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C.I.:21.243.581
Expediente: CJP-143-00279
Las Obligaciones son conocidas como un conjunto de normas que han
regido a la sociedad de generación en generación. En tal sentido, su
aprendizaje no está exento de dificultades, mas estas no son insuperables, si
desde el comienzo se les da la importancia debida. Las obligaciones es
considerada como una relación jurídica establecida entre un acreedor y un
deudor, basada en una causa reconocida por el derecho como fundamento del
deber de cumplimiento de una prestación, y que es exigible mediante una
acción de carácter personal. Dentro de este concepto distinguimos un titular
activo (el acreedor), un titular pasivo (el deudor), y un contenido (la prestación).
Vamos a ver qué requisito tiene que tener esa prestación para que exista una
obligación, así como la tipología de obligaciones que pueden darse. Tiene su
origen en el Derecho Romano y el Código de Napoleón. En un primer plano es
una relación jurídica entre personas, por no ser posible entablar relaciones
jurídicas si entre personas. Tenemos la obligación legal de tal cosa; es porque
existe una norma en algún texto jurídico (ley, reglamento, decreto, código,
etc.), que nos impone la obligación de desplegar o no una determinada
conducta o actividad; que en caso de no ser cumplida nos impone una sanción.
Sabemos que no tendría sentido una obligación legal sin su correspondiente
sanción. En conclusión, no hay una obligación o deber si no hay norma jurídica
que la sustente. El tener o no una determinada obligación o deber legal
depende simplemente de la existencia o no de una norma jurídica que imponga
el deber u obligación. Así de sencillo, nada más. Dentro de las instituciones
jurídicas, la obligación es sin lugar a dudas la que tiene mayor vigencia y el
mayor campo de aplicación, ya que a través de ella, los hombres en sociedad
satisfacen esa infinidad de necesidades que se le presentan en su vida
cotidiana. Existe un tipo de obligación y es conocida como obligación civil que
permite accionar por los mecanismos legales correspondientes, si el deudor
no cumple con su obligación. En tal sentido, Savatier define la responsabilidad
civil como la obligación que incumbe a una persona de reparar el daño
causado a otra por su propio hecho, o por el hecho de las personas o cosas
dependientes de ella. Se debe resaltar el hecho de que Savatier señala la
circunstancia muy importante de que la obligación de reparar el daño compete
no sólo a la propia persona que lo ha causado directamente, sino también
cuando es ocasionado por personas o cosas dependientes de ella. Esta
doctrina distingue dos grandes categorías de responsabilidad civil: la
contractual, que corresponde al régimen de la indemnización de los daños y
perjuicios causados por el incumplimiento de una obligación derivada de un
contrato, y la extracontractual, que comprende el régimen de la indemnización
de los daños y perjuicios causados por el incumplimiento de una obligación sin
que exista ningún vínculo previo, ningún contrato, entre la víctima y el agente
del daño. Tomando en cuenta lo antes expuesto, se toma en cuenta la idea de
Mouchet y Zorraquín Becú, quienes consideran que la relación que se
establece entre personas (sujeto jurídico), al cual una norma asigna
determinadas consecuencias. Por consiguiente, las relaciones sociales que se
presenten, producen consecuencias jurídicas en la cual pueden identificarse
los sujetos que intervienen en la relación. Conforme a ello, la relación
obligatoria requiere estructuralmente la existencia contrapuesta de dos
personas, que ocupan posiciones distintas en dicha relación donde el Sujeto
activo legitimada para exigir una conducta de forma activa. Es más usada por
los autores modernos con el término legal de acreedor. La razón de ello radica
en que dicho término, por sí mismo, acredita a dicha persona que ostenta la
titularidad de un derecho de crédito que puede ejercitar, cuando y como
corresponda, frente al deudor. También existe un sujeto pasivo considerado
como la persona obligada por la relación obligatoria a observar la conducta
prevista en la obligación, cumplir cuanto debe. Persona obligada a dar, hacer
o no hacer. También el deudor. Encontramos determinante la idea de Savigny
quien centra la esencia del fenómeno obligatorio en la sujeción del deudor,
llegando a considerar la posición del acreedor como meramente accesoria. En
el plan de Savigny el estudio de la propiedad y restantes derechos reales
precedía al estudio del Derecho de obligaciones.
http://www.defiendete.org/docs/de_interes/Leyes/CODIGO%20CIVIL.
Fecha: 25/02/2018.