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Novecentismo y Vanguardias

A principios del siglo XX, en un periodo de entreguerras y una España aún marcada por el desastre del 98,
reina Alfonso XIII. Apoyado por el rey, en 1923, Primo de Rivera dio un golpe de estado y, debido a la
desestabilidad España, dimitió en 1930 dando paso a la segunda República. En 1936 tendrá lugar una
sublevación militar y comenzará la Guerra Civil que finalizará en 1939 con la victoria franquista. Surgen
varios conflictos sociales: la Semana Trágica de Barcelona (1909), la huelga general revolucionaria (1917)...
Este periodo también está influido por la Primera (1914-1918) y la Segunda (1939-1945) Guerra Mundial así
como por el crack de la Bolsa en 1929.

El novecentismo, también denominados generación del 14, era un grupo de intelectuales que compartían la
idea de arte puro y deshumanizado. Marcan una nueva etapa, rompen con todo lo anterior. Para ellos el arte
tiene que dejar de ser útil en cualquier aspecto. Compartían una gran formación universitaria, habían
estudiado en Europa, por lo tanto, es muy europeísta: España tenía un problema y Europa era la solución.
Eran elitistas, se dirigían a una minoría intelectual. Dejan de lado la filosofía existencialista y se basan en el
racionalismo intelectual. Defiende una idea de arte puro y guardan un estilo pulcro. Destacó el ensayo.

En el ensayo los temas tratados fueron España (desde una perspectiva más realista) y la creación de un arte
alejado a todo lo anterior, un arte sin finalidad útil pero intelectual. Ortega y Gasset fue el líder de la
generación y sus obras destacadas son La España invertebrada, La rebelión de las masas y La
deshumanización del arte (análisis del arte de la época y alusión al arte de las Vanguardias). Otros ensayistas
destacados son E. D’Ors, Gregorio Marañón y Manuel Azaña. Los narradores más representativos de la
Generación del 14 son Ramón Pérez de Ayala (novela intelectual, híbrido entre novela y ensayo) con
Belarmino y Apolonio, Gabriel Miró (novela lírica) con Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso con
abundancia de paisajes descriptivos, Benjamín Jarnés (novela deshumanizada) con El profesor inútil y
Wenceslao Flores (novela humorística) con El bosque animado. En poesía destaca Juan Ramón Jiménez de
identificar concepto de poesía con belleza elaboró antologías de sus obras: la primera, en 1917, Poesías
escojidas, la segunda, en 1922, Segunda Antolojía Poética y la tercera, en 1957, Tercera Antolojía Poética. Su
obra se divide en una primera etapa de poesía inocente y modernista, con abundancia de elementos
sensoriales (Arias tristes y poemas májicos y dolientes), una segunda etapa de poesía intelectual (Platero y
yo y Diario de un poeta recién casado) y una tercera etapa de poesía verdadera, una poesía muy
complicada (Dios deseado y deseante y En el otro costado).

Las Vanguardias, también denominadas –ismos, son movimientos efímeros que dejan de lado todo lo que
tiene que ver con el hombre (arte deshumanizado). Surgen en Italia de la mano de F. Marinetti. Cada una de
ellas surge con la publicación de un manifiesto. Los vanguardistas no daban importancia a la sintaxis y eran
elitistas, a excepción del Surrealismo que vuelve introducir la temática del hombre y sus preocupaciones.

Las Vanguardias por orden de aparición son: el Futurismo (tema de modernidad, no usaban signos de
puntuación), el Dadaísmo (no lógico, inspirado en el balbuceo infantil) impulsado por Tristán Tzará, el
Cubismo (mezcla de poesía y pintura) de la mano de Apollinaire, el Surrealismo (rehumanización de la
poesía) de la mano de André Bretón, el Ultraísmo de la mano de Guillermo de Torre y el Creacionismo de la
mano de Huidobro.

Las Vanguardias llegaron a España de la mano de Ramón Gomez de la Serna cuya principal creación son las
greguerías (metáforas + humorismo)

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