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El desarrollo del niño ocurre en forma secuencial, esto quiere decir que una
habilidad ayuda a que surja otra. Es progresivo, siempre se van acumulando
las funciones simples primero, y después las más complejas. Todas las partes
del sistema nervioso actúan en forma coordinada para facilitar el desarrollo;
cada área de desarrollo interactúa con las otras para que ocurra una evolución
ordenada de las habilidades. La dirección que sigue el desarrollo motor es de
arriba hacia abajo, es decir, primero controla la cabeza, después el tronco. Va
apareciendo del centro del cuerpo hacia afuera, pues primero controla los
hombros y al final la función de los dedos de la mano. Para describir el
desarrollo del movimiento se divide en motor grueso y motor fino. El área
motora gruesa tiene que ver con los cambios de posición del cuerpo y la
capacidad de mantener el equilibrio. La motora fina se relaciona con los
movimientos finos coordinados entre ojos y manos.
Son varias las etapas por las que atraviesa el niño. Al nacer como promedio
mide 50 centímetros y pesa 3,5 kilos. Tiene la cabeza y los ojos grandes, la
nariz pequeña, las mejillas gordas y el mentón hendido. A partir de allí,
comienza la curva del desarrollo físico y cognitivo, psicológico y social.
Desde los dos meses, comienza la coordinación del ojo con la mano. El
pequeño ve un objeto e intenta tomarlo, hasta que con la práctica lo logra
coger.
Desde los tres meses y hasta el año de edad podemos diferenciar tres etapas
bien marcadas en cuanto al desarrollo motor del niño se refiere:
Al año, descubre las escaleras, a las que puede subir con ayuda. Construye
una torre de dos cubos y tira y recoge la pelota con manos y pies. También es
capaz de tomar objetos con el índice y el pulgar.
A los dos años ya sube y baja escaleras solo, salta con dos pies, patea un
balón o monta en triciclo. Su desarrollo social y cognitivo aumenta e interactúa
más con otros niños.
Correr rápido, copiar un círculo o sostenerse sobre un pie son destrezas que
desarrolla a partir de los 3 años. Corta con tijeras, arma un rompecabezas de
tres piezas, se desliza por un tobogán y camina de puntillas.
Desarrolla expresión corporal y el contacto interior. Dramatización de cuentos.
Se sostiene sobre un pie por más tiempo. Salta, trepa y baila con habilidad. Se
inclina y toca el suelo con las manos y abre un candado con llave. Expresa
pensamientos, perfecciona dibujos y le encanta el juego colectivo.
Desarrolla la coordinación dinámica general en movimientos laterales y
oblicuos. (Ejemplo actividad araña). Desarrollar la capacidad de movimiento del
cuerpo como expresión de la identidad personal. Desarrollar el equilibrio y
control de cuerpo : tensión y relajación. ( cuerdas para atar los pies de los
niños).
A LOS CINCO AÑOS
A partir de los cinco años, el niño ya es capaz de bajar escaleras con un pie en
cada escalón. Copia triángulos, números y palabras sencillas, en mayúsculas y
minúsculas. Asimismo, hace nudos, y corta con tijeras siguiendo líneas.
También puede escribir oraciones. Ya escribe palabras
El lenguaje es una de las conductas primarias que separa a los humanos de las
especies animales, ya que este es el gran instrumento de hominización. Es una
habilidad de gran significación en las oportunidades de éxito del niño en la
escuela. Además de ser el vehículo, para la adquisición de nuevos
conocimientos y es, sobretodo, la expresión en su máximo esplendor del
pensamiento.
Desde que nace hasta más o menos, el final, del primer mes, la única
expresión que se oye del bebé es el llanto, que es la primera manifestación
sonora puramente mecánica o refleja y, como tal, indiferenciada en cuanto al
tono, sea cual fuere la razón de su estado. Con el llanto, el bebé pone en
funcionamiento el aparato fonador, permitiéndole también la necesaria
oxigenación de la sangre y el establecimiento de la respiración normal. Al inicio
del segundo mes, el llanto ya no es un fenómeno o manifestación mecánica e
indiferenciada, sino que el tono del sonido cambia con el contenido afectivo del
dolor, el hambre u otra molestia; es decir, la variación de la tonalidad está
relacionada con el estado de bienestar o malestar del bebé. De esa manera el
bebé va comunicándose con su entorno próximo, especialmente con su madre,
comprendiendo cada vez mejor lo que ésta le comunica, aunque sea incapaz
de expresarlo.
Al inicio del tercer mes el bebé produce vagidos, sonidos guturales y vocálicos
que duran de 15 a 20 segundos. Responde a sonidos humanos mediante la
sonrisa y, a veces, con arrullo o murmullo. Aquí la forma característica del grito
del bebé puede ser una llamada expresiva relacionada con alguna necesidad,
tal como el grito de incomodidad. A los tres meses aparece el balbuceo, que
consiste en la emisión de sonidos mediante redoblamiento de sílabas como
"ma.ma", "ta.ta" y otras.
Puede que el niño empiece a decir palabras cortas, pero esto no es más que la
repetición de lo que dicen los demás, pues es todavía imitación. Aquí las
respuestas del niño son ajustes diferenciales entre la muestra y la expresión de
los interlocutores que entran en relación con él, mostrando de una manera
patente la comprensión de algunas palabras y/o expresiones aisladas. El niño
manifiesta comportamientos claramente intencionados y, por tanto, inteligentes.
La incorporación de los músculos accesorios del habla y de la masticación
aumenta la destreza de lal engua y de los labios, favoreciendo la vocalización
articulada. El niño muestra especial interés por imitar gestos y sonidos y por
comunicarse, lo cual le induce a aprender rápidamente el lenguaje.
• Entre nombre y verbo: "Abre puerta" (verbo y objeto), "Papá come" (sujeto y
verbo)
DESARROLLO SOCIAL
EL NIÑO DE O A 1 AÑO
EL NIÑO DE 1 A 2 AÑOS
EL NIÑO DE 2 A 3 AÑOS
EL NIÑO DE 4 A 5
DESARROLLO COGNITIVO
De 0 meses a 1 año
De 1 a 2 años
A los 12 o 13 meses puede sacar objetos de un recipiente, uno por uno.
Entre los 14 y 15 meses busca y utiliza un objeto que le ayude a alcanzar a otro (palo,
cordel, etc.).
Alrededor de los 15 y 16 meses es capaz de hacer pares de objetos semejantes, al
mismo tiempo también puede hacer pares con las ilustraciones de los mismos. En esta
edad es capaz, de igual manera, de señalar el objeto que se le nombra.
Entre los 18 y 19 meses sigue órdenes que estén relacionadas, por ejemplo: ve al
cuarto y trae mi cartera.
A los 19 meses imita lo que ha observado, lo que sus padres o hermanos hacen. Por
ejemplo hablar por teléfono, actividades del hogar, etc.
Alrededor de los 20 y 22 meses, busca en varios sitios un objeto que ha sido
escondido, sin él ver. En esta edad el niño es capaz de armar rompecabezas de dos o
tres piezas.
A los 21 meses, cuando el niño imita puede utilizar varios objetos para representar
ciertas acciones, como por ejemplo hacer rodar una caja representado un carro.
Al llegar a los 22 meses el niño dramatiza, abraza muñecos y los mece.
Entre los 22 y 24 meses, imita modelos o situaciones ausentes (que representan
experiencias previas). En esta etapa el niño también puede representarse las acciones
antes de ejecutarlas, por lo tanto puede analizar situaciones sencillas antes de actuar.
Como conclusión se puede decir que el niño es capaz de buscar y buscar cosas que
se le han escondido, puede nombrar y reconocer distintas partes de su cuerpo y
relacionarlas con las de otras personas; imita la conducta de los adultos en especial la
de sus padres.
De 2 a 3 años
De 3 a 4 años
De 4 a 5 años