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Neurobiología y conducta

Los estudios neurobiológicos de la conducta, que se llevan a cabo en nuestros días, cubren la
distancia entre las neuronas y la mente. Existe una llana preocupación por cómo se relacionan las
moléculas responsables de la actividad de las células nerviosas con la complejidad de los procesos
mentales. Carnine (1995), hace algo más de diez años atrás, ya se aventuraba a pensar que la
investigación sobre el cerebro tendría repercusiones directas en la educación y, basándose en el
trabajo del Premio Nobel de Medicina de 1972, Gerald Edelman, sobre la capacidad del cerebro
humano para categorizar, postuló que esta capacidad podía ser la clave para comprender las
diferencias individuales. La tarea central de las llamadas neurociencias es la de intentar explicar
cómo es que actúan millones de células nerviosas individuales en el encéfalo para producir la
conducta y cómo, a su vez, estas células están influidas por el medioambiente, incluyendo la
conducta de otros individuos (Jessel, et al. 1997). Precisamente, las neurociencias están
contribuyendo a una mayor comprensión, y en ocasiones a dar respuestas a cuestiones de gran
interés para los educadores; por ejemplo, hay evidencias según lo muestran las investigaciones de
que tanto un cerebro en desarrollo como uno ya maduro se alteran estructuralmente cuando
ocurren los aprendizajes (Bransford, et al., 2003). Queremos destacar además la importancia del
rol que juega la experiencia en la construcción de la estructura de la mente. El desarrollo no es
solamente un despliegue, por decirlo de algún modo, de patrones preprogramados; hay
convergencia en un conjunto de investigaciones sobre algunas de las reglas que gobiernan o
dirigen el aprendizaje, una de las más simples, por ejemplo es que la práctica incrementa el
aprendizaje: en el cerebro, hay una relación similar entre la cantidad de exp

Las neurociencias permiten conocer las estructuras cerebrales que intervienen en la predicción de la
recompensa que guían la conducta. Esto facilita el desarrollo de estrategias de activación del
sistema motivacional.

El capacitar a las personas en conocer mejor sus propias emociones, desarrollar habilidades para
controlarlas y generar emociones positivas es de mucha importancia, ya que permiten prevenir los
efectos de las emociones negativas y manejar eficientemente los conflictos.

En este principio de población de tomas Robert Maltus basó


su trabajo sobre el origen de las especies.
Darwin describió un mecanismo por el cual podría ocurrir la
evolución . Imaginó la evolución como un proceso doble, que
dependía de la existencia de variaciones heredables entre los
organismos y del proceso de selección natural por el cual
algunos organismos, en virtud de sus variaciones heredables,
dejaban más progenie que otros.
Argumentó ampliamente la teoría de la evolución y percibió el
mecanismo general del cual se produce la evolución.
Basó su concepto en cinco premisas:
a) los organismos engendran organismos similares; es decir
hay estabilidad en el proceso de la reproducción.
b) en la mayoría de las especies, el número de individuos que
sobreviven y se reproducen en cada generación es pequeño
en comparación con el número producido inicialmente.
c) en cualquier población dada ocurren variaciones aleatorias
entre los organismos individuales algunas de las cuales son
hereditarias, es decir , que no son producidas por el ambiente.

El cerebro humano moderno es el resultado de la


evolución, relativamente rápida y constante, desde los
primeros homínidos hasta el Homo sapiens sapiens.

Se ha podido corroborar que esta evolución ha estado


favorecida por otros avances de partes corporales entre
las que destacan el pulgar oponible (prensible) y el
bipedismo.
Evidencias
En la antigüedad los científicos habían divagado sobre las
funciones que desarrollaba este órgano, pero en la
actualidad, mediante técnicas como la tomografía
computacional o el electroencefalograma ese puede conocer
mejor su estructura y dinámica. Este estudio minucioso del
sistema nervioso también ha permitido conocer más
sobre la unidad funcional y estructural del mismo: la
neurona.

Estas células (las neuronas) tienen la capacidad de generar y


transmitirimpulsos eléctricos a otras de la misma
tipología mediante la secreción de neurotransmisores en un
contacto llamado sinapsis. Las drogas hacen variar el
equilibrio químico de las uniones sinápticas.
El cerebro desarrolla diversas actividades de cierta
complejidad: entre estas funciones destacan la memoria,
el lenguaje, el habla, la praxia, la gnosia y la inteligencia.

Hoy en día el estudio del cerebro continua siendo muy


activo debido a lacomplejidad del órgano y, aunque se
tiene una visión ámplia del papel del mismo dentro del
organismo, aún nos quedan muchas incógnitas por resolver.

Evolución
El cerebro humano tal y como lo conocemos actualmente ha
sufrido un proceso de evolución de 2.5 millones de
años desde nustro ancestro más primitivo. Se considera que
empezó a aumentar notablemente de tamaño en
el Australopitecus africanus - posible predecesor de nuestro
género con un volumen cerebral de proximadamente 500
centímetros cúbicos - y lo hizo a un ritmo estimado de
150.000 neuronas por generación.
Pese a tener una estatura similar a la del chimpancé, los
cerebros de estos individuos empezaron a presentar
volúmenes encefálicos significativamente superiores. Por su
parte, los primeros miembros del género Homomostraban
una mediana de 700 centímetros cuadrados y
evolucionaron de manera gradual y casi lineal - sin
baches - hasta llegar a los 1.400 centímetros cúbicos
del Homo sapiens actual.

A lo largo de nuestra evolución las mejoras en el cerebro y el


cuerpo se han complementado recíprocamente: cuando una
avanzaba, ésta impulsaba la mejora de la otra siguiendo
un ciclo de retroalmientación positiva. De esta
manera, ponerse de pie fue uno de los primeros hechos
trascendentales de la humanidad y está constatado que esto
sucedió antes de la aparición de los pulgares prensiles, la
habilidad de fabricar herramientas o el desarrollo del
lenguaje.

El niño se adapta al medio ambiente y construye nuevas formas de interacción con él. Sin

embargo, es gracias al lenguaje14 que logra elaborar y transformar esquemas mentales

materializados en gestos, palabras, oraciones, entre otras manifestaciones. Piaget afirma al

respecto que “el lenguaje propiamente dicho es el vínculo de los conceptos y las nociones que 12

Afincando la noción de exterioridad y, eventualmente, de otredad, permitiendo el establecimiento

de categorías de complejidad cada vez mayor en el universo simbólico. Pero además, el niño logra

re-conocerse y autoestructurarse/regularse a través del lenguaje apropiado. 13 “La imitación, es

una reproducción intencional de los modelos de significación compleja: gracias a un juego de

“transfert” sucesivos el niño se pondrá a imitar los movimientos por sí mismos y logrará así;

después de un largo rodeo, conseguir la imitación elemental de los actos no significativos” (Piaget,

1961, pág. 71) 14 El lenguaje entendido como capacidad –no exclusivamente humana-, como

medio y como manifestación, comporta la herramienta y el “gesto” que identifica y distingue al ser

humano de las demás especies en tanto sus modos particulares de configuración, realización y

proyección. Gracias a él “no solo tiene una relación reproductiva con la realidad dada…sino

también, y sobre todo, una relación productiva” (Larrosa, 2003, pág. 27). Constituye y abre la

posibilidad de rebasar la denotación descriptiva (re-producción) de la existencia y abrirla a una

polisemia (productiva) que permite re-interpretarla y re-componerla individual y/o

colectivamente, lo que comporta un elemento de suma importancia, más aún si tenemos en

cuenta la vertiginosamente creciente complejidad simbólica a la que se encuentra sometido el

sujeto contemporáneo. pertenecen a todo el mundo y que refuerzan el pensamiento individual

con un amplio sistema de pensamiento colectivo” (Piaget, 1967, pág. 38). En el escenario
contemporáneo, la complejidad simbólica y las herramientas usadas son muchas más que hace

unas décadas, lo que transforma las capacidades y las exigencias a las que se somete al sujeto.

Como afirma Piaget: “El lenguaje, en primer lugar, al permitir al sujeto explicar sus acciones, le

facilita simultáneamente el poder reconstruir el pasado, y por tanto evocar en su ausencia los

objetos hacia los que se han dirigido las conductas anteriores, y anticipar las acciones futuras, aún

no ejecutadas, hasta sustituirlas a veces únicamente por la palabra sin llevarlas nunca a cabo”

(Piaget, 1967. Pág. 5). Conviene entonces anotar que respecto a éste elemento, comenta Piaget:

“el lenguaje propiamente dicho es el vínculo de los conceptos y las nociones que pertenecen a

todo el mundo y que refuerzan el pensamiento individual con un amplio sistema de pensamien

Ni un chimpancé ni tampoco un homínido fósil podrían considerarse


nunca pequeños seres humanos, versiones imperfectas de nosotros
mismos más o menos disminuidas en sus capacidades mentales, sino,
por el contrario, algo completa y radicalmente diferente. El
pensamiento humano nació, literalmente, cuando a algún antepasado
nuestro (un Adán o una Eva) «se le cruzaron los cables» y
aparecieron conexiones nuevas entre circuitos preexistentes. La
teoría de sistemas es lo contrario del reduccionismo, que trata de
explicar las propiedades de un sistema a partir de las de sus
elementos; por eso la teoría de sistemas tiene tantos partidarios
entre los biólogos que estudian organismos o comunidades (que a su
vez forman parte de los ecosistemas), y tan pocos seguidores entre
los bioquímicos.
Parece inverosímil, de todas formas, que haya algún modo de
reorganizar las partes del cerebro de un chimpancé para producir algo
remotamente parecido a la mente humana, aunque sea en grado
menor, luego tiene que haber algo más. Ian Tattersall cree que los
elementos de la mente de los homínidos que fueron nuestros
antepasados (o al menos algunos de esos elementos) se desarrollaron
antes de recombinarse para hacer posible el pensamiento. Para
empezar, el cerebro en su conjunto creció espectacularmente en
volumen (se multiplicó más de tres veces desde el primer homínido
hasta nosotros), sin que por ello el instinto diera paso a la consciencia
(Tattersall prefiere utilizar la expresión «capacidad humana» para
referirse a nuestra inteligencia). También, y de forma independiente,
apareció el instrumento fisiológico que permite producir el lenguaje
articulado, aunque éste no surgiera aún porque al aparato fonador no
le llegaban las órdenes necesarias desde el cerebro.

De acuerdo a lo anteriormente expuesto, el estímulo y sus

características son fundamentales paraque el cerebro realice


funciones de plasticidad que le permitan aprender sin fin, pero es
muyimportante que el estímulo siempre sea novedoso, excitante, y
placentero para que induzcaacumulo de información para evitar el
dolor y obtener placer. Por otra parte es también
importanteconsiderar que el proceso de plasticidad y aprendizaje
se realiza en forma estructurada medianteestímulos de duración
breve y repetidos con rapidez ya que este tipo de estímulos genera
liberaciónde hormonas que interactúan con neurotransmisores en el
cerebro, particularmente en elhipocampo donde se establece la
memoria y el aprendizaje que son los moduladores de laplasticidad.
Finalmente es importante recordar que la exposición constante
a estímulos novedososo la actividad física y mental durante la vida,
son factores que previenen significativamente elendurecimiento del
cerebro, que se traduce como la incapacidad para aprender y la
perdidaprogresiva de la información de los programas mentales. Es
decir, si queremos evitar enfermedadescerebrales degenerativas,
como el parkinson y el alzheimer es necesario conservar la
plasticidad denuestro cerebro, mediante la exposición a estímulos
sensoriales novedosos y la actividad física ymental que

induzcan
aprendizajes.

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