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INTRODUCCIÓN

La intervención norteamericana en la República Dominicana de 1916-1924, afectó el desarrollo de la


educación durante los ocho años en que asumieron el control del territorio nacional, y sólo se
preocuparon por organizar el Estado para sus propósitos estratégicos.

La Filosofía de la Educación pretende una comprensión fundamental, sistemática y crítica del hecho
educativo. Este carácter específicamente filosófico de la asignatura, distinto del que ofrece una
Teoría General de la Educación, debe despertar en el estudiante un claro asombro investigador, una
perplejidad activa y una reflexión en profundidad que permitan conocer el hecho educativo desde
sus presupuestos antropológicos y filosóficos.

Filosofía de la Educación es la disciplina que estudia el comportamiento de la educación a la luz de


las leyes que regulan el desarrollo de la sociedad humana, desde que el hombre apareció en la
tierra, hasta el momento actual y de las que gobierna cada formación económica intermedio social
en particular; disciplina que además, estudia las diferentes concepciones del mundo y la formas
como ellas conciben el hecho educativo, en sus elementos y movimientos fundamentales. La
Filosofía de la Educación puede considerarse como el saber teleológico de la educación. La
consideración de la finalidad conforma nuestra disciplina, de manera que no sólo consta del estudio
del fin de la educación, sino también del estudio del sujeto y de la propia acción educativa, pero
contempladas desde la perspectiva de la finalidad.
La filosofía de la educación trata de comprender o interpretar la educación en relación con la
realidad sin perder el punto de vista de esta realidad, reflexiona sobre su naturaleza, esencia y
valores de la educación. El hombre es el único ser educable
FILOSOFIA DE LA EDUCACION EN LA REPUBLICA
DOMINICANA DESDE LA PRIMERA INTERVENCION
NORTEAMERICANA DE 1916 HASTA
LA MUERTE DE TRUJILLO EN 1961

Se estima que para 1916 más del 90% de la población dominicana era analfabeta.

Una de las primeras disposiciones del gobierno de ocupación fue la promulgación de una ley que
establecía la obligatoriedad y gratuidad de la educación primaria para los niños de 7 a 14 años, y la
creación del Consejo Nacional de Educación, encargado de la supervisión general de la instrucción
pública. Se instalaron numerosos planteles escolares primarios en las zonas rurales.

En contrapartida, se le prestó escasa atención a la educación secundaria, se cerró la Universidad de


Santiago y se dio categoría de instituto a la Universidad de Santo Domingo.

La ocupación militar norteamericana del territorio dominicano, en violación a su soberanía, acelera el


incremento del capitalismo, fortaleciendo a la vez los nudos de la dependencia.

El período fue aprovechado para la realización por parte de los invasores de una evaluación
completa de los recursos naturales y del factor sociopolítico del país, con la finalidad evidente de que
diversas empresas-de capital norteamericano adquirieran y explotaran los mejores recursos
naturales y fomentaran en su provecho todo tipo de negocios como los financieros y el de la industria
azucarera.

Los elementos superestructurales de orden político, jurídico y educativo, como los demás, fueron no
sólo evaluados, sino controlados y parcialmente reformados. De ahí las reformas de tipo educativo a
que nos referiremos más adelante. Surgió una figura, un apóstol de la enseñanza: Eugenio M. de
Hostos, que trabajó sin descanso hasta implantar en la República un sistema educacional.
Desgraciadamente falleció en 1903; pero la simiente que plantara y cultivara, creció y dio su fruto lo
sano. De ahí que su memoria sea venerada y respetada por todos los dominicanos. "Cuando en
1916 tuvo lugar la Ocupación Americana, la instrucción se encontraba en un estado lamentable,
pues la generalidad de las Juntas de Educación no eran más que instrumentos políticos de sus
respectivas localidades, lo que las imposibilitaba para llenar el cometido a que estaban destinadas.
En tal virtud, los Oficiales de la Ocupación tuvieron que empezar por establecer un sistema de
educación que diera resultados prontos y eficientes. De 150,000 niños y jóvenes de edad escolar,
solamente 20,000 aparecían inscritos. De éstos, asistía a las escudas irregularmente el 40%, o sean,
unos 8,000. Como el 5% recibía una instrucción pésima, por la incompetencia de los maestros que
adquirían sus puestos, no por su saber, sino como prebendas políticas.

El primer paso que dio el Gobierno Militar para subsanar este mal, fue el de nombrar una Comisión
de prominentes dominicanos para que elaboraran una ley, a fin de organizar la Educación Común de
la República. El Arzobispo de Santo Domingo, Adolfo A. Nouel, fue nombrado Presidente de dicha
Comisión, y miembros de ella, los doctores Pelegrín Castillo, Jacinto R. de Castro, Ubaldo Gómez,
M. de J. Troncoso de la Concha, y los señores Federico Velázquez y Julio Ortega Frier, como
Secretario.

Estos patriotas trabajaron con ardor durante casi un año, hasta completar y hacer Ley de la
República el nuevo Reglamento sobre Educación Común. "Los efectos de este nuevo Reglamento
se hicieron sentir bien pronto, pues el número de inscritos aumentó de 18,000 a 100,000, más que
500 por ciento y la concurrencia diaria subió de 8,000 a más de 90,000. Por entonces no
funcionaban más que unas 50 escuelas rurales, mientras que hoy funcionan 647, a las que asisten
cerca de 50,000 discípulos.

En las ciudades y otras poblaciones hay 194 escuelas primarias, 7 secundarias y Normales, 6
industriales, 1 de agricultura, 2 de Bellas Artes, y 2 correccionales.

También hay dos escuelas superiores con capacidad para 300 discípulos cada una, sostenidas con
fondos públicos. Están completamente equipadas con muebles modernos, laboratorios, bibliotecas,
etc. La Universidad Dominicana se está reorganizando, con el propósito de darle mayor renombre.
Como hemos dicho anteriormente, los maestros eran designados por influencias políticas, muchos
de ellos inepto y mal remunerado. Hoy todo es distinto. El personal docente es competente y serio, y
sus salarios son religiosamente pagados. Los locales que ocupaban las escuelas de antaño eran
cuartos oscuros, antihigiénicos y mal ven titados, con unos pocos muebles de pobre apariencia. En
la actualidad los edificios destinados a escuelas están bien acondicionados, con mucha luz, aire puro
y otros requisitos sanitarios, buenos muebles para confort de los alumnos y el maestro. Los edificios
para escuelas son alquilados, pero ellos se escogen en los lugares más saludables.
En la actualidad se levantan los planos para la construcción de escuelas de una y seis aulas, por
cuenta del Gobierno en toda la República. Veinte o treinta de ellas serán terminadas durante el
presen te año.

Según datos estadísticos, el 90% de los dominicanos son analfabetos, 10 cual da una idea del
abandono que hubo con respecto a la Instrucción Pública en el tiempo que medió desde la
Independencia hasta la Ocupación Militar. Se ve, pues, que la Intervención en Santo Domingo
solamente se propone el establecimiento de un gobierno propio y demócrata, que esté basado en el
respeto a la Constitución, para provecho y bienestar del pueblo dominicano.

En el período de la ocupación, los invasores facilitaron la obtención de grandes porciones de terreno,


sobre todo en la región Este, a compañías norteamericanas, ya establecidas, como el caso del
Central Romana, para el cultivo de la caña y de pastos para la ganadería usada en el tiro de los
ingenios.

La lucha y la resistencia armada de Los Gavilleros, guerrilleros que luchaban en los bosques y las
aldeas del Este contra el invasor, sirvieron a éste como excusa para la implementación del Desalojo,
consistente en un destierro de campesinos propietarios de tierras en los campos, hacia las ciudades.
El pretexto fue que la zona rural era campo de combate y que no se garantizaba allí la vida a ningún
ciudadano.

En esas condiciones, los emigrantes por lo regular vendían sus predios a precios irrisorios. Los
invasores legislaron para ordenar lo relativo a las tierras y sus demarcaciones; y las tierras
comuneras fueron siendo cercadas con alambradas norteamericanas.

El Ingenio de La Romana ha sido construido para fabricar el azúcar con la caña producida en la gran
plantación (Central Romana). Esto ha implicado un aumento considerable, en la superficie cultivada
de caña. Pertenecían te al establecimiento de 22,260 tareas en 1913 a 228,578 tareas en 1920.

El ritmo de acaparamiento de la tierra por los propietarios de este ingenio es muy acelerado. En
1917 el Central Romana posee una superficie total de más o menos 254,000 tareas; en 1920, esta
última aleanza 775,125 tareas según algunos, y hasta 925,904 tareas según otros
En el período 1916-1924, y con el interés de incrementar el capitalismo dependiente, los invasores
norteamericanos, como hemos visto, establecen una serie de mecanismos tanto en la infraestructura
como en la superestructura. En el primer caso, ya hicimos alusión a las maniobras para adueñarse
de los mejores terrenos para la industria azucarera, la principal en nuestro medio.

Filosofía de la educacion

La filosofía de la educación es una disciplina relativamente moderna que estudia el fenómeno


educativo y las teorías sobre el mismo desde una perspectiva racional, con el deseo de ofrecer una
explicación ultimativa sobre la educación humana

Chávez Rodríguez considera que:

El objeto de estudio de la Filosofía de la Educación se puede enmarcar en dos posiciones. En el


primero de los casos considera que la Filosofía de la Educación es una derivación conceptual más o
menos sistemática de una filosofía o sistema filosófico general, que se aplica en la educación, el
segundo parte del principio de que es un pensamiento orgánico y sistemático que trata de
fundamentar desde la misma educación, pero en un marco más amplio y profundo, las prácticas
educativas o de lanzar hipótesis y objetivos nuevos de la educación, así como, fundamentar
prácticas novedosas.
LA EDUCACION EN LA TERCERA REPU BLICA
DESOCUPACION Y GOBIERNO DE VASQUEZ

La Tercera República comienza en 1924, fecha de la retirada del ejército norteamericano


desocupación, y se prolonga hasta 1965, cuando ocurre la segunda ocupación norteamericana del
territorio nacional.

En las indicadas circunstancias toma el poder, el 12 de julio de 1924, el General Horacio Vásquez,
elegido para la Presidencia de la República el 9 de marzo del mismo año. Su mandato finalizó el 28
de febrero de 1930, con el golpe de Estado denominado Movimiento Cívico, encabezado por el
General de Brigada Rafael Leónidas Trujillo y el Dr. Rafael Estrella Ureña. Sumner Wells, quien
califica al gobierno del General Horacio Vásquez de ilustrado y progresista, explica que los esfuerzos
principales de esa administración estaban dirigidos a la expansión de la agricultura y el desarrollo de
los recursos naturales, señalando que: empleando los gobiernos futuros una política similar e igual
inteligencia constructiva en la facilitación de la instrucción primaria a la nueva generación, y la
creación de oportunidad comercial, no hay duda de que el porvenir le guarda a la República
Dominicana una era de prosperidad.

Con esto el historiador norteamericano no sólo considera las realizaciones positivas del gobierno de
Vásquez, sino que las propone como metas para regímenes futuros. En el gobierno de Vásquez, "La
enseñanza sigue dice Consuelo Nivar la senda trillada por los norteamericanos, aunque más tarde
son introducidas algunas modificaciones (Nivar, Consuelo: Proceso Histórico de la Educación en la
República Dominicana.

La indicada autora señala dos importantes realizaciones de ese momento: l. Construcción de 201
edificaciones modernas, para (J) Wcllc. Sumncr: La viña de Naboth. Darle cabida al número de
alumnos que han sido eliminados de cada escuela con motivo de la supresión de una tanda en cada
una de ellas.
Creación de la Escuela de Peritos Agrónomos de Moca. El 25 de febrero de 1925 -afirma Marino
Inchausteguien la ciudad de Santo Domingo fueron exhumados los restos de Hostos, del panteón de
la familia del Licenciado C. Armando

Rodríguez, y los cuales fueron trasladados a su tumba actual. Entre una y otra ceremonia se les
puso en capilla ardiente en la Escuela Normal y allí pronunciaron discursos los señores Arístides
García Mella, Federico Henríquez y Carvajal y Félix E. Mejía, (Colección Trujillo). Como se ve, en
esta etapa se honra adecuadamen te la memoria del gran educador puertorriqueño que fundó aquí
la escuela normal. Ello evidencia que la lucha entre la escuela tradicional y la positivista aún se
mantenía.

No encontramos en el período de Horacio Vásquez (1924-1930) diferencias esenciales con el


anterior en el aspecto educacional. Más bien, este período es una continuación del otro en el cual, al
seguirse desarrollando el capi talisrno, se van aplicando en la Educación los mecanismos dejados
por el imperio para ayudar en el mantenimiento del sistema.

La diferencia entre el Gobierno de Ocupación y el de Horacio Vásquez, importante para la


Educación: la represión del período de Vásquez no es brutal como en el de los norteamericanos,
quienes, además. Cerraron escuelas y la universidad, aunque las reabrieron. Además durante la
ocupación hubo una fuerte censura que afectó la libertad de expresión y en consecuencia, la
Educación.
FILOSOFI A EN LA ERA DE TRUJILLO

En el año 1930 se inició la Era de Trujillo, largo periodo de nuestra historia que se caracterizó por el
desarrollo del capitalismo dependiente Y desembocó a la muerte del tirano, en 1961, en el propio
capitalismo dependiente caracterizado, en parte, por lo que nuestros teóricos llaman Capitalismo de
Estado.

En la Era de Trujillo, el jefe supremo del Estado fue el propio dictador, en todo momento, pero en
algunas etapas, por conveniencia política para el régimen, figuraron como presidentes de la
República distintos personajes, así:
 Del 16 de agosto de 1938 al 7 de marzo de 1940: Jacinto B. Peynado.
 Del 7 de marzo de 1940 al 18 de mayo de 1942: Manuel de Jesús Troncoso de la Concha.
 Del 16 de agosto de 1952 al 16 de agosto de 1958: Héctor Bienvenido Trujillo.
 Del 16 de agosto de 1958 al 31 de diciembre de 1961: Joaquín Balaguer.
 Del 16 de agosto de 1930 al16 de agosto de 1934: Trujillo
 Del 16 de agosto de 1934 al 16 de agosto de 1938: Trujillo
 Del 16 de agosto de 1938 al7 de marzo de 1940: Jacinto B. Peynado
 Del 7 de marzo de 1940 al 18 de mayo de 1942: Manuel de Jesús Troncoso de la Concha
 Del 18 de mayo de 1942 al16 de agosto de 1942: Trujillo
 Del 16 de agosto de 1942 al 16 de agosto de 1947: Trujillo
 Del 16 de agosto de 1947 al 16 de agosto de 1952: Trujillo
 Del 16 de agosto de 1952 al16 de agosto de 1958: Héctor B. Trujillo
 Del 16 de agosto de 1958 al 31 de diciembre de 1961: Joaquín Balaguer.

Trujillo fue ajusticiado el 30 de mayo de 1961, mientras ejercía la Presidencia de la República el Dr.
Joaquín Balaguer, bajo el mandato supremo del Jefe, Balaguer, que había sido elegido para el
período 1958-1962, continuó en la Presidencia hasta el 31 de diciembre de 1961, no pudiendo
completar el indicado período debido a las presiones sociopolíticas de amplios sectores de la
comunidad nacional.
Es muy frecuente que cuando se enfoca en algún trabajo histórico la "Era de Trujillo", se haga ver a
este personaje como la causa de la generalidad de los factores que concurrían para el
establecimiento de aquella oscura etapa de la historia dominicana, Con esto, muchas veces se omite
la incidencia de factores muy determinantes como fueron el papel de las clases dominantes
oprimiendo al "pueblo y el imperialismo norteamericano apoyado en esas clases y protegiéndolas a
través del tirano, como un medio para desarrollar el neocolonialismo que martirizó y aún martiriza a
nuestro pueblo.

El cruel dictador que gobernó del 1930 a 1961 no fue un ente aislado de las fuerzas históricas.
Recuérdese a otros países en los que se desarrollaron ya en la misma etapa, ya antes, o después,
fenómenos similares: Gómez en Venezuela, Rosas en Argentina, Batista en Cuba, Duvalier en Haití,
Strossner en Paraguay, los Somoza en Nicaragua. Esto nos da a entender que fueron circunstancias
históricas las que erigieron a esos hombres antes que fueran ellos quienes determinaran la historia,
sin que por esto neguemos que cada uno pudo imprimir su sello personal a su respectiva dictadura
derechista, pero véase que éstas tienen características en común que no se las dan unos cuantos
hombres, sino circunstancias históricas entre las que se destacan ciertas necesidades del
capitalismo en los Estados Unidos y la necesidad de los magnates de este último país de hacer uso
de los recursos más antihumanos para sojuzgar en su beneficio a los pueblos del capitalismo
subdesarrollado.

La confusión con respecto al papel de Trujillo se ha desarrollado en gran medida debido a que el
tirano cayó en el momento en que presentaba contradicciones con 'el imperio del Norte, que aunque
no eran contradicciones antagónicas, fueron producto de una serie de hechos que indicaban que ya
este dictador había sido tan usado que antes que servir al imperialismo para ocultar y desarrollar sus
propósitos, constituía un estorbo para ello. No podemos, pues, ver a Trujillo, ni a los Somoza, ni a
Duvalier, como entes aislados del contexto histórico nacional y mundial, como tampoco podemos,
con respecto al sanguinario dictador dominicano, caer en uno de estos dos extremos:
1. Afirmar que Trujillo lo hizo todo como dictador, al margen de la lucha de clases y del apoyo
del imperialismo.
2. Que el dictador fue instrumento sencillamente, y no más, de las clases dominantes y del
imperialismo.
No hay que olvidar que si bien Trujillo fue un dictador, no puede haber dictador sin dictadura, ni
puede haber dictadura de derecha en América sin la anuencia ni el aprovechamiento de los yankis y
de los sectores burgueses respectivos.

Aunque Trujillo restringió en cierta medida el papel (le la burguesía como clase coherente, esto no le
restó, en términos generales, la oportunidad a dicha clase, de explotar, junto al Jefe, principal
burgués del país, el trabajo del obrero, del campesino y de todo trabajador. Por eso creemos que
Roberto Cassá está en lo cierto al afirmar, refiriéndose a los sectores burgueses, que:

Trujillo no pudo plantearse romper históricamente con estos sectores, dada la naturaleza de su
régimen, tratando, por el contrario, de mantenerlos integrados por medio de representantes virtuales
colocados en altas posiciones del Estado.

En este período llamado Era de Trujillo, los oligarcas y burgueses se beneficiaron ampliamente de la
horrorosa situación que sufría el pueblo. Mientras los hijos de trabajadores, campesinos y
desempleados tenían serias limitaciones para poder lograr la realización de estudios. sobre todo
Medios y Superiores, los de las clases dominantes, de las mismas que a raíz del 30 de mayo de
1961 renegaron de Trujillo y en gran medida auparon a Balaguer o constituyeron la unión Cívica
Nacional, los hijos de esas clases, repetirnos, gozaron de grandes facilidades para su educación
escolar dentro o fuera del país, con la garantía, al mismo tiempo, de colegios, ricos en recursos
materiales y con personal docente bien entrenado, alimentación hogareña de primer grado, así corno
lujo y derroche en cuanto a vestido, transporte, vivienda y diversiones.

Así que cuando decirnos Trujillo, muchas veces esa palabra abarca no sólo al tirano que llevó ese
apellido, sino también al imperialismo norteamericano y a la burguesía dominicana.
Reformas Educativas Trujillistas

Las reformas educativas determinadas e iniciadas por los invasores norteamericanos en el período
1916-1924, fueron continuadas en el gobierno de Horacio Vásquez, llegando hasta la Era de Trujillo.

En el inicio de este último período histórico, se van operando ciertas transformaciones que
centralizan más la educación para mejor control estatal y mayor armonía con el capitalismo
dependiente en marcha. En diciembre de 1930, el Congreso Nacional expide la Ley No. 53. Con el
objetivo de intentar llevar a cabo una reforma sabia y completa, de todas las leyes y reglamentos
que en la actualidad regulen, en sus diversos grados, la Enseñanza del país.

Dicha ley creó una comisión denominada reformas a la Enseñanza, para hacer la revisión. Como
resultado de la aplicación de la Ley 53, se restableció en 1934 la Secretaría de Estado de
Educación, que había sido sustituida en tiempos de la Ocupación Norteamericana por la
Superintendencia General de Enseñanza. Además se hicieron reformas a los planes y programas de
estudio de los distintos niveles; se organizó el servicio médico escolar; se creó la Dirección General
de Bellas Artes y se dio nueva organización a la Educación Física y al deporte.

En 1932 se promulgó la Ley General de Estudios No. 418, que sustituye a la La Ley General de
Estudios que habían implantado los norteamericanos en 1918. La nueva ley da lugar a múltiples
reformas, en relación con la ya vista Ley 53. Por medio de ella, se especifican funciones del Consejo
Nacional de Educación en relación con planes, programas, títulos, exámenes, períodos y horarios de
las escuelas.

En la era de Trujillo siguió primando en nuestra educación la ideología burguesa, con sus
expresiones idealistas. Así la Ley Orgánica de Educación 2909 del 5 de junio de 1951 indica entre
los fines de la educación dominicana, la tradición hispánica y el cristianismo. A estos valores se unía,
en la práctica escolar o educativa, la obligada adoración al Jefe.
La escuela era un instrumento para mantener el sistema socio-político, garantizando la formación de
trabajadores explotables o del hombre inclinado a la situación capitalista del "ascenso" social
mediante las diversas formas que el liberalismo burgués tiene para ello.

Trujillo logró, unas veces por la violencia y otras por la compra de conciencia, o simplemente por el
engaño, conquistar la mayoría de nuestros hombres de ciencia y de letras para que le sirvieran en la
tarea de mantener y desarrollar el régimen.

Los que no se prestaron para ello tuvieron como consecuencia el exilio, la muerte o una vida llena de
privaciones y martirios.

En la intelectualidad dominicana de esos tiempos, parte de la cual aún subsiste e influye en la


actualidad, hubo una gran variabilidad en cuanto a los aportes culturales y educativos. Como estos
aportes estaban necesariamente ligados al régimen y debían servir para promoverlo y afianzarlo, no
fueron pocos los intelectuales que tuvieron que establecer una dualidad en su vida profesional,
tratando de armonizar sus aportes culturales con la necesaria adhesión al criminal régimen. y aun
dentro de esa deprimente situación, debían producirse obras que aumentaran el patrimonio
científico, educativo y cultural dominicano, como en efecto se hizo en cierta medida. Un ejemplo de
esto es el historiador y literato Ramón Marrero Aristy, entre muchos otros, quien en plena era de
Trujillo escribió y publicó una de las obras literarias que presentan las mayores evidencias de la
situación de injusticia en que han vivido los hombres dedicados al trabajo de la aña.

En el campo educacional, la sumisión de los maestros cuya impotencia frente al momento que les
tocó para su ejercicio profesional, se manifiesta claramente, pero muchos de ellos no dejaron de
aportar conocimientos que permitieron que no todo se perdiera en la oscura noche del trujillato. Todo
esto junto a las persecuciones. La vigilancia y los atropellos físicos y morales a que estaban
expuestos y que recibiera sin miramientos aquellos que osaban y los hubo en gran cantidad-
siquiera expresar dudas sobre la autenticidad de la pregonada democracia del régimen.
A la par con el desastre ideológico y político que se experimentó durante la Era, en ella se
produjeron obras de orden material de relativa importancia, tales como las construcciones de
escuelas, que cobraron mayor ritmo y modernización; hubo, en general un aumento cuantitativo en
todos los aspectos de la Educación, pero lo cualitativo (lo ideológico, lo moral, lo político) descendió
de tal manera que no hay lugar para compensación alguna.

Es oportuna una comparación de las cantidades de escuelas y alumnos, así como de los gastos
para la educación sistemática. En el último año del gobierno de Horacio Vásquez y en el inicio del
segundo tercio de la Era de Trujillo.

En cuanto a los aspectos técnico-pedagógicos, en la Era de Trujillo encontramos poco avance en la


investigación pedagógica, mucho menos en la filosofía educativa, aunque sí en el aspecto didáctico.
Ya hemos dicho que la escuela continuó con la metodología tradicional, aunque los avances
pedagógicos de países como los Estados Unidos, Francia, España e Inglaterra se hacían sentir en
colegios (escuelas privadas, generalmente religiosas en aquella época) a los que asistían los hijos
de la clase dominante, incluidos los del tirano, como también de la gente "acomodada", en general.
Eran frecuentes las inquietudes pedagógicas y culturales de distinguidos intelectuales, como
también la presencia de maestros con gran dominio de sus asignaturas en escuelas como los
grandes liceos de la ciudad capital (Salomé Ureña y Presidente Trujillo), y de las ciudades de
provincias, pero muchos valores de la cultura y la educación como Pedro, Max y Camila Henríquez
Ureña; Pedro Mir, Manuel del Cabral, Juan Bosch y otros, tuvieron que irse, forzosamente, al exilio.

Los estudios pedagógicos se realizaban en las escuelas normales y en aquellas secundarias que
tenían entre las áreas del bachillerato una pedagógica que fue suprimida en la década del 1940; y no
es sino hasta 1958 cuando se abre la Licenciatura en Ciencias de la Educación de la Facultad de
Filosofía y Educación de la Universidad de Santo Domingo, cuyos primeros Licenciados en
Pedagogía se gradúan en 1961.
Funcionaban para la época, en el país. Cinco (5) escuelas normales para la formación de maestros.
Una de ellas, la Félix Evaristo Mejía, en la ciudad capital, formaba maestros, o profesores, para la
educación secundaria. Las otras los preparaban para primaria. Entre estas últimas existía la
modalidad de normales rurales, que graduaban maestros para las escuelas primarias rurales.

La clasificación general de las escuelas normales a finales de la era de Trujillo, era la siguiente:
Escuela Normal Félix Evaristo Mejía, en la capital; formaba profesores de secundaria; estaba dirigida
por religiosas de la orden de Santa Teresa. El alumnado era del sexo femenino. Tenía régimen de
internado. Las alumnas recibían gran parte de la docencia en la Facultad de Filosofía y de
Educación. Al finalizar sus estudios obtenían el título de Licenciado en Educación, con distintas
menciones según el área científica de especialización para la docencia; Escuda Emilio Prud Home,
en Santiago de los Caballeros, formaba profesores de primaria. Estaba dirigida por religiosas de la
Orden de Santa Teresa. El alumnado era del sexo femenino y tenía régimen de internado; Escuela
Teodoro Henequen (hoy Luis Napoleón Núñez Molina en honor a ese educador, que fue su director)
en Licey al Medio, Santiago. Formaba maestros normales rurales. Era dirigida por personal laico
perteneciente a la Secretaría de Estado de Educación. El alumnado era mixto. Tenía régimen de
internado y los alumnos recibían el título de Maestro Normal Rural que los facultaba para laborar en
las escuelas rurales del país; Juan Vicente Moscoso, en San Pedro de Macorís. Similar a la anterior.
Américo Lugo en San Cristóbal, similar a las dos anteriores.
ETAPA POST-TRUJILLO

Entre la muerte de Trujillo (30 de mayo, 1961) y la salida de Balaguer (1 ro. de enero de 1962), la
escuela dominicana experimenta grandes convulsiones, como parte de las que se producían en toda
la sociedad.

El despertar ante la nueva situación se generalizó, Universidad, Liceos, escuelas se movilizaban.


Los cuerpos de represión recrudecían su persecución contra los sectores que se movilizaban por la
libertad y el cambio económico. Inmediatamente después de la muerte del tirano, los trabajadores,
los profesores, los pequeños comerciantes, forman sus respectivas asociaciones y luchan. Los
maestros se organizan, surge la Federación de Estudiantes Dominicanos, en la Universidad, y las
asociaciones de la escuela secundaria.

La manifestación que hizo, en junio de 1961, un grupo de unos 300 estudiantes universitarios frente
al Alma Mater, edificio principal de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, estatal, es una de
las primeras que se efectuaron en el país a raíz de la muerte del tirano. Las protestas estudiantiles
conllevan la quema de retratos de Trujillo en la Universidad- y en 1as escuelas, así como el repudio
a profesores muy ligados a la recién decapitada tiranía. La llegada de exiliados en 1961 fortalece la
lucha, puesto que no sólo llegaban hombres, sino también nuevas ideas.

La presencia desde el 1960 del Movimiento Popular Dominicano, y la lucha de éste contra el
régimen, hablan servido a muchos jóvenes para que conocieran las verdades históricas y políticas
que el régimen ocultaba. Las manifestaciones masivas del Partido Revolucionario Dominicano, que
llegó e1.5 de julio de 1961, siguen ayudando parella lucha, y es factor fundamental en ésta la
existencia en el país de gran cantidad de hombres, cuya expresión más alta es Manolo Tavárez
Justo, que se habían enfrentado en lucha desigual a la tiranía y que ahora podían luchar con mayor
amplitud junto al pueblo. El pueblo dominicano luchó unido en muchas oportunidades por eliminar
los remanentes de la tiranía, pero en todo momento se evidenció el antagonismo entre las clases
sociales. Las posiciones y situaciones de la Unión Cívica Nacional y el 14 de Junio, así lo
evidenciaban. ASÍ, quienes iban más allá de un cambio de gobierno como meta, perseguían el
cambio del sistema social imperante. Pero el imperialismo y sus aliados mantuvieron el dominio.
Una de las organizaciones que se forman a raíz que la muerte de Trujillo es la Federación Nacional
de Maestros (FENAMA), en la que de inmediato se manifiesta lo que acabamos de expresar sobre
los conflictos de las clases sociales.

La Asociación de Maestros del Distrito Nacional tuvo, en consecuencia, contradicciones con la


nacional, FENAMA. Esta última era orientada políticamente por el naciente socialcristianismo y el
consiguiente consejo de la Iglesia Católica, contando además con respaldo de importantes sectores
de la derecha. La Asociación de Maestros del Distrito Nacional, en cambio, estaba ligada ideológica
y políticamente a la izquierda ya sectores políticos progresistas

En los años inmediatamente posteriores a la muerte de Trujillo (1961-1965) la escuela dominicana


sale de la férrea estabilidad en que se había encontrado y confronta una situación muy distinta. Por
un lado, las frecuentes movilizaciones estudiantiles reducen considerablemente el calendario
escolar, y en consecuencia restringen las posibilidades de adquisición de los conocimientos
académicos que se ofrecen en las aulas; y por la otra parte, esas movilizaciones estudiantiles, que
eran parte de la lucha general del pueblo, constituyen de por sí parte de la educación social y política
que nunca nuestra escuela ha ofrecido y que la juventud busca y encuentra en los partidos políticos,
en los clubes culturales, en las asociaciones estudiantiles, y sobre todo en las luchas junto al pueblo.

El entusiasmo por la educación crece de tal manera que las escuelas, ya de por sí insuficientes, se
superpueblan aún más. Esto se debe a que la gente se siente con más derecho a la educación y con
mayores deseos de -ascenso social por medio de un título.

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