Sumado a lo anterior, la concesión minera de este proyecto canadiense incluye el polígono
XI de la planta a nuclear Laguna Verde. Cabe destacar que para sus movimientos de tierra este tipo de minería a cielo abierto requiere grandes cantidades de explosivos, en promedio 5 toneladas diarias, por tanto las múltiples detonaciones causarán microsismos, que podrían modi car considerablemente los mantos acuíferos además de afectar la propia seguridad de la nucleoeléctrica. Parte de la mina está localizada en los cerros de La Pailay La Cruz, enfrente de la planta nuclear de Laguna Verde. Según las imágenes publicadas por la propia empresa, se colocarán miles de toneladas de material removido en la cabeza de cuenca, las cuales serán objeto de deslaves severos cuyos sedimentos afectarán ríos, lagunas costeras y la ribera del mar de donde se extrae agua para el enfriamiento de los reactores de la nucleoeléctrica. Este hecho pone en grave riesgo la operación de la planta nuclear y la vida de miles de habitantes que se encuentran dentro del perímetro del PERE (Plan de Emergencia Radiológico Externo) sobretodo compromete el futuro de nuestro país y de las generaciones por venir.
La implantación del proyecto minero rebasa el límite de seguridad de dicha planta
nucleoeléctrica, pues el Plan de Emergencia Radiológica Externa, PERE, considera un perímetro de seguridad de 16 km en dónde toda Actividad industrial debe ser controlada para no arriesgar la operación de la planta.
Sistema integral de información en derechos humanos (Sididh).
Daños a vestigios arqueológicos
Según las imágenes publicadas por la propia empresa se colocarán miles de toneladas de material removido en la cabeza de cuenca, las cuales serán objeto de deslaves severos cuyos sedimentos afectarán ríos, lagunas costeras y la ribera del mar de donde se extrae agua para el enfriamiento de los reactores de la nucleoeléctrica. Además estos territorios tienen un gran valor histórico y arqueológico de las primeras civilizaciones mesoamericanas.