Los monosacáridos más comunes son la glucosa, fructosa y galactosa. La glucosa
es la principal fuente de energía para las células.
Un polisacárido es una molécula compleja compuesta de tres o más monosacáridos.
Los animales almacenan la glucosa en forma de glucógeno. El glucógeno está formado por cientos moléculas de glucosa enlazadas en una cadena muy ramificada.
Gran parte de la glucosa que proviene de los alimentos es en última instancia
almacenada en el hígado y los músculos, como glucógeno y está listo para ser usado como una forma rápida de obtener energía. Las plantas almacenan moléculas de glucosa en forma de almidón.
Las plantas también pueden sintetizar un polisacárido llamado celulosa. La celulosa,
forma parte de la pared celular de las células vegetales, y constituye alrededor del 50% de la madera.
Los carbohidratos tienen varias funciones en las células. Ellos son una excelente fuente de energía para las distintas actividades que ocurren en nuestras células.
Algunos carbohidratos pueden tener una función estructural. Por ejemplo, el
material que mantiene a las plantas de pie y da a la madera sus propiedades resistentes es una forma del polímero de glucosa conocida como la celulosa.
Otros tipos de polímeros de azúcar forman parte de las formas de energía
almacenada conocidas como almidón y glucógeno.
El almidón se encuentra en productos vegetales como las papas, y el glucógeno se
encuentra en animales. A continuación se muestra una molécula corta de glucógeno.