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INTRODUCCION
El eje central de la materia es el estudio de la protección del individuo a través de la plena vigencia
de sus derechos y de sus garantías. Las normas que expresan el contenido y alcances de los
derechos humanos generan obligaciones exigibles a los Estados tanto a nivel interno como
internacional.
Ya en el Siglo XIX a expansión del constitucionalismo liberal jerarquizó los derechos y garantías
individuales como normas fundamentales dentro de las jurisdicciones nacionales.
Los antecedentes del tratamiento a nivel internacional de los derechos esenciales de las personas
se remontan a mediados del Siglo XIX con la aparición de convenios tendientes a la abolición de la
esclavitud y a proteger a las víctimas de los conflictos armados. El siguiente antecedente se
relaciona con las consecuencias de la Primera Guerra Mundial a través de la creación de la
Sociedad de las Naciones y de la Organización Internacional del Trabajo. La creación del Tratado de
Versalles de 1919 de la Organización Internacional del Trabajo incorporó el tratamiento del
derecho al trabajo y los derechos de los trabajadores a nivel supranacional.
La Carta de las Naciones Unidas fue el disparador de un movimiento institucionalizado a consolidar
las libertades fundamentales del individuo a través de su promoción y protección. El fundamento
de esta creciente internacionalización surge como una necesidad de contrarrestar las actitudes del
Estado como potencial violador de los derechos humanos dentro de su propio jurisdicción interna.
Los sistemas regionales europeas (Convención Europea para la Protección de los Derechos
Humanos y Libertades Fundamentales, Roma 1950) y americano (Convención Americana sobre
Derechos Humanos, San José de Costa Rica, 1969) implementaron la constitución de tribunales
regionales con competencia para entender en presuntas violaciones imputables a los Estados
parte de esos Convenios.
Una de las características primarias del derecho internacional de los derechos humanos es su
condición de derecho subsidiario respecto de los derechos internos.
En consecuencia, para recurrir a los mecanismos internacionales o regionales de protección es
necesario por regla general el agotamiento de los recursos internos.
DEFINIICION DE DERECHOS HUMANOS: Son derechos humanos aquellos que tutelan el
ordenamiento jurídico internacional, de acuerdo con la cultura predominante en un lugar y tiempo;
que corresponden con su naturaleza de tal a todo ser humano y, por ende, de los que no se puede
ser privado sin generar responsabilidad internacional del Estado violador.
CLASIFICACION DE LOS DERECHOS HUMANOS
Dado que se condice con la evolución histórica de la humanidad, pueden distinguirse al menos tres
categorías: a) derechos individuales, b) derechos sociales y c) derechos colectivos; en ellos varia
esencialmente la conducta que se espera asuma el Estado.
a) DERECHOS INDIVIDUALES: o llamados también “civiles y políticos” o de “primera
generación”. Se aguarda que un Estado democrático se abstenga de intervenir y/o de
limitar y/o cercenar las libertades esenciales de la persona, además de asegurarse su
participación en los procesos de formación de la voluntad (derecho a elegir y ser elegido,
etc.). Su origen histórico está atado primordialmente a los primeros movimientos
revolucionarios contra las monarquías absolutas europeas. Por ejemplo, Revoluciones
británicas (Bill of Rights de 1689) la Revolución estadounidense de 1776 y la Revolución
francesa de 1789. A su vez también se espera que el Estado “hago algo” y no solo que se
abstenga, por ejemplo de protegerlo frente a hechos de particulares y/o investigar y
esclarecer los delitos que aunque cometidos por terceros implique una transgresión a esos
derechos.
b) DERECHOS SOCIALES: “derechos económicos, sociales y culturales” o de “segunda
generación”. Se le exige al Estado un rol de proveedor principal de esos bienes. Su origen
histórico se vincula con el nacimiento del socialismo europeo a partir de la Revolución de
Paris de 1848, la Alemania unificada de Bismark, la Revolución Soviética en la Rusia de los
zares de 1917 y la Constitución de México de 1919. En este aspecto, el Estado no es
solamente el prestador de los servicios, sino a su vez es el que debe auditar que si un
particular/privado tiene el servicio a cargo, no lo viole. La Corte Interamericana de
Derechos Humanos fija tres aspectos en estos derechos: 1) progresividad, 2) titularidad
individual y posibilidad consecuente de reclamarlos judicialmente y 3) inderogabilidad de
una vez adquiridos.
c) DERECHOS COLECTIVOS: “tercera generación”. El compromiso no se extiende ya
solamente al Estado, sino que abarca a la sociedad también. Son ejemplo de estos
derechos, los derechos al medioambiente, e la información, a la intimidad o de defensa
del consumidor, exigen actividades concretas y positivas no solo por parte del propio
actuar de la comunidad políticamente organizada, sino de todos los habitantes.
LOS DERECHOS HUMANOS COMO NOCION SURGEN CON EL RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
LOS ESTADOS TIENEN LA OBLIGACION DE PREVENIR – INVESTIGAR – SANCIONAR - REPARAR
3. Todo Estado parte que haga uso del derecho de suspensión deberá informar inmediatamente
a los demás Estados partes en la presente Convención, por conducto del Secretario General de la
Organización de los Estados Americanos, de las disposiciones cuya aplicación haya suspendido,
de los motivos que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya dado por terminada
tal suspensión.
En la actualidad el derecho internacional de los derechos humanos si bien permite a los Estados
separarse de sus obligaciones internacionales para hacer frente a las situaciones de emergencia,
limita la suspensión de determinados derechos y condiciona la suspensión de otros al
cumplimiento de ciertos requisitos establecidos en los tratados internacionales.
Con la sola y única finalidad de restablecer la normalidad y garantizar el goce de los derechos
humanos fundamentales.
El Pacto de San José contiene un catálogo más extenso de derechos que no pueden suspenderse y
es el primer instrumento internacional que prohíbe la suspensión de las “garantías judiciales
indispensables” para la protección de los derechos que no pueden ser suspendidos.
El objetivo principal de un Estado Parte que suspende ciertos derechos autorizados por la
Convención debe ser el restablecimiento de una situación en la que se pueda asegurar de nuevo el
pleno respeto de la Convención, ésta es la lectura que deber de hacerse del artículo 27 en el
contexto del régimen de protección de los derechos humanos de la Convención.
Situaciones que autorizan la declaración de estado de excepción
Se señalan los siguientes motivos que los Estados suelen invocar para declarar un estado de
excepción: amenaza a la seguridad del Estado, al orden público, a la vigencia de la Constitución y
de las instituciones democráticas, existencia de actos de violencia, subversión o terrorismo,
intento de golpe de Estado, asesinato de miembros del gobierno, vandalismo, ataque o amenaza
de ataque del exterior, motines o rebeliones internas, etc. También se invoca con frecuencia la
necesidad de hacer frente a calamidades públicas, catástrofes naturales (particularmente ciclones,
terremotos, etc.) o provocadas por el hombre.
Condiciones para la suspensión de obligaciones
El artículo 27.1 establece la posibilidad de suspender ciertas obligaciones contraídas bajo la
Convención siempre y cuando se cumplan con determinados requisitos:
1. Que exista una amenaza excepcional;
2. Proporcionalidad entre las medidas adoptadas y la gravedad de la crisis;
3. Limitación temporal y geográfica de la suspensión de las obligaciones;
4. Compatibilidad con otras obligaciones internacionales;
5. Que las medidas adoptadas no discriminen.
Amenaza excepcional
Una guerra, el peligro público u otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del
estado, conforma el concepto de “circunstancias excepcionales” que autorizan a suspensión de
determinadas obligaciones. El peligro debe de ser actual o al menos inminente, en cuanto a sus
efectos la situación debe de afectar a toda la población, a la totalidad de territorio o una parte del
mismo y constituir una amenaza a la vida organizada de la sociedad.
Proporcionalidad entre las medidas adoptadas y la gravedad de la crisis
Debe de existir una adecuación entre las medidas adoptadas y la gravedad de la situación, este es
un requisito cuyo cumplimiento tendrá que analizarse caso por caso. Para que las restricciones
sean legítimas deben de ser proporcionales a la gravedad del peligro.
La proporcionalidad de las medidas guarda una relación directa con la duración, el ámbito
geográfico y alcance material del estado de excepción.
Limitación temporal y geográfica de la suspensión de las obligaciones
La limitación temporal se encuentra implícita en la naturaleza misma del estado de excepción, es
fundamental señalar una limitación en el tiempo de la duración de la medida para evitar que la
misma se vuelva una situación permanente. En cuanto a la limitación geográfica, si bien la misma
no se desprende del texto del artículo 27, la misma debe de entenderse incluida en el contexto de
la exigencia de proporcionalidad de las medidas.
Compatibilidad con otras obligaciones internacionales
Este requisito busca compatibilizar las diversas normas internacionales que regulan la materia,
puesto que un mismo estado puede ser parte de varias convenciones, universales y regionales que
regulan los estados de excepción. Los términos “demás obligaciones que impone el derecho
internacional” abarcan las obligaciones convencionales y consuetudinarias impuestas por el
derecho internacional de los derechos humanos como por el derecho humanitario. Los Estados
parte no pueden invocar el artículo 27 de la Convención como justificación de actos que violan el
derecho humanitario o normas imperativas de derecho internacional, por ejemplo, la toma de
rehenes, la imposición de castigos colectivos, la privación arbitraria de la libertad o la
inobservancia de los principios fundamentales de juicio imparcial, en particular la presunción de
inocencia.
Que las medidas adoptadas no discriminen
El artículo 27.1 de la Convención Americana al igual que el artículo 4 del PIDCP exige que la
restricciones impuestas no entrañen discriminación alguna fundada únicamente en motivos de
raza, color, sexo, idioma, religión u origen social. La Corte ha señalado que el principio de igualdad
y no discriminación forma parte del derecho internacional general, es decir al ser una norma de jus
cogens no puede ser suspendido ni derogado.
Derechos no susceptibles de suspensión
El objetivo y fin de los tratados de derechos humanos no es el intercambio recíproco de derechos
y obligaciones entre los Estados sino la protección de los derechos de todos los seres humanos. En
los tratados de derechos humanos existen derechos que no pueden derogarse ni suspenderse por
causa de emergencia pública, y puede afirmarse de ellos que formar parte del objeto y fin del
tratado.
El Habeas Corpus bajo suspensión de garantías.
El hábeas corpus constituye el medio idóneo para garantizar la libertad de la persona como para
controlar el respeto a la vida y proteger la integridad personal del individuo, a través de dicho
recurso, la presentación del detenido ante el juez le permite a éste la constatación de la legalidad
de la detención y protegerlo contra la tortura u otras penas o tratos crueles y degradantes. Es por
ello que constituye el Es por ello que constituye el recurso idóneo para la protección de una buena
parte de los derechos protegidos por el artículo 27.2.
Garantías judiciales en estados de emergencia
Las garantías judiciales indispensables deben de subsistir para verificar la necesidad, razonabilidad
y proporcionalidad de las medidas específicas adoptadas durante los estados de excepción. Dichas
garantías judiciales consagradas en los artículos 7.6 y 25 de la Convención Americana no pueden
entenderse y ejercerse sin el cumplimiento del “debido proceso legal” consagrado en el artículo
Por lo que el debido proceso legal no puede suspenderse en cuanto constituye una condición
necesaria para que los instrumentos procesales, regulados por la Convención puedan considerarse
como garantías judiciales, como sería el caso del amparo y el hábeas corpus.
Notificación del estado de excepción
Los Estados partes de la Convención se han comprometido a observar un régimen de notificación
internacional. La notificación es una medida de publicidad que tiene la función de informar a la
comunidad internacional de la imposibilidad de cumplir con ciertas obligaciones de manera
excepcional y transitoria. Dicha notificación es un requisito indispensable que habilita a los Estados
a recurrir a las normas internacionales que le autorizan suspender ciertos derechos en
circunstancias excepcionales.
La comunicación, del establecimiento de un estado de excepción, a los demás Estados partes de la
Convención, se hará por conducto del Secretario General de la OEA y deberá de reunir los
siguientes requisitos:
1. Debe ser inmediata; 2. Debe señalar de manera expresa las disposiciones que se suspenden;
3. Debe expresar las razones que motivan dicha suspensión; 4. Deben notificar por el mismo
conducto el levantamiento del estado de excepción.
Constituye una salvaguardia para prevenir el abuso de las facultades excepcionales de suspensión
de garantías y permite a los otros Estados parte apreciar que los alcances de esa suspensión sean
acordes con las disposiciones de la Convención. Por ende, la falta de este deber de información
implica el incumplimiento de la obligación contenida en el artículo 27.3.28
CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS: ARTÍCULO 30. ALCANCE DE LAS
RESTRICCIONES.
Las restricciones permitidas, de acuerdo con esta Convención, al goce y ejercicio de los derechos
y libertades reconocidas en la misma, no pueden ser aplicadas sino conforme a leyes que se
dictaren por razones de interés general y con el propósito para el cual han sido establecidas.
CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS: Artículo 32. Correlación entre Deberes
y Derechos.
1. Toda persona tiene deberes para con la familia, la comunidad y la humanidad.
2. Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad
de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática.
DERECHO A LA IGUALDAD
CONSTITUCION NACIONAL - ARTÍCULO 16. La Nación Argentina no admite prerrogativas de
sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus
habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad.
La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.
Debe haber una justificación objetiva de la norma, esto es, que ella persiga un FIN LEGITIMO y que
exista proporcionalidad entre los medios empleados y el fin buscado. La restricción no debe excluir
a más personas de las necesarias. El medio para llegar al fin (legitimo) sea el menos lesivo para el
derecho en juego. La medida debe ser RAZONABLE y PROPORCIONAL.
“CATEGORÍAS SOSPECHOSAS”
Son aquellas distinciones que en principio se considerarían discriminatorias y que requiere que se
invierta la demostración de lo contario. Aquel que sostenga la legitimidad de la citada distinción
debe acreditar la existencia de un interés estatal urgente para justificar aquella, y no es suficiente,
a tal efecto, que la medida adoptada sea razonable.
El Estado está facultado para tomar MEDIDAS DE ACCIÓN POSITIVAS (por ejemplo LEY DE CUPO)
y así crear una IGUALDAD REAL DE OPORTUNIDADES. EQUIPARAR OPORTUNIDADES PARA
ASEGURAR UN PISO DEL QUE PARTAN TODOS Y LUEGO ASCENDER POR MERITO.
1. Toda persona, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro
carácter tiene derecho a:
a) Ser oída con las debidas garantías
El derecho a ser oído implica, la posibilidad cierta de recurrir ante los órganos del Estado que
resulten competentes para adoptar una decisión que pueda afectar derechos o intereses, a los
fines de hacer valer una o más pretensiones, y explicar sus razones. En el procedimiento
administrativo el derecho a ser oído implica que, antes de la emisión de un acto de alcance
particular, se otorgue al individuo la posibilidad de tener acceso y ser tenido por parte en el
expediente. El derecho a ser oído es sinónimo de tutela judicial efectiva, y significa que toda
persona tiene derecho a acceder a un tribunal para que éste pueda pronunciarse.
b) Dentro de un plazo razonable
La razonabilidad del plazo comprende, tanto los plazos máximos —para evitar atrasos
injustificados—; como mínimos que den a los individuos la posibilidad de ejercer eficazmente su
derecho de defensa. Criterios para analizar la razonabilidad del plazo: i) complejidad del asunto, ii)
actividad procesal del interesado, y iii) conducta de las autoridades judiciales.
c) Por un juez o tribunal
la expresión bajo análisis consagra el derecho a la jurisdicción o a la tutela judicial efectiva, que
implica no sólo que toda persona tiene derecho a acudir ante un tribunal judicial para la resolución
de los conflictos que afectan sus derechos, sino además, que todos los actos de los órganos del
Estado —sin privilegios por su carácter gubernamental, político, institucional o como sea que se
los denomine—son susceptibles de control o revisión plena de la autoridad de un magistrado
judicial y en un proceso judicial.
d) Competente
La competencia, entendida como el conjunto de facultades y atribuciones conferidas por el
ordenamiento jurídico a un órgano estatal para el ejercicio de sus funciones, y es exigible no sólo
respecto de aquellas emitidas por jueces o tribunales, sino también a las decisiones de los órganos
administrativos y legislativos. La noción de competencia se asocia con el concepto del juez natural
que exige no solo el establecimiento del tribunal por ley previa, sino también contiene dos
prohibiciones: la creación de fueros personales y también prohíbe que se cambie o altere la
competencia del tribunal que al momento de ocurrir los hechos debían entender en la causa
judicial de acuerdo a la ley anterior.
e) Independiente
La garantía de independencia de los órganos del Estado implica tanto la autonomía que debe regir
sus relaciones mutuas (437) —exigida por el principio de división poderes—, como también la
inexistencia de intereses privados —ya sean propios de las personas que integran los órganos
estatales, o ajenos— que puedan tener tal incidencia en sus decisiones, que conduzcan a una
desnaturalización de la defensa de los intereses públicos por los que deben velar.
f) Imparcial.
La imparcialidad supone que las personas integrantes de los órganos estatales con competencia
para adoptar decisiones públicas, no tengan prejuicios o intereses personales de ningún tipo en
relación con las partes en un proceso, que puedan afectar la rectitud de su pronunciamiento. Los
mecanismos más usuales para resolver estas cuestiones son la recusación y la inhibitoria. La
imparcialidad es exigible tanto en el proceso judicial como en el procedimiento administrativo, y
en el proceso de sanción de leyes constituye, por su parte, un presupuesto indispensable para
concederle un valor epistémico a la democracia deliberativa.
g) Establecido con anterioridad por la ley
Está íntimamente vinculada con la competencia, y que tiene por objetivo impedir la creación de
tribunales ad hoc. También asociado al concepto de JUEZ NATURAL
2 (i) Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad.
La presunción de inocencia, al igual que todo el elenco de garantías procesales previsto en los
incisos 2o a 5o del artículo 8 de la Convención, está dirigida expresa y principalmente a los
procesos penales. No obstante, la interpretación amplia sobre el ámbito material de aplicación del
debido proceso legal que surge de la jurisprudencia de la Corte IDH, permite concluir que todas
estas garantías procesales, en cuanto sean compatibles, son exigibles no sólo en los procesos
penales, sino también en todo tipo de proceso en que esté en discusión la determinación de los
derechos y obligaciones de las personas, ya sean de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro
carácter. Puede afirmarse que la presunción de inocencia es una garantía procesal aplicable a
todos los tipos de proceso. Esta garantía supone, que es la parte demandante o acusadora la que
tiene la carga de probar la responsabilidad del acusado o demandado. En materia penal, la
garantía de presunción de inocencia exige que se pruebe fuera de toda duda razonable la
culpabilidad del acusado, quien debe gozar en todo momento del beneficio de la duda, y debe ser
tratado como si fuera inocente hasta el momento en que sea declarado culpable de los hechos
que se le imputan, por sentencia judicial firme.
2 (ii). Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías
mínimas:
a) Derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o
intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal
El propósito de este derecho es asegurar que las personas cuyos derechos u obligaciones estén
siendo discutidos en el marco de un proceso, conozcan y entiendan las actuaciones que se están
llevando adelante, la situación en que se encuentran, y que puedan ser oídos y entendidos por los
órganos es estatales correspondientes.
b) Comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada
Ordena a las autoridades judiciales competentes notificar al inculpado la acusación formulada en
su contra, sus razones y los delitos o faltas por los cuales se le pretende atribuir responsabilidad,
en forma previa a la realización del proceso. Para que este derecho opere en plenitud y satisfaga
los fines que le son inherentes, es necesario que esa notificación ocurra antes de que el inculpado
rinda su primera declaración. es un requisito inexcusable, en todo tipo de proceso, que los
litigantes tengan noticia o conocimiento tanto de su promoción como de cada una de sus etapas,
en las cuales el ejercicio de alguno de sus derechos pueda ser afectado.
c) Concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la
preparación de su defensa
Parecen perfectamente aplicables a este punto los criterios sentados por la Corte IDH para analizar
la razonabilidad del plazo de duración del proceso, es decir, i) la complejidad del asunto, ii) la
actividad procesal del interesado y iii) la conducta de las autoridades judiciales.
los medios adecuados para la preparación de la defensa incluyen, además del derecho a ofrecer y producir
prueba, el conocimiento completo de los cargos, la realización de todas las diligencias probatorias
conducentes para ejercer el derecho de defensa , así como el acceso a todos los documentos y testimonios
que el acusado necesite para preparar su defensa .
Cuando una persona no opta por ninguna de las dos opciones dentro del plazo establecido por la ley, el
Estado tiene la obligación de proporcionarle un abogado. También debe darse cumplimiento a esta garantía
en aquellos casos en que, si bien la persona acusada ha elegido defenderse a sí misma, no posee las
capacidades técnicas necesarias para hacerlo eficazmente.
Consagra el principio de contradicción, en virtud del cual, cada parte en un proceso, debe ser puesta en
condiciones de conocer y rebatir los argumentos y las pruebas aducidos por la contraria, garantizándose el
derecho de los litigantes de ofrecer, y exigir la producción, de todas las medidas de prueba que estimen
conducentes en sustento de sus fundamentos. El derecho de ofrecer y producir prueba es básico para la
preparación de la defensa.
La confesión del acusado obtenida compulsivamente, obligándolo a declarar contra sí mismo, es una especie
-junto con, por ejemplo, la violación del domicilio o de la correspondencia epistolar y los papeles privados-
dentro del género de pruebas ilegales, las que, en virtud de la regla de la exclusión, no pueden ser utilizadas
por el Estado para condenar o proseguir un proceso penal en contra de una persona. No puede otorgarse
valor a la prueba obtenida como consecuencia de la violación de garantías constitucionales y apoyar en ella
una sentencia judicial. la regla de la exclusión de la prueba obtenida ilegalmente comporta un verdadero
mandato constitucional, hallando su fundamento normativo en el artículo 18 de la Carta Magna y en las
diversas garantías procesales allí previstas
Las personas inculpadas tienen el derecho a una segunda instancia, en aras de garantizar que una sentencia
adversa pueda ser revisada por un juez o tribunal distinto y de superior jerarquía orgánica, con anterioridad
a que ella adquiera calidad de cosa juzgada. La garantía de la doble instancia tiene por objeto proteger los
derechos humanos de las personas, y no los intereses del Estado en la persecución penal. La Corte IDH ha
indicado que “la posibilidad de ‘recurrir del fallo’ debe ser accesible, sin requerir mayores complejidades que
tornen ilusorio este derecho”
3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza
Falta de toda presión física o psicológica, ya sea directa o indirecta, y como comprensiva de determinadas
condiciones mínimas para poder otorgarle validez a las declaraciones efectuadas ante autoridades públicas,
en especial, a las fuerzas policiales. no se restringe sólo a otorgar ciertas garantías mínimas en relación con
la prueba confesional, sino que su ámbito de aplicación se extiende a todo tipo de elemento probatorio que
pueda ser obtenido del cuerpo de una persona sin su consentimiento
4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos
Consagra la garantía del non bis in idem, que impide que una persona pueda ser sujeta a un proceso penal
en más de una oportunidad, por la imputación de los mismos hechos. Independientemente de si resultaron
absueltas o condenadas.
5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la justicia.
“[l]a publicidad del proceso tiene la función de proscribir la administración de justicia secreta, someterla al
escrutinio de las partes y del público y se relaciona con la necesidad de la transparencia e imparcialidad de
las decisiones que se tomen. Además, es un medio por el cual se fomenta la confianza en los tribunales de
justicia. La publicidad hace referencia específica al acceso a la información del proceso que tengan las partes
e incluso los terceros” el principio de publicidad puede estar sujeto a algunas limitaciones, a los fines de
“preservar los intereses de la justicia”, “aun en los casos en que el público quede excluido del proceso, la
sentencia, con algunas excepciones estrictamente definidas, debe hacerse pública”
Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho
de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden
escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley
determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan
abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las
cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y
toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará
responsable al juez que la autorice.
- La Orden de allanamiento tiene que contener exactamente lo que se va a buscar y tiene que
estar firmada por un juez, sino no se puede arrestar.
- Debe haber una ley anterior tipificada por la cual te estén aprehendiendo, la cual debe ser clara
para evitar la discrecionalidad de quien la aplica.
-
Se sancionó la ley que deroga de las penas de prisión para los delitos de calumnias e injurias y, así,
adecuó la legislación a un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que
condenó al Estado argentino a modificar sus normas de libertad de expresión. reforma al Código
Penal mantiene multas de dinero para las injurias (de tres a 30 mil pesos) y para las calumnias (de
1.500 a 20 mil) pero establece que no serán sancionadas cuando se trate de “las expresiones
referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas”. “Tampoco configurarán delito
de injurias los calificativos lesivos al honor cuando guardasen relación con un asunto de interés
público”, completó la reforma.
Así, quedan a salvo las expresiones y opiniones sobre los funcionarios públicos, un constante
reclamo de los periodistas por considerar que las figuras de calumnias e injurias amenazaban la
libertad de expresión, y solo se mantienen como pasibles de llevar a la Justicia los dichos sobre
particulares.
Los derechos económicos, sociales y culturales son los derechos humanos relacionados con el
lugar de trabajo, la seguridad social, la vida en familia, la participación en la vida cultural y el
acceso a la vivienda, la alimentación, el agua, la atención de la salud y la educación.
Los derechos de los trabajadores, que incluyen la prohibición del trabajo forzado, los derechos a
escoger o a aceptar libremente un trabajo, a un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor,
al disfrute del tiempo libre y a la limitación razonable de las horas de trabajo, a la seguridad y la
higiene en el trabajo a afiliarse a sindicatos y a fundarlos y a la huelga;
El derecho a la seguridad social y a la protección social, que incluye el derecho a la no denegación
de la cobertura de la seguridad social de manera arbitraria o no razonable y el derecho a la
igualdad en el disfrute de la adecuada protección en caso de desempleo, enfermedad, vejez o falta
de medios de subsistencia en circunstancias que escapen al control de la persona;
La protección de la familia y la asistencia a ésta, que incluye los derechos a contraer matrimonio
mediante el libre consentimiento de los cónyuges, la protección de la maternidad y de la
paternidad y la protección de los hijos de la explotación económica y social;
El derecho a un nivel de vida adecuado, que incluye los derechos a la alimentación y a la
protección contra el hambre, a una vivienda adecuada, al agua y al vestido; generar mejores
métodos de producción, conservación y distribución de alimentos.
El derecho a la salud, que incluye el derecho a acceder a las instalaciones, los bienes y los servicios
relacionados con la salud, a condiciones laborales y ambientales saludables y a la protección
contra las enfermedades epidémicas, así como los derechos pertinentes a la salud sexual y
reproductiva;
El derecho a la educación, que incluye el derecho a la enseñanza primaria gratuita y obligatoria y
a la enseñanza secundaria y superior generalizada, accesible y progresivamente gratuita; y el
derecho de los padres de escoger la escuela de hijos;
Los derechos culturales, que incluyen el derecho a participar en la vida cultural y a compartir los
adelantos científicos y beneficiarse de ellos y el derecho a beneficiarse de la protección de los
intereses morales y materiales que correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas.
Contienen dos tipos de libertades: la libertad frente al Estado y la libertad a través del Estado. Por
ejemplo, el derecho a una vivienda adecuada abarca el derecho a no ser sometido a un desalojo
forzoso ejecutado por agentes del Estado (libertad frente al Estado) y el derecho a recibir
asistencia para acceder a una vivienda adecuada en determinadas situaciones (libertad a través
del Estado).
La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) incluye una amplia gama de derechos
civiles, culturales, económicos, políticos y sociales enmarcados en un único instrumento
internacional de derechos humanos, sin hacer distinción entre ninguno de tales derechos.
Se considera que los derechos económicos, sociales y culturales requieren un mayor grado de
inversión, en tanto que los derechos civiles y políticos requieren que el Estado se abstenga de
interferir en las libertades individuales. No obstante, los derechos económicos, sociales y
culturales también exigen que el Estado se abstenga de interferir en las libertades individuales,
como las sindicales o el derecho a elegir el trabajo que se desee. Paralelamente, los derechos
civiles y políticos, aunque abarcan libertades individuales, también requieren inversiones para
lograr su plena efectividad. Por ejemplo, los derechos civiles y políticos exigen ciertas
infraestructuras, como un sistema judicial que funcione, un sistema penitenciario que respete
condiciones de vida mínimas para los reclusos, asistencia letrada, elecciones libres e imparciales,
etc.
¿Cuáles son las obligaciones de los Estados respecto de los derechos económicos, sociales y
culturales?
En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se dispone que los
Estados han de "adoptar medidas" hasta el máximo de los recursos de que dispongan para lograr
progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales. Además,
en el Pacto se dispone que los Estados han de garantizar el ejercicio de los derechos económicos,
sociales y culturales sin discriminación y asegurar a los hombres y a las mujeres igual título a gozar
de tales derechos.
El contenido de las obligaciones de los Estados, éstas se agrupan en ocasiones en tres apartados:
RESPETAR, PROTEGER Y REALIZAR los derechos económicos, sociales y culturales.
Los tratados imponen una obligación inmediata de adoptar medidas apropiadas con miras a lograr
la plena efectividad de los derechos. La falta de recursos no puede justificar la inacción o el
aplazamiento indefinido de medidas para poner en práctica tales derechos. Los Estados han de
demostrar que están haciendo todo lo posible para mejorar el disfrute de los derechos
económicos, sociales y culturales, incluso cuando los recursos son escasos. Por ejemplo,
independientemente de los recursos de que disponga, un Estado debe, con carácter prioritario,
intentar conseguir que toda persona tenga por lo menos acceso a unos derechos mínimos y
establecer objetivos para los programas de protección de los pobres, los marginados y las
personas desfavorecidas.
¿Qué tipo de obligaciones deben cumplirse de inmediato en relación con los derechos
económicos, sociales y culturales?
Eliminación de la discriminación. En relación con la atención de la salud, la educación y el lugar de
trabajo. Por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen
nacional o social, patrimonio, nacimiento, discapacidad u otra circunstancia.
Derechos económicos, sociales y culturales no sujetos al logro progresivo de la efectividad. Las
obligaciones de garantizar el derecho a formar sindicatos y afiliarse a ellos y a la huelga, así como
la obligación de proteger a los niños y jóvenes frente a la explotación económica y social no
requieren recursos importantes y deben observarse de inmediato. Los Estados partes en el Pacto
Internacional han de atenerse rigurosamente a un plazo de dos años para formular un plan de
acción destinado a garantizar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos.
Obligación de "adoptar medidas".Si bien su plena efectividad puede lograrse progresivamente,
con miras a alcanzar ese objetivo han de adoptarse medidas dentro de un período razonable de
tiempo. Tales medidas deben ser deliberadas, concretas y orientadas a objetivos que sean lo más
claro posibles, utilizando todos los medios apropiados, particularmente, aunque no de manera
exclusiva, la adopción de medidas legislativas.
Prohibición de medidas regresivas. Los Estados no deben permitir que empeore el sistema
existente de protección de los derechos económicos, sociales y culturales a menos que esté muy
justificada la adopción de una medida regresiva.
Obligaciones mínimas esenciales. Hay una obligación inmediata de satisfacer los niveles mínimos
esenciales de cada derecho. Se denominan obligaciones mínimas esenciales. Si un Estado no
cumple tales obligaciones porque carece de recursos, ha de demostrar que ha hecho todo lo
posible para utilizar todos los recursos disponibles a fin de satisfacer con carácter prioritario tales
obligaciones básicas.
Los Estados están obligados a garantizar que las instalaciones, los bienes y los servicios requeridos
para el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales están disponibles a precios
asequibles. Eso significa que los costos directos e indirectos de la vivienda, la alimentación, el
agua, el saneamiento, la salud o la educación no deben impedir que una persona acceda a tales
servicios y no deben poner en peligro su capacidad de disfrutar de otros derechos. Los Estados son
responsables de regular y de garantizar que cualquier forma de prestación de servicios respete los
derechos humanos, por ejemplo garantizando la gratuidad de la enseñanza primaria y que los
servicios pertinentes de atención de la salud, los alimentos, el agua, el saneamiento y la vivienda
estén disponibles, sean accesibles (física y económicamente) y resulten adecuados para todos,
incluidos los grupos vulnerables y marginados. Así pues, los Estados han de regular y, cuando el
servicio pertinente no sea prestado por el sector público, controlar a los suministradores privados
mediante un sistema regulatorio eficiente y efectivo que incluya una supervisión independiente y
sanciones en caso de incumplimiento.
Las instituciones nacionales de derechos humanos, como la figura del Ombudsman, las comisiones
nacionales de derechos humanos y los defensores del pueblo, se ocupan cada vez más de
promover y supervisar los derechos económicos, sociales y culturales. Si bien las medidas que
pueden adoptar dependen de sus respectivos mandatos, las instituciones nacionales de derechos
humanos pueden promover y proteger los derechos económicos, sociales y culturales de diversas
maneras, entre las que cabe mencionar la tramitación de quejas en casos de violaciones, la
realización de investigaciones, la supervisión de la aplicación de los tratados internacionales
pertinentes de derechos humanos, el asesoramiento a los gobiernos sobre la aplicación de los
tratados internacionales en el plano nacional, la formulación de recomendaciones a los efectos de
que se modifiquen las políticas y la organización de actividades de formación y educación pública.
Es importante garantizar que la política de los gobiernos esté generalmente encaminada al logro
progresivo de la efectividad de tales derechos. Las instituciones nacionales de derechos humanos,
las organizaciones intergubernamentales, los expertos y las organizaciones de la sociedad civil se
ocupan cada vez más de examinar modos de supervisar el logro progresivo de la efectividad de los
derechos económicos, sociales y culturales mediante la utilización de indicadores estadísticos y
análisis de las leyes, las políticas y los presupuestos nacionales.
Los nueve tratados básicos de derechos humanos de las Naciones Unidas tienen sus propios
mecanismos de supervisión: comités de expertos independientes denominados órganos creados
en virtud de tratados. El órgano principal creado en virtud de un tratado para supervisar la puesta
en práctica de los derechos económicos, sociales y culturales es el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales.
Los órganos creados en virtud de tratados desempeñan cuatro funciones principales:
a) Examinan periódicamente los informes sobre el cumplimiento de los tratados por los Estados;
b) Articulan el contenido de los derechos y obligaciones de los tratados en sus observaciones
generales o sus recomendaciones generales;
c) La mayor parte de los órganos creados en virtud de tratados examinan quejas denominadas
comunicaciones o peticiones de particulares y de grupos de particulares;
d) Algunos órganos creados en virtud de tratados también realizan investigaciones en
determinadas condiciones cuando reciben información fidedigna de violaciones graves o
sistemáticas de los derechos humanos.
Una de las diferencias que se plantea entre los derechos civiles y políticos y los DESC es que se
considera que los primeros tienen un carácter de obligaciones negativas mientras que los
segundos implicarían el nacimiento de obligaciones positivas que en la mayoría de los casos deben
solventarse con recursos públicos. Estas distinciones están basadas sobre una visión totalmente
sesgada y "naturalista" del papel y funcionamiento del aparato estatal, que coincide con la
posición decimonónica del Estado mínimo, garante exclusivamente de la justicia, seguridad y
defensa. Respecto a muchos otros derechos "civiles y políticos": el respeto de derechos tales como
el debido proceso, el acceso a la justicia, el derecho de asociación, el derecho de elegir y ser
elegido, suponen la creación de las respectivas condiciones institucionales por parte del Estado
(existencia y mantenimiento de tribunales, establecimiento de normas y registros que hagan
jurídicamente relevante la actuación de un colectivo de personas en cuanto tal, convocatoria a
elecciones, organización de un sistema de partidos políticos, etc.). Aun aquellos derechos que
parecen ajustarse más fácilmente a la caracterización de "obligación negativa", es decir, los que
requieren una limitación en la actividad del Estado a fin de no interferir la libertad de los
particulares –por ejemplo, la prohibición de detención arbitraria, conllevan una intensa actividad
estatal destinada a que otros particulares no interfieran esa libertad, de modo tal que la
contracara del ejercicio de estos derechos está dada por el cumplimiento de funciones de policía,
seguridad, defensa y justicia por parte del Estado. Evidentemente, el cumplimiento de estas
funciones reclama obligaciones positivas, caracterizadas por la erogación de recursos, y no la mera
abstención del Estado. Puede reconocerse que la faceta más visible de los derechos económicos,
sociales y culturales son las obligaciones de hacer, y es por ello que se los denomina "derechos-
prestación". Sin embargo, no resulta difícil descubrir cuando se observa la estructura de estos
derechos la existencia concomitante de obligaciones de no hacer: el derecho a la salud conlleva la
obligación estatal de no dañar la salud; el derecho a la educación supone la obligación de no
empeorar la educación; el derecho a la preservación del patrimonio cultural implica la obligación
de no destruir el patrimonio cultural.
La obligación estatal de proteger el derecho incluye el deber de prevenir que las personas resulten
de una u otra manera privadas de sus recursos básicos para satisfacer sus necesidades de
alimentación, por otras personas, por ejemplo grupos económicos dominantes, en aspectos
diversos como acceso a la tierra, al agua, al mercado, al trabajo. La obligación de garantizar el
derecho puede cumplirse por ejemplo recurriendo a la ayuda internacional para adquirir mayores
recursos (art. 11.2, PIDESC) la obligación del Estado no siempre está vinculada con la transferencia
de fondos hacia el beneficiario de la prestación, sino más bien con el establecimiento de normas
que concedan relevancia a una situación determinada, o bien con la organización de una
estructura que se encargue de poner en práctica una actividad determinada.
La entidad se ideó para estar cercana a los administrados, tanto en las formas como en la
capacidad de estar proactivamente atenta a sus necesidades. Se incorporó con “la misión de
facilitar la participación de la población en la solución de sus problemas, brindándole una
respuesta rápida, ágil y oportuna” A su vez, se procuró blindar a quien ostentara el cargo de
inmunidad, para que no tuviera que temer las represalias de la Administración que debía controlar
en el marco de su actuación. Sería una entidad independiente que funcionaría con autonomía
funcional dentro del ámbito del Congreso de la Nación. De ello se sigue claramente que si bien el
Congreso define la elección del Defensor del Pueblo, no tiene potestades para entrometerse en la
gestión de la entidad, sus líneas de trabajo o las investigaciones que lleva adelante, más allá de
que la Ley 24.284 disponga la necesidad de que la Defensoría del Pueblo presente un informe
anual ante el Congreso. La Constitución Nacional le reconoce a la DPN competencias para
fiscalizar, controlar y proteger aquello sujeto a su universo de actuación. la Constitución delimita
este universo como “Administración Pública”, y la Ley 24.284 (anterior a la reforma) lo acota,
reglamentándolo de un modo que podría sintetizarse en el siguiente cuadro:
La ley 24.284 excluye de los organismos de defensa y seguridad. Llama la atención dado que la
Defensoría del Pueblo tiene como objetivo proteger a los desamparados ante los abusos del
Estado, y estos organismos son y han sido responsables de muchos de los casos más resonantes de
abuso de poder y encubrimiento a lo largo de la historia reciente argentina. se avance con una
reforma legal que extienda las competencias de la Defensoría del Pueblo a los organismos de
defensa y seguridad, subsanando así la potencial declaración de inconstitucionalidad de aquellos
artículos que establecen estas limitaciones.
La legitimación procesal determina la aptitud para ser parte de un determinado proceso, y está
determinada por la titularidad activa o pasiva de la relación jurídica que se somete ante el/la
juez/a, y es uno de los componentes esenciales para que exista una controversia pasible de ser
resuelta por el Poder Judicial (que no puede intervenir de oficio).
El art. 43 segundo párrafo de la Constitución Nacional se refiere a la legitimación procesal de la
Defensoría del Pueblo en el marco de las acciones de amparo.
Existen tres tipos de derechos: los individuales, los de incidencia colectiva que tienen por objeto
bienes colectivos, y de incidencia colectiva referentes a intereses individuales homogéneos. Esta
novedosa categorización surge a partir de la reforma Constitucional de 1994, y la inclusión del art.
43 que al referirse a “derechos de incidencia colectiva” modifica el concepto tradicional de
legitimación procesar al expandir la titularidad de la acción e incluir ahora a la DPN y Asociaciones
civiles, además de la concepción tradicional que contemplaba al afectado directo. Respecto de la
categoría derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos, tomando el
análisis realizado por la Corte Suprema de Justicia Nacional (CSJN) en “Halabi” (2009) se requiere
que el bien que se procura proteger pertenezca a toda la comunidad, siendo indivisible y no
admitiendo exclusión alguna. A su vez, el foco de la pretensión debe estar en la incidencia
colectiva del derecho, y no en la repercusión indirecta que pueda tener sobre el patrimonio [o
algún otro derecho individual] de algún/os individuos, cuya acción le corresponde a dichos
individuos de manera individual.
Por otro lado se encuentran los derechos de incidencia colectiva referentes a intereses
individuales homogéneos, que la CSJN consideró que refieren a los casos en los que existe
afectación de derechos individuales enteramente divisibles, aunque aclara que debe existir un
hecho, único o continuado, que provoca la lesión a todos los individuos22. La homogeneidad de la
causa es fundamental en la medida que la demostración de los presupuestos de la pretensión es
común a todos esos intereses, lo cual lleva a considerar razonable la realización de un solo juicio
con efectos expansivos de la cosa juzgada, salvo en lo que hace a la prueba del daño que cada
individuo sufre. La Constitución es clara en su redacción al asignarle expresamente a la DPN la
titularidad (compartida) de las acciones tendientes a proteger derechos de incidencia colectiva
que tienen por objeto bienes comunes o colectivos.
La Defensoría del Pueblo tiene competencia para realizar investigaciones tanto de oficio o en el
marco de las actuaciones que se inician al darle trámite a una queja presentada por un individuo o
una persona jurídica. La Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo establece que es una comisión
integrada por 7 Diputados y 7 Senadores la que debe proponer, por mayoría simple, entre uno y
tres candidatos a las Cámaras, las que luego eligen por el voto de dos tercios de sus miembros a
uno de los candidatos propuestos. Salvo casos excepcionales, el mecanismo previsto requiere que
el candidato a Defensor del Pueblo cuente con el aval de la fuerza parlamentaria mayoritaria
(usualmente, la del partido gobernante). La posibilidad de ser re-elegido (por única vez, y
contando con la misma mayoría) genera una estructura de incentivos que podría atentar contra el
pleno ejercicio de sus competencias, con el objetivo de no confrontar públicamente con el partido
gobernante, cuyo aval es imprescindible para la extensión del mandato por cinco años más.
Art. 43.- CONSTITUCION NACIONAL Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de
amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la
norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los
derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones
que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y
formas de su organización.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos y
de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a
proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de
información periodística.
Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física, o en caso
de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de desaparición forzada
de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por cualquiera en
su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio.
La acción queda definida como expedita y rápida, lo expedito y rápido es el proceso. Prevé la
procedencia del amparo cuando no EXISTA OTRO MEDIO JUDICIAL MAS IDONEO. SI EXISTE OTRO
MEDIO MAS IDONEO, EL AMPARO NO ES PROCEDENTE.
La legitimación activa para interponer una acción de amparo significa quien puede iniciar el
proceso.
Lo que se requiere a través del amparo es el cese de la violación de un derecho. El reclamo de la
reparación va por otra vía.
Expedita = sin obstáculos.
Hay un hecho generador del acto lesivo, puede producirse por acción u omisión.
El requisito básico de que el derecho argüido por el actor padezca violación por un acto o una
omisión de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta. DEBE AFECTAR ALGUN DERECHO RECONOCIDO
EN CN, TRATADOS, O CUALQUIER NORMA. Y ESTA VIOLACION DEBE SER ACTUAL O INMINENTE.
AMPARO COLECTIVO
CASO HALABI:
Que Ernesto Halabi promovió acción de amparo re clamando que se declare la
inconstitucionalidad de la ley 25.873 y de su decreto reglamentario 1563/04, en virtud de con
siderar que sus disposiciones vulneran las garantías establecidas en los artículos 18 y 19 de la
Constitución Nacional, en cuanto autorizan la intervención de las comunicaciones telefónicas y por
Internet sin que una ley determine “en qué casos y con qué justificativos”. Alegó que esa
intromisión constituye una violación de sus derechos a la privacidad y a la intimidad, en su
condición de usuario, a la par que menoscaba el privilegio de confidencialidad que, como abogado,
ostenta en las comunicaciones con sus clientes (fs. 2/8).
11) Que los derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos (art. 43 de la
Constitución Nacional) son ejercidos por el Defensor del Pueblo de la Nación, las asociaciones que
concentran el interés colectivo y el afectado.
En estos supuestos existen dos elementos de calificación que resultan prevalentes.
En primer lugar, la petición debe tener por objeto la tutela de un bien colectivo, lo que ocurre
cuando éste pertenece a toda la comunidad, siendo indivisible y no admitiendo exclusión
alguna. Por esta razón sólo se concede una legitimación extraordinaria para reforzar su
protección, pero en ningún caso existe un derecho de apropiación individual sobre el bien ya que
no se hallan en juego derechos subjetivos. No se trata solamente de la existencia de pluralidad
de sujetos, sino de un bien que, como el ambiente, es de naturaleza colectiva. Es necesario
precisar que estos bienes no tienen por titulares a una pluralidad indeterminada de personas, ya
que ello implicaría que si se determinara el sujeto en el proceso éste sería el titular, lo cual no es
admisible. Tampoco hay una comunidad en sentido técnico, ya que ello importaría la posibilidad
de peticionar la extinción del régimen de cotitularidad.Estos bienes no pertenecen a la esfera
individual sino social y no son divisibles en modo alguno.
En segundo lugar, la pretensión debe ser focalizada en la incidencia colectiva del derecho. Ello es
así porque la lesión a este tipo de bienes puede tener una repercusión sobre el patrimonio
individual, como sucede en el caso del daño ambiental, pero esta última acción corresponde a su
titular y resulta concurrente con la primera.
De tal manera, cuando se ejercita en forma individual una pretensión procesal para la
prevención o reparación del perjuicio causado a un bien colectivo, se obtiene una decisión cuyos
efectos repercuten sobre el objeto de la causa petendi, pero no hay beneficio directo para el
individuo que ostenta la legitimación.
En este tipo de supuestos, la prueba de la causa o controversia se halla relacionada con una lesión
a derechos sobre el bien colectivo y no sobre el patrimonio del peticionante o de quienes éste
representa.
Puede afirmarse, pues, que la tutela de los derechos de incidencia colectiva sobre bienes
colectivos corresponde al Defensor del Pueblo, a las asociaciones y a los afectados, y que ella debe
ser diferenciada de la protección de los bienes individuales, sean patrimoniales o no, para los
cuales hay una esfera de disponibilidad en cabeza de su titular.
12) Que la Constitución Nacional admite en el segundo párrafo del art. 43 una tercera categoría
conformada por derechos de incidencia colectiva referentes a intereses individua les
homogéneos. Tal sería el caso de los derechos personales o patrimoniales derivados de
afectaciones al ambiente y a la competencia, de los derechos de los usuarios y consumidores
como de los derechos de sujetos discriminados.
En estos casos no hay un bien colectivo, ya que se afectan derechos individuales enteramente
divisibles. Sin embargo, hay un hecho, único o continuado, que provoca la lesión a todos ellos y
por lo tanto es identificable una causa fáctica homogénea. Ese dato tiene relevancia jurídica
porque en tales casos la demostración de los presupuestos de la pretensión es común a todos
esos intereses, excepto en lo que concierne al daño que individualmente se sufre. Hay una
homogeneidad fáctica y normativa que lleva a considerar razonable la realización de un solo juicio
con efectos expansivos de la cosa juzgada que en él se dicte, salvo en lo que hace a la prueba del
daño.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo a los
derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor, así como a los
derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del pueblo y las asociaciones
que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y
formas de su organización.
El amparo colectivo es una garantía constitucional derivada de la acción de amparo individual, que
conserva algunos de sus elementos centrales, pero presenta a su vez algunas características
específicas. Recoge del amparo clásico las siguientes notas:
el carácter sumarísimo del procedimiento,
el carácter del transgresor que puede ser público o privado, y puede manifestarse a través de un
hacer (acto) o de un no hacer (omisión)
la caracterización de la transgresión: que con arbitrariedad o ilegitimidad manifiesta, lesione,
altere, restringa o amenace, en forma actual o inminente.
Dado que las notas comunes al amparo clásico y el amparo colectivo son habitualmente tratadas
en relación al primero, cuando se analiza la versión colectiva del amparo el estudio se centra en
sus notas distintivas.
Esta noción se encuentra referida y ejemplificada, pero no definida, en el segundo párrafo del
artículo 43 de la Constitución Nacional Argentina. Se enuncia allí que la acción de amparo colectivo
es una garantía que protege:
“contra cualquier forma de discriminación”.
“los derechos que protegen el ambiente”
derechos que protegen “a la competencia”
derechos que protegen “al usuario y al consumidor”
“así como”
“a los derechos de incidencia colectiva en general”
Existe consenso acerca de que este término “derechos de incidencia colectiva” recepta el género
de los denominados derechos de tercera generación. El problema de esta caracterización es que
no se basa en una explicación jurídica, sino en una narración histórica de la genealogía de los
distintos derechos.
1° Limitación o amenaza actual de la libertad ambulatoria sin orden escrita de autoridad competente.
2° Agravación ilegítima de la forma y condiciones en que se cumple la privación de la libertad sin perjuicio de
las facultades propias del juez del proceso si lo hubiere
Auto de hábeas corpus. Cuando se tratare de la privación de la libertad de una persona, formulada la
denuncia el juez ordenará inmediatamente que la autoridad requerida, en su caso, presente ante él al detenido
con un informe circunstanciado del motivo que funda la medida, la forma y condiciones en que se cumple si ha
obrado por orden escrita de autoridad competente, caso en el cual deberá acompañarla, y si el detenido
hubiese sido puesto a disposición de otra autoridad a quien, por qué causa, y en qué oportunidad se efectuó la
transferencia.
Cuando se tratare de amenaza actual de privación de la libertad de una persona el juez ordenará que la
autoridad requerida presente el informe a que se refiere el párrafo anterior.
Si se ignora la autoridad que detenta la persona privada de su libertad o de la cual emana el acto denunciado
como lesivo, el juez librará la orden a los superiores jerárquicos de la dependencia que la denuncia indique.
La orden se emitirá por escrito con expresión de fecha y hora salvo que el juez considere necesario constituirse
personalmente en el lugar donde se encuentre el detenido caso en el cual podrá emitirla oralmente, pero
dejará constancia en acta.
Cuando un tribunal o juez de jurisdicción competente tenga conocimiento por prueba satisfactoria de que
alguna persona es mantenida en custodia, detención o confinamiento por funcionario de su dependencia o
inferior administrativo, político o militar y que es de temerse sea transportada fuera del territorio de su
jurisdicción o que se le hará sufrir un perjuicio irreparable antes de que pueda ser socorrida por un auto de
hábeas corpus, pueden expedirlo de oficio, ordenando a quien la detiene o a cualquier comisario, agente de
policía u otro empleado, que tome la persona detenida o amenazada y la traiga a su presencia para resolver lo
que corresponda según derecho.
Sus clases.
Dentro de las variadas categorías de habeas corpus, cabe mencionar:
a) el habeas corpus clásico, o de reparación, que tiende a rehabilitar la libertad física contra actos
u omisiones que la restringen o impiden sin orden legal de autoridad competente;
b) el habeas corpus preventivo, que se dirige a frenar las “amenazas” ciertas e inminentes para la
libertad física;
c) el habeas corpus correctivo contra toda forma ilegítima que agrava la condición de una persona
legalmente privada de su libertad;
d) el habeas corpus restringido contra molestias que perturban la libertad de locomoción, sin
llegar a la privación de libertad (seguimientos, vigilancias, impedimentos de acceder a
lugares como el domicilio, el sitio de trabajo o estudio, etc.).
El habeas corpus no tiene por objeto investigar ni castigar el eventual delito que pueda haber
cometido el autor de la privación ilegítima de la libertad, pero ello no exime al juez del
habeas corpus de realizar las diligencias necesarias para conocer el hecho de la restricción
a la libertad y obtener la reparación si resulta procedente.