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Mirta Margarita Flores Galaz Rolando Diaz-Loving DE ASERTIVIDAD EMA Escata MULTIDIMENSIONAL DE ASERTIVIDAD Dra. Mirta Margarita Flores Galaz Profesor-Investigador Titular C Tiempo Completo Facultad de Psicologta Universidad Auténoma de Yucatén Investigador Nacional Nivel I Dr. Rolando Diaz-Loving Profesor Titular C Tiempo Completo Unidad de Investigaciones Psicosociales Facultad de Psicologia Universidad Nacional Aut6noma de México Investigador Nacional Nivel Ill MANUAL EDITORAS RESPONSABLES Lic. LoreNa BLANCA Lic. IVONNE ARCINIEGA Eprrortat. Et. Manuva. MODERNO a) Editorial El manualmoderno México, DF. - Santaté de Bogotd (tera 1 Rana! oder ceca sn mtn i ei. La segunda linea esta conformada por los trabajos 4e competencia social con pacientes hospitalizados de Zigler y Phillips (1960, 1961, 1962). La tercera comienza en el decenio de 1950-59 con trabajos especificos en el ‘rea de la psicologia laboral y educativa, en donde por ejemplo Likert (1961) encontré estilos mas eficaces de supervisi6n labaral en personas asertivas, o bien los es- tudios de Gil y Sarria (1985) sobre habilidades de ense- jianza para profesores y nifios (Michelson, Sugay, Wood y Kazdin, 1987) en variables educativas como el ren mmiento escola, el autoconcepto, el locus de control, entre otros. La ultima linea tiene su origen en Inglaterra, ahi se formula un modelo de competencia social basado en las similitudes de la conducta social y la ejecucién de las habilidades motoras. Como consecuencia, la asertividad se considera una habilidad social que permite expresar los pensamientos, los sentimientos, aceptar la critica, dar y recibir cumpli- dos, Iniciar conversaciones y defender los derechos de cada uno de manera directa, honesta y oportuna respe- ‘tandose a si mismo y alos demés, la cual involucra tres ‘componentes: © no verbales: los mensajes que se transmiten para- lela e independientemente a la comunicacién ver- bal, tales como la mirada, la expresién facial, la sonrisa, los gestos, la postura corporal, la orienta- cién, la distancia o contacto fisico y la apariencia; © paralinghisticos: se refieren a la forma de expresar © transmitir un mensaje, como el volumen, entona- ci6n, fluidez, claridad, velocidad y el tiempo de habla, y © verbales: son los elementos que componen el fon- do del mensaje, es decir, el contenido. Es por ello que a lo largo de los afios han surgido diferen- tes enfoques, tales como el humanista, que aborda la aser- vidad como una técnica para el desarrollo de la realizacion del ser humano; el conductual, que desde la perspectiva del aprendizaje social de Bandura (1969) plantea que la conducta asertiva ono asertiva se apren- de a través de la observacién de modelos significativos; el cognoscitivo, representado por Lange y Jakubowski (1976), quienes sostienen 1a necesidad de incorporar cuatro procedimientos basicos en el entrenamiento aser- tivo: ensefiar la diferencia entre asertividad y agresivi- dad, ayudar a identificar y a aceptar los derechos propios y los derechos de los demas, reducir obstaculos cognosci- vos y afectivos para actuar de manera asertiva y redu- jeas irracionales, ansiedades, culpas y, a su vez, cir desarrollar destrezas asertivas a través de la préctica ac- tiva de dichos métodos. Asi surgié un marcado auge de la perspectiva ecléctica donde algunos terapeutas inte- graban los modelos conductuales, humanistas y cogno: tivos (Galassi y Galassi, 1978). En la historia de la investigacién y trabajo sobre la aser- tividad, el decenio de 1980-89 se caracteriz6 por la falta de una corriente dominante en dicha area y por el libre albedrio de los terapeutas al utilizar los enfoques de su preferencia (Galassi y Galassi, 1978). En la actualidad, Jos modelos teéricos que abordan el tema de la asertividad siguen siendo los mismos, pero con un auge en investi- ‘gaciones centradas en la utilizacién de instrumentos para la medicion de la asertividad en diferentes culturas y en la puesta en practica del entrenamiento asertivo en el ambiente laboral, educativo y social. DEFINICION. DE ASERTIVIDAD EI significado original que dio Wolpe (1969) a la aserti- vidad, seftalaba como preponderante la “defensa” de los propios derechos; sin embargo, algunos autores recien- tes la han definido como 1a expresién de alguna emo- l6n, que no necesariamente es una respuesta de ansiedad hacia otra persona (Furham, 1979). De hecho, la aserti- vidad es coparticipe de miiltiples definiciones. Desde e! punto de vista etimoléaico, asercién proviene del latin assertio-tions, que es a acci6n y efecto de afirmar una cosa, es la proposicién en la que algo se afirma o se da por clerto (Diccionario Enciclopédico Ilustrado Sopena, 1980; Enciclopedia Universal Ilustrada, 1973; Gran Enciclopedia Larousse, 1973; Diccionario Enciclopédico Grijalbo, 1986; Diccionario de la Lengua Espafiola, 1956). Por otra par~ te, en el Diccionario de Psicologia (1987), Howard re- fiere que la asercién es la afirmacién, juicio o conclusién ‘emitida sin indicar sus bases. También las definiciones de diferentes diccionarios coinciden en que una persona asertiva es aquella que es afirmativa. Cabe sefialar que las explicaciones de asertividad se refieren indistintamen- te a asercién, asertividad y asertivo. Asertividad es la pro- pensién a ser autoafirmativo y asertiva es aquella persona que es afirmativa (Flores, 1994). Desde la perspectiva psicolégica, Wolpe (1969) mien- clona que muchos autores han visto a la asertividad como tuna habilidad para contradecir a otros e imponer ver- bbalmente los deseos, derechos y necesidades propias, lograda de manera fundamental en la interaccién so- cial. Basado en este principio, Wolpe (1958) formulé que: “La conducta asertiva se define como la expresién adecuada, socialmente aceptable, dirigida hacia otra persona, de cualquier emocién que no represente una respuesta de ansiedad”. Lazarus (1973), por su parte, sostiene un punto de vista semejante al de Wolpe y defi- nne a la conducta asertiva en términos de sus compo- nnentes, que pueden dividirse en cuatro patrones de respuesta especificados y separados: la habilidad de decir “no”, la habilidad para pedir favores y hacer demandas, quella para expresar sentimientos positivos y negativos y la concerniente a iniciar, continuar y terminar conver- saciones generales. Por su parte, Alberti Emmons (1974) cconsideran que la asertividad es 1a conducta que permite ‘una persona actuar para implantar su propio interés, defenderse a si mismo sin ansiedad y expresar sus dere- cchos, sin destruir los derechos de otros. Al incorporar aspectos normativos y cognoscitivos, Cotler y Guerra (1976) opinan que la asertividad involucra el conocimiento y expresion de los deseos, va lores, necesidades, expectativas y disgustos de un indi duo. Como tal, no s6lo involucra el estar en mejor contacto con uno mismo, sino también afecta el modo de interactuar con otras personas. Al incorporar la funcionalidad de la conducta asertiva, Rich y Schroeder (1976) pretenden establecer la ventaja de la asertividad como una habilidad, y afirman que la conducta asertiva es la capacidad para buscar, mantener o aumentar el reforzamiento en una situacién interpersonal, a través de la expresion de sentimientos 0 deseos. Conjuntando los conceptos vertidos por otros autores, Bartolomé Carrorobles, Costa del Ser (1979, citado por Pal-Hegedur y Jensen, 1982) sefialan que se suele aplicar el término conducta asertiva para referirse a la conducta de aquellos individuos capaces de expresar directa o adecuadamente sus opiniones y sentimientos (tanto positives como nega- tivas) en situaciones sociales e interpersonales. La gama de conductas asertivas es en si misma ilimitada e incluye toda la variedad de situaciones existentes que, de forma diferente, pueden querer expresar una opinién, rechazar una propuesta poco razonable o expresar enfado, amor, afecto alabanza. Durante el decenio de 1980-89 proliferaron las defi- niciones de asertividad. Realizando un importante tra~ bajo de analisis sobre la literatura del constructo, Aquilar-Kubli (1987) indica que asertividad significa tener la habilidad para transmitir los mensajes de senti- rmientos, creencias u opiniones propias 0 de los demas de una manera honesta, oportuna, profundamente respe~ tuosa, cuya meta fundamental es lograr una comunica- cién satisfactoria hasta donde el proceso de la relacién humana lo haga necesario. Aguilar (1988) agrega que ser asertivo implica actuar bajo la plena conviccién de que se tiene el derecho de ser uno misma y de expresar los propios pensamientos y sentimientos, en tanto se res- peten los derechos y la dignidad de los demés. Al inte- grar todas estas definiciones, Delamater y McNamara (2986) puntualizan que 1a asertividad ha sido definida en términos de {a legitimidad y honestidad de los derechos, creencias e intereses, sin violar los de otras personas, y respetar a los otros (Alberti y Emmons, 1978; Jakubowski y Lange, 1978). Sin embargo, para Giesen (1988) la con- ducta asertiva ha sido definida de varias maneras, por ejemplo, como una conducta que permite establecer una relacién con los demas sin producir ansiedad (Alberti y Emmons, 1974), como la que permite la maximizacién del valor del reforzamiento en a interaccién social (Heimberg, Montgomery, Madsen y Heimberg, 1977) y como una conducta positiva, directa y cortés orientada hhacia las metas (Bakker y Bakker- Rabdau, 1973; Phelps y Austin, 1987). En afios recientes las definiciones de la asertividad siguen manteniendo los mismos principios, como el que da Davison (1999) “asertividad significa defender y hablar por uno mismo sin lesionar los derechos de los demas. Por su parte Castanyer (1996) mantiene una definicion cldsica en donde la asertividad es la capacidad de autoa- firmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demas. Asimismo, Elizondo (1999) define asertividad como la habilidad de expresar pen- ‘samientos, sentimientos y percepciones; de elegir cm reaccionar y de hablar de los derechos cuando es apro- piado; esto con el fin de elevar la autoestima y de ayu- dar a desarrollar la autoconfianza para expresar el acuerdo 0 desacuerdo cuando se cree que es importante, ¢ incluso pedir a otros un cambio en su comportamiento ofensivo. Haciendo una integracién e incarporando en la defi- nicién el contexto situacional, Gismero (2000) define la ‘conducta asertiva como el conjunto de respuestas verba- les y no verbales, parcialmente independientes y situacionalmente especificas a través de las. cuales un individuo expresa en un contexto interpersonal sus nece- sidades, sentimientos, preferencias, opiniones o derechos sin ansiedad excesiva y de manera no aversiva, respetan- do todo ello en los demas, que trae como consecuencia el autorreforzamiento y maximizar la probabilidad de con- seguir refuerzo, Enfoques humanistas como el de Bishop (2000) defi- nen asertividad como la capacidad de expresarse con seguridad sin tener que recurrir a comportamientos pa- sivos, agresivos o manipuladores. Esto supone un mayor ‘autoconacimiento, saber responder y escuchar las nece- sidades'de otros sin descuidar nuestros propios intereses © comprometer nuestros principios, tener la capacidad de mejorar la habilidad en el trato con otros; incluye tuna comunicacién mas eficiente, un control de estrés a través de un mejor manejo de otras personas y situaciones problematicas, asi como la capacidad de expresar nece- sidades, opiniones 0 sentimientos, seguro de que no se ‘seré dominado 0 utilizado en contra de su voluntad. Es asi que la asertividad cumple diversas funciones; ya en afios anteriores Covey (1995) la habia definido como un cconjunto de principios y derechos que hacen un modelo de vida enfocado a lograr el éxito en la comunicacién humana, su esencia radica en la habilidad para trans- mitir y recibir mensajes haciéndolo de forma honesta, profundamente respetuosa, directa y oportuna. (matter Yamal Moder Fcc tin nine, Por dltimo, resalta al analizar el area a través de los afios, que la definici6n mas citada o de la cual se toman algunas principios fundamentales es la de Jakubowski y Lange (1978), quienes postulan que actuar asertivamente significa hacer valer los derechos, expresando lo que uno cree, siente y quiere en forma directa, honesta y de ma- nera apropiada respetando los derechos de la otra per- sona. La asertividad involucra la declaracion de los derechos personales a la vez que se expresan pensamien- tos, sentimientos y creencias, sin violar los derechos de otras personas; su mensaje basico es: “Esto es lo que pienso, esto es lo que yo siento, éstaes la forma en la que yo veo la situacién”; con él se comunica “quién es la persona” y lo dice sin dominar, humillar o degradar al otro indivi- duo. Como se puede observar, las definiciones de asertividad se han centrado en torno de la expresién emacional de la autoexpresién, del autodescubrimiento, asi como de la capacidad de establecer valoracién por si mismo. También se habla de formas de comunicacién sobre la intimidad, la expresién de los derechos, los efectos de la autoafirmacién en el medio ambiente y las clases de respuestas especificas capaces de ser gene- radas ante determinadas situaciones. En este sentido, se podrian retomar tres elementos generales de las de clones: uno es que el individu tiene derecho de expre- sarse; dos, es necesario también el respeto hacia el otro individuo, y; tres, es deseable que las consecuencias del comportamiento sean satisfactorias para ambos miem~ bbros de la interaccién, o al menos estén encaminadas hacia esta direccién. MEDICION DE LAASERTIVIDAD. Diversos CONTEXTOS CULTURALES Es fundamental mencionar que a la asertividad se le ha confundido por Io general con la agresividad, situacién {ue ha originado que los investigadores enfrenten el pro- blema de discriminar dichas variables y, por ende, se pretenda elaborar mediciones validas, confiables e indepen- dientes para ambas conductas. Al respecto, Arrindel y Van der Ende (1985) mencionan que en el decenio de 1980-89 se desat6 un marcado interés sobre la conducta asertiva y las habilidades sociales, lo que llev6 a la nece- sidad de establecer una adecuada medicién psicométrica (Beck y Heimberg, 1983), que se vio complicada por el cardcter multivariado del constructo y por la existencia de gran variedad de formas de medicién —incluyendo autorreportes— conductuales y fisiol6gicas. Los estudios sobre la medicién fisiol6gica y conduc- tual de la asertividad hhan revelado que existe poca con- sistencia en los datos (Kiecolt-Glaser y Greenbera, 1983), debido quizés a que la gran mayoria de ellos han util- zado escenas que requieren una sola respuesta y suele ocurtr, cuando se dan més respuestas, ue se provoque ‘ayor ansiedad (Galassi y Galassi, 1976). Ademas, los investigadores dividen tipicamente alos sujtos en alta baja asertividad a través de una medida de autorreporte y después los someten ala situacion experimental. Existen varios estudios que seialan una correlacion baja entre las medidas de autorreporte y fa medicin conductual en ¢sta area (Dayton y Mikulas, 1981; Schwartz y Gottman, 1976). Considerando que las medidas conductuales y fisio- loaicas son en extrem costasas en términos de equipo y tiempo, y que los autoreeportes son comparativamente mas econémicos para investigar este tipo de constructos psicolégicos, ha surgido la proliferacion de inventarios so- bre asrtividad. fin de analizar sus caracterstcas, se elabor6 el cuadro 1-1, Es evidente en el cvadro 1-1, que existe una gran diversidad tanto de la definicidn conceptual como ope- racional del constructo multidimensional de asertvidad; los analisis psicométricas y preictvesrealizados sobre los instrumentos elevan su complejidad. Asi, al analizar el inventario de Wolpe-Lazarus (1966) se encontré que éste presenta una adecuada consistencia interna y confiabi lida test-retest solo en pacientes psiquidtricos. Empero, ha carecido de validez externa (Hersen, Bellack, Turner, Wiliams, Harper y Watts, 1979), Por su parte, Ammerman, Van Hasselt y Hersen (1989) demostraron que existe una adecuada consistencia interna y confiabilidad test- retest entre el inventario de asercién de Wolpe-Lazarus (2966) y el de Callner-Ross (1976). En el inventario de Wolpe-Lazarus (1966) los factoresrestantes fueron aser- cién postva, evitacin, peticiones no razonables e inhi- bicidn general; en el Callner-Ross (1976), situaciones interpersonales,situaciones heterosexvales positivas y toma de iniciativa. Cabe sefialar en todos estos casos aque es necesario examinar la valdez externa de los mis- mos, es decir, su capacidad de generalizacién a pobla- cones de contextos socioculturales latinos, colectivistas y de habla hispana. En una amplia revisi de las medidas de autorreporte de la conducta asertiva en adultos, Beck y Heimberg (2983) seleccianaron un niimero de escalas baséndose en la frecuencia de uso y potencalpsicométrco; es decir formato, construccién, normatividad, confiabilidad y validez. Después de revisar los datos del Wolpe-Lazarus Assertiveness Schedule Programa de Asertividad; Wolpe Lazarus, 1966), Assertion Inventory (Inventario de Asertividad; Gambrill y Richey, 1975), Adult Self- Expression Scale (Escala de Autoexpresion para Adutos; ay Hollandsworth y Galassi, 1975; Hollandsworth, Galassi, y Gay, 1977), College Self-Expression Scale (Escala Universitaria de Autoexpresién; Galassi, Delo, Galass y Bastein, 1974), Rathus Assertiveness Schedule (Programa [tg ap akoe OBR | 2° = 4 saps seg | \ pepmaewey ons ap sounmuy 9 "7g = 44 | gy a 121-12 ‘eareyuory = amp uae sowopyac> | 1 \ pepraisasy ‘0 sawotpuodsar so | | Pepraiasy (ec61) sre vous smdosiod say ap onl eronbuesy va) mpapes sayy Sone ee . eo ‘Peprapyese uopru onb soywoumLNsuy op STSFTVUY “T-T OXpEnD “spe ncennre we eumpeu Yom HD @ ae ee a es (ommqua) sauosuup ¢ se ap wun epeD ma) \ paper | omer aba PepHeysuoD “amp er wpeeye ue mae} ewpeuy ome LENE 3 CT Pe Pee eS Ce TS ee Ue ees ee ee Se Se ee) De Oa Se Oi On DO. 922 Dok: Oe wee Rh DOr Be D. De DOE Oy De nen 10 Oe OF oe oD oe ee ee po newer up nes owas mee a EHP 2 a aes a eal 12 ANS RNR STALL TY Rathus de Asertividad; Rathus,1973), Conflict Resolution Inventory (Inventario de Solucién de Conflictos; McFall y Lillesand, 1971) y Assertion Questionnaire (Cuestionario de Asercién; Callner y Ross, 1976), concluyeron que la ausencia de normas para adultos y el uso en pacientes psiquiatricos limita los hallazgos obtenidos en dichos ins- ‘trumentos, por lo que se requiere que cada investigador desarrolle estudios de validez y confiabilidad adecuados antes de usar estos instrumentos. En otro de los intentos por analizar psicométricamente varias pruebas sobre asertividad, Henderson y Furnham (1983) realizaron un analisis de las dimensiones de la asertividad por medio de andlisis factoriales de cinco inventarios. Los instru- mentos analizados fueron: el inventario de asercion de ‘Wolpe-Lazarus (1966), el programa de asertividad de Rathus (2973), laescala de autoexpresion de Galassi et al.(1974), el inventario de asercién de Gambrill y Richey (1975) y el inventario de asertividad de Bakker, Bakker-Rabdau y Breit (1978). Los resultados sefialan que el factor mas ‘comin en todas las mediciones fue la defensa de los de- rechos personales en situaciones pdblicas, esto ocurri6 fen uno de los primeros factores de las escalas de Galassi et al. (1974), Rathus (1973) y Bakker, et al. (1978). Otros factores que emergen son la iniciacién de la respuesta asertiva con otros (Rathus, 1973; Galassi et al., 1974; y Gambrill y Richey, 1975) y conductas asertivas prima- ras hechas en respuesta a la conducta de otros (Rathus, 1973; Galassi et al,, 1974 y Bakker et al., 1978). Los resultados de este estudio apoyan la multidimensionali- dad de la asertividad. En un estudio mas, llevado a cabo para evaluar la validez de construccién de inventarios de asertividad, Arrindell y colaboradores (1988), probaron la estruc- tura factorial de la asertividad utilizando la Scale for Interpersonal Behavior (Escala de Conducta Interpersonal; IB); encontraron cuatro factores: a) expresi6n de senti- rmientos negativos, es decir la expresion de los derechos en una situacién pablica (defensa de derechos e intereses), cconductas que otros autores Ilaman iniciativa en la reso- lucién de problemas y satisfaccién de necesidades y ca- pacidad de negacién de las demandas realizadas; b) expresién de las limitaciones personales, es decir, 1a capacidad de admitir la ignorancia hacia un t6pico, reconocimiento de las limitaciones, habilidad para acep- tar la critica y la presién, demanda de ayuda y atencién; ) Iniclacién de la asertividad, es decir, la expresion de las opiniones y, d) expresién de sentimientos positivos, es decir, dar y recibir halagos y alabanzas. Evaluando ‘también la validez de inventarios, en cuanto a la de la prueba de asertividad de Rathus (1973), as/ como a su confiabilidad, McCullagh (1982) encontré en el analisis factorial obtenido tanto para hombres como para mu- Jeres, que la asertividad confrontativa y la autoexpre- sién son convergentes para la muestra; sin embargo, la competencia social, las declaraciones pablicas, el autocontrol y la defensa de derechos emergieron sélo para hombres, en tanto que, la aceptacién de la critica, Ja asertividad conversacional, el autocontrol, 1a basque dda de aprobaci6n y las demandas verbales surgieron para mujeres. Por su parte, Culkin y Perrotto (1985) sostie- nen que dicha prueba est comprendida por tres facto- res: expresién de derechos legitimos, deficiencia en la iniciacién social e inhibicién de la expresion verbal. A diferencia de ello, Futch, Scheiner y Lisman (1982) en- contraron cuatro factores que corresponden a: expresién de opiniones personales, expresion de derechos legiti- ‘mos con figuras externas 0 de negocio, iniciacién en la interaccién social particularmente con el sexo opuesto y sentimientos de otros. ‘Algo que resulta claro es el papel preponderante que fhan Jugado los investigadores europeos-estadounidenses en la definicion, descripci6n y medicién de la asertividad. En uno de los pocos estudios realizados con la inten- ci6n de medir la asertividad fuera del contexto cultural estadounidense-europeo, Pal-Hegedur y Jensen (1982) realizaron una investigacién para evaluar las propie- dades psicométricas y a estructura factorial de la escala de asertividad de Rathus en una muestra de universita- rios, en Costa Rica. El andlisis factorial revel6 tres facto- res: Ansiedad social, Confrontaciones en situaciones de consumo o servicio y Libre expresién de emociones y ‘opiniones. Es interesante notar que las dimensiones ob- tenidas con esta muestra, a pesar de usar el mismo ins- trumento desarrollado para estadounidenses, son muy diferentes de las obtenidas en los estudios factoriales en Estados Unidos. Una tendencia que permea la ciencia en general y el estudio de la asertividad en especifico, es la de la espe- clalizacién. Con base en este flujo, en los dltimos afios se han venido desarrollando instrumentos de medicién de conductas muy precisas como la escala de asertividad sexual (Morokoff, Quina, Harlow, Whitmire, Grimley, Gibson y Burkholder, 1997) o bien dirigidos a poblacio- nes determinadas, como la escala de asertividad para enfermeras (Michelson, Molcan y Poorman, 1986) y el Inventario de conducta asertiva para adultos de la ter- cera edad (Northrop y Edelstein, 1998) Con base en la exhaustiva revisién de instrumentos ela- borados para evaluar la asertividad, se puede decir que la.asertividad es un constructo global que implica: 1) defen- sa de los derechos, 2) la habilidad para iniciar, erminar y continuar conversaciones en las relaciones interpersonales, 3) la iniciativa para la resoluci6n de problemas y la satis- facci6n de necesidades, 4) la habilidad para resistir la presién grupal o individual y, 5) el liderazgo, direccion e influencia de otros. También se puede indicar que los ins- ‘trumentos hasta ahora utilizados miden uno u otro de los aspectos mencionados, de ahi que al tomar cualquiera de ‘Nos interesa su opinion. comuniguese con Mosotos: dtl Ei Manval Modem, SA. de. ‘Sonora num 206, at. ipso, Dalen. Cuoursmoe, (6100 Mion, OF eassszeste2 (e2seps2.65-11.00 ‘foeamanutmaderne com Escala Multidimensional de Asertividad (EMA) D.R. © 2004 por Editorial EI Manual Moderno, S.A. de CV. ISBN 970-729-074.9 Miembro de la Camara Nacional ‘deta Industria Editorial Mexicana, Reg. nim. 39 ‘Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicacién puede ser reproducida, almacenada en sistema alguno de tarjetas perforadas o transmitida por otro medio —electrénico, mecinico, fotocopiador, registrador,eteétera— sin ppermiso previo por escrito de la Editorial, All rights reserved. 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La pro- blematica se ha abordado desde dos perspectivas distintas: (© la multidimensionalidad del concepto de aserti dad (Gambrill y Richey, 1975) y lo extremadamen- te pobre y limitado del trabajo psicométrico con relacién a la validez y confiabilidad de varias es- ‘alas de asertividad (Hersen y Bellack, 1976), ya que generalmente se han realizado ya sea con es- tudiantes 0 con pacientes psiquiatricos y, (© Ia generalizacion del concepto a través de otras culturas y subculturas en las diferentes situaciones dentro de cada una de ellas, situacién que limita {os hallazgos. Asimismo, se puede decir que quizas ‘el mayor problema sobre la conceptuacién de la Idea de asertividad ha sido que algunos teéricos han definido la conducta asertiva como rasgo, mien- tras que para otros su definicién se ha basado en respuestas especificas situacionales. En otras pa- labras, han considerado a la asertividad como rasgo tendencia generalizada de respuesta, o como una conducta situacionalmente especifica (Gismero, 2000). Autores como Salter (1949), Cattell (1965) y Wolpe (1969) asumen que la asertividad es un rasgo, es decir, una actitud 0 capacidad estable en el tiempo y relativamente consistente a través de lai situaciones, y esta posicién ha sido bastante criticada. Los ataques se presentan en el sen de que se ha encontrado que los diferentes autoin- formes sobre asertividad (estudios de analisis fac- toriales) dan como resultado diferentes factores (que, de hecho, se observan en el cuadro 1-1). Ademas, no se encuentra un solo factor que explique la mayor parte de la varianza y el que una persona muestre habilidad en un tipo de conducta social no signifi- ca que maneje eficazmente otro tipo de situacio- nes. De esta forma, el que una persona pueda ser capaz de hacer valer sus derechos, no implica que pueda comunicar de modo adecuado sus sentimien- tos (Wolpe y Lazarus, 1966), 0 bien, el que tenga la capacidad para rehusar peticiones no mejora la habilidad de solicitar favores (McFall y Lillesand, 1971). Mas atin, una misma clase de respuesta no es consistente a través de todas las situaciones, es decir, el rechazar una petici6n puede variar dependiendo de, por ejemplo, el sexo, la familiaridad y el con- texto situacional, como lo demuestra el estudio de Eisler, Hersen, Miller y Blanchard (1975) con pacien- tes psiquldtricos. También se ha observado que los individuos capaces de ser asertivos en situaciones de role playing, nolo son en el ambiente natural (Bellack, Hersen y Lamparski, 1979). De ahi que la posicion de algunos tedricos sea el considerar a la conducta asertiva como un conjunto de clases de respuestas parcialmente independientes y situacionalmente espe- cificas (Rich y Schroeder, 1976; McFall, 1982; Kelly, 1987). México Los estudios empfricos para el desarrollo de una etnopsicologia mexicana comienzan con el trabajo de Diaz-Guerrero y sus colegas (p. ej. Diaz-Guerrero, 1955; 1967a, 1967b; 1972; 1977; 1994). Entre los principales hallazgos de este grupo se encuentra el que {a cultura fen la cual el individuo se desenvuelve le provera los fundamentos, estructura y normas aceptables y dese bles de conducta. La sociocultura, entonces, es definida como un sistema de premisas culturales interrelacionadas (normas, roles, etc.) que gobiernan los sentimientos e ideas y jerarqulzan las relaciones interpersonales, estipu- lan los roles que tienen que llevarse a cabo y las reglas para la interaccién de los individuos para cada rol, espe- cificando los dénde, cuando, con quién y cémo. Diaz- Guerrero (1967a) indica que las premisas socioculturales son una guia de comportamiento dentro de la familia, e! ‘grupo, la sociedad y en las superestructuras institucionales que afectan el desarrollo de 1a personalidad, las metas de vida, el estilo de afrontamiento, la percepcién de la humanidad, entre otros. Una premisa hist6rico-sociocultural es una afirma- cién simple o compleja que provee las bases de la légica de un grupo para entender y quiar su mundo. Diaz-Guerrero (1986) extrajo las premisas histérico-socioculturales de dichos, proverbios y otras formas de comunicacién po- pular; en estas premisas dos proposiciones emergen para la descripcién de la familia mexicana: el poder y supre- ‘macia del padre, y el amor y el sacrificio absoluto y necesario de la madre. Construidas alrededor de estas dos premisas principales, casi 80% de las muestras indi- can que estas normas guian sus vidas. De ahi que se considere que la sociedad mexicana est cimentada en tuna estructura jerarquica, basada en el respeto hacia ‘otros, particularmente padres y parientes (Dia2-Guerrero y Peck, 1967). La dimensién cultural mas importante en los estudios con estas premisas fue la obediencia afiliativa: los mexicanos obedecen mayormente por amor, no por poder. De ahi que al internalizar estas premisas se produzca la abnegacién, rasgo cardinal de la cultura ‘mexicana, sostenido como verdadero tanto para varones ‘como para mujeres, quienes creen que es mas importante la satisfacci6n de las necesidades de otros antes que la de ellos mismos, prefiriendo la automodificacién como 14 RRS AOE IEEE SA: RMN estilo de afrontamiento ante estas situaciones (Diaz~ Guerrero, 1993). ‘A partir del decenio 1980-89 en México, en el enton- ces Departamento de Psicologia Social de Posarado de la Universidad Nacional Auténoma de México, un grupo de psicélogos estudiantes de maestria y doctorado, bajo la direccién de Rolando Diaz-Loving y utilizando como base la teorfa de Rogelio Diaz-Guerrero, iniciaron una serie de estudios para explicar la personalidad del mexi- ‘cano y, sobre todo, elaborar instrumentos de evaluacién psicolégica diseriados por y para mexicanos, tratando con ello de evitar utilizar aquellos originados en culturas disimiles © mal adaptados a la realidad sociocultural imperante en este pals. Aqui se presentan los estudios reali- zados bajo esta perspectiva de un rasgo complementario y, fen ocasiones, contrario a la abnegacién. De hecho, en el trabajo de Diaz-Guerrero se muestra la automodificaci6n ‘como la manera de afrontamiento preferida del grueso de la poblacién mexicana. En la automodificacién, las per- ssonas optan por ceder ante las necesidades y gustos de los, demas en el afén de fomentar relaciones interpersonales armoniosas. Esta manera abnegada de interactuar se presenta como alternativa a la autoafirmacién, la cual se protagoniza a través de la imposicién de los gustos, derechos y necesi- ddades de un individuo sobre atros individuos © grupos. En si, una modificacién de la autoafirmacién que enfatiza los derechos personales, siempre y cuando no interfieran con los derechos de los demas, es lo que en la literatura anglosajona se denomina assertivenness y se ha traducido al espafiol como asertividad. Siguiendo la tradicién inaugurada por Diaz-Guerrero sobre la etnopsicologia del mexicano, a partir del afio de 1985, Flores (1994a) inicia una serie de estudios con el objetivo de explorar el constructo de la asertividad en ‘México; en parte, porque al revisar Ia literatura se consi- dder6 importante saber si fos mexicanos eran o no aserti- vos ya que, por costumbre, segin Diaz-Guerrero (1994), el rasgo cardinal de la personalidad del mexicano es la abnegacion, debido a su caracter de ser obediente afili tivo por excelencia. Incluso podia resultar que el énfasis fen la abnegacién cargara al término de asertividad de un contenido cortés y amable para ser aceptable o deseable fen a cultura mexicana. Ademés, los instrumentos desarro- Hlados en otros paises, sobre todo en Estados Unidos, Podrian no ser validos y confiables para nuestra cultura. Por dltimo, desde una perspectiva te6rica, se buscaba re- solver las contraversias en cuanto a la multidimensionall- dad o unidimensionalidad del constructo y por ende de la forma de medicién. Adicionalmente, dada la importancia de la asertividad para el comportamiento social e indivi- dual y en vista de que, como se ha observado, todos los instruments se han elaborado en otras idiomas, se consi- dderé importante que en México existiera una forma de medicién de la asertividad de acuerdo con su contexto social. Esta linea de investigacién empez6 cuando Flores, Diaz-Loving y Rivera (1987) realizaron un estudio con el objetivo de obtener la validez y confiabilidad del Rathus Assertiveness Schedule (RAS; 1973) para México. Los autores encontraron tres dimensiones de la asertivi- dad: no asertividad, asertividad por medios indirectos y asertividad en situaciones cotidianas. Los resultados halla~ dos en los estudios piloto y final (Flores, 1989) mostraron que la estructura factorial de la RAS traducida al espa- fol, no fue consistente con la de la concepcién original de! instrumento. Es decir, que las dimensiones de la versién en inglés no se mantuvieron en la cultura mexicana, sino que ‘aparecieron nuevas formas de conceptuacién de la aserti- vvidad que se asemejan mas a las reportadas por Pal-Hegedur y Jensen (1982), en el andlisis realizado en Costa Rica. De hecho, en el primer factor se agruparon reactivos que ‘expresan no asertividad; el segundo factor se formé con reactivos que expresaban asertividad por medios indirec- tos, es decir, que existen personas que son asertivas pero sblo sino tienen que enfrentarse cara a cara con la persona © situacién de conflicto. El tercer factor fo constituyeron reactivos que sefialan asertividad en situaciones cotidianas, ‘como cuando en una tienda o restaurante no dan un servci adecuado, u otras. ‘La segunda etapa de desarrollo de la Iinea de investi- ‘gacién sobre asertividad desarrollada en México se da ‘cuando, con base en los resultados de Flores, Diaz-Loving y Rivera (1987), se observa que la asertividad es una forma de confrontacién no usual para los mexicanos, por lo que a partir de entonces se realiza una serie de Investigaciones utilizando técnicas exploratorias tales ‘como las redes semanticas, escalamiento multidimen- sional y diferencial seméntico, para obtener una defini- cién conceptual mas apegada a la realidad y experiencia de los mexicanos y con ello, posteriormente, elaborar una escala multidimensional de asertividad adecuada a la cultura mexicana, asi como también determinar la vali .70 con excepcién del 1 RN SS AES TERE 7 OTS factor asertividad por medios indirectos con autorida~ des que fue de .58. El siguiente estudio perseguia la elaboracion de una escala multidimensional de asertividad para empleados; en este caso se manejaron las areas de relaciones de servicios y vida cotidiana, el area afectiva (incluyendo padres, hermanos y pareja) y el rea laboral, debido a las razones antes mencionadas. Asimismo, la seleccién de la muestra se realizé con base en las variables crite- rio, pero con él requisito de que estuvieran trabajando. Participaron 449 empleados de la Ciudad de México seleccionados no probabilisticamente, de los cuales 50.55% (227) fueron mujeres y 49.44% (222), varones; con una edad promedio de 27.87 afios, quienes realiza- ban algin trabajo. El instrumento para empleados se clabor6 con base en la definici6n derivada de los estu- dios previos realizados por Flores (1989, 1994) y estuvo constituido por 112 afirmaciones tipo Likert de cinco opciones de respuesta que oscilan de Totalmente de acuerdo a Totalmente en desacuerdo (rango 5-1). Con él se ex- ploraron las siguientes reas: 1) asertividad en las rela- clones de servicios y vida cotidiana, 2) asertividad en el 4rea afectiva (familia, amigos, pareja) y, 3) asertividad en el drea laboral. Se realizaron los mismos andlisis psicométricos del instrumento para alumnos. Se encon- traron los siguientes factores: asertividad indirecta, asertividad en situaciones cotidianas, asertividad indi- recta en el trabajo y no asertividad. La consistencia in- terna obtenida por alfa de Cronbach (1961) para cada factor fue > .70. Los resultados de 1a investigacién revelaron que la asertividad es un constructo multidimensional y que para su estudio es importante tomar en cuenta el aspecto situacional, de tal manera que fue necesario desarrollar y validar dos escalas de asertividad, una para estudian- tes y otra para empleados. Asimismo, los hallazgos reve- laron que existe consistencia en las dimensiones encontradas en ambos instrumentos. Sin embargo, con el objetivo de verificar si la estructura factorial de la escala ‘multidimensional de asertividad obtenida en el estudi anterior se mantenfa estable, asi como también para obtener la validez concurrente y discriminante de la es- cala, se realiz6 un segundo estudio con empleados. En esta investigacién participaron 432 empleados de la Ciudad de México, seleccionados no probabilisticamente de mane- ra accidental, de los cuales 49.76% (215) fueron mujeres y 50.23% (217), varones; con un nivel escolar de prim 25% (108), secundaria 26.38% (114), preparatoria 23.61% (2102) y profesional 25% (108). La edad promedio de la muestra fue de 28.35 afos, con una desviacién estandar de 10.36. Para la nueva muestra, se efectuaron una vez mas los andlisis psicométricos de la escala anterior. En primer lugar se realiz6 un andlisis factorial con rotacién ‘ortogonal. Se encontr6 que se formaran 14 factores con tun valor propio mayor a uno y que explicaban 56.70% de la varianza total acumulada después de la rotacion. Al analizar la matriz de factores rotados, se observ6 que los tres primeros factores tentan una estructura factorial conceptual y te6rica clara. En el primer factor se agru- pparon afirmaciones que corresponden a asertividad por ‘medios indirectos, en el segundo factor se reunieron afir- ‘maciones referentes a asertividad en situaciones cotidia- nas y el tercer factor correspondi6 a no asertividad. Los 11 factorés restantes asaciaban 2 0 3 afirmaciones de cada uno de los primeras factores, por lo que se canside- +6 pertinente obtener una correlacién entre éstos, con el fin de poder unir factores que median las mismas dimen- siones y ubicar los reactivos en donde fueron mas claros conceptualmente. Asi, el instrumento qued6 constituido poor tres dimensiones: Asertividad indirecta, Asertividad en situaciones cotidianas y No asertividad, cuya consis- tencia interna obtenida por alfa de Cronbach (1961) para cada factor fue > .75. Una vez realizados los andlisis psicométricos, se veri- ficd 1a validez concurrente y discriminante de la escala. En este estudio, se seleccionaron las variables de locus de control (La Rosa, 1986), orientacién al logro (Diaz~ Loving, Andrade y La Rosa, 1989) y autoconcepto (La Rosa y Diaz-Loving, 1988), debido a que la literatura seftala que los sujetos asertivos son individuos con una alta autoestima, con un focus de control interno y con tuna alta orientacién al logro. En México, ésta seria la primera aproximacién al estudio de la relacién entre dichas variables. Para medir la asertividad, se utiliz6 la Escala’ Multidimensional de Asertividad para Emplea- dos que mide tres dimensiones: asertividad indirecta, asertividad en situaciones cotidianas y no asertividad. La escala consta de 52 afirmaciones tipo Likert, de cinco opciones de respuesta que fueron desde Totalmente en desacuerdo (1) hasta Totalmente de acuerdo (5). Para medir locus de control se emple6 la Escala Multidimen- sional de Locus de Control de La Rosa (1986), la cual cinco dimensiones: Intemalidad/instrumental, Afect dad, Fafalismo/suerte, Poderosos del macro y del micro- cosmos. Para orientacién al logro se aplicé la Escala ‘Multidimensional de Orientacién al Logro de Dfaz-Loving, ‘Andrade y La Rosa (1989) que mide tres dimensiones: Maestria, Trabajo y Competencia. Para el autoconcepto se emple6 la Escala de Autaconcepto de La Rosa y Diaz- Loving (1988), misma que mide las siguientes dimensio- nes: Sociabilidad afiliativa, Sociabilidad expresiva, Accesibilidad, Estados de nimo, Sentimientos interindivi- duales y Salud emocional, Autoconcepto ético, Autocon- cepto ocupacional e Iniciativa. El andlisis de asociacién entre cada una de las di- rmensiones de la asertvidad y de las otras variables estudiadas (locus de control, orientacién al logro y autoconcepto),

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