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Y es que cualquier cosa que cambia y sale de sus propios límites, ella

sin más es la propia muerte de la otra que fue antes.(Lucrecio 199 pdf)

los criterios de la verdad son las sensaciones, las prolepsis y las afecciones, pero los epicúreos
añaden las proyecciones representativas del pensamiento(524)

Toda sensación -afirma- es irracional e incapaz de memoria. Pues ni se mueve por sí misma ni,
movida por otro, es capaz de añadir o quitar nada. Tampoco hay nada que pueda refutarlas. (524)

la existencia de percepciones efectivas garantiza la verdad de las sensaciones; pues tan


efectivamente existe el hecho de que nosotros vemos y oímos como el hecho de que sentimos
dolores. (524)

» Dicen que hay dos afecciones, el placer y el dolor, que se presentan a todo ser vivo, y el uno es
connatural y el otro extraño. Por uno y otro decidimos nuestras elecciones y rechazos (525)

Además de eso, los elementos indivisibles y compactos (los átomos) de los cuerpos, de los que
surgen los compuestos y en los que se disuelven, son incalculables en las variedades de sus
formas. (529)

Las formaciones iguales en cuanto a su figura son sencillamente infinitas (529)

dice que también sus cualidades cambian, a no ser que uno pretenda proyectar éstas, por los
tamaños de los átomos, hasta el infinito, sin más (529)

puesto que no es capaz de ofrecer resistencia y, en cambio, la solidez de los átomos produce el
efecto de rebote en la colisión, en la medida en que la trabazón (de unos y otros) permite el
retroceso después del choque. (529)
Sensaciones

Por lo demás existen imágenes de forma idéntica a los cuerpos sólidos, pero que se distinguen
mucho por su sutilidad de los aparentes. Porque los objetos son capaces de producir en su espacio
envolvente emanaciones y figuraciones de tal clase que reproduzcan sus cavidades y sus
superficies, y efluvios que conservan exactamente la disposición y la secuencia inmediata que
ofrecen en sus volúmenes sólidos. A estas imágenes las denominamos “simulacros”. (eídola).

49. » Es preciso considerar que nosotros vemos y pensamos


al introducirse en nosotros algo procedente de los objetos
exteriores. Porque no podrían imprimirnos los objetos
externos el impacto de su color natural y de su forma a través
del aire interpuesto entre nosotros y ellos ni siquiera con
rayos o corrientes de cualquier tipo que surgieran de ellos
hacia nosotros, así como (lo hacen) con esa especie de imágenes
que nos penetran a partir de los objetos, de su mismo
color y forma, y de un tamaño proporcionado para nuestra
visión y pensamiento, y capaces de velocidad en sus desplazamientos.(532)

50. Así que por tal motivo preservan la apariencia

de unidad y continuidad, y conservan la complexión

sensible del objeto emisor, de acuerdo con el impacto medido

de su impulso, procedente de la vibración interna que tenían

los átomos en el objeto sólido.

la imagen que captamos proyectivamente con el entendimiento o por medio de los órganos
sensibles, tanto de la forma como de otros accidentes, es la forma misma del sólido, surgida de su
volumen de conjunto o bien de algún resto del simulacro. (532)
Audición(oído) 532-533

el oír se origina con una corriente de aire que se desplaza a partir del que vocea o resuena o retumba
o produce, de cualquier modo, la impresión auditiva. Esa corriente se disemina en partículas
homogéneas, que al mismo tiempo conservan una conexión mutua y una unidad peculiar, que se
alarga entre el objeto emisor y la sensación que produce, en la mayoría de los casos orientada hacia
él, y si no, la que hace patente sólo su exterioridad.

53.» Pues sin una conexión sensible que remonta desde el objeto no habría una sensación
semejante. Por tanto, no hay que pensar que el aire mismo a impulsos de la voz emitida o de otros
impulsos semejantes adopte una figura determinada, ya que ha de ser muy imposible que sufra eso
por aquélla; sino que el impacto que producimos al momento de emitir una voz causa el
desplazamiento de determinadas partículas constitutivas del fluido aéreo, que nos ofrece la
sensación auditiva.

De Rerum natura:
muchas cosas, entre las que a la vista están, desprenden cuerpos (285)

Pues sin duda vemos que muchas cosas arrojan y sueltan (286)

cada cosa debe desprender delgadas imágenes, ya que una cosa y la otra desde el exterior se
dispara. (286)

Rebote: de qué manera tan sencilla y rápida se mueven, fluyen sin parar y escurriéndose de las cosas
se desprenden, {es muy fácil comprenderlo, siendo así que de la parte externa del cuerpo se
desprenden:) y es que en cualquier parte externa de una cosa hay de sobra algo que disparar, y esto,
cuando llega a otras cosas, pasa de largo, como ante todo ocurre con las gasas; pero cuando llega
hasta piedra rugosa o tronco de leño, allí entonces se rasga, de manera que no puede devolver
ninguna representación; en cambio, cuando lo que se le opone es por constitución brillante y
macizo, como más que nada es un espejo, no ocurre nada de eso, ya que ni puede pasar a través
como de una gasa ni tampoco rasgarse, pues lo liso procura permitirle seguir entero; sucede por
ello que de ahí nos rebotan representaciones (289)

Por tanto, digo y repito, es forzoso que admitas que con extraordinaria (movilidad salen de cada
cosa recios) cuerpos que golpean los ojos y activan la vista; y sin parar dimanan de ciertas cosas sus
olores, como de los ríos frialdad, del sol calor, de las olas del mar ese vaho…(291)
**eidola: (imagen , simulacra en latin) nos irradian

**el ojo percibe la representación constante de muchos edilon.

¡!!!Emisión de ediolón!!!!!!!!

comoquiera que la naturaleza obliga a que todo venga atrás y rebote a partir de las cosas, devuelto

en un ángulo parejo.

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