La depresión, como problema de salud de la adolescencia, ha adquirido una
creciente importancia a la luz del aumento en las tasas de suicidio en varios países. Asimismo, el incremento de otros problemas emocionales y conductuales, como los problemas de conducta, el consumo de alcohol y drogas, el embarazo precoz y el fracaso escolar, entre otros, pueden estar relacionados con una sintomatología depresiva. Por esta razón, es importante desarrollar estudios que permitan ampliar el marco teórico y metodológico de este trastorno. Antecedentes
Antecedentes Internacionales
Álvarez, L. (2011) en su estudio “Conceptos irracionales prototípicos de la
depresión. Una articulación con las creencias irracionales de la REBT” realizado en Colombia, tuvo como propósito establecer si existen conceptos irracionales prototípicos de la depresión, con los cuales se identifiquen los participantes depresivos diferencialmente con respecto al grupo de participantes no depresivos en un grupo de 34 participantes adultos diagnosticados con depresión, comparado con un grupo homólogo, sin este trastorno. La hipótesis, afín con el objetivo del estudio, se probó en un estudio ex post facto retrospectivo de casos y controles. Se aplicaron los instrumentos de diagnóstico de depresión (DSM-IV TR, Test de Hamilton (Ramos Brieva, 1986) y Escala de depresión de Beck-versión adaptada (Sanz, Vásquez, 1998) y auto informe de conceptos irracionales depresivos, creado para este estudio bajo una escala de identificación tipo Likert. Los resultados confirmaron la hipótesis. Dichos conceptos prototípicos son: desmerecimiento, ineficacia, insuficiencia, aceptación personal condicional, tristeza como rasgo, desconfianza de sí, de los otros y del mundo, sí mismo omnipotente. Bermejo, L. y Prieto, M. (2005) en su investigación realizada en España “Creencias irracionales en profesores y su relación con el malestar docente” se estudió la relación entre la presencia de creencias irracionales en profesores y las puntuaciones en distintas medidas de malestar docente. Para ello, a los sujetos (71 profesores de educación secundaria) se les aplicó la escala Escala de Creencias Irracionales del Profesor (TIBS, Teacher Irrational Beliefs Scale) y se analizó su relación con las puntuaciones en las pruebas Cuestionario de Burnout del Profesorado-Revisado (CBP-R), Symptoms Checklist-90-R (SCL- 90-R) y Beck Depression Inventory (BDI). Los resultados muestran un elevado nivel de desgaste profesional y una correlación positiva y significativa de las creencias irracionales del profesor con todas las variables del malestar docente consideradas en este estudio. En concreto, las actitudes de baja tolerancia a la frustración juegan un papel fundamental en los niveles de estrés, depresión y sintomatología física.
Calvete, E. y Cardeñoso, O. (1999) en su estudio “Creencias y síntomas
depresivos: Resultados preliminares en el desarrollo de una Escala de Creencias Irracionales abreviada” se evaluaron las propiedades de medida de una versión reducida del TCI (Test de Creencias Irracionales, Jones, 1968) y del CES-D (Escala de Depresión del Centro para Estudios Epidemiológicos, Radloff, 1977) así como la asociación entre ambas variables que se deriva desde la teoría de la Terapia Racional Emotiva (Ellis, 1962). Con este fin, 568 estudiantes universitarios de España cumplimentaron el TCI y el CES-D. Los análisis factoriales confirmaron una estructura de ocho factores para el TCI abreviado (Necesidad de Aprobación, Altas autoexpectativas, Culpabilización, Control emocional, Evitación de problemas, Dependencia de los demás, Indefensión acerca del cambio y Perfeccionismo) y una estructura de cuatro factores de primer orden (Afecto depresivo, Falta de Afecto positivo, Disminución psicomotora y Dificultades interpersonales) junto con un factor de segundo orden para el CES-D. Finalmente se estimó un modelo de ecuaciones estructurales entre las creencias irracionales y la depresión. De acuerdo con este modelo, las creencias de Necesidad de Aprobación por parte de los demás, Perfeccionismo e Indefensión acerca del cambio se asocian a los síntomas depresivos.
Hernández, H. y Napoleón, J. (2012) realizaron un estudio en México
sobre “Inteligencia e Ideas Irracionales en estudiantes universitarios” donde se planteó como hipótesis central de investigación que las personas más inteligentes debido a que realizan procesos de pensamiento más lógico presentarían menor cantidad de pensamientos irracionales. Participaron 28 alumnos de la Universidad Tecnológica de Huejotzingo (UTH) estudiantes de la carrera de tecnologías de la información área sistemas informáticos (16 mujeres y 12 hombres) entre 18 y 28 años a quienes se le aplicaron la escala Wechsler de Inteligencia para Adultos-III (WAIS III) y la escala de pensamientos irracionales de Ellis. De las 294 correlaciones obtenidas, 284 fueron no significativas, cinco apoyaron a la hipótesis de forma significativa y cinco correlaciones fueron significativas en contra de la hipótesis. Los resultados en esta investigación son contradictorios. Por un lado se encontraron relaciones significativas en favor de la hipótesis, por otro lado se encontró evidencia en contra. Esto indica poco apoyo a lo que se esperaba, que a mayor inteligencia menor irracionalidad.
Coppari, N. (2010) realizó un investigación sobre “Relación entre creencias
irracionales e indicadores depresivos en estudiantes universitarios” de tipo descriptivo-correlacional que tuvo como objetivo describir la relación entre dichas variables. La muestra estuvo compuesta por 94 estudiantes del curso de admisión, seleccionados a través de una técnica no probabilística de muestreo intencional y de participación voluntaria de una Universidad Privada de Asunción, Paraguay. Los instrumentos aplicados son el Inventario de Creencias Irracionales de Ellis (1962) y el Inventario de Depresión de Beck (1996), para luego establecer la relación existente entre ambas variables. El análisis y procesamiento de los datos aplicó técnicas de estadística descriptiva e inferencial. En el Inventario de Beck no se observan diferencias significativas en relación al sexo. En el inventario de Ellis los valores medios más altos en ambos sexos se hallaron en el patrón 6. Las correlaciones más significativas, en sentido positivo, con el Inventario de Beck se hallaron en orden descendente para el patrón de ideas 9, 2 y 7.
Jurado, G. y Rascón, M. (2011) en el estudio “Ideas irracionales y
padecimientos psicológicos: análisis en perpetradores y receptoras de violencia de pareja” analizaron la presencia de ideas irracionales y padecimientos psicológicos en una muestra de 51 hombres perpetradores y 56 mujeres receptoras de violencia de pareja, con edades comprendidas entre los 20 y 67 años, y edad media de 35.90 años en México. Las estimaciones se han hecho considerando el perfil de ideas irracionales, planteadas a partir de la Teoría Racional Emotiva de Albert Ellis y la presencia de padecimientos psicológicos como depresión, ansiedad y estrés postraumático, tanto para perpetradores como para receptoras de forma independiente, mediante investigación correlacional, diseño no experimental transversal. Los resultados mostraron que las mujeres receptoras de violencia presentan más ideas irracionales, siendo las más frecuentes, las asociadas a demandas (perfeccionismo) y ansiedad (baja tolerancia a la frustración), y se correlacionan con la presencia de padecimientos psicológicos como depresión y ansiedad, no así para estrés postraumático.
Lemos, V. (2011) en la investigación “Soporte familiar, creencias
irracionales y sintomatología depresiva en estudiantes universitarios” realizada en Brasil, donde participaron en el estudio 377 voluntarios de una universidad del Estado de São Paulo, con edad media de 20,69 años (DP= 2,29) y prevalencia del sexo femenino (68,2%), que respondieron al Inventario de Percepción de Soporte Familiar – IPSF, el Inventario de Depresión de Beck – BDI y la Escala de Creencias Irracionales – ECI. Los resultados indicaron correlaciones entre el IPSF con el BDI y el ECI, indicando que, cuanto mayor la percepción de soporte familiar, menores son los resultados de síntomas depresivos y de creencias irracionales. Correlaciones entre BDI y ECI también fueron encontradas, indicando que, cuanto mayor el número de creencias irracionales, mayores los síntomas depresivos, lo que va al encuentro de los datos de la literatura.
Medrano, L. et al. (2010) en “Creencias irracionales, rendimiento y
deserción académica en ingresantes universitarios” desarrolló un estudio no experimental tendiente a examinar la relación entre creencias irracionales, rendimiento y deserción universitaria en una muestra de ingresantes universitarios (n=31) en Argentina. Para ello se elaboró una entrevista estructurada con 10 preguntas abiertas con el fin de obtener los tipos de respuestas que posteriormente recibieron un análisis para clasificar su contenido en racional o irracional, mientras que los datos relativos al rendimiento académico y la deserción de los estudiantes se obtuvieron de los registros de la facultad. Aunque no se obtuvo una correlación significativa con el rendimiento académico se observó que los estudiantes que abandonaban la universidad presentaban mayores creencias irracionales.
Navaes, (1990), (citado en Ellis, y, Grieger 1990), con la investigación
"Relación entre el Estrés, el patrón de comportamiento tipo A y las Creencias Irracionales", evalúo la relación entre el estrés y dos fuentes internas de estrés. El patrón de comportamiento tipo A (Friedman y Posenman 1974) y las Creencias Irracionales (Ellis 1973), en 100, pacientes que acudieron al Centro psicológico del Estrés, en busca de capacitación para controlar el estrés, los cuales fueron analizados en función del nivel de estrés que presentaban y el tipo de creencias irracionales y el patrón de comportamiento tipo A. Se observó que el 73% de los pacientes fueron calificados como tipo A y el 27% tipo B. Los pacientes del tipo A tenían un número mayor de creencias irracionales. La creencia que exhibía con mayor frecuencia era: Se debe ser absolutamente competente, inteligente y merecedor de todo respeto. Los datos se interpretaron a favor de las hipótesis de que existe una correlación entre estos, tipo A de comportamiento y Creencias irracionales.
Antecedentes Nacionales
Bocanegra, C. (1991) en su investigación “Las creencias irracionales.
Estudio comparativo entre un grupo de sujetos consumidores de pasta básica de cocaína y un grupo de sujetos no consumidores de drogas: un enfoque racional,” realizó un análisis sobre la intensidad de las Creencias Irracionales (Ellis, A. 1981) entre 50 pacientes consumidores de PBC, en situación de internamiento y un grupo de 50 sujetos no consumidores de drogas, estudiantes de un instituto educativo. El monto total de la muestra era de sexo masculino, instrucción superior y de edades comprendidas entre los 22 y 30 años. Previa validación y confiabilidad del instrumento (Registro de opiniones), y mediante el empleo del estadístico "t" de Student, se encontró que ambos grupos diferían en las Creencias Irracionales I, III y VII, siendo las Creencias I (excesiva necesidad de aprobación y afecto) y III (los malos deben ser castigados) características de los sujetos consumidores de PBC, tendiendo esta última a disminuir en intensidad a medida que los sujetos ingresan a un mayor tiempo de consumo. Por otro lado, la Creencia Irracional VII (es más fácil de evitar los problemas y responsabilidades) tipificó al grupo de sujetos no consumidores de drogas.
Benazar, M. (1987) en su “Estudio del sistema de creencias erróneas en
estudiantes de distintos niveles secundarios” analizó las creencias irracionales de estudiantes de distintos niveles secundarios (1º, 3º y 5º) cuyas edades oscilaron entre los 12 y 17 años; la muestra estaba constituida por 63 alumnos de un centro educativo particular. Se utilizó el instrumento de Opiniones o inventario de Creencias de Ellis para la recogida de datos. El trabajo estadístico, determinó que las creencias irracionales más comunes eran: “Se debe sentir miedo y ansiedad ante cualquier cosa desconocida, incierta o potencialmente peligrosa” y “Se necesita contar con alguien más grande y fuerte que uno mismo”. Mientras que las que los diferenciaron fueron las creencias: “Para un adulto es absolutamente necesario tener el cariño y la aprobación de los semejantes, familia y amigos", “Cierta clase de gente es vil, malvada e infame y deberían ser castigadas” y “Es horrible el hecho de que las cosas no vayan por el camino que uno quisiera que fueran”.
Pacheco, A. (1998) en su investigación “Ansiedad Rasgo y las Creencias
Irracionales en estudiantes pre universitarios” intentó encontrar una relación entre ambas variables. La finalidad era evaluarlos días antes del examen de admisión al que se le se sometería. La evaluación se realizó 10 días antes del examen de admisión. El resultado a que se arribó con la investigación, es que existe una alta correlación entre estas dos variables. Las categorías del inventario de Creencias Irracionales que alcanzaron mayores presencia en los estudiantes preuniversitarios fueron: “Debo ser indefectiblemente competente, y casi perfecto en todo lo que emprendo", “Es horrible el hecho de que las cosas no vayan por el camino que uno quisiera que fueran”, "Se debe sentir miedo y ansiedad ante cualquier cosa desconocida, incierta o potencialmente peligrosa” y “El pasado tiene una gran influencia en la determinación del presente.”
Rehabilitación de Las Funciones Ejecutivas y La Cognición Social en Sujetos Con Trastorno de Personalidad Antisocial Viculadas Al Conflicto Armado Colombiano