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NUTRICIÓN PARENTERAL CENTRAL O PERIFÉRICA

Dr. Juan Carlos Montejo.


Servicio de Farmacia, Hospital Universitario Son Espases, Palma de Mallorca.
Dr. Joan ramón urgelés Planella
Servicio de Endocrinología y Nutrición, Hospital Universitario Son Espases, Palma de Mallorca.
http://www.fresenius-kabi.es/pdf/nutri_info/nutri_info_07.pdf

INTRODUCCIÓN
Se ha definido la nutrición parenteral (NP) como el conjunto de técnicas de administración por
vía intravenosa a pacientes que tienen excluida la unción del tracto gastrointestinal. Los
nutrientes administrados son hidratos de carbono, lípidos, aminoácidos, electrolitos,
oligoelementos, vitaminas y agua. Desde la década de los años 60 del pasado siglo en que
Dudrick y cols realizaron las primeras infusiones de nutrientes hipertónicos en los EEUU el
conocimiento sobre este tema ha tenido un gran desarrollo tanto en los distintos tipos de
soluciones a administrar como en las técnicas y dispositivos de administración, también se
tiene mejor conocimiento de las posibles complicaciones asociadas a este tratamiento y de su
prevención. En esta revisión intentaremos poner al día las características principales de la
NP, tanto para la vía central como para la periférica, haciendo hincapié en cómo seleccionar
el mejor tipo de soporte según el tipo de acceso y la situación clínica a tratar, y describiremos
las principales ventajas y desventajas de una técnica de administración frente a la otra.

DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS DE LA NP SEGÚN LA VÍA DE


ADMINISTRACIÓN: CENTRAL Y PERIFÉRICA

La nutrición parenteral central (NPc) se define como el conjunto de técnicas de administración


de nutrientes que han de ser infundidos en una vía venosa central, debida principalmente a la
elevada osmolaridad de la solución que sobrepasa los 900 mOsm/L. la composición de la NPc
incluye siempre una solución de glucosa, lípidos y aminoácidos. Actualmente, salvo por
situaciones metabólicas particulares hipertrigliceridemia, no se utilizan preparados sin lípidos.
Sin la limitación de osmolaridad, la composición de la NPC puede ser muy variable y por ello
se adapta a distintas situaciones y pacientes. Los aminoácidos de la NP aportan entre 10 y 18
g de nitrógeno, con unas relaciones de Kcal no proteicas/g de nitrógeno que pueden variar
entre 160:1 y 100:1. A esta solución de aminoácidos se puede añadir además un suplemento
de glutamina (en forma de dipéptido de alanina). Se ha demostrado la utilidad clínica de esta
suplementación en pacientes críticos, postcirugía abdominal, pancreatitis aguda, quemados y
en trasplante de médula ósea a dosis mínima de 0.3 g/Kg y máxima de 0.5 g/Kg del dipéptido
(máximo 30% del aporte proteico) durante un mínimo de 5 días hasta un máximo de 3
semanas. Se utilizan tres tipos de emulsiones lipídicas en la nutrición parenteral. Las basadas
en aceite de soja (LCT: triglicéridos de cadena larga), las que incorporan triglicéridos de
cadena media (MCT) o mezclas de LCT-MCT, las emulsiones de aceite de oliva y soja (80:20)
y las que incorporan ácidos grasos w-3 añadiendo aceites de pescado (emulsiones MSF:
MCT/Soja/Pescado, 50:40:10, y SMOF: Soja/MCT/Oliva/Pescado, 30:30:25:15). Las
emulsiones LCT favorecen la respuesta inflamatoria y se consideran poco adecuadas en
pacientes críticos, con enfermedad hepática y con nutrición parenteral domiciliaria. La relación
calórica recomendada entre hidratos de carbono y lípidos suele fijarse alrededor de 60/40. La
NPC permite infundir grandes cantidades de nutrientes sin complicaciones inmediatas
aparentes. De hecho históricamente a la nutrición parenteral se le denominó también
hiperalimentación. Sin embargo, hoy en día se conoce que el exceso de nutrientes por vía
parenteral es causa de aumento infecciones, de morbilidad y mortalidad. Contrariamente
también se describe aumento de mortalidad y morbilidad en pacientes que no reciben
suficiente soporte nutricional
Beneficios de la administración de lípidos en la NP.
 Es más fisiológico.
 No afecta la función hepática.
 Evita y revierte la esteatosis hepática.
 Es menos hiperglucémica.
 Evita la saturación de las vías oxidativas de los HdC.
 Evita y corrige las deficiencias de ácidos grasos esenciales.
 Mejora el sistema inmunitario.
 Promueve la masa corporal magra.
 Reduce la tensión metabólica.
 Evita la sobrecarga de agua.
 Reduce la tensión respiratoria.
 Reduce el riesgo de hipofosfatemia.
 Permite la NPP con un suministro calórico adecuado con menor osmolaridad y pH
fisiológico.
LA NUTRICIÓN PARENTERAL PERIFÉRICA (NPP) se define como el conjunto de técnicas de
administración de nutrientes por vía venosa periférica a pacientes que tienen excluida la función
del tracto gastrointestinal. Esta localización tiene como condicionante la osmolaridad de la
preparación parenteral. En general se acepta que la osmolaridad no debe superar los 800-900
mOsm/L y además el pH debe estar entre 6-7,4. Según las recomendaciones de distintas
instituciones o sociedades científicas el límite de osmolaridad se sitúa en este intervalo (ESPEN:
no superar 850 mOsm/L, ASPEN: menor a 900 mOsm/L) o bastante por debajo de él (Infusión
Nurses Society (INS de EEUU): menor de 600 mOsm/L). La osmolaridad viene determinada por la
cantidad de macronutrientes (en especial aminoácidos) y por el volumen a administrar, por lo que
los pacientes con altos requerimientos proteicos y con restricciones de volumen en general
quedan excluidos de este tipo de soporte nutricional.

La composición tipo de una NPP aporta generalmente entre 6-10 g de nitrógeno y entre 900-
1500 cal, siendo su volumen entre 1500-2500 ml, su relación Kcal no proteicas/ g nitrógeno
suele estar entre 130-150/1 (aunque ya existen algunas en el mercado con relaciones
menores de 120/1 como el SmofKabiven periférico) y su relación entre hidratos de carbono y
lípidos se sitúa normalmente en 60/40. Su composición debe contener lípidos por el efecto
beneficioso de los mismos (tabla 2), así como las RDA de vitaminas y minerales y en caso de
añadir electrolitos estos no deben superar ciertos límites (sodio y potasio 150 mmol/L,
magnesio 5,6 mmol/L y calcio 5 mmol/L).

SELECCIÓN DEL TIPO DE ACCESO VENOSO

En términos generales, para conseguir el éxito de cualquier tratamiento intravenoso hay que tener
en consideración los siguientes factores:
• La terapia a administrar (su pH, osmolaridad, velocidad de administración, la naturaleza de su
composición, duración y propósito...).
• Valorar el sitio de inserción (limitaciones, dificultad de la técnica de inserción, estado de la piel,
tamaño de la vena...).
• Seleccionar el clínico y su habilidad en la colocación del acceso venoso.
• Técnica de inserción (control de la infección, vena y piel, ángulo de inserción...).
• Consideraciones del paciente (edad, movilidad, diagnóstico, alergias, necesidad de educación).
• Selección del acceso venoso (según terapia a infundir, material, relación seguridad/riesgo,
coste/beneficio esperado, preferencia del paciente).
• Preparación del punto de inserción (presencia de vello, necesidad de anestesia local, profilaxis
antitrombótica. Protocolos).
• Mantenimiento del acceso venoso (técnica aséptica, estabilización, tipo de apósito utilizado,
sellado, juicio clínico. Protocolos).
Se considera que la elección del tipo de acceso venoso a utilizar para administrar el soporte
nutricional parenteral depende principalmente de las características del paciente
(patología/situación clínica) y de la previsión de tiempo del soporte, y en menor medida, de la
experiencia del hospital con cada tipo de acceso venoso. Los tipos de accesos venosos y sus
indicaciones principales las exponemos en la siguiente tabla (tabla 3)

LA NPP PRESENTA CIERTAS VENTAJAS RESPECTO A LA NPC:

• Las NPP permiten una rápida disponibilidad de acceso cuando hay que iniciar de manera
inmediata el soporte nutricional y no se dispone de vía central o acceso entérico.

• La colocación de los catéteres periféricos es de muy sencillo manejo por lo que puede ser
realizado por el personal de enfermería en la misma habitación del paciente y no requiere
comprobación radiológica de su colocación.

• En general, las NPP tienen menos complicaciones que las NPc, sobre todo de tipo mecánico e
infeccioso asociadas al catéter venoso central.

• Las NPP suelen tener un coste menor que las NPC.


LAS PRINCIPALES DESVENTAJAS DE LA NPP SON:

• Puede no cubrir los requerimientos de los pacientes al 100%, sobre todo si se presenta
alguna de las siguientes situaciones:
- necesidades elevadas de nutrientes y/o electrolitos
- restricción de volumen a administrar,
- estrés metabólico importante,
- desnutrición significativa
• Suele presentar como complicación frecuente la tromboflebitis, que limita su uso.
La tromboflebitis se suele manifestar por la aparición de tumefacción, enrojecimiento calor y
dolor en la zona de inserción de la vía periférica. Su incidencia es muy variable (2,3-70%
según Payne-James JJ et al 1993, 3-31% según Perkiewicz M et al 2009), esta variabilidad
seguramente es debida a las diferentes maneras de cuantificar las tromboflebitis por lo que se
recomienda seguir para su detección el uso de escalas de puntuación para determinarla (tabla
4). La etiología de la tromboflebitis generalmente se inicia con la inserción del catéter que
provoca daños en el endotelio generando vasoconstricción y la activación de mediadores de
la inflamación, el reiterado recambio de catéteres puede formar un ciclo que finaliza con la
oclusión de la vía de acceso.
Las tromboflebitis puede verse favorecida por varios factores como son:
• Tamaño del catéter. Mejor utilizar catéteres de 22-24 Ga y longitud media (15-20 cm).
• Material del catéter. Preferibles los catéteres de poliuretano que, con el mismo grosor, tienen
mayor tamaño de diámetro interno.
• Tamaño de la vena. Es mejor utilizar las venas grandes del antebrazo como la basílica o
cefálica.
• Sitio de colocación del catéter. Se deben evitar puntos de flexión y en la medida de lo
posible es preferible utilizar el brazo no dominante del paciente.
• Traumatismos durante la inserción del catéter. Usar una adecuada técnica de inserción
retarda la aparición de tromboflebitis.
• Colonización bacteriana de los catéteres. El uso de técnica aséptica en la inserción del
catéter retarda la aparición de tromboflebitis.
• Fármacos. Es muy recomendable utilizar de manera exclusiva una vía para la NPP.
• Duración de la infusión. El daño parece menor cuando se infunden las NPP de manera
cíclica.
• Tipo de NPP administrada. Las fórmulas con lípidos permiten un mayor aporte calórico sin
aumentar la osmolaridad de la nutrición.

• Partículas presentes en la solución. La utilización de filtros de manera rutinaria no ha


demostrado disminuir la incidencia de tromboflebitis.
Se han ensayado distintos tratamientos para prevenir las tromboflebitis con resultados dispares.
Solo ha demostrado alguna efectividad el empleo de nitritos locales (parches de 5 mg), la
presencia de lípidos en la solución parenteral y antiinflamatorios locales. Respecto a la norma de
cambiar el catéter de manera sistemática cada 48-72 h la revisión sistemática de 2006 de Idvall E
et al, concluye que no hay suficiente evidencia científica que sugiera que reemplazar de manera
sistemática todos los catéteres periféricos reduce la incidencia o severidad de la tromboflebitis

INDICACIONES GENERALES Y RECOMENDACIONES: GUÍAS ESPEN SEGÚN


PATOLOGÍAS, NP COMPLEMENTARIA, NP HIPOCALÓRICA

Se dice que la nutrición artificial (enteral o parenteral), debe de instaurarse en todo paciente
que no puede, no quiere o no debe comer por vía oral, sobre todo porque sabemos que la
desnutrición puede tener efectos perjudiciales sobre los pacientes.

Concretando, las indicaciones generales del soporte nutricional artificial, sea parenteral o
enteral, van a depender de si el paciente se encuentra en alguna de estas situaciones:
• Pacientes sin desnutrición, pero en el que se espera no recibir ninguna clase de soporte
nutricional durante al menos 7 o 10 días.
• Pacientes con desnutrición que, según la ESPEN, son aquellos que presentan al menos uno
de los siguientes criterios:
- Albumina < 3g/dL (sin fallo renal o hepático).
- Pérdida de peso > 10-15% del peso habitual en 6 meses.
- IMC < 18 kg/m.
- Valoración Global Subjetiva de grado C.
• Pacientes con riesgo de malnutrición. Son pacientes asociados a patologías/situaciones
clínicas en las que se encuentra alterada la absorción de nutrientes, existe necesidad de
reposo intestinal o están aumentadas las necesidades de nutrientes (tabla 5). También se
dice que la única indicación de la NP es la imposibilidad de utilización del tubo digestivo, es
decir que son indicaciones del soporte nutricional por vía parenteral, bien sea central o
periférico, todas aquellas situaciones en las que se considera contraindicado el soporte
nutricional por vía enteral. Un algoritmo para la selección del soporte nutricional podría ser el
expuesto en la gráfica 1.
Existen situaciones consideradas como indicaciones absolutas de NP:
• Vómitos persistentes e incontrolables;
• Hemorragias digestivas;
• Íleo paralítico;
• Obstrucción intestinal;
• Perforación intestinal;
• Isquemia intestinal.
Otras situaciones que se consideran indicaciones relativas de NP:
• Fístulas yeyunales altas;
• Enfermedad inflamatoria en fase aguda;
• Síndrome de intestino corto grave (en el postoperatorio inmediato y crónicamente si
presenta fallo intestinal completo);
• Mal digestión o malabsorción intestinal grave;
• Pancreatitis aguda grave.
Entre las indicaciones según el tipo de acceso, central o periférico, en general un
paciente es candidato a NPP cuando presenta alguna de estas situaciones:
• Íleo no quirúrgico;
• pre-cirugía de cirugía mayor, si hay malnutrición y neoplasia;
• Post-cirugía si existe una previsión de ayuno de entre 7-14 días y un grado de estrés leve-
moderado;
• Previsión de ayuno mayor de 7 días o en caso de duración incierta pendiente de un
diagnóstico definitivo.
• Problemas relaciones con el acceso central (mecánicos y/o infecciosos, trastornos de la
coagulación, dificultades técnicas en el acceso);
• Pancreatitis aguda (los primeros 5-10 días);
• Otras situaciones: nutrición complementaria (si no se alcanzan por lo menos el 60% de las
necesidades nutritivas vía oral o enteral), nutrición hipocalórica, imposibilidad de colocación
de acceso enteral.

Así mismo debería evitarse la utilización de NPP cuando existan necesidades


energético/proteicas elevadas, necesidad de restricción de volumen, un mal acceso venoso
periférico o si existe ya colocada una línea venosa central con un puerto específico para la
NP.
Las guías ESPEN de 2009 según la patología del paciente recomiendan con grado A:
CIRUGÍA:
• La NP pre-operatoria está indicada en pacientes con desnutrición grave que no pueden ser
adecuadamente alimentados por vía oral o enteral.
• La NP post-operatoria es beneficiosa en pacientes con desnutrición que no toleren o no
puedan recibir nutrición enteral (NE).
• La NP post-operatoria es beneficiosa en pacientes con complicaciones postoperatorias que
alteran la función digestiva y que no pueden recibir o absorber cantidades adecuadas de
alimentación oral o enteral durante al menos 7 días.
• En los pacientes que requieren nutrición postoperatoria es de primera elección la NE o la
combinación de NE y NP Complementaria.
GASTROENTEROLOGÍA: Enfermedad inflamatoria intestinal:
• La NP no debe emplearse como tratamiento primario de la enfermedad de Crohn. El reposo
intestinal no ha demostrado ser más eficaz que la nutrición per se.

HEPATOLOGÍA:
• Comenzar la NP de forma inmediata en pacientes con hepatitis alcohólica moderada o en
severamente malnutridos que no puedan ser alimentados suficientemente por vía oral o
enteral.
La NP complementaria es aquella que se utiliza conjuntamente con la NE para corregir el
déficit de nutrientes. Está indicada cuando con el soporte enteral no alcanzamos al menos el
60% de los requerimientos del paciente y con ella debemos intentar cubrir por lo menos hasta
el 80% de los mismos, siendo lo ideal cubrir el 100%. No hay muchos ensayos clínicos que
hayan estudiado su uso, pero los que se han hecho en pacientes críticos utilizando la NP
Complementaria como preventiva/correctiva dan resultados no concluyentes en cuanto a su
eficacia (Kutsogiannis et al 2011, Singer P et al 2011).
LA NP HIPOCALÓRICA es una estrategia de alimentación por debajo de necesidades
(generalmente 20 kcal/Kg/día) en las que se pretenden alcanzar beneficios mediante la
modulación de la respuesta metabólica y la corrección de la hiperglucemia. Recientemente se
ha publicado un metaanálisis (Jiang H et al 2011) sobre este tipo de soporte nutricional en
pacientes quirúrgicos en el que se concluye que pueden reducirse las complicaciones
infecciosas y la estancia hospitalaria en el post-operatorio de dichos pacientes.
CONCLUSIONES
• Las fórmulas de NP aptas para vía periférica o para vía central difieren esencialmente en su
osmolaridad. El límite de tolerancia está en 900 mosm/l.
• La indicación de la NP, tanto central como periférica depende de que no pueda usarse la
nutrición enteral o de que esta no pueda cubrir adecuadamente las necesidades nutricionales de
los pacientes.
• Las limitaciones para el uso de NPP dependen en la frecuencia de tromboflebitis de las vías
periféricas que impide que pueda administrarse durante periodos prolongados y de la situación
clínica del paciente. Cuando las necesidades proteicas son elevadas o está limitado el aporte de
líquidos intravenosos.
• La NPP puede utilizarse como complementaria de la nutrición enteral u oral, en el peri-operatorio
de cirugía no complicada con desnutrición y en situaciones sin diagnóstico preciso.
• la NPc es preferible, cuando ha de usarse, en pacientes con pancreatitis grave con indicación de
NP, en pacientes críticos y en pacientes con nutrición artificial domiciliaria.

NUTRICIÓN PARENTERAL
http://www.pisa.com.mx/publicidad/portal/enfermeria/manual/4_3_2.htm

La nutrición parenteral es el suministro de nutrientes como: Carbohidratos, proteínas, grasas,


vitaminas, minerales y oligoelementos que se aportan al paciente por vía intravenosa; cuando
por sus condiciones de salud no es posible utilizar las vías digestivas normales y con el
propósito de conservar o mejorar su estado nutricional. La nutrición parenteral se subdivide en
dos categorías:

 En la nutrición parenteral parcial (NPP) o nutrición parenteral periférica, la


concentración de dextrosa es menor para proporcionar una fórmula que sea menos
hiperosmolar, (osmolaridad 900 mOsm/l para evitar la trombosis venosa.

 En la nutrición parenteral total (NPT) o nutrición parenteral central también se menciona


a esta terapéutica como hiperalimentación.

Nutrientes administrados en la nutrición parenteral

a) Carbohidratos (dextrosa hipertónica): Cubre los requerimientos calóricos, permite que los
aminoácidos sean liberados para síntesis proteica (no energética) presentación al 5, 10 y
50%.
b) Proteínas: Son esenciales en la construcción, conservación y reparación de los tejidos
del organismo, interviene en las funciones hormonales y enzimáticas.
c) Grasas: Además de ser fuente de energía, además son necesarias para la absorción de
las vitaminas liposolubles.
d) Electrólitos (potasio, calcio, magnesio y cloruro de sodio): Proporciona el equilibrio
hidroelectrolítico apropiado, transporta glucosa y aminoácidos a través de las membranas
celulares.
e) Vitaminas: Elementos que carecen de valor calórico, precursoras de coenzimas.
f) Oligoelementos: coadyuvan en el metabolismo corporal.

Objetivo de la nutrición parenteral

 Proporcionar una cantidad y calidad suficiente de sustancias nutritivas por vía


intravenosa, para llevar a cabo los procesos anabólicos y promover el aumento de
peso en algunos casos.
 Mantener un balance positivo de líquidos y nitrógeno.
 Mantener la masa muscular y proporcionar calorías para las demandas metabólicas.
Indicaciones de la nutrición parenteral
 Estados de malnutrición pre y post-operatorias, íleo, fístulas entéricas, síndrome de
malabsorción, enfermedad inflamatoria del intestino, disminución del intestino delgado,
pancreatitis, etc.
 Pacientes con grandes pérdidas de nitrógeno, quemaduras severas y pacientes que
están bajo tratamiento de quimioterapia y radioterapia.
 Pacientes con sepsis, trauma múltiple e insuficiencia renal.
 Pacientes con más de 5 días de ayuno o con problemas neurológicos con
impedimento para utilizar el tubo digestivo.
 Pacientes con problemas durante el embarazo (hiperémesis gravídica).
 Prematuros y lactantes con impedimentos para la ingestión adecuada de nutrientes,
bajo peso. En estos pacientes el ayuno debe ser máximo de 24-48 horas.
Valoración del paciente
 Obtener el peso de base del paciente observando la presencia de edema.
 Conocer la historia clínica del paciente.
 Evaluación de las proteínas séricas del paciente.
 Control de las concentraciones de triglicéridos y lípidos.
Equipo
 Solución para nutrición parenteral (total o parcial).
 Equipo de administración I.V.
 Bomba de infusión.
 Filtro I.V. de (1.2 mm para NPT con emulsiones de lípidos, filtro de 0.22 mm para NPT
sin emulsión de lípidos).
 Campos estériles.
 Guantes.
 Gasas estériles.
 Solución antiséptica.
 Etiqueta para solución.
 Bata, gorro y cubreboca.
Procedimiento
 Verificar la indicación de inicio de la nutrición parenteral.
 Comprobar la colocación correcta del catéter antes de administrar la nutrición
parenteral.
 Asegurarse antes de administrar la solución que cubra el paciente los siguientes
requisitos:
A. Identificación correcta, nombre del paciente, Núm. de cuarto o cama. Corroborar en la
solución que el contenido de los elementos del frasco, concuerden con los
especificados en la etiqueta, y éstos con los prescritos en la orden del médico.
B. Rectificar que la solución se encuentre a temperatura ambiente.
C. Observar que la solución no contenga partículas, nubosidades y que el frasco (o bolsa)
esté integro
 Rotular la solución con el nombre del paciente, servicio o área de hospitalización, Núm.
de cuarto o cama, hora de inicio y término de la solución, flujo de goteo por minuto,
nombre de la enfermera (o) que instala la NPT.
 Explicar al paciente sobre el procedimiento y beneficios de la administración de la NPT.
 Lavarse las manos.
 Limpiar la tapa de la solución parenteral con solución antiséptica.
 Insertar asépticamente a la bolsa de NP el equipo de administración, agregar el filtro
adecuado al equipo de administración I.V. y colocar éste en la bomba de infusión.
 Programar la bomba de infusión según prescripción.
 En caso de no contar con bomba de infusión, se tendrá que controlar el flujo de goteo
cada 30 minutos. Se debe evitar al máximo un goteo irregular.
 Colocarse guantes.
 Limpiar la conexión del adaptador del catéter y el tapón del equipo de administración
I.V. con solución antiséptica.
 Retirar el tapón del equipo e insertar en el catéter.
 Cubrir la conexión catéter-equipo I.V. con gasas con solución antiséptica.
 Abrir la abrazadera del catéter.
 Iniciar lentamente la infusión de la NPT. Verificar que el paciente tolere bien durante el
primer día, teniendo en cuenta que la solución contiene dextrosa hipertónica. En
ocasiones la velocidad de infusión puede variar en las primeras horas (la velocidad
lenta de administración permite que las células del páncreas se adapten incrementando
la producción de insulina).
 Una de las funciones del catéter central es ayudar a la alimentación parenteral.
Monitoreo de la nutrición parenteral
 Realizar el control de líquidos. Indispensable para diferenciar la ganancia de peso por
acúmulo de éstos.
 Pesar diariamente al paciente (si está en condiciones de hacerlo).
 Realizar determinación de glucosurias y cetonurias cada 6 horas, incluyendo glucemia
capilar.
 Verificar signos vitales cada cuatro horas.
 Vigilar la aparición de híper o hipoglucemia, volumen urinario y trastornos metabólicos
para su evaluación y corrección.
 Vigilar los resultados de pruebas de laboratorio e informar al médico de los hallazgos
anormales. Al inicio de la nutrición parenteral algunas pruebas se realizan diariamente,
después suelen solicitarse los electrólitos, BUN (nitrógeno sérico) y glucemia tres veces
por semana. Las pruebas funcionales hepáticas, BH, albúmina, calcio, magnesio y
creatinina se realizan generalmente cada semana de acuerdo a las condiciones del
paciente.
 El estudio antropométrico se realiza generalmente cada 15 días.
 El cálculo de los requerimientos calóricos y proteicos se realizan diariamente.
 Disminuir el flujo del goteo de la infusión cuando ya esté por suspenderse, esto puede
ser durante 24 horas, o bien de 4-6 horas cuando el paciente esté recibiendo
carbohidratos por vía oral. Con esta medida se disminuye el riesgo de que el paciente
presente hiperinsulinemia e hipoglucemia.
 Es indispensable vigilar deficiencia de minerales, oligoelementos, vitaminas y exceso
de minerales.
Soluciones incompatibles con los aminoácidos
 Fosfato insoluble con el calcio para solucionar el problema, primero agregar el fosfato y
luego añadir el calcio con movimientos rotatorios constantes.
 No mezclar magnesio y calcio, ya que éste último se precipita.
 El ácido fólico puede precipitarse con sales de calcio.
 La heparina se inactiva con la vitamina C.
La Vitamina A se combina rápidamente con el plástico o el vidrio siendo oxidada. En estos
casos se toma la alternativa de utilizar otra vía de administración. Sodio, potasio y cloro son
compatibles a cualquier concentración.
Consideraciones especiales
 Los lípidos pueden administrarse cada semana, se prescriben diario como fuente
calórica complementaria a los carbohidratos para nutrición parenteral periférica.
 Si el paciente está edematizado podrá transfundirse plasma o albúmina para mejorar la
presión oncótica.
 No debe mezclarse por la misma vía que se administra la NP con otro líquido o
medicamento, ya que pueden precipitarse. Además causar problemas de
incompatibilidad y contaminación.
 Es posible preparar directamente en el frasco de aminoácidos, la mezcla de
carbohidratos junto con los lípidos parenterales.
 No iniciar la administración de fármacos o soluciones si no se ha confirmado que el
catéter se encuentra debidamente colocado.
 Etiquetar la vía destinada para infusión de la NPT (evitar que pudiese utilizarse para
suministrar otro fármaco o solución).
 Antes de administrar la NPT, se debe revisar el contenido de los ingredientes
(prescripción médica) y, si existe una separación oleosa, debe ser reemplazada y no
transfundida. No transfundir si existe una separación oleosa, reemplazarla.
 Si se interrumpe la NPT, se debe administrar solución dextrosa al 10% para prevenir
una hipoglucemia.
 Desechar la NPT no administrada en 24 horas (conservarla podría propiciar a
desarrollo bacteriano).
 Cambiar el equipo de infusión de la NP y filtro cada 24 horas.
Emulsión de lípidos
Las emulsiones de lípidos son isotónicas y oscilan entre 280 y 340 mOsm/litro, según sea la
concentración de la emulsión. Todas las emulsiones contienen agentes emulsionantes y
aditivos similares. Las emulsiones de lípidos se encuentran disponibles en concentraciones
del 10 y del 20% una emulsión al 10% contiene 1.1. caloría/ml, y una emulsión al 20%
contiene 2 calorías/ml. Debido a que son isotónicas, deben ser administradas por vía
periférica.
Indicaciones
 Prevenir o tratar la deficiencia de ácidos grasos esenciales.
 Obtener el alto aporte calórico de las grasas.
Objetivos
 Administrar grasa intravenoso en forma segura y eficaz.
Equipo
 Emulsión de lípidos I.V.
Procedimiento
 Inspeccionar la emulsión. En caso de estar fría esperar a que tome la temperatura
ambiente.
 Colocar el equipo de administración I.V. al frasco.
 Conectarle al paciente la emulsión.
 Infundir al paciente la emulsión de lípidos.
Precauciones
 No colocar filtro a la emulsión I.V.
 Observar al paciente cuidadosamente durante los primeros 15 a 30 minutos de
infusión; nótese cualquier reacción adversa.
 No interrumpir la infusión I.V. de la emulsión de lípidos ni reutilizar el frasco ya abierto.
 No administrar emulsión de lípidos a pacientes con trastornos del metabolismo graso.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN LA NUTRICIÓN PARENTERAL

PACIENTE

 Control y registro de signos vitales al menos cada 4 horas.


 Control analítico prescrito por facultativo.
 Vigilar estrechamente temperatura para detectar precozmente la aparición de infección.
 Balance hídrico estricto.
 Seguir pauta de control glucémico según pauta médica, y si ha habido cambios bruscos en la
velocidad de perfusión.
 Higiene bucal con cepillado dental por turno en enfermos conscientes.
 Higiene bucal con antiséptico según protocolo de paciente inconsciente.
 Evitar el contacto de los sistemas de infusión con el suelo, heridas, heces, drenajes o fístulas.

CATÉTER Y EQUIPO

 Los cuidados del catéter (apósito, punto de inserción,…) se realizarán según protocolo de la
unidad.
 Realizar la conexión entre sistema de infusión y catéter de forma aséptica, las desconexiones
serán las menores posibles.
 La unión entre el sistema de infusión y catéter se protegerá siempre para disminuir la
colonización de la zona.
 Los sistemas de infusión se cambiarán cada 24 horas.
 No añadir soluciones en “Y” en la misma luz.
 Nunca extraer muestras de sangre ni medir presión venosa central en la misma luz.

BOLSA DE PERFUSIÓN E INFUSIÓN

 La bolsa de nutrición se cambiará cada 24 horas, aunque no se haya terminado su contenido.


 En caso de rotura accidental de la bolsa o falta de la misma, sustituir la NPT por Glucosa al
10% y la NPP por Glucosa al 5% y avisar al servicio de farmacia para su reposición.
 Las soluciones cuyo color ha cambiado son inaceptables para la infusión.
 Antes de administrar la bolsa comprobar que no ha estado a temperatura ambiente para su
conservación.
 Nunca acelerar o enlentecer la velocidad de infusión.

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