la llamó · adecuadamente
epistemológica" (1963, p. 181). Dewey advirtió
Y los fracasos de Kant muy claramente. Por ello
una .estética ·plenamente transaccional una
naturaijsta de los significados humanos. '
; se resolvió un problema que había existido desde
y que continuaba existieado después de Kant.. Pla-
una distinción entre el mundo de las ideas y el
materiales, idea que ha llegado hasta nuestros
la distinción entre la ciencia y la filosofía: se
que la ciencia se interesa en la realidad exterior,
en los significados internos o la realidad
le atribuyó más valor al mundo de las ideas que al
cosas. Platón creía que el reino de las ideas de
"pura", estaba contaminado por mezclarse c;n la
material. Por ello, pudo afirmar que lo ideal era
raaaeJraiJ[leilte "real'~. Como. Dewey se quejó, ·esta eva-
falsa penetró en el corazón de toda la cultura
y le impidió dirigir todas sus energías creadoras al
449
problema del mundo real. De hecho, el pragmatismo
trar la fusión íntima del pensamiento y las cosa8,
intento 'de salvar un abismo de 2 mil años.
El pragmatismo maduro llegó tan tarde a la·
sólo hasta después de Darwin se pudo ofrecer una.
cación' convincente naturalista de la naturaleza del
miento. A través de los siglos la teología explicó
de las ideas o de lo "verdaderamente real". El
sobrenatural cristiano, como el mundo de las ideas
nico, despreció a.I mundo material rea.I. Después ·de·
cadencia de la cosmología medieval, Lei!miz
dualismo platónico, y Kant lo acentuó de nuevo:·
cesario explicar la ·limitación de los ·significados
Platón deseó subrayar esta limitación cuando :>nTTnn· .•
lo "real" se degradaba cuando se ponía en cmuacm
materia. Era otra manera de afirmar que los
humanos ideales, los que daban una verdadera:
humana a.I mundo neutra.I de la naturaleza, eran
res a las· cosas terrenales cotidianas.
El problema, históricamente, se planteó así:
vertir en algo ennoblecedor lo que Platón consJ.uerarJa'l
situación degradante? ¿Cómo aceptar que
ideales del hombre están ·encadenados sin P<t>PT'<>n7o,•·
cosas terrena.Ies, y aun conservar su cuJllwLulm
bían hacerse dos cosas: el idea.I debía ser
gado a descender a la tierra; y el manejo de las
rrenales Qos asuntos cotidianos de la ciencia)·
idealizado, o sea, debía subordinarse a la
dor de los significados humanos .. Por ello,
deramos que los significados son una categoría
la nueva ciencia de la· vida, ponemos el diálogo
en un nuevo nivel. ·La ciencia ·se interesa en1tonces
nivel de los significados, en el ideal; y, cualquier
la ciencia descubra .entonces automáticamente le
a la filosofía; Al convertirse la ciencia del hnmtwP.'2'
centro, como deseaba Comte, y· a.I volverse los
la categoría superior. de esta ciencia (como
they) el reino de los significados humanos se
450
principa.I de la ciencia. La fusión de la ciencia
la filosofía se realiza, y el hombre conserva su ideal y
a.I m~do. Los significados humanos llegan a ser
superiOres aun en la ciencia.
convergencia del siglo XIX que condujo a este.nuevo
idea.Iismo fue asombrosa. Se encontraba en las
tes corrientes:
renacimiento platónico de Leibniz y Kant;
"idea de la humanidad" de Herder, Goethe, Feuer-
Lotze, Royce, et al;
Geisteswissénschaften y la "idea de la vida" de
pragmatismo de Pierce, James y Dewey;
desarrollo de una psicología fenomenológica madura·
"reconciliación estética" de Kant, Schelling, Schiller:
y Dewey.
resultado singular fue la secularización tota.I de los
·nu:Ic<Ll.t_c1s ·~umanos, que se logró sin rebajar a.I hom-
mevitable podía aceptarse: la creación humana de
-·•··~-·"n es algo ~dea.I o "realmente rea.I". Surge de la
transacc10na.I con el mundo cotidiano material.
sólo puede ser crear continuamente nuevos sigui-
Con éstos el hombre enriquece su vida, y realmente
lo rea.I en el mundo material. Los significados del
no se degradan a.I relacionarse con las cosas. Al
sólo así puede desarrollarse el ideal. Utilizando
estética (con la ciencia y el arte) el hombre mez-
signiffcados con el mundo de las cosas. Así logra
uara1ne:u_·re cómo buscar el ideal, a.I IIlismo ·tiempo que
externo se amplía cada vez más para que el hom-
lo use.
advertir cuán extraordinaria fue .esta conver-
de~ siglo XIX, y preguntarnos por qué s6Io a media-
Siglo xx estamos descubriendo esto. Sabemos que
las razones es que "la manía epistemológica" era
~LaJwt::.nre. eso: una manía que dominaba totalmente en
de la psicología y que entronizó en forma impe-
el enfoque mecanicista experimental; de hecho, a.Iú
451

se encuentra hoy día majestuosamente. Otra
el andamiaje conceptual (como podríamos
edificio del siglo XIX era demasiado endeble; uL<niJlurl
pidió el "nuevo idealismo del futuro" .a fines
sado, sabía que éste pertenecía al futuro: N? era
tlficamente urgente. También comprendió, Junto
Niebuhr, que se vivía en una época en que no
cubrirse nada radicalmente nuevo; ya estaba
conceptual general. Sólo se podía (y se debía)
aclarar y sintetizar el conocimiento qu~ se había
lado, y adaptarlo coherente y económicamente· al
indefinido del siglo XIX. . él exterior.
La ciencia del hombre atacó este problema,
menie y a tiéntas. La sociología muy pro~to .
descubrimiento tardío de Dilthey: que la oenoa
bre debería ser una ciencia de la conciencia. de
tcuu•"'~"·"- ofreció las teorías del sadismo y del masoquis-
ficados y las evaluaciones humanas. Lester Ward
este concepto de las fuerzas soeiale~ como el >~"'"''·"-UJ
sico para· la sociología. Otros sociólogos, como
Small, compartieron la visión de Ward de una
con. un alcance humano muy amplio. Las palabras
ley nos parecen extrañ~ hoy ~a, precisamente
la sociología en su versión antigua:
Pienso, pues, que. la meta suprema ?e las
ciales es percibir el drama de ·la •vida
mente que con la observación ordinaria ....
go, una deJas mejores cosas que ~o~emos.
nuestro estudio es observar el movimiento de ..
humana con un espíritu amplio, sereno; y ::ver.
algo de ·la unidad ideal·y de la bélleza.
Aibiou' Small, citando esta cita, observó enfáticamc
El problema dél conocimiento en eU:ampo de
cias sociales se reduce a esta pregunta:
la experiencia humana, y hasta qué punt? · ·
arrollado una técnica en que pueda confzarse .
.vestigarla7 (1923, pp. 410-411)•
52
.la sociología como disciplina eludió este. programa;
su mt~nto de conseguir. la respetabilidad científica, se
~I totalmente a aplicar el enfoque objetivo que era
visto en esa época. Por ello no pudo enfocar ·Ja con-
humana desde el interior, ni pudo ser una ciencia
la conciencia o del ser, una ciencia para enfrentarse a
;.si[gnificacl.cJS humanos,2 Por limitar así su campo, la so-
. deb1ó esperar que otras disciplinas determinaran
de las ciencias sociales. Éste también fue un
prolongado y vacilante, precisamente porque va~
disciplinas habían objetivado al hombre, y en su roa-
habían adoptado él enfoque de la evaluación mate-
y mecánica de la conducta humana, observándolo
ciencias resolvieron el problema de las fuerzas so-
a pesar de la moda newtoniana; pero la solución
de dond~ menos se esperaba. La psiquiatría feno-
considerándolos limitaciones de la conducta; Scheller,
y más tarde Sartre y Simone de Beauvoir revélaron
de algunas formas del amor como intentos
ponerse en contacto con la vida y dar una importancia
a los significados particulares en el mundo.
tarde una serie de pensadores advirtieron que el
debía colocar su conciencia en el centro de la vida
la historia, en algún tipo de intimidad .con el procesÓ
y en algún tipo de plan de un mundo unificado.
11Pr·n,rn. Jaines, Royce, Hocking contribuyeron a esta
naturalista de la experiencia religiosa. Rack-
bellamente que la felicidad era un ideal, un
que sólo el hombre alcanzaría cuando actuara sabien-
única excepción de este desarrollo es, desde l~ego, la
· de . "la teoría de la acción" que se extiende desde
. . · de War~. Pero después de Ward, y después de
socwlogía perdió el mandato de la Ilustración, la teoría
acción fue demasiado tímida, como podemos advertir
en su más pleno desarrollo con Parsons (véase a Hinkle,
453
do que su,s actos podían tener validez y · del vínculo social. Pero para tener un: pano-
.historia (1912, p. 503). Ésta fue otra manera de
lógica onmipresente de la estética idealista~ la
dél· hombre de comprender y de ver sus prop1os
tejidos en la superficie de la .tierra y en· su hi!itOJ:ia~
. Hubo una tradición integra que abarcó desde
cos como Ruskin en el siglo XIX. hasta los ru~stonado:
como Huizinga en el siglo xx, quienes mostraron
esfuerzos por alcanzar una expresión personal rica.
influidos por la época histórica y por el contexto
en que se realizaban. ·.
Un pequeño puñado de sociólogos que aún LUiilOLlarJ
realizar una obra significativa dieron un gran
leza crítica a esta corriente de la investigación.
Veblen y Milis pudieron mostrarnos cómo la :~ul:lellan
ciettos sistemas de distribución, .hace que los
limiten sus conductas a ciertas formas superficiales ·
tancia. Quizá lo más importante para nuestra
Milis pudo mostrar mejor cómo una sociedad dedic:ad
la ideología de la dignidad y la libertad podía en
limitarlas gravemente, y coquetear con una guerra
para mantener su siste¡:na: de prestigio que se·
diante la distribución económica irracional y sin
crítico. Esto hizo que mediante el problema básico
economía, que ·Marx había planteado y extendido, ·
gara a comprender cómo las fuerzas sociales tUlllCion:
en. un sistema social· total; esto nos permitió usar
logía ampliamente descriptiva de los esfuerzos
darle un peso crítico a nuestro periodo histórico.
Después de que se realizó esto, nada pudo ;,.,,n'i>nif
nos apropiáraínos del marco ideal real creado
glo XIX, y que lo vinculáramos. con la antigua
la ciencia del hombre. Podemps · contestar la
¿Qué desea el hombre?, y con esta respuesta al
po pondremos las bases para nuestra
tro ideal ético.
Como prometimos antes, al ofrecer una
pregunta básica, se resolvió en gran parte el
454
élld.LUJ.<UI;;L<L
verdaderamente completo, una psicología social en
madura, debemos responder a otra pregunta: ¿Cómo
la percepción del bien y !;Iel mal, y por qué ésta
tan enraizada en el espíritu ·humano? Sólo
esta segunda pregunta podremos fundamentar
. . una idea é~c~. Fue un problema difícil y que
mucho, y se reqmnó toda una tradición de los me-
pensadores para resolverlo: los primeros idealistas
1=•""'"~' los idéologues franceses, Royce, Mead, Baldwin,
De:vey,. F~eud, Adler y una multitud de pensado-
realidad D1derot, Rousseau y Hume fueron las prin-
figuras en este terreno.
y Rousseau se sintieron muy preocupados por el
lUL'"'"""' de la conciencia;· deseaban comprender su natu-
sin reducirla a . un mero reflejo del medio. Como
en el capítulo II, Diderot luchó contra la ruina ·de
que causó el intelectualismo extremo de la época:
conservar un sentido del bien y del mal sujeto
u<¡~""'uoLuu, en una naturaleza humana que no fuera
IIlpH:[lim,enl:e relativa. Helvétius fue el principal enemigo
moral, con su teoría del determinismo. extremo del
Rousseau atacó a Helvétius insistiendo en que ha-
un "principio de la justicia innato" en el corazón del
(1762, ·p. 352). En la época en que dijo esto, la
de Diderot y de Rousseau era apenas una espe-
una protesta en favor del hombre íntegro y contra
· fragmentario y cómodo de la época. Pero
lo menos esto les permitió subrayar la naturaleza or-
total de la experiencia; y fue una gran victoria
llevó este desarrollo más allá cuando atacó al. ra-
cómodo de su época. Señaló que al sentido del
y del mal no puede llegarse por el análisis racional,
una · cuestión de convencionalismos como se reve-
en las percepciones que no podían anali~se. Inten-
ser. un ataque al optimismo de la Ilustración, a la fe
la naturaleza intelectualmente para encon-
455-

trar prescripciones. morales. Pero en realidad ·era
más.. Podría , decirse que al trasladar el pro ~lema
moral· deL campo de la razón a una .perce?~~n
las preferencias y los sentimientos, Hume IlllCIÓ la
ción de la moderna psicología dirlámica. M u eho
de Hume, de Rousseau · y Diderot, Freud mostró
genéticamente, en el niño se desarrolla una .pe:r_c:ep·ciórúcc
la conciencia, o .superego, que permanece casi
rante toda su vida. Freud ofreció una teoría del de!;an:oll
del ego basada en la teoría de la an.gus?~ y de la
ficación, que explicaba por qué el. IX:diVIduo s:
tan firmemente a su primer aprendizaJe· Así realiZó
no pudieron hacer Bain, Baldwin, Dewey: Scheler, .ni
guno de los psicólogos del yo. Esto t~ó. con la
cia de Hume y del romanticismo. Al prmCipiD de
dición, el sentido del bien y del mal fue ~pUado
el campo de la razón hasta el de la perce:pCI?n, pero
tendió a apartarlo del campo de la descripCIÓn
objetiva. Freud ayudó a e~ipsar con el rac:io11alism[o
tradición romántica, por decirlo así, al llevar el
de la percepción a la etapa ant:rior · a Hume:
fue posible hablar de la percepctón d~ la coJ:íCI,enc:ía:,
términos racionales, y se alcanzó una Importante
científica.
Al mostrar cómo la percepción de la conciencia se .
maba en el niño, Freud desarrolló la tarea que había
muy in¡portante desde Rousseau, y '!ue preocupó a
dhal, Nietzsche, y a muchos otros, mcluso a
Guyau. ¿Cómo eliminar el concepto de una moral
que Guyau llamó "el último dogma"? Como los.
de la Ilustración, Guyau deseaba una moral sm
miento del· deber y sin una sanción superior, y
esfuerzo muy amplio por resolver es~o, antes de su
trágicamente prematura. Pero repetimos, un solo
no podía resolver el problema ético. El siglo . XIX
progresó un poco más en este aspecto que el siglo
Además, Freud nos ayudó a advertir el gran
podía existir entre el primer aprendizaje y las
456
experiencia a~ultá. ·Al enfocar la dicotomia pudimos
cómo el pnm~r. aprendizaje en la ideologíá rultu-
• uuuiL"-L'"- realmente los conocimientos y la ·conducta.
pudo unirse a la obra de los críticos de la
Y de la cUltura, y al análisis en gran escala de
~u'-~"u.a.u, que bosquejamos antes. En resumen, cuando
una teoría· completa de ·la naturaleza del vinculo
al mismo tiempo contamos con una teoría completa
al~enaci?n humana, que, como hoy día advertimos,
umr ~anos modos de explicación: el fenomenológico,
el histórico-institucional, y el indivi-
u-~~cucu...u. Todas las corrientes desembocaron en una, y
comprender el esfuerzo del hombre en sus aspec-
neutrales y plenos, y vimos claramente las distintas
italCioJaes de la decisión humana. Fue una antropodicea
. como podía haberla deseado la Ilustración, y
hemos estado buscando con creciente intensidad du-
las décadas pasadas (cf. Lippman, 1929; Mumford,
). Esto mostró exactamente lo que Comte había desea-
las correlaciones más plenas posibles de la dependencia
los proble~as paruculares y los aspectos sociales.
lo más Importante de todo es que la ética de esta
antropodicea brilló con una claridad como la del
problema de todos los pensadores de la Ilustración
especial. de Comte, fue. cómo lograr que el 'interé~
predommara sobre el mterés particular egoísta. La
de la alienación mostró que la acción .. ética
.un•uo•u•.<= cuando al hombre no se le ofrecía un ~ono­
auto.cr_:ítico y socialmente crítico, y la posibilidad
decisiones grandes y responsables. Los males re-
como el sadismo, el odio activo, la codicia coro-
el orgullo mezquino, el interés propio calculador
una actitud indiferente ante las vidas ajenas,
.........uo;;u.o.u•~• mentales en sus formas extremas, surgían
. consu:icc~o?es de la conducta y de la superficiali-
los sigmficados; y podía culparse de esto a la so-
específicamente, por la naturaleza y 'el tipo de edu-
a la que sometía a los jóvenes; y por los tipos de
457
 LA PROPIA ESTIMA: EL PRINCIPIO
PARA UNA SíNTESIS GENUINA

en el último capítulo que, después de crear

completa de la alienación, nada le impedía a la
del hombre apoderarse del marco ideal-real del si-
Sin _embargo, ·faltaba resolver un problema, un
que nos remontaba a donde dejamos el fracaso
y su sistema, en el capítulo v. Como vimós allí, la
lección del fracaso fue que no había logrado esta·
una teoría completa de la naturaleza del vínculo
La segunda lección fue que, aun lográndolo, se debía
algo más. En el nivel d~ ;una teoría sintética genuina,
este problema fuera el más espinoso. Desde luego,
del principio unificador único que .formaría una e
firmemente centrada e integrada. Para los lectores
)speJilSaLiniienltos tienden a la teoría y cuyos organismos
con· la visión de una estructura intelectual sim-
y elegante, esta parte de· nuestro estudio será qui-
. más interesante.
principio que estamos buscando surgió de la nueva·
de la personalidad, y de la· gran acumulación .de
compiladas por el psicoanálisis freudiano y sus
· ramas y escuelas. Surgió del estudio del complejo de
fenómeno que, como hemos visto ampliamente, no
considerarse un complejo, sino un término abreviado
·a todo el primer periodo del acondicionamiento del
que realmente describe es la formación del ca-
del individuo, el desarrollo en que el niño aprende
'lns:en~ar su sentimiento de bienestar adaptando .sus ac-
órdenes de los que lo rodean. Aprende a actuar y
la angustia, creando para él un estilo de vida de.:
que )o aprueban, o por lo menos lo toleran, los
459
·458
 ue lo rodean. Por ello, el complejo de Edipo; (o.
ll . la fase édípica de la conducta) realmente es
e~~- sentirlo estricto cientlfico: la Ley del
~:rácter en el animal simbólico.
Una ley científica debe explicarse, y sólo p~ede
esto por los principios. Por ejemplo, ~a ~e~ d~ 1~
se ex licaba según Darwin, con el pnncipiO e a
P El 'prmcipio
natural. . . . que explica la ley del desarroll.o .
carácter humano es el Principio .de la Gonse;v~CI.6n .
Própia Estima. El periodo del pnmer ap:endi~aJe ~él
puede comprenderse de una manera srmple. es
a rende a conservar su propia estima. de un
P . adapta sus reaccwnes a las
menos constante, Y . ·
a las . osibilidades de su medio humano. .
Y . P . 't do la angustia· y ésta provten"l.
estrma propta eVI an •· "ó
medio humano, en la forma de la desaprobaci no
. de separación de. los padres. Por ello,
naza . 'é d en una nPrso,na
estima precisamente convtrU n ose . •.
nó teme la desaprobación o la pérdida de los obJetos
Como expliqué con más detalle en otra.
apoyan. · · · ·- lve un ser
(1962), esto significa que el nmo s~ vue_ . ciertas que las del mundo objetivo newtoniano, y
cuando aprende a obtener su propia esuma de las
. bólicas que son agradables para los adUltos,
nes srm . .. - . · · e vuelve
la dependenc.ia flSlológica. conu~ua, que s
dable para ellos .. Los diversos estilos del cru:ácter
tilos de vida) que provienen de este pnmer
esueden considerarse. variaciones de los modos como
~iene la estima propia. Por ello, de la manera
y directa, contantos co.n una ·ley. del desarrollo .
su principio para explicarla. . d
N o creo que sea posible exagerar la ~ag~n~u ...
d 1 . ·a del hombre Es un prmcipio
logro 1 e a_ócie~~ana afin a 1~ gravitación en las·
para· a acci n durez
físicas. En otras palabras, llegamos a una ma ero
niana 200. años después de Hume y ~ar~ey, p
manera que no le permite a nuestra .oen_oa·ser
El dato fundamental para nuestra oenoa es un
a .primera: vista parece trivial o fuera de. tono: a
460
)rganís71WS les agrada (hasta donde sabemos)usentirse bien"
mismos. O, puesto en ténriinos de la ontología exis:.
ten.uoLu~La, la estima propia se encuentra en el corazón de
la naturaleza. ¿Necesitamos decir que, para una
. . de la vida en desarrollo, este hecho centraL no es
ni inoportuno? (Sólo hace poco aprendí que la im-
de esta· idea la comprendió Thomas Davidson
amigo de William James- y se remonta a los ontó-
del siglo XIX, Rosmini y Gioberti.)
el nivel humano, descubrimos un organismo al que le
sentirse bien consigo mismo simbólica y orgánica-
te. Este dato universal vincula a todos los hombres y
conducta individual con toda su rica estructura social.
es un dato universal muy superior, en un aspecto,
dato universal de las ciencias físicas: esto es, se produce
lir<!ct:unen1te en nuestra experiencia, y no tenemos que su-
inductivamente. Sabemos que nos gusta sentirnos
con nosotros mismos; éste es un conocimiento básico
Como Vico advirtió al inicio de la nueva ciencia
la historia y de la experiencia humana: sus verdades son
más elevadas y nobles (cf. Manuel, 1962, p.-19).
.ruu:u•a~, com:o el principio de la gravedad· (o como cual-
.otro principio viable) nuestro principio debe explicar
fenómenos en apariencia contradictorios, que es exacta-
lo que hace: explica los estilos de vida más distintos
variantes del tema único de conservar ·la propia es ti-
Así como la gravedad explica el curso norte del Rhin
curso sur del Ródano, así el principio_ de la conserva~
de la propia estima "explica~· la esquizofrenia y la
,,_m:~nJu; el sadismo y el. masoquismo, la hipersexualidad
homosexualidad, la pasividad y la agresividad; · etc.
luego; no lo explica ·~todo por .sí mismo'·', sino con
estructura teórica adecuadamente elaborada. Como exis-
ta estructura. en la época moderna, tenemos un prin-
sintético y deductivo perfecto para· nuestra ciencia;
último, y no lo menos importante, ésta es, como la
·una propiedad bdsica irreductible. Como la atrae-
461
. ción. y.Ia repulsión innatas son cualidades ~~......,~ ""'
tibies de la materia, la propia estima es la
irreductible. de los organismos que tienen
No es necésario en nuestra época buscar
unificador. irreductible y válido.
La pregunta que ahora se plantea es ¿por qué
cipicí tan sencillo y fértil no se había definido
en realidad, .. esto ya se había hecho al iniciarse
moderna sobre la naturaleza del vínculo social.
hemos, el papel de la estima propia en los actos
era una parte básica de las teorías de la naturaleza
en los siglos xvn y xvm. Hubo literalmente una
de obras sobre el amor• a la fama; a la gloria, a la
ción; como principales poderes motivadores de la
humana. Lovejoy, que nos ofreció un resumen
esta vasta obra, concluyó: "Este concepto. . . la
irracional de los hombres como dinámica de ·la
ducta fue uno de los temas favoritos de la psicología
desde el siglo XVI hasta fines del xvm" (1961, p.
Cicerón y Dante ya habían hablado de esto, y Dante
con palabras especialmente bellas; pero en la
derna se convirtió en el "motivo de casi todos
de la conducta necesarios para el buen orden de
dad y el progreso de la humanidad" (Lovejoy, p.
esta manera, los conceptos que habían sido ...v'"~"""·'
escandalosos, de Má.ndeville y· La. Rocl1efoucauld,
a aceptarse como una teoría científica. No sólo
también Adam Smith, Helvétius,. Hume, Kant y
hicieron una aplicación importante del motivo de
propia. Las palabras de Kant son típicas de
miento psicológico social teórico, y. vale la·
cirlas: ''Un anhelo de inspirar en otros
estima por· nosotros, por medio de la buena •
(reprimir lo que. podría hacer que ellos tuvieran una
opinión de· nosotros), es la base real de la
bilidad, .. " (citado por Lovejoy, p. 193). ¿Quién
más que Rousseau en la bondad básica y la .....,"... ''"''"
de ·los seres humanos, en la neutralidad de las
462
hay una perversión original en el corazón humano ...
pasión natural del hombre es el amor a sí mis-
o interés propio, comprendido en su sentido más am-
[esto es, no negativo]" (1972, p. 81).
mayor parte de los pensadores de esta tradición afir-
que como el hombre no podía poseer la razón 0 la
Dios ingeniosamente había arreglado la sociedad
este mecanismo especial que ordenaba la con-
armoniosamente. Si la razón y la virtud no podían
· los asuntos humanos, entonces la busca de la estima
era una perfecta guía sustituta. Como era de espe-
Hume fue la figura fundamental de esta tradición;
a todo elmundo mostrando que no sólo la razón
virtud no controlaban la pasión de la estima propia,
que .no podían doininarla. Como observó Lovejoy: con
sencillo golpe maestro Hume desafió seriamente a la
tradición de la filosofía moral, y allanó el camino
la nueva busca que se realizó en el siglo XIX.
podemos ver mejor por qué afirmamos que Hume
padre de la moderna teoria de la personalidad. Hoy
~ ~··u~•.LU<J~ que él tenía razón, básicamente, que la estima
llega á. mantenerse por una conducta automática
para evitar la angustia, y por ello inicialmente
fuera del alcan~e de la razón y de la virtud. Sólo cuan-
individuos . examinan penosamente su propio esti-
vida, cómo llega a ser realidad y cómo funciona,
· colocar la conservación de su estima bajo algún
de control racional, lo que les permite seguir una
virtuosa, esto es, que intenta enfrentar cada nue-
situación con sus propios recursos, y que no refleja
el aprendizaje previo.
conjunto, podemos afirmar que la llustración mas-
comprensión asombrosamente aguda ·de los actos
La mayor parte de sus pensadores aprobaron: el
de la propia estima porque parecía garantizar. una
·~~~·~·"~ humana armoniosa: la sociedad sólo necesitaba
maneras de volver atractivo esto, y que no pro.-
divisiones ni destrucción. "Advirtieron que el ·hom-
463

bre ;ecesitaba sentir .afecto por sí mismo, y que
car este· sentimiento en sus semejantes. La estima
parecía ser de manera natural la .base :Uás segura
verdadero desinterés y la armonía social. Hume.
más el problema m~strando que la estima Pfopia
pondía a la mera exhortación moral o al gobtemo
y. frío de la razón, y que era más profunda que
A la teoría moderna de la personálidad le tocó
florecer esta tradición. Hoy día podemos adyertir
la ley de la transición edípicá y con el
~onservación de la estima propia; hemos
periodo .de 300 años de meditación sobre el tUIIci<mal!l
to de la naturaleza humana. Al interpretar la •
edípica de una manera adleriana o posfreudiana, .
nos unimos de nuevo a. uno de los puntos de
ilustración: .comprendemos que el esfuerzo por
la estima propia es esencial~ente neutral (Rousseau,
p. 247). Podemos advertir· de nuevo qu~ esto ...... ,1-' ... ••u~:;
las evaluaciones sociales, y no del funciOnamiento
pulsos interiores hostiles. Pero .también .podemos
que, para la. ciencia~ el pensami~nto de .la Iltistlraciórt.;
insuficiente: sólo fue un pensamiento, sm el apoyo .
conjunto de conocimientos extensos, documentados,
ricos. Las obras de Helvétius y de Bentham su·Fri•~ron
castigo por esta carencia: el Pfin~pio de . en su época, una ciencia de la moral basada en
la propia estima tomó la aparxencxa del se~cillo
del 'hedonismo .. Se interpretó muy estre•::mtm,enlte,
no tenía. el apoyo de una comprensión d~ su ,.,--·---~~··
alcance .y el. vigor de muchas cosas relacwnadas
cayó en desgracia injustamente. s¿1? P?dría .ser.
impuesto plenamente como princ1p1o oentíftco
plena dimensión y los modos. de su
nieran. Cuando Marx comparó a Adam Smith C()n
ville resumió este problema: era significativo
amor a. sí mismo, pero al .mismo tiempo esto
demasiado las amplias relaciones que debían
para hacer verdaderamente productivo ~s~e J.JlJtu~.•l!·'~l·•
ciencia es necesario simplificar la expostctón Y !as ·
464
. y excluir algunos factores auxiliares; pero en las cien-
humanas se corre mayor riesgo porque al excluir los
auxiliares podemos defórmar toda la investigación.
. . de la aventura del Panopticón de Bentham mas-
la verdad de esto. Las. deducciones debían surgir de una
cantidad, de datos, que eran inaccesibles en aquella
La moderna psicología social ha realizado la .tarea
iniciaron los inspirados primeros teóricos. de la llus-
: ha expuesto no sólo las formas y las dimensiones
las necesidades y la conservación de la estima propia,
también una ley completa de sugénesis y su mante-
en el primer periodo del aprendizaje. El abismo
existía al. comienzo de la ciencia del hombre. hoy día
superado con· una teoría completa de la estima pro-
Hoy día podemos advertir que Helvétius, a pesar de
limitaciones inevitables de sus puntos de vista, fue la
principal de esta tradición: propuso que todas las
se expresaran en términos del singular principio
amor a si mismo; y con una intuición genial afirmó
sencilla frase de sus notas, que éste era el programa
la moral (véase 1Q09, p. 280). Pensadores posteriores
de cumplir precisamente este mandato: Jouffroy
su importante ensayo de 1832 sobre .el "amor a sí mis-
desde luego, Fourier en su inspirada teoría de las
Pero ya que sólo podían hacer declaraciones -muy
singular principio tuvo que esperar hasta nuestros días.
uo'n~Jtut:ra<•a de otra manera, toda la historia de la cien-
del hombre desde la llustración ha sido un intento de
. de acuerdo en .un principio dinámico central para
fl!"c'"'~•uua.• las dimensiones sociales de la conciencia hu-
Las intuicjones de los diversos pensadores en su roa-
parte fueron correctas, pero los intentos generalmente
torpes, precisamente porque eran .muy escasos los
disponibles.
el ejemplo sobresaliente de esto fue el gran interés
Ward por las "fuerzas sociales", concepto que
con cierto detalle en el capítulo IV. Hoy día
465
podemos comprender con perfecta ·claridad. 'qué'
Wardy exactamente por qué fracasó, y podemos
más lá necesidad de que exista la investigación
Ésta nos ofreció, después de todo, una teoría ov~...,,<U
personalidad. Pero al mismo tiempo también aeoe1mo
yar la síntesis sistemática que propuso Ward.
vertir que era UI1a visión correctaporqueincluía.
pio dinámico; pero la visión no era eXacta,
principio aún tenia una forma burda. Las
les", como Ward las entendió, representaban un
localizar la fuente ·de la acción en cada imiividtío;q
trató de volver subjetiva la ciencia del .u\J•LLL•J~"
mente lo que de5eaba Lotze). Pero las fuerzas
más que esto. No sólo representaban la ..........· ov.u.cuJ.U
individuo, sino también las fuerzas uu-'cu=•·"~'
la personalidad. En otras palabras, las fuerzas
el bosquejo del principio unificador para una
ciencia del hombre.
Ward, que comprendía bien el problema· de la
no podía ocultar su entusiasmo por· este principio.
cómo se le presentó primero la idea; parecía
y no era en verdad el "principio ex:traoniinlar:ianileítb
til" y revolucionario que él sabía que debía
p. HB). Este principio sencillo era una "gran
había sido descuidada, porque no estaba apoyado
mente por prueb~ "científicas" y porque no
expres_adas sus relaciones causales (p. 119.) Ward
los investigadores científicos de su época no ·
el mérito· de este principio debido al "método·
mente rígido" al que estaban acostumbrados (p.
a Ward le maravillaba la simplicidad y lo
principio, y lo impresionó "tan fuertemente" que
la conveniencia de tratar de demostrar lo que·
un "axioma" (p. ll9).
Con su exaltación, incredulidad y pena
toda la historia del problema de la nustríü:ióri
propia estima que antes bosquejé~ Advirtió lo
que era este principio del placer sunotOU,carneJrm:'·I!
466
acci?~ human~; ~dvirtió lo difícil que sería que la
· tradia~nal y lliQltada aceptara este tipo de princi-
mconmensurable; y ta!nbién comprendió, fi-
te, que todo su alcance y sus dimensiones deberían
erDillD.an;e para que pudieran lograr el reconocimiento
lugar a Ward le trastornaba que los críticos
hedo:nismo hubieran desacreditado su idea (1918, v. 6,
Advirtió que Bentham sólo había. hecho un plan-
muy sencillo del problema del placer humano,
era un fenómeno simbólico y psíquico que tomaba
formas ·y que se. extendía a través del tiémpo. En la
llH'u'u!';·'" actual, ·afirmar ·que la estima pro-
vinculada con la identidad
no puede simplemente reducirse al mero placer,
implica el yo cultural total. Por ejemplo, aunque su
condición sea de infelicidad, el individuo puede
un sentimiento afectuoso de propia estima, si cree
futura. Ward deseaba investigar las
de la percepción de sí mismo en todas las ra-
y convertir la percepción de sí mismo. en
de la ciencia, y no .. del arte y de la religión.
libro The Psychic Factors of Civilization (1893),
escribió un capítulo sobre la "Naturaleza del alma'~.
JWJLc:.LL.L<J~ al punto que se ocupó, como todos los pen-
importantes del siglo XIX, de la Seelenfrage; y, como
trasladó la idea del alma a la idea. de la personali-
deseaba sacarla del campo de la metafísica
.o;;;uuo;;;.u,cu. y volverla un asunto importante para la cien-
hombre. Ward afirmó:
uc;uu.•L•uudel alma es la siguiente: los sentimientos
los seres orgánicos y sus esfuerzos resul-
Ninguna materia· puede comprenderse totalmen-
una investigación prolongada y una reflexión
Hasta el siglo actual el alma; a pesar de la
de tiempo y energía gastada. en esto, no ha
sometida a un estudio crítico. . . Así vueltos tabú,
467
 los sentimientos animados, o el alma verdadéra;.
sido objeto de.Ja penetrante critica que sólo
mediante una verdadera comprensión de su uacLUJL<UI
.todo el tema .permanece, filosófica y
blando,. como terra incognita. Ésta fue
completo a otros campos: .al arte, a la
religión y al gobierno, que actuaron oegruneJilte
contribuyeron nada a su desarrollo o
PP· 46-47, las cursivas son suyas).
Es obvio por esta cita que el sistema de Ward fue
ciencia del hombre lo que eL sistema de Lotze
la filosoffa. Ward aquí pedfa que se enfocara la
da de la vida orgánica como tema adecuado .para
cias humanas, y ·consideró el alma ~amo el
vida, o sea la percepción de sf IlllSmo que
naturaleza.
Repetimos, con toda justicia debemos recordar
sabia que su posición era prematura, pues
causales de.la percepción de sí mismo no se • porque hoy día podemos comprender lo que de-
minado. Los críticos· como E. C. Hayes y Morns
como observamos en el capítulo IV,
idea de las fuerzas sociales era falsa; Pero
advertir que, aunque tuvieron razón ~ -•.,~·•~·
también estaban hasta cierto punto eqmvocados.
zas sociales que proponía Ward vigorizarían la
humana· que forzosamente se encontraba en el
la: teoría conductual social del yo. Éstas tenían un.
dable resabio de instintos y vitalismo; en una <:;IJUI..<L·,"'
no se habían definido todas las relaciones
campo social (cf. Hayes, 1911). Ward pareda en
obscurecer en. vez de aclarar el concepto de •la
sobre el hombre, de la misma manera que más
hizo Freud al subrayar lás fuerzas innatas, y no
ciones sociales. Una psicología social madlll'a,
timos, no puede usar totalmente las c~usas .
dentes de la aétividad social para exphcar los·
la conducta. Sin embargo, Ward sostuvo la:
468
sobre la necesidad.de descubrir nn principio den-
cada: individuo. Hoy dfa; por haberse. trazado las
de la estima propia en términos de nna teoría
de la acción, podemos apoyar la visión correcta
por Ward: el individuo para actuar debe des-
pautas de conducta socialmente aprobadas; esto
nna identidad basada en la estima propia, que es
de los objetos en el propio campo y de las
para actuar ante éstos. Podemos advertir, pues, que
o la percepción de sí mismo ~s una dií:nensión
campo social, y está basado orgánicamente. Es decir;
condicionado socialmente,· pero también antecede a la
el organismo del niño experimenta naturalmente
,'sentimienlto afectuoso de percepción de sí mismo, pero
es cuidado en forma adecuada. El mecanismo de la
propia se vincula biológicamente con la cultura. por-
opera evitándole angustia al organismo, enseñándole
coiJluu<..u.oc; en un mnndo de objetos culturales.
advertir que· Ward estaba por encima de sus
mostrar: que el mecanismo de la percepción de sí
o alma, es nn fenómeno totalmente social que,
tiempo, está firmemente centrado en el organismo
como cualidad irreductible de los organismos.
pidió ávidamente a sus amigos que lo criticaran, pero
época la crítica sólo podfa destruir sus intuiciones,
no existía nna teoría de la personalidad. Sufrió. la
debilidad que Newton había tenido antes, cuando
fue rechazado por muchos individuos por
;idc~ra:rlo un retorno a las ciencias ·de la Época de las
cuando el hombre se basaba en las ~·fuerzas in-
para explicar las cosas (Kuhn, 1962, p. 162). La idea
"fuerzas innatas" sólo pudo resultar aceptable me-
una teoría ampliamente racional y descriptiva, como
ofreció N ewton. . .
de que la teoría de la personalidad moderna
las correlaciones de la propia estima,· se. pudo adver-
Ward fue plenamente vindicado. La propia. estima
469
 se 'éonvirtió en dimensión de mi campo social
tal, era ineludiblemente una cuestión de vo.•u''"~:cuu:
y de evaluaciones personales. Albiori Small
comprendió en el sentido moderno las fuerzas
puestas por Ward. La visión: de Small de la
ciencias sociales fue profética. Advirtió que
sociales debían .explorar todas las dimensiones
humanos considerándolos evaluaciones, y .que
concebido esta tarea. Small afirmó: "Por haber
percepción sobre el ·umbral de. la conciencia,
sociales le deben más al autor dé la Sociología
que a ningún otro hombre." Pero Small pudo
era prematuro el esfuerzo de Ward: "Expreso
a pesar del hecho de que, en mi opinión, la
de la tesis .del profesor Ward (las fuerzas psíquicas
causas verdaderas de todos los fenómenos sociales):
el proceso humano real como ·mucho más sencillo.
realmente es" (1910, p. 200, las cursivas son suyas);
En otras palabras, Small advirtió que la tai:ea
ciencias sociales (después de que se centraron en
tancia de las evaluaciones humanas y en su tllll04:ma
to) tendría que determinar las dimensiones
correlaciones de estas evaluaciones. En nuestra terminó:
moderna, diríamos que las ciencias sociales
hablar de los estilos de vida y de su relación con la
tura del papel institucional plenamente social. "Las
sociales" deberían expresar un panorama completo
conserNación de la estima propia del individuo
su medio social pleno; pero esto sólo sería posible
. se combinaran los estudios en gran escala de las
interrelaciones de los valores sociales (del tipo
Weber, Thorstein Veblen y C. Wright Milis)
grafías de pacientes psicoanalizados reunidasrln·r., ..,•.,.
siglo. Entonces fue posible no sólo hablar de la.
propia de un paciente deprimido, sino dé la
mida de un "ejectitivo" petrolero, cuya vida
superficial ha perdido todo significado. ·Esto
ser posible, en resumen, cuando tuvimos· una
470
completa de la alienación humana, que se
en el principio, unificador único .presenté en cada
tm'vn,uu. Entonces pudo hablarse del fracaso de una so-·
q~e no satisface las necesidades de. propia estima
nnembros; al limitar su conciencia crítica, al limitar
de su papel, al limitar su acción a un des-
superficial, rutinal'.io y poco convincente.
también podemos comprender mejor cuán distinta
orientación de Ward de la de Freud, aunque ambos
haber sido acusados de hacer excesivo hincapié en
fuerzas. interiores, y no· en las relaciones sociales, como
'~e1rvam(lS antes. Ward y. Freud en parte se inspiraron en
pero cada uno tuvo diferentes cosas a la
Ward se sintió particularmente agradecido a Schopen-
por "sacar a la psicología de los canales viejos y sin
de la psicología objetiva y colocarla en .los nuevos
mrtet!!ao,res canales de la psicología subjetiva" (1893,
En otras palabras, Ward advirtió la posibilidad de
un enfoque de la conducta humana subjetivo y
en los valores: Por otrq parte, Freud evidentemen,
tomó en forma literal las ideas de Schopenhauer y se
del concepto de la naturaleza impulsiva incons-
de la voluntad, que con firmeza oponía al hombre
sociedad y convertía al individuo en un objeto de la
'"-Licuou.oo'"' y no en un sujeto. No es extraño que la sociolo-
propuesta por Ward fuera· esencialmente radical, y
la teoría de Freud cayera en manos de los conservado-
apoyaba la idea de que el hombre por su esencia mis-
no tenía redención, y que por ello la reconstrucción
no podía conseguir la felicidad humanq. Esto segura-
explica la gran popularidad de Freud en la .Norte-
antirreconstruccionista. Freud se encontraba en la
de. Hobbes y de Maistre, y no en la de Candor-
y Saint,Simori. Por otra parte, Ward consideró la volun-
que proponía Schopenhauer como "una fuerza del alma
, y era otra. cosa muy diferente. Dejó abiertas las
a la posibilidad de una ciencia subjetiva no pesi-
del hombre. En su libro Psychic .Factors. of Civiliza-
·471
tion, el capítulo posteriór donde pasa revista a
haú.er, se titula "Refutación del pesimismo"; en
(cómo Fourier) que el "estado social hostil!' es
de "las calamidades de la humanidad" (p. 69) y no
so interno de la voluntad. Aquí tenemos dos
das en Schopenhauer, y ambas, correctamente,
nuevo la ciencia humana .eri un factor subjetivo
Pero una saca una lección pesimista, al aislar al
la otra una optimista, al enfocar más ampliamente
social,
Finalmente, para apoyar la idea de que la IllllUllCIO:
Ward iba directamente al quid del asunto, ue,oernos
qüe Ward se negó a colocar la ética sobre las
delante de la sociología, como lo hizo antes ·---•-"',.,
insistió en esto por una razón muy crítica: rrí1nnrPn
"toda ciencia es esencialmente ética" (1918, vot
El problema sólo consistía en convertir el ~ .. ~•-·· "''-"'
rencia constante de umi sociología dinámica: en mí
pio·que. contenía un imperativo ético. En otras
esto es crítico, el principio único que· une la
pleta de la alienación deberla ser la medida de uria
soCial. Esto sólo podría lograrse si se centraba en ·
logia humana; eii el individuo. Esto ·hace ex:ac[amlenl
principio de la conservación de la propia estima:
el concepto fundamental del hedonismo, peró
feli,cidad humana con toda la estrúctura social
nal. Cuando· seguimos las correlaciones de la
humana, usando la propia estima como plinto de
encontramos un imperativo ético automática. Así la
más elevada de la ciencia de la nustración se conviierl
realidad; muestra que la ciencia y la ética son
y consigue de la. manera más básica y directa
pretación de la naturaleza al servicio del hombre.
cia del hombre en la sociedad, yinculando .la ·
del" individuo con los papeles sociales im;tit:uciortal<es
vés del principio de la conservación de la propia
convierte en un edificio totalmente ético. No se·
colocar la ética delarite de la sociología; como
472
piecisamente porque este edificio se basa en ·la idea
continuamente el bienestar humanO. Lotze y
· que la vida misma, "el gran corazón de
", es lo que interesa a la ciencia. Fomentar
humanos significa fomentar la naturaleza; y una
de'dicada a esto inexorablemente sería ética y edu-
Citamos de nuevo a Ward: "Los deseos humanos
el único bien desde el punto de vista de la
(1893, p. ll5).
existencialismo moderno tuvo que redescubrir esto al
la importancia de "Ser''. Pero podemos advertir
ni la antigua idea de la Vida, ni el moderno renací-
de ésta en términos de Ser, tuvieron ·significado
hasta que fue posible introducirlos parcialmente
· de la ciencia objetiva. Esto hace exactamente
~~iinrinin de la conservación de la propia estima: es la
especifica de Ser; esto introduce cl Ser en el
·de .Ja ciencia correlacionando objetivamente sus di-
ns110111es, primero mediante cl periodo de aprendizaje edí-
después mediante los papeles que ofrece la estructura
El existencialismo moderno desea desarrollar al máxi-
;eJ Ser creador, exactamente como quería Ward. Pero
no pertenece al existencialismo ni a Ward: es el
concepto de la llustración, de colocar al hombre
de las cosas. Una de las principales preocupa-
de los pensadores de la llustración que se separaron
mecanicismo newtoniano fue, como hemos observado
pet.ldame~ntc!, crear una ciencia poniendo al hombre en el
Para Turgot, y para los pensadores que vinieron
esto tenia un significado concreto; el mandato de
ciencia era fomentar el Ser hasta su alcance más ele-
y complejo: proteger a los genios y desarrollar al máxi-
talento. Ésta era ·la función principal de la buena
sobre la que se basaba toda la moral de la nueva
Esta moral era muy simple: las fuerzas que ahoga-
genio eran malas, las que le permitían florecer pie-
te eran buenas (Manuel, 1962, p. 28). La idea de
al genio continuó .vigente desde Condorcet hasta
473
 Saint-Simon,· quien· creó,proyectos para subsidiar
nios. En su époéa, Ward pidió que se diera ........... ,•uu'""
crítica y plena, que fuera ·la esencia de ·la
del hombre, lo que realmente era una COiltlllU~tcicin
mandato de la ilustración de alentar a los
do a los términos de fines del siglo XIX, era ~ m~tndató
· alentar .la plena evolución de la Vida o del
hasta. desarrollar todo su potencial. No es exrrano.%'1
Ward deseara que el hedonismo se comprendiera.
pliamente. y se reimplantara como ·un prcJgram,a
ciencia; y que se advirtiera que alentar los deseos
era el único bien. Estaba. dispuesto a volver una.
la afirmación de Schiller de que el hombre podía
ser igual que Dios, y que la. única manera de ·
desarrollar al máximo el Ser creador. Los hombres.
ilustración tomaban muy seriamente la ciencia y ;Ja .
les asombraría ver cómo las hemos vuelto
(En Estados Unidos el presidente de la Asociación N:1cic
de· Fabricantes recientemente· proclamó que debía·
el presupuesto para la educación, ya que ésta no~
huía a los negocios.)
Hemos recorrido un -camino largo y difícil para
el concepto de sociología que sostuvo Ward; Todas
ciplinas se han unido para fraguar las
del mero hecho de la actividad humaniJ. y para
el· sencillo principio que unirla estas correlaciones. ·
sistido en la sociología propuesta por Ward nnTnllP.TI
el intento de la ilustración de resolver este
porque muestra exactamente lo que faltaba hacer
debía hacerse. Sesenta años después de Ward, R.
se. reffrió· de nuevo al problema perenne de un
único, y. del abismo. moral que debería salvarse
éste: "Si no deseamos que las ciencias sociales se
en el futuro, debe establecerse algún punto de.
con el· que pueda superarse esta cuestión
'¿Cómo determinaremos lo_que. debe ser?
interesarles a los científicos' " (1939, p, 201).
vertir que Lynd trató de actualizar a Ward, y.
474
ético de la ciencia "que está dentro de.:la
. h~ana . dC: .todos nosotros'\ De nuevo propuso
la oenaa satisftaera los anhelos específicamente hu-
tal como· él los veía: anhelos de seguridad, de mayor
de n:'-anifestar las facultades, etc; Sólo así podría la
servrr. al. hombre, porque nos permitiría preguntar:
nuestras actuales instituciones, evaluadas desde este pun-
de vista, ¿cuáles satisfacen eficazmente las necesidades
1UIJna11as, y· cuán eficazmente, y cuáles las obstruyen?. ¿Qué
deben hacerse en estas instituciones? (p. 201). Lynd
esto muy claramente, pero también su obra era
· aún no era posible, hacé 25 años, presentar un
cJ;Ulllll:u•.u preciso para basar un punto de referencia cons-
que vinculara los deseos del individuo con toda la
social. Lynd fue satirizado ruidosamente por los
mezquinos de la· sociología· y de otras disciplinaS,
no tenían idea de qué era la ciencia del hombre; por
fue· despreciado, al igual que. Ward. Personalmente me
que, al hablarles a varios académicos en una
universidades más importantes, ridiculizaron a
sin comprenderlo. Obviamente les ofreció conoci~
más elevados de los que podían comprender. Sólo
día es posible hacer callar a los satíricos irresponsables,
. Lélluu.u:u satisfacer a los críticos serios de lo prematuro
la ciencia. Después de 70 años de que E. A. Ross señaló
"celos" a Ward como una importante .fuerza social, hoy
podemos tener una comprensión bastante profunda de
de la vergüenza, de los sentimientos de culpa, de los
psiquiátricos (cf. E. Becker, 1964a), y también de
: minttd1s del ceremonial de la· interacción · en la socie~
Además, y lo más importante, hemos logrado vmcular
esto mediante el principio único de la conservación
propia estima en el animal simbólico. (cf• E.. Becker.
Ward no podía haber esperado más; ·
XIX resolvió los dilemas de Die Seelenfrage y Die
Frage; el siglo xx resolvió el problema de una unión
verdadera de la ciencia del hombre. Todas las dis-
y las diversas investigaciones hoy día pueden, si lo
475
 desean, unirse alrededor de este punto único:
.analítica británica, la fenomenología europea ~v'"-UJu.=
la psiquiatría fisiológica y patológica y el _ . Y. cuál debía ser su programa amplio: debía ser
tivista que incluye el idealismo humanitario, podrían
cár sus energías a fomentar la percepción de si mismo
naturaleza, encarnada en los esfuerzos humanos. El
como Lotze en el XIX, finalmente había ·hecho r~"¿~•",Y·
más elevada fornia de eclecticismo; pero aún
Lotze, logró una unificación real con un solo ·t"'"'·•p,•u.
Hoy día tenemos una visión espléndida de una
auténticamente unificada del hombre, una estructuLra:J
rica integral y ampliamente relacionada, que se
unida mediante .un solo principio central. En las
páginas de este libro insistimos en observar cómo,
de los innovadores. de la. ciencia del hombre se llamó
mismo el Newton, o el. Colón; etcétera, de la nueva
Prometimos dar nuestro· punto de vista sobre esta
y ahora que hemos logrado bosquejar en su
ciencia unificada, éste es el lugar adecuado para
Podemos advertir que nuestra ciencia ha tenido un
Ilo vacilante, prolongado, totalmente singular. Se
ron varios cientos de años para construir su marco
y para sustanciar sus . primeras intuiciones. La
dád de su forma teórica y de sus ideas no pc.tll.lucJ••:
cer una analogía ·directa con el desarrollo de
físicas ··y naturales. Sin embargo, si debemos· ¿•u·~··~''·
desarrollo de una ciencia, es necesario. e instructivo
pararla de alguna manera con las ciencias más
mejor. establecidas. Si comparamos a.l~ princi}?ales
de la ciencia del hombre con las prmapales ftguras
ciencias físicas y naturales; tendremos una idea .de ·
raleza compleja dé la ciencia del hombre, y taJ.uu:•cu
dremos una explicación de por qué se tardó
grar la madurez.
476
t-Pierre es .el Baconde esta ciencia. Se interesó ori-
,,........... ~.te en la forma. que debía tomar la ciencia: del
aencm que pusiera la razón al servicio de los :fines
y que se desarrollara en academias de ciencias·
y mor:Ues. Leibniz pidió un programa similar, y
compartir los laureles baconianos.
Vico, Diderot y Rousseau son :su Gopérnico. Vico real-
te fue el primero que descubrió que la cultura y la
eran obras humanas; y comprendió que todas las
se centran en realidad en la creación humana de
sigJaiTJLCaiios simbólicos. Diderot también advirtió la ne-
de centrar las ciencias en el hombre; y . R~~sseau
opologta ideal que justificaría y realizaría la
u¿'"'""•-•v.u. Rousseau advirtió que el hombre era
,..~"'""""'"'" ..'; neutral e incorrupto, y que la sociedad era la
ipO>ns:aiJJle .de modelar la conciencia humana. Por con-
pidió que se enfocara al hombre de una manera
"'"¿~~"''~ nueva, a partir de la nada, por decirlo así. Her-
debería ser incluido· en este grupo de innovadores im-
: su labor fu~ similar ~ la de Vico, y. aunque la
más tarde, fue mdependtente de Vico. Saint-Simon
. podrían ~ompartir los honores copernicanos, por-
reafrrmaron vigorosa y ampliamente esta posición des-
de la Revolución Francesa: .
elvétius, Fourier y Ward son su Galileo. Advirtieron
las pasiones o. las fuerzas sociales debían ser el corazón
la ciencia, y pidieron que allí empezara el análisis, .y
qu: las. pasiones o deseos eran los datos emp-i-
que serv~ían como base para la nueva ciencia expe-
. Founer fue el primer investigador completo de
pastones, de la ley básica de la atracción humana. Él, y
tarde Ward, quisieron basar la ciencia del· hombre en
de sí mismo como se manifiesta en leyes vi-
Pero se en;ontraba a~elantado un siglo a su época,
que antes debtan determmarse las correlaciones de las
o del yo. Desde luego, Bentham compartiría aquí
honores, pero no fue un investigador tan com-
477
pleto como' Fourier, ni tuvo un sentido
fundo.
¿Quién sería el Newton de la nueva ciencia?
advertir que en ·Jo ·que se refiere ·a ·la ciencia
no debemos hablar de un N ewton, sino de un
newtoniano". y realmente se necesitó. un siglo
desarrollara. Aún era necesario trazar' las -- ~-••0
yo, y de las fuerzas· invariablemente implicadas
!arlo, antes de que pudiera determinarse un p•un;tp:1c
co unificador. En realidad, el principio se había
bieito a principios de la llustración, pero no pudo
científicamente hasta que sus relaciones se delin:Ütllroi
plia y claramente. Era como descubrir la ley de la
antes de saber claramente que había un sistema:
terrelacionado. ·Por ello, puede incluirse una
pensadores en el movimiento newtoniano: -r----· '-"·:·.
en los que se inspiró, en especial Feuerbach),
bien, C. Wright Milis, contribuyeron a: trazar las
das sociales en gran escala que intervienen en
ción del yo. Los· filósofos idealistas como Hegelí o.
Schiller, después Baldwin, Royce, Cooley,
Dewey mostraron la génesis. del· yo· en. sus
interorgánicas e interpersonales. Muchos otros
pertenecieron a este movimiento, y ya los
nado en estas páginas: Wundt, Durkheim,
liam James, Georg Simmel. Desde luego, las
de Vico y Rousseau fueron básicás en este campo
bién las de Herder. También desearíamos incluir
los primeros "psicólogos del ego" franceses y• a los
de la fuerza de los primeros hábitos: Cabanis,
Tracy y Maine de Biran.
Es obvio que ésta es una ciencia distinta, con
historia distintas. Pero su parte más diferente es el
principio de lo ideal-real que todo el movimiento
niano ayudó a determinar. Como advertimos, esto
Iaron en fonna-más inmediata los resultados de
de escribir biografías psicoanalíticas. Aquí la ...v.uuu... ,
mana se estudió detalladamente en todas sus "~-·--" ·"
478
y.e~ sus deformaciones sutiles y niniias, a tra~
VICISitudes de la experiencia odel primer apren-
Jas opruebas ode la vida adulta. Pudo comprenderse
se constituye en un microcosmos, a medida: que
apr~nde a evitar la angustia usando un punto
prefabncado. Pero todas las variantes de los es-
00
• vida construidos en este proceso dependen o del
único de la o_conservación de la estima propia
que necesita afecto, respeto y seguridad. Este
único vin~aba el yo humáno con todo el campo
lllJLlu•cr.u;¡¡¡¡¡ sooales: desde los papeles sociales hasta
culturalmente odefinidos del propio cuerpo
el pasado tradicional y tanibién el futuro
era evidente que no había nada humanamente
•~•'''"'''"''" qye no de~endiera en forma directa del prin-
de la estima propia. Además, y no es lo menos im~
el principio era diferente porque era ideal-real:
:eDilpJric:o, y sin embargo permitía una ciencia que .se
en el hombre y que sería hedonista. En realidad
combinación sin precedentes para una ciencia. '
de todas estas distinciones sin precedentes acercá
principio, precisamente aquí la ciencia del hom-
el antiguo camino que habían recorrido muchas
wcuu'""· Quiero deci:r que tuvo que obtener sus datos
mediante una técnica o un arte. Así como la tec-
y la medicina desempeñaron papeles .vitales en el
,.;,.,.,,;,,,,,_de las· primeras ciencias físicas y naturales,· hoy
técmca profesional del psicoanálisis determinó los
esotéricos apropiados para la nueva cien~ia. Al ini-
cualquier ciencia, como lo señaló Thomas Kulm
los hechos parecen más o menos semejantes. Se re~
todos los hechos que puedan obtenerse mediante la
casual, y se recurre generalmente a los he-
que están a la mano. Pero una ciencia necesita hechos
· que son los más diflciles de descubrir, y que se
más fácilmente en las fuentes que no son casuales
_196~, pp. 15-16). Este proceso se repitió exactamente
Ciencia del hombre, ya que la tecnologla psicoanalí-
479
.tica ofreció los datos esotéricos de la'. COJlserv<tciC)I:
propia estima y de .. la tendencia a la ..
manera, se pudo determinar con autoridad la
directa y básicamente simple de la conducta
ciencias· sólo usan el esoterismo cuando es
necesario dar solidez a sus explicaci{)nes, y Iio
sus teorías bajo el velo del misterio.
El. psicoanálisis ha existido dur~t; algún
embargo sólo hoy día estamo~ advrruendo el nrinrin;,
tiguo .y directo de la. llustraoón que esta teoría .
¿Cuál es la razón de la demora? .Creo que puedo
la razón más convincentemente con una nota·
fica. Cuando el resultado final del movimiento
llamó mi atención, me .pareció inconcebible
del hombre pudiera unificarse tan ·sencilla y
Tuve casi exactamente la misma reacción que .....o~.-.. t.•
ante la vivacidad de la idea de las fuerzas sociales.
cipio de la conservación . de la propi~. estima,
precursoras, las fuerzas sociales, parecía muy _, ___ ,,,.,
realmente. "el principio extraordinariamente
Parecía "una gran verdad", tan vigorosa y sin .....,u"~"'u
obvia, que parecía axiomática y no necesitaba
(Ward, 1893, pp. IIS-119). Pero, a di~en;n~ia de
sociales propuestas por Ward, este prmop10 no .fue
ciado por no tener el apoyo de pruebas científi~as
elaboración de las relaciones causales. Al contrano, ·
bien apoyado por numer.osas biografí~s clín~cas, Y .·
laba con .una gran cantidad de manifestaciOnes de
de vida. El problema del principio de la c.clnservaCi
la propia estima era de.otro tipo: no estaba
cuadámente por un marco teórico subjetivo. Con
elaboración empírica, la ciencia moderna había
totalmente el concepto del siglo XIX de una
valores basada en el. hombre al servicio del placer
Era necesario realizar de· nuevo un "cambio
Los psicoanalistas, que.habí.an expresado ~1 princ~pio
tiempos modernos, no lo habían determmado m
en el centro de la ciencia. Después de. todo,
480
Básicamente; eran tecnólogos médicqs. Así, lo con-
sólo otra correlación, otra variable del campo de
'"'-'v"·~~· Esto era verdad en el tratamiento del psico-
enciclopédico y ortodoxo de Otto Fenichel, que
destacada mención de la propia estima, y también
importantes de Abram Kardiner, que investigó
funcionamientos en diferentes sociedades. Esto
pudo decirse de Adler, quien muy pronto en la
del psicoanálisis destacó esto en sus explicaciones.
no sólo tenía que ser reconocido y descrito amplia-
sino que debía convertirse en algo básico, como
con las fuerzas sociales que propuso Ward.
fue posible tener una ciencia que procuraría
al máximo la percepción de sí mismo, o la per-
de Ser. Así se coronó toda la herencia del siglo XIX,
. se cumplió su mandato .. La teoría completa
álienación ofreció un punto de vista amplio de las
ltac:Iolles de la Vida o del Ser. El mandato del siglo XIX
al máximo el Ser podría reáiizarse dentro de
unificada del hombre en la sociedad. El sen-
de obligación que sentía el hombre entonces fue
como deseaba Guyau, de las sanciones superio-
a la sanción de la Vida. La ciencia de la Vida
en el principio de la propia estima, y su sanción
sería la expansión del Ser. La sanción moral no se
de antemano, con el mandato "tú debes" o
debes". Era obvio por la teoría que debería al en-
una moral aut·ónoma para las decisiones no especlfi-
otra manera no podría fomentarse la expansión
Vida. La antropodicea así ofreció una orientación
amplia y abierta, que era, sencillamente, la orienta-
para crear significados humanos de la manera más
posible.
la nueva ciencia resolvió el problema doble y difícil
. naturalismo objetivo: ésta podría tratar los valores y
el problema del mal. Podría fomentar la vida como
y podría ayudar a superar al mal fomentando las
éticas autónomas. El mal sería superado ayu-
481
 desde. la decadencia de la cosmologla medieval

Parias int~utos .de log~~O.r urut s{n...

1d~ll$ tmergeñier.residua/C$ f!atlf. laÍ$ ideal-emp{rtca que condujent:
" tma ciencia clet ñombt~ a.tma ciencia de! Tzombr~ como
ts•
colá.stico,
-1Jnión ile 1i ruGn y la fe, c!c
Ja:r:uón ylallatuml<:Za,delo
ideal y de lo xcal, de l¡¡ cien•
cia. y la teologfa,

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_,_Comte -~- l.otze. ·-ward

'(T.os trc! Jioac:tsaron porque

~lo se ltabía: logrado una tL'O•
l"fa completa Uc la. ttaturalcz.'l
gcliano. del vtnculo social. Cuando esto
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.Ical, tle la l'Cligión. y Ja filo• o .:iC.consiguió, Imdo concgirs<:
t:I c.:..:ccsivo ltincnpié llist6rico
sofla, de la razón y la natu-- de Comtc; se. cumcndó la se•
---~~~~~--~~~-----w~~-~-~~w-~w---*-·•-"--·-·•--·~ par.lciúu continua del sujeto r
J)ura<ión; lj::!sta t)ll'GL <le 1" n•i· ,llllmci<ill; "'P'"-O>'lml>tlill del objeto propuesta :ror r.or•
tal del siglo lm< lt~; y finalmente JlUclo mos•
trnrsc que cll1osquejo prccut"...
-:1. :t\Uc\'3. sínte~is prOj'CCt¡u.la. de.:~ :iOL* de las. ''fuerzas !ocialc.o;'•
cmplrismo ló~ico. c.lC Wanl era. el lnteré,c¡ ccn..
-Un intento de clcscnhrír Ul\ trul de una ciencia acti\':1 del
lenguaje 11nitario para toths l10mbrc en Ja. socir..'C:.Iad, que
]as ciencias, basado en. lªs proiUO\'crfa. el bicncstat lm~
matcoJAUw y la lógica :;im... :manó,.
bólica, y que 'Usal.Ja. los ante- l.a arllropoc..licca fin:tlml!lttc
cedentes tic ]u:; cicucias !i5i• se logró mccli:mte una aclar.z,..
ras. Empirist:no estricto, con· ciún, simpJificacióu y slutc.o;is
ductismo1 scpanci6n de JM ele Jos conceptos de las tres fi ..
r
:hechos de los valores, que guras principa.1és complemen-
evifal1a cnalquir.r idealismo. tarias de esta tradkión, ,que
.. -.Dürñ'Cidñ:-aproxrmadamcñtc-, ....... -~._ ...,..._ .. - l'Cprcscnraron slnrcsi~ de mu•
desde el pl'.imcr t.:uar.. citas de las principales corricn..
to hasl:l.la mitad del fc.o¡: 11-farx, l"rcudJ Dcwcy.)
¡iglo :Kll

482
483
 . EL PROBLEMA DE LO PREMATURO
'LA TEORfASOCIAL: REVALUACióN
DEL FRACASO DE COMTE

¿Debemos mostrar explícitamente la profun-

da inutilidad de. tratar de constituir una
ciencia social (inteleétualmente y de inme-
diato) antes de que podamos apoyarla en
una base experimental suficientemente am-
plia, y antes de que hayamos preparado. ra-
cionalmente nuestra inteligencia para esto?
AUGUSTE COliiTE (1830-1842, vol. 4, p. 125)

de que hemos !=Onseguido presentar un panorama

unificación de la ciencia del hombre, podemos ad-
por qué no pudo unificarse en los intentos anterio-
referimos extensamente a Ward en el último
pero 1úngún estudio de la ciencia del hombre
visión unificada sería com:pleto si no nos detuviése-
a estudiar un poco·· al más grande de todos los soció-
: Auguste Comte. Debemos entender con gran claridad
fracasó Comte, porque sólo así podremos ofrecerle
adecuado· a su grandeza. Pero (lo que quizás es
importante) sólo así podremos hacerle justicia com-
a los ecos persistentes del problema que Comte nos
y a los repetidos intentos de resucitar a: Comte como
importante en la' historia de la sociología.
hecho es qu:e no se ha permitido que Comte se des-
completamente en Francia; y recientemente se
una serie de conferencias anuales en Inglaterra
Comte, y nuestros mejores académicos fueron invita-
dictarlas (véase Simon, 1963, para los deta:Iles de. estas
En 1953, De Grange publicó un importante
485
484
 sistema sint~tico: trató de constituir prematura e~
tualmente este sistema antes de que existiera una
plia de conocimientos.
Quizás. en ninguna parte sea tan evidente la p•~'"''W'll<
del.sistema de Comte como en la sección "Sint'hiir;,'".,:.:¡
su Biblioteca Positivista (los "Grandes Libros"
tesis): entre sus 30 volúnienes recomendados se encrít~n:t:l
el sistema de frenología de Gall y la obra de ~·'"""·>"-'N
bre La Folie (Comte, 1851-1854-, vol. 4-). En vista de
hemos aprendido actualmente sobre psicología y la
de las enfermedades mentales, podemos advertir la
precocidad de la visión de Comte, y podemos expresar
en términos del lenguaje que él mismo comprendía
bien: se· vio obligado a mantener una teoría COJmr:tlPt·,
la alienación en una "etapa verdaderamente
de la psicología individual y social.
Comte criticó acerbamente a Gall, y en especial
discípulos frenólogos, pero se apoyó en. él para ·
psicología. Obviamente defendió a Gall para darle a
cología una base científica y sacarla del campo
teología y de la metafísica; deseaba mostrar que la
es la conducta, y no el alma sobrenatural .(cf.
vol. 1, p. MI). Muchos pensadores importantes
siglo (Renan; Dilthey, Brentano) no aceptaron la 1-'>JLLuLu¡¡
de Comte, ni tampoco su discípulo Littré (cf. Simon,
Stuart Mili· sencillamente no pudo comprender la
ción que sentía Comte por Gall, y los dos finalmente ·
se pusieron de acuerdo en este· punto.t
1 Este problema es muy complejo, y no· puede
cuadamente · en forma breve. Comte no fue un re<iuc:cionigl
biológico; sostuvo, firmemente un transaccionalismo
del organismo y del medio, e insistió en que las .
biología e~taban subordinadas a las de la sociología.
, enemigo de la psicología subjetiva. Por ello,
trató de conservar su psicología transaccional, perdió
viduo en la transacción, ya que no pudo superar esto.
sentido, el pragmatismo de Comte sufrió la misma
ideal que el pragmatismo tardío, y por las mismas
490
la psicología biológica fue fataL para la visión
lo condujo·a una gran contradicción que con-
su sistema al fracaso: .eligió una sistematización sub-
de todas las ciencias, pero continuó tratando en
objetiva el espíritu del hombre. Por ello no pudo
el gran fruto que brindaría la unión de la filosofía
"''''"... a.. una· ética a la que se llegara desde el interior
experiencia humana. El resultado fue que a pesar de
correcta y de su penetración en los problemas,
una unión de la ciencia y la filosofía que era con-
y que ocultaba una ética autoritaria. Es claro
las dificultades de este problema fueron las culpables
que afiadieran la categoría de la ética a su sistema, como
superior a todo lo demás. Fue un intento de ofrecer
· que no podía brindar un tratamiento puramente
Lw•u..,La de la naturaleza humana (véase 1851-1854-, vol 1,
de Comte, quizá Stuart Mili fue el más claro al
la forma total que debería tomar la ciencia del hombre
soc:ied!ad. Comprendió que la historia no bastaba, ya que
"leyes empíricas". Advirtió que estas leyes históricas
estar relacionadas con las leyes psicológicas y del
humano (las leyes "etológicas", como las llamó). En
palabras! Mill comprendió que una ciencia madura ~en­
superar la .etapa descriptiva, y alcanzar la hipotéhc~­
(cf. 1950, pp. 345-346). En la terminología actual, dt-
que Mill comprendió que en una ciencia del hombre, la
debía mezclarse con la teoría funcional y con la esencia
social. A diferencia de Comte, advirtió que la
porque no ofrecía . . una respuesta a
científica "¿Cómo funcionan las cosas?" Sólo pudo
esto en parte, al mostrar "cómo las cosas han llegado
son" 1960, p. 165). Sólo una ciencia plena
nntético-dt~l.uctiva del carácter ("etología") mostraría los "ele-
constituyentes" de las cosas, y daría una respuesta plena
cuestión de "cómo funcionan las cosas". Durante muchos
Mili esperó hacer una contribución considerable a la nue-
de la etología, que él correctamente advirtió que era
para las ·ciencias sociales. Pero, cómo Ribot lo lame~tó
tarde, fueron estériles los esfuerzos y las esperanzas de Mlll:
su época estuvo condenado (como Comte)_ a. buscar l~ leyes
la mente en una psicología falsa: la asoctactón atomiSta.
491
 capítulo III; y De Grange, 1953, pp.A64 .1-s')·
cuidadosamente De Grange, este último añadido
plica:ciones verdaderamente revolucionarias para
tema de Comte, implicaciones que :p.o se podía
Comte elaborara.satisfactoriamente. Recordemos a
su problema de reconciliar su posterior psicol<;>gía
con su primera psicología de los instintos, lo que
pudo realizar plenamente.
Hoy día comprendemos muy· claramente el
Comte: como no logró ofrecer una teoría p~JLt..uLu¡~rca. G
naturaleza del vínculo social, no pudo surgir una
su sociología. Ofreció una antropodicea histórica
de una ciencia del hombre verdaderamente centrada
individuo y en el desarrollo de sus facultades.·
considerar a Comte tan críticamente como él
Montesquieu, y hacer el mismo juicio de su pr•ecctCHlact¡.
consideró· que la ciencia del. hombre se había uu.<..La..uu.,l
el intento de Montesquieu de establecer leyes . una base para la moral, y que algún día seria po-
formas de las instituciones políticas. Mientras. que
le concedió poca importancia a Rousseau por haber
nido las ideas divisorias que contribuyeron a la
ción, creyó que Montesquieu estaba muy
época; y esta misma precocidad explica por qué . .
sado por Rousseau, que era más activista (1830-1842,
Comte creyó que la obra de Mon.tesquieu había
tura debido a que los indispensables fundamentos
(los científiCos y los históricos) estaban muy lejos de
. se· completado. Ni el estudio de la historia en sí,
diferenH!S ciencias que se relacionaban con el
mano y la adaptación biológica y ·psicológica a éste,
bastante ·avanzadas en la época de Montesquieu. ·
tuvo que fracasar su plan de una ciencia de la .
(G. Davy, 1960). . 959, pp. xx-xxii, de la excelente introducción de
Ahora es obvio que podemos hacer sobre Comte ·
mo juicio. que hicimos sobre Wa:rd: sus sistemas
en parte debido al estado inmaduro de la 11.lV(!sne:ac
científica, en la que pod.tían haber encontrado un .
sólido; No sólo fracasaron Comte y Ward;.sino le"
492
de una auténtica ciencia del hombre que tuvieron
intuitivas y. brillantes, y que comprendieron que
rulitilo= precisa de la.ciencia del·hombre era un·pro-
moral. Por ejemplo, Durkheim advirtió todos los
del. dilema del siglo XIX: lo prematuro de
sisterna:s, la falta de conocimientos científicos y la ne-
una nueva moral. Pero se apartó de todas las
.tacwnLes:· de los socialistas, de Saint-Simon y de los coro-
Creía que los: socialistas no le prestaban suficiente
a la necesaria reforma moral, y que sólo se inte-
en ··una reforma económica, esperando que ésta
uuLa.Lll.d.llll=wtc lo resolvería todo; como. aún lo creen los
y los comunistas limitados; Se alejó de Saint-Si-
y de Comte sencillamente porque ellos creían que ya
descubierto la ·nueva moral que necesitaba la so-
Durkheim deseó adoptar una posición intermedia.
creyendo que las ciencias sociales al fin podrían
esto. Pero, fue bastante realista para advertir que la
en aquella época, no había adelantado lo bastante
esto (1959; p. xx). Así que se colocó entre la
científica y los preceptos morales, y al observa-
critico le pareció que confundía los dos (véase la exce-
exposición de Deploige, 1912, en especial pp. 299-303).
contemporizó y trató de adaptarse a las condiciones
su époéa, Durkheim nos recuerda a Bentham: era muy
de que su obra era un problema moral; sin ero-
estaba condenado a ser moralmente deficiente porque
seguir el espíritu de su época. Por ello propuso,
parecida a Bentham, que se tratara de cultivar .el
g-uul<:uL.u natural de la moral en la industria, al desarro-
nuevas formas de corporaciones dedicadas a los ofi-
brillante precursor cuyas intuiciones debían fraca-
Alfred Vierkandt; y su fracaso fue muy conmovedor
al avanzado estado de la psicología en su época, si
cornp;rra con el fracaso de Comte, Durkheim y Ward.
493

Desde luego, cuando Vierkaridt pidió que se
nuevo las ciencias sociales en la subjetividad humana
totalmente mal comprendido. Cuando Vierkandt
McDougali y su análisis de los sentimientos,
la posibilidad de enfocar al hombre desde su
y vinCularlo activamente con el sistema social .....u,u.:•uer1
McDougall, lógicamente de5de su pun~o de vista; el
Copérnico. En otras· palabras, Vierkandt ~e~eaba.
un ·cainbio copernicano tardío (como lo h1oeron ·
y ·Lester Ward) utilizando el conocimiento de la
humana conseguido por la psicología científica.
nueva sociología fenomenológica que uniría a
con Husserl y Simmel.' McDougall ofrecería .la
ción adecuada en los esfuerzos orgánicos, Husserl la
menología de las relaciones de los objetos, y
descripción de las constantes sociales formales.
Becker encontró que este punto de vista sociológico
muy divertido (Barnes y Becker, vol. 3, p. 914), pero
kandt advirtió muy clara e incisivamente que la
necesitaba una síntesis centrada en el hombre que
los nuevos conocimientos científicos. Alfred Shuetz
puso después una tesis similar a la de Vierkandt, y
sugirió que Husserl ofreciera los fundamentos
para las ciencias sociales.
Hoy día, esta tesis empieza a ser elogiada por
tas ·voces solitarias en la sociología
no sucedió lo mismo en la época en que la
kandt. A Howard Becker no se le puede culpar
Iarse de Vierkandt, ya que la corriente de la
objetiva estaba en su apogeo, y .aún continúa su
tal. Los pensadores que comprendieron e1arrune1nte:. q1
sociología era un problema moral fueron .reJWJ.l'lazau.•J~
nuevos investigadores; se permitió que decayeran
nes de Comte, Ward, Durkheim, Smill, Vi,erl!:antdt,, .()p
.heimer y Freyer. Nombres" diferentes llegaron a ·
en el pensamiento sociológico: Hobbes, Spencer,
Pareto. Cuando se· hablaba de la teoría del M"''".."''
se incluían sus nombres, y se concebía en térmi:nos
494
Parsons declaró que·. estos . hombres· habían ofrecido
bases para una teoría analítica de la sociedad (Parsons,
. al., 1961, vol. 1, pp. 85 ss.). Durkheim;. que fue in-
en el grupo, sólo presentó un .problema objetivo:
VUJ:Lu.lar el nivel institucional de la teoría con el nivel
Parsons ofreció su propia síntesis de .Durkheim
de Freud, que mostró .cómo se basaban los valores en el
. . era una tarea históricamente necesaria y la ejecutó
brillantez. Como Parsons deseaba, esto ofreció una tea-
unificada del sistema social. Pero era muy diferente .de
que la sociología deseaba y necesitaba: una síntesis de los
subjetiva que formaría una ciencia moral crítica.2
Conclusión
=''"..·""'u. opinó que toda la filosofía sólo era una ex-
nota de ~ie de página de Platón; del mismo modo,
oo<1en1os ~dverur q~e toda la sociología sólo es una extensa
de pte de págma del fracaso del sistema de Comte. El
·or,ooJ1en1a de ?omte, como sabemos muy bien, era subor~
la poliuca a la moral, como se intentó en la Edad
Para hacer esto debía reconstruir la sociedad sobre
· 2 Parsons intentó enfocar la. acción desde el interior con su
de "las :varia.bles de los patrones" (Parsons 'y Shils,
un cunoso mtento de reflejar objetivamente la sub-
hm;nana, y no tuvo un fruto real,. porque era dema-
mecámca y estática. Véase Scott, 1963, en relación con
luchas de Parsons en este terreno y para tener una idea de
valerosos esfuerzos por volver a su primera posición idea-
francamente filosófica, que sostuvo brevemente durante
afios de la década dé 19M. Como muchos ·otros
P~rsons pareció estar muy influido por el marco
fre~~mno y por la psicología cientificista, en sus aspec·
meca~c1stas Y físicos. Pero, a diferencia de Ja mayoría
los sociólogos, Parsons se abrió paso a través de la teoría
~el . ~omple~o de Edipo hasta l1acer un replantea~
sooológtco casi total, Después de hacer esto· en cierto
es lógico que intentara volver francamente ~ su ante-
posición idealista de los valores y los significados. .
495
ui:J. nuevo ideal del hombre. A las diferentes ..uow.puu
correspondía ponerse de acuerdo sobre este ideal,
fundirle al sistema de Comté la vida necesaria.
es posible hoy día, Podemos realizar lo que deseaba'
pero sin cometer su error fatal: someter al
nueva: síntesis social. Terminaremos nuestro
Comte recordando cómo se realizó esto teóricamente,
ayudará en esta tarea recoger todos los datos
del problema de lo prem~turo de la visi¿n de
Los partidarios de la hbertad en el siglo XIX se
taran con Comte debido a su ataque a la tesis de
chos individuales; Él creía que sólo podía someterse
lítica a la moral si se atacaba el ideal falso y
los derechos individuales. Comte advirtió que en la
Media los derechos individuales se habían equilibrado
los .deberes públicos, pero que al surgir la sociedad
cial-industrial, los deberes públicos habían
individuo· tenía los derechos de .la tierra sin los .
de la tierra· los derechos individuales quedaron solos
su egoísmo ~ su división social. Comte advirtió que la
de los derechos individuales era históricamente liiiLPCirt¡ltJ
porque destruía la idea del Derecho Divino. Era
tante destructiva y no cortstructivámente, ya que le
paso a un periodo de anarquía liberal. L~
positivismo, pues, era ofrecer una demostraciÓn o•o"'"'""'"
de la ·falacia de la tesis de los derechos
sada en la suma de nuestros éonocimientos
(1848, p. 403).
Pero, como ahora hemos. visto, precisamente
podía ofrecer esta "suma de. conocimientos o..n;utJ.u<-vo
su esperanza se desvaneció al surgir 1~ nueva y ~:al
tad humana en el siglo XIX. Como un mglés le diJO;
mien.tras veía pasar uno de los primeros trenes: "Es
feo, pero significa la muerte del feudalismo"
citado por Johnson, 1959, p. 68). Negar el · naturalismo objetivo: ésta podría tratar los valores y
dividualista de la nueva sociedad habría causado la
ción del.hombre en cierne, precisamente cuando se
del yugo de la sociedad tradicional, y habría
496
Básicamente, eran tecnólogos médicos. Así, lo con-
sólo otra corrclación, otra variable del campo de
n::J.ii<..<ul,te~. Esto era verdad en el tratamiento del psico-
enciclopédico y ortodoxo de Otto Fenichel, que
una destacada mención de la propia estima, y. también
· obras impoÍtaní:es de Abram Kardiner, que investigó
rli•rPr•n• funcionamientos en diferentes sociedades. Esto
pudo decirse de Adler, quien muy pronto en la
del psicoanálisis destacó esto en sus explicaciones.
no sólo tenía que ser reconocido y descrito amplia-
sino que debía convertirse en algo básico, como
con ·las· fuerzas sociales que propuso W ard.
fue posible tener una ciencia que procuraría
al máxiíno la percepción de sí mismo, o la per-
de.Ser. Así se coronó toda la herenciadel siglo XIX,
m<~Llutt:lJ<Le. se cumplió su mandato. La· teoría completa
alienación ofreció un punto de vista amplio de las
uL<<<-«Jwo• de la Vida o del Ser. El mandato del siglo xrx
desarrollar al máximo el Ser podría realizarse dentro de
· ciencia unificada .del hombre en la sociedad. El sen·
de obligación que sentía: el hombre entonces fue
.TioiFPr·inn como deseaba Guyau, de las sanciones superio-
divinas a la sanción de la Vida. La ciencia de la Vida
en el principio de la propia estima, y su sanción
sería la expansión del Ser. La sanción moral no se
de antemano, con el mandato "tú debes" o
no debes". Era obvio por la teoría que debería alen-
una moral aut·Ónoma para las decisiones no específi-
De otra manera no podría fomentarse la expansión
la Vida. La antropodicea así ofreció una orientación
amplia .y abierta, que era, sencillamente, la orienta-
para crear significados humanos de la manera más
posible.
la nueva ciencia resolvió el problema doble y difícil
el problema del mal. Podría fomentar la vida como
y podría ayudar a superar al mal fomentando las
éticas autónomas. El mal seria superado ayu-
481
 Cuadro sinóptico simplificado del desarrollo de la
mlástico, o
-1Jnicln ile !a tozún y la re, de
;la r.uón y la na tutalcza, de lll
ideal y de lo xeal, de];¡ cicl\•
c:i<1. y la !eolo¡¡la,
;ISucva sínte~is proycct¡Ld;;t. del
empirismo lóriico.
-Un intento de dcscnhrir -un.
lenguaje unitario paró\ tolla¡¡
las cicnci:1s, ba!iatlo en. las
matcnlllticas y la lógica •im•
bólirn, y f!Uc ·usaba. Jos ante..
ccdcntc!i de lm; deudas !i:;i.-
t'as. Empirismo estricto,. con-
ductismo1 scparnd6n de Jo.~t
l1echos y de los valores, qt<c
evitalJa cualquier idealismo.
...
~ .Düri'Cidñ.:-aprOXTñiadaiñCñ~e-"
de<idc el primer cuar-
to has~ la mitad. <le!
siglo :xx
482
hombre desde la decadencia de la cosmolog{a medieval
ld(U Cm(••geñtes.reslduales f!ara.
tm~ cienci~ c1et l•ombr~
nurar.iütl: Continua.
-Restauración do la hi¡xltesl$
de un papel. dominante de
la cicni:iít
-r.:t jdea del progreso
-La idea de la libectad
1
- b proyección del. tipo l<Tc:ll
-Reconocimiento de la im ..
portando. tic Jos significados
simbólicoS" llltmanos
---~------------~--------4
]}uracidn: Cuutiuua.
-Evolución } del ·dnculo social. Cuando estO
-'Pragmatismo madur<l -
-Trnnsaccionalismo pleno: la.
unión. del. sujeto y el objcfo
en la !laturnlcz:!. y en. la.
_l!!s.!.<!!!a.___ ...... _... _............ __
J)uracidu: Continu:l
No surgc11 tntcrns idens• .En 'VC4
tle esto,. lHty una creciente busca
y evaluación. de lo que )'3. se lta...
b1a logrado y pcnsodo plcnomcn~
.te; aclaración, simplific:1ción. y
slnlcsis. El rcsult:u.lo fue una sln-
tcsi~ cmpll'ica ''crdac~cra. de toda$
las jtlt.':IS 1·csidualcs acumuladas en.
e~t:l. prolongoda trnüicicln: (A, B
7 C).
.. ., ........ ~--.-f ......... ~ .... ~-..-'7-.---
Variar iTiteulor de lograr- uutt s{rr...
t~is icleal-empjrica que- condujera
1t tul~t ciencia ilc! 1Jombre como
nnlJ'Oftodicea
'(T.os trc~ !i-acasamn porque
110 se lmbía: logrado una leo•
Tla completa Uc la Jlitturalcz:t
.:;c. consiguió, tmUo cOrrcgh'Sc
Q el c."'\ccsi1'o ltincnpié l1istóricn
úe Comtc:; se cumcnd6 la se•
paración continua del snjc.to j
#f .....
del objeto propuesta por J,ot•
l,c; y Iina1mcutc }>Udo moS•
trarsc que cllJOsqucjo prccur...
Sor üe Jas "íucrzas sociales'•
uc v..-ard cr.L el jutcrL."i ccn..
tral ele una ciencia nctiv:.t del
ltombrc en Ja sociedad, que
prmno,·cria. el Uicncstat · ]m-
manó.
I.a altlropotllcca fin:llmctatc.:
s~ logró mediante una aclara..
dOn, simpliücación y síutc:ds
de los conceptos de las tres fi..
~uras principales complemen-
tarias de cst:t tr.uHdún, que
tcprcse.ntaron :;lntcsiR de mu•
chas de l~s principales carden•
tes: ?tfarx, 1;-rcud, Dcwcy.)
483
dando al hombre a desarrollar al máximo sus
nificados, en una ciencia centrada en el fomento,
Vida. Desde el punto de vista· teórico se resolvió el
blema sobresaliente del siglo XIX, y desde el punto. de
de la consistencia lógica nada pudo ser más sencillo.
ciencia unificada del hombre era la antropodicea que
había estado buscando desde la decadencia medieval.
más, era una antropodicea que se encontraba d.lJrec:trune:nte
en la tradición de uno de los primeros pensadores
dievales: Erasmo. Fue el primero que procuró combinar
observación sociológica y la visión espiritual en un
orgánico (Salomón, 1963, pp. 396-397). Por ello p:rrece
es posible afirmar que el problema que .sobresaliÓ por
decadencia de la cosmología medieval hoy día ha sido
suelto teóricrunente. 1
1 Véase la carta sinóptica que ofrece una presentación breve
y simplificada del surgimiento gradual de la ciencia del hombre
desde la Edad Media.
484
XV. ELPROBLEMADE LO PREMATURO
EN LA TEORíA SOCIAL: REVALUACióN
DEL FRACASO DE COMTE
¿Debemos mostrar eli:p!icitamente la profun-
da inutilidad de tratar de constituir una
ciencia social (intelectualmente y de inme-
diato) antes de que podamos apoyarla en
una base experimental suficientemente am-
plia, y antes de que hayamos preparado ra-
cionalmente nuestra inteligencia para esto?
AUGUSTE COMTE (1830-1842, vol. 4, p. 125)
DEsPuÉs de que hemos conseguido presentar un panorama
de la unificación de la ciencia del hombre, podemos ad-
vertir por qué no pudo unificarse en los intentos anterio-
res. Nos referimos extensamente a Ward en el último
capítulo, pero ningún estudio de la ciencia del hombre
como visión unificada sería completo si no nos detuviése-
mos a estudiar un poco al más grande de todos los soció-
logos: Auguste Comte. Debemos entender con gran claridad
. por qué fracasó Comte, porque sólo así podremos ofrecerle
un tributo adecuado a su grandeza. Pero (lo que quizás es
más importante) sólo así podremos hacerle justicia com-
pleta a los ecos persistentes del problema que Comte nos
dejó, y a los repetidos intentos de resucitar a Comte como
figura importante en la historia de la sociología.
El hecho es que no se ha permitido que Comte se des-
vanezca completrunente en Francia; y recientemente se
inauguró una serie de conferencias anuales en Inglaterra
sobre Comte, y nuestros mejores académicos fueron invita-
dos a dictarlas (véase Simon, 1963, para los detalles de estas
actividades). En 1953, De Grange publicó un importante
485
 ensayó sociológico basado en Comte, en el que·
ponerlo al día con la teoría sociológica desde
Recientemente un sociólogo inglés, Ronald l<lc!tdb.eJ·.·
que se hiciera una revaluación de Comte.
,!Que nos enseñó Coníte? Y ¿qué hemos ap1rendidlo'
él no supiera? Si contestamos a estas dos·
mos contribuir definitivamente a resolver el '
de Comte" en nuestra época. Como hemos
mayor parte del terreno, trataremos de contestar
preguntas directa, llana y brevemente:
l. Comte comprendió plenamente lo que debía
ciencia del hombre: una ciencia de la sociedad .......~u..a.w
el hombre, que funcionara activamente para lograr
greso, de acuerdo con algún tipo de ideal.
2. Sólo esta ciencia podría ofrecer lo que ~lt:Ill¡Jre: 1
ha faltado, y lo que se vislumbró en la Edad
posibilidad de subordinar la política a la moral. Aún
la· ciencia positiva nos ofrecería algo que no
rante la Edad Media: nos brindaría una fe demos
cional y empíricamente. La cosmología medieval
grave defecto: fue una teodicea que no podía uc:1wo:n:ra
racional y empíricamente.
3. Comte comprendía que eran indispensables.
sistemáticas y análisis científicos para constituir (!Sta
cia. Pero creyó que la etapa de investigación ...u ..uJ........
debía durar lo bastante para desvanecer las viejas
ticion~s y parl.l ofrecer un conocimi;nto racional .y
Déspués que se tuviera este conocimiento, al punto
procederse a realizar una síntesis centrada en el
iniciar ·una reconstrucción social, al amparo de una
nueva y superior de la sociedad.
4. ¿Qué ofrecería este conocimiento exacto para
va síntesis? Comte creía que tenía la respuesta: la
"Ley de las Tres Etapas del Uesarrollo Humano".
basó todo su sistema en esta ley y la llamó "la .
Teoría del desarrollo humano y social'~ (1848, pp;
Consideró que su época estaba lo basta,nte madura
· utilizar esta ley y pedir lealtad a la nueva síntesis que
486
Estaba profundamente convencido de que esta ley
una "preparación racional" suficiente, con .la cual
podría opta_r de ~~ vez por todas por una nue-
rPr·ontst:I·uccir'ln social positiva. Cuando la humanidad
cómo .había superado la teología por. medio de
el conocimiento positivo en todas las cien-
v~v?" em:pl~and~ el conocimiento positivo en
oo.c::uau. Deadiría VIVIr baJO el gobierno de las ciencias
campo final de este desarrollo se encontraba
mismos fenómenos sociales. "Así el fundamento de
vac~nc:~as sociales depende sencillamente de probar la ver-
teoría del desarrollo" (1848, p. 37).
los seis volúmenes de su obra monumental Cours
Ph1ilm:obhie Positive para demostrar este avance hacia
:ontocimiertto positivo en las diferentes ciencias, y espe-
que ofrecería un conocimiento exacto a todos los hom-
~e buena voluntad; era la gran obra que apoyaría la
Idea. Impulsó a Stuart Mili y a muchos otros intelec-
notables, pero como sabemos, no produjo casi ningún
en su época; y hoy día la mayor parte de nuestras
transcu:z-en felizme~te en las primeras dos etapas.
se eqmvocó en su mterpretación de la historia.
día podemos ver que el fracaso del sistema de Comte
realidad, sobre el eje único de la palabra fatal
i.em:~uaJ.weJrtte • El hecho es que la Ley de las Tres Eta-
senczllamente.no apoyó ni pudo apoyar el fundamento
ciencias soci~es. La separación entre ciencia y ética,
él anhelaba eliminar, continuó existiendo. La filosofía
(la ciencia) y la filosofía moral ya se habían sepa-
desde la época de.Aristóteles y Platón, y hoy día con-
estando separadas. Comte advirtió que esta separa-
era "provisional" (p. 37); aún hoy día advertimos· que
Su único error fue imaginar que la separa-
podría superarse mediante la teoría de las tres etapas
desarrollo humano, Y. qu: ésta sola impondría una op-
de valor para una ciencm del hombre en la sociedad.
fue un verdadero hombre de la Ilustración porque
que una demostración científica total de los males
487
.. ··... umanós impondría su· propio imperativo
b:ién fue un hombre típico de la Ilustración
muy vehemente en: su creencia de lo que era
cionalmente "total".
Desde luego, Comte fue un hombre ""l:'""'"'u.u,au10:,:.r
biaba para los especialistas insípidos de
dirigió a la generación posrevolucionaria, y creyó
ellos tenían la experiencia histórica · ofreció un criterio de progreso intelectualista que
consiguiente la pasión para preferir su sistema
Creía que sól6 había habido condiciones
pués de la Revolución Francesa; sólo entonces el
estuvo preparado para pensar racionalmente en
blemas morales y sociales. Esperaba poder contar
amplia respuesta social y con una aceptación ·~·-•v•"<U
bido a las condiciones históricas únicas y al apuro
de su época. Quizá fuese el error de una naturaleza
nada y sensible. Después de todo, Rousseau cometió
roo error, cuando esperó que todo el mundo
maies de la morai social contemporánea como los
en su sistema sensible. Ward cometió el mismo
do investigaba la idiotez y.· la anarquía
laissez-faire que había minado su organismo
juventud atribulada y lás experiencias de la Guerra•
También debió sorprenderle .que los · .~"'''3'u'c: sin la experiencia histórica particular que le habría
prefirieran una sociedad basada en· el ejercicio y en ·
arrollo infinito de la razón directora y en el tlorecim:ien:
de la personalidad del individuo: "el gran corazón
naturalaza". Finalmente, este mismo error lo
Wright Milis, que debió tener experiencia y sentir
indignación similar a la de Ward; en los campos
de Texas, y cuando atestiguaba los graves peligros
rrían las nuevas naciones. Quizá después de todo la
nación de Milis era mayor porque liegó al
una época equivalente-a una posl-evolución. ¿Cómo
sus colegas académicos soportar la cómoda trivialidad
sociedad "sobredesan'ollada" ante las necesidades y las
tunidades sin precedente de esta. nueva época
Comte se equivocó en su juicio sobre la •u''·u~;u<<l.lllJu lll
488
lo que en parte explic.a que no supiera evaluar corree-'
a Rousseau, Creyó que el hombre adoptaba una
morai cuando su inteligencia estaba "suficientemente
lrepruracLa". Pero el hombre separa su. inteligencia de ·la
total de su organismo, y por ello los organis-
varían en la indignación que pueden sentir, como
y Milis después debieron descubrir con desconcierto.
pareció suficiente, pero que a los demás les pareció un
cómodo. SenCillamente, no bastaba para lo-
apoyo para su nuevo sistema. moral. Dewey, cuando
las obras de Comte, no reaccionó ante Comte, sino
lo mismo que Comte había reaccionado: ante el
social y la necesidad de una solución científica,
no aceptó la justificación de. la acción propuesta por
Éstas son las palabras de Dewey: "No puedo re-
que la ley de las 'tres etapas' me haya afectado es-
pero su idea del carácter desorganizado de la
moderna occidental, debido a un 'individualismo'
y su idea de una síntesis de la ciencia que
ser un. método regulador de una vida social· orga-
me impresionó profundamente" (citado por Adams
Montague, 1930, p. 20). Dewey, era pues, .un hombre
permitido compartir el ideal intelectual de Comte.
1 Lo inadecuado de todo el sistema de Comte se debe a
que no pudo basarlo en un ideal claro del hombre, deri-
vado de una comprensión psicológica de la naturaleza hu-
mana. Lo que hizo fue mezclar la idea del progreso con
una interpretación de la historia, y así formuló un ideal
que era- histórico y algo impersonal, y no íntimo y psico-
lógico. La omisión de la psicología en sus clasificaciones
de la ciencia confirma este fracaso. No podemos repro~
charle a Comte no tener unos conocimientos que su época
·no tenía~ Debió dejar al futuro que se descubrieran las
leyes. de la naturaieza humana que completrudan su siste-
ma. Por ello quedó expuesto a las mismas críticas que él
había dirigido a todos los intentos previos de descubrir un
489
sistema sintétic9: trató de consUturr prematura e
tualmente este sistema antes de que existiera una ·
plia de conocimientos.
Quizás en ninguna parte sea tan evidente la
del sistema de Comte como en la sección "'Shuétiat'~<¿,
su Biblioteca Positivista (los "Grandes Libros" de
tesis): entre sus 30 volúmenes recomendados se ~~~"'""l
el.sistema de frenología de Gall y la obra de Kr•~n··~;.
bre La Folie (Comte, 1851-1854, vol. 4). En \-ista de lo
hemos aprendido actualmente sobre psicología y la .
de las enfermedádes mentales, podemos advertir la
precocidad de la visión de Comte, y podemos expresar
en términos del lenguaje que él mismo comprendía
bien: se. vio obligado a mantener una teoría co:m¡:1le1ta
la alienación en una "etapa verdaderamente
de la· psicología individual y social.
Comte criticó acerbamente a Gall, y en especial a
discípulos frenólogos, pero se apoyó en él para crear
psicología. Obviamente defendió a Gall para darle a la
cología una base científica y sacarla del campo
teología y de la metafísica; deseaba mostrar que la
es la conducta, y no el alma sobrenatural (cf. 1851-1854,
vol. 1, p. 54-1). Muchos pensadores importantes de aquel
siglo (Renan~ Dilthey, Brentano) no aceptaron la P~'''-VJLV)!;la:
de Comte, rii tampoco su discípulo Littré (cf. Simon,
Stuart Mili sencillamente no pudo comprender la admira-
ción que sentía Comte por Gall, y los dos finalmente ·
se pUsieron de acuerdo en este punto.l
1 Este problema es muy complejo, y no· puede tratarse
cuadamente en forma breve. Comte no fue un reduccionis
biológico; sostuvo firmemente un transaccionalismo
del organismo y del medio, e insistió. en que las leyes de la
biología es.taban subordinadas a las de la sociología. Pero ·fue
enemigo de la psicología subjetiva. Por ello, aunque
trató de conservar su psiCología transaccional, perdió al
viduo en la transacción, ya que no pudo superar esto. En
sentido, el pragmatismo de· Comte sufrió la misma pérdida del
ideal que el pragmatismo tardío, y. por las mismas razones. De
490
la psicologÍa biológica fue fatal para la visión
"-"'...... ~, lo condujo a una gran contradicción que con-
sú sistema al fracaso: eligió una sistematización sub-
de. todas las ciencias, pero continuó tratando en
objetiva el espíritu del. hombre. Por ello no pudo
el gran fruto que brindaría la unión de la ~oso~a
ciencia: una ética a la que se llegara desde el mtenor
la experiencia humana. El resultado fue que. a pesar de
visión correcta y de su penetración en los problemas,
una unión de la ciencia y la filosofía que era con-
y que ocultaba una ética autoritaria. Es claro
las dificultades de este problema fueron las culpables
que añadieran la categoría de la ética a su sistema, como
superior a todo lo demás.. Fue un intento de ofrecer
ideal que no podía brindar un tratamiento puramente
. ,•. "¡;· •• " de la naturaleza humana (véase 1851-1854, vol 1,
críticos ·de Comte, quizá Stuart Mill fue el más claro al
la forma total que debería tomar la ciencia del hombre
]a sociedad. Comprendió que la historia no bastaba,. ya ~ue
ofrecía "leyes empíricas". Advirtió que estas leyes hilltóncas
estar relacionadas con las leyes psicológicas y del
humano (las leyes "etológicas", como las llamó). En
palabras, Mill comprendió .que una ciencia madura ~en­
que superar la etapa descriptiva, y alcanzar la hipotétlco-
.1,-llurt·i"" (cf. 1950, pp. 345-346). En la terminología actual, di-
que Mili comprendió que en una ciencia del hombre, la
debía mezclarse con la teoría funcional y con la· esencia
11a,~u'u"'''~ social. A diferencia de Comte, advirtió que lá
inadecuada, porque no ofrecía una respuesta a
científica "¿Cómo funcionan las cosas?" Sólo pudo
resrpondc~r esto en parte, al mostrar "cómo las cosas han llegado
ser como son" (Teggart, 1960, p. 165). Sólo una ciencia plena
hipotético-deductiva del carácter ("etología") mostraría los "ele-
mentos conStituyentes" de las cosas, y daría una respuesta plena
a la cuestión de "cómo funcionan las cosas". Durante muchos
afias Mili esperó hacer una contribución considerable a la nue-
va ciencia de la etología, que él correctamente advirtió que era
básica para las ciendás sociales. Pero, . como Ribot lo. lame~tó
tarde, fueron estériles los esfuerzos y las esperanzas de M1ll:
en su· época estuvo condenado (como Comte). a. buscar 1~ leyes
de la mente en una psicología falsa: la asocrac1ón atorrusta.
491
 capítulo III; y Dé Grange, 1953, pp: 464 ss.):
'cúidadosamente De Grange, este último añadido'
plicaciones verdaderamente revolucionarias para
tema de Comte; implicaciones que no se podía
Comte elaborara satisfactoriamente. Recordemos
sí.I problema de reconciliar su posterior psicolc;>gía
con· su primera psicología de los instintos, lo que
pudo realizar plenamente.
Hoy día comprendemos muy claramente el
Comte: como no logró ofrecer una teoría ps1.co.Lú~;ica~;d
naturaleza del vínculo social, no pudo surgir una · .
su sociología. Ofreció una antropodicea histórica
de· una ciencia del hombre verdaderamente centrada
individuo y en el desarrollo de sus facultades.
considerar a Comte tan críticamente como él
Montesquieu, y hacer. el mismo juicio de su prc~COiciCiad
consideró que la ciencia del hombre. se había ·~·~•a,uu
el intento de Montesquieu de establecer leyes so
formas de las instituciones políticas. Mientras que
le concedió poca importancia a Rousseau por
nido las ideas divisorias que contribuyeron a la
ción, creyó que Montesquieu .·estaba· muy . cuv.ua.u científica y loS preceptos morales; y al observa-
época; y esta misma precocidad explica por qué fu~
sado por Rousseau, que era más activista (1830-1842,
Comte creyó que la obra de Montesquieu había sido
tura debido a que los indispensables fundamentos
(los científicos y los históricos) estaban muy lejos de·
se completado. Ni el estudio de la historia en sí,
diferentes ciencias que se relacionaban con el
mano y la adaptación biológica y psicológica a éste,
bastante ·avanzadas en la época de Montesquieu.
tuvo. que fracasar· su .plan de una ciencia de. la
(G. Davy, 1960). . . . ..
Ahora es obVio que podemos hacer sobre Comte el
mo juicio que hicimos sobre Ward: sus' sistemas
en parte deb!do al estado inmaduro de la Imresue:.ac
científica,· en la que podrían haber encontrado
sólido. No sólo fracasaron Comte y Ward, sino le•
492
•de una auténtica ciencia del hombre que tuvieron
intuitivas y brillantes, y qúe comprendieron que
tal.W·"-'~•= precisa de la ciencia del hombre era un pro-
moral. Por ejemplo, Durkheim ·advirtió todos los
del dilema del siglo XIX: lo prematuro de
la falta de conocimientos científicos y ·la. ne-
de una nueva moral. Pero se apartó de todas las
¡ao.;JLu"'"'"· de los socialistas, de Saint-Simon y de los coro-
Creía que los socialistas no le prestaban suficiente .
a la necesaria reforma moral, y que sólo se. inte-
en una reforma económica, esperando que ésta
JllJl"-LJ''-"='''-''·" lo resolvería todo, como aún lo creen los
tas y los comunistas limitados. Se alejó de Saint-Si-
y de Comte sencillamente porque ellos creían que ya
descubierto la nueva moral que necesitaba la so-
Durkheim deseó adoptar una posición intermedia.
creyendo que las ciencias sociales al fin· podrían
una base para. la moral, .y que algún día sería po-
esto. Pero fue bastante realista para· advertir que la
en aquélla época, .no había adelantado lo bastante
esto (1959, p. xx). Así>que se colocó entre la
le pareció que confundía los dos. (véase la exce-
exposición de Deploige, 1912, en especial pp. 299-303).
contemporizó y trató de adaptarse a las condiciones
época, Durkheim nos recuerda a Bentham: era muy
de que su obra era un problema moral; sin em-.
estaba condenado a ser moralmente deficiente porque
seguir el espíritu de su época. Por ello propuso,
parecida a Bentham, que se tratara de cultivar el
to natural de la moral en la industria, al desarro-
.nuevas formas de corporaciones dedicadas a los ofi-
(1959, pp .. :xX-xxii, de la excelente introducción de
brillante precursor cuyas intuiciones debían. fraca-
Alfred Vierkandt; y su fracaso fue muy conmovedor
al avanzado estado de la psicología en su época, si
~nTlnn:•r" ·con el fracaso de Comte, Durkheim y Ward.
493
Desde luego, cuando Yierkandt pidió· que se
nuevo las ciencias sociales en la subjetividad'
totalmente mal comprendido. Cuando Vierkandt'
McDougall y su análisis dé los sentimientos,
la posibilidad de enfocar al hombre desde'
y vincularlo activamente con él sistema social.
McDougall, lógicamente desde su punto de vista,
Copérnico. En otras palabras, Vierkandt deseaba
un cambio copernicano tardío (como lo hicieron
y Lester Ward) utilizando él conocimiento de la
humana conseguido por la psicología científica.·
nueva sociología fenomenológica que uniría a
con Husserl y Simmel. McDougall ofrecería la
ción- adecuada en los esfuerzos orgánicos,
menología de las rélaciones de los objetos,
descripción de las constantes sociales
Becker encontró que este punto de vista
muy divertido (Barnes y Becker, vol. 3, p. 914),
kandt advirtió muy clara e incisivamente que la
necesitaba una síntesis centrada. en el hombre
los nuevos conocimientos científicos. Alfred
puso después una tesis similar a la de Vierkandt, y:
sugirió que Husserl ofreciera los fundamentos
para las ciencias·· sociales.
Hoy día, esta tesis empieza a ser élogiada por· unas'
tas voces solitarias en la sociología norteamericana,
no sucedió lo mismo en la época en que la PV•rman''·l
kandt. A Howard Becker no se le puede culpar
larse de Vierkandt~ ya que la corriente de la
objetiva estába en su apogeo, y aún continúa su
tal. Los pensadores que comprendieron claramente'
sociología era un problema moral fueron re1nplaziado
nuevos investigadores; se permitió que decayeran
nes de Comte, Ward, Durkheim, Small, Vierkandt,
heimer y Freyer. Nombres_ diferentes llegaron. a'
en el pensamiento sociológico: Hobbes, Spencer;
Pareto. Cuando se hablaba de la teoría del .,.......J..U.a..
se incluían sus nombres, y se concebía ·en tél:mJtnCIStl
494
Parsons declaró que estos hombres habían ofrecido
bases para una teoría analítica de la sociedad (Parsons,
al., 1961, vol. 1, pp. 85 ss.). Durkheim, que fue in-
en el p-up~, s?lo .presentó un problema objetivo:
el mvel msutucional de la teoría con el nivel
lll'"u.uaL. Parsons ofreció su propia síntesis de Durkheim
Freud, que mostró cómo se basaban los val~res en el
. era una tarea históricamente necesaria y la ejecutó
brillantez. Como Parsons deseaba, esto ofreció una tea-
unificada del sistema social. Pero- era muy diferente de
la sociología deseaba y necesitaba: una síntesis de los
subjetiva que formaría una ciencia moral crítica.2
Conclusión
opinó que toda la filosofía sólo era una ex-
de de página de Platón; del mismo modo
¡octen:Im;,:aavertJr que toda la sociología sólo es una extens~
de pj~ de página del fracaso del sistema de Comte. El
de Comte, como sabemos muy bien, era sitbor-
la política a la moral, como. se intentó en la Edad
Para hacer esto debía reconstruir: la sociedad sobre
2 Parsons intentó enfocar la acción desde el interior con su
de "las .varia?Ies de los patrones" (Parsons 'y Shils,
un cunoso mtento de reflejar objetivamente ·la sub-
.tetJIVIctaa humana, y no tuvo un fruto real, porque era dema-
mecánica y estática. Véase Scott, 1963, en relación con
luchas de Parsons en este terreno y para tener una idea de
valerosos esfuerzo~ po~ _volver a su primera posición idea-
francamente filosófica, que sostuvo brevemente durante
afios de la década de 1930. Como muchos otros
P~rsons pareció estar muy influido por el· marco
fre?~rano y po~ la psicología dentificista, en sus aspec-
IJ.l:ecan~CJStas y físicos. Pero, a diferencia de . Ia mayoría
los sociólogos, Parsons se. abrió paso a través de la teoría
~el ~omple~o de Edipo hasta hacer un replantea-
socrológ¡co casi total. Después de hacer esto en cierto
es lógico que intentara volver francamente ~ su a~te­
posición idealista de los valores y los significados.
495
un ,nuevo ideal del·· hombre. A las· diferentes u."''-'IJUJLHts
correspondía ponerse de acuerdo sobre este ideal, y
fundiile al sistema de Comte la vida necesaria.
es posible hoy día. Podemos realizar lo que deseaba
pero sin cometer su error fatal: someter al =•.uv•u•~"
nueva síntesis social. Terminaremos nuestro
Comte. recordando cómo se realizó esto teóricamente.
ayudará en esta tarea recoger todos los datos irrm~·.,.•"
delproblema de lo prematuro de la visión de Comte.
Los partidarios de la libertad en el siglo XIX se
taron con Comte debido a su ataque a la tesis de los
chos individuales. Él creía que sólo podía someterse ·
lítica a la moral si se atacaba el ideal falso y divisorio
los derechos individuales. Comte advirtió que en la
Media los derechos individuales se habían equilibrado.
los deberes públicos, pero que al surgir la sociedad ·
cial-industrial, los deberes piíblicos habían rlP''"r'".,.,,~;,,¡,.;.•
individuo tenía los derechos de· la tierra ·sin· los
de la tierra; los ·derechos individuales qu.euarc>n. solOs
su egoísmo y su división social. Comte advirtió .
de los derechos individuales era históricamente ,. ml,n>·t,Oín'•
porque destruía la idea del Derecho Divino. Era·
tante destructiva y no constructivamente, ya que le
paso a un periodo de anarquía liberal. La función·
positivismo, pues, era ofrecer una demostración ~~>Lt:lmluCi
de la falacia de la . tesis de lós derechos u••uu· •uu<Ult:~.
sada en la suma de nuestros conocimientos cien
(1848, p. 403). . ...
Pero, Como ahora hemos visto, precisamente Comte
podía ofrecer esta "suma de conocimientos ·· ·
su esperanza se desvaneció al surgir la nueva y real
tad humana en el siglo XIX. Como un inglés le dijo a
mientras veía pasar uno de los primeros trenes: "Es·
feo, pero significa la muerte del feudalismo"
citado por Johnson, 1959, p. 68). Negar el sur·girnientó
dividualista de la nueva sociedad habría causado la
ción del hombre en cierne, precisamente cuando se
del yugo de la sociedad tradicional, y habría
496
servidumbre. No habríamos podido aspirar a la exis-
de un hombre verdaderamente autónomo,. con po-
sobre su destino; habríamos anulado los efectos
tivos de la Revolución Francesa. Este problema está
resumido en una afirmación de Burke, y en
de Comte. Burke afirmó que los derechos naturales
falsos, pero que los deseos y las necesidades huma-
.eran básicos, y que para permitir estas necesidades bá-
se requería un conocimiento profundo de la natura-
humana (Nisbet, 1952-1953, p. 170). Exactamente, pero
durado 150 años en conseguir este conocimiento.
Cu1an.c1o los conservadores expresaron esta petición, "un·
conocimiento de la naturaleza humana", sólo po-
ser una esperanza o una creencia; no se contaba con
base científica, y sólo servía como mística ·para com-
e! cambio social. Hoy día comprendemos que "un
coiwc:im.ieríto· profundo de la naturaleza humana" significa
semejante a lo que Burke y otros esperaban que sig-
·uu.n.aLL«, pero también quiere decir algo más. Significa que
necesidades psicológicas humanas de dignidad y con-
no pueden ser satisfechas mediante una mera re-
liberal de artículos de consumo. En esto podemos
de acuerdo con Burke: el hombre necesita el apoyo
la sociedad para conseguir la expresión más plena de la
y de los significados humanos. Pero "un conoci-
to profundo" significa algo más de lo que sospechaban
o Comte. Implica darle al individuo un dominio
de sus decisiones éticas y vitales, que es exactamen~e
que Emerson quiso decir en su tesis sobre la "confianza
sí mismo", cuando afirmó: "cualquiera que desee ser un
debe ser un inconforme.'; Por ejemplo, Comte se
a los experimentos sin ningún freno del positivismo;
su argumento fue que, como todo se relaciona con todo,
experimentos podían cambiarlo todo, ya que cambiaban
cosa. Y, como el hombre no podía conocerlo todo, y
el orden social es muy importante, el experimento
lograría volver al mundo más irracional y desenfre-
497
 Ahora debemos decir: en una sociedad de
potentes, en que la ciencia y las decisiones
alentadoramente distintas, tiene validez la
Quizá más hoy día que en la época en que
tenemos que considerar los problemas
tra. época por el desarrollo incontrolado de
químicos, las sustancias conservadoras de los
colorantes, etc., para no mencionar. las
También, ya que hay muy poco control
proceso de tomar decisiones, ya que nuestra
y nacional sólo perpetúa el sistema de ganancias
vo, nuestro mundo se. vuelve más irracional con
de la ciencia. Pero este panorama se alterarla
mente si tuviéramos una ciencia unificada del·
la sociedad, que tratara de desarrollar al máximo
fomentar al máximo las decisiones individúales ..
de ciencia controlaría la irracionalidad, pero .· ·
una conducta más libre. En primer lugar, se basaría
exploración continua de las interrelaciones de
cosas en la sociedad, y continuamente refinaría· y
dería la teoría social amplia de la alienación. En
lugar, este conocimiento puesto cada vez más en
los que toman decisiones éticas responsables, los
y los ciudadanos que no están divorciados de
común, corregiría la desorganización sociai. En
bras, sólo podrá promoverse la investigación , ...,,v,,cuo...nt
sin temor, en· una sociedad en que la gente sea
como fin, y en la que se le ofrezca poder sobre su
Por ello, es posible afirmar que Comte ' da más apoyo un hecho asombroso: Fouillée reaimente
razón en su idea de restringir las ciencias, suiJordiJiár1d
a las condiciones de su época. Pero esta sulbm:dina1ción
bría sacrificado las verdaderas posibilidades de
nuevo tipo de hombre ético: habría frustrado lo
que deseaba Comte: una sociedad dedicada a servir
humanidad y basada. en el amor. Esta sociedad sólo
producirse liberando ai individuo y sus energías
chadas.
No es extraño que pensadores como Proudhon y
498
a Comte por ahogar la. individualidad. Todo
se sentía preocupado, como Comte, por el proble-
la solidaridad sociai, pero la paiabra "solidaridad"
cosas distiritas para individuos diferentes. El
se convirtió en una gran plataforma de la poli-
francesa hasta la primera Guerra Mundial. "Gradual-
esto se desvaneció bajo el efecto de la guerra, quizá
la guerra creaba su propia solidaridad, y cuando
a un millón de jóvenes de la crema y nata de
hubo muy pocos que mantuvieran viva la visión
XIX. En.el siglo XIX el problema de una nueva
se encontraba: muy vivo,. y los mtelectuales desea-
una nueva sociedad que ofreciera solidaridad y liber-
Proudhon y Renouvier pudieron criticar la solidaridad
por Comte, Lamennais, Fourier y Louis. Blanc,
~eciiSaJmente porque era una solidaridad orgánica que a:ho-
la libertad individua:!: la libertad contractuai de ser
intiivü1tw libre, que fue muy difícil arrebatarle a la
sociedad tradicionai. Los campeones de la .libertad
hacer hincapié en el contrato social y también
la voluntad generai, deseaban fundir el organicismo y el
y creyeron que Comte había fracasado,
que desde luego era cierto (cf. Hayward, 1963).
Fouillée, que dedicó su vida a esta reconciliación
individualismo y de la solidaridad social, consideró a .
).o,_,,,...,.,,,,,. por su parte, demasiado mdividualista; Fouillée
de un verdadero juste milieu. A la plena
cortruimtua.u histórica de una ciencia unificada del hombre
la idea adecuada de una verdadera solidaridad sociai,
advirtió, en los mismos términos que hoy día podemos
lo que estaba equivocado en el sistema de Comte.
son sus palabras:
Cuanto más vivamos individualmente, tanto más podre"
mos lograr la solidaridad colectiva. Por otra parte, cuan-
to más se vea pauperizada la individualidad, tanto más
se subordinará a una solidaridad· puramente natural
499
 que ... lejos de conducir a la armonia, al amor
paz, puede llevar a la rivalidad, al odio y a- la
(citado por Harward, 1963, p. 208).
En otras palabras, hoy día didamos que privar
duo de sus poderes ejecutivos responsables equivale a
sar las mismas calamidades que deseamos evitar.
volver al individuo al redil opresivo y· protector ·de la
ciedad tradicional; que ofrece una solidaridad natural,
puede promover el tipo de mundo que deseamos. Aún
(lo que Fouillée pareda haber previsto) privar al indlividnt\
de sus propios poderes, en la sociedad comercial dli1risclri:J;
estaba destinado a tener efectos más desastrosos: nTru111rri,.{~
una sumisión ciega de sociedades enteras a sus macqumaLI"ias.
burocráticas, y sus consecuencias serían los hornos
nazi, e Hiroshima.·
Hoy día podemos comprender que era correcta la·
de Fouillée del juste milieu para la solidaridad social.
la nueva sociedad debe lograr la· cohesión social ofl:ecieiJtdó
las máximas posibilidades de vivir individualmente;
debió de parecerles una extraña contradicción a los
tos dialécticos políticos, en la época en que se expresó.
nía el mismo tono anarquista que la antigua doctrina
soniana sobre "la confianza en sí mismo", que allJLt:uct.<ctua.
"trastornar a la sociedad, y reducir al mundo al caos" '~"'""•••
1949, p. 284). Pero hoy podemos comprender que tenían
razón Emerson y Fouillée. De hecho, hoy día podemos
lograr algo que verdaderamente no tiene precedentes enJa .
historia de la teoría política y de la rivalidad de las
clones: unir a la facción radical y a la conservadora en
plataforma común.
La razón de esto es que por primera vez cmmprre11dt~mcls.
de verdad lo que significa "vivir individualmente", y cómo
puede realizarse esto mejor. Significa la libre creación
significados, y esto se logra mejor en una comunidad
cada a conseguir fines superiores: propósitos que
den el egoísmo cotidiano y estrecho. Los
desean una integridad personal real, igual que los taLu"''""'''i
500
~bos desean el máximo de armonía social. El problema
ha s1do cómo obtener ambas cosas al mismo tiempo: cómo
cons:guir una libertad individual real y una verdadera co-
mumdad que viva sin sacrificar lo uno en aras de lo otro.
La respuesta es que deben alentarse las decisiones verdade-
ramente autónomas, y hacer esto significa vivir en una
comunidad dedicada a servir al hombre como fin: al hom-
bre como un individuo y a la humanidad como un todo.
Esto le daríá al hombre la sensación de pertenecer a algo,
sensación que tenía la sociedad. tradicional, pero le permi-
tiría una libertad que no tenia antes.
Además, con una teoría completa de la alienación, la iz-
quierda y la derecha podrían ponerse de acuerdo sobre lo
que constriñe las energías humanas. Una buena teoda cien-
tífica de los males humanos sería evidente para cualquier
persona razonable que examinara los testimonios, sin im-
portar sus creencias personales; esto es, por definición, lo
que la ciencia hace: presenta evidencias claras que triun-
fan sobre los prejuicios·· personales del observador. Éste
acepta el hecho de qué el mundo es redondo aunque pa-
rezca plano. Por ello, el problema real de la libertad contra
la coerción en la sociedad, es un problema científico y no
básicamente polltico. Esto es, es básicamente científico, y
sólo político instrumentalmente. James Madison preguntó:
"¿Qué es el gobierno sino el más grande de todos los
reflejos de la náturaleza humana?" (citado por Cracker,
1963, p. 437). El enfoque parlamentario de la libertad,
con la ciencia interesada sólo en sus propios asuntos ca-
rentes de valor, es una anomalía histórica. Ésta fue la
anomalía sobresaliente desde Saint-Pierre. Esta es la prosa
de Rousseau:
... tant que la puissance sera seule d'un coté; les lumie-
res :&: la sagesse seules d'un· autre; les savants pense-
ront rarement de grandes choses, les Princes en feront
plus rarement de belles & les Peuples continueront d'etre
vils, corrompus & mall1eureux (1750, p. 161).
[ ... mientras el poder sólo esté de un lado, y las luces
501
 . en algo compétitivamente productivo en el mercado
trabajo de los adultos. Asimismo, es obvio que una so-
fundada en un historicismo marxista dogmático no
tratar a la gente como fines, ni permitir la libre
:;,v·nr,,.;,~;" de los significados individuales. Se niega a exa-·
las pruebas que amenazan a 'su ideologia, aunque
energias humanas sean sacrificadas en el proceso. Una
clara de los males humanos en la sociedad, en resu-
debe unir a .los hombres de buena voluntad en un
programa general de acción, sea cual fuere su ideo-
Finalmente, en nuestra época, y con nuestra antropo-
acumulada, podemos realizar la tarea de Comte de
manera como sugirió Fouillée, ·sin los errores del autori-
sin una física social o un positivismo estrecho, sin
individualismo contraproducente y superficial. Podemos
la tradición del racionalismo radical con la del roman-
conservador, sobresalientes desde el siglo XIX, en el
nivel de una síntesis científica. Finalmente, pode-
superar el manejo filosófico abstracto y emocional de
principios que contienen estas posiciones. Debemos apre-
sur·arJrros a moderar las afirmaciones optimistas y decir que
"pcJdr'iarnm;" hacerlo, y no que "podemos". En todo esto
existiendo una .gran paradoja, que examinaremos
seguida.

502 503

XVI. LA PARADOJA DE LA
ILUSTRACióN
En el conflicto entre puntos de vista:
ficos y personalidades vivas no sólo,
peñaba un papel lo que era empírica
gicamente correcto para todos. La
difícil. . . resultó ésta: elaborar lo
obligatoriamente válido.
RARr. JASPERS (citado pot Schilpp, 1957, p.
UNA de las razones de que el político se burle del in
tual académico es que sabe que proponer una teoría
gante no significa que funcione en la práctica. El
roa teórico de una ciencia de la sociedad es un
ejemplo. ¿Cómo estableceremos finalmente una cienciá
tética del hombre? La. respuesta es, hoy día, de
dad intelectual común: establecemos esta ciencia -=-·•-<,,:e"
cuando las diversas actividades analíticas de las
disciplinas nos ofrecen bastantes conocimientos de
tema humano para hacer una nueva síntesis clara. En o
palabras, la establecemos al aceptar la naturaleza racional~
mente exacta de la nueva antropodicea, de lo que hace que
la gente actúe como actúa, y por qué es infeliz. Comte creía .
que hªbía llegado ese momento; que la humanidad era
feliz porque no había aplicado el método científico. a la
moral social; pero hemos visto que no tenía una ciencia de
la naturaleza humana, y por ello sufrió el mismo defectó
1
de precocidad que él advirtió e'n Montesquieu. Ésta es la
lección de la ciencia tardía de la Ilustración: cada pens¡tdclr
ofreció su paradigmá individualmente exacto para una
va antropodicea, pero ningún paradigma en realidad
bastante claro socialmente para ofrecer una nueva dJ.L<::u.•a.·.
504
moral, y sin una amplia aceptación estas antropodiceas
valor. Rousseau, Saint-Simon, Comte; Márx,
Ward y Freyer sufrieron el mismo fracaso en su
nos enfrentamos a una idea poco cómoda. ¿Cuándo
para una nueva antropodicea se vuelve has-
pa""'-'"-!5-Ul"-
claro, tan exacto que el mundo científico pueda usar-
activamente para alentar el establecimiento de una
socialmente experimental del hombre? Comprende-
que la respuesta a esta pregunta puede ser: nunca. En
primeras décadas del siglo XIX, Comte estaba convencido
las disciplinas ya habían realizado bien su actividad
an;alíltiC:l, y que habían debilitado bastante a la metafísica
que se justificara una nueva síntesis. Según Thomas
Comte creía que el estado pre-paradigmático de la
del ·hombre había terminado. Hoy día advertimos
estaba equivocado, perp sólo porque no encontró un
consenso. Habría tenido "razón" si se hubiera esta-
una ciencia del hombre en la sociedad, sobre su
WlJuc:..v. Las ciencias progresan del estado preparadigmáti-
al paradigmático por un acuerdo entre los científicos.
inician una nueva etapa al aceptar trabajar de
con un nuevo modelo teórico. En el capítulo IV
nl-o<P''"""m''" que William Strong afirmó, en 1870, que una
ciencia sintética podría surgir en los Estados Unidos
después de que las disciplinas hubieran alcanzado su
desarrollo pleno. Durkheim también afirmó que la unidad
se lograría después _de que las disciplinas maduraran lo
ba!ita:Jilte para que pudieran formar un todo orgánico, na-
tural y que compartieran íntimamente una materia indivi-
sa. Pero ¿qué significa un "pleno desarrollo" de la cien-
cia? Esta es la dificultad. La ciencia nunca "se desarrolla
plenamente". Thomas Kuhn,.en su muy importante mono-
grafía (1962) sobre el desarrollo de las ciencias físicas y
naturales, mostró que la ciencia no sólo es una actividad
acumulativa, como siempre se pensó. También puede ser
una actividad radicalmente cambiante y variable; es decir,
el· adelanto de la ciencia puede basarse en paradigmas teó-
505
ricos nuevos y audaces, y a menudo ut:~L'"·".uu>~.: n
ciualmente logran la aceptación de los que
diferentes ciencias. Los científicos oponen una
otra, y la competencia entre las teorías a menudo
da, a veces cruel; generalmente esta lucha dura
teoría más exacta finalmente obtiene apoyo. En
bras, una teoría· es un artificio simbólico pu!JlJ.Cit.ari.ci:•
suasivo, que es aceptado en su campo. En la
por· Kuhn podemos advertir co~ asombro ~asta
la ciencia es cuestión de aceptación convencional,
grado depende de logm1· una aceptación, de su
histórica, de una decisión personal activa. Por <.u.u~I.J!:Ule
la ciencia nunca "se desarrolla plenamente", ni
cerio. Su pretensión de madurez sólo se apoya en
de que ha ofrecido un paradigma aceptado lo
exacto para obtener la aceptación de una mayoría de
viduos que trabajan en la ciencia. Entonces se
en "la teoría", y todos empiezan a "hacer" ciencia: con
modelo.
Supóngase que Stuart Mill hubiera podido
una ciencia del carácter o etologia. Supóngase que
delineado un panorami detallado y correcto de
"elementos· constantes" de la naturaleza humana.
garantizado esto la creación de una ciencia del
Obviamente no. Ahora podemos evaluar el f.JLOJuJ.cu.til..'
análisis contra la síntesis en la ciencia. Aunque en
glo XIX hubiera podido elaborarse la psicología
esto no habría bastado. Fundar una ciencia no es
problema cognoscitivo, sino ineludiblemente moral,
blema de obtener una amplia aceptación para actuar
dos e en una teoría. Además, en lo· que se refiere a la
cología, las leyes de la naturaleza humana nunca ·
determinarse totalmente. No existe un panorama
completo de la ciencia, ni aun en las disciplinas .
hace en las otras ciencias, salvo que no puede disfrazarse
en con junto. Podemos advertir que los pensadores
naturaleza moral y voluntaria de la opción.l Las ciencias
Ilustración, de Rousseau en adelante, básicamente
razón al preferir un compromiso activo basado en
yecto ideal típico limitado. Cualquier plan ideal
506
será limitado. El problema de la moral siempre es
¿qué parte de un panorama se requiere para imponer
.acción aceptada? ·
las ciencias humanas, el problema de obtener una
aceptación para un paradigma no difiere del de
otra ciencia, como ya lo había comprendido Al-
Small en 1915. Pero un nuevo factor sutil amplifica
an>u>cuta inmensamente, y le da nuevas proporciones: en
·r,,nr:·w.< humanas esto se agudiza en un grado extTemo,
el acuerdo no puede ser disfrazado como un pro-
científico· objetivo. Es decir, en las ciencias físicas
el paradigma aceptado parece una cuestión
preferir desinteresadamente una teoría objetivamente
No parece ser un problema activo social e histórico
En las ciencias humanas, por otra parte; el mismo
opción de una teor{a exacta parece francamente
preferencia totalmente moral, debido a la naturaleza
duda moral de su materia; Las ciencias físicas; cuando
. enfocar la realidad, también pro.vocan grandes
sociales e institucionales de naturaleza moral. Pero
una diferencia entre este tipo de cambio y el proyec-
por las ciencias humanas: el proceso del cambio es
no provoca inmediatamente una reacción profun-
en el mundo humano habitual. Esto ayuda á las ciencias
a ponerse el disfraz de un falso tipo de imparcia-
ya que su realidad no tiene repercusiones inmedia-
en el ámbito humano.
podemos advertir que tendríamos razón ál usar el
lenguaje que emplean las otras ciencias, e insistir en
el acuerdo sobre un paradigma aceptado en las ciencias
es un acuerdo tan convencional basado en moti-
racionales exactos como el acuerdo sobre un paradigma
las ciencias naturales y físicas. En resumen, elegir un
en las ciencias humanas no difiere de como
Quizá podría observar aquí que, en mi opinión, el· proble-
de elegir un paradigma en las ciencias humanas está in-
507
humanas, como las otras, interpretan la
tradición y en la· visión de la ilustración: para
razones claras para una acción común. La in:ternro>t!Í.
nunca puede ser completa; por consiguiente la acción
pre debe. ser voluntaria. Todas las ciencias, como lo
prendió la ilustración, son un problema moraJ.
Si· esto es así, podemos comprender la imnnl'tom
contexto histórico para determinar la forma de
cia. Los científicos sólo eligen los paradigmas teóricos .
los que están preparados históricamente: no es sólo:
tión de exactitud racional, objetiva, abstracta. En.Ia:
del hombre, el problema se agudiza infinitamente:
paradigma en la ciencia del hombre es en realidad
tropodicea que impone una nueva moral, al o
ésta el hombre se ve casi totalmente influido por
texto histórico en que la nueva antropodicea enim!za·r:l
funcionar. Por ello, podemos comprender que en
de Rousseáu la tipología ideal del "hombre "";.,;.;,,,,., •.."
tuviera oportunidad de ser defendida y realizada por
ciencia social. Por consiguiente, sólo pudo usarse
propaganda para. una revolución. Advertimos
siglo XIX la idea de la!r "fuerzas sociales", de ~ausJLacer. lo
deseos y las pasiones humanas, no podía ser ra•~.;m•na.lmten
exacta, debido al estado rudimentario de la '"'"pc:t; ••"~.;~
merso en un desarrollo acumulado mayor. La ciencia del
bre muestra un desarrollo diferente del de la historia de
ciencias naturales y físicas, por lo menos como Knhn .lo ·
(aunque muchos historiad?res de las cie~cia~ ~o ~
acuerdo con la interpretacrón de Kuhn). Sr mr hiStona, .
ciencia del hombre soporta los ataques críticos
drá mostrar que la competencia entre las teorías y
fue muy fuerte en todas las épocas: Marx estaba contra.
thus, Ward contra Summer, Weber contra Marx, etc.; casr
pensador importante se opuso a otro. Pero estas luchas
!izaron en un ambientt: de desarrollo de las ideas, que
parte fue acumulativo. Además, el principal marco
desarrollo (la tríada de la Ilustración: progreso, libertad y
ideal) ha continuado siendo el vehículo constante para
dura ciencia acumulativa.
508
Ahora debemos subrayar, de nuevo, otra parte
la razón: el problema social y .moral al que no se le
importancia: el paradigma de 'Vard fracasó porque
inmerso en una sociedad de laissez-faire que tenía
idea para promover las pasiones humanas: satisfacerlas
bienes de consumo. Lo mismo sucedió en la época de
. el sistema no fue lo bastante exacto para lograr
aceptación en ese marco social e histórico particular.
to siempre debe añadirse como complemento al requisito
que una teoría sea racionalmente exacta. Si una socie-
no desea adoptar los cambios necesarios exigidos por
plan ideal tipico, no podrá haber una ciencia· del Jzom-
Quizá podríamos decir que Rousseau dio la primera
y Bentham la siguiente. Hoy día tenemos lecciones
más gráficas.
.Por ejemplo, C. Wright Milis trató a mediados del si~
xx de ofrecerles a los sociólogos la tarea que Comte
tratado de darles a mediados del siglo XIX: convertir
problemas personales del medio" en "los problemas
de la estructura social". Pero muchos sociólogos
:onsrd:er:rron qué aún no había llegado el momento de
esto. Afirmó un sociólogo, que evidentemente no
el paradigma de Milis: "Ya hay bastantes tonterías
vida pública sin que se le añadan los 'adelantos' del
Milis" (Shils, 1960-1961, p. 619). Milis murió sien-
extraño para su propia profesión, en gran parte
ésta no consideró sus descubrimientos científicos lo
exactos para aceptarlos como una buena teoría.
Pero en este tipo de desacuerdo sería un error imaginar
aceptar o rechazar una teoría es cuestión de inteligen-
"fría", o que cada científico es un juez sabio e impar-
William James observó esto hace mucho tiempÓ en su
sobre "La voluntad de creer". En cada campo, la
orP:nt,•rtf>n o el rechazo de una teoría es cuestión compleja,
intereses creados, creencias personales, 'hábi-
6••nt·lfir·n•· en resumen: es una preferencia estética
total. En la ciencia del hombre, el problema se
inmensamente, y supera los límites de la pura
509
 razón fría. Preferir la teoría de los males humatios
es optar por el tipo de ~ersona a .la que ~endrá
tarse profesiomilmente, smo t~~b~én el:grr pv'"""·'-~".u
el tipo de mundo en que se VlVlra, los u pos de
nos que habrá que encontrar en la ca_lle. Preferir
determinada de los males humanos se parece
· enamorarse, en el sentido estricto de ·la palabra: es
la presencia de cierto tipo· de persona en el
consiguiente .cierto tipo de mundo. Esto se
mensamente para el científico que estudia al ~v,c.uu .• ._,,_
que no depende de cómo se sien~a ante la fría
física o los. pétalos de las flores, smo ante seres
reales de carne y hueso, que pueden causar daño y
miento. En otras palabras, estoy afirmando nada
preferir una teoría completa de la alienación ret>re:;enta
acto de valor. Esto requiere una persona
significa optar por el hombre como·· fin, e
indeterminación en. el mundo. Se debe te1,1er una· fe
en el hombre, en su potencial de realizar una
ética creciente. Quizá por ello Jefferson fue tan
la Iglesia: creía en el bien humano, confiaba en
tivos del hombre.
Desde luego, existe la otra cara de la
teoría es "conceptualmente sádica", impone su
ceptual al mundo de la realidad concreta. En la
del hombre una teoría· no es "sádica" para. la
física externa, sino para la gente. Eludir esta teoría
mar que no tiene suficiente derecho de perturbar
dad humana; Por ello, un sociólogo que no
táble la teoría de los males humanos expuesta por
atrevió a decir:
¿Por qué deben investigarse sólo las
problemas. . . por qué la opinión pública debe ·
pulsada a pensar así? Seria falsa la imagen de
sociedad que su programa (de Mills) crearía Y
parte de una opinión pública no menos
la que prevalece hoy día, llena de conceptos
510
produciría, con este panorama falso de la. sociedad una
. apatía n:ayor que la que lamenta hoy día, y un fa~ático
prometeismo mucho más devastador que al que él mismo
aspira (Shils, 1960-1961, pp. 619-620, passim).
sociólogo vacila antes de tocar la realidad humana, aun-
no tenga una elevada opinión de ella: el sentimiento
no es jeffersoniano; tampoco una cómoda
>re,mcno'n global es congruente con una sociología empíri-
Parece claro que preferir una teoría de la
" ............uu en la ciencia del hombre es preferir un tipo de
Y que la manera como se consideran las teorías
-"!-''""'·"':::, en parte, de cómo el sociólogo ve a la gente.
.Es~o ~clar~~e otra difere?-cia crítica entre el enfoque de
ciencias fisicas a la realidad y el de las ciencias huma~
Y no es una diferencia clara: las ciencias físicas 0
..«u.uaLc~ confían en la neutralidad bdsica de su materia.
·se creyera que el mundo de las partículas atómicas era
, ......... a.u.<;;.uo.~::: malo o perverso, se impediría el avance cien-
. y .se regresaría a la et~pa de la alquimia. Hoy día
ciencias human.as están sal1en~o de este estado, en parte
se ha dedicado mucl10 tiempo a considerar los es-
humanos en toda su neutralidad. La teoría freudia-
fue el último· y el más formidable obstáculo que hubo
superar para liberar nuestra materia de la mancha del
intrínseco. Sólo así pudimos regresar a la anterior
de la llustración acerca del hombre y sus moti-
Pero no hemos podido librarnos del temor a nuesu·o
y de aquí proviene nuestra resistencia a una sacie-
libre, y a devolver el poder a los individuos.
podemos apreciar plenamente lo que señalamos
la unidad de la ciencia es un problema social, como
lo comprendió muy bien. Además, podemos advertir
completa claridad que la ciencia del hombre empezó
un problema moral, y que debe continuar siéndolo.
pocos pensadores han advertido esto: "la suprema
de las cienCias sociales" no puede buscarse en la
ley de la secuencia causal, sino que debe obtenerse
511
mediante un acuerdo sobre los fines sociales u"'""'J~.¡'
1959, p. 343).
La pregunta que ·debe formularse con.
ciencia es ésta: "¿Basta el panorama teónco
ella, en una etapa determinada de la historia, para
apoyo a su aplicación moral activa?" "O ¿son
las fuerzas socialmente (o científicamente)
ni aun el paradigma más exacto podrá conseguir
En este caso, tendríamos que decir, parafraseando a
que la teoría positiva no tiene "suficiente · de sociólogos. -
desvanecer la "metafísica anterior", y que aún se
un conocimiento "más completo". Podemos
es así, post facto, viendo si los científicos profc~sicJn:ile!
retiran a sus conchas a "investigar más". Desde
así podemos juzgar.
Ésta' es, pues, la continua "paradoja de la
la ciencia, la dinámica moral creadora de todas las
que se agudiza mucho en la ciencia del hombre.
formular de nuevo esta paradoja de acuerdo con dos
tradicciones necesarias:
Debemos. tener una teorla abstracta, completa,
turale:t.a httmana para lograr un acuerdo sobre una
ciencia del hombre en la sociedad, una nueva
Pero 1w podemos· esperar que exista esta teoría,
nunca será "completa"; y
Debemos usar nuestra interpretación
como guía para el paradigma que será ofrecido como
ción, pero 110 podemos apoyarnos continuamente en
terpretación pasiva de la ~aturaleza: deber¡zos toma~
decisión espontánea, que szempre se basara en un
miento incompleto.
Si expresamos esto claramente, podremos
que la paradoja de la Ilustra~ión. es con;o una
obsesiva que pesa sobre. las CienCias sociales. Cuando·
blamos de la "alienación" del intelectual en la
moderna, en realidad nos referimos a la paradoja
que lo ha· perseguido desde que surgió en la. época
val con sus esperanzas nuevas y brillantes. Los J.wuou•J.u>
512
·Th•st1rac:1ó:n se encontraban en la misma posición aislada
de Erasmo: eran científicos en cierne en una
preparadigmática. Por ello tenían que parecer heroi-
patéticos: personalmente heroicos, como Condorcet,
Rousseau; científicamente patéticos, debido a que
cm:lfi:amm en la razón ha ofrecido a las generaciones
muchas causas para burlarse. Sobre uná base
científicos debían inclinarse hacia un actívismo
que los haría parecer ingenuos a la presente genera-
el intelectual de hoy dia está alienado exactamente
lo estuvo su prototipo de la Ilustración: se encuentra
en un plazo idéntico entre el análisis recóndito
materia y la impotencia de sus poderes activos. A
que entendamos esta profunda similitud entre el in-
celt:Lu><U de la Ilustración y el sociólogo actual, no podre-
comprender el drama· actual de las/ciencias sociales. De
-aún hoy continuamos manteniendo las ideas de la
tración, por lo cual no es extraño que tengamos sus
Recientes disputas enconadas en la sociología
una reanudación de la lucha de la Ilustración, y
la misma paradoja de la Ilustración. Por ejem-
Wright Milis, junto con otros, atacó la sociología -
Talcott Parsons en un intento por hacer que abandonara
posición recóndita y analítica, como el racionalismo de
Ilustración debió hacerlo. Milis deseaba un análisis social
concreto, y queda continuar el paradigma de las "Gran-
Nuevas" de Park- sobre la investigación social. Esto
elegir algún tipo de acción, y abandonar la
pasiva de interpretar eternamente la naturaleza.
creía que había suficientes datos exactos para pre-
esta alternativa: por ejemplo, analizó la estructura
contemporánea para mostrar cómo el ejército, la
y el gobierno estaban convirtiéndose en una
esf1rnc:tmra de poder idéntica. Sostuvo la tesis de que el sis-
comercial hidustrial producía las guerras, y lo hacía
de que las intenciones del país y sus tradiciones
f::nrnr·f.riian la paz y el antimilitarismo. Él creía que esta
513
 cuestión era tan grave que debía impulsar a los
contemporáneos a emprender una acción moral:
era una teoría casi irrefutable.
Hasta ahora, la teoría no ha resultado
Milis les parecía a sus colegas, en el verdadero a••,,_,,._c,
la llustración, heroico y patético. Pero ahora ...."'ucr11os
guntar: ¿por qué debe continuar el sociólogo en esta
fecha del desarrollo de la llustración, pidiendo que
los hechos· se incluyan? ¿Por qué debe continuar
de preferir la acción, aun con una interpretación
dente de la naturaleza? Una importante razón es
no hemos aprendido. la lección de la llustración:
cias sociales no pueden estar al servicio de una
El paradigma de Milis habría significado que las
sociales se hubieran dedicado activamente a hacer una
tica social de su sociedad. En esta etapa de la historia,
no estamos preparados para ello.
Si no logro nada más con esta obra, por lo menos ·
haber quitado la máscara, o haber hecho una obra
muestre cómo puede quitarse la máscara. Los sociólogos
deben ya imaginar. que basta "hacer" ciencia; que
crear uná ciencia del hombre sólo se necesita
datos y tratar de "provocar" (horrible palabra
leyes sociales para un uso posterior. Pueden volver las
paldas a un paradigma; pueden eludir una teoría que
parezca reflejar un accidente histórico, pero no
dejar de optar activamente por el hombre, considerado un
fin. Si continúan haciendo esto, no habrá una ciencia. Sen-
cillamente porque la ciencia del hombre es ideal típica,
o ... no existe. Esto debe comprenderse totalmente, y asimi~
larse de una vez por todas. Una ciencia ideal típica es. una
unión inseparable de la libertad, el progreso y un ideal
tlpico científicamente elaborado. Esto significa que los so- •-
ciólogos deben esforzarse por conseguir una visión planeada
para una vida buena, en que toda la sociedaq trabaje a,l
unísono. Éste fue en el siglo XIX el concepto de una ciencia
social, y debería recobrarse hoy día. Nadie expresó la na~
turaleza ideal típica de la sociología mejor que T. Ernest
514
antés del largo periodo de fragmentación disciplina-
moderna, antes de que las ciencias sociales se divorcia-
de la vida social. Sus palabras aún son válidas para
La naturaleza del hombre es el hecho supremo de la
sociología. [Su tarea consiste] en postular un hombre
ideal, y en deducir de su naturaleza las leyes sociológi-
cas y las instituciones sociales ... [El] método que está
destinado a ser de más valor, en el desarrollo de los
estados sociales elevados, consiste en estudiar la natura-
leza ideal del hombre y en elaborar con esto un estado
social apropiado para su naturaleza, y que ofrezca las
condiciones para un ejercicio armonioso y completo de
todas sus facultades y funciones. . . Así como dos puntos
determinan _la posición de una linea en el espacio, así
el enunciado de las condiciones sociales tal como se en-
cuentran hoy día, y el de una sociedad ideal, nos presen-
tan el camino que la especie humana está destinada a
seguir en ese gran desarrollo llamado evolución social
(citado por Bernard, 1943, pp. 704-705).
El siglo XIX decididamente fue la época de las grandes visio-
nes que hoy día hemos perdido. Pero para la visión tene-
mos el material que el siglo XIX no tenía; podemos ofrecer
estructura científica sólida para el método utópico
indispensable para una ciencia ideal típica.
¿Qué significa una ciencia ideal típica hoy día? Que
debemos reconocer tres cosas esenciales para que haya una
ciencia. En primer lugar, debemos decidir activamente fo-
mentar el ideal típico proyectado por la ciencia. En segun-
do lugar, debemos comprender que esta ciencia se relaciona
con niveles superiores (es una ciencia de los significados
humanos, del devenir humano) y no es ni puede ser reduc-
cionista, salvo para deducir datos que serán usados para
servir al libre desarrollo humano. Por último, e ineludible-
mente, la ciencia se caracteriza por una fusión natural de
los hechos y los valores, que superará el abismo que se
515

abrió con la decadencia de la cosmología lw~wev<IL
fue justificado intelectuálmente por Kant. Ahora
remos brevemente cada una de estas cuestiones,
clusión de nuestro examen retrospectivo.
El tipo ideal proyectado por la ciencia del hombre
visión del hombre que existiría si pudiéramos
el mal en el campo social. Es, por tanto, un tipo
diseñado por la ciencia del hombre en su .calidad de
podicea. Hemos aprendido que la alienación ~•¡;u.u.u;;a
limitación de los poderes responsables del •'•n"'··'-'·-··
consiguiente, nuestro tipo ideal es un hombre étiw,
nomo, que representa un desarrollo creciente de los
res humanos. Por ello, no puede haber "un hombre
nomo", o "un hombre ético", o "un hombre normal"
producto acabado; representa .una opción de
tipo ideal al que debemos aspirar continuamente. Si
táramos cualquier definición de "normal" como
acabado, no habría ciencia, ya que no tendríamos
ideal centrado en el hombre. Esto hace evidente por
no podemos tolerar ningún temor al estudio del
mano. Debemos elegir al hombre como fin determinacio,,
fomentar el desarrollo de sus poderes, basados en un
cimiento científico de lo que hoy los limita.
De la misma manera, no podemos tolerar tuu,uu .p·n
que teórico del hombre que tenga una concepción
ere de la naturaleza. humana; ni tenemos más remedio
planear una sociedad para absorber los cambios
producirían con la liberación total de las energías
del individuo. La democracia y la libertad, en otras
bras, también son un ideal típico igual que la =·"~eu·:.c
hombre. La alienación, la neurosis, la democracia, ·la
nomía, etc., son términos relativos, que la ciencia
valuar continuamente. La razón es que ésta:
hombre básicamente desde el interior de su conducta;
secundariamente lo enfoca en forma objetiva. El··
sito de la ciencia es ofrecer .las condiciones para el
llo del hombre, y confiar en lo· ilimitado de ese
516
debe pretenderse. "adaptar" al hombre a una forma
sea científica o institucional.
comprendemos por qué el enfoque panreduccio-
no ha logrado crear una ciencia del hombre. El pan-
ha fracasado, en primer término porque el
act~a en niveles superiores, y los datos microscópi-
no refleJan lo verdaderamente característico de la aceión
La segunda razón de por qué el panreduccionismo
ha logrado crear una ciencia del hombre es que pre-
"interpretar'~ continuamente la naturaleza.. Cree que
inve~tiga_ción científica tiene un futuro perenne, y en la
vemencra de un enfoque cada vez más preciso de seg-
más pequeños de la realidad. Ahora bien, ambos
son bastante falsos, pero hay una razón más pode-
por la que el panreduccionismo no comprende a la
• del hombre. Al objetivar al hombre, y al intentar
'edudrlo a leyes deterministas, el panreduccionismo inte1·-
. mal toda la naturale:a de la ciencia ideal típica. Ésta
s1do una de las falacras sobresalientes en las ciencias
desde los primeros filósofos mecanicistas newtonia-
sus d~scendientes los asociacionistas, y hasta algunos
Four1er (Bemard, 1943, p. 700). Deseaban una cien-
del hombre que dedujera sus leyes y principios de un
· oncJdmiento de la naturaleza humana, de un conocimiento·
del hombre. Sencillamente no advirtieron con
que la materia de esta ciencia entonces sería algo
lcLc:ul.uu;<~u!J. No habría ciencia del hombre en la sociedad,
más bien, se dividiría al hombre en partes para que
estudiaran las ciencias físicas y naturales. Mucl10s cien-
y filósofos (casi la mayoría) al:in consideran esto
una meta deseable de la ciencia.
Pero esto significa no reflexionar en las implicaciones
este programa. Admitiendo que el estudio determinista
panreduccionista del hombre obtuviera resultados que
las esperanzas ·anheladas, y que todos los nive-
de la conducta estuvieran firmemente vinculados con las
causales; admitiendo que las ciencias, trabajando di-
~gt:n[eiilerite, llegaran a poseer los conocimientos para con-
517
trolar y determinar al hombre, para hacer lo que
con "él, la siguiente pregunta es crítica: cuando
finalmente este conocimiento para dominar al
cuando podamos manipularlo por medios físicos,
y genéticos ¿quién ejercerá este control, y
quién? ¿Cuál "democracia" usará este COJ'loc:inrleJnto
viamente ninguna. Debemos renunciar al
a la ciencia que lo ha acumulado; y mantener a los
tíficos bajo estrecha vigilancia. Es un bello fin
aventura de la ilustración, y para los billones de
y horas gastadas en la investigación. Charles Beard
lamentó esto: afirmó que aun si el estrecho método
fico lograra alcanzar su meta imposible, su victoria:
una derrota para la humanidad (Beale, 1954, p.
otras palabras, los panreduccionistas y los que
hombre y desean dominarlo destruirían dos de los
mentos indispensables e interd~pendientes de una
ideal típica: la libertad y el tipo ideal. Imaginan
tercer elemento, el progreso, puede tener algún ~·l'l,111JLIC<tc
particular en sí mismo. Pero sin libertad (ac~m.ocra(:ta}
el tipo ideal, no puede haber un progreso con .••¡:¡•uu,;ctu1
humanamente deseables. Sin un· ideal que busque lá
tad interior del hombre y su desarrollo, y sin libertad
hacer .esto, ¿cómo se determinaría el progreso?
advertir lo vital. que es esta tríada, y cómo se
base cuando el hombre no es considerado un centro
terminado, libre, de la ciencia (cf. Tillich, 1961;
1962) ..
¿Es extraño que la sociología moderna haya déjado
tener una relación vital con la ciencia o con el
Éstas son las palabras de un sociólogo famoso y coJlSCien
que reflejan con increíble elocuencia la naturaleza
dependiente de una fe en el hombre, en la libertad
na, y en una ciencia que fomentaría a ambas:
Nuestro conocimiento siempre será inadecuado en.
aspecto, y nunca podremos demostrar el
universal, porque aun cuando llegáramos a creer que
518
princ1p10 podríamos predecir la conducta de todo el
mundo, costaría mucho dinero y el beneficio• seria poco.
El dinero, y no una doctrina, seria el salvador de la libre
voluntad. Siempre he estado convencido de que cada
fragmento único de la conducta humana está determi-
nado hasta su más mínimo gesto (Homans, 1963, p. 100).
desgracia este punto de vista no es idiosincrásico, sino
y ha sido impuesto por las ciencias sociales; el
es un objeto determinado que· característicamente
y el dios dinero hace que el mundo gire. La
contemporánea no. sólo ha podido comprender
ciencia de la ilustración, sino que ha olvidado lá lección
toda la carrera de Giddings, su gradual cambio de fe,
de mucho tiempo de creer que si supiera bastante,
· podría reducirlo todo a fórmulas. Giddings no
·enunao a su fe en lograr una sociedad científicamente
porque pudiera haber escasez de dinero, sino
advirtió que los sucesos psicológicos no podían re-
a leyes fisioquímicas y que el hombre actuaba por
.decistories propias (Douglas G.· Haring, comunicación per-
Las causas y los efectos sociales· dependen de ·los
coJloc:mne:nt(JS y de las decisiones del hombre: pueden ser
ciegos y confusos, son un reflejo del acondicionamien-
cultural, pero existen en un nivel propio, y no son
inflexiblemente por mecanismos ni pueden
pv·n"r"''"•"' en términos fisicoquímicos. Debe concluirse que
sociología sin un sentido de su historia también
será una sociología sin un conocimiento de lo que sus cien-
tíficos ilustres han vivido y pensado; será una sociología sin·
sentido de sus logros, una sociología de las creencias "muy
firmes" de cada nueva· generación de estudiantes gr_adua-
dos. A _pesar de sus pretensiones metodológicas y de tener
una posición científica "rigurosa", esto es poco científico.
La tercera y última cosa que una ciencia ideal típica
significa para nosotros hoy día, es la fusión de los hechos
y los valores. Ésta obviamente se deduce de toda la estruc-
tura de la ciencia. Este problema proviene de la decaden-
519
cia de la cosmología medieval; y por. tanto del SUJ'gllmi1er
de la ciencia del hombre. Lo que se necesitaba
ciencia que fusionara esperanzadamente los hechos
valores de una nueva manera, y no. una síntesis
en decadencia. Los hechos y los valores deblan
para que la ciencia pudiera realizar libremente .sus
tigaciones. Pero esta división fue temporal, hasta que
Ilustración descubrió una nueva estructura científica
logró restablecer la fusión de los hechos y los
ún modo totalmente nuevo. Kant fue la figura básica
deseaba conservar un sitio predominante para lo .w.•J~ct.t,.:.v
también para la ciencia. Así legitimó intelectualmente
separación de los hechos y los valores al deslindar el
interno de la moral del mundo externo de los
Este crítico problema persiste hasta nuestros días .. Éste
pulsó a Dewey a criticar a Kant por haber descartado
reino de la naturaleza y la experiencia como guía
la acción moral. Dewey afirmó que en el sistema de
"todo intento de encontrar la libertad, de determinar
ideales, de obtener apoyo para las aspiraciones morales
hombre en la naturaleza, está condenado de "''L"''..u"uu
fracaso" (1915, p. 21) .. Continuamos pagando el precio
esta separación artificial, ya que no contamos ni con
ciencia de la Ilustración ni con la moral· cristiana.
Pero debe añadirse que Kant no sólo fue una
trágica, sino también central. Puede afirmarse que las
ticas de Dewey y de otros pensadores no son justas
con tóda la obra de Kant, ni para el vigor de su
miento: Kant no excluyó de la naturaleza al hombre
condenó al mundo moral a permanecer vado de pr1ece,pt1JS:~
obtenidos de la experiencia. Kant propuso que se
pretara la naturaleza hasta cierto punto, que es donde
decide que la acción moraL est.á justificada por los
que Se tienen a la mano; la acción moral así Se rn1n'l11iP1't~
en un ideal empíricamente apoyado. El dilema de
como mencionamos antes, reflejaba el de toda la
ción: él trazó un programa para estudiar empíricamente ·
hombre, una verdadera antropología, que se usaría
520
un ideal moral; pero en esa época el pr-ograma sólo
había iniciado, y por consiguiente sus preceptos ·morales
bieron de seguir siendo formalistas y "vacíos".
Desde luego, la fusión de los hechos y los valores es
inquietante; debilita la autoridad de la ciencia y de
la moral tradicional. La ciencia se vuelve más hmmana e
indeterminada, y la moral se vuelve más humanamente
determinada. No es extraño que tantos individuos se hayan
aferrado tan tenazmente a la separación de los hechos v
los valores. Sin esta separación, el hombre tendría qu~
volver a recurrir a sus propias decisiones. Pero debemos
comprender que no hay alternativa; debemos comenzar a
confiar de nuevo en el hombre, como se hizo en la primera
etapa de la Ilustración. Esto significará aprender a vivir
con ·una ética y una ciencia experimentales. Sería la ética
secularizada que buscaban Saint-Simon, Matthew Arnold,
Guyau, Dewey y otros; esto superaría todo el absolutismo
y buscaría la verdadera libertad humana. Esta étic~rela­
tivista conservaría lo mejor-de Kant: sería experllñental y
transaccional; conservaría lo mejor de Hegel: el hincapié
en el proceso. y en la mutabilidad histórica que él tan tí-
midamente expresó.
Sin duda este panorama es tan claro como necesitamos
pata mostrar lo peculiar que es la ciencia del hombre, y lo
firme que se debe ser al insistir en una estructura radical-
mente distinta. Desde el siglo XIX, las ciencias exactas exis-
tieron sin necesidad de que el hombre fuera su fin, pero el
hombre de hoy empieza a pagar un alto precio. ¿Cómo insti-
tuiremos una. nueva ciencia unificada alrededor del hombre?
Éste es un problema enorme, y resulta imposible predecir
cómo se resolverá. En primer lugar, con la estructura de
la ciencia deberá hacerse algo similar a lo que Marx hizo
con Hegel; tendrá que ser "puesta de cabeza". Comte creía
que toda ciencia se apoyaba en otra anterior, y utilizaba
todas sus verdades. Pero si la ciencia del hombre no es
reduccionista, debe aplicar sus propias leyes de un orden
superior. J:,as ciencias antiguas no fueron directamente cau-
sales en el reino de los significados humanos, y por ello
521
 decayeron. Contribuyeron con sus conocimientos" a turas más prometedoras del pensamiento humano. Toda
una estructura que deberá ser coronada por algún la tradición de la Ilustración está en juego.
disciplina general superior: ya fuera la sociología o Con la maldición de nuestra paradoja de la Ilustración,
, tropología. Esta ciencia deberá reunir los datos de y con el enorme problema de que la razón tiene pocas
las otras disciplinas, y los usará para formular oportunidades en nuestro mundo irracional y vacilante, he-
ani:ropodicea geneial. La psiquiatría, la mos hecho que se dude de las perspectivas de una ciencia
etc., contribuirán con: sus datos a hacer las geneJralizacioú~ del hombre como antropodicea. Muy bien podríamos repe-
más amplias posibles sobre el problema del maÍ en tir. la queja de Erasmo: "Soy consciente de que esta cos-
fera social. Esto quería significar Comte cuando afirmó tumbre ha sido aceptada desde hace mucho tiempo y dudo
si la sociología enfocara al hombre, las demás ciencias que pueda desarraigarse; sin embargo creo preferible dar
convertirían en "hechos sociológicos" subordinados a> mi consejo en caso de que la situación pueda superar mis
idea suprema de la humanidad (Lévy-Bruhl, 1903, p. esperanzas" (1936, p. 243). Pero hoy día no existe nadie
Finalmente, debemos repetir que este tipo de unión, si, que ofrezca: consejo, o que espere que puedan desarraigarse
realiza, no podrá lograrse pasivamente. La acción no los hábitos de siglos. La Ilustración habla potencialmente
sariamente seguirá a los conceptos, por muy in¡~ertio:sarneJite por boca de todo sociólogo, intentando torpemente darle
que hayan sido elaborados; sólo tenemos que observar valor al hombre. Como Durkheim lo señaló muy bien,
día las disciplinas. Como Comte lo comprendió muy ésta es el alma que vive eJU la conciencia de los sabios, el
una disciplina puede desarrollarse eternamente, alma de una ciencia que desde hace. mucho tiempo se
do una sola línea de investigación, sin lograr nunca, ignora a sí misma.
ciencia del hombre en la sociedad; sólo enterraríamos
hombre (como Diderot_ temía) bajo. una montaña de
Nuestros conocimientos siempre serán limitados;
hombres siempre temerán las energías humanas "'"''"v''•u•·•·
das;· otros nunca se sentirán cómodos con una
evolutiva experimental de la ciencia y la moral; Pero
mos entender esto, porque quizá ya haya indicios en
ambiente: si no instituimos una ciencia unificada que
mueva la libertad y el bienestar humanos, la humami1dacl~
puede sentirse cansada de este peligroso juguete
ciencias sociales. En muchos ·países, y por la misma
zón, muchos se están cansando de las dogmáticas
sociales marxistas. A la postre, el hombre tiende a
contra las fuerzas que lo privan de la libertad y la
dad, como hoy día estamos empezando a rebelarnos con
los abusos legales y sociales de la psiquiau·ia orf.~an1iza1da
contra una sociología orientada al consumo. Por tiP•:PT:u~1:>·.>
la desilusión tiende a condenar toda la estructura
ciencias sociales, y así podría terminar una de las
522 523

EPíLOGO. FUSióN DE LA CIENCIA,
LA FILOSOFf.A Y LA RELIGióN
CuANDo Auguste Comte le ofreció al mundo su ...,<::u~'lon
de la Humanidad y propuso que se adorara a la
dad· considerándola el Gran Ser, la mayoría de los
dores del siglo XIX se alejaron de él, con un escalofrío;
pasar el tiempo, esto pareció un escalofrío profético!
siglo xx nos enseñó que cuando una nación se ·adora a
misma y a su pueblo, puecie imponerse una _tiranía
límite. Sin embargo, desde la atalaya de una
más serena, la visión de Comte no es tan terrible.
nación ha adorado al espíritu del hombre, ni ha
al individuo como fin. Si se hiciera esto, no habría
nías. Lo peor que podría pasar lo vio Dostoievski con
intuición brillante: los adoradores del Gran Ser, del
bre como fin de la creación, se encontrarían ... solos
tristes en un universo vacío.
Comte ofreció su Religión de la Humanidad ""'·•UJua·
mente porque comprendía lo que significaba la
del hombre en su alcance más amplio: si iba a cumplir
papel histórico, debía apoyar la tarea que había
durante la decadencia de la cosmología medieval.
ofrecer lo que la religión hab{a ofrecido, y aún más:
que la religión misma no había podido ofrecer, ya
gradualmente se había ido debilitando. Esto significa que
ciencia del hombre deberá hacer tres cosas que antes
lizó la religión:
Tendrá que explicar el mal en forma creíble, y
una manera de superarlo;
· Tendrá que definir la Verdad, el Bien y la Belleza;
Y tendrá que restablecer la unidad del hombre y de
524
naturaleza, el sentimiento de intimidad con el proceso
cósmico.
ciencia del hombre, tomada en su alcance más amplio,
en gran parte ofrece estas mismas cosas, como vimos antes.
Es una ciencia fáustica, y dentro de las limitaciones de la
vida en la tierra podría proponer hacer grandes cosas. Es
una ciencia kantiana, y también deweyana: está limitada
·por las limitaciones del hombre, y depende de las transac-
ciones activas del hombre con su medio. No se encarga de
toda la tarea de la religión, ya que la antropodicea no es
.una teodicea, sino que se limita a usar los poderes húma-
nos haciendo lo posible para superar el mal evita~le. ~1.
hombre abandonaría la busca de los ideales no realizables
del otro mundo, y aceptaría que sus significados se reali-
zaran en el mundo cotidiano, material. .
Si creíamos que Comte estaba desacreditado, Dewey olvi-
dado y Kant sólo era un penoso episodio en el adiestra-
miento de un filósofo .académico, estábamos equivocados.
Hoy día muchos pensadores ?uscan de nuevo una ciencia
fáustica del hombre. Por eJemplo, Frank P. Chambers
(1961), 1pid'ió lo mismo. c;omo no ~xiste una solución ra-
cional :·'para el problema del mal, m una manera de com-
prender todas las imperfecciones del mundo, Chambers
también pidió que trabajáramos en este problema. Ya que
·no contamos más con la promesa de otro mundo, podemos
tener nuestra revelación ~n éste. Sería una revelación me-
diante los "actos" y no mediante "las palabras", una visión
compartid~ _por el grupo social · c?nsi~erad.o en, conjunto.
Como lo sugirió Comte, la revelaciÓn prohferana a través
de los siglos, manifestándose en las grandes artes simbóli-
cas, y probaría con su lógica la falta de lógica de la his-
toria viviente. . • Esta revelación crearía un mundo y una
manera de vivir, nutriría las épocas y las civilizaciones"
(Chambers, 1961, p. 269).
525
 La belleza, el mal y la revelación
A principios de este siglo, James Mark Baldwin nos
que la Verdad, el Bien y la Belleza deben si¡¡¡nilfic¡Li"
visión de la vida que funcione con las limitaciones
tianas, y que esté centrada en el hombre. Advirtió
Verdad y la Belleza no podían ser cqnceptos
el mundo posdarwiniano. Fue uno de los primeros en
trar que la abstracción humana debe existir en la -.v.uu1acta!
que es básicamente orgánica, y sólo secundariamente
. ceptual. Ello significa que .el Bien, para el animal
esfuerza en la naturaleza, debe ser una satisfacción '"'·~--'·-·
la Verdad debe demostrarse exteriormente, y ~·~··----,_ ...
sujeto actuante que sus pensamientos tienen una •<=•.acJlon
exacta con la realidad material; la Belleza, pues, deb'e
una unión del Bien y de la Verdad (Baldwin, 1915, p: ·
porque sólo así se eleva el Ser orgánico. En otras pallatJra:s.·-
el Bien se relaciona con las necesidades orgánicas; la
dad con las percepciones· orgánicas, y la Belleza
modos. particulares de realizar contactos satisfactorios
el mundo. Lo Real, pues, es todo esto tomado en rmn"''" •·
to: es el mundo como se ve desde el interior de
ducta, y lo único Real que un organismo puede ..u,,uu·pr
Ésta es la en un tiempo célebre teoría del
de Baldwin, que apareció en la famosa Encyclopedia
Religion and Ethics, de Hasting, pero que desapareció
la historia porque no había una visión social para an.ro,~P­
charla. Con el pancalismo, Baldwin trató de declarar
la ciencia del hombre era una estética, y que podía
garse del problema de la religión y ofrecerle al or~;.misll:to
un universo aterrador, en parte construido por él
Así Baldwin ofreció una definición verdaderamente
lar de la Belleza y la Fealdad, definición que aún es
para una ciencia. centrada en el hombre: advirtió
Belleza es libre, y la Feald~d. es contingente, limitada,
sada (1915, p. 287). Cuando el organismo usa sus <'n••rr:r/,<i.•
características. para realizar su fusión estética con el
externo, aparece la Belleza. Ésta, pues, siempre
526
potencial libre, de la unión adecuada de los medios
realizar fines escogidos. Dewey advirtió que la obra
arte es bella porque contiene en sí la perfecta unión de~
medios y los fines. Además, la obra de arte es, por
un producto gratuito, y por ello es bella según
Baldwin advirtió que lo Feo era algo cuya exis-
era resultado causal de otra cosa (como un montón
cenizas, o de basura) algo parcial, limitado, y que de-
de otra cosa, algo terminado. Ahora consideramos
los automóviles, porque sus efectos son contingentes:
nuestras ciudades, matan gente en las carreteras,
de gases nuestros pulmones. Sin embargo, no fueron
para esto, sino para ganar dinero y por el placer
la conducción personal y la conveniencia. Encontramos
las casas cuando se construyen sólo en función de su
uuuu«u, cuando dependen de otra cosa. En resumen, en el
de los organismos y los objetos, la. Belleza se define
la aplicación libre de las energías subjetivas en el
limitado de la materia.
Este tipo de definición conductual de la Belleza y del
también nos apoya para el imperativo ético que ne-
. cesitamos para una ciencia del hombre: sólo debemos des-
arrollar al máximo los propios poderes y la libertad, y
al hombre superar lo limitado, lo contingente,
causado. Por ello, el hombre moderno también es feo
en ,§U alienación, porque no es libre, no es la sede de sus
poderes ejecutivos, responsables. Para una ciencia que debe
aspirar al ideal ético de la libertad, es feo el individuo
que da una respuesta automática y acrítica a las fuerzas que
lo modelan. Tiene un estilo de vida contingente y produ-
cido por la facilitación social irreflexiva de los actos de la
vida.l Para el organismo vivo, el B~ien y la Belleza siempre
1 Podría mencionar aquí, para el investigador interesado en
seguir estas sugerencias, el importante estudio de Spiegel sobre
los conceptos de la belleza en los niños (1950), que trata mu-
chos aspectos que sé refieren a la belleza, a la innovación y a
la libertad personal. Por ejemplo, Spiegel.descubrió que la be-
lleza existe en relación con una conducta esperada; para el
527
deben se! el acto de ejercer los propios poderes;
organismo humano activo~ el Bien y la Belleza
deben ser el· acto de ejercer los propios .poderes
tic os: a saber, la decisión responsable basada en el
más pleno posible de los poderes críticos. Por
las acciones impuestas ·por los reflejos parecerán
cepto, quizás, a los que consideren que tomar
libres y abiertas es una amenaza para su existencia.
encontrar otro tipo de solución en el mundo para
satisfechos. Por consiguiente, el Bien, para ellos,
automático y lo obligatorio. También serán
un objeto estético poco común, porque su significado
particular, integrado en sí mismo e indeterminado.
este tipo de persona es precisamente la que la ciencia
típica trata de educar y de liberar.
Tenemos, pues, una manera de juzgar los grados
Bien y la Belleza. Esta norma de condúcta es éti.crument{
superior en algunos aspectos a las versiones
Bien y la Belleza. Es decir, no es parcialmente una
y algo del otro mundo, sino parcialmente algo de
mundo. Podemos juzgar el Bien si permite que se
llen en este mundo las energías humanas libres, si
al hombre del automatismo, si disminuye la coacción
hombre sobre el hombre. Es un Bien que se basa y se
por ·el desarrollo del· potencial humano. Apoya una
niño, que aún no ha aprendido a usar bien las categorías
tractas, la belleza tiende a establecer una referencia
obviamente total, tiende· a ser "moralmente real" en el
propuesto por Piaget (1932). Como la belleza reside .en
aptit~d física para responder de .acuerdo con la propia
nenaa, podemos. comprender mejor por qué l!t:.ut:JmJJrnenr"
perSOna "mal adaptada" en Una SOciedad particUlar,. Ut:>iili:UJJa·.
nuevas formas de belleza. Debe crear un objeto estético
propio criterio, criterio· que no es común en los modos de
tracción usuales. Podría decirse que el innovador crea un
arte, porque puede formular de nuevo. la experiencia con
minimo de percepciones sensoriales fijadas por la
. establecidas en un molde prefabricado. No ha aprendido a
tuar" bellamente, como todo el mundo.
528
de la espontaneidad y del amor, como la que expresó
No sólo Baldwin tenía este punto de vista: formó parte
toda una corriente del pensamiento organicista que
de la fusión del naturalismo y del idealismo a fina-
siglo XIX. Dewey expresó una idea similar, así como
y ofreció una ontología básica para la ciencia
hombre. El concepto de Whitehead· de lo "real" fue el
que el de Baldwi~ y el de Dewey: se basaba firtn_e-
en la capacidad característica de cada tipo de 8rga-
en un mundo neutral. Por ello sostuvo que '1a per-
de la realidad es la percepción de la eficacia",
bellamente transaccional del problema de la
(1958, p. 167). En este tipo de situación vital
el esfuerzo orgánico debe ser una estética,
proceso en el que. el organismo trate de reunir más
más el mundo externo para que pueda haber mayor
. El organismo puede ser consciente de su pre-
sólo en función de la realidad que utiliza. Por ello,
más realidad, mayor será la percepción que tenga
organismo de sí mismo. Por consiguiente, los esfuerzos
organismo se dedican a poseer la mayor can ti dad de
externos, y por consiguiente crean una "realidad"
en el interior y en el exterior de sí mismo. En este
de estética (para usar las palabras de Whitehead),
realidad' es en esencia 'integración'. El poder es la
de integrar. . . La realidad esencial consigue
unidad del poder. La esencia del poder es el impulso
por conseguir un valor estétiCo gratuito" (1958, p. 163). En
otras palabras, el organismo "integra" lo real o la realidad
los poderes que ejerce sobre los datos de los sentidos.
diría que el organismo se mantiene activo al con-
Uila situación problemática en un todo organizado o
en una unidad estética. '
¿Qué tipo de universo ofrece esta filosofía a la ciencia
del hombre? Un universo en que todo el bien es la impo-
de las formas del orden; lo que es otra manera de
que el mundo de los organismos logra significado a
529
medida que se utiliza y se controla. La ·grandeza·
del mundo, pues, surge de un lento proceso de
ción. Whitehead consideró esto como un proceso
solemne en que son utilizados todos los matices de
tencia, aunque nunca se pierden (véase Levi, 1959,
En materia de teoría estética, esto significa que el
concreto está ordenado en conjuntos significativos,
que conservan las peculiaridades de sus partes. Éste
gTan triunfo contraficticio del objeto estético:
una red de fines humanos unificadores en un mundo
ralista pero neutral. El mundo queda enriquecido
objeto estético unificador, pero el objeto nunca es
o determinado completamente. Conserva su
riqueza naturales, y su libertad esencial. El objeto
es el más elevado, porque al mismo tiempo añade
ción y libertad al mundo. Así supera la desunión y el
terminismo. · ;rnnnrt<>
Cuando abordamos el problema del mal en la ~~'"''""•
orgánica, parece que no existe posibilidad de fundir .
filosofía con la ciencia del hombre. Para Whitehead, el
está implícito en la misma naturaleza de la realidad;
la ciencia del hombre, el mal debe someterse al con
humano. Por ello, para Whitehead, las dos grandes
del mal son que "las cosas caducan" y que "las
se excluyen". En el mundo, los objetos solos, y su
nización singular, permiten el surgimiento de nuestros
deres, y de la creación de los significados humanos.
consiguiente, cuando caducan, el hombre sufre su
debilitamiento. Además, la creación de objetos y de
ficados continuamente se realiza en una corriente del
po que avanza en una .sola dirección; ello significa .
elegir algo es perder cualquier otra posibilidad;
que la acción que se elige es un acto irrevocable. Por
la' Angustia que invadió a Fausto cuando ocupó la
de la colina de Filemón y Baucis es la calamidad
ral de la condición humana.
Pero no hay divergencia entre
la ciencia del hombre, ni en el
530
las condiciones de la existencia. Hast~ cierto .punto, el
puede someterse al dominio humano. El hombre puede
el peso que le impone la exclusión de las alterna-
Lo hace eliminando en el mayor g1·ado posible el
y el determinismo de las alternativas. El hombre
la carga de los sucesos naturales del mundo ex-
y de sus leyes y del azar, al mundo interno de sus
ae1:I~JLUI.u::::~ y sus actos. Las decisiones deben someterse al
gobierno humano. Esto significa que el hombre debe
eslfor·zrurse en el mayor grado posible por dominar conscien-
y críticamente sus actos, tal como lo propuso Spinoza.
equivale a afirmar que el hombre promueve el Bien
fomentar la capacidad orgánica de utilizar libremente
energías creadoras singulares.
En cuanto al mal de las cosas que decaen, el hombre
puede esforzarse por crear más objetos estéticos de
duradera, y dejar un registro histórico de los
fines humanos entretejidos casi indeleblemente en el mun-
do de la naturaleza. Un templo griego que se destaca contra
cielo, o la inscripción de los espartanos en las Termópi-
es una característica victoria humana sobre el mal. Un
'""'n{r;tn ha sido entretejido en el mundo por el único ani-
mal de la naturaleza que puede superar el mal de las cosas
que caducan. Damos adecuadamente como feclm de Ja apa-
rición de lo distintivamente humano en la tierra los pri-
meros indicios de las ceremoniaS fúnebres para los muertos.
Entonces, un animal semejante al mono por primera vez
se sintió preocupado por la decadencia de las cosas, y pudo
hacer algo caraéterístico: creó un objeto-suceso artístico,
ritual, para un objeto natural que había desaparecido. Con-
creción y libertad se introdujeron intencionalmente en la
naturaleza. ·
Aquí terminamos nuestro breve bosquejo de cómo la
ciencia del hombre puede mezclarse con la filosofía en los
problemas del Bien, la Belleza y el Mal. En cuanto al pro-
blema restante, que heredamos desde la cosmología medie-
val (la revelación), no debe sorprendernos que haya una
gran convergencia entre el pensamiento tradicional y las
531
 tareas de la nueva ciencia. El brillante pensadór
ler nos señaló el camino, al mostrarnós cómo
descubrimientos de la psicología social estaban
con el pensamiento de Ban Agustín. Por
observado que el amor liberador tiene su raíz en
y en la flexibilidad del carácter; y que, a la
amor fetichista o limitado se origina en la
la debilidad. Los individuos fuertes pueden
libremente con más objetos, y cada vez más lo
sus pro.pios términos; los débiles deben tratar
coerción, como han aprendido rígida y
para que el objeto reaccione de manera limitada;
En el pensamiento de San Agustín, la función del
era, precisamente, desarrollar cada vez más el
Jos objetos para nuestro beneficio y atención, y
desarrollo. El amor es una salida para el objeto, una
tura para descubrir lo nuevo y lo inesperado. El amor
fundiza y amplía nuestra esfera de la percepción y
intereses; por ello aumenta nuestra imagen del
Esto nos pone en armonía con los aspectos del objeto
son singulares, particulares, y que no encajan en
pauta de percepción esperada. San Agustín advirtió
amor era esto, y algo más. No sólo era un camino
cido y subjetivo para llegar al mundo, un camino que
humanos usan para descubrirlo, o uh sustituto de los
tintos animales, como hoy día creemos. San Agustín·
que el amor estaba íntimamente vinculado con la
ción: advirtió que las cosas no adquieren su plena
tencia y valor salvo al ser reveladas en la naturaleza;
presó el bello pensamiento de que las plantas tienen
tendencia a "ser vistas" por el hombre (Scheler, sin
pp. 174-181).
Podemos comprender, pues, que una ciencia del
como antropodicea también soporta una parte del peso
la revelación. Cuanto más eduquemos individuos libres,
fiados y conscientes, tanto más el mundo de los objetos,
su plenitud y singularidad, le será revelado al
Hasta cierto grado podemos someter "la revelación"
532
humano si creamos un tipo de ciudadanos más
Consideramos malo todo lo que se opone a la per-
humana, ya que reduce al hombre a un nivel de-
Illl·'"'""''' casi instintivo, y al mismo tiempo lo priva de la
potencial del mundo. En otras palabras, aspiramos
norma ética que fomente la revelación natural como
contra el mal natural. Ni en la Edad Media ni en la
podía haberse previsto que el hombre algún
teóricamente uniría una ontología de la revelación na-
con una confianza en la razón.
es el remedio que Goetbe y Herder anhelaron tan
u«au•"lll""'L" para superar la ruptura entre la poesía y la
Podemos advertir por qué esta ruptura ha conti-
tanto tiempo, y por qué sigue existiendo. No hay
ciencia del hombre que se encargue de contribuir a
un nuevo mundo. Necesitamos una ciencia que nos
a "vivir los sueños" mejor que como fueron vividos
la Edad Media, o en la sociedad "primitiva", una cien-
que procure desarrollar las condiciones para fomentar
vida. Sin esta ciencia, el hombre que ha visto cómo su
se empobrece cada vez más, se vuelve más irracio-
y más violento. Ésta es la lección de la primera mitad
siglo xx; si es que hay alguna.
. Además, sin una ciencia del hombre en la sociedad, de-
dicada a crear una nueva comunidad moral de hombres
libres, nuestros más brillantes pensadores han tenido que
esforzarse por explicar la gran degradación de la condición
humana moderna. No es extraño que haya habido una
ola dé pesimismo religioso en la década de 1930 con Bartb
y Niebuhr, las nuevas voces proféticas de la caída del
hombre. No habíamos podido iniciar la creación de una
sociedad moral. Los intentos de hacer esto terminaron des-
pués de la primera Guerra Mundial: el Evangelio Social
del gran Walter Rauschenbusch, y el Nuevo Orden So-
cial de Harry F. Ward. No es extraño que hayamos adop-
tado un concepto pesimista del hombre: no habíamos po-
dido ofrecerle una oportunidad en un nuevo orden social
igualitario, y éste fue el verdadero fracaso de la década de
533
 1930, comO lo ·comprendió muy bien
Ward (ej. 1919; 1940).
Como la história nos ha enseñado, una teoría
arrolla cuando se le impide actuar al hombre. Si
lución Rusa no hubiera estallado, sin duda Lenin
dedicado el resto de sus días a glosar los manuscritos
lianas. Esto explica, por lo menos en parte, las uis,cusxon
entré los teólogos: los religiosos absolutistas, realistas;
turalistas y pragmáticos; el destino del hombre y él
dadero camino de su salvación tiene que realizarse
cabeza de un alfiler, ya que éstos no son un n"'"'"N-
las energias creadoras humanas. Si el hombre hubiera
do iniciar un nuevo orden social, gran parte del calor
estas discusiones habría desaparecido. Tendríamos una
pecie de laboratorió teológico empírico, por llamarlo
Entonces podríamos advertir si Kierkegaard tenía
contribuyéramos a liberar a los hombres, ¿lograrían
naturalmente una relación personal con Dios?
rían los hombres en una comunidad libre de
iguales, una alianza con el proceso cósmico, ~"•u..u<laJut:J[lte'
porque ellos no tendrían a donde volver sus ojos,
nificados limitados y triyiales que estorbarían sus estueJ:zml','
por alcanzar una experiencia rica, y el apoyo más ..."."'1u •. ,
y esencial? Hocking declaró que esto harían los homb1res
(1912, p. 489), y también lo afirmó Scl1eler (1921, pp.
269), y Simmel en su Sociology of Religion. Si esto
diera, como dijimos, se aplacarían muchas de las más en,- .
conadas· discusiones entre teístas religiosos y naturalistas. ·
Podríamos llamar a esto un verdadero laboratorio social
para la decantación del espíritu humano, pero sería un
tipo peculiar de laboratorio para la imagen tradicional
de la ciencia: sería el laboratorio de una comunidad de·
hombres libres, que tratarían de ,expresar lo desconocido y
lo impredecible. Toda la corriente del pensamiento posme~
dieval ha buscado esta idea, desde que Leibniz nr'"'''•"
estable~er academias científicas y religiosas que ag¡rur>ar:ans s
a los pensadores para descubrir la verdad más
Éste fue el intento de unir a San Agustín con la
534
a una revelación natural instrumentjida por el
Sería también una manera de realizar la gran vi·
de Spinoza:· la razón que trabaja confiada y continua-
en el misterio cósmico trascendente. Esto no parece
hoy día, pero la Religión de la Humanidad de
se encontraba en esta misma tradición, igual que
y su "nueva síntesis religiosa". A fines del si-
XIX, muchos pensadores advirtieron que la tarea del
era contribuir a realizar el ideal en la naturaleza, y
esto sólo podría lograrse volviendo realidad la visión
la temprana ilustración sobre la Religión de la Ciencia,
·sea conseguir la unidad natural de la ciencia moderna y
de los valores religiosos (cf. Burtt, 1951). A esto aspiraba
osiah Royce con su filosofía de la Gran Comunidad, y
era lo que deseaban Rauschenbusch y Harry Ward, y Max
Scheler con la unión del cristianismo místico y el socia-
lismo secular; William P. Montague afirmó esto en su
Promethean Religion (1930); éste fue el programa de la
ciencia fáustica, como lo hemos llamado; y ¿qué puede
decirse de los pensadores rusos como Soloviev? Por último,
pero no menos importante, John Dewey en su Common
Faith (1934) definió a Dios como la relación activa entre
el ideal y lo real.
En cierto sentido, Dewey fue uno de los últimos grandes
personajes de la ilustración, y expresó adecuadamen,t,e l~s
1
siglos de anhelos y tropiezos que ha tenido el hombre. por
no poseerse a: sí mismo ni al mundo. Consideró a Dios
como la posibilidad idealizadora de la vida, que exige las
mejores energías naturales, y por medio de la cual el yo
y el mundo obtienen su máximo significado. La religiosi-
dad quintaesenciada aparece cuando el hombre considera
el ideal una exhortación a realizar sus esfuerzos más ele-
vados: la visión de lo posible que será realizada por los
hombres más inteligentes de la comunidad humana. Esto
sólo justifica el esfuerzo humano en la naturaleza y en la
historia: une la potencialidad divina por lo menos hasta
cierto punto con las finalidades humanas.
Parece adecuado terminar nuestra visión de la ciencia
535
del hombre recordando que· el mandato de
la sociología norteamericana es el de toda la ~··•u,d<:Jnn
permitiendo que el fundador de la sociología -.,--w.-..._,.,
niultifacético Albion Small, nos ofrezca una
sincera y clara del problema de lo científico y lo
en la comunidad humana:
• . . Cuanto más ciencia tengamos [afirmó Small] ·
miedo y tentación sentiremos ante el misterio qué
pera nuestro conocimiento, y más anhelarán
deseos insatisfechos una mejor interpretación. Ésta es
esencia de la religión. Es la inversión de nuestros
res, y de la mejor labor que podamos realizar, para
verlos productivos. No tenemos otro campo para
trabajo que la relación con nuestros semejantes.
este punto de vista, las ciencias sociales llevadas á
etapa creadora, son la única realidad concebible en
la religión puede ser vital (1910, pp. 275-276).
. deseo referirme brevemente a algunos de los principales
APÉNDICE
ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE
EL MÉTODO Y LA FILOSOFíA .
DE LA CIENCIA DEL HOMBRE
COMO ANTROPODICEA
DuRKHEIM comprendió algo que hoy día vemos claramente
en la ciencia del hombre: el método de una ciencia no
puede establecerse antes de que ésta empiece a tomar for-
ma: el método es producto de la forma de la ciencia (1960,
p. 14). Si la ciencia del hombre sólo se basara en una
teoría unificada de la álienación, ¿qué tipo de método se
usaría? ¿Qué relación tendría este método con los concep-
tos tradicionales del método científico? En este apéndice
ámbitos de diferencia entre esta: ciencia y las más tradicio-
nales.

El problema del "Es" y el "Debe Ser"

Si la ciencia del hombre es de tipo ideal, el problema del

"es" y del "debe ser" se resuelve automáticamente; observé
esto en un capítulo anterior, pero como existe tanta dis-
cusión sobre este punto, parece conveniente tratarlo aquí
en una sección especial. Una ciencia de tipo ideal fun-
ciona dentro de una dualidad creadora, es una lucha entre
la manera como sctn las cosas y como deben ser. Los que
han hecho la cómoda separación lingüística de los "hechos"
y "valores", .del "es" y del "debe ser", han pasado por alto
completamente la esencia de las ciencias humanas. En un
terreno estrictamente lógico afirman que no puede dedu-
cirse un "debe ser" de un "es" (cf. Gillispie, 1959, p. 282).
536 537
 S~ afirma que cuando se pasa del "es" al "debe
PI~rde el "es". Espero haber ofrecido bastantes •~;;ouumn
históricos de que esto es exactamente lo que la
?ombre debiera intentar hacer: trabajar én un
Ideal típico del hombre. El "debe ser" forma. parte
mo:al guiadora de una ·ciencia cuyo mismo espíritu y
nalidad es moral. Sin esto no puede haber una ciencia
hombre. Sólo estudiamos a la naturaleza para usarla
guí~ hacia nuestra felicidad. Desde luego, no podemos
ducxr lógicamente" los valores de los hechos, pero
qué separar la lógica de la vida? Como Dewey nos
concluyentemente: el hombre no es una máquina pt:.nsaLDtl~-­
s~parada del cuerpo. La ciencia no tiene sin
VIda, como el "es" no tiene sentido sin el "debe ser" ·
1~ cien~a del hombre como antropodicea, después de
discermmos el mal que causa la infelicidad humana,
mas ~n imperativo para actuar (véase también la
ampha e inteligente de esta visión de Lewis M
1951).
El problema de la fragmentación disciplinaria
D~sde la prolifer;ción de las disciplinas científicas en .1~
P_::xmera parte del siglo XIX, se inició la creciente separa:
CI·ó~ d~ los hechos y los valores. Esto fue lógico porque las
disc1plmas mismas agravaban la separación artificial. Éstas
declararon ruidosamente que no podían hacer juicios de
Valor basándose en sus conocimientos, que su investigación
e:a neutral. En cierto sentido, ·tenían razón. Como las dis-
Ciplinas arbitrariamente dividen el tema humano, y limitan
su atención sólo a un fragmento estrecho, les es imposible·
hacer algún juicio de valor basándose en una parte. No
podemos dictaminar sobre todo el hombre - sólo con· el co-'
n . .
ocxmtento, por ejemplo, de los grupos emparentados· en:
Amami Oshima o la conciencia de clases en un suburbio
de Detroit. Es de esperar que las ciencias físicas sean •
bres de valores, ya que no pueden hacer dictámenes sobre.
el hombre social en su mundo cotidiano basándose en
538
de las estrellas. A los físicos, mezclar hechos
valores les parece igual que incluir de nuevo a la astro-
entre las ciencias. Pero el problema de los valores se
vuelve ineludible tan pronto como una ciencia social supe-
rior comienza a trazar el perfil de la infelicidad humana
basándose en una teoría general de la alienación en la
sociedad y en la historia. Después de que abarcamos todo
el campo de la conducta humana, ya no es posible aceptar
que, puesto que las disciplinas separan los- hechos de los
valores, entonces la ciencia no debe ocuparse de los valores.
Las disciplinas sólo pueden hablar por sí mismas: pueden
afirmar que les es imposible dictaminar sobre los valores,
pero no tienen derecho a hablar en nombre de toda la
ciencia.
En la Systematic Sociology [Sociolog{a sistemática] de
Van Weise y Becker aparece una famosa frase que la ma-
yoría de los sociólogos han adoptado; suena como una nota
triunfal: "¡Adiós, juicios de valorl" (1932, p. 8). Debemos
comprender que cuando convertimos la sociología, como
lo hicieron Von Weise y Becker, en una mera disciplina
formal, lo adecuado es eludir los valores. Tenían razón
cuando negaron que podían arrojar luz sobre "la natura-
leza humana" (p. 2) -ya que habían decic:lido no hacerlo, al
limitar su estudio de la naturaleza humana a un campo
muy pequeño. No pudieron comprender que precisamente
este enfoque restringido garantizaba la neutralidad de los
valores, porque limitaba el campo pertinente al aspecto
humano. Sin una visión amplia del hombre, era un engaño
predicar valores. Ellos eran sensibles al engaño, como cien·
tíficos verdaderamente conscientes, pero habían perdido la
necesidad de tener una visión. Esto también les sucedió a
los investigadores de todas las disciplinas: en la economía,
en las ciencias políticas, etc. Se sentían incompetentes para
"juzgar" al hombre; y basándose en su panorama limitado
del hombre, esta actitud era correcta.
En suma, las disciplinas sencillamente no pueden enfocar
el problema de los valores, porque sólo cuando se tieñe
una visión de conjunto del hombre en su campo completo
539
 de las relaciones sociales, los .juicios de valor son
y .exactos. ·Ésta es la lección de la Ilustración
teoría unificada de la alienación.
El problema del "método científico"
Esto también aclara el problema del método. Tan
como una· disciplina decide cuál es su método, declara
una ciencia basándose en éste, y al mismo tiempo pide
separación de los valores. Todo el proceso es
se refuerza a sí mismo: método = estatura científica = De nuevo nos enfrentamos a la idea de que en la ciencia
tralidad de valores. Muchas disciplinas, incapaces de
el método hipotético-deductivo, buscan nuevas u<=LllJL•uones
de la ciencia. Por ejemplo, la antropología afirma que
ciencia es descripción", y que mientras se describan:
mente los hechos observados del mundo externo, se
una ciencia válida. Esto es verdadero: en .primer
toda ciencia es descripción y sólo puede describir lás
tantes de la naturaleza. Pero la cuestión es que la
cripción se realiza en condiciones diferentes: puede
descuidada, esporádica, accidental, fragmentaria, acumulada
muy lentamente, o lo •opuesto. La mejor descripción· se'.
realiza con el método experimental hipotético-deductivo,
porque es el más cuidadoso, continuo, controlado, integra~
do, y se acumula muy rápida y totalmente, porque la na tu,
raleza se somete a una investigación directa. Por ello ·hemos
adquirido el hábito de considerar el método experimental' .
co~o la ciencia "verdadera", aunque· en realidad es sólo;
la "mejor" ciencia descriptiva.
En segundo lugar, como hemos visto, la visión de lá:
ciencia que tenía la Ilustración era la descripción COn .Uil
fin: liberar al hombre.. Cuando los científicos del siglo xrx
olvidaron esta visión, modificaron su definición de la cien-
ciá. Esto se resume en el cambio que se produjo con la .
temprana visión Wissenschaft de la ciencia como problema·
moral y social íntegro. Gradualmente, a medida que las
disciplinas buscaron la respetabilidad científica si~:uic~nél()
540
modelo de las ciencias físicas, prefirieron una visión más
limitada de la ciencia; se preocuparon por el método y la
precisión, ya no por la unidad y el alcance sistemáticos,
como lo había hecho la Wissenschaft ideal.. Entonces sólo
llegó a considerarse ciencia el campo limitado que los ale-
manes llamaban Wissenschaft exacta. El resultado fue que
cuando logró hacerse una descripción más exacta, ya nadie
sabía para qué servía la descripción. Gumplowicz, Wardy
Small se encontraban entre los últimos que sabían que una
ciencia generalizadora debía reunir todas las descripciones
de las otras disciplinas para que la ciencia tuviera sentido.
del hombre el tema no puede dividirse en compartimien-
tos. ÉSta es otra crítica al positivismo. El estrecho programa
positivista que procuraba analizar fragmentos separados y
diferentes de información sin relacionarlos con el todo a
que pertenecían, debía fracasar en la ciencia del hombre.
Esto es plausible en la física, pero encuentra dificultades
en la biología (RitChie, 1958, p. 186). En las ciencias hu-
manas, el hombre debe ser considerado todo el tiempo
·. en un contexto social-cultural-histórico total, precisamente
porque éste forma su "yo" o su naturaleza, como se descu-
brió en el siglo xrx. Es verdad, la ciencia siempre ha obe-
decido al principio de separar arbitrariamente un campo
d-eterminado para realizar un estudio intenso, y desvincu-
lar la investigación de sus relaciones con un campo con-
textual mayor. Pero en la ciencia del hombre esto ha cau-
sado graves peligros, porque precisamente el amplio campÓ
de las relaciones caracteriza todos los actos humanos. En
todas las ciencias, las relaciones entre los datos son objeto
tan importante para la ciencia como los datos mismos. De
hecho, las relaciones definen los datos. Whitehead señaló
e~te mismo problema, que es crítico para la ciencia del
hombre. Cuando aislamos un sistema interno de un sistema
externo que ignoramos, podemos no comprender los cam·
bips en el sistema interno que dependen de los cambios
d~l sistema externo (1958, p. 192). En la terminología de
la ciencia del hombre, podemos decir, por ejemplo, qu~ la
541
 identidad está integrada por la actuación social
el mundo, y hablar de la estima propia en ausencia
objetos que la integran significa nó comprender estos
bios. Por ello no puede haber realmente una teoría
conducta "individual", una teoría de la
el sentido científico estricto en que la psicología la ha
cado. Sólo puede haber una teoría d~l hombre en la
dad. Esto debe comprenderse muy bien.
La estrecha falacia positivista siempre ha co:nsisti<do. éíí
que, hasta cierto punto, puede conocerse el objeto en·
mismo, que existe como algo en la naturaleza, y que.
ser. aislado y definido. Pero esto es una especie de c~t:tu:T""
Iismo en. una época en que la ciencia no se ocupa de
cosas, sino de las relaciones espacio-temporales. Además,
gramos conocer una cosa sólo en función de sus , cJ.ii<;.toiJtes;
y no en sí misma. Por ejemplo, un hidrante de ut,~<=11WOS
no puede ser realmente "comprendido" por su forma o·
color rojo, y aun menos si lo dividimos en sus · prensión contextua!. Por ello la terminología llevada al
tes metálicos. Sólo puede comprenderse en función de
relaciones con varias esperanzas, temores y actividades
manas encarnadas en cosas como edificios, cañerías de
y los impermeables de los hombres que viajan en
vehículos rojos. Cuanto más amplio sea el contexto
meditación, mejor conoceremos una cosa. Atomizar al
do es perder la posibilidad de comprenderlo realmente.
realidad podemos advertir que una gran precisión no
tribuye a la comprensión, y hasta la oscurece. En o
palabras, hay una diferencia entre la "precisión
tiva" y la "precisión máxima": el grado de precisión
necesitamos depende de la intención del que actúa.
tinuaremos con el ejemplo del hidrante: para el nr,nnnoit.
de alguien que sólo camina por la calle, para
hidrante bastaría afirmar que es "un objeto inmóvil,
Para un planeador de ciudades, interesado en un
bueno y barato, la marca de fábrica seria ímnnrt~mtP.
un gerente de producción de una fábrica interesatdo,.;:¡
~ copiarlo, podría ser importante el contenido de
lado, etc. En realidad, la precisión opaca la
542
dejamos atrás ei punto en. que se establece el contexto ópti·
mo para la acción. Por ejemplo, si el transeúnte insistiera
en la marca. de fábrica del hidrante sólo para evitar tro·
pezar con éste, inútilmente aumentaría la precisión de su
mt~ndo, y oscurecería la comprensión contextua!, relativa,
del objeto. .
En la investigación científica, podemos advertir que más
allá de un punto dado de claridad, nada valioso puede
obtenerse por las meras definiciones, a menos que se insista
en realizar una investigación experimental. Entonces. la
claridad de la definición puede compararse con las circuns-
tancias que han cambiado experimentalmente. Creo que en
las ciencias sociales, ya que no insistimos en la investiga-
ción_ ~xperi~ental, tendemos a buscar la precisión por la
preciSIÓn misma, y esto no necesariamente nos ofrece un
conocimiento valioso. En la ciencia, la terminología nos
ofrece claridad, pero el sentido común nos brinda la com-
máximo oscurece la comprensión. Necesitamos cierta ter-
minología para lograr un conocimiento· preciso; pero .los
partidarios del sentido común tienen razón al subrayar la
importancia del contexto para conseguir una verdadera
comprensión. (Sobre este tema, véase Pasch, 1958, pp. 207-
209.)
Si la ciencia tiene algún significado, éste se refiere a una
amplia comprensión, y no estrechamente a ."los tipos de
enfoque" del tema. Hoy día, por fortuna, ya no tenemos
que combatir el criterio panreduccionista irreflexivo que
obviamente resulta pueril para cualquier investigador serio ..
Empezamos a advertir que la ciencia se relaciona con una
estructura en proceso de creación, y que esta estructura se
destruye cuando sólo se analizan sus componentes (Cassirer,
196lb, pp. 171-172). La estructura de las relaciones huma-
nas en la sociedad y en la historia desafía todo "truco"
científico. Como lo expresó muy bien Hugh Miller: "l..a
ciencia es la creadora de las técnicas, y no su criatura"
(1949, p. 578). Sólo es cuestión de tiempo para que la joven
generación se ponga a trabajar tranquilamente con nuevos
543
 enfoques y empiece a advertir que los viejos mc1aetos
cautivaron a sus mayores son estériles. y uuu•o•uu~;
nes eliminarán a la ciencia considerada una
Quizás a'Ún algún día las diferentes ciencias se
narán. de acuerdo con lo que estudian. Quiero
. alguien que estudia la conducta de las palomas no
llamarse psicólogo, ya que las palomas no tienen
yo o identidad. En vez de este engañ<¡~ casi ¡,wt:w.eUJtté
este tipo de "psicólogo" podrá llamarse francamente
lago, y podrá descubrir cosas importantes para el
de la conducta. humana, como lo hacen actualmente
toda honradez los etólogos. Esto les aclararía
atmósfera · a los estudiantes futuros, y produciría
desilusión en nuestras universidades, donde los est:uo~a:tlt
interesados en el hombre se inscriben en algunos
y después descubren que han sido condenados a · Con un domimo pleno de los obJetos de su
las ratas:"Desde luego, esta nueva honradez sólo podría
mentarse si perdiera influencia el fetiche del método:.
ciencias podrían ·tener más tranquilidad, y ser menos •
dentes en SUS pretensiones de Ser "verdaderas", nn1r011'P .e
guen ·el método correcto, etcétera.
El problema de la relatividad de los valores
Finalmente, ¿qué puede decirnos la ciencia del
como antropodicea sobre el destacado problema de la
latividad de los valores? Esto preocupó a Diderot,
vimos, y aún nos preocupa: ¿No existe una norma
en algún lugar? ¿Todo es relativo al tiempo, al
observador, a las costumbres y a los hábitos? La ~~•o.-a....•uu,
nos enseñó _que lo mejor era llegar a un acuerdo sobre
problema. Empezó a tratar de interpretar a la
,con la esperanza de descubrir una base natural
para la acción moral. Pero, después de Hume, se
que el hombre no podía descubrir valores en la
leza; lo más que podía hacer era buscar claves para
su acción. En otras palabras, el hombre para crear
544
toma, a la naturaleza como guía; . Hay un terreno
las constantes naturales del mundo externo; pero
hay un campo de azar y riesgo: la decisión ~u­
de actuar basándose sólo en un panorama paroal
mundo.
•Los P"•=a.~v• de la llustración a partir de Helvétius
la lección de este problema, y pidieron que se
un enfoque francamente experimental a los valo-
En la época moderna Dewey, ese t~dío hombr~ de la
llu:strac10n, puso todo al día. Dewey afirmó: experrmen~e­
con los valores para poder tener valores más confia-
así como las ciencias físicas han logrado tener un
más confiable mediante la experimentación. Por
definió los valores humanos como ,algo qúe podía lo-
y no que se tenía . .¿Cómo conseguirla . el hombre
Cuanto más relaciones descubriera con los objetos,
sabr{a de éstos; cuanto más supiera de éstos, ten-
más significados y validez; cuanto más los poseyera
tendría más control de un mundo más rico
citado por Konvitz y Kennedy, 196?• pp; 208-211).
Hasta ·donde sabemos, los animales peroben el mundo
bien en función de sentimientos fugaces, percepciones
los sentidos, cualidades que se desarrollan en el aisla-
En el nivel humano, el hombre comienza a esta-
amplias relaciones con los óbjetos de la experiencia
usando los conceptos imaginativos y la experimentación
No podemos decir que el animal no tenga valo:es,
sino sólo el hombre. Los animales poseen algunas cuallda-
sdes inmediatas de los objetos: en este sentido podemos
afirmar que tienen valores. Pero Dewey deseaba distinguir
entre los valores que se tienen y los que se logran, para
atacar el antiguo concepto de los valores absolutos, pre-
existentes. Pero aún consideraba que los valores humanos.
son únicos en el mundo, así como el hombre es único en
·el reino animal. Pero no colocaba los valores sobre la
.visión ylos esfuerzos humanos. Para Dewey, el surgimiento
de la ciencia experimental moderna significaba que el hom-
545
 bre debía descubrir el mundo y dominarlo, y
concluir que la lección . de la ciencia
autoritaria se aplicara a todos los campos: si el
to no experimental carecía de autoridad, sólo
campo para buscar valores seguros, valores que ~"'u.u;u(a
a medida que. el hombre aprendía a ampliar las
entre los objetos. Esto significa que los valores
a medida que aumenta el poder de acción y
del hombre. Esto se logra a :medida. que los
poseídos en toda su plenitud, y no cuando se
accidental y. ciegamente como sensaciones y placeres
jeros. En otras palabras, los valores deben reflejar
hombre posee al mundo. El criterio de Dewey
el pleno florecimiento .del hincapié de la I1ustr<tcié1n
día en manipular con un fin todos los campos de la
rienda, por lo cual "todo· se eneuentra dentro del
de la· visión y de ·las finalidades humanas";
¿Qué importancia. tiene el pragmatismo de los.
para la ciencia del hombre? Sencillamente, nos qJI;JUll(e
profundizar en el antiguo problema de la . """·uvu~>m
los valores en.la esfera de la. cultura; Cuando los
logos terminaron de investigar las variantes ·de las cmanní:
bres y de las instituciones en todo el mundo, tuvimos
prueba asombrosa de la plasticidad de la conducta y
las creencias humanas. Parecía que las sociedades
ofrecer el sentimiento humano de valor. de si mismo
los tipos más diferentes de conductas: desde el --··"'"··-'!-~
hasta las can-eras de autos velocísimos. Esto nos. llevó:;
concluir que, como el hombre obtenía las posibilidades ·
acción a parúr de una vasta gama de costumbres y .-.~·r.,,.(.,<
muy satisfecho actuando así, no había una norma
ordenada con la que se pudiera juzgar. Los valores
cían irremediablemente relativos a la sociedad en que
practicaban. · .
Ahora bien, algunos antropólogos no se sentían .
chos con la idea de una relatividad total: parecía u ..,,,n1nr•
la posibilidad de descubrir constantes científiéas en
pudiera basarse algún ·tipo ·de. acción moral. Era ·la
546
de la ilustración, a· Ja manera moderna. Robert
~c:,u.-...~· creyó que el canibalismo era una institución iu-
llllUCU-'"'• y que podía demostrarse que era una aben-ación
de la naturaleza humana. Clyde Kluckhohn,
1 ~~;u-'"''"''-'v esta línea de pensamiento, creyó que los valores
podían ser totalmente relativos, sino que debían apo-
en constantes responsables de la condición humana
.pt:·l,;UJ.1<11• Redfield y Kluckhohn de nuevo cometieron el
de la temprana ilustración, de buscar lo normal
lÓ razonable, en lo deseable. y en lo aparentemente uní-
Por ejemplo, cuando predominaba el punto de vista
'nc~wltODliaiiO, era inmensamente popular estudiar las socie-
dades orientales recién descubiertas, para tratar de descu-
brir leyes e instituciones iguales a las de Occidente (Ran-
dall, 1940, p. 277). Si las. leyes científicas fueran generales
uniformes (así pensaban ellos) lo que era legítimo y na-
;tural .en los asuntos humanos seria también universal, y se
encontraría bajo las diferencias aparentes. El antropólogo
moderno continúa esta misma estéril bl)sca histórica cuan-
.do considera las antiguas instituciones humanas como guías
.para superar la extrema relatividad de los· valores.
Pero· Kluckhohn no sólo se interesó por las costumbres
o las instituciones que podían cambiar con el tiempo; in-
tentó investigar más profundamente los hechos de la bio-
logía humana y sus aspectos gregarios. Deseaba descubrir
"ciertos puntos de referencia invariables" para comparar
las culturas (Kluckhohn, 1962, p. 294). Esto le daría un
"absolutismo moderado de los valores" para remplazar el
relativismo extremo. Como Redfield,. Kluckhohn descubrió
algunas formas de valores que el hombre parecía compartir
en todas las culturas; y aunque estos valores universales
también parecían ser "un lugar común", él creía que eran
una base para el acuerdo humano sobre lo deseable para
fomentar, la vida.
Por desgracia, el consenso humano no se logra con tanta
facilidad, precisamente porque el hombre usa los datos
descriptivos de la naturaleza para basar sus propios valores.
Consideremos el problema del desarrollo lento de los ni-
547
 sobre el mundo, a medida· que ·incorporaba regiones
ños: ¿lograríamos un cons~o entreun fascista a su experiencia y a su, conocimiento. Así. se des-
ricano~ un staliiíista y un ífativo de Nueva
,gradualmente la situación en que el hombre podía
las foímas de vida que deben fomentarse, "''"n''A'c;.;,.,.;.;;
píldoras y aplicarse inyecciones de vitaminas para
rieran el conocimiento de la indefensión del ,
tnr·~:atcu:"""" .en vez de comer trozos de los cuerpos de sus
rían de acuerdo- en qué es lo deseable?, Aqúi
enfmn¡~s, etc. (Cf. también Lévi.Strauss, 1961, pp. 385-386,
advertir cuál es la confusión: Kluckhohn no ;.:~:_,,,
A •••
los aspectos positivos del canibalismo, y sobre. la
suficiente profw:ididad el punto de referencia in'\•afiiab:le!i:ili cuestión. de si tenemos más respeto a la muerte en nuestra
progresó de la postura pasiva de la temprana IltJIStr:aeií)l: sociedad.)
a la actitud actiVista de la ilustración tardía. En la Además, si aplicáramos el método científico a todos los
ficie de la naturaleza encontró claves para la moral
campos de la actividad humana, podríamos establecer una
de buscar claves amplias y relativas para apoyar los
relación más amplia entre las· cosas , de la sociedad, y por
se quedó en la ciencia inductiva, neutral, éoJmpíaf:ati;va consiguiente reduciríamos más el campo de la relatividad
pasiva, y no llegó a una ciencia activa, critica,· hi¡Jotéti,to:,
de los valores. Tendríamos, por decirlo. así,. un "transaccio-
deductiva.
; mrlis:mo estrecho" en el. campo C1lltural similar al del cam-
Sólo cuando consideramos los valores tratD.sac¡:io:riallmt~íft'ei
po de las teorías Hsicas. El :UObito de la. relativi~d de la
y los vemos como algo en desarrollo, logramos co_1mt:•reind,~r
selección en las teorías Hsxcas se estreclia, preasamente
el problema de la relatividad y el absolutismo. Pnctf>Tnn• ·----... -,el hombre las usa para afi~rse transaccionalmen-
tuaciones. Si, por ejemplo, el individuo no tenía una
te en el mundo fÍsico por medio de la experimentación
los sentidos. Cuanto menos un-animal sepa de las
y de la dedicación. Así las ciencias Hsicas se convierten
nes entre los objetos en su mundo, tanto más será
en algo "universal": lo.mismo es verdadero para todos los
de un objeto único, accidental, y del azar de los uaLv~,uc
que emplean sus té.cnicas para manipular y domin:rr la
los sentidos. Lo mismo es cierto, para los valores, .-n,n~>Tnna
materia. De igual manera,. con variaciones más considera-
afirmar que cuanto menos sepa el hombre; d_e las n::J,'"-'-_•uJ.lt::i,c bles, cuando la ciencia se aplica a la sociedad y cuando los.
entre los objetos en su mundo, más· var~aaones habrá •
fenómenos sociales y éticos se someten a experimentación
sus evaluaciones C1llturales. Por ello, la relatividad <.wLLLlL<U
según una teoría reinante de la alienación, es razonable
existe en su forrha pura precisamente cuando hay .tin '.
esperar que la m~ral tienda a ser común y ~~versal. Des-
nimo de control transaccional sobre el medio. Esto es obvio
pués .de todo, la xdea de una completa relauvxdad de los
para el tipo de conducta que generalmente se cita como
valores se basa, en parte,. en la creencia. de que los valores
prueba del gran relativismo de las costumbres humatnas; ·¡por
de alguna manera existen ·~en un campo separado" de la
ejemplo, el esquimal que mata a sus padres que· no
conducta' y de la ácción. Desde luego, ésta es una gr:m
drán s¿brevivir durante el invierno, el canibalismo.
tontería: como Mannheim advirtió: ·ciertos valores son m-
practican con sus hijos los aborígenes australianos, etc.
separables de ciertas situaciones dadas (1953, p. 212). Con-
á medida que el hombre logra dominár un terreno
textualmente, los valores pierden su relatividad absolut~.
del mundo externo, puede abandonar las conductas de
La idea de que los valores existían en un campo sep<ttado
tipo, y generalmente lo hace. Esto probablemente
sólo tenía fundamento cuando había un, mínimo dominio
que Redfield imaginara que el abandono del ca1nil:•alis1Ilo
transaccional de los objetos del mundo externo. Entonces
era algo universal; pero era algo universal que se
los valores de alguna manera estaban separados de las si-
lló: surgió a medida que aumentaba· el dominio del
548 549
 tuaciones.. Si por ejemplo, el individuo no tenía
de la meteorología~ ·podría tratar de producir
medio de los sacrificios humanos, del.· deJrrama.mietit()'}
sangre, del. ayuno o de cualquier otra manera; EF
de la relatividad era . grande, y las estadísticas deJ;.
eran similares. Después de que el individuo (ya sea
nista, ·capitalista o aborigen) .empieza a. someter el
algún tipo· de dominio conceptual para realizare
das científicas, forzosamente establece una nn,l'n........
la técnica para producir lluvia.
La idea. de la inevitabilidad histórica del so!:ialisnú>'+.
basa en la misma tesis. Si el hombre extiende
de su dominio racional a la vida económica, no
jar de socializada de alguna manera. Por ""'""'~··:o~·•'-'·
el hombre va a ser racional, será inevitable alguna
de socialismo: deberá convertir la economía en un
firmemente poseído por la experiencia. Esto ter1rtr•r:l•"
versalizar los valores económicos como válores
cisamente porque habrán sido modelados y puestos baj
dominio experimental.
Así advertimos que la relatividad de los valores se re11uc:e;¡'
cuando el hombre empieza a trabajar experin:teritalmen1té'
con una aceptable teoría general de la alienación, que ..
cluye una criticá de las principales instituciones socialese
Entonces podemos comenzar a·formular preguntas sobrC'da·.
organización sociál, preguntas sobre el tipo específico
actos que inhiben los varios tipos de organizaciones.
como lo señaló Deutscl1er (1960, p. 105): debemos ..,."'"'uJLHd.P
qué. tipos de organización social le permitirán
ser más expansivo en términos.humanos generales. La
tividad de los valores se reducirá a medida· que ln~rrr,mn:.·;
comprender cómo y por qué ciertos tipos de
sociales constriñen al hombre.
Probablemente el pensador de la ilustración .u·r.L~"u'"""''"'
quería decir esto niismo cuando expresó su
que la verdadera m:oral fuera la misma para
bitantes del planeta. En el siglo XIX, el notable pensaLdo
(que trágicamente murió muy joven) Jean-Marie
550
repitió esta idea en su famoso libro La •irreligión del por-
venir (1887). Hoy día tenemos un conocinllentó científico
más profundo y podemos decir junto con Alfred Weber
que la moral universal es la que se logra, y no la. que se.
basa en. la naturaleza (Barnes y Becker, 1961, vol, 2, p. 775);
A medida que ei hombre llegue a dominar más firmemente
los diferentes campos de la experiencia, tenderá a crear las
posibilidades de una acción más amplia y libre. Los valores
se generalizarán en aquellas maneras de vida que permitan
estos actos. Finalmente, .ésta es .la acusación de inmadurez
a las ciencias sociales, como lo advirtió Morris GÍD.sburg:
sus· descubrinllentos han podido utilizarse para apoyar po-
líticas contradictorias (1953, p. 30); lo que significa que
aún no se ha logrado cumplir el mandato de la ·ilustración.
Así advertimos cómo Dewey es exonerado del cargo que
le hicieron algunos de sus críticos: que su criterio prag-
mático .era utilitario (véase Lepley,. 1949, y K.luckhohn,
1952). Hoy día podemos comprender que esta discusión es
vana, y que no hay incompatibilidad entre el criterio prag-
mático y el intrínseco de los valores. Los "pragmáticos"
tienen .razón: los valores se crean en la acción, y no son
prefabricados en el espíritu humano. Pero los "intrínsecos"
también tienen razón: fácilmente podemos aceptar que hay
un mandato en el espíritu humano para el tipo de valores
que debemos fomentar. Los ,valores pueden ser creados en
la vida experimental; sin embargo, debemos conceder la
mayor prioridad a los valores que perniiten la actividad
humana libre y creadora. En otras palabras, hay un man~
dato ético intrínseco para el devenir humano. También
sabemos que a la naturaleza humana se le hace justicia:
cuando es mayor el potencial de acción y de dominio; Los
valores pragmáticos, experimentales, garantizan precisamen-
te este potencial para una acción más amplia. Por ello
podemos decir .que son los más espirituales en un sentido
humanista.
Además, como hemos visto muChas veces en este libro,
los valores que ordinariamente creemos que son "intrínse-
cos", como el amor y la creación estética, dependen en gran
551
medida del libre ejercido de la razón y de 1.3. pv:.. u•.uw
den.ener un amplio campo de acción.
Se los atribuimos al "espíritu", pero se apoyan en
posibilidad de acción y de dominio de sí mismo. La
siÓn libre es genuinamente intrínseca para la acción .
mana responsable, y la moral experimental hace
esta libertad. Los opositores de la moral pragmática no
deben temer que ésta conduzca al caos; al contrario, esJa.;
principal fuente de un orden seguro.
Finalmente, podemos calmar los temores de los que
creen· que "la universalidad"· de los valores implica· neée~
sariamente el autoritarismo de los mismos. Los relativistas
extremos defienden su criterio precisamente porque pareéel
garantizar la libertad de establecer valores. Abogan por una;
sociedad "abierta'' y por el pluralismo social, creyendo que •
esto puede asegurar .un desarrollo humano sin
nes. Hoy día no estamos tan seguros. de esto; la· sociedad::
plurálista es insatisfactoriamente monolítica en su irracio-'
nalidad; es plural sin un plan racional guia. Como·resul~:·
tado, es un crecimiento "excesivo" (usando la terminología:
de Milis) que en realidad ahoga al espíritu humano¡· Es:.
un error ·creer que el desorden en el mundo externo
rantiza ·la multiplicidad en el campo de la personalidad
del individuo. Imaginamos que cuanto más las institucioo:
nes sean problemáticas y competitivas en su diversidad
ideológica, seremos·. más libres.·
Pero ¿qué sucedería si los. arreglos institucionales. unifor~
mes que responden a un control critico, intelectual; íueni!l.
el único camino para garantizar la multiplicidad de Jos
valores personales? ¿Qué sucedería si éste fuera realmente
el modo mejor de liberar las energías individuales? (Cf.:.
Ayres, 1961.) Podríamos contestar estas preguntas · ·
laboratorió activo de experimentación social libre.
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agonismo, "rituales agonistas",
332-339, 340, 341, !174
"1'\"...uv.••• 234;
arte como, 279, 280;
Rousseau contra Freud so-
bre la, 223, 229, 430, 409 n,
410n
alienación, . teoria sintéticá de
la, 152~356;
aportación de Freud; 21!1-
227;
aportación de Marx, 193-
195;
en la tradición de la Ilustra-
ción, 359-430, 5ll-514;
y la educación progresista,
403-411, 412
amor, 235, 236;
en el pensamiento agusti-
niano, 532;
en. el sistema de Comte, 79,
80;
metafísico, 285- 288;
ontología del, 258-259, 260,
273-275; 276
angustia, 272, 459, 460;
en la vida moderna, 42;
y conocimiento, 368
anfropodicea, 81, 90, 91;
como teodicea "secular", 43,
44, 52-53, 54, 98, 163, 437,
438;
crítica, 220;
histórica, 441, 442;
y la teoria de la alienación,
152-356, 442-456, 457;
véase. también Ciencia del
hombre
antropomorfismo, 376, 377
asociacionismo, 50, 67, i56,
174
auto-estima,. auto-sentimiento,
335, 336, 337, 361;
como cualidad orgánica bá-
sica, 232, 361, 460, 461,
462, 469;
como foco para la teoria de
la personalidad, 460;
como principio para la ley
del complejo de Edipo,
222-223, 459, 460, 461, 462;
como punto focal para unir
la ontología y la ciencia,
459-484;
como referencia invariable
para la Ciencia del hom-
bre, 461;
moderna interpretación de
la, 469, 470;
primeras versiones de la, se-
gún la Ilustración, 461-466
autonomía, 60;
apoyo individual a la, 367-
369, 370;
apoyo social a la, 370-384,
385;
educáción progresista para
la, 418, 419
autoridad y significado huma-
nos, 278, 279, 281
Behaviorismo, 120, 182 "ser en
el mundo", 174
bello, como· problema cientlfi-
co, 322-324, 524, 526-528
Bentham, su sistema; .caracte-
rísticas básicas, 67-68, 69;
flaquezas, 48, 68-69, 157, 464,
465;
vislumbres geniales, 68
bien, como problema cientlfi-
co, 322-324, 524, 526-528, 529
577
bí.Irocracia, 42, 20S, 343, 347,
390
carisma, 361, 367
ciencia del hombre;
busca disciplinaria de la; 76,
77, S5, S6, S7, 121, 122,
137, 13S, 139-144, 145, 505;
cuadro sinóp'tico de su des-
arrollo, 4S2-4S3;
conio antropodicéa, 152-356;
como ideal-típica, 359-430;
como problema moral, 25-
149;
forma de, por analogía con
las figuras de la ciencia
natural, 475, 476-479;
naturaleza- 'experimental de
la, 62; 6S, 92, l56C16l,
505, 506;
naturaleza superordinada de,
31, 32, 79, SI, S2, S4, SS,
113, 116, 117, 119," 121-
l2S, 129-133, 169, 450;
pan-reduccionismo en_ la,_ 50,
142, 143, 517-51S;
triada de la Ilustración, 51,
52, 60-63, 110;
valores en la, S2, 162, 167-
171, 443
ciencia descriptiva, 44; 491 n,
540-541;
hipotético-deductiva, 127,
129, 140, 144, 491 n, 502,
540
ciencia inductiva, reconsidera-
ción de Giddings, 121-127,
12S, 519
Cognición; neurosis como pro-
blema en la, !l6S-370;
educación progresiva para la,
411-414
competencia paradigmática en
la ciencia, 127, 504-512; 513;
específicamente en la cien-
cia del hombre, 505-506,
507, 50S, 50S n, 509
complejo de Edipo, 215, 216,
219-223;
578
como fundamental orienta-
ción de poder (Adler vs.
Freud), 225-226, 368;
redefinición básica del, 222,
459, 460 " doctrina de los derechos natu-
Comte, su- sistema; atisbos ge-
niales, 316-325 y ss.;
características básicas, 7S-S7,
SS·
flaq~ezas. 129, !160, 4S!I, 4S5-
503 . "
conflicto de clases, 27, 110, 207
conforniidad, 301
conocimie.ni:o, su fragmenta-
ción, 29-31, 37
"consolidado", "ser en el mun-
do", 190, 194-196
consumidor, el hombre como,
!137, 33S, 347
convicción, como problema es-
tético, 254-257, 25S
cultura de masas, 434 -
darwinismo, 101, 102, 131, 132,
154, 165, 460
democracia, 72, 74;
conio tipo ideal, 414-416, 516,
517, 51S;
educación para la, 406, 407,
415, 416;
y ciencia, 62, 6!1
depresión (psicológica), 238,
251, 265, 461 " epistemología, 36;
"derecho natural" en la Edad
Media, vs. Ilustración, 44, 45
derechos individuales, tesis de
los, 495, 496
desarrollo_ del niño; eshldio
histórico del, 1S4-1S6, IS7,
192, 21S;
y el psicoanálisis, 21S-223,
224, 404-413, 414
descomposición de la natura-
leza, 42 - en, 254-25S, 390;
desigualdades sociales, 202-212
determinismo contra libertad,
39, lOO;
la Ilustración_ ante. el proble-
ma del, 51, 56;
en la sociología moderna
(Opinióri de Homan), 51S,
519
rales; 204, 205, 496
dualismo cuerpo-espíritu, IS2-
1S7, 1SS
Edad Media; características bá-
sicas, 24, 25, 44, 45, 54, 496;
decadencia de la, 23-24, 26,
2S, 29, 41, 440, 524;
fe en· el más allá, 36, 340-
344;
vs. Renacimiento, 312-314;
315, 317-319
Edipo rey, 366;
Hegel vs. Freud al respecto,
326-32S
educación progresista; como
ideal de -la Ilustración, 402-
405, 410-412;
fracaso de la, 404, 405, 413-
415;
para el hombre ético, 403-
423, 424;
vs. psicoanálisis, 404, 405-
414, 422. 423
egotismo, 156, 157, 374
empirismo 155~161, 226-227
enciclopedistas, 33, 34; 35, 55
manía de la, 449, 451;
solución de Kant para la,
IS2, 1S3-ISS, 449
esquizofrenia, 1SS, 191, 192,
232-233, 235, 23S, 240, 251,
265, 355, 461
estética, 190; "buena" vs. "ma-
la", 269-272, 273;
convicción como problema
relación con la ética, 245-
304;
teoría de la, 19S, 199, 269-
272, 273
estilo de la actuación, 292, 293,
301, 330, 331
ética protestante y futur~o.
341, 345
etología (ciencia del carácter);
como problema central para
la Ciencia del hombre,
491 n, 506, 507, 50S n;
como realización de psii:olo-
gía social moderna, 1S9-
192; .
primera vislumbre por J. S.
Mili, 1SS, 1S9,_ 490 n, 506
evolucionismo, 99-105, 176, 206
existencialismo, 226, 227, 364,
473;
drama del, 34S-350, 351
fetichismo; mercancías, 71, '73,
107;
de juegos sociales, 3S3, 3S4;
en la ciencia, 51, 409;.
sexual, 261-264; 351-353;
teoría del, 261, 262, 263;
y yo social, 399-400
feudalismo, 24, 95, 96, 106, 337;
declinación del, 70, 74, 496
"fuerzas sociales" problema en
sociología, 114-115, 139-143,
144, 154, 452-453, 466, 46S,
469, 4S3, 50S, 509
Fourier, su sistema, caracterís-
ticas básicas, S9;93, 1951:201;
flaquezas, l2S, 129, 505, 516,
517·
vislu~bres gen'iales, 90, 91,
371 .
futurismo; e idea del progi'eso,
341-343;
y yo social, 400, 401
genio; como modelo ideal-crí-
tico, 2SS-295, 296, 361-36S;
programa de la Ilustración
para el, 402, 472; 473, 474
hedonismo, 67-69, 70, 93, 113-
116, 117, 464, 472;
deductivo: inglés, 67-69, 70,
94;
francés, S9-93
hisforicisnio, 99-105, 164
hombre masa, 331, 332, 355,
387
Hamo• ludens, él hombre· como,
252-253, 306, 316
Hamo poeta, el hombre como,
248-253, . 254, 300, 303; 306,
•316, 330
hombre primitivo como "tipo
· ideal", 59, 60, 359, 508
h umanisíno renacentista, 28,
313, 314, 315
idea de progreso, véase progre-
so, 90, 130, 131;
Comte en, 317-321, 322;
falsa interpretación de, 62,
63, 97; descentración; 95-
104, 105, 125, .381;
futurismo, 341, 342;
orígenes· históiicos de la, 54-
. 60, 80-84
idealismo; ataque empirista al,
160-161;
centrado en el hombre ·en
la Ciencia de los'. valores,
167, 168-171, 172;
en la. Ciencia del hombre,
161-165, 166
.jdeología del "Orgóne", 410 n,
411 n
Ilustración; anti-newtonianis-
mo, 26, 31c53, 54; , ·
características básicas de la,
26:'ln, 44, 53;
interpretación de Carl Be-
cker, 48 n, 53, 54, 89, 107
"lectura" de la naturaleza
en, 44-48, 54, 81, ·128, 513,
514;
y . teoría de la· alienación;
. 359-430, 511-516
indeterminación, 510
individualismo; en cl Renaci-
miento, 313, 314;
en el siglo XIX, 204, 205, 499,
500;
,580
moderno,. 347-348;
vs. orden social,· 332-333
individuo y comunidad, 356-
430
intelectualisnío, en la Ilustra-
ción, 27, 28, 455
intuicionismo, 241-242, 243
Kant, problema de; Dewey
acerca de, 162, 448, 449, 520;
relación con búsqueda poste-
rior de la ciencia del hom-
bre, 162, 168, 183, 184;
relación con idealistas poste-
.riores, 36-37, 170, 188;
relación con Rousseau, 39-
41, 58, 59, 61, 439 n
laissez /aire, ideología de, 103,
112, 118, 204, 220, 488, 509
leyes históricas vs. leyes fun-.
cionales G· S. Mill acerca
de), 490 n, 491 n
Lotze, su sistema; característi-
cas básicas, 168~170, 172;
flaquezas, 177-180, 182, 483
madurez; en la Ciencia, 505-
506;
en la psicología social, 189-
192
maltusianismo, 97-98, 101
marxismo, 105-II1;
cambio histórico en el si-
glo XIX, 105; 203-205;
relación en la sociología dis-
ciplinaria (Albion ·Small
acerca de), 107-108;
su ideal vs. su pragmatismo,
109
masoquismo, 265-266, 269, ·461
método científico; Durkheim
• acerca del¡ 505;
estructura vs. proceso en el,
543, 544;
hecho y valor en el,.82, 162,
170, 515, 519, 537-539, 540;
J. S. MiU acerca del, 491 n;
neÚtralidad en el, 392, 511,
539;
problemas especiales del, 537-
552;
teoría general vs. acopio de
datos en el, 92, 121-127,
128, 173
modos orgánicos vs. simbólicos,
189-190, 191
muerte, actitudes comparadas
hacia la, 353-356
neurosis; como estilo de vida,
225; ' .
definición básica de, 222,
223, 404, 405, 406, 407;
y conocimiento, 238, 239,
368-370;
y educación progresista, 405,
· 406, 4II, 412
newtonianismo, 24, 25, 469,
473;
ausencia de moralidad en el,
!19-43;
como modelo, 44-69, '70, 155,
156, 158, 160..162, 173;
protesta de la Ilustración
· contra, 26, 30, 31-53, 54;
y nueva teodicea, 43-51, 52
nivel simbólico, 185-187, 252,
309
objetividad; en la ciencia, 444,
445; ' falacias del, 228:244, 249,
en las relaciones interperso-
nales, 376; 3'77, 381, 506,
507
ontología descriptiva, 245-304
orientaciones de poder;· como
clave del carácter, 225-226,
227;
como problema básico de la
autonomía, 205-2ll, 383
paradoja de la Ilu~tración, 85,
' ' 359-430, 504-523
: paranoia,. como problema esté-
tico, 296, 297-304
pavlovianismo, su ideología,
182, 183, 410 n, 411 n
perversiones, 259-269
positivismo, 79-81, 485-503;
tesis esencial, 314-325, 326
potlatch, 335-337 ·
pragmatismo; de Dewey, 401-
402, 415, 450, 451;
de Ward, llll, ll4, ll5, 116,
II7, liS;
en la ética, 403~3, 424;
surgimiento del, 47-50, 52,
53 ' '
problema espíritu-cuerpo,•·I82-
189, 190, 254, 255 '
progresistas vs. conservadores,
acuerdo sobre la Ciencia del
hombre, 500, 501, 502, 503
progreso, idea de, 90, 130, 131;
. Comte acerca de, !117:321,
322;
descentración de, 9!)-104,
105, 125, 381;
falsa interpretación de, 62,
63, 97;
orígenes históricos de, 54-
60, 80-84;
y futurismo, 341, 342
psicoanálisis, 78-80, 118, 154,
175, 1'76, 277, 280; .
como base tecnológica para
la Ciericia del hómbre,
479, 480, 481;
408-412;
logros del, 209, 210-226, 227,
459·
natur~leza conservadora· del,
223, 224, 471;
"naturalista", 422; 423-424;
terapia como artefacto histó-
rico, 404,. 405-408;
unión con el marXismo; 305-
356
psicología, contribuCiones bási-
cas de la,. 153-180
psicología histórica; de· movi-
mientos de masas, 344-348;
581

de ritual, y significado,. 307-
309; •
perspectiva del tiempo en,
3!19-344, !145;
social, 181-187;
unión de Marx y ·Freud en,
!105-!156
psicología· social, aportaciones
básicas de la, 181-201
psiquiatría,· sus aportaciones
básicas, 213-244
relatividad de los valores,
Dewey y sus cr:lticos acerca
de la, 52, 5!1, 545-546;
falacias .de la, 538-552;
naturaleza contextua} de, 549
religiónhumanista; como ideal
del siglo XIX, 80, 81, 105,
106, !119, !120, 321, !124, 524,
5!14-5!16;
· -vs. supernaturalismo, 288,
289, 486
Renacimiento; caracterfs ticas
báSicas, !113-314, 315;
problema del, 312-314, 315,
317-319, !123 - teoría del yo, logro histórico
revelación, como problema
científico, 525, 526-536 ·
Revolución Francesa, 29, 32;
respuestas a 1 70-93, 241, 497;
y activismo social, 55, 56, 57,
•58, 64
Revolución Industrial, respues-
tas a; 70-93
revolución, burgueses vs. pro-
. Ietarios, 94, 95-96, 106, 107
ritual, mezcla estética del, 307-
309;
importancia del, 307-309,
339-341
sadismo, 461;
"conceptual'', 283-284, 287;
de conformidad, 301-!102;
teoría del, 265-269; 270
siglo XIX; falacias del; despla-
zamiento de la idea de pro-
greso; 95-105, 126, 381;
582
en .la ciencia disciplinaria,
77. 85, 87, 174;
logro filosófico del, 64-lll,
434. 439. 451, 452;
mecanismo . y materialismo,
68, llO; lll, 160, 161, 166-
168, 18!1, 184, 245-246, 247,
440;
panreduccionista, 46; 92, 408,
517-518; ..
Seelenfrage y Sozialefrage,
181-201, 203-211
significado; autónomo, 275-!104,
360-366, 367;
como categoría superordena-
da. en la ciencia, 246-248,
450;
creación histórica del, 306-
!114, !115;
creación social del, 315-326;
en la enfermedad mental,
238-244;
en la perspectiva. histórica,
325-!140
sistemas, fracaso de, 13!1-138,
139
Smith, Adam, su sistema; ca-
racterísticas · básicas, 65-66,
67;
flaquezas de, 66, 67, 204-206;
vislumbres geniales, 65
sociedad industrial, 95, 96, 202-
204, 386-388, 399, 513
sociología; aportaciones básicas
de, llll-149, 202-212;
como antropodicea .histórica,
441-442;
dilema histórico de (Albion
Small), 134-137;
orígenes. de: Saint-Simon vs.
Comte. 74-82, 83
solidaridad, en el pensamien-
to del siglo XIX, 498-500
stalinismo, 64, 344, 345, 410 n,
411 n, 414, 415, 548
subjetividad; como base para
las relaciones personales (Bu-
ber), 270, 370, 371-381, 382:
como ideal de la ciencia,
472, 473
teodicea, cambios históricos
en, 39-52;
Hegel acerca de la, 101, 163-
164, 167, 438;
Kant acerca de la, !19-40, 41,
100, 438
Leibniz acerca de la, 437-438,
439, 443, 444;
Spinoza acerca de, 47, 438
teoría de la acción en sociolo-
gía, 142, 147, 249
teoría de la forma lúdica de
la cultura, 197, 198, 200, 201,
251-253, 257, 258, 306-308,
310, 311, !182, 383
teoría de la personalidad, pro-
blema histórico de, 181-201;
visión freudiana de, 213-226,
227;
visión moderna de, 227-244.
459, 463, 469;
visión posfreudiana de, 227-
244;
y valor, 15!1-180
de, 147, 181-201, 446
tipo ideal, en la Ciencia del
hombre, !159-430, 514-520
tragedia, 365-366, 367
transferencia, redefinición bá-
sica de, 276, 277, 383, 384
utilitarismo, 33, 34, 66-70, 71,
Il6;
fundación por Hume, 48-50,
51, 53
valores, védse relatividad de
los valores \
verdad, Bien y, Belleza como
problema científico, 321-324,
524. 525-528, 529
vínculo social, teoría del, 178,
179, 217, 443, 444, 447, 448,
459
visión unitaria, problema de
la, 28-!11, 246, 4!13
'Ward, Lester R. sistema de ca-
racterísticas básicas de, ll2- .
121, 122;
flaquezas, 128, 129, 468-470,
483, 487, 488, 508, 509;
vislumbres geniales de, 468,
471-473
wissenschaft, visión de la cien-
cia, 540, 541
yo socia!, 399-401
583
 íNDICE DE NOMBRES
Abel, T., 134
Adams, G. P., 431, 435, 489
Adams, John, 1U
Adler, Alfred, 225, 231, 317,
368, 435, . 455
Adler, Felix, 19, 417
Agripa, Comelio, 28
Agustín, de Hipona, San, 42,
206, 532
Alcibíades, 353
Alembert, Jean d', 35
Allen, T. Emest, 514, 515
Allport, Floyd H., 143, 145,
231
Allport, Gordon, 172
Aiitoni, Cario, 166, 245, 246
Arendt, Hannah, 399
Aristóteles, 153, 357
A yres, C. E., 552
Babeuf, F. E., 95
Baoon, Francis, 33, 35, 37, 43,
49, 55, 57, 477
Baillie, John, 100, 107
Bain, Alexander; 174, 175, 220,
221, 226, 456
Bakunin, M. A., 130
Baldwin, James Mai:k, 19,147,
159, 164, 178, 184, 185 n, 185,
186, 189, 190, 193; 194, 195,
198, 200, 215, 216, 218, 220,
222, 224, 248, 249, 254, 257,
258,. 259, 340, 455, 456, 478,
526-529
Barnes, Harry Elmer, 65, 126,
127, 130, 142, 164, 210, 228.
437, 551
Barnes, Hazel, ·362
Barzun, Jacques, 214, 273, 276,
394
Bastion, Adolph; 15!1, 171, 172
Baudelaire, Charles, 363
Beard, C. A., 210, 518
Beauvoir, Simone de, 259, 260,
266, 453 .
Becker, Carl, 45, 47, 48 n, 51,
53, 89, 107, 338 n, 437, 442
Becker, Howard, 65, 1!10, 164,
494, 5!19, 551 . .
Beckett, Samuel, 348-!152
Benedict, Ruth, 408
Beneke, F. E., 448
Bentham, Jeremy, 48, 67-70,
89, 90, ll4, 115, 116, 118,
129, 156, 157, 196, 205, 445,
465, 467, 493, 509
Berger, Peter L., 147
Bergson, Henri, !16, 172, 19!,
218, 334, 360, !161
Berkeley, George, !16, 153
Bernard, Jessie, 117
Bernard, Luther L., 91, 92, 9!1,
118, 143, 146, 155, 217, 515,
517
Bertalanffy, Ludwig von, 204
Blanc, Louis, 499
Blanqui, Louis. Auguste, 95
Boas, Franz, 125
Bodin, Jean; 153, 206, 441
Boehme, Jakob, 55 n
Bonald, Louis de, 24, 64, 88,
164, 316
Boring, E. G., 176, 177
Bom, Max, 33 .
Boss, Médard, 245, 260, 264,
266, 267
Bowne, Borden, 178 .
Bradley, F. H., 165, 257
Brahe, Tycho, 9!1
Brett, G. S., 172
Brisbane, Albert, 90, 91, 92, 9!1
Broussais, Fr'!ll~ois, 490 ·
585
Buber, Martín,· 1ll, 196, 197, Cooley, Charles H., 147, 159,
198, 250, 258, 259, 270, 277, 165, 178, 187, 452, 455, 478-
278, 370-381, 385-389, 391, Copérnico, Nicolás, 477
392, 393, 429 Cotton, James H., 210, 379
Buckle, H. T.; 102, 130 !187 • 478, 493, 494, 495, 505, 523
Buffon, Georges de, 40 Croce, Benedetto, 57, 246
Bunyan, John, 282 Cracker, Lester G., 53, 214,
Burckhardt, Jakob, 312, 313, 409n, 501
399
Burke, Edmund, 497 Chambers, Frank P., 52
Burke, Kenneth, 64, 293 Chambliss, Rollin, .!179
Burnham, John, .120 Chase, Richard, 280, 280 n
Burtt, E., 36, ll2, 171, 179, Chéjov, Antón, 72
518, 535 Chugerman, Samuel, ll!l, 213,
Bury, J. 13., 33, 35, 37, 90, 102, 502
103, 104, 105
Dante (Alighieri), 284, 285,
Cabanis, Pierre, 215, 220, 478 287, 288, !114, 462
Caird, Edward, 165 De Grange, McQuilkin, 485,
Caird, John, 165 486, 492
Carlyle, Thomas, 64, 69, 70, Delvaille, Jules, 62, 95, 100
88, 326, 386, 387 De Marchi Luigi, 410 n
Cassirer, Ernst, 28, 41, 58, 60, Deploige, SÍJ!lon, 493
61, 62, 216, 248, 543 . Descartes, René, 25, !10, 31, 33,
Cervantes, Miguel de, 312 37, 77, 84, 283, 288
Cicerón, Marco Tullo, 462 Desttut de Tracy, Antaine,
174, 187, 215, 219, 221, 351,
Clark, Robert T., Jr., 101, 170,
173, 192, 207, 318, 366 478
Cohen, Moriis R., 142, 359, Deutscher, Isaac, 550
468, 512 De Vaux, Clotilde, 80, 259,
286
Collingwood, R. G., 253, 318,
323, 4!15 . Dewey, John, 19, 27, 52, 53, 77,
162, 179, 187, 190, 191, 195,
Comte, Angoste; 15, 16, 18, 19, 198, 199, 200,-210, 217, 218,
24, 27, 57, 64, 66, 70, 74; 77, 220, 221, 223, 226, 248, 249,
78; 79, 80, 81, 82, 83, 84, 85, 254; 255, 401-423; 424, 429,
86, 87, 88, 93, 94, 96, 103, 431, 4!15, 436, 448, 449, 455,
105, 109, ll2, 113, ll6, ll7, 456, 478, 489, 520, 527, 529,
126, 129, 130, 131, 133, 152, 535, 538, 545-546, 551 .
154, 163, 164, 165, 167, 179, Diamond, Stanley, 61, 334, 393
198, 209, 249, 259, 285, 286, Dideiot, Denis, 23, !12, !14, 35,
287, 315, 316, 317-326, !128, !16, 47, 51, 52, 53, 55, 56, 59,
331, 341, !160, 374; 375, !181, 62, 75, 77, 81, 83, 99, 113,
382, 4!15, 436, 437, 443, 450, II4, 161, 166, 167, 173, 224,
472, 477, 483, 485-503, 505, . 455, 456, 477, 522. 544
522. 524, 525 Dilthey, Wilhelm, 15, 57, 166,
Condillac, ll:tienne de, 54, 90 172, 245, 246, 434, 436, 448,
Condorcet, Marie de, !16, 57, 449, 450
. 81, 8!1, 107, 122. 473 Dorfman, Joseph, 337, 339
586
Dostoievski, Fedor, 130, 524
Duncan, Hugh D., 293, 411 n
Durkheim, Émile, 1!17, 138,
146; 159, 165, 209, 210, 421,
Easton, L. E., 111
Eaton, John, II9
Ellwood, Charles, A., ll3, 114,
128, 163, 220 .
Emerson, Ralph Waldo, 71,
208, 280, 295, 403, 497, 500
Engels,. Friedrich, 106, 206
Erasmo (llamado de Rotterc
dam), Desiderio,. 314, 315,
325, 484, 513, 523
Erikson, Erik, 217
Fenichel, Otto, 481
Ferguson, Adam,. 206, 441
Feuerbach, Ludwig, 18; 61,
105, 109, 110, 169,. 183, 184,
185, 187, 219, 277, 288, 324.
325, 353, 374, 375, 376, 378,
381, 382, 434, 453
Feur, Lewis, 122
Fichte, J. G., ,36, 100, 132, 163,
175, 18!1, 185, 241, 478
Fingarette, Herbert, 224, 365,
366, 367
Fisk, John, 216
Fletcher, Ronald, 486
Flint, Robert, 57
Follett, Mary P., 378
Fontenelle, Bernard de, 26, 30,
57
Fouillée, Alfred, 60, 172, 177,
224, 478, 499; 503
Fourier, Charles, 15, 70, 89-94,
105, uo, 112, Il!l, 114, 115,
117, liS, 129, 140, 141, 148,
196, 197, 198, 200, 201,. 214,
228, 229, 2!13, 249, 250, 344,
370, 32}. . 374, 376, 405, 465,
477,--478, 499, 517 ..
Freud, Sigmund, 19,_ 50, 79,
131, 142, 148, 155, 176, 213,
214, 215, 216, 217, 218-231,
2!16, 237, 239, 240, 242. 248,
249, 250; 280, 304-305, !145,
· 346, 356, 369 n; 377, 378, 383;
. 402, 404, 406-411, 455, 456,
471,. 492, 495 .
Freyer, Hans, 1!13, 134, 138,
509 ..
Fromm, Erich, 368, 410 n
Galileo Galilei, 49, 56, 90, 107,
477
Gall, Franz Joseph, 490
Gay, Peter, 48 n
Gerth, Hans, 259
Giddings,· FraÍlklin, 66, 114,
121, 122-126, _127, 137. 14!1,
154, 155, 158, 220, 519
Gide, André, 370
Gillispie C. C., 34, 52, 537
Gilson, Étienne, 434
Ginsburg, Morris, 106, 551
Gioberti, Vincenzo, 461
Godwin, William, 97, 98
Goethe, J. W. von, 52, 70, 162,
168, 256, 279, 280; 285, 286,
287-296, 299, 350, 364, 367,
398-399, 533
Goffman, Erving, 147, 293, 300
Goldenweiser, Alexander, 159
Goodman, Paul, 420
Gorky, Máximo, 278
Gouhier, Henri, 80, 259, 434
Gouldner, Alvin W., 78 n, 134,
493
Gray, Robert F., 502
Green, F. C., ·35 ·
Green, T. H., 165
Gumplowicz, Ludwig, 116, 170,
l7l, 207, 442, 5.41
Guyau, Jean-Marfe, 172. 456,
481, 550-551
Halévy, ll:li~. 50, 67, 68, 157
Hamilton,. Robert, 130 ·
Haring, Douglas .e,, 16,_ 125,
158, 519 .·.. .
Harris, Víctor, 25, 42, 55
Harris,. W .. T., 1!10 .· . · ·, ..
Hartley, David, 50, 90, 46o
Haydn, Hiram, 25, 28, 59, 374
587
Hil.yes, •;K C., 142, 143, 144,
''468
Haywáid, J., 499, 500
Hebb, D. O., 177
Heberle, · Rudolf, 134
Hegel, G. W. F., 36, 38, 57,
100, 101, 103, 109, 132, 160,
163-164, 167-168, 175, 177,
179, 183, 184, 185, 193, 219,
241, 248, 254, 326-328, 347,
374, 375, 379, 434, 438, 440,
478, 521
Hei!legger, Martín, 257
Heller, Erich, 52, 398
Helmholtz, Herman L. F. von,
176 ' Jouffroy, T., 236, 465
Helvetius, C., 57, 58, 90, 102,
214, 236, 237, 455, 464, 477
Herbart, Johann Friedrich,
447, 448 • 41, 47, 58, 61, 100, 101, 107,
Herder, J. G. von, 36, 57, 100,
101, 162, 167, 168, 170, 173,
177, 187, 192, 205, 207, 241,
318, .366, 375, 478, 533
Hess, Moses,106
Hinckle, Roscoe C., 453 n
Hobbes, Thomas, 30, 56, 57,
70, 155, 226, 337, 471
Hobhouse, Leonard T., 131,
132, 133, 134
Hocking, William Emest, 155,
217, 243-244, 317, 382, 453-
454, 534
Holbach, Paul d', 37, !í6
Homans, George C., 518, 519
Hook, Sidney, 205
House, F. N., 141, 14!1, 148·
Huizinga, Johan, 57; 59, 198,
252-253, 257, 274, 306-307,
310-314, 318, 331, 332, 335,
338, 343-346, 356,.371, 454
Humboldt, ·wiÍhelm von, 61,
101, 167, 169, 187,. 374,. 375
Hume, David, 36, 39, 46, 47,
48, 48 n, 49, 50, 51, 52, 53,
56, 59, 60, 65, 67, 68, 70, 90,
165, 206, 294, 296; 297, 298,
..434; 442. 455, 456, 460, 463,
544
588
Husserl, Edmund, 184; ·185,
494
Húxley, T •. H., 325
Izoulet, Jean, 1ll, 165
Jaldún, Ibn, 206, 441
James, William, 36; 143, 147,
159; 172, 176, 187, 218, 282,
369 n, 449, 453, 478, 509
Jaspers, Karl, 151, 226-227, 504
Jefferson; Thomas, 29, . 113,
208, 402, 403, 416, 510
Johnson, A. H.; 103¡ 496
Jones, Rufus, 54 n, ·55 n
Juan XXITI, papa, 42
Kant, Immanuel, 36, 37, 39,
130, 162, 165, 168, 169, 175,
182, 183, 184, 185, 185 n, 207,
210, 220, 231, 254, 257, 359,
366, 381¡ 417, 438, 439n, 445,
448, 449, 450, 451, 462, 520,
521, 525
Kardiner, Abram, 481
Kariel, Henry, S., 96
Keller, A. G., II2, ·137
Kennedy, Gail, 545
Kepler, Johannes, 90, 91, 92
Kierkegaard, Soren, 55 n, 101,
364, 384, 387, 534
Kluckhohn, Clyde, 547-548,
551
Kolle, K., 151
Konvitz, M. R., 545
Krause, Karl, 164
Kristeller, .P. 0;, 28
Kroeber; Alfr~d L., 128
Kuhn; .. T. S., 469, 505, 506,
508n
Laing, R. D., 393
Lamennais, Felicité de, 499
La Rochefoucauld,.Fran~is de,
462
Lávrov; Peter, 99, 130
Lazarsfeld, Paul F., 134
Le Bon, Gustave, 154
Lee, Alfred McClung, 134
Lefebre, Ludwig B., 227
Lehmann, William C., 441
Leibniz, G. W., von, 30, 31,
36, 41, 43, 77, 87, 107, 112,
132, 162, 174, 231, 380, 437-
438, ~5. 450, 451, 477,
534
Leming, A., 41
Lenin, V. I., 534
Lepley, Rey, 551
Leuba, James H., 381
Levi, Albert W., 530
Lévy-Bruhl, L., 80, 87, 436,
522
Lévi-Stra1lss, Claude, 61, 549
Lindner, Robert, 418, 419
Lippmann, Walter, 457
Lipps, Theodore, 184, 448
Littré, M. P. E., 80, 490
Locke, John, 25, 30, 37, 45, 49,
57, 174, 231
Lotze, Rudolf H., 168-180, 182,
187, 224, 245, 246, 257, 459,
467, 468, 473, 483
Lough, J., 23 · · . Melville, Herman, 280, 280 n
Lovejoy, A. O., 19, 24, 27, 44-
46, 61, !135, 462, 463
Lucka, Emil, 169, 259, 260, 262,
263, 284, 285-286, 291, 352,
453 . 167, 168, 169, 170, 177, 179,
Lucrecio, 335
Lundberg, George A., 126·127
Lutero, Martín; 281, 283, 288,
363, 364
Lynd, R. S., 121, 474-475
Madison, James, 501 . 202-203, 219, 242, 285, 287,
Maine de Biran,.l73, 174, 175,
. 187, 214, 478
Maistre, Joseph de, 24, 64, 88,
164, 241, 316, 471
Malthus, Robert, 97, 98, 99,
101, 103,. 204,. 374, 508 .n
Mandeville; Beriiard, 337, 462,
464. . . .. . ..
Mannheim; Karl,I27, 133; 138,
242.415,420,427-428,435,549
Manuel, Frank, ·75-76, 80, 90~
461, 473
Mann, Thomas, 278
Maqniavelo, NicoláS, 28, 53
Maree!, Gabriel, ·379
Marcuse, Herbert, 257, 409 n
Marx, Karl, 27, 32, 37, 38, 77,
94, 96, 98, 105-110, 115, 116,
122. 130, 154, 167, 174¡ 178,
193-195, 202, 203-206, 207,
210, 211, 214-215, 219, 220,
222, 248, 343 n, 440-441, 464;
478, 508 n, 521 ·· ·
Maugham, Somerset, 288
Mazzini, Giuseppe, G., 106,
1ll, 535
McDougall, William, 143, 229,
494
McRae, Robert, 30
Mead, George, 147, 159,. 165,
178, 182, 187, 221-222. 379,
455, 478
Mead, Margaret, 155, 427
Meinong, Alexius, 184, 185
Meister, Wilhelm,.ll8
Merleau-Ponty, Maurice, 191,
249
Merz, J. Theo, 19, 60, 65, 66,
98, 110, 159, 160, 161, 165,
181, 183, 246, 247, 374, 440,
444, 448, 449, 452
Meyer, R. W., 30, 380
.Miguel Ángel, 286, 287
Mikhailovsky, .Nicolai, .._130
Mili,· John Stuart, 68, 70, 80,
ll5, 118, 174, 178, 182, 188,
434, 487, 490, 491 n, 506
Millar, John, 206
Miller, Hugh, 87, 543
Milis, C. Wright, 12, 73, 77,
96, 108, 121, 131, 134, 145,
174, 178, 199, 208; 210, 241,
259, 281 n, 316, 317, 454, 478,
488, 489, 509, .510, 513, 514
Minkowski,. Eugene, ..225 ·
58.9
Monboddo,. Lord, 36
Montague; W. P., 431. 435,
489, 535
Montaigne, Michel Eyquem de,
28, 214, 314
:Montesquieu, Charles Louis de,
51, 58, 83, 236, 237, 492, 504
Margan, Lewis Henry, 206
Mounier, Emmanuel, 225
Munford, Lewis, 457, 538
Myrdal, Gunnar, 134
Neumann, Carl, 314, 318, 319,
326
Newton, Isaac, 24, 28, 30, 31,
33, 34, 42. 49, 50, 52, 56,
58, 67, 84, 99, ll4, 246, 288,
469, 478
Niebuhr, B. G., 452
Nietzsche, Friedrich, 207, 209,
214, 276, 368, 405
Nisbet, R. A., 497
Northcott, C. H., 122, 123
Novicow, N. I., 154, 155, 388
Oppenheimer, Franz, 99, 134,
207, 441, 442, 44!1
Ortega y Gasset, José, 173, 248,
261, 263, 295, 367, 436, 448,
449
Owen, Robert, 94, 105, 204,
214,405
Pací, Enzo, 392
Parsons,. H. L., IIO, 134, 193
Parsons, Talcott, 148, 222, 430,
453 n, 495, 495 n, 51!1 ·
Pascal, Blaise, 27, 28, 36, 45,
214,. 335, 338, 364
Pasch,. Alan, 543
Patten, S. N., 141
Pavlov, Iván P., 182, 309
Pérez, Bernard, 215
Peters, R. S., 172, 175, 184
Petrarcá, 314
Pfe~tze, Patil E., 222
Pierce, Charles, 86 ·
Platón, 14, 29, 60, 61, 122, 244,
307, 346,. 449, 450, 495
590
Polibio, 153
Pope, Alexímder, 45, 48, 437
Posada, Adolfo, ·164
Proudhon, Pierre Joseph, 105,
498 . .
Quételet, Lambert Adolphe
Jacques, 102
Randall, John Herman, Jr,,
28, 45, 54, 97, 178, 398, 443,
547
Rank, Otto, 418
Rauschenbusch, Wa:lter, 533,
535
Redfield, Robert, 172, 547, 548
Reich, Wilhelm, 192, 410 n,
411 n
Renan, Ernest, 105, 11!1
Renouvier, C., 90, 170, 172,
245-246, 498, 499
Ribot, Theodu1e, 182, 1881 189,
192, 219, 238, 491 n
Ricardo, David, 66, 102, 204
Rice, Stuart, 127, 128
Richards, I. A., 410
Rignano, Eugenio, 138, 207
Ritchie, Arthur D., 357, 541
Roberty de ·la Cerda, Evgeni
de, 165
Rosmini, Antonio, 461
Ross, E. A., 116, 120, 121, 122.
134, 141, 401, 475
Rousseau, Jean-Jacques, 28, 29,
32, 39-41, 46, 47, 51, 56, 58-
64, 69, 75, 77, 81, 8!1, 86, 95.
97, 98, 105, 106, 109-112, 122.
152, 167, 188-192, 193, 200,
204, 206, 207, 210, 212, 214.
218, 22!1, 226, 229, 239, 276,
296-299, !10!1, 320, 354, 362-
368, 375, 404, 405, 406, 409 n,
'418, 423, 425, 430, 439 n, 440,
444, 455, 456, 462, 477, 478,
488, 489, 492, 501, 502, 508
Royce, · Josiah, 147, 159, 165,
177, 178; 183; 187, 209, 215,
222, 317, 329, 359, 378, 379.
387, 453, 478, 535
Roy, Claude, 273
Ruskin, John, 326, 454
Rusk, Ralph, 5QO
Russell, Bertrand, 355, 425,
. 428, 449
Sade, Marqués de, 214, 409 n
Sainte-Beuve, Charles, 52
Saint-Pierre, Abate de, 31, 32,
33, 37, 53, 54, 61, 69, 77, 84,
86, 112, 212, 477, 501, 502
Saint-Simon, Henri, 15, 69, 70,
74-75, 77, 78, 78 n, 80, 89,
105, 109, 112, liS, 206, 219,
286, 294, 300, !103, 320, 441,
442. 474, 477, 493, 502
Saloman, Albert, 484
Sarton, George, · 40 n
Sartre, Jean-Paul, 42, 191, 249,
259, 260, 266, 362, !164, 383,
453
Scheler, Max, 19, 196, 197, 216,
217, 22!1, 248, 249, 259, 270,
376-378, 453, 456, 532, ·534,
535
Schelling, Friedrlch, 55 n, 183,
184, 185, 241, 248, 254, 257,
447, 448
Schiller, F. C. S., 168, 173, 190,
191, 198, 218, 248, 254, 257,
291, 474, 478
Schilpp, Paul Arthur, 504
Schleiermacher, Friedrich, 183
Schneider, Herbert, W., 178
Schopenhauer, Arthur, 115,
184, 226, 229, 231, 471, 472
Séneca, Lucio Anneo, 34, 335
Shaftesbury, Earl, 25, 49
Sha:kespeare, William, 274, 309
Shils, Edward A., 495 n, 511
Shoben, Edward Joseph, Jr.,
411
Shuetz, Alfred, 494
Simmel, Georg, 146, 195-196,
216, 218, 248, 250, 253, 258,
293, 310, 371, 478, 494
Simon, W. M., 80, 325, 490
Sismondi, Jean de, 219
Small, Albion W., ll, 32, 35,
66, 107, 108, 11~. 119,. 120,
121, 122, 134-135, 137, 142,
145, 149, 152, 181, 452, 470,
502, 507, 536
Smith, Adam, 65, 66, 67, 97,
143, 153, 154, 157,. 204, 205,
220, 337, 374, 441, 462, 464
Smith, John, 37
Smith, T. V., 401
Sócrates, 49, 333, 334, 353, ·356
Sorel, Georges, 111, 333
Sorokin,- Pitirim, 121, 127, 128
Spann, Othmar, 132
Spencer, Herbert¡ 95, 101, 102,
103, 114, 116, 130, 131, 154,
179, 182, 220, 325, 381, 382,
440, 447
Spinoza, Baruch, 27, 47, 141,
153, 354, 378, 380, 422, 437,
438, 531, 535
Stael, Germaine de, 294
Stalin, José, V., 360, 415
Stark, Werner, 445
Stein, Lorenz von, 207
Stendhal, 196, 214, 218, 273-
275, 276-277, 280 n, 294, 309,
349, 351, 368, 529
Stern, B. J., 141
Stirner, Max, 106, 205, 269
Strong, William, 138, 139, 505
Stuckenberg, J. H. W., 141
Sumner, William Grnham, 103,
112, 121, 124
Sykes, Gerald, 369 n
Szasz, Thomas S., 277, 407, 412,
425 .
Tarde, Gabriel de, 143, 154,
220
Taylor, Harriet, 285
Teggart, F. J., 98, 104
Thomas, J., 99
Thomas, W. I., 148, 228, 231
Thoreau, Henry David, 71
Tillich, Paul, 55 n, 211, 259,
266, 429, 518
Tichener, Edward B., 175
Toc,'}ueville, Alexis de, 71
591
Tolman, E. C., 234
Tolstói, León, 278
Toynbee, AÍnÓld, 19
Turgot, A: R. J., 36, 55, 57,
81, 99, 473
Urban, W. M., 170, 190
Vaihinger, Hans, 60
Van Gogh, Vincent, 277
Vartanian, Aram, 51
Veblen, 'Íhorstein, 77, 96, 174,
178, 200, 202, 208, 210, 281 n,
346, 454, 478
Verrocchio, Andrea del, 315
Vico, Giov:i.ríni Batista, 56-58,
62, 185 n, 316, 326, 461, 477,
478
Vierkandt, Alfred, 493, 494
Voltaire, 34, 35, 41, 58
Vygotsky, Lev, 182
Wagner, Richard, 287
Wallas, Graham, 68, 210
Ward, Harry F., 533, 534, 535
592
Ward, .James, 174, 175; 181
Ward, Lestei F., 15, 16, 19, 77,
112-119, 120, 121, 123, 127,
128, 129, 130, 131, .133, 134,
137, 140, 141, 142, 148, 152,
184, 213, 380, 385, 405, 446, íNDICE GENERAL
452, 453 n, 465-475, 477, 480,
481, 483, 488, 489, 509, 541
Agradecimientos 9
Watson, J. B., 143, 175, 182
Weber, Max, 42. 96, 146, 166, Prefacio . 11
178, 202, 207, 259, 343, 346,
361, 390, 478, 551 ¿Qué clase de historia? 14
Weingartner, Rudolph H., 195
Wells, G. A., 162, 170
Whitehead, Alfred North, 103, Primera Parte
262-264, 495, 496, 529, 530
Wiese, Leopold von, 134, 539
Willey, Basil, 25, 45 LA CIENCIA DEL HOMBRE COMO PROBLEMA
Windelband, Wilhelm, 166 MORAL: UNA BREVE HISTORIA
Winstanley, Gerrard, 95, · 441
Wo1ff, Kurt H., 253
Wordsworth, William, 280 l. El principio de la ciencia del hombre 23
Wundt, Wilhelm, 158-160, 161,
172, 177, 184, 224, 245 El nuevo racionalismo • · . 26
El problema de una visión unitaria ·• 29
El inicio de una ciencia del hombre 31
JI. El problema de una nueva teodicea . .• 39
. La teodicea "secular" pruiiva . 45
La transición a una teodicea "secular" activa 47
La nuev.a teodicea "secular'' . 52
La idea ·del progreso 54
El concepto igualmente decisivo de una tipolo-
gía ideal 58
Conclusión 61
III. La gran busca moral del siglo xix: los intentos
sistemáticos, cientlficos para crear una nueva
moral . 64
Adam Smith • 65
Jeremy Bentham y el hedonismo deductivobri-
~oo • m
593
 Núevas respuestas a las dos revoluciones: los
La corriente idealista ·en el desarrollo ·de ·una
grandes sistemas franceses . 70
madura ciencia del hombre 161
Henri Saint-Simon _. 75
La contribución· idealista a una ciencia de los
Auguste Comte . _ 77
Fourier y el hedonismo deductivo francés 89 valores centrada en el hombre . 166
Conclusión: el siglo en retrospectiva: las vici- La nueva psicología 172
situdes de la ideologla y de la precocidad -. 94 Conclusión: el fracaso del sistema de Lotze 177
La "descentración" de la idea de progreso . 95
Historicismo y evolucionismo: variantes de la VI. La naturaleza y el yo: la contribución de la
"descentración" · 99 psicologla social . 181
Karl Marx: el intento de conservar el activis-
mo de la Ilustración . 105 Die Seelenfrage . 181
La contribución del siglo xix a la psicología
IV. Lester W a1·d y las dos sociologías en los Estados social para la teoría de la psicopatología 188
Unidos 112 Die Soziale Frage 193
Ochenta años de sociología norteamericana: la
sustitución de una ciencia moral por una aca- VII. Las dimensiones sociales del maf: la contribu-
démica . l17 ción de la sociologla 202
Penalidades por la pérdida de una unidad sub-
ordinada: el ejemplo de Giddings • 121 Die Soziale Frage 203
Las lecciones de la experiencia norteamericana:
los dos caminos de una ciencia del hombre 128
VIII. La ley del desarrollo de la personalidad: la
El enfoque centrado en el hombre para una contribución de la psiquiatría 213
ciencia sistemática y superordenada de la so-
ciedad . 129 La contribución de Freud . 213
El fracaso de 'los sistemas . 134- Un concepto posfreudiano de la personalidad
La aclaración académica: el ejempio de las humana 227
"fuerzas sociales" 139
Conclusión 144- IX. La estética como ética: la contribución de la
ontolog{a descriptiva 24-6
Segunda Parte IIomo poeta: el hombre creador de significados 248
La convicción como problema estético 254-
LA CIENCIA DEL HOMBRE. COMO ANTROPODICEA Breve ontología del amor • · 25S
Las "perversiones" . . . . . . . . 260
V. Personalidad y valor: la contribución de ·la psi- Estética "buena" contra éstética "mala" 269
colog{a . 153
La ontología de la estética y del amor en
. Contribución empirista a la ciencia del hombre 155 Stendhal 273
594 595
 E;l 1 pr()blerna especial de la creación autónoma Cuarta Parte
de significados . 276
Algunas observaciones acerca de Goethe • . 289 LA NUEVA CIENCIA DEL HOMBRE: REPASO
Algunas observaciones sobre la controversia en- Y CONCLUSIÓN
tre Hume y Rousseau . 296
XIII. La visión de la ciencia del hombre 4!1!1
X. Psicología histórica: la unión de Marx y Freud 305 "La ffiosofía como teodicea" . 438
La sociología como antropodicea histórica 441
La creación histórica de ·significados 306 La necesidad de una teoría completa de la alie-
La creación social de significados: la tesis esen- nación como antropodicea . 442
cial del positivismo . 315
La creación de significados en la perspectiva XIV. La propia estima: el principio único para una
histórica 326 slntesis genuina . 459
El cambio histórico en la perspectiva del tiempo 339
Conclusión: la forma de la ciencia unificada , 476
Conclusión: la tarea de una psicología históri-
ca madura. 345
XV. El problema de lo prematuro en la teorla so-
cial: revaluación del fracaso de Comte 485
Tercera Parte Conclusión 495

EL TIPO IDEAL: EL INDIVIDUO Y LA COMUNIDAD XVI. La paradoja de la Ilustración 504

Epílogo. Fusión de la ciencia, la filosofla y la religión 524
XI. Un plan para el hombre ·ético 359 La belleza, el mal y la revelación . 526
La necesidad de significados autónomos 360
Apéndice. Algunas observaciones sobre el método y
El problema de los significados autónomos 364
la filosofla de la ciencia del hombre como an-
La contribución individual para vigorizar la tropodicea 5!17
autonomía . . 367
La contribución social al vigor para la auto- El problema del "Es" y el "Debe Ser" 537
nomía . !170 JI El problema de la fragmentación disciplinaria 538
La subversión contemporánea del hombre ético !185 El problema del "método científico" 540
El problema de la relatividad de los valores 544
XII. La spciedad ética 398 Bibliografía . 553
· La educación progresista para el hombre ético 40!1 tndice analltico 577
tndice de nombres 585
La falacia . de la salud. física como valor ideal
típico básico . 424
596 597
Este libro se termi , .
Progreso, S~ t~
mes de juli no de nnpri .
d1993 en lm¡;r:ror: encuadernar en el
244; 09830 Méxi e C. V. (IEPSA), cru1_ ¡ncuademadora
co, D. F. Se tiraron 2 000 . Lorenzo•
e San
ejemplares.

uoES
 Ernest Becker
LA ESTRUCTURA DEL MAL
Un ensayo sobre la unificación de la clencht del hombre

La ciencia está inmersa en la historia de un

modo total. Es decir, en la medida en que es
un fenómeno marcado por la historia de modo
indeleble, la producción científica es un
fenómeno social cuyos resultados, beneficios
(o perjuicios), acumulaciones y pérdidas se
insertan en el conjunto global de la
experiencia humana. La ciencia no es por
cierto el orden de actividad puro y
desinteresado que muchos imaginan; está
llena de accidentes, de imperfecciones
-habitada continuamente por el voluble azar.
Tal condición es más clara y patente en las
ciencias sociales: por ello, Ernest Becker
decidió escribir esta obra, compendio de sus
búsquedas e investigaciones para encontrar
un sentido y una salida a la crisis de nuestro
tiempo. La variada condición conflictiva de
las ciencias exige, con tanto más rigor y
lucidez cuanto mayor es la magnitud de sus
problemas y fracturas, una aproximación a
esa deseada (y deseable) unificación de las
ciencias del hombre. En la visión de Ernest
Becker y en su capacidad intelectual -a un
tiempo sintética y abarcadora-· están los
elementos esenciales para cumplk ese
propósito ingente -o, al menos, para,,. ............
en la dirección correcta. j

o 'Lt l~ !l\ 1 :~\I _I

FONDO DE CULTURA ECONOMICA
MEXICO