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Luis Echeverría Álvarez: “El desarrollo compartido”

Entre 1940 y 1970, la economía mexicana, impulsada por la inversión pública, creció a
tasas superiores al 6% anual, en tanto que la población crecía a tasas de 3% cada año.
Ese proceso propició acumulación privada de capital y coadyuvó a la formación y
desarrollo del capital financiero, pero no dio atención a los problemas sociales que se
agudizaban y acrecentaban en el proceso, ni la distribución de los beneficios que día a
día ensanchaban la brecha entre lo que disfrutaban de ellos y la población marginada.
Ante ello, Echeverría decidió abandonar el modelo de desarrollo estabilizador y sustituirlo
por una nueva estrategia económica que el mismo presidente denominó de “desarrollo
compartido”.
Para ello, planeó incrementar los recursos públicos con el objeto de impulsar la
redistribución del ingreso con programas sociales. Lo que incrementó la burocracia.
Durante el periodo de 1970-1976 el ritmo de crecimiento de la economía fue menor que
en décadas anteriores, a costa de una constante y creciente subida de precios. Muchos
mexicanos siguieron sin beneficiarse del crecimiento económico, especialmente las clases
bajas de la población. El poder adquisitivo del peso se deterioró se incrementó al
dependencia del país. El saldo del sexenio fue: “la crisis económica”.

Política Fiscal y devaluación de 1976


* Duplica el incremento del circulante respecto al sexenio anterior, llegando a un
incremento del 22.3% anual.
* Inflación: Los precios aumentan al mismo tiempo que disminuye el valor adquisitivo del
peso.
* El encaje legal a los bancos y las tasas de interés sufren grandes variaciones.
* La deuda pública externa crece (4 a 20 mil mdd.)
* El 31 de Agosto de 1976 el gobierno decreta la “flotación” del peso, devaluándose más
del 70 % (de 12.20 a 21.95).
* La política económica fue determinada por la política monetaria, pretendiendo resolver
por este medio muchos problemas económicos de otra naturaleza.

Inflación
Al tomar posesión del gobierno Luis Echeverría Álvarez en 1971, se inició una nueva
etapa de 12 años, supuestamente denominada de Justicia Social, en la cual se criticaban
las políticas anteriores por considerar que existía un injusto reparto de la riqueza. De esta
forma, inició un período en el que el control de la Inflación pasó a segundo término y por
lo mismo el diferencial de la misma comparada con U.S.A. comenzó a crecer de manera
importante.
Hasta 1970 y por un lapso de 22 años, la inflación en México se mantuvo estable, dentro
de un rango de 3 a 5% anual, generalmente igual y quizá, en alguno de aquellos años
anteriores al 70, hasta menor que la de Estados Unidos.
Como consecuencia del exceso de Gasto Público, aumentó el Circulante, o sea el total de
dinero en efectivo y cheques que circula en todo el país. Esto a su vez genera alto poder
de compra y por lo mismo hay incremento en la demanda de productos en el mercado y
por la misma razón (ley de la Oferta y la Demanda) incremento de los precios.
Con el aumento de precios se inicia el ciclo inflacionario, la gente comienza a perder
poder adquisitivo, el gobierno de corte populista decide aumentar los salarios para
compensarlo y así se inicia y continúa la espiral inflacionaria sin control.

A mediados de 1973 el Banco de México elevo los requisitos de reservas de depósitos


bancarios y 1 punto porcentual las tasas de interés. Siguió monetizando gran parte del
déficit público.
La inflación habían tornado negativas las tasas reales de interés y el auge de la
intermediación financiera de los años setenta había concluido. Ahora la falta de crédito
disponible en el sector bancario obligo al sector privado a recurrir al endeudamiento
externo y las posibilidades del gobierno de financiarse a través del encaje legal como el
pasado se había reducido también, obligando a recurrir cada vez más al financiamiento
inflacionario.
A mediados de 1973 el BM elevo los requisitos de reservas de depósitos bancarios y 1
punto porcentual las tasas de interés. Siguió monetizando gran parte del déficit público.
La inflación habían tornado negativas las tasas reales de interés y el auge de la
intermediación financiera de los años setenta había concluido. Ahora la falta de crédito
disponible en el sector bancario obligo al sector privado a recurrir al endeudamiento
externo y las posibilidades del gobierno de financiarse a través del encaje legal como el
pasado se había reducido también obligando a recurrir cada vez más al financiamiento
inflacionario
La inflación acumulada entre 1970 y 1975 había llegado a 6.4%.
A pesar de intentos para estabilizar la economía y reducir las presiones inflacionarias, a
través de controles de precios, incluyendo la tasa de cambio. El proceso se detuvo en
septiembre de 1976 cuando el tipo de cambio fue devaluado 59%, con una inflación de
22%. La devaluación del 1º de Septiembre de 1976 trajo como consecuencia más
inflación, el impacto inflacionario fue severo, en junio de 1976 la inflación anualizada era
de 11.6% para fines de ese año había aumentado a 27.2% debido a la incertidumbre en
los mercados financieros, y a la fuga de capitales de los meses previos a la devaluación.
Presidente | Año | Inflación % |
Gustavo Díaz Ordaz | 1970 | 4.69 |
Luis Echeverría Álvarez | 1971 | 4.96 |
Luis Echeverría Álvarez | 1972 | 5.56 |
Luis Echeverría Álvarez | 1973 | 21.37 |
Luis Echeverría Álvarez | 1974 | 20.6 |
Luis Echeverría Álvarez | 1975 | 11.3 |
Luis Echeverría Álvarez | 1976 | 27.2 |

http://www.buenastareas.com/ensayos/Sexenio-De-Luis-Echeverria-a/1123479.html

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