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Profesor: Integrantes:
Junio de 2016
Ciclo vital de la familia y crisis familiares
El paso de una etapa a otra del ciclo vital supone crisis, y a este tipo
se ha denominado crisis normativas de desarrollo o transitorias, ya que
dependen del tránsito de una etapa a otra del ciclo y del enfrentamiento a los
acontecimientos normativos que le ocurren a toda familia en su proceso de
desarrollo. Las crisis derivadas de los acontecimientos accidentales pueden
ocurrir en cualquier etapa del ciclo y afectan de manera muy variable en
dependencia de las características y principios de cada familia. Estas crisis
se denominan para normativas, accidentales o no transitorias, ya que no
dependen del tránsito de una etapa a otra del ciclo vital.
Cada etapa del ciclo vital está caracterizada por un conjunto de tareas
o funciones derivadas del status y de los roles principales que tienen los
miembros del núcleo familiar. De igual forma, se describen una serie de
conflictos que con frecuencia se presentan en la familia y que, si se conocen
de antemano, es posible prevenirlos. Clasificación del ciclo vital según la
Organización Mundial de la Salud:
Posibles conflictos:
Frustración de expectativas relativas al matrimonio.
Prevalecimiento del rol individual frente a la dualidad de pareja.
Dependencia excesiva con la familia de origen. Ejemplo: hijo o hija
en alianza con los padres.
Problemas concepcionales: infertilidad, aborto o hijo no deseado.
Disfuncionalidad sexual.
Etapa de extensión:
Fase de contracción:
Sus eventos son: independización del último hijo y muerte del primer
cónyuge. La función más importante de esta etapa es el cese de la tutela
directa hacia los hijos y un regreso a la comunicación directa de los esposos,
sin mediación de los hijos. En la literatura del tema es frecuente encontrar
esta etapa como “nido vacío”, para referirse a que se han ido los hijos del
hogar. El papel de abuelo(a) llega muy directamente en este tipo de familia y
los roles, con frecuencia, se intercambian, superponen o se confunden; en
ocasiones, es difícil establecer los límites y los espacios individuales
referentes a cada rol. Las características de la etapa para la familia van a
estar ligadas a la edad en la cual suceda la independización de los hijos,
puesto que puede concomitar con el pleno esplendor de la vida social y
laboral o con la jubilación y el envejecimiento; estos dos últimos constituyen
motivos de ajuste individual y familiar.
Posibles conflictos:
Transgresiones en roles y límites, respecto a hijos adultos y
nietos.
Alianzas con nietos en contraposición al padre o la madre.
Actitud inadecuada frente al envejecimiento, la
disfuncionabilidad y la incapacidad.
Frustración en el balance de la vida o desbalance entre
aspiración y realización.
Regresión a etapas anteriores.
Aislamiento familiar, social o ambas.
Fase de disolución:
Sus eventos son: muerte del primer cónyuge y muerte del segundo
cónyuge. Esta es la etapa triste de la familia nuclear, aunque generalmente
se reprodujo y creó generaciones que se formaron y crecieron en su seno,
bajo su tutela y abrigo. Desde la etapa anterior y en esta, se hace evidente la
pérdida de la independencia y el regreso a la dependencia de la familia. Este
hecho es difícil de asimilar, ya que implica pérdida de autonomía y validismo,
y la legalización interna del envejecimiento.
Posibles conflictos:
Enfrentamiento inadecuado a la viudez.
Enfrentamiento inadecuado a la enfermedad o incapacidad.
Frustración de planes fracasados.
Falta de apoyo familiar.
1. Emparejamiento.
2. Paternidad-maternidad.
3. Crecimiento de los hijos.
4. Salida de los hijos.
5. Integración de las pérdidas.
Momentos de crisis normativas
o Matrimonio.
o Embarazo.
o Nacimiento del primer hijo.
o Entrada del primer hijo a una institución infantil escolar.
o Hijo adolescente.
o Jubilación.
o Envejecimiento.
o Muerte del primer cónyuge.
Crisis no transitorias