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Introducción

Aquí el descubridor de 17 yacimientos mineros David Lowell , en Perú revivió el


yacimiento "Toromocho" que estuvo desahuciado con 400 millones de toneladas con
menos de 0,4 % de Cu, que nadie quería comprar porque estuvo con baja ley en la
categoría de medido más indicado, y además porque las principales empresas de cobre
del Perú y extranjeras decían que ya no aumenta la ley en profundidad, bajo la dirección
geológica David Lowell, lo transformó en un yacimiento de 0.7 % de Cu equivalente con
700 millones de toneladas en la categoría de medido y con 1500 millones de toneladas
de mineral en la categoría de indicado. Al cual colaboré con el estudio de tendencia de
la mineralización que con variogramas de la geoestadística se demostró que sí aumenta
la ley en profundidad a diferencia de la opinión de las empresas mineras de cobre
peruanas y extranjeras, Razón por la cual me contrató para diseñar las campañas de
exploración que incrementaron los recursos y para realizar estimaciones sucesivas hasta
su venta a una empresa China Chinalco. Luego sigo siendo su estimador de los
yacimientos que él estudia en Paraguay y Ecuador, hasta el presente por lo cual me
siento muy agradecido.

Experiencia de trabajo en Chile

David Lowell (82) le gusta decir “La Escondida”, con el artículo definido incluido. Así se
le llamaba a principios de los “80, cuando los geólogos e ingenieros extranjeros insistían
en buscar a “The Hidden One”, el depósito que no quería revelarse, una suerte de El
Dorado para los cazadores de minerales de cobre. Aunque han pasado casi treinta años
desde que descubrió el yacimiento junto con un equipo de especialistas, el artículo “la”
se ha quedado adherido a su hablar e irreductible al paso del tiempo, al igual que todos
los especialistas de su generación.

Lowell es un exponente de la vieja escuela, cosa que se demuestra al mostrar su brazo


izquierdo y el yeso celeste que lo cubre. “Me caí desde un cerro hace unas semanas”,
dice. Cuenta que se encontraba en Arizona explorando el funcionamiento de unas
plantas solares, cuando sorpresivamente resbaló por una pendiente de rocas sueltas.
“Intenté sostenerme en un arbusto, pero lamentablemente la pendiente me arrastró”.
A pesar de su edad, el especialista insiste en realizar actividades en contacto con la
naturaleza. “En mi experiencia, para ser exitoso, hay que estar siempre en contacto con
la roca”, afirma.

Visitó el país con motivo de la 3a Conferencia Internacional de Exploraciones que se


realizó en el marco de la Semana Cesco. En ésta se le regaló un chamanto doñihuano,
dentro del reconocimiento que se le hizo. “Es la manta más elegante que he visto”, dice
Lowell, quien confiesa que a pesar de su permanente contacto con nuestro país, recién
ahora viene conociendo la anatomía de una de las prendas más tradicionales del campo
chileno.

En sus años de idas y venidas a Chile, este ingeniero en minas y geólogo ha estado más
en contacto con las duras rocas del desierto chileno que con la cultura de huasos y
caballos del centro-sur del país.
“Viví en Chile por cinco años y he visitado el país en forma frecuente en un periodo de
17 años”, puntualiza. Su vínculo con Sudamérica ha sido extenso. Su hermana, por
ejemplo, nació en Cusco (Perú), y su padre fue un administrador de minas en el
Amazonas de ese país. Eso lo ha llevado a conocer en profundidad las características de
la Cordillera de los Andes, cadena montañosa que concentra los más grandes pórfidos
cupríferos del planeta. Aunque la industria minera ha destinado gran parte de sus
recursos humanos, técnicos y financieros para extraer los minerales de los grandes
yacimientos de la región, el profesional aún tiene fe en los regalos de la geología andina.
“Pienso que hay más depósitos como La Escondida por ser descubiertos”, dice.

Sin embargo, asegura que “será muy difícil encontrar yacimientos de superficie. Los que
quedan por conocer serán yacimientos profundos”. El equipo de exploradores que
descubrió Escondida concretó cerca de 50.000 perforaciones a una profundidad
promedio de 500 metros antes de encontrar el yacimiento. Pero eso fue hace ya varios
años. Hoy, las características de la exploración han cambiado totalmente y los días en
que se encontraban depósitos de superficie serán cosa del pasado. Y eso también se
repetirá en Perú y Ecuador, los dos países de Sudamérica que, en su visión, siguen a Chile
en cuanto a potencial minero.

Según el profesional, estas dos naciones sudamericanas esconden excelentes recursos


mineros. “En el caso de Perú, pienso que es uno de los países más importantes para la
exploración, debido a que su subsuelo es prácticamente desconocido”, dice. “Sin
embargo, creo que los yacimientos de ese país nunca serán del volumen que
encontramos en Chile. Serán pequeños depósitos en comparación “.

Por el lado de Ecuador, el profesional cree que el factor político es un factor conspirativo
para el desarrollo de una industria minera. “Aunque su geología es de gran calidad, hay
bastante inestabilidad. Algo a destacar es el caso de Kinross, que ha invertido
importantes recursos en su proyecto Fruta del Norte, cosa que está dándole importancia
al sector. Hay muchos pórfidos de cobre, otros tantos de oro”. De todas maneras,
sostiene que la infraestructura de puertos y carreteras es un problema a resolver en ese
territorio.

Otras zonas con estupendas condiciones geológicas, de acuerdo con el profesional, son
Mongolia, África, Papua Nueva Guinea, Filipinas.

Experiencia

Lowell obtuvo su título de ingeniero de minas en 1949 y en 1956 obtuvo un master en


geología. Su primer descubrimiento de relevancia fue el pórfido cuprífero de Kalamazoo
(Arizona, Estados Unidos), en 1965. En 1974, comenzó a realizar labores de consultoría
en nuestro país. Cinco años más tarde, y financiado por Utah International y Getty Oil,
comenzó un programa de exploraciones en la zona comprendida entre Chuquicamata y
El Salvador.

En marzo de 1981, el proyecto resultó en el descubrimiento del distrito Escondida-


Zaldívar. Posteriormente, en 1987, un consorcio chileno manejado por él encontró la
mina San Cristóbal, en Bolivia. En 1990 encontró el depósito Leonor (Hoy El Tesoro,
operado por AMSA).

En 1991 se ubicó en Perú y en 1993 creó la junior Arequipa Resources. A finales de 1995,
la empresa descubrió el yacimiento Pierina, de ocho millones de onzas de oro, que fue
vendido en 1996 a Barrick Gold. Desde 1996, su empresa Lowell Mineral Exploration ha
estado trabajando en proyectos con Rio Tinto, Noranda, Phelps Dodge, Cyprus, Rio
Algom, Corriente Resources, y Billiton

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