Reglas básicas para combatir los síntomas de un niño o adolescente con Hiperactividad.
- Si queréis que el niño no os ignore, no le ignoréis vosotros a él.
- Crear un ambiente de respeto mutuo. - Recordarle las cosas de manera amable. - Repetir las órdenes de una a tres veces. - Prevenir antes mejor que resolver después. - Intervenir más bien rápido que tarde. - Dar las órdenes de una en una. Las órdenes deben ser cortas. - Enseñar niveles razonables de control. - Utilizar consecuencias lógicas. - Ayudarle a distinguir entre comportamientos aceptables e inaceptables. - Los elogios y los castigos deben ser inmediatos. - Comenzar con las recompensas antes que con los castigos. - Ayudarle a modelar conductas reflexivas. - Darle espacio y tiempo para calmarse. - No le atosiguéis si no reacciona con rapidez, puede tardar unos segundos más en asimilar una orden o instrucción. - Utilizar elogios y también recompensas no verbales. - Darle vuestro apoyo de inmediato y con frecuencia. - Animarle a expresar sus sentimientos. - Aceptarle tal y como es. - Reconocer sus puntos fuertes. - Encontrar el momento adecuado para comunicaros con él. - Darle consejos para relacionarse con los demás. - Darle instrucciones claras que no sean ambiguas. - Escucharle atentamente. - Utilizar reglas claras. - Darle instrucciones breves. - Ser tolerantes y moderados. - Evitar luchas de poder. - No le subestiméis ni encasilléis. - No le prejuzguéis ni descalifiquéis. - No le avergoncéis ni mortifiquéis por su comportamiento, y mucho menos en público. - Evitarle situaciones embarazosas. - Proporcionarle comentarios positivos. - Evitar sermonear. - Dejarle ganar alguna batalla, hay cosas por las que no merece la pena luchar. - Intensificar la motivación. - Si sabéis la respuesta no preguntéis. - Intentar incentivos positivos. - Enseñarle a planear y ayudadle a organizarse. - Proveerle de un ambiente estructurado. - Darle oportunidades para que él sea el centro. - Enseñarle a esperar. - Pedirle ayuda y mostrad vuestro agradecimiento. - Reforzar su autoestima. - Mirarle a los ojos cuando le habléis. - Pedirle que os mire a los ojos cuando le habéis. - Preguntarle si ha entendido lo que le habéis dicho. - Decirle que os repita lo que le habéis dicho y elogiarle si lo ha entendido bien (si no ha entendido mal o a medias, volvédselo a repetir sin tono tedioso). - Reconocerle los esfuerzos por mínimos que sean. - Ayudarle a crear buenos hábitos de estudio. - Exigirle en la medida de sus posibilidades. - Favorecer su autonomía personal. - Animarle a que tome decisiones. - Concentrarse en las características positivas de su personalidad en vez de en las negativas. - Decidle que le queréis y que le apoyáis incondicionalmente. - Convertiros en su socio. - Considerar el uso de medicación. - Reforzar la comunicación con los profesores. - Tratar de convertiros en el mejor defensor de vuestro hijo. - No os deis por vencidos, luchad. - No perdáis la paciencia. - Conservad la calma. Os tendréis que esforzar más que los demás. - Tomaos descansos periódicos. - Aprended los signos y reaccionar pronto. - No os sintáis culpables.
Extraído de: COBO R. "Mi hijo es hiperactivo" , EIUNSA. Ediciones Internacionales Universitarias, S.A., 2006
Libro 1 Bases Teóricas de Las Alteraciones Del Comportamiento. Comportamiento y Alteraciones. Modelos Explicativos Desde El Ámbito Escolar. Factores de Riesgo