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SEP UCONACULTA

SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN PÚBLICA
. 1N BA [ITnU

INBA igital Repositorio de Investigación y Educación Artísticas


del Instituto Nacional de Bellas Artes

www.inbadigital.bellasartes.gob.mx
Formato digital para uso educativo sin fines de lucro.
Cómo citar este documento: Mendoza, Héctor. Creator principium. México: CONACULTA, INBA, CITRU, 1996.

Descriptores Temáticos (palabras clave): Comedia mexicana-- Siglo XX. Teatro mexicano-- Siglo XX. Teatro- México-
Historia y crítica. Bitácora de ensayos. Mendoza, Héctor, 1932-201 O.
BITACORAS DE TEATRO
CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA YLAS ARTES • CENTRO NACIONAL DE LAS ARTES • PROGRAMA DE APOYO ALA DOCENCIA, INVESTIGACION YDIFUSION DE LAS ARTES
INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES • CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACION TEATRAL RODOLFO USIGLI• COORDINACION NACIONAL DE TEATRO
Coordinación editorial:
Estela Leñero
Edición :
Luis Cortés Bargalló
Diseño gráfico:
Pablo Moya
Fotografías:
José Jorge Carreón

Primera edición, 1996


© 1996, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes 1 CNA
Río Churubusco s/n
Esquina Calzada de Tlalpan
04220 México, D. F.
© 1996, Instituto Nacional de Bellas Artes 1 CITRU
Río Churubusco s/n
Esquina Calzada de Tlalpan
04220 México, D. F.

ISBN: 968-29-9522-1
ISBN: 968-29-9317-2

Impreso y hecho en México

L.,
Comenzó a fines de 1994 como un proyecto acadé- en torno a los procesos creativos. Por un lado se
mico según el cual Héctor Mendoza elaboraría un contaría con un texto dramático que era en sí mis-
ensayo sobre su propia "técnica", a partir de lo que mo una reflexión y, por otro, con el seguimiento
él consideraba sus aproximaciones y discrepan- detallado y crítico al proceso de montaje de dicho
cias con Diderot y Stanislavski, las "fuentes primi- texto. En ese sentido resulta significativo que el pa-
genias" de toda teoría sobre la actuación. Al cabo trocinador de la edición sea, a través del PADID, el
de algunos meses, Mendoza presentó al CITRU su Centro Nacional de las Artes, institución académica
primer avance de investigación; un artículo para que intenta asimilar las experiencias del INBA y la
el número uno de la revista Documenta. En él, el UNAM en su propósito de combinar articuladamente
maestro y director planteó lo que podríamos enten- la docencia, la práctica y la investigación artísticas.
der como una desviación providencial en el proce- Este volumen constituye, pues, un singular pro-
so de investigación: en primer lugar, ya no escribi- ducto de investigación que abarca tanto el proce-
ría un ensayo sobre su propia teoría o técnica, so reflexivo del creador en torno a "su tema" como
sino sólo sus "rectificaciones" a los postulados de el análisis de su proceso de materialización prác-
los dos pioneros en el tema; en segundo, también tica, por no decir que encierra en sí mismo una obra
la forma de su reflexión se modificaría al adoptar artística.
el diálogo como medio de exposición. Con él nos proponemos desarrollar un campo
Al cumplir un año de investigación, Mendoza dio de estudio que parte del siguiente planteamiento;
por concluido su compromiso con el CITRU al entre- siendo la representación teatral una experiencia
gar una trilogía teatral compuesta por las obras efímera, su análisis pierde eficacia cuando se fun-
Actuar o no (cuya primera versión había sido pu- damenta sólo en la crítica del espectáculo; por
blicada doce años antes), Creator principium y La ello, pensamos que el estudio de la puesta en es-
guerra pedagógica. Al mismo tiempo comenzó los cena debe encontrar su materia prima en el perio-
ensayos de la segunda obra, que sería estrenada do de ensayos, en el momento donde se articulan
en mayo de 1996. El CITRU, por su parte, se dio a la las propuestas o intuiciones creativas. Esto implica,
tarea de materializar la publicación de la trilogía con también, afinar las herramientas metodológicas, de
la seguridad de que sería gratamente acogida por tal forma que se profundice en el análisis de cada
estudiantes y profesionales del teatro. uno de los momentos del proceso de montaje, así
Sin embargo, se interpuso otra "desviación pro- como en el descubrimiento de una ruta crítica que
videncial" a cargo de la Coordinación Nacional de Tea- establezca paralelos con los procesos creativos
tro, que propuso iniciar conjuntamente una colec- de distintos artistas y disciplinas.
ción de libros o cuadernos pedagógicos bajo el tí- Por lo pronto no nos queda sino abrir los ojos
tulo tentativo de Bitácoras de trabajo. Fue así como a esta tentativa inicial y buscar en ella el principium
surgió la idea de darle un seguimiento al montaje de de lo que puede ser un nuevo enfoque en el estu-
Creator principium y completar el ciclo de reflexión dio del teatro mexicano.

CREATOR 5 PRii\CIPTUM
Creator principium es estrenada en el Teatro San-
ta Catarina, bajo el patrocinio El Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes a través del Instituto
Nacional de Bellas Artes y la Universidad Nacional
Autónoma de México, por medio de la Coordina-
ción de Difusión Cultural el día 16 de mayo de 1996,
con el siguiente reparto por orden de aparición:

La la:
Julieta Egurrola
Lorenzo:
Hernán Mendoza
Felipe:
Ricardo Blume
Carla:
Angelina Peláez
Emilia:
Laura Padilla
Raúl:
Luis Rábago
Sofía:
Ana Celia Urquidi
Arturo:
Fernando Jaramillo

Iluminación:
Gabriel Pascal
Música original :
Rodrigo Mendoza
Coreografía:
Marcela Aguilar
Asistente de dirección:
Alejandro Montes
Dirección escénica:
Héctor Mendoza

Realización del vestuario femenino:


Keté Cebral
Realización de vestuario masculino:
Emigdio Fernández
Producción ejecutiva:
Jorge Peláez
Fotografía:
José Jorge Carreón
S
Dedicado a todos los que hicieron posible Creator principium
Un buen libro de actuación nunca podrá sustituir la escena; sus mecanismos, para teatralizarlo. Y
a un buen maestro de actuación pero sí podría ayu- más: la reacción del actor frente al personaje, al
dar al actor que busca hacer de su arte una cien- público y a la historia que se representa. Porque
cia. Sin embargo, una obra de teatro que refleje actuar bien significaría reaccionar justificadamente
fehacientemente los mecanismos de actuación- a estímulos ficticios. En Creator principium Héctor
como un buen maestro- proveerá, sin duda, de Mendoza pone a prueba a los actores, al espec-
una lógica de comportamiento al actor y, al mis- tador y a él mismo con sus teorías actorales lle-
mo tiempo, preparará al público para entender más vadas a la práctica . Actuar no es cuestión de tono
y mejor al teatro y su proceso creativo. Un gran sino de convicción.
avance. Porque de ahí puede derivar un principio Actuar es acercarse al texto como posibilidad
fundamental: no hay más que dos tipos de actores: emotiva y no como una idea discursiva. Actuar y
el actor en formación y el actor en deformación, decir significa la buena comprensión del decir
actores informados y actores desinformados, ac- y sentir, del reaccionar ante uno mismo, ante otro
tores científicos y actores acientíficos. En Creator actor y frente al público. Emotividad sin signifi-
principium, por ejemplo, destacan actores y actri- cación es falsa actuación. El mejor énfasis con-
ces en formación. Del pequeño gesto al gran gesto; siste en la significación de lo enfatizado. Si no se
de lo superficial a lo profundo; del manejo mínimo, entiende, es mejor no decir nada, porque hacerlo
pero exacto de la voz, hasta las infinitas posibili- provoca confusión.
dades sonoras; de la seriedad al juego ... Héctor Mendoza es experto en potros salvajes:
El hilo negro de la actuación ya se descubrió trabaja con los actores según el carácter de que
hace siglos. De Diderot a Stanislavski. De la liber- se trate; si el actor se "deleita" con las palabras,
tad supuesta del método vivencia! a las evidentes Mendoza le muestra algo más que sólo el decir
restricciones del método de representación. En- bonito cualquier cosa; si alguien sólo "hace voz"
señar actuación no es una materia donde se apren- (recita), pero no actúa, el maestro ejercita al co-
dan recetas per se. Porque memorizar un papel mediante en cómo actuar con sentimientos pre-
no es lo fundamental. Lo fundamental es compren- viamente razonados, porque una cosa es entonar,
der el personaje a interpretar de acuerdo a dos y otra, dar volumen a las palabras. (Cuidado: hay
corrientes estilísticas, como principio: el romanti- que dejarse llevar por la intención, no por la ento-
cismo, donde predomina la emoción sobre la nación. Cuidado: que tu boca no vaya más rápido
razón, o el clasicismo, en el que predomina la se- que tu mente. Cuidado: sin los agudos viene la
gunda sobre la primera. Ser actor vivencia! o de carencia de emotividad y la monotonía. Es nece-
representación determinará el estilo para vivir en sario el uso de la cadencia y la anticadencia, la

CREATOR I I PRI!\ CIPIUM


semicadencia y la semianticadencia; técnicas ne- imágenes que lo lleven a un pleno de la situación
cesarias -aplicadas por Mendoza- para con- por la que atraviesa su personaje, lo cual prepara
cientizar cualquier posible monotonía textual. el terreno a las emociones finales; que el actor
Porque la voz es el medio con el que se expresan, acabará produciendo para la creación de un per-
primordialmente, las distintas necesidades indivi- sonaje. Después, vendrá el resto.
duales y el desconocimiento de esto hace que se Actuar no es memorizar un texto sino darle con-
pierda la sinceridad. Así, hasta llegar al método tenido a las palabras. Cuando se alcanza la verda-
con que Mendoza conduce a los actores a la con- dera significación de las palabras, la memoria no
formación de su personaje; los empuja al torbelli- falla. La madurez de un actor llega en el momento
no de sus propias pasiones para utilizarlas en bene- en que significa todas las palabras que le vienen a
ficio de la puesta en escena. Una puesta en esce- la boca. Una intención particular guía a Héctor Men-
na donde no existe actor o actriz principal: el todo doza al permitir que un actor se deje llevar, en un
teatral no perdona que papeles aparentemente momento dado, por sus sentimientos. Cuando lo
pequeños no sean importantes en ninguna de sus logra, le va enmendando la plana emocional a me-
concepciones. Los actores que trabajan con él dida que comprende el sentido profundo de la si-
tienen ante sí a un hombre que resulta dialéctico tuación por la que atraviesa. Pero en ningún mo-
en todo lo que concierne al teatro y su represen- mento permite que se emborrache de emotividad.
tación. El contenido de una palabra en Mendoza y sus
Emotividad sin significación es un desastre para actores es múltiple, plural. Un buen director de
el bien del buen teatro, porque una cosa es la emo- actores es el que brinda al actor todos los análisis
tividad por sí misma y otra la emotividad significa- posibles de una obra, los posibles y los imposi-
da. Cuando un actor se deja llevar por las emocio- bles, a fin de que el actor se encuentre en la cuer-
nes fáciles se hace necesario traerlo a la razón. da floja de la actuación y se maneje como un pez
Cuando todo está ya debidamente razonado, se en el agua, a pesar del espacio vacío que es el es-
le deja que recupere la emotividad que correspon- cenano.
de. El estado ideal del actor es, pues, la conjunción "Vamos otra vez", "vamos otra vez" y "vamos
entre la razón y sus emociones. Porque los apren- otra vez". El maestro repite esa frase constante-
dices de actor tienen el defecto de producir emo- mente al dirigir a sus actores. Primero, los invita a
ciones tipo porque no han analizado previamente la lectura de la obra. Después vendrá el análisis
la situación que provoca tal estado de ánimo. Es del texto. Y todo el tiempo va encontrando más y
_necesario el "empuje" del director-maestro para más hallazgos para bien de los actores. No se
sacarlos del bache: que no digan, con la misma conforma con lo que un actor, incluso reconoci-
emoción, todo el parlamento. Que busquen posi- do, le pueda dar. "Una vez más" lleva implícito el
bilidades, porque la intención de la palabra y el si- deseo de que el trabajo del actor mejore cada vez
lencio de la palabra no dicha es infinita. La inten- más. Podríamos decir que Héctor Mendoza hace
sidad no justificada conduce sin duda a una actua- todos los papeles de sus actores. Ignoramos si
ción deplorable. La intensidad no justificada aplana es un gran actor pero, como director, comunica a
la actuación. La mejor actuación se logra con ba- sus actores el profundo entusiasmo de sus gesti-
se en la comprensión profunda de la situación fic- culaciones e intenciones. Con disciplina, cuida las
ticia. Durante los ensayos con Héctor Mendoza transiciones del actor de un estado de ánimo a
uno aprende que, en principio, memorizar el texto otro. Las transiciones son fundamentales en el
es lo de menos. Lo primero: invadir al actor con teatro y Héctor Mendoza pone especial atención

CREATOR I2 PRi i'íCIPI UM


en ellas ... Porque hasta en los silencios hay pen- por el actor, se puede considerar un mal director
samientos y significaciones emocionales. Porque de actores. Porque una cosa es decir las cosas y
cuando uno termina de hablar existen posterior- otra darle cuerpo a las palabras. Un buen director
mente pausas, silencios que continúan diciendo de actores, necesariamente, debe guiar al actor a
cosas. Explotar todo el potencial del actor durante encontrar todas sus posibilidades expresivas. Y
el tiempo que duren los ensayos. Nunca un ensa- la única manera de lograrlo es hacer que el actor se
·¡ yo teatral resulta igual, sin embargo; la mística, el observe a sí mismo. Cuando dirige, Héctor Mendo-
compromiso con el trabajo, es invariable. za no trabaja con un actor, sino con el conjunto de
Sin timing ni ritmo la actuación puede resultar actores que intervienen en tal o cual escena. El éxi-
un fiasco, aun cuando el actor haya hecho hallaz- to de su teatro estriba en eso: los parlamentos no
gos extraordinarios que no tengan ilación entre se dicen aisladamente sino provocándose unos a
sí. El timing y el ritmo son de los últimos pasos otros en secuencia lógica. Mendoza empuja al ac-
para llegar a una actuación deseable y, sin embar- tor a que esté pendiente de lo que sus palabras han
go, Mendoza, desde el principio trata de fijarlos provocado en el otro. Si no se trabaja así, el prede-
en el actor como una piel adherida que, poco a terminar una frase, por ejemplo, vuelve acartonado
poco, se va incorporando al proceso creativo. Fi- el trabajo actoral. No basta con decir las cosas:
jarlos desde el principio ha sido, creemos, la razón hay que significarlas por medio de la gesticulación.
~
1
por la cual los actores dirigidos por Mendoza lle- Hay que tener una actitud en relación con las
,,l; gan a alturas insospechadas en el teatro mexica- palabras. Si no hacemos caso de todo lo anterior,
,i no. Para que el timing y el ritmo sucedan es nece- nos vamos a encontrar con una puesta en escena
1
¡, sarísima la comunicación entre los actores de la menor. Y, claro, tampoco tendríamos el mejor pro-
obra. Porque dos actores pueden estar contestan- ducto sin la pasión necesaria para sacar a flote
do de la manera más lógica sus parlamentos uno todo lo que un buen director de actores como Héc-
al otro, y no haber, sin embargo, comunicación tor Mendoza pide para el buen éxito de una pues-
l entre ellos. Sin comunicación hay frialdad. Y la ta en escena. Cuando hay pasión, se logra más.
í
frialdad no entra en los propósitos creativos de No hay forma de entenderse con un público si no
Héctor Mendoza. Busca la comunicación para existe la pasión. ¿Está el público dispuesto a apren-
encontrar el verdadero diálogo entre los actores der algo del buen teatro o sólo viene al teatro con
y, de ahí, vendrá el ritmo y el timing, este último la intención de oír lo que ya sabe? Si es así, muy
cuando se hace necesario entender al otro per- poco va a asimilar de lo que el teatro de Héctor
sonaje para adecuar la respuesta. Mendoza propone con Creator principium: teatro
Si un director no tiene oído y sensibilidad al dentro del teatro para actores siempre en proce-
escuchar el tono y el ritmo de las palabras dichas so de formación: todo un acontecimiento teatral.

CREITOR IJ PRJI\ CJPfl'M


Estábamos emocionados esperando nuestra nos importante: importa la temática: el actor des-
primera lectura a la obra de Héctor Mendoza, Crea- de dentro, frente al público.
tor principium. Era un treinta de septiembre de 1995. Mucha risa y poco análisis. El propio Mendoza
La cita fue a las cinco de la tarde en un salón de señala la importancia de leer con detenimiento la
ensayos, adjunto a la casa del maestro, en la co- obra para después, en otra ocasión, analizarla a
lonia Álamos de esta ciudad. Todos llegan puntual- profundidad. Para el que esto escribe -como se-
mente: Blanca Guerra, Delia Casanova, Julieta Egu- guramente para el resto de los nombrados-, inva-
rrola, Laura Padilla, Ricardo Blume, Luis Rábago, sión de dudas: ¿es representable la teoría de la
Hernán Mendoza y Fernando Jaramillo. Los invita- actuación? ¿Será posible definir y precisar estilos
dos: Flora Dantus, durante años asistente de direc- de la actuación en una obra? ¿Podrá el público so-
ción del maestro y ahora directora teatral; Germán portar dos horas de teoría en la práctica? ¿Cómo
Castillo, director de teatro; Alejandro Montes, que abordarán los actores el proceso de aprendizaje de
en años recientes ha venido colaborando con Men- la obra con elementos teóricos que ellos mismos
doza como su asistente de dirección; Gabriel Pas- manejan de forma conciente e inconciente? ¿Có-
cal, escenógrafo, y el que esto escribe. Café para mo hacer conciente lo inconciente y viceversa?
todos. Los actores leen la obra y el resto escucha- Al llegar a casa releí la obra. Una teoría muy
mos. No hay intenciones tonales ni emocionales. lógica. Una relectura de fácil comprensión. Sin ma-
Es una lectura de aproximación al texto. yor análisis, la historia es muy sencilla porque Cre-
Lectura torpe, insustancial, apenas esbozada, ator principium, en su parte anecdótica es, sobre
con algunas risas por lo contenido en el texto. Na- todo, una historia de formación actoral: así como
die sabe aún -excepto Mendoza- que estamos Lala es una actriz hecha en las tablas del escena-
frente a una comedia realista con tonos de farsa. rio, cada uno de los actores de la obra tiene su
Lectura sin interrupción de poco menos de dos particular historia, que vienen a conformar el mosai-
horas. Al terminar nadie se atreve a expresar una co de actores que tenemos en México. Por ejem-
opinión sobre el texto. Más que analizar, los acto- plo, Sofía es la actriz contemporánea hecha en
res le preguntan sobre la intención de la obra: Men- las "tablas" de las cámaras del cine y de la tele-
doza explica las diversas teorías de la actuación, visión. Una actriz que no ha asistido a clase algu-
especialmente las de Diderot y Stanislavski, teo- na, sin formación académica previa, hasta que lle-
rías que han continuado desarrollándose durante ga a las clases de Raúl.
el presente siglo. Con Creator principium Mendoza O el actor académico: es el caso de Lorenzo,
intenta hacer representable la teoría de la actua- a quien aún le falta mucho aprendizaje porque la
ción. Crea una obra donde lo anecdótico es lo me- escuela no le dio todo lo que había que asimilar y

CHE,\TOR I8 1'111\CII'Il l\1


que, entonces, se encuentra en un momento un
poco desesperado, con la escuela terminada pero
sin saber qué hacer; entre que necesita el trabajo
y hace teatro de comedia o televisión o cine, lo que
sea, para poder vivir. Sin embargo, al mismo tiem- 'P rim e r cuud,ro.

po, es conciente de que necesita seguir trabajan-


do su proceso como actor, y va ha buscarse por
ahí una clase que sea de posgrado con Raúl.
O el actor que no ha contado con un buen maes-
tro: como es el caso de Arturo, que anda picando
aquí o allá sin realmente tener un lugar de forma-
ción , hasta que encuentra finalmente una clase
que verdaderamente le interesa: la de Raúl.
Un caso muy común entre nuestros jóvenes es
el de Emilia, una actriz con talento, pero formada
en una mala escuela. Una actriz ignorante de los LORENZO: ¿Qué u ser un oetor eh vivl!~ia ,
~~:;\C."'v-0_~~4.,;n.r-
Lata?
• .

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conocimientos teóricos alrededor de la actuación, LALA (dnpub de t#ll momtnto): ¿Qué!o

de ~-,;.,..,_ e, ""-.;..J,.d )i.J


pero con la capacidad innata de un gran actor. La
clásica actriz que resuelve las cosas, más que
con el saber, con una especie de iluminación (léase
intuición). El caso contrario es el de Carla, quien a Página del libreto de
lo largo de su vida ha estudiado todo lo relaciona- Creator principium con anotaciones
de la actriz Julieta Egurrola.
do con su profesión; conoce suficientemente los
métodos de la enseñanza del actor, pero insiste
en seguir estudiando con Raúl.
Y, finalmente, Felipe: el actor que se hizo en la amigo en común: Lorenzo, que asiste a las clases
escuela a conciencia pero que, por cuestiones de de Raúl, hasta que los convence, primero a Felipe
trabajo, olvidó la academia y el aprendizaje; aban- y después a Lala, de compartir sus experiencias
donó los principios y objetivos de la escuela; el clá- teóricas sobre la actuación. Casi al mismo tiem-
sico actor que empezó siendo una cosa y se convir- po, Lala se convierte en amante de Lorenzo. Pero
tió en otra (lo contrario de Sofía, que está en vías Felipe lo descubre todo en un ejercicio actoral con
de convertirse en una actriz académica). Lorenzo. Felipe habla con Lala, que lo niega. El
Por lo demás, en Creator principium es fácil teatro se confunde con la realidad. Lala actúa en
saber quién es Raúl: el alter ego del maestro Héctor la vida real a cada momento, como parte de su
Mendoza, el eterno estudiante del teatro y su apli- deformación profesional. Es un personaje en sí
cación en México. El Héctor Mendoza que busca misma. Felipe no se queda atrás.
una forma nada convencional de explicar sus rectifi- O Sofía y Arturo, quienes son amantes desde
caciones a las teorías de actuación que conoce- el principio de la obra y terminan peleados. Arturo
mos hasta el momento y que han sido la matriz de corteja a Carla y empieza a andar con ella. Pero
todas las subsiguientes. Carla tenía interés en Raúl, sin que existieran posibi-
Y seguimos pensando en lo anecdótico de la lidades de nada. Aunque, al final, Raúl le declara
obra: Lala tiene un marido, Felipe. Ambos tienen un su amor a Carla: craso error, porque ella ya no sien-

CHE ITO H 2I PH i i\CI I'I U\1


te nada por él. Las cosas se complican porque su tendencia estilística. A través de Raúl, se nos
Emilia está enamorada de Raúl, sin que éste le co- conduce a la ejemplificación para llegar al camino
rresponda en ningún aspecto. de la buena actuación.
Todos están involucrados íntimamente, aun- Emilia no sabe que es una actriz vivencia!; Car-
que lo importante no es la historia que se cuenta, la, sí. Lala, una actriz lírica, ha vivido sin saber que
sino la temática de la obra: la teoría de la actuación es una actriz vivericialísima. Sofía, toda conciencia,
-y lo que se desprenda de ella. Por la actua- vive concientemente su vida como mujer y como
ción -y no por las historias entremezcladas-, actriz: toda una actriz de representación.
es que Creator principium crea expectativas en el Lorenzo, estudiante hasta las cachas, sufre vi-
lector o espectador. La anécdota se vuelve un vencialmente su vida privada y actoral: todo un
guiño de Héctor Mendoza. Lo temático, justamen- actor vivencia!. En cambio, Felipe es, ha sido siem-
te, el principio creador de una concepción suge- pre conciente de ser un actor de representación.
rente a todas luces. Arturo, un actor en formación que siempre se anda
Porque, fundamentalmente, Creator principium perdiendo en las situaciones que se le presentan
investiga los mecanismos de los actores vivencia- es, ¿qué es Arturo? Por ser un actor principiante
les y de representación. Los de representación, es difícil determinar a qué escuela pertenece . Y
¿no sienten su papel? Los vivenciales, ¿"sienten" Raúl, el gran teórico de la actuación, controla todos
de una manera "terrible" su papel? Luego enton- los mecanismos para llevar a buen puerto sus con-
ces, ¿qué es, cómo se comporta un actor vivencia! ceptos, ideas, pensamientos: vive y siente concien-
y cómo un actor de representación? Y empeza- temente todo lo que habla: un extraordinario ac-
mos a descubrir a lo largo de la comedia en 15 tor de representación.
escenas que todo actor -de cualquier corriente- Pero, bueno, esto no es más que la primera
siente "algo", sea conciente o inconcientemente. lectura de la obra. Habría que ver lo que pasa du-
El vivencia! genera la emotividad actoral inconcien- rante los ensayos. Por lo pronto, las reticencias a
temente y el de representación, concientemente. la obra por parte de los actores fueron muy elo-
Mendoza disecciona cada uno de los componentes cuentes. Mendoza esperó una mejor ocasión para
que integran a un actor vivencia! y de representa- la discusión que llevaría, finalmente, a la puesta
ción, donde, según el carácter, el actor escogerá en escena de Creator principium.

CHEATO R 2] PHi i\C I PI UM


Un mes después, nos volvimos a encontrar. Era más de teatralización. Algunos actores se quedaban
la fe al maestro Mendoza, que a la obra, lo que con- crispados, esperando una reacción negativa del
tribuía a que el reparto continuara siendo el mismo. maestro. Mendoza, apacible, sereno, respondía
Los ensayos fueron muy accidentados: Lala-Julie- siempre a los planteamientos de Raúl-Luis Rába-
ta Egurrola y Felipe-Ricardo Blume tenían cons- go. Porque sabía que era uno de los papeles más
tantes llamados: Julieta Egurrola filmaba por el mes difíciles de personificar por un actor: se trataba
de octubre y diciembre Profundo carmesí, de Ar- de ser un maestro de actuación con toda la seguri-
turo Ripstein. Y Felipe-Ricardo Blume, grababa para dad que esto entrañaba. Era la guía del resto del
Televisa los últimos capítulos de María la del ba- elenco. Y no era que Luis Rábago no lo supiera,
rrio. (Los horarios se modificaban según Televisa, no; simplemente, meterse en la piel del director,
o el cine, solicitara a los actores.) Por su parte, introyectar las teorías de la actuación y hacerlas
Sofía-Blanca Guerra iniciaba preparativos para la asequibles al actor frente al público, no era cual-
actuación en una película, Sabor latino, en copro- quier papelito.
ducción con España. Carla-Delia Casanova, tam- Desde el principio supimos que Margarita Sanz
bién , por motivos extraordinarios, llegó a faltar a no podría participar, pues estaba en otra concep-
ensayos. Pasaron semanas para que se encontra- ción escénica: María Estuardo, dirigida por Raúl
ran todos y discutieran, todos, en trabajo de mesa, Quintanilla. El resto del elenco lo conformarían: Lau-
el producto a representar. ra Padilla-Emilia, Hernán Mendoza-Lorenzo y Fer-
(Recordamos por todas estas razones los plan- nando Jaramillo-Arturo. Cada uno con su libreto, dis-
teamientos de Héctor Mendoza en su obra Ham- cutían los diversos tópicos alrededor de su papel.
let, por ejemplo: severas críticas a Televisa por la Las discusiones eran fructíferas. Por ejemplo, se
deformación que ha hecho del público y los acto- analizaba la discusión entre Arturo-Fernando
res. Un público con el gusto estragado por Televi- Jaramillo y Sofía-Blanca Guerra: en la escena ha-
sa. Un público que, "a base de años de ver una blaban de actuación pero también discutían, entre
actuación improvisada y de pésima calidad en las ellos, su relación amorosa. Lo anecdótico y lo te-
telenovelas, acaba por creer que eso es lo bueno. mático, mezclados; la ficción y la realidad , confun-
¡Les han arruinado el gusto en forma criminal .. .!" didas.
Pero el actor tiene que comer.. .) Desde el inicio Mendoza fija el tono de la come-
Aun así, iniciaron con el clásico trabajo de mesa: dia en los actores: frío e intenso. Intenciones como
discusión de los personajes. El más atribulado era congeladas. Porque en la comedia importa la apa-
Raúl-Luis Rábago. Le resultaban inverosímiles sus riencia de lo que nos pasa: el que no surjan las
parlamentos. Los consideraba aburridos, carentes intenciones internas, pero que estén ahí, precisa-

CRE ITOH 27 PHI\CII'Il \J


representación mantiene fijo el gesto sin llevar las
vivencias al escenario. No importa si el actor viven-
cia! lleve sus experiencias personales al escena-
rio y no fije el gesto y cambie situación tras situa-
ción. Importa, y mucho, que los dos actores -vi-
vencia! o de representación- se conduzcan por el
realismo-naturalismo: belleza y verdad de la mano.
Lo que el público observa en un actor o actriz
es el resultado de la ciencia de actuar, no el simple
sentimiento o pensamiento en abstracto. Es pro-
ducto de una técnica pedagógica que el maestro
Mendoza ha venido desarrollando a lo largo de los
años. El actor, para serlo, requiere, necesita PRIME-
RO: aprender a ser un humano pleno y conciente .
Lograr una mejor posibilidad existencial; vivir la vi-
da con provecho, con una buena asimilación para,
finalmente, transmitir todo su bagaje en la escena.
Porque el actor, ante el público, es el revelador
de los secretos de la vida. SEGUNDO: un método de
transmisión, que es el estudio en las escuelas de ar-
Página del libreto de Creator principium te, o la experiencia del trabajo en los escenarios.
con anotaciones de la actriz Ana Celia Urquidi . Lo del talento puede ser relativo. La disciplina es
la que cuenta. Un actor con talento, sin el trabajo
de su cuerpo y mente, no servirá de mucho en un
mente, congeladas en el gesto y el cuerpo del breve tiempo: terminaría repitiéndose a sí mismo,
actor. O la fijación de un gag, como reír en el esce- haciendo clichés. Al revés: con disciplina, un actor
nario: Sofía-Blanca Guerra ríe y va matando la risa mediano puede convertirse en un actor de excelen-
poco a poco, hasta el último aliento para sacarle te nivel actoral. El talento se puede forjar. Aunque
provecho a una escena actoral. En el acercamien- claro: el actor que tiene talento y está bien entre-
to al texto es importante para el actor no sólo su nado, será siempre el mejor, como en el resto de
personaje a interpretar, sino éste con los demás las profesiones.
personajes. Y una caracterización que parte de Es ampliamente conocido por el medio teatral
aquellos valores que uno tiene de sí mismo; lo que el implacable estilo con el que Mendoza niega la for-
dará el comportamiento, es decir, el carácter. Los mación a un actor principiante, especialmente
actores, instrumento de mentiras vitales para re- cuando el maestro no encuentra tela de donde
presentar la vida. cortar para guiar al aprendiz. Existe a su alrededor
Una comedia, una obra no estrictamente rea- una leyenda negra. Y al revés: una aureola de home-
lista pero cuya actuación sí exige un corte realista najes de aquellos que han recibido su enseñanza
y naturalista. Realismo cuyo valor principal es la a conciencia. Diatribas y apologías a su paso. Un
belleza. Y naturalismo, donde la verdad es el valor personaje que ya vive entre la ficción y la realidad
principal. Mendoza va marcando las reglas de la del teatro mexicano contemporáneo de este fin
concepción escénica. No importa si el actor de de siglo. Eso sí: nadie puede negarle su tenaz es-

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fuerzo por crear una escuela de actuación eficien- de enseñar actuación. La diferencia entre él y el
te, científica, pedagógica, congruente y aplicable resto de los directores de teatro en México estriba
al teatro. No le miente al actor cuando le explica en un punto fundamental: conoce la naturaleza del
las dificultades que tendría en su oficio por sus limi- actor y siempre ofrece en sus concepciones escé-
taciones físicas o malformaciones o problemas vo- nicas actuaciones de primerísimo nivel. No es lo
cales. Lo considera un impedimento. Sin compren- mismo ser director de escena que director de ac-
sión mental y emotiva para un entrenamiento nada tores. Mendoza reúne ambos requisitos. Y en los
puede hacerse. Como bien dice Raúl-Luis Rábago tiempos actuales, existen en el medio mexicano
en Creator principium: "la vida es cruel. El apren- buenos directores de teatro, de la escena, pero,
dizaje de la actuación lo es en sumo grado ... " como directores de actores son bastante inefi-
Héctor Mendoza: el corrector del carácter sin cientes: no tienen oído para corregir a un actor,
cambiar la esencia del actor; el teórico sin ningu- les falta tacto para sacar el máximo de provecho
na proposición teórica porque, como él dijo en una en un trabajo actoral; porque los actores, irreme-
entrevista a Edgar Ceballos: "soy teórico, es ver- diablemente, necesitan de un guía sensible para
dad. Pero no soy inventor de teorías. No he senti- su trabajo ... Directores que han llegado a congre-
do siquiera que exista la necesidad de inventar gar un reparto envidiable por la experiencia ac-
una. Estudio las teorías de los otros, las entiendo, toral y que, sin embargo, es mal aprovechada.
amplío su explicación; ayudo a que mis alumnos El meollo del asunto estriba en la inconsistencia
entiendan lo que los teóricos anteriores a mí han de las escuelas de teatro. En la senectud a perpe-
dejado establecido. Eso es todo. Mi aplicación no tuidad con que los maestros de menos de treinta
sería pues otra cosa que la adaptación a la prácti- años -o los que están a punto de jubilarse- han
ca de lo que otros han descubierto. La teoría de la dejado la práctica del estudio para aferrarse al
praxis, tal vez. Mi labor es puramente crítica. Eso salario que ofrece un trabajo profesional como es
es exactamente lo que hago: no soy un inventor, el dar clases a perpetuidad, sin constante renova-
sino un teorizador de teóricos". Un sistematiza- ción en los métodos de la enseñanza. La burocra-
dar de teóricos que rectifica, que amplifica, que cia mental se quedó incrustada en nuestras escue-
ejemplifica, que lleva a la escena las teorías de la las de actuación. Escuelas donde, por lo demás,
actuación con el fin de que el público no se pierda repiten, ad infinitum, los viejos modelos de actua-
en el consumismo barato del teatro comercial. Con ción, sin aplicación real en los tiempos actuales.
el propósito de que los actores regresen al origen Todavía podemos encontrar por ahí jóvenes inci-
primigenio del arte de actuar y su representación. pientes repitiendo el esquema gritón y plano, pro-
Para que el teatro no muera. Para que un actor ducto de la enseñanza teatral "a la española" que,
sensible encuentre su espectador sensible. Y por por cierto, en España casi ya desapareció, dejan-
eso la razón de Creator principium. do algunos ecos sólo en la zarzuela.
Desde 1959, a su regreso de los Estados Uni- Entonces: nadie sabe nada. Todos se protegen.
dos, en unos cursos de teatro en la Universidad Y un pequeño grupo mendocino continúa ofrecien-
de Yale, Mendoza inició su vocación magisterial do la novedad en los métodos de enseñanza.

CREATOR JO PRI:\CIPil \1
>,
Entre enero y marzo Creator principium empezaba del tiempo, pero había una gran ventaja: no desco-
a tomar forma. No existía aún seguridad en los nocía las formas de trabajo, rigurosas, del método
actores sobre la propuesta mendocina, pero ahí mendocino. Héctor Mendoza: ese peligroso ser que
estaban, dándole duro, construyendo los cimientos conoce los mecanismos humanos como si fueran
de sus personajes. Sin embargo, los llamados a bichos ante un microscopio. Angelina Peláez esta-
filmación para Blanca Guerra se volvieron incom- ba encantada, a pesar de la presión, pues desde
patibles con la obra; y tuvo que dejarla. En su lugar, 1968 no colaboraba en el teatro, con su maestro.
un 26 de enero de 1996, entró Ana Celia Urquidi. Trabajo diario, casi siempre de dos horas y me-
Hubo que reconstruir la historia de Sofía-Ana Celia dia. Desde el primer día de ensayo, y hasta el es-
Urquidi y Arturo-Fernando Jaramillo, y la de ella en treno, al maestro no le importa que se repita más
relación con el resto del elenco. En una obra, cuan- de cien veces una escena hasta que quede fijada ,
do un actor sustituye a otro de forma imprevista, intencionalmente, por los actores. Mendoza plan-
la concepción, necesariamente, cambia: no es un tea al principio de un ensayo conceptos generales
papel lo que deja un actor, sino el personaje que ha para después particularizar sobre las situaciones
creado para la puesta en escena. Ana Celia Urqui- teatrales y, al final, expresar sus percepciones so-
di trabajó duro, contra el tiempo, su personaje, con bre lo desarrollado. Porque Mendoza no realiza el
el apoyo del elenco. montaje escénico de la obra hasta que no se asimi-
Todos, otra vez, le echaban ganas; de pronto, len los papeles. Creator principium es una obra te-
a finales de marzo, Delia Casanova abandona la mática de rigurosa exigencia cerebral. Como en un
obra. A principios de abril-ya en proceso de mar- auto sacramental, lo central en ella es exponer
cajes kinésicos y proxénicos en el Teatro de San- un tema, en este caso el principio creativo del ac-
ta Catarina-, Héctor Mendoza la reemplaza por tor, y un análisis sobre la verdad y la mentira -en
Angelina Peláez, la nueva Carla. Lo mismo: recons- la actuación y en la vida-. No es cualquier cosa
trucción de los cimientos ya elaborados en meses lo que se le exige al público como receptor sensi-
anteriores. El trabajo de Angelina Peláez fue arduo, ble e inteligente.
intenso, porque el estreno estaba previsto para el El ensayo del 31 de enero con todo el elenco
16 de mayo de 1996. Un ocho de abril llegó Angelina (excepto Julieta Egurrola), fue terriblemente flojo,
Peláez a recoger su libreto. Ese mismo día se invo- sin credibilidad, con pereza. Sucedía, al parecer,
lucraba en las coreografías que empezaba a mon- que algunos actores criticaban a su personaje, lo
tar Marcela Aguilar. Ensayos de mesa y análisis que impedía la asimilación del mismo. En esa oca-
por la mañana, y aplicación de la práctica, por la sión el maestro mostró su enfado; dijo claramente:
tarde. Angelina estaba espantada por la presión "o lo hacemos bien, o terminamos". Nunca más

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volvió a suceder. Y fue casi tan instantáneo, que Como Raúl-Luis Rábago en Creator principium,
en los siguientes ensayos, los actores empezaron cuando dice: "Ya les tengo dicho, ¿cuántas veces?,
a creer en sí mismos y en sus personajes: fluyó la ¡no sé!: sin creencia escénica no hay absolutamen-
verdad escénica. Comenzaba el crecimiento de los te nada. ¿Para qué hacer una improvisación que
personajes creados por los actores con la guía no se ha prep9rado en absoluto? ¿Para hacernos
del maestro. perder el tiempo deliberadamente ... ?" Porque, cla-
Ya por el mes de febrero tomaban medidas a ro, ya habían pasado todos y a nadie le había sali-
actores y actrices para el vestuario (realizado por do el ejercicio. Declarar el amor no es fácil ni en la
Keté Cebral para las mujeres y por Emigdio Fernán- vida real. Imagínense en el teatro. Durante los ensa-
dez para los hombres); ellos, de riguroso frac y ellas, yos, Mendoza amplía sus conceptos alrededor del
de exquisito largo, como para graduarse en la cien- amor y la actuación. Porque si no creemos en lo
cia de actuar. También, por esas fechas, Rodrigo que hacemos, nuestra actuación resulta pobre. La
Mendoza casi terminaba, a ritmo de salsa, la músi- actuación "debe", necesariamente, tener mayor
ca para Creator principium, y Marcela Aguilar se importancia que la realidad. Porque la realidad,
asomaba a los ensayos, esperando indicaciones tal cual, no causa ningún interés. La actuación es
para las coreografías de la obra. Música y coreo- "algo" que nos revela la vida. Por tal razón, un
grafía eran la guía para concatenar los 15 cuadros actor es "interesante", porque está dando algo más
de la comedia, entre los que destacan -por ser de lo que el público hubiese sacado de su propia
el proceso último en la formación del actor prin- experiencia. Se paga por ver más allá de la reali-
cipiante para pasar a la escena profesional- aque- dad y esto sólo se logra con el análisis. Actuar es
llos donde A le declara su amor a B. vivir la vida, conciente de ella, no a tontas ni a
No conozco a nadie mejor para contarlo que locas.
Margarita Sanz en entrevista con Esther Seligson: Raúl-Luis Rábago-Héctor Mendoza hablan del
amor: el amor no es un sentimiento, sino muchos.
A le declara el amor a B, pero B no conoce a A. A El amor es miedo, enojo, tristeza, alegría . El amor
tiene que tener unos antecedentes tan fuertes es una idea que provoca una serie infinita de emoti-
como para convencer a B de quién es A; y, a su vidades . El amor entre dos personas, en un lapso
vez, B tiene que tener unos antecedentes tan fuer- considerable, pasa por muchos estados de áni-
tes que no entienda de qué habla A. Y de alguna mo: gusto y disgusto, celos, rabia, deseo ... Es un
manera, entre los dos, tienen que llegar a algo saco donde cabe todo. Y para un actor, saber es-
que no sean monólogos. Esto forzaba al actor a
to, ser conciente de cómo se siente y se proyecta
olvidarse de su imaginación abstracta y a meter-
el amor en todas sus contradicciones, lo lleva a
se en lo que estaba. Ahí tronaron también muchos,
interpretar un perfecto A le declara su amor a B.
flojos por dentro, buenos para tirarse al suelo,
Para "actuar" el amor, como para actuar cualquier
pero a la hora del enfrentamiento real con las pa-
labras, con lo que uno vive, no podían, se veían
otra cosa, "tenemos que analizarlo", porque "sa-
sumamente inmaduros. Y el maestro Mendoza ber las cosas nunca es suficiente para poderlas
siempre ha tenido mucha sangre fría. Gente jo- actuar. Hay que creerlas."
ven, y algunos adultos, lo odian , pero él lo único En la obra todos se declaran, subrepticiamente,
que trata de hacer es ahorrarles problemas y el amor: Lala a Lorenzo (por deseo y curiosidad),
les dice: "¿sabes qué, tú, hijo? (pues a todos nos Emilia a Raúl (por admiración), Felipe a Lala (por
habla de hijo) Tú no eres buen actor, para mí no lo comprensión), Sofía a Arturo (por complicidad),
eres, o no vas a serlo, mejor retírate" ... Arturo a Carla (por soledad), Raúl a Carla (por

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amor). Todos, en la obra, juegan a la realidad y a como una escenografía que realza una imagen si-
la ficción del A le declara su amor a B. Felipe y milar a ventanas, que nos remiten a un salón de
Lala: la madurez y el cinismo desapasionado que clases. Tres colores de luz diferentes, con dos to-
dan los años de vivir juntos. Emilia y Raúl: la pure- nos fríos y dos tonos cálidos. Los cálidos, para
za e ignorancia de sus propios sentimientos que marcar la luz que e[ltra del exterior por las venta-
conducen a Emilia a la histeria ("actriz tempera- nas. Y los fríos, para el destello de la luz cálida
mental"). Sofía y Arturo: las afinidades de dos infie- reflejada en el piso y las paredes. Ocho sillas. Un es-
les que se utilizan uno al otro, hasta que uno de los cenario alfombrado. Tonos cafés y ocres: el espa-
dos se aburre. Arturo y Carla: la frialdad necesa- cio escénico está listo para Creator principium.
ria para enfrentar la soledad acompañada, quepo- Alejandro Montes, el asistente de dirección, co-
dría llegar a buen puerto. Lorenzo y Felipe: un reto, labora todo el tiempo: citas para ensayo, arreglos
que fracasa. Lala y Lorenzo: la insatisfacción y el para los contratos de los actores, el necesario inter-
"florecimiento" sexual ante la juventud. Raúl a Car- locutor entre un ensayo y otro, el que da pie, el que
la: el ocultamiento de un amor por años, entre am- recuerda al actor el marcaje, así, hasta el cuidado
bos, que deviene en decepción ... La obra, invero- más nimio para que todo salga sin imprevistos.
símil en sí misma, se vuelve intensamente real. El Atrás quedaron los ensayos en el salón adjunto a
plano ficticio, de repente, desaparece, para dar ve- la casa del maestro, atrás las risas y saludos de
rosimilitud a la puesta en escena: el autor, el direc- encuentro al inició del trabajo y los sorbos de café.
tor y los actores hacen una coautoría de Creator Como relojes, la cita de las cinco o de las siete de la
pnnctpiUm. noche, se cumplía puntualmente. Ahora, en el San-
En las últimas semanas previas al estreno en- ta Catarina, los ensayos cobraban forma corporal
tra a la iluminación el indispensable escenógrafo a través de los marcajes de Héctor Mendoza. En-
Gabriel Pascal, con sus ideas sobre la utilización tran y salen por aquí. Se paran aquí. Se desplazan
de la luz en una dimensión tridimensional: realzar desde aquí. El teatro se va convirtiendo en una
lumínicamente la forma de los objetos, entre ellos, orquesta y Alejandro lo atestigua claramente en
fundamentalmente, el actor. Y la utilización de tres su libreto.
elementos: dirección, intensidad y color. Una luz, Sólo faltaba la prueba ante el público .

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--
ACCION

¡Ahí están! Desde un desfile de modas hasta una No puede estar en mejor papel vivencialísimo. Sus
despedida cirquera. Dos horas de intensa creati- movimientos fríamente -pero cálidamente- cal-
vidad actoral interpretándose a sí mismos y a sus culados para llamar la atención. Sus poses clási-
personajes. No puede uno rebelarse al espectáculo cas y sempiternas en la memoria colectiva. Nació
que estamos viendo. Los comediantes realmente y creció como animal del teatro -y ahí morirá.
impresionan al público. Y podría uno discrepar de Probada en el éxito, usa todos sus encantos en
la teoría, pero el cometido se logró: la realidad ha su vida personal. Incluso para seducir a Lorenzo,
sido desbordada debido a un hecho: el aconteci- sin importarle para nada los cursos de actuación
miento -ficción teatral- de Creator principium. del muchachito.
Autor, director y actores lograron el hechizo: la Lorenzo: trabaja -y se prepara- por puritito
carga emotiva -y conceptual- clavó su dardo amor al arte. Estudiante ingenuo, candoroso, apa-
en los espectadores sensibles que asisten al tea- sionado en la discusión concerniente a la teoría
tro de Santa Catarina. del actor (¿sabrá a ciencia cierta que es un excelen-
¡Entran los actores! Se exhiben con todos sus te vivencia!?). Llegó a casa como amigo de Felipe y
encantos. No es Pret-a-porter de Robert Altman, terminó de amante de Lala. Es la personificación
pero simulan un desfile de modas. Los acompaña stanislavskiana de Un actor se prepara. Si Raúl no
la música como una entrada triunfal. Disponen al hubiera pasado por su vida, se perdería en el mar
público para introducirse al teatro de cámara. Una de posibilidades sin destino actoral fijo. Hernán
luz cálida los ilumina: son el objeto de análisis en Mendoza ha crecido como actor: se nota su pre-
las próximas dos horas, con diez minutos de inter- sencia; aflora una naturalidad poco común en el
medio. Poco a poco van desapareciendo del esce- medio teatral.
nario, hasta dejar, solos, a Lala-Julieta Egurrola y Y de repente, Felipe hace su aparición espec-
Lorenzo-Hernán Mendoza. Más tarde se incorpora- tacular: desde el inicio: la representación como
ría Felipe-Ricardo Blume. estilo actoral. Ricardo Blume no estudió con Fer-
Lala: la personificación de la actriz hecha en nando Wagner ni con Salvador Novo, pero lo signi-
las tablas, que comparte su intimidad en el escena- fica actoralmente tan bien, que lo aparenta a la
rio. La reminiscencia de las actrices que van des- perfección. Cálculo y probabilidades siempre, an-
de María Tereza Montoya hasta Ofelia Medina. Pero tes de moverse en el escenario. El antagonista im-
Julieta Egurrola le da un toque personal: la propia pertinente en las clases de Raúl, el preguntón, ne-
diva que lleva dentro. La señora de la actuación cio actor de representación que quiere concienti-
que aprovecha todos sus registros vocales y sus zarlo todo, antes de manejarlo en su inconciente
vivencias personales para seducir a "su" público. para su proceso creativo. Espectacular actuación

CREATOR 39 PRTl'íCIPIUM
la de Ricardo Blume, lejos, muy lejos, de las tele- diatas del papel. Luis Rábago se enfrentó a uno
novelas. de sus papeles más difíciles como actor: interpre-
Cortina musical para aleíarnos de la casa de tar a un director y teórico de la actuación. ¡Y qué
Lala y Felipe e introducirnos en el camerino de manera de sacarlo adelante! Raúl hurga en la vida
Carla-Angelina Peláez y Emilia-Laura Padilla. Ocho de sus actores para sacarles el mejor provecho.
sillas y un manejo de luces provocan todos los Raúl, el más acompañado y el más solitario del
cambios posibles. Teatro más pobre -y rico en grupo: las desventajas del conocimiento. Raúl: un
posibilidades-, no se puede pedir. Una produc- collage de muchos directores del medio teatral
ción sin gran presupuesto. ¿No que no se puede? mexicano, pero en el que Luis Rábago prefirió crear
Carla: de la sutileza a la ironía más dulce. Ni un su propio personaje. Es el alter ego de Héctor Men-
solo grito, ¡pero qué intensidad! Sin el trabajo de An- doza pero no actúa como Mendoza en sus ensayos
gelina Peláez y Luis Rábago en la escena final -A o clases, no. Luis Rábago defendiendo su caracte-
le declara su amor a B-, los conceptos teóricos de rización como su propia piel. Y lo logró. Incorporó
los que tanto se hablan en la obra se vendrían al a su lenguaje conceptos que a él mismo lo han
suelo. Carla sabe y enseña sus conocimientos a llevado a la mejor escuela de la representación. El
Emilia, con ciertos dejos de sarcasmo amistoso. An- maestro que demuestra en su declaración de amor
gelina Peláez, una maestra de la actuación en la que es absolutamente posible la aplicación de su
práctica y ante el público. El rigor con el que se teoría: una de las escenas más conmovedoras
incorporó tardíamente al elenco evidencia el talento -en su corriente de realismo-naturalismo- del
de la actriz para proyectar toda su actuación viven- teatro mexicano.
cia!. Y Emilia aprende, intuitivamente, con Carla. O Sofía: la fiera que lleva dentro la trae siem-
Emilia: vivencia! por dentro y por fuera. Una tea pre consigo, aun con el riesgo de hacer el ridículo.
frágil, pero bien encendida. Un gatito indefenso La actriz de cine y televisión que se niega a ser sólo
que, a la menor provocación, araña. La percepción un rostro, una imagen enmarcable. Ana Celia Ur-
por delante. Laura Padilla tiene por fin un buen quidi, tenaz, audaz, rebelde, nos muestra sus po-
papel para demostrar -muy eficazmente- sus sibilidades histriónicas, a como dé lugar. La Sofía
potencialidades como actriz. Toda una revelación. capaz de mentir o decir la verdad con el más inusita-
Un personaje redondo. La candidez en escena. do cinismo. La Ana Celia Urquidi que se ha conec-
La frescura -e ingenuidad (¿será?)- de la que tado a su carácter tan nítidamente, que la ha con-
todos sonríen. Hay seres a los que los rige el amor, vertido en una sobria actriz de representación.
así, en abstracto. Emilia vive así: enamorada en Y Arturo: el que, como un sabueso, todo lo cap-
abstracto de su maestro Raúl. Actúa a tontas y a ta. El escuchar es su norma. Aprender, el criterio
locas, sin atinarle a los designios de la vida. Vive y general. Y cuando menos se piensa, ahí está, dan-
actúa en consecuencia sin pensar detenidamente ... do a conocer el resultado de sus observaciones.
Música y coreografía de la mano son el puente Fernando Jaramillo: el principiante con el que re-
de una escena a otra. Rodrigo Mendoza apostó por sulta indefinible su corriente actoral, pero que está
la salsa. Marcela Aguilar, por la agilidad corporal, ahí, como un propedéutico, listo para dar la alter-
la sobriedad del movimiento. Lo que da pie para nativa a la menor oportunidad y demostrar que
pasar a las clases impartidas por Raúl. puede ser relevo generacional. Una de las nuevas
Raúl: tremendo paquete donde la "anteceden- propuestas actorales del maestro Mendoza.
titis" no sirve de nada. Una bomba de ideas para Todos, sin excepción, actores de cabo a rabo.
incorporarlas a las circunstancias mediatas e in me- Todos, sin excepción, hechura mendocina. Cinco

CREATOR 42 PHI -CIPTli~l


generaciones diferentes compartiendo en la prác- no tenga un parlamento. Creator principium es una
tica las enseñanzas del maestro. Desde Angelina obra de actores de primerísimo nivel, siempre en
Peláez, pasando por Julieta Egurrola y Luis Rába- situación.
go, hasta la línea generacional intermedia que con- La provocación de Mendoza dará mucho de
forman Ana Celia Urquidi y Laura Padilla, y los nue- que hablar por mucho tiempo. Ha llevado a la esce-
vos descubrimientos como Hernán Mendoza; final- na uno de sus textos más difíciles de escenificar.
mente, Fernando Jaramillo. (El caso de Ricardo Era conciente de ello. El público responderá si es-
Blume es diferente: siendo un actor no entrenado tá dispuesto a aprender algo del buen teatro o
siquiera en México -es de origen peruano-, a vendrá a él sólo con la intención de querer oír lo
últimas fechas se ha entendido perfectamente con que ya sabe . Los verdaderos espectadores sensi-
la forma de trabajar de Héctor Mendoza.) Un equi- bles son aquellos que se abren a la experiencia
po. Varias generaciones al encuentro con el maes- del arte como algo nuevo. Y Creator principium es,
tro de actores -y directores-. El renovador de indudablemente, una innovación en el teatro. El
la escena nacional. El rectificador de teorías y apli- regreso al auto sacramental pero modernizado.
cador de las mismas. Todo parece indicar que el público aceptará la pro-
El actor: un amasijo de nervios perfectamente puesta mendocina, porque las reacciones han sido,
controlados para una buena actuación . Una pasión desde el pasmado que no da crédito a lo que ve,
verbal, contenida, para lograr la exacta dimensión hasta el furibundo ego robusto que deja la sala,
de los significados de las palabras. Una cascada de indignado (por fortuna los menos).
sonidos onomatopéyicos, útiles para reforzar inten- Larga vida a Creator principium. Salud a los ac-
ciones y potenciar el cuerpo de los parlamentos. tores, director y dramaturgo, coautores de este pro-
En el teatro es necesario observar todos y cada yecto innovador. Salud por todos y cada uno de los
uno de los movimientos de los actores, no sólo el que contribuyeron por darnos, a los mexicanos,
rostro del que habla, porque observando se descu- un teatro del primer mundo.
bre a un buen actor que está en situación, aunque ¡Mierda, mierda, y más mierda!

CHEATOH 47 PHl1\CTPlliM
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-¿Cómo empezó el proyecto de Creator princi- -El principio, a finales de 1994 ... Debo haberlo
pium? terminado a mediados de 1995.
-Fueron varias cosas: la necesidad de escribir -En el inicio, usted pensó en trabajar para cua-
un texto teórico a petición del Centro Nacional de tro actrices, fundamentalmente.
Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU); el an- -No quise hacerlo con cuatro actrices solas y
tojo de juntar a mis actrices y actores, producto de pensé en cuatro actores más; desde luego, acto-
mis clases o seminarios de actuación, y la sensa- res con los que he trabajado últimamente, con los
ción de que el teatro está muriendo como conta- que me siento a gusto. En el teatro ocurre que las
dor de historias. cosas no salen exactamente como uno las planea
-¿Por qué? al principio: nada más una de las cuatro actrices
-Para contar historias, la superioridad del cine originales quedó en el reparto final. Fue un poco
es indudable; se ha establecido una competencia más dificíl readaptarme, porque era uno de los
muy desleal en relación al teatro. Por tal razón, principios básicos para hacer este espectáculo:
me he propuesto volver al teatro temático, cosa hacer un texto para ellas cuatro.
que es más difícil que haga el cine -no imposible -¿El espectador está preparado para el teatro
desde luego, pero será menos cine, porque el cine temático?
es imagen a fin de cuentas y exponer un tema re- -Hay una ligerísima, tenue trama que une a la
quiere, "tiene" que basarse en las palabras. Es teoría, que no llega a constituirse en anécdota pro-
como una vuelta a que el teatro sea, básicamente, piamente dicha. El teatro temático no debería te-
literatura. ner siquiera el menor rastro de anécdota; lo que
-El CITRU le había pedido un texto en prosa, pasa es que da un poco de miedo hacer un teatro
un ensayo alrededor de las teorías de la actuación así porque, a fin de cuentas, el teatro se hace
y usted terminó haciendo una obra de teatro. para que venga un público. Espero que poco a poco
-El acuerdo era que escribiera los libros de vaya cambiando la actitud frente al teatro de ca-
teoría que venía planeando hacer, sin especificar rácter temático. Porque sí: la gente, aun en el tea-
su forma literaria. Al principio, pensé en darle forma tro, prefiere la anécdota.
de novela, género en el que medio he incursionado, -Si no me equivoco, hay dos posibilidades ac-
pero no realmente. Consideré mejor ponerme un torales en Creator principium: e/ actor vivencia/ y
reto y no dos y decidí hacer un texto teórico para el de representación, con sus dos estilos o corrien-
llevarlo a la escena. Así nació Creator principium tes estilísticas: el romanticismo para el vivencia/
-¿Cuándo empezó y terminó el texto, listo para y el clasicismo para el de representación. ¿Estoy
su representación? bien?

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-Sí, aunque la adscripción estilísitica no llega guno de los actores que había llamado, excepto
a ser tema de discusión en la obra. dos, se quedaron a hacer una obra de teatro. De
-Lo sé. Me refiero a la forma en cómo el actor ahí surgió la idea de hacer otro texto con estos dos
tiene que salir adelante con el trabajo, o sea, por actores -Arturo Beristáin y Humberto Zurita-,
qué hay actores vivencia/es que trabajan en la co- participando incluso yo mismo y mi asistente de
rriente romántica y por qué hay actores de repre- dirección, Flora Dantus; el escenógrafo, Alejandro
sentación que se van por la línea clasicista; o sea, Luna, la diseñadora de vestuario, Fiona Alexander
Diderot con La paradoja del comediante y la es- -y hasta Gabriel Pascal, que era asistente del
cuela formal o de representación, y Un actor se escenógrafo-. El accidente me llevó a Y con Nau-
prepara, de Stanislavski, y la escuela vivencia/. Mi sistrata, ¿qué? El primer intento fue hacer un
pregunta es: ¿se logró el cometido en Creator prin- comentario sobre cómo no se pudo montar una
cipium? obra de teatro. Finalmente resultó una disección
-Siento que sí. La vivencia y el formalismo -o de lo que puede ser una caracterización: cómo
de representación- a fin de cuentas es, como to- trabaja un actor un papel femenino. La caracteri-
da la teoría, algo utópico, porque el actor no vie- zación viene a ser como el último proceso en mi
ne a ser así. La naturaleza no puede ser del todo método de enseñanza: empecé por el final. Con
como mejor la ordenamos. La naturaleza siem- Hamlet, por ejemplo, son los problemas del actor
pre se siente incómoda ante el ordenamiento cien- para la comprensión de un texto. Por lo tanto, se
tífico. Entonces, esto de hacer demostración de trata más del Hamlet, de Shakespeare, que del
la teoría con la práctica siempre es cuestiona- cómo actuario. No es hasta Actuar que ya me deci-
ble. Hay una demostración de estas teorías ante do a hacer algo directo con el actor y su enseñan-
el público, pero no como para que sea una verdad za, exponiendo una teoría desde un principio. Real-
absoluta. Porque en la obra hasta la teoría mis- mente, Actuares la primera obra con este propósi-
ma es una ficción . to inicial: exponer mi teoría de la actuación.
-Siempre ha existido en usted la inquietud de -¿Y La verdad sospechosa? Ahí, los actores
abordar el teatro dentro del teatro: empezó con Y Luis Rábago y Delia Casanova discutían la adapta-
con Nausistrata, ¿qué? (1978), una forma del actor ción de los clásicos, donde La verdad sospecho-
para abordar a un personaje femenino. Vino des- sa de Juan Ruiz de Alarcón fue otra, remontada a
pués la pequeña farsa Actuar (1982), para expli- los años 30, en una adaptación para radio.
carnos la teoría de que "actuar es responder a -Sí. Era, sobre todo, una discusión acerca de
estímulos ficticios". Le siguió con Hamlet, por ejem- la adaptación de los clásicos, mucho más desde
plo (1983), su primera obra temática sobre el cómo el punto de vista del dramaturgo, que del actor. El
los actores abordan un personaje; luego, en 1984, actor, realmente, no tiene otra cosa que hacer
en La verdad sospechosa habla de las posibili- más que mostrar lo que el dramaturgo va hacien-
dades de adaptación de los clásicos al tiempo con- do sobre el texto de Ruiz de Alarcón.
temporáneo y su cometido; hasta llegar, ahora, a -Le pregunto lo anterior porque tengo la impre-
Creator principium. ¿Qué vendría a ser Creator prin- sión de que todo esto empezó al revés, y que ahora
cipium en toda esta inquietud de un director y un como que está regresando al origen del teatro:
dramaturgo por expresar un punto de vista teóri- las teorías para la enseñanza del actor, única fór-
co dentro del teatro? mula para que el teatro se dé con todas sus con-
-No lo sé. Cuando hice Ycon Nausistrata, ¿qué? secuencias y no quede en una simple obra de tea-
fue producto de algo terriblemente accidental: nin- tro por escrito. Teorías con las que usted ha veni-

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do trabajando desde 1959 que se convierte en dice, te lo refriega en la cara y si no te das cuenta
maestro de actores. ¿Toda su teoría sobre el actor antes de estrenar, te va peor, porque entonces el
está en Creator principium? público es el que te lo dice de una manera despia-
-Siempre se quedan fuera muchísimas cosas dada. Tiene que haber una flexibilidad por parte
porque, a fin de cuentas, la teoría de la actuación tuya. En mi caso, que soy al mismo tiempo el escri-
parece infinita y, sobre todo, que llega a hacerse tor y el director; es fundamental el hacerme con-
de una extensión tal, como la que necesita de pron- ciente de todo esto. Para quien no dirige y sólo
to un actor: una información en particular, que es escribe teatro, es mucho más difícil que se dé
distinta a la que necesita otro. Al escribir sobre el cuenta de una cosa así.
actor, uno se centra en la regla. Entonces, Crea- -Usted ha insistido en que el teatro no existe
tor principium es una base teórica muy general. si no se representa; que a la obra de teatro le falta
¿Qué sigue en el futuro? Pienso que iré siguiendo su componente vivencia/: la puesta en escena.
una línea de generalidades y, en todo caso, si me -Lo aprendí casi desde un principio y lo sos-
queda vida empezaré a hacer sondeos sobre con- tengo: el teatro no es completo mientras no se
ceptos teóricos de mayor detalle. enfrente al público. Porque el texto dramático es
-Me gustaría conocer las dificultades del dra- un texto esquemático. No es como la narrativa, la
maturgo Héctor Mendoza con Creator principium novela, donde todo está ahí, no tenemos que espe-
a la hora de la puesta en escena. Usted modificó rar nada más de eso; en cambio, leer un texto
su texto conforme se fue dando el proceso creativo dramático no es completamente satisfactorio; se
de dirección. Sé que la obra la publica íntegra el puede leer pero cuesta trabajo. Yo, a mis pobres
CITRU, pero en la puesta en escena usted apostó hermanos los hacía de pronto leer teatro; me de-
más por el trabajo de Jos actores que por su propia cían "ay, ¡qué interesante pero qué difícil es!" En
obra, y quitó varias escenas, ¿o no? cambio, ya puesto en escena ahí está todo aque-
- Sí: me adecué a las necesidades del actor llo que le faltaba . Toda esa mitad que le faltaba: el
en la puesta en escena. Y al ritmo escénico. Al- actor, protagonista del teatro.
gunos cortes los hice desaparecer para siempre. -Y la significación de las palabras.
Sentía que había una especie de repetición innece- -No sólo la significación de las palabras. Ten-
saria. Hay otros cortes en cambio que siento que go un pleito constante con los dramaturgos en
podrían explicarse con mayor detalle en una obra México porque digo y sostengo que, el verdadero
escrita; esto no lo corto, simplemente lo pongo creador del personaje, no es el dramaturgo sino
entre paréntesis. Me parece importante que apa- el actor. Porque el actor, con su presencia, con su
rezca en el libro, aunque no exista en la puesta en vida, con lo que él es, viene a constituir, realmente,
escena. el personaje. De pronto, por ahí hay dos palabras
-¿Qué trabajo le costó hacerlo? que se utilizan mal: papel y personaje. El papel es
-A un autor, sobre todo cuando empieza, le aquello que provee el dramaturgo: una serie de
cuesta muchísimo trabajo editar, porque piensa circunstancias dadas de las cuales se parte para
que todo lo que escribe son joyas preciosas. Enton- la elaboración del personaje, que es algo más com-
ces, cuando alguien que se te acerca a decirte "oye pleto y complejo y que sólo el actor puede hacer.
esto sobra", uno lo siente como una ofensa perso- Incluso un actor aficionado, con su propio trabajo,
nal. Sin embargo, eso se va superando con el tiem- con su propia existencia, está poniendo muchísi-
po, sobre todo cuando uno trabaja en el teatro. mo, porque está poniendo lo que es él. Porque
Porque el teatro es verdaderamente cruel: te lo existe una diferencia real entre papel y personaje.

CREATOR
58 PH INCIPIUM
El mismo papel que irá cambiando según el actor como una actitud de soberbia, de pretensión, que
que lo interprete. Entonces, el actor es el que da odiamos. Estoy conciente de eso. Toda mi vida he
el personaje. Porque hay un verdadero deleite en funcionado de esa manera. Tal vez en Poesía en
poder ver una, dos, tres ... treinta versiones de un Voz Alta me desanimaba y me apachurraba esa
solo papel. Por eso el teatro es maravilloso: porque andanada de críticas adversas. Ahora, cada vez
el mundo del actor es maravilloso. menos. Con el tiempo uno va perdiendo esa hiper-
-Usted Jo demostró en In memoriam: cuatro sensibilidad. Lo veo normal y es lógico que nos
actrices eran al mismo tiempo Rosario, la de Acu- choque -y nos choca en general- que alguien
ña. Y cada una era diferente en el mismo papel. venga a pretender hacer esto o aquéllo que no se
-Exactamente. Entonces, ¿por qué nos que- ha hecho.
jamos los dramaturgos de que sea el actor quien -En la obra confluyen diversas generaciones
cree el personaje? Conformémonos con crear el de actores, todos hechura suya. ¿Qué dificultades
papel, que es una base muy rica, y dejemos al ac- tuvo, generacionalmente, para incorporar corrien-
tor crear su personaje de ese papel. Ese es el cri- tes y estilos de actuación?
terio que debería prevalecer. -En realidad no hubo ningún tipo de dificulta-
-Para Jo que se necesitarían verdaderos direc- des porque con todos he mantenido una relación
tores de actores y no sólo buenos directores de más o menos constante. La que había estado un
escena. Pero ese sería otro tema a tratar. Regrese- poco alejada de las obras que yo monto es An-
mos a Creator principium: ¿no se le hace una de gelina Peláez, pero no se perdió nunca el contac-
las obras más extrañas del teatro mexicano? to entre los dos, a nivel personal. Mis dificultades
-Absolutamente. fueron de otro tipo: hacer entender a los actores
-Por novedosa, por su cáracter temático, por que había posibilidades con un texto así, porque
la riesgosa concepción escénica. No sé, maestro, hubo muchas reservas a la obra; del rechazo fran-
si los críticos -"esos eternos plantígrados es- co a la simple aceptación de fe a mi trabajo. Y el
colásticos", como llamó Octavio Paz a quienes no proceso de hacer que el actor finalmente lograra
entendieron en su momento el movimiento teatral entender, lograra ver que un texto tan extraño,
de Poesía en Voz Alta-, entenderán ahora una tan antiteatral, tenía posibilidades escénicas. Fue
propuesta como Creator principium. difícil. Esta fue la verdadera, la mayor dificultad. Y
-Fuimos muy atacados; a la mala incluso. que, bueno, gracias a la persistencia de los que
-¿Pasará Jo mismo? Porque para entender esta llegaron al final se pudo hacer. Confiaban más en
obra se necesitan conocimientos alrededor de la en mí que en el texto. A lo mejor si el texto lo ha
historia de la actuación y de las corrientes estilís- manejado otro director se van corriendo al segun-
ticas al respecto. En cambio, ante un público des- do ensayo.
prejuiciado el fenómeno puede ser otro: puede in- -¿Usted estaba conciente de que era uno de
cluso convertirse en un éxito. Porque el público los textos más difíciles que ha escrito?
sólo pretende conocer. Y esta obra enseña, mues- -Totalmente. En realidad, cuando les propuse
tra la médula del trabajo actoral. A la gente de el texto a mis actores, confiaba en que, finalmente ,
teatro y a los críticos, probablemente, no les van vencería la fe que me tenían: porque sí. Sabía que
a gustar las clases de actuación. el texto era aterrador. Para ellos ha sido una expe-
-Estoy totalmente de acuerdo contigo: saldrán riencia personal muy fuerte y, sobre todo, digamos
muchísimos detractores de la obra, sobre todo por- que, si ante el primer enfrentamiento con el público
que cualquier tipo de novedad es juzgado siempre hubiéramos fallado , claro que la experiencia se

CHF:ATO R 6I PRII\CIP i m l
convierte en algo desagradable, pero como no ha jo, conlleva una deformación profesional. Este tipo
sucedido así, el proceso ante el público es algo de actor empieza a portarse en la vida real fársi-
muy neo. camente, por lo tanto viene a ser tan realista como
-Están como muy desposeídos de utilería: no cualquier otro. De esta manera, en la obra hay tres
se le puede llamar escenografía a 8 sillas y una tonos: serio, c.ómico y un tono extracómico, diga-
alfombra de ... mos, que es el fársico.
-Espacio escénico: ahora se le llama así. -Usted abre la obra con una actriz vivencia/
-Salvo el vestuario, los actores están frente (Julieta Egurrola) y un actor de representación (Ri-
al público con el rostro prácticamente limpio, diga- cardo Blume); y cierra la obra, nuevamente con
mos, como lavados. Y la música, la parte que lleva otra actriz vivencia/ (Angelina Peláez), y otro actor
el corte de una escena a la otra. Es el actor frente de representación (Luis Rábago). ¿Cómo le hizo
al público. Es teatro de cámara. para unificar estas corrientes de actuación: la que
-Teatro de cámara al desnudo. viene del romanticismo -vivencia/-, y la otra, la
-¿Usted que esperaría del público? clacisista - la de representación?
-Antes del primer enfrentamiento con el públi- -Un estilo es lo que unifica a un todo. No impor-
co no sabía qué esperar; estaba tan a la expec- ta si se es un actor de vivencia o de representa-
tativa como cualquiera de mis actores. Claro, no ción. Importa unificar criterios en el estilo para
les decía esto, les echaba muchas porras porque, trabajar con los actores, sean principiantes o no.
obviamente, el actor es frágil. Si ve indecisión, miedo Y el estilo de entrenamiento actoral que he venido
por parte de su director, se va para abajo. Estaba empleando en los últimos años es el del realismo-
tan nervioso, tan asustado, como ellos. Ahora, una naturalismo, claro, después de haber dejado a Gro-
vez vistos varios enfrentamientos con el público, towski en paz; sobre todo, cuando trabajaba con
ha llegado la tranquilidad: el proceso continúa. La actores principiantes. Insisto: unidad estilística, no
puesta en escena funciona uniformidad. La uniformidad es desastrosa y aburri-
-Oiderot, Stanislavski, romanticismo, clasicis- da en la actuación de una obra. Unidad, pues, para
mo ... El todo de la obra manejado como una come- que los actores -vivenciales o de representa-
dia y sabroso vodevil. ción- se muevan dentro del mismo mundo po-
-0 sea: farsa . sible, con sus diferencias de carácter, de educa-
-¿Cómo? ción... No importa qué tipo de formación haya
-Creator principium es una comedia de tipo tenido el actor, siempre y cuando haya tenido una
didáctico, que ha admitido varios tonos -los tonos formación que le permita entender un estilo, en
que, de alguna manera, son más o menos posi- este caso, el realismo-naturalismo: ni totalmente
bles dentro de una comedia que es, a fin de cuen- realista ni totalmente naturalista.
tas, un género realista: el tono cómico de come- -¿No hay riesgo de que el público confunda la
dia y el tono serio que también puede tener la realidad con la ficción en Creator principium? La
comedia, pero que puede tener la pieza; algo que parte anecdótica de la obra se confunde con su
no puede tener la comedia es el tono fársico. temática, ¿no le parece?
-¿Por qué? -Hay una clave en un parlamento de la obra,
-Porque el tono fársico implica ya un cambio cuando Raúl dice a Emilia: "saber las cosas nunca
estilístico (no realista). Sin embargo, ¿por qué en es suficiente para poderlas actuar. Hay que creer-
Creator principium es posible el tono fársico? Por- las." Porque, en el teatro, ¿cuál es la diferencia
que se trata de un tipo de actor que, por su traba- entre la realidad y la ficción? De pronto, muchos

CREVfOR 62 PHTi\CTPTUM
actores piensan que su vida personal y la ficción inmediatas, el actor va estar aprendiendo muchí-
son dos cosas totalmente distintas pero, si se tra- simo de la vida a través de la ficción.
ta de un buen actor, no van a poder ser distintas; - Como en Creator principium
si se trata de un mal actor, sí. En el teatro, todo -Como en Creator principium
se va contaminando. Y más, como ya dijimos, cuan- -¿Por qué cree usted que en México no tene-
do el creador del personaje es el actor, no el dra- mos esa meticulosidad para profundizar en las teo-
maturgo. ¿Con qué sustenta su personaje? Con su rías de la actuación? ¿Por qué nos hemos perdido
propia vida, con su experiencia, con su bagaje cul- en tantas y diversas teorías que, pienso, respon-
tural. El actor es el mismo reaccionando ante éste den fundamentalmente a egos robustos que han
o aquél estímulo. Estimulación muy compleja: no "descubierto" una teoría inaplicable, o que se min-
hay posibilidad de que el actor se convierta en otro tieron, cuando el origen está, desde hace siglos,
personaje que no salga de él mismo; sería impo- en Diderot y Stanislavski?
sible, tendríamos que vivir la vida de otra gente -Una cosa es la teoría, otra, entenderla, y otra
para poder ser otra gente. En el teatro, pues, la -muy otra-, aplicarla. Son tres pasos diferentes
ficción está contaminadísima de la vida real. Y al a dar que, por ahí, en el camino, en alguno nos que-
revés: la vida real también se contamina de la fic- damos. Y quedamos imposibilitados de dar el si-
ción. ¿Cuántas, cuantísimas cosas vienen a ser guiente ... Esto hace de nosotros un tercer mundo.
una experiencia, a veces incluso más importante No hay más remedio: también actoralmente so-
que la vivida? El que un actor esté actuando, una y mos tercermundistas. Y como no se me da la gana
otra y otra vez, en una circunstancia que no es la ser tercermundista, por eso mi intento para que
suya, eso, viene a modificar su vida. En el buen dejemos de serlo.
teatro, en un buen actor, la mentira no existe. Men- -¿Le preocupa la muerte del teatro?
tir es falsear. Saber actuar es, siempre, el que el -Muchísimo. Porque soy un amante del teatro
público pueda ver en el personaje una enorme can- tan grande, que me preocupa enormemente. En-
tidad de posibilidades emotivas y conceptuales que tonces, claro, me parezco a esos ecologistas que
el actor llena; y si no son sus circunstancias, si en se proponen salvar a la ballena de la extinción;
la vida real no son sus circunstancias, mediatas e supongo que esa es mi misión en la vida.

CHL \TOR 6S PRi i\CIPIDI


RICARDO BLUME (Lima, Perú, 1933). Actor y di- FERNANDO JARAMILLO (Ocotlán, Jalisco, 1965).
rector. Estudió en la Academia de Arte Dramático Estudió siete meses en el Centro de Educación Ar-
de la AAA, de la capital perua- tística de Televisa, en donde
na; y en la Real y Superior tuvo como maestro a Sergio
Escuela de Arte Dramático Jiménez; dos años con los
de Madrid, entre 1952-1957. Actores del Método, A.C.;
Incursionó por primera vez ocho meses en la Escuela
en el teatro en 1952, con La Rusa de Actuación de Méxi-
prostituta respetuosa , de co y un año con el maestro
Sartre. En 43 años de vida teatral ha participado en Héctor Mendoza. Ha realizado trabajos experimen-
52 obras; las últimas, con Héctor Mendoza: La amis- tales pero, en realidad, Creator principium es su
tad castigada, de Juan Ruiz de Al arcón y Héctor Men- debut profesional en el teatro (que no es poco).
doza; Tiro de dados, de Gerardo Velázquez y Crea-
tor principium. (Sorprende gratamente que se com- HERNÁN MENDOZA (México, D.F. , 1965). Estudió
porte como un eterno joven estudiante que quiere dos años en el Centro de Educación Artística de Te-
saberlo todo.) levisa y tres años en el Nú-
cleo de Estudios Teatrales,
JULIETA EGURROLA (México, D.F. , 1953). Estu- con los maestros Julio Castil-
dió en el Centro Universitario de Teatro de la UNAM, lo y Héctor Mendoza. Nació
de 1973 a 1976 (donde par- en el teatro mexicano con la
ticipó en diversas obras, en- obra Fedra, escrita y dirigi-
tre ellas, In memoriam, es- da por Héctor Mendoza, en
crita y dirigida por Héctor 1988. Suma, con Creator principium, nueve partici-
Mendoza, en 1975). Pero su paciones escénicas (larga vida teatral, muchacho).
debut profesional fue en
1977, con José Luis lbáñez, LAURA PADILLA (México, D.F.). Estudió, primero,
en Los hijos de Kennedy, de Patrick. De ahí en adelan- en el Centro Universitario de Teatro (1982) y, des-
te ha trabajado con los mejores directores de teatro pués , en la Facultad de
en México (no se le conoce una mala actuación tea- Filosofía y Letras de la UNAM,
tral). Creator principium es su obra número 36. Consi- con el maestro Héctor Men-
dera sus maestros a: Héctor Mendoza, Luis de Tavira, doza, entre 1983 y 1987. Se
Ludwik Margules y Julio Castillo (en ese orden). Es inauguró en el teatro con La
maestra de actuación en el Foro de Teatro Contem- verdad sospechosa, versión
poráneo. libre de Héctor Mendoza al

CBF.XfOR 67 I'H ii\C IPIUM


texto de Juan Ruiz de Alarcón, en 1984, en el meriti- Néstor López Aldeco, en
to Palacio de Bellas Artes. A la fecha, con Creator 1980. Reconoce a sus maes-
principium suman nueve sus incursiones por el mun- tros de actuación: Héctor
do escénico (y serán muchas más, sin duda). Mendoza, José Luis lbañez
y Enrique Ruelas. Ya lleva 13
ANGELINA PELÁEZ (México, D.F., 1943). Egresa- años de vida profesional
da de la Escuela de Arte Teatral deiJNBA (1958-1961) (participó por cuatro años en
y de la Facultad de Filosofía el espectáculo de cabaret, con Julián Pastor en el
y Letras de la UNAM. Entre ya desaparecido Bar Guau) y, con Creator principium
1961 y 1965, formó parte del suman aproximadamente 20 sus incursiones en el
Taller de Grupo, con Héctor escenario (que sean más y más).
Mendoza. Su debut teatral
fue en 1959 con la obra de
Fodor E/ alegre suicida, diri-
DEL AUTOR Y DIRECTOR
gida por Manuel Lozano. De ahí en adelante ha in-
cursionado en el teatro en aproximadamente 55
obras. Es una de las fundadoras de la Facultad de
HÉCTOR MENDOZA (Apaseo, Guanajuato: 10 de
julio de 1932). Estudió actuación en la Escuela de
Teatro de la Universidad Veracruzana. Es maestra
Arte Teatral deiJNBA y, sin graduarse, en la Facultad
de voz, interpretación de texto y actuación (tiene
de Filosofía y Letras de la UNAM. Sus maestros: Sal-
con qué enseñar).
vador Novo, Fernando Wagner, Fernando Torre
Laphan, Enrique Ruelas-
LUIS RÁBAGO (México, D.F., 1948). Primero, es- Y Rodolfo Usigli. Su
tudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales primer éxito como dra-
de la UNAM (durante algunos maturgo, Las cosas sim-
años ejerció el periodismo). ples, que dirigió Celesti-
Después, entre 1970-1973, no Gorostiza, en 1953.
estuvo en la Escuela de Arte Su primera dirección es-
Teatral deiJNBA; y, finalmen- cénica, La pesadilla o
te, en el Centro Universita- Las costumbres de an-
rio de Teatro, de 1974 a 1977. taño, de Manuel Eduar-
Apareció por primera vez en la escena mexicana, do de Gorostiza. En
con dos espectáculos poéticos, en 1971: Cantos 1959 nace su vocación
sefardíes, dirigido por Héctor Mendoza, y Premáti- de maestro de actores
ca de /os excesos de un sátiro despechado y arre- (como actor participó, por los años 50, en La anun-
pentido penitente, por supuesto, de Luis de Tavira. ciación de María, de Claudel, y Cristóbal Colón, de
Con 25 años de actividad artística suma, aproxima- Fernando Benítez, bajo la dirección de Enrique Rue-
damente, 55 incursiones teatrales. Creator princi- las). Dice que ya perdió la cuenta de cuántas obras
pum lo exhibe como uno de los mejores actores en ha dirigido, pero si quiere el lector contarlas busque
México. "Héctor Mendoza: tras 40 años de invención teatral"
(publicado por el JNBA y coordinado por Braulio Pe-
ANA CELIA URQUIDI (Cuernavaca, Morelos, 1961). ralta). De lo que cuente, súmele: Tiro de dados, de
Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Gerardo Velázquez, en 1995, y su Creator principium,
UNAM, 1977-1984. Su debut en el teatro fue con La 1996, sin duda uno de los trabajos más vanguar-
dama duende, de Calderón de la Barca dirigida por distas que han pasado por la escena mexicana.

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DEL ILUMINADOR DE LA COREÓGRAFA

GABRIEL PASCAL (México, D.F., 1951). Escenógrafo MARCELA AGUILAR (San José de Costa Rica ,
-e iluminador- que comen- 1951). Graduada en la London School Contemporary
zó su carrera en el Taller Co- Dance The Place, _en 1977. Becada por la misma
reográfico de la UNAM . Es- institución para un año de investigación coreográfi-
tudió en el CUEC de la UNAM ca con la que obtuvo el primer lugar en coreografía
(1976-78). Fue asistente por en 1978. Seleccionada para la Bulbenkian Choreo-
tres años del escenógrafo graphic Summer School, en
número uno en México por 1978. Miembro fundador de
su amplia trayectoria: Alejandro Luna. Es actualmente la compañía Danza Hoy
miembro activo del grupo El Milagro. Ha diseñado la de Caracas, Venezuela. Ha
iluminación para teatro, danza y televisión de aproxi- sido maestra de la Universi-
madamente cien obras. Como escenógrafo, desta- dad Veracruzana, en el Cen-
can sus trabajos en Hamlet, por ejemplo, escrita y tro de Investigaciones Co-
dirigida por Héctor Mendoza (1983); De película, de reográficas, en el Centro Universitario de Teatro, en
Blanca Peña y dirección de Julio Castillo (1985); De el Centro de Experimentación Teatral y en el Núcleo
la calle, de Jesús González Dávila y dirigida por Julio de Estudios Teatrales. Actualmente es directora de
Castillo (1988); Playa azul, de Víctor Hugo Rascón la Compañía Nacional de Danza de su país. A la fecha,
Banda y dirección de Raúl Quintanilla (1990). La ilu- ha realizado 20 coreografías y 15 colaboraciones
minación de Creator principium, hasta ahora, no tiene para teatro.
ninguna objeción.

DEL ASISTENTE DE DIRECCIÓN


DEL COMPOSITOR
ALEJANDRO MONTES (México, D.F., 1962). Egre-
RODRIGO MENDOZA (México, D.F., 1963). Estudió sado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
composición en el Centro de Investigaciones y Estu- Trabajó como actor bajo la
dios Musicales, en la Royal School of Music de Lon- dirección de Héctor Men-
dres (CIEM), de 1986-1992. En la Escuela Superior de doza en las obras La ino-
Música deiiNBA (1988-90). Curso de composición con cencia acorazada (1985),
el maestro Radko Tichavski, en la Escuela Nacional Principio y fin (1987) y La
de Música de la UNAM (1988-90). Y otro de compo- desconfianza(1990). Ha sido
sición para películas con Mark lshamm, en Los Án- asistente de dirección de
geles, en 1995. Ha sido maestro de composición en Héctor Mendoza en las puestas de Secretos de fa-
el CIEM. Actualmente, está generando el plan de estu- milia (1991), Juicio suspendido (1993), La amistad
dios en el área de composición y bajo eléctrico en la castigada (1994) y Creator principium (1996). Fue
Universidad de la Música. Pa- en 1983 que incursionó en la dirección teatral con
ra el teatro, ya suman ocho La comedia de las equivocaciones, de Shakespeare,
las obras en las que ha incur- con la que obtuvo un premio nacional convocado
sionado con su música, des- por eiiNBA y la SEP. Suman alrededor de 20 sus pro-
de La desconfianza (Héctor puestas escénicas. Ha impartido cursos de actuación
Mendoza, 1990), hasta Crea- en la facultad de la que egresó y dirección de acto-
tor principium. res en la Universidad Iberoamericana.

CBE.ITO il 69 I'IH'\C IPIU\1


Las técnicas de actuación en México, coordinación La paradoja del comediante, Denis Diderot; colec-
de Edgar Ceballos, 1993, Gobierno del Esta- ción Reino Imaginario, Ediciones Coyoacán,
do de Hidalgo-DIF, Instituto Hidalguense de 1994.
Cultura, Grupo Editorial Gaceta. "Actuar", de
Escenarios de dos mundos, tomo 3; ensayo de
Héctor Mendoza viene dentro del libro (pág.
Braulio Peralta sobre Héctor Mendoza; pu-
431), igual que "Información y guía para au-
blicado en España por el Ministerio de Cul-
toeducarse", entrevista de Edgar Ceballos
tura, 1989.
al maestro Mendoza (pág. 556).
La verdad sospechosa, versión de Héctor Mendoza
Hamlet, por ejemplo, Héctor Mendoza, Ediciones
a la obra de Juan Ruiz de Alarcón (se esce-
El Milagro, 1992.
nificó en 1984, pero no se ha publicado).
Anuario de teatro en México, 1983, revista Escé-
Y con Nausistrata, ¿qué?, de Héctor Mendoza (es-
nica, publicado por la Universidad Nacional
cenificada en 1978 en el antiguo Teatro del
Autónoma de México, Coordinación de Ex-
Arcos Caracol), aún sin publicarse.
tensión Universitaria. (Hay ahí un comentario
crítico de Braulio Peralta a Hamlet, por ejem- Diccionario enciclopédico básico de teatro mexica-
plo, de Héctor Mendoza, página 40 y 41.) no, de Edgar Ceballos, Siglo xx, colección
Escenología, 1996 (un libro, hay que decirlo,
Un actor se prepara, Constantin Stanislavski, Edi-
lleno de errores).
torial Diana, 1995.
El teatro, festín efímero (reflexiones y testimonios),
Evidentemente, agradezco el intercambio de ideas con
Esther Seligson (de quien es la entrevista a
Héctor Mendoza y los actores y todos los que intervi-
Margarita Sanz que aquí recordamos), Uni- nieron en Creator principium, especialmente Julieta
versidad Autónoma Metropolitana, colección Egurrola, de quien fue la buena idea de agregar todas
de Cultura Universitaria 52; Serie Ensayo. las biografías de los participantes en esta obra.

CRE ITOR 7I I'BI\CII'Il 11


p
Comedia en IS cuadros
original de Héctor Mendoza
PRIMER CUADRO

LALA (trae dos tarros de café): Prueba; a ver si no LALA: Alguna vez; sí.
se me pasó la mano de azúcar. (Le extiende
un tarro a Lorenzo.) LORENZO: Bueno, ¿qué es?

LORENZO: Tengo que hacerte una pregunta. LALA (después de un momento): ¿Me guardas ren-
cor por algo?
LALA (fingiendo alarma): ¿Por qué? ¿Qyé hice?
LORENZO: O sea, que no lo sabes.
LORENZO: Muchísimo teatro.
LALA: Pero, por lo que más quieras ... ; perdóname
LALA: ¿En este momento? ¿Se me nota? lo que te hice y no vayas a dar aviso a la poli-
LORENZO (ríe): En este momento y en cualquiera. cía, mi amor.

LALA: ¿Se me nota? ¿Siempre, siempre? LORENZO: Voy a dar aviso a la prensa, si no em-
piezas a portarte como Dios manda.
LORENZO: Siempre.
LALA (muy agitada): ¡No, no; ala prensa no! ¿Qyé
LALA: ¿Qyieres decir que soy una mala actriz, o quieres que declare y en contra de quién?
qué? ¿En contra de mi marido?
LORENZO: Ponte seria, Eduarda; necesito hacer-
LORENZO (medio enojado): ¡Lala!
te esa pregunta.
LALA (abre mucho los ojos): ¿En contra de mí mis-
LALA: ¡Dios mío! ¡Eduarda!; se ha de tratar de
m a.> ¡Eso s1' que no.' ¡Ay, D.ws rruo
' .,....
algo tan serio y horrible como el pecado.
Prueba tu café; si no está bien, tiro ése y te LORENZO: Lala, no seas así; lo único que te estoy
doy otro. pidiendo es que me des una opinión, no que
LORENZO (lo prueba): Está bien.
me digas la VERDAD. Una opinión, nada
más. ¿Sabes lo que es eso?
LALA: ¿Seguro?
LALA (cor: gran alivio): Ahí viene Felipe, pídesela
LORENZO: ¿Qyé es ser un actor de vivencia, a él. El estudió con Salvador Novo y con Fer-
Lala? nando Wagner. (A Felipe que entra.) ¿Verdad?

LALA (después de un momento): ¿Qyé? FELIPE (sonriente): ¿De qué se trata?

LORENZO: ¿Qyé es ser un actor de vivencia? Ha- LALA: Acabo de declarar en tu contra después
brás escuchado eso alguna vez en tu vida, de sufrir serias presiones. ¿Qyieres una taza
¿no? de café, mi amor?

CRE.\TO R [V] PRi i\CIPfUM


FELIPE: No; creo que no ... ; o bueno, dame nada ¡¿Entonces cómo te atreves a preguntar?! ¡Es
más media taza. el colmo!
LALA: Huyo, entonces. (Sale, diciéndole a Loren- LORENZO: Pregunto precisamente porque no
zo, por lo bajo.) Acribillalo. lo sé.
LORENZO (sonriendo): ¡Traidora! ¡Cobarde! LALA: Ah ... ; yo creí que nos estabas haciendo
un examen.
FELIPE (de buen humor): Hola, Lorenzo. ¿Ol.Ié
le haces a mi mujer? LORENZO: No. Es a mí al que le van a hacer un
examen mañana.
LORENZO: Hola. Le hice una pregunta. Terri-
blemente indiscreta, por lo visto. LALA: Yo que tú no iba.
FELIPE: Muchacho, a las mujeres no se le pre- FELIPE: Era lo contrario al formalismo; de eso sí
gunta la edad. me acuerdo.
LORENZO: ¡Ay!. .. ; ¿tú también? ¿Ol.Ie no se pue- LALA: ¡Ahí tienes!; es lo mismo que yo decía.
de hablar en serio en esta casa? Ya me voy. .
(No hace el menor intento.) FELIPE (intrigado): ¿Por qué?

FELIPE: Entonces será algo que tiene que ver LALA: El nombre mismo lo dice: formalismo,
con esas clases que estás tomando. Son ate- forma. Esos actores sólo hacen como que sien-
rradoras, ¿no? Si se trata de eso, le doy la ten; pero no sienten nada. Y los otros, en
razón a Lala por haber huido. cambio, sienten que es un verdadero horror.
LORENZO (a quemarropa): ¿Ol.Ié es la vivencia, FELIPE: ¿Cómo que los actores formales no sien-
Felipe? ten? Algo tendrán que sentir, Lala.
FELIPE: ¿Lo dices en serio? LALA: Bueno, sí; de sentir, sentir, algo sentirán;
pero yo no sé qué. (Después de una pequeña
LORENZO: Perfectamente en serio.
pausa, Felipe y La/a se echan a reír.)
FELIPE: Pues verás ... Alguien me lo dijo, alguna
LORENZO: ¿Me están albureando, ustedes dos?
vez; pero así de pronto ... En fin ... (Suspira
con fatiga.) No; creo que no lo recuerdo. LALA (calmando su risa): Parecía albur, ¿verdad?
LALA (entrando nuevamente con la taza para Fe- LORENZO: Yo no creo que haya ningún actor
lipe): ¡¿Tú tampoco sabes?! ¡Ol.Ié horror! (Le que no sienta nada en el momento de actuar.
da su taza.) Le puse un poco de arsénico. ¿Ninguno de ustedes dos siente lo que actúa?
FELIPE: Gracias. Sí lo sé; pero ... LALA: Yo sí; yo siento muchísimo mis papeles,
ya lo sabes; pero soy lírica, así es que no he
LALA (súbitamente): ¿Los de la vivencia no son
de poder ser vivencia!, ¿verdad?; ésas son las
esos que sienten de una forma terrible su pa-
académicas que se reciben y todo.
pel? (Mira inquisitivamente a Lorenzo. Pe-
queña pausa.) ¿Metí la pata? FELIPE: ¿Ol.Ié? Yo creo que no necesitas haber
LORENZO: No lo sé.
estudiado nada para ser vivencia!. Es más;
creo que eres vivencialísima.
FELIPE: ¿Eh?
LALA: Contigo nunca se sabe si me estás ala-
LALA (escandalizada): ¡¿Cómo que no lo sabes?! bando o me insultas descaradamente. (Se

CREITOR [VI] PRI ~Cfi'IUII


vuelve a Lorenzo.) ¿Tú crees que yo soy vi- do menos tu maestro te proporciona algún
vencia!? tipo de emolumento por hacerle la infatiga-
ble publicidad que le haces, o ni siquiera eso?
LORENZO: ¡No sé!
¡No, no me digas!; ¿para qué pregunto? En
FELIPE: Naturalmente que eres vivencia!. ti todo es puro amor al arte.

LALA: ¿Y he vivido toda mi vida sin saberlo? ¡No LORENZO: Pues a ti también te convendría tomar
puede ser! De ahora en adelante voy a cobrar esa clase, Felipe; en serio. ¿Por qué le tienen
más. ¿Cuánto creen que pueda subir mi tari- tanto miedo?; no les va a pasar nada ... , su-
fa siendo actriz vivencia!? pongo.

FELIPE (a Lorenzo): ¿Tú de veras no crees que LALA: Oliien sabe, ¿eh?
Lala sea una actriz vivencial?
FELIPE: ¿Volver a la escuela a mi edad? ¡No, hom-
LORENZO: Primero habría que saber qué es ser bre; ya no!
un actor vivencia!, antes de saber si Lala es
LALA: ¿Empezar a ir a la escuela a mi prestigio?
o no es una actriz vivencia!. (Pausa.)
¡Jamás!
LALA: ¿Eso quiere decir que no voy a poder co-
LORENZO: ¿Olié les va a pasar a su edad y a su
brar más?
prestigio?
LORENZO: Yo, en resumidas cuentas, no sé si lo
LALA: El público, mi público, me ha aceptado
que te hace ser vivencia! o formal-que, por
así, tal cual soy. Buena o mala, así me quie-
cierto, mi maestro a eso lo llama ser actor
ren, así me han querido. ¿Te das cuenta que
de representación.
podría poner en serio riesgo mi carrera por
LALA: ¿Por qué? una cosa así?

LORENZO: No sé; no me acuerdo. Luego te digo. LORENZO: ¡Lala, tú tienes talento!; ¡eso no va a
Si ser un tipo de actor o el otro, en todo caso, cambiar!
es algo que se es por naturaleza, entonces
LALA: Gracias por recordarme el muchísimo ta-
cualquier actor tendría que ser una o la otra
lento que tengo, mi amor; pero muchísimas
cosa; pero si es algo que se adquiere, digamos
en una clase, entonces no. cosas podrían cambiar.. .
LORENZO: ¡Para bien!
LALA: ¿Como una epidemia, quieres decir?
LALA: ¿Olié tal si no? Es un riesgo, en todo caso.
LORENZO: ¿Eh?; no; no por contagio; por apren-
dizaje. Y si ése es el caso, Lala, tú no vendrías Y es un riesgo que no quiero correr.
a ser absolutamente nada. LORENZO: Cobarde.
LALA (alarmada): ¡Dios mío!; ¿qué habría que FELIPE: No; conmigo no cuentes.
hacer para existir, entonces?
LORENZO: Cobardes los dos. Retrógrados.
LORENZO (sonríe): Tomar la clase que estoy to-
mando yo. FELIPE: Yo estoy dispuesto a aceptar ambas
imputaciones.
LALA (asustada): ¡Ay!
LORENZO: ¿Tú también, Lala?
FELIPE (ríe): Ya sabía que el asunto se perfilaba
hacia cierto, abyecto, proselitismo.¿Y cuan- LALA (exageradamente conjlictuada): No sé ... ¡No

CREATOR [VII] PRII'\CIPTUM


sé! (A Felipe.) ¿No nos irá a contagiar éste CARLA: No; él nunca la usa ... ; pero existe; es un
su enfermedad ésa ... o algo? término ortodoxamente stanislavskiano.
(Duda un poco si meterse o no meterse en ex-
FELIPE: A ti, no sé; a mí, en absoluto.
plicaciones.) Bueno, te voy a dar la clase, pues:
U na vez realizado el primer paso que es la
vivencia, el siguiente paso es la encarnación,
es decir la vida externa del papel. ¿En-
tiendes ... , mi amor?
S~GUNDO CUADRO EMILIA (displicente): Pero eso me parecería más
bien propio de los actores de representación,
Carla y Emilia ante el espejo, terminando de ¿no?
maquillarse.
CARLA: Eso es algo que también, Emilita, hacen
EMILIA: Hablando de otra cosa ... , Raúl a veces los actores de representación. ¿Cómo quieres
se pone un poco denso en clase, ¿no se te que se entere el público de tu actuación si
hace? no? ... ; no son videntes.
CARLA: ¿Se te hace? EMILIA: Sí; pero yo, por ejemplo, no me preocu-
po de eso que tú dices ...
EMILIA: No lo digo por nosotras; nosotras, en
resumidas cuentas ... Lo digo por la pobre CARLA: Se nota.
Sofía que no ha hecho más que cine en toda
EMILIA: ¡Ay, no, mira!; nadie me ha dicho que
su vida y aunque parece que estudió un poco
de jovencilla, bueno ... el cine es otra cosa ... ; esté mal en la obra; perdóname. A Raúl le
¿no se te hace? encanta lo que hago.
CARLA: ¿Y qué? CARLA: Fin de la lección, entonces.
EMILIA: ¿Y qué? ¡Ay, Carla! EMILIA (después de una pequeña pausa): ¿Cómo
CARLA: No digo que la actuación cinematográ- dices que se llama eso?
fica no sea otra cosa; sí lo es; pero lo que Raúl CARLA: ¿Qyé cosa?
está enseñando en esa clase se puede apli-
car en cualquier momento y para cualquier EMILIA: Lo de Stanislavski.
medio.
CARLA: Encarnación . Cuando menos así se llama
EMILIA (ligeramente contrariada): ¡Ah!. .. ¿En qué en la traducción que yo tengo. (Con mala
dices que es distinta la actuación cinema- intención.) ¿Cómo se llama en la tuya?
tográfica?
EMILIA (ocultando que no tiene el libro): No me
CARLA: En la encarnación. La encarnación es de- acuerdo. (Otra pausa.) ¿Oye, y tú crees que
finitivamente distinta. Muy, muy sutil en el los dos muchachos ésos ... , los que están con
cine ... , tanto que casi ni se nota; en cambio nosotros ... , sí entiendan algo de la clase?
en el teatro es más ... sofisticada ... tal vez;
pero ... en todo caso, lo que definitivamente CARLA: U no me parece que sí; el otro ...
es distinto entre una actuación y la otra es EMILIA: ¿Cuál?
la encarnación.
CARLA: ¿El que sí entiende o el que no entiende?
EMILIA: ¿Qyé es eso? Esa palabrita no se la he
oído mencionar a Raúl. ¿Existe? EMILIA: ¿Cuál sí entiende y cuál no entiende?

CREATOR [VIII] PHI !'\CII'I m l


CARLA: No sé; no sé cuáles sean sus nombres; EMILIA (después de otra pausa): ¿Me vas a decir o
todavía no me los aprendo. Pero el que sí no me vas a decir lo que es la escuela de
entiende es el que sí entiende y el que no es representación?
el que no, evidentemente ... Me parece; a lo
mejor los estoy confundiendo. · CARLA: Claro que sí.
EMILIA: ¿Q_yé es?
EMILIA: Yo creo que los estás confundiendo, por-
que ninguno de los dos entiende nada. CARLA (encantadora): Lo contrario a la escuela
de vivencia.
CARLA: ¿Cómo los voy a estar confundiendo?
¿Con quiénes otros? Ellos son los dos únicos EMILIA: ¿Y qué es lo contrario a la escuela de
jóvenes en la clase, no seas absurda. Qyiero vivencia?
decir del sexo masculino ... , varones ... , o co-
CARLA: La escuela de representación. (Ríe.)
mo les quieras llamar... ; no sé qué tan fe-
¿Tampoco te sabes lo que es la escuela de la
minista seas.
vivencia?
EMILIA (que ha escuchado con creciente alarma,
dice
EMILIA (mohína): No.
alfinal, no muy tranquilizada): Ah. (Pausa.)
O a lo mejor soy yo la que no entiende nada CARLA: Te voy a dar una pista. (Con cierto oculto
y ellos sí. Los dos. Son un par de genios. rencor.) Raúl dijo que tú y yo éramos actrices
¿Satisfecha? de vivencia, ¿no? Pues entonces dedúcelo.

CARLA (asombrada): ¿Por qué te enojas? (Emilia EMILIA: ¿Eso dijo?


no contesta. Carla, armada de paciencia, pre-
CARLA: Ya veo por qué no entiendes la clase.
gunta.) ¿Qyé es lo que no entiendes?
Qyién sabe en qué estarás pensando .. ., o en
EMILIA (se aguanta la rabia): ¿Qyé es, en resumi- quién.
das cuentas, eso de la escuela de representa- EMILIA: Bueno, vamos a suponer que dijo eso.
ción? ¿Qyé es eso? ¿Qyé quiso decir?
CARLA (alarmada): ¿Qyé no has leído a Stanis- CARLA: Haz examen de conciencia.
lavski?
EMILIA: ¿Por qué? ¿Es algo malo?
EMILIA (le da cierto trabajo confesarlo): No. Tú sí,
por supuesto. CARLA: ¡Qyé horror!; ¡pensar que algo pueda ser
moralmente bueno o malo en la creación
CARLA (ríe): Tampoco; pero suponía que tú sí artística! Se me hace que tú has de tener la
lo habrías leído. Qye te lo sabrías de me- conciencia bien negra, ¿eh?
mona.
EMILIA: ¿Qyé es, Carla?; dímelo ya.
EMILIA:¿Y por qué me lo tenía que saber de me-
CARLA: Si tú misma no sabes quién eres .. .
moria? Para eso estoy estudiando con Raúl.
EMILIA (agresiva): ¿Y tú sí? ¿Tú sí sabes quién
CARLA: No sé; pensé que eras más curiosa. ¿No
eres?
eres más curiosa?
CARLA: Yo sí.
EMILIA: Tú eres la que yo no sé ni para qué vas a
las clases de Raúl ... , si sabes tanto. EMILIA: ¿Qyién eres?
CARLA: Bueno, olvídalo. CARLA: U na actriz vivencial.

CREATOR (IX] PRI I\CIPIUM


EMILIA (da rienda suelta a su enojo): ¡Dios mío, vencía y representación tengan dos acep-
hoy estás imposible! ciones. Una se refiere al carácter mismo del
individuo y la otra a un tipo específico de en-
CARLA (sonríe y dice en voz baja): Estoy vivencia!. trenamiento, por lo cual se le llama escuela de
EMILIA: ¿Es eso? (Pausa.) ¿O es lo que yo hago ... , actuación. Estos dos determinados tipos
que es no saber lo que hago y obrar por ins- de entrenamiento vienen a estar muy liga-
piración ... , por puritito talento? dos al estilo. Vienen a ser como la base del
estilo o un preestilo. Y no me preguntes lo
CARLA (a quemarropa): ¿Andas con Raúl? que es el estilo, porque todavía no lo sé.
Ambas se miran a través del espejo por unos Tema a tratar en el siguiente capítulo.
segundos. Raúl asoma. LALA (mirándolo muyfijamente): N o te estoy pre-
RAÚL: Vamos a dar segunda llamada. (Las dos guntando nada.
mujeres lo miran a través del espejo.) ¿Qyé? LORENZO: En cambio se supone que un actor
CARLA: Estábamos hablando de ti. vivencia! tanto como uno de representación
podrían, potencialmente, trabajar en
RAÚL: Ah. (Pequeña pausa.) Voy a dar segunda, cualquier obra si conocen el estilo de la obra.
entonces. Apúrense. (Desaparece, con las mi- ¿Vas entendiendo? Esto hace que la división
radas de las mujeres clavadas en él.) a que nos estamos refiriendo venga a ser, en
resumidas cuentas (triunfo/mente) un com-
EMILIA (finalmente): No. (Carla la mira, incré-
portamiento mental del actor. ¡¿Pero en dónde
dula.)
está la diferencia de este comportamiento
mental?! (Mira aLa/a.) ¿Me estás escuchan-
do, Lala?

LALA: ¿A qué tanto vienes tú a mi casa, Lorenzo?

TERCER CUADRO LORENZO (tomado por sorpresa): ¿Eh?

LALA: ¿Vienes a practicar conmigo la sabiduría


En la casa de La/a y Felipe. Lorenzo y La/a.
de tu maestro, o vienes por mí?
LORENZO: .. .lo que me lleva a pensar que Raúl
LORENZO (confundido de pronto): Me gustaría
debe estar hablando de dos cosas distintas.
que asistieras a las clases de Raúl, claro ...
Habla de una escuela de actuación como un
sistema de entrenamiento específico, ya sea LALA: Tal vez lo haga; pero no me has con-
vivencia!, que es el sistema creado por Sta- testado.
nislavski, o el de representación que es ese
otro, el tradicional al que el propio Stanis- LORENZO (evasivo): ¿Qyé quieres decir?
lavski se refiere, que proviene de... no me
LALA: ¿Vienes aquí por mí?
acuerdo; los franceses. Pero al mismo tiempo
que habla de eso, también habla de diferen- LORENZO (tratando de conservarse en la ambigüe-
cia en el carácter. Algo que tiene que ver dad): Sí... ¡Sí!
con la genética y con la educación -prin-
cipalmente con la educación, supongo- , LALA: ¿Y por qué no me lo has dicho?
que forman en el actor una tendencia natural LORENZO: Es que ... soy amigo de tu marido.
hacia una de ambas maneras de comporta-
miento ... escénico. ¿Ves? Eso hace que vi- LALA: ¿Y eso qué?

CRL\TOR [X] I'RI\UPiml


LORENZO: ¿A ti no te importa? trenamiento son, a partes iguales, respon-
sables del producto final, o sea del tipo de
LALA: ¿A ti sí?
actor que se es.
LORENZO (después de una pequeña vacilación): No.
SOFÍA: ¿Una especie de determinismo cósmico?
LALA: ¿Entonces? (Ante la parálisis de Lorenzo.) (Risas.)
¡Ay, bésame! RAÚL: Bueno... sí, como en todo ... , me parece.
U na parte de determinismo y otra de libre
albedrío conforman el mundo; pero no en
forma separada, según la ideología de cada
quien, sino ahí las dos, juntas, perfectamente
CUARTO CUADRO fusionadas en cada ejemplo e independien-
tes de nuestra propia posición filosófica.
Salón de clase. Raúl le da la clase a Carla, Emi- (Ríe.) Aunque ésta sería ya una tercera
lia, Blanca, Lorenzo y Arturo. Hay una silla posición filosófica, claro.
vacía que va a ocupar Felipe que está entrando SOFÍA: ¿Tú qué tipo de actriz crees que sea yo ... ,
en estos momentos. ind~pendientemente de posiciones filosó-
RAÚL: ¿Me entienden? (A Felipe.) Adelante, ficas?
Felipe; aquí hay un asiento. CARLA: Fusionada, fusionada. (Todos ríen.)
FELIPE: Perdón por llegar tarde; me perdí.
SOFÍA (más bien halagada, a Raúl) : ¿De veras?
RAÚL: La primera vez es difícil encontrar la ca- RAÚL (sonriendo): Tú misma podrás decirlo
lle ... de la buena actuación. (Todos ríen.) Pero cuando definamos de qué se trata. ¿Alguien
no te preocupes, todo tiene remedio en este tiene alguna idea? ¿Tú, Lorenzo, ya que
mundo. comenzaste?
FELIPE (entre cohibido y divertido): ¿Tú crees?
LORENZO: No, en absoluto; pero te decía que
RAÚL: Para eso estamos aquí. Siéntate. (Espera siento que la diferencia radica en un de-
a que Felipe se siente y continúa.) Por lo tanto terminado tipo de comportamiento mental
me parece, Lorenzo, que estás en lo cierto: del actor en el momento de estar actuando.
hablar de vivencia y representación, es referir- Ahora, qué tipo de comportamiento mental
se, desde luego, a oposiciones en dos planos sea ése, lo ignoro. ¿Estás de acuerdo en que
distintos. En primer lugar nos referimos a por ahí va el asunto?
una oposición entre sistemas pedagógicos RAÚL: Totalmente. (Da permiso de hablar a Felipe
de actuación. Y en segundo lugar al actor que levanta la mano.) Sí.
mismo, a su forma de ser, como muy bien
acaba de apuntar Lorenzo. Por lo tanto, y FELIPE: Hace un par de días Lorenzo nos planteó
es en esto que tiene toda la razón, un actor el problema a mi esposa y a mí. Hacía mu-
vivencia! no es necesariamente el producto chísimos años que yo no pensaba en eso.
de ese tipo de entrenamiento, como tam- Cuando estudiante -yo estudié actuación
poco el actor de representación lo será den- en la Escuela de Bellas Artes-, hablába-
tro de su sistema correspondiente, ya que mos muchísimo de eso. Los vivenciales eran
en eso tiene muchísimo que ver la tendencia los alumnos de Seki Sano. Nosotros, los de
natural del actor según su carácter. Entonces la Escuela de Bellas Artes, éramos los for-
tendríamos que afirmar que carácter y en- males. Porque entonces le decíamos formal

CREATOR [XI] PRii'íCil' IU\1


a lo que parece que ustedes están llamando ARTURO: Oye, Raúl ...
ahora de representación ...
RAÚL: ¿Sí?
RAÚL: Sí, es que hemos cambiado la nomencla-
tura debido a que se prestaba a confusión, ARTURO: ¿No será algo que tenga que ver con lo
ya que formal se llamó a los estilos no con- inconciente? Me parece que he escuchado
formes con los estatutos del realismo socia- decir por ahí, o he leído, no sé ... que Stanis-
lista en la antigua Rusia Soviética. lavski piensa que la creatividad actoral es de
tipo inconciente. ¿O no tiene nada que ver?
FELIPE:Me parece que eso no lo sabíamos en-
tonces, pero en fin, para el caso da lo mismo. RAÚL (tan sorprendido como agradado): Natural-
Llegábamos a la conclusión, en todas las dis- mente que tiene todo qué ver. ¡Estupendo,
cusiones de café, que la diferencia tendría Arturo! (Todos se han vuelto a ver a Arturo.)
que ver con el uso de la emotividad. Qye la
CARLA: Donde menos se piensa, salta la liebre.
vivencia tendría que ver con una relación
más auténtica del actor con la emoción ver- SOFÍA: ¡Oye, Arturo, qué bárbaro!
dadera, en cambio para nosotros, los de ...
representación, el tipo de emoción que mane- RAÚL (ríe): ¿Ustedes pensaban que Arturo era
jábamos era una emoción hecha, no verda- tonto porque no abría la boca? Eso les ense-
dera; hacíamos como que sentíamos, nada ñará a no hacer juicios sumarios. (Todos ríen.)
más. Fabricábamos esta o la otra emotividad, Fíjense bien. En psicología se habla de dos
sin experimentarla realmente. No sé si me funcionamientos mentales diferentes: el fun-
doy a entender. cionamiento conciente y el funcionamiento
inconciente. Se entiende, en términos gene-
RAÚL: Perfectamente. rales, que el surgimiento de la emotividad
forma parte de nuestro funcionamiento in-
CARLA: De alguna manera eso es lo que dice
conciente. Aunque en algunos casos llega-
Stanislavski ... ; de alguna manera porque lo
mos a hacer conciente aquella emotividad
explica un poco distinto; pero el vivencia!
surgida inconcientemente, cuando tal emo-
tampoco experimenta la emoción realmente,
tividad se define de tal manera en nosotros
ya que reacciona, como hemos acordado,
que puede ser concientizada; muchas veces
supongo, a estímulosficticios y no a estímulos
no; la emotividad nos pasa totalmente in-
reales, lo mismo que el actor de represen-
advertida a qu¡enes la padecemos -aunque
tación.
no ante quienes nos observan. General-
RAÚL: Exactamente. Tal vez Felipe desconozca mente no concientizamos que hemos sufrido
la definición de actuar que nosotros estamos tal o cual emotividad, hasta que ésta ya ha
manejando. Te agradecería, Lorenzo, que cedido el paso a otra. Pero en determinados
después de clase charlaras al respecto con casos, escúchenme bien, hacemos surgir en
Felipe. forma voluntaria, es decir nos provocamos
concientemente, el surgimiento de un tipo
LORENZO: Sí, claro. de emotividad que consideramos necesaria,
conveniente, en tal o cual situación. ¿Me si-
RAÚL: De acuerdo. Sí, lo que ha dicho Carla, es
verdad. Al reaccionar a estímulos ficticios, la guen?
emotividad del actor en escena no puede ser SOFÍA: No muy bien, perdona; he de ser tonta.
real, aunque eso no impide que sea verda- ¿Qyerrías poner algún ejemplo?
dera, como ya hemos discutido en otro mo-
mento ... RAÚL: Claro que sí. Ejemplifiquemos el primer

CRFATOR [XII) PRII'iCIPIUM


caso. (Lo piensa un momento.) Vamos a supo- claro que esto sólo en el caso de una emoción
ner que aparece, sumamente asustada, la mayor producida por un problema fuerte;
portera para anunciarnos que los primeros ya que constantemente estamos experimen-
pisos de este edificio están en llamas. Nos tando infinidad de emociones, o estados de
miramos unos a otros, corremos de aquí para ánimo menores, que jamás concientizamos
allá, preguntamos detalles, calculamos po- y que olvidaremos en forma total y definitiva
sibilidades de salir indemnes de esta situa- al siguiente momento. El curso de nuestros
ción. Encontramos finalmente que es po- pensamientos no nos permite estarnos
sible pasar al edificio de al lado por la azotea parando aquí y allá para analizar nuestra res-
y de ahí a la calle. Realizamos la operación puesta afectiva ante cada nueva estimula-
con algunos trabajos y al fin nos encontra- ción. (Pequeña pausa.) Bueno, pues de aquí
mos a salvo todos en la calle y comentamos: es que parte la propuesta stanislavskiana que
"¡~é susto, ¿no?" Bueno. Cuando la portera define su escuela de vivencia. Como en la
nos hace el anuncio, todos sentimos miedo vida real, habrá que dejar que sea el funcio-
en mayor o menor grado; pero no tenemos namiento inconciente quien se encargue de
tiempo para observar el fenómeno. Nuestro la producción emotiva durante nuestra
funcionamiento conciente se encuentra actuación. (A Felipe, que levanta la mano.)
ocupado primer? en el cálculo de posibili- Adelante.
dades para salvarnos y luego en la realiza-
FELIPE: ¿Cómo lograrlo, si durante los ensayos
ción de la mejor de tales posibilidades. No
nos hemos ido haciendo suficientemente
es sino hasta que llegamos a la calle y nos
concientes de los distintos estados aními-
sentimos a salvo, que podemos concienti-
cos de nuestro personaje?
zar el miedo que padecimos. Sin embargo,
lo importante en este ejemplo es que desde RAÚL: Excelente pregunta. Y me parece que está
luego no asistimos concientemente al comien- justamente ahí la diferencia entre una posi-
zo de tal miedo. ¿Me entienden? bilidad y la otra. Vean: El actor vivencia! no
SOFÍA: Es decir que en este caso ...
ha sido entrenado para definir, en el análisis
del texto, los diferentes estados anímicos de
RAÚL: Como en muchísimos otros. En la gran su personaje, sino las diferentes causas que su
mayoría de los casos. personaje tiene para acabar experimentando tal
o cual estado de ánimo. Es decir que el actor
SOFÍA: ¿Sí? ... ¿Producimos sentimientos sin dar-
vivencia! sólo se ha de encargar de las ade-
nos cuenta?
cuaciones de sus propias emotividades con
RAÚL: Naturalmente no siempre; pero casi siem- aquellas del personaje. Si existe un análisis,
pre. Fíjense, los humanos no dejamos de es un análisis puramente situacional y cir-
sentir en un solo momento de nuestra vida. cunstancial. Porque hemos hablado ya, ¿no
Si nuestra atención estuviera ocupada en es cierto?, de las distintas fuentes produc-
aquello que sentimos a cada paso, no haría- toras de estímulos ficticios que provocan las
mos nada. O haríamos muy poco y mal. reacciones creativas del actor. Tú, Sofía,
Nuestra atención requiere estar puesta en la ¿quieres especificarnos cuáles son las tres
solución del problema por el que estamos fuentes primordiales de estimulación?
pasando y no en lo que este problema nos SOFÍA (azorada): ¿~é quieres decir? (Todos
produce emotivamente. Una vez que hemos ríen.)
salido del problema, en cambio, podremos
recapitular sobre lo que sentíamos cuando RAÚL (paciente): Si yo te golpeo, tú reaccionas.
estábamos inmersos en él, no durante. Y Pero tu reacción va a depender no sólo del

CREATO R (XIII] PRI U PIUM


golpe que yo te di, sino, primero y antes que SOFÍA: (Un tanto dubitativa): Me parece que sí.
nada, de que haya sido yo precisamente
quien te lo ha dado. Tu reacción correspon- RAÚL: Ahora: el concepto de traición que tú y
derá a la relación que tengas conmigo en el yo tenemos, depende en gran medida de la
momento en que te golpeo. Y la relación que idea social que de ello se tenga en el lugar
tú tengas en este momento conmigo, de- en que tú y yo nos habremos desarrollado.
penderá tanto de lo que te he hecho en el pa- Cada grupo social tiene su propia idea con
sado, como de lo que tú me hayas hecho a respecto a cuándo considerar traición un he-
mí. Y lo que tú y yo nos hayamos hecho en cho determinado, porque cada grupo social
el pasado, tendrá que ver con la historia de maneja su propia y particular ética. Por lo
tal relación y con la relación que nuestra re- tanto el grupo social en que tú y yo hemos
lación haya tenido con los demás. Y final- crecido, formará en nosotros una idea gen-
mente tendrá que ver con las constantes e eral de los valores que, unida a nuestra par-
inconstantes de nuestro carácter. ticular herencia genética, dará por resultado
nuestro carácter.
SOFÍA (anonadada): ¡Ay, acabo de entenderlo Es así pues que tu llanto, ante mi golpe, se
todo perfectamente! deberá no sólo al golpe mismo sino a que sea
yo -que para ti significo la relación que tie-
RAÚL (ríe): ¿En qué punto te perdiste?
nes conmigo- quien te lo ha dado. Y con
SOFÍA: Después de si tú me golpeas yo reacciono, esto y con el concepto de la traición que nos
ya no entendí nada. hayan inculcado, tanto como con tus modi-
ficaciones personales al respecto, te echarás
CARLA: ¡Ay, Sofía! a llorar finalmente. ¿Ahora sí?
SOFÍA (a Carla, defendiéndose): Bueno; ¿tú en- - SSSl-.•• j S''l.
SOFIA:
tendiste?
RAÚL: Ese llanto tuyo, entonces, es el producto
RAÚL (adelantándose a Carla): Tú, en tu reac-
de una estimulación compleja que podemos
ción a mi golpe, tienes varias opciones. simplificar en tres grandes grupos. La situa-
Nombremos tres de ellas: a) Te echas a llo-
ción: eres golpeada. Las circunstancias inme-
rar, b) Te quedas atónita, sin saber qué ha-
diatas: la relación conmigo, sobre todo en
cer y e) Me devuelves el golpe. Ninguna los últimos días, con la comisión de la trai-
de estas posibilidades aparece porque sí;
ción que te ha tenido hasta aquí cargando
ninguna reacción se produce arbitraria-
un terrible sentimiento de culpa. Y final-
mente. mente, en tercer lugar, las circunstancias me-
Vamos a decir que te echas a llorar. Lo
diatas: tu carácter; es decir la idea que te han
haces porque asumes determinada culpa que imbuido de la lealtad y la particular sensi-
yo, previo al golpe, te he echado en cara. bilidad que tienes tú al respecto. Resumire-
Por lo tanto, ¿ya lo ves?, estamos dependien-
mos pues que tu llanto se debe: r) A la
do de un hecho anterior que engendró la situación, z) A tu circunstancia inmediata
culpa que, unida a mi golpe, produce en ti y 3) A tu circunstancia mediata. ¿Ahora sí
un estado de profundo malestar, que te hace le ha quedado esto claro a todos?
derramar finalmente profusas lágrimas.
. Pero la culpa será posible sólo debido al Algunos contestan que sí verbalmente: Carla,
tipo de relación que tú y yo tengamos y Lorenzo y Felipe, otros sólo mueven afirma-
al hecho de que esa relación haya sido, de tivamente la cabeza: Sofía y Emilia, y otro más
una u otra manera, traicionada. ¿Hasta aquí se limita a mirar a lo lejos: Arturo. La luz se
vamos bien? extingue; pero Arturo se queda con un reflector,

CREATOR [XIV] PRI ·c iPI UM


GENTE

LALA, actriz
LORENZO, actor
FELIPE, actor
CARLA, actriz
SOFÍA, actriz
RAÚL, director y maestro de actuación
EMILIA, actriz
ARTURO, actor

LUGARES

Casa de Lala y Felipe, casa de Sofía,


camerino de un teatro, salón de clase

TIEMPO

1995
lo cual nos conduce al siguiente cuadro. Al SOFÍA (ríe, alterada): ¿Cómo que qué pasa? Ni
tiempo que esto sucede, las palabras de Raúl se tú puedes abandonar a tu esposa, ni yo pue-
irán alejando hasta perderse: do ... , ni quiero ... dejar a Roberto. ¡¿Qyé de-
monios estamos haciendo aquí juntos ha-
RAÚL: Volvamos entonces al punto que dio ori- blando de nuestra clase de actuación?! ¡Es
gen ... ridículo! ¡Es lo más ridículo que me ha pasa-
do en la vida!
ARTURO (después de una pausa y muy herido): Pen-
sé que nos queríamos.

QUINTO CUADRO SOFÍA (rabiosa): Pues estás equivocado.


ARTURO: Creí que ya habíamos discutido el
En el apartamento de Sofía. asunto y que habíamos llegado a un acuer-
ARTURO: Me perdí, ¡me perdí! ... Me quedé pen- do ... , ¿no? (Sofía guarda silencio.) Sofía, por
sando en lo que es la situación y en los dos favor, no seas absurda; sabes perfectamente
tipos de circunstancias que desembocan en lo que yo te quiero a ti. Lo sabes, ¿no?
ella, como dos ríos que desembocaran en ese SOFÍA: No estoy muy segura. Ya no. Antes lo
mar que es la escena que estamos represen- estaba, supongo. En efecto parecía equita-
tando. tivo que si yo no estaba dispuesta a dejar a
SOFÍA: Eso es sumamente poético, Arturo ... (Le Roberto, tampoco tenía por qué exigirte que
acaricia el pelo.) tú dejaras a tu mujer; pero ... Esa mujer a ti
no te quiere nada, Arturo; ¿para qué que-
ARTURO: Pero ¿qué? darse con ella?
SOFÍA: ¿De qué? ARTURO: Tú y yo no podríamos vivir juntos de
ARTURO: Dijiste esa frase como si le fueras a todos modos. ¿Qyé es lo que quieres? ¿Po-
oponer algo: "Eso es sumamente poético, nerme un departamento con el dinero de tu
Arturo ... ; pero ... " marido, para ir a visitarme cada vez que
tuvieras tiempo?
SOFÍA: Sí; iba a decir: "pero poco realista".
SOFÍA (tensa): No; ya sé que tu moralidad pro-
ARTURO (herido): ¿Por qué? vinciana no te permitiría una cosa tan terri-
ble. Y no es el dinero de Roberto, es mi pro-
SOFÍA (se aleja): Porque así no se actúa. La actua-
pio dinero. (Pausa. Casi tiembla.) Por eso te
ción no son ríos que desembocan en el mar.
¡Así no se actúa! (Pausa.) estoy diciendo que no nos volvamos a ver...
¿Lo entiendes, no? Nuestras diferencias
ARTURO: ¿Q_yé tienes? acerca de lo que es bueno y lo que es malo
finalmente nos separan.
SOFÍA: No tengo nada.
Pausa larga. Arturo está con la mirada baja.
ARTURO: Algo tienes. ¿Qyé es?
Sofía comienza a llorar calladamente, de
SOFÍA (después de una pausa): Me parece que lo manera que alprincipio Arturo no lo advierte.
que tú y yo tenemos que hacer es separarnos,
¿sabes?; dejarnos de ver. ARTURO (sin mirarla): Yo no podría vivir solo;
no sabría cómo. (Después de una pausa, la
ARTURO (alarmado): ¿Q.yé pasa? mira.) ¿Por qué lloras? (Sofía sigue llorando

CREATOR (XV] PRJl\CfPIUM


sin contestar.) Vamos a examinar esa reac- ha tomado de no intervenir en lo que Raúl afir-
ción. La situación es que tú me acabas de ma): De acuerdo a Stanislavski, perdona, no
decir que es ridículo que tú y yo sigamos es en ese momento que surge la diferencia
juntos y que a eso yo te contesto que si ya se entre las dos técnicas ...
te olvidó lo que acordamos desde un
RAÚL (casi no puede evitar la contrariedad que le
principio. La circunstancia inmediata deberá
causa la intervención de Carla): ¿Qyieres ex-
tener que ver con algo que pasó ayer entre
plicarnos lo que dice el querido Stanislavski,
Roberto y tú y que yo, hasta el momento
Carla?
ignoro; pero que es bastante probable que
haya terminado en pleito. La circunstancia CARLA: No; perdón. Lo ibas a explicar tú.
mediata por tu parte, es que careciste de un
padre que te protegiera en tu niñez y has RAÚL: Por favor. Te pido que nos lo expliques.
encontrado su sustituto en Roberto ...
CARLA (comienza un poco insegura): Eso es ... Eso
SOFÍA (histérica): ¡Lárgate! Stanislavski lo llama la encarnación y es
bastante similar para los actores de ambas
ARTURO (sin hacer caso): Y yo, Sofía, no puedo técnicas. Lo que pasa es que los actores de
sustituir a Roberto ... , porque no tengo ni su representación f~an de tal manera el gesto,
personalidad protectora, ni su edad, ni su que ya en escena y frente al público, ese gesto
dinero. (Sofía, sin verlo, se va calmando.) De perfeccionado resulta un tanto frío porque
pronto te da por pensar que lo que te tiene adquiere mayor importancia que la vivencia
insatisfecha es que no puedas ocupar en mi que lo engendró; en cambio ...
vida el lugar que tienen mi esposa y mi hijo;
pero te aseguro ... RAÚL (interrumpe a Carla como si desautorizara
su aserción): Voy a explicar la otra de nuestras
SOFÍA (calmada ya, pero implacable): Vete. Hoy posibilidades de producción emotiva en la
no puedo ... no quiero seguir hablando con- vida cotidiana: la de origen conciente.
tigo. Vete.
SOFÍA: ¿Cómo? ¿Qyieres repetir, por favor?

RAÚL: Sí; dejen que me explique. Hemos exami-


nado ya la generación emotiva de origen
inconciente; pero recordemos que también
SEXTO CUADRO hay una generación emotiva distinta, volun-
taria, es decir de origen conciente. Veamos.
Nuevamente en clase. Vamos a hablar mal de una mujer que no
quiere a su marido. (Risitas.) Bueno. Pues esta
RAÚL: Volvamos entonces al punto que dio ori-
mujer un día recibe la visita del secretario
gen a esta explicación, que fue la observación
de su muy importante marido, que trae una
hecha por Felipe. ¿La recuerdan? Se refería
cara solemne y pálida y que, tras algunas va-
al previo establecimiento, durante los ensa-
cilaciones, le informa que su marido acaba
yos, de los diferentes estados de ánimo por
de sufrir un accidente en la avioneta que pi-
los que el personaje atraviesa en cada escena
loteaba de regreso a la ciudad de México y
de la obra. Y yo dije que eso le corresponde-
que el aparato se vino al suelo desde una
ría mejor al otro tipo de actor, al de repre-
altura considerable causando su muerte
sentación; pero tal cosa no es estrictamente
cierta. Me explico. instantánea.
La mujer, al principio, parece no haber
CARLA ( impulsivamente, a pesar de la decisión que entendido lo que se le dijo; después abre muy

CRf..ATOR [XVI] PRI~CIPfUM


grandes los ojos, que se le van enrojeciendo RAÚL: Como todos nosotros, el resto de la huma-
por las lágrimas acumuladas y finalmente nidad: voluntaria y por tanto concientemen-
solloza, vencida por el dolor, escondiendo te a partir de una mentira vital. Para seguir
la cara entre las manos. El secretario del viviendo como lo ha hecho en la sociedad
marido difunto le dirige palabras de con- en la que vive, esta mujer tiene la necesidad
suelo, contesta a las preguntas que se le ha- de mentir. [Sabe que no puede alegrarse ex-
cen y, después de convenir detalles acerca ternamente, tal y como lo hace para sus
de las honras fiínebres, se despide y se mar- adentros. Recurre entonces a estimularse
cha. La mujer entonces, se seca rápidamente primero con una imagen de shock y luego
las lágrimas y con una cara radiante va al con una imagen de dolor, para producirse
teléfono para comunicarle al amante la bue- las emociones respectivas y así no escan-
na nueva. (Risas de los actores.) dalizar tontamente al secretario de su difun-
Si esta mujer no sintió en ningún mo- to esposo. Ya que él seguramente hablaría de
mento pena alguna por la muerte de su tan inexplicable reacción, lo que a ella le
marido, ¿de dónde sacó todo ese dolor y to- acarrearía finalmente un sin fin de inconve-
das esas lágrimas, igual que se asombraría niencias.] Todos, prácticamente a cada mo-
Hamlet ante la narración que uno de los co- mento, nos vemos obligados a recurrir a estas
mediantes hace de la muerte de Príamo? ¿Lo mentiras vitales, obligados por las estrictas
recuerdan? (Nadie hace el menor gesto.) Bue- convenciones de la sociedad en que vivimos.
no, pues; olviden la cita. ¿Cómo le hizo esta ¿Cómo lo logramos? Exactamente igual que
mujer para ocultar su entusiasmo ante el nuestra viuda.
compungido secretario del difunto marido?
¿Cómo pudo ponerse tan triste hasta el pun- ARTURO (sombrío): La viuda negra. (Risas.) ¿Qyé
to de llegar a derramar alguna lágrima? dije?

FELIPE: A eso se le llama derramar lágrimas de RAÚL: ¡Y de la misma manera lo hacemos al ac-
cocodrilo, ¿no? tuar!

RAÚL: Así es: esta mujer finge su dolor. ¿Pero SOFÍA: Qyieres decir los actores de represen-
cómo? ¿De dónde saca, cómo genera un do- tación.
lor que no siente sinceramente, pero que sin RAÚL: ¡No! ¡Todos! (Hay varios ¿qués? escandali-
la menor duda siente ... de alguna manera? zados.) Sí; todos, si lo que queremos es dar
LORENZO: De la necesidad social que tiene de una idea de realidad con nuestra actuación.
no descubrir sus verdaderos sentimientos. (Consulta su reloj.) Pero con esto terminamos
No le conviene. la clase. Piensen en lo que hemos dicho. Las
dudas las aclararemos en nuestra próxima
SOFÍA: Finge los sentimientos que la sociedad sesión.
espera que tenga.
Todos comentan entre sí, ininteligiblemente, lo
RAÚL: Sí, sí, ¿y cómo? ¿Cómo le hace para gene- que Raúl acaba de decir y van saliendo. {Raúl
rar estos sentimientos? ¿Cómo le hace? se apresura a salir él primero; pero Emilia lo
sigue haciéndole preguntas. Carla ha visto esta
EMILIA (sin poderlo creer): ¿Los genera concien-
salida y, mohína, se queda clavada en su lugar.
temente? Lorenzo y Felipe salen calmadamente, co-
RAÚL: Así es. mentando. Arturo, sale sin ver a Srfía quien,
en cambio, lo ha seguido de reojo. Carla y Sofía
EMILIA: ¡¿Cómo?! han quedado solas.

CREATOR [XVII] PRII\'CIP!UM


SÉPTIMO CUADRO SOFÍA: Sí; ¡sería estupendo! (Una pausa.) ¿Te vas
por ahí?
SOFÍA (que nota la inmóvil presencia de Carla, se
vuelve a ella con sonrisa forzada): Nos que- CARLA: Me quedo un poco; es ligeramente tem-
damos de una pieza, ¿no? (Sin decir nada, prano para mi cita.
Carla le devuelve la sonrisa.) Oye, Carla, ¿te SOFÍA: ¿No te importa que me quede contigo y
caigo mal? mientras esperas me acabas de decir eso de
CARLA (asombrada y sincera): No. No, no; para Stanislavski?
nada.
CARLA (ríe del entusiasmo casi infantil de Sofía):
SOFÍA: Qyé bueno, porque yo a ti te admiro mu- Si quieres.
chísimo; me pareces una actriz excelente. (Se
SOFÍA: Sí quiero.
sonríen débilmente la una a la otra; pero sin
tensión .) A mí me estaba interesando tu CARLA: En realidad Raúl tiene mucha razón en
explicación de lo que dice Stanislavski, qué su manera de enfocar la diferencia de esos
lástima que Raúl te haya interrumpido. dos tipos de actuación que Stanislavski
CARLA (sonríe para ocultar un cierto dolor.)Sí... anota, porque efectivamente en el libro de
Ya debía haber aprendido a no lucir en clase Stanislavski se pueden notar algunas incon-
mis conocimientos. gruencias. Ésa, por ejemplo que yo estaba
explicando. Si Stanislavski hace ver que el
SOFÍA: De pronto me da la impresión que sabes actor de representación se diferencia del de
tanto como Raúl. ¿Qyé haces en esta clase, vivencia porque el.de representación, ya en
Carla? Perdona, a lo mejor me estoy me- el escenario, suspende esta vivencia y sólo
tiendo en lo que no me importa. conserva el gesto que la expresa, ¿no siente
entonces nada? El mismo Stanislavski con-
CARLA (sonríe): No, no; todo mundo lo sabe. Este
fiesa que es imposible no sentir nada mien-
curso comenzó con la idea de revisar con-
tras se está vivo.
ceptos stanislavskianos ... , ponerlos al día y
esas cosas; pero ... muy pronto Raúl se olvidó SOFÍA: ¿Entonces?
del principio y comenzó a exponer sus pro-
pias teorías ... que son muy brillantes, sin CARLA: Entonces tendrá que sentir aquello que
duda; pero que no admiten cuestionamiento. expresa, porque de no sentir eso, su expre-
sión nos sería incomprensible. Y yo franca-
SOFÍA: Raúl es una gente muy brillante, ¿no? mente dudo que pudiera hacerse. No po-
CARLA: Sí. A mí me gusta oír sus teorías. Las demos sentir algo distinto de lo que expre-
conocía ya. samos. Podemos ocultar un sentimiento;
pero sólo sustituyéndolo por otro ...
SOFÍA (interesada): ¿De veras?
SOFÍA (que la ha observado con qetenimiento): Co-
CARLA: Raúl y yo nos conocemos hace mucho;
mo tú ahora.
fuimos condiscípulos.
CARLA (la mira, dispuesta a protestar; pero final-
SOFÍA: ¡Oye, qué bárbara!; yo no estaba enterada.
mente no lo hace): Por lo tanto cuando Raúl
¿No quieres que nos vayamos a comer
dice que la diferencia está en la manera de
juntas?
producir el sentimiento, parece tener más
CARLA: Me gustaría; pero hoy no puedo. Hoy razón en la diferencia que Stanislavski mis-
tengo un compromiso ya. Otro día. mo. (Dice, tratando de ocultar su irritación y

CREATOR [XVIII] PRI I\CIPIUM


muy abruptamente.) Sofía, ¿me querrías de- CARLA: ¿Estabas tú? Me acuerdo que estuvo So-
jar sola? Necesito estar sola unos minutos. fía ... Y tú, claro, tenías que haber estado tam-
bién. ¿Te gustó la obra?
SOFÍA (sin saber qué hacer con la reacción de Car-
la): Todos tenemos nuestros problemas, ¿no? ARTURO: Me gustó muchísimo. Eso fue lo que
(No hay contestación.) Carla, espero de veras me decidió a venir a tomar esta clase. Emilia
que lleguemos a ser muy buenas amigas. y tú están geniales.
Adiós.
CARLA: Pensé que lo que te había decidido a
Sofía sale apresuradamente. tomar esta clase, había sido Sofía. ¿Andan
peleados?
Carla permanece sola unos segundos, como
congelada, tensa. Y finalmente, fastidiada, ARTURO (ligera vacilación): Ya no andamos.
mueve los labios sin que lleguemos a oír lo que
dice: CARLA (escéptica): ¿De veras?

CARLA: Esto no puede ser. ARTURO: De veras. (Pequeña pausa.) ¿Y tú?

Se queda unos momentos más, indecisa. Parece CARLA (sobresaltada): ¿Qyé cosa?
querer dar tiempo a que Sofía se acabe de ir y
ARTURO: ¿Ya no andas con Raúl?
no volver a encontrársela fuera. De pronto
aparece Arturo, con expresión inquieta, buscan- CARLA (ligero sobresalto): Nunca he andado con
do seguramente a Sofía. Se cruzan las miradas Raúl.
deambos. ·
ARTURO (escéptico): ¿De veras? (Carla lo mira con
ARTURO: ¿Aquí estás todavía? cierta severidad.) Si no andas con Raúl, ¿con
quién andas?
CARLA (sonríe apenas): No me he querido ir...
todavía. ¿Qyé te importa? Meti-
CARLA (sin alterarse):

ARTURO: ¿Estás sola? che. Estúpido muchachito metomentodo.


ARTURO: Si no andas con nadie ...
CARLA: Ya me voy.
CARLA: Yo no dije que no anduviera con nadie.
ARTURO: Qyé raro es Raúl, ¿no? Dije que no ando con Raúl; que nunca he
andado con Raúl..., metiche.
CARLA: ¿Raro?
ARTURO: Primero te pide que expliques lo que ARTURO: ¿No te gustaría andar conmigo?
dice Stanislavski y luego te interrumpe. CARLA (asombrada): ¿Contigo?
(Carla no contesta.) ¿Ya habías tomado clases
con él? ARTURO: Cuando menos el día de hoy.

CARLA: Sí... CARLA (después de mirarlo con asombro un rato):


Sí.
ARTURO: Con razón.
Arturo se acerca a ella y la besa. Luego se separan.
CARLA (cambia de actitud): Ahora estoy traba-
jando en una obra que él dirige. ¿Ya la viste? ARTURO: ¿Entonces? ¿En tu casa o en la mía?
ARTURO: ¡Claro!; estuve el día del estreno. Sofía CARLA: ¿Vives solo?
y yo entramos a felicitarte a tu camerino . .
¿No te acuerdas? ARTURO: No; vivo con mi mujer y con mi hijo.

CREATOR [XIX] PRil\CIPIUM


CARLA: ¿Por qué sugieres la posibilidad de que cuchar tantas cosas inútiles no me habría
vayamos a tu casa? ¿Estás loco? ido a inscribir ya? ¿Por qué vienes y me re-
pites gratis una clase que ni gratis me inte-
ARTURO: Pensé que dirías que mejor en la tuya
resa.;¡ ¡E stup1
, "do ....
1
y así tendría tiempo de pensar cómo te iba a
explicar mi situación de marido infiel. LORENZO (sin hacer caso del mal humor de La/a y
'. 1 más bien riéndose un poco de ella): Mi labor
CARLA: E res un ... jCllllCO. diaria de proselitismo, Lala. ¿Por qué te re-
ARTURO (deprimido): Me parece que sí. sistes a la verdad?

CARLA: Con razón. LALA: ¡Baboso!

ARTURO: ¿01té? LORENZO (en tono juguetón): Todos sabemos lo


buena actriz que eres; pero serías tanto me-
CARLA: Sofía se peleó contigo. jor si dejaras que la verdad iluminara tu vida
ARTURO: Sí. ¿Me dejas que te dé otro beso? profesional, querida Lala ...

CARLA: ¿Para ver si te invito a mi casa? LALA: No me queridées, ¿eh?; no estoy de hu-
mor. (Lorenzo la mira divertido. Después de
ARTURO: Para ver, nada más. una pequeña pausa, La/a se vuelve a mirarlo.)
¿De qué te ríes, buey?
CARLA: ¿01té?
LORENZO (ríe abiertamente): ¿Por qué estás tan
ARTURO: Si el segundo es tan bueno como el
enojada?
primero. (Carla lo ve con mirada crítica.) En
este momento tanto tú como yo lo estamos LALA: ¿Sabes qué? Me siento ofendida.
necesitando, ¿no crees? (Se acerca lentamente
y la besa de nuevo, ahora muy largamente.) LORENZO: ¿Por qué?

Sofía se asoma, los ve y, con enorme dolor, vuelve LALA: Me siento .francamente ofendida. Todos,
a desaparecer sin haber sido advertida. A poco absolutamente todos me consideran una gran
se oye fuera de escena: actriz; una actriz insuperable... , en el género
que manejo; tú, sólo porque te concedo el
La voz de RAÚL (que dice): ¡Corte! muy grande honor de acostarme contigo, te
permites dudarlo. Eres un cretino; eso es lo
que eres. Estoy profundamente ofendida, te
lo advierto.
LORENZO: (Trata de ocultar las ganas de reír que
OCTAVO CUADRO tiene): ¿Y quién ha dicho que no seas una
gran actriz?
Casa de La/a.
LALA (mirándolo con furia): ¡Tú! ¡Tú lo acabas
LALA: Me aburres. de decir, infeliz! ¡Y encima te ríes! ¡Lárgate
de aquí o te voy a echar al Duque! (Llama.)
LORENZO (sorprendido): ¿01té?
¡Duque! ¡Duque!. ..
LALA (malhumorada): No haces otra cosa que
LORENZO: ¡No llames a ese horroroso animal
hablar y hablar de esa maldita clase y de las
pulguiento!
grandísimas tonterías que tu maestro les en-
seña. ¿Crees que si yo hubiera querido es- LALA (abre muy grandes los ojos): ¡¿El Duque

CREATOR [XX] PRII\CIPIUM


pulguiento?! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Ahora sí LALA: ¿Ves cómo sí te enojaste? Ya sabía.
te lo voy a echar encima! ¡Duque! ¡Qye no
LORENZO (tranquilo): ¿Me estoy enojando? Pero
deje nada de ti! ¡Qye te acabe! ¡Duque!
mira, Lala, el talento no tiene absolutamente
LORENZO: Lala, el Duque no me hace nada; sólo nada que ver con la ciencia de actuar.
me pega las pulgas.
LALA (que se hace la ingenua):Y dime, ¿cómo es
LALA: Qye te las pegue, entonces. ¡Duque! que yo, que desconozco absolutamente la
"ciencia de actuar", lo hago en forma tan
LORENZO: No seas así, no lo llames. Yo lo único
.. ... -~
sublime?
que dlJe Í),
¿~e.

LORENZO: ¿No te enojas si te digo algo?


¿Qyé le
LALA (está a punto de darle un ataque):
pasa? ¡Jamás desobedece cuando lo llamo! LALA: Sí; sí me enojo ... , fuertísimo.
(Voz temblorosa.) ¡Duque!. ..
LORENZO (con un suspiro): Fin de la plática,
LORENZO: ¿Estás suponiendo que el vecino se entonces. ¿Qyé?
haya decidido finalmente a matarlo?
LALA (coqueta): Ven ... (Empieza a tirar de él.)
LALA (desorbitada): ¡Lo mato yo a él! ¡¿Dónde
LORENZO (sufriente): ¿Otra vez, Lala? (Mirará-
está el revólver de Felipe?! (Está por salir de
pidamente su reloj.) Ya va a dar la una.
escena; pero de pronto se detiene y se vuelve
totalmente relajada y sonriente.) ¡Ah! LALA: Rapidito. (Se lo lleva fuera de escena.)
LORENZO (desconfiado): ¿Qyé?

LALA: ¡Qyé tonta! Le dije a Elvira que se lo lleva-


ra al parque y que no regresaran antes de la
una. Era para que nos dejaran solos. ¿Ya ves NOVENO CUADRO
lo que hago por ti?; ¿ya lo ves? Y tú en cam-
bio ... ( Chiqueona.) ¡Qyé malo eres! ¡Me dices El salón de clases. Están solos Emilia y Raúl.
que soy mala actriz!
RAÚL: No. Hay que tener bien en cuenta que
LORENZO: Ni te lo he dicho, ni ha cruzado por
estoy hablando sólo de la génesis de la
mi mente jamás tal pensamiento. emoción.
LALA (se le acerca, insinuante, chiqueona): Sí...; di- EMILIA: ¿Cómo?
ces que necesito esas clases ... (Le echa los
brazos al cuello.) Malo. RAÚL: De su principio, pues; del momento en
que se genera en nuestra mente.
LORENZO: Bueno, ¡ya!, ¡fuera caretas! ¿Por qué
te resistes? EMILIA: ¿Y qué ocurre después?

LALA: ¿No te enojas si te lo digo? RAÚL: Pueden ocurrir muchas cosas. En el caso
del incendio del edificio, por ejemplo, noso-
LORENZO: Ponme a prueba. tros no nos daríamos cuenta cabal del mie-
LALA: A mí me parece que sólo los que no tienen do que sentimos, sino cuando éste ya ha
talento necesitan que alguien les diga cómo desaparecido y ha sido reemplazado por una
tienen que actuar. alegría más o menos encubierta al sabernos
a salvo. Pero podría ocurrir de distinta ma-
LORENZO: Como yo ... o como Felipe ... nera.

CREATOR (XXI] PRII\CIPIUM


EMILIA: A ver. RAÚL: Leen en su papel la acotación del autor
que indica tristísimo, ante un largo parla-
RAÚL (lo piensa un poco): Por ejemplo: A mí me mento. Y ellos, incautamente, dicen todas
ocurría, cuando estaba en la Universidad, las frases con la misma calidad y cantidad
que me ponía terriblemente nervioso ante de tristeza, hasta que el autor de la obra
la proximidad de un examen. Yo sabía, sabía vuelve a indicarles entre paréntesis: descon-
todo el tiempo, que estaba nervioso. Y sabía certado.
también que era natural que estuviera ner-
vioso. Uno se pone nervioso ante la incer- Provocando en el actor, claro, el
EMILIA (ríe):
tidumbre de la propia suerte ... ; es natural, más completo desconcierto.
¿no? Pero de momento uno no pone lamen-
te en lo nervioso que está, porque la atención RAÚL (sonríe.) Sí. Nos damos cuenta, en el acto,
se encuentra totalmente ocupada en otra que se trata de un actor principiante porque
cosa mucho más urgente: la adivinación de lo que dice sonará a falso. No es posible que
las preguntas que el maestro nos va a hacer un estado de ánimo se mantenga invariable a
para echar un último y rápido repaso o, en lo largo de todas las frases que componen un
todo caso, en la solución del triste destino parlamento. Pero, desde luego, el estado de
que me espera si no logro aprobar, etcétera. ánimo general tendrá que ser el de tristeza,
Pero ya próximo a ser llamado porque eres hasta que un tipo de estimulación total-
el siguiente en la lista, alguien se te acerca y mente diferente nos toque. Y es entonces
te pregunta: "¿No estás nervioso?" En ese que el autor nos indica que el estado de áni-
instante, la conciencia se vuelve hacia la ex- mo general de tristeza se cambiará por otro
ploración del estado anímico y constata que de desconcierto. ¿Lo entendiste? (Emilia
efectivamente se está nervioso. De ahí en hace un signo afirmativo con la cabeza; pero
adelante y mientras algo más interesante no guarda silencio, mirando sin mirar por encima
ocurra, yo ya estaré conciente de mi miedo del hombro de Raúl.) ¿O no?
al examen. ¿Ves? EMILIA (lo mira por unos segundos y dicefinalmen-
te): ¿Por qué no te quieres dar cuenta que
EMILIA: Sí. Lo que surgió en forma inconciente,
estoy enamorada de ti? ¿Por qué?
se vuelve plenamente conciente. ¿Pero se
trata del mismo miedo? ¿No tendrás más RAÚL (ríe divertido, sosteniéndole la mirada por
miedo cuando estás conciente que antes? A algunos segundos y dice): Porque soy gay.
mí me pasaba ...
EMILIA (abre muchísimo los ojos): ¿No estuviste
RAÚL: Sí; pero digamos que es el mismo miedo casado hace poco?
básico; el miedo al examen, a no pasarlo. Se
aumenta; pero básicamente es el mismo. RAÚL: Pero me divorcié. (Ríe.)
Porque ese miedo no desaparecerá mientras EMILIA (pesarosa): ¿Porque eras gay?
no se haya terminado la causa que lo produ-
ce: el examen. RAÚL: Sí.

EMILIA: Pero varía. EMILIA (poniéndose furiosa): ¿Y por qué no me


lo dijiste? ... ¿Por qué dejaste que me enamo-
RAÚL: ¿O.!lé estado de ánimo no varía... constan- rara de ti?
temente? ¿Te has f~ado en los actores prin-
cipiantes? RAÚL (enormemente calmado): ¿Lo ves? Esas dos
frases que acabas de decir son el producto
EMILIA: ¿En qué sentido? de un mismo estado de ánimo; sin embar-

CREATOR [XXII] PRII\CIPIUM


go la segunda contenía mucho más enojo ¿Y entonces? ¿Piensas quedarte ahí, espe-
que la primera. Y la que me vas a decir ahora rándola toda la noche?
será el producto del desconcierto.
LORENZO: No, claro que no; ya me iba; pero ...
EMILIA (sin hacer caso y, e.ftctivamente muy descon-
certada): ¿Eres o no eres gay? FELIPE: ¿Q.tieres un buen consejo, muchacho?
(Lorenzo lo mira, sin contestar): Es posible
RAÚL (sonriente):¿ Ves? Lo siento mucho, Emi- que esté mallo que voy a decirte. Tradicio-
lia. Pero entendiste la lección, ¿no? nalmente, un marido no debería estarle
dando consejos al amante de su mujer, a me-
EMILIA (resentida): ¿Cuál de las dos?
nos que esté actuando en un delicioso veau-
RAÚL: La que se refiere a nuestra producción de-ville ...
emotiva y la conciencia o inconciencia que
LORENZO (tomado por sorpresa): ¿Q.ré?
tenemos en su génesis. Aunque claro; espe-
ro que la otra también la hayas aprendido: FELIPE: Pero aunque no lo actuemos, en la reali-
No le declares tu amor a alguien que antes dad estamos metidos hasta la coronilla en
no te haya dado muestras de. algún tipo de un veau-de-ville, aunque eso de delicioso
interés dentro del terreno amoroso ... , si no esté por verse ...
quieres salir muy, muy lastimada. (Da la me-
dia vuelta y se aleja.) LORENZO (alarmado): Oye, Felipe ...

EMILIA (musita): ¡Q.ié horrible eres!. .. , ¡qué FELIPE: No; si me vas a negar, por principio, que
horrible! ... andas metido con mi mujer, la única alter-
nativa que me dejas va a ser la de correrte
Raúl desaparece sin volverse. Emilia está tem- definitivamente de mi casa. (Se miran un
blando, sin saber qué actitud tomar. Finalmente momento a los ojos, sin hablar.) ¿Debo inter-
se resuelve y sale llorosa y gritando tras Raúl- pretar tu silencio como una franca acepta-
EMILIA: ¡Cobarde! ... ¡Poco" hombre!. .. ¡Gay! ción de cargos? (Lorenzo baja la mirada.) Eso
es; siempre resulta preferible partir de una
base sólida para un buen entendimiento.
LORENZO (con la mirada baja): ¿Q.ré te puedo
decir?
DÉCIMO CUADRO FELIPE: No; nada; no te molestes. El que tiene
cosas que decir aquí soy yo. (Ríe.) Después
FELIPE: ¿Estás solo? de todo, hasta en el peor de los vodeviles, el
LORENZO (incómodo): Me dice la muchacha que marido cornudo goza de prerrogativas. ¡Ah!;
Lala tuvo que salir; no sabe decir a dónde, pero un momento; no creas que me he ente-
ni a qué hora va a regresar. rado del asunto por Lala. No; no hemos
llegado a tal descaro en nuestro matrimonio,
FELIPE: ¿Te había dado cita a esta hora? afortunadamente. Si me enteré por alguien,
fue, naturalmente, por ti.
LORENZO (indeciso): No; pero ...
LORENZO (lo mira ahora, desconcertado): ¡¿Por
FELIPE: ¿Q.té?
mí?!
LORENZO (desvía la mirada): No sé ... (Pausa.)
FELIPE: ¿Te crees, ni por un momento, que me
FELIPE (desconcertado ante el silencio de Lorenzo): iba a pensar que venías a esta casa buscándo-

CREXfOR (XXIII] I'Rii\ CIPIUM


me a mí, a este tonto actor de representa- como para darte un consejo con el propósito
ción? (Pausa un poco demasiado larga en que de que conserves a mi mujer; ¡pero no es-
Lorenzo no sabe qué decir. Felipe, por tanto, perarás que te dé dinero para que le compres
continúa.) Lala es una mujer encantadora, un ramo de flores ... !
en cambio. Hasta las piedras se enamoran
LORENZO: ¡No, no!. ..
de ella. Aunque, claro, tiene sus momen-
tos de gran carácter y entonces resulta inso- La voz de RAÚL (fuera de escena): ¡Corte!
portable; pero en términos generales ... , re-
sultaba claro que era a ella a quien venías a Y entran todos los demás a la clase, riendo.
buscar. RAÚL (reprime una sonrisa): Me parece que el
LORENZO (hace un esfuerzo): Este ... (Se calla.) ejercicio que acabo de explicarles era: el per-
sonaje A le declara su amor al personaje B.
FELIPE: ¿Qyé? ¿Qyé sucedió?
LORENZO: Este ... (Se calla definitivamente.) LORENZO (desolado): ¡No sé!; me pareció que de
pronto ya estábamos hablando de otra cosa
FELIPE: ¿Lo ves? Cualquier tipo de explicación
y era absurdo salir con ... ¡No sé! ...
en estos casos resulta imposible. Y que cons-
te que yo no te he estado pidiendo explica- FELIPE (ríe) : Yo traté de darte pie para que te
ción alguna. Lo que yo quería, en realidad, me declararas; pero no dijiste nada, enton-
era darte un consejo: No seas demasiado pa- ces yo seguí adelante con lo que había co-
ciente con Lala. A las mujeres, en general, menzado. (A Raúl.) ¿Está mal?
no les gusta que las traten tan bien. Oye no
LORENZO: ¡No, eso ya lo sé!; es que ... ¡No supe
las traten bien todo el tiempo, quiero decir;
se aburren. No sé qué tan enamorado puedas cómo hacerle! (A Raúl.) ¿Qyé me falló?
estar todavía de Lala; pero el haberte en- RAÚL: Varias cosas.
contrado aquí, solo, sin saber qué hacer de
ti cuando mi mujer te ha plantado, me dice FELIPE: ¿Puedo decir algo?
que sigues lo suficientemente enamorado de RAÚL: Si quieres.
ella para hacerlo. Si es así, muchacho, más
te vale tratarla mal o la vas a perder en forma FELIPE: En la realidad Lorenzo es un buen ami-
definitiva. Yo, en tu lugar, desaparecería toda go tanto mío como de Lala, mi mujer. Viene
una semana y luego, sin más, me presentaría, a casa con regularidad. Tal vez yo no debí
encantador, con un ramo de flores en las haber utilizado unas circunstancias reales ...
manos, sin dar la menor explicación. -sí quedamos que se llaman circunstancias,
¿no?
LORENZO (un tanto mohíno): Me parece que eso
es lo que voy a hacer; pero ... RAÚL: Claro; serían unas circunstancias inme-
diatas.
FELIPE: ¿Qyé?
FELIPE (momentáneamente desconcertado): ¿Inme-
LORENZO (lo piensa mejor): Nada. diatas?
FELIPE: ¿No tienes ni para comprar un ramo de RAÚL: Es decir, distinto a circunstancias media-
flores? tas ... La relación que me explicas que hay
LORENZO: No. entre ustedes es una circunstancia que pre-
valece emotivamente, por lo tanto se trata
FELIPE: Mira, muchacho, soy bastante cínico de una circunstancia inmediata.

CREATOR (XXIV] PRTI\'CTPIUM


·•
SOFÍA: Creo que Felipe todavía no se integraba RAÚL: Éste estudió con los rusos. (Risas. Raúl se
al grupo cuando explicaste la diferencia en- dirige nuevamente a Felipe.) Como verás, la
tre circunstancias mediata e inmediata. primera de estas tres preguntas: ¿~ién soy?,
resulta demasiado difícil poder contestarla
FELIPE: Sí, pero ...
justo antes de entrar a escena. Se supone
RAÚL (a Sofía): ¿Por qué no se la explicas? que un actor habrá utilizado gran parte de
los primeros ensayos intentando contestar
SOFÍA (ríe, nerviosa):¿ Yo? (Todos se vuelven a mi- esta pregunta; para el momento de entrar a
rar a Sofía.) Mejor que lo explique Carla. A escena, cuando el público está en la sala, si
ella le sale todo más bonito. no se la ha contestado mil veces, será perfec-
tamente inútil preguntársela ya. En ese mo-
CARLA (ligeramente molesta): Sí, cómo no; yo lo
digo todo más bonito. mento sólo cabría responder: "Soy el actor
Fulano de Tal, a punto de entrar a escena,
SOFÍA: Bueno, bueno, está bien; lo explico yo, sin saber nada de nada y muriéndome de
entonces. A ver... : Circunstancia inmediata un justificadísimo miedo." (Risas.) En
es cuando acaba de pasar, ¿no? (Los demás cambio las otras dos preguntas, aunque ya
ríen.) ¿De qué se ríen? (A Raúl.) ¿No? se las habrá contestado con la debida anti-
cipación, será utilísimo repetírselas en ese
RAÚL: Continúa. preciso instante. Vamos a ver a qué exacta-
SOFÍA: Y mediata es cuando ya hace mucho que mente nos referimos. Sabiendo la contesta-
pasó. (Risas.) ¡Ay, éstos hoy están muy sim- ción a la primera: ¿~ién soy? -es decir,
ples! ¡~é babosos! (Se enfrenta a ellos.) ¿~é qué personaje estoy haciendo-, sobreven-
les pasa, ¿eh? (A Raúl, en son de protesta.) drán lógicamente las otras dos al ir abor-
¿No era así? dando cada escena específica de la obra. ¿Me
sigues?
Más o menos. Lo que pasa es que
RAÚL (ríe):
dudo que Felipe haya entendido algo. FELIPE: Sí, sí; claro.

SOFÍA (a Felipe): ¿No entendiste? RAÚL: ¿~ieres continuar, Emilia?

Sí; que lo mediato es lo mediato


FELIPE (serio): EMILIA (tomada por sorpresa, distraída): ¿Eh?
y lo inmediato lo inmediato. (Risas.)
RAÚL (sonríe, malvado): ¿En qué ignoto galán
SOFÍA (ligeramente molesta):¡Pues sí! (Risas; ella estás pensando? (Risas.)
misma ríe.) ¿No les digo?; están mensos.
EMILIA (avergonzada, confundida): Este ... ¡Te
RAÚL: Bueno; vamos a hacer este paréntesis en odio! (Y, medio llorando, abandona la clase.)
beneficio de todos. (Se dirige a Felipe alprin-
cipio.)] Habrás escuchado, seguramente, las RAÚL: ¿A dónde vas? (La pregunta queda sin res-
tres preguntas de tipo stanislavskiano que puesta. Con un suspiro de resignación, al resto
se supone que un actor debe hacerse antes de la clase.) Actriz temperamental. (Silencio
de entrar a escena... incómodo.) Continuemos. La segunda pre-
gunta, ¿de dónde vengo?, no se refiere, desde
FELIPE (trata de recordar y se rinde): No sé. luego, al lugar en sí del que provengo al pun-
RAÚL: ¿Arturo? to de entrar a escena, sino a lo que me ha
sucedido. [Tendríamos que preguntarnos
ARTURO: ¿Qy.ién soy? ¿De dónde vengo? ¿A aquí cuál fue el último suceso que a mí, como
dónde voy? personaje, me ha ocurrido que pudiera

CREATOR [XXV] PRI 'CIPIUM


llevarme a experimentar un estado de ánimo Raúl". Yo, personalmente, creo que el pro-
como el que debo tener al abordar la escena.] pósito u objetivo de Emilia al regresar, era
Esto, seguramente, todavía mantiene sus este último. (Nadie ríe.) Esto, pues, desde el
huellas impresas en el estado de ánimo del punto de vista actoral] y responde a la ter-
personaje que interpreto, en el momento cera pregunta ¿a dónde voy?; lo que Stanis-
presente al entrar a escena. Por lo tanto ¿de lavski llama el objetivo del personaje. Y
dónde vengo?, nos sirve para determinar el finalmente un cuarto y último factor que es
estado de ánimo con el que aparezco ante la situación misma con la que Emilia se en-
los demás personajes y, naturalmente, ante cuentra al entrar aquí y que no se espera,
el público. [Algunos actores aparecen en es- porque de habérselo esperado, desde luego
cena sin un estado anímico preciso; nos dan y por principio de cuentas, no entra. Para
la idea de estar emergiendo del limbo, total- este último cuarto factor no existe pregunta
mente desvinculados de la situación y de la previa alguna, ya que supuestamente es
obra misma.] (En estos momentos, Emilia ignorada por nuestro personaje y viene a
vuelve a aparecer, un tanto recelosa.) Miren a constituir la acción que el público presencia
Emilia. (Todos se vuelven a mirarla; Emilia y que es el resultado final de la suma de las
se azora.) De lo que podemos darnos cuenta tres preguntas que Arturo nos apuntó, con
que Emilia experimenta emocionalmente en la situación escénica misma. (A Lorenzo que
estos momentos, es el producto tanto de la levanta la mano.) Sí.
forma en que salió de este cuarto, como de
LORENZO: La forma en que tú la recibes ...
la inesperada situación que se le presenta al
ser el centro de la atención de todos ustedes. CARLA (intercalando sotto voce): ... muy cruel, por
cierto...
EMlLIA (furiosa, a Raúl): ¡Eres un monstruo!
(Vuelve a salir violentamente.) LORENZO (que no se ha dejado interrumpir): ... vie-
ne a constituir el obstáculo a su objetivo.
RAÚL (sin inmutarse): ¿Lo ven? Emilia acaba de
hacer sólo lo que era lógico de acuerdo a RAÚL: Exactamente. La reacción al obstáculo es
cuatro factores fundamentales. Primero: lo que hace interesante la acción. ¿Notaron
a lo que Emilia es; a su carácter que, en el ustedes cómo Emilia se azoró, perdió el co-
caso que nos ocupa, respondería a la pre- lor y, luego de algunos segundos de vacila-
gunta ¿quién soy? Segundo: al estado de ción, se encolerizó y me dijo, temblando, que
ánimo con el que entró a este cuarto. [Un era yo un monstruo? ¡Fue un momento mag-
estado de ánimo producto del penoso suceso nífico!
que todos pudimos apreciar, sumado al CARIA (ahora más audible): Y muy cruel, por cierto.
arrepentimiento posterior, fuera de nuestra
vista.] Este segundo factor responde a la RAÚL: Qyerida Carla, la vida es cruel. El apren-
pregunta ¿de dónde vengo? Tercero: al pro- dizaje de la actuación lo es en sumo grado.
pósito que Emilia se hizo seguramente al (Espera que Carla responda; pero Carla guarda
decidir regresar [a este cuarto. Aquí caben silencio y sólo lo ve con mimda de desaproba-
algunas hipótesis: "Hice el ridículo salién- ción.) Por lo tanto, Felipe, dicho todo esto de
dome como lo hice y por tanto debo regresar una manera más breve, Emilia reaccionó a
haciendo como si nada hubiera ocurrido, cuatro factores: a su circunstancia mediata,
para borrar la mala impresión''; o bien, "Ten- a su circunstancia inmediata, a un objetivo
go que regresar para demostrarle al maldito preciso y a una situación, en este caso adversa
Raúl que a mí no se me hiere tan fácilmen- a sus espectativas y por tanto sumamente
te"; o bien, "Regreso para sacarle los ojos a dratnática.

CREATOR [XXVI] PHII\CIPI UM


FELIPE: Yo había oído hablar de los antecedentes FELIPE: Me atengo a lo que dice el texto y ya.
de un papel; ¿no es lo que tú estás denomi-
nando ... ? ARTURO: ¿Sin vivenciarlo?
FELIPE (se dirige a Raúl): A lo mejor lo que pasa
RAÚL (interrumpe): Así es. Ésa es la palabra que
Stanislavski emplea y que es utilizada por es que no acabo de entender en qué exacta-
muchos de nuestros actores en forma terri- mente radica la diferencia entre ser un actor
blemente equivocada. Se ponen a imaginar vivencial y uno de representación. (A los de-
más.) Perdonen mi insistencia.
toda la vida de su personaje con pelos y se-
ñales desde el día de su nacimiento y luego, RAÚL: No te preocupes; les sirve de repaso. Son
como si fuera algo mágico que operara por muchas las diferencias, Felipe; pero primor-
sí mismo, apuntan todo y lo guardan. [Es dialmente tendríamos que decir que se trata
para evitar esta equivocación que a mí se de la forma de producción emotiva. Ya he-
me ha ocurrido sustituirla por dos expre- mos puesto ejemplos. El actor de representa-
siones que remiten más directamente a una ción no se permite gestar emotividad alguna
práctica actoral: circunstancias mediatas y cir- si no es en forma perfectamente conciente.
cunstancias inmediatas.]
Y el vivencial permite que
SOFÍA (completando):
FELIPE: No acabo de entender en qué forma
em- su funcionamiento inconciente realice la
pleamos equivocadamente la expresión tarea.
antecedentes. ¿Por qué no sirve?
RAÚL: Exactamente. [Al poner su atención en
RAÚL (aArturo que levanta la mano): ¿Qyé quie- el problema de la situación. En su interlo-
res, Arturo? cutor, pues. En cambio el actor de represen-
tación tendrá la mayor y la mejor parte de
ARTURO: Qyiero ver si puedo contestar la pre-
su atención en lo que hace él mismo emotiva
gunta que acaba de hacer Felipe.
y gestualmente. El interlocutor sólo le sirve
RAÚL: Adelante. de referencia. La atención de un actor de
representación está en sí mismo.
ARTURO: La palabra antecedentes es ... abarca mu-
cho; abarca demasiado y entonces uno se FELIPE: Ahora me doy cuenta de que he sido un
pierde. En cambio la palabra circunstancia, actor de representación sin saber en qué con-
sobre todo dividida como la dividimos noso- sistía mi propia existencia actoral. (Ríe.) ¡Es
tros en mediata e inmediata, nos hace darnos increíble!]
cuenta de algo más ... (busca la palabra) cir-
LORENZO: ¿Y podría haber una tercera posición
cunscrito ...
que mezclara ambas posibilidades?
CARLA (ríe): ¡Qyé palabra, Arturo! RAÚL: No; porque la mezcla de ambas posibili-
RAÚL (ayudando a Arturo): Concreto. dades es justamente lo que hace el actor vi-
vencia!.
ARTURO (a Felipe): Algo que podemos aplicar
más directamente en la práctica. Con lapa- LORENZO (muy asombrado): ¡¿Cómo?!
labra antecedentes nos perdemos en tanto RAÚL: El actor vivencia! trata de imitar y de su-
tiempo pasado del personaje ... perar, claro, el comportamiento cotidiano,
FELIPE: Yo no me pierdo ... para lo cual hace lo mismo que se hace en la
vida real: una producción emotiva anfibia,
ARTURO (encimándose): No; tú no; pero ... según las circunstancias. (Se dirige a Felipe.)

CREATOR (XXVII] PRII\CTPTUM


Pero para no meternos de momento en hon- tenemos más remedio que atenernos a su
duras estilísticas, problema que todavía no funcionalidad.
hemos abordado en esta clase, te diré nada
FELIPE: ¿Cómo?
más que para lograr un resultado actoral más
cercano a la verdad, es necesario que ahon- [RAÚL: Ya que sabremos que las circunstancias
demos en la psicología de nuestro personaje, inmediatas van a ser las responsables de crear
ya seamos actores de vivencia o de represen- en nosotros el estado de ánimo presente, con
tación. [A ti seguramente te basta con con- el que marcamos nuestro punto de partida,
vertirte en un hombre colérico si el texto, antes de que ninguna otra cosa nos ocurra
en algún lado, dice que tu personaje mon- en la situación dramática, es decir en la esce-
ta en cólera con facilidad. Pero para lograr na que actuamos frente al público.
un resultado más cercano a la posibilidad FELIPE: Me parece que sigo sin entender.]
real, es decir más complejo, tendrías que in-
teresarte por ver qué es, en los eventos de su RAÚL: Tú, Felipe, en esta clase te comportarías
vida pasada, lo que ha hecho de tu personaje en forma distinta, si por la mañana te hubie-
un hombre proclive a la cólera.] ras enterado que te has sacado un millón de
pesos en la lotería. Tendrías que aparecer
FELIPE: Y para eso es para lo que están los ante- ante nosotros enigmáticamente bonachón
cedentes. y distraído. En cambio, si te hubiera ocurri-
do alguna cosa que te preocupara, estarías
RAÚL: [De los que tu texto sólo te entera, por
inclinado a mostrar disgusto a la menor
regla general, de sus consecuencias dentro oportunidad y pondrías objeciones para
de la situación. todo.
FELIPE: Bueno, sí; yo no quise decir que no ten- FELIPE (ríe): 01te es justamente lo que estoy ha-
ga que inventar algunas cosas, rellenar hue- ciendo en estos momentos.
cos del texto ...
RAÚL: No; si en efecto algo te está preocupando
RAÚL: Ahí tienes entonces. Como nos decía Ar- de verdad, haces maravillosos esfuerzos por
turo hace un momento, a los actores se nos tenerlo bajo control, ya que tus objeciones
facilita mucho más si en vez de decir antece- resultan perfectamente coherentes. Esta co-
dentes en general, dividimos tales antece- herencia tuya puede deberse a una disciplina
dentes.] La palabra circunstancia tiene la mental que te has ido imponiendo en la vida.
enorme ventaja de expresar un pasado que ¿Me entiendes?
se extiende y nos llega hasta el presente mis-
FELIPE: Sí, sí.
mo. La palabra antecedentes nos remite
exclusivamente al pasado e inclusive parece RAÚL: Y esto último, entonces, es ya un rasgo de
hablarnos de un pasado ya muerto o, en todo carácter. Producto de las otras circunstan-
caso, inoperante para la situación presente. cias; de tus circunstancias mediatas, pues. [Las
[Pues bien, ésta es justamente la forma circunstancias de tu vida pasada te han obli-
equivocada en que los actores solemos va- gado a modelar tu carácter en esta forma. A
lernos del concepto antecedentes, llegando a lo mejor fuiste un joven terriblemente im-
lo que yo llamo la antecedentitis, que no es pulsivo y esto te causó serios problemas, por
otra cosa que un exceso inoperante e incluso lo que te fuiste haciendo, con el desarrollo
inhibitorio de datos en la historia pasada del de tu voluntad, un hombre que controla hoy
personaje.] Cuando en cambio dividimos en en día su mente hasta en las situaciones más
dos tiempos primordiales el pasado, no desesperadas.]

CRF'.ATOR [XXVIII] I'RII\CIPIUM


FELIPE (a los demás, sonriendo):Este Raúl resul- Yo no sé por qué se te ocurrió escoger a Fe-
ta un hombre peligrosísirno. (Raúl ríe, com- lipe para declararle tu amor.
placido.) No sé cómo haces para mirar la vida
LORENZO: Yo tampoco lo sé. (Mira al suelo.)
con tal acuciosidad; es increíble.
EMILIA (después de verlo un momento): No eres
RAÚL (ríe): Divido mis circunstancias en media- '",)
tas e inmediatas, nada más. gay, ¿o SL

LORENZO (ríe, divertido): No. Al menos no, que


FELIPE: Me has convencido. (Mira su reloj.) Pero
yo sepa. Algunos homosexuales que se me
oye, Raúl, ¿permites que me vaya? Ya se pasó
han acercado, aseguran que todos tenernos
un poco de la hora y yo tengo una cita.
un yo homosexual en el clóset. Pero yo por
¡Ah; sí, sí; perdonen! Conti-
RAÚL (ve su reloj): más que busco en mi clóset, no ... , no en-
nuarnos pasado mañana. Es todo. cuentro nada por el estilo. Pantalones, za-
patos, una que otra corbatita vieja...
Van saliendo todos con más o menos prisa. Felipe
y Raúl los primeros. Lorenzo, pensativo, pe- EMILIA: Eso me parecía a mí. ¿Entonces?
saroso, se queda en su lugar cuando todos se han
LORENZO: Era un reto. ¿A ti no te gusta ponerte
ido. Una pausa. Emilia, pesarosa ella también,
retos en la actuación?
se asoma.
EMILIA: Sí, claro. A todos ... , supongo.
EMILIA: ¿Ya se fueron todos?
LORENZO: Pues eso fue.
LORENZO (la mira): Sólo quedo yo, corno po-
drás ver. EMILIA (después de otra pausa): ¿Y es cierto?
No me trates mal, por
EMILIA (se echa a llorar): LORENZO (la mira, sin entender): ¿Qyé?
favor. No me trates mal.
EMILIA: Oye andas con su mujer. (Inmediata-
LORENZO (alarmado, contrito): No, no; perdó- mente arrepentida.) ¡No, no; perdona! ¡Qyé
name. No quise ... (Se detiene, sin saber qué rnetiche soy!; ¡a mí qué me importa! ¡No
hacer. Emilia llora en silencio.) ¿Un vaso de me contestes, por favor!
agua.,",) e_.una asp1nna
. . ",....
) , e_.un susto.",) (1mpo-
LORENZO (la mira, sonriendo): No te iba a con-
tente, deja salir un:) ¡Dios mío, ¿qué se hace
testar.
en estos casos?!
EMILIA (ofuscada):Creo que lo acabas de hacer.
EMILIA (después de unos segundos, saca un pañuelo
¡Dios mío, soy tan espantosa corno Raúl!...
desechable y se suena, dando fin al llanto): ¿A
qué te quedaste aquí? LORENZO (ríe, divertido): Eres peor; eres mucho
peor que Raúl.
LORENZO: No sé ... ; es que no me dieron ganas
de salir con los demás. (Pausa. Sonríe con cier- EMILIA (complacida en el fondo): ¡Qué va!. ..
ta amargura.) A ninguno de los dos nos fue (Pequeña pausa.) Una cosa sí te voy a decir.
muy bien en esta clase, ¿no? Si querías ponerte ese reto, está bien. Pero
entonces tenías que haberte convencido a ti
EMILIA (asombrada): ¿A ti?; ¿por qué? mismo de estar realmente enamorado de
LORENZO: Hice el ridículo en el ejercicio. ¿No Felipe. Y entonces, por más que él te hubiera
lo viste? dicho lo que te hubiera dicho, todos habría-
mos visto, el mismo Felipe lo habría visto,
EMILIA (piensa en el ejercicio): ¿Sabes una cosa? que estabas enamorado de él.

CREATOR [XXIX) PRINC!PIUM


LORENZO (muy interesado, la ve por unos segun- FELIPE: Sí; creo que sí; lo preferiría. ¿Tú de veras
dos): Tienes razón. Naturalmente. ¿Por qué no?
Raúl no me lo dijo?
LALA: ¿Qyién empieza?
EMILIA: Porque luego se distrajo con la pregunta
que le hizo Felipe. Así le pasa. Se dedica a FELIPE: Podríamos saltarnos las difíciles y ridícu-
resolver el problema que le parece más inte- las confesiones de infidelidad, si te parece.
resante en el ejercicio y se le olvidan los de- LALA (lo piensa un momento): Sí; me parece.
más. Luego se acordará y te lo dirá.
FELIPE: Mira; la semana pasada, haciendo un
LORENZO: ¿Llevas mucho estudiando con Raúl? ejercicio en clase, se me ocurrió aconsejarle
EMILIA (con un profondo suspiro): Casi medio año.
que no fuera tan complaciente contigo.
(Se quedan en silencio un momento. Repenti- LALA: ¡Ah!. .. ¿Te parecía que era muy compla-
namente.) Ya me voy; adiós. (Y sale rápida- ciente conmigo?
mente.)
FELIPE: Estabas, a todas luces, abusando del po-
Lorenzo reprime el impulso de detenerla. Se bre muchacho, Lala. Inconcientemente yo
queda pensativo un momento más y luego sale. he de haber pensado que aconsejarle eso, re-
dundaría en una relación más duradera en-
tre los dos.
LALA (tentativamente): ¿Entre él y tú?

UNDÉCIMO CUADRO FELIPE (asombrado): Entre él y tú.


LALA: ¿Te importa mucho que la relación entre
En la casa de Felipe y La/a. ese muchacho y yo perdure? Eres muy ama-
LALA: ¿Estabas aquí...? ble; pero realmente no veo la necesidad ... ;
con que perdure entre ustedes dos, si es eso
FELIPE: ¿Estabas tu' aqm' ... ;>. lo que quieres ...
LALA Y FELIPE (al unísono): Pensé que habías sa- FELIPE (sin poder creer lo que oye): ¡¿Qyé?!
lido. (Ríen y se abrazan, siguiendo el mismo
impulso. Una pequeña pausa.) LALA (asustada): ¿De qué?

FELIPE: ¿Lorenzo sigue sin presentarse en esta FELIPE: ¡¿De qué estás hablando?!
casa? LALA (perdida): ¿De qué estamos hablando?
LALA (abriendo mucho los ojos): Lo sabes perfecta- FELIPE: Yo, obviamente, estoy hablando del ro-
mente. mance que sostienes con Lorenzo.
FELIPE: ¿Qyieres que hablemos del asunto? LALA (asombradísima): ¿Del romance que yo sos-
LALA (en guardia): ¿Qyé hay que hablar? tengo con Lorenzo? (Ríe, desconcertada.) A
mí me parecía que eras tú el que estaba sos-
FELIPE: No; si no quieres no. Pensé que era hora teniendo ese romance.
de que volviéramos a ser sinceros el uno con
el otro. FELIPE (comienza a enojarse): ¡Mira, Lala ... !
(Ofuscado, sin saber por dónde empezar.)
LALA (después de una pausa tensa): ¿Tú quieres ¡¿Desde cuándo tienes tú sospechas de una
que hablemos del asunto? bisexualidad de mi parte?!

CREATOR [XXX] PRll'iCIPfUM


LALA: No, mi amor; perdona. Es que algunos ¿No se puede hablar nunca, nunca, en serio
hombres, de viejos ... contigo? (Y sale detrás de ella.)

FELIPE: ¡Ningún "algunos hombres de viejos" ... !


¡Lala, eres una cínica!

LALA: ¿Y qué tendría de malo que Lorenzo y


tú ... ?
DUODÉCIMO CUADRO
FELIPE (amenazante): ¡Lala, te voy a pegar!
SOFÍA: ¿Qyé piensas? (Arturo la mira un mo-
LALA: ¿Porque descubrí tu pequeño flirteo? mento. Después aparta la mirada y guarda un
silencio hosco.) ¿O se te hace que ya perdí to-
FELIPE: ¡Porque a pesar de que yo -que hace
do derecho a reclamarte nada?
tiempo que descubrí tu pequeño flirteo-,
me estoy portando ante el asunto como todo ARTURO: ¿No habíamos terminado tú y yo?
un homme du mflnde, como un perfecto open
minded gentleman, tú tienes el insufrible SOFÍA: No. ¿En qué momento terminamos, que
descaro de negarlo todo, y no contenta con no me di cuenta? (Arturo no contesta.) ¿Diste
eso, tratas de lavarte las manos atribuyéndo- tú por terminadas nuestras relaciones por tu
me a mí, ¡a mí!, tu romance! ¡Pero más me lado? (Pausa.) ¡Pues qué amable eres al no
merezco por decente! ¡Más me merezco! notificarme una decisión de esa naturaleza!
(Pausa.) Me parece que lo decente hubiera
LALA (después de una pausa): Si tú no sostienes sido presentarte como todo un caballero y
ningún romance con él, ni yo tampoco, · "Y:
deCir: 1 Se acabo.¡
¡ a.¡ ' 1 By, by.t" ... O man dar

¿quién puede estar sosteniendo en esta casa un telegrama o una postal cuando me'nos, si
un romance con él? no quieres redactar un largo ·documento
probatorio, firmado y sellado ante notario,
FELIPE (advertencia amenazante): ¡Lala... ! con testigos ... como Carla. (Pausa.) ¡Se toma
LALA (súbita iluminación): ¡La criada! el teléfono, Arturo, por Dios, y se dice: "ya
no ando contigo, mi amor"! ¿Es tan difícil
FELIPE (sube de tono la advertencia): ¡¡Lala!!. .. una cosa así? Bueno, puedes no decir "mi
amor", con decir"ya no ando contigo", como
LALA: Me parece que habrá que llevar a cabo un en la escuela primaria, hubiera bastado ... ,
acucioso escrutinio en las actividades de El- de momento.
vira. (Llama.) ¡Elvira! (Comienza a salir.)
.. 1 ARTURO (enfurruñado): Nunca contestaste el
¡Elvmta ....
teléfono.
FELIPE (ríe):¡Ven acá, tú, loca! ¡Cómica! ¡Eres
un patético ejemplo de deformación profe- SOFÍA: Nunca me llamaste, Arturo. Ya sabes que
cuando no estoy dejo la grabadora. Nunca
sional!
ni media palabra. Oía y volvía a oír los men-
Comien-
LALA (antes de salir, se vuelve a Felipe): sajes por si me hubiera saltado alguno ¡y
zo el escrutinio, ¡fíjate! (Habla haciafuera de nada! Algunos ¡bip, bip, bip!, sí; pero ¿cómo
escena.) ¿Qyé hiciste de comer hoy, Elvira? esperas que sepa que son tus bip, bip, bip y
¡Me muero de hambre! ¡El señor y yo nos no los bip, bip, bip de cualquier otro? Y aún
morimos de hambre!. .. (Yha salido de escena.) cuando fueran los tuyos, ¿cómo sé que "bip,
bip, bip" significa "hemos terminado"? (Pau-
FELIPE (se encima a las dos últimasfrases de Lala): sa.) ¿O esperabas que yo te hablara a tu casa

CREATOR (XXXI] PRil\CIPIUM


y te dejara un mensaje con tu mujer, o qué? DÉCIMOTERCER CUADRO
(Pausa.) Yo estaba furiosa, te lo advierto. ¡Fu-
riosa! ¿Pero qué se ha creído éste? ¡¿Qyé es- EMILIA: ¡Qyé bueno que llegaste antes de que
pera de mí?! Y de pronto, cuando después comience la clase!
de la clase y dándome cuenta que te habías
LORENZO (la mira sonriendo): ¿Por qué?
quedado en el salón, regreso a buscarte, ¡¿con
qué sorpresa me encuentro?! (Lloriquea.) De EMILIA: Qyiero ... hablar contigo.
aquí me fui directo con mi analista; ¡sesión
triple!; ¡carísima!; ¡y no me sirvió absoluta- LORENZO: Estás temblando; ¿qué te pasa?
mente de nada!. .. , ¡para colmo! (Pausa.) ¡Y EMILIA: Después de lo que estuvimos hablando
si dijeras que te cacho besando a tu mujer... ! el otro día ... ; ¿te acuerdas? ...
Bueno, me habría puesto furiosa, claro, es
perfectamente natural ... , a una no le gusta LORENZO (no muy seguro): Sssí.
que su galán ande por ahí besuqueándose
EMILIA: Me he quedado pensando muchísimo
con su mujer legítima... ; pero lo habría com-
en ti. (Se miran un momento en silencio.) ¿Has
prendido ... , mal; pero lo habría comprendi-
pensado tú en mí, Lorenzo?
do ... ¡Pero, oye, ponte en mi lugar!; encon-
trarte besando a una mujer totalmente ile- LORENZO: No; pero ...
gítima ... !· ¡Qyé desconsideración, Arturo, de
veras! ¿Y así quieres que confíe en ti? EMILIA (desilusionada): Pero ¿qué?

ARTURO: Yo no quiero que confíes en mí. LORENZO: Pero estoy muy arrepentido.

SOFÍA: ¡Pero confío! ¡Confío en ti, Arturo! ¡¿Có- EMILIA (no entiende nada): ¿De qué?
mo piensas que podría seguirte queriendo LORENZO: De no haber pensado en ti.
. .... ¡A veces eres tan enervante....
s1• no ;¡r ' (Se
calma un poco.) Pero ¿ya ves como no era tan EMILIA: ¿Qyé quieres decir?
difícil? ... Lo que no te hubiera perdonado
LORENZO: ¡Qye estoy muy arrepentido de no
es que me mintieras; ¡eso sí no! Qye me hu-
haber pensado en ti!
bieras dicho por ejemplo que la mujer a la
que estabas besando era tu prima o alguna EMILIA: Ay; no me grites.
cosa de ésas ...; eso sí no te lo habría perdona-
do. ¿Ya ves lo que es la vida? Hay cosas que LORENZO: No te estoy gritando.
se perdonan y hay cosas que no. Hay cosas EMILIA: Sí me gritaste.
que verdaderamente no se perdonan.
LORENZO: Bueno sí te grité; pero no era mi in-
ARTURO: Ya no quiero andar contigo, Sofía. tención gritarte. Es decir, sí era mi intención
SOFÍA: Como ésa, por ejemplo ... (Lloriquea.) gritarte; sin embargo no te grité con la inten-
¡Bestia peluda!. .. (Llora.) ción de ofender. No sé si me entiendes. (Pau-
sa.) Hay de gritos a gritos. ¿No crees?
Voz de RAÚL (juera): ¡Corte!
EMILIA: (Un poco perdida): Sí, es cierto; no me
gritaste tan fuerte. ¿Por qué no me gritaste
fuerte? Qyiero decir, ¿cuál fue tu intención
al no gritarme tan fuerte?
LORENZO: El no gritarte tan fuerte, significaba
que no estaba enojado contigo. Estaba impa-

CREATOR (XXXII] PRII\CII'IUM


ciente nada más. Te grité para que me enten- menor esfuerzo en una ociosa discusión se-
dieras, porque no me habías entendido y eso mántica?
me irritó ... un poco ... , supongo. Por eso no Ya les tengo dicho, ¿cuántas veces?, ¡no
te grité tan fuerte. La intención era com- sé!; sin creencia escénica no hay absoluta-
pletamente distinta, ¿ves? mente nada. ¿Para qué hacer una improvi-
sación que no se ha preparado en absoluto?
EMILIA (dubitativa): ¿No sería más bien porque
¿Para hacernos perder el tiempo delibera-
te contuviste? Qyiero decir que tu intención damente?
primera era gritarme fuerte, porque te impa-
cientó que no hubiera entendido; pero te re- EMILIA (un poco molesta): ¿Qyieres decir que
primiste y entonces no gritaste tan fuerte. tengo que creer que estoy enamorada de Lo-
Pero era igual, ¿no se te hace? La intención renzo?
que cuenta es la primera.
RAÚL (sorprendido): ¿Y eso te parece un handi-
LORENZO: ¿Y por qué no va a contar la segunda cap tan insuperable? (Risas generales.)
intención? La segunda, la corregida, fue la
LORENZO (protesta en broma): ¡Oigan!
expresada. ¿Qyién te está mandando que
leas entre líneas? ¡Atente a lo que oyes y nada EMILIA (serena): Es que pensé que se hacía nece-
más! sario creer sólo en aquello que sabemos que
EMILIA: Ya te estás enojando otra vez, y aunque
no es.
no me estés gritando tan fuerte, ¿te das cuenta RAÚL (un tanto confundido): ¿Qyé quieres decir?
que está implícita una represión de enojo mu-
chísimo mayor que yo, aunque quisiera, no EMILIA: ¿Puedo creer que me llamo Emilia, cuan-
puedo pasar por alto? ¡¿Te das cuenta?! do sé que así me llamo?

Se miran muy alterados por algunos segundos. RAÚL: ¿Qyieres decir que efectivamente estás
enamorada de Lorenzo?
LORENZO (finalmente): Eres una estúpida.
EMILIA (desafiante): Sí.
EMILIA: ¡¿Eh?! ...
ARTURO (mira a Lorenzo): ¡Órale!
RAÚL (entra a escena, seguido de todos los demás,
incluyendo a Lala.) ¡Corte! RAÚL (una pequeña sonrisa le baila en los labios):
Claro, Emilia, ¿cómo creer aquello que se
sabe?; pero ... Voy a suponer que es cierto lo
que me estás diciendo ...
EMILIA (que empieza a enojarse): ¿Y con qué de-
recho te pones a dudarlo?
DÉCIMOCUARTO CUADRO
RAÚL (se da cuenta de lo que pasa): Está bien; per-
Inmediatamente después del anterior.
dona. Pero a pesar de todo quisiera seguir
empleando el verbo suponer sólo para hacer
RAÚL (una vez que todos han ocupado sus asientos): una generalización; para referirme a todos
No, no; o no me he hecho entender, o uste- los casos similares al que estás exponiendo.
des no han querido hacerlo. (A Emilia.) Por lo tanto supongamos ... que uno tiene que
¿Dónde quedó el amor que supuestamente actuar el amor que realmente siente por al-
estabas sintiendo por Lorenzo? ¿Desapare- guien. (Remarca.) ¡De todas maneras habrá
ció así tan de repente, que se convirtió sin el que creerlo!

CREATOR (XXXIII] PRII\CIPIUM


LORENZO: ¿Cómo? enamorados, como la que existe entre la rea-
lidad y la ficción. Por lo tanto, Emilia, ¿cómo
RAÚL: Miren; es la situación toda la que hay que supones tú que sea posible que nosotros te
creer y no sólo el amor que se siente. Por más creamos que estás enamorada de Lorenzo,
que Emilia esté plenamente convencida del si tú misma no lo crees? Saberlo, pues, saber
amor que siente por Lorenzo, porque así sea las cosas nunca es suficiente para poderlas
en la vida real, de lo que no está en absoluto actuar. Hay que creerlas. ¿Me han entendi-
convencida es de que tenga que declarár- do? (Se producen unos pequeños síes por ahí,
selo enfrente a todos nosotros. El amor no no demasiado seguros de haber entendido lo que
es un sentimiento en abstracto; el amor es Raúl ha expuesto. Emilia guarda un silencio
todo lo que nos rodea, todo lo que rodea al malhumorado. Pequeña pausa.) En cuanto a
ser amado; lo que nos desune tanto como lo ustedes dos, Sofía y Arturo ... Pues, Sofía,
que nos une. Todo esto es, en pocas palabras, en fin, en tu caso fue lo mismo. Nos pudie-
el amor que sentimos por alguien. Cuando ron convencer mejor que Emilia y Lorenzo,
hablamos de amor tendemos a considerarlo sin embargo, porque instintivamente pudie-
un algo independiente a nosotros mismos, ron hacer la conversión de sus circunstan-
aunque esté en nosotros . Pues no es así; es- cias reales a circunstancias ficticias. Es decir
tamos equivocados. El amor sí somos no- que a pesar de saberlas, creyeron en sus cir-
sotros mismos en primer lugar, sólo que es cunstancias. Bien por ese lado; pero por otro,
nosotros mismos en relación con alguien ... no hicieron el ejercicio.
otro. Nosotros somos nuestras circunstan-
cias. Nuestras circunstancias se sienten, de SOFÍA (casi asustada): ¡¿Cómo?!
pronto, tremendamente atraídas a las cir-
RAÚL: Tú no le declaraste tu amor a Arturo.
cunstancias de algún otro; a las circunstan-
cias que no son las nuestras. Y las circuns- SOFÍA: ¡Dios mío, ¿qué hice entonces?!
tancias son cambiantes. El estatismo no
entra en la conformación del yo. RAÚL: Declarar quiere decir exponer finalmente
lo que había permanecido encubierto. ¿Tú
EMILIA (malhumorada): ¿Y eso qué tiene que crees haberle revelado a Arturo un amor que
ver...? sientes por él y que hasta entonces le habías
venido ocultando?
RAÚL (la ataja): Sí tiene que ver. Un momento.
De todo esto no nos damos cuenta en la vida SOFÍA: Pues sí.
real, porque no necesitamos darnos cuenta; o
RAÚL: Explícate.
al menos así lo creemos. Sin embargo para
actuar el amor, como para actuar cualquier SOFÍA: Arturo no sabía ...
otra cosa, tenemos que analizarlo. Es decir,
analizar todas las circunstancias. Y entonces RAÚL: ¿... que lo querías? ¡Por favor, Sofía!
-sólo entonces-, es cuando podemos apli- SOFÍA: Déjame terminar. Él no sabía que yo lo
car la creencia. ¿Se dan cuenta? En lo que quería tanto.
creemos no es en el AMOR, con mayúsculas,
porque ése no existe como otra cosa que una RAÚL (ríe): Pues sigue sin saberlo. (Risa general.)
entidad ... , una abstracción, sino en las cir-
SOFÍA (quiere reírse y no): ¿Qlé insinúas, mal-
cunstancias, en todas las circunstancias cuya
vado?
consecuencia es el amor que sentimos. Aquí,
pues, si me han entendido, existe tan gran RAÚL: No, no; allá tú con lo que crees y con lo
diferencia entre saberse enamorados y creerse que no crees; pero lo que nosotros vimos
fue más bien un fallido intento de reconci- DÉCIMOQUINTO CUADRO
liación y no una declaración amorosa.
Una pausa expectante y entra Carla, visible-
SOFÍA (chiqueona): ¡Ay, ¿entonces cómo se ha-
mente perturbada. Toma una silla y se sienta.
ce?!. .. Ya todos pasamos y ningún ejercicio Aparece Raúl, atormentado. La mira y se so-
sale bien. ¿Cómo lo harías tú, Raúl? bresalta. Intenta salir nuevamente. No concluye
RAÚL: No, no; una clase no se trata de eso. ¡Qyé el movimiento. Vacila. Carla, intrigada, lo mi-
fácil, ¿no?!; ¡qué fácil que yo les resuelva el ra. Se miran un momento en silencio.
problema que ustedes tienen que resolver! RAÚL (ríe forzadamente.) Iba allá fuera a conse-
FELIPE (divertido con la idea): Un ejemplo de so- guir un café ... , mientras llegan los demás.
lución nunca viene mal pedagógicamente. ¿No quieres uno?
Tú eres actor Raúl, ¿por qué no haces el ejer- CARLA: No.
cicio con alguien?
RAÚL: ¿Qyé tienes?
RAÚL (resiste): No, no; eso no funciona.
CARLA: Nada. ¿Qyé tienes tú?
LALA: ¿La academia rechaza todo el aprendizaje
antiguo? RAÚL (ríe): ¿Qyé tengo de qué?

RAÚL (se vuelve a ella, cortés): ¿Cómo? CARLA (sonríe toler_ante y dice después de una pe-
queña pausa): Ultimamente casi no me diri-
LALA: Los actores como yo, nos hacemos en las ges la palabra... No que hayamos sido muy
tablas. Por siglos nos hemos hecho en las ta- amigos tú y yo nunca; pero ... al menos nos
blas. Y eso consiste en ver cómo lo hacen dirigíamos la palabra... con cierta regulari-
los demás, en imitar a los mejores. El ejem- dad. ¿No? (Raúl la mira con profundidad y
plo ahí es nuestro maestro. Luego, cuando no contesta. Carla lo mira, extrañada.) ¿Estás
ya hemos observado, poco a poco, vamos de- crudo?
jando de imitar a los otros; vamos encon-
trando nuestra propia personalidad. ¿Qyé RAÚL: ¿No te das cuenta? ¿O no quieres admitir
tiene de malo enseñar con el ejemplo? que te das cuenta? (Carla lo mira en silencio.)
¿Qyieres que te lo diga?
RAÚL: No; no de malo; simplemente no es mi
método ... CARLA (ríe con sequedad): No; no quiero que me
digas nada, Raúl. Sea lo que sea; no me lo di-
SOFÍA: Ándale, Raúl; ¿qué te cuesta? Una vez ... gas. Guárdate, por favor, tu secreto. Siem-
A todos nos encantaría... y nos serviría verte pre sí quiero ese café que me ofreciste, des-
hacer el ejercicio. Ándale. pués de todo. (Raúl la mira sin moverse. Carla
sonríe irónicamente.) ¿Qyé?; ¿ya no quieres
Excepto Carla, los demás apoyan a Sofía. Raúl
vacila y, finalmente, se decide.
café?
RAÚL: Te juro que no quisiera estar enamorado
RAÚL: Está bien. (Todos aplauden. Raúl mira a
de ti, Carla. ¡Te lo juro por mi madre!
Carla.) Carla, ¿quieres hacer el ejercicio con-
migo? CARLA (con un suspiro de resignación): Bueno.
Tenías que decirlo. Ya estuvo. Ya lo dijiste.
Carla lo mira un momento, desconcertada, y
¿Y ahora qué? ¿Te sientes mejor?
luego afirma con la cabeza. Sale y Raúl detrás
de ella. Los otros f1jan su atención ávida en el RAÚL (herido): ¿Por qué eres tan cruel conmigo?
lugar por el que han desaparecido. ¿Qyé te he hecho? ¿Qyé te hice?

CHEATOR [XXXV] PRir\CIPIL' \1


CARLA (lo mira en silencio por un momento; lue- qué no dejamos esta conversación para un
go) : ¿No eres homosexual, Raúl? mejor tiempo y un mejor lugar?
RAÚL (muy sorprendido): ¿Qyé? RAÚL: Me parecería perfectamente ocioso.
CARLA: Una simple pregunta que me vino a la CARLA: Entonces no. Vamos a tomar café.
mente ..., dada la situación.
RAÚL: Espérate. Dime una sola cosa. ¿Por qué
RAÚL (ahora sonríe, un poco divertido): No. pensé yo ... por qué llegué a pensar que tú
estabas enamorada de mí?
CARLA: Bueno, tampoco creas que para mí fuera
una cuestión tan relevante; simplemente ... CARLA: ¿Me lo preguntas? ¿Por qué no me lo
Qyiero decir que si yo te amara, si me im- dices tú?
portaras en ese sentido y tú estuvieras, como RAÚL: Las palabras no son lo más importante
dices, enamorado de mí, a mí me tendría en el lenguaje amoroso, Carla, tú lo sabes
sin cuidado ... muy bien.
RAÚL (dolido y finalmente furioso): ¿Por qué pien- CARLA: ¿Por qué lo voy a saber muy bien?
sas que no estoy enamorado de ti? ¿Alguien
te ha dicho alguna vez en la vida que está RAÚL: Porque eres actriz. Porque lo hemos dis-
enamorado de ti sin estarlo? ¡Por Dios!; ¡¿qué cutido. Hablamos de eso en los ensayos de
motivo ulterior tendría yo al decírtelo?! ¡¿Eres la obra. (Se miran, casi amenazantes, por un
rica acaso?! ¡¿Eres influyente?! ¡¿Qyé demo- momento.)
nios supones que querría yo sacar de ti?!
CARLA: ¿Y qué hice yo ... ? ¿Qyé, en mi comporta-
CARLA (sin gritar, pero con mucha severidad): ¡No miento, te dio tal idea?
grites, Raúl, ¿estás loco?! Cualquiera puede
entrar aquí en cualquier momento. Me pa- RAÚL: Di en el blanco, ¿verdad?
rece que escogiste el lugar menos indicado
CARLA:¿Qyé?
para hacerme una escena.
RAÚL: (Todavía tiembla de rabia): ¡Eres una idiota! RAÚL: Estás pálida. Estoy seguro que tus manos
están frías. (Trata de tocarle las manos y ella
CARLA (después de una pausa): Supongo que me las retira.)
lo merezco por haberme expresado como lo
hice; sin embargo no fue mi intención ... de CARLA: Naturalmente que mis manos están frías.
ninguna manera. Simplemente quise hablar Esta conversación me altera.
en sentido hipotético para hacerte ver que
RAÚL: ¿Por qué te altera?
no me asusta la homosexualidad de nadie,
ni ha sido eso jamás obstáculo para ... nin- CARLA: Porque tú estás alterado.
guna otra cosa.
RAÚL: Y porque te importo ... , en algún sentido.
RAÚL (un tanto arrepentido): Pero no soy homo-
sexual. ¿De dónde sacaste tal idea? CARLA: En algún sentido, claro.
CARLA: He de haberlo oído decir por ahí..., ¡no RAÚL: Tú estabas enamorada de mí, Carla. Era
sé! ¿Tiene importancia? yo, durante los ensayos de la obra, era yo el
RAÚL: Ninguna. que me hacía el renuente porque no quería ...
mezclar las cosas. Yo, entonces, estaba vi-
CARLA: Entonces olvidémoslo. (Una pausa): ¿Por viendo con Elena y no quería ...

CREATOR [XXXVI] PRTI\C IPIUM


CARLA (muy asombrada) : ¿Con Elena Beraza? RAÚL: ¿Tan moralista así eres?

RAÚL: Con Elena Beraza. (Pequeña pausa.) ¿Lo CARLA: N o; no lo soy. N o soy moralista. Pero
ves? Yo no quería ... , ¡dos actrices en la mis- poco a poco me he ido dando cuenta de que
ma obra .. ., eso es jugar con fuego! (Pausa aquél de quien estuve enamorada no existe.
larga en que Carla piensa lo que acaba de oír.) No existió n~nca. ¡Y no es que te esté juz-
¿Qyé? gando, Raúl, créeme! Yo a ti te respeto mu-
chísimo. Te respeto como creador, te respeto
CARLA (molesta): No es verdad. como maestro; creo que eres un hombre ge-
RAÚL: ¿Por qué no? nial; pero ... N o era de ése; no era de ése de
quien yo estaba enamorada. Y no creas que
CARLA: ¿Por qué lo ocultaron? Estoy segura de estaba enamorada de alguien perfecto, sin
que nadie en la obra se dio cuenta y si alguien defectos ... ; porque las mujeres ... , yo, al me-
se hubiera dado cuenta no le habría impor- nos ... , no quiero generalizar, ésa más bien es
tado en absoluto. ¡¿Por qué ocultarlo, en- una tendencia tuya .. ., yo me enamoro más
tonces?! de los defectos que de las cualidades de los
hombres. Simplemente fue que te supuse
RAÚL: A veces resulta útil mantener una relación unos defectos distintos de los que tienes. Eso
en secreto. es todo. Y me fui enterando ... paulatinamen-
CARLA: ¿Útil? ... ¿En qué sentido? te. Y me fui desenamorando. Siento mu-
cho ... , siento enormemente, ¡de veras!, este
RAÚL: En éste en particular... iba en juego la pro- terrible ... desencuentro. (Pausa larga.)
ducción de la obra. Tú sabes que Longares
puso el dinero de la producción no porque RAÚL (dolorosamente): ¿Hay... alguien?
confiara en el inconfiable negocio teatral ... CARLA: ¿Y qué si lo hay? (Raúl baja la cabeza.
Pausa.) Sí lo hay. .. ; yo no tengo por qué ocul-
CARLA (desagradada): Sino por Elena, ¡claro!
¡Qyé tonta! tarlo ... , es Arturo. Estoy muy, muy enamora-
da de él. (Raúl ríe dolorosamente.) Espero que
RAÚL (un tanto avergonzado): Tú quisiste saber- no haya represalias en su contra, porque él
lo. Pero yo ... me fui enamorando de ti ... a te admira mucho y le dolería verdadera-
mi pesar. Eres una mujer extraordinaria, mente tener que abandonar tu clase. A mí
Carla. Muy extraordinaria. Pero eres una también me dolería. (Una pausa.) Lo siento
mujer tan fuerte y tan inaccesible que ... a de veras, Raúl. Voy por un café mientras vie-
decir verdad, siempre me has dado un poco nen los demás. ¿Qyieres que te traiga uno?
de miedo. Dime, por favor, que ... todavía (Espera respuesta en vano.) Lo siento mucho.
queda en ti un poco del amor que me tenías. (Empieza a salir.)
Por favor.
Antes de que Carla termine de salir, los demás
CARLA (después de una pausa y con dificultad):No, actores aplauden y Carla se detiene sonriente a
Raúl; ya no queda absolutamente nada de mirarlos, con lo cual
ese amor que te tenía. Y si algo hubiera que-
dado, la revelación que me acabas de hacer finaliza la comedia.
de la ... utilización que hiciste de la pobre
Elena ... lo habría matado. Lo habría mata- Nota: para la puesta en escena se hicieron los cortes
do sin dejar el menor rastro. marcados en el texto entre corchetes.

CRE,\TOR [XXXVII] PRTI\Cll' lll\'1


Creator principium,
se terminó de imprimir el día 11
de octubre de 1996, en Edi-
ciones tvlar y Tierra. El cuidado
de la edición estuvo a cargo del
Centro Nacional de las Artes. La
tipografía y la formación las reali-
zó Sofía Blacio en Contorno
Servicios Editoriales. La edición
consta de 1 000 ejemplares, más
sobrantes para su reposición.

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