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Debates
del
Airbnb y las ciudades
futuro como postales de Disney
por Paz Peña*
Q ¿
ué es una smart city, o una ciu- Cuál es la película que inspira hace más que capitalizar las experien- su modelo de negocios como su inusual
dad inteligente, esa etiqueta a una empresa como Airbnb, la cias de viajes imaginadas en una ofici- atractivo para los viajeros han cambia-
que sirve para que los alcaldes plataforma de alquiler de alo- na de Silicon Valley a través de la inte- do para siempre el mercado del hospe-
del mundo muestren las luces jamientos que está invadiendo ligencia de datos. En el camino, no sólo daje. Es cierto, por supuesto, que el pre-
de su progreso frente a otros gobiernos y el mercado turístico e inmobi- está creando nuevas pautas de cómo de- cio es una de sus ventajas competitivas
ciudades? Por ahora, son algunas grandes liario del mundo? La opción obvia sería be ser un hospedaje; también está cam- principales, aunque con matices. En
empresas de tecnología vendiéndoles sus una road movie donde los protagonis- Buenos Aires, alojarse a través de Air-
avances a los funcionarios, tal como hace tas cambian sus vidas durante un viaje. bnb puede llegar a ser un 40 por ciento
un siglo y medio se ofrecían los inventos ¿Qué más se podría esperar de una em- más barato que reservar un hotel o utili-
del futuro en las Exposiciones Universales presa que se jacta de ayudar a encontrar La inteligencia del zar una plataforma como Booking.com
“una experiencia” sin importar qué lu- (1), pero siempre dependerá de la zona:
del colonialismo.
Las mega plataformas tecnológi- gar uno elija para alojarse? Tal vez ru- modelo de negocio en los barrios tradicionalmente turísti-
tas, autos y locura. Pero las suposiciones cos como Palermo la diferencia se redu-
cas como Airbnb y Uber, pero también
las Amazon que están comenzando a pueden estar equivocadas. La película
de Airbnb está en ce a apenas 12 por ciento.
desplegar sus drones para entregar pa-
quetes en todos los rincones del mundo,
que inspira a Airbnb es más parecida a
un cuento clásico: Blancanieves.
el consumo de “la Jaqueada por Airbnb, la industria
tradicional del hospedaje sostiene que
están avanzando sobre los espacios pú- Érase una vez el CEO de Airbnb, experiencia”, donde el la diferencia de precio se basa en com-
blicos urbanos. También, como interme- Brian Chesky, que comenzó a leer la petencia desleal, ya que para la plata-
diarias de nuevas formas de economía biografía de Walt Disney en busca de estatus se traslada de forma los costos fijos principales están
y trabajo, que ellas mismas denominan inspiración para la nueva etapa de cubiertos por los anfitriones, no hay
“economía colaborativa”, pero que mu- expansión de su startup. En esas pági- comprar cosas a ser gastos laborales ni tampoco inversión
nas se enteró de que la producción de en infraestructura (y, en general, tam-
chas veces encubren la evasión tributa-
ria y los empleos precarizados. Blancanieves había sido una innovación visto haciendo cosas. poco pago de impuestos).
Frente a esto, algunas ciudades em- para la propia Disney. Con esa película, Pero el precio es sólo un aspecto del
pezaron a reunirse con una pregunta vi- la empresa dejó atrás las animaciones atractivo de Airbnb. La inteligencia del
tal para el futuro: ¿cómo lograr que el cortas y comenzó a utilizar storyboards, modelo disruptivo está sobre todo en
beneficio de la tecnología sea más co- es decir, una secuencia de ilustracio- biando el turismo y definiendo la sus- adoptar el consumo de “la experien-
lectivo y no quede privatizado en unas nes que determinan los tiempos clave tentabilidad de las ciudades. cia”, donde el estatus se traslada de
pocas manos? En Barcelona, durante el de una historia. Fascinado con el mé- comprar cosas a ser visto haciendo co-
verano de 2017 se realizó el encuentro todo, Chesky inició “Blancanieves”, un El turista local sas (2). La felicidad del consumidor ya
“Fearless Cities” (Ciudades sin miedo), en proyecto que establece los momentos Es simple: Airbnb es una compañía que no pasa por “tener”, sino por tomarse
el que participaron los responsables de emocionales que deben ser parte de una permite a la gente común alquilar sus una foto por acá, un video por allá, o un
políticas urbanas y activistas de Lisboa estadía en Airbnb y los transforma en propias residencias como alojamiento posteo que registre –y permita exhibir–
(Portugal), Nueva York, Pensilvania (Es- sus propias stories con la ayuda de Nick turístico. En el marco de la “economía nuestras experiencias.
tados Unidos), Belo Horizonte (Brasil), Sung, el responsable de Toy Story, Rata- colaborativa”, se basa en los intercam- Con la masificación de los vuelos y el
Berkeley (California), Attica (Grecia), Ná- touille y otros éxitos de Pixar. bios Peer-2-Peer (P2P), donde los indi- turismo, el estatus del viajero radica en
poles (Italia), Valparaíso (Chile) y Rosario Esos guiones gráficos cuelgan hoy viduos se saltan a los intermediarios e la posibilidad de establecer con los lu-
(Argentina), entre otros. en las paredes de las oficinas de Airbnb, interactúan directamente entre sí para gares que visita una actitud más abier-
Bajo el lema “Nuestras ciudades no como una forma de visualizar la expe- –en este caso– arrendar servicios. ta y libre, que no sea sólo la mera re-
son una mercancía”, en el encuentro se riencia de los clientes, tanto anfitrio- Las tecnologías digitales han potencia- producción de las reglas implícitas del
compartieron experiencias para garan- nes como huéspedes, desde el momento do la eficiencia y el alcance de este tipo de turismo tradicional. Estamos ante los
tizar medidas contra la especulación in- que escuchan algo acerca de la compa- economía, que es justamente la base del “post-turistas”, aquellos que, según el
mobiliaria y la invasión de las grandes ñía hasta que dejan un mensaje de califi- modelo de negocio de Airbnb: provee una urbanista Dennis R. Judd, “no desean
plataformas que van quitando derechos cación posterior a la vista. “Es como ver plataforma tecnológica para estos inter- fijar la mirada en los sitios turísticos
a los habitantes locales. En Barcelona, la una película. Estás sentado en esta sa- cambios, por lo que es vista como epítome sancionados oficialmente, en parte por-
alcaldesa Ada Colau impuso una regula- la mirando cada uno de los cuadros, ha- de la “economía colaborativa”. que ya han sobrellevado un continuo
ción de la oferta de alquileres turísticos, blando de lo que están pensando y de lo Sin embargo, el modelo Airbnb ge- aluvión de objetos e imágenes turísti-
estableciendo un registro a los pisos de que sienten los personajes. A veces has- nera polémica. La crítica apunta a que cas proyectadas por la televisión, el ci-
alquiler por Airbnb y multas a quienes ta llegamos a actuarlos. Y esa es una ex- la idea de economía colaborativa que- ne, las revistas y otros medios de comu-
comercien con la plataforma sin contar periencia diferente cuando venís de tra- da en un eslogan vacío: la compañía no nicación”. Airbnb es la plataforma ideal
con el catastro y los impuestos al día. La bajar en una hoja de cálculo”, dice Joe cumple con las condiciones técnicas para este nuevo turista local.
empresa ya recibió una multa de seis- Gebbia, el cofundador de Airbnb en una (como descentralización y uso de códi-
cientos mil euros. Pero, ¿podrá la políti- entrevista con Fast Company, una de las go abierto) ni comparte la perspectiva Pos-turistificación
ca del bien común ponerle límites al po- revistas que registran el rápido avance ideológica de desafiar al sistema econó- La “experiencia Airbnb” se globaliza
der de las grandes plataformas? g de la industria de Silicon Valley. mico capitalista. y la actitud cool, más relacionada con
Storyboards y hojas de cálculo. Ésa Pero quizás donde hay más unani- la hospitalidad que con el turismo tra-
Natalia Zuazo parece ser la composición que define el midad es en asociar a Airbnb a la idea dicional, se vuelve más o menos igual
corazón del negocio de Airbnb, que no de “innovación disruptiva”, pues tanto para un hipster de Brooklyn o para una
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