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cadernos pagu(42), janeiro-junho de 2014:275-312.

ISSN 0104-8333

ARTIGO

Migraciones trans:
travestis brasileñas migrantes trabajadoras del sexo
en Europa*

Julieta Vartabedian **
Resumen

En el presente artículo me propongo reflexionar acerca de los


procesos transmigratorios que intervienen en la construcción de las
identidades de género travestis. Me centraré en las experiencias
migratorias de las travestis brasileñas que han viajado y viajan a
Europa para insertarse en el mercado del sexo local. Emplearé el
concepto “migración trans” para hacer referencia a la
especificidad de sus proyectos migratorios: no sólo migran
buscando un mayor bienestar social, simbólico y económico, sino
que también sus movilizaciones geográficas inciden en la manera de
transformar y embellecer sus cuerpos. Las identidades travestis son
creadas en estos tránsitos continuos. Al mismo tiempo, se analizará
que sus identidades son reconfiguradas en el contexto europeo pues
resaltan particularmente su brasileñidad como una estrategia para
sobresalir y distinguirse del resto en un mercado del sexo cada vez
más limitado por las políticas públicas y la crisis económica.

Palabras-clave: Travestis, Migración Trans, Trabajo Sexual,


Europa/España, “Brasileñidad”.

*
Recebido para publicação em 12 de dezembro de 2012, aceito em 15 de abril
de 2013.
**
Doctora en antropología social y cultural por la Universidad de Barcelona.
jlvartabedian@gmail.com

http://dx.doi.org/10.1590/0104-8333201400420275
276 Migraciones trans

Trans Migrations:
Brazilian Travesti Migrant Sex Workers in Europe

Abstract

In this paper I will reflect on transmigratory processes involved in


the construction of gender identities in travestis. I will focus on the
migratory experiences of Brazilian travesties who have traveled to
and who are still re-locating in Europe, seeking insertion into the
local sex market. I employ the concept “trans migration” to refer to
the specificity of their migratory projects: they not only migrate
seeking greater social, symbolic and economic well-being, but also
their geographical mobility affects how they transform and beautify
their bodies. Identities in travesties are created in this continuous
process of transiting. At the same time, an analysis will be made of
the reconfiguration of their identities in the European context,
because their “Brazilian-ness” is highlighted intentionally as a
strategy to excel andto stand out from the rest in a sex market
increasingly limited by public policies and economic recession.

Key Words: Travestis, Trans Migration, Sexual Work,


Europe/Spain, “Brazilian-ness”.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 277

Introducción

El análisis de las migraciones trans 1 ha estado prácticamente


ausente en los estudios en ciencias sociales que analizan la
confluencia de las migraciones y el trabajo sexual. El presente
artículo pretende reflexionar acerca de la construcción de las
identidades travestis 2 siguiendo como eje analítico sus migraciones
transnacionales. Desde la década de los setenta, de forma
continua llegan a Europa travestis procedentes dedistintos países
de Latinoamérica. No obstante, aunque existan algunas
investigaciones brasileñas destacables (Patrício, 2008; Pelúcio, 2008,
2009a; Teixeira, 2008, 2011; Goulart, 2011; Vale, 2005), poco se sabe
acerca de las migraciones de las travestis para insertarse en el
mercado del sexo europeo.
Me centraré particularmente en las experiencias
transmigratorias de las travestis brasileñas. Como parte del
desarrollo de mi tesis doctoral, describiré los constantes tránsitos,
corporales y geográfico-espaciales, que las travestis accionan para
construir su lugar en el mundo. Mi pesquisa 3 se originó en Río de

1
Utilizo la expresión “trans” como una categoría paraguas que incluye a
diferentes identidades: travestis, transexuales o transgéneros, entre otras
denominaciones. Sin embargo, me resulta problemático emplearla ya que no
pretendo que el carácter reivindicativo y político que se le ha dado al concepto
en el contexto español “colonice” las diversas identidades que se mencionan
aquí. De todos modos, es una categoría útil porque simplifica la denominación de
personas de contextos culturales diversos que no pueden ser llamadas, por
ejemplo, ‘travestis’. En consecuencia, lo “trans” será utilizado para resaltar
únicamente el carácter inclusivo del término.
2
Empleo la categoría emic “travesti” para referirme a un tipo de identidad de
género que, generalmente, combina el deseo de in-corporar características físicas
y comportamentales entendidas como femeninas con el mantenimiento de una
genitalidad masculina de la que no desean desprenderse. Por lo tanto, la
categoría ‘travesti’ que es frecuentemente utilizada en Latinoamérica designa a
personas que quieren ser como mujeres sin renunciar a la capacidad de brindar
placer sexual a través de sus penes (Benedetti, 2005).
3
El trabajo de campo duró aproximadamente un año y fue dividido en dos
partes. En la primera, permanecí seis meses consecutivos en Río de Janeiro en el
año 2008, gracias a la invitación del Programa en Género, Sexualidad y Salud,
278 Migraciones trans

Janeiro donde descubrí que un número elevado de travestis


provenía de pequeñas ciudades y pueblos pertenecientes a otras
regiones del país. Era en Río donde comenzaban a aprender a
cómo transformase en travestis y a sobrevivir a través del trabajo
sexual, su principal actividad laboral. Más tarde observé que, para
subir el siguiente escalón, tenían que cruzar el Atlántico. Después
de una etapa de perfeccionamiento, muchas estaban listas para
viajar al destino soñado y admirado por todas: Europa. Estos
permanentes tránsitos espaciales, de la “gran escuela” carioca a
Europa, permitían construir sus identidades como travestis y, más
específicamente, modificar sus cuerpos para ser como “bellas”
mujeres. En tanto proceso ritual, las travestis emprendían un viaje
que era simultáneamente corporal y espacial porque a la vez que
transitaban por distintos territorios, iban transformando y
embelleciendo sus cuerpos. Por lo tanto, para transformarse en
travestis, tenían que transitar ordenadamente por unos itinerarios
corporales y, al mismo tiempo, geográfico/espaciales claramente
delineados en su universo.
En este trabajo me centraré exclusivamente en las
experiencias migratorias de las travestis brasileñas que viajan o
han viajado a Europa. Para ello, comenzaré presentando algunas
nociones teóricas básicas sobre la relación entre el trabajo sexual y
las migraciones transnacionales. Luego, introduciré el concepto
“migración trans” para poder situar las principales ideas del
estudio. Asimismo, describiré la importancia que Europa ha
tenido, y tiene, para las travestis brasileñas. Me detendré tanto en
los relatos de las primeras generaciones de travestis que llegaron a
París en los años setenta como en la capacidad que las nuevas
generaciones tienen para accionar su brasileñidad al reconfigurar
sus identidades y adaptarse a las condiciones actuales del mercado
del sexo español. Particularmente, describiré las principales

Instituto de Medicina Social, Universidade do Estado do Rio de Janeiro. La


segunda parte se llevó a cabo de forma discontinua en la ciudad de Barcelona
entre el año 2009 y el 2011. En ambas ciudades realicé observación participante
y entrevistas a profundidad semi-dirigidas a travestis brasileñas, cirujanos/as
plásticos/as y agentes de ONG´s vinculadas con travestis trabajadoras del sexo.
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estrategias que las travestis emplean en Barcelona para prosperar


en un contexto local marcado por la denominada “crisis
económica” y por políticas públicas cada vez más restrictivas.

Migraciones y trabajo sexual

Es cierta la observación que hace Adriana Piscitelli (2009)


sobre la difícil conexión entre industria del sexo y migración en los
estudios académicos contemporáneos. Asombra esta desconexión
cuando se piensa que estas personas “desempeñan un papel
importante en la creación de un espacio social transnacional”
(Piscitelli, 2009:102). Uno de los principales orígenes de esta
omisión se encuentra en los discursos de feministas
abolicionistas,que se han posicionado con fuerza en los debates
públicos y consideran a las personas que se prostituyen como
“víctimas” de la trata de personas. Precisamente el Estado español
se rige bajo el sistema abolicionista, es decir, el estado no persigue,
no prohíbe ni favorece la prostitución cuando es voluntaria. Sí, en
cambio, se actúa en casos de proxenetismo, es decir, cuando
existe explotación económica de por medio 4. El discurso
abolicionista basado en la trata de personas (sobre todo,
mujeres) 5, sólo entiende a la prostitución en términos de
“explotación”, “engaño” y “esclavitud sexual” de las mujeres. En

4
El Código Penal español en la última modificación del 2010 incorpora el delito
específico de “trata de personas”, entre una de las finalidades de la explotación
sexual. Sin embargo, el delito de “proxenetismo” en relación a la prostitución
sigue manteniéndose (art. 188.1 del Código Penal). Asimismo, la amplitud en la
interpretación de este último delito penal produce incertidumbre, pues determinar
quién puede lucrarse al “explotar” el ejercicio de esta actividad podría conducir a
situaciones absurdas como castigar a los/as hijos/as de quienes se prostituyen.
5
Como apunta Doezema (2004), este discurso está íntimamente vinculado con
el mito y el discurso de “la trata de blancas” del pasado: “en ambos se pone
especial énfasis en la juventud de la víctima, en su inocencia y también en el
origen ‘extranjero’ del traficante. […] [Pero bajo estos discursos] está una vez
más el miedo a la independencia de las mujeres y a su sexualidad” (Doezema,
2004:157).
280 Migraciones trans

consecuencia, se comprende que esta confusión entre trata y


migración voluntaria de las personas se vuelve irreconciliable.
Existe otra perspectiva de análisis que considera a la
trabajadora sexual como una agente con voluntad y capacidad de
dirigir su propio destino, una sujeta con voz propia y autonomía.
Se reconoce a la prostitución como un trabajo y se lucha por
conseguir su legalidad. Al mismo tiempo que se denuncia el
estigma de “puta” vivido por todas las mujeres, se contempla el
derecho que todas las mujeres tienen a disponer de sus cuerpos y
sexualidad. En efecto, se observa cómo se construye una alianza
entre las trabajadoras sexuales y el resto de las mujeres. Este
enfoque, pues, resalta la autonomía, libertad y agencia de las
personas que eligen esta opción laboral por considerarla más
beneficiosa que otros trabajos mal pagados y precarios (Pheterson,
1989, 2000; Osborne, 1991, 2004; Juliano, 2002; Agustín, 2004;
Garaizabal y Briz, 2007; Holgado, 2008; entre otras).
La industria del sexo es un negocio altamente rentable y por
ese motivo este trabajo forma parte del proyecto migratorio de un
número importante de personas. Se dice que en muchos países de
Europa occidental las mujeres migrantes llegan a constituir
aproximadamente el 70% de las/os trabajadoras/es del sexo
(Brussa, 2004). Sin embargo, no sólo migran mujeres para
incorporarse en la industria del sexo. Hombres y trans también lo
hacen. No obstante, su ausencia e invisibilidad en los debates
sobre prostitución son muy frecuentes. De hecho, llama la
atención quienes en sus estudios los/as nombran para descentrar
momentáneamente la asociación entre trabajo sexual y mujer. En
el caso particular de las trans, ellas están excluidas porque el
concepto de mujer del discurso dominante se basa en la biología
y, en consecuencia, según enfoques abolicionistas, son las mujeres
(biológicas) a quienes hay que “salvar” y “rescatar” de las redes
que tratan con personas (Agustín, 2009). Las personas trans, en
tanto “hombres” para la visión oficial, son ignoradas porque
numéricamente son poco significativas y “no están en peligro”.
Asimismo, la activista transexual española y trabajadora del sexo
Beatriz Espejo comenta que las transexuales:
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no conciben el hecho de prostituirse como una agresión


directa o esclavitud. Por tanto, es más fácil, para una
transexual, adaptarse a la prostitución en tanto le sea
rentable y rara vez presentará sentimiento de culpa,
vergüenza o lesión alguna. […] La población transexual
femenina no es víctima, por ahora, del proxenetismo, el
tráfico y la extorsión, quizás también por eso no encuentra
razonables las extrapolaciones feministas cuando presentan
a la mujer prostituta como víctima de explotación por
sistema (2008:133-4).

Las trabajadoras sexuales trans, migrantes, son reconocidas,


sobre todo, por las ONG’s que trabajan con trabajadoras/es del
sexo y desarrollan programas para promover su salud sexual y
autonomía. Mediante la entrega de material preventivo y
educativo, charlas grupales e individuales, apoyo psicológico, legal
y sanitario; estas ONG’s promueven el fortalecimiento y la
educación socio-sanitaria de las/os “usuarias/os” para minimizar
sus prácticas de riesgo. En España, debido a su alto índice de
movilidad y a que la gran mayoría son de nacionalidad extranjera
y se encuentra en una situación administrativa irregular, es muy
difícil cuantificarlas.
Mi experiencia de campo ha demostrado que la vinculación
entre travestis y trabajo sexual es muy íntima. No sólo porque esta
actividad es necesaria para construir las travestilidades 6, sino
también porque prácticamente no existen otras opciones laborales
para ellas. Para la gran mayoría de las travestis trabajadoras del
sexo, la prostitución no es una actividad que las avergüence, ni la
vivencian con resignación. Por el contrario, es una profesión que
las empodera, como diferentes estudios también lo han destacado
(Kulick, 1998; Benedetti, 2005; Vogel, 2009; Pelúcio, 2009a). Todas las
travestis que llegan a Europa para trabajar en la industria del sexo
ya se dedicaban a lo mismo en Brasil. Pensar en Europa hubiera

6
Incorporo el término travestilidad utilizado en los últimos años en Brasil (Peres,
2005; Vale, 2005; Patrício, 2008; Duque, 2009; Pelúcio, 2009a; entre otros/as)
para hacer referencia a la heterogeneidad de las identidades de las travestis.
282 Migraciones trans

sido imposible sin estas experiencias laborales previas. Asimismo,


todo el proceso de transformación travesti no está organizado al
azar, sino que sigue una serie de pasos que determinarán cuando
ya se está lista para el viaje transnacional. El trabajo sexual es,
pues, un elemento fundamental del proceso identitario y
migratorio de las travestis.

Migraciones trans

Las llamadas migraciones por motivos económicos, fueron


hegemónicas en las investigaciones sobre migración en ciencias
sociales. En los últimos años, un número cada vez más creciente
de investigadores/as incorporan la articulación de categorías como
el género, los afectos y la sexualidad para entender los tránsitos
transnacionales (Piscitelli et al., 2011). Al indagar algunas referencias
teóricas para estudiar los procesos de movilización de las travestis,
me aproximé en primer lugar a las categorías migración sexual
(Cantú, 2002; Parker, 2002; Pichardo, 2003; Vale, 2009) y migración
queer (Fortier, 2003; Gorman-Murray, 2007; Luibhéid, 2008) como
posibles herramientas de análisis. Ambas categorías describen los
deseos y las prácticas sexuales de personas que abandonan su
lugar de origen y buscan un nuevo sitio donde vivir su sexualidad
de forma diferente. La totalidad de estos estudios hacen referencia
a las experiencias migratorias de gays y lesbianas.
Las motivaciones que llevan a gays y lesbianas a migrar son
diversas. Por ejemplo, Pichardo (2003) sistematiza las principales
causas migratorias de un grupo de gays y lesbianas de
nacionalidad extranjera entrevistados/as en España: escapar del
control social (la familia), empezar de cero y establecer una nueva
identidad; buscar el anonimato de una gran ciudad; encontrar un
ambiente de mayor respeto; mayores oportunidades de
sociabilidad; conseguir mejores tratamientos contra el VIH;
conseguir residencia en países que permiten formalizar las
relaciones homosexuales; y, huir de países con condenas penales
que pueden llegar hasta la muerte. Estas referencias, aunque
pertinentes al pensar en las migraciones de travestis, transexuales
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y transgéneros, son limitadas para captar sus experiencias de


movilización. En el caso de las travestis brasileñas, también buscan
ganar dinero (generalmente, mediante el trabajo sexual) y
modificar sus cuerpos para ser más “femeninas y bellas”. La
capacidad que tienen de hacerse a sí mismas, a través de sus
intervenciones corporales, es un factor de vital importancia para
entender sus tránsitos. En consecuencia, las investigaciones que se
ubican bajo el concepto de migraciones sexuales o queer, si bien
han sido y son útiles, pues al incorporar la variable ‘sexualidad’ en
los análisis migratorios descentran la hegemonía económica como
principal perspectiva de estudio, no contemplan la particularidad
de las migraciones trans.
Propongo el uso del concepto “migración trans” para hacer
referencia a los procesos migratorios que reflejan la particularidad
de las experiencias de travestis, transexuales o transgéneros. Las
personas trans migran para encontrar mayor libertad y respeto
para expresar y vivir sus identidades de género y sexualidad, pero
también buscan – simultáneamente – un escenario económico
beneficioso para desarrollar una actividad laboral. En el caso de
las travestis brasileñas, el trabajo sexual es una fuente de ingresos
muy importante tanto por las ganancias económicas que conlleva,
como por ser un elemento fundamental del proceso de
construcción de las travestilidades. Al hablar de migración trans se
resalta tanto la capacidad de agencia y las características
vinculadas a la sexualidad y al género, como los procesos
económicos en el que están insertas las personas que migran
(Howe et al., 2008). En consecuencia, no se pueden aislar las
migraciones trans de los condicionamientos sociales, políticos y
económicos que movilizan dichas migraciones. Sobre todo, la
particularidad de las migraciones trans reside en que no sólo están
cruzando unas fronteras espaciales (nacionales o transnacionales)
sino que, al mismo tiempo, construyen su propia identidad pues,
como lo hacen las travestis, mientras van migrando van
modificando y feminizando más sus cuerpos. Por lo tanto, cuando
se habla delas migraciones de las travestis no sólo me refiero a sus
desplazamientos espaciales, sino que describo también sus tránsitos
284 Migraciones trans

por los límites de un territorio corporal (King, 2003; Howe et al., 2008;
Vogel, 2009; García y Oñate, 2010). Para transformarse en travesti es
necesario someterse a una serie de procedimientos cosméticos,
estéticos y/o médicos para performar un determinado tipo de ideal
femenino. Asimismo, la gran mayoría de estas modificaciones sólo
pueden llevarse a cabo si se ha migrado a entornos sociales y
laborables que estimulan ese transformarse en travesti.
A continuación se analizará cómo Europa no es simplemente
una escala más entre los numerosos territorios que las travestis
brasileñas pueden transitar para transformar sus cuerpos o para
profesionalizarse como trabajadoras del sexo. Sus migraciones
transnacionales a Europa, ya desde los años setenta, constituyen un
evento de decisiva influencia en el desarrollo de las travestilidades.
Europa no sólo ha propiciado que las primeras generaciones de
travestis comiencen a embellecerse definitivamente como mujeres,
sino que también ha permitido que un número importante de
travestis ganen mucho dinero y que, aunque algunos
condicionamientos sociales, políticos y económicos hacen que las
ganancias mermen en la actualidad, el viaje a Europa siga
considerándose como una actividad que da prestigio y empodera a
quienes con “éxito” han podido dar un paso más – quizás el último-
en esta carrera para transformarse en travestis.

Las pioneras

A finales de los años sesenta, Daloá 7 fue la primera brasileña


en llegar a París y trabajar como bailarina en las exclusivas casas
de cabaret Madame Arthur y Carrousel de Paris 8, pertenecientes al
mismo dueño Monsieur Marcel. Luego, en el año setenta surgieron
nombres como el de la famosa Regina y Vanessa. En realidad, en

7
Todos los nombres de las participantes de la investigación son ficticios, con la
excepción de las personas que están muertas (como Daloá).
8
El Carrousel de Paris llegó a convertirse en un cabaret con un nivel más alto y
refinado que su antecesora Madame Arthur. En el Carrousel trabajaron las
famosas artistas transexuales Coccinelle y Bambi, entre otras célebres
transexuales europeas.
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aquella época no se puede aún pensar que los cuerpos de Daloá y


de sus sucesoras se asemejaban a las travestis contemporáneas. De
hecho, ellas llegaron a París desde Brasil como actores
transformistas. En Brasil, no sólo las técnicas de transformación
corporal no estaban aún desarrolladas, sino que tenían prohibido
exhibirse como mujeres las 24 horas del día. Solamente eran
tolerados los transformismos/transvestimientos en los teatros y
durante el carnaval. Aún durante los años setenta, quienes se
animaban a salir a las calles con una apariencia femenina eran
duramente reprimidas o, en el peor de los casos, directamente
exterminadas durante la dictadura brasileña (Figari, 2009).
Los espectáculos de transformistas y transexuales estaban en
pleno auge en las principales ciudades europeas. En estos
escenarios las artistas cantaban en vivo, bailaban y desplegaban
sus “encantos femeninos” frente a un selecto público maravillado
ante la posibilidad de que esas “bellezas” sean/hayan sido
hombres. Cuando le pregunté a Regina en Río de Janeiro si las
mujeres también trabajaron en el Carrousel, me contestó de forma
categórica: “No, mujeres nunca entraron, mujeres jamás. U
operadas [transexuales] o travestis. Sólo tenía que tener pecho”. 9
Para comenzar a tener pecho y a feminizar sus cuerpos, brasileñas
como Regina y Vanessa conocieron por primera vezlas hormonas
en Europa.
En Barcelona esta modalidad de show también fue muy
famosa. Sobresalieron los locales como Barcelona de Noche o
Gambrinus. Según las memorias de Pierrot, actor y showman de
los principales espectáculos en Barcelona, “[e]n los años setenta el
éxito de las trans en el espectáculo era tan espectacular que
ninguna sala perdía la oportunidad de tener en su elenco ‘el
desafío a la imaginación más desbordada’” (Pierrot, 2006:155).
Una de las primeras brasileñas que llegó a España fue Lorena
Capelli, quien murió por las complicaciones que surgieron cuando
le realizaban una vaginoplastia. Cuentan que fue una de las pocas

9
“Não, mulheres nunca entraram, mulheres jamais. Ou operadas [transexuales]
ou travestis. Só tinha que ter peito”.
286 Migraciones trans

que llegó a Europa ya vestida de mujer, pues su padre formaba


parte del cuerpo diplomático y obtuvo un documento oficial en el
que se le autorizaba a ir por las calles de Brasil con aspecto
“femenino”. De todos modos, comparada con París, la ciudad de
Barcelona no fue el principal destino para las travestis brasileñas.
Paulatinamente llegaron aquí una vez que la “época dorada” de
París comenzó a decaer ya en los años ochenta.
Todas mis entrevistadas travestis con más edad,
reconocieron que el éxito que estas pioneras tuvieron,
particularmente en París, fue sorprendente. En estos shows fueron
admiradas y respetadas, como nunca, por los hombres europeos. Al
mismo tiempo, se hicieron más “bellas” a través del empleo de
diversas prácticas estéticas como el “bombeo” de silicona líquida en
sus cuerpos, y cuando volvieron a Brasil generaron un gran impacto
mediático entre el resto de sus colegas. Como Regina asegura al ser
entrevistada en Río, “ellas comenzaron a ir para allá pero sólo que
no podían ser estrellas del Carrousel” 10. Muy pocas travestis
consiguieron entrar como artistas en estas casas. No obstante,
rápidamente descubrieron que sus incursiones como trabajadoras
del sexo en las calles de París les daban mucho dinero.
A partir de mediados de los años setenta un número
importante de brasileñas comenzó a viajar a París para dedicarse
exclusivamente al trabajo del sexo. Trevisan (2007 [1986]) asegura
que se llegaron a organizar vuelos chárter para transportar
especialmente a las travestis a París: los llamados “vuelos de la
belleza” (Oliveira, 1994; Vale, 2005). Aunque es muy difícil llegar a
cuantificarlas, Trevisan (2007 [1986]) considera que de las 700
travestis que entonces trabajaban en Francia, 500 eran brasileñas.
Este dato no ha sido justificado por el autor ni ha mencionado las
fuentes. Por consiguiente, si bien la información no es del todo
fiable, sólo es mencionada para dar cuenta del impacto que estas
migraciones han tenido en los estudios de algunos/as
investigadores/as. En el excelente trabajo de Green (2000:346)

10
“[...] elas começaram a aparecer quando começaram a saber do meu sucesso
no Carrousel”.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 287

también se lee que “centenares o tal vez millares” de travestis


tuvieron la oportunidad de obtener grandes ganancias financieras
en el exterior. El autor asegura que a finales de los años setenta
Brasil comenzó a “exportar” travestis para Europa. Asimismo, la
investigación de Vale (2005:170) sobre travestis brasileñas en
Francia manifiesta que, fruto del poder y el dominio que tenían en
el campo de la prostitución, en la década de los ochenta la palabra
brésilien se convirtió en sinónimo de travesti.
El auge de esta “época dorada” en París llegó, pues, entre
los años ‘78 y ‘80, año en que fue asesinada Elisa. Elisa fue una
travesti brasileña muy influyente y poderosa en París. Encargada
de controlar tanto el negocio de la prostitución como de la
distribución y aplicación de la silicona líquida. Los “bombeos” de
silicona hechos por brasileñas comenzaron en París y Elisa fue la
gran precursora. El asesinato, en manos de Claudia, de la “reina
de Pigalle” marcó el inicio del declive de los años más fructíferos
de las travestis brasileñas en Europa. Aunque muchas quisieron
ocupar el lugar de Elisa, no lo consiguieron. Comienza un período
que algunas entrevistadas consideran como “marginal” pues, ya
sin el control efectivo de Elisa, afloraron muchas rivalidades,
envidias, amenazas y “escándalos” 11 entre las propias travestis. Al
mismo tiempo, crecieron las presiones por parte de las autoridades
francesas: entre los años ‘80 y ‘84 las expulsiones se multiplicaron
por irregularidades en sus visados. En fin, el ambiente en torno a
las travestis brasileñas se volvió cada vez más pesado y opresivo en
Francia y a partir de la segunda mitad de los años ochenta otros
destinos fueron elegidos en Europa. Durante los años noventa y
relativamente hasta la actualidad, Italia se convirtió en la gran meta
de las nuevas generaciones de travestis. Países como España,
Alemania, Suiza y Holanda son incorporados a partir del año 2000

11
Kulick y Klein (2003) analizan el uso que las travestis brasileñas hacen del
“escándalo”. Observan que es una forma de acción política que tiene por finalidad
causar vergüenza, es decir, ellas se reconocen como seres abyectos y amenazantes
que, en determinados contextos, accionan dicho poder para causar vergüenza en –
generalmente- los clientes, para lograr así sus objetivos (ganar dinero).
288 Migraciones trans

(Teixeira, 2008). Puntualmente, las migraciones a España se


intensificaron a partir de la segunda mitad de la década del 2000.

La importancia de Europa

El “descubrimiento” de Francia y, posteriormente, del resto


de países europeos para trabajar en el mercado del sexo forma
parte de un intento de las travestis por encontrar una vida mejor.
Esto no se traduce únicamente en la posibilidad de ganar dinero y
bienes materiales, sino también en hallar un ambiente donde sean
respetadas, lejos de la violencia experimentada en Brasil al
encarnar sus identidades de género. Aunque las rutas migratorias
sean reconfiguradas permanentemente y las condiciones políticas
y económicas de los países de destino hayan cambiado, sus
motivaciones para llegar a Europa siguen siendo prácticamente las
mismas a lo largo de los años.
En los últimos años, algunas investigaciones brasileñas se
han centrado en estudiar y acompañar las migraciones de travestis
a Europa, específicamente, a España (Patrício, 2008; Pelúcio, 2008,
2009b, 2011), Italia (Teixeira, 2008, 2011; Goulart, 2011) y Francia
(Vale, 2005). También trabajos más antiguos en torno a las travestis
brasileñas han detectado la importancia de sus tránsitos a Europa
(Silva, 1993; Oliveira, 1994; Kulick, 1998). Estos estudios coinciden
en que Europa representa un ascenso social en el universo de las
travestis. Sus conquistas económicas (sobre todo, quienes pueden
comprar sus casas en Brasil) son exhibidas como verdaderos
trofeos que permiten reconocer a las travestis “exitosas” que se
diferencian de las demás. Al mismo tiempo, los cuidados
corporales, las nuevas cirugías estéticas realizadas, las ropas de
marcas importadas, los perfumes caros y las joyas, dan cuenta del
prestigio y del “glamour” alcanzados a través de sus estancias en
Europa (Teixeira, 2008; Pelúcio, 2009a). Se valora asimismo la
posibilidad de acceder a otras culturas, dominar otras lenguas,
adquirir nuevas experiencias, sentirse respetadas y deseadas por
“hombres de verdad” que podrían llegar a convertirse en sus
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 289

maridos 12. El relato de Francisca, quien reside en Barcelona, revela


el principal motivo por el cual no desea volver a vivir en Brasil:

Muchas se apegan a Europa y dejan Brasil… ¿Por qué? No


porque aquí está el dinero, las personas piensan que es por
causa del dinero, ¡no! Es por los malos tratos. Nosotras no
tenemos derecho de entrar en un restaurante y ser vistas
como ser humano. Nosotras en Brasil somos vistas por el
coche, por la marca de la ropa que estás usando, no somos
vistas como ser humano. […] Aquí en Europa la travesti es
tratada como un ser humano normal. Aquí los hombres dan
más valor a la travesti. Hay hombre que hasta larga a su
mujer para quedarse con una travesti 13.

La búsqueda de la “normalidad”, deseada por Francisca, se


convierte, pues, en una importante razón para quedarse en
Europa. Todas las entrevistadas durante mi trabajo de campo,
tanto quienes aún viven o han vivido en Europa, coinciden en
resaltar que, como en ningún otro sitio, en Europa se sienten/se
han sentido libres y respetadas. Sin embargo, como las
experiencias son diversas, no todas aceptan abandonar
definitivamente Brasil e, incluso, consideran una “traición al país
de origen” el hecho de querer residir en Europa (Goulart,
2011:312). A muchas sólo les interesa pasar unos años en Europa
para ganar el suficiente dinero buscando conseguir una buena
vida para ellas mismas y, muchas veces, para ser el sostén

12
Término emic que permite nombrar a los compañeros de las travestis,
independientemente del tiempo de duración de la relación o de la existencia de
algún vínculo formal.
13
“Muitas se apegam à Europa e deixam o Brasil... Por que? Não porque aqui
está o dinheiro, as pessoas pensam que é por causa do dinheiro, não! É pelos
maus tratos. Nós não temos direito de entrar num restaurante e ser vistas como
ser humano. Nós no Brasil somos vistas pelo carro, pela marca da roupa que
você está usando, a gente não é vista como ser humano. [...] Aqui na Europa a
travesti é tratada como um ser humano normal. Aqui os homens dão mais valor
à travesti. Tem homem que larga até amulher para ficar com travesti”.
290 Migraciones trans

económico de sus familias en Brasil 14. El dinero empodera a las


travestis frente a su familia y les permite reconstituir las relaciones
dañadas en el pasado así como acentuar las fisuras.
En definitiva, Europa representa una importante promoción
a nivel material, simbólico y corporal. Las “europeas” 15 son
reconocidas por su “belleza”, “refinamiento” y “sofisticación”, o
sea, como personas “viajadas” que llegaron a Europa y
encarnaron una serie de ideales, a tal grado, que cuando vuelven
a Brasil – de forma transitoria o permanente- son positivamente
valoradas. Sin embargo, no todas las “europeas” están de acuerdo
en que la vida de ellas es mucho mejor que la del resto por el sólo
hecho de vivir en Europa. Como Márcia reconoce desde
Barcelona: “En Brasil todos piensan que aquí comemos caviar” 16.
Por el contrario, la vida en Europa puede ser muy dura. La
denominada “crisis económica” que se inició en los últimos años,
las políticas municipales que restringen y prohíben el trabajo
sexual callejero, la soledad o el miedo a las deportaciones, son
algunas dificultades que atraviesan y que delinean un panorama
complejo en donde cada vez es más difícil convertirse en una
travesti “exitosa”.

El encanto de la brasileñidad 17

Finalmente, se reflexionará acerca de cómo las identidades


de las travestis brasileñas son reconfiguradas en el contexto

14
Piscitelli (2009) distingue que las mujeres brasileñas que trabajan en la
industria del sexo en Europa (España e Italia) también suelen regresar una o dos
veces al año a Brasil, dependiendo del estatuto migratorio y de las condiciones
económicas de cada una. En estos viajes se afianzan los lazos afectivos con sus
familias y gestionan las inversiones que han sido facilitadas con el dinero ganado
en Europa para, en muchos casos, planear su retorno definitivo al país.
15
Término emic que se utiliza para referirse a las travestis que han vivido o viven
en Europa.
16
“No Brasil todos pensam que aqui a gente come caviar”.
17
Concepto propuesto por Piscitelli (2011:5) y que alude a los trazos “étnicos”
asociados al Brasil.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 291

europeo. Específicamente me centraré en la inserción de las


travestis en el mercado del sexo español. Como Patrício (2008)
manifiesta: si en Brasil, las que circulan por el mundo, se destacan
como “europeas”, ya en Europa ellas se distinguen como
brasileñas. Los escenarios, las prácticas sexuales y las imágenes
creadas en torno a las travestis son diferentes en los mercados del
sexo español y brasileño. Se observa que cuando los contextos
son modificados, se alteran asimismo las marcas identitarias
(Piscitelli, 2011). Se examinará la producción de imágenes
corporales en torno a las mujeres brasileñas, en general, y a las
travestis, en particular, para entender cómo se acciona la
brasileñidad una vez que se han cruzado las fronteras nacionales.
Piscitelli (2007, 2011:10) puntualiza que, en Brasil, los
debates en torno a la integración de las mujeres brasileñas en el
mercado transnacional del sexo se han llevado a cabo a partir de
una cierta construcción de la feminidad nacional, altamente
sexualizada y definida por el “color” (Moutinho, 2004). Las
imágenes de mulatas y negras producidas históricamente a partir
del Brasil colonial explican, según este discurso, la notoriedad que
las brasileñas tienen en la industria del sexo transnacional como
bienes de consumo “exóticos” 18. Esta sexualización de la “raza” ha
permitido que Brasil creara y exportara uno de sus principales
símbolos nacionales: el de sus mulatas y negras irresistibles, que
contornean sus caderas al ritmo del samba (Edmonds, 2002; Corrêa,
1996). De acuerdo a Piscitelli, “la imagen de la mulata construida
como objeto de deseo y símbolo nacional aparece como síntesis
de la percepción sexualizada de la brasileñidad” (2011: 11). Estas
representaciones altamente sexualizadas contribuyen a que la

18
Según Kempadoo (apud Piscitelli, 2007b:27), el exotismo se basa en la
admiración, valoración y atracción por el otro. Sin embargo, analizando los
procesos de exotización contemporáneos regidos por movimientos económicos y
culturales globalizantes, termina siendo una forma de racismo, con la única
diferencia de que el exotismo no sitúa la alteridad en un lugar inferior. No
coincido con este último punto señalado por la autora pues considero que,
aunque con otras fórmulas, el exotismo sí termina posicionando al/a laotro/a en
una posición inferior.
292 Migraciones trans

asociación entre ser brasileña y ser prostituta surja de forma casi


inmediata en el contexto migratorio (Pontes, 2004; Mayorga, 2011).
Sólo las mujeres con mayor escolaridad, que no son consideradas
negras y cuentan con una mejor posición social en los países
receptores, pueden estar “menos afectadas por esas nociones de
brasileñidad” (Piscitelli, 2011:15).
Diversas investigaciones sobre mujeres brasileñas
trabajadoras en el mercado del sexo español coinciden en
describir que en estos escenarios ellas se identifican como
brasileñas y se apropian de algunos atributos como ser “calientes”
y “morenas” (Piscitelli, 2011). Es decir, ellas incorporan el discurso
dominante patriarcal y colonial para alcanzar determinadas metas
a través de sus trabajos como profesionales del sexo: autonomía,
independencia económica o libertad (Piscitelli, 2004; Mayorga,
2011). No obstante, Piscitelli destacó que en la industria del sexo
española, a través de entrevistas que hizo a clientes y empresarios
de locales de alterne, la sexualidad que racializa a las brasileñas
como “morenas” no las ubica en una posición privilegiada con
respecto al resto, sino que frecuentemente las trabajadoras del
sexo de “color” son asociadas con las colombianas y cubanas.
Esto significa que, en Cataluña 19, donde llevó a cabo su
investigación, “las brasileñas tienden a diluirse en una categoría
regional, como latinoamericanas” (Piscitelli, 2011:19).
Paralelamente, a través de los relatos de las propias trabajadoras
del sexo, ellas destacan su singularidad como brasileñas a través
de cualidades como el cariño, la alegría, la simpatía y el cuidado
con los clientes (Piscitelli, 2007, 2011). Sintetizando lo expuesto, la
autora argumenta que:

en estos sectores altamente mercantilizados de la industria


del sexo en España, los atributos que esas migrantes
subrayan para afirmar su brasileñidad son la afectuosidad y
el cuidado. En este escenario, la supuesta “superioridad”
concedida a esta nacionalidad en virtud de una sexualidad
exacerbada, asociada a un saber específico y vinculado a la
19
Barcelona es la capital de esta comunidad autónoma española.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 293

valorización del color “moreno” se tornan secundarios. Las


cualidades destacadas tienen cierto sabor a domesticidad.
Accionándolas, las entrevistadas procuran posicionarse en
un contexto marcado por la competencia entre mujeres de
diversas nacionalidades (Piscitelli, 2011:22).

Con respecto a las travestis brasileñas que trabajan en el


mercado del sexo español, se revelan algunos aspectos
significativos en relación a los análisis recién expuestos. Las
travestis también activan su identidad como brasileñas en sus
migraciones transnacionales, pero en vez de acentuar cualidades
relacionadas al temperamento (“alegres” y “cariñosas”), ellas
privilegian sus cuerpos como los principales marcadores
identitarios de su brasileñidad. Es decir, destacan que son más
“calientes” y “sensuales” y, al mismo tiempo, que sus cuerpos son
“especiales”. Algunos relatos de entrevistadas que viven o han
vivido en Europa:

Es raro que haya una travesti, una transexual, con cuerpo


bonito en España. ¿Viste ya una travesti española realmente
bonita? ¡Y brasileña ya viste a varias! […] Cuerpo perfecto,
marquita del biquini [hecha por el sol], bronceada… Brasil,
siempre 20 (Roberta).

Las travestis brasileñas son bonitas. Ellas buscan la


perfección, ellas tienen una cosa que las de afuera no hacen
ese tipo de cuerpo 21 (Lina).

Los cuerpos de las otras no son tan redondeados, no son


tan femeninos como los nuestros. Los nuestros son más
femeninos, buscamos desarrollar una feminidad,

20
“É raro ter uma travesti, uma transexual, com corpo bonito na Espanha. Você
já viu travesti espanhola mesmo bonitona? E brasileira você já viu várias! [...]
Corpo perfeito, marquinha de biquini, queimada... Brasil, sempre”.
21
“As travestis brasileiras são bonitas. Elas procuram a perfeição, elas têm uma
coisa que as de lá fora não têm, esse tipo de corpo”.
294 Migraciones trans

¿entiendes? Las brasileñas son más fáciles de quedar más


redondeadas 22 (Keyla).

Existe una creencia entre las propias travestis, que son


únicas, que la particularidad de sus cuerpos las distingue del resto.
Esta convicción puede tener sus fundamentos en el peso que la
llegada de las brasileñas tuvo a finales de los setenta en el
mercado del sexo europeo y en la difusión que tuvieron en
algunas técnicas de embellecimiento como el “bombeo” de
silicona líquida. Reyna, otra informante, sostiene que “todas
buscan el prototipo brasileño, tanto, que en las aplicaciones de
silicona somos las mejores, inclusive en las [cirugías] plásticas
también, los cirujanos plásticos […] tenemos a los mejores en ese
campo. Entonces somos copiadas por todo el mundo, somos
buscadas” 23. Las travestis brasileñas, pues, una vez que transitan
por las fronteras de su país, se reconocen como “las más bonitas”.
Sus cuerpos “perfectos” se convierten en el principal distintivo que
las diferencia de las demás travestis en el amplio y competitivo
mercado del sexo europeo.
Al mismo tiempo, se erigen como grandes amantes, capaces
de dar mucho placer y gozo a sus clientes. Para ello aprovechan el
elevado grado de erotización creado en torno a su brasileñidad.
Generalmente, existe una tendencia a que sexualicen su “color”
moreno/mulato. Si se examinan algunas auto-identificaciones que
las travestis brasileñas emplean para presentarse en uno de los
principales sitios en Internet, donde anuncian sus servicios en
apartamentos privados en España 24, se descubrirán expresiones
22
“Os corpos das outras não são tão arredondados, não são tão femininos como
os nossos. Os nossos são mais femininos, procuramos desenvolver uma
feminilidade, entendeu? As brasileiras são mais fáceis de ficarem mais
arredondadas”.
23
“[...] todas procuram o protótipo brasileiro tanto que nas aplicações de silicone
nós somos as melhores, inclusive nas plásticas também, os cirurgiões plásticos
[...] nós temos os melhores nesse campo. Então nós estamos copiadas pelo
mundo todo, estamos procuradas”.
24
Me refiero a www.erosguia.com. En este portal se puede acceder tanto a los
servicios de mujeres como de travestis. Una vez que se elige ingresar al espacio
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 295

como: “morena de infarto”, “mulata cachondísima”, “mulata de


mucho placer”, “morena guapísima de piel canela, caliente como
el verano” o “mulata brasileira, tan exuberante y caliente como mi
tierra”. En algunos anuncios, mencionan cualidades como “piel
bronceada”, “exótica” o “morena bronceada” para indicar, junto
a otras características, cuán “calientes” son. Incluso se encuentra el
anuncio de una travesti brasileña, fenotípicamente “bronceada”,
“morena” o “mulata”, que no menciona ninguna de estas
expresiones para describirse pero se observa que en todas sus
fotografías se la ve con vestido diminuto de leopardo, con largos
pendientes de plumas y posando inclusive en cuatro patas delante
de abundante vegetación natural. Estas imágenes representan a
una travesti portadora de una sensualidad “exótica”, “salvaje” e
“incontrolable”. Difícilmente, una travesti rubia y “blanca” posaría
de esta manera para representar un determinado tipo de
sexualidad casi animal (hooks, 1997).
La “negritud sexualizada” (Pelúcio, 2008:12) que accionan las
travestis es un bien valorado en sus contextos migratorios
transnacionales. Por el contrario, en Brasil las travestis valoran
como un ideal estético el ser blancas y rubias. Como este ideal es
inalcanzable para la mayoría de travestis y mujeres brasileñas que
son morenas, muchas emplean algunas prácticas para blanquear
su apariencia: alisan y aclaran sus cabellos, utilizan mucha base de
maquillaje, exhiben las marcas del bikini hechas cuando toman sol
para mostrar cuan blancas son, entre otras prácticas. Por lo tanto,
si en Brasil deciden estratégicamente blanquearse, en Europa
valorizan la “belleza negra” como un elemento que les otorga
prestigio en el mercado del sexo transnacional (Duque, 2009). Sin

exclusivo de las travestis, se puede visualizar en la página principal las fotos de


todas las travestis anunciadas, con su nombre y la ciudad donde se encuentran
(casi exclusivamente, Barcelona y Madrid). En las fotos posan con lencería muy
erótica y semidesnudas, exhibiendo pechos, nalgas y, en muchísimos casos, sus
penes erectos. Cliqueando en las fotos o los nombres se accede a la información
completa de la travesti seleccionada (edad, idiomas que habla, teléfono,
descripción general de cómo es, los servicios que ofrece y las tarifas), también se
pueden ver diferentes fotos e, incluso, algunas adjuntan vídeos. Existen asimismo
anuncios destacados que presentan fotografías de mayor tamaño que el resto.
296 Migraciones trans

embargo, las brasileñas de “color”, en el mercado del sexo


español, cuentan con el mismo estatus que las mulatas/negras de
Venezuela, Cuba, Panamá, Colombia, (quienes son encontradas
también en los portales publicitarios en Internet), Ecuador y Perú
(menos publicitadas en Internet, intentan trabajar más en la calle).
Aún así, ser mulata/morena/bronceada es un valor a destacar,
como, finalmente, se describe en este anuncio: “[soy] un encanto
de travesti brasileña recién llegada a la ciudad, la mulatita tan
exuberante y ardiente como su país de origen!” 25
Esta “fogosidad” sexual, que ha sido construida de acuerdo
a un modelo colonial/“racial”, se condensa en la visión
sexualizada de la brasileñidad. Con esto quiero decir que, en
realidad, más allá del “color”, son las brasileñas quienes están
siendo sexualizadas y se sexualizan a sí mismas según este
modelo. Conviene, pues, considerar más a los marcadores étnicos
que “raciales”. Es útil el significado que Pontes (2004:234) emplea
para hablar de etnicidad en su investigación sobre la
representación de las mujeres brasileñas en los medios de
comunicación portugueses. Considera la etnicidad como un
proceso de identificación construido en el contexto migratorio.
Aunque este proceso esté asociado con una ideología del
mestizaje que exotiza y sensualiza a las mujeres, “las agentes no
precisan ser exactamente mestizas: su brasileñidad ya les confiere
esa ‘filiación’” 26 (Pontes, 2004:234). Será en la intersección entre
etnicidad y nacionalidad donde las travestis que hacen un uso
estratégico de su brasileñidad se describirán como:

Hola amores soy Carolina la travesti más guapa que vas a


conocer fúe [sic] nombrada miss Brasil por ser la más guapa

25
Disponible en: http://barcelona.tuguiaerotica.com/travestis-escorts/samira-
danner/2806/. Acceso 7/5/12.
26
“[…] as agentes não precisam ser exatamente mestiças: sua brasilidade já lhes
confere esta ‘filiação’”.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 297

y elegante entre todas. Soy puro fuego en la cama ven a


probar de mi cuerpo de top model 27.

Soy una chica brasileña, muy caliente con unas medidas


impresionantes y reales como tú jamás has visto. Cien por
cien activa, yo no soy dulce, ni dócil, muy cañera, muy
dominante 28.

Hola soy una brasileira, 23 años, bellísima, 1.90, cuerpo de


seda, refinada, muy morbosa caliente y puro fuego en la
cama 29.

Estos anuncios seleccionados en otro portal de Internet para


travestis en España 30 reflejan que el ser “puro fuego en la cama”
no está exclusivamente asociado con el hecho de ser

27
Disponible en:
<http://www.taiakashemales.com/modelos/espana/carolina_scarlat.shtml>.
Acceso en: 21/4/12.
28
Disponible en:
<http://www.taiakashemales.com/modelos/espana/alexandra_bittencourt.shtml>
[acceso 21/4/12].
29
Disponible en: <http://www.taiakashemales.com/modelos/espana/safira.shtml>
[acceso 22/4/12].
30
Taiakashemales es un portal español para el anuncio exclusivo de travestis. El
mismo se organiza agrupando bajo la categoría “Travestis VIP” a los anuncios
que son destacados y enumerando las 24 ciudades más importantes en España
donde se ofrecen los servicios de todas las travestis en cada ciudad.Los anuncios
que aparecen en la primera página de cada ciudad consisten en la foto de una
travesti, como en Eros Guía, de cuerpo entero, luciendo lencería erótica y
semidesnudas, exhibiendo sus partes corporales más “calientes”. Acompaña la
foto el nombre de la travesti y, en muchos casos, una bandera con su
nacionalidad. Una vez que se cliquea la foto de la travesti elegida, se accede a
toda una información detallada sobre las características de la travesti (de dónde
proviene, medidas, gustos sexuales) y de los servicios que ofrece, junto a su
teléfono personal. También se adjuntan una serie de fotografías que pueden ser
ampliadas cliqueando sobre ellas. Este portal cuenta con un foro para clientes
(intercambian información entre ellos, recomiendan a las mejores travestis,
comparten sus experiencias) y para las travestis (hacen anuncios de sus traslados
a otras ciudades, contactan y entablan conversaciones con clientes, entre otras
actividades).
298 Migraciones trans

mulatas/negras, sino con encarnar lo que significa ser una travesti


brasileña. Para ello se debe considerar un elemento imprescindible
para definir la relación que ellas establecen con sus clientes: sus
penes. Todos los anuncios de travestis hechos a través de Internet
o de periódicos describen su “dotación”. La descripción es,
generalmente, muy detallada ya que mencionan los centímetros
(aseguran que “reales”) de largo y grosor. También aluden a una
serie de adjetivos como “dura”, “empalmada”, “lechera”,
“enorme” o “jugosa” que dan cuenta del potencial que tienen
entre sus piernas. Se observa, asimismo, la importancia que tienen
sus penes en su trabajo, al descubrir que la gran mayoría de
travestis publica en estos portales fotos donde se los ve erectos y
son plenamente exhibidos. Se contempla, pues, que en sus
anuncios, en un espacio reducido, se pueden concentrar como en
ningún otro sitio los aspectos que son más valorizados en el
mercado del sexo local. De forma ambivalente, ellas deben resaltar
cuán “bellas” y “femeninas” son y, al mismo tiempo, expresar la
capacidad que tienen para hacer gozar, sobre todo mediante la
penetración, a sus clientes.
Para finalizar, a diferencia de las mujeres trabajadoras del
sexo, las travestis relacionan su brasileñidad tanto con sus formas
corporales y “belleza” como con la manera de desenvolverse
sexualmente; es decir, se consideran buenas amantes con una
dotación muy “adecuada” para dar placer. Se aprecia que en el
proceso de resaltar su “singularidad” como travestis brasileñas se
apropian de un discurso dominante patriarcal que sexualiza la
brasileñidad. Si bien este discurso tiene sus raíces en una ideología
colonial donde las mujeres mulatas y negras fueron y son
erotizadas 31, se observa que el mismo traspasa sus vínculos
31
En menor medida, los hombres “negros” también son sexualizados. Según
Moutinho (2004:360), las características estigmatizadoras de la “raza negra”
acaban por revelarse como elementos de prestigio en el mercado erótico/afectivo,
diseñando al hombre “negro” (más “viril”, “bien dotado”, “más caliente”, con
“mejor desempeño sexual”). También la autora (Moutinho, 2006) analiza el
mercado sexual homoerótico en Río de Janeiro donde turistas “blancos”
(europeos y norteamericanos) buscan mantener relaciones sexuales con hombres
“negros” por considerarlos más “fogosos” y “calientes”. Por su parte, Pinho
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 299

“raciales” para convertirse en una cuestión étnica: la identidad


nacional brasileña, más allá del “color” y del género, adquiere
frecuentemente un matiz sexual en sus tránsitos transnacionales.
Dicha asociación es aprovechada – y realzada- por travestis
insertas en el competitivo mercado del sexo para diferenciarse del
resto y erigirse como las más “bellas” y “calientes”.

El mercado del sexo español

Para comprender de forma cabal cómo las travestis


accionan su brasileñidad en el territorio español, habrá que
entender también cómo se desenvuelve el mercado del sexo en
estas latitudes y cuáles son las dificultades actuales con las que las
trabajadoras del sexo se enfrentan.
Como se anticipó, un porcentaje elevado de mujeres y trans
que ejercen el trabajo sexual en España son inmigrantes.
Aproximadamente, y según datos de ONG’s que colaboran con
mujeres y trans trabajadoras del sexo en Barcelona, entre un 70%
y 90% de las trabajadoras del sexo son de nacionalidad extranjera.
Una de las primeras dificultades que estas trabajadoras encuentran
al iniciar sus proyectos migratorios es la entrada a Europa. Con el
pretexto de regular los «flujos migratorios», los Estados dificultan
las migraciones legales y persiguen las ilegales, fortaleciendo cada
vez más los controles fronterizos. Sin embargo, este
endurecimiento de las políticas migratorias no impide la llegada de
personas extracomunitarias, sino que transforma la modalidad de
hacerlo. Cuantas más restricciones existan para ingresar al
territorio europeo, más personas recurrirán al apoyo de distintos
tipos de redes que posibilitarán la migración. Una vez en territorio
español, y cuando se acaba la estancia permitida como turista (de

(apud Lopes, 2011) describe el proceso de construcción del cuerpo “negro” de


hombres de la periferia de Salvador de Bahía. Estos cuerpos, que se tornan más
visibles que los “blancos”, son representados como poseedores de una
hipersexualidad y constituyen la marca de la sensualidad de la ciudad.
300 Migraciones trans

tres meses) 32 o según el visado de entrada yno se tiene ninguna


posibilidad de renovarla o adquirir un permiso de estancia o
residencia, muchas personas se encuentran en una situación
administrativa irregular. Según la Ley de Extranjería 33 no “tener
papeles” expone a las personas, principalmente, a la constante
amenaza de expulsión y a la imposibilidad de circular libremente
por el territorio español. El miedo a la expulsión se puede tornar
real frente a los frecuentes controles de identidad, amparados por
la ley, a los que son sometidas las personas de nacionalidad
extranjera por parte de la policía.
Por otra parte, la visibilidad del trabajo sexual callejero es un
tema de central interés para los poderes públicos. La visibilidad de
las mujeres que ofrecen sus servicios y negocian con clientes en la
vía pública es un tema que se ha vuelto polémico y preocupa
pues, en definitiva, su exposición molesta. Concretamente en la
ciudad de Barcelona, una de las formas creadas por la
administración para gestionar este fenómeno y contener las
presiones políticas, mediáticas y vecinales, consiste en desplegar
una serie de operativos policiales para “limpiar” las zonas más
“problemáticas” de la ciudad. Se organizan grandes redadas
conjuntas entre la Guardia Urbana (Policía Municipal) y la Policía
Nacional, por cuestiones de extranjería, o de los Mossos
d’Esquadra (Policía Autonómica), por operaciones antidrogas o
contra la trata de personas. No obstante, como Fernández Bessa
sostiene, “si bien la actuación policial se justifica en la detención

32
Generalmente, la gran mayoría de travestis accede al territorio español como
(“falsas”) turistas. Este método, no obstante, no garantiza la entrada al país.
Agentes policiales que trabajan en los aeropuertos identifican, con un amplio
margen de discrecionalidad, a las personas que, posiblemente, son “falsas
turistas”. Luego de un interrogatorio, si no convencen sus respuestas sobre los
motivos para visitar España, es rechazado su ingreso al país y son devueltas al
lugar de procedencia. A causa de la importante presencia de mujeres y travestis
brasileñas en la industria del sexo española, este tipo de actuaciones policiales en
materia de extranjería se centra, sobre todo, en los vuelos provenientes de países
como Brasil (López Riopedre, 2010).
33
Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración social.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 301

de proxenetas que puedan explotar a las prostitutas, en la práctica,


la mayoría de estos procesos acaban con la expulsión de las
mujeres inmigrantes que ejercen el trabajo sexual” (2010:148). En
nombre de la trata de personas y la explotación de las mujeres se
enmascaran redadas y controles rutinarios sobre la situación
administrativa de las personas inspeccionadas.
La entrada en vigor, en enero de 2006, de la controvertida
Ordenança de Mesures per Fomentar i Garantir la Convivència a
la Ciutat de Barcelona (llamada Ordenanza Cívica) ha hecho que
se volviera más crítico el libre ejercicio del trabajo sexual callejero
en Barcelona. Sus sucesivas reformas conducen a un explícito
endurecimiento delos artículos vinculados con la prostitución
callejera. Se busca sancionar, con altas multas, tanto al cliente
como a la trabajadora. El objetivo es, evidentemente, prohibir la
prostitución en el espacio público.
En definitiva, el panorama se vuelve cada vez más
complicado para quienes desean trabajar en el mercado del sexo
español. Particularmente en Barcelona, existe una normativa
municipal que se ha convertido en el discurso del orden en las
calles y pretende erradicar la prostitución de las calles de la
ciudad. También se pueden observar las nefastas consecuencias
en el trabajo cotidiano de mujeres y trans trabajadoras del sexo, al
examinar cómo operan las grandes redadas policiales en torno a la
prostitución y al considerar las vitales implicaciones de estar “sin
papeles” en España. Las políticas públicas se endurecen para que
quienes se dedican al trabajo sexual callejero –en tanto actividad
“indeseable” para el crecimiento urbanístico, económico y turístico
de la ciudad- terminen “desapareciendo” de las calles. Su
visibilidad molesta. Estas regulaciones contribuyen a que cada vez
menos personas tengan la opción de trabajar en las calles y se
generen otras estrategias alternativas a este prohibicionismo ya
declarado.
302 Migraciones trans

Travestis en Barcelona

Teniendo en cuenta lo expuesto, se comprende que el


número de travestis brasileñas que se dedican a la prostitución en
las calles sea cada vez menor, o si aún siguen en las calles muchas
tengan que complementar esta modalidad de trabajo con otras
formas de ofrecer sus servicios sexuales.En mi trabajo de campo
en Brasil, el trabajo sexual de las travestis se concentró casi
exclusivamente en las calles de Río de Janeiro, a diferencia de
España donde el trabajo sexual está más diversificado. Tanto en
los espacios donde ejercen su actividad (calle, pisos privados e
Internet) como en la forma que se promocionan (Internet y
prensa), las variantes son más amplias no sólo en España, sino en
Europa en general. La gran mayoría de travestis, en tanto
ciudadanas de nacionalidad extranjera “sin papeles” y
trabajadoras del sexo, transita como las mujeres por una doble
ilegalidad (Teixeira, 2008). No obstante, en el caso de las travestis,
hay que incorporar su identidad genérica como un elemento
“extra” de discriminación y estigma. Aunque en la actualidad, en
Europa, el rechazo social hacia las travestis no adquiere las
trágicas dimensiones que tiene en Brasil y ellas son conscientes
que aquí se sienten más “respetadas” y “libres”, aún en España las
personas trans siguen siendo discriminadas. Al mismo tiempo, a
las restricciones de trabajar en la calle se suman los efectos de la
llamada “crisis económica” que también afecta, según aseguran, la
disponibilidad del dinero de sus clientes. A pesar de este horizonte
que compromete el día a día de muchas travestis “europeas”, a
continuación se analizará cómo emplean algunas prácticas para
asegurarse un lugar en el cada vez más competitivo y duro
mercado del sexo español.
La gran mayoría de travestis se ha ido adaptando a las
restricciones impuestas al espacio público para trabajar en la
calle, y escoge espacios cerrados como los pisos para desarrollar
su actividad. Existen dos modalidades de pisos: los de agencia
(gestionados por una tercera persona) y los autogestionados
(cuando una o dos travestis comparten el alquiler de un piso para
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 303

vivir y trabajar). En el caso de los pisos de agencia, de


organización más jerárquica, los mismos son regentados por una
encargada que les cobrará el 50% de sus ingresos por el
alojamiento, la comida y la publicidad de sus servicios sexuales si
son “internas”, es decir, si viven y trabajan en el mismo sitio.
Quienes, por el contrario, cumplen un horario más limitado ya
preestablecido y no viven allí, el porcentaje de las ganancias a
compartir será menor. Las trabajadoras sexuales hablan de
“hacer plaza” cuando acceden a este tipo de pisos por un tiempo
establecido de 21 días (siguiendo el mismo ritmo del ciclo
menstrual marcado por el trabajo sexual de las mujeres). “Hacer
plaza” por este período de tiempo, suele ser una práctica muy
extendida en el mercado del sexo, tanto de mujeres como de
travestis. Generalmente, todos los pisos se reservan un espacio
para quienes “hacen plaza”, así pueden ofrecer más opciones a
su clientela al renovar al menos una parte de sus trabajadoras. Se
observa así que la movilidad es una de las principales estrategias
utilizadas por las travestis para desenvolverse en el mercado del
sexo español y europeo. El objetivo principal consiste en evitar el
efecto “cara quemada” y ser una “novedad” para los clientes. Sus
constantes y cada vez más frecuentes traslados a Holanda,
Alemania, Suiza, Austria y Dinamarca, entre los países
actualmente más buscados, son muy usuales una vez que
aprovechan este sistema de trabajo en pisos tan organizado.
Dada las intensas persecuciones policiales y la mayor
vulnerabilidad de quienes están “sin papeles”, los pisos también
pueden ser espacios donde se encuentra tranquilidad y más
seguridad que en las calles. Por lo tanto, trabajar en pisos se ha
convertido en una de las principales opciones laborales de las
travestis brasileñas en Barcelona. Asimismo, a diferencia de sus
prácticas sexuales empleadas en Brasil, en los pisos se ofrecen
servicios muy diversificados. Comparado con la modalidad de
trabajo en las calles, esta amplitud en los servicios que ofrecen se
debe a que cuentan con mayor tiempo y privacidad pero,
también, es una estrategia laboral para captar al cada vez más
exigente cliente español. Como Pelúcio expresa (2011:205), las
304 Migraciones trans

travestis saben que los españoles quieren más que “una mujer con
polla”. El siguiente anuncio seleccionado en Internet da cuenta de
la variedad de repertorios sexuales que se pueden ofrecer:

Completísima, activa, pasiva, viciosa y amante del morbo.


Sexo sin límites ni tabúes, me encantan los principiantes y
las fantasías eróticas, hago de todo tipo de fiesta. Me
encanta hacer el oral hasta el final (garganta profunda),
besos con lengua, beso negro 34, masajes eróticos,
penetraciones mutuas, lluvia dorada 35, transformismo,
dilatación anal, sado. Tengo todos los juguetes, ropa y
accesorios que te puedas imaginar… si eres principiante
tranquilo, soy especialista en chicos nuevos en este mundo,
y si eres un viciosillo cómo el que más voy a ser muy
exigente, no vas a superarme. 36

Mediante este repertorio de prácticas, los cuerpos de las


travestis brasileñas que se prostituyen en España, se vuelven más
flexibles para ajustarse a las lógicas del mercado del sexo nacional
e intentar sobresalir en un universo altamente competitivo y
azotado por la crisis económica. En las páginas Webs españolas
más importantes donde se anuncian travestis, sólo en Barcelona,
se pueden presentar aproximadamente entre 80 y 100 travestis. Se
entiende, pues, la necesidad de distinguirse en los anuncios por
medio de una serie de indicadores leídos tanto en los textos como
en las fotografías que acompañan dicha información. Es
importante, pues, describir una amplia oferta de prácticas sexuales
ofrecidas y de “vender” cuán profesionales y “ardientes” pueden
ser. Como se describió, en el caso de las brasileñas,
frecuentemente sexualizan su brasileñidad, es decir, emplean su
identificación como brasileñas para añadir un “plus” de fogosidad.

34
Significa besar o lamer el ano.
35
También conocida como urofilia, consiste en orinar sobre el cuerpo de la otra
persona.
36
Disponible en: <http://www.erosguia.com/es/ficha.php/6412/>. Acceso
30/4/12.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 305

Conclusiones

La experiencia de campo junto a travestis brasileñas


demostró que sus trayectorias espaciales son fundamentales para
entender a las travestilidades. Para transformarse en travesti se
requiere, generalmente, haber abandonado previamente el lugar
de origen para comenzar a viajar. Un viaje que las llevará a
explorar nuevos territorios físicos/geográficos y corporales.
Cuando las travestis migran no sólo transitan por distintos
territorios físicos, sino que al mismo tiempo están construyendo su
propia identidad. Ciudades como Río de Janeiro y Barcelona son
consideradas como dos escalas, entre otras, por las que las
travestis transitan tanto para conseguir bienes económicos y
simbólicos a través del trabajo sexual como para modificar sus
cuerpos. La persona travesti es construida en estos tránsitos.
En este artículo me centré en sus migraciones
transnacionales europeas. Sinónimo de “glamour”, respeto,
libertad y sofisticación, Europa sigue representando para las
nuevas generaciones un ascenso económico y social, pues en
tanto “europeas” pueden distinguirse del resto de sus compañeras
para sentirse valoradas en sus regresos –permanentes o
transitorios- a Brasil. Asimismo, fue importante considerar la
historia de las migraciones de las primeras travestis que llegaron a
París en los años setenta, puesto que fue allí donde comenzaron a
transformar y embellecer sus cuerpos, fue en París donde las
identidades travestis empezaron a gestarse.
Fue particularmente fructífero examinar la manera en que
promocionan sus servicios a través de los anuncios en Internet. En
sus migraciones transnacionales, específicamente en España, ellas
accionan su brasileñidad, es decir, resaltan ciertas características
(“somos más calientes”, “sensuales”, “tenemos cuerpos
espectaculares”) que fueron construidas a partir de relaciones
históricas y coloniales de poder y que, incluso en la actualidad,
siguen sexualizando a las mujeres brasileñas. Sin embargo, las
travestis se apropian de su “particularidad” como brasileñas para
encontrar una posición destacada en el competitivo mercado
306 Migraciones trans

transnacional del sexo. En suma, las identidades son relacionales e


importa distinguir en qué contextos ellas están siendo travestis,
pues los diferentes territorios delimitan el modo en que ellas
actúan y construyen sus travestilidades. Describí que en Barcelona
el mercado del sexo era más amplio que en Río, pues no sólo se
desenvolvía en las cada vez más controladas calles de la ciudad,
sino también a través de pisos privados o de agencias. Asimismo,
examiné que en este contexto ellas empleaban una serie de
prácticas –que no son comúnmente utilizadas en Brasil- para
sobresalir e imponerse en un mercado del sexo que está cada vez
más afectado por los ajustes económicos que sufre el país: me
refiero al alto nivel de movilidad (a otras ciudades españolas y/o
europeas) y a la capacidad de ofrecer una vasta variedad de
servicios sexuales. A pesar de todo, Europa sigue siendo
atrayente 37, aunque muchas travestis tengan que reconfigurar sus
estrategias laborales.
Finalmente, a nivel teórico propuse el empleo de la
categoría ‘migración trans’ para, precisamente, considerar la
particularidad de las migraciones de travestis, transexuales o
transgéneros. En el caso estudiado en mi investigación, las
travestis brasileñas no sólo migran para ganar dinero y encontrar
un escenario atractivo para insertarse en el mercado sexual;
tampoco lo hacen únicamente para vivir sus identidades de
género con mayor libertad y en un entorno donde se sientan
respetadas. Como ya anticipé, las travestis cuando migran también
están construyendo su propia identidad, pues mientras van
transitando por diferentes territorios están, al mismo tiempo,
modificando y feminizando sus cuerpos. La variable espacial no
puede ser considerada como una referencia superficial,
anecdótica o “decorativa” de las experiencias migratorias de las

37
Esta afirmación, no obstante, debe ser matizada pues será necesario hacer
nuevas inmersiones en el campo para observar si el número de travestis que
desean “viajar” no está, efectivamente, disminuyendo. Si bien es muy difícil
cuantificarlas, se requerirá nuevas investigaciones para evaluar los efectos
concretos de la llamada “crisis económica” europea en las elecciones migratorias
de las travestis brasileñas.
cadernos pagu(42) Julieta Vartabedian 307

travestis. Por el contrario, sus movilizaciones a través del espacio


construyen sus identidades.

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