You are on page 1of 3

Ciudadano JUEZ DE PROTECCIÓN DEL NIÑO, NIÑA Y ADOLESCENTE DE LA

CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA.


SU DESPACHO.-

Yo, ELIZAIDA CHIQUINQUIRÁ VILLALOBOS FERRER, venezolana, mayor de edad,


titular de la cédula de identidad Nº.- 15.559.277 y de este domicilio, debidamente asistida
en este acto por la abogada en ejercicio YESSY CAROLINA FERNANDEZ FERRER, titular
de la Cédula de Identidad No. 17.544.460, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº.- 189.956
y de este domicilio, ante su competente autoridad ocurro para exponer y solicitar:

CAPITULO I

RELACION DE LOS HECHOS.

De la unión matrimonial que mantuve con el ciudadano: RICHARD JOSE DUARTE


URBINA, quien es venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº.-
15.562.773 y de este domicilio, procreamos una (1) hija de nombre: RICHEILYZ
DOUGBRASKA DUARTE VILLALOBOS, de 14 años de edad, menor de edad, tal como
se evidencia de la copia certificada de la partida de nacimiento que anexo marcada con la
letra ‘A’.

Una vez declarado el divorcio por sentencia emitida por el Juez Unipersonal No. 3 de la
Sala de Juicio del Tribunal de Protección del Niño, Niña y Adolescente de la Circunscripción
Judicial del Estado Zulia, en fecha 16 de noviembre de 2007, según se evidencia de
Sentencia de divorcio que anexo marcada con la letra ‘B’, quedaron establecidos en la
referida sentencia los acuerdos respecto a la obligación de manutención por parte del
ciudadano RICHARD JOSE DUARTE URBINA, donde se explicitaba que se comprometía
a suministrar una determinada cantidad de dinero mensual, que sería pagada de forma
quincenal, y adicionalmente a ello, dicho ciudadano se comprometía a cubrir los gastos del
colegio, educación media y/o superior, medicinas, vestuario, útiles escolares, así como los
gastos extraordinarios que requiera la niña en la época escolar, vacaciones y navideña.

Es el caso, ciudadano juez, que tales compromisos han venido disminuyendo a lo largo del
tiempo, al punto que hasta el mes de noviembre del pasado año, el obligado sólo cubría la
mensualidad de la escuela, cuyo monto alcanza los TRECE MIL BOLÍVARES (Bs.
13.000,oo) y algunos efectos de higiene personal. Sin embargo, a partir del mes de
diciembre el mencionado ciudadano cesó en todas sus responsabilidades respecto a su
obligación de manutención, excepto en lo relacionado a la mensualidad de la escuela,
expresando de manera verbal que no se encargará de ningún otro gasto relacionado con
su hija que no sea el pago de la mensualidad de la escuela debido a que no tiene más
dinero.

Es de hacer resaltar que por mi condición de madre me he visto en la imperiosa necesidad


de resolver y satisfacer muchos de los nulos o precarios aportes que el padre de mi hija
suministra para la manutención de la niña, no obstante, frente a la situación económica que
estamos pasando me es realmente imposible seguir satisfaciendo todas las necesidades
de mi hija adolescente entre ellas: necesidades alimentarias, asistencia y atención médica,
habitación, recreativas, vestimenta, útiles escolares, transporte escolar, excepto la
mensualidad de la escuela que es lo único que el referido ciudadano ha quedado en pagar.
Por lo que esta situación se ha convertido en una carga insostenible para mí, mientras que
el padre de mi hija cada día que pasa reduce sus responsabilidades y compromisos
respecto de su hija.

Justificada la necesidad e interés de mi hija y a los fines de sostener el interés superior del
niño, como uno de los principios rectores en los cuales se fundamentó la citada Ley
Orgánica para la Protección del Niño, Niña y del Adolescente, para asegurar el desarrollo
integral de los mismos, así como el disfrute pleno y efectivo de sus derechos y garantías;
justifico de la siguiente forma que el padre de mi hija cuenta con suficiente recursos
económicos para sufragar el monto de una pensión alimentaria, digna y decorosa en
beneficio de ese interés superior del niño, teniendo la suficiente capacidad económica para
sufragar una pensión alimentaria que pueda compensar el empobrecimiento del cual he
sido objeto en mi patrimonio particular, ya que con lo poco que gano como docente adscrita
al Ministerio del Poder Popular para la Educación, he tenido que sacrificarme en beneficio
de mi hija para darle una mejor calidad de vida, no pudiendo comprar para mi uso personal:
ropa, calzado, objeto personales y otros gastos propios de toda mujer, porque lo destino
todo para mis hijos.

CAPITULO III

DEL DERECHO.

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece en su artículo 76 el


principio fundamental de la obligación alimentaria, que comprende todo lo relativo al
sustento, vestido, habitación, educación, cultura, recreación, deporte, asistencia médica y
medicina. Esta misma disposición Constitucional establece que esa obligación, debe ser
compartida e irrenunciable tanto por el padre como por la madre, pero que en el presente
caso ha sido solamente la madre quien ha realizado todo el sacrificio lo cual contraviene la
disposición Constitucional del derecho a la igualdad para los efectos de esta obligación
alimentaria; porque no solo he hecho el aporte económico que me ha limitado hasta en mis
propias necesidades básicas, sino que también me ha tocado sola el cuido, el
mantenimiento, la parte afectiva y orientadora hacia mis hijos. Esta disposición
Constitucional antes mencionada, también fue reflejada de forma más amplia en los
artículos 365, 366 y 369 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y del
Adolescente, los cuales alego a favor de mi hija menor de edad.

CAPITULO IV

PETITORIO

Con fundamento a lo anteriormente expuesto, es que vengo a demandar al ciudadano:


RICHARD JOSE DUARTE URBINA, antes identificado, en su condición de padre de la niña
RICHEILYZ DOUGBRASKA DUARTE VILLALOBOS, de 14 años, para que convenga o
en su defecto a ello sea condenado por este Tribunal a cancelar una pensión alimenticia a
favor de mi prenombrada hija, por la cantidad de TREINTA MIL BOLÍVARES (Bs.
30.000,oo) Mensuales. Tomando en cuenta este Tribunal que en la actualidad, requiero
comprar útiles escolares, uniformes y calzados, y mantener el pago de la mensualidad de
la escuela. De igual forma pido al Tribunal se sirva ordenar al demandado RICHARD JOSE
DUARTE URBINA, la obligación de realizar aporte extras en el mes de Diciembre, para las
Festividades Navideñas; en los meses de Julio y Agosto para las actividades de Vacación
y Recreación, y en el mes de Septiembre, para las actividades del inicio del periodo escolar,
cuyo monto no debe ser menor al doble dela pensión que a bien tenga determinar este
Tribunal. Pido que la citación del demandado se realice en la siguiente dirección: Barrio
Nueva Independencia Av. 18A Casa No. 81-42. Finalmente pido que la presente solicitud
de Pensión Alimenticia sea admitida y substanciada conforme a derecho con los
pronunciamientos requeridos. Es Justicia en Maracaibo, a la fecha de su presentación.

LA SOLICITANTE EL ABOGADO ASISTENTE

You might also like