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Cómo subrayar bien evitando los errores

típicos

Subrayar es una fase del estudio cuya función es destacar las palabras importantes del
texto para mejorar su fijación en la memoria permitiéndonos ahorrar tiempo al repasar.
Vamos a aprender dos errores típicos del subrayado y cómo solucionarlos para que
nuestro subrayado sea sencillo y eficaz.

Errores:

1. Subrayar con un solo color: subrayar con un solo color impide que podamos
establecer una jerarquía que nos ayude a la hora de ubicarnos en los diferentes
niveles de profundidad del texto.
2. Subrayarlo todo: la función del subrayado es destacar las palabras
importantes del texto. Con las palabras importantes nos referimos a la
estructura del texto y a las palabras clave que sean realmente destacables. La
tendencia a subrayarlo todo se debe a la inseguridad, ya que por miedo a perder
la información no subrayada acabamos incluyéndolo todo. Si hacemos esto, el
subrayado pierde su significado y deja de ser eficaz ya que estamos intentando
incluir en esta fase del estudio funciones que pertenecen a otras fases.

Estos son algunos consejos que podemos tener en cuenta a la hora de enseñar a
subrayar un texto a nuestros alumnos:

1. Lee el texto una vez sin subrayarlo, prestando atención a lo que lees. Una primera
lectura sin subrayar es fundamental, porque es la que nos enseñará a distinguir entre lo
principal y lo secundario.

2. Elige dos rotuladores que tengan un color lo más diferenciado posible entre
ellos. Un rotulador nos servirá para las ideas principales y el otro para las ideas
secundarias. Es importante que sean colores diferenciados porque cuando volvamos al
texto nuestra vista estará educada para discernir entre las palabras claves y las que no lo
son.

Otra forma subrayar sería

1. Ideas principales (títulos) en color VERDE.


2. Ideas secundarias (subtítulos) en color AZUL.
3. Apartados y clasificaciones en color ROSA.
4. Palabras clave en las frases: Amarillo o lápiz, opcional. Preferiblemente
lápiz para evitar la saturación de colores y centrarnos únicamente en las
palabras significativas.
3. No subrayes líneas, sino palabras o sintagmas. Muchas veces, cuando subrayamos,
lo hacemos sin leer y ello hace que no nos sirva lo que subrayamos, ya que a la hora de
releerlo hay demasiada información y no sabemos separar lo importante de lo superfluo.
Subrayar sin leer es una absoluta pérdida de tiempo.

Fijaos que este texto no sigue ningún criterio a la hora de subrayar. Se ve claramente
como el subrayado se hace sin leer la totalidad del texto, es un subrayado automático,
se hace sin pensar y luego no sirve para elaborar esquemas, resúmenes o para estudiar.

4. Procura que la gran mayoría de palabras subrayadas sean sustantivos. Más del
80% de las palabras que subrayes deben ser sustantivos. El otro 20% pueden ser
adjetivos o verbos. El resto de categorías gramaticales casi nunca se subrayan a no ser
que sean pertinentes para el texto que estamos subrayando.

5. Revisa el texto por última vez. Te recomiendo que una vez hayas subrayado el
texto, vuelvas a leerlo una vez más por si debes añadir o rectificar alguna palabra que se
te haya pasado durante las lecturas anteriores.
Está comprobado que el cerebro memoriza el color rojo ya que lo toma como un
llamado de alerta, atención. Pero lo fundamental en el subrayado es no abusar del
recurso, por lo tanto se recomienda solo utilizarlo en palabras claves o frases muy
concretas que definan la idea principal de un determinado capítulo. Es decir, ¡¡¡¡¡PARA
LO MÁS IMPORTANTE!!!!

El azul es otro de los colores que el cerebro recuerda fácilmente. Por lo tanto si vas a
escribir un resumen se aconseja que sea en color negro para poder marcar en rojo y azul
los conceptos principales y que resalten a la vista.

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